Moments (Niall) [Terminada]

Holaaaaaaa tantos capitulos y tanto tiempo :/ PERDON :(
Se me rompio la mierda de la otra computadora y en esta no tenia tu novela so, despues remodelaron el foro y me perdi y hoy descubri el botoncito de "buscar" xD soy una boluda. Los caps son muy erjuojveioreionveirunguien aaaaaww le dio su primera vez al niall ah por que al.... La cosa es que perdon u.u seguila y besotes.
PD : perdon :B

Capítulo 22. I miss her
—Se despiden rapidito, tienen que abordar el avión—uno de los hombres de seguridad dijo para después alejarse un poco.
Danielle abrazaba a Liam, Eleanor se despedía de Louis con un tierno beso, Zayn hablaba con su mamá por teléfono y Harry molestaba a uno de sus guardaespaldas, Paul.
—No pongas esa carita, Den, solo serán unos meses.
—Unos meses en los que estaré muy lejos de ti. Esperaba pasar la navidad contigo—me lamenté.
—Nos darán unas semanas por noche buena y año nuevo, tal vez venga, o si quieres te llevo a donde quieras—dijo susurrándome al oído—, a París, tal vez, a la luna si quieres…
—Ya, Niall—dije empujándolo entre risas. Rodeé su cuello y lo besé suavemente. Sus manos estaban en mi cintura, apretándola ligeramente—. Buena suerte, no hagas muchas travesuras—él me miró con una ceja alzada—, olvida eso, sé que lo harás de todas maneras.
—Como de bien me conoces, preciosa—dejó un beso en mi frente y sonrió.
Me acerqué a los demás y los abracé uno por uno. Sería raro no tenerlos cerca por tanto tiempo. El éxito que había causado el nuevo álbum había despertado la euforia de más fans de las que alguna vez habían tenido, de manera que alargaron el tour agregando más fechas en otros países.
—¡Vámonos, chicos!—exclamó Paul, mientras comenzaba a jalar a Harry por su abrigo, que estaba más hiperactivo que Louis un sábado en la noche.—¿Quién diablos te dio café, Harry?—se quejó y se alejaron mientras el de cabello rizado cargaba su equipaje de mano.
—Adiós Denisse. Y buena suerte en tus finales—Zayn me abrazó nuevamente y se alejó hablando animadamente con Liam.
—Llámame cuando llegues, o déjame un mensaje, o como prefieras…
—Vamos, quita esa cara—tomó mi rostro entre sus manos—. Sonríe, vamos, regálame una sonrisa antes de irme—sonrió, a lo cual imité su acción.—Eso es. Te amo, pequeña, nos veremos más pronto de lo que piensas—me dio un largo y tierno beso, para después abrazarme cortamente y marcharse junto Louis, que había abrazado por última vez a Eleanor.
Las tres los vimos marcharse hasta que desaparecieron de nuestra vista. Por suerte estábamos en área privada, donde no habían dejado pasar a nadie más que nosotras; las fans a pesar de ello estaban afuera gritando los nombres y sosteniendo pancartas.
Salimos por una de las puertas traseras guiadas por un tipo de seguridad del aeropuerto y nos dirigimos a mi auto.
—¿Tarde de chicas?—preguntó Danielle con una sonrisa.
—Por supuesto—acordamos Eleanor y yo a la vez.
Conduje hacia el centro comercial, con la mentalidad de olvidarme un poco de la tristeza que me causaba la ausencia de Niall y pasar una grandiosa tarde con las chicas.

