Re: When you start to believe {Novela colectiva}

por **Nella †** Vie 08 Jun 2012, 6:12 pm

Alerion. escribió:¿Hola? Me vengo a meter en la conversaciòn sin ser invitada xDD
PD: Muero de frio x.x

dkjsfasdkf yo de calor! T.T JAJAJA

por **Call me Aly.** Vie 08 Jun 2012, 6:12 pm

Jajajaja, yo muero de calor!

por **Call me Aly.** Vie 08 Jun 2012, 6:13 pm

LOL! hemos contestado lo mismo a la vez?

por **Nella †** Vie 08 Jun 2012, 6:13 pm

SII!! xD jajajajjaa
Grandes mentes piensan igual (? JAJAJA

por **wade wilson.** Vie 08 Jun 2012, 6:14 pm

Srita Aly. escribió:LOL! hemos contestado lo mismo a la vez?

Si, lo mismo lol xD
Acà hay una ola polar :s Uno de estos dias quedare congelada en medio de la calle y me descongelare en el verano cuando sean las vacaciones :D
PD: Mi plan maestro :B

por **Nella †** Vie 08 Jun 2012, 6:15 pm

Alerion. escribió:
Srita Aly. escribió:LOL! hemos contestado lo mismo a la vez?

Si, lo mismo lol xD
Acà hay una ola polar :s Uno de estos dias quedare congelada en medio de la calle y me descongelare en el verano cuando sean las vacaciones :D
PD: Mi plan maestro :B

AAH! ERES UNA DIOSAA!! eso sería totalmente dkjsfhaks!
Incluso mejor que nuestro plan de viajar alrededor del mundo persiguiendo el verano sin tener nunca clases D: dskjfhakdsf es más barato (? JAJAJA

por **Call me Aly.** Vie 08 Jun 2012, 6:16 pm

Jajajajaja, Pola, creo que te voy a mandar unos 10 grados centígrados por MP, porque aqui nos sobran.

PD: Grandes tontos también... xDDDDDDDDDDDDD (?

PD2: Lucretia no tiene chulazo... no sé que voy a hacer. :|

por **Nella †** Vie 08 Jun 2012, 6:17 pm

dlkfjhadljfasdkfkjasdfa no se por qué motivo me imagino a Lucretia con algún Hufflepuff o Gryffindor... (? Alguien que sea de lo más sakjdhsdkjfha :|

por **Call me Aly.** Vie 08 Jun 2012, 6:19 pm

NellaSparksFlyϟ escribió:
Alerion. escribió:
Srita Aly. escribió:LOL! hemos contestado lo mismo a la vez?

Si, lo mismo lol xD
Acà hay una ola polar :s Uno de estos dias quedare congelada en medio de la calle y me descongelare en el verano cuando sean las vacaciones :D
PD: Mi plan maestro :B
AAH! ERES UNA DIOSAA!! eso sería totalmente dkjsfhaks!
Incluso mejor que nuestro plan de viajar alrededor del mundo persiguiendo el verano sin tener nunca clases D: dskjfhakdsf es más barato (? JAJAJA

Muajajaja! A lo Ardilla de la Edad de Hielo. Me mata esa ardilla. A ti te pasaría lo mismo pero con algún libro de Harry Potter. Muajajajaja! Que gracia! Pagaría 100 galeones por verlo.

por **Call me Aly.** Vie 08 Jun 2012, 6:20 pm

NellaSparksFlyϟ escribió:dlkfjhadljfasdkfkjasdfa no se por qué motivo me imagino a Lucretia con algún Hufflepuff o Gryffindor... (? Alguien que sea de lo más sakjdhsdkjfha :|

Jajajaja, quieres hacerla sufir con un amor dificil!

Pd: Ya tengo una solución, aunque no sé si os gustará.

por **Nella †** Vie 08 Jun 2012, 6:20 pm

Srita Aly. escribió:
NellaSparksFlyϟ escribió:dlkfjhadljfasdkfkjasdfa no se por qué motivo me imagino a Lucretia con algún Hufflepuff o Gryffindor... (? Alguien que sea de lo más sakjdhsdkjfha :|

Jajajaja, quieres hacerla sufir con un amor dificil!

Pd: Ya tengo una solución, aunque no sé si os gustará.

dkjfhaskjdfj se puede decir o es secreta?? JAJAJA

por Invitado Vie 08 Jun 2012, 6:23 pm

7 de enero.
Emma se levantó ese día con un frío en sus venas. Apartó las sabanas con las piernas y se levanto con el ceño fruncido. Era tarde porque ninguna de las chicas estaba allí. Arrastro los pies hasta encontrar su baúl. Saco de allí su uniforme que está perfectamente doblado. Así como su vida todo estaba aparentemente organizado. Pero en el interior, todo era mucho más parecido a la apariencia que tenía en ese momento. Con el cabello alborotado y su pijama de invierno, ese que era que era demasiado largo y casi ocultaba sus manos, mientras que lo pisaba con sus pies.
Con un suspiro de resignación, sintiendo que aquel no sería su mejor día, agarro el uniforme y cerro el baúl.

Mirándose en el espejo sujeto su cabello en un moño. Miro sus ojos azules y odió ver que no había nada más que vacio en ellos. Levantó la barbilla con actitud desafiante, como si le quisiera decir al espejo que no iba a hacerla sentir mal. Es verdad que cuando estaba con Louis, ella se sentía hermosa todo el tiempo pero por eso no tenía que sentirse menos al no estar con él. Ahora no eran nada, hasta que él ordene su mente y madure. Ella lo había hecho, no podía estar con un chico que no sabía lo que quería. Emma no iba a ser el juguete de nadie, le había costado mucho aprender a amar, ella quería que él la ame de la misma forma.

La mesa de Ravenclaw paso el desayuno en silencio. Las demás mesas hablaron en voz baja, casi susurrando. Evitando los de Slytherin, que gritaban y reían, como si no hubiese sucedido nada que pudiera arruinar su desayuno. Acepción de unos cuantos, como el grupo de Louis, su hermano, Victoria y las otras dos chicas que pasaban tiempo con ella.
Las lechuzas aparecieron volando por el techo del salón. Nyx como siempre dejo el profeta y una carta, tenía el sello de los Nott. Emma miro con tristeza el profeta. Escuchó a Beth suspirar y la miró, su amiga hizo una mueca.
La castaña miro a su alrededor, a su lado como siempre estaba sentado Eliox. Tenía una mirada muy triste, ella recordó que él y Harry eran muy amigos. Emma lo miro con pena y agarro su mano apretándola para darle fuerzas. Vio como Eliox fruncía el ceño, la parte dura de él seguía allí, pero intento hacer una sonrisa que se quebró y no llego a sus ojos. Emma apoyo la cabeza en su hombro tratando de consolarlo. Todavía sentía que una fina línea los unía como si pudiera sentir su dolor.
Kayla fue la primera en estirar la mano y agarrar el profeta, estaba sentada a su lado también. Lo miro y lo leyó luego con voz neutra, sin dar a entender si le importaba o no, dijo:
—Está en primera página. —Cuando su amiga dejo el periódico en la mesa extendido, Emma no pudo evitar estirar el cuello y leer. Allí había un foto de Harry, no sabía de donde la habían sacado pero era la correcta pare recordarlo. Ya que todo el mundo lo recordaría así. Tenía una sonrisa, y entonces en un momento reía y su sonrisa se extendía mostrando todos sus dientes. Parecía feliz, parecía un niño feliz. ¿Quién mataría a una persona como él?
Sus ojos azules se desviaron a otra noticia.

“El ministerio ha tomado medidas: Los mejores aurores han sido enviados a todos los barrios mágicos y los colegios de magia en el mundo.”

En letras más chicas había una palabra que lograba ponerle los pelos de punta.

