Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]

Capítulo 6. Despacio Styles, despacio (Maratón 2/3)
Sentí todo darme vueltas. Louis me agarró antes de impactar contra el suelo o con la pared, o con lo primero que alcanzara e hiciera más dolorosa mi caída.
—¿Qué le pasó? ¿Es muy grave? ¿Se rompió algo? ¿Está en coma?—pregunté apresuradamente y entre lágrimas.
—No ha despertado, pero los doctores dicen que no fue nada grave. Tiene un par de costillas rotas, por suerte nada grave en la cabeza—murmuró.—Estábamos en Nando’s y él salió antes. Yo iba detrás de él, pero vi que comenzó a correr. Una considerable cantidad de fans parecían querer arrollarlo y el tratando de escapar, no vio a un taxi que cruzaba en ese instante. Fue horrible…
—Vamos al hospital—dije ya saliendo del apartamento, descalza, medio despeinada y con los ojos rojos. Lou me tomó por el brazo y me arrastró al interior nuevamente, cerrando la puerta.
—Primero, necesito que me cuentes—se sentó en el mueble y con un gesto me indicó que me sentara. Me senté, jugando nerviosamente con mis manos y sintiendo los latidos de mi corazón en mis oídos.
—¿Qué sucede Louis?
—¿Qué pasó entre tú y Hazza en Canadá? ¿Qué le dijiste para que se pusiera así?
—¿Así cómo?—pregunté levantando la vista de mis manos.
—Ha estado… deprimido, raro. Muy mal. Sé que no está bien, y no le ha querido decir nada a nadie. Paul está molesto con él porque hasta tuvimos que cancelar una entrevista con una revista poniendo la excusa de que estaba enfermo.
—Le dije que ya no le amaba—murmuré, limpiando las lágrimas que corrían por mis mejillas.
—¿Por qué le dijiste eso? Creí que lo amabas…
—¡Lo amo Louis!—rompí en llanto. El me abrazó—sueño con él cada noche. Pienso en él a cada momento. Lo amo y eso no va a cambiar Louis. Es que tenía miedo de sufrir de nuevo. No quería que me cambiara por otra de nuevo. Estoy asustada—dije con mi rostro entre su cuello.
—Hace unas semanas le pregunté por qué no venía y luchaba por ti. El me dijo que quería que fueras feliz, aunque no fuera con él, lo mismo que le dijiste tú cuando tuvieron problemas con Wendy en Australia. Dijo que te ama tanto y que no quería volver a verte sufrir, y que si estar con él significaba sufrir, que era mejor así.
—¿De verdad dijo eso?—levanté la vista.
—Sí. Pero no estoy de acuerdo con él. Ustedes son el uno para el otro, y me duele saber que han perdido mucho tiempo juntos por una persona del pasado que se entrometió. Denle otra oportunidad al amor que se tienen.
—Te prometo que hablaré con él. Pero ahora llévame al hospital, por favor—dije tratando de calmar mi llanto.
—Busca tus zapatos, te espero abajo—dejó un beso en mi frente y salió. Fui a la habitación corriendo. Me cambié el pantaloncito de pijama que traía que apenas cubría completamente mi trasero. Tomé unos shorts de jean que encontré y me puse unos Toms y me quedé con la blusa sin mangas de color coral. Tomé mi teléfono que estaba en mi mesa de noche.
Bajé rápidamente hacia el estacionamiento y encontré el auto de Louis encendido y esperándome. Me subí y respiré varias veces, para no volver a llorar. Louis le dio un apretón a mi pierna, que se movía incesantemente, dándome a entender que tenía un hombro en donde llorar, le sonreí a medias.
Pronto llegamos al hospital, pero se nos hizo casi imposible entrar. Había fans y cámaras afuera, queriendo ingresar al edificio blanco. Uno de los policías que trataban de despejar la zona nos ayudó a entrar, mientras ignorábamos las preguntas que nos hacían los reporteros. Eran aproximadamente las seis y media de la tarde, por lo tanto, los horarios de visita se habían terminado. Louis tardó un momento mientras hablaba con uno de los enfermeros para poder entrar y ver a Harry.
—¿Qué le dijiste?—le pregunte cuando ya nos dirigíamos a la habitación.
—Que eres su novia y lo venías a ver desde lejos—dijo él con una mano en mi baja espalda, guiándome a través del pasillo. Sonreí inconscientemente. Su novia.
Adentro de la habitación se encontraba un Harry con los ojos cerrados y con un suero que estaba conectado al dorso de su mano. Estaba un poco pálido y las sábanas blancas cubrían su cuerpo hasta la mitad del pecho. Sus rizos estaban despeinados, y vi que tenía un rasguño es su mejilla derecha y en la frente. Me había quedado en el umbral de la puerta. Le eché un vistazo a la habitación. Liam, Niall y Eleanor estaban en el sofá y se habían quedado dormidos, Zayn estaba en el suelo, con la espalda recostada en las piernas de Liam y estaba durmiendo con la cabeza gacha.
—Llévate a los chicos Lou, y a Eleanor, yo voy a quedarme con Harry—dije acercándome al sofá para despertarlos.—Ele, Liam, Niall—los moví un poco.
—Oh, Alex—susurró ella.
—Vayan a casa y descansen un poco.
Asintieron suavemente, aún medio adormilados y salieron uno por uno por la puerta.
—Volveré en un rato, ¿ok?—murmuró Louis dándome un beso en la frente, como hace rato.—Toma, para que no te de frío—se quitó su hoodie se color gris y me lo pasó. Lo dejé en el sofá y me acerqué a Harry cuando la puerta se cerró.
—Harry, amor… nunca dejé de amarte. Fue una mentira, una de las peores mentiras que he dicho—me había sentado a su lado, estaba levemente inclinada hacia él, acariciando suavemente su mejilla—. Tienes que despertar, yo sé que vas a ponerte bien, y que vas a cantar de nuevo, así como tú sabes hacerlo—me reí nerviosamente, limpiando las lágrimas—. Despierta. Quiero ver tus ojitos verdes. Creo que estamos mejor juntos, ¿no? Yo tenía miedo de sufrir de nuevo. De que alguien se entrometiera de nuevo y que nos separara. Tenía miedo de que no me amaras como te amo. Porque nunca te dejé de amar, ni ahora ni hace dos años—junté nuestras frentes suavemente.—Siempre vas a ser una parte importante de mí Hazza. Por favor, abre tus ojos—pasé mi dedo suavemente sobre su rostro, su nariz, sus párpados, sus mejillas, sus labios.—Te amo—susurré. No despertó, ni se movió. Me paré de la cama, limpiando cualquier rastro de lágrima. Me puse el hoodie de Louis y me senté en el sofá. Eché la cabeza para atrás y me permití cerrar los ojos un momento.

—Yo también te amo Alex—un murmullo proviniendo de la cama se hizo escuchar, pero ella ya estaba dormida.

