Moments (Niall) [Terminada]

Hola, me llamo Rebeca y ni idea que número de Lectora soy, pero de deje un mp o algo así jajaja en realidad no le entiendo bien a esto de los foros :s pero lo cree para decirte que AMO TU NOVELA:) por favor no la pares, soy tu lectora más leal, simplemente amo esta novela y todo es excelente<3 NO LA PARES POR FAVOR:'( y continuala por fissss me encanta, felicidades tienes gran talento... :D

Capítulo 11. Kisses
—Estos días han sido muy divertidos, en serio. Gracias—dijo Liam cuando estábamos en la sala.
—De nada, igual hicieron de nuestras vacaciones unas menos aburridas—dije sonriendo.—Iré a ver si Niall necesita ayuda—me dirigí hacia la habitación que estaría vacía de ahora en adelante.—¿Se puede?—pregunté entreabriendo la puerta.
—Sí, pasa—pasé y lo encontré poniéndose una playera roja. Su piel era blanca, muy blanca. Se giró, sacudiéndose el cabello, el cual estaba más largo.—Tendré que decirle a Louise que lo corte—murmuró entre risas.
—Eso creo—sonreí—, te ves bien de todas maneras—suspiré triste. Ya no lo vería. Me haría muchísima falta.
—No pongas esa cara—sonrió abiertamente.
—Va a ser raro no tenerlos correteando por toda la casa—dije mirando al suelo.
—Te voy a llamar, tanto que me pedirás que te deje en paz—reí.
—Me van a hacer falta Niall—le miré, torciendo el gesto.
—Ven acá—abrió los brazos y sin pensarlo dos veces me refugié en ellos. Lo abracé por la cintura, mientras él me rodeaba por los hombros, acariciando mi cabello con una de sus manos.—Te voy a extrañar Den…
—Yo también Niall—murmuré contra su cuello.
—¡Niall ya nos vamos!—gritó Liam desde afuera.
—Me hubiera gustado acompañarte hasta el aeropuerto.
—No, mejor no. Prefiero que te quedes aquí, por tu seguridad. Va a ser todo un caos—reímos.
Salimos de la habitación y encontramos a los chicos que subían todo su equipaje al auto de papá, que los llevaría al aeropuerto.
—Adiós pequeña, te voy a extrañar mucho—Louis me abrazó.
—Yo también, pero no desaparezcas por dos años de nuevo—dije sonriendo, tomando su rostro con mis dos manos. Para después volverlo a abrazar.
—Te quiero—murmuró con una sonrisa tímida.
—Sí, yo también.
Liam se despedía de mi hermana, que al parecer era con la que mejor se había llevado. Yo me había despedido de él, así que fui hacia donde estaba Zayn, que era otro con el que me había encariñado.
—¡Zayn!—corrí hacia él. El abrió los brazos y me dio vueltas en el aire.—Te voy a extrañar… ¿eh? ¿Yo dije eso? ¿Extrañar yo a Malik? ¿Qué me está pasando?—dije burlándome.
—Sí sí, sé que me vas a extrañar, lo sé bien.
—Diviértanse y no causen muchos problemas—dije sonriendo.
—Cuídate. Te llamaré para hablar por Skype alguna vez.
—Te estaré esperando.
Por último abracé a Harry.
Destiny y yo nos dábamos la vuelta al escuchar como ellos se metían al auto. Papá había ido al baño, así que volvería en unos segundos.
—¡Denisse!—escuché detrás de mí. Tan pronto me giré sentí un cuerpo chocar con él mío, mas no caí. Unos labios habían chocado contra los míos en ese mismo instante. Una de las manos de Niall estaba en mi cintura, y la otra estaba en mi mejilla.
No puedo explicar lo que sentí en ese instante. Lo que sí puedo asegurar era que la mano de Niall en mi cintura permitía que me quedara de pie.
Luego se alejó y caminó hacia el auto, con las manos en los bolsillos, mientras yo lo observaba. Destiny me haló del brazo, haciendo que entráramos a la casa.
—¿Qué demonios fue eso? ¿Desde cuándo no me entero? ¡Creí que nos contábamos todo!
—Cálmate Des, te contaré todo. Vamos a la habitación, antes de que me desmaye aquí mismo—dije subiendo las escaleras, aún sintiendo mis piernas temblar.
Los próximos quince minutos en nuestro cuarto sólo se escuchaba mi voz, explicándole a una atenta Destiny todo lo que había pasado.
—¿Y por qué te besó si te dijo que le gustaba otra persona?—preguntó entrecerrando los ojos.
—No lo sé. Solo sé que no debió hacerlo. Ahora me tocará extrañarlo y pensar que puede haber otra cosa entre nosotros a aparte de una amistad—enterré mi cabeza en una de las mullidas almohadas.
—Son unos tontos—dijo ella riendo.
—¿De qué hablas?—pregunté quitando la almohada de mi rostro.
—Que los dos se gustan y creen que están enamorados de otras personas—ella sonrió.—Sí, son unos completos tontos que perdieron el tiempo.
—Estás loca Destiny—negué, indispuesta a creerme eso. Si él sintiera algo más por mí me lo hubiese dicho… ¿o no?

Habían pasado dos semanas luego de que los chicos se fueran. Habíamos hablado por teléfono, pero no era lo mismo. Ellos casi no tenían tiempo entre concierto y concierto. No había hablado mucho con Niall, y cuando lo habíamos hecho, él había estado algo nervioso y no ponía mucho tema de conversación.
Yo me sentía triste y sin ganas de hacer nada. La mayoría de nuestros compañeros de escuela habían hecho fiestas y habíamos asistido, pero no era lo mismo.
Y aún quedaba un mes de vacaciones antes de ir a la Universidad. Habíamos recibido varias cartas diciendo que nos aceptaban, dispuestas a estudiar artes, pero aún teníamos un par de semanas para responder a cualquiera de aquellas universidades.
Mi teléfono me sacó de mis pensamientos. Me extrañé demasiado al ver el número que se mostraba en la pantalla. Lo conocía, a pesar de no tenerlo registrado en mi agenda.
—¿Rachel?
—No, tu abuela—dijo con sarcasmo—. No te llamo para discutir Carter. He recibido una llamada del director. Sabes muy bien que con las demás chicas pertenecemos al grupo de artes del instituto, bueno, pertenecíamos. Debido a nuestro talento, la profesora Tyler y el director enviaron nuestros datos a una Academia de baile en Londres. Y nos aceptaron. Yo y las demás estamos decididas. No sé ustedes, pero nos vamos a Londres dentro de unos días.
—Wow… eso no me lo esperaba. Yo… te llamaré en un rato—dije.
—Ok—dijo sin mucho interés.
Corrí a contarle a Destiny. Ella se emocionó tanto que comenzó a brincar por todo el salón.
—¿Sabes? Cuando seamos profesionales podemos poner nuestra empresa y ser famosas, y tener bailarines de todo el mundo trabajando para nosotras, seremos famosas y millonarias—siguió saltando.
—Sí, todo un sueño. ¿Ya planeaste con quien te vas a casar?—dije burlándome, ya que había montado todo su futuro en un par de segundos.
—Bueno… no he hablado de eso con Nate… ¡Nate!—ella comenzó en juego, pero al parecer algo hizo un clic en su cabeza—. El y yo estamos bien, pero… nos vamos a alejar.
Sí, Destiny y Nate salían desde el baile.
—Si te quiere, lo entenderá—dije sonriéndole.
—Tenemos que hablar con mamá de esto. Dios, ¡qué emoción!
—Si vamos, sería dedicarnos el cien por cierto, no es una academia fácil… sería no ver a Niall de nuevo—eso último lo dije sin pensar.
—Buscarán el tiempo. Tú le importas de verdad. Y hablando de los chicos… mira lo que tengo aquí—me mostró una carta. La tomé y adentro había unos papeles, entre estos, dos boletos de avión,
—¿Qué es esto?
—¡Nos vamos al concierto de One Direction en Australia!
—¿Australia?—casi grité.
—Sí. Ellos mismos mandaron los pasajes y las entradas—dijo ella sacando las entradas.
—Estos chicos son imposibles—negué, con una sonrisa.