“Dementores ayudan con la búsqueda”.

Emma apretó los labios en una fina línea demostrando su disgusto, tendió la mano y agarro la carta de su padre. El pergamino amarillento solo decía una frase.

“No fuimos nosotros.”

La hora de herbología paso con lentitud, no era su materia favorita y allí todavía faltaba un tipo de luz. Ella no hablaba todo el tiempo con Harry, pero a veces lo miraba hablando con Eliox o Terry. Le gustaba hacer bromas sanas, y siempre los hacía reír. Ni siquiera estaban en la misma clase, pero la tristeza rondaba allí también. Los Slytherin no parecía importarles la muerte del chico con rulos, para ellos debía de ser un honor más de los mortifagos.
Antes de las vacaciones de navidad ella había mejorado mucho en esta materia, pero no quería decir que le seguía causando interés. De todas formas, para no pensar en otra cosa puso toda su atención a la planta que tenía frente a ella.

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El rubio observó como el otro chico se desplazaba por el jardín, con pasos lentos y una mirada triste en sus ojos, entonces desapareció dentro del bosque prohibido.
Con una mirada de sorpresa y las cejas levantadas miro con curiosidad. Mientras lo seguía una sonrisa se formo por su rostro. Aunque tenía diecisiete años, Ethan siempre había tenido el alma de un niño. Cualquier cosa que él hiciera, aun sus bromas, no era con una maldad oscura y llena de odio. Todo en él era puro e infante. Era como un niño travieso, quería hacerte llorar o tener miedo, pero no hacerte sufrir. Él no tenía en mente cosas como asesinar o torturar.
Pero eso no quería decir que era bueno, después de todo tenía varios defectos, pero estos eran más leves comparados con la maldad que corría alrededor en ese tiempo.
Tal vez podía ser egoísta y mimado, un alma irónica y llena de comentarios sarcásticos. Pero al menos podía estar orgulloso de decir que él nunca había torturado a nadie. El maleficio cruciatus no había salido jamás de su boca. Pensó que Eliox Fretiur ya no podía decir lo mismo.
Lo buscó, dentro del bosque, detrás de los árboles y fue cada vez más allá. Hasta que se canso y quiso volver. Pero nunca se le había dado muy bien las expediciones, así que volvió a dar vueltas pensando por donde volver al castillo. Agotado pateó una piedra y se sentó en el tronco de un árbol. No paso mucho tiempo hasta que escuchó pasos, pensó que eran provenientes de animales. Su instinto y lógica nunca habían sido muy buenos, solía equivocarse con frecuencia.
—¿Qué haces tú aquí? —Ethan levantó la cabeza para encontrarse con la figura de Eliox, este lo miraba con el ceño fruncido. El chico lo miro sorprendido y tartamudeó antes de responder.

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Tenía un descanso corto antes de su próxima clase, luego seguiría pociones. La escuela estaba sumida en una calma extraña a partir de la muerte del chico. No es que todo el mundo lo quisiera allí, pero tampoco lo odiaban y era una tristeza para todos, era una pérdida de alguien tan joven. Estaban abrumados y asustados por el hecho de que un mortifago pudiera matarlos. Emma se pregunto que si alguien de verdad extrañaba a Harry. Sus pensamientos volaron a dos de sus hermanos. Eliox y Sam.

Pociones paso con más rapidez, siempre le había divertido el profesor Slughorn. Y admiró el hecho de que trataba a sus alumnos con cuidado y con bromas cálidas. Siempre le había parecido un hombre con aspecto nervioso y lo estaba, más que nunca. Pero tal vez al tratar de calmar a sus alumnos se ayudaba a él mismo también.

Se dirigió a su almuerzo sintiendo que ese día había sido uno muy triste y vacío. No hablo con sus hermanos en clases, todos estaban sumidos en un silencio al igual que ella. Tenía esa costumbre de cuando estaba mal quedarse en silencio, negándose a hablar. Prefería escuchar sus propios pensamientos y no su voz.
Se sentó en la gran mesa, esta vez Abie y Kayla eran quienes se sentaron a su lado. De repente como una fuerza de atracción ella levanto la vista y la enfoco en la mesa de las serpientes. Louis.
La miraba, sus ojos estaban tristes y ella pensó cuanto estaría sufriendo. Había perdido a su amigo y al mismo tiempo Emma había herido sus sentimientos y su orgullo. Bajó la mirada a su plato con rapidez evitando los ojos de él, removió la comida con el tenedor, pero no la comía.
—Será mejor que comas eso, Emma. —Escuchó la voz de Eliox y levanto la vista, él tenía el ceño fruncido mirándola. Emma se pregunto cómo sabía tanto de ella. Todo estaba yendo mal, tan mal. Y ella tenía unas malas costumbres. No quería volver a eso, a tener esos mismos pensamientos de antes. ¿No había dicho que era una mujer fuerte e independiente? No podía dejar que la tristeza la llevara, no otra vez. Así que aunque no pudiera tragar bocado, termino toda la comida.

Encantamientos siempre había sido su clase favorita. Tal vez era el profesor Flitwick con su encantadora forma de ser o lo mucho que le gustaban los hechizos y encantamientos. No lo sabía, pero disfrutaba mucho de esa clase. Ese día no estaba sentada al lado de ninguno de sus amigos. En cambio había una chica de cabello color castaño y ojos marrones. Estaba susurrando algo, tal vez eran las palabras que decía el profesor, esas que tenías que recordar. Parecía muy concentrada en ellos, era de Ravenclaw y a su lado estaba sentada Luna.
—¿Claire? —La voz de Luna siempre la había sorprendido. Era clara y calmada, con un tono dulce de niña. La castaña levanto la mirada hacía la rubia—. ¿Recuerdas cuales eran las palabras que dijo el profesor? Es que ya las he olvidado.
La boca de Claire se volvió una fina línea, y después de unos minutos sonrió con pena.
—Acabo de olvidarme, era lo que trataba de memorizar.
—Oh, lo siento. —dijo con sinceridad Luna. A Emma no le pareció que la chica llamada Claire se hubiese enojado, pero Luna era así de educada. No pudo evitarlo y les dijo a las chicas cuales eran las palabras que había dicho el profesor. Y allí otra razón por la cual a Emma le encantaba aquella materia, su memoria era muy buena y recordar los encantamientos se le hacía bastante fácil.
—Gracias. —Le dijo la chica con una sonrisa tímida. No le dio más charla, pero Emma no se preguntó si era por una razón en particular. Ella tampoco era de las chicas que hablaban mucho.