Me había despertado a las cuatro de la madrugada. Louis había llegado una hora antes, según me dijo después. Ahora nos encontrábamos hablando en voz baja sobre cualquier cosa. Escuchamos el frotar de las sábanas y nos erguimos rápidamente, acercándonos a la camilla. Harry fruncía suavemente el ceño y se removía en la cama.
—Llamaré al doctor—dijo Louis sonriendo, mientras salía de la habitación.
—Hazza, tranquilo cariño, estás bien—acaricié su mejilla. Sus ojos se abrieron lentamente. Pestañeó y me observó extrañado.
—¿Quién eres?—aquello me cayó como un balde de agua fría.
—¿Qué?—dije apartando mi mano, y sintiendo las lágrimas agolparse en mis ojos. ¿Había perdido la memoria?
—Tranquila, es solo una broma—colocó su mano en su abdomen cuando rió suavemente.
—Maldición Harry, no hagas eso—dije soltando aire de repente, mientras limpiaba una lágrima que se había escapado.
—Ven aquí—palmeó su costado, en la cama. Me senté y él puso su pálida mano sobre la mía. Aparté suavemente los rizos que cubrían su frente.
—¿Qué nos pasa Hazza?—acaricié su mano—. Cometiendo errores una y otra vez—murmuré.
—Yo tampoco dejé de amarte, ni ahora, ni hace dos años, aunque creo que me tardé en descubrirlo—sonrió a medias ante mi cara de sorpresa—. Escuché lo que dijiste anoche.
—Es la verdad—suspiré, encogiéndome de hombros.
—Perdóname—dijo mirándome con los ojos brillosos—, siento que sin ti ya no puedo seguir. Perdóname por ser tan idiota, por ser un estúpido…
—Un idiota al que desafortunadamente amo…—dije mordiendo mi labio inferior. Acaricié su mejilla.—Hablaremos de esto cuando te den de alta, ¿ok?—besé su frente. Me paré de la cama cuando me di cuenta de que Lou había llegado junto con el doctor.
—Toma—me tendió las llaves de su auto—. Ve a tu casa y desayuna, duerme un rato, lo que quieras.—asentí dándole un abrazo.
—Te quiero mucho Lou, lo sabes, ¿verdad?
—Yo también pequeña—murmuró contra mi cabello.
—Volveré en una hora—le sonreí.
Salí rápidamente, ya que no había nadie en la entrada, obstruyendo el paso. Me fui a mi casa rápidamente y me metí al baño. Rebusqué en mi closet y me puse unos jeans ajustados, una blusa de tirantes de color rosa, un cárdigan crema por encima y unas sandalias cremas. Trencé mi cabello en la parte superior y lo terminé en un moño casual, dejando varios mechones rizados caer (http://www.polyvore.com/pinky_pretty/set?id=50609394). Tomé mi bolso con diseños de color rosa y mi teléfono. Tomé un vaso de jugo de naranja y salí de allí casi con desesperación. Louis me había llamado mientras estaba de camino.
Me había dicho que le darían de alta a Harry, para que descansara por sus costillas.
Dejé el carro cerca de la puerta, a esperar a que Lou bajara. Cuando los vi salir por la puerta, caminé hacia ellos y le ayudé a meter a Harry con cuidado en el asiento trasero.
Me quedé con él mientras Louis se subía al asiento de piloto.
Nadie dijo nada. Aunque no era un silencio incómodo. La tos de Harry interrumpió el tranquilo ambiente.
—Ya, tranquilo—susurré cuando se quejó por el dolor. Metí la mano debajo de su camiseta, sin dobles intenciones y masajeé con cuidado la zona medio amoratada. El cerró los ojos y dejó escapar un suspiro.—¿Mejor?
—Sí—sonrió suavemente.—Fui un verdadero idiota al dejarte ir—dijo atrayéndome hacia sí mismo, haciendo que recostara mi cabeza en su hombro, mientras el acariciaba mi brazo. Pude ver a través de retrovisor cómo Louis sonreía de lado.

—Cuidado, cuidado, ya está—dijo Louis cuando dejaron a Harry en su cama. Todos salieron. Me senté a su lado.
—Alex… —le miré, mientras él jugaba con mi mano—. ¿Cómo puedes seguir amándome después de todo lo que te hice?—me miró dolido—. ¿Cómo puedes siquiera perdonarme?—sonreí mientras acariciaba su mejilla.
—Te he perdonado porque te amo, y porque esta vez no me voy a rendir tan fácil. Y creo que todos merecemos una segunda oportunidad, ¿no?—me encogí de hombros.
—Y eso, que pensé que no me la iba a poner fácil.
—Yo te la iba a poner bien difícil, pero como ves, no puedo, no cuando me miras así—dije rozando nuestras narices.
—Dios mío, te amo Alex—dijo mientras una de sus manos acariciaba la piel descubierta de mi cintura.— Dos años desperdiciados, mientras pude haber disfrutado contigo. Despertando cada mañana a tu lado. O a veces encontrarte en ropa interior preparándome el desayuno—besó mi cuello—. Pasar las tardes viendo películas. Y pasar noches salvajes—ronroneó en mi cuello.
—Para ahí Styles. No estás en condiciones para tener “noches salvajes” al menos por un tiempo. Además… quiero que comencemos de nuevo—dije alejándome.
—Dijiste que no la ibas a poner difícil—hizo un mohín que me pareció de lo más tierno.
—Me lo he pensado mejor. Descansa, vendré en unas horas—dije dejando un beso en su mejilla.
—Por lo menos dame un besito—dijo estirando los labios.
—Despacio Styles, despacio—le guiñé un ojo y salí de la habitación, sonriendo.

