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Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]

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Forever Yours (Harry Styles) [Terminada] - Página 2 Empty Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]

Mensaje por Amelia Dom 17 Jun 2012, 5:15 pm

Capítulo 12. Bajo estrés
En pocos minutos ya estaba bajando las escaleras con mi vestuario en su respectiva bolsa colgando en mi brazo, otra bolsa plática cubriendo el vestuario que usaría para la prueba de canto y mi bolso con maquillaje y cosas que necesitaríamos para con las chicas.
—Cariño, ¿no desayunas?—preguntó Kristie.
—Tengo el estómago hecho un desastre. Se presentaron problemas de último minuto.
—Espero que lo resuelvas, pero ya sabes, trata de no estresarte demasiado.
—Trataré—le sonreí.—Irán más tarde, ¿verdad?
—Claro, ¿cómo nos lo perderíamos?—dijo Melanie bajando las escaleras mientras me abrazaba durante unos segundos y se sentaba a desayunar.
—Por favor, hagan que papá vaya. No lo he visto mucho últimamente—les di una sonrisa a medias.—Me voy—dije tomando las llaves de mi auto.
—¡Pero si no has comido nada!
—Descuida, comeré algo allá.
Metí todo con cuidado en el asiento trasero del auto y me dirigí a la un edificio que conocía tan bien.
Toqué la puerta dos o tres veces, antes de que un Harry en ropa interior y con el cabello húmedo abriera la puerta.
—Espero que no recibas así a todas las personas que tocan la puerta—le miré levantando las cejas.
—¿Qué haces aquí?—preguntó extrañado—. Creí que estarías en la academia.
—Se presentó un problema. Por eso necesito hablar con Horan, ahora—dije empujándolo levemente para poder cruzar.
—Por cierto, estás hermosa—dijo abrazándome por detrás y dejando un beso en mi hombro desnudo. ¿Cómo que hermosa? Estaba vestida casualmente. Unos jeans algunos lados rotos, una blusa desahogada con la bandera americana y unos botines negros. Me giré. Con los zapatos de tacón, era de la misma altura de Harry. Me acerqué a él, estaba recién salido del baño, su piel tenía un delicioso olor a jabón y su cabello a su champú favorito. Le di un beso en los labios, poniendo mis manos en pecho, tomándome mi tiempo en tocar su suave piel. Me separé luego de unos momentos, con la respiración agitada.
—No me distraigas más Harry. ¿Dónde está Niall?
—¿Qué quieres con él?
—Necesito que me haga un favor. ¡Niall!—le llamé en voz muy alta mientras caminaba apresuradamente por el pasillo donde estaban las puertas de las habitaciones de los chicos.
—¿Qué son esos griteríos?—dijo el rubio irlandés saliendo del baño de al fondo del pasillo antes de que yo llegara.
—Justo a quien necesitaba—dije arrastrándolo por la muñeca hacia la sala. Me senté en un mueble y él me imitó.
—Peter, el chico que se suponía que tocaría la guitarra conmigo en el Festival, se le ocurrió meterse en una pelea y se rompió un brazo. Ahora no tengo guitarrista…
—Y ahí es donde entro yo…—dijo. No era una pregunta, estaba afirmando algo.
—¿Podrías hacer eso por mí?—le miré intensamente, esperando a que respondiera afirmativamente.
—Claro, ¿por qué no?—dijo encogiéndose de hombros.—Pero no me sé la canción.
—Puedo enseñártela. No es muy difícil de aprender—dije sonriéndole.
—Pues, vamos a poner manos a la obra—dijo parándose.
—Hey rubio, quita tus manos de mi obra—dijo Harry sentándose junto a mí y abrazándome.
—No seas tonto—dije dándole un rápido beso en los labios. Deseaba tanto quedarme allí con él, besarlo hasta que no pudiera más.—Puedes ir en un rato Niall, yo me adelantaré. Llámame cuando llegues a la academia, ¿entendido?—dije y él asintió, desapareciendo por el pasillo.
Harry me acompañó hasta la puerta, ahora con unos vaqueros desgastados puesto, el cual llevaba un poco mas debajo de la cadera, dejando ver el inicio de su ropa interior, desnudo de la cintura para arriba. El me atrajo por la cintura.
—Siento que no tenemos tanto tiempo para nosotros dos, sólo los dos.
—Yo también te extraño—dije pasando mis manos por sus rizos, aún húmedos—. Quiero pasar más tiempo contigo antes de que se vayan de gira, otra vez.—dije triste al recordar que en pocos días ellos se iban a ir de gira.
—Dalo por hecho—dijo acercándose más a mí y dejando un tierno beso en mis labios, mientras sus manos recorrían mi espalda.

—Hasta que llegas—Kat tomó parte de mis cosas y me ayudó a llevar todo a los camerinos, detrás del teatro.—¿Encontraste otro guitarrista?—preguntó recogiendo su cabello en una coleta.
—Claro que sí. Niall me ayudará—dije sonriendo, mientras salíamos de allí, luego de cerrar la puerta con llave.
Pasamos inventario de todo, vestuarios, de que todos estuvieran bien, maquillaje y cualquier detalle que se nos pudiera salir de las manos.
—Al parecer todo está en orden.
—Sí… espera—dije mientras sacaba mi teléfono de mi bolsillo.
—Necesito algo de ayuda. Estoy siendo perseguido por un grupo de chicas que no pretenden dejarme dar un paso más…
—¿Dónde estás?
—En el estacionamiento—dijo colgando la llamada.
—Vamos, Niall está en peligro—dije riendo mientras tomaba Kat del brazo y echaba a caminar rápidamente. Pronto lo divisamos, estaba siendo prácticamente tragado por un grupo de chicas. Niall no debía estar nada bien, odiaba los espacios pequeños, lo hacía sentir mareado.
—Vamos, denle espacio al chico—dijo Kat, haciéndose paso entre la multitud. Sacó a Niall del brazo, el cual aspiró aire profundamente. Lo tomé del brazo.
—¿Estás bien?—dije viendo sus ojos azules.
—Eso creo.
—¡Aléjense! ¡Vamos! ¿Son sordas?—dijo Kat logrando dispersar a la multitud.
—Gracias Kat—dijo Niall sonriéndole.
—Kat, te dejo a cargo, si pasa algo, llámame, estaré en el estudio.
—Sí mi capitana—dijo haciendo un saludo militar y luego marchándose presurosa.
—Vamos—comencé a caminar, con Niall detrás de mí, acomodando la funda con su guitarra en su hombro. Iba echando bromas todo el camino, era muy fácil estar con él, siempre andaba contando chistes y riendo.
Duramos unas dos horas allí, practicando la canción, que de hecho, era la que le había enseñado días atrás, pero ahora estaba terminada. El aprendía fácil, bastante diría yo.
—¡Ya lo tienes!—dije abrazándole emocionada.—¿Puedes hacerla completa ahora?
—Intentemos.
Comenzó a tocar y yo a cantar. Fue hermoso. Al final de la canción, una sonrisa se estampó en mi rostro. Miré mi reloj de muñeca, faltaba una hora para que comenzara el Festival.
—Si quieres puedes irte y cambiarte, darte una ducha, lo que quieras, pero tienes que estar aquí en hora y media, ¿ok?—le sonreí.
—Perfecto—dijo. Se despidió con un abrazo y lo vi salir presuroso antes de que alguna otra loca fan lo asaltara.
Me fui hacia los camerinos, donde las chicas iban y venían con sus vestuarios, algunos con el puesto, otras arreglando su cabello, y volviéndose locas con el maquillaje.
El vestuario era un pantalón corto de color negro y de tela levemente elástica, facilitándolos el movimiento, unas mallas de color oscuro. El pantalón tenía brillos que con luz despedían un color dorado. El top era de color azul, sin mangas un con cuello, era ajustado al torso. Era de un color azul eléctrico con razas negras atravesando la tela en forma de estrella. Usábamos unas botas que llegaban un poco más arriba de los tobillos.
Volví del baño luego de ponerme el atuendo y fui hacia el camerino.
Junto con Stephanie maquillamos a todas las chicas, que quedaron espectaculares. El cabello iba recogido en una coleta alta, algunos mechones nos los habíamos pintado con brillos.
—No estén nerviosas, todo saldrá bien—dije cuando estábamos todas listas, juntas, esperando a que nos llamaran. Pronto, los chicos también se juntaron. Su vestuario era igual que el de nosotros, solo que usaban pantalones largos y no usaban brillos en el cabello.
El momento tan esperado llegó, nos habían llamado. De paso, antes de cruzar las cortinas enormes que dirigían al escenario, nos encontramos con el grupo de Mia, que sonreía victoriosa, como si ya hubiera ganado.
Subimos al escenario y nos pusimos en nuestras posiciones. Le dirigí una mirada a Kat y otra a Chris, y nos sonreímos. Miré hacia el público, todo asiento allí presente estaba lleno, algunas personas hasta estaban paradas por la falta de asientos. Y como lo prometieron, allí, en primera fila, estaban mis cinco amigos, Harry, Liam, Louis, Zayn, Niall y a un lado, Melanie con Kristie. Papá no estaba.
La música empezó y comenzamos a bailar, poniendo toda nuestra energía y esfuerzo en aquel escenario.
En una parte, yo era levantada por Chris, como lo hacía Stephanie con uno de mis compañeros. Al bajar, se supone que nos deslizábamos y dábamos un salto hacia atrás. Lastimé mi tobillo, pero aún así no me paré, pues los jueces lo notarían y nos restarían puntos. Aquel tobillo ardía como mil demonios.
El baile terminó y sonreía, a pesar del dolor. Las luces bajaron de potencia para que saliéramos. Yo no pude caminar bien.
—Chris, ayúdame—dije mientras trataba de caminar.
—¿Qué pasó?—preguntó pasando una mano por mi cintura mientras yo pasaba mi brazo por sus hombros, tratando de no apoyar el pie malo.
—Solo me duele el tobillo.
Me dejó en el camerino y después de preguntarme unas quinientas veces si estaba bien, dejó el camerino de chicas y se fue con los chicos.
—¿Estás bien?—preguntó Kat. Negué con la cabeza. Después de todo, a ella no podía mentirle.
—Duele mucho, pero estaré bien. Ayúdame, tengo que ponerme el vestido.
Kat me ayudó a cambiarme para l prueba de canto. Por suerte, los zapatos que tenía llegaban a los tobillos, tapando el moretón que comenzaba a hacerse visible. Esperé más o menos quince minutos hasta que los dos últimos grupos de baile se presentaran.
—¿Estás bien?—preguntó Niall con su guitarra en la mano, entrando de repente en el camerino de chicas. Algunas soltaron chillidos y suspiros.
—Sí, eso creo.
—No me engañas. Harry estaba a punto de venir hacia aquí. Es tu tobillo, ¿verdad?
—Hablamos luego…
—…Con ustedes, ¡Alexandria O’Connor y Niall Horan!—le hice una seña y nos encaminamos hacia la tarima, fuimos recibidos con aplausos. Niall comenzó a tocar, y yo a cantar, tirando los nervios por la borda.
Trataba de enfocar mi vista en algún lugar, con tal de no pensar en el dolor de mi tobillo. Estaba preocupada, pues no sabía si lo estaba haciendo bien, pero me quité la duda cuando escuché a las personas aplaudir y algunas hasta se pararon. Las seis personas que habían ido por y que estaban en la primera fila, estaba paradas y lanzando silbidos.
Salí de ahí con Niall a mi lado y nos topamos con Mia, que me miraba con arrogancia.
—Tú debes ser Niall. No nos han presentado, al parecer—dijo acercándose a la vez que contoneaba sus caderas de manera exagerada.—Soy Mia, Mia D’Frelle.
—Un gusto, Mia—dijo de manera cordial. Estaba dispuesta a irme de ahí, cuando casi caigo por apoyarme en el tobillo malo.
—¿Estás bien?—Niall me agarró por la cintura, evitando que me cayera.
—No—dije agarrándome de él.
—Vamos al camerino—dijo rodeándome con un brazo y agarrando su guitarra con su otra mano, dejando a Mia con la palabra en la boca y con una mirada envenenada.
Sólo quedaba la tortuosa espera a que los demás participantes terminaran y luego el conteo para saber el ganador.

—Aquí tenemos los ganadores. En la categoría de baile: el tercer lugar va para el grupo 2A—nos mencionaban por salones.—El segundo lugar va para… el grupo 3B—mi grupo gritó de emoción. La competencia estaba reñida, y por lo menos habíamos quedado entre los tres equipos finalistas. Además, no siempre se tenía que ganar en primer lugar, ¿no?—El primer lugar va para ¡el grupo 3A!—El equipo de Mia se colocaba junto al nuestro en el escenario para reclamar su premio. Ella me dirigió una mirada de superioridad cuando bajamos de la tarima.
—Parece que después de todo, no son tan buenos como piensas.
—Tú equipo también es bueno, felicidades—le sonreí amablemente y felicité a su equipo, pasando totalmente de ella.
—En la categoría de baile contemporáneo… el tercer lugar va para… Lauren Petters—hizo una pausa mientras la chica mencionada anteriormente iba a recoger su premio—. El segundo lugar va para Marie Dawson—se hizo otra pausa—. El primer lugar es para Katherine Miller—nuestra compañera, aparte de bailar con nosotros como grupo, se había inscrito en la categoría de Baile Contemporáneo, representando a nuestro salón. La felicitamos y prácticamente la empujamos para que fuera a buscar su premio.
Hubo otras categorías, y la espera se hizo realmente agobiante. Había insistido en que me dejaran pararme por lo menos para ver a los ganadores, pero mi tobillo dolía demasiado.
—Para finalizar, la categoría de canto. En tercer lugar… Greg Carson—el chico delgado que había cantado antes que yo subió y buscó su placa—. En segundo lugar tenemos a Mia D’Frelle—sí, ella también se había presentado en la categoría de canto, para demostrarme que era mejor que yo, o algo así dijo—. Y en primer lugar tenemos a… ¡Alexandria O’Connor!—mis compañeros me empujaron hacia las escaleras mientras aplaudían y soltaban silbidos. Las personas aplaudían sin parar mientras yo no podía dejar de sonreír. Me dieron el trofeo y luego bajé de la tarima después de saludar brevemente a mis amigos y familia con la mano. Regresé al camerino, ya que comenzaba a sentirme sofocada. Me apoyé en la mesa del espejo y miré mi reflejo. Estaba pálida y respiraba agitadamente con la boca entreabierta. Mi estómago se revolvió, y recordé que no había comido nada hasta entonces, ya que todo el ajetreo la había mantenido ocupada.
Me quité el cabello que caía sobre mi cara, ya que sentía calor. Me alejé de ahí, buscando mi bolso para ponerme mi ropa más cómoda para regresar a casa. Pero sólo sentí el impacto con el suelo alfombrado y varias sombras moverse frente a mis ojos antes de que se cerraran.