—Estamos a punto de cumplir dos meses, ¿puedes creerlo?—dije emocionada.
—No, el tiempo contigo se pasa demasiado rápido, Des—él entrelazó nuestros dedos.
—Eres un amor Riley—reí mientras me sonrojaba totalmente.
—¿A dónde quieres ir?—preguntó mientras nos acercábamos cada vez más a la Academia. Cheryl iba hablando más adelante con un chico, mientras Lianne y Elena posiblemente cotilleaban más alejadas de nosotros.
—Podríamos quedarnos en tu apartamento y cenar algo. Prefiero algo tranquilo.
—Pues será como usted ordene, alteza—rió entre dientes mientras soltaba mi mano y colocaba su brazo sobre mis hombros; yo lo rodeé por la cintura.
Los demás ingresaron a la Academia, y nosotros nos detuvimos para despedirnos.
—Te llamo luego, Ri—me paré de puntitas y lo besé quizás muy intensamente.
—Espero tu llamada—besó mi mejilla antes de alejarse con las manos en los bolsillos de sus vaqueros.
Me apresuré a entrar a la Academia para alcanzar a los demás, que ya estaban un poco alejados, conversando animadamente entre todos. Me detuve cuando algo llamó mi atención, más bien, alguien. Una chica menuda, rubia y de ojos claros miraba atentamente a un chico de cabello negro e intensos ojos grises, que dibujaba sentado en una banca a la sombra de un gran y viejo árbol, Ethan. La rubia parecía más estar espiándolo que otra cosa, como si se quisiera acercar a decirle algo, pero me dio mala espina. Primero porque sabía que ella no pertenecía a la Academia; y segundo porque conocía a aquella pequeña víbora.
Me acerqué sin que se diera cuenta, su atención estaba totalmente centrada en el chico.
—¿Qué haces aquí, Jillian?—pregunté sorpresivamente, haciendo que ella pegara un brinco de sorpresa, para después mirarme nerviosa, sin idea de qué decir.
—¿Qué haces tú aquí?
—Estudio aquí, en cambio tú no. ¿Y qué haces espiando a Ethan? Nada bueno te puedes traer—la miré con ojos entrecerrados.
—¿Eso a ti qué te importa?
—Guarda las garras, pequeña mocosa—no me dejé intimidar.—Y solo te aviso, si estás tramando algo en contra de mi hermana y Niall, no te irá bien. Te metes con ella, y te metes conmigo, ¿entendido?
—Como sea—ella rodó los ojos y se marchó rápidamente, tecleando algo rápidamente en su celular. Me quedé mirándola hasta que vi que salió del plantel y se perdió cuando dobló la siguiente esquina.
—¡Destiny!—me giré ante el llamado. Me acerqué a la banca tanteando las raíces que sobresalían de los árboles de allí.
—Hola, Ethan—besé su mejilla como saludo.—Qué lindo… ¿quién es?—pregunté viendo el dibujo. Era el perfil de alguien… y sabía perfectamente quién era. Era mi hermana.—¿Cómo te va? Ya sabes…—ignoré el dibujo y cambié el tema.
—Creo que aún no lo asimilo bien, pero al menos puedo dormir con la tranquilidad y el conocimiento de que está en un lugar mejor—sonrió con desgana mientras cerraba el libro de dibujo.
—Destiny… ¿cómo está Denisse?
—Eh… bien, supongo, ¿por qué?
—Solo quería saber cómo estaba. No he hablado con ella desde el funeral de mi papá. Y no sé si sería muy conveniente que me acerque y hablé tan normalmente con ella.
—No deberías sentirte así, Ethan, tú conoces a mi hermana, es genial y te recibirá con los brazos abiertos.
—Yo… no sé. Mejor no le digas nada, yo ya veré qué hago—él apoyó los codos en sus muslos, mientras cubría su rostro con sus manos. Pasé la mano por su espalda, dándole apoyo.
—¿Todavía la quieres?—pregunté casi en un murmullo. El asintió levemente.
—La extraño un montón—él suspiró. Hubo un prolongado silencio entre los dos, tanto que no creí que volvería a abrir la boca.—¿Destiny?
—¿Sí?
—No le digas a Denisse, por favor.
—No te preocupes, Ethan.

Dos días habían pasado luego de que la melliza de Den la había atrapado observando a Ethan. La rubia se había molestado bastante, y había tenido que prolongar un tanto su plan, el cual, si salía bien, tendría éxito y podría lograr su cometido.
Marcó un número en su teléfono mientras salía de su casa. Caminó despacio y sin prisas escuchando los timbrazos.
—¿Hola?
—¿Stephanie? Es Jillian.
—Hola, Jill. ¿Qué pasa?
—¿Tienes listo lo que planeamos?

