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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 7 de 11. • 1, 2, 3 ... 6, 7, 8, 9, 10, 11
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
OH POR DIOOOOOOOOOOOOOOW! WENDY ES UNA MALDITA PERRA, PERO AMO LO TIERNO QUE ES HARREEEEEEEEEEEEEEEEEEH!
AMO TU NOVE! LO SABIAS!?
AMO TU NOVE! LO SABIAS!?
LWWY
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
sobre Wendy...sin comentarios...hoy..tratare de ser una buena persona..
QUEREMOS CAPS!
QUEREMOS CAPS!
Saho :)
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
#Mrs.Malik' escribió:He dicho que ... ODIO a wendy? ._. oh si, la ODIO! es que .. AHH. Los capitulos me han encantado *-* .. siguela cuando puedas;D
Sí, TODAS odiamos a Wendy y a las demás metidas de Mia y Emily -.-". Ahora mismo subo capítulo :3. Gracias por leer y comentar <3.Kisses! ;*
khiabet1D* escribió:wow me enkanta tu nove encerio la amo ok ia ps me facinaron los kaps sigelaa c:
Ahora les supo capítulo :3. Gracias por leer y comentar <3. Kisses! ;*
Danyloves1D escribió:OH POR DIOOOOOOOOOOOOOOW! WENDY ES UNA MALDITA PERRA, PERO AMO LO TIERNO QUE ES HARREEEEEEEEEEEEEEEEEEH!
AMO TU NOVE! LO SABIAS!?
Hahahahaha x). A Wendy deberían atropellarla para que por fin deje de meterse en lo que no la llaman xD. Me alegra que te guste <3. Gracias por leer y comentar :D. Kisses! ;*
Saho :) escribió:sobre Wendy...sin comentarios...hoy..tratare de ser una buena persona..
QUEREMOS CAPS!
Gracias por leer y comentar <3. Hahaha sí, relájate que ya subiré otro capítulo :3. Kisses! ;*
Amelia
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
Capítulo 13. "Andanzas"
Un golpeteo constante en la puerta me despertó. Miré hacia un lado, encontrándome con la perfecta imagen de un Harry profundamente dormido. Los rizos se desparramaban por la almohada y cubrían su frente. Sonreí inconscientemente. Me levanté, quedando sentada en la cama y me incliné, dejando un beso en la punta de su nariz, él sólo se removió y continuó durmiendo. Rodé los ojos y me paré. Tomé un pantalón de pijama largo, ya que me encontraba en ropa interior y tomé una blusa de tirantes.
—Hey Peter—dije en medio de un bostezo al abrir la puerta.
—Vine a traerte esto—dijo tendiéndome las llaves de mi auto.
—Gracias—las tomé—. ¿Te quedas por un café o algo?
—No, tengo que hablar unas cosas con la fotógrafa antes. Sabes dónde es, ¿Verdad?
—Sí, claro—dije echándome el flequillo hacia atrás.
—Tienen dos horas—dijo mientras se iba. Cerré la puerta y comencé a hacer unas tostadas. Las dejé en un plato y comencé a morder una mientras revisaba el itinerario de hoy en mi teléfono. Lo dejé a un lado, apoyando mi peso en la encimera. Estaba cansada. Y pensar que mañana tenía que ir al estudio.
—Hola hermosa—saludó Harry entrando a la cocina con una toalla blanca enredada en su cadera. Dejó un beso en mi mejilla y tomó una de las tostadas del plato. Se colocó a mi lado, masticando con suavidad, con la mirada perdida, pensando. Me dediqué a mirarlo. Su piel blanca, sus brazos fuertes, su cuello, que me tentaba a besarlo y morderlo. Su cabello rizado, que ahora estaba húmero, me daba ganas de enredarlo con mis dedos.—Mañana tienes que ir al estudio, ¿cierto?
—Preferiría quedarme contigo—dije colocándome frente a él y haciendo un pucherito—. Pero tú también tienes que ir a grabar—dije sonriendo de lado pesadamente.
—Sí—suspiró él.
—Será difícil cuando los dos álbumes estén listos. Los dos nos iremos de gira y…—distancia. Le tenía miedo a esa palabra.
—Eso no me preocupa en lo absoluto—levanté la mirada para poder verlo. Me sentía como una niña pequeña a su lado.—La distancia no es problema. Yo te seguiré queriendo igual—me tomó por la cintura y dejó un beso en mi frente.—Y cuando nos veamos, te estrujaré tan fuerte que te quebrarás como una muñequita de porcelana—dijo en mi oído apretujándome en un fuerte abrazo. Reí mientras me separaba.
—Vístete, tenemos que llegar al sitio—dije dejando un beso en su mandíbula.
Al momento de darme la vuelta Harry me dio una nalgada juguetón, lo miré con ojos entrecerrados mientras el reía entre dientes.
Luego de un relajante baño, me puse unos shorts con la cintura alta y una blusa con las mangas hasta los codos, de color blanco (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=51753879). Harry entraba a la habitación cuando me ponía los botines con tacón.
—Te dije que te vistieras—dije mientras me ponía el otro.
—Ya, tranquila, eso haré ahora—dijo tomando un bóxer ajustado de color blanco del bolso que había dejado en su auto la noche pasada. Puse los ojos en blanco y me acerqué al espejo para arreglar mi cabello. Lo amarré en una coleta alta, dejando algunos mechones afuera. Guardé lo necesario en mi bolso y esperé a que Harry terminada de ponerse la camiseta de color blanco. Se puso su chaqueta azul marino por encima y caminó hacia mí.
—Espera, no me he peinado—dijo regresando hacia el espejo. Agachó un poco la cabeza y se removió el cabello con las dos manos, para después hacerlo a un lado. Me miró y sonrió, subiendo las cejas varias veces. Negué divertida y seguí caminando fuera de la habitación.
—Por suerte decidí ponerme un bóxer ajustado—murmuró Harry tratando de mirar hacia otro lado. Yo sólo trataba de esconder una risa.
—¡Levanta su pierna! ¡Así! ¡Muévela un poco para que se vea le marca!—la fotógrafa daba órdenes. Estábamos en un claro a las afueras de Londres para tomar las fotografías. Todo era pasto, alguno que otro árbol y el día estaba libre de nubes. Había algunas pocas carpas, unas con todo el equipo de fotografía e iluminación y otra de maquillaje y vestuario. Harry solo vestía unos jeans oscuros, dejando ver el inicio de su ropa interior, yo, por mi parte, llevaba unos más claros y ajustados, y un sostén negro. Mi cabello estaba revuelto, más salvaje. Harry agarraba una de mis piernas, sosteniéndola por detrás de mi rodilla, mientras que su otra mano estaba en mi espalda baja. Una de mis manos estaba entre su rostro y su cuello, y la otra en su brazo.
—¡Mírense fijamente!—ella gritó para que la escuchásemos. Nos miramos fijamente, estábamos muy cerca. A este paso, los dos lo terminaríamos haciendo en frente de toda esa gente. Los labios de Harry estaban entreabiertos, llamándome a probarlos.—Bien, ya puedes soltarla—dijo Fior, la fotógrafa—Alex, ponte de espaldas a mí, pero a un lado de Harry.
Nos separamos con dificultar. Harry estaba de frente a ella, mientras yo le daba la espalda, pero estábamos uno al lado del otro.
—Acércate un poco más Harry y pon tu mano entre su cuello y su rostro y mírala. El lo hizo y nos miramos fijamente, de nuevo.—¡Hermoso! ¡Todo está perfecto!
Nos tomamos otras fotos más. Una de mis favoritas fue en donde Harry se sentó en el pasó con las piernas un poco abiertas, yo sentada entre estas y apoyando mi espalda en su pecho, mientras él apoyaba sus brazos en sus rodillas, ya que tenía las piernas flexionadas. Los dos mirábamos hacia la nada, pensativos, mientras la brisa nos golpeaba de lleno. Y lo mejor de todo era que nos habíamos puesto así y ya, pensando que la sesión de fotos había terminado, pero Fior capturó ese momento.
—Gracias—dije sonriéndole a unos de los asistentes que nos habían pasado unas botellas de agua.
—Ese tipo no aleja la mirada de tu sostén—dijo bebiendo de su botella, unas gotas escaparon de su boca, cayendo por la comisura de sus labios. El me miró, dejando la botella de lado y acaricié su mejilla, sonriendo, para después quitar los restos de agua con mi pulgar.
—¿Cómo? ¿Al igual que tú?—dije burlona.
—Pero a diferencia de que miro lo que es mío—me abrazó.
—Sí, soy tuya—él sonrió de lado, dejando ver ese hermoso hoyuelo. Estábamos sentados en el pasto, uno al lado del otro. El puso una de sus manos en mi rostro y me atrajo hacia él, besándome suavemente.—Hermoso, hay cámaras por doquier, por si se te olvidaba.
—No, no se me olvidaba, hermosa—dejó otro beso en mi frente para luego levantarse. Me tendió las manos y me ayudó a levantarme.—Tenemos que irnos ya, debemos encontrarnos con los demás en el hospital.
Fuimos a las carpas de vestuario a ponernos nuestra ropa de antes. Los de la marca Levi's nos regalaron un par de jeans como agradecimiento a aceptar hacer la sesión.
—Amo estos shorts—dije viéndolo entre mis manos.
—Yo muero por vértelos puestos—Harry sorpresivamente mordió mi cuello, me encantaba cuando hacía eso.
—¿Cuándo se te dio eso de ser vampiro?—reí mientras volvía a meter los shorts en mi bolso.
—Sabes que te encanta—me abrazó desde atrás, pegando torso a mi espalda. Sus manos quedaron en mi estómago, mientras su boca estaba en mi cuello.
—Harry, por Dios, ¿quieres que nos fotografíen en esta situación?
—Shh—sus labios estaba pegados a mi oído, cosa que me hizo cerrar los ojos y sentir muchos escalofríos.—Sólo disfruta—sus labios volvieron a trabajar en mi cuello, bajando por mi hombro y tomándose su tiempo allí. Ya comenzaba a sentir los efectos de sus besos, esto tenía que parar ahora, si no, ni yo haría nada para evitar que eso pasara. Mi celular vibró en uno de los bolsillos traseros de mis shorts. Harry dio un respingo y gimió en mi oído. Sonreí entre dientes y me separé de él.
—¿Alexa? ¿Por qué tardan tanto? ¿Ya salieron de la sesión?
—Louis, a Harry le gustó que llamaras—miré a Harry con una sonrisa, él solo se mordió el labio.
—¿Eh?—preguntó confundido.
—No, nada, yo me entiendo—reí—. Ya vamos saliendo para allá.
—Ok, aquí los esperamos. Y no tengan sexo en el auto de Hazza de camino hacia acá, ¿entendieron?
—¿Cómo nos crees capaz de eso?—pregunté haciéndome la ofendida.
—De ti no lo sé, pero Harry es muy capaz de pararse en un callejón y…
—¡No quiero detalles! ¡Adiós, te amo Louis!—le colgué rápidamente, antes de que comenzara a describir cosas que me dejaran perturbada de por vida.
—Déjame adivinar, Louis dijo que no tuviéramos sexo de camino al hospital, que cree que puedo pararme en un callejón y…
—¡No quiero detalles!—tomé mi bolso y salí rápidamente de allí, despidiéndome con la mano de las demás personas y caminando hacia el auto de Harry. Este se puso un gorro de color azul marino, ocultando la mayor parte de sus rizos, pero dejando unos cuantos escaparse en la parte de sus sienes. Entró al auto nos dirigimos al hospital.
—Wow Harry… veo que tienes un problema ahí—dije cuando él me dejó frente a hospital—, parece una carpa—dije mirando su pantalón.
—Eso fue culpa de Louis por llamar—dijo mirando también sus jeans, y tratando de tapar el enorme bulto con sus manos.
—¿No bajas?—pregunté tomando mi bolso.
—¿Estás loca? ¿Así? Claro que no, tengo que resolver esto primero—dijo señalando su muy obvio bulto.
—Pues hazlo discretamente y que no te pillen las cámaras, ¿ok? No quiero ver en una revista escrito en grande, "Harry es cachado masturbándose en su auto, tal parece que su novia no le da lo que necesita"—dije haciendo comillas con los dedos.
—Los vidrios son polarizados—rió con una sonrisa de lado.
—Ok, no te tardes mucho—me incliné hacia él y dejé un suave beso en sus labios. Me bajé y tan pronto el auto de Harry se alejó, fui rodeada de cámaras.
—Vamos—Louis apareció de la nada y me tomó de la muñeca, llevándome al interior del hospital.—¿Dónde está Harry?
—Resolviendo un pequeño gran problema con Harrycito—le dije entre risas.
—Me lo temía—dijo poniendo los ojos en blanco—estábamos en la recepción del hospital, allí se encontraban algunas de las estrellas que habían actuado el día anterior y los que estaban sumados a la campaña Smiles.
—Aquí estamos todos, ¡saluden!—Niall legaba seguido de un camarógrafo, el cual filmaba nuestra presencia allí.—Aquí están Liam, Zayn y Louis, también Alexa—saludamos a la cámara—. Por aquí tenemos a Thalia, Hannah, Mir y Wendy—las saludó con un beso en la mejilla a cada una—. ¡Carly!—gritó Niall, llamando a la pelinegra, esta estaba a unos metros—Call me maybe!—reímos al igual que ella, que se acercó y abrazó a Niall como saludo.
—Hey I just met you, and this is crazy, but don't worry, I'll call you later—cantó ella mirando a Niall.
—¡Y aquí tenemos a Styles!—gritó Louis abriendo los brazos—¡Ya estamos completos! ¡Vamos! ¡Los niños esperan por nosotros!—se fue corriendo como loco, desapareciendo por el pasillo como un demente. Todos negamos divertidos, a la vez que caminábamos, tratando de seguirle el paso a Lou.
Nos separamos en pequeños grupos, para no entrar todos apelotonados en una sola habitación. En uno de los grupos estaba conformado por Harry, Liam, Thalia, Miranda y yo. La cámara nos siguió a nosotros primero. Ese cuarto le pertenecía a una pequeña de algunos nueve años. Padecía leucemia. Yo fui la primera en entrar, con una gran sonrisa. Todos la abrazamos y le sonreímos e hicimos bromas durante un buen rato. Ella nos conocía, sabía muy bien quién era Harry. Justo en ese instante se terminaba el video de la canción One Thing, que a pesar del tiempo que ha pasado, no dejaba de sonar. Ella miraba ilusionada a los dos chicos de la banda.
—¿Me podrían dar sus autógrafos?—preguntó ella con lágrimas en los ojos de la emoción.
—No llores pequeña, mira que Alex comenzará a lloriquear también—esto último Liam lo susurró, pero igual lo escuchamos, le di un golpe en el brazo, haciendo que se tambaleara.
Todos firmamos uno de sus cuadernos para dibujar y unos minutos después, tuvimos que ir a otra habitación.
—¡Liam Payne y Harry Styles!—gritó emocionada una jovencita, que no pasaría de los quince.