—Tranquila Denisse, vas a ver a los chicos, no a la hoguera—se burló al ver mis piernas temblando cuando escuchamos como una voz femenina anunciaba nuestro aterrizaje.
—Estoy nerviosa Des…
—Lo sé, pero cálmate de una vez, y no me hagas pasar vergüenza—rió al final, a pesar de que trataba de sonar seria.
Tardamos alrededor de media hora para terminar cualquier chequeo y recoger las maletas. Nos encontrábamos mirando a todos lados, buscando con la mirada a cualquier persona que llevara más ropa de lo normal, tratando de ocultarse.
—Mira, allí está Harry—dije riendo mientras lo señalaba, murmurándole a Des.
—Sí, es el único que piensa en tapar sus rizos antes que cualquier cosa. ¡Y más con este calo!—dijo ella mirando al cielo.
—Sí, no sé ni por qué me puse pantalones largos—dije. Hacía bastante calor allí.
Nos acercamos sigilosamente.
—Hola Harry—saludamos a la vez. El se giró, con cara asustada.
—¡Les doy autógrafos, las beso si quieren pero no griten…!—mi hermana y yo reímos.
—No queremos que nos beses Harry, por Dios…
—Oh chicas, son ustedes—suspiró.—Síganme. El tomó una de las maletas que traíamos, dejándome a mí la otra. Nos fuimos hacia la entrada y nos dirigimos hacia un auto de color plateado, que tenía a alguien como conductor, y había dos chicos afuera, recostados en el lateral del auto de manera sexy.
Louis y Niall…
Niall me vio y sonrió abiertamente, quitándose las gafas. Se había recortado el cabello. No tanto, pero se notaba la diferencia. Para mí se veía igual de lindo. Corrí hacia él y lo abracé como había querido hacerlo durante aquella semana. Luego Des y yo estrujamos a Louis con fuerza, mientras él trataba de respirar.

Había pensado en no ir a esa Universidad, así podría tener más tiempo para ver a Niall, para no perderlo totalmente.
El concierto había sido asombroso. Habíamos estado en primera fila. Y hasta pude notar que Niall me guiñaba un ojo de vez en cuando entre canción y canción. Hasta me puse a gritar junto con las fans cuando él hizo su baile irlandés o cuando se puso a cantar la macarena mientras los chicos bailaban. Fue divertido y asombroso.
Y su voz… escucharlo cantar hizo que las mariposas… no, las palomas en mi estómago se revolotearan, y mis piernas temblaban, pensando, imaginando que me cantaba a mí, sólo a mí.
Estábamos en el hotel donde nos estábamos hospedando. No tenía ni idea de en dónde estaban los chicos. Necesitaba ver a Niall, hablar con él, lo que sea, pero tenerlo cerca. Vi que Destiny, que antes tenía su vista fija en su celular, me miraba fijamente, sorprendida.
—¿Qué sucede?
—No es nada—dijo alejando su celular de mí.
—Déjame ver Destiny—dije subiéndome encima de ella. Logré tomar el teléfono. Con una de mis manos logré dejar las suyas quietas. Ella estaba metida en Twitter, en una cuenta que ponía al tanto a las fans de todo lo que hacía la banda.
El tweet decía: Misteriosa chica besando a Niall…
Más debajo se podía ver la foto perfectamente. La chica estaba parada sobre las puntas de sus pies, ya que era más bajita que Niall y lo besaba. Le di el celular a Destiny y me bajé de encima de ella, escuchando como mi corazón emitían sonidos al quebrarse en miles de pedacitos.
—No importa, sólo somos amigos—le sonreí a Destiny, pero sin lograr engañarla.

Es hermosa,asdfghk con el conocerto y todo... Simplemente p e r f e c t o:)

Capítulo 12. Those moments are not coming back
—Denisse… Destiny me ha dicho que no quieres salir de la habitación.
—Yo… me dolía la cabeza—dije limpiándome las lágrimas rápidamente.
—Sabes que esa no me la trago—se sentó a mi lado en la cama.
—Pues no preguntes—dije rudamente sin girarme.
—Denisse…
—Lo siento Lou—me quedé sentada, mirándole.
—¿Por qué? Yo estaba dispuesta a no ir a esa Universidad de la que te dije por estar más tiempo con él. Ya no estoy dispuesta a esperar mucho más Louis.
—Haz lo que tengas que hacer, te apoyaremos—dijo abrazándome.
—Está hecho, iré a esa Universidad.

Había bajado al restaurante a comer bajo obligación de Louis y Destiny. No miré a Niall en ningún momento, él tampoco me dijo nada en toda la comida. El ambiente era un poco tenso entre todos.
—Ya terminé. Permiso—dije dejando la servilleta que estaba en mi regazo sobre la mesa. Me levanté ante la vista de todos y alise la falda de mi vestido blanco con estampado marrón. Caminé hacia el ascensor. Por suerte no había nadie dentro, eso evitaría los segundos de silencio incómodo.
Una mano hizo que las puertas se abrieran nuevamente, haciendo que mi corazón diera un brinco.
—Denisse—murmuró él.
—Hola Niall—dije sin mirar sus ojos.
—¿Por qué estás aquí? ¿Por qué no me hablas?
Podías preguntar cualquier cosa, menos eso.
—¿Esa es la chica?—pregunté mirando hacia las puertas, evitando su mirada.
—¿Eh?
—La que me dijiste en el lago. De la que estás enamorado. ¿Esa es la chica?—pregunté preparada para un “sí”.
—Ah, no. Es todo un malentendido—lo miré, frunciendo el ceño.
—¿Qué?
—Te hubieras enterado si me hubieses contestado el teléfono. Era una vieja amiga. No nos veíamos desde hace mucho tiempo. Y me besó, creyendo que luego desde mucho tiempo podíamos llegar a algo más.
—Ah—sólo pude decir.—Creí que me estabas reemplazando o algo así. Pensé que era tu novia.
—No creo que nadie me quiera en ese modo—dijo bajando la cabeza.
—Pero yo te quiero Niall…
—Sí, como una amiga Den—rodé los ojos. Señor inseguro salía a la luz de nuevo.
—No comiences…—dije entre dientes, sintiéndome dolida. ¿A caso no se notaba de lejos que me gustaba? Los demás chicos, sin excepción alguna ya sabían que Niall me traía loca desde hace mucho.
Las puertas del ascensor se abrieron, salí de allí rápidamente. Estaba dispuesta a entrar a mi habitación, cuando Niall me tomó del brazo.
—¿Qué te sucede?
No me había dado cuenta de que había comenzado a llorar.
—Me sucede que estoy harta de esto. Me haces daño y aún sigo detrás de ti.
—¿Qué?
—Estoy harta de tu bipolaridad. Actúas dulce un momento, y luego te pones distante, esto me…
—¿Qué te pasa hoy?
Eso fue la gota que derramó el vaso.
—¡Qué me gustas Horan! Y no dejas que nadie te quiera, te vas a quedar solo, y luego pensarás en lo que te digo.—mi respiración estaba agitada—. Odio que me des ilusiones con sus besos, o con tus abrazos. Odio que me mires de esa manera y luego me digas, sí, te quiero mejor amiga. Te quiero… mejor amiga… ¡Odio eso!
—Yo…
—Nada Horan, olvídalo...—cerré la puerta en su cara y apoyé mi puerta en esta. Me deslicé hasta quedé sentada en el suelo. Abracé mis piernas, sin importarme para nada que tuviera un vestido puesto. Me paré lentamente, cuando dejé de escuchar los golpes incesantes en la puerta. Me limpié las lágrimas y tomé mi celular. Marqué un número rápidamente.
—Supongo que me llama para decirme que no vas… ¿Verdad?
—No Rachel. Cuenten conmigo. Si voy a ir a la Universidad, tan pronto como sea posible.