La cabeza me martilleaba al abrir los ojos lentamente. Con el más mínimo movimiento, la cabeza me dolía. Estaba sentada, y debajo de mi cabeza había un cojín. Traté de moverme, pero mi tobillo dolió. Abrí los ojos completamente.
Estaba sentada en el sofá negro de la sala de los chicos. Mi pie herido estaba sobre la mesa que estaba enfrente y una bolsa con algo demasiado frío dentro—aseguré era hielo—descansaba sobre este. Aún tenía el vestido blanco con el que había cantado puesto, y vi mis tacones de color púrpura a los pies del sofá. Miré a mí alrededor, pero no había rastro de los chicos.
—¿Estás mejor?—preguntó una voz risueña.
—Eso creo. ¿Qué fue lo que me pasó?
—Te desmayaste. Alguien te chequeó. Dicen que fue el agotamiento, la mala alimentación, el estrés…
—Ya entendí, no sigas—Louis me reprendió con la mirada.
—No vuelvas a hacer eso e nuevo—dijo aún sonriendo.
—Por cierto… ¿Dónde están los demás?
—Estaban aquí hace un momento, pero Niall fue con Zayn a comprar comida…
—¿A las once de la noche?—dije al mirar la hora en mi teléfono.
—Nunca pelees con Niall cuando tiene hambre, no hay oportunidad de ganar—me reí, haciendo que la cabeza me doliera nuevamente. —Liam se fue a distraer un poco a Harry, si seguía aquí adentro contigo así, iba a enloquecer. ¿Sabes? Cuando te vio así, creí que le iba a dar un infarto allí mismo. Como sea, iré a llamar a Liam…—tomó su teléfono y se alejó un poco para hablar.
Traté de acomodarme más en el sofá sin que me lastimara de nuevo el tobillo, el cual, pude ver estaba algo amoratado e hinchado. Demonios, no podría bailar en varios días. Suspiré. Tomé mi teléfono y le marqué a Kistrie.
—Qué bueno que ya despertaste. ¿Ya comiste? ¿Cómo te sientes? ¿Y tu tobillo? ¿Estás con los chicos?
—Ya desperté. No he comido todavía, Niall está en eso. Me siento, no muy bien. Sí, estoy con Louis—dije respondiendo a cada pregunta formulada.
—Ellos insistieron en cuidarte, llamamos a tu padre y dijo que estaba en una cirugía importante. Pero nos dio algunas indicaciones, para vendarte el tobillo y eso. Melanie estaba allá hace un momento, pero se estaba quedando dormida, así que la fui a buscar.
—Gracias por todo, no te preocupes, tan pronto coma, le diré a Harry que me lleve. Por cierto… ¿se llevaron mi auto?
—Sí, uno de los chicos lo trajo.
—Perfecto. Iré pronto. Buenas noches.
—Buenas noches cariño—dijo dulcemente.
Papá se estaba tomando su trabajo más que en serio. Sabía las consecuencias de tener un papá doctor, entre esas estaban que él tendría que estar en cada emergencia de sus pacientes, pero antes no era así. Ya ni lo veía. Y eso, que me había prometido estar en el Festival. Respiré hondo para no derramar lágrima.
—¿Cómo te sientes?—preguntó un muy preocupado Harry sentándose a mi lado con cuidado.
—Mejor, creo—dije recostando la cabeza en su hombro.—Tranquilo, no volverá a pasar.
—Eso espero—suspiró y dejó un beso en mi cabeza, a la vez que me rodeaba con su brazo.
—Cuidado Alex, después de todo, él sigue siendo mío—dijo Louis amenazadoramente.
—Já—me burlé—. Dejó de ser tuyo hace tres meses y un par de días—dije sacándole la lengua.
—¿Cómo te atreves?—dijo poniendo la mano en su pecho, dramáticamente—No permita que se meta entre nosotros ricitos.
—Ella habló—dijo Harry girando su rostro.—No contradigas a una mujer con carácter.
—Después de todo lo que pasamos juntos, no puedo creer que…—rompió en llanto, claro, mal actuando.
—Después hablamos Boo Bear…
—¡No me digas Boo Bear! Has perdido todo el derecho…
—Pero—dijo Harry extendiendo una mano, para que Louis la tomara.
—¡Te acusaré con Liam!—dijo parándose de repente.—¡Liam! ¡Harry me ha puesto los cuernos!—gritaba dirigiéndose a la cocina, donde Liam estaba.
—Ya llegamos—dijo Niall entrando por la puerta con bolsas en sus manos.
—¿Estás mejor?—preguntó Zayn acercándose a mí.
—Sí, eso creo—contesté como por décima vez esa noche.
—Creo que es hora de ponerte la venda—Liam salió de la cocina con un paquete de vendas en una mano y un pote de crema en la otra.
Niall fue a servir la comida con Louis, que ignoraba a Harry. El ignorado fue detrás de él, pidiendo disculpas. Zayn miraba distraídamente la televisión, y Liam se sentó a mi lado. Con cuidado apoyó mi pie en su rodilla y comenzó a untar la crema de color blanco. Luego el vendado. Mordí mi labio cada vez que el apretaba un poco la venda.
—Listo, no estuvo tan mal—sonrió por las muecas que había hecho.
—Cállate—dije golpeando levemente su hombro.
—“Noticias de último momento. Danielle Peazer ha vuelto de su viaje por Italia, y no ha vuelto sola. ¡Ha vuelto con su nuevo galán! Por lo que averiguamos, se llama Luciano Bossi, un chico italiano que conoció en una heladería, según nos dijeron nuestras fuentes. ¿Cómo estará nuestro querido Liam Payne con respecto a esto?...—no escuchamos más porque Zayn había apagado el televisor. Tomé la mano de Liam y a la apreté levemente, mirándole preocupada.
—Descuida—me sonrió de lado.—Iré a ver que los chicos no hayan hecho algún desastre—se paró y caminó despacio hacia la cocina. Zayn y yo compartimos una mirada preocupada.

—Con cuidado, con cuidado… cuidado… ya está—Harry me dejó sentada en mi cama.
—Gracias—dije acomodándome.
—Sabes que no podrás bailar hasta que se te cure por completo, ¿cierto?
—Sí—dije con desgana, acostándome mientras tapaba mi rostro.
—Tu papá te traerá muletas cuando vuelva.
—Ven acá—dije abriendo los brazos para que me besara.
Se inclinó hacia mí, apoyando su peso en sus codos. Le besé con necesidad y todo el amor que pude.
—Por cierto… ¿cuándo es que se van de gira?—pregunté.
—En tres días—sonrió de lado, aunque no muy contento.
—Ah, está bien—le besé por última vez.
—Te amo—susurró en mi oído antes de separarse.
—Yo más—le miré irse mientras cerraba la puerta detrás de él.
Amelia
Amelia


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Forever Yours (Harry Styles) [Terminada] - Página 2 Empty Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]

Mensaje por Amelia Lun 18 Jun 2012, 8:15 pm

Capítulo 13. Trabajo
—No me iré por siempre—decía Harry sonriendo ante mi actitud.
Su viaje se había retrasado por unos problemas. Había pasado una semana desde el Festival y mi desmayo, y ahora yo estaba en el aeropuerto, sufriendo por dentro al saber que los chicos se iban.
—Pero te vas como por dos meses—dije suspirando.
—Lo sé—dijo sonriendo de lado.—Te voy a extrañar. Ya verás, volveré tan rápido que ni siquiera me vas a extrañar.
—Sí, cómo si eso fuera posible—dije bajando la vista, mientras jugaba con su camiseta de color gris. Me mordí el labio, tratando de reprimir un sollozo. Harry colocó un mechón rubio detrás de mi oreja.
—Hey, ¿estás llorando?—dijo riendo suavemente mientras levantaba mi rostro.
—No te rías—dije golpeando su pecho con mis puños. El me agarró por las muñecas.
—Ven aquí—me abrazó fuertemente, sentí algunos flashes a pesar de estar rodeados por guardaespaldas. Nos separamos un poco y me besó suavemente.
—Te amo—susurré.
—Yo también—me besó en la cabeza luego de darme otro abrazo.—Iré a despedirme de los chicos—le sonreí, para luego, con pesar, soltar su mano.
Vi como Eleanor aguardaba junto a Louis con dos maletas. Ella iría a la gira. Yo no podía por la academia, además, me sentiría como si fuera una acosadora con Harry, por más que fuera mi novio y nos quisiéramos, no quería agobiarlo. Debía dejarle su espacio también.
—¡Louis!—corrí hacia él y me miró, mientras abría sus brazos.
—Pórtate bien mientras no estamos, no te metas en problemas.
—No seas tonto—dije cuando me separé.
—Lo digo en serio—me apuntó con un dedo y puso cara seria, para luego reír.
—Adiós Ele—le di un abrazo a aquella chica de cabellos color caramelo. Terminé por abrazar a Liam, a Niall, y por último, me acerqué a Zayn.—Buena suerte. Te aseguro que lo harás bien, vas a dejar a todas las fans alucinadas—le sonreí—. Confío en ti, lo vas a hacer bien—le abracé y él me abrazó de vuelta.
—Gracias—se separó de mí y luego los vi marcharse mientras les saludaba con la mano. Salí del aeropuerto, evitando amablemente las preguntas de los reporteros que me acosaban en el trayecto. Me subí a mi auto y me puse las gafas de sol. Me eché hacia atrás la trenza que descansaba sobre mi hombro.
Era un sábado, y no tenía nada que hacer, así que me dirigí a casa de Kat. Estuve frente al gran portón en unos minutos.
—¿Kat? Estoy aquí afuera—le dije a través del teléfono. Colgó la llamada.
Dos segundos después el portón se abrió en entré. Dejé el coche aparcado y salí. Ella ya estaba ahí en la entrada. Ella corrió hacia mí y me abrazó, como si no me hubiese visto hace más de una semana.
—¿Qué te pasa? Es como si no la hubieras visto en una semana—comentó una voz masculina detrás de ella. Chris.
—Lo mismo acabo de pensar—dije despegando a Kat de mi cuerpo.—Espérate, arrugas mi ropa—me reí.
—¿Ya se fueron los chicos?—preguntó mientras entrábamos.
—Hola Chris—le saludé con un beso en la mejilla.—Sí, ya se fueron—hice una cara triste.
—Estábamos viendo una película, ¿te unes?—preguntó.
—No me digas que es el Rey León de nuevo—dije haciendo un mohín.
—Sí, la trilogía—me miró malvadamente. Me había hecho verla con ella la semana pasada, y no se cansaba—. Ven, no seas aguafiestas, te vas a divertir.
—No creo que tenga otra opción…
Después de todo, nos la pasamos bien. Almorzamos en su casa y luego helado de postre. Pasamos la tarde completa hablando de tonterías, sólo divirtiéndonos y pasando el rato.
—…entonces ella me dijo que…—mi teléfono sonó en ese instante. Me paré del sofá y atendí.
—¿Alex? Ya llegamos al hotel.
—¿Cómo está todo en Australia?—me fui hacia la cocina. Recosté mi cabeza en el marco de la puerta, mientras cerraba los ojos.
—Caluroso—escuché su bella risa.
—Te extraño—susurré.
—No sabes cuánto lo hago yo—suspiró Yo también suspiré. Parecía como si nos fuesen a separar por siempre.
—Ya basta de melodramas, disfruta tu gira, tus fans, las fiestas, pero no quiero que te emborraches mucho, ¿de acuerdo?—el rió y yo sonreí.—Anima a Zayn, relájenlo antes del baile, para que esté menos nervioso.
—De hecho, ahora mismo íbamos a ensayar…
—Em… pues no te quito más tu tiempo. Te quiero Hazza, adiós.
—Te amo, un beso—pude imaginar que sonreía. Colgué la llamada.
—¿Mia estaba coqueteando contigo?—Kat tenía las cejas alzadas.
—Dios mío, espero que no hayas caído en sus redes…—dije sentándome de nuevo en el sofá.
—No, tengo a otra persona en la mira…—eso lo dijo sin querer, porque se quiso retractar.
—¿Quién?—preguntamos Kat y yo a la vez.
—No se los voy a decir…
—¿La conocemos?
—Eh… no. No va a la academia…
—¿Quién es?—insistimos.
—No les diré.
—¿Quién es?—volvimos a preguntar, sin rendirnos.
—Ok, sólo les diré el nombre—sonreímos, acercándonos dramáticamente a él.—Se llama… Hilary.
—Un día nos presentarás a Hilary—dijo Kat muy segura—, no si la conozco antes.
—No lo harás—se rió Chris.
—Pruébame Peters.
—Uhh, eres ruda Pierce—dijo burlón.
—Me amas—dijo ella retadoramente.
—Con locura—la abrazó juguetonamente.
—Creo que hago un mal tercio aquí—dije dramáticamente.
—Ven aquí—Chris nos abrazó fuertemente a las dos, tanto que tuvimos pellizcarlo para que nos soltara.

—Ya me voy, no he parado en mi casa hoy—dije mirando mi reloj de muñeca. Eran las seis y media de la tarde.
—Nos vemos el lunes, o mañana, quién sabe—les sonreí. Les di un beso en la mejilla a cada uno y me fui.
—Adiós—dijeron al unísono.
Me fui rápidamente hacia mi casa, en la cual estuve en varios minutos. Rebusqué la llave en mi bolso y abrí la puerta despacio, echando un largo suspiro. Allí, en la sala, estaba Melanie.
—Hey Mel—la saludé y me senté a su lado.
—¿Dónde estabas?—preguntó quitando la vista del televisor.
—Estaba con Kat y Chris. ¿Papá está aquí?—ella negó con la cabeza.
—Lo siento—sonrió de lado.
—No hay problema. ¿Ya cenaron?
—Sí, ¿quieres que te prepare algo?
—Eh… no, iré a dormir—le di un beso en la mejilla y subí las escaleras.
Me bañé lentamente, sintiendo el agua caliente recorrer mi cuerpo. Me puse una pijama de pantalón corto y blusa sin mangas. Me lancé en mi cama, suspirando, como había estado haciendo los últimos minutos. Me dormí pensando en él, en el chico de cabellos rizados yo ojos verdes cautivadores. Harry Styles.

—That’s what makes you beautiful—aquel sonido me hizo despertar. Tomé mi celular.
—¿Qué?—dije más rudamente de lo que pretendía. Era las seis de la mañana.
—¿Qué pasa? ¿Te desperté?
—¿Tú qué crees?—sonreí.
—¿Cómo estás?—su voz se volvió tierna.
—Adormilada, y extrañando a un chico por ahí que anda disfrutando de las playas de Sydney.
—De hecho, estamos ensayando—dijo.
—Buena suerte con eso—reprimí un bostezo.
—Zayn te agradece por el apoyo de ayer. Cree que está menos nervioso por esta noche.
—Les deseo la mayor de las suertes. Les va a ir bien, ya lo verán.
—Eso espero—estaba nervioso. Sonreí con ternura.
—Harry…—dije más seriamente—no te pongas nervioso. Y que no se te olvide comer, no quiero que vayas a sufrir un desmayo en plena presentación—no quería que volviera a vomitar como solía hacer antes de una presentación, ni que dejara de comer, cosa que lo hacía sentir débil y sin ánimos.
—Pero ¿y sí…?
—Y si nada Harry. Ustedes son talentosos, tienen a muchísimas fans que los aman sin importar qué y les irá bien sí o sí. Siento no estar ahí para abrazarte en este instante…—suspiré.
—Gracias, desearía que estuvieras aquí—suspiró el también.
—Y… ¿cómo son los chicos de Before you Exit?—aquella banda formada por cuatro chicos abrirían el concierto de los chicos durante el tour. Había visto algunos de sus videos en su canal el Youtube, y verdaderamente tenían talento, cantaban realmente bien.
—Son agradables. Luego del tour nos quedaremos unos días de vacaciones con ellos… Eleanor está aquí también y a ella no le molestaría la compañía…
—Ya veremos Harry, avísame cuando y veré.
—¡No! ¡No hagas eso! ¡Connor, ayúdame!—se escuchaba en la otra línea. Luego se escuchó la risa de Louis y de Zayn
—¿Qué traman esos dos?—pregunté divertida.
—Están molestando a Connor y a Riley… ¡Zayn no molestes más!—gritaba Hazza demasiado cerca del teléfono.
—Oblígame rizos—reía Zayn travieso.
—Están locos—dije riendo.
—¡Harry! Ven, nos toca ensayar—se escuchó la voz de Liam del otro lado de la línea.—¡Por Dios! Cálmense y vamos al estudio.
—Tengo que colgar. Hablamos luego, te amo.
—Yo también Hazza. Buena suerte—colgué. Me acurruqué en la cama, a pesar de que ya no tenía sueño. No podía creer cuánto lo amaba y cuánto lo extrañaba. Aún no me acostumbraba a verlo irse por un tiempo por su carrera.
Sería bueno ir de vacaciones con él, pero estaba la academia, y no era tan fácil. Además, había recibido llamadas para trabajar.
Sí. Ya comenzaba mi carrera como coreógrafa. Había hecho coreografías para eventos antes, mientras estaba en el instituto. El año pasado mi prima me había contratado para hacer la coreografía para una competencia que tenían, y cosas menos importantes, nada como ahora.
Estábamos hablando de coreografías para personas más profesionales y que podría hacer despegar mi carrera, aunque también me quería concentrar en la música. Así que sí estaba nerviosa.
Hoy iría a hablar con Thalia. Paul, el manager de los chicos me había visto bailar, le pareció bien, así que le dio mi número a una chica. Esta tenía una banda, eran cuatro chicas. Ellas comenzaban a arrancar en la industria musical y tenían una presentación aquí en Londres, y yo haría la coreografía.
—¡Alex! ¡Baja a desayunar!—gritaba Melanie desde el otro lado de la puerta.
No me había dando cuenta de que había pasado una hora desde la llamada de Harry.
—¡Sí! ¡Ya bajo!—grité mientras saltaba de la cama. Me metí al baño y me puse unos shorts deportivos, una blusa gris y una sudadera azul marino. Me puse mis zapatos deportivos de color rosado. Trencé mi cabello haciendo una coronita y dejé el resto suelto. Por último cogí mis gafas y mi bolso.
Desayuné en pocos minutos y luego de despedirme de Kristie y Melanie—papá estaba “agotado”, razón por la cual no bajó con nosotras a desayunar— cogí las llaves de mi auto y me fui hacia la casa de Thalia.
—Alex, ¿cierto?—me preguntó una chica con la tez más oscura que yo, tal vez del mismo tono que la de Zayn. Tenía ojos verdes oscuros y un cabello castaño un poco debajo de los hombros.
—La misma, Thalia Monroe—afirmé.
—Sí. Pasa.
—¿Cómo conseguiste mi número?—pregunté por hacer conversación.
—Bueno… Paul es amigo de un hermano de un conocido de mi tío… y según él dijo, hiciste una de las coreografías de One Direction, y el resto es historia…—dijo alegremente.
—Sí. Fue realmente divertido.
—Si yo los conociera, te juro que me muero, ¿Cómo puedes actuar tan tranquila?—dijo ella aún sonriendo, mientras caminábamos a través de un pasillo.
—No lo sé. Realmente son chicos normales—me encogí de hombros.
—Si tú lo dices…—ella abrió una puerta, hacia un salón que parecía especialmente para practicar. Allí dentro estaban tres chicas más.—Ella son Wendy, Miranda, Hannah—las presentó una por una.
—Hola—las saludé con la mano.
—Ella es Alex—continuó Thalia.
—Bien… hoy básicamente hablaremos acerca de lo que quieren más o menos. Por cierto… no he escuchado las canciones, creí que me las mandarías—dije dirigiéndome hacia la morena a mi lado.
—Sí, estuve ocupada y lo olvidé totalmente. Pero podemos escucharlas ahora—se acercó al radio e introdujo allí un CD.
—Claro—me senté en el suelo, junto con las demás chicas y escuchamos la música.
Escuchamos dos canciones, de las tres que bailarían y ya imaginaba unos cuantos pasos para cada coro.
—Creo que lo tengo. Miren—me paré y le pedí que repitiera el coro de la primera canción, que si no me equivocaba se llamaba Keep Dancin’. Hice los pasos que rondaban en mi cabeza hace un momento.—Para la música—ella lo hizo—. ¿Qué les parece?
—Está genial. Pero, ¿crees que podamos hacer eso?
—Sí, lo van a hacer—les sonreí—, confíen en mí.
Nos quedamos hablando un poco más acerca de los pasos. Habían pasado algunas horas y me daba cuenta de que eran muy amigables. Bueno… excepto Wendy, que por algún motivo, parecía que yo no le agradaba mucho.
—¿Cuándo comenzaremos?—preguntó Hannah.
—Bueno…—mi teléfono sonó.—Disculpen un momento—me paré y me alejé un poco.
—Deséame suerte, en dos minutos salimos.
—Sabes que no la necesitan, van a estar geniales—dije sonriendo.—¿Cómo está Zayn?
—Nervioso.
—¿Me lo pasas un momento?
—Espera…
—¿Alex?—dijo luego de unos segundos.
—¡Malik! Recuerda respirar y sonreír, todo saldrá bien, ¿entendido?
—Sí—le escuché suspirar.
—Arriba esos ánimos. Estaré pendiente para cuando las directioners suban todo el concierto, así que no te sorprendas si te llamo en la madrugada—reí.
—Gracias por todo, de veras Alex, gracias—murmuró.
—No hay de qué—volvió a pasarme a Harry.
—Te amo, lo sabes, ¿verdad?
—Sí. Yo también te amo Harry. Buena suerte…
—No la necesitamos—se burló.—Adiós princesa.
—Adiós—susurré sonriendo, al escuchar cómo me había llamado.
—Espera, ¿Malik? ¿Zayn? ¿Harry? ¡Dios! ¡Hablabas con One Direction!—gritó Hannah.
—Eh… sí.
—Lo siento… ella no sabía que trabajaste con ellos. Y así se considera directioner—dijo Thalia.
—Cállate—la empujó mientras se cruzaba de brazos.
—¿Cómo se siente hablar con ellos?—preguntó Mir.
—Normal, supongo—me senté en el suelo nuevamente.
—Si me los encuentro, te juro que violo a Niall—dijo la rubia de nuevo.
—No seas cochina Mir—la empujó Wendy. Nos reímos bastante.
—Yo haría lo mismo con Zayn—Thalia levantó las manos sonriendo y haciendo un bailecito como si fuera una niña.
—¿Por qué no vamos a almorzar? ¿Quieres venir con nosotras?—preguntó Hannah.
—Claro, así terminamos de hablar de los horarios para los ensayos.
—Perfecto.
Amelia
Amelia