Capítulo 7. Eres mi mundo (Maratón 3/3)
Me dolía respirar profundamente. Un movimiento me despertó. Me encontré con Alex levemente inclinada sobre mí, con una mano sostenía su teléfono contra su oreja, con la otra, me arropaba mejor. Noté que se había cambiado de ropa. A esa mujer sí que le encantaba provocarme, y lo mejor era que ella ni siquiera lo sabía. Se había puesto unos shorts para dormir que se ajustaban perfectamente a su trasero, y una sudadera, que supuse que era mía. Traía su cabello rubio, ahora más largo, suelto, y al inclinarse a darme un beso en la mejilla, me hizo cosquillas en el cuello.
—Sí Stef, en una semana y media… ¿Iremos a Francia de nuevo?—ella conversaba, mientras la tentaba, acariciando la piel expuesta de su pierna. Ella ya estaba totalmente parada a un lado de mi cama.—Sí, te llamaré luego, adiós—colgó la llamada y me miró con la ceja alzada cuando mi mano había comenzado a acariciar la piel de atrás de su pierna por debajo del pantalón.—Estás muy intenso Hazza—se alejó para dejar su teléfono en la mesa de noche.
—Pues no te pongas esos pantalones—dije tratando de desviar la vista de ella.
—Lo dice quien duerme en bóxers, a veces…
—Lo dice quien suele dormir en ropa interior también…
—Ahora no—dijo sonriendo.
—¿Por qué?—hice un puchero.
—Despacio tigre. Vamos, ahora tienes que ejercitarte un poco…
—¿Eh?—dije abriendo los ojos y sonriendo con picardía.
—Así no pervertido. Tienes que respirar lo más profundo que puedas.
—¿Por qué? Duele—me quejé. Ella se sentó a mi lado.
—El doctor dijo algo así como para prevenir el colapso parcial del tejido pulmonar y la neumonía.
—No—me quejé de nuevo.
—Vamos. ¿Te duele mucho?—pasó sus manos suavemente por la parte lastimada, como hizo en el auto, se me escapó un suspiro. Abrí los ojos de nuevo y la vi sonriendo dulcemente.
¿Podría alguien pegarme un tiro? ¿Cómo fue que la dejé por la insensible y la interesada de Wendy? Suspiré de nuevo cuando sentí sus manos darme caricias allí donde dolía pero ahora debajo de la camiseta. Y unos segundos después, ya tenía un problema mayor más abajo.
—¿Mejor?—preguntó con verdadera inocencia.
—Sí y no—dije abriendo los ojos.
—¿Eh?
—Has causado otra reacción en mí, ¿ves lo que haces?
—Espera…—levantó la sábana y comprendió al instante.
—Tus pantalones parecen una carpa Harry—se burló.
—Fue tu culpa.
—Sabes que no tendrás nada esta noche, ni en un par de semana hasta que mejores y hasta que te lo merezcas—dijo ella dejando un beso en mi frente.
—Demonios Alex—suspiré, sonriendo al final.
—Vamos, respira ahora—lo hice un par de veces, sintiendo un dolor punzante en un punto.
—Ok, hay que hacerlo lo más a menudo posible. Mañana volverás a hacerlo cuando despiertes.
—Está bien. ¿Quieres ver una película?—le pregunté recordando aquellos momentos en los que nos pasábamos viendo películas toda la noche. Ella me ayudó con sus suaves y pequeñas manos a recostarme y colocar un par de almohadas en mi espalda, para quedar más sentado. Se acomodó a mi lado y encendió la televisión. Era una película de comedia—romance.
—Cántame Harry—pidió una media hora después de estar en silencio y con su cabeza recostada en mi hombro.
—¿Eh?—pregunté mirándola.
—Cántame, como lo hacías…—su aliento chocaba con mi cuello.
—You know I’ll be your life, your voice, your reason to be my love, my heart is breathing for this, moments in time I’ll find the words to say before you leave me today…—canté suavemente contra su cabello, mientras ella pasaba un brazo por mi cadera, sin lastimarme.
—Gracias…—suspiró antes de quedar dormida profundamente.
Sonreí inconscientemente, sintiéndome afortunado y feliz, por fin.

Pasaba mi dedo por el rostro del chico a mi lado, este hacía leves muecas porque le hacía cosquillas. Hasta que al final, abrió los ojos.
—Buenos días—sonrió, adormilado.
—Buenos días dormilón. Tienes que desayunar. Me levanté, ya que seguía en ropa interior de la cintura para arriba. Quizá para provocarlo un poco.
—Alex… Dios mío—se quedó mirándome. Traía un sostén simple de color celeste. Se mordió su labio.
—Ah sí—dije sonriendo, poniéndome la blusa de color amarillo que dejaba a la vista una pequeña parte de mi abdomen. Oh sí Harry, a esto le llamo venganza. Sonreí con suficiencia cuando se me quedó viendo.
Se paró con cuidado, haciendo un quejido y manteniendo su mano presionada contra su costilla derecha, se dirigió hacia el baño.
—¿Dónde están los demás?—preguntó al ver que la cama que Louis estaba tendida.
—Fueron a una entrevista, no pudieron cancelarla—dije sonriendo a medias mientras tendía las sábanas de la cama. El asintió y se metió al baño, dejado la puerta entreabierta. Así lo escucharía si se lastimaba.
Llevé las tostadas y un vaso de jugo de naranja a la habitación. Harry salía del baño con sus bóxers puestos y un pantalón de la mano. Dejé la bandeja en la cama.
—No sabes cuán difícil fue ponerme esto sin inclinarme, y aún así dolió. ¿Me ayudas?—preguntó tendiéndome su pantalón deportivo gris. Se veía tierno, parecía un niño pequeño pidiendo ayuda.
—Claro, ven—me incliné para que el metiera los pies por el pantalón, y luego se los subió.—Ya está menos morado—dije acariciando suavemente su costado.
—Ya quiero mejorarme e ir a la primera entrevista que tenga…
—¿Por qué tanta emoción?—pregunté sonriendo.
—Quiero confirmar que lo nuestro ya es oficial, de nuevo—dijo sonriendo—y que esta vez va para largo, claro, si tú quieres… novia…
—Novia… me gusta como eso suena—dije envolviendo su cuello con mis brazos. El no trató de besarme, aunque con su mirada me lo pedía.—Bésame Harry—susurré sonriéndole. El sonrió de vuelta antes de pegar sus labios a los míos, afirmándome por la cintura. Sonrió contra mis labios antes de besarme con ternura, nada de prisas y desesperaciones. Apretó mi labio inferior con sus dientes suavemente al separarnos, lo que me hizo sonreír. No se le había olvidado lo que eso causaba en mí.
—Gracias Alex.
—¿Por qué?—le pasé una camiseta blanca.
—Por darme otra oportunidad—dejó un beso en mi hombro para ponerse la camiseta que le había pasado. El se recostó en la cama y comió despacio, tratando de respirar normalmente por el dolor. Rebusqué en mi bolso, donde había traído algo de ropa las cajas con los calmantes para Harry.
—¿Terminaste?—pregunté girándome cuando no las encontré. El asintió y tomé la bandeja.—Vuelvo ahora—salí descalza hacia la cocina, donde rápidamente lavé los platos y vasos y luego de secarme las manos, busqué entre los gabinetes.—Aquí está—dije tomándola. Cogí un vaso de agua y volví a la habitación. Harry permanecía con los ojos cerrados, apretados fuertemente mientras permanecía acostado.
Saqué una pastilla y me acerqué a él. Lo levanté un poco y luego de meterse la pastilla en la boca le pasé el vaso de agua, aún sosteniendo su nuca con una de mis manos. Hizo una mueca y le quité el vaso, dejándolo en la mesa de noche. Lo acomodé entre las almohadas de nuevo y le limpié unas gotas de agua que se escapaban por las comisuras de sus labios. Me miró con un brillo especial en aquellos ojos verdes.
—Te amo—articuló con los labios.
—Yo también—respondí de la misma manera, sonriendo.
—Ven acá—me hizo un gesto con la mano para que me acercaba a él. Lo hice sin entender. Pasó un brazo por detrás de mí y besó mi mejilla, no comprendí hasta que sentí el flash de la cámara de su iPhone. Quitó el brazo que me rodeaba y se concentró en hacer algo en su teléfono.
—¿Qué haces?—pregunté.
—Espera…—sonrió y unos segundos después me mostró su celular.
—Harry—murmuré.
El había subido la foto a Twitter, poniendo debajo de esta: “@Alexaconnor we’re together again, love her and no one it’s gonna change that xx.”
—Primero lo tienen que saber las fans. La próxima semana lo diré por televisión. Sonreí para abrazarlo suavemente, con cuidado de no lastimarlo, sintiéndome feliz de nuevo.
Parece que todo comenzaba a ponerse en orden.