Capítulo 23. First step: DONE
—No sé por qué estás nervioso, no es la primera vez que tocan en América, Nialler.
—Sabes que siempre me pongo nervioso antes de salir al escenario.
—Descuida, lo harán bien, como siempre—sonreí, me causaba gracia cómo todos se ponían nerviosos y eso no duraba ni dos segundos cuando tan pronto salían al escenario.—Buena suerte, duende hermoso.
—Gracias princesa, te llamo luego. Beso—escuché un sonoro beso y le envié otro. Colgué la llamada y salí del cuarto junto con Destiny, dispuesta a ir a las últimas clases de Danza Moderna.
—¿Cómo te va con Riley?—pregunté mientras caminábamos por el campus.
—Muy bien, debería decir… Demasiado. Pronto cumpliremos dos meses, y…
—No me cuentes detalles de la salvaje noche que tendrán, por favor Des.
—¡Eres una mal pensada!—me empujó suavemente.
Mientras caminábamos me fijé en un chico de cabellos profundamente negros que caminaba a paso lento, con las manos en los bolsillos y la cabeza gacha.
—¿Qué miras?—preguntó Des.
—Es Ethan. Quisiera preguntarle cómo le va.
—Pues ve. Y mejor te das prisa, en cinco minutos comienza la clase.—Destiny me dio un empujoncito y siguió caminando, perdiéndose entre la muchedumbre. Caminé hasta quedar detrás de él, no sabía con exactitud cómo acercarme y preguntarle, o cómo comenzar una conversación sin que se tornara incómoda o algo por el estilo.
Opté tocando su hombro. El se giró y cuando me vio su rostro delató algo de sorpresa, quizás. Abrió la boca ara decir algo, pero luego la cerro, como si las palabras se hubiesen quedado atrapadas en su garganta.
—Hola, Ethan—dije finalmente con voz calmada.
—Denisse—se notaba ligeramente nervioso.
—Quería hablar contigo…
—No me digas que hablaste con Destiny…
—¿Eh? ¿Se supone que ella tenía que decirme algo?—pregunté confusa.
—No, nada, olvídalo. ¿Querías algo?—preguntó ahora en un tono más bajo.
—Quería saber cómo te iba. No hemos hablado desde…—no quise terminar la frase, no quería lastimarlo más de lo que ya estaba.
—Puedes decirlo, desde la muerte de mi padre. Que no lo digas no lo hace menos real, Den—musitó.
—Lo siento—él me miró y me regaló media sonrisa.
Nadie dijo nada más, simplemente seguimos caminando, ya que íbamos a la misma clase. Después no volvimos hablar durante el resto de la hora, ni en Historia Musical, que iba después.
Tal vez era la culpabilidad de haberlo dejado lo que me hacía sentir mal cuando estaba a su alrededor.

—Bien, entonces todo listo. ¿Ya llegaste a Los Ángeles?—preguntó la rubia hablando por teléfono mientras seguía buscando con la mirada al chico de cabellos negros, cuidando de no toparse con ninguna de las mellizas o sus amiguitas.
—Sí, Jill, no hay nada de lo que preocuparse. Además, ¿me recordarías por qué estoy haciendo esto?
—Steph, eres mi amiga, ¿no? Las amigas se ayudan.
—Quieres al irlandés de vuelta, ¿eh?
—Exacto, me sorprende lo inteligente que puedes llegar a ser—dijo con ironía.
—Me sorprende lo estúpida que puedes ser a veces, Jill. Piénsalo. ¿Y si no quiere volver contigo? Y más después de los problemas que les causaste.
—¿De qué lado estás tú, Stephanie?
—Del tuyo, por supuesto, pero…
—Pero nada. Cuando llegues al club después del concierto llámame, ¿entendido? Si todo sale como quiero, Niall estará tan mal que yo estaré ahí para ayudarlo en su momento más difícil.
—Como sea… te llamaré en un par de horas.
—Eres la mejor. Adiós—colgó la llamada y se dispuso a buscar al de pelo negro, el cual ya había visto pero lo había perdido.
—¿Deseas algo?—preguntó alguien detrás de ella. Se giró de repente, sorprendida, aunque aliviada de que no había sido una voz femenina. Era él, justamente él detrás de ella—. No soy estúpido, me he dado cuenta que me observas desde hace un par de días. ¿Nos conocemos?
—Nos hemos visto antes, aunque no sé si nos han presentado formalmente. Soy Jillian Keller.
—Ethan—solo dijo, con ojos entrecerrados. Si algo era Ethan, aparte de muy simpático, era perceptivo. Notaba cuando algo no iba bien, o cuando una persona no tramaba algo bueno. Y eso podía detectarlo en la menuda rubia que tenía frente a él. Se cruzó de brazos.—¿Qué quieres?—preguntó con voz neutra.
—Quiero tu ayuda con algo…
—¿Por qué lo haría?
—Porque hay algo que tenemos en común, los dos queremos lo mismo—ella sonrió abiertamente, como si fuera lo más obvio.
—¿Y eso es?—el chico de ojos grises alzó las cejas.
—Que Denisse y Niall terminen.