Harry me tenía tomada de la mano, me soltó un segundo para saluda a la chica con un beso en la mejilla, la cual se puso histérica y comenzó a chillar, sin notar nuestra presencia.
—¿Cómo haces?—preguntó Thalia en un murmullo a mi lado.
—No lo sé—me encogí de hombros, mirando la escena con una sonrisa—. Pero así es todo el tiempo, debería acostumbrarme.
—¿Nos podrían dejar a solas?—dijo la muchacha con tono petulante.
Thalia, Miranda, hasta el camarógrafo y yo intercambiamos miradas.
—Está bien—dije dudosa. Salimos de la habitación y cerramos la puerta.
—Sigamos—dije levantando los dos pulgares hacia la cámara—, vamos.
Fue un día lleno de emociones, todo agitado y alegre. Hicimos a muchos niños felices, nos reímos como nunca y disfrutamos al máximo. Harry me tomaba de la mano mientras salíamos del hospital, entrelazando sus dedos con los míos. Unos cuantos flases nos cegaban, pero seguimos caminando con una sonrisa pintada en el rostro.
—Esa niña es… muy sincera—dijo elevando las cejas mientras conducía.
—¿Qué les dijo?
—Quería tener hijos… con nosotros dos… ¡muchos!—dijo alarmado.
—Bah, creí que era otra cosa—miré por la ventana, quitándole importancia.
—¿Qué?—preguntó como si estuviera loca.
—Vamos Harry, te han dicho y preguntado cosas peores—dije mirándolo levantando una ceja.
—Cierto...—murmuró unos segundos después.
Seguimos hablando de cosas triviales hasta llegar a mi apartamento, de nuevo.
—Has dejado a los chicos abandonados—dije mientras subíamos por el ascensor.
—Ellos entenderán…—dijo encogiéndose de hombros—. Mañana pasaré el día completo con ellos y no te veré—dijo pasando un brazo por mis hombros y dejando un beso en mi sien. Caminamos hacia mi puerta y la abrí, Harry me metió casi a empujones, y mi bolso cayó. Me acorraló contra la pared y me besó apasionadamente, casi con desesperación.
—¿No estás cansado?—preguntó entre risas mientras sus labios trabajaban en mi cuello.
—Podemos hacer esto rápido, y todos contentos—sonrió.
—Harry—suspiré cuando mordió mi cuello. El caminó sin despegarse de mí y me tumbó en el sofá. Le quité la playera rápidamente, junto con su gorro, que voló por los aires y se perdió en algún sitio detrás del sofá. El desabotonó mi blusa con desesperación y la arrojó junto con su camiseta. Volvió a atacar mis labios, a la vez que con una de sus manos apretaba mi muslo, pegándome más a él.
—Te amo—murmuró contra mis labios. Sonreí y lo volví a besar.
—Yo también…—no terminé de habla, ya que por el movimiento, descubrí que el control remoto estaba debajo de mí, la televisión se encendió.
—Olvídate de eso—dijo besando mi cuello, para bajar por mi pecho.
—No, Harry, mira—me lo saqué de encima y me senté, para ver mejor.
—La joven modelo y actriz Emily Mansen admitió tener una relación con el galán Harry Styles, el famoso cantante de la boyband One Direction. Aclaró que fue una relación corta que decidieron mantener en secreto para evitar rumores, pero eso no los evita ahora, ¿cierto?—la mujer rió—. Y recordemos lo que hizo la cantante Wendy Withmore días atrás…—mostraron el video en que lo besa.-¿Estará el joven Styles en sus andanzas?-Alcancé el control remoto y apagué el televisor. Tomé mi blusa del suelo y caminé hacia la habitación.
—¡Alex!—llamó Harry desde afuera, golpeando la puerta.
—Perra…—solo pude murmurar, para cerrar con seguro y quitarme la ropa para entrar a la ducha.
Un golpeteo constante en la puerta me despertó. Miré hacia un lado, encontrándome con la perfecta imagen de un Harry profundamente dormido. Los rizos se desparramaban por la almohada y cubrían su frente. Sonreí inconscientemente. Me levanté, quedando sentada en la cama y me incliné, dejando un beso en la punta de su nariz, él sólo se removió y continuó durmiendo. Rodé los ojos y me paré. Tomé un pantalón de pijama largo, ya que me encontraba en ropa interior y tomé una blusa de tirantes.
—Hey Peter—dije en medio de un bostezo al abrir la puerta.
—Vine a traerte esto—dijo tendiéndome las llaves de mi auto.
—Gracias—las tomé—. ¿Te quedas por un café o algo?
—No, tengo que hablar unas cosas con la fotógrafa antes. Sabes dónde es, ¿Verdad?
—Sí, claro—dije echándome el flequillo hacia atrás.
—Tienen dos horas—dijo mientras se iba. Cerré la puerta y comencé a hacer unas tostadas. Las dejé en un plato y comencé a morder una mientras revisaba el itinerario de hoy en mi teléfono. Lo dejé a un lado, apoyando mi peso en la encimera. Estaba cansada. Y pensar que mañana tenía que ir al estudio.
—Hola hermosa—saludó Harry entrando a la cocina con una toalla blanca enredada en su cadera. Dejó un beso en mi mejilla y tomó una de las tostadas del plato. Se colocó a mi lado, masticando con suavidad, con la mirada perdida, pensando. Me dediqué a mirarlo. Su piel blanca, sus brazos fuertes, su cuello, que me tentaba a besarlo y morderlo. Su cabello rizado, que ahora estaba húmero, me daba ganas de enredarlo con mis dedos.—Mañana tienes que ir al estudio, ¿cierto?
—Preferiría quedarme contigo—dije colocándome frente a él y haciendo un pucherito—. Pero tú también tienes que ir a grabar—dije sonriendo de lado pesadamente.
—Sí—suspiró él.
—Será difícil cuando los dos álbumes estén listos. Los dos nos iremos de gira y…—distancia. Le tenía miedo a esa palabra.
—Eso no me preocupa en lo absoluto—levanté la mirada para poder verlo. Me sentía como una niña pequeña a su lado.—La distancia no es problema. Yo te seguiré queriendo igual—me tomó por la cintura y dejó un beso en mi frente.—Y cuando nos veamos, te estrujaré tan fuerte que te quebrarás como una muñequita de porcelana—dijo en mi oído apretujándome en un fuerte abrazo. Reí mientras me separaba.
—Vístete, tenemos que llegar al sitio—dije dejando un beso en su mandíbula.
Al momento de darme la vuelta Harry me dio una nalgada juguetón, lo miré con ojos entrecerrados mientras el reía entre dientes.
Luego de un relajante baño, me puse unos shorts con la cintura alta y una blusa con las mangas hasta los codos, de color blanco (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=51753879). Harry entraba a la habitación cuando me ponía los botines con tacón.
—Te dije que te vistieras—dije mientras me ponía el otro.
—Ya, tranquila, eso haré ahora—dijo tomando un bóxer ajustado de color blanco del bolso que había dejado en su auto la noche pasada. Puse los ojos en blanco y me acerqué al espejo para arreglar mi cabello. Lo amarré en una coleta alta, dejando algunos mechones afuera. Guardé lo necesario en mi bolso y esperé a que Harry terminada de ponerse la camiseta de color blanco. Se puso su chaqueta azul marino por encima y caminó hacia mí.
—Espera, no me he peinado—dijo regresando hacia el espejo. Agachó un poco la cabeza y se removió el cabello con las dos manos, para después hacerlo a un lado. Me miró y sonrió, subiendo las cejas varias veces. Negué divertida y seguí caminando fuera de la habitación.
—Por suerte decidí ponerme un bóxer ajustado—murmuró Harry tratando de mirar hacia otro lado. Yo sólo trataba de esconder una risa.
—¡Levanta su pierna! ¡Así! ¡Muévela un poco para que se vea le marca!—la fotógrafa daba órdenes. Estábamos en un claro a las afueras de Londres para tomar las fotografías. Todo era pasto, alguno que otro árbol y el día estaba libre de nubes. Había algunas pocas carpas, unas con todo el equipo de fotografía e iluminación y otra de maquillaje y vestuario. Harry solo vestía unos jeans oscuros, dejando ver el inicio de su ropa interior, yo, por mi parte, llevaba unos más claros y ajustados, y un sostén negro. Mi cabello estaba revuelto, más salvaje. Harry agarraba una de mis piernas, sosteniéndola por detrás de mi rodilla, mientras que su otra mano estaba en mi espalda baja. Una de mis manos estaba entre su rostro y su cuello, y la otra en su brazo.
—¡Mírense fijamente!—ella gritó para que la escuchásemos. Nos miramos fijamente, estábamos muy cerca. A este paso, los dos lo terminaríamos haciendo en frente de toda esa gente. Los labios de Harry estaban entreabiertos, llamándome a probarlos.—Bien, ya puedes soltarla—dijo Fior, la fotógrafa—Alex, ponte de espaldas a mí, pero a un lado de Harry.
Nos separamos con dificultar. Harry estaba de frente a ella, mientras yo le daba la espalda, pero estábamos uno al lado del otro.
—Acércate un poco más Harry y pon tu mano entre su cuello y su rostro y mírala. El lo hizo y nos miramos fijamente, de nuevo.—¡Hermoso! ¡Todo está perfecto!
Nos tomamos otras fotos más. Una de mis favoritas fue en donde Harry se sentó en el pasó con las piernas un poco abiertas, yo sentada entre estas y apoyando mi espalda en su pecho, mientras él apoyaba sus brazos en sus rodillas, ya que tenía las piernas flexionadas. Los dos mirábamos hacia la nada, pensativos, mientras la brisa nos golpeaba de lleno. Y lo mejor de todo era que nos habíamos puesto así y ya, pensando que la sesión de fotos había terminado, pero Fior capturó ese momento.
—Gracias—dije sonriéndole a unos de los asistentes que nos habían pasado unas botellas de agua.
—Ese tipo no aleja la mirada de tu sostén—dijo bebiendo de su botella, unas gotas escaparon de su boca, cayendo por la comisura de sus labios. El me miró, dejando la botella de lado y acaricié su mejilla, sonriendo, para después quitar los restos de agua con mi pulgar.
—¿Cómo? ¿Al igual que tú?—dije burlona.
—Pero a diferencia de que miro lo que es mío—me abrazó.
—Sí, soy tuya—él sonrió de lado, dejando ver ese hermoso hoyuelo. Estábamos sentados en el pasto, uno al lado del otro. El puso una de sus manos en mi rostro y me atrajo hacia él, besándome suavemente.—Hermoso, hay cámaras por doquier, por si se te olvidaba.
—No, no se me olvidaba, hermosa—dejó otro beso en mi frente para luego levantarse. Me tendió las manos y me ayudó a levantarme.—Tenemos que irnos ya, debemos encontrarnos con los demás en el hospital.
Fuimos a las carpas de vestuario a ponernos nuestra ropa de antes. Los de la marca Levi's nos regalaron un par de jeans como agradecimiento a aceptar hacer la sesión.
—Amo estos shorts—dije viéndolo entre mis manos.
—Yo muero por vértelos puestos—Harry sorpresivamente mordió mi cuello, me encantaba cuando hacía eso.
—¿Cuándo se te dio eso de ser vampiro?—reí mientras volvía a meter los shorts en mi bolso.
—Sabes que te encanta—me abrazó desde atrás, pegando torso a mi espalda. Sus manos quedaron en mi estómago, mientras su boca estaba en mi cuello.
—Harry, por Dios, ¿quieres que nos fotografíen en esta situación?
—Shh—sus labios estaba pegados a mi oído, cosa que me hizo cerrar los ojos y sentir muchos escalofríos.—Sólo disfruta—sus labios volvieron a trabajar en mi cuello, bajando por mi hombro y tomándose su tiempo allí. Ya comenzaba a sentir los efectos de sus besos, esto tenía que parar ahora, si no, ni yo haría nada para evitar que eso pasara. Mi celular vibró en uno de los bolsillos traseros de mis shorts. Harry dio un respingo y gimió en mi oído. Sonreí entre dientes y me separé de él.
—¿Alexa? ¿Por qué tardan tanto? ¿Ya salieron de la sesión?
—Louis, a Harry le gustó que llamaras—miré a Harry con una sonrisa, él solo se mordió el labio.
—¿Eh?—preguntó confundido.
—No, nada, yo me entiendo—reí—. Ya vamos saliendo para allá.
—Ok, aquí los esperamos. Y no tengan sexo en el auto de Hazza de camino hacia acá, ¿entendieron?
—¿Cómo nos crees capaz de eso?—pregunté haciéndome la ofendida.
—De ti no lo sé, pero Harry es muy capaz de pararse en un callejón y…
—¡No quiero detalles! ¡Adiós, te amo Louis!—le colgué rápidamente, antes de que comenzara a describir cosas que me dejaran perturbada de por vida.
—Déjame adivinar, Louis dijo que no tuviéramos sexo de camino al hospital, que cree que puedo pararme en un callejón y…
—¡No quiero detalles!—tomé mi bolso y salí rápidamente de allí, despidiéndome con la mano de las demás personas y caminando hacia el auto de Harry. Este se puso un gorro de color azul marino, ocultando la mayor parte de sus rizos, pero dejando unos cuantos escaparse en la parte de sus sienes. Entró al auto nos dirigimos al hospital.
—Wow Harry… veo que tienes un problema ahí—dije cuando él me dejó frente a hospital—, parece una carpa—dije mirando su pantalón.
—Eso fue culpa de Louis por llamar—dijo mirando también sus jeans, y tratando de tapar el enorme bulto con sus manos.
—¿No bajas?—pregunté tomando mi bolso.
—¿Estás loca? ¿Así? Claro que no, tengo que resolver esto primero—dijo señalando su muy obvio bulto.
—Pues hazlo discretamente y que no te pillen las cámaras, ¿ok? No quiero ver en una revista escrito en grande, "Harry es cachado masturbándose en su auto, tal parece que su novia no le da lo que necesita"—dije haciendo comillas con los dedos.
—Los vidrios son polarizados—rió con una sonrisa de lado.
—Ok, no te tardes mucho—me incliné hacia él y dejé un suave beso en sus labios. Me bajé y tan pronto el auto de Harry se alejó, fui rodeada de cámaras.
—Vamos—Louis apareció de la nada y me tomó de la muñeca, llevándome al interior del hospital.—¿Dónde está Harry?
—Resolviendo un pequeño gran problema con Harrycito—le dije entre risas.
—Me lo temía—dijo poniendo los ojos en blanco—estábamos en la recepción del hospital, allí se encontraban algunas de las estrellas que habían actuado el día anterior y los que estaban sumados a la campaña Smiles.
—Aquí estamos todos, ¡saluden!—Niall legaba seguido de un camarógrafo, el cual filmaba nuestra presencia allí.—Aquí están Liam, Zayn y Louis, también Alexa—saludamos a la cámara—. Por aquí tenemos a Thalia, Hannah, Mir y Wendy—las saludó con un beso en la mejilla a cada una—. ¡Carly!—gritó Niall, llamando a la pelinegra, esta estaba a unos metros—Call me maybe!—reímos al igual que ella, que se acercó y abrazó a Niall como saludo.