Parpadeó tres veces más y respiro hondo. La chica que tenía al frente de ella le estaba pidiendo unirse al equipo. Ahora que ya no tenían un jugador. En realidad eran dos chicas. Y Emma sabía que ella no había puesto nuevas inscripciones.
—¿Pero...? —No llego a preguntar porque Roger Davis se acerco a ellas.
—Ustedes deben venir para las nuevas inscripciones, ¿no es así? —Emma miro al chico con perplejidad. ¿Cuándo iba a entender que él ya no era el capitán? Las dos chicas asintieron con cuidado. Parecían ser inteligentes y se habían dado cuenta de que Emma no estaba enterada de aquella inscripción.
—¿De qué estás hablando? —Preguntó mordiéndose la lengua para no gritarle un par de cosas obscenas. Aquel chico, lindo o no, siempre le había sacado de sus casillas.
—Es que creí que ahora que a Jason sus padres lo han sacado del colegio por miedo a los mortifagos y que Styles no esté más… —Emma no pudo seguir escuchándolo, no podía simplemente escuchar como él hablaba tan tranquilamente de lo que había sucedido.
—Yo no di autorización para ninguna inscripción nueva. —Su voz habrá sonado muy enojada, porque las dos chicas la miraron con los ojos abiertos de la sorpresa. Emma Nott, la chica que siempre parecía más calmada y tranquila, que últimamente se la había visto haciendo más amigos que de costumbre. Podía llegar a contestar con enojo y frialdad.
—Bueno, deberías ocuparte de tu equipo. —Escuchar el sarcasmo en la voz de él la hizo enojar todavía más—. Estamos a pocos días del partido contra Slytherin. ¡No podemos perder!
Ella resopló, pero era verdad. Amaba el Quidditch, y no iba a dejar que las serpientes les ganen. Con un suspiro de resignación les ordeno a las chicas que demostraran que tan buenas eran. Y lo eran, eran realmente buenas. Una de las chicas que les dijo que podrían llamarla Sunny (Tal vez en un intento de ser amigable y tratar de opacar la ira de Emma) era muy buena como cazadora, había logrado sacarle la quaffle a Roger y Agostina con mucha facilidad. Y Emma estaba sorprendida de lo rápido que sabía volar. La otra chica Amanda Levine, como había dicho ella, era alta y muy buena como bateadora. Había logrado tirar a varios de su escoba con rapidez y fuerza. Emma con resignación, y no porque las chicas no le agradaran pero sentía un vacío en el corazón al saber que alguien ocuparía el lugar del chico de rulos, les dio el visto bueno. Y ese día el puesto de Harry ya había sido ocupado.

—No ha pasado un día y ya lo has suplantado. —Emma se sobresaltó al escuchar la voz de Louis. Su tono estaba lleno de reproche. Ella se encontraba sentada en la biblioteca, su lugar, su refugio. En sus horas libres había pasado un largo tiempo allí y siempre le encantaba la paz de aquel lugar. Aunque Louis había tomado una mala costumbre de romperla.
—No sé de qué estás hablando. —Tal vez si no hubiera estado tan sorprendida de que él le hablara, y si su mente no dejara de pensar en cuento odiaba que por culpa de que él sea tan orgulloso había tenido que dejarlo. Aunque él no le llamara a lo de ellos “ser novios”. Para ella había empezado una relación seria, no algo donde solo se daban besos. Él estaba tan equivocado, y lo sabía. Lo había dicho solo porque era parte de él, de su orgullo no sentirse débil o expuesto ante nadie. Tal vez, solo si no estuviera pensando en todo eso, lo hubiese entendido.
—En que toda la escuela se ha enterado que alguien ocupa el lugar de Harry en el equipo de Quidditch. Ganar es más importante que su memoria para ti ¿no? —Ella abrió la boca sin que las palabras salieran, la había herido al decir que no le importaba Harry. Sabiendo que él la conocía más que nadie.
—Estas equivocado, no sabes cuan estúpidamente te estás comportando. Lo que sucede es que Roger… —Ella no pudo explicarse ya que la interrumpió.
—¿Yo me estoy comportando estúpidamente? ¿Y tú qué? ¿Aparte que tiene que ver ese idiota en todo esto? —casi gritó todo aquello. Emma vio como varias personas los miraban con ceños fruncidos al estar haciendo un alboroto en la biblioteca.
—¿Puedes hacerme el favor de dejar de gritar? —Pidió ella con impaciencia. Él frunció el ceño.
—¿Qué? ¿No quieres que todos se enteren que no tienes corazón ni lealtad? Bueno déjame decirte algo, ¡Ya se dieron cuenta! —gritó con enojo mientras golpeaba el puño en la mesa. Emma lo miro con tristeza, no podía creer que le estuviera diciendo todo aquello. Una voz la hizo tragarse todas las lágrimas.
—¿Sucede algo malo? —Era una chica de Gryffindor la que habló. Emma la miro con rapidez, tenía el cabello castaño oscuro y los ojos grises. Anteriormente la había visto con Ginny Weasley, la había escuchado quejarse de todo lo que iban a tener que estudiar y cuanto deseaba hacer otra cosa que estar en la biblioteca, Ginny se había reído mientras la castaña arrastraba los pies hacia la cantidad de libros.
Emma supuso que la escena desde afuera debería ser muy obvia. Era un Slytherin molestando a una inocente Ravenclaw, cualquier Gryffindor saldría en su ayuda.
—No, no te preocupes. Él ya se iba. —Dijo mirando a Louis con decepción. Él era el único que podía herir de esa forma y la conocía tan bien, no podía creer que la haya acusado de no tener corazón ni lealtad. La chica castaña miro a Louis con desconfianza y enojo. Él apretó los labios y dio media vuelta, marchándose de allí, siempre alejándose más de ella.
—¿Segura que estas bien? Parecía que te estaba realmente molestado. —Comentó la chica y de verdad parecía querer ayudarla. Emma asintió con la cabeza.
—Está bien, no importa. Sé cómo manejar a los de Slytherin. —Hizo una media sonrisa y la chica le sonrío abiertamente.
—Me alegro, nadie debería dejar que esos idiotas se sientan superiores. —Luego de hacer una mueca le tendió la mano—. Me llamo Genoveva Green. ¿Y tú?
Emma se mordió el labio y luego sujeto su mano.
—Emma Nott. —La chica la miro con sorpresa.
—Oh, ya entiendo porqué dices que sabes manejar a los Slytherin. —Emma siempre supo que entre la gente de Gryffindor sobre todos los nombres y apellidos de los mortifagos eran bien conocidos. Y el de su padre adoptivo era uno de ellos.

8 de enero.
La primera clase de aquel día era Adivinación. Se sentó al lado de Luna como siempre, la profesora Trelawney ya tenía preparadas unas cartas y les decía que hoy aprenderían a leer el destino. Emma se sintió tan interesada como si le dijeran que tendría que ser elfo domestico de por vida. También descubrió lo mala que era para saber el destino, no sabía que querría decir ninguna de las cartas. Le dijo a Luna que pronto el sol le clavaría un cuchillo a una pared y esta se llenaría de flores. Bueno es que así eran las cartas y como las interpreto. Al contrario de la amiga de Eliox, esa que un tiempo atrás le había dicho que podría llamarla por su apodo, que si mal no recordaba era Valen. Ella era realmente muy buena con el destino, y Emma se preguntó si tenía algún tipo de don. Sabía que tendría un extraordinario en la materia, porque era buena con las tazas de té, con la bola de cristal, leyendo las manos. Todo aquello le salía a la perfección. Y a Emma aquella chica que en realidad tenía un aspecto dulce, le causaba escalofríos.

Runas antiguas era una materia que no todos elegían. Por lo cual, aquel año habían puesto a sexto y séptimo juntos. De todas formas no era como si aprendieras algo nuevo, lo que tendrías que hacer era perfeccionarte en el arte de las Runas. A Emma le gustaban, le iba a mejor que con la adivinación. Liam se sentó a su lado, y ella se sintió mejor. Al menos no era ignorada por todos los amigos de Louis.
Annette Mayfair la miraba con desconfianza como siempre, sentada al lado de Hermione. Pero esta vez paso algo nuevo, Annette se inclino hacía Hermione y le dijo algo, luego con la cabeza tratando de disimular señalo a Emma. La castaña de repente la miro, los nervios de Emma dispararon en todas las direcciones y bajo la mirada. Nunca quiso ser registrada por ninguno del trío de oro. ¿Y ahora que le había dicho Annette? ¿Qué no confiaran en ella porque su padre había sido un mortifago?
No importo cuanto hablo la profesora Babbling, Emma nunca logro escucharla con exactitud. No podía dejar de pensar que ahora Hermione Granger sabía de su existencia y ella era la mejor amiga del chico que debía asesinar.