—No quiero que te vayas—dijo haciendo carita de cachorro.
—Por Dios Harry, me iré hoy para terminar algunos trámites, ¿se te olvida que ustedes también irán a la premiere?—dije con la ceja alzada.
—Pero no te veré hasta mañana en la noche—dijo haciendo un puchero.
—Lo sé. Como sea, tienes una entrevista hoy, ¿cierto?
—Sí. Tienes que verla—sonrió.
Había pasado una semana y un par de días luego del accidente de Harry. Insistíamos en que se quedara acostado y descansado, y a pesar de que seguía doliendo un poco, él era un torbellino de hiperactividad.
—Haré lo posible para no perdérmela. Me tengo que ir ahora Hazza—acaricié sus rizos, enredándolos entre mis dedos.
—No, por favor—me pegó a la pared y dejó besos desde mi sien, bajando por mi mejilla, mandíbula, y cuello, donde se quedó más tiempo.
—Hazza—se me escapó un suspiro.
—¿Sabes que esos pantalones se te ajustan demasiado?—bajaba peligrosamente sus manos por mis caderas.
—¿En serio?—dije inocentemente, siguiendo su juego.
—Mhmm, no te voy a dejar salir así. Todos los hombres van a querer mirarte.
—No lo creo—sonreí cuando sentí sus labios múltiples veces sobre mi cuello.
—Claro que sí. Es que eres tan irresistible—dijo pegando su cuerpo totalmente al mío. Buscó mis labios con los suyos y me besó, sosteniendo mi rostro entre sus manos.
—Nos vemos pronto Hazza. Pórtate bien—dije dejando un último beso en sus labios, para mirarlo unos segundos más, y salir del apartamento.

Había llegado cansada al hotel, luego de que Stefan pasara por mí. Así que luego de la reunión, me dediqué a descansar, dispuesta a ver la entrevista de los chicos.
—Hemos visto que subiste una foto a tu Twitter—decía la mujer apoyando los codos en su mesa, mirando a Harry fijamente.
—Sí.
—En ella te encontrabas tú y tu antigua novia, Alexandria O’Connor.
—Corrección, mi novia actual.
—Es de conocimiento de todos que hace unos meses terminaste con Wendy, ¿Alex es la razón?—él no se puso nervioso, más bien siguió sonriendo.
—Pues nos alejamos por decisión mutua. La “chispa” había desaparecido y ella estaba muy ocupada con su carrera—como si Hazza no estuviera ocupada con la suya también, pensé.
—Fuentes nos informan que habías tenido una relación con ella antes de entrar a The X Factor, ¿Eso es cierto?
—Sí lo es. Fue por eso mismo que terminamos. Al no terminar de la buena manera, quizá sentíamos la necesidad de terminar aquello que habíamos comenzado, pero nos equivocamos los dos. Creo que es mejor así.
—Al parecer, a las fans les ha sido de agrado, claro, a la mayoría.
—¿Quién no estaría de acuerdo? Alex es un amor—dijo Liam sonriendo.
—Sí, antes que todo, siempre ha estado ahí para nosotros—dijo Zayn, y aquello me recordó a la vez que estábamos haciendo la coreografía que yo dirigía y él se había sentido nervioso.
—¿Algo que le quieras decir a Alex?
—Alexa, eres lo mejor que me ha pasado, y espero que esto sea para largo. Te amo—sonrió a la cámara y me mordí el labio.
—¡Te amamos Alexa!—gritaron todos como niños pequeños.
—Hablando de Alexandria O’Connor, la película Like Romeo and Juliet, ha llegado a Paris junto con su co-estrella Stefan Watson…—siguió hablando, mientras el público presente reía con las ocurrencias de Louis molestando al rubio—. Muchas gracias chicos por haber estado con nosotros.
¿Cómo se podía tanto amar a una persona?
No podía esperar para que llegara y darle un beso como se lo merecía.
Mi teléfono comenzó a sonar sin parar. Me paré y lo atendí
—¿Lo viste?—preguntó una voz emocionada del otro lado.
—Sí. Casi lloro—dije mordiéndome el labio.—¿Dónde están?
—Vamos a casa a hacer las maletas. ¡Allá vamos Paris!
— Aquí te espero—dije muy feliz—. Una pregunta… ¿cómo te sientes?
—Mucho mejor, ¿por qué?
—Solo quería saber.
—¿Qué pasa Alex? ¿Ya quieres una noche salvaje con Styles?—dijo burlón.
—Más bien tú eres el que la quiere.
—Sí, es cierto.
—No hasta que te mejores por completo—dije firmemente, aunque sabía que si se me ponía al frente, aquella barrera se desmoronaría.
—Pero Alex…—hizo un hermoso mohín.
—Pero nada Hazza. Te amo cariño—dije a punto de colgar.
—Yo también preciosa—tiró un beso y colgó.
Dios mío, moría porque Harry ya estuviera a mi lado, rodeándome con su fuerte y pálido brazo y haciéndome recostar en su pecho, escuchando los latidos de su corazón.

VKIA VASJFVASVDIOMAEOVSFJ MOAEJVOAWIMDOÍVMWQOAEVMLÑKCX,VABOIJNGS FDKO´DPAÑSL,CMKBGSOÍEFRLPCÑX,CLV

OK, hoy: llore, reí, grite, me enoje, tube transtornos bipolares. Encerio tienes futuro como escritora, eres grande! jee, Siguela! :D

Omg ... dios, fue tan .. sdtbwsgfz Me encanto el maraton! *-* me dejas sin palabras .. pero ahhh! enserio me encanto, escribes precioso mujer*-*

perdona no haber comentado ayer...el Maratón solo tengo una Palabra...AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!
tu encerio tienes algo personal contra mi..¬¬
como la dejas!
Me encanto!
OTRO MARATON MARATON!
ahhahahahahahha esta bien no me aprovecho siguela!