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Forever Yours (Harry Styles) [Terminada] - Página 2 Empty Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]

Mensaje por Amelia Vie 22 Jun 2012, 7:45 am

Capítulo 14. La declaración de Wendy
Habíamos terminado de comer y salíamos del restaurante luego de haber pagado entre todas. Había pasado un momento agradable con ellas, eran divertidas y simpáticas, a pesar de que Wendy me miraba raro a veces y no me hablaba directamente, así que decidí simplemente pasar de ella.
—Nos veremos de nuevo el martes, ¿cierto?—pregunté mientras miraba algo en mi celular, cuando ya estábamos en el estacionamiento.
—Sí, en nuestra casa. Empezaremos con Don’t stop movin’.
—Perfecto. Hasta entonces—me despedí de cada una con un beso en la mejilla, hasta a Wendy, a pesar de que ella no hizo ni el más mínimo movimiento.
Me subí a mi auto y salí del estacionamiento para andar entre las calles de Londres, extrañando cada vez más a Harry. Dudo que hubiera algún problema en que me fuera de vacaciones con Harry y los chicos, ¿no? De todas maneras, ya casi terminaba el primer semestre en la academia. Justamente en cuatro semanas, cuando la banda terminaba sus presentaciones, pero donde una semana después comenzarían a asistir a entrevistas y programas de televisión. Una semana de vacaciones en Sydney no me iría nada mal. Podría llevarme a Kat o a Melanie, ya que eran nueve chicos y no pensaba ir sola, a pesar de que Eleanor se encontrara allá en ese momento.
Quería llamar a los chicos, pero eran nueve horas de diferencia y en ese momento deberían estar terminando el concierto realmente cansados. Aquí eran las dos de la tarde, así que allí serían las once de la noche.
Suspiré. El ya me llamaría cuando hubieran descansado.
—¿Cómo te fue? ¿Cómo son Girl’s Power?—preguntó
—Son amigables. Bueno… tres de ellas—dije sentándome a su lado.
—¿Qué pasó?—preguntó desviando su vista de la televisión.
—Wendy me miraba raro, y ni me dirigía la palabra—me encogí de hombros, restándole importancia.—¿Y tú a dónde vas?—me paré, cruzándome de brazos mirándola con la ceja alzada.
—Yo…—se puso nerviosa y jugó con sus manos—voy con Lucas por ahí…
—¿Te invitó a salir?—dije sorprendida.
—Sí—dijo tímidamente poniendo un mechón de cabello detrás de su oreja. El timbre sonó en ese instante.
—¡Lucas!—dije abriendo la puerta mientras le saludaba con un beso en la mejilla. Melanie estaba a mi lado, más sonrojada que nunca, y matándome con la mirada, y yo sólo reía.—Cuídala, hablo en serio—dije señalándole con un dedo—. Diviértanse y no regresen después de las doce. Ahora, adiós—los empujé a los dos, ya que ninguno hacia algún movimiento y cerré la puerta. Sonreí en mi interior y tomé mi bolso, que estaba en el sofá y subí las escaleras. Me di un baño y me puse ropa cómoda, unos shorts de color fucsia y un suéter de color azul marino. Me tiré en mi cama y me puse a chatear con algunos amigos de la academia, ya que Kat estaba en una cita con Kyle.
En pocos minutos me quedé dormida.
—¿Qué haces aquí Harry?—le pregunté confusa al verlo ahí, con aquellos pantalones ajustados de color azul marino, y su sudadera de color gris, con sus rizos totalmente perfectos. Se suponía que él debía estar en su gira.
—No podía esperar más para verte. ¿Es eso malo?—preguntó con una sonrisa inocente.
—Yo también te extrañé, pero no puedes dejar tu gira así como así, ¿y los demás?—pregunté ahora sintiéndome algo culpable.
—Descuida, de eso me encargaré en otro momento. ¿Estás sola?—preguntó con aquella sonrisa atrevida mientras entrecerraba ligeramente sus verdes ojos.
—Eh… sí—dije. El se giró y cerró la puerta con seguro. Se giró lentamente sonriendo malvadamente. Yo corrí escaleras arriba riendo.
—¡Sabes que te voy a atrapar!—grité cuando sentí sus brazos rodearme, pero pude zafarme y me metí a la habitación. Ya no había escapatoria. Pero… yo no quería escapar.
Nos miramos durante dos segundos. Con una mano en mi nuca, separó la distancia entre nuestros labios, y con su otra mano me acercó a su cuerpo. El caminó hacia adelante, haciendo que cayera de espaldas en la cama, pero sin dejar de besarme aún. La mano que estaba en mi cintura vagaba por mi piel debajo del suéter. Con la respiración agitada comencé a quitarle su sudadera gris, pasándola por su cabeza. Se quitó la camiseta que llevaba debajo, y luego hizo lo mismo con mi suéter. Se quedó mirándome mientras sonreía de lado. Volvió a besarme apoyando su peso con sus manos, mientras la mías recorrían su suave y ahora tensa espalda. El me quitó los pantalones fucsia fácilmente y acarició mi pierna suave y tiernamente.
—Harry—murmuré cuando sus labios besaron suavemente mi cuello.
—¿Qué?—dijo mirándome, sonriendo.
—Te amo—mi mano acariciaba su mejilla despacio.
—Yo más...
—Demonios…—dije abriendo los ojos de repente. Esos sueños de nuevo.
Aquellos sueños se habían estado repitiendo desde que Harry se había ido, y comenzaba a desesperarme. Suspiré de nuevo, frotándome los ojos.
—Te necesito Hazza—susurré cayendo nuevamente sobre mi espalda.

Dos semanas faltaban para las vacaciones. Dentro de varias semanas cumpliría cinco meses con Harry—sí, nos habíamos podido celebrar ese día juntos—, y quería celebrarlo con él. Yo iría de vacaciones con ellos, aunque él no lo sabía todavía.
—¿Te decidiste?—preguntó Kat entrelazando nuestros brazos.
—Sí, voy a cantar. ¿Qué vas a hacer tú?—Nos daban tres opciones para presentar nuestro examen de fin de semestre; una actuación, canto o coreografía.
—Voy a bailar. Una presentación de ballet—dijo sonriendo dulcemente.—Sé qué canción vas a coger… ¿Vanilla Twilight?
—Sí. Me encanta esa canción.
—Acompáñame, vamos a buscar mi vestuario, lo dejé en mi casillero—ella asintió. Ella traía su vestuario con ella.
Ahora teníamos la última tarea de drama, se trataba de un musical a lo estilo Hairspray, con esos vestidos de lunares y faldas desahogadas, y con pasos de los ochenta. Cuando entramos al teatro, el grupo de Mia ya terminaba de actuar. Ella me miró con arrogancia antes de bajar del escenario. Llevamos los vestidos hacia el camerino y fuimos a maquillarnos rápidamente.
—¿Listas?—pregunté a las demás chicas de mi clase. Ellas gritaron mientras saltaban, emocionadas. Los chicos iban saliendo del camerino, al igual que nosotras.
Mi vestido era amarillo, como el de Kat, solo que este tenía lunares blancos y un lazo en la cintura. Mis zapatos eran blancos y mis pendientes dorados.
Todo iba de maravilla, hasta la penúltima coreografía… se supone que Chris me iba a levantar, y así lo hizo, dando una vuelta conmigo en el aire, pero al bajarme, mi vestido hizo un sonido como de rasgadura y se desprendió. Una de las costuras del costado estaba rasgada y con mis brazos agarré el vestido antes de que pudiera caer, dejando ver parte de mi sostén blanco. Sentí el flash de algunas cámaras y celulares. Mia reía desde uno de los asientos del teatro, a la vez que tomaba fotos. Chris me cubrió con su cuerpo, mientras yo me abrazaba a mí misma para que el vestido no cayera. Chris me agarraba por los antebrazos, conduciéndome hacia el camerino. Estaba nerviosa y mis manos, que estaban aferradas al vestido desgarrado, temblaban.
—Aguarda aquí—dije antes de cerrar la puerta del camerino para chicas.
Me vestí con la ropa que tenía antes. Alguien tocó la puerta, no respondí.
—Los demás han terminado la coreografía.
—Es mejor así, prefiero que me bajen los puntos a mí que a que afecte al salón completo. Descuida, hablaré con el profesor…—dije mientras salía, Chris me agarró del brazo.
—Deja de preocuparte por lo demás tan solo por un momento y comienza a pensar en ti. Eres tú quien importa en este instante. Ellos solamente siguieron la coreografía porque es lo que tú hubiese querido—me miró con severidad.—Te conozco, muy bien, así que no me engañes.
—Lo siento—dije tratando de no llorar. El me abrazó durante unos minutos.—Pronto esas fotos estarán por Internet, ya verás—dije secándome las lágrimas con el dorso de la mano.
—No te preocupes por eso ahora, ¿ok?
—Esa pe…—iba a soltar un montón de insultos, pero vi que los demás venían saliendo del escenario.
—¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Quién lo hizo?—preguntaron todos a la vez.
—Mi vestuario estaba rasgado, más o menos, y fue Mia, estoy segura—dije cruzándome de brazos.—Lo hicieron genial, nos vemos mañana—dije sonriendo falsamente y saliendo de aquel lugar con el vestuario rasgado y demás cosas.
Salí y en el pasillo me encontré con dos chicas discutiendo.
—¡Eres una perra! ¡No era necesario hacer eso!—le gritó mi amiga a Mia.
—¿Qué pasa? ¿Ella no puede defenderse ella misma? ¿Tiene miedo acaso?—dijo ella con sorna.
—De hecho no, no te tengo miedo—dije colocándome a un lado de Kat—. Lo que sucede es que si discutes con idiotas, te rebajarás a su nivel, y te ganarán por experiencia. Esa es mi razón por la cual no pienso gastar mi valioso tiempo contigo, D’Frelle—alcé una ceja, y poniendo una sonrisa arrogante en mi rostro. Ella se quedó totalmente callada, ninguna palabra salió de su boca.
Ella se fue refunfuñando y entró al teatro nuevamente.
—Gracias, pero no tienes que estar peleándose con esa por mí, no quiero que se la agarre contra ti.
—Descuida, yo no le tengo miedo. Más bien, estoy preocupada por ti—dijo abrazándome.
—No te preocupes, ella sólo quiere llamar la atención, el problema es que no sabe cómo—le dije con una sonrisa de lado.—Adiós Kat, nos vemos mañana.
Conduje hacia mi casa escuchando One Thing en la radio. Aparqué el coche en el garaje y entré a la casa luego de cerrar la puerta. Estaba en la cocina para prepararme un almuerzo, eran la una de la tarde y no había almorzado por haber salido tan precipitadamente de la academia.
Mi celular sonó. Me estiré y tomé el aparato de encima de la meseta. Agarré el celular entre el oído y mi hombro mientras preparaba la pasta.
—Hola—sonreí, sabiendo quién era.
—Hola preciosa—suspiré.
—¿Cómo está todo por allá?
—Muy caluroso, estamos exhaustos, pero ha valido la pena. Todo ha salido mejor de lo que esperábamos.
—Te lo dije—dije lentamente, disfrutando de la sensación que provocaba decir esas tres palabras.
—Sí, sí, como sea—dijo riendo entre dientes.—¿Has hablado con tu padre?
—No, casi nunca está aquí, así que no.
—¿Qué sucede? Algo me dice que no estás triste solamente por eso…
—¿No son las diez allá? ¿No deberías estar durmiendo.
¬—No me cambies el tema Alexandria, dime qué pasa—suspiré. Le conté todo lo que había pasado esa tarde.—No la ofendo porque es una mujer…
—Descuida, si me pongo histérica, ella gana, y eso es precisamente lo que no quiero. Simplemente tengo que actuar indiferente.
—Me sorprende cómo siempre tienes una solución a todo.
—No sabes cuánto deseo abrazarte en este momento—dije suspirando.
—¿Cuándo terminas?—preguntó.
—Bueno…dentro de dos semanas, más o menos. A finales de este mes.
—Vendrás, ¿cierto? Te necesito…
—No lo sé, no creo… Kristie no está muy de acuerdo…—dije actuando seriamente, pero quería reír como niña que hace una travesura.
—O sea que tendré que esperar otro mes para verte…—dijo triste.
—No te pongas triste, no me gusta escucharte así—dije de veras.
—Es que… te necesito Alex… no puedo tenerte lejos por mucho tiempo… además… te necesito en esa forma—reí a carcajadas al escuchar su voz abochornada. El había bajado la voz, al parecer no estaba solo en esa habitación.
—No entiendo… ¿qué es lo que extrañas de esa forma?—me burlé.
—Tú sabes…—dijo nervioso.
—Ya veo, extrañas el sexo—dije sin titubear. No sé por qué tanta duda en decir esa palabra. El no dijo nada, supuse que se estaría removiendo los rizos.
—Hablamos luego, Louis acaba de apagarme la luz y se queja porque hago ruido—escuché a Louis gritarle algo que no entendí del otro lado.
—Adiós Hazza, besos a todos.
—Igual, te amo—colgó la llamada.
Me reí en voz baja mientras me concentraba en terminar de preparar mi almuerzo.