En pociones se sentó con Vicky, la chica la miro con una media sonrisa.
—No son unos lindos días ¿no? —Emma hizo una mueca—. Has estado muy callada estos días también, no has pasado tiempo con nosotros. ¿Sucede algo?
Parecía que Victoria estaba más preocupada por Emma, tal vez por su salud física o mental, que ofendida por no haber pasado tiempo con ellos. Ella negó con la cabeza.
—Estoy bien, solo no tengo nada que decir. —Vicky asintió, comprendiendo. Siempre se habían comprendido con facilidad.
“Es a causa de que fueron mellizas en otra vida” se sobresaltó al escuchar la voz de Rose. Algo que tenía ella era que solía quedarse callada en su mente como si supiera que quería estar sola.
Emma tiro la saliva de troll dentro del caldero, la miro con asco. No sabía muy bien qué hacer, su hermano siempre había sido mejor que ella en pociones.

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Theodoro Nott camino con enojo por los pasillos. No podía dejar de pensar en que los mortifagos habían matado a un niño sin razón alguna y para terminar su mal humor Abie no dejaba de pasearse por allí con Neville.
Con enojo dejo caer el libro en la mesa.
—Si está enojado, no tiene que desquitarse con los objetos, Nott. —Dijo con voz mordaz el profesor. Theo viro los ojos y miro al profesor Curcell. Él había notado desde hace un tiempo que todo lo que hacía estaba mal ante sus ojos, como si tuviera algo en su contra.
—Lo siento. —Dijo mientras se sentaba al lado de Thomas, detrás de él Ethan reía por lo bajo.
—¿Otra vez has visto a mi hermanita junto al tonto de Gryffindor? —Él no respondió y se mordió la lengua cuando vio a Neville Longbottom entrar por la puerta con una sonrisa de tonto.
En ese mismo momento Eustace Slightouth se acerco hacía ellos.
—¿Puedo sentarme aquí? —Preguntó apuntando la silla al lado de Ethan, el rubio asintió levantando los hombros en señal de que no le importaba.
—¿Tú no eres el que le está enseñando a mi hermana clases de lucha? —Preguntó Theo mirándolo con el ceño fruncido.
—Estaba. Tu hermana se ha enojado conmigo. —Respondió el castaño con una mueca.
—Como no, Emma no dura ni cinco minutos sin enojarse con alguien. —Dijo Ethan con diversión.
—Eso es porque te llevas mal con la hermana de Theo, conmigo no se ha enojado nunca. —Comentó Thomas.
—Es que ya te he dicho, piensa que eres un idiota, Ethan. —Añadió Theo. Él chico frunció el ceño con disgusto.
—Bueno tu hermana es una… —No pudo decir nada ya que fue interrumpido por Tom.
—Ah, ya recuerdo. Eres el chico al cual Tomlinson golpeó. —Eustace hizo una mueca al escuchar eso—. ¿Te dolió?
—¿Qué? Ese flaquito no podría lastimarme nunca. —Respondió con egocentrismo el ojiazul.
—Definitivamente te dolió. —Se burló Ethan.
—Al menos te queda el orgullo. —Añadió Theo con una sonrisa.
—He oído que tu hermana ha dejado a Tomlinson. —Comentó Eustace para desviar el tema.
—¿Qué? –Dijo Theo sobresaltado. Thomas y Ethan se miraron con una sonrisa—. ¿Ellos estaban saliendo?
—Al parecer ese fue el problema. Él no creía que eran novios y ella sí.
—¡Es un idiota! —Exclamó Theodoro con enojo.
—¿Y tú cómo sabes todo esto? —Preguntó el rubio con interés.
—Oh, tengo mis fuentes. —respondió haciéndose el interesante. Los tres chicos alzaron las cejas—. Oh, bueno escuche a Tomlinson hablando con sus amigos. Misma habitación ¿saben?
—Que tal, Theo. Tu hermana se puso de novia y dejo a un chico, todo eso y nunca te enteraste. ¡Ni siquiera sabes todo lo que hicieron juntos! —Se burló Ethan provocando a Theo.
—¡Oh, cállate! —Dijo él con irritación, pensando que apenas saliera de aquella clase hablaría con Emma.

La castaña fulmino con la mirada a Ethan cuando lo escucho reírse por enésima vez. Allí estaba su hermano y sus amigos, mientras que él le hablaba del error que era tener un novio siendo tan joven.
—Theo. —Interrumpió ella—. No hice nada con Louis aparte de besarnos. ¿Puedes dejar de decir estupideces?
Su hermano se puso rojo de la vergüenza y Ethan estalló en una carcajada. Thomas le dedico una sonrisa de aliento. Ella se recostó más contra el árbol y cerró los ojos.
—Bueno entonces… Mi trabajo está hecho aquí. —Dijo su hermano—. Ya podemos irnos chicos.
—Me quedare un rato con Emma. ¿Les molesta? —Les preguntó Tom.
—¿No te molesta a ti? —Emma abrió los ojos y miro mal a Ethan que lo había preguntado incrédulo—. Digo pasar tiempo con ella. ¿Qué clase de tortura es esa?
—Algún día te convertiré en sapo ¿Y qué harás cuando no puedas ver tu bonita cara en el espejo? Con lo mucho que te amas a ti mismo. —Dijo ella al mismo tiempo vio a Theo y a Tom sonreír.
—Gracias por decir que tengo una cara bonita, pero ya lo sabía. Ahora me iré, espero que no llores al no poder ver mi rostro lo que queda del día. —Emma bufó y Ethan se marchó con una sonrisa.
Los observaron alejarse por el camino, ya que cuando estaba lo suficiente lejos ella se giró hacia el castaño.
—¿Sucede algo malo, Tom? —Preguntó. El chico se había hecho amiga de ella, aparte de ser amigo de su hermano. No pasaban todo el día hablando pero Emma confiaba en él. Tal vez era por la primera vez que lo había visto, Emma tenía esa costumbre de mirar a los ojos de las personas para saber cómo eran. Él parecía vacío, como ella. Pero lo ocultaba tras una sonrisa tímida.
—Solo quiero estar un rato en silencio, pero no solo. Sé que tú eres mi mejor opción para eso. —Emma asintió y sonrío. Luego volvió a cerrar los ojos. Unos minutos más tarde escucho a alguien acercarse corriendo, abrió los ojos con rapidez.
—Emma, te he estado buscando por todas partes. —Era Sam y Emma la había estado evitando más que a todos. No podía verla, la miraba y veía la tristeza en sus ojos. No sabía cómo ayudarla, no sabía qué hacer y se sentía culpable. ¿No era ella la que casi acusaba a Curcell con Mcgonagall? Se pregunto varias veces si ella había sido la culpable, si ese leve descuido había llevado a la muerte de alguien. Rezaba a todos los dioses existentes que no, no podía soportar ser culpable por otra muerte más. Pero para Sam debía ser diferente, era su amigo y seguro se había estado preguntado porque no había estado allí para él. Para salvarlo—. ¿Qué hacían?
—Disfrutábamos del silencio y la tranquilidad de la nada. —Respondió Emma con una sonrisa, Sam asintió dando a entender que comprendía.
—¿Puedo quedarme con ustedes? —Los dos asintieron, Emma se echo a un lado al igual que Tom y Sam se sentó en el medio. Al mismo tiempo los tres cerraron los ojos, no hablaron de nada pero no se sentían solos.

