Pretty Little Liars - {Novela Colectiva}

Ame el capitulo Jossie! *-*
Te quedo genial!! y espero MalikLove subas cpai prontito!! :D

PD: ¿cual es tu nombre? :oops:

En fiin Jossie tu ser una excelente escritora*-*

Mi nombre es Tatiana, pero decime Tati :D Tengo que terminar de escribir un capitulo de otra novela T.T ya voy a terminar, me falta poco y empiezo a escribir este, igual ya tengo una idea de como va a ser :)

Maay·Wright·Jonas escribió:Ame el capitulo Jossie! *-*
Te quedo genial!! y espero MalikLove subas cpai prontito!! :D

PD: ¿cual es tu nombre? :oops:

En fiin Jossie tu ser una excelente escritora*-*

Awwws gracias Maycy :D pero no tan buena como tu (:

Que buen capi! Me encantoo
Escribes Supermegabien!
Me encanta Hanna xD

"Por: MalikLove"

“Got a secret, can you keep it, swear this one you’ll save.Better lock it in your pocket, taking this one to the grave”

Ahi estaba Mona Vanderwaal , cantando Secret de The Pierces que en ese momento sonaba en la radio mientras que se ponia el labial rojo sobre sus carnosos labios. Estaba maquillandose frente al espejo de su habitación, moviendo sus caderas al compas de la cancion. Se preparaba ya que esa tarde saldria con Hanna al Rosewood Mall, al centro comercial del pequeño vecindario donde nada pasaba.

Por fin Mona estaba donde siempre quiso, siendo una de las mas populares junto a Hanna Marin, quien hubiera dicho que luego de acorralar tanto al grupo de Alison al fin conseguiria entrar. Lo unico que tuvo que hacer fue cambiar su vestimenta, adherirse a las nuevas frases en onda y esperar a que Alison desapareciera, solo eso.

Asi que alli estaba, termino de maquillarse al mismo tiempo que termino la cancion, asi que canto el ultimo verso de esta :

“Cause two can keep a secret if one of us is dead”

Junto sus labios para que el color se intensifique y quede íntegro. Acomodo su cabello sacudiendolo un poco para formar una leve onda sobre sus hombros. Se miro una vez mas al espejo y levanto sus cejas mientras sonreia, era una forma de decir “Ya estoy lista, y vaya que luzco bien”. Y asi, salio de la casa directo al centro comercial donde esperaria a Hanna.

—Querida!—dijo Hanna al llegar
—Hanna, tenemos tanto que hacer…
Fueron a comprar y ver las cosas que mas le gustaban, osea joyas, ropa, zapatos, etc. Al entrar en la tienda se separaron y fueron cada una por su cuenta. Mona estaba mirando un dige en forma de corazon con una llave. Miro a ambos lados y dio una vuelta por las estanterias para asegurarse de que nadie la viera. Mientras caminaba escucho la voz de Hanna, y una voz demasiado familiar. Ah, si, la voz de Spencer Hastings, de otra no podia ser. Con palabras tan sostificadas y en un vocabulario que ni un profesor de Universidad entenderia. No tuvo mejor idea que escuchar de que hablaban, pero al no entender nada salio de alli.

¿La fiesta de pijamas? Oh, si. La fiesta donde la popular y hermosa Alison DiLaurentis desaparecio —pensaba Mona—Ilusas, si creen que no me vengare por lo que me hicieron.

Espero a que Hanna saliera del mall, veia como caminaba y pasba por las puertas corredizas de la tienda, pero al ver que un guardia la freno se asusto. Ellas tenian esa mania de robar, robaban por mas que no lo necesitaran. El hecho de la adrenalina y tener cosas lindas sin pagar un centavo les encantaba. Aunque Mona solo lo hacia para quedar bien con Hanna.
—Crei que te habian atrapado.
—Nunca..—contesto Hanna.

¿Quién es Mona Vanderwaal? Mucho no se puede decir. Ella es una de las mas populares ahora. Antes…, antes era solo un nerd que soñaba con ser parte del grupo de Alison. Este grupo lo integraba la rara y solitaria Aria Montgomery, la inteligente y perfecta Spencer Hastings, la robusta y partidaria Hanna Marin, la callada y timida Emily Fields y, obviamente, la misma Alison DiLaurentis, la lider del grupo.


Luego de salir del centro comercial, Mona fue a su casa. Alli se cambio de ropa, pero no se puso esos vestiditos lindos que siempre usaba, no. Se puso unos jeans, una remera cualquiera que estaba muy escondida en su armario, se puso unas converse negras y tomo una campera negra. Subio el cierre de la campera, se calzo la capucha y salio sigilosamente de su casa.

Nadie vivia alli, aparentaba que ese era su hogar y que su familia estaba muy ocupada como para nunca salir de la casa, pero en realidad, nadie se alojaba ahí.