—Te veré pronto—dije abrazándolo fuertemente.
—Las voy a extrañar. Cuídense la una a la otra, y si algún bobo las molesta, me llaman y no importa si estoy en medio de un concierto, agarro un avión y lo mato—dijo apuntándonos con sus dos dedos.
Una tensa semana había pasado luego de aquella discusión, en donde yo había quedado como la “pobre chica no correspondida”. No había vuelto a hablar con él, ni siquiera lo había visto. Y era lo mejor. Mientras menos lo veía, menos me dolía, al menos eso pensaba.
—Sí papá—dije—. Te quiero muchísimo Lou—murmuré.
—Vámonos Den—dijo Destiny sonriéndome de lado. Asentí. Ibamos a ir a Los Ángeles a hacer las maletas e ir a Londres luego. Habíamos resuelto todo con nuestros padres por teléfono. Estaba colocando la correa de mi bolso sobre mi hombro de manera correcta, cuando Destiny me tomó de la mano y se quedó mirando un punto fijo.
—¿Qué pasa Des…?—no terminé de hablar cuando me fijé bien. Era él. Le dirigí una mirada a mi hermana, ella asintió suavemente. Los dos nos acercamos.
—¿Qué va a pasar ahora?—preguntó con las manos en los bolsillos.
—No quiero ilusionarme Niall, ya no más. No sé, pero no hay vuelta atrás…
—Vamos a olvidar todo, hagámoslo por esos momentos…—dijo. Yo no quería volver atrás y ser sólo su amiga, sufrir cada vez que él lo decía. Haciéndome ilusionar con sus actos para luego quedar sólo como amigos.
—No Niall… esos momentos ya no volverán…—no puedo evitar acariciar su mejilla suavemente. Solo unos segundos.—Adiós—dejé mi mano caer. Me di la vuelta, sintiendo las lágrimas caer. Me dirigí hacia mi hermana, que me abrazó por unos segundos, para después caminar junto a mí para abordar el avión.

—Aquí estamos. Hermoso, ¿qué piensas?—Destiny estaba sonriente. Yo estaba medio ausente—. Denisse. Por favor. Anímate. Has estado así desde hace una semana. Mira, estamos en esta academia, es enorme, hay más personas, hay más chicos. Mira ese de allá—apuntó a uno de cabello negro y con ancha espalda. Piel blanca y hermosa sonrisa. Pero no como la de él. Ninguna como la de él.
—Sí, ajá—dije agarrando mis maletas y comenzando a caminar.
—¿Dónde están las demás?
—Llámalas—dije sin darle mucha importancia.
—Está bien—ella rodó los ojos, fastidiada por mi actitud.
Llegué a la habitación, que gracias al cielo compartía con Destiny. Ella se había quedado en la sala común abajo, haciendo unas llamadas. Me acerqué a la ventana y miré el cielo.
—¿Pensarás en mí Niall?—me pregunté más a mí misma, sintiendo una lágrima resbalando por mi mejilla.
Me senté en la cama que había escogido. Tome mi teléfono y me quedé observando el número de Niall. La tentación era enorme. Necesitaba escuchar su voz, su estruendosa risa por todo. Necesitaba sentirme cerca de él.
No.
Yo había sido la que había terminado todo aquello.
Pero aún seguía torturándome a mí misma. Yo lo había arruinado todo. No debí haberle confesado lo que sentía. En este instante estaríamos hablando normal, aunque sintiera mi corazón romperse cada vez que mencionaba la palabra amiga.
—¿Por qué tengo que amarte tanto Niall?—dejé las lágrima correr por mis mejillas.

—¡Anímate Dios santo! ¡No puedo soportar esto más! Es mejor hablar con la pared que hablar contigo—me gritó mi hermana impacientada—. Dos semanas Den. ¡Catorce días! Ya es suficiente. Nunca tuvieron nada después de todo—eso me dolió, pero era verdad. Me di la vuelta para quedar de espaldas a ella aún acostada en la cama. Ella bufó y salió de la habitación, dando un portazo. Ni un mensaje, ni una llamada, nada de nada. Me había negado abrir alguna de las redes sociales, ya que sabía que me él estaría por todas partes, así que mejor evitarlo.
Mi celular vibró, y mi corazón se aceleró a mil. Pensé que era él, pero en la pantalla había una foto de Louis junto a mí sonriendo.
—¿Ya lo viste?—preguntó.
—¿Ver qué?—pregunté con desgana.
—Creí que él te lo había dicho.
—¿Decirme qué?—dije más desesperada.—¿Decirme qué Lou?
—Te lo mando ahora—colgó la llamada. Mi corazón bombardeaba rápidamente. Mi celular volvió a vibrar, pero esta vez era un mensaje. Era un link. Lo abrí y vi una noticia.
“Nuestro querido irlandés Horan parece que ha pescado algo. Hace unas semanas vimos una foto de él besando a una chica. El dijo que ella había sido una vieja amiga…”
Se podía ver la foto que había sido publicada hace casi un mes. Más abajo había otra, pero de ellos agarrados de manos. Esa no era una foto vieja. Temiéndome lo peor, seguí leyendo:
“… Y está confirmado, ¡la chica misteriosa, llamada Jillian y Niall Horan son novios!”
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Nueva lectora!!!
llevo leyendo la novela desde las 2
y leo el final y casi me da un infarto
tienes que seguirla lo mas rapido posible
siguelaaa

WHAT?DIOS ME MATASTE,ME QUEDE ASÍ DE SJXOSODJJDBXNDKDJDX<3. :inlove: :L:
Como simpre esta novela perfecta,y ya te llueven más lectoras;) ...Ya empieza la segunda temporada por favor!

