Sin ataduras (Harry Styles)

Siguelaaaaaa!!!!

—Antes de salir dejen sus informes sobre el escritorio—el profesor se sentó detrás del escritorio de madera, el cual estaba impecable, y arregló sus gafas.—Señorita Evans, quédese un momento—dijo cuando puse mi fólder sobre el de los demás, a punto de salir.
—¿Sí, señor?
—Ha de reconocer que usted es una estudiante muy aplicada, con una de las notas más sobresalientes. Es de mi preocupación que últimamente estas están bajando notablemente. ¿Problemas familiares?—inquirió el joven profesor de Historia.
—Algo así—torcí el gesto, no queriendo entrar en detalles.—Pero creo que de a poco se está resolviendo.
—Me alegra escuchar eso. Pero hay algo que me preocupa más. Queda un mes antes del examen final de primer período, y necesito que suba esas calificaciones antes de que termine este mes. ¿Qué le parece si le pongo unos informes sobre los últimos temas tratados?
—¿En serio? Me parece perfecto—sonreí. Era cierto que durante el último mes la escuela había pasado a ser un plano inferior para mí luego de tantos problemas, y tenía que redimirme, y pronto.
—Entonces pase antes de la salida, le dejaré una hoja con el temario, así elige el que más le guste.
—Gracias—sonreí agradecida y me marché.
Con tan solo poner un pie en el pasillo, pude notar la algarabía que poblaba en cada murmullo, en cada uno de los estudiantes allí presentes. La consternación que tenían todos era bastante notoria.
Algunos me miraban curiosos, otros con el ceño fruncido, como si la culpa fuera mía. Los ignoré y caminé hacia mi casillero haciendo caso omiso al constante murmullo de los demás a mis espaldas. Alguien apareció de la nada y caminó a mi lado.
—¿Qué demonios está pasando aquí?
—¿Qué no lo sabes, Zayn?—le miré burlona, él entornó los ojos.—Tania ha vuelto.

—Hola, querida—murmuró la rubia detrás de la otra rubia con ojos chocolates.
—Entonces los rumores son ciertos, ¿eh? Has vuelto—contestó tratando de parecer dura y firme frente a ella, pero con el más puro temor dentro. Las gemelas de pelo negro se tensaron detrás de ella.
—Tifanny, Tifanny, Tifanny, ¿qué voy a hacer contigo?—preguntó tomando un mechón de su cabello y enroscándolo en un fino dedo.
—¿Por qué te has ido de la escuela? Y más, ¿por qué has vuelto hasta ahora? ¿Cómo no te expulsaron por las faltas?—preguntó ella, apartando la mano de Tania de un manotazo.
—Eres muy curiosa, Tifanny. Recuerda que la curiosidad mató al gato. Por cierto, ¿qué está pasando por aquí? Que yo recuerde nunca te dejé al mano de nada.
—Te fuiste, tu tiempo como reina terminó aquí, Tania. Ahora, esfúmate—Tifanny la apartó de un lado e hizo el ademán de irse. Tania la tomó por un hombro y la pegó a los casilleros bruscamente.
—¿Perdón?—dijo en voz más alta, atrayendo la atención de los estudiantes que por allí pasaban.—¿Es que acaso no recuerdas quien te dio todo lo que tienes ahora? ¿No recuerdas quien te puso dónde estás? Porque como te di todo, así te lo puedo quitar, cariño—dijo lentamente, mirándola a los ojos, como una serpiente que mantiene la vista fija en su presa. Se regodeó internamente cuando Tifanny apretó la mandíbula, sin alguna respuesta—. ¿Recuerdas cuando venías hacia mí pidiendo ayuda para conquistar a Harry?—ella dijo, sabiendo que él estaba cerca, entre la gente, mirando atentamente la escena—. ¿Recuerdas cuando me dijiste que harías lo posible por tenerlo, aunque eso implicara herir a Valerie? Que lo tendrías para ti sola. ¿Recuerdas?—su sonrisa se ensanchó al ver a Tifanny observar a Harry, y como estaba con un brazo alrededor de Valerie, la cual la miraba con el ceño fruncido.
—Tú me echas todo eso en cara, todo lo que hice, ¿pero y tú? ¿Y todo lo que hiciste contra ellos? ¿Qué hay de eso?
—Uno, recuerda que tú me ayudaste sin pensarlo dos veces; dos, yo ya pedí perdón por ello; y tres, yo no traicioné a mis amigos—le sonrió malévolamente. Se las estaba cobrando de a poco.
Tifanny no encontró palabras, más se quedó ahí, plantada.
—Nos veremos por ahí, cariño—dijo Tania, su trabajo allí ya estaba hecho, de momento. Annie y Carlie hicieron el ademán de ir con ella, pero Tania les hizo una seña de alto.—Ustedes no. Pueden quedarse con ella, es su amiga después de todo, ¿no?—les sonrió de lado y se marchó, sola, pero sintiéndose mejor acompañada que con esas dos, las que creyó sus amigas.
La gente se había quedado mirando a Tifanny, que estaba contra los casilleros, sin saber muy bien qué hacer. De pronto los vio a todos, a Sophie, a Louis, a Zayn, a Valerie y a él, a Harry. Aquellos que habían sido sus amigos ahora la miraban con el ceño fruncido, del otro lado, no del suyo.
Ellos caminaron en grupo, dispuestos a alejarse de la muchedumbre.
—Valerie…—ella murmuró, casi al borde del llanto.
—Te lo dije—Valerie le respondió, para luego seguir caminando de la mano con Harry.
Y así las personas se fueron dispersando, dejándola totalmente sola. A pesar de que la campana había sonado ella se quedó allí, en el pasillo. Dejó su espalda deslizarse por la pared hasta que quedó sentada en el suelo, abrazando sus piernas.
Estaba sola. Más sola que nunca. Y ya era muy tarde para arrepentirse.