—Hey I just met you, and this is crazy, but don't worry, I'll call you later—cantó ella mirando a Niall.
—¡Y aquí tenemos a Styles!—gritó Louis abriendo los brazos—¡Ya estamos completos! ¡Vamos! ¡Los niños esperan por nosotros!—se fue corriendo como loco, desapareciendo por el pasillo como un demente. Todos negamos divertidos, a la vez que caminábamos, tratando de seguirle el paso a Lou.
Nos separamos en pequeños grupos, para no entrar todos apelotonados en una sola habitación. En uno de los grupos estaba conformado por Harry, Liam, Thalia, Miranda y yo. La cámara nos siguió a nosotros primero. Ese cuarto le pertenecía a una pequeña de algunos nueve años. Padecía leucemia. Yo fui la primera en entrar, con una gran sonrisa. Todos la abrazamos y le sonreímos e hicimos bromas durante un buen rato. Ella nos conocía, sabía muy bien quién era Harry. Justo en ese instante se terminaba el video de la canción One Thing, que a pesar del tiempo que ha pasado, no dejaba de sonar. Ella miraba ilusionada a los dos chicos de la banda.
—¿Me podrían dar sus autógrafos?—preguntó ella con lágrimas en los ojos de la emoción.
—No llores pequeña, mira que Alex comenzará a lloriquear también—esto último Liam lo susurró, pero igual lo escuchamos, le di un golpe en el brazo, haciendo que se tambaleara.
Todos firmamos uno de sus cuadernos para dibujar y unos minutos después, tuvimos que ir a otra habitación.
—¡Liam Payne y Harry Styles!—gritó emocionada una jovencita, que no pasaría de los quince.
Harry me tenía tomada de la mano, me soltó un segundo para saluda a la chica con un beso en la mejilla, la cual se puso histérica y comenzó a chillar, sin notar nuestra presencia.
—¿Cómo haces?—preguntó Thalia en un murmullo a mi lado.
—No lo sé—me encogí de hombros, mirando la escena con una sonrisa—. Pero así es todo el tiempo, debería acostumbrarme.
—¿Nos podrían dejar a solas?—dijo la muchacha con tono petulante.
Thalia, Miranda, hasta el camarógrafo y yo intercambiamos miradas.
—Está bien—dije dudosa. Salimos de la habitación y cerramos la puerta.
—Sigamos—dije levantando los dos pulgares hacia la cámara—, vamos.
Fue un día lleno de emociones, todo agitado y alegre. Hicimos a muchos niños felices, nos reímos como nunca y disfrutamos al máximo. Harry me tomaba de la mano mientras salíamos del hospital, entrelazando sus dedos con los míos. Unos cuantos flases nos cegaban, pero seguimos caminando con una sonrisa pintada en el rostro.
—Esa niña es… muy sincera—dijo elevando las cejas mientras conducía.
—¿Qué les dijo?
—Quería tener hijos… con nosotros dos… ¡muchos!—dijo alarmado.
—Bah, creí que era otra cosa—miré por la ventana, quitándole importancia.
—¿Qué?—preguntó como si estuviera loca.
—Vamos Harry, te han dicho y preguntado cosas peores—dije mirándolo levantando una ceja.
—Cierto...—murmuró unos segundos después.
Seguimos hablando de cosas triviales hasta llegar a mi apartamento, de nuevo.
—Has dejado a los chicos abandonados—dije mientras subíamos por el ascensor.
—Ellos entenderán…—dijo encogiéndose de hombros—. Mañana pasaré el día completo con ellos y no te veré—dijo pasando un brazo por mis hombros y dejando un beso en mi sien. Caminamos hacia mi puerta y la abrí, Harry me metió casi a empujones, y mi bolso cayó. Me acorraló contra la pared y me besó apasionadamente, casi con desesperación.
—¿No estás cansado?—preguntó entre risas mientras sus labios trabajaban en mi cuello.
—Podemos hacer esto rápido, y todos contentos—sonrió.
—Harry—suspiré cuando mordió mi cuello. El caminó sin despegarse de mí y me tumbó en el sofá. Le quité la playera rápidamente, junto con su gorro, que voló por los aires y se perdió en algún sitio detrás del sofá. El desabotonó mi blusa con desesperación y la arrojó junto con su camiseta. Volvió a atacar mis labios, a la vez que con una de sus manos apretaba mi muslo, pegándome más a él.
—Te amo—murmuró contra mis labios. Sonreí y lo volví a besar.
—Yo también…—no terminé de habla, ya que por el movimiento, descubrí que el control remoto estaba debajo de mí, la televisión se encendió.
—Olvídate de eso—dijo besando mi cuello, para bajar por mi pecho.
—No, Harry, mira—me lo saqué de encima y me senté, para ver mejor.
—La joven modelo y actriz Emily Mansen admitió tener una relación con el galán Harry Styles, el famoso cantante de la boyband One Direction. Aclaró que fue una relación corta que decidieron mantener en secreto para evitar rumores, pero eso no los evita ahora, ¿cierto?—la mujer rió—. Y recordemos lo que hizo la cantante Wendy Withmore días atrás…—mostraron el video en que lo besa.-¿Estará el joven Styles en sus andanzas?-Alcancé el control remoto y apagué el televisor. Tomé mi blusa del suelo y caminé hacia la habitación.
—¡Alex!—llamó Harry desde afuera, golpeando la puerta.
—Perra…—solo pude murmurar, para cerrar con seguro y quitarme la ropa para entrar a la ducha.
Amelia
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
degdsdd no tengo palabras que decir ><. ..
siguela pronto:) AMO tu novela;D
siguela pronto:) AMO tu novela;D
Valeria.
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
Capítulo 14. Mensajes
Unos dos minutos después, Harry se había cansado de tocar, y yo proseguí con mi ducha. No tenía por qué enojarme con él.
¿Por qué tenías que tener ese efecto en las mujeres Styles? ¡Maldita sea!
A pesar de él no tener la culpa, no podía evitar enojarme, ¿será que no estábamos destinados a estar juntos y felices y vivir una relación de dos? No de tres ni de cuatro, ni de cinco si se le sumaba Mia, ¡de dos!
Salí de la ducha y rodeé mi cuerpo con una toalla blanca. Salí del baño y me encontré con un Harry sin camiseta sentado al borde de la cama, con los codos apoyados en sus muslos. Escondía su rostro entre sus manos. Me senté a su lado, mas él no cambió de posición.
Vi la cadena de cuero de color negro que pendía de su cuello. De esta colgaba una medalla de color azul claro que tenía su nombre grabado detrás.
—Es la que te dio Anne hace más de dos años—murmuré más para mí misma. Solté la medalla, la cual había sostenido en mi mano y acaricié sus rizos, bajando por su cuello y luego acariciando su espalda.
—¿Por qué estás enojada conmigo? Te juro que todo eso es mentira—quitó sus manos de su rostro, pero siguió mirando al suelo.
—Lo sé, te creo—apoyé mi cabeza en su hombro.—Es sólo que me cansé de hacerme la fuerte y tratar de ignorar todo lo que dicen. Es difícil…
—Pero sabes que no hay de otra, tienes que acostumbrarte a lo que digan de mí…—esta vez me miró.
—Será eso…—suspiré, pasando la mano por mi cabello, que estaba envuelto en un moño improvisado que había hecho al ducharme.
—No te enojes conmigo de nuevo—dijo dejando un beso en mi hombro desnudo.
—Lo siento Hazza—le sonreí de lado y le acaricié suavemente la mejilla. El inclinó su rostro hacia mi tacto, cerrando los ojos, corrió un poco el rostro y dejó otro beso en la palma de mi mano.—Lo siento—repetí, dejando un corto beso en sus labios.
—Vuelvo ahora—dijo besando mi frente y metiéndose al baño.
¿Por qué tenías que ser tan perfecto Styles?
Cuando me desperté Harry ya no se encontraba, había salido temprano a su apartamento para luego ir al estudio, cosa que también tenía que hacer. Sentía dolor en el abdomen y en la baja espalda.
Demonios, Andrés, ¿tenías que venir ahora?
Hice toda la rutina matutina y pronto estuve lista. Eso sí, con un dolor y una molestia horrible. Me había puestos unos pantalones ajustados de color negro, un suéter de color crema y unas botas cortas de color marrón. Me puse una bufanda que tenía tonalidades en color beige y salmón. Recogí mi cabello en un moño medio desarreglado y tomé mi bolso y mi teléfono.
Dentro del auto me puse mis gafas y salí rumbo al estudio, sintiendo el típico dolor que sufría un par de días al mes.
—Hola—saludé al equipo de música y a Trent, uno de los productores.
—¿Lista para la acción?—dijo dando una vuelta en su silla de cuero negra, quedando frente a todos los botones y la pantalla de su computadora.
—Algo así—sonreí a medias. Entré en la cabina y me puse manos a la obra.
Habían pasado dos días de fuerte trabajo en el estudio y sin ver ni a los chicos, ni a Eleanor, ni a Harry. Zayn, mi moreno amigo, que había estado probando su suerte durante las últimas semanas, parece que había encontrado a su chica. No como aquella con la que salía en esos tiempos cuando Hazza y yo nos reencontramos en el concierto en Canadá, esa vez no fue tan serio. No se había confirmado nada, pero a él le gustaba ella. Con respecto a Liam, no había mucho de qué hablar. Desde lo de Danielle, no ha vuelto a tener una relación muy duradera. Y Niall… él disfrutaba de su soltería, y parecía no querer dejar de serlo por el momento.
Al fin había llegado a mi casa luego de un arduo día en el estudio. Reprimí un gemido de molestia al sentir aquella sensación en mi espalda baja. Odiaba estos días de los meses, emocionalmente estaba peor que una mujer embarazada, un rato estaba contenta, otro quería llorar por nada y en otro momento estaba gruñona. Y ahora no estaba de ánimos para nada. Fui directo a mi habitación y dejé allí mi bolso. No me dediqué a mirar nada, tan solo me quité las sandalias mientras tomaba una toalla y caminaba hacia el baño. Hice la normal rutina y luego me puse un pantalón largo y una blusa simple de tirantes de color blanca. Salí sintiendo como mis ojos se cerraban. Me paré en seco al ver a alguien acostado en mi cama. A pesar de la oscuridad, supe que era él. Estaba acostado boca abajo y con sus brazos debajo de la almohada. La sábana lo cubría hasta la cadera, dejando su espalda blanquecina a la vista.
Me acosté a su lado y acaricié su mejilla suavemente, cosa que hizo que se despertara.
—Hermosa, te estaba esperando—dijo medio levantándose, quedando apoyado en su codo.—Supongo que me quedé dormido—se frotó los ojos.
—Vuelve a dormir. Estoy horriblemente adolorida y cansada—dejé un beso en su frente para luego acostarme sobre mi costado, dándole la cara.
Sentí su mano recorrer mi espalda suavemente mientras me miraba con una sonrisa de lado.
—No Harry—hice un mohín, cubriendo mi rostro con mis manos.
—¿Por qué?—hizo un puchero.
—Llegó Andrés, así que tienes que esperar.
—¿Qué Andrés?—me miró raro.
—No comiences—dije cerrando los ojos para dormir.
—¿De qué Andrés me hablas?—me quitó las manos de la cara.
—Yo ya te había explicado acerca del tema Hazza.
—¿De qué Andrés me hablas?—repitió más lento.
—¡Mi periodo!—grité frustrada, sintiendo una molestia de nuevo.
—Oh—me soltó, sonrojado. Sonreí de lado y cerré los ojos mientras conciliaba el sueño.
—¿Escuchaste?—preguntó Harry mirando su celular mientras mordía una tostada.
—¿Qué cosa?—me acerqué a él ya de buen humor. Andrés se había ido y ya me sentía como nueva.
—Wendy tal parece que sale con Stefan—casi me atraganto con mi tostada.
—No me digas—lo miré con los ojos abiertos.
—¿Qué sucede? Creí que estarías feliz de que no me persiguiera más.
—No es eso… es que, pobre Stefan. Es tan buena persona, él no ha herido a nadie—hice una leve mueca. Aunque sí me alegraba que por fin dejara a Harry en paz. Harry me atrajo por la cintura.
—Bésame—murmuró con un puchero—. Hace como tres días que no lo haces.
Tomé su rostro entre mis manos y lo besé como no lo había hecho durante estos últimos días. Con necesidad, con amor, ternura, desesperación, amor. Y aquel baile entre nuestros labios me hacía sentir cosquillas por todo el cuerpo, enviando corrientes eléctricas por mi columna vertebral. Mis dedos se enredaban en los cabellos de su nuca, dándole suaves caricias que sabía que disfrutaba. Una de sus manos estaba entre mi rostro y mi cuello y la otra en mi cintura. Nos separamos cuando el aire nos hizo falta.
—¿Mejor?—dije con la respiración agitada.
—Mucho—dijo dándome un casto beso en los labios—. Iré a Cheshire este jueves—mencionó mientras enjuagaba una taza en la que había bebido chocolate caliente.
—¿Ah sí?
—Quiero ver a mamá.
—Yo también quiero ver a Anne. ¿Cuándo volverás?—pregunté.
—El sábado.
—Tengo demasiado que hacer—me froté los ojos, frustrada.—Pero, iré el viernes en la tarde y regreso contigo el sábado. Ya la quiero ver.
—No me gusta que viajes sola, lo sabes—dejó un beso en mi cuello.
—Fácil, voy con alguno de los chicos y ya—me encogí de hombros.
—Está bien—sonrió de lado.
—Me voy, he quedado con Stefan—Harry levantó las cejas—, y con Amy—rodé los ojos y dejé un beso en sus labios y salí disparada de allí.
—¡Alex, tu teléfono!—le grité, pero ya se había ido. Me encogí de hombros y me fui a vestir. Media hora después iba saliendo del apartamento de mi hermosa princesa. Por algún motivo, guardé su teléfono en el bolsillo de mis jeans y tomé las llaves de mi auto.
—¿Estás donde Alex?—preguntó Louis cuando me llamó.
—Justamente estoy frente al estudio.
—Ah, era para eso…—colgó la llamada.
Las horas pasaron rápidamente mientras nos divertíamos cantando. Nos dieron un breve receso de unos minutos. Me senté en uno de los sofás de cuero negro. A mi lado se sentó Louis.
Mi teléfono vibró. Había recibido un mensaje, extrañado, lo abrí.
“Wow, parece que no tenemos suerte. Es foto ya está en toda internet—Wendy.”
La foto adjunta mostraba a Alex, saliendo de un café con Stefan, y parecían estar dándose un beso. Algo vibró en mi bolsillo, y recordé que llevaba el teléfono de Alexa conmigo. Lo saqué. También era un mensaje.
“Por suerte Amy no pudo ir, creo que la pasamos mejor tú y yo. Estoy de acuerdo contigo en no decirle nada a tu novio por el momento. Espero que nos volvamos a ver pronto. Te quiere, Stef”.