Contaba los días para ir a Sydney y abrazar fuertemente a mi chico, pero el universo parecía haberse puesto en contra mía para que los días pasaran tan lento que acabaran con mi paciencia, dejándome al borde de la desesperación.
Dos días después del incidente en el teatro, me había juntado con Thalia para seguir con la coreografía de la segunda canción, ya que la de la primera estaba hecha y solo teníamos que ensayarla un par de veces.
Wendy seguía siendo cortante conmigo, y eso me hacía molestar, ya que yo no le había hecho nada.
—Wendy…—me acerqué a ella en un momento en el que las chicas no estaban—. ¿Te he hecho algo malo?
Se quedó unos segundos mirándome antes de responder.
—Mira, si me he mostrado… antipática contigo es por una razón. Tu relación con Harry—mis ojos se ensancharon.
—¿Qué pasa con Harry?—pregunté cautelosamente.
—Hace dos años tuve una relación con él, los motivos de nuestra ruptura fueron por su carrera, a pesar de que seguimos queriéndonos. Así que es bastante incómodo compartir el mismo espacio que tú, mejor dejémoslo hasta aquí…—se iba a dar la vuelta luego de soltar aquello repentinamente.
—Espera—la agarré del brazo—, Harry nunca te mencionó.
—No lo sé—se encogió de hombros—, pero he sido la persona con la que ha tenido la relación más larga, así que dudo que a pesar de ese tiempo, me haya olvidado así como así. Solo digo…
Solo digo…, se repetía en mi mente.
Ella se dio la vuelta, y salió del salón, dejándome atónita y con la boca abierta.
Amelia
Amelia


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Forever Yours (Harry Styles) [Terminada] - Página 2 Empty Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]

Mensaje por Amelia Dom 24 Jun 2012, 3:39 pm

Capítulo 15. Una "hermosa" coincidencia
—Llámame en cuanto llegues, no olvides que he puesto tu chocolate preferido en tu bolso, tu cámara está dentro de tu bolso de mano, tu maquillaje está ahí mismo. ¿Tienes tu tarjeta de crédito en tu billetera? Y…
—¡Para Kristie!—le dije tomando a aquella mujer por los hombres.—Tengo todo lo que necesito. Además, no es la primera vez que me voy de viaje sola.
—Es que me preocupa como quiera, cuídate y llama cualquier cosa—dijo.
—Has dicho eso todo el camino hasta aquí—dije sonriéndole.
—Asegúrate de que Harry tenga lo de los preservativos para… tú ya sabes—lo dijo en un tono de voz bajo.
—¡Oh Dios!—dije dándome la vuelta abochornada, sintiendo mis mejillas rojas.
—Por Dios, no te pongas así que bastante hemos hablado de esto. Solo quiero asegurarme que todo salga bien.
—Ok, gracias Kristie, en serio. Por cierto, vigila a Lucas por mí—le guiñé un ojo.
—Mi pequeña está muy enamorada—dijo casi soltando las lágrimas.
De pronto, una voz en los altoparlantes nos interrumpió, mi vuelo ya salía.
—Volveré en una semana, te quiero mucho—dije abrazándola. La miré por última vez, piel blanca, ojos color miel, ahora llorosos, sonrisa maternal, cabello castaño claro ahora recogido en un elegante moño.
—Te quiero princesa, cuídate.

El viaje había sido agotador. Demasiadas horas sentada haciendo nada. A parte de que había sido bastante incómodo puesto que a mi lado se había sentado una pareja, que había estado de lo más cariñosita.
Luego de recoger mi maleta en la cinta, caminé en busca de mis dos amigos, que me pasarían a buscar.
—¡Louis! ¡Zayn!—grité dejando la maleta de lado y arrojándome a sus fuertes brazos. Nos abrazamos los tres al mismo tiempo.—Los extrañé un montón—dije sonriendo.—Te dije que todo iba a salir bien—dije mirando a Zayn. Las chicas no pararon de hablar en la academia cuando vieron la coreografía en internet, me acosaban—nos reímos.
—Sí, sí, se lució—dijo Louis fingiendo celos.
—Te extrañe zanahoria—le dije abrazándolo de nuevo. Me despegué por fin de ellos, y me limpié una lágrima que había salido de mis ojos. Noté la presencia de dos chicos. Uno tenía el cabello castaño, medianamente largo, una parte le caía por la frente, piel pálida y ojos entre verdes y marrones, sus mejillas daban ganas de halarlas como a un niño pequeño. El de al lado tenía el mismo color de piel, el cabello era más claro, ojos azules y lo tenía algo despeinado, un estilo que le quedaba muy bien en mi opinión.—Connor y Riley…—dije entrecerrando los ojos.
—¿Nos conoces?—preguntó el chico de ojos azules.
—Son de Before You Exit, he visto algunos de sus covers en su canal de Youtube, tienen talento—dije sonriendo.—Alexandria, bueno, Alexa—dije extendiendo mi mano. Cada quien la estrechó mientras Louis tomaba mi maleta.
—Vámonos—dijo Zayn mientras comenzábamos a caminar.
Nos fuimos en un auto que seguramente habían alquilado, y llegamos hasta una casa enorme, cerca de la playa.
—Creí que se estaban quedando en un hotel.
—Lo hacíamos, pero creímos esta casa de veraneo perfecta y la alquilamos. ¿Te gusta?—habló Louis.
—Es hermosa.—nos bajamos del auto.
—¿Cómo te fue en tu presentación final?—preguntó Zayn, que ahora había tomado mi maleta.
—La prueba de canto estuvo bien, perfecta, pero la de baile no fue tan bien.
—¿Qué pasó?—preguntó Louis a mi lado.
—¿Recuerdas a Mia?—asintió—Rompió la costura de mi vestido, así que casi terminando se cayó.
—¿En serio?—preguntó con los ojos abiertos.
—Sí, incluso hay fotos en Internet—dije pensativa.
—¿Qué eso no te molesta?
—Al principio, pero si me enojaba más, ella ganaba, y eso no se lo iba a permitir.
—Esa es mi chica—dijo Louis cocando mi mano.
Entramos a la casa, encontrándonos con los demás, menos con mi chico de cabello rizado.
Saludé a Liam, a Niall, a Eleanor y a los otros dos chicos de la banda que los acompañaban.
—Thomas y Braiden, ¿cierto?—pregunté, ellos asintieron.—Soy Alexa.
Bostecé, estaba cansada.
—Harry está en su habitación, al fondo del pasillo a la izquierda—me susurró Zayn.
—Gracias—subí mi pesada maleta como pude mientras le deseaba las buenas noches a los otros chicos, que se quedaron bromeando y hablando.
Entré a la habitación, estaba vacía, pero las maletas de Harry estaban en una esquina. La puerta del baño estaba cerrada. Se estaba bañando. Dejé mis maletas al lado del armario, luego la metería allí. Revisaba un mensaje de Kat cuando la puerta se abrió, dejando ver a un Harry desnudo de la cintura para arriba, su cabello estaba mojado y lo secaba con una toalla blanca. Vio la maleta de color lila y luego examinó la habitación, viéndome.
—¿Alex?—preguntó tontamente.
—No, la gemela malvada. Ven y abrázame—dije soltando el teléfono y abriendo los brazos.
—No puedo creer que estás aquí—me levantó del suelo mientras daba vueltas.—Me dijiste que no venías.
—Mentí—dije sonriendo.
—No sé como resistí todo este mes sin tenerte—volvió a abrazarme.
—Yo también te extrañé—nos separamos y acaricié su mejilla, pasando mi pulgar por ese pequeñito lunar que tenía más debajo de la comisura izquierda de su labio, casi llegando a su mandíbula.
Me besó casi con desesperación, apretando sus manos en mi cintura mientras las mía se enredaban en sus húmedos rizos y la otra acariciaba su espalda. Nos separamos cuando nos hizo falta el aire.
—Iré a darme un baño, ¿sí?—dije, el asintió.
—No tardes mucho—me dio una nalgada juguetona mientras sacaba su bóxer de un cajón.
Cogí mi bulto de mano y entré al baño. Me recogí el cabello en un moño y me metí a la ducha. Luego de secarme con mi toalla, me puse un juego de sostén y bragas de color negro y me puse unos pantalones muy cortos de pijama, de color azul cielo con rayas blancas y azul marino, y una blusa de tirantes de color blanca. Me puse las pantuflas y regresé a la habitación. Dejé el bolso en una silla y me miré en el espejo, mientras soltaba mi cabello y lo peinaba suavemente con el cepillo. Me giré, Harry estaba acostado, con la sábana cubriéndolo de la cintura hacia abajo, con una mano debajo de su nuca y con la otra viendo algo en su iPhone. Cuando me miró lo dejó a un lado y se apoyó en su codo. Me subí a la cama y me acosté boca abajo, sin cubrirme con las sábanas, pero con la cabeza en dirección contraria a él, sonriendo.
—Buenas noches Harry—murmuré para luego apagar la luz de la lámpara que estaba en la mesa de noche.
Unos minutos de silencio hicieron falta para que él estirara el brazo y encendiera la luz.
—¿Qué? ¿Tan solo así?
—¿Así qué?—pregunté aún sin girarme.
—Más de un mes sin vernos y no piensas…—no terminó de hablar. Me mordí el labio, tratando de no reírme. Se había molestado. Me giré y lo vi, con un brazo sobre sus ojos y otro sobre su abdomen. Sabía que solo dormía en bóxer, cosa que me hizo sonreír. Me acerqué más a él y recorrí su abdomen duro con la punta de mi dedo.
—Hey… solo jugaba, no te molestes—él no respondió—mi dedo se deslizó a lo largo de su fuerte abdomen, hasta el elástico de su ropa interior, donde me paré luego de escucharle tragar salva.—¿Sigues enojado ahora?—dije mordiéndome el labio.
—Alex—susurró con voz ronca. Me reí en silencio. Levanté las sábanas y vi aquello que sobresalía.
En un abrir y cerrar de ojos se puso sobre mí, recargando su peso en sus manos y rodillas.
—Harry…—susurré a la vez que sentía sus labios sobre los míos. Nos besamos con pasión, necesidad, mientras sus manos recorrían mi costado por debajo de la blusa de tirantes. Mis uñas arañaban suavemente su espalda. Abrí mis piernas para que estuviera más cómodo, se apoyó más, pero descansó parte de su peso en su brazo derecho. Sus labios fueron a mi cuello mientras yo suspiraba. No me había dado cuenta cuando me había quitado los shorts, pero sus manos ya querían retirar mi blusa blanca.
Pasó la blusa por mi cabeza y siguió besándome. Luego me miró fijamente, y me ruboricé, cubriéndome el rostro con las manos.
—No me mires así…—dije avergonzada.
—No te tapes—dijo riendo entre dientes mientras me agarraba por las muñecas.—Eres perfecta—recorrió un caminito de lunares que había en mi vientre, cerca de mi ombligo.
—Te amo Hazza—le sonreí.
—Yo más princesa—dijo susurrándolo en mi oído, dejando un beso en mi cuello.
Luego nos miramos sonriendo, sabiendo perfectamente lo que vendría después de aquel beso.

Unos dedos recorrían mi espalda y el largo de mi brazo suavemente, haciéndome cosquillas.
—¿Estás despierta?—preguntó Harry a mi espalda.
—Sí—suspiré mientras sonreía, recordando lo que había pasado anoche.
Me giré, quedando frente a él. Tomó mi mano debajo de las sábanas y entrelazó nuestros dedos. Nos quedamos en silencio, solo mirándonos y sonriendo, entendiéndonos perfectamente sin necesidad de palabras.
—Mejor nos levantamos, vamos a ir a la playa que está cerca—acarició mi mejilla suavemente mientras yo cerraba los ojos ante el tacto.
—Está bien—le sonreí. Me levanté dándole la espalda, tomando mi sostén del suelo y poniéndomelo. Mi braga había quedado en la mesa de noche, la tomé y me la puse, sintiendo la mirada de Harry sobre mí todo el tiempo. Me agaché y abrí mi maleta, buscando uno de los bikinis que había traído.
Luego de ducharme me puse un bikini azul marino, encima un jumpsuit y unas sandalias.
Harry entró al baño y salió con su bañador puesto. Se puso una camiseta blanca que se ajustaba perfectamente a sus brazos. Removió su cabello, gesto que me parecía irresistible. Se puso sus gafas y yo hice lo mismo. Tome mi sombrero por el sol y salimos tomados de la mano. Todos nos saludamos y luego de desayunar, nos fuimos caminando hacia la playa. No Había muchas personas, por suerte. Eleanor, Louis, Niall, Connor y Thomas se fueron al agua, mientras Harry, Liam, Zayn, Riley, Braiden y yo nos quedamos acostados en la arena. Harry estaba a mi lado, susurrándome cosas al oído mientras entrelazaba nuestros dedos.
—Me arrepiento de dejarte poner ese bikini—dijo.
—¿Qué pasa? Pensé que te gustaba…—dije mirándole.
—Es que estás demasiado sexy y Riley no deja de mirarte—susurró.
—¿Qué cosas dices Hazza?—codeé su costilla.
—Lo que pasa es que no te has visto…—besó mi cuello durante un segundo. Simplemente amaba cuando hacía eso.
—¡Qué hermosa coincidencia!—aquella voz chillona me hizo erguir, quedando sentada.
—Demonios...—maldije.
—¿Qué pasa?—preguntó Harry girándose.
Eso pasaba… Emily…
Amelia
Amelia


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Forever Yours (Harry Styles) [Terminada] - Página 2 Empty Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]