—¿Terminaste con eso?—preguntó Harry recostado sobre mi cama, el cual al parecer había terminado sus deberes, ya que cerró los cuadernos.
—Sí, al fin. Este informe me ayudará a subir las notas—dije suspirando.—Estoy agotada, tengo hambre, sueño y dolor de cabeza—guardé el informe inmediatamente en el bolso para no olvidarlo y abrí el cuaderno de trigonometría.
—Ven aquí un momento—Harry abrió los brazos con una media sonrisa. Dudé, tenía que terminar la tarea.—Ven nena, tienes horas sin descansar.
—Ok—suspiré y me levanté. Me subí a la cama y dejé que me rodeara con sus brazos.—Hace mucho frío—murmuré acurrucándome más entre sus brazos.
—Sé cómo podemos resolver esa parte—dijo él sensualmente en mi oído.
—No me tientes, Harry, aún tengo mucho que hacer—le hice un puchero mientras le acariciaba la mejilla. Le sonreí de lado y me levanté. El me miró fijamente.—Pero quizás pueda recompensarte el fin de semana, quién sabe…—me alejé para ver su expresión y una sonrisa traviesa se asomaba por su rostro.
Me dispuse a levantarme y continuar con las demás tareas, pero las manos de Harry me tomaron por las caderas y me atrajeron nuevamente hacia él, de manera que quedé sentada sobre su cuerpo.
—Pero yo no soy tan paciente—dijo jalándome por los brazos para besarme. Sus labios atraparon los míos suavemente, para luego volverse más salvajes. Su mano en mi cuello me mantenía unida a sus labios y la otra en mi cadera acariciaba suavemente mi piel.
Mis manos fueron al dobladillo de su camiseta y la subieron, para quitársela casi con desesperación. El hizo lo mismo con mi suéter, dejándome con mi sostén de florecitas a la vista.
—¿Dónde está el de Winnie Pooh?—preguntó burlón.
—Estamos a punto de hacerlo, ¿y tú preguntas por mi vergonzosa ropa interior? Vaya, sí que sabes matar la pasión.
—Uy, perdón, y no me burlo, me gusta el de Winnie Pooh—sonrió burlonamente y me volvió a besar, salvajemente, apretando mi cintura, haciéndome soltar un jadeo. Pasé mis uñas suavemente por su abdomen, sabiendo que le gustaba aquella sensación.
Bajé mis manos por su pantalón y abrí el botón, y luego bajé la bragueta. En un movimiento me tuvo debajo de él y bajó por mi mandíbula hasta mi cuello, dejando un reguero de besos húmedos por donde pasaba. Bajó más, deteniéndose en mi clavícula, y siguió bajando hasta mi abdomen, donde dejó leves mordidas y arrastró casi imperceptiblemente su lengua por mi piel, haciéndome enterrar los dedos en su cabello.
Cuando succionó la piel de mi vientre, supe al instante que para mañana tendría una marca amoratada.
—Te he dicho que no me dejes chupones, Harry—reí.
—No se verá, por ese no tendrás que preocuparte, nena—siguió con lo suyo, sacándome suspiros. Cuando se detuvo en el botón de mis jeans, se escuchó un ruido abajo. Volvió a subir la cabeza, con las manos a cada lado de mi rostro y miró hacia la puerta, frunciendo el ceño—. Conozco esa voz—se levantó, aún con sus pantalones desabrochados y sin camiseta. Fui detrás de él.
Abrió la puerta y sacó medio cuerpo, yo hice lo mismo detrás de él.
—Así no verás quién es—murmuré. Salí de la habitación de puntitas y me asomé por la columna que me cubría de la vista de los que podrían estar abajo. Pude ver una parte de la sala desde donde estaba.
Eran Tania y Brad los que acababan de entrar.
—Ven, quedémonos adentro, no quiero que sepa que vives aquí—no me había dado cuenta de que Harry estaba detrás de mí. Me tomó por el brazo y me llevó de nuevo hacia la habitación.
Nos vestimos en silencio y volví a sentarme en el escritorio. Harry cerró la puerta con seguro y luego se sentó en la cama.
—Entonces sí eran ellos los del otro día—musitó, casi para él mismo.
—Y parece que salen…—comenté.
—Esto no me gusta para nada. Ni para Tania, aunque no lo creas, ni para ti—él me miró y luego suspiró.
—No es por echarte, pero, ¿no debías ir a tu casa?
—No es tan urgente, y no pretendo dejarte en esta casa con ese idiota aquí dentro.