¿Qué demonios significaba eso?
Guardé los dos teléfonos y me recompuse, no quería preguntas por el momento.
—¿Listos para volver?—preguntó Liam ya dentro de la cabina.
—¿Harry?—preguntó Louis levantándose.
—Sí, vamos…
Resulta que Amy no había podido ir al desayuno que teníamos, quedando entonces, Stefan y yo. Me contó que tenía papel para una película de acción y lo felicité. Hablamos de todo lo que habíamos hecho mientras no estábamos en contacto. En ningún momento salió a flote el tema con la bicha esa, yo no quería entrometerme en su vida.
Aparte de que andaba nerviosa porque existía la posibilidad de que mi celular estuviera perdido. No estaba por ningún lado.
—Yo ya me tengo que ir al estudio—dije levantándome.
—Vamos, te acompaño afuera—me sonrió, mientras tomamos nuestros cafés.
—Fue bueno hablar contigo de nuevo, te llamaré luego—claro, cuando encuentre mi teléfono.
—Claro—sonrió. Me acerqué para despedirme con un beso en la mejilla, y de repente, fuimos rodeados de fotógrafos. El saludó nuevamente con la mano y se alejó hacia su auto. Arranqué rápidamente, alejándome lo más que podía de aquellos paparazis.
La locura rodeaba a Stefan Watson, que trataba de librarse de los periodistas que lo atiborraban con preguntas relacionadas con Alex. Uno de los tipos de seguridad del local los ahuyentó, cosa que Stefan le agradeció minutos después. Alguien tocó su hombro, haciendo que se girara.
—¡Stefan! Que gusto encontrarte aquí—dijo ella con una sonrisa.
—Hey, ¿cómo andas?
—Yo bien, ya sabes, de un lado a otro y eso—se encogió de hombros. Corrían rumores de que salían juntos, por el hecho de haber ido a cenar, y eso, que ni siquiera estaban solos.
—Sí, es duro.
—Por cierto… ¿sabes si Alex tenía su teléfono? La he estado llamando.
—Ella cree haberlo perdido. Conociéndola, lo más seguro se lo ha dejado en su casa—rió el muchacho pasándose la mano por los cabellos.
—Necesito comunicarme con ella, y me he quedado sin baterías. ¿Me prestas tu teléfono?
—Claro—se lo tendió y entró al auto, sin cerrar la puerta, mientras encendía la radio.
Ella se alejó un poco y busco en la agenda del teléfono del chico, esperando a que la tuviera grabada. Miró hacia atrás y se dio cuenta de que Stef no la mirara. Sacó su celular y envió un mensaje a un número que conocía a la perfección. Instantes después lo volvió a guardar. Volvió a tomar el teléfono del chico y envió un mensaje, sonriendo con maldad.
Fue hacia la opción de mensajes enviados y borró el que había enviado hace unos segundos, así no se sabría nada.
—Muchas gracias, eres un amor—ella le besó la mejilla—. ¿Por qué no salimos esta noche? Por ahí…
—Eh… claro—sonrió él de lado.
—Luego te llamaré—ella se alejó, despidiéndose con la mano. Caminó hacia su auto y se subió, sonriendo victoriosa—. Alex… te he dicho que no se puede jugar con lo que es mío—ella murmuró, pareciéndole divertido lo que había hecho.
Unos dos minutos después, Harry se había cansado de tocar, y yo proseguí con mi ducha. No tenía por qué enojarme con él.
¿Por qué tenías que tener ese efecto en las mujeres Styles? ¡Maldita sea!
A pesar de él no tener la culpa, no podía evitar enojarme, ¿será que no estábamos destinados a estar juntos y felices y vivir una relación de dos? No de tres ni de cuatro, ni de cinco si se le sumaba Mia, ¡de dos!
Salí de la ducha y rodeé mi cuerpo con una toalla blanca. Salí del baño y me encontré con un Harry sin camiseta sentado al borde de la cama, con los codos apoyados en sus muslos. Escondía su rostro entre sus manos. Me senté a su lado, mas él no cambió de posición.
Vi la cadena de cuero de color negro que pendía de su cuello. De esta colgaba una medalla de color azul claro que tenía su nombre grabado detrás.
—Es la que te dio Anne hace más de dos años—murmuré más para mí misma. Solté la medalla, la cual había sostenido en mi mano y acaricié sus rizos, bajando por su cuello y luego acariciando su espalda.
—¿Por qué estás enojada conmigo? Te juro que todo eso es mentira—quitó sus manos de su rostro, pero siguió mirando al suelo.
—Lo sé, te creo—apoyé mi cabeza en su hombro.—Es sólo que me cansé de hacerme la fuerte y tratar de ignorar todo lo que dicen. Es difícil…
—Pero sabes que no hay de otra, tienes que acostumbrarte a lo que digan de mí…—esta vez me miró.
—Será eso…—suspiré, pasando la mano por mi cabello, que estaba envuelto en un moño improvisado que había hecho al ducharme.
—No te enojes conmigo de nuevo—dijo dejando un beso en mi hombro desnudo.
—Lo siento Hazza—le sonreí de lado y le acaricié suavemente la mejilla. El inclinó su rostro hacia mi tacto, cerrando los ojos, corrió un poco el rostro y dejó otro beso en la palma de mi mano.—Lo siento—repetí, dejando un corto beso en sus labios.
—Vuelvo ahora—dijo besando mi frente y metiéndose al baño.
¿Por qué tenías que ser tan perfecto Styles?
Cuando me desperté Harry ya no se encontraba, había salido temprano a su apartamento para luego ir al estudio, cosa que también tenía que hacer. Sentía dolor en el abdomen y en la baja espalda.
Demonios, Andrés, ¿tenías que venir ahora?
Hice toda la rutina matutina y pronto estuve lista. Eso sí, con un dolor y una molestia horrible. Me había puestos unos pantalones ajustados de color negro, un suéter de color crema y unas botas cortas de color marrón. Me puse una bufanda que tenía tonalidades en color beige y salmón. Recogí mi cabello en un moño medio desarreglado y tomé mi bolso y mi teléfono.
Dentro del auto me puse mis gafas y salí rumbo al estudio, sintiendo el típico dolor que sufría un par de días al mes.
—Hola—saludé al equipo de música y a Trent, uno de los productores.
—¿Lista para la acción?—dijo dando una vuelta en su silla de cuero negra, quedando frente a todos los botones y la pantalla de su computadora.
—Algo así—sonreí a medias. Entré en la cabina y me puse manos a la obra.
Habían pasado dos días de fuerte trabajo en el estudio y sin ver ni a los chicos, ni a Eleanor, ni a Harry. Zayn, mi moreno amigo, que había estado probando su suerte durante las últimas semanas, parece que había encontrado a su chica. No como aquella con la que salía en esos tiempos cuando Hazza y yo nos reencontramos en el concierto en Canadá, esa vez no fue tan serio. No se había confirmado nada, pero a él le gustaba ella. Con respecto a Liam, no había mucho de qué hablar. Desde lo de Danielle, no ha vuelto a tener una relación muy duradera. Y Niall… él disfrutaba de su soltería, y parecía no querer dejar de serlo por el momento.
Al fin había llegado a mi casa luego de un arduo día en el estudio. Reprimí un gemido de molestia al sentir aquella sensación en mi espalda baja. Odiaba estos días de los meses, emocionalmente estaba peor que una mujer embarazada, un rato estaba contenta, otro quería llorar por nada y en otro momento estaba gruñona. Y ahora no estaba de ánimos para nada. Fui directo a mi habitación y dejé allí mi bolso. No me dediqué a mirar nada, tan solo me quité las sandalias mientras tomaba una toalla y caminaba hacia el baño. Hice la normal rutina y luego me puse un pantalón largo y una blusa simple de tirantes de color blanca. Salí sintiendo como mis ojos se cerraban. Me paré en seco al ver a alguien acostado en mi cama. A pesar de la oscuridad, supe que era él. Estaba acostado boca abajo y con sus brazos debajo de la almohada. La sábana lo cubría hasta la cadera, dejando su espalda blanquecina a la vista.
Me acosté a su lado y acaricié su mejilla suavemente, cosa que hizo que se despertara.
—Hermosa, te estaba esperando—dijo medio levantándose, quedando apoyado en su codo.—Supongo que me quedé dormido—se frotó los ojos.
—Vuelve a dormir. Estoy horriblemente adolorida y cansada—dejé un beso en su frente para luego acostarme sobre mi costado, dándole la cara.
Sentí su mano recorrer mi espalda suavemente mientras me miraba con una sonrisa de lado.
—No Harry—hice un mohín, cubriendo mi rostro con mis manos.
—¿Por qué?—hizo un puchero.
—Llegó Andrés, así que tienes que esperar.
—¿Qué Andrés?—me miró raro.
—No comiences—dije cerrando los ojos para dormir.
—¿De qué Andrés me hablas?—me quitó las manos de la cara.
—Yo ya te había explicado acerca del tema Hazza.
—¿De qué Andrés me hablas?—repitió más lento.
—¡Mi periodo!—grité frustrada, sintiendo una molestia de nuevo.
—Oh—me soltó, sonrojado. Sonreí de lado y cerré los ojos mientras conciliaba el sueño.
—¿Escuchaste?—preguntó Harry mirando su celular mientras mordía una tostada.
—¿Qué cosa?—me acerqué a él ya de buen humor. Andrés se había ido y ya me sentía como nueva.
—Wendy tal parece que sale con Stefan—casi me atraganto con mi tostada.
—No me digas—lo miré con los ojos abiertos.
—¿Qué sucede? Creí que estarías feliz de que no me persiguiera más.
—No es eso… es que, pobre Stefan. Es tan buena persona, él no ha herido a nadie—hice una leve mueca. Aunque sí me alegraba que por fin dejara a Harry en paz. Harry me atrajo por la cintura.
—Bésame—murmuró con un puchero—. Hace como tres días que no lo haces.
Tomé su rostro entre mis manos y lo besé como no lo había hecho durante estos últimos días. Con necesidad, con amor, ternura, desesperación, amor. Y aquel baile entre nuestros labios me hacía sentir cosquillas por todo el cuerpo, enviando corrientes eléctricas por mi columna vertebral. Mis dedos se enredaban en los cabellos de su nuca, dándole suaves caricias que sabía que disfrutaba. Una de sus manos estaba entre mi rostro y mi cuello y la otra en mi cintura. Nos separamos cuando el aire nos hizo falta.
—¿Mejor?—dije con la respiración agitada.
—Mucho—dijo dándome un casto beso en los labios—. Iré a Cheshire este jueves—mencionó mientras enjuagaba una taza en la que había bebido chocolate caliente.
—¿Ah sí?
—Quiero ver a mamá.
—Yo también quiero ver a Anne. ¿Cuándo volverás?—pregunté.
—El sábado.
—Tengo demasiado que hacer—me froté los ojos, frustrada.—Pero, iré el viernes en la tarde y regreso contigo el sábado. Ya la quiero ver.
—No me gusta que viajes sola, lo sabes—dejó un beso en mi cuello.
—Fácil, voy con alguno de los chicos y ya—me encogí de hombros.
—Está bien—sonrió de lado.
—Me voy, he quedado con Stefan—Harry levantó las cejas—, y con Amy—rodé los ojos y dejé un beso en sus labios y salí disparada de allí.
—¡Alex, tu teléfono!—le grité, pero ya se había ido. Me encogí de hombros y me fui a vestir. Media hora después iba saliendo del apartamento de mi hermosa princesa. Por algún motivo, guardé su teléfono en el bolsillo de mis jeans y tomé las llaves de mi auto.
—¿Estás donde Alex?—preguntó Louis cuando me llamó.
—Justamente estoy frente al estudio.
—Ah, era para eso…—colgó la llamada.
Las horas pasaron rápidamente mientras nos divertíamos cantando. Nos dieron un breve receso de unos minutos. Me senté en uno de los sofás de cuero negro. A mi lado se sentó Louis.
Mi teléfono vibró. Había recibido un mensaje, extrañado, lo abrí.
“Wow, parece que no tenemos suerte. Es foto ya está en toda internet—Wendy.”
La foto adjunta mostraba a Alex, saliendo de un café con Stefan, y parecían estar dándose un beso. Algo vibró en mi bolsillo, y recordé que llevaba el teléfono de Alexa conmigo. Lo saqué. También era un mensaje.
“Por suerte Amy no pudo ir, creo que la pasamos mejor tú y yo. Estoy de acuerdo contigo en no decirle nada a tu novio por el momento. Espero que nos volvamos a ver pronto. Te quiere, Stef”.
¿Qué demonios significaba eso?
Guardé los dos teléfonos y me recompuse, no quería preguntas por el momento.
—¿Listos para volver?—preguntó Liam ya dentro de la cabina.
—¿Harry?—preguntó Louis levantándose.
—Sí, vamos…
Resulta que Amy no había podido ir al desayuno que teníamos, quedando entonces, Stefan y yo. Me contó que tenía papel para una película de acción y lo felicité. Hablamos de todo lo que habíamos hecho mientras no estábamos en contacto. En ningún momento salió a flote el tema con la bicha esa, yo no quería entrometerme en su vida.
Aparte de que andaba nerviosa porque existía la posibilidad de que mi celular estuviera perdido. No estaba por ningún lado.
—Yo ya me tengo que ir al estudio—dije levantándome.
—Vamos, te acompaño afuera—me sonrió, mientras tomamos nuestros cafés.
—Fue bueno hablar contigo de nuevo, te llamaré luego—claro, cuando encuentre mi teléfono.
—Claro—sonrió. Me acerqué para despedirme con un beso en la mejilla, y de repente, fuimos rodeados de fotógrafos. El saludó nuevamente con la mano y se alejó hacia su auto. Arranqué rápidamente, alejándome lo más que podía de aquellos paparazis.
La locura rodeaba a Stefan Watson, que trataba de librarse de los periodistas que lo atiborraban con preguntas relacionadas con Alex. Uno de los tipos de seguridad del local los ahuyentó, cosa que Stefan le agradeció minutos después. Alguien tocó su hombro, haciendo que se girara.
—¡Stefan! Que gusto encontrarte aquí—dijo ella con una sonrisa.
—Hey, ¿cómo andas?
—Yo bien, ya sabes, de un lado a otro y eso—se encogió de hombros. Corrían rumores de que salían juntos, por el hecho de haber ido a cenar, y eso, que ni siquiera estaban solos.
—Sí, es duro.
—Por cierto… ¿sabes si Alex tenía su teléfono? La he estado llamando.
—Ella cree haberlo perdido. Conociéndola, lo más seguro se lo ha dejado en su casa—rió el muchacho pasándose la mano por los cabellos.
—Necesito comunicarme con ella, y me he quedado sin baterías. ¿Me prestas tu teléfono?
—Claro—se lo tendió y entró al auto, sin cerrar la puerta, mientras encendía la radio.