Capítulo 8. Familia
Me desperté adormilada y recordé que tenía que ir a hablar unas cosas con Stefan y el resto de elenco porque esta noche tenía que asistir a la premiere.
Luego de la fría ducha me puse la ropa que había dejado preparada anoche. Unos shorts de color rosa, una blusa de tela fina, mangas largas y tenía un estampado de flores, muy bonito. Me puse unos zapatos de color crema altos y salí del baño mientras pasaba los dedos entre mis rubios cabellos, que estaban increíblemente más largos, no tanto como antes de cortarlo, pero estaban unos dos centímetros por debajo de mis hombros.
Me agaché a recoger uno de los tacones que había dejado tirados ayer, hasta que sentí unas manos en mi cadera y (http://www.polyvore.com/so_sweet/set?id=50947118) un cuerpo pegado al mío. Me erguí lentamente, sonriendo de lado.
—¿Te he dicho que amo ese pantalón? Si lo que querías era seducirme, simplemente no te ponías nada y evitabas el esfuerzo—dijo con voz ronca en mi oído.
—Hazza—murmuré girándome, lo miré confundida.
—He estado aquí todo el rato, pero tú entraste al baño y me ignoraste—dijo haciéndose el ofendido.
Reí entre dientes mientras presionada mis labios contra los de él. El me pegó totalmente a su cuerpo, y comenzó a acariciarme por debajo de la blusa. El retrocedió, cayendo a la cama sentado, conmigo en su regazo. Presioné con suavidad su costado, haciendo que hiciera una mueca. Me paré de sus piernas.
—¿Ves? No hay nada de noches salvajes para ti.
—No es de noche, ¿quién dice que los días no pueden ser salvajes también?
—¿Para luego tenerte lloriqueando de dolor? Olvídalo—dije dejando un beso en su mejilla.
—¡Por Dios Alex! ¡Mira cómo me tienes?—señaló a sus pantalones.
—Creo que tendrás que resolverlo tú solito—me acerqué y lo besé de nuevo—. Tengo que salir—hice una mueca de disgusto.
—No me dejes solo, y menos con esto—dijo señalando sus pantalones, mientras se tiraba hacia atrás, quedando acostado.
—Vuelvo en media hora amor—dije acercándome a él y dejando un beso en sus labios. Eran verdaderamente adictivos. Una de sus manos se fue a mi nuca para profundizar el beso, mientras lo ponía cada mano a cada lado de su cabeza.—Llegaré tarde—dije entre nuestros labios.
—Ellos pueden esperar—dijo mientras mordía suavemente mi labio inferior.
—Adiós hermoso—me separé dejando un beso en su mejilla. Tomé mi bolso y me fui. Miré a Harry una vez más antes de salir y sonreí, sintiéndome completa por un instante.
La reunión fue más breve de lo que pensé y pronto salimos de allí. Fui con una de mis compañeras de rodaje, Amy, que se suponía que era mi mejor amiga en la película, a buscar nuestros vestidos para esa noche.
—¿Ya terminaste?—preguntó Harry con voz de niño pequeño.
—Sí. Estoy recogiendo el vestido. Llama a los chicos y vengan a la plaza que está enfrente de la gran fuente…esa misma. Vamos a comer.
—Estaré allí en unos minutos. Bueno… estaremos—y colgó mientras yo reía entre dientes.
—¿Segura que quieres que me quede?
—Claro, ¿por qué no?—dije encogiéndome de hombros. Fuimos a dejar nuestros atuendos a nuestros autos y fuimos a reservar la mesa.
Sentí un beso en mi mejilla desde atrás, me giré levemente y vi a Harry sonriendo sexymente, mientras se sentaba a mi lado.
—Chicos, ella es Amy Carson, Amy, ellos son Harry, Liam, Niall, Zayn, Louis y su novia Eleanor—los presenté. Ella sonrió amablemente, aunque sabía que sí se sentía nerviosa.
Media hora más tarde, Amy se disculpó y se fue, dejándonos haciendo bromas y terminando nuestros postres.
—Oh Dios, ahí vienen—dijo Liam cuando salimos del restaurante, y vimos a un grupo de fans corriendo hacia nosotros. Instantáneamente apreté más el brazo de Harry, el cual agarraba. El puso una mano sobre la mía, sonriéndome. Eleanor y yo nos alejamos un poco para esperar a que aquella locura parara y los chicos terminaban. Hubo algo que llamó mi atención. Una chica, podía tener al menos doce años, o trece como mucho, llevaba un bastón, y parece que buscaba a su acompañante, la divisé unos metros más lejos.
—Vuelvo ahora—murmuré en el oído de Eleanor y caminé hacia ella con prisa.—Cuidado pequeña—dije tomándola por los hombros antes de que se tropezara por la sorpresa.—Buscas a alguien…
—Sí. Es una mujer, creo que traía una camiseta de color verde, y jeans oscuros.
—Ven vamos…—tomé su mano y caminé hacia una mujer, que al verme, con lágrimas en los ojos, corrió hacia nosotras y abrazó a su pequeña.
—¿Por qué hay tanto ruido mami?—preguntó ella.
—Es que aquí están One Direction—le dije agachándome un poco.
—¿En serio? Tú eres Alex… Alexandria O’Connor… no puedo equivocarme.
—La misma—dije sonriendo con ternura, aguantando las lágrimas
—Lo sabía. Reconozco tu voz, te he escuchado cantando. ¿Podrías…?no olvídalo.
—No, dime—insistí.
—¿Podrías llevarme un segundo con ellos? Quisiera su autógrafo. Miré hacia la mujer de piel clara y ella asintió, quitándose las lágrimas que corrían por sus ojos. Ella me susurró algo al oído, y aquello hizo que el corazón se me apretujara. Asentí varias veces, aunque ella no lo vio. Ella se llama Katie. Acaricié el rizado cabello caramelo de la niña y la tomé de la mano, llevándola hacia la multitud. Me hice paso entre las chicas, que me lo cedieron al reconocerme. Hicieron más espacio cuando me acerqué al centro.
—Esta jovencita quiere conocerlos, chicos. Katie, ellos son Liam, Niall, Harry, Louis y Zayn—cada uno le dio la mano, sonriendo por la ternura que despedía aquella chica.
—¿Zayn?—ella movió sus manos, buscándolo.
—Sí, estoy aquí—él se agachó, poniendo una de sus rodillas en el suelo. La acerqué a él. Ella soltó mi mano un momento, y puso sus dos manos a cada lado del rostro de Zayn. Ella trazó las facciones del moreno con sus dos finas manos y sentí mis mejillas mojarse con las lágrimas que ya salían. Agradecía haberme puesto máscara a prueba de agua. Ella recorrió sus mejillas, sus pómulos, párpados, mientras el silencio se hacía presente allí. Segundos después, lo dejó, buscando mi mano. La tomé y la apreté suavemente.
—No puedo verte, pero sé que eres hermoso—dio ella sonriendo suavemente. Zayn no tenía expresión en la cara. La abrazó suavemente, para luego pararse. —Gracias Alex—murmuró apretando mi mano.
—Muchas gracias, este ha sido su sueño—dijo una voz quebrada detrás de mí. La madre de Katie. Su madre la tomó de la otra mano y se la llevó, agradeciendo.
Dirigí mi mirada hacia Zayn, quien tenía los ojos vidriosos, aún miraba en dirección a aquella niña.
A todos nos conmovió aquello. Hasta las fans, que estaban gritando antes, estaba calladas y admirando la escena con ojos tristes. Los chicos miraban a Zayn con una sonrisa.
Eleanor y yo logramos dispersar a las chicas, mientras Liam rodeaba a Zayn por los hombros. Aquella era la primera vez que veía a Zayn llorar.
Aquella pequeña lo había conmovido. Porque a pesar de su ceguera, se veía feliz, contenta, y le había dicho unas palabras que lo afectaron de verdad. Había cumplido su sueño.
Harry me miró, y me sonrió. Se acercó y dejó un beso en mi frente, limpiando los restos de lágrimas de mis mejillas.