—¿Te ha gustado el paseo?—preguntó con una sonrisa cuando estuvimos sentados en el sofá.
—Sí, fue muy divertido. Realmente me he relajado un montón—durante el paseo de dimos por varios parques no transitados, le había contado todo de mí, cada detalle, lo que pasaba en la escuela, incluso lo de esta mañana con Tifanny; exceptuando las cosas familiares y lo de la pérdida de la criatura. Eso sí que no estaba lista para contarlo.
—Me alegra un montón, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea—sonrió mientras me tomaba la mano.
—Gracias, Brad, eres un amor.
El se fue acercando lentamente, y yo también. Sentía su aliento chocar contra mi rostro cuando tocaron a la puerta. Maldije interiormente y me levanté para atender.
—Sophia—fruncí el ceño.
—¿Me dejas entrar, Tania?—me hice a un lado y ella pasó.—He venido a ver a Valerie…—se calló abruptamente cuando vio a Brad sentado en el sofá. Si expresión cambió radicalmente—. ¡¿Tú?!
—Wow, las coincidencias de la vida, ¿no?—contesto él burlón—. ¿A quién has venido a ver? ¿A Valerie? ¿No te habrás equivocado?—él se quedó sonriendo con sorna, cuando abrió los ojos y sonrió, como si se regocijara con algo—. ¡No me digas que eres hermana de la amiguita de esta tipa!—dijo señalando a Sophie.
—¡Esta tipa tiene nombre!
—Mierda, Sophie—Valerie pasó la mirada por toda la sala para después posarla en su amiga.
—Tú…—Brad entrecerró los ojos mirando a Valerie—. Wow… las coincidencias sí que existen.

Yo no quiero saber que pasará cuando Harry asome la cabeza por ahí...¡miedo! jajajaja
Síguela plis! :P

:OOOOOOOOOOOOOO
ES QUE LA MAAAAAATOOOOOOO!-_-
¿por qe tiene que ser tan salia?
JAJA, siguela u.u'

Tania ha regresado sdfjkdshfds, ojala no sea una zorra como antes fdsjkfhds. TIFFANY SE MERECE TODO LO QUE LE PASO! LE PASA POR DEJAR DE LADO A SUS AMIGOS :x . OH DIOS BRAD SABE QUE VALERIE VIVE AHI! D:. Muchas cosas en 1 cap asfjkshdfkjds siguela prontoooooooooo, quiero ver que pasaraaa kjdsdfsdfs. amo tu nove <3

nooooooooooooooooooooooo! aaaaaaaagh me cae mal Brad! siguela pronto!!