SIGUEEEEELAAAAAA

Capítulo 1. Butterfly
—Me pare de la banca donde había estado sentado la última media hora. Basta. Basta de pensar que hubiera pasado. El “hubiera” no existe, no ahora. El era feliz, por lo que había leído recientemente. Habían pasado diecisiete días después de que nos vimos. ¿Por qué no ser feliz yo también?
Las clases empezarían pasado mañana. Había desaprovechado todo el tiempo que estuvimos aquí para conocer el resto del campus o hacer más amigos. No había hablado mucho con Destiny, lo que me hacía sentir mal. Ella era mi mejor amiga. Tomé mi teléfono y marqué un número rápidamente.
—¿Den? ¿Qué pasa?—preguntó con voz algo seca.
—¿Dónde estás?—pregunté.
—Con las demás chicas… déjalo, ya te vi, voltéate—colgué el teléfono y me giré. La vi acercarse con tres chicas más. Dos de ellas eran Elena y Lianne, la cuales habían venido del instituto de Los Ángeles con nosotras y Rachel. La otra chica no la conocía.
—Lo siento—dije cuando ella estaba cerca de mí.
—Denme un segundo—dijo Destiny girándose hacia ellas. Luego se acercó más a mí.
—Dime que has vuelto a ser la misma de antes—dijo ella mirándome triste.
—Sí—asentí, abrazándola. Ella me regresó el abrazo fuertemente. Nos reímos por nada y luego nos abrazamos de nuevo.
—Mira, ella es Cheryl—dijo mi hermana presentándome a la chica desconocida. Tenía el cabello castaño claro, y unos grandes ojos verdes. Era alta y delgada.—. Cheryl, ella es mi hermanita Denisse…
—Hey, yo soy más grande que tú—dije mirándola con mala cara en broma.
—Solo por tres minutos—ella rodó lo ojos.
—Chico guapo en el radar…—murmuró Elena.
Miramos discretamente al chico del que hablaba nuestra rubia amiga. Era un chico apuesto de cabellos negros, peinados descuidadamente hacia arriba, tenía unos ojos grises hermosos, nariz fina y labios medianos. Su espalda era ancha y sus brazos marcados, que se notaba gracias a la playera que llevaba. Nuestras miradas se encontraron por breves segundo. El sonrió de lado, para luego seguir su camino.
—Por Dios, te estaba mirando Den. Qué envidia te tengo—dijo chillando y dando brinquitos como niña pequeña.
Puse los ojos en blanco y sonreí. No podía evitar comenzar a hacer comparaciones en mi cabeza. Pero aquello tenía que cambiar.
—Háblale—dijo Lianne.
—¿Cómo estoy?—pregunté dándoles la cara.
Vestía unos shorts de jean, una blusa sin mangas de color rosa pálido en la parte de adelante y en la espalda era de color naranja. Encima tenía un cárdigan crema, al igual que mis zapatillas ballerinas. Mi cabello estaba suelto.
—Perfecta, ahora ve—dijo Destiny empujándome—. Nosotras iremos a comprar un helado, quiero detalles. Vámonos chicas—ella caminaron en dirección opuesta.
He de mencionar que aquella era una academia de arte excesivamente inmensa. Incluía los complejos habitaciones. Estos eran dos edificios, el del dormitorio de chicos y el de chicas. Estaban también las distintas áreas. La de danza, la de canto, la de teatro, y la de pintura junto a otras artes, como escultura. Al ser una de la más costosas tenía uno que otro restaurante, piscina, y un cine, no tan grande, pero aceptable. Era un sueño asistir a esta academia, pero también podía ser una pesadilla. Había que soportar la presión y las múltiples responsabilidades.
Comencé a caminar, sintiendo la brisa hacer volar mi cabellos, el cual había cortado recientemente en capas. Lo divisé a unos metros más, sentado en una banca de uno de los tantos y hermosos jardines, debajo de un gran árbol. Me daba la espalda. Me acerqué sigilosamente, hasta quedar detrás de él. El tenía un cuaderno y trazaba rápidamente, haciendo el boceto de una rosa. Así que él pintaba.
—Es hermosa—dije suavemente, para no asustarlo. El giró medio cuerpo y subió la vista.
—Gracias—sonrió. Rodeé la banca, para quedar frente a él.
—Siéntate—dijo.
—Denisse—extendí mi mano.
—Ethan—sonrió, estrechando mi mano.
—Así que pintas…—dije mientras observaba su cuaderno—¿Puedo…?
—Sólo por diversión—dijo extendiéndome el cuaderno—. Yo bailo. Por cierto, estoy seguro de que eres nueva. ¿Verdad? Nunca te he visto.
—Sí, lo soy. Yo también estoy en baile—dije levantando la mirada del cuaderno y mirando sus grises ojos.
—Pues parece que nos veremos más seguido—dijo.
—Sí, eso parece—sonreí.—Wow. Me encanta—dije al pasar las hojas. Me detuve en una. Era una mariposa. Pero no cualquier mariposa. Era una con grandes alas, con aquellos dibujos abstractos impresos en las mismas. La mariposa del dibujo estaba posada en una ventana, y al parecer llovía, porque había ligeras gotitas en el cristal. Todo estaba dibujado con sumo cuidado.
—¿La quieres?—preguntó.
—No, yo no…—dije rápidamente entregándole el cuaderno.
—Sí la quieres—tomó el cuaderno y arrancó cuidadosamente la página, para no arrugarla. Me la entregó.
—No tenías que…
—Quédatela, en serio—sonrió.
—Gracias, es hermosa—dije mirándola con aún más detenimiento.
—¿Ya viste toda la academia?—preguntó.
—No en verdad. Em… he estado un poco… distraída—dije mirando hacia otro lado.
—Pues ven—se paró y me tendió la mano—. Te daré un tour. Tienes suerte, para ti será gratis—dijo sonriendo.
—Sí… claro—murmuré con sorna. Tomé la mano que me tendía y comenzamos a caminar por toda la academia.

—No puedo más Ethan, de verdad. Llevamos, no se… ¿tres horas caminando?
—Dos y media, no seas exagerada—sonrió.
—Me duelen los pies—dije quejándome, mientras me cruzaba de brazos, indispuesta a dar un paso más.—¿Sabes? Me perdí. ¿Me acompaña hasta el edificio de las chicas?
—Claro, vamos.
—Creo que me tendrás que dibujar un mapa, porque aquí me pierdo fácilmente—dije mientras nos encaminábamos hacia el edificio.
Hablamos de trivialidades. Gustos de música, películas, colores, cosas también como a dónde quisiéramos viajar. MI celular comenzó a vibrar, interrumpiendo la conversación animada que teníamos.
—Louis… ¿qué sucede?
—Sólo quería saber cómo andabas.
—Bien, eso creo.
—¿Acaso interrumpo algo?
—Em… algo así.
—¿Con quién estás?
—¿Quién eres? ¿Mi mamá? Es un amigo Lou, por Dios.
—Un amigo entonces…—eso lo dijo dejando notar un tono de sarcasmo muy evidente.
—¿Cómo les fue en el concierto anoche?
—Muy bien. Lo normal, ya sabes, Harry bajó del escenario, todas se volvieron locas. Eso enfadó mucho a los tipos de seguridad.
—¿Y qué le hiciste a Harry durante su solo?
¬—¿Yo?—preguntó alargando la palabra, haciéndose el inocente.—Le puse una tanga en la cabeza—reí a carcajadas, imaginándome la escena.
—¡Louis Tomlinson!—seguí riendo, sintiendo como Ethan me miraba de reojo.—Te llamo luego, ¿sí? Te quiero.
—Yo también—tiró un sonoro beso y colgó la llamada.
—Perdón por escuchar, pero… ¿Louis Tomlinson?
—¿Qué pasa con él?—pregunté volviendo a guardar mi teléfono en mi bolsillo.
—¿Qué no es él el de la banda One Direction? Creo que es así que se llaman.
—Ah, sí—afirmé, asintiendo.
—¿Es tu novio?—preguntó mirando hacia el frente.
—No, para nada—reí, recordando aquella vez que una de las fans preguntó si éramos novios y salió en una revista online.— Lou es mi primo.
—¿Cierto?—preguntó levantando las cejas.
—Sí, es como mi hermano. Y hablando de hermanos…—dije mientras lograba ver a Destiny, ella estaba siendo rodeada por varias chicas, mientras que Ele, Lia y Cheryl se mantenían al margen, sin saber bien qué hacer.
—¿Qué sucede ahí?
—No lo sé. Vamos—dije acelerando el paso.
—¿Podrías llamar a los chicos?
—¿Me das su teléfono?
—¿Me das su correo electrónico?—todas hacían preguntas rápidamente. Al parecer ellas sabían de nuestra relación con los chicos.
—¡A ver todas! ¡Dispérsense!—comencé a echarlas, tardé un minuto en lograrlo. Exhalé aire cuando estuvo todo despejado—. ¿Estás bien Des?—pregunté analizándola con la mirada.
—Sí. Creo. Por cierto… ¿quién es tu amigo?—dijo levantando las cejas varias veces mientras sonreía.
—El es Ethan—tomé el brazo de Ethan para que se acercara—. Ethan, ella es mi hermana Destiny, y ellas son Elena, Lianne y Cheryl.
—Hola—dijeron las tres a la vez, se miraron, y rieron por aquello.
—Yo me tengo que ir—dijo mirando su reloj.
—Aguarda—dije—. Dame tu teléfono—él me miró con el ceño fruncido, pero me lo dio. Rápidamente guardé mi número en su agenda y desde su celular llamé al mío. Colgué la llamada y guardé el número que había quedado registrado.—Listo—dije sonriendo.
—Nos vemos mañana, por ahí—dijo sonriendo. Me dio un beso en la mejilla—. Adiós chicas.
—¡Adiós guapetón!—gritó Cheryl agitando su mano. Las tres la miramos como si estuviera loca—¿Qué? Está guapo—dijo encogiéndose de hombros.
—Subamos—dije riendo entre dientes.
Subimos y cada quien fue a su habitación. Luego de ducharnos, Des se puso una pijama de pantalón corto de color marrón con lunares de color crema, al igual que su blusa sin mangas con un elefantito marrón. Me puse una blusa de tiras de color rosado y un pantaloncito azul con dibujos de bizcochitos.
—Ve tú—dijo Destiny al escuchar que tocaban la puerta. Rodé los ojos y dejé de lado el libro que estaba leyendo. Abrí la puerta. Cheryl entró corriendo como loca, empujando la puerta y todo a su paso, por tanto, casi caigo al suelo si no me aferro al pedazo de madera. Esta traía su cabello castaño recogido en un moño. Tenía una remera sin mangas de color negro que rezaba “PARTY ON”, con letras grandes y blancas, junto con unos pantaloncitos con palabras de muchos colores. Elena negó con la cabeza, divertida. Llevaba un pantalón y una blusa de color azul, y Lianne tenía una remera sin mangas de color rosado y un pantalón azul oscuro.
—¿Qué hacen aquí chicas?
—¿Cómo que qué hacemos aquí? ¡Fiesta!—dijo Cheryl agitando sus brazos en el aire mientras se subía al sofá que estaba contra la pared.
—¿Te han tirado por la ventana alguna vez?—preguntó Lia, que se había sentado en mi cama y leía el libro que antes leía yo.
—Sí—todas la miramos con ojos abiertos—. No, es broma. Mi hermano estuvo a punto de hacerlo una vez.
Nos quedamos hablando de ropa, chicos, chismes, y de todo un poco durante un par de horas. Estábamos contando historias de terror, las luces estaban apagadas, y todas estábamos medio inclinadas hacia Elena, que contaba algo aterrador. Mi celular comenzó a vibrar y la pantalla se iluminó, haciéndonos gritar a todas.
—Maldición—murmuró Des con la mano en el pecho.
—Des…—dije con tono asustado. Y lo estaba, más asustada que cuando Cheryl contó esa historia—Es Niall…