—Ven, déjame arreglar eso.
—Despacio Alex, duele…
—Sí ya sé, pero tu querías, así que aguántate.
—¡Alex! ¡Dios mío! ¡Despacio…! Así mismo…
—¿Así?
—Sí, así mismo…
—Espera…
—¡No! ¡Auch! ¡Así! Así me gusta…
—¡Jesús, José y María! ¿Qué demonios hacen?—dijo Louis apareciendo por la puesta, con la boca abierta y con la corbata sin anudar todavía.
—Listo, ya no hay más nudos—dije dejando el peine de lado, mirando a Louis con ojos entrecerrados.—Eres un cochino mal pensado Lou, Dios—dije retocando mi labial.
—Dios, creía que…
—¿Qué teníamos sexo salvaje aquí? ¿Con ustedes del otro lado? Cómo no…—dijo Harry irónico pasando la mano por sus rizos ahora libre de nudos.
—Eres un asqueroso Louis—dijo Niall fingiendo indignación.
—Tú mejor cállate duende, tú fuiste el primero que pensaba que tenían sexo salvaje de este lado—dijo Louis yéndose con Niall mientras seguían discutiendo, mientras Liam y Zayn se limitaban a reír entre dientes, volviendo a sus habitaciones.
—Mal pensados—se quejó Harry.
—Pero sí quieres sexo salvaje—dije riendo entre dientes.
—Sí—hizo un puchero como un niño pequeño.
—Déjame arreglar tu corbata—acomodando el nudo de su corbata—. Es raro que lleves corbata en vez de un lazo.
—Quería variar, sé que te gusta que use corbatas.
—Con todo me gustas—dije dejando un pequeño beso en sus labios, para no mancharlo con labial.
—Estás hermosa—dijo acariciando mi mejilla con suavidad (http://www.polyvore.com/premiere/set?id=50659032).
—Gracias—le sonreí.—Vamos—tomé su mano mientras salíamos de allí.
Muchas fans nos esperaban en la entrada del hotel. Afuera había dos limusinas, una en donde estaban los chicos del elenco, y otra para los chicos.
—Nos vemos en un rato—le dije a Harry besando su mejilla.
—Está bien—sonrió, mientras yo, junto a dos guardias de seguridad me encaminaba a la primera limusina.
Dentro estaban Stefan, Amy, Caroline—una de las amigas de Stefan en la película—, Katherine—la que hacía de mi madre—, Sarah—la madre de Stefan en el rodaje— y el director.
Todo salió como esperábamos. Nos tomamos fotos, respondimos preguntas a los periodistas, todo andaba sobre ruedas, hasta que terminó. Ibamos de camino a las limusinas para ir a la fiesta que se celebraría, cuando algo llamó la atención de todos.
Ella aparecía de nuevo.
Era llena de fotos, la llenaban de preguntas, y ella solo se limitaba a sonreír y responder con arrogancia. Su vista se fijo en nosotros y sentí tensa la mano de Harry contra la mía.
—Harry, Alex—dijo mi nombre con desprecio, acerándose con su ceñidísimo vestido mientras contoneaba las caderas, saludándonos a cada uno con un beso en la mejilla.
Los periodistas comenzaron a hacer preguntas acerca de todo.
—No, claro que no. Nosotros somos grandes amigos—dijo haciéndome a un lado y abrazando a Harry por la cintura, cosa que lo tomó desprevenido.
—Vamos Alex, te estamos esperando—dijo Stefan tomando mi brazo para llamar mi atención.
—Sí. Vamos—asentí, sintiendo furia dentro de mí.
En la fiesta me cambié de vestido. Dejando el blanco y largo, por uno más corto y adecuado para la fiesta. Dejé mi cabello suelto esta vez (http://www.polyvore.com/after_party/set?id=50953413).
No podía entender lo que quería esa…
Ella volvía a aparecer. Ahora no sólo era Emily la que me hacía la vida imposible… Emily…
—¡Emily! ¿Qué haces tú aquí?—dije casi restregando mis ojos para comprobar que era real. Me fijé en su acompañante—¿Mia? ¿Se conocen? ¿Qué hacen aquí?
—¿Conocernos?—Mia rió con sorna.— Somos familia.
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ATENCIÓN.
Hermosas readers, cambiaré el nombre de "One Direction", a "Forever Yours", por la segunda temporada. Lo cambiaré en un par de días para que la mayoría vea esto ;).
Así que no se desesperen sin no ven "One Direction" x).¿Ok?
Espero que les guste <3.

Capítulo 9. Una tarde salvaje
—¿Familia?—dije incrédula.
—Sí. Ella es mi prima—dijo Emily odiosamente. Genial. Las dos son familia y les gusta Harry. Genial.
—Ya veo que eso se lleva en la sangre—murmuré.
—¿Qué cosa?—preguntó Mia enarcando las cejas.
—No, nada.
—Con que aquí estabas, te he estado buscando—sentí una mano en mi baja espalda y me giré un poco. Era Harry.—Buenas noches—dijo él saludando a las dos chicas por cortesía, sin hacer ningún tipo de contacto físico.
—Cuanto tiempo Hazza—dijo ella con total confianza. Harry torció el gesto, al igual que yo.
—Vamos con los demás—dije ignorándolas. ¿Qué demonios hacían ellas aquí? ¿Quién las habría invitado?
—Espera Harry, ¿no quieres que nos pongamos al día? No sé, hablar de lo que hemos hecho mientras no nos vimos—dijo Emily tomando su brazo y mirándolo seductoramente.
—Eh…—se aclaró la garganta—. Me temo que será en otro momento. Ahora mismo quiero estar con Alex. Vamos—dijo sonriéndoles de lado mientras tomaba mi mano y nos movíamos entre la gente. No dijimos nada más, pero en mi cara había una sonrisa imborrable.
Nos sentamos en unos sofás más alejados. Harry tenía un brazo sobre mis hombros y bebía algo de una copa. Dejé un beso en su mandíbula. El tragó el líquido de color rosa y me miró.
—¿Y eso por qué fue?
—Por lo de hace rato—le sonreí, prestando atención a una historia graciosa que Louis contaba.