Mensaje por Amelia Lun 25 Jun 2012, 8:22 pm

Capítulo 16. Tú te lo has buscado
—¿Qué haces aquí?—pregunté con una sonrisa amable fingida.
—Filmando unas escenas de la nueva película—dijo ella algo nerviosa.
Mentirosa, viniste a acosar a mi novio.
—Pero en las noticias decían que ibas a filmar en Londres—dije volviéndome a recostar, pero quedando apoyada en mis codos.
—Sí, pero aquí también…—se cruzó de brazos, tratando de realzar su busto. Ella traía un diminuto bikini de color rosa y llevaba sus sandalias colgando en su mano.—Y, ¿cómo has estado Harry?—preguntó pasando de mí totalmente. Cubrí mis ojos nuevamente con mis gafas oscuras y miré hacia los chicos que se divertían en el agua.
—Eh… bien—dijo sintiéndose de repente incómodo por las miradas de Emily.
—Que bueno—dijo con voz sensual, aguanté la risa con mi mano. Miré a Harry y se miraba de verdad incómodo, me reí entre dientes mientras apretaba su mano.
—Emily, cariño, ¿por qué no te vas y llevamos la fiesta en paz?—dije sin mirarla. Nunca me había gustado ser fría y grosera con una persona, y si esa persona lograba sacar esa parte de mí, tenía que haberme hecho pasar un infierno.
—¿Quién te crees que eres? ¿Dueña de la playa?—dijo molesta.
—Está bien, haz lo que quieras—dije ignorándola, sabiendo que eso la molestaba mucho.
—¿Qué no te enseñaron a ser educada con las personas? Dios Harry, no sé cómo la aguantas.
—No creo que te merezcas en lo más mínimo que actúe educadamente contigo, pero si eso es lo que quieres. Cariño, ¿podrías por favor, hacernos un favor en este hermoso día e irte por dónde has venido?—dije educadamente, cosa que hizo reír a los presentes.
—Como sea, adiós Harry—lo miró “sensualmente”. Me giré hacia Harry y dejé un pequeño beso en la comisura de su labio.
Emily se fue refunfuñando.
—Hasta que al fin se va—dije suspirando, volviendo a apoyarme en mi espalda de nuevo.
—¿Qué miras Zayn?—le pregunté cuando vi que veía hacia atrás.
—Vuelvo ahora—dijo parándose y sacudiéndose la arena. Se puso sus gafas y caminó de esa forma que conocía tan bien.
—Va a coquetear—dije riendo entre dientes.
—Nosotros vamos a comprar algo de beber, ¿de acuerdo?—dijo Liam mientras se paraba con los otros dos chicos.
Ellos se habían alejado un poco cuando sentí una mano en mi pierna.
—¿Qué? ¿Ya estás de pervertido?—dije con los ojos cerrados, conteniendo una sonrisa.
—Es que estás demasiado sexy con ese bikini—susurró, rozando su nariz contra mi mandíbula, respirando suavemente.
—Para Harry, antes de que salgamos en alguna revista con un título como: “El famoso Harry Styles y su novia teniendo relaciones en plena playa”—dije haciendo gestos con mis manos para dramatizar todo.
—La casa no está muy lejos y los demás no irán en un rato…—dijo aún contra mi cuello.
—Harold—le reproché con voz divertida—, ¿tan calenturiento estás?
—¡Me has dejado sin acción más de un mes!—dijo exagerando.
—No me vengas con ese cuento—dije riendo.
—Dime, ¿cómo quieres que me resista teniendo una novia así de sensual?—dijo sonriendo de lado, haciéndome ruborizar.
Me tomó del mentón y me besó tiernamente, para luego poner su mano en mi cuello, de manera que su pulgar quedara acariciando mi mejilla. Luego se separó y me miró con amor.
—Te he extrañado mucho—dije pasando la mano por sus rizos.
—Yo también.
—Vamos al agua un rato, hace demasiado calor—Harry se paró y me ayudó a pararme.
Me subí a la espalda de Harry y él corrió hacia el agua conmigo encima y nos metimos. El nos zambulló a los dos. Nos unimos a los demás y jugamos todo el rato, hasta hartarnos. No había ni rastro de Zayn. Recogí mi jumpsuit que estaba en el suelo, junto con mis sandalias y me puse mi sombrero y gafas. Caminé en dirección a la casa, sabiendo que Harry me seguía. Harry sí que estaba calenturiento, lo supe cuando, mientras jugábamos, mi mano accidentalmente rozó su entrepierna y este se tenso, dándose la vuelta rápidamente, dejándome a mí aguantándome la risa.
Crucé la puerta y subí las escaleras, hacia nuestra habitación, Harry apareció dos segundos después. Solté todo lo que tenía en la mano y él me tomó por la cintura, pegándome a la pared, mis manos se ocuparon de acariciar su cuello y su cabello, mientras él apoyaba una mano en la pared y la otra en mi cintura. Nos separamos y nos vimos durante un rato.
Vi su cabello aún mojado pegarse a su frente, sus ojos verdes mirándome fijamente, sus labios entreabiertos, dejando salir aire apresuradamente. Su torso aún con gotas de agua escurriendo entre sus abdominales. El sonrió, dejando ver sus blancos dientes. Ahora él me examinó, lentamente.
—Eres tan perfecta—dijo pegándose por completo a mí, sin dejar ni un centímetro de distancia entre los dos.
—Tú eres perfecto para mí—acaricié su cuello, mientras su rostro se acercaba más al mío. Aquellos momentos eran simplemente perfectos, cuando sus verdes ojos solo se fijaban en los míos. Miré sus labios, aún entreabiertos y rosados. Me pegué a ellos, sintiendo nuestros labios moverse al compás. Su mano, que había estado en mi cintura, ahora acariciaba mi pierna lentamente, pero de manera dulce.
Ladeé mi cabeza cuando sus labios fueron a mi cuello, tomándose su tiempo allí.
—Tu corazón late muy rápido—susurró sin separar sus labios de mi piel.
—Siempre me pongo así cuando estoy contigo—susurré con la voz entrecortada.
—¿De veras que yo te pongo así?—dijo maliciosamente. Presionó la punta de su lengua en aquella vena donde se podía sentir el palpitar de mi corazón. Sentí como si se me fuera a salir el corazón.
El me tomó por los muslos, haciendo que enredara mis piernas en su cadera. Subió sus labios nuevamente, volviéndome a besar.
Giré mi cabeza, haciendo que los labios de Harry chocaran con mi mejilla, el alejó un poco su rostro.
—¿Qué pasa?—preguntó preocupado.
Me bajé de encima de él y me acerqué a la puerta.
—Oh por Dios—dije ocultando una risa tras mi mano.
—¿Qué pasa?—dijo. Le hice una seña para que se acercara, abrí la puerta de la habitación y salimos al pasillo.—Parece que Zayn se entretiene ahí adentro—dijo y yo rompí a reír, pues aquellos sonidos procedentes de la habitación de enfrente.
La puerta se abrió de repente, mostrando a dos personas. Harry y yo contuvimos la risa, poniendo cara seria.
—Eh… adiós Zayn—dijo la chica de cabellos largos acomodando su vestido azul.
—Adiós Katie—dijo Zayn mirándonos furioso mientras se despedía con la mano—. Ustedes sí saben cómo matar la pasión...—dijo pareciendo indignado.
—Sí, claro…—murmuró Harry con voz sarcástica, le di un codazo porque sabía que se refería a lo de hace rato. No echamos a reír a carcajadas, dejando a Zayn confundido.
—No te enojes—dije abrazándole, aún riendo.
—Esta noche hay una fiesta en la playa, así que no se distraigan mucho—dijo esto mirándonos simultáneamente, mientras yo me sonrojaba.
—¿De qué hablas Zayn? Que gracioso eres—dije dándole palmadas en el brazo mientras me regresaba rápidamente a la habitación, para no ser objeto de otra broma doble sentido.
Me acosté en la cama aún en traje de baño y encendí la televisión. Daban una película de terror, creo que era The Ring. Sentí la cama hundirse a mi lado, e instantáneamente apoyé mi cabeza en su hombro, a la vez que el me rodeaba con un brazo. Me sentía a gusto en ese momento, un momento silencioso que no era necesario llenar con palabras. Yo enredé mis piernas con las de él, mientras descansaba mi mano en su abdomen. Una de sus manos acariciaba suave y lentamente la pierna que tenía sobre él, pero o sin otras intenciones, sabía que a veces lo hacía inconscientemente. Me sentía feliz, de al fin tenerlo de vuelta entre mis brazos, me sentía feliz de que él me quisiera tanto como yo a él, de que me abrazara y me apretujara contra él, de todo. Me sentía feliz.
—¿Te estás durmiendo?—susurró.
—No—mentí, suspirando en su cuello.
—Sí lo estás haciendo…
—¿No se nota?—dije acomodándome más, ocultando mi rostro entre su cuello.
—Te amo—susurró mientras sentía su mano seguir acariciando suavemente mi pierna.
—Y yo a ti Harry—fue lo último que dije antes de dormirme.

Abrí mis ojos lentamente, sólo para encontrarme con la imagen dormida de Harry. Respiraba acompasadamente. Seguíamos en la misma posición, su brazo seguía rodeándome, sus piernas enredadas con las mías, mi cabeza en su hombro.
Me estiré con cuidado y tomé su teléfono, y vi que eran las seis de la tarde. ¿Tan habíamos dormido? Hasta nos habíamos saltado el almuerzo. Me froté los ojos y me levanté con cuidado. Harry notó que me paraba al instante, así que me haló, haciendo que quedara sobre él, a centímetros de su rostro.
—¿Qué hora es?—preguntó abriendo sus ojitos verdes lentamente.
—Las seis y media—pasé la punta de mi dedo por su mejilla. Sus manos se posaron en mi espalda, recorriéndola suavemente, haciéndome cerrar los ojos.
—¿Te gusta?—susurró con voz ronca.
—Hmm—sólo pude decir, volviendo a abrir los ojos.
—Eres hermosa—dijo sonriendo, dejando ver esos hermosos hoyuelos.
—Vamos, recuerda que hay una fiesta esta noche—dije parándome de encima de él, no sin antes dejar un pequeño beso en sus labios.
Me bañé y salí envuelta en una toalla para buscar mi vestido rosado. Estaba concentrada buscando, cuando sentí un beso en mi hombro. Ladeé un poco la cabeza para alcanzar sus labios, me besó durante breves segundos, para luego entrar al baño.
Me puse un vestido rosado con blanco, unas sandalias blancas y accesorios, en los cuales incluía aquel hermoso anillo que Harry me había regalado, el cual solo me quitaba cuando me bañaba o lavaba los platos en casa.
Trencé mi cabello, dejando algunos mechones afuera.
—¡Te espero abajo!—dije subiendo la voz mientras salía de la habitación. Bajé las escaleras.
En la sala se encontraban Liam y Eleanor, que hablaban animadamente, Niall, que hablaba con Connor y Braiden y Riley, que estaba entretenido con su celular. Louis apareció bajando por las escaleras. Vestía unos pantalones azul oscuro y una camiseta con rayas negras, como me lo esperaba. Se sentó junto a mí en el mueble.
—¿Qué pasa? ¿Zayn no puede despegarse del espejo del baño?—pregunté con burla.
—¿Qué tal dormiste? Yo digo que demasiado bien—dijo Louis demasiado alto mientras levantaba las cejas una y otra vez.
—¿Qué insinúas Lou?—pregunté retadoramente.
—Todos sabemos que te entretenías con Harry más de lo que lo hacía Zayn con aquella chica con la que entró—dijo soltando todo de repente. Los demás rieron, pero para no dejarlo ganar, no cambie mi expresión retadora, sin mostrar ninguna debilidad.
—¿Ah sí?—dije tranquilamente.—Lo que pasa es que estás celoso, digo, quisieras estar en mi lugar, ¿no? Ya entiendo a que viene todo esto…—me crucé de brazos, sintiéndome victoriosa al ver la cara de Louis.
—Auch—dijeron algunos de los presentes en la sala.
—Lo que acabas de decir es muy cruel, ¿sabías?—fingió llorar.
Harry venía bajando la escalera y Louis se paró de inmediato de la silla, corriendo hacia él como un loco.
—¡Harry! Si supieras las cosas que dijo esa bruja—me señaló con un dedo.—Me dijo que ya no me amas, y dijo que… que era tonto—inventó lo último.
—Lo último sí es cierto. Pero sí te amo Lou—dijo abrazándolo, mientras Louis fingía llorar.—Ok, ya basta de tanto amor—intentó despegarse a Louis, quien se aferraba a Harry como si se le fuera la vida en ello—. Ya puedes soltarme Lou. ¡Lou suéltame!—todos reíamos ante la escena.—¡Eleanor!
—Sí, sí, ya voy—ella se paró y se acercó a los dos chicos—. Vamos bebé, ya suelta a Harry—dijo su novia tratando de despegarlo de Harry, pero éste negaba. Se acercó a su oído y le susurró algo que hizo que sonriera y que se despegara automáticamente de Harry, y parece que éste lo había escuchado, ya que tenía las cejas alzadas y estaba boquiabierto.
—¡Eleanor!—dijo sorprendido.
—Abre la boca Harold y te lo corto—dijo señalando a sus pantalones.
Harry hizo como si cerrara la boca con un cierre, haciéndonos reír.

Música, el olor a salitre, la fogata a lo lejos, personas riendo y bailando… una palabra resumía todo eso, fiesta. Nos habíamos dispersado mientras bailábamos, algunas personas hasta se metían en el agua. Yo había ido al bar que estaba cerca a pedir una bebida, sin mucho alcohol. Buscaba a Harry caminando con mis sandalias en mis manos, sintiendo la tibia arena entre mis dedos. Lo vi un poco alejado, sosteniendo su mano contra su oreja, y me daba la espalda.
—Sí mamá, sí… sí, ya lo hice… yo también te quiero… sabes que también te extraño—era tierno escucharlo hablar con su mamá, con la cual tenía una estrechísima relación. El le contaba todo a su madre. Unos segundos después colgó.
—Debemos ir a visitar a Anne pronto—dije, haciéndole sobresaltar.
—Sí, la extraño mucho—dijo sonriendo mientras tomaba el vaso de mi mano y bebía un trago del líquido.
—La última vez que hablé con ella fue hace como dos meses.
—¿En serio? Dime que no hizo alguna pregunta incómoda.
—No… bueno, preguntó si me aseguraba de que usáramos protección—fue cómico al ver cómo Harry escupía el trago hacia un lado.
—Dios mío…—dijo abochornado.
—Tu madre es muy amigable—dije dejando un beso en la comisura de sus labio, mientras le quitaba el vaso de entre sus manos.—No quiero que bebas mucho esta noche ¿sí? No quiero que se te pasen los tragos—dije bebiendo del vaso.
—Sí mamá—dijo girando los ojos. De un momento a otro, me había tomado de la cintura y me había acercado a él.—Por cierto, creo que no te he dicho que esta noche luces hermosa. Sus labios estaban a poquísimos centímetros de los míos, cuando una voz chillona nos interrumpió.
—¡Harry! Qué bueno verte de nuevo.
Dios mío, ¿es que ésta no se rinde?
—Hola Mansen—dije—¿Querías algo?—dije muy cortante.
—Tranquila—Harry susurró en mi oído, para luego darme un beso en el hombro y recostar su mentó ahí, ya que yo le daba la espalda.
—Siento haber sido grosera contigo, pero estás interrumpiendo un momento romántico, como podrás observar.
—Yo…—iba a decir algo cuando dos chicas se acercaron con sus bebidas en la mano.
—¡Oh Dios mío! Dile tú, dile tú—decía una de las chicas a su amiga.
—No, dile tú—traían una cámara, así que supuse que querían tirarse una foto con Harry.
—Perdón niñatas, pero estoy hablando con él—dijo Emily, la cual habíamos ignorado.
—¿Quieren una foto?—dijo Harry soltándome para acercarse a ellas.
—Sí, por favor—dijo una de ellas tímida.
—Estúpidas—dijo Emily lo suficientemente alto como para que lo escucharan.
—Oh, lo siento mucho—dijo una de las chicas fingidamente, que había arrojado su bebida en el vestido de Emily.
—Vámonos Luz, antes de que se nos pegue lo …—no terminé de escuchar lo que dijeron, porque se rieron.
—Cierto Fanny, vámonos—se rieron y se fueron.
—Esas chicas me agradan—dije susurrando.
Emily las asesinó con la mirada, e hizo como si sus gafas—ni idea de por qué las traía si era de noche—se cayeran, y se agachó de manera “sensual”, haciendo que su vestido se subiera más de la cuenta. Harry desvió la vista mientras sentía su mano tensarse contra la mía. Sonreí en dirección a la patética chica frente a mí. No culpaba a Harry, después de todo, era un hombre, aunque no sé por qué se ponía así por “eso”. Solté la mano de Harry.
—¿Sabes? Me das pena. No sé cómo una chica se puede rebajar a ese nivel. Debes estar muy desesperada, ¿cierto?—esto lo decía muy cerca de ella, sólo para que ella lo escuchara.
—No me provoques O’Connor, sabes que puedo ser muy mala si me lo propongo…—dijo con una sonrisa de lado.
—Tú nunca me has asustado Mansen, siempre has sido una mosca zumbando a mí alrededor, molesta, sólo eso. Una mosca que necesita atención de los demás para sobrevivir, porque tienes que admitirlo, dependes de la atención que causas, necesitas ser el centro de todo para sentirte bien—me sentía como la mala del cuento, y a pesar de lo que ella me había hecho a lo largo del tiempo que habíamos pasado juntas me sentía mal por decir eso.
—Bien…—sólo dijo eso, desconcertándome. Se dio la vuelta, quedando de espaldas a mí, pero antes de avanzar un paso, ladeó su cabeza y dijo:—Recuerda que tú te lo has buscado—sonrió burlona y se marchó, contoneando las caderas de manera exagerada.
—¿Qué le has dicho?—preguntó Harry segundos después de perseguirla con la mirada.
—No quiero hablar de eso ahora—dije mientras él asentía casi imperceptiblemente y yo apoyada mi cabeza en su hombro.
No le tenía miedo, para nada, pero… debía admitir que una parte de mí sí me decía que me preocupara.
Amelia
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Forever Yours (Harry Styles) [Terminada] - Página 2 Empty Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]

Mensaje por Invitado Miér 27 Jun 2012, 9:18 am

Nueva lectoraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa !
Siguela pronto !



Cande.
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Mensaje por Amelia Jue 28 Jun 2012, 12:09 pm

Capítulo 17. Inseguridades
Sentía la arena meterse entre los dedos de mis pies. El agua arremetía contra los dedos de mis pies con su vaivén imparable. Mis piernas estaban flexionadas, permitiéndome apoyar mis brazos en mis rodillas, mientras hacía movimientos circulares con mi muñeca, de manera que el líquido rosado en mi vaso se moviera de la misma manera circular.
El mar estaba tranquilo, a pesar de los movimientos de algunos de los fiesteros que tomaban y bromeaban sin preocupación algo dentro del agua, sumergidos hasta la cintura. Mi mirada se perdía en el horizonte, ahora oscuro, la música se escuchaba lejos, las voces chillonas de las personas que habían bebido un poco de más ahora se me hacían murmullos.
Estos momentos de soledad eran apreciados, un momento de tranquilidad, a solas, para poder pensar acerca de todo, y de nada a la vez, un momento sólo para mí misma.
Le di un corto trago a mi bebida, sintiendo el poco alcohol que contenía en la garganta.
La brisa golpeó mi rostro, arrastrando mi cabello en ondas rubias. Aparté los mechones que tapaban mi visión, haciéndolos a un lado. Miré la pantalla de mi teléfono, el reloj marcaba las doce y media. Sonreí. No por un chiste, no por un momento gracioso del que me había acordado, ni mucho menos por los movimientos extraños que hacían algunos adolescentes ya borrachos, sino porque sí, porque así soy yo y porque me gustaba. Me sentía relajada, feliz, y con ganas de sonreír.
De repente, las ganas de festejar toda la noche y permanecer despierta, haciendo honor a la canción Up All Night abandonaron mi cuerpo. Solo sentía ganas de ponerme mi pijama, recostarme en la cama y leer un libro.
No tenía ni idea de dónde estaba Harry, ni Louis, o Harry, o Zayn, ni mucho menos Liam. Nos habíamos dispersado cuando llegamos a la playa. Le había dicho a Harry que se fuera y que se divirtiera, que yo estaría en el mismo lugar si necesitaba algo. Y de eso había pasado ya hora y media, y yo seguían observando la tranquilidad del mar y la luz que desprendía la luna.
Me paré sacudí la arena que se había adherido a mi vestido.
“Harry, volveré a la casa, no te preocupes, no pasa nada.—Alex”.
Sin esperar respuesta, comencé a caminar en dirección a la casa, dejando el vaso vacío en el bar mientras evitaba algunos chicos ebrios que silbaban y soltaban cualquier tontería a la primera chica que se les cruzaba por enfrente. Caminé despacio, sin prisas, nadie me esperaba y yo no estaba apurada.
Pocos minutos después, ya me encontraba en la casa, entrando a la cocina. Me serví un vaso de agua y volvía a la sala. Me quité las sandalias y me senté en el mueble, subiendo los pues, pero acomodándome de manera que el vestido no revelara mi ropa interior. Encendí la televisión sin mucho interés. Estaban pasando Dear John, así que lo dejé. Una historia de amor.
La película había terminado casi dos horas después, y pasaban comerciales antes de comenzar la otra película. Mi codo estaba apoyado en el respaldo del sofá, y mi cabeza apoyada en la palma de mi mano, mis ojos comenzaban a cerrarse cada pocos minutos. Miré la hora. Las dos y veinticinco de la madrugada.
La puerta se abrió en ese momento, y la silueta de dos figuras masculinas se mostraron oscuras por la falta de luz. Esta se encendió dos segundos después, haciendo que molestara mis ojos por un momento.
—Yo me voy a dormir, hasta mañana.
—Adiós Riley—reconocí la voz de Harry. Me estrujé los ojos, mientras escondía un bostezo detrás de mi mano.—¿Qué haces aquí? Pensé que estarías durmiendo—dijo acercándose por detrás del sofá. Levanté la cabeza para poder mirar su rostro. Apagué el televisor. Me encogí de hombros, sin nada que decir.—¿Quieres que te lleve arriba ahora?—preguntó sonriendo tiernamente.
Asentí en respuesta, frotando mis ojos con mis manos.
—Vamos—me cargó, pasando una mano por mi espalda y otra por debajo de mis rodillas. Escondí mi rostro entre su tibio cuello, y pasé un brazo por detrás de su cuello. Abrí la puerta con mi mano libre y entramos a la habitación. Harry me dejó suavemente en ella, quedando sentada, y me sentí sin fuerzas, estaba cansada y solo quería dormir toda la noche y despertar a las dos de la tarde el próximo día. No tenía ni siquiera ganas de buscar mi pijama. Me quité el vestido y lo doblé, dejándolo en una silla que estaba al lado de la cama. Harry se había quitado la camiseta y el pantalón, quedando en ropa interior, como usualmente dormía. Me recosté y me arropé con las sábanas hasta la cintura. Harry se pegó a mí por detrás y su brazo me rodeó, descansó su mano en mi estómago, haciendo figuras vagamente sobre mi piel.
—¿Estás bien?—susurró en mi oído luego de unos minutos en silencio.
Me giré, quedando de frente a él, y encontré las palabras innecesarias en ese momento. Besé suavemente sus labios y escondí la cabeza en su pecho, mientras era abrazada por él, quedando dormida al instante, aspirando su dulce aroma.