me enacnto el capitulo
ya quiero saber que pasa
siguelaa

Capítulo 2. London, here we go!
—¿Qué hago?—pregunté nerviosa, mirando el teléfono en mi mano.
—Háblale—dijo Destiny.—¡No! ¡No le respondas! Mejor lo haces…
—¿Por qué no le contestarías?—preguntó Elena confusa.
—Sí, háblale—la apoyó Des—. No, mejor no—rodé los ojos.
Ellas comenzaron a hablar al mismo tiempo. Cheryl gritaba algo como “Party hard! All day, all night”, mientras agitaba los brazos cual demente, mientras que las otras tres chicas solamente discutían entre ellas sobre lo que yo debería hacer. En otra ocasión la escena me hubiese parecido muy graciosa, pero ahora me era frustrante. Así que bajo la presión del momento, presioné el botón rojo. Dejé el celular de lado, sintiéndome mal, muy mal. Los cuatro pares de ojos se dirigieron hacia mí.
—¿Puedes explicar que está pasando? Creí que eran mejores amigos—dijo Lia confusa.
Nunca había compartido mucho con Elena o con Lianne, pero parece que por las circunstancias de encontrarnos juntas en esta oportunidad, nos hemos dado la oportunidad de convivir y de ser buenas amigas.
Expliqué todo. Cómo me sentía, lo mucho que me lastimaba cuando Niall decía que solamente éramos mejores amigos, y por último, la noticia que había leído hace un par de semanas. Jillian.
—No puedo creerlo…—dijo Cheryl, que ahora estaba callada, prestando atención.
—Me sorprendió bastante—murmuró Des—. Tú le gustabas, se notaba. Todos lo sabíamos, menos ustedes. No puede ser que tenga una novia de un día para otro si a ti te decía que nadie lo iba a querer… Maldito irlandés… lo voy a picar en pedacitos y a venderlo s por eBay, segurito y me hago millonaria—mi hermana tenía ese brillo macabro en la mirada.
—¿Te han tirado por una ventana alguna vez?—Lianne hizo la misma pregunta de hace rato, pero ahora hacia mi hermana.
—Eh… no.
—¿Por qué preguntas eso? No viene al caso—dijo Elena mirándola como si Lia estuviese loca.
—Y así hablan de que soy rara…—murmuró Cheryl.
—Estás peor que Cheryl… y eso es mucho decir—volvió a atacar Elena.
—¡Estoy aquí!—las tres comenzaron a discutir, por lo que no se dieron cuenta cuando me levanté de la cama y fui hacia la ventana, que estaba entreabierta.
—¿Estás bien?—preguntó Destiny, detrás de mí.
—Lo estaré… lo estaré…—lo repetí, tratando de convencerme a mí misma.
—Sé que lo estarás, con o sin él—pasó su brazo por mis hombros y miramos hacia algún punto muerto en el cielo, sintiendo la brisa remover nuestros cabellos.