—¿Por qué tardaste tanto?—preguntó Harry cuando subí en la limusina. Eran las tres y media de la madrugada.
—Sus fans me retuvieron. Miren lo que me dieron—reí antes sus caras cuando dejé todo sobre mi regazo—. Creo que algunas otras cosas se me cayeron en el camino. Veamos. Me dieron una camiseta que dice “Amo a Zayn”—se la pasé mientras el reía—. Una igual, pero con el nombre de Harry—se la pasé—, otra con el nombre de Liam—este último ya tomaba fotos para subirla.
—¿Qué hay para mí?—preguntó Louis como niño pequeño, haciendo que Ele riera.
—Una camiseta que dice “Señora de Tomlinson”—reí y se la pasé.
—Te la regalo—le dijo pasándosela a Ele.
—Qué dulce—dijo ella dejándole un beso en la mejilla, riendo.
—Y para nuestro rubio amigo. Una camiseta que dice “Amo a los chicos irlandeses”—se la pasé mientras él sonreía.—Wow Niall… este también es para ti—le pasé unas bragas que decían “I Love Niall Horan”. Todos rieron e hicieron fotografías.
—La conservaré—dijo guardándola en un bolsillo interior de su saco, haciéndonos reír.
—Esto es de Harry—le pasé otra camiseta pero con su foto en la parte de enfrente.
—¿Y eso?—dijo señalando mi muñeca. Una pulsera tejida con “One Direction” tejida también en él.
—Este me gustó, creo que me lo quedaré.
—¡Dame ese!—dijo Liam extendiendo su mano para alcanzar una cadena con una medalla. Esta tenía la bandera británica y “1D” con negro sobre esta.
—Toma—se la pasé.
—¿Quién se queda con estas?—dije levantando un brazalete en mi mano derecha que tenía muchos dijes, algunos con las caras de los chicos, y en la otra mano, pulseras de goma de varios colores con sus nombres.
Seguimos riendo con las ocurrencias de Louis y Niall. (http://www.polyvore.com/regalos/set?id=51005307)
Sentí un peso en mi hombro, y me di cuenta que Harry había apoyado su cabeza ahí, ocultando su rostro en mi cuello. Pasé un brazo por sus hombros y acaricié sus cabellos suavemente. El pasó un brazo por delante de mí, rodeando mi estómago. Pronto sentí su respiración acompasada contra mi cuello. Sonreí inconscientemente. Su cercanía me hacía sentir llena, viva, bien, feliz, y un sinfín de cosas más.
—Harry, despierta—susurré contra sus rizos. Ya los demás estaban afuera de la limusina, saludando con la mano algunas fans que habían amanecido esperándolos.—Hazza, amor, despierta.—Lo removí, haciendo que cabeceara hacia adelante, abriendo los ojos de sopetón. Reí entre dientes.—¿Vamos?—salí, extendiendo mi mano, la cual él tomó, para luego pasar un brazo por mis hombros, y yo lo rodeé por la cintura. Creo que era más para mantener el equilibrio que otra cosa, pues estada adormilado y se restregaba los ojos cada poco segundos.
Diez minutos después estuvimos cada quien en su habitación correspondiente. Harry se había ido a sentar directamente a la cama, queriéndose dormir de una vez por todas.
—Ponte la pijama por lo menos—le dije mientras me quitaba los tacones.
—No quiero—dijo como niño pequeño mientras se sacaba los zapatos de una patada para dormirse así vestido. Reí mientras me acercaba a él. Le quité las medias y las dejé a un lado en el suelo. Le desanudé la corbata mientras él me miraba con los ojos entrecerrados por el sueño, como un niño pequeño. El tenía las piernas medio abiertas, y yo estaba entre estas, concentrada en mi tarea, mientras él hacia pequeñas figuras en mi pierna con su dedo.
Le desabotoné la camisa y se la quité, dejando a la vista su blanca y tonificada piel.
—¿Te vas a quitar el pantalón?—negó sonriendo como un niño. Se paró—. Me lo imaginé.
Reí entre dientes mientras le desabotonaba los pantalones y se los bajaba. Se quedó solo en su ropa interior y luego se acostó. Sonreí, mirándolo. Fui al baño y me quité el maquillaje. Me quité el vestido, pasándolo por mi cabeza mientras iba de camino a la habitación. Me terminé de quitar el vestido, pensando que Harry ya dormía, pero no. Me miraba atentamente. Dejé el vestido junto con su ropa. Tomé un pantaloncito corto para dormir y una blusita blanca. Me acerqué a la cama y me acosté junto a él. El se acostó sobre su lado izquierdo, quedando de frente a mí. Acaricié su mejilla y junté nuestras frentes. El dejó un besito en la punta de mi nariz, haciéndome sonreír. Miré sus verdes ojos, encontrando su sonrisa, su hermosa sonrisa mostrando sus hoyuelos.
—Duerme cariño—acaricié sus rizos.
—Te amo Alex—susurró, abrazándome por la cintura. El levantó mi blusa, y comenzó a acariciar mi espalda suavemente. El sabía que me encantaba que me hiciera eso.—Sé que te gusta que te acaricie la espalda—susurró en mi oído, dejando sus dedos vagar por toda mi espalda.
—También te amo Hazza—cerré los ojos, dejándome llevar por la sensación.

—Em… sí claro. ¿Cuándo? ¿Esta tarde? Creo que a las tres estaría perfecto—dije tratando de no reír o suspirar puesto que Harry me propinaba caricias en el brazo y la espalda, haciéndome cosquilla, mientras yo hablaba por teléfono con el director de una academia de baile muy importante en París.—Estoy hablando por teléfono Harry—murmuré alejándome el celular de la oreja.
—Adelante, sigue con tu conversación, yo estoy muy entretenido aquí—dijo riendo contra mi cuello. Regresé mi teléfono a mi oreja para escuchar más detalles que decía el director de la academia. Harry corrió mi cabello hacia un lado y comenzó a darle besitos a mi nuca.
—Está bien. Estaré allí a las tres. Gracias a usted.—dejé el teléfono en la mesa de noche y me giré a Harry, que me miraba con una sonrisa de niño bueno.
Había pasado un día después de la premiere. Estábamos en la habitación del hotel ya que no habíamos tenido ganas de salir con los chicos.
—¿Sabes? Los chicos no están en el hotel. Estamos solos en esta habitación—dijo murmurando en mi oído.
¿A quién quería engañar? ¡Yo también quería!
Me giré y lo empujé para que quedara acostado en la cama, mientras yo me sentaba a horcajadas sobre él, acercándome para besarle. Sus manos fueron a mi cintura, pegándome más a él si era posible.
Inconscientemente me restregué contra él para acomodarme, y sentí como comenzaba a despertar. El suspiró contra mis labios.
—Si no vas a continuar y me dejarás con las ganas, mejor apártate—susurró cerrando los ojos.
Comencé a besar sus mejillas, su mandíbula, su cuello. Con mis manos, levantaba su camiseta. El me ayudó, pasándola rápidamente por su cabeza. El me atrajo hacia él para besarnos de nuevo, mientras él me quitaba mi blusa. La pasé por mi cabeza rápidamente.
—¿Sabías que besas asombroso?—dijo él mordiéndose el labio inferior.
—¿Ah sí?—lo volví a besar, sonriendo contra nuestros labios.
Harry comenzó a quitar con desesperación mi pantalón corto, mientras yo desabotonaba los suyos.
Ya con la ropa esparcida por toda la cama y el suelo, el alcanzó su pantalón y rebuscó entre los bolsillos traseros de su pantalón. Sacó el preservativo y se lo puso, y casi en un pestañeo se puso sobre mí, colocando cada una de sus manos en mi cadera.
Me miró con una sonrisa, antes de entrar en mí y hacerme suya, como hace tanto tiempo lo había hecho.

Mi respiración estaba entrecortada y muy agitada. Estábamos cubiertos por una capa de sudor, pero eso no impidió que nos acurrucáramos contra el otro. Harry cubrió nuestros agitados y desnudos cuerpos con las sábanas.
—Dios, eres la mejor—dijo suspirando.
—Wow, gracias—dije levantando la mirada.—¿Qué hora es?
—Las dos y treinta y seis.
—Tengo que arreglarme—dije levantándome mientras.
—¿Adónde vas?
—Hay una academia importante aquí en París, entonces el director quiere que haga una visita.
—No te vayas, ¿acaso no quieres repetir lo de hace rato?—murmuró sensualmente, acariciando con su nariz la piel de mi cuello y hombro. Me vi tentada a cancelar aquello y quedarme con Harry.
—Podemos seguir esta noche—sonreí, mientras me giraba para quedar frente a él.
El sonrió maléficamente y me acerqué para besarlo. Esta vez no fue ni rudo ni apasionado. Fue lento, dulce, tierno, suave. Nos separamos por falta de aire y me puse la ropa interior y fui hacia el baño.
Al terminar la ducha me puse unas leggins negras y una blusa ancha con la bandera británica, tomé mis converse rojas y me puse un gorrito de tela de color negro (http://www.polyvore.com/british_girl/set?id=50657014).
Salí del baño para tomar mi celular y mi bolso. Miré hacia la cama y me encontré con Harry, se había quedado dormido. La sábana lo cubría hasta la cintura, y abrazaba una almohada. Su cabello estaba más largo y estaba desordenado sobre su rostro y la almohada. Me incliné y dejé un beso en su mejilla.
Tomé mis gafas y mi bolso y salí de la habitación con cuidado de no hacer ruido y despertarlo.