No había logrado lo que me había propuesto la madrugada pasada. Eran las siete de la mañana y ya me encontraba despierta, gracias varios sueños que me atormentaban, haciéndome despertar varias veces durante las horas en que intenté dormir.
Harry seguía durmiendo frente a mí, su brazo seguía rodeando mi cintura, sus rizos estaban despeinados, caían descuidadamente sobre sus ojos, sus labios estaban levemente entreabiertos. Quise tocarlo, pero temía que despertara. Tomé suavemente su mano, que estaba detrás de mí y la coloqué con delicadeza sobre el colchón. Me paré y miré hacia la ventana, viendo el paisaje marino siendo bañado por los rayos del sol.
Y yo seguía aún pensando en esos sueños, esperando el momento para decirle lo que pensaba.

Palpé el colchón sin toparme con su blanca figura. Abrí los ojos, estaba solo en la cama. Ella se había portado raro anoche, algo pensaba, algo que se debatía en decirme o no. Me erguí, para descubrirla de espaldas a mí, mirando hacia la ventana. Su largo cabello rubio casi acariciaba aquella estrecha cintura.
—Hey—llamé su atención. Ella pareció reaccionar, mas no se giró.
—¿Qué significa Wendy para ti? O ¿qué significó?—lo soltó de repente, con una voz neutra, al igual que su expresión. No mostraba signos de enfado, pero tampoco estaba rebosante de alegría.
Wendy. Wendy Withmore. Cuánto tiempo sin escuchar ese nombre. Aquel nombre que le había quitado el aliento años atrás, nombre de la dueña de sus sueños, de la dueña de sus besos, abrazos, de la dueña de su corazón.
—Fuimos novios unos años atrás…
—Se querían mucho—eso no fue una pregunta. No supe qué pasaba por su cabeza en ese momento. Eran uno de esos momentos frustrantes en los que no sabía si ella estaba enfadada, si estaba celosa, triste, feliz, o todas juntas.
—Duramos dos años saliendo.
—¿Por qué terminaron?—ella apoyó su espalda contra la pared.
—La mayoría de nuestros problemas eran causados por su madre. Ella no quería que yo estuviera con su hija. Ella quería que estuviera con el hijo de uno de sus amigos, un tal Jonathan. Decía que era perfecto, un chico digno de estar con su princesa—sonreí con nostalgia al recordar aquello. Recuerdos enterrados tres metros bajo tierra hasta ese momento—. Ella quería ir a la academia de canto, una como a la que asistes. Y yo iba a entrar a The X Factor. Su madre la matriculó en una academia, en Estados Unidos. Lejos de mí. En ese momento tuvimos que elegir caminos separados.
—¿La amabas? Cuando se separaron quiero decir…—murmuró siguiendo con su postura neutra, sin demostrar ningún sentimiento.—Sé sincero.
Asentí casi imperceptiblemente. Ella asintió también, mordiéndose el labio y bajando la vista.
—¿Cómo supiste de ella?—pregunté.
—Ha vuelto a Londres—susurró. Algo sentí, no supe bien qué era, pero algo sentí.—Trabajo con su banda en una coreografía y me lo dijo.
—¿Qué te dijo?—quise saber con exactitud, por alguna extraña razón.
—Me dijo que yo no le caía especialmente bien porque se sentía raro pasar tiempo con la actual novia del que fue su gran amor. Ella dijo que a pesar del todo el tiempo que había pasado, tú no la habías olvidado, y que ella tampoco te olvidaba y…—no dijo nada más. Sabía que le dolía decir aquello, esta vez lo pude ver en sus ojos.
—Yo…—quise decir algo, cualquier cosa, pero no sabía qué.
—No digas nada…—se había acercado, quedando a pocos pasos de mí. Sonrió de lado, aunque aquella sonrisa no le llegó a los ojos; jugaba inquieta con sus manos.—Iré a darme una ducha—dio unos pocos pasos más y dejó un beso en mi mejilla, para luego caminar despacio, aún jugando con sus manos y cerrar la puerta del baño.

Abrí la llave de la ducha y dejé el agua correr. Me metí luego de quitarme la ropa interior y me quedé, allí de pie, dejando que el agua me empapara por completo. Mi cabello estaba pegado a los lados de mi rostro, a mi cuello y a mi espalda, y no hice nada para cambiar eso, solo dejé que las lágrimas se confundieran con las gotas de agua que caían por mi rostro, silenciosas, trazando su camino para luego terminar en el frío piso de la bañera.

Ya estaba vestida, ya que saldríamos a comer por ahí y a pasar por alguna que otra tienda. Salí al patio, y me senté en una de las bancas que estaba debajo de una palmera, que proyectaba una sombra, perfecta para quedarme bebiendo una helada limonada y pasar el rato allí haciendo nada. Había dejado de llorar para que mis ojos no se pusieran rojos, pasando desapercibido el hecho de que había derramado lágrimas. Me había maquillado lo suficiente para que no se viera el rubor en mis mejillas, pues siempre se ponían rosadas al llorar. Jugaba con el celular, dándole vueltas con mis manos, sin saber muy bien qué hacer ahora.
El no sabía qué sentía. Lo conocía muy bien, más que él mismo. El estaba confundido, y raro. El no se esperaba que le preguntara eso, así como yo no me esperaba ninguna de sus respuestas, así que creo que nos dolió a los dos.
Pero yo no quería que nada cambiara, yo solo quería que él fuera feliz. Pero… ¿y si él tenía dudas? ¿Y si pensaba en ella? ¿Y si quería verla?
Nunca había sido insegura, y ahora sí lo estaba. Estaba insegura de qué pasaría ahora. Me sentía peor que cuando Emily me hacía jugarretas cuando íbamos en el instituto, me sentía peor que cuando Mia rompió mi vestido, arruinando la presentación en el teatro, me sentía peor que cuando me había lastimado el tobillo y mi cabeza daba vueltas debido al mareo y el desmayo, me sentía mucho peor. Era una opresión en el pecho que no se iba, que quería impulsar a mis lágrimas a salir de mis ojos, y correr libremente por mis mejillas.
Ella lo quería. Y sabía, con el poco tiempo de conocerlo, que iba por lo que quería. Y ella me odiaba, así que no había nada de por medio, ni una amistad, ni nada. Era la primera vez que dudaba del amor que le profesaba Harry durante estos últimos meses.
Pero la peor pregunta que se formulada en mi cabeza era: ¿Y si él quería volver con ella?
Amelia
Amelia


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Forever Yours (Harry Styles) [Terminada] - Página 2 Empty Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]

Mensaje por Manu. Vie 29 Jun 2012, 1:38 pm

WOOOOOOW, NUEVA Y FIEL LECTORA! ME ENCAAAANTA TU NOVE, SEGUILA!

P/D: SI TENES A ALGUNO DE LOS CHICOS LIBRES, ME PONDRIAS CON EL? NO IMPORTA QUIEN SEA, PORQUE LOS AMO A TODOS POR IGUAL!♥ GRACIAS (:
Manu.
Manu.


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Forever Yours (Harry Styles) [Terminada] - Página 2 Empty Re: Forever Yours (Harry Styles) [Terminada]

Mensaje por Amelia Sáb 30 Jun 2012, 4:03 pm

Capítulo 18. Invirtiendo roles
Dos días habían pasado luego de aquella charla. Y desgraciadamente, todo se había vuelto algo tenso e incómodo entre nosotros. Y dolía. Aquella opresión en el pecho al verlo y recordar todo lo que habíamos hablado. Aquella sensación de sentir desfallecer, pensando en que las cosas ya no serían como antes, que ya su amor por mí no era el mismo.
Bueno, eso no lo sabía con seguridad.
Pero veía en sus ojos la duda. Lo podía percibir, lo podía sentir.
Eran aproximadamente las ocho de la noche. Había subido al cuarto luego de cenar todos juntos. Por supuesto, los demás habían notado nuestra actitud, pero ya sea porque sabían o porque querían darnos nuestro espacio, no preguntaban nada de nada. Estaba sentada en la cama, con varias almohadas detrás de mi espalda, para sentirme más cómoda. Un libro se hallaba abierto sobre mis piernas.
Era una historia de amor. Una tonta historia perfecta de amor. Me gustaba, pero dejó de hacerlo hace justamente dos días atrás. Suspiré, cerrando el libro de un golpe. Aquella sensación de que algo iba mal no salía de mí. Me coloqué sobre mi costado, arropándome con las sábanas hasta a cintura, para luego alargar el brazo y apagar la luz de la mesa de noche.
Escuché la puerta abrirse y cerré los ojos automáticamente. La cama se hundió detrás de mí, y luego sentí una respiración en mi cuello.
—Alex…—susurró— ¿estás despierta?—no respondí.—Parece que no—suspiró. Sentí uno de sus dedos recorrer el largo de mi brazo con un suave roce.—Yo… yo no sé qué me pasa. Me siento confundido, raro. Pero aún así no quiero herirte, ni que esta tensión continúe entre nosotros. Olvidemos ese nombre que ha causado esto, yo… no quiero que nada cambie…
—Tengo miedo—dije sin moverme, sin siquiera abrir los ojos. Las suaves caricias que me hacían pensar que eran pétalos los que las daban, se detuvieron.
—¿De qué?
—De que la sigas queriendo. De que esto se termine. De perderte. De que… de que dejes de amarme—abrí los ojos, sintiendo las lágrimas salir de mis ojos y mojar la almohada.
—¿Estás llorando?—preguntó girándome, haciendo que quedara boca arriba.—Ven aquí—se levantó, quedando sentado.
Lo extrañaba, cómo lo hacía. Quería sentir sus brazos rodearme de manera protectora, sus labios besarme de manera posesiva, haciéndome recordar que solamente era suya. Pero quería sentir esa sensación de que nos pertenecíamos.
Harry me rodeó, y yo escondí mi rostro en su pecho.
—¿Me amas?—pregunté levantando la vista.
—¿Qué si te amo?—preguntó sonriendo de lado, mientras colocaba un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.—Podrá pasar lo que sea, pero sí, te amo Alex, no eres tan fácil de olvidar, ¿sabes?—sonreí un poco ante eso.
—Te amo Harry, y lo más importante para mí es tu felicidad, así que si…
—No, no hablemos más de eso, por favor. Espera—se paró y se dirigió hacia la puerta, luego la cerró con pestillo. Volvió a la cama y me besó suavemente primero, luego aumentó la intensidad. Sus manos ágiles comenzaban a levantar mi blusa, pasándola por mi cabeza. Me recostó en la cama, se quitó la camiseta, y luego se agachó para volver a besarme, mientras sus manos se deslizaban por mis caderas.
Con unos cuantos movimientos, logró quitarme los pantaloncitos con los que dormía. La ropa voló por toda la habitación, los suspiros no se hicieron esperar y los besos no pararon hasta bien entrada la madrugada.
Me hizo suya una vez más, hasta quedar agotados, sudados, completos, uno al lado del otro. Necesitaba su cercanía como necesitaba el aire. Me abracé a él. Me rodeó con uno de sus brazos y me atrajo más hacia él, dejando un beso en mi cabeza. Nos quedamos minutos en silencio. Levanté la vista y miré su rostro, miraba fijamente el techo, y supe que estaba pensando, pensando en ella.

—Buenos días—me saludó Lou dejando un beso en mi mejilla cuando entró en la cocina.
—¿Quieres desayunar?—le pregunté mientras sacaba algunos panqueques ya listos.
—Eh… sí claro—él recargó su peso en la encimera.—Harry me ha dicho lo que ha pasado—lo escuché serio. La sonrisa en mi rostro se esfumó de repente.
—¿Ah sí?—traté de parecer natural. Saqué el último panqueque y lo puse en la pila, apagué la llama unos segundos después.
—Es sobre Wendy Withmore. He visto cómo han estado actuando, distante, y odio verlos así.
—Eh... sí, hablamos de eso anoche. El dijo que no quiere perderme, pero no lo sé Louis. Yo sé que él está confundido, y me duele. Pero yo sólo quiero que él sea feliz—dije luchando porque las lágrimas no salieran.—Y si él lo es con ella…
—No, no lo va a ser. Ella es parte de su pasado, tú eres su presente Alex.
—Eso no se compara. Ellos tuvieron dos años de relación…
—Eran muy jóvenes en ese entonces. Esta es una relación seria Alex.
—Espero que toda esa confusión se le pase—dije sonriendo de lado.
—Descuida, así va a ser. Pase lo que pase, aquí estaré, ¿ok?—dijo poniendo esa sonrisa angelical en su rostro. Abrió sus brazos y me acerqué para rodearlo con mis míos
—Te quiero Lou—dije sintiendo una lágrima rodar por mi mejilla.
—Yo también Alexa—susurró.
—¿Ya está listo el…?—Harry entró en la cocina. Nos separamos y me limpié una lágrima rápidamente, tratando de que no se diera cuenta. Misión fallida.—¿Qué sucede? ¿Por qué…?
—No es nada—dijo Lou rápidamente—. Llevaré esto a la mesa—tomó el plato con la pila de panqueques y salió de la cocina, dejándonos solos.
—Alex…—se acercó y levantó las cejas.—Sigues pensando es eso—dijo acariciando mi mejilla, quitando cualquier rastro húmedo en ella.
—Yo…—tragué saliva, y traté de mirar a otro lado, cruzándome de brazos, no quería llorar, no lo haría.
—No…—tomó mi rostro con sus dos manos—. Perdóname. Yo lo que menos quiero es hacerte sufrir, verte llorar por mi culpa—sus ojitos verdes estaban tristes, haciéndome sentir aquella opresión en el pecho que tan familiar me era en estos momentos.
No dije nada, tan solo lo abracé, rodeando su cuello con mis brazos, mientras él me estrechaba cada vez más contra él, rodeándome fuertemente por la cintura, sin dejar un mínimo espacio entre nuestros cuerpos. Nos separamos. Mis zapatos eran altos, cosa que me dejaba ver sus ojos de frente, sin tener que subir un poco la mirada. Acaricié su mejilla.
—Hagamos que todo vuelva a ser como antes—susurró contra mis labios. Asentí, mientras nos uníamos en un beso.
—Te amo Harry—susurré abrazándolo de nuevo, dejando un beso en su cuello.
—Yo también preciosa—dijo dejando un beso en mi frente. Le sonreí—. Ya no llores más, por favor.
Asentí, sonriendo.
—Vamos a desayunar—dije sintiendo su mano buscar la mía.
Desayunamos entre risas y haciendo planes.
—¿Qué haremos hoy?—preguntó Eleanor.
—¿Ideas?—dijo Liam, casi atragantándose con el desayuno.
—Eleanor, quería ir a comprar algunos vestidos, ¿te unes?—dije girando medio cuerpo, ya que ella estaba a mi lado.
—Claro—dijo tragando y acercando el vaso con jugo de naranja a su boca.
—Parece que iremos a la plaza—dijo Liam, que ya había terminado.
—¿Vienen chicos?—miré a Riley, Thomas, Braiden y Connor.
—Nosotros iremos a la playa hoy, hemos quedado con unas chicas—dijo Connor levantando las cejas varias veces.
—Ha ha, sí, como digas—se burló Zayn.