—Louis, por el amor de Dios, ¡sal de ahí! Llegaremos tarde a la prueba de sonido—le gritaba Liam tocando repetidas veces la puerta de su habitación. Necesitaban abandonar el hotel tan pronto como podían, aún era temprano y el número de fans afuera del hotel era reducido, comparado con la cantidad de personas que se encontraron luego de volver del concierto. Era una total locura. Además, Paul, su guardaespaldas, los había ido a buscar alrededor de tres veces.
—¡Ya voy!—se escuchó desde dentro.
—¡Y luego soy yo el que tardo más!—exclamó Zayn desde afuera para que lo escuchara.
Minutos después Louis salió con una sonrisa, y los cinco se dirigieron al elevador. Ya en el lobby los chicos esperaron hasta que la seguridad diera la orden de salida, debido a que debían controlar un tanto la muchedumbre que esperaba eufórica a su salida.
—¿Nialler?—una voz femenina lo llamó desde atrás. El se giró y la vio.
—¿Stephanie?—estaba algo nervioso, la última vez que la había visto las cosas no habían salido tan bien.
—Qué coincidencia encontrarte aquí. Están comenzando su tour, ¿cierto?
—Eh… sí.
—Oye, quería disculparme por lo de la otra vez. Espero no haber causado muchos problemas entre tú y Denisse, ella es muy dulce, y lo último que quiero es hacer algo que los perjudique. Lo lamento…
—Por eso ya no te preocupes, estamos bien y hemos arreglado todo.
—Aún así me sigo sintiendo culpable. Creo que nos veremos en la fiesta luego del concierto, ¿verdad? Un amigo me invitó.
—Pues… hasta luego—Niall se despidió.
—Adiós—ella se dio la vuelta para ir a la salida.—Por cierto—volvió a girarse para mirarlo—, feliz cumpleaños. La rubia modelo salió del hotel y tomó su celular, tecleando un rápido mensaje a su amiga.

Ya lo encontré, casualmente se queda en el mismo hotel que yo. Lo veré en la fiesta de esta noche, besos.

—Stephanie.

—¡Denisse, espera!—me giré cuando escuché a alguien detrás de mí. Hace un rato había salido de ballet y estaba cansada y con ganas de darme una buena ducha. Había llamado a Niall desde que había salido, preguntándole cómo le estaba yendo y deseándole como por décimo cuarta vez un feliz cumpleaños.
—Ethan, ¿qué sucede?—él se acercó trotando.
—Pues, hace tiempo que no hablamos y así, y quería invitarte a tomar un café o algo. ¿Te parece?—él sonrió, con esperanza en sus ojos, y me dio demasiada pena decir que no.
—Está bien—dije aún no muy segura. Después de todo, era como amigos.
—Pues, ve y prepárate y te espero en una hora frente a la gran fuente.
—Hasta el rato, entonces—me despedí con la mano y me alejé hacia el edificio de complejo habitacional de las chicas.

El chico de ojos grises sonrió casi imperceptiblemente y tomó su celular cuando perdió a la chica de cabello castaño de su vista. Tomó su teléfono y comenzó a escribir un menaje para la chica rubia con la que se había encontrado hacía tan solo unas horas.