—Parece que nuestra artista estrella ya está aquí—dijo el profesor cuando me vio abrir la puerta. El profesor Francis me conocía de hace un año, cuando un grupo de la academia vinimos a competir amistosamente con esta hace un año.
—Buenas tardes a todos—dije quitándome las gafas. Todos los jóvenes, que no pasaban de los dieciséis me miraban con ojos abiertos, con sorpresa. Dejé mi bolso en un lado.—Aquí estoy—sonreí, tomando mis manos por detrás de mi espalda.
—Muchas gracias por venir Alex, y más si te llamé a última hora—dijo. Me encogí de hombros.
—¿Para qué soy útil? No me dio detalles.
—Estos talentosos jóvenes tienen los ánimos por el piso—dijo señalando rápidamente a toda la clase.
—¿Por qué?—pregunté frunciendo levemente el ceño.
—Verás… tienen esta competencia contra otra academia, Paradise Dance Academy…
—Sí, nosotros competimos hace un año con ellos—asentí recordando.
—Ellos dicen que no van a poder… la academia es muy buena, que los van a vencer, etcétera. Así que me enteré que estabas aquí. Te creí la persona justa para ayudarlos.
—Claro que sí—me giré hacia los estudiantes, que habían permanecido callados, mirando atentamente la escena.—Primero que todo, soy Alexandria, para los que no me conocen—sonreí abiertamente.—¿Por qué no comenzamos por ver lo que tienen preparado?—dije acercándome a la radio para que la música inundara el salón. Se notaban nerviosos, así que paré la música.—¿Qué sucede? ¿Por qué esas caras?
—Pues que estés aquí mirándonos nos pone realmente nerviosos y algo torpes—respondió una chica, que parecía ser la que menos vergüenza tenía.
—Oh—dije sonriendo—. No se sientan así, en serio. No soy un ogro ni nada por el estilo. Demuéstrenme lo que tienen—encendí la radio nuevamente y la música llenó el salón.
Eran buenos, pero tenían el típico problema de inseguridad que era usual en los jóvenes de su edad. Caminaba alrededor del salón, mirando desde todos los ángulos. Unos tres minutos y medio después, la canción terminó. Aplaudí varias veces.
—¡Eso está muy bien! ¡No sé ni qué hago aquí!—dije sonriendo, causando que sonrieran.—Pero tienen algunos problemas. Tienen que dejar esa inseguridad de lado y sonreír. Los jueces toman mucho eso en cuenta, como ustedes transmiten esa felicidad y energía al público, como se desenvuelven en el escenario. Esto se trata de sentirse libres, de divertirse y hacer lo que les gusta, porque por eso están todos aquí, porque comparten una misma pasión por el baile.
Me quedé unas dos horas más para seguir guiándolos, sin cambiar ningún paso, porque según me había dicho el profesor, ellos habían montado la coreografía completa y él solo les ayudaba a limpiarla. Todos estaban sentados en el suelo, hidratándose y comentando acerca de aquello más felices.
—Bien, yo me tengo que ir. Ya no hay más nada que hacer aquí. Sigan practicando y divirtiéndose. Gracias por la invitación profesor—dije despidiéndome de él y caminando hacia la puerta.
—Dios, no puedo creer que vi en persona a Alexandria O’Connor—escuché que murmuró una de las chicas.
—¿Nos das tu autógrafo?—me giré y vi un grupo de la clase acercándose a mí con papeles y bolígrafos. Me tardé un poco más en salir de allí por eso.
—¿Te casarías conmigo?—escuché a uno de los chicos.
—Lo siento cariño, no estoy soltera—dije divertida.
—¿Puedo casarme con Hazza?—reí al escuchar eso. Pero cuando miré a la chica, ella tenía una cara seria, hablaba en serio. Me aguanté para no soltar una fuerte carcajada y ser maleducada.
—¿No eres muy joven para casarte?—dije divertida.
Mi celular vibró en mi bolsillo. Lo sostuve entre la oreja y el hombro, mientras seguía firmando algunos papeles, hasta brazos y remeras.
—¿Ya vienes en camino?—preguntó con voz ronca.
—No me digas que te pasaste la tarde entera durmiendo.
—Sí. Desperté muy solito, ¿sabes?—imaginé que estaría haciendo un puchero en ese instante.
—Voy pronto Harry—al nombrarlo, las chicas comenzaron a gritar eufóricas. Ya habiendo firmado a todos, me alejé un poco, pero ellas se acercaban, queriendo saber acerca de la conversación.—Dame veinte minutos.
—Ya los voy contando. Te amo hermosa—me derretí internamente.
—Sí, yo también te amo, adiós—colgué y me giré, para encontrarme con un grupo de chicas que me miraban expectantes.—Adiós a todos—me despedí con la mano y salí casi corriendo de allí.
Tomé un taxi para ir de nuevo al hotel. Me sorprendí al no encontrar a ninguna fan en la entrada. Subí casi desesperada por regresar a sus brazos y besarlo con fiereza. Me sorprendí al encontrar la puerta sin seguro, entré para encontrar las luces apagadas. Las cortinas cubrían las ventanas, por lo que no se podía ver nada. Dejé el bolso en el suelo y encendí la luz, cosa de la que me arrepentí al instante.
Emily se encontraba sentada a horcajadas sobre Harry, mientras este tenía sus manos sobre su cintura. Los dos con los ojos enfocados en mí.

Dios! todo era tan perfecto hasta que PUM! voy leyendo la ultima parte del capitulo ... Maldita seas Emily :@ .. Ahhhhh'! T-T no puede ser .. Why Hazza? Why??!

siguela pronto ... me encanta tu nove :B

estaba a punto de escribir Amor y Paz en este capi.....Y ESA HIJA DE DE...SU MADRE!?
ME QUIERES MATAR PORFAVOR SOLO SUBE QUE PASO DESPUES!!!!!!
POR FAVOR!
encerio..me matas me matas!
AY tengo un momento...odio al mundo..¬¬
como puede ser..no algo me huele mal..aparte del olor a zooorra..¬¬
encerio..siguela porfa..un avance!
no se...Harry?? HARRY DE VERDAD DE VERDAD??
porfavor que sea el gemelo sexi malvado que nadie conocia el que estaba con esa tipa...
o que sea un extraterrestre disfrado de Har...no hay que aceptarlo..Harry arruino todo :(
ah...solo queda vivir en un mundo cruel lleno de mentiras engaños...y desa..me dejaras seguir con el drama.?
o nos subes caps mejor?
hahaha siguela