Miré nuevamente hacia el interior de la habitación. Destiny dormía en su cama junto a Elena, en una incómoda posición. Cheryl y Lianne hacían lo mismo en mi cama, pero cada una con medio cuerpo afuera, amenazando con caer en cualquier momento. Salí con mi teléfono en la mano.
Eran apenas las nueve y media de la mañana. Había estudiantes que recién llegaban de sus vacaciones y andaban con sus maletas en mano de aquí para allá. Había algunos otros debajo de la sombra de un árbol, leyendo, dibujando, otros hablando. Imaginé que la mayoría de los estudiantes que se quedaban a vivir en las residencias universitarias estarían durmiendo, aprovechando al máximo las últimas horas de gloria que les quedaban antes de comenzar las clases al día siguiente.
En mi mente le daba vueltas al asunto de Niall. ¿Por qué me habría llamado? ¿Qué me quería decir? ¿Qué tenía novia? ¿Qué quería que la conociera? Dejé de pensar en eso cuando choqué con alguien.
—Den—sonrió.
—Hey Ethan—dije tratando de sonreír.
—¿Qué sucede?—preguntó.—Si no querías verme lo entiendo, pero no tienes que ponerte así—bromeó, sacándome una sonrisa.
—No seas tonto—golpeé suavemente su brazo, el cual comprobé era duro—. No es nada.
—Tengo una idea. Ven—me tomó por la muñeca y comenzó a caminar rápidamente hacia un edificio. Un gran edificio, como todos los demás allí. Era el de baile. Allí se impartían las clases de danza. Entramos y no estaba tan desierto como creía. Había algunas personas en los pasillos. Entramos a un salón.
—¿Qué hacemos aquí?—pregunté cuando me soltó.
—Bailar. Descargar el enojo, desahogarnos—dijo con una sonrisa. La pared de enfrente estaba forrada de espejos, mostrando nuestros reflejos. El se quitó la sudadera que tenía, quedando en una camiseta sin mangas, que dejaba a la vista sus fuertes brazos. Encendió la radio. El hip—hop inundó el ambiente rápidamente. El hizo unos pasos, luciéndose, presumiendo frente a mí.
—Eres un presumido—sonreí.
—¿No bailas?—preguntó cuando cambió de estación y ahora sonaba algo de pop.
—No creo ser tan talentosa como los demás aquí—mordí mi labio inferior.
—Si estás aquí es porque tienes talento, de lo contrario estarías en tu casa.
—Ok, lo haré. Pero no te rías, estoy algo fuera de práctica.
—No prometo nada—dijo para hacerme reír. Me quité el cárdigan crema que tenía y los botines de tacón, dejándolos a un lado junto con mi celular (http://www.polyvore.com/cute/set?id=51965097). La canción comenzó a sonar y simplemente me dejé llevar. Ethan me miraba sonriendo, apoyado de la pared con brazos cruzados.
—¿Y…?
—Estuviste genial—dijo acercándose. El se acercó a la radio y colocó un CD. Una música lenta comenzó a sonar. Automáticamente me puse de puntas y bailé suavemente, al ritmo de la música.
—Déjame adivinar, tú mamá te obligó a tomar clases de ballet a los ocho años—dijo sonriendo, mientras se acercaba a mí.
—Déjame adivinar, me acosabas cuando era pequeña.
—Qué graciosa—dijo sarcásticamente. El se colocó detrás de mí y puso sus manos en mi cintura, y haciendo un pequeño movimiento, me levantó, dando una vuelta para luego dejarme sobre las puntas de mis pies. Le sonreí a través del espejo.
—¿Te obligaron a tomar clases de ballet?—pregunté.
—Sí. Fue raro… aunque conseguí el número de muchas niñas. Era todo un galán cuando pequeño—rodé los ojos.
—Mira… que alto está—señalé hacia el techo.
—¿Qué cosa?—preguntó mirando hacia el techo mientras fruncía el ceño.
—Tu ego—lo empujé por el pecho mientras reía.
—Te la has tomado conmigo hoy, ¿Eh?—dijo sonriendo.—Ya que has descargado todos tus sentimientos, ¿salimos de aquí? Pronto te hartarás de este lugar, así que mejor salimos.
—Espera—me puse mis zapatos y tomé mi cárdigan. Tan solo se escuchaba el repiqueteo de mis tacones por el piso del pasillo, ya que andábamos en silencio.
Caminamos sin prisas, tampoco sin hablar, sintiendo la brisa suave mecer nuestros cabellos.
—¿Ya desayunaste?
—No—dije sintiendo un vació en mi estómago.
—¿Quieres ir? Tampoco he comido nada.
—Vamos—caminamos hacia un pequeño café que había.
Esta academia parece un mundo. ¡No tiene fin! Y aparte, ¡con cafetería propia incluida y toda la cosa!
Cerca de la entrada vimos a Elena, que reía entre dientes, junto a Cheryl. Cheryl hablaba rápidamente con un chico. Cuando estuvimos unos pasos más cerca, vimos como la castaña tomaba al chico por la camiseta y le plantaba un beso, dejándonos a todos sorprendidos.
—¡Adiós!—se despidió agitando su mano en el aire hacia el atontado chico, que se alejaba aún mirándola.
—No sabía que tenías novio—dije cuando estuvimos más cerca.
—Hola guapetón—saludó a Ethan, yo rodé los ojos—. Y no, no lo tengo.
—¿Y qué demonios fue eso?—preguntó Elena, que al parecer entendía tanto o menos que yo.
—Pues… era lindo….
—¿Lo conocías de antes?
—No—dijo como niña pequeña.
—¿Y por qué hiciste eso?—preguntamos Ele y yo al mismo tiempo.
—Uh… ¿YOLO?—dijo sonriendo mientras levantaba su sudadera, dejando ver una camiseta blanca con el lema “You Only Live Once” (http://www.polyvore.com/yolo/set?id=51964935&.locale=es).
—¿Iban a desayunar?—preguntó Elena ignorándola.
—Sí. ¿Vienen?
—Sí, vamos—murmuró ella, mirando de reojo a Cheryl. Ethan y yo reímos.—No quiero sentarme junto a esta loca—dijo señalando hacia su espalda, hacia Cheryl.
—La loca que amas—dijo levantando las cejas repetidas veces.
—Oh sí, como sea, vamos a buscar una mesa—la tomó por el brazo y se alejaron.
—Oye… te quería preguntar una cosa…
—¿Qué pasa Ethan?
—Pues mañana hacen una fiesta… ya sabes… para el inicio del colegio.
—¿Mañana? ¿Miércoles?
—En el campus nunca se duerme—rió entre dientes—. ¿Quieres ir conmigo?
—Eh…—un sonido me interrumpió. Mi teléfono. Bufé y lo tomé con furia, contestando sin detenerme a ver quién era.—¿Aló?
—Denisse…—su voz salió medio sorprendida.
—Horan…—dije secamente. Carraspeé, tratando de normalizar más mi voz, y no parecer tan dura. El no tenía que saber que me afectaba en lo absoluto—. ¿Qué deseas?—ahora sonaba feliz.
—Pues… quería saber de ti. No contestas a mis llamadas…
—Lo siento, he estado un poco ocupada, ya sabes… ahora estoy en la Academia y eso…—tal vez debería entrar a teatro también, mi voz salió espectacularmente normal, como si nada hubiera pasado entre nosotros. Pero por dentro era diferente… por dentro todo se rompía dentro de mí, otra vez.
—Ah… necesitamos hablar… lo sabes—murmuró nervioso—. Hemos dejado pasar mucho tiempo.
—Ah, eso. Em… —iba a decir algo cuando una voz femenina interrumpió del otro lado de la línea.
—Niall, cariño… ¡Louis me persigue! Oh no… ¡Ahora también Zayn! ¡Ayúdame!—debía ser la tal Jillian. Tal parece que ahora los chicos se divertían con ella. Parece que ahora ella sería su amiga incondicional. Le contarían sus secretos, hablarían con ella, la llamarían, la invitarían a salir por ahí… no pude evitar sentir una punzada de celos. Claro. Ocuparía mi lugar.
—Den…
—No Niall… creo que sería menos doloroso si lo dejamos hasta aquí…
—¿Niall? ¡Ven!
—Te están llamando, ve Niall…
—Pero sabes que no se puede quedar así. Den, tu amistad siempre ha sido muy importante para mí.
—Sí…—no sabes cómo me lo recordabas a cada segundo—. Y la tuya para mí también. ¿Sabes qué? Ve con tu novia y hablamos luego, ¿sí? Esta vez sí te contestaré.
—Está bien. Te llamaré luego. Te qui…
—¡No!—apresuré a cortarlo.—Sólo… no lo digas. Adiós Niall—colgué la llamada.
—¿Denisse? ¿Todo bien?—me había quedado mirando el teléfono. Negué con la cabeza, sintiendo las lágrimas deslizarse por mis mejillas.
—Yo… necesito irme ahora… lo siento… yo…—no terminé de hablar y salí a toda prisa de allí, dirigiéndome hacia el edificio de las chicas.
Me apetecía estar en mi cama, arropada, con el aire acondicionado encendido y abrazando a mi osito de peluche.
Todo había sido mi culpa. Yo era la que había malinterpretado todo. El siempre había querido mi amistad y yo voy y quiero tener algo más con él… pero eso no explicaba lo de los besos… un mero impulso, tal vez.
Su amistad, más que nada, siempre había sido lo más importante.
Y quería recuperarla.
Tal vez era masoquista. Sabía que dolería estar con él y saber que le pertenecía a alguien más. Ya no podría abrazarlo como antes, o estar así de cerca con él, porque él ya era de otra. Pero lo necesitaba. Lo necesitaba y no quería perderlo. Mientras no diga te quiero mejor amiga, todo estaría bien. Todo estaría bajo control, y yo me acostumbraría a su amistad, y a nada más que eso. Lo haría. Tenía que hacerlo.
Tenía que actuar como aquella vez que me besó… como si nada hubiera pasado.

—¡No! Sólo no lo digas… Adiós Niall—ella me cortó y colgó la llamada.
Escuchar su voz después de casi un mes me hacía sentir menos… menos triste.
Estaba triste, confundido, dolido, frustrado y me sentía un tonto. ¿Por qué yo no le había dicho lo que sentía aquel día en que ella me le dijo? Ella había asimilado mi silencio como un rechazo. Se había sentido avergonzada, y… tonta, como me sentía yo.
Al parecer había dejado todo eso atrás, pues se notaba feliz, no había ni rabia, ni furia, ni sarcasmo en su voz.
Ella siempre había significado mucho para mí, y ahora no era la diferencia. Sea como sea, ella completaba una parte de mí. Y ahora mismo estaba incompleto.
Tenía que recuperar su confianza, necesitaba volver a hablar con ella. Hablaba con Jillian, pues, ella había sido mi amiga mucho antes de hacer la audición para The X Factor, tenía también a los chicos, pero no era lo mismo. Con ella era más simple, más distinto. Todo era más distinto. Ahora ella entraría a esa Academia, y no tendríamos mucho tiempo para vernos.
Me interpuse en el camino de Harry, haciendo que este parara antes de chocar conmigo, haciendo que de esta manera Zayn y Louis se estrellaran como un tren con el chico rizado, uno detrás de otro.
—Iremos a Londres antes de tiempo…
—Se supone que iríamos en una semana.
—Dije que nos vamos mañana, vamos, ¡hagan sus maletas! O me voy solo.
—¿Qué? ¿A Londres?—preguntó una voz aguda detrás de mí.
—Sí. Extraño demasiado Londres, quiero volver.
—Oh…—ella bajó la mirada. La tomé por el mentón y levanté su rostro.
—¿Nos acompañas?—pregunté.
—¡Claro!—sonrió acomodando un mechón de su cabello rubio detrás de su oreja. Dejé un beso en su mejilla y fui hacia mi habitación, sonriente.
Espera Den… pronto iré a Londres. Esto lo tenía que arreglar como me llamaba Niall James Horan.