Ella se alejó un poco y busco en la agenda del teléfono del chico, esperando a que la tuviera grabada. Miró hacia atrás y se dio cuenta de que Stef no la mirara. Sacó su celular y envió un mensaje a un número que conocía a la perfección. Instantes después lo volvió a guardar. Volvió a tomar el teléfono del chico y envió un mensaje, sonriendo con maldad.
Fue hacia la opción de mensajes enviados y borró el que había enviado hace unos segundos, así no se sabría nada.
—Muchas gracias, eres un amor—ella le besó la mejilla—. ¿Por qué no salimos esta noche? Por ahí…
—Eh… claro—sonrió él de lado.
—Luego te llamaré—ella se alejó, despidiéndose con la mano. Caminó hacia su auto y se subió, sonriendo victoriosa—. Alex… te he dicho que no se puede jugar con lo que es mío—ella murmuró, pareciéndole divertido lo que había hecho.
Amelia
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
Omg ... WAIT? quien es .. es Wendy? Mia? Emily? D: realmente me revolvi, pero ... aggg porque no pueden dejar a la pobre de Alex ser feliz con el sensual de Harry?
Okpsya. Siguela pronto *-*
Okpsya. Siguela pronto *-*
Valeria.
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
Capítulo 15. ¿Nietos?
Había salido más temprano del estudio y ahora me dirigía donde los chicos. Me había comunicado con Louis y me había dicho que Harry sí tenía mi teléfono, y que pasara a saludarlos, ya que hace días que no lo hacía. Estaba muy ansiosa por ver a Harry, y porque al fin tenía noticias de Melanie. Ella estaba de viaje de intercambio en España, y llegaba hoy. Pronto estuve cruzando las puertas de la entrada y unos dos minutos luego, tocando la puerta de madera donde los chicos estarías grabando, o para estas horas, haciendo locuras.
—¡Alex!—Louis se abalanzó sobre mí, apretujándome.
—Hola Louis—dije empujándolo para poder respirar—. Hola chicos—los saludé con un beso en la mejilla.—¿Dónde está Ha…? Trabajando duro, ¿eh?—dije sarcástica al ver que él estaba en el sillón acostado, tenía los brazos cruzados y dormitaba, a pesar del ruido.
—Ni que lo digas. Por cierto, ha estado muy raro hoy.
—¿Ah sí?—fruncí el ceño.
—Maldición Niall, te dije que no me molestaras—dijo Zayn—, ahora corre por tu vida duende—el moreno corrió fuera de la habitación persiguiendo a Niall. Desaparecieron por el pasillo.
—Parecen niños—Liam rodó los ojos y salió a controlar la situación.
—¿Qué pasa con Hazza?—pregunté acercándome al sofá junto a Louis. Me puse de cuclillas frente a Harry, que aún seguía durmiendo.
—No sé, no habló mucho.
—Harry, amor, despierta—susurré en su oído, él se removió, pero no respondió. Algo sonaba en su bolsillo. Era mi teléfono, lo saqué.—Melanie amor—dije sonriendo.
—Ya llegué.
—¿Me das unos minutos?
—Descuida, ya estoy en un taxi de camino a tu apartamento, mamá no está en casa.
—Que desesperada, creí que habíamos acordado que yo te pasaría a buscar.
—No te preocupes.
—Bueno, pídele al portero una llave, él sabrá quién eres.
—Ok, te veo al rato.
—Besos—colgué la llamada y luego vi que tenía un mensaje nuevo, a pesar de que ya había sido leído.
“Por suerte Amy no pudo ir, creo que la pasamos mejor tú y yo. Estoy de acuerdo contigo en no decirle nada a tu novio por el momento. Espero que nos volvamos a ver pronto. Te quiere, Stef”.
—¿Qué demonios es esto?—pregunté.
—¿Qué pasa?—Louis preguntó.
—Míralo por ti mismo—le pasé el celular a Louis. Harry tenía su teléfono sobre su estómago, lo tomé y lo desbloqueé, y vi la foto que había estado viendo antes de dormirse. Era mía y de Stefan, y parecía como si nos estuviéramos besando y el mensaje que Wendy había dejado—así que es por esto—le pasé el teléfono a Louis y él examinó la foto.
—Dios…—el me regresó los dos teléfonos y suspiró. Su teléfono sonó—. Vuelvo ahora, es Eleanor.
Louis salió y Harry seguía sin despertar. Lo removí y vi que él tensaba la mandíbula, supe que estaba despierto. Me senté en la orilla que había libre y me incliné, besando su mandíbula.
—No me digas que estás enojado conmigo—dije cerca de su rostro. El no respondió, ni abrió los ojos.—No seas berrinchudo y háblame, que bastante grandecito que estás. Sabes muy bien que no me atrevería a besar a Stefan de verdad—sin moverse.—¿Qué hago para que abras esos hermosos ojos verdes?—sonreí maléficamente, sabiendo algo que sí funcionaría. Pasé mi mano por su cuello y bajé por su pecho, y seguí por su cadera hasta que mi mano se encontraba en el inicio de sus pantalones, lo escuché tragar saliva y justo antes de que mi mano tocara aquella parte sensible, él tomó mi mano y abrió los ojos.—Hasta que al fin abres los ojos—me crucé de brazos y levanté las cejas.
—¿Qué pasó exactamente esta mañana?
—No confías en mí—murmuré parándome del sofá.
—No confiaste en mí cuando viste la noticia esa que decía que yo estaba en mis “andanzas”—hizo las comillas con sus dedos cuando quedó sentado.
—Entonces ahora nos restregamos las cosas en la cara Harry—dije dolida, sin levantar la voz.
—Dime qué pasó exactamente—su mirada fue casi de súplica. Caminé un poco, fijándome en uno de los cuadros allí colgados. Me apoyé en la pared y Harry se paró, quedando a unos pasos de mí. Le entregué su teléfono, que todavía tenía en mi mano. El lo tomó y lo guardó en su bolsillo.
—Es cierto que Amy no se presentó al desayuno, así que Stefan y yo desayunamos solos. Solamente hablamos Harry. Y lo de la foto, me estaba despidiendo y le iba a dar un beso en la mejilla y muchas cámaras nos rodearon. Obviamente fue capturada en un ángulo muy comprometedor. Piénsalo de esta manera. Si yo te hubiera querido engañar, ¿lo hubiera hecho en un lugar tan público? ¿En medio de la calle?—Harry miró al suelo y se acercó a mí y descansó su frente en mi hombro, aún con sus brazos cruzados. Una de mis manos acarició su nuca y la otra su espalda. Enredé mis dedos entre sus cabellos.
—¿Qué hice para merecerte? ¿Cómo es que me soportas?—murmuró contra mi cuello.
—Te amo hermoso—tomé su rostro entre mis manos y lo miré a los ojos—. Wendy solo quiere arruinar esto que tenemos. Yo no quiero que se vaya a destruir por ella…
—Eso no va a pasar—pegó su cuerpo al mío y juntó nuestras frentes—. Te amo hermosa—sonrió de lado y me besó. Mis dedos se enredaron en sus rizos mientras las suyas me sujetaban firmemente por la cintura, infiltrando sus manos por debajo de mi ropa y rozando mi piel.
—Por Dios, no vayan a tener sexo aquí mismo.
—Malditos entrometidos—Harry murmuró contra mi cuello.—Gracias por arruinar el momento, Lou.
—Vayan a hacer sus cosas lejos, par de pervertidos—dijo como si estuviera indignado.
—Sí, eso es justo lo que vamos a hacer—Harry tomó su chaqueta y me tomó de la mano y prácticamente me arrastraba.—Toma—le dio las laves de su auto a Louis y salimos de allí.
Nos demoramos un poco por las fans que nos encontramos cuando salimos, quince minutos después estuvimos de camino a mi apartamento.
—Y dime, ¿cómo van con las nuevas canciones?
—Bien, realmente. Estoy ansioso porque las fans las escuchen.
—Amarán las nuevas canciones, estoy segura—dije sonriendo.
—¿Y tú cómo vas?
—Trabajando duro. Ya hay dos canciones listas. Y estoy emocionada porque salga el primer sencillo, creo que moriré.
—Siempre es así la primera vez—sonrió de lado.
—Hasta tenemos planes para los videos y todo…
—Mientras no salgas con ropa sexy, por mí está perfecto—me cortó.
—Si supieras lo que tenemos planeado. Firmamos contrato con Victoria’s Secret y todo. Nos darán hermosa lencería y así le daremos promoción—dije sin mirarlo.
—¿Qué?—se alteró.
—Es broma—reí.
—¿Tenías que ser actriz?—preguntó mirándome con ojos entrecerrados. Me encogí de hombros.
Unos minutos después estuvimos subiendo por el ascensor, solos y con nuestros labios unidos, sin dejar un espacio entre nosotros.
—Nos van a ver los vecinos—dije entre el beso mientras tropezaba ya que caminaba de espaldas y pegada a él.
—¿Qué importa?—me agarró por el trasero y me levantó, haciendo que mis piernas se enredaran en su cadera. Abrió la puerta de mi departamento y entramos, él la cerró con una patada. El se sentó en el mueble y yo quedé encima de él, sentada a horcajadas sobre su cadera.
—Wow… ya van dos veces en menos de una hora…—por la sorpresa nos separamos abruptamente y caí del sofá, estampándome estrepitosamente contra el suelo de madera.
—Maldición—cerré los ojos fuertemente.
—¿Qué hacen ustedes aquí?—preguntó Harry sentándose y tendiéndome la mano.
—Pues, a alguien se le olvidó decirnos que Melanie volvía. Ella nos llamó para cenar todos como la hermosa familia que somos—dijo Louis con cara soñadora.
—¡Alex!—Melanie gritó tan pronto nos vio.
—Estás hermosa—la abracé fuertemente. Su cabello estaba más corto y más ondulado. Llevaba unos jeans ajustados y una blusa de color rosa strapless, encima un cárdigan de color crema al igual que sus zapatos.—¿Cómo te fue en España?
—Espectacular—dijo haciendo un acento español.—Veo que tú estás más que bien—dijo alzando las cejas.
—Cállate Mel… ¿En qué te ayudo?
—Ven, vamos a la cocina, tenemos mucho de qué hablar.
Abrí los ojos cuando los rayos del sol me molestaban. Me los froté suavemente y me removí debajo de las sábanas. Abrí los ojos completamente, encontrándome con Harry recostado sobre su costado, apoyado sobre su codo. El me miraba con media sonrisa, y me di cuenta de que ya traía unos jeans y un suéter que se arremangó hasta los codos de color gris.
—¿Ya te vas?—pregunté haciendo un puchero.
—Sí hermosa, estaba esperando a despedirme de ti.
—¿Y no pudiste despertarme?—me paré de la cama y me acerqué a él.
—Estabas demasiado hermosa durmiendo—sentí mis piernas temblar.
—Trataré de ir mañana lo más temprano que pueda—me acerqué y dejé un pequeño beso en sus labios.
—Habla con Liam, o con Louis, ¿ok? No quiero que vayas sola.
—Sí mamá—dije burlona. El sonrió de lado y presionó sus labios contra los míos. Luego se separó y me abrazó fuertemente. Dejó un beso en mi frente y salió por la puerta. Suspiré.
—Adiós Hazza, cuídate—escuché que Mel se despedía. Luego entró en mi habitación y me sonrió mientras se sentaba en la cama.
—¿Volverás a casa hoy?
—Quisiera quedarme aquí, ¿Sabes que amo tu departamento?—se recostó en la cama.
—Cuando quieras—me senté a su lado.
—Pero volveré, mamá vuelve hoy de su viaje y quiero estar con ella antes de comenzar a trabajar.
—Está bien. Iré a cambiarme, tengo que ir al estudio y luego ver si me voy con Louis a Cheshire.
—Está bien—ella me abrazó fuertemente—. Te extrañé. Por cierto, ¿sabes quién está guapo?
—¿Quién?
—Niall—ella rió entre dientes.
—¿Y qué pasó con Lucas? Creí que seguían juntos.
—Me engañó—ella se encogió de hombros y luego se echó a reír.—Lo divertido era que yo lo sabía y jugué un poco con eso. Le pregunté y me mintió en la cara, pero eso ya no importa. Disfruto de mi soltería—ella levantó las cejas varias veces.
—Iré a vestirme—entré al baño y me di una ducha rápida. Fui a mi armario y me puse unos jeans ajustados con una camisa blanca con las mangas hasta los codos y unos tacones azul cielo, al igual que mi bolso. Me puse una chaqueta de cuero marrón y dejé mi cabello suelto. Melanie ya se había ido de la habitación y a lo mejor se estaba cambiando.
—¿Cuándo vienes? ¿Ya vienes? ¿Y ahora?
—Harry, estoy saliendo del estudio ahora. Solo ha sido un día…
—Sí, pero parece un año.
—Estaré allá pronto amor, te llamo cuando esté cerca, ¿ok?
—Está bien, te amo.
—Yo también—sonreí para mis adentros.
Guardé el teléfono en el bolsillo y busqué el bolso que había preparado esa mañana. Louis llegaría en cualquier momento así que no me cambié. Tenía unos shorts de color negro, con una blusa sin mangas de color beige. Encima un cárdigan de color crema y unos zapatos altos. Me senté un rato, ya que había estado en el estudio desde temprano y la cabeza me dolía un montón.
—¿Estás lista?—Lou asomó la cabeza.
—Hola Lou—lo abracé fuertemente y tomé el bolso que contenía mi ropa.
—Ven, dame eso—lo tomó y cerré con llave la puerta. Fuimos al estacionamiento y nos subimos a su auto.
—Gracias por ir conmigo, Hazza se pone medio paranoico con que maneje sola—dije negando con la cabeza una vez que arrancó el auto.
—No importa—sonrió de lado.
Louis había sido como el hermano que nunca había tenido. Pasamos el viaje entero hablando y riendo, y es que con Louis nunca faltaban temas de conversación.
—¿Y Eleanor?
—Se fue unos días con su familia a visitar unos parientes lejanos.
—La llamaré luego—me froté las sienes, sintiendo como si mi cabeza fuera a explotar.
—¿Estás bien?
—Sí, no importa. Debe ser falta de sueño.
Horas después, aparcamos en la casa donde Harry solía vivir antes de que toda esta locura de su fama comenzara. Estaba como siempre. Saqué el bolso y nos bajamos del auto.
—Louis cariño—Anne abrazó a su otro hijo fuertemente—. Estás enorme.
—O tú estás muy bajita—dijo sonriendo encantadoramente.
—Harry está en la ducha ahora. ¡Alex!
—Anne—nos abrazamos fuertemente.—Lamento no haber venido antes. Todo es una locura, y ya sabes.
—Sí, te entiendo. Pero pase, pasen. Louis se iba a quedar en la habitación de huéspedes y yo dejé mi bolso en la habitación de Harry. Se escuchaba el agua correr en el baño.
Fui a la cocina a ayudar a Anne con la cena. La vi revisando algo en el horno.
—Estoy preparando lasaña.
—Ya se me hace la boca agua—dije sonriendo.—¿Hacemos el postre?