Su mano pasó sobre el fuego, estiro un dedo y la llama se poso allí como si ella fuera parte de la misma vela. Emma la miro atentamente, nunca dejaba de asombrarse al ver que el fuego no le afectaba. No quemaba, no lastimaba, para ella era como sentir un cálido sol.
La puerta de la sala común se abrió de golpe, el fuego se extinguió. Emma sobresaltada se sentó en el sillón y miro hacia la puerta. Terry Boot le dedico una sonrisa tímida. Se acerco a ella con pasos lentos y calculados, luego señalo el sillón.
—¿Puedo sentarme? —Ella asintió preguntándose si él había visto algo—. Hoy no has ido a cenar… ¿Te sientes bien?
Ella se mordió el labio para no responder. Claro que no se sentía bien, había visto como la miraba la gente. Ella había suplantado a Harry en el Quidditch, seguramente todos pensaban como Louis. Ella no tenía corazón ni lealtad. Miró sus manos para no mirar a los ojos del chico y que él vea que el recuerdo de lo que le había gritado Louis la afectaba.
—¿No estás enojado tú también conmigo? —Preguntó.
—¿Enojado? ¿Por qué debería estarlo? —En vez de contestar su pregunta él formulo otra, parecía incrédulo.
—Bueno, tú eras amigo de Harry… —Explicó ella como si fuera obvio.
—Oh. —Él pareció comprender o tal vez recordar—. ¿Alguien te ha ido con el chisme o simplemente notaste hostilidad en las miradas?
—Las dos. —Respondió ella sin mirarlo.
—Bueno, pero no tiene que afectarte algo que no es verdad…
—¡Pero si es verdad! —Dijo ella ahora si mirándolo a los ojos, él la miraba casi con dulzura—. ¡No tengo corazón ni lealtad! ¿Cómo pude remplazarlo tan rápido?
—Emma… Tú no tuviste la culpa, Amanda Levine nos dijo…
—¿Qué? ¿Amanda? ¿La nueva Bateadora? —él chico asintió.
—Sí, solo nos dijo para calmar las aguas contra ti tal vez, que Roger fue quien abrió las inscripciones.
—Sí, pero yo no debí permitirme seguir adelante con eso.
—¡Emma, por favor! Tú querías a Harry y yo también. No lo olvidamos ni lo suplantamos, los Ravenclaw sabemos que hay cuestiones en donde se debe usar la cabeza en vez del corazón. –Emma lo miro con el ceño fruncido, ese dicho le recordaba a los Slytherin. En algunas cosas los Ravenclaw se parecían mucho a ellos—. Hay que seguir adelante. Eso le hubiese gustado a Harry.
Entonces Emma cayó en la cuenta de que Terry extrañaba a su amigo, pero estaba allí consolándola a ella. No sabía el porqué, pero se lo agradecía.
—Gracias, Terry. —Le dijo con una sonrisa amable y sincera. Que pocas veces dedicaba a las personas. No le había dado a razón, pero tampoco la contra a lo que había dicho.

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10 de enero.
Suspiré mientras negaba con la cabeza, estaba cansada. Guarde otro de los libros con el cual había estado estudiando. Theodoro Nott me pisaba los talones.
—Tú sabes que yo podría ser mejor novio que él. —Dijo con una sonrisa. Su ego debería molestarme, pero mi corazón ignoraba lo que mi mente estaba pensando. Latió con fuerza y se volvió loco ante su seguridad, al ver su sonrisa y su deseo de ser mi novio. No debería gustarme de esta forma, no él, ¿por qué tenía que quererlo así?
—Neville es un novio perfecto. —No pude evitar dejárselo en claro, casi como si lo estuviera presumiendo. Casi como si me estuviera convenciendo. En realidad no tenía que convencerme de nada ¿no? Neville era un novio perfecto, sin duda alguna. Vi como el rodaba los ojos y bufaba—. No estoy mintiendo. Él es atento, considerado, es amable y todo un caballero.
—Si bueno, yo podría decir eso para describir a mi padre. —Se burló él—. Quiero decir, si él realmente fuera de esa forma, pero tú entiendes.
—¿Y que deseas que diga? —Pregunté exasperada.
—Nada, puedes decir lo que quieras de él. Es más, me gusta cuando hablas de él de esa forma. —Su sonrisa nunca dejaba su rostro.
—¿Qué te gusta? ¿De qué forma estás hablando? —Estaba segura que Theo estaba disfrutando de mi confusión.
—Sí, me gusta que hables de él sin sentimiento. Porque yo sé que no lo quieres, no de la forma en que me quieres a mí, puedo verlo en tus ojos, Abie. —Se acercó a mí, tanto que sentí que no había lugar donde respirar.
—¡Pues tienes en un gran ego, Nott! —exclamé mientras apretaba los dientes, odiaba que él sepa cuanto lo quería. No me gustaba que él pudiera ver a través de mis ojos con tanta facilidad.
Oh, para que mentir, me encantaba, era una de las cosas que más me gustaban de él. Lo mucho que me conocía.
—No, claro que no. Lo que te digo no es por ego, es la verdad. —Dijo mientras fruncía el ceño como si lo hubiese ofendido.
—¡Neville me quiere! —Casi grité, hasta que recordé que estaba en una biblioteca. Avance hasta la salida con pasos furiosos.
—¡Yo también te quiero! No, nada de eso. ¡Yo te amo, y lo único que espero que es que dejes de hacer las cosas por tu familia y me ames igual, Black! —Su gritó retumbo en el pasillo, me congelé.
Me ama.
Él había dicho que me amaba.
—Porque sé, que me amas igual, Abie. —Su voz sonó casi en un susurró, casi suplicaba. Como si me pidiera que le dijera esas palabras que tanto necesitaba. Mi corazón las estaba gritando. Pero mi mente salió huyendo, mi cuerpo siguió esa orden.

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Los pasillos del colegio estaban llenos de gente que reía y hablaba entre ellos. Emma caminaba sola mientras sujetaba sus libros con fuerza. Fue ahí cuando doblo una de las esquinas y le pareció que estaba teniendo un dejavú.
Daphne y Louis estaban hablando entre la muchedumbre. Ella le dedico una sonrisa, no de esas que usas cuando coqueteas con alguien, sino de esas que le dedicas a alguien que quieres. Entonces él le devolvió la sonrisa y en sus ojos Emma vio más. Observo parada allí como el chico que ella amaba estaba mirando a otra de la misma forma que solía mirarla a ella.
En ese momento, sintió que lo había perdido.
Un nudo subió por su garganta, y ella cerró los ojos. Cuando los volvió a abrir, suspiró con pesadez. Avanzó paso por paso sin pensar en nada, iba con un rumbo derecho, la biblioteca.
—Emma… —Por un momento pensó que era él. Pero al darse vuelta sobresaltada se encontró con la cara sonriente de Terry.
—Oh, hola, Terry. —Saludó ella cuando reaccionó.
—Pareces decepcionada. ¿Esperabas que fuera otra persona? —Escuchó una burla suave en su pregunta e hizo una mueca.
—No, realmente no estoy decepcionada. —Pensó después que tal vez había sonado demasiado entusiasta, ya que él sonrío de oreja a oreja.
—Me alegra oír eso. —Terry hizo una pausa, de repente se había puesto incomodo—. Iba a preguntarte si querías ir… a pasar el rato en el jardín conmigo.
Ella lo miro dudando, no entendía porque él se comportaba así. O quizás sí, pero no quería verlo. De repente algo llamo su atención, los ojos de Louis estaban puestos sobre ella. Entonces tan rápido como ella lo había visto, él debió la vista y volvió a hablar con Daphne. Emma se mordió el labio y su corazón se rompió con cada movimiento que ellos hacían.
Louis levanto la mano y acomodo un cabello que se había salido de lugar del perfecto rubio de la chica slytherin. Emma ardió de furia.
“No quiero que la mire, ni que la toque, ni que le hable, ¡ni nada! ¿Por qué cada vez que se enoja contigo va corriendo tras ella?” Rose dijo las palabras que ella misma no se animaba a pensar. No quería sonar egoísta o algo parecido.
“¿Me acabas de decir egoísta?” protestó en su mente.
—¿Emma? —Ella parpadeó al escuchar otra vez la voz de Terry. Él la miraba con vergüenza, como si sintiera un tonto por haberle pedido pasar tiempo con ella y encima ni le había respondido. No fue ella que respondió ahora, de su boca salieron las palabras que Rose estaba pensando.
—Suena maravilloso. —Y es que su antigua yo, podía ser muy vengativa.