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Capítulo 3. Remembering moments
—Al fin es viernes—dijo Ethan soltando un suspiro, mientras se sentaba en la banca en la que solíamos hablar durante las tardes.
El primer día había estado bien, duro, pero bien. Había asistido con Ethan a la fiesta que se hizo aquella noche, y había sido una noche grandiosa, por lo menos para mí, y de seguro para Cheryl también, pues se puso a bailar “Champagne Showers” sobre una mesa. Sí, había sido genial.
—No te emociones mucho, ahora tenemos tango—dije frotándome los hombros, me dolía la espalda.
—Pero es viernes, día libre, para salir, ser libres, recuperar la poca vida social. ¿Puedes creer que el sábado tenemos que ensayar para el espectáculo de apertura?
—Bueno… de hecho, me encanta todo esto—me encogí de hombros.
—Claro, eso lo dices porque no llevas dos años aquí.
—Estás aquí porque amas lo que haces—dije riendo ante su mueca de desagrado. Mi celular nos interrumpió.
—Dos días sin contestarme el teléfono, ¿y eso por qué jovencita?
—Porque he estado sumamente ocupada. Ni siquiera he abierto la laptop, y eso es mucho decir.
—Pues tal vez ni sabes que estamos cerca…
—¿Qué?—pregunté confusa.
—Pasaré por allí en una hora.
—¿Qué?—volví a preguntar incrédula.
—Que pasaremos por allá en una hora.
—¿Qué?
—Adiós—colgó la llamada riendo entre dientes.
—Maldito…—murmuré mirando con odio mi teléfono.
—¿Qué sucede?
—No… nada… sólo mi primo…
—¿Vas a salir?
—Eso creo. Tengo que comenzar a arreglarme—dijo haciendo una mueca.
—Pues creo que te veré mañana, ¿no?
—Claro—dejé un sonoro beso en su mejilla, haciéndolo sonreír. Nuestras miradas se cruzaron por unos interminables segundos, y algo revoloteó dentro de mí.—Adiós.

—Hey, creí que estabas con Ethan—Destiny subió las cejas varias veces, y luego volvió la vista hacia su computadora.
—Estaba. Vístete—le dije descalzándome para ir al baño.
—¿A dónde vamos?—preguntó. Elena, que estaba acostada boca abajo mirando una revista levantó la vista, interesada por la conversación.
—Louis llamó, vendrá a recogernos.
—¿Están aquí?—preguntó cerrando su laptop.
—Tal parece—dije con mirada triste.
—Quédate entonces…—ella se acercó a mí.
—No puedo demostrarles que me afecta. No puedo parecer débil. Si no voy, eso es justamente lo que pensarán.— Entré al baño y me duché. Luego fui al armario y tomé unos pantalones ajustados de color crema con una blusa negra, ésta más desahogada. Me puse un cárdigan de color fucsia y unos zapatos de tacón corrido de color negro. Vi que Des ya estaba vestida con unos pantalones ajustados de color azul y una blusa sin mangas amarilla. Se abrochaba los tacones y terminaba de arreglar su cabello en una coleta, dejando su flequillo a un lado. Me puse una cadena de oro que tenía un dije de una estrella de mar (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=52139837).
Nos quedamos hablando un rato más con Elena, que hacía todo tipo de preguntas acerca de ellos.
—¿Sí? Está bien, ya bajamos—dijo Destiny contestando una llamada—. ¿Lista?
—Sí, vamos—dije levantándome y tomando mi bolso.
—Si no quieres estar más allí sólo llámame y las paso a recoger—dijo Elena con cara preocupada.
—Gracias, hasta más tarde—dije sonriéndole de lado.
Nos dirigimos hacia el estacionamiento para estudiantes, donde Louis estaba aparcado. Corrí hacia él y lo abracé fuertemente.
—¿Cómo están pequeñas?—nos abrazó a la vez, dejándonos sin aire.
—Bien, ahora vamos, mientras más rápido lleguemos, más rápido nos iremos—esto último lo murmuré más para mí misma y a pesar de que Louis me escuchó, prefirió no decir nada.
Durante todo el camino conversamos, más bien, sólo Louis y Des no hicieron, yo me dediqué a mirar por la ventana desde el asiento trasero. ¿Qué podía decirle cuando lo vea?
¡Hola mejor amigo! ¿Cómo estás? ¿Y tu novia? ¿Bien? ¡Qué bueno! ¿Cómo la pasaste en Irlanda mientras yo sufría por ti?
No podía decirle eso. Sin darme cuenta, una lágrima había bajado solitaria por mi mejilla.
Louis aparcó el carro frente a un edificio.
—Aquí estamos—apagó el motor y salimos. Era un estacionamiento subterráneo. Subimos por un ascensor hasta el piso cuatro. Fuimos hasta una puerta de madera y me pareció que todo iba en cámara lenta, mientras mi corazón estaba desbocado. Latía demasiado rápido. La puerta se abrió, y las risas del apartamento inundaron el pasillo. Louis entró rápidamente. Harry y Zayn perseguían a una chica bajita, rubia, que correteaba buscando un lugar seguro dónde esconderse. Ella se refugió detrás de Liam usándolo como escudo. Luego, un chico rubio salió de una de las habitaciones y paró a los dos chicos, y tomó a la chica en sus brazos y dio vueltas con ella en el aire. No sé qué me dolió más. El saber que Harry y Zayn solían seguirme por toda la casa cuando estábamos en Los Ángeles, que Niall abrazaba a la que se suponía era su novia, que no habían notado nuestra presencia o que me sentía reemplazada.
Sí, esa era la palabra, me sentía reemplazada. Reemplazada.
—¡Liam!—exclamó Des acercándose a su amigo. En ese momento, todos se dieron cuenta de que las dos aún permanecíamos en el umbral. Hasta Louis había parecido haberse olvidado de nosotras. Todas las miradas se concentraron en nosotras. Destiny abrazó a Liam, y Liam le devolvió el abrazo gustoso.
—Den—sonrió Zayn.
—Hola—él se acercó y me abrazó fuertemente.—Los extrañé mucho.
—Las extrañé también.
—Zayn… no respiro—dije.
—¡Des, Den!
—¡Ricitos!—dijimos a la vez. Lo abrazamos fuertemente las dos juntas.
—Denisse…—una voz tan conocida murmuró. Sabía que estaba a punta de llorar. Recompuse rápidamente mi rostro y forcé una sonrisa. Me giré y me acerqué a él, sin saber muy bien qué hacer.
—Hola Niall—dije dándole un abrazo, él me lo devolvió, aunque fue un abrazo muy breve, ya que habían muchos espectadores.—Tú debes ser Jillian—dije sonriendo de lado.
—Sí. Tú debes ser Denisse—murmuró con timidez, colocando un mecho rubio de su cabello detrás de su oreja.
—La misma—seguí con mi risa forzada.
Mi mirada se cruzó con la de Niall por otros segundos, que se hicieron interminables. Necesitaba abrazarlo fuertemente, hablar de todo con él, como antes.
—¿Cuándo llegaron?—preguntó Des para cortar la tensión.
—Hace unos dos días—respondió Liam.
—Iré a hacer tacos para cenar, ¿quieren?—preguntó Harry.
—Claro, te ayudo—dijo Liam. Des caminó detrás de ellos. Louis se había ido a no sé donde, y Zayn estaba entretenido en su laptop, con sus audífonos puestos, siendo transportado a otro mundo.
Tenía que seguir con lo que me había propuesto, actuar como si nada. Sonreí abiertamente.
—¡Niall! Demasiado tiempo. Pues dime… ¿Cómo ha ido todo? ¿Cómo estuvo Irlanda?
—Fue genial—contestó algo confundido por mi actitud tan repentina. Los tres no sentamos en un sofá, con Niall en medio.
—Y, ¿Desde cuándo se conocen?—pregunté algo incómoda.
—Desde antes de las audiciones de The X Factor. Íbamos a la misma escuela—ella tomó la mano del rubio tímidamente, agachando la mirada.
—Se ven lindos juntos—mentí, tragándome toda la tristeza y la furia, dejando que mi sonrisa se ensanchara. A este pasó, me dolerían las mejillas.
—¿Y ustedes? ¿Se conocen de hace mucho?—preguntó ella.
Niall no le había hablado de mí.
—Eh… ni tanto. Hace un mes y medio, más o menos, pues ellos fueron a visitarnos y se quedaron en mi casa.
—Vi en Twitter que son mejores amigos—eso hizo que una gran tensión se generara en el ambiente.
—Eh… sí, nos llevamos bien—dije mirándolo, mientras recordaba aquellos días en los que era hostil conmigo por su inseguridad.
Me acerqué a Zayn y este se quitó uno de sus audífonos y me lo tendió, le miré con una sonrisa mientras me lo colocaba. No podía estar cerca de Niall sin comenzar a recordar aquellos momentos. Zayn estaba viendo un video en youtube de Annoying Orange. Se supone que era una comedia de una naranja que le hacía la vida imposible a otras frutas o verduras.
—No puedo creer que estés viendo eso Zayn—dije riéndome.
—A ti también te da risa, así que cállate—rió él también.
Zayn era con quien mejor me había llevado de la banda, aparte de Niall.
Había pasado alguna media hora y yo seguía escuchando música y viendo videos con Zayn. En un momento tuvo que pasar un brazo por mi hombros para estar mejor apretujados, ya que estábamos en el sofá de una plaza, que era lo suficiente grande para una persona, pero algo estrecha para dos. La vagancia nos ganó y no quisimos movernos, pero me daba igual, era Zayn después de todo. En un momento aparté la mirada de la computadora y vi a Niall, que se había quedado hablando en voz baja con Jillian. En ese momento se estaban besando.
—No tienes que ver eso—Zayn dijo en mi oído.
—No importa, de verdad—dije sonando normal. ¡Dios! Debería considerar meterme a teatro.
—Tal vez a él lo engañes, pero a mí no—dijo volviendo su vista a la computadora.
—¿Sabes? Tú y Lou son los hermanos que nunca tuve—dije mirándolo.
—No me digas eso que me pongo emotivo—dijo dándome un sonoro beso en la mejilla.
—¡Asco!—reí mientras seguía viendo la pantalla de la computadora, obligándome a mí misma a olvidar un momento su presencia.