—Claro, a esto no le falta mucho.
—¿Pastel de chocolate?—le sonreí recordando esos tiempos en los que hacíamos postres cuando Harry me traía a Cheshire.
—Perfecto—sacamos los ingredientes.—¿Sabes? Hasta a mí se me rompió el corazón cuando Harry… ya sabes.
—Sí…
—Wendy fue una linda chica. Ellos salían antes de que Harry hiciera su audición, y en ese entonces sí fue una linda chica. Pero ahora veo en las noticias y me preguntó dónde quedó. Ella es un claro ejemplo de que la fama cambia. Pero me sorprende más cómo tú sigues igual.
—Puede ser por la costumbre, ya sabes. Desde pequeña rodeada por cámaras por el trabajo de mi madre.
—Espero que Harry no cometa una estupidez de nuevo. De verdad, de todas las novias, eres la mejor.
—Gracias.
—No quiero indagar mucho en el tema, pero, ¿cómo lo tomaste?
—¿Qué cosa?
—Cuando… ya sabes, cuando terminaron.
—Creo que la culpa fue de los dos. Yo debí luchar. No lo hice porque me importaba más su felicidad sobre la mía, y me sentí mal por ser una opción, y que él dudara de nuestro amor. Y simplemente me alejé. Pero no pude estar con nadie más, lo intenté, pero siempre veía su cara y terminaba comparando a todos con Harry.
—Creo que se dio cuenta de que no era feliz demasiado tarde. Tardó dos años, es mucho. Pero por suerte ya están juntos de nuevo, no sabes lo mucho que me alegro.
—Sí, y espero que esta vez dure más—suspiré, mirando mis manos llena de chocolate.
—Yo también espero eso—unas manos me abrazaron desde atrás. Harry besó mi cuello y después recostó su mentón en mi hombro.—Te extrañé…
—Pero si llegaste apenas ayer…
—Pero igual te extrañé—toqué con mi dedo la punta de su nariz, dejando chocolate en su blanca piel.
—Límpiala, me acabo de duchar.
—Ay pobre niño—pasé otro dedo por su mejilla, dejando más chocolate.
—¡Mamá mira a Alex!—gritó como chiquillo.
—¿Qué hizo ella?—su madre acarició su rostro, embarrando su cara de chocolate.
—Dame un abrazo Alex—él abrió sus brazos y se acercó a mí.
—Aléjate Styles—me abrazó, restregando su mejilla contra la mía y dejando chocolate en mi cara.
Nos separamos un poco y él me besó allí mismo.
—Son hermosos, ¿cuánto vienen los nietos?
Había salido más temprano del estudio y ahora me dirigía donde los chicos. Me había comunicado con Louis y me había dicho que Harry sí tenía mi teléfono, y que pasara a saludarlos, ya que hace días que no lo hacía. Estaba muy ansiosa por ver a Harry, y porque al fin tenía noticias de Melanie. Ella estaba de viaje de intercambio en España, y llegaba hoy. Pronto estuve cruzando las puertas de la entrada y unos dos minutos luego, tocando la puerta de madera donde los chicos estarías grabando, o para estas horas, haciendo locuras.
—¡Alex!—Louis se abalanzó sobre mí, apretujándome.
—Hola Louis—dije empujándolo para poder respirar—. Hola chicos—los saludé con un beso en la mejilla.—¿Dónde está Ha…? Trabajando duro, ¿eh?—dije sarcástica al ver que él estaba en el sillón acostado, tenía los brazos cruzados y dormitaba, a pesar del ruido.
—Ni que lo digas. Por cierto, ha estado muy raro hoy.
—¿Ah sí?—fruncí el ceño.
—Maldición Niall, te dije que no me molestaras—dijo Zayn—, ahora corre por tu vida duende—el moreno corrió fuera de la habitación persiguiendo a Niall. Desaparecieron por el pasillo.
—Parecen niños—Liam rodó los ojos y salió a controlar la situación.
—¿Qué pasa con Hazza?—pregunté acercándome al sofá junto a Louis. Me puse de cuclillas frente a Harry, que aún seguía durmiendo.
—No sé, no habló mucho.
—Harry, amor, despierta—susurré en su oído, él se removió, pero no respondió. Algo sonaba en su bolsillo. Era mi teléfono, lo saqué.—Melanie amor—dije sonriendo.
—Ya llegué.
—¿Me das unos minutos?
—Descuida, ya estoy en un taxi de camino a tu apartamento, mamá no está en casa.
—Que desesperada, creí que habíamos acordado que yo te pasaría a buscar.
—No te preocupes.
—Bueno, pídele al portero una llave, él sabrá quién eres.
—Ok, te veo al rato.
—Besos—colgué la llamada y luego vi que tenía un mensaje nuevo, a pesar de que ya había sido leído.
“Por suerte Amy no pudo ir, creo que la pasamos mejor tú y yo. Estoy de acuerdo contigo en no decirle nada a tu novio por el momento. Espero que nos volvamos a ver pronto. Te quiere, Stef”.
—¿Qué demonios es esto?—pregunté.
—¿Qué pasa?—Louis preguntó.
—Míralo por ti mismo—le pasé el celular a Louis. Harry tenía su teléfono sobre su estómago, lo tomé y lo desbloqueé, y vi la foto que había estado viendo antes de dormirse. Era mía y de Stefan, y parecía como si nos estuviéramos besando y el mensaje que Wendy había dejado—así que es por esto—le pasé el teléfono a Louis y él examinó la foto.
—Dios…—el me regresó los dos teléfonos y suspiró. Su teléfono sonó—. Vuelvo ahora, es Eleanor.
Louis salió y Harry seguía sin despertar. Lo removí y vi que él tensaba la mandíbula, supe que estaba despierto. Me senté en la orilla que había libre y me incliné, besando su mandíbula.
—No me digas que estás enojado conmigo—dije cerca de su rostro. El no respondió, ni abrió los ojos.—No seas berrinchudo y háblame, que bastante grandecito que estás. Sabes muy bien que no me atrevería a besar a Stefan de verdad—sin moverse.—¿Qué hago para que abras esos hermosos ojos verdes?—sonreí maléficamente, sabiendo algo que sí funcionaría. Pasé mi mano por su cuello y bajé por su pecho, y seguí por su cadera hasta que mi mano se encontraba en el inicio de sus pantalones, lo escuché tragar saliva y justo antes de que mi mano tocara aquella parte sensible, él tomó mi mano y abrió los ojos.—Hasta que al fin abres los ojos—me crucé de brazos y levanté las cejas.
—¿Qué pasó exactamente esta mañana?
—No confías en mí—murmuré parándome del sofá.
—No confiaste en mí cuando viste la noticia esa que decía que yo estaba en mis “andanzas”—hizo las comillas con sus dedos cuando quedó sentado.
—Entonces ahora nos restregamos las cosas en la cara Harry—dije dolida, sin levantar la voz.
—Dime qué pasó exactamente—su mirada fue casi de súplica. Caminé un poco, fijándome en uno de los cuadros allí colgados. Me apoyé en la pared y Harry se paró, quedando a unos pasos de mí. Le entregué su teléfono, que todavía tenía en mi mano. El lo tomó y lo guardó en su bolsillo.
—Es cierto que Amy no se presentó al desayuno, así que Stefan y yo desayunamos solos. Solamente hablamos Harry. Y lo de la foto, me estaba despidiendo y le iba a dar un beso en la mejilla y muchas cámaras nos rodearon. Obviamente fue capturada en un ángulo muy comprometedor. Piénsalo de esta manera. Si yo te hubiera querido engañar, ¿lo hubiera hecho en un lugar tan público? ¿En medio de la calle?—Harry miró al suelo y se acercó a mí y descansó su frente en mi hombro, aún con sus brazos cruzados. Una de mis manos acarició su nuca y la otra su espalda. Enredé mis dedos entre sus cabellos.
—¿Qué hice para merecerte? ¿Cómo es que me soportas?—murmuró contra mi cuello.
—Te amo hermoso—tomé su rostro entre mis manos y lo miré a los ojos—. Wendy solo quiere arruinar esto que tenemos. Yo no quiero que se vaya a destruir por ella…
—Eso no va a pasar—pegó su cuerpo al mío y juntó nuestras frentes—. Te amo hermosa—sonrió de lado y me besó. Mis dedos se enredaron en sus rizos mientras las suyas me sujetaban firmemente por la cintura, infiltrando sus manos por debajo de mi ropa y rozando mi piel.
—Por Dios, no vayan a tener sexo aquí mismo.
—Malditos entrometidos—Harry murmuró contra mi cuello.—Gracias por arruinar el momento, Lou.
—Vayan a hacer sus cosas lejos, par de pervertidos—dijo como si estuviera indignado.
—Sí, eso es justo lo que vamos a hacer—Harry tomó su chaqueta y me tomó de la mano y prácticamente me arrastraba.—Toma—le dio las laves de su auto a Louis y salimos de allí.
Nos demoramos un poco por las fans que nos encontramos cuando salimos, quince minutos después estuvimos de camino a mi apartamento.
—Y dime, ¿cómo van con las nuevas canciones?
—Bien, realmente. Estoy ansioso porque las fans las escuchen.
—Amarán las nuevas canciones, estoy segura—dije sonriendo.
—¿Y tú cómo vas?
—Trabajando duro. Ya hay dos canciones listas. Y estoy emocionada porque salga el primer sencillo, creo que moriré.
—Siempre es así la primera vez—sonrió de lado.
—Hasta tenemos planes para los videos y todo…
—Mientras no salgas con ropa sexy, por mí está perfecto—me cortó.
—Si supieras lo que tenemos planeado. Firmamos contrato con Victoria’s Secret y todo. Nos darán hermosa lencería y así le daremos promoción—dije sin mirarlo.
—¿Qué?—se alteró.
—Es broma—reí.
—¿Tenías que ser actriz?—preguntó mirándome con ojos entrecerrados. Me encogí de hombros.
Unos minutos después estuvimos subiendo por el ascensor, solos y con nuestros labios unidos, sin dejar un espacio entre nosotros.
—Nos van a ver los vecinos—dije entre el beso mientras tropezaba ya que caminaba de espaldas y pegada a él.
—¿Qué importa?—me agarró por el trasero y me levantó, haciendo que mis piernas se enredaran en su cadera. Abrió la puerta de mi departamento y entramos, él la cerró con una patada. El se sentó en el mueble y yo quedé encima de él, sentada a horcajadas sobre su cadera.
—Wow… ya van dos veces en menos de una hora…—por la sorpresa nos separamos abruptamente y caí del sofá, estampándome estrepitosamente contra el suelo de madera.
—Maldición—cerré los ojos fuertemente.
—¿Qué hacen ustedes aquí?—preguntó Harry sentándose y tendiéndome la mano.
—Pues, a alguien se le olvidó decirnos que Melanie volvía. Ella nos llamó para cenar todos como la hermosa familia que somos—dijo Louis con cara soñadora.
—¡Alex!—Melanie gritó tan pronto nos vio.
—Estás hermosa—la abracé fuertemente. Su cabello estaba más corto y más ondulado. Llevaba unos jeans ajustados y una blusa de color rosa strapless, encima un cárdigan de color crema al igual que sus zapatos.—¿Cómo te fue en España?
—Espectacular—dijo haciendo un acento español.—Veo que tú estás más que bien—dijo alzando las cejas.
—Cállate Mel… ¿En qué te ayudo?
—Ven, vamos a la cocina, tenemos mucho de qué hablar.
Abrí los ojos cuando los rayos del sol me molestaban. Me los froté suavemente y me removí debajo de las sábanas. Abrí los ojos completamente, encontrándome con Harry recostado sobre su costado, apoyado sobre su codo. El me miraba con media sonrisa, y me di cuenta de que ya traía unos jeans y un suéter que se arremangó hasta los codos de color gris.
—¿Ya te vas?—pregunté haciendo un puchero.
—Sí hermosa, estaba esperando a despedirme de ti.
—¿Y no pudiste despertarme?—me paré de la cama y me acerqué a él.
—Estabas demasiado hermosa durmiendo—sentí mis piernas temblar.
—Trataré de ir mañana lo más temprano que pueda—me acerqué y dejé un pequeño beso en sus labios.
—Habla con Liam, o con Louis, ¿ok? No quiero que vayas sola.
—Sí mamá—dije burlona. El sonrió de lado y presionó sus labios contra los míos. Luego se separó y me abrazó fuertemente. Dejó un beso en mi frente y salió por la puerta. Suspiré.
—Adiós Hazza, cuídate—escuché que Mel se despedía. Luego entró en mi habitación y me sonrió mientras se sentaba en la cama.
—¿Volverás a casa hoy?
—Quisiera quedarme aquí, ¿Sabes que amo tu departamento?—se recostó en la cama.
—Cuando quieras—me senté a su lado.
—Pero volveré, mamá vuelve hoy de su viaje y quiero estar con ella antes de comenzar a trabajar.
—Está bien. Iré a cambiarme, tengo que ir al estudio y luego ver si me voy con Louis a Cheshire.
—Está bien—ella me abrazó fuertemente—. Te extrañé. Por cierto, ¿sabes quién está guapo?
—¿Quién?
—Niall—ella rió entre dientes.
—¿Y qué pasó con Lucas? Creí que seguían juntos.
—Me engañó—ella se encogió de hombros y luego se echó a reír.—Lo divertido era que yo lo sabía y jugué un poco con eso. Le pregunté y me mintió en la cara, pero eso ya no importa. Disfruto de mi soltería—ella levantó las cejas varias veces.
—Iré a vestirme—entré al baño y me di una ducha rápida. Fui a mi armario y me puse unos jeans ajustados con una camisa blanca con las mangas hasta los codos y unos tacones azul cielo, al igual que mi bolso. Me puse una chaqueta de cuero marrón y dejé mi cabello suelto. Melanie ya se había ido de la habitación y a lo mejor se estaba cambiando.
—¿Cuándo vienes? ¿Ya vienes? ¿Y ahora?
—Harry, estoy saliendo del estudio ahora. Solo ha sido un día…
—Sí, pero parece un año.
—Estaré allá pronto amor, te llamo cuando esté cerca, ¿ok?
—Está bien, te amo.
—Yo también—sonreí para mis adentros.
Guardé el teléfono en el bolsillo y busqué el bolso que había preparado esa mañana. Louis llegaría en cualquier momento así que no me cambié. Tenía unos shorts de color negro, con una blusa sin mangas de color beige. Encima un cárdigan de color crema y unos zapatos altos. Me senté un rato, ya que había estado en el estudio desde temprano y la cabeza me dolía un montón.
—¿Estás lista?—Lou asomó la cabeza.
—Hola Lou—lo abracé fuertemente y tomé el bolso que contenía mi ropa.
—Ven, dame eso—lo tomó y cerré con llave la puerta. Fuimos al estacionamiento y nos subimos a su auto.
—Gracias por ir conmigo, Hazza se pone medio paranoico con que maneje sola—dije negando con la cabeza una vez que arrancó el auto.