Ya se me quedo horrible y re corto -.- pero no se me ocurre absolutamente nada, estuve toda la tarde para escribir esto o.o
Perdonen, en serio :/

Que dices? Está super intrigante!
Jajajaja, Dios que GENIAL!
Me encanto, la espera, valió la pena. :(L):

Oh my god! a mi me parecio increible! :o
De verdad es que woow, estoy tan intrigada! *-* de verdad
es que me interesa muchisimo saber todo desde el punto de vista de Mona!
Goooosh ya quiero saber que mas sucedera*-* me encanto el capitulo, de verdad! *-*
Quedo hermosisimoo

Yo subo cap en un ratito, creo que le arreglare el final porque me quedo un poco rarito xD pero lo arreglo y lo subo*-* eso si, es largo :S espero no les agovie! >.<

S c a r l e t t _ D a n f o r th «

Todo tiene un límite… a veces

Luces, vueltas muchas vueltas y luego las luces de nuevo. Una música resonándole en la cabeza, como si tuviera un enorme amplificador de sonido junto a sus oídos, como si no la dejaran oír nada más. Gritos de locura, risas maniacas, y más vueltas…
Para una niña mimada como Scarlett Danforth no existen los limites, ni siquiera los de sus tarjetas doradas de crédito, que son rellenadas antes de poder agotarse y nunca tienen un fondo o un ‘’no’’ por respuesta. La vida de lujos, comodidad y fiestas parece ser la ‘rutina’ típica de esta chica de solo dieciséis años, no existen cosas más importantes para ella, ni siquiera el colegio, o su pasado; ese horrible y típico pasado que siempre esperas enterrar para siempre, pero entonces mientras su cabeza aun da vueltas lo recuerda, ella no es la única que lo sabe, ella no supo guardar bien su secreto y corre peligro mientras alguien más lo sepa. Si, lo admite fue débil y no resistió la tentación de alguien que estuviera dispuesta a oírle sin juzgar, pero ahora aquello le atormenta más que una pesadilla, el saber que alguien que anda vivo y consiente de sí mismo por allí, con su secreto a cuestas y que tranquilamente podría contarlo al mundo, eso sí que la atormenta.
Gira bruscamente mientras recuerda a regañadientes el error que cometió, las botellas vacías de licor bajo su asiento giran y se estrellan unas contra otras desesperadamente, la muchacha está perdida, no sabe que es lo que hace solo quiere quitarse aquellos dolorosos pensamientos de su mente. Las lágrimas surcan con dolor por sus mejillas derramando el perfecto maquillaje, el corazón le revienta punzadas dolorosas y las manos le tiemblan, cierra los ojos ante las imágenes que pasan frente a sus ojos; la carretera desapareció y ahora está allí, con nueve años y cometiendo el error más grande de toda su vida… pierde el control, grita con furia y miedo de sí misma, se suelta del volante y el auto se estrella, ella simplemente no puede evitarlo, sus ojos ven doble y tiene una herida profunda en la frente y en la pierna derecha, la gente grita a su alrededor, mas luces y más vueltas.
Scarlett sale del auto, alguien le habla pero parece haberse quedado sorda, y la música que escuchaba, la voz de Miley Cyrus en Who Owns My Heart, parece haberse apagado. Observa el auto que le robo a su padre, está destrozado, y la mitad de este, está dentro de una tienda del reconocido centro comercial de New York, está acabada, ha firmado su sentencia de muerte.

— Señorita, ¿señorita está bien? –le dice alguien, uno de los paramédicos de la ciudad acude al accidente.

Scarlett no dice nada, pierde el control una vez más, vomitando en el suelo sucio y vidrioso por las vidrieras destrozadas, cae de rodillas y se lleva una mano al corazón, intentando que este deje de latirle tan horriblemente. El paramédico la atiende y la llevan al hospital, pero alguien más los sigue. Es la policía.
Scarlett maldice en voz baja mientras siente aquel gusto horrible en la boca y un dolor insoportable en la cabeza, la herida de la frente y la pierna, ambas están curadas pero a ella no le importa porque nadie ve su herida interna, la del corazón y si nadie la ve, es imposible repararla.
Minutos más tarde, cuando la policía camina hacia la muchacha un chico se acerca, su rostro está muy pálido, sus ojos claros destellan, está preocupado y su respiración es entrecortada; corre hacia Scarlett e instante abrazarle pero ella se niega, la policía está allí y ella no se mostrara débil de ninguna manera.

— Ayúdame Harry, por favor, ayúdame. –le susurra implorante.