Los chicos habían puesto varias excusas para no venir con nosotras y cargar las bolsas y cosas como esas.
—Yo iré con Louis, a asegurarme de que no se meta en problemas—me dijo Harry.
—Está bien—rodé los ojos.
—Por cierto. Esta noche te tengo una sorpresa…
—¿Qué?
—Vamos a salir—me guiñó un ojo, antes de dejar un casto beso en mis labios e irse con las manos en los bolsillos.
—Ven, vamos. Tenemos que encontrar el vestido perfecto para esta noche—dijo Eleanor tirando de mi brazo hacia una tienda.
—Pruébate este, este, este, este y este—dijo pasándome cuanto vestido se le cruzaba en el camino.
—¿Qué crees? ¿Qué vas a comprar todos los vestidos de la tienda?—le pregunté divertida.
—No, claro que no, no seas tonta—dijo mientras miraba más vestidos.
Treinta minutos pasaron antes de escuchar lo que tanto esperaba:
—¡Ese! ¡Ese es!—dijo ella dando saltitos mientras aplaudía.
Estaba hermoso. Era blanco hasta debajo del busto, y luego era crema, con encaje en forma de flores de color blanco. Era simplemente hermoso.
—Es hermoso.
—Pareces un ángel Alex—dijo ella mordiéndose el labio, y con mirada soñadora.
—Lo compro—dije dando saltitos.
—Ok, en lo que estás en eso, iré a comprar los zapatos—ella se fue hacia el área de zapatos. Me puse mis shorts de color coral y mi blusa blanca y después los zapatos. Tomé el vestido y vi que Ele me esperaba fuera del vestidor. Me enseñaba unos tacones simples, pero de un bonito color crema, casi blanco.
—Perfecto—dijimos las dos a la vez.
Pagamos todo y nos dimos una vuelta por otras tiendas de ropa, maquillaje, y demás para entretenernos antes de que llegara la hora para juntarnos a comer.

—Ve, Harry te espera abajo—dijo Eleanor.
—Gracias por ayudarme—dejé un beso en su mejilla y salí de la habitación para bajar las escaleras. En la sala solo estaban Harry, que miraba distraídamente algo en su celular, Zayn y Louis, que miraban algo en la computadora del segundo mencionado. Cuando me escucharon bajar se quedaron mirándome fijamente y silbaron, haciéndome sonrojar. Cuando bajé el último escalón, levanté la vista para mirar a mi chico. Harry me miraba fijamente, sonriendo de lado.
—Estás hermosa—dijo susurrando cerca de mí.
—Tú estás muy guapo—dije acariciando su mejilla.
El vestía una camisa de color azul cielo, remangada hasta los codos, y un pantalón de color negro, al igual que sus zapatos, y su cabello, perfecto, rizado como siempre. Sonreí, y tomé el brazo que me ofrecía.
—Ya saben, no lleguen después de las dos de la madrugada—dijo Lou como si fuera nuestra madre.
—Sí mamá—dijo Harry burlón.
El viaje transcurrió entre risas y bromas, y él no queriéndome decir a dónde íbamos.
—Ya llegamos—dijo saliendo del auto y abriendo mi puerta.
—Es hermoso—era un restaurante, por lo que veía, lujoso. Tenía un balcón, donde había pocas mesas, y esa tenía vista al mar. Entramos y el cruzó unas pocas palabras con una mesera y luego subimos por una escalera de caracol. El había reservado una mesa en aquel balcón. Me paré en la orilla, colocado mis manos en la barandilla, admirando la vista.—Es hermoso—volví a decir.
—Sí, lo eres—dijo a mi lado, mirándome. Me sonrojé, bajando la vista. El me levantó el rostro por el mentón y me besó, suavemente, esta vez.
Nos sentamos y pocos minutos después, una mesera de unos treinta años llegó a nuestra mesa.
—Buenas noches, ¿qué van a querer?—dijo mirando raro a Harry. Lo mirada con… ¿Deseo? ¡Dios! ¡Ella podía ser su madre! Me reí entre dientes, ya que el chico de rizos frente a mí se sentía incómodo.
Pedimos pasta y la mesera se fue, trayendo una botella de vino y dos copas unos pocos segundos después. Harry sirvió un poco en cada una.
—Por nosotros—Harry levantó la suya. Juntamos las dos copas y bebimos un trago.
La cena fue… perfecta. En el balcón sólo estábamos nosotros, bueno, por ahora, y disfrutábamos de la vista y de ese momento, solo los dos. La mesera retiró los platos, cosa que le permitió a Harry tomar mis manos por encima de la mesa.
—Pareces un ángel esta noche. Estás hermosa—dijo acariciando mi mano.
—Esto es perfecto Harry, en serio, no me lo esperaba—dije sonriendo abiertamente.
—O sea, que te sorprendí.
—Sí, mucho—él se inclinó sobre la mesa y yo hice lo mismo, nuestros labios se rozaban, podía sentir su aliento mezclarse con el mío.
—Harry—una voz femenina lo llamó. Harry levantó la vista y se paró, como si de un resorte se tratara. Lo supe sin necesidad de girarme, pero aún así lo hice. Me paré, para encontrarme con Wendy cerca de nosotros. Vestía un lindo vestido color coral, con una cinta negra debajo del busto. Sus tres amigas iban más atrás, mirando la escena con sorpresa.
—Wendy…—susurró Harry. Ellos solo se miraban, dejándome fuera de esa burbuja que se había formado.
Tomé mi bolso y estaba a punto de irme, cuando una mano me tomó del brazo.
—Déjalo así—dije sonriendo de lado, mientras me alejaba. Wendy ahora se acercó a él, haciéndome a un lado para quedar frente a frente. Casi tropiezo con el pequeño empujón que me dio la chica de cabellos castaños. Caminé hacia la salida del balcón, cuando otra mano me tomó por el brazo.
—Cariño, lo siento, no sabíamos que estaban aquí. Unos amigos nos invitaron—dijo Thalia con su rostro demostrando tristeza. Ella era la que mejor con la que me llevaba.
—No teníamos idea, lo sentimos, de veras—dijo Hanna, acercándose.
—Está bien… a lo mejor esto era lo que tenía que pasar—dije en un murmullo.
—Lo siento—susurró Thalia pasando su pulgar por mi mejilla, borrando una lágrima.
—Nos vemos luego, chicas—dije levantando una mano como despedida.—Díganle que me fui—le murmuré luego de haber dado unos pasos.
Me fui de allí casi corriendo. Tomé un taxi que por suerte se había parado. Traté de no morir en llanto ahí mismo dentro del auto. Pronto me dejó frente a la casa y le pagué. Toqué la puerta, ya que el único que tenía la llave era Liam. Toqué dos veces más.
—¿Alex?—Louis me miró extrañado.—¿Qué pasó?
—Ella apareció…—la voz se me cortó, mis manos tapaban mis rostros y mi respiración era irregular—en el restaurante…
—Ven, entra—me pasó una mano por detrás y cerró la puerta.—¿Te dijo que te fueras?
—Ese fue el problema, no dijo nada. Se quedó mirándola y me fui, yo… yo no podía…—hizo que nos sentáramos en un mueble y yo dejé mi bolso a un lado, para abrazarlo y aferrar mis manos de su camiseta.
—Volverá, debió haber salido detrás de ti…
—No, tú no viste sus ojos Louis. Ella me hizo a un lado, me empujó, y él no hizo nada para impedirlo… ¿Y si la quiere a ella Louis? ¡No lo soportaré!—no me importó no hacer ruido, por lo que pronto Liam, Niall y Zayn estuvieron en la sala, viéndome llorar mientras Lou me abrazaba fuertemente. Supuse que ellos ya sabían de qué se trataba, ya que Se acercaron y compartieron ese momento de tristeza conmigo. Liam se sentó a mi otro lado, acariciando mi espalda suavemente. Zayn y Niall se sentaron el suelo, a mis pies, y se quedaron allí, en silencio.
Y así pasó la noche. Yo con mi cabeza recostada en el hombro de Lou, en silencio, mientras los otros tres chicos permanecían en silencio, pero a mi lado. Hace un par de minutos había dejado de llorar y solo permanecía en silencio.
—Chicos, gracias por todo, pero vayan a dormir ya, tenemos más de dos horas aquí sentado—dije parándome yo también.
—Sabes que no nos importa—dijo Liam.
—Pues a mí sí. Vayan a dormir ahora. Vamos—dije tratando de quitar todo rastro de tristeza en mi rostro y apuntando demandante hacia las escaleras, para que subieran a sus habitaciones.
Cada uno me abrazó fuertemente y luego subieron a sus habitaciones.
—Gracias Lou, en serio. Te quiero mucho—lo abracé.
—Yo también pequeña, yo también—frotó mi espalda. Eran como la una y media de la madrugada. Lou se tensó aún abrazándome cuando la puerta se abrió, y este se separó colocándose frente a mí—. Creo que tienes varias explicaciones que dar—Lou se cruzó de brazos, serio.
—Yo…
—No Lou. No creo que haya ninguna explicación. ¿Sabes qué? Necesito conseguir un pasaje para mañana—dije haciéndolo girar, ignorando a la persona que había ingresado a la casa hace unos segundos.
—¿Qué? Tú no te vas a ningún lado—dijo él agarrándome de los brazos.
—Por favor Lou. Si no me ayudas, lo haré yo sola, y sabes que soy capaz.
—Pero Alex… está bien. Ven, vamos a mi habitación—me tomó por la muñeca y subimos las escaleras. No miré ni una vez a Harry.
¿Aquí se terminaba todo?
Aquella opresión en mi pecho se sentía más fuerte ahora, creo que hasta me había acostumbrado a ella. Pensé que todo estaría perfecto esta noche. Creí que terminaríamos en un hotel cercano, dejándonos llevar por la pasión y el placer, creí que todo estaría perfecto, como si nunca la hubiese mencionado.
Y todo era mi culpa. ¿Por qué le había preguntado acerca de ella? Ahora la sombra del pasaba opacaba nuestro presente, dejándome afuera, desplazándome, ahora dejándome a mí formar parte del pasado, ocupando mi lugar en su presente.
Amelia
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Mensaje por Saho :) Dom 01 Jul 2012, 9:09 am

AHHHHH!
DIOS..me encanta esta novela me atrapo desde el comienzo!
y como me puedes dejar asi!!?
ahhhhhh Siguela Porfa..Nueva Lectora!
Pd: Saca a esa (momento censurado) Wendy de la Novela! o..o..o..la matare mentalmente? ahhaha Siguela!
Saho :)
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Mensaje por Amelia Dom 01 Jul 2012, 10:18 am

Capítulo 19. ¿Este es el final?
Lou había estado al teléfono durante una media hora. Yo estaba sentada en su cama, con Eleanor abrazándome, ya que había despertado con todo el ajetreo.
—¿Quieres que vaya contigo?—había preguntado por enésima vez.
—Te he dicho que no estás últimas nueve veces, la respuesta sigue siendo no.
—Lo siento cariño, no esperaba a que esto terminara así…
—La cosa es que ni siquiera sé si ha terminado definitivamente. Tengo que ir a hacer la maleta…
—¿Quieres que la haga yo? Ya sabes, para no…
—Descuida. De todos modos, tendré que hablar con él en algún momento.
—Ok. Aquí te esperamos—dijo ella sonriendo.
Me quité los tacones, para no hacer ruido al caminar. Abrí la puerta de la habitación con el plan de no hacer ruido, pero ésta rechinó suavemente al abrirla. Pensaba que Harry estaba durmiendo, pero no era así. Estaba sentado al borde de la cama, con los codos apoyados en las piernas y su cara escondida entre sus manos.
Se giró cuando escuchó la puerta, casi tan rápido como si de un resorte se tratara.
—Alexa…—se acercó despacio. Guardé silencio, mordiéndome el labio.—No te vayas… no tienes que irte.
—¿Y qué quieres? ¿Qué me quede aquí sufriendo como cada noche? ¿Cómo esa vez que me hiciste tuya y luego te quedaste mirando a la nada pensando en ella? Porque sé que estabas pensando en ella. Te conozco mejor de lo que te conoces tú mismo—dije tratando de no subir la voz. El calló, afirmando cada cosa sin decir una palabra. Porque hay un dicho, que se aplicaba muy bien a este caso: << El que calla otorga >>, y su silencio así lo hacía.
—No sé qué pasó. ¿Cómo las cosas llegaron a complicarse a este nivel?
—No lo sé—me encogí de hombros—. Eso deberías preguntártelo a ti mismo. Mira Harry… ella está dispuesta a pelear por ti, no importa si me lleva a mí por delante. Pero yo no.
Harry levantó la vista, encontrándose con mis ojos, estos estaban llorosos, como los míos.
—Tú dijiste que me amabas…—dijo confuso.
—Si no voy a pelear por ti no es porque no te ame. El problema está en si tú me sigues amando así, porque si así fuera, yo no sería una opción. Piénsalo. Porque sí estás pensando en esa idea… ¿a quién elegir? ¿Cierto?
—No hagas esto más difícil, por favor—apartó la vista y se limpió una lágrima rápidamente, casi con violencia.
—Harry… te amo, más que a nada en este mundo—me acerqué a él unos pasos—, por tal razón tu felicidad es lo más importante para mí. Al contrario, te hago las cosas más fáciles. No sabes lo que se siente estar a tu lado y sentirte ausente, pensando en aquellos recuerdos que seguramente rondan por tu cabeza días atrás. Es duro sentirme una opción.
—¿Este es el fin?—preguntó con la voz quebrada.
—Sí Harry. Sí lo es—dije sintiendo cómo mi corazón se partía en muchos pedacitos.— Lo es mientras esa sombra del pasado siga opacando nuestro presente, bueno… tu presente.
—Estoy confundido…—admitió mirándome a los ojos, mientras otra lágrima se asomaba, cayendo sigilosa por su mejilla. Yo desvié mi vista, sintiendo más lágrimas caer por mis mejillas, dejando ese cosquilleo al caer y perderse en el suelo.
—¿Le quieres?—pregunté con la voz entrecortada. Tal vez rememorar todos aquellos recuerdos de cuando estaban juntos, tal vez el verla de nuevo, después de esos años fue lo que hizo falta para activar ese sentimiento oculto en lo más profundo de sí mismo, pero no por eso olvidado.
—No lo sé…—otra lágrima hizo aparición.
El no lo sabía. Así que podía ser tanto un sí como un no.
—Creo… no lo sé…—ok, eso terminó de quebrarme por completo. No supe en qué momento mis zapatos cayeron de mi mano, pero mis dos manos estaban ocupadas cubriendo mi boca. Respiré dos veces, luego tres veces más, las suficientes para calmarme, hacerme la fuerte, por lo menos en frente de él. Muy bien sabía que tan pronto pisara un pie en la habitación de Louis, lloraría como bebé.
Retrocedí, alejándome cada vez más de él. Ya en el pasillo, me giré y corrí hacia la habitación de Louis, cuya puerta seguía abierta.
—Pequeña, ¿qué pasó?—preguntó él acercándose a mí.
—¿Puedo dormir aquí?—pregunté, volviendo a retomar el llanto.
—Claro que sí—me abrazó, como había hecho antes.
Así, entre los dos, compartieron un momento silencioso conmigo, sólo estando allí. De pronto, me sentí como una niña querida, como cuando estás entre tus padres y ellos te consuelan por alguna tontería por que la llorabas. Cada uno a cada lado mío, tomando mis manos, susurrándome cosas para hacerme sonreír, aunque sin mucho efecto.
Ellos se quedaron dormidos quince minutos después. Así que me deshice de su agarre y me bajé de la cama con cuidado. Como si fuera por atracción magnética, los dos se buscaron aún entre sueños y se abrazaron, aún durmiendo. Me sentí metiche, fuera de lugar, me sentí una intrusa, por estar presenciando aquellos pequeños actos de intimidad, de privacidad entre ellos dos. Fui hacia el mueble, y subí los pies, sin cuidar mucho si el vestido se subía de más o no. Abracé mis piernas y me dedique a ver por la ventana, que estaba en la pared, a un costado de la habitación.
A pesar de todo… ni siquiera los culpaba. Ni a Wendy, ni a Harry.
¿A caso era su culpa?
Tal vez no estábamos hechos para permanecer juntos. Observé la hora en el reloj de la pared.
—Ahora estaríamos cumpliendo cinco meses Harry—susurré, sintiendo las lágrimas deslizarse por mis mejillas y mojando la falda del vestido. Apoyé el mentón en las rodillas, sin hacer nada para parar gotas salinas que salían de mis ojos.
Cinco meses.
Sin duda, los cinco mese más hermosos que recordaría… por siempre, y es que, ¿cómo olvidarlo? Si él había sido el dueño de mis suspiros, el dueño de mis sueños, el que me robaba el aliento cada vez que lo veía, el que me hacía olvidar respirar cada vez que removía sus rizos, cada vez que sonreía de esa manera traviesa dejando ver sus hoyuelos, cada vez que esos ojos verdes se fijaban en los míos… cada vez que nos dormíamos abrazados viendo alguna película…
Tal vez esto era lo correcto.
Tal vez ellos nunca debieron separase, y como lo hicieron, ya era hora de que volvieran a unirse. Tal vez… solo tal vez.
Tomé mi celular, y en un acto medio masoquista, sintiéndome protagonistas de esas novelas juveniles de rupturas, miré las fotos que guardaba allí. La primera era una de los dos, yo estaba sobre su espalda, inclinada hacia adelante, y él con la cabeza ladeada, besándome. Esa foto la había tomado tres días atrás Zayn. La otra era de una que él mismo había tirado con mi teléfono, él hacía una mueca graciosa y yo lo miraba sonriendo como lo que era… una completa tonta enamorada. La siguiente era de él solamente, la había tomado sin que él se diese cuenta. El estaba perdido en sus pensamientos, mirando más allá de la ventana del auto, estaba lejos, su rostro tranquilo, sus rizos revueltos, sus ojos perdidos, sus mejillas blancas tentándome a besarlas.
Y así seguí torturándome durante un buen rato más, recordando cada momento de cada foto tirada, extrañando cada vez más sus brazos a mi alrededor, sus labios sobre los míos, su risa, su sonrisa traviesa, sus rizos entre mis dedos, sus locuras, aquellos momentos menos esperados en los que ponía música electrónica en su celular e improvisaba un bailecito con Louis y Liam… todo eso ya me hacía falta, y pensar que solo estábamos a poco metros de distancia…
Nunca imaginé que una ruptura sería así de dura. Había tenido otros novios, claro… pero hace tiempo… aquellos habían sido amores jóvenes, pasajeros… pero este sí había ido en serio.
¿Por qué te amo tanto Harry? ¿Por qué no me había ido haciendo la idea de que algo tan perfecto no era para siempre? ¿Por qué ella? ¿Por qué no yo? ¿Por qué no me detuviste en el restaurante? ¿Por qué la miraste así? ¿Por qué pasó todo esto? ¿La amas?
Tantas preguntas, hechas por mí misma, me hacían marear.
¿Por qué era tan duro? ¿Te sentirás igual que yo en estos momentos? ¿Estarás feliz porque ahora puedes estar con ella sin ataduras? ¿Estarás triste? ¿Me estarás extrañando?
Limpié las lágrimas que caían por mis mejillas, sabiendo que más se deslizarían detrás de esas.
¿El amor era tan duro?
—Has ganado Wendy. Sin siquiera pelear, ya has ganado…
Amelia
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Mensaje por Saho :) Dom 01 Jul 2012, 1:15 pm