Emma perforó con la mirada al chico Hudson. Estaba logrando hacer reír a Beth, es verdad. Pero sus risas llegaban hasta el fondo de la sala donde ella estaba leyendo un libro de dragones, su favorito. Sin recordar que todavía no podía sacar la furia de su cuerpo. Había pasado un tiempo excelente en el jardín junto a Terry. Había resultado ser un chico encantador, al menos con ella. La hacía reír, podía ser dulce y sarcástico al mismo tiempo, era muy inteligente y tenía muchos temas de los cuales hablar. Pero la imagen de Daphne con Louis no salía de su mente.
Arrastro la silla, se levanto con brusquedad y avanzo hacia la puerta sin sacarle los ojos de encima a Damon. Beth y él la miraron en silencio. El color azul choco en los ojos de los dos, los de él sorprendidos y los de ella fríos. Movió el libro en su mano y resopló. Cerró la puerta con fuerza.
Cuando se trataba de libros a ningún Ravenclaw le gustaba ser interrumpido o molestado.
Bajo la escalera en forma de espiral con pasos rápidos. Ya en los pasillos vio como su camino fue bloqueado. Levanto la vista para encontrarse con un castaño y una pelirroja. Los dos de la casa de Gryffindor.
—Mayfair. —La pelirroja la miro seria—. ¿Me harías el favor de moverte del camino?
—¿Tu padre fue uno de los que asesinaron a Harry? —Preguntó con crueldad. Emma abrió los ojos y la miro horrorizada—. No me mires así, sabes que para mi tú eres como una Slytherin más, una hija de mortifagos.
—Soy adoptada. —Le recordó ella.
—Pero te has criado con ellos, son tu familia.
—Los Nott han sido perdonados y han jurado lealtad al ministerio. —Dijo cada palabra con mucho cuidado.
—¡Como si pudiéramos confiar totalmente en el ministerio! Si, ha mejorado. Pero siempre hay infiltrados. ¿Lealtad? Los mortifagos no la tienen, ya lo han demostrado. —Casi escupió las palabras, como si la lealtad fuera algo importante en su vida—. No sé como el ministerio ha podido perdonarlos otra vez.
—Todos cometemos errores, y más por miedo.
—No trates de justificar a los mortifagos. —Emma rodó los ojos. No entendía porque le daba explicaciones a esa Gryffindor.
—Como sea. —Ella intento avanzar pero el chico la agarro del brazo. Emma casi lo atraviesa con sus ojos.
—¡Hey! No me mires así. No te haré nada. —Comentó él mientras se reía—. Así que… ¿Tú eres Emma Nott? La adoptada por los Nott, la chica que reemplazó a Harry Styles a un día de su muerte, dejo a su mejor amigo el mismo día porque al parecer tú estabas enamorada y él no. ¿Ese fue tu problema? No te conformabas con ser simples amigos con derecho. Eres un poco caprichosa por lo que veo. Ah y no olvidemos que también eres una de las Ravenclaw que no luchó en la batalla de Hogwarts y dejo a sus amigos solos.
—Los chimes corren rápido. —Dijo ella con frialdad mientras se liberaba de su agarre de un tirón.
—Y yo soy un experto en ellos. —Añadió él con una mueca que parecía una sonrisa cínica.
—Bueno, yo también sé quién eres. Los dos podemos jugar el mismo el juego. —Comentó ella con esas sonrisas que te hacían pensar que tramaba algo malo—. Eres Christopher Bravethorn.
—Chris. —Dijo él con el ceño fruncido, ella lo ignoro.
—Hijo de Charles Bravethorn, sangre pura. Es un Inefable, trabaja en el ministerio en el Departamento de Misterios. Vive, por ahora. Tal vez su trabajo fue quien puso en peligro la vida de tu madre. —Vio como la llama del odio al nombrarla aparecía en los ojos de Christopher.
—¡Ni te atrevas a nombrarla! —Rugió él, y ella no pudo evitar recordar a un león.
—Chris, déjala. No escuches lo que dice, es como ellos. —La voz con que lo había dicho Mayfair y su ceño fruncido lograron enojarla. ¿Era como ellos? Bueno, entonces lo demostraría.
—Oh, si todos sabemos que tan especial es para ti. Tu madre, Alyssa Bloom. Impura, y ex auror. —Emma sabía que se estaba pasando, pero lo que él le había dicho también le había dolido. Y ella sabía mucho sobre muchas de las familias de los estudiantes de Hogwarts. Ella tuvo que estudiar a las personas para así traerlas a su bando. Ella había analizado a Christopher antes—. Después de ser torturada por los mortifagos, nunca más pudo salir de San Mungo.
Fue como si algo explotó en el chico que la agarro por los hombros y la golpeó contra la pared. El impacto provocó que se le nublara la vista por un segundo.
—¡No vuelvas a hablar de mi madre o mi familia o te haré tragar babosas! ¿Entiendes? O algo peor. —Amenazó él, y ella se rió ante aquello.
—Uy, tragar babosas. Suena como algo muy rudo. Deberías haber elegido bien de qué lado estar, Bravethorn.
—Yo no estoy de ningún lado. ¿De qué lado estás tú? —Preguntó él casi escupiéndole las palabras. Ella lo miro atentamente a los ojos por varios segundos.
—Del que tú quisieras estar. —El agarre del chico aflojó de la sorpresa. Parecía haber entendido algo pero no daba nada por sentado. En ese momento, Emma se alejó.