—Casi se me olvidaba—dije una hora después de que termináramos de cenar.—Pásame ese bolso—me había quedado toda la noche al lado de Zayn, evitando sentarme al lado del rubio y su novia, así que el moreno me lo pasó.—Tienen suerte de que no se hayan derretido—dije sacando cinco barras de chocolate.
—Creo que tendrás que compartir Niall—se burlo Louis cuando le pasé su barra.
—Niall prefiere el chocolate blanco—habló ella de repente.
—A él le gusta negro—dije algo incómoda por el asunto.
—Claro que no—contradijo ella.
—En verdad sí prefiero el chocolate negro—murmuró él.
Te lo dije, canté en mi interior.
Mi teléfono comenzó a sonar, así que me disculpé y me alejé para contestarlo. Mamá hizo algunas trescientas preguntas acerca de todo. Incluso le hablé de Ethan y ella me dijo que le enviara una foto de su futuro yerno. Claro que la reprendí, pero me reí. Colgué y volví con los demás.
—¡Lou! Mamá te manda saludos—dije colgándome de su cuello, el siguió caminando y se sentí, logrando que quedara en sus piernas.—Y dice que extraña a sus cinco monos brincando por toda la casa.
—¿Ustedes son algo?—preguntó con voz inocente Jillian.
—¡Sí! ¡Somos novios! ¿A qué no es hermoso mi Lou?—dije dándole un sonoro beso en su mejilla.
—¿Cuántas veces nos habrán preguntado eso ya?—preguntó Louis.
—Creo que unas cinco veces desde que te volví a ver y unos doscientas por Twitter—dije riendo entre dientes.—Es broma—dije sin parar de reír ya que ella se lo había tragado todo y no entendía por qué los demás reían.—Louis es mi primo—me paré de sus piernas y me senté al lado de Zayn nuevamente.
—Eso no lo sabía—dijo ella asintiendo levemente con la cabeza.
—¿Dónde está Liam?—preguntó Harry buscándolo con la mirada.
—Supongo que con Des, porque tampoco está aquí—dije buscándola a ella también—. Eso me recuerda a aquella vez en el lago—dije soltando una carcajada. Todos se carcajearon.
—Es que Liam venía arreglándose la ropa, ¿Qué más íbamos a pensar?—Harry dijo en medio de una carcajada.
—Y aquella vez que te lanzamos a la piscina—dijo Zayn.
—Sí, eso no fue divertido—dije seria y mirando a Harry con los ojos entrecerrados.
—Y cuando jugamos verdad o reto—rió Louis.
—Les recomiendo no volver a jugar con Destiny—dije entre risas recordando aquella noche.
—¿Por qué?—preguntó confusa la novia de mi amigo.
—Una vez me obligó a besar a uno de ellos—ella me miró sorprendida y miró a Niall inmediatamente—. Tranquila cariño, no besé a Niall. Besé a Louis—dije encogiéndome de hombros—. Y otra vez me obligó a tirarme a la piscina en ropa interior.
—A Harry se le caía la baba—se burló Zayn.
—¡Ustedes no se quedaban atrás!—se defendió cruzándose de brazos
—Espero que lo hayan disfrutado, porque no volverá a pasar—me crucé de brazos.
—¿Por qué no?—Harry soltó un mohín. Recibió un almohadazo de Louis y reímos.
—En serio… Liam y Des se tardan mucho…—comentó Zayn minutos después.
—¿Qué crees? ¿Qué tienen sexo salvaje con nosotros aquí afuera? No creo—dije mirándolo con las cejas alzadas.
—Liam no es capaz—dijo Louis riéndose.
—Vamos a espiarlos—Harry se paró como un resorte.
—Harry déjalos, ellos se volvieron muy amigos, y tal vez quiera hablar cosas que se hablan con una chica, y no son ustedes.
—Sí, y yo me llamo Louis Tomlinson—dijo son sorna siguió su camino hacia las habitaciones.
Louis lo siguió, y luego Zayn. Hasta Niall se paró y fue detrás de ellos.
—Son unos metiches—dije mientras me paraba para meter mi celular en mi bolso.
—¿Tú y Niall tuvieron algo?—preguntó la rubia, haciendo que me girara.
—No… sólo somos mejores amigos—me encogí de hombros. Al parecer ella no estaba enterada de lo de los besos, así que no pensaba decir nada.
—Es que cuando me reencontré con él estaba muy triste. Creí que habían roto o algo así.
Niall no le había contado nada, así que era mejor.
—Tuvimos una pequeña discusión por una tontería. No vale la pena recordar eso ahora—le resté importancia con un gesto de la mano. Estaba a punto de ir a ver que los chicos estaban haciendo cuando ella se paró y se acercó a mí, cruzándose de brazos.
—A ti te gusta mi Nialler, ¿verdad?
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Gracias por los comentarios ^^.
Espero que les haya gustado <3.

Kisses! ;*