.........
No puede ser..!
Harry es un...un..no no lo puedo insultar..¬¬
pero.ahhh..como como hace tanta estupidez..
SACA A ESA TIPA (Wendy) de la novela!
ahh la odio..
pero esta bueno que Alex se vaya a buscar hombre haber como queda Styles..
SIGUELA un cap más..y ya no molesto..(esta bien ni yo me la creo..) Siguela!
Saho :)
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Mensaje por Saho :) Dom 01 Jul 2012, 1:15 pm

QUEREMOS CAPS!
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Mensaje por LWWY Dom 01 Jul 2012, 9:36 pm

Nooooooooooooo, tienes que seguirla!, me dejaste llorando, estoy llorando, te lo juro, escribes demasiado bien, pero porfavor solo uno mas, por hoy.

Eres una genia escribiendo,me dajaste llorando.

Siguela, PORFAVOR!
LWWY
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Mensaje por Amelia Lun 02 Jul 2012, 5:09 pm

Capítulo 20. ¿Este es mi destino?
—¿Qué demonios haces aquí?—la boca de Mel había formado una perfecta “O”.
—Melanie…—susurré, sintiendo las estúpidas lágrimas volver a aparecer.
—Ven, entra—dijo tomando mis maletas y prácticamente arrastrándome al interior de la casa.
Cuando miré la hora, no me sorprendí. Eran las nueve de la noche, el vuelo se había retrasado, algunos problemas surgieron, la mayoría de los taxis ocupados, el torrencial que caía afuera… Parecía que el universo había confabulado para que no fuera feliz.
—Se supone que no venías dentro de dos o tres días más…—abrí la boca, para luego cerrarla de nuevo. Ella dejó mis maletas a un lado y me abrazó, sin preguntar nada más. Yo estaba en una especie de estado zombi, así que me arrastró hasta la habitación. Nos tumbamos en su cama, sin decir nada durante unos minutos.
—¿Qué pasó?
—Wendy Withmore, eso pasó…
—¿No has dormido nada?—Louis se acercó tan pronto despertó. Yo no había cambiado mi posición durante varias horas. Todavía abrazaba mis piernas, y mi mentón seguía apoyado en mis rodillas. Las lágrimas habían dejado de brotar hacía algunos segundos.
—No he podido—respondí quedamente.
—Oh nena—me abrazó protectoramente. Louis era el hermano que nunca había tenido.
—Louis… no quiero depender de él… no quiero…—estúpidas lágrimas, ya volvían a aparecer.—No quiero depender de su recuerdo. Pero es inevitable… lo necesito.
—No sabes cuánto me duele verte así—dijo limpiando mis mejillas con su pulgar.—Mírame—me giró al ver que yo no me movía un centímetro. El bajó mis piernas y bajó la arrugada falda de mi vestido, para que no se viera nada que no debía, tal cual hermano mayor y me tomó el rostro con las dos manos—. Yo voy a estar aquí, estés o no con él. Y estoy seguro de que los chicos piensan lo mismo. ¿Segura que no quieres que vaya contigo?
—Que no Lou—hice un mohín.—Termina de disfrutar tus vacaciones con Ele y los demás, se lo merecen. Yo necesito salir de aquí…—lo abracé fuertemente.

—¿La chica de Girl’s Power? ¿Qué pasa con ella?
Le conté todo, entre sollozos y lágrimas, no omití ningún detalle.
—Lou es un amor—dijo suspirando, a la vez que me abrazaba—. El te quiere mucho.
—Yo no quiero depender de él Mel… pero duele.
—No puedo imaginarme cuánto duele, pero nos tienes aquí Alex. Me tienes a mí, a mi mamá, a Lou, a Ele, los chicos, a Kat y Chris.
Sí... los tenía a todos. Pero aún así no era lo mismo.
—Shh, ya no llores más—me susurraba a la vez que acariciaba mi cabello.

Ya me había acostumbrado al hecho de que él no estuviera a mi lado. Aún recuerdo aquel día en que todo se derrumbó a mí alrededor, aquel día en que la opresión de mi pecho se había hecho más fuerte, estrujando mi corazón con violencia.
Una semana había pasado luego de que llegara a mi casa. Lou llamaba constantemente, dándome seguimiento, y yo reía y le decía que no te tratara como a una niña pequeña, que ya estaba mejor y que lo único que me quedaba por hacer era seguir con mi vida… aunque por dentro estaba más rota que nunca.
Pero ese día él estaba raro, me preguntaba si ya lo sabía. Claramente yo no tenía ni idea de lo que estaba hablando. Pocos minutos luego de colgar lo supe.
—Se ha visto al famoso Harry Styles paseando por las calles de Sydney junto con una de las vocalistas de Girl’s Power, Wendy Withmore. Se sabía que su novia Alexandria O’Connor había viajado a Australia a pasar sus vacaciones con los chicos de One Direction y ¿por qué no? Con su novio Harry Styles. Corren los rumores de que están peleados, o que ya hay alguien más en la mirada de Harry Styles. Fuentes nos aseguran que el joven de One Direction había tenido una relación con la cantante Withmore. Pero ahora, están a punto de ver la respuesta que tiene el chico de cabellos rizados, algo que aclarará todas sus dudas, o por lo menos, gran parte de ellas… observemos…
En la pantalla que estaba detrás de la presentadora del programa de farándula mostró un video, tomado un día antes, según aquella mujer.
—¿Es cierto que ya no están juntos?—una reportera preguntó, mientras se veían los flashes iluminar su hermoso rostro por segundos.
—Sí, es cierto, ya no estamos juntos…—solo dijo eso. No pude descifrar ninguna expresión en su rostro. ¿No me extrañaba? ¿Ya se había olvidado de mí?
—¿Qué pasó? ¿Es verdad que sales con Wendy?—preguntó otro periodista.
—No tengo comentarios que dar acerca de eso, con permiso—dijo mientras dos guardaespaldas lo ayudaban a salir del gentío.
Apagué el televisor.

No podía creer que todavía recordara eso como si hubiese sido ayer. Tanto tiempo había pasado… Un mes después de aquel asalto de los periodistas preguntando acerca de nuestra ruptura, anunciaron públicamente que salían. Y si no hubiese sido por Kat o por Mel, hasta por Chris, no hubiese soportado la vida. No sé qué locura hubiese cometido sin ellos.
Hace una semana había sido la graduación de la academia. Tres años en aquella academia habían servido para que la mayoría cumpliera su sueño. Algunos fueron contratados incluso antes de terminar. Kat había hecho varios musicales en todo Londres, bailando, cantando, haciendo lo que le gustaba. Chris había querido lanzarse como solista, y al parecer le iba bien. Mel se había graduado con honores en el instituto y estaba estudiando diseño de interiores. En fin… todos seguían con sus vidas, como yo seguía con la mía, aún recordando todo el pasado. Aquel pasado imborrable.
Era contratada por grupos, bandas, todo tipo de actividades para hacer coreografías, las solicitudes eran muchas, mamá, me ayudaba, aquella mujer algo distante, ahora, a pesar de ser un poco tarde, comenzaba a ejercer su papel de madre.
Había perdido el contacto con esa persona que realmente me importaba, mi Tommo.
Su carrera iba en su máxima potencia. Aún seguían cantando hermosas canciones que hacían enloquecer a las chicas de todas las edades. El ajetreo de la fama era suficiente como para tener que preocuparse por otra cosa más.
No me los había cruzado de nuevo, cosa que supongo que hacía más fácil todo porque me hacía pensar menos en él.
Eleanor y Lou seguían juntos, una hermosa relación que al parecer iba para largo.
Una relación como la que yo habría querido tener.

Estaba cansada.
Descansaba mi cuerpo en el gran sofá de la casa de mi madre, ya que ella me había llamado.
—¿Qué sucede? ¿No te acostumbras a todo esto aún? Ve haciéndote la idea—dijo ella mirándose en el espejo del pasillo.
—Pues realmente nunca me imaginé que sería así…
—Y aún no es nada cariño—me miró con una sonrisa de lado. Se acercó con su andar seguro e imponente, con su cabello rubio rozando sus hombros, ondulado en las puntas, como el mío. Sus ojos azules estaban resaltados con delineador negro y sus labios estaban pintados de un color claro. ¿Cómo era que aquella mujer no envejecía a pesar de los años? Seguía poseyendo aquella hermosura que había tenido siempre.
Traía puesto un vestido que resaltaba su figura, aunque era simple, comparado con los que usualmente vestía. Se sentó en el sofá a mi lado.
—Te tengo una sorpresa.
—¿Qué tramas mujer?—la miré con ojos entrecerrados.
—Me habías dicho que querías actuar, pero que también querías cantar…
—Así es…—seguí mirándola con atención.
—Pues… adivina qué…
—No soy adivina mamá, dime.
—¡Tienes un casting para el papel de Diana Bellow!
—¿Qué? ¿Quién? ¿Qué?—pregunté confundida y sorprendida.—No me digas que tú has movido tus cables para conseguirlo…
—Yo no he hecho nada cariño. El director con el que trabajé en la otra película, William Johnson, me ha llamado. Te ha escuchado cantar, y creo que te ha visto en alguna de las obras que has hecho con Katherine. Me ha llamado y me ha dicho que te convenza para ser parte de este proyecto.
—¿En serio?—le sonreí abiertamente.
—¿Sabes lo que significa? Estarías trabajando con uno de los mejores directores que hay. Además, estarías desarrollando tus dones y mostrando el talento que tienes. El te quiere a ti, dice que el casting es una mera formalidad. Es algo que no puedes rechazar.
—¿Y de qué va?
—Pues no me ha enviado los detalles, pero, es una hermosa historia de un amor imposible, que al final no tiene nada de imposible.—ella miraba hacia algún punto lejos de esta habitación, soñadora.
—Una historia de amor…—mi ánimo bajó.
—Amor…—levantó mi rostro—. Han pasado dos años. Creo que va siendo hora de pasar eso, ¿no? Mira, eres una hermosa joven de veinte años, generosa, carismática, de gran corazón y que tiene un gran futuro por delante, si supieras a cuántos chicos he espantado.
—Sigue doliendo mamá—suspiré.
—Vamos, ¡arriba esos ánimos! Tenemos una reunión con Will.
—Por cierto… he visto las noticias—me crucé de brazos, mirándola con ojos entrecerrados.
—¿Qué pasa?
—¿Qué hay entre tú y Adam Watson?
—Alexa…—me miró con ojos abiertos.
—Ah no mamá, de esta no te salvas, o me dices o me dices… ¿Están saliendo?—grité con la boca abierta.
—Shh, baja la voz, no estamos en un gallinero—dijo halándome del brazo para que me sentara de nuevo.
—¿Fue en el set? ¿Mientras grababan?—sabía que Adam había compartido el protagonismo con mamá en Forever in love. Una película que se había estrenado el mes anterior.
—Eh… sí—admitió, con voz bajita…
—¿Por qué no me lo habías dicho?
—Porque nada era formal aún…
—O sea, ¿ya es formal?—nos reímos como dos adolescentes.
—Sí. Por cierto… compartirás el protagonismo con su hijo, Stefan.
—Ew… ¿tendré que besarme con mi futuro hermano?—dije bromeando.
—Tú cállate—dijo pegándome en el brazo suavemente. Reí.
—Entonces…
—¿Nos vamos ya?
—Sí. Vamos.

Había aceptado. El papel era mío. Aquí comenzaba una nueva carrera, una nueva vida.
Las primeras escenas se grabarían en París, la ciudad del amor. Cosa que en verdad me había deprimir más. Y es que a pesar de los años, aquel sentimiento seguía allí presente. Lo anhelaba, lo deseaba, lo quería. Y aunque no quisiera saber nada de él, si lo hacía. Era famoso, estaba en todas partes, donde quiera salía su nombre, su foto…
Pero era hora de hacer una nueva vida… al menos de tratar.

¿El tiempo no curaba las heridas?
Creo que no era cierto eso de << es cuestión de tiempo >>, << ya verás que con el tiempo pasa >>, << tiempo al tiempo >>.
Me encontraba en el balcón de mi apartamento, mirando la luna, como había hecho últimamente, derramando lágrimas en silencio, sonriendo con nostalgia ente su recuerdo.
Retrocedí, hasta que mi espalda chocó con la pared, y me dejé caer, hundiéndome en mi propia tristeza.
Había escuchado que habían vuelto a Londres luego de una de sus tantas giras. Traté por todos los medios de no saber nada más de él, pero era imposible. Era como una epidemia, todos hablaban de ellos, la fiebre no bajaba, las directioners aumentaban cada día más, mareándome.
Había ido a un café, a comer un pastelillo y a pasar el rato, como muchos jóvenes allí, que comían algún postre y estaban inmersos con la vista en las pantallas de sus computadoras portátiles.
Cuando los vi.
Parecían que entraran en cámara lenta. Los cuatro se dirigieron a una mesa más alejada, despojándose de sus gorros y gafas. A pesar de todo su disfraz, los reconocería en cualquier lado. Quise correr y abrazarlos con desesperación, abrazarlos por primera vez en aquellos dos años y medio. Quería abrazar a Lou, que tanto lo había extrañado. Pero algo me detuvo… la puerta volvía a abrirse, esta vez, dejando ver a dos personas. Mis puños se apretaron y mis lágrimas amenazaron con salir.
Wendy me reconoció, y me sonrió con prepotencia. Lo besó allí mismo, apasionadamente, sin detenerse a pensar en que no eran los únicos en el local. Los cuatro chicos que habían entrado primero vieron la escena, con el ceño fruncido. Y luego dirigieron su mirada hacia mí. Me miraron con sorpresa. Pero no los observé por mucho tiempo, ya que las lágrimas no me permitían ver todo con claridad. Dejé el dinero sobre la mesa y cerré de golpe la pantalla de la computadora de golpe. La metí en el bolso y salí de allí.
Y conduje lejos… no supe bien hacia donde me dirigía, y no me importaba. Solo quería escapar… escapar y alejarme de todo…
Mi corazón había comenzado a reestructurarse de a poco… pero ahora… volvía a quebrarse en más pedacitos que la vez anterior…
¿Ese es mi destino? ¿No ser feliz? ¿O amada?
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¡Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! \o
ESTE ES EL FINAL :D.
¿Pero cómo creen que las dejaré así? No señor x).
Actualmente escribo la segunda temporada *haciendo bailecito*, y la publico en otra página ya x).
Entonces... necesito su opinión.
¿Continúo la historia aquí mismo o la hago aparte? :s
No estoy segura de qué hacer, así que se lo dejaré a ustedes.
Por cierto, la segunda temporada se llama Forever Yours :) <3 *por siempre tuya*.
Espero su respuesta.

Kisses! ;*
Amelia
Amelia


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