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Año 1492.
No era un lugar para mi, de hecho parecía no ser un lugar apto para ninguna mujer y menos para una jovencita que recién había cumplido sus veinte años.
No estaba acostumbrada a caminar con estas ropas, y estoy bastante segura que si no fuera por la capa que lleva encima me hubiese sentido expuesta. No es que fuera una ropa sugerente, todo lo contrarío, era ropa de hombre.
Llevé con cuidado las manos a mi cabeza antes de entrar, tenía que asegurarme que todo estuviera en su lugar. Debajo de la gran capucha llevaba puesto un sombrero. Fue por puro instinto, casi pensando que tendría que acomodar un rulo rubio que se había escapado. Había olvidado que mi cabello ahora era tan corto como el de un hombre. Respiré hondo y entré.
El tintineo de las campanas casi hace que me sobresalte, pero nadie prestó atención cuando yo entre. Parada allí mire todo el lugar, los brujos de aquel lugar eran deplorables. Y es que su mayoría ninguno había terminado la escuela, algunos eran Squib y rondaban estos lugares en busca de desahogar sus penas. Allí podrías encontrar a la peor clase social de todo el mundo mágico. Y yo estaba allí en busca de algo o mejor dicho, alguien.
Lo encontré al fondo de aquel bar. Su cabello era largo hasta los hombros, con un aspecto desordenado, tanto que te daban ganas de acercarte y pasar los dedos en un intento de peinarlo. Sus ojos color azul oscuro chocaron con los míos y supe que era uno de nosotros. Ese azul era distinto a cualquiera que uno se pueda imaginar. Era casi celestial, pero tenía algo misterioso casi brillaban desafiantes.
Me acerqué con paso seguro, pero marcaba mis pasos con la exageración de la de un hombre.
—Buenas noches. —Mi voz no sonó como siempre, no era suave, no era como un sonido suave de campanas. Él me miro divertido, y apunto la silla a su lado sin decir nada. Sabía que me invitaba a sentarme, pero todavía esperaba que se levante y corra el asiento. Como lo habían hecho todos los caballeros que había conocido—. Mi nombre es…
—Al. —Me interrumpió él—. Dawn ya me ha dicho tu nombre, chico.
Parpadeé, no estaba acostumbrada a que me traten de esa forma.
—Bueno, mejor. No me gusta dar muchas explicaciones. —Dije apoyándome contra la silla.
—¿Así que tú eres su hermano bastardo? —Bueno, no era tan así. Dawn y yo éramos hermanas. No de sangre, ni siquiera era una bastarda. La familia de ella me había encontrado junto a un río, a punto de caer. Me habían rescatado y criado.
—¿Eres como yo? —Fui al punto de la cuestión, sin más preguntas tontas.
—Si, maso menos, supongo… —Dijo sonriendo—. ¿Cómo lo descubriste?
—Dawn… Ella tiene algo, alguna cosa como si supiera cuando está en presencia de seres más poderosos. Con más magia de la que ya tienen los magos. —Él asintió dándome a entender que comprendía—. Entonces empezaron a surgir los poderes…
—Bien, pero yo no soy del todo como tú. —Eso me sorprendió, por lo cual lo mire incrédula.
—Pero Dawn…
—Sí, ya sé. Pero tú existes, porque existo yo.
—¿Pero de que habla?
—De que tú eres vida, y yo muerte.
—Lo siento, pero sigo sin lograr comprenderle.
—Ya sé para que nos quiere, Dawn. ¿Pero ella sabe que no sirve con humanos?
—Si, pero tiene la esperanza de…
—¿Pudiste hacer algo con los hermanos que ya murieron? —Negué con la cabeza, apretando los dientes—. Y es que no podemos, hemos sido creados solo para el bosque.
—¡Pero ellos fueron creados por la madre naturaleza! Tal vez…
—No, saca esa tonta idea de tu cabeza. No somos tan poderosos. No podemos luchar en una guerra que no es nuestra.
—¡Por todos los cielos! ¿Los dejaras morir? —Él sonrío irónico.
—Ese es mi trabajo. Como dices, tú eres un pedazo del cielo y luz. Yo soy el terror del bosque. —Resoplé, no sabía nada de cómo era él. Ni de su especie, pero si era la contraría a la mía… Bueno podía imaginármelo.
—¿al menos me dirás cuál es tu nombre?
—Niño, pensé que no eras tan curioso. —Lo mire a los ojos. Sabía que él era mayor, tenía nueve años más que yo y nunca había terminado Hogwarts. Era todo lo que sabía de él—. Mi nombre es Nathanael. Nathanael Nott.

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10 de enero. (Actualidad)
Emma golpeó el pie impaciente contra el suelo. Con aquello logró que Abie la mire divertida.
—¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar a tu querido amigo? —Preguntó con impaciencia.
—Ninguno más, mira allí viene. —La rubia señalo hacia el frente donde un chico de hufflepuff se acercaba corriendo. Su cabello era de un rubio oscuro y era alto. Más alto que Emma, que ya de por si era bastante alta.
—¡Lo siento! Tuve que arrastrar a mi amigo, Bran. —Se justificó. Solo en el momento en que nombro al otro chico fue cuando la castaña notó que había otra persona al lado de él. Este era más bajito, su cabeza estaba llena de rulos castaños y no la miraba a los ojos. Él le sonrío con timidez.
—Lo siento. —Ella les sonrío con amabilidad, algo que no había tenido minutos más tarde.
—Oh, no hay problema. Solo que Abie ya estaba muy impaciente. —Dijo con su mejor sonrisa, su amiga la miro incrédula.
—¡Pero si…!
—¿Vamos? No perdamos más tiempo. No tienes que ponerte a gritar, Abie. —Y se dio media vuelta para seguir el camino hacia la biblioteca con una sonrisa burlona en su rostro.

Resultó ser que Austin y Brandon eran inteligentes y muy agradables. Bueno al menos Austin que era el que hablaba.
Eran un año más grandes que ella, pero el rubio le había prometido a Abie ayudarla con encantamientos. Y lo mismo le había prometido Emma.
—¿Bran me acompañas a buscar este libro? Es que no sé el nombre… —El chico se la quedo mirando sin decir nada, casi boquiabierto. Ella rodó los ojos y lo levanto de un brazo. Emma sonrío, su amiga era una mandona. Cuando se alejaron lo suficiente escucho otra vez la voz del chico que estaba sentado enfrente de ella. La biblioteca estaba llena de murmullos bajos, hoy había más gente de lo normal y estaban todos estudiando en grupo. La mayoría parecía ser chicos de quinto año.
—Eres muy buena en encantamientos… —Emma observó a Austin e hizo una mueca.
—Es mi materia favorita. —Él asintió con una sonrisa.
—También la mía. Así que… Eres la capitana del equipo de Quidditch de tu casa ¿no? —Ella se mordió el labio y después asintió—. Te he visto jugar, Nott. Eres muy buena buscadora.
No supo porqué, pero le gusto escucharlo. Sintió como sus mejillas se teñían de rojo.
—Gracias, y tú eres capitán del equipo de Hufflepuff, si no me equivoco. —Él asintió—. Eres bateador, te recuerdo. Un día me tiraste de mi escoba.
—¡Oh! ¿Cuándo?
—Hace dos años.
—¡Si, que eres rencorosa! —Dijo él riendo.
—Bueno, uno no olvida tremendo golpe. —Contestó con ironía.
—Lo siento, no fue mi intención lastimarte. Es solo…
—Es solo una broma. —Dijo ella con una sonrisa—. ¡Es Quidditch!
—Ya me habías asustado, no me gustaría que me odies por el pasado. —Ella iba a responder hasta que escucho la voz de Abie.
—¡Pero Brandon, no he encontrado el libro!
—¡Es que no lo buscas bien! —El chico se sentó con malhumor, y negó con la cabeza—. Era como si miraras los libros y ni los leyeras.
La rubia se mordió el labio y rodo los ojos.
—¡Bueno, tú tampoco fuiste de gran ayuda! ¡Tampoco encontraste el libro!
—¡Pero lo busque! ¡Enserio! Hasta que me he dado cuenta que ni siquiera tú te esforzabas por encontrarlo. —La rubia resopló y se sentó al lado de Emma.
—Hombres… Si no les explicas todo, nunca entenderán nada. —Susurró. Emma la miro con las cejas levantadas. Pero no le preguntó qué quería decir con aquello.

—¿Qué paso en la biblioteca? —Preguntó ya cuando estaban llegando a la sala común.
—Nada, solo que los hombres ya no son unos caballeros. De todas formas… ¿Qué te ha parecido Austin?
—¿Austin? —Emma junto sus cejas sin comprender porque le preguntaba eso—. Eh, ¿agradable?
—¿Solo eso? ¿Agradable? —Su amiga parecía decepcionada, como si esperara escuchar un sinfín de adulaciones hacia aquel chico. La miro esperando que dijera algo más.
—¿Si? ¿Qué más quieres que digas? —Le preguntó a su amiga con un tono divertido.
—¡No lo sé! Tal vez qué opinas de él. Es lindo y…
—¿Por qué me pediste a mí que te ayude con encantamientos y también a él? —La interrumpió antes de que pudiera seguir hablando. Estaba empezando a darse cuenta porque su amiga no le había dicho hasta último momento que también vendría el chico rubio. Y hasta entendía porque estaba molesta con Brandon. Él no era parte del plan.
La rubia miro para otro lado haciéndose la desentendida.
—Oh, bueno…. Mientras más ayuda mejor. —Emma la miro desconfiada.
—Abie… ¿Qué es lo que estas tramando?
—¡Nada! Solo quiero que seas feliz, amiga. —Entonces antes de que Emma pudiera decir algo, Abie corrió hacia Neville que la estaba esperando en la puerta de la sala común.
—¿Feliz? —Se preguntó la ojiazul más para ella misma que para otra persona.