Primer paso: hecho. Ha aceptado. Tony’s Café, 6pm.

—Ethan.

Capítulo 24. The plan
Terminé de vestirme y tomé un bolso negro pequeño y mi teléfono. Salí de la habitación, donde estaba Destiny hablando por teléfono con su novio Riley. Llegué hasta la gran fuente que se encontraba en la entrada de la Academia, donde esperaba Ethan vestido con unos jeans oscuros, una camiseta gris y una chaqueta azul oscuro.
—Estás linda, como siempre—sonrió de lado.
—Gracias—respondí en voz baja.
—¿Te molesta si vamos caminando? Tenía ganas de caminar…
—No importa, vamos—hizo un gesto con el mentón y echamos a andar. Habíamos pasado algunas cuadras y aún seguíamos en silencio, cada quien con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta. Suspiré, rogando al cielo porque aquel silencio lo acabe; pero de igual manera no quería romperlo yo.
Como si él hubiera escuchado mis ruegos—porque estaba segurísima de que yo no lo había dicho en voz alta—comenzó a hablar de cosas triviales, programas de televisión, películas, música. Lo incómodo se había retirado y podía decir que comenzaba a pasarla realmente bien.
Continuamos la caminata hasta que el pequeño ya cogedor café hizo acto de presencia ante nuestros ojos. Como el caballero que siempre había sido, me abrió la puerta y luego ingresó detrás de mí. Nos sentamos en una de las mesas altas que estaban en la esquina, junto a un librero de apariencia vieja, con libros desgastados a propósito que me hacían sentir metida en un cuadro vintage.
Luego de ordenar continuamos hablando hasta que el tipo de antes trajo una bandeja, dejando un Caramel Macchiato y una dona y un café Mocha con un pastelillo para Ethan. Se retiró y cada quien le dio un sorbo a la bebida.
—Hace tiempo que no hablamos así, extrañaba esto—él dijo, y en aquel momento no supe bien qué responder.
—Yo también, eres un gran amigo, Ethan—quizás esas no eran las mejores palabras que podía decir, y menos luego de todo lo que había pasado entre nosotros.
—¿Y cómo te va con Niall?—preguntó luego de unos segundos de silencio.
—Las cosas van muy bien—ahora me encontraba realmente incómoda. ¿Hablar de tu actual novio con tu ex? Aquello era algo que estaba totalmente fuera de mi zona de confort.—Comenzó la gira con los chicos ayer, así que estaremos distanciados un tiempito.
—Oh—atinó a responder. Miró su taza y la tomó para darle un tragó. Limpió un poco de espuma que quedó en la comisura de su labio y se quedó callado varios minutos más, los cuales me parecían horas.—Mira, yo te invité esta tarde verdaderamente para decirte otra cosa.
—¿Ah, sí? ¿Cómo qué?—dije retorciendo un mechón de mi cabello entre mis dedos.
—Me gustas, todavía no puedo olvidarte, Denisse. Se me es casi imposible verte alrededor y hacer como que nada ha pasado. Te amo, Den—dijo mientras yo trataba de asimilar cada palabra que había salido de su boca. Y sin esperármelo, él se estiró por sobre la mesa y atrapó mi rostro entre sus manos. Me besó.