—No importa—sonrió de lado.
Louis había sido como el hermano que nunca había tenido. Pasamos el viaje entero hablando y riendo, y es que con Louis nunca faltaban temas de conversación.
—¿Y Eleanor?
—Se fue unos días con su familia a visitar unos parientes lejanos.
—La llamaré luego—me froté las sienes, sintiendo como si mi cabeza fuera a explotar.
—¿Estás bien?
—Sí, no importa. Debe ser falta de sueño.
Horas después, aparcamos en la casa donde Harry solía vivir antes de que toda esta locura de su fama comenzara. Estaba como siempre. Saqué el bolso y nos bajamos del auto.
—Louis cariño—Anne abrazó a su otro hijo fuertemente—. Estás enorme.
—O tú estás muy bajita—dijo sonriendo encantadoramente.
—Harry está en la ducha ahora. ¡Alex!
—Anne—nos abrazamos fuertemente.—Lamento no haber venido antes. Todo es una locura, y ya sabes.
—Sí, te entiendo. Pero pase, pasen. Louis se iba a quedar en la habitación de huéspedes y yo dejé mi bolso en la habitación de Harry. Se escuchaba el agua correr en el baño.
Fui a la cocina a ayudar a Anne con la cena. La vi revisando algo en el horno.
—Estoy preparando lasaña.
—Ya se me hace la boca agua—dije sonriendo.—¿Hacemos el postre?
—Claro, a esto no le falta mucho.
—¿Pastel de chocolate?—le sonreí recordando esos tiempos en los que hacíamos postres cuando Harry me traía a Cheshire.
—Perfecto—sacamos los ingredientes.—¿Sabes? Hasta a mí se me rompió el corazón cuando Harry… ya sabes.
—Sí…
—Wendy fue una linda chica. Ellos salían antes de que Harry hiciera su audición, y en ese entonces sí fue una linda chica. Pero ahora veo en las noticias y me preguntó dónde quedó. Ella es un claro ejemplo de que la fama cambia. Pero me sorprende más cómo tú sigues igual.
—Puede ser por la costumbre, ya sabes. Desde pequeña rodeada por cámaras por el trabajo de mi madre.
—Espero que Harry no cometa una estupidez de nuevo. De verdad, de todas las novias, eres la mejor.
—Gracias.
—No quiero indagar mucho en el tema, pero, ¿cómo lo tomaste?
—¿Qué cosa?
—Cuando… ya sabes, cuando terminaron.
—Creo que la culpa fue de los dos. Yo debí luchar. No lo hice porque me importaba más su felicidad sobre la mía, y me sentí mal por ser una opción, y que él dudara de nuestro amor. Y simplemente me alejé. Pero no pude estar con nadie más, lo intenté, pero siempre veía su cara y terminaba comparando a todos con Harry.
—Creo que se dio cuenta de que no era feliz demasiado tarde. Tardó dos años, es mucho. Pero por suerte ya están juntos de nuevo, no sabes lo mucho que me alegro.
—Sí, y espero que esta vez dure más—suspiré, mirando mis manos llena de chocolate.
—Yo también espero eso—unas manos me abrazaron desde atrás. Harry besó mi cuello y después recostó su mentón en mi hombro.—Te extrañé…
—Pero si llegaste apenas ayer…
—Pero igual te extrañé—toqué con mi dedo la punta de su nariz, dejando chocolate en su blanca piel.
—Límpiala, me acabo de duchar.
—Ay pobre niño—pasé otro dedo por su mejilla, dejando más chocolate.
—¡Mamá mira a Alex!—gritó como chiquillo.
—¿Qué hizo ella?—su madre acarició su rostro, embarrando su cara de chocolate.
—Dame un abrazo Alex—él abrió sus brazos y se acercó a mí.
—Aléjate Styles—me abrazó, restregando su mejilla contra la mía y dejando chocolate en mi cara.
Nos separamos un poco y él me besó allí mismo.
—Son hermosos, ¿cuánto vienen los nietos?
Amelia
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
JUJUJUJU!!! Masss lindoss
NIETOSS :affraid: JAJAJJA
NIETOSS :affraid: JAJAJJA
GuilleeXx
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
Ehhhhhhhhhhh! Nietos, jajaj ... cuando quiera suegra;) .. Okpsno. Me ha encantado el capitulo :') enserio, es que, tu novela es tan hermosa, me hace soñar despierta! :'D ..
Siguela cuando puedas *---*
Siguela cuando puedas *---*
Valeria.
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
jaja o.o algien ya quiere ser abuela.! k bien jeje me ENKANTO asi bien mucho.!:)
sigelaac:
sigelaac:
khiabet1D*
Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]
Capítulo 16. Chantaje
Harry tosió ante la pregunta de su mamá, que miraba con aspecto inocente esperando una respuesta.
—Mamá—Harry alargó la palabra. Yo reí entre dientes ante la situación que si se veía desde otro punto de vista, causaba mucha gracia.
—Sí sí, ya me callo—Anne levantó las manos y volvió a concentrarse en el postre.
Ya podía imaginarme esa escena. Un niño con hermosos rizos cubriendo su cabeza y unos ojos perfectos de color esmeralda correteaba por lacas persiguiendo a una niña rubia con rizos cayendo a los lados de su angelical rostro. Sonreí abiertamente cuando aquella imagen cruzó por mi cabeza. Sería completamente hermoso.
—¿En qué tanto piensas?—Harry se acercó a mí y acarició mi mejilla.
—En nada—dejé un beso en su mejilla y fui con Anne a terminar el pastel.
Una hora y media más tarde nos encontrábamos todos cenando entre risas por las ocurrencias de Louis. Hasta que se callaron todos y Anne rompió el silencio.
—No, en serio chicos—nos miró, apoyando sus codos en la mesa y entrelazando sus dedos—. ¿Han pensando en lo que les dije en la cocina?
—Me siento desinformado—Harry y yo le dirigimos una mirada a Louis, el cual respondió levantando las manos de manera inocente.
—Le pregunté cuándo venían los nietos—dijo Anne con una sonrisa, respondiendo a Louis.
—¡Uy sí! ¡Háganme tío!
—Eh… mamá…—Harry hizo un mohín.
—¿Nunca te has planteado el proponerle matrimonio? Porque es a ella a quien de verdad amas, ¿o no?—bajé la mirada ocultando una sonrisa y sintiendo las llamas cubrir mis mejillas.
—Claro que la amo mamá, eso no hay que preguntarlo—oculté otra sonrisa al ver como las mejillas de Harry se tornaban sonrosadas.
—¿Entonces?
—Entiendo lo que dice Anne—dije al ver que el apuro de Harry. Nuestras miradas se cruzaron y le sonreí de lado girando la cabeza hacia Anne.—El no está preparado para ese paso aún. Y lo entiendo, entiendo que le asuste todo eso del matrimonio….
—¿Y tú cómo sabes eso?—preguntó Harry frunciendo levemente el ceño.—Nunca hemos hablado de eso antes.
—Solo me bastó mirarte, lo supe al instante—dejé un beso en la comisura de su labio y volví a mi comida. No pasé por alto la mirada que le dirigió Anne a su hijo y la sonrisa que escapó de sus labios.
De todas maneras, aún éramos muy jóvenes, entendía por qué Hazza no se sentía preparado para dar ese gran paso.
Aunque a pesar de todo, no podía borrar la imagen de pequeños niños con rizos correteando por toda la casa.
Unas cosquillas en el cuello y hombro me hicieron abrir los ojos despacio. Me removí en la cama y rodé sobre mí misma para tenerlo frente a frente.
—Hola hermosa—susurró entrelazando nuestros dedos.
—Hola hermoso—le sonreí de vuelta.
—Voy a salir a dar una vuelta. Nos iremos en la tarde, ¿Vienes conmigo?
—Ok—me paré de la cama para ir al baño.
Luego de una ducha caliente, me enfundé en unos jeans ajustados y me puse una playera simple de color blanco. Encima un suéter blanco liso y unas botas de color negro sin tacón. Harry se acercó y dejó un beso en mi cuello antes de dirigirse al baño. Trencé mi cabello y lo dejé cayendo sobre mi hombro. Tomé un bolsito pequeño de color negro y entré mi cámara, mi teléfono y mi monedero. Tomé unas gafas y me fui a la sala, en donde me encontré con Louis y Anne desayunando. Me senté en mesa y comí tostadas con chocolate caliente al igual que ellos.
—Dios mío Louis—dije estallando de la risa con lo que contaba. Harry tenía las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta mientras yo agarraba uno de sus brazos. El dejó un beso en mi cabeza y le sonreí. Miré hacia el frente y vi un grupo de chicas que se acercaba—. Directioners a la vista—hice una seña con la barbilla en dirección al grupo de chicas con sus hormonas revolucionadas.
—¡Oh Dios mío! Me está mirando—me aguanté una risa al escucharlas chillar y cuchichear entre ellas.
—Dios santo, mira sus rizos… y ese trasero de Louis—murmuró una, pero yo la había escuchado perfectamente. Louis, que estaba a mi lado derecho se me quedó mirando como si estuviera loca.
—Creen que tienes buen trasero—le dije aún riendo.
—Sí es cierto—él me guiñó un ojo y yo le di un manotazo juguetón en el brazo.
—¿Podemos tirarnos unas fotos con ustedes?—preguntó una de ellas, que parecía ser la más aventada.
—Yo me quedaré por aquí—le dije a Harry dejando un beso en su mejilla y sentándome en un muro que había en la acera, mientras respondía unos mensajes de Melanie en mi teléfono.
—¡Yo quiero una foto de ustedes dos juntos!—pude escuchar a una exclamar. Por instinto levanté la cabeza y vi que ella me miraba.
—Claro—me encogí de hombros y me puse a un costado de Harry y rodeé su cintura con mi brazo, el colocó el suyo en mis hombros y sonrió, pero dos segundos antes de que la chica tomara la foto el estampó sus labios contra mi mejillas. Yo sonreí más abiertamente. Nos seguían tomando algunas fotos a los tres juntos, cuando otro grupo más reducido de chicas que acerco a reclamar autógrafos y fotos.
—Quítate que también queremos fotos con Hazza, perra—eso último lo dijo más bajo, pero lo escuché.
—Hey pequeña, más respeto—le dijo Louis serio.
—No tenías por qué insultarla—Harry salió en mi defensa. La chica murmuró un “lo siento” avergonzada por el tono de Harry y me volví ante el llamado de unas chicas que pedían mi autógrafo.
—No le hagas caso, ella solo tiene envidia—murmuró una chica que no podía pasar de los quince mientras me tendía una libreta y un bolígrafo. Reí ante su comentario y le entregué la libreta con el autógrafo. Cuando me di la vuelta, Harry y Louis se tomaban una foto juntos y una de ella murmuraba unas cosas. No pude escuchar bien.
—… Larry parece tener acción cuando las novias no están—pude ver cómo la cara de Louis se tensaba un poco y apretaba la mandíbula a la vez que volvía a poner las gafas.
—Por favor, no hagas más chistes o comentarios acerca de esa relación “Larry” que han inventado. A Louis de verdad le molesta—le dije a la chica del comentario de manera amable.
—Oh, lo lamento—murmuró una tapándose la boca, a pesar de que ella no había dicho nada.
—Está bien. Tengan buen día—me despedí con la mano y me coloqué las gafas.—No hagas caso Boo Bear—le dije abrazándolo de costado. Caminé entrelazando mi brazo con el de los dos, ya que me hallaba en medio de Louis y Harry.
Entramos a una cafetería y nos sentamos los tres en una mesa. Reía como loca cuando mi teléfono sonó dentro de mi bolso. Lo tomé y vi que era un número desconocido.
—Vuelvo ahora—me paré y atendí la llamada.—¿Hola?
—Alex, querida. Qué bueno que te consigo, porque necesito un favor tuyo. Bueno, es más algo que tengo que decirte.
—¿Qué quieres Wendy?—reconocí su voz de arpía al instante.
—Como sabrás, pronto será el reencuentro de los concursantes de X Factor. Luego será la fiesta. Yo quiero ir con Harry…
—¿Y qué te hace pensar que yo te permitiré eso?
—Cállate, termina de escuchar lo que te diré. Tengo una foto de Harry que lo puede poner en una situación comprometedora. En un club, fumando alguna droga, esa foto no ha salido a la luz, y si no terminas de hacer lo que te digo lo pondrá en un aprieto. Sabes cómo son las fans, podría perder muchas, lo criticarían, como hicieron cuando falló en su solo hace unos años, él se puso mal. Sabes que a él le importa lo que digan de él— de yo haría lo que fuera para que Harry no pasara lo que pasó aquella vez hace un par de años, cuando falló en su solo y las fans, o aquel intento fallido de fans lo criticaron, diciendo cosas horribles de su “ídolo”, y tan solo el hecho de verlo así me partía el corazón. Ella sabía que mi punto débil era ver a Harry triste y roto como aquella vez.
—Continúa…
—Tú no vas a ir a esa fiesta, y vas a convencerlo de que me acompañe. Hazte la enferma esa noche, o no sé, inventa algo. También tengo otra cosa bajo la manga. Es un video tuyo. Está editado, y no dice un mensaje muy bonito acerca de las fans de tu chico.
—¿Cómo sé que no mientes?—traté de sonar firme, pero mi voz salió entrecortada.
—Te mando los archivos si quieres—no me dio tiempo a responder, tan solo cortó la llamada. Me quedé mirando mi celular con manos temblorosas. Unos pocos segundos después llegó el mensaje del mismo número. Y ahí estaba la foto.
Sabía a la perfección que Harry no era ningún santo. Sabía a la perfección que se había emborrachado varias veces, que había fumado y que alguna vez en su vida había probado droga. Pero eso tan solo lo sabíamos yo y los chicos, nadie más fuera del círculo íntimo de él. Tal vez hasta Gemma lo sabía, pero nadie más. ¿Cómo era que ella lo sabía? ¿Cómo había conseguido aquella foto? Reconocí que esa foto era vieja porque vi la pulsera tejida en la muñeca de Harry. El había dejado de usar esa pulsera incluso antes de que termináramos hace dos años. Pero nadie lo sabría, podría pasar por una foto reciente.
Dos segundos después llegó otro mensaje. Era un video. Lo abrí rápidamente y bajé el volumen para que nadie lo escuchara.
“… son unas tontas, no son las mejores fans… no las soporto cuando me critican, son envidiosas…”
¿Cuándo demonios había dicho yo eso? Claramente había sido una recopilación de varias cosas que yo había dicho, y al verse un poco borrosa no se notaba mucho la diferencia de cada corte. Con aquel video corriendo en internet, algunos podrían darse cuenta de que estaba editado y había sido manipulado, pero la gente escuchar lo que quiere escuchar y ve lo que quiere ver, podrían decir que odiaba a las Directioners fácilmente y así ganarme el odio de muchas chicas alrededor del mundo. Aquello me afectaba a mí. Ya que varias de mis fans eran fans de los chicos.