Apartó otro periódico inservible y viejo. Con lentitud se recostó contra la pared de piedra, con un suspiro miro hacia donde se encontraban los cuadros de los fundadores. Se preguntaba otra vez que hacían allí y que era esta sala que guardaba tantos secretos del pasado.
Del bolsillo de su uniforme saco la foto vieja y arrugada. Esa que había encontrado a principio del año en aquella misma sala. Allí estaban, William y Rose junto a Devonne. Parecían tan felices.
“Lo éramos.” Escuchó la voz de Rose y sonrió. “Cuando William y yo nos escapamos todos pensaron que nos habían secuestrado y habíamos muerto. Ya que nadie quería dar respuestas o decir la verdad. Devonne y yo discutimos una noche cuando nos escapábamos y medio pueblo nos vio. Cuando ella regreso, fue culpada por una muerte que todavía no había sucedido.”
—Pero aquí dice que fue colgada, pero ella fue asesinada por los cazadores. Por Scarlett. —Emma se quedo mirando la página, la noticia no coincidía con la realidad. Nadie sabía que había sucedido realmente con Devonne—. Pero alguien debió tomar su lugar, alguien tuvo que… ¿Alguien uso la poción multijugos?
En su cabeza, Rose sonrío. “Tal vez no seas parecida a mí en muchas cosas, pero eres tan Ravenclaw como lo fui yo. Si, alguien tomo su lugar en la cuerda”
—¿Pero quien fue? ¿Edward? —Emma se imaginó que el amor que le tenía a su esposa era tan grande que había cambiado la vida de ella por la de él.
“En realidad… fue su gemelo.”
—¿Su gemelo? ¿Tenía un gemelo? —Preguntó desconcertada—. ¿Y quién era?
Se preguntaba porque el gemelo de Edward tomaría el lugar de la esposa de él, y así daría fin con su vida por otra persona. Emma volvió a dejar la foto que tenía en su mano dentro de su bolsillo, y miro otra donde se encontraban todos los alumnos de Hogwarts de esa época.
Era fascinante ver a todos allí, aunque la mayoría no los conocía. A lo mejor muchos de ellos habían ido a otras escuelas o tal vez no habían todavía vivido en esa época. Pero la mayoría estaban.
Entonces Emma notó a alguien en el fondo de la foto, entre el color marrón claro y el negro, un chico de unos dieciséis años de edad miraba con el ceño fruncido hacía una esquina. Emma sonrío divertida al verlo a él con esa mirada, ya que nunca lo había visto así. Siempre parecía tan calmado, con una sonrisa tímida en su rostro. Entonces dirigió la vista hacia donde él miraba y por un momento creyó que no estaba respirando más. En ese momento escuchó la respuesta de Rose.
“En ese tiempo su nombre era Stefan. Lo conoces Emma, es tu amigo. Thomas Hale”

Nunca se había dado cuenta pero cuando caminaba parecía que corría, era como si por la vida fuera demasiado rápido. Intento ir más lento pero estaba demasiado acostumbrada a que sus pies siguieran ese ritmo, casi como si estuviera huyendo.
Entonces una pared mental la golpeó. Se detuvo y aspiro el aire que se le había ido de los pulmones. Puso una mano sobre su rodilla mientras con la otra se sujetaba el estomago. En aquel mismo instante sintió como si algo se partiera en su cabeza y con un grito ahogado cayó al suelo. Sus rodillas estamparon contra el cemento con fuerza, ella con sus dos manos sujeto su cabeza casi intentando que no se partiera en dos.
Entonces fue como si volviera al pasado, estaba dejando que sus recuerdos la afecten otra vez. Recordó que no había almorzado ni cenado hoy. Su estomago estaba vació y había forzado a su mente a pensar todo el día con una exageración absoluta que la había dejado agotada. Sus defensas estaban bajas y ella todavía lo recordaba a él.
“Débil” su voz resonó en su recuerdo, parecía tan real. “Siempre lo fuiste, y siempre lo serás”.
—Vete, aléjate. —Susurró ella mientras apretaba los ojos con fuerza tratando de dejar de pensar en eso—. No eres real, ya no estás aquí. Ya no…
“No tienes a nadie, solo te quedo todo yo.”
—Es mentira, tengo a mis amigos. —Se dijo a sí misma con firmeza.
“¿Y a donde están ellos ahora? ¿A dónde está tu familia, Achlys? ¿A dónde esta Louis?”
Ella se mordió el labio, tenía que alejar ese recuerdo.
“Emma, no es real. Él ya no está aquí. No está en tu mente, no puedo manejarte. Yo no lo permitiría” Era Rose la que hablaba ahora, y ella se mordió el labio con fuerza. Estaba tan acostumbrada a que en el pasado Voldemort entraba en su mente como quería que todavía parecía real… Tan real.
“Pero no lo es. Es producto de tu propia mente, tienes que dejarlo ir. Ya no puede hacerte daño”
Ella dejo escapar un sollozo, él ya había hecho el daño suficiente.
—Oye, ¿te encuentras bien? —La voz de un chico la saco de sus pensamientos. Casi la trajo a la vida real, fuera de su mente, ella se encontraba en el pasillo. Parpadeó confundida y enfoco la vista en la persona que tenía enfrente—. ¿Quieres que te acompañe a la enfermería?
Miro directamente hacia los ojos verdes, el rostro de ella no deja traspasar ninguna emoción pero por dentro estaba asustada.
Un escalofrío recorrió toda su espalda. Notaba la garganta seca y sintió como si estomago hubiese caído hacia el suelo. Estaba nerviosa y paralizada.
—¿Cómo te llamas? —Insistió él. Emma negó con la cabeza y se levantó del suelo apoyando una mano en la pared, evitando tocar al chico.
—Estoy bien, gracias. —Evito mirarlo a los ojos otra vez, dio media vuelta casi espantada y salió de allí a paso rápido. Lo último que quería era que Harry Potter supiera su nombre.

por **Call me Aly.** Vie 08 Jun 2012, 6:25 pm

NellaSparksFlyϟ escribió:
Srita Aly. escribió:
NellaSparksFlyϟ escribió:dlkfjhadljfasdkfkjasdfa no se por qué motivo me imagino a Lucretia con algún Hufflepuff o Gryffindor... (? Alguien que sea de lo más sakjdhsdkjfha :|

Jajajaja, quieres hacerla sufir con un amor dificil!

Pd: Ya tengo una solución, aunque no sé si os gustará.
dkjfhaskjdfj se puede decir o es secreta?? JAJAJA

Jajajaja, que vá, he pensado en que se monta en el Expresso, se sienta en un vagón, abre una rana de chocolate, se le escapa, la persigue pero cae en la cuenta de que se ha escapado por la ventana, entonces la persigue y... Sayonara Baby! Una menos!!!! Muajajajajajajajajaja

PD: Nadie dijo que Lu llegaria a Hogwarts... (?

por Invitado Vie 08 Jun 2012, 6:29 pm

Nombre a todos los que pude (personajes)
Y uf, estoy cansada jajaja.
Ya quiero leer un capitulo de ustedes solo para usar
el tumblr nuestro y poner reaction gif de todo lo que pase jajaja.
Ah, Aly, te aviso que bueno no nombre a Lucretia, pero tengo grandes planes para ella jajaja.
Y nada me voy mandar MP, y más cosas de la nove que tengo que encargarme.
Por si quieren saber, no se preocupen por poner "Quien sigue" ya que pienso encargarme de decirlo cada vez que alguien suba cap, para que no se olvide :)

por Invitado Vie 08 Jun 2012, 6:33 pm

Siguiente turno: Ailén.
{Los caps de ella siempre son tan perfectos, ya quiero leerlo klasdjkalsd}

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