—¡Muchas gracias por recibirnos aquí Los Ángeles! ¡Esperamos volver muy pronto!—Louis se despidió y las luces comenzaron a parpadear con varios colores. Los cinco salieron corriendo del escenario como si de niños pequeños se tratara. Entre felicitaciones y algún que otro comentario entraron cada uno a su camerino y se cambiaron la ropa.
—Party time! All day! All night!—exclamaba Zayn ya saliendo de su camerino y golpeando las puertas de los demás. Cinco minutos luego se encontraban saliendo del lugar por un lugar deshabitado y se pusieron en marcha hacia el club donde se llevaría a cabo la fiesta a la que habían sido invitados.
Bebidas, personas apretujadas bailando al son de la música, luces parpadeantes y humo por doquier; la fiesta estaba en su máximo punto, donde la euforia y la juventud se respiraba en el aire, claro, aparte del humo de los cigarrillos.
Cada quien tomó un rumbo diferente y se perdió entre la multitud.
Stephanie, la modelo rubia que había sido un viejo amor de verano del irlandés, ahora lo siguió, había estado cerca de la entrada pendiente a que llegara. Quería hacer aquel favor lo más rápido posible, salir de aquella multitud que la agobiaba e irse a su hotel a dormir para partir a Italia al día siguiente.
Siguió los pasos del rubio que se escabullía entre las personas ya tomadas que se balanceaban en la pista. El fue a la barra y pidió una bebida. Ella ocupó asiendo a su lado y puso una sonrisa en su rostro.
—¡Nialler! ¡Hola!—lo saludó.—¿Cómo les fue?
—Stephanie—él dijo simplemente—. Bien, todo salió genial, como esperábamos.
—Me alegra un montón. Ven, vamos a bailar—cada quien tomó una bebida y ella lo jaló del brazo. Niall se resistió un poco, pero no quería hacer sentir mal a Stephanie rechazándola y dejándola sola. Además, no estaba bebido y tenía la conciencia suficiente como para detener cualquier situación comprometedora que solo le traería problemas a los dos.
Bailaron al ritmo de la música, con la distancia necesaria y se la pasaban realmente bien.
La música seguía, al igual que las rondas de copas. Un tipo ebrio empujó a Stephanie, y ella, aprovechando el momento, exageró el empujó y se arrojó sobre Niall.
—¿Estás bien?—preguntó él sosteniéndola por los hombros.
—Ahora sí—ella susurró cerca de su rostro. Y sin desperdiciar un momento pegó sus rostros en un beso. Esperó que aquellos segundos hicieran falta para tomar la fotografía, disculparse, e irse. Se alejó del rubio y se cubrió la boca con la mano, todo un acto.—Lo siento mucho Niall… yo… creo que se me subió el alcohol a la cabeza. Mejor me voy… adiós—ella no esperó respuesta y dejó la copa en una mesa cercana y se fue de allí, tomando a un chico que estaba ahí cerca por la muñeca.
—Dime que tienes la foto Nick—le habló. El sintió y ella sonrió.—Dame mi teléfono—él se lo tendió.
—¿Para qué era eso?
—Un favor. Ahora salgamos de aquí, te daré tu recompensa—él la miró pícaro y la tomó de la mano, sacándola del club para dirigirse al auto de él. Nick manejó mientras tarareaba la canción que sonaba en la radio, mientras ella tomaba su celular, observaba la foto detenidamente y se disponía a escribir un mensaje.

Aquí tienes la foto, espero que sea suficiente. No me pidas hacer nada más como esto, que conste que es porque te debía un favor, Jillian. Ellos no se merecen esto. No me vuelvas a llamar.

—Stephanie.

—Esta foto es más que perfecta—murmuró Jillian al recibir el mensaje. La guardó y sonrió. Su plan marchaba bien, más de lo que esperaba. Marcó varios números en su teléfono y este comenzó a sonar.
—¿Hola?—se escuchó la inconfundible voz del rubio del otro lado.
—Niall, es Jillian,
—¿Qué quieres?—preguntó él un tanto brusco.
—Tengo algo que te puede interesar. Es sobre Denisse.

no basta :c no puede ser, ¡Estoy cansada de que todo salga mal! hahahaha. Espero que den la cara y digan la verdad, odio la situación u.u Igual me encantaron los capítulos :3 los amé jajajajaja. Amo como escribis. Seguila cuando puedas, besos.

Jillian malvada perra cínica
No puedo creerlo, esto me está cansando, nunca puede haber un momento lindo que dure, siempre alguien arruina todo:'c
Pero supongo que si no fuese así la fic no tendría sentido... So...
Y es que... Ella pensará que Niall la engañó, y Niall pensará que ella lo hizo y kasaskjskasjkasjka. ¿POR QUE TODO ES TAN DIFICIL D:?
Me encantó la maratón. Bueno, en parte ya que estoy hecha un manojo de nervios porque quiero saber como termina todo ¬¬
Siguela pronto<3.