Maldición, cuando todo iba bien, Wendy siempre tenía algo bajo la manga para arruinarlo. Tan solo esperaba a que Emily no se apareciera en la dichosa fiesta esa. Sería el colmo de los colmos.
Volví aún distante hacia la mesa y me senté torpemente en la silla.
—Amor, ¿Qué te sucede? ¿Quién era que te llamaba?
—Eh… nadie. Era mi manager, quería preguntarme algunas cosas del nuevo álbum.
—¿Hay problemas?—¿Cómo podía siquiera mentirle cuando me miraba con esos ojitos de preocupación? Dios, gracias por el don de la actuación.
—No hermoso, no hay problemas—apreté suavemente su mano que dos segundos antes envolvía la mía. Le sonreí fingiendo tranquilidad y Lou y Harry reanudaron su conversación, mientras yo me crucé de brazos y fingía ver algo en mi teléfono, cuando en verdad solo pensaba una y otra vez en lo que había dicho Wendy hace un minuto.
Maldita. ¿Qué no podía conseguirse a otro tipo y dejar a Hazza quieto? Estúpida y mil veces estúpida. Y eso, que a pesar de ser dos años menor me tenía totalmente entre la espada y la pared. Gruñí en mi interior y por un minuto quise cruzármela en la calle y halarla de los pelos para arrancarle las extensiones de un tirón.
—¿Segura que estás bien?—volvió a preguntar Harry cuando Louis se paró para ir al baño.
—Que sí hermoso—me acerqué y le di un beso en la mandíbula y después recosté mi cabeza en su hombro, sintiendo como su brazo me rodeaba.
—Sabes que puedes decirme lo que sea, en serio, lo que sea...—él susurraba tiernamente en mi oído, haciéndome erizar la piel. Apreté suavemente su pierna y suspiré. Dios… ¿tenía que ser tan tierno? A veces prefería que fuera un ogro y no me hiciera las cosas tan difíciles como lo era ese momento.
—Sí Hazza, lo sé. Lo mismo digo—levanté la cabeza y fingí una sonrisa antes de besar su mejilla.
Louis volvió en ese instante y se dispuso a llamar a la camarera para que pagásemos lo que habíamos comido. Al salir, los chicos se toparon con algunas fans que querían autógrafos. Yo aproveché ese momento y me alejé un poco para enviar un mensaje al último número en mi lista de “últimas llamadas”.
“De acuerdo”.
Harry tosió ante la pregunta de su mamá, que miraba con aspecto inocente esperando una respuesta.
—Mamá—Harry alargó la palabra. Yo reí entre dientes ante la situación que si se veía desde otro punto de vista, causaba mucha gracia.
—Sí sí, ya me callo—Anne levantó las manos y volvió a concentrarse en el postre.
Ya podía imaginarme esa escena. Un niño con hermosos rizos cubriendo su cabeza y unos ojos perfectos de color esmeralda correteaba por lacas persiguiendo a una niña rubia con rizos cayendo a los lados de su angelical rostro. Sonreí abiertamente cuando aquella imagen cruzó por mi cabeza. Sería completamente hermoso.
—¿En qué tanto piensas?—Harry se acercó a mí y acarició mi mejilla.
—En nada—dejé un beso en su mejilla y fui con Anne a terminar el pastel.
Una hora y media más tarde nos encontrábamos todos cenando entre risas por las ocurrencias de Louis. Hasta que se callaron todos y Anne rompió el silencio.
—No, en serio chicos—nos miró, apoyando sus codos en la mesa y entrelazando sus dedos—. ¿Han pensando en lo que les dije en la cocina?
—Me siento desinformado—Harry y yo le dirigimos una mirada a Louis, el cual respondió levantando las manos de manera inocente.
—Le pregunté cuándo venían los nietos—dijo Anne con una sonrisa, respondiendo a Louis.
—¡Uy sí! ¡Háganme tío!
—Eh… mamá…—Harry hizo un mohín.
—¿Nunca te has planteado el proponerle matrimonio? Porque es a ella a quien de verdad amas, ¿o no?—bajé la mirada ocultando una sonrisa y sintiendo las llamas cubrir mis mejillas.
—Claro que la amo mamá, eso no hay que preguntarlo—oculté otra sonrisa al ver como las mejillas de Harry se tornaban sonrosadas.
—¿Entonces?
—Entiendo lo que dice Anne—dije al ver que el apuro de Harry. Nuestras miradas se cruzaron y le sonreí de lado girando la cabeza hacia Anne.—El no está preparado para ese paso aún. Y lo entiendo, entiendo que le asuste todo eso del matrimonio….
—¿Y tú cómo sabes eso?—preguntó Harry frunciendo levemente el ceño.—Nunca hemos hablado de eso antes.
—Solo me bastó mirarte, lo supe al instante—dejé un beso en la comisura de su labio y volví a mi comida. No pasé por alto la mirada que le dirigió Anne a su hijo y la sonrisa que escapó de sus labios.
De todas maneras, aún éramos muy jóvenes, entendía por qué Hazza no se sentía preparado para dar ese gran paso.
Aunque a pesar de todo, no podía borrar la imagen de pequeños niños con rizos correteando por toda la casa.
Unas cosquillas en el cuello y hombro me hicieron abrir los ojos despacio. Me removí en la cama y rodé sobre mí misma para tenerlo frente a frente.
—Hola hermosa—susurró entrelazando nuestros dedos.
—Hola hermoso—le sonreí de vuelta.
—Voy a salir a dar una vuelta. Nos iremos en la tarde, ¿Vienes conmigo?
—Ok—me paré de la cama para ir al baño.
Luego de una ducha caliente, me enfundé en unos jeans ajustados y me puse una playera simple de color blanco. Encima un suéter blanco liso y unas botas de color negro sin tacón. Harry se acercó y dejó un beso en mi cuello antes de dirigirse al baño. Trencé mi cabello y lo dejé cayendo sobre mi hombro. Tomé un bolsito pequeño de color negro y entré mi cámara, mi teléfono y mi monedero. Tomé unas gafas y me fui a la sala, en donde me encontré con Louis y Anne desayunando. Me senté en mesa y comí tostadas con chocolate caliente al igual que ellos.
—Dios mío Louis—dije estallando de la risa con lo que contaba. Harry tenía las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta mientras yo agarraba uno de sus brazos. El dejó un beso en mi cabeza y le sonreí. Miré hacia el frente y vi un grupo de chicas que se acercaba—. Directioners a la vista—hice una seña con la barbilla en dirección al grupo de chicas con sus hormonas revolucionadas.
—¡Oh Dios mío! Me está mirando—me aguanté una risa al escucharlas chillar y cuchichear entre ellas.
—Dios santo, mira sus rizos… y ese trasero de Louis—murmuró una, pero yo la había escuchado perfectamente. Louis, que estaba a mi lado derecho se me quedó mirando como si estuviera loca.
—Creen que tienes buen trasero—le dije aún riendo.
—Sí es cierto—él me guiñó un ojo y yo le di un manotazo juguetón en el brazo.
—¿Podemos tirarnos unas fotos con ustedes?—preguntó una de ellas, que parecía ser la más aventada.
—Yo me quedaré por aquí—le dije a Harry dejando un beso en su mejilla y sentándome en un muro que había en la acera, mientras respondía unos mensajes de Melanie en mi teléfono.
—¡Yo quiero una foto de ustedes dos juntos!—pude escuchar a una exclamar. Por instinto levanté la cabeza y vi que ella me miraba.
—Claro—me encogí de hombros y me puse a un costado de Harry y rodeé su cintura con mi brazo, el colocó el suyo en mis hombros y sonrió, pero dos segundos antes de que la chica tomara la foto el estampó sus labios contra mi mejillas. Yo sonreí más abiertamente. Nos seguían tomando algunas fotos a los tres juntos, cuando otro grupo más reducido de chicas que acerco a reclamar autógrafos y fotos.
—Quítate que también queremos fotos con Hazza, perra—eso último lo dijo más bajo, pero lo escuché.
—Hey pequeña, más respeto—le dijo Louis serio.
—No tenías por qué insultarla—Harry salió en mi defensa. La chica murmuró un “lo siento” avergonzada por el tono de Harry y me volví ante el llamado de unas chicas que pedían mi autógrafo.
—No le hagas caso, ella solo tiene envidia—murmuró una chica que no podía pasar de los quince mientras me tendía una libreta y un bolígrafo. Reí ante su comentario y le entregué la libreta con el autógrafo. Cuando me di la vuelta, Harry y Louis se tomaban una foto juntos y una de ella murmuraba unas cosas. No pude escuchar bien.
—… Larry parece tener acción cuando las novias no están—pude ver cómo la cara de Louis se tensaba un poco y apretaba la mandíbula a la vez que volvía a poner las gafas.
—Por favor, no hagas más chistes o comentarios acerca de esa relación “Larry” que han inventado. A Louis de verdad le molesta—le dije a la chica del comentario de manera amable.
—Oh, lo lamento—murmuró una tapándose la boca, a pesar de que ella no había dicho nada.
—Está bien. Tengan buen día—me despedí con la mano y me coloqué las gafas.—No hagas caso Boo Bear—le dije abrazándolo de costado. Caminé entrelazando mi brazo con el de los dos, ya que me hallaba en medio de Louis y Harry.
Entramos a una cafetería y nos sentamos los tres en una mesa. Reía como loca cuando mi teléfono sonó dentro de mi bolso. Lo tomé y vi que era un número desconocido.
—Vuelvo ahora—me paré y atendí la llamada.—¿Hola?
—Alex, querida. Qué bueno que te consigo, porque necesito un favor tuyo. Bueno, es más algo que tengo que decirte.
—¿Qué quieres Wendy?—reconocí su voz de arpía al instante.
—Como sabrás, pronto será el reencuentro de los concursantes de X Factor. Luego será la fiesta. Yo quiero ir con Harry…
—¿Y qué te hace pensar que yo te permitiré eso?
—Cállate, termina de escuchar lo que te diré. Tengo una foto de Harry que lo puede poner en una situación comprometedora. En un club, fumando alguna droga, esa foto no ha salido a la luz, y si no terminas de hacer lo que te digo lo pondrá en un aprieto. Sabes cómo son las fans, podría perder muchas, lo criticarían, como hicieron cuando falló en su solo hace unos años, él se puso mal. Sabes que a él le importa lo que digan de él— de yo haría lo que fuera para que Harry no pasara lo que pasó aquella vez hace un par de años, cuando falló en su solo y las fans, o aquel intento fallido de fans lo criticaron, diciendo cosas horribles de su “ídolo”, y tan solo el hecho de verlo así me partía el corazón. Ella sabía que mi punto débil era ver a Harry triste y roto como aquella vez.
—Continúa…
—Tú no vas a ir a esa fiesta, y vas a convencerlo de que me acompañe. Hazte la enferma esa noche, o no sé, inventa algo. También tengo otra cosa bajo la manga. Es un video tuyo. Está editado, y no dice un mensaje muy bonito acerca de las fans de tu chico.
—¿Cómo sé que no mientes?—traté de sonar firme, pero mi voz salió entrecortada.
—Te mando los archivos si quieres—no me dio tiempo a responder, tan solo cortó la llamada. Me quedé mirando mi celular con manos temblorosas. Unos pocos segundos después llegó el mensaje del mismo número. Y ahí estaba la foto.
Sabía a la perfección que Harry no era ningún santo. Sabía a la perfección que se había emborrachado varias veces, que había fumado y que alguna vez en su vida había probado droga. Pero eso tan solo lo sabíamos yo y los chicos, nadie más fuera del círculo íntimo de él. Tal vez hasta Gemma lo sabía, pero nadie más. ¿Cómo era que ella lo sabía? ¿Cómo había conseguido aquella foto? Reconocí que esa foto era vieja porque vi la pulsera tejida en la muñeca de Harry. El había dejado de usar esa pulsera incluso antes de que termináramos hace dos años. Pero nadie lo sabría, podría pasar por una foto reciente.
Dos segundos después llegó otro mensaje. Era un video. Lo abrí rápidamente y bajé el volumen para que nadie lo escuchara.
“… son unas tontas, no son las mejores fans… no las soporto cuando me critican, son envidiosas…”
¿Cuándo demonios había dicho yo eso? Claramente había sido una recopilación de varias cosas que yo había dicho, y al verse un poco borrosa no se notaba mucho la diferencia de cada corte. Con aquel video corriendo en internet, algunos podrían darse cuenta de que estaba editado y había sido manipulado, pero la gente escuchar lo que quiere escuchar y ve lo que quiere ver, podrían decir que odiaba a las Directioners fácilmente y así ganarme el odio de muchas chicas alrededor del mundo. Aquello me afectaba a mí. Ya que varias de mis fans eran fans de los chicos.
Maldición, cuando todo iba bien, Wendy siempre tenía algo bajo la manga para arruinarlo. Tan solo esperaba a que Emily no se apareciera en la dichosa fiesta esa. Sería el colmo de los colmos.
Volví aún distante hacia la mesa y me senté torpemente en la silla.
—Amor, ¿Qué te sucede? ¿Quién era que te llamaba?
—Eh… nadie. Era mi manager, quería preguntarme algunas cosas del nuevo álbum.
—¿Hay problemas?—¿Cómo podía siquiera mentirle cuando me miraba con esos ojitos de preocupación? Dios, gracias por el don de la actuación.
—No hermoso, no hay problemas—apreté suavemente su mano que dos segundos antes envolvía la mía. Le sonreí fingiendo tranquilidad y Lou y Harry reanudaron su conversación, mientras yo me crucé de brazos y fingía ver algo en mi teléfono, cuando en verdad solo pensaba una y otra vez en lo que había dicho Wendy hace un minuto.
Maldita. ¿Qué no podía conseguirse a otro tipo y dejar a Hazza quieto? Estúpida y mil veces estúpida. Y eso, que a pesar de ser dos años menor me tenía totalmente entre la espada y la pared. Gruñí en mi interior y por un minuto quise cruzármela en la calle y halarla de los pelos para arrancarle las extensiones de un tirón.
—¿Segura que estás bien?—volvió a preguntar Harry cuando Louis se paró para ir al baño.
—Que sí hermoso—me acerqué y le di un beso en la mandíbula y después recosté mi cabeza en su hombro, sintiendo como su brazo me rodeaba.
—Sabes que puedes decirme lo que sea, en serio, lo que sea...—él susurraba tiernamente en mi oído, haciéndome erizar la piel. Apreté suavemente su pierna y suspiré. Dios… ¿tenía que ser tan tierno? A veces prefería que fuera un ogro y no me hiciera las cosas tan difíciles como lo era ese momento.
—Sí Hazza, lo sé. Lo mismo digo—levanté la cabeza y fingí una sonrisa antes de besar su mejilla.
Louis volvió en ese instante y se dispuso a llamar a la camarera para que pagásemos lo que habíamos comido. Al salir, los chicos se toparon con algunas fans que querían autógrafos. Yo aproveché ese momento y me alejé un poco para enviar un mensaje al último número en mi lista de “últimas llamadas”.
“De acuerdo”.
Amelia
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