El chico de cabello castaño oscuro, ojos azules y sonrisa encantadora le mira dubitativo, observa a los policías y su semblante cambia a serio, su hermana es lo único que le queda además de su madre, y por muchas travesuras que haga, ella siempre podrá contar con él, ciegamente.
El dolor se intensifica mucho más la mañana del día siguiente, Scarlett se encuentra entre las sabanas de su cama de dos plazas con dosel, alguien ha corrido las enormes cortinas de sus ventanales y la luz le hace daño, cierra los ojos con brusquedad y luego los abre, su habitación está intacta como ella la dejo, pero alguien le ha puesto la pijama y su ropa de noche esta tirada a un lado. ‘’Harry’’ pensó de inmediato, su hermano quien siempre la cubría, aun cuando él sabía que no debía hacerlo y cuando sabía que cubrirla era dejar que ella se salvara y no aprendiera de sus errores. Se puso de pie y sintió una punzada en la cabeza, producto quizás, de todo el licor ingerido. Se calza las pantuflas y camina hacia el espejo, su aspecto es lamentable, tiene ojeras y el cabello enredado además de que está muy pálida y su maquillaje se ha corrido, al parecer su escapada en el coche de su padre no resulto como esperaba.

— ¿Se despertó la no tan bella durmiente? –le escucha decir.
— ¿Qué quieres Chase? –pregunto con brusquedad.
— Bueno, ¿así me hablas luego de nuestra noche de amor, hermanita? –bromeo acercándosele.
— No soy tu hermana, y no hemos hecho nada.
— ¿Cómo lo sabes? –arqueo las cejas.
— Porque por si no lo notaste, tengo dos heridas, olor a vómito y un aspecto terrible. –bufo viéndole de frente. –cuando tú y yo lo hacemos, me veo mejor.
— Pues claro. Te ves feliz. –rio presumido.
— Créeme que me eh visto más feliz con otros.
— No te creo, hermanita.

Si había algo que Scarlett odiaba tanto, era que su hermanastro Chase Danforth le llamara ‘hermanita’ aun cuando sabe que ellos dos están muy lejos de serlo, ellos tienen relaciones y los hermanos… simplemente no hacen aquello. Lo empujo a un lado y corrió a lavarse los dientes, él se recostó sobre su cama rebosante de hacerle enojar. Scarlett vuelve a la habitación y le mira ceñuda.

— Vete.
— ¿Por qué? Aun debes decirme que paso anoche, Harry estaba entre furioso y muy triste ¿sabes? Pobre, se veía tan patético.
— No hables así de mi hermano, se preocupa demasiado por mí. –murmuro con culpabilidad.
— Bueno, es tu culpa ¿no?
— ¡Vete Chase! –le vocifero.
— Anda cuéntame, ¿Qué paso esta vez?
Pero alguien más hablaba en la planta baja, y mejor dicho, eran gritos de enojo. Scarlett sabía, que estaba en serios problemas así que adopto un semblante inocente y suspiro.
— ¡SCARLETT MARIE DANFORTH, VEN AQUÍ AHORA MISMO! –esa era su madre.
— Bien, no me cuentes de todas formas lo oiré. –rio. –o mejor dicho, todo el barrio.
— Imbécil. –murmuro saliendo fuera de la habitación.

Su casa era de las más lujosas del barrio privado de New York, lo tenían absolutamente todo. Todo lo que se les pudiera ocurrir, todo lo que muchos deseaban, todo lo que pudieran ver en televisión o simplemente yendo a tiendas, ellos lo tenían. Lo último y lo mejor, los Danforth eran de esas familias a las que el dinero no les importaba, pero les sobraba y en cantidad por lo que hacían de este lo que quisieran; la señora Danforth, la madre de Scarlett era diseñadora de modas desde hace unos años atrás y su dinero lo gastaba en caridad. Su padre era un empresario exitosísimo que solo deseaba hacer feliz a su familia, y esperaba pronto convertirse en productor, de esos que patrocinaban a los músicos famosos. Sus hermanos eran tan diferentes pero parecidos, ambos gastaban su dinero en diversas cosas que a Scarlett no le interesaban y de ellos tres, ella gastaba más; zapatos, maquillaje, ropa de marca, accesorios, clases particulares, spa, fiestas, cruceros… ella vivía su vida al máximo y jamás en la vida, se le ocurriría pensar, que todo podría perderlo en un solo día.
Camino con la cabeza baja hasta el salón de los Danforth en donde sus padres esperaban, pero no estaban solos y Scar tuvo que ocultar la cara de sorpresa que adopto cubriéndose la cara con las manos, dos oficiales estaban allí de pie, mirándola fijamente.

— ¿Pasa algo papi? –pregunto en tono inocentón que provoco una carcajada de Chase.
— ¿Qué si pasa algo dices? –pregunto su madre enojada.
— Si, ¿Por qué los gritos?
— Scarlett, ¿realmente no sabes? ¿no sabes porque tienes una herida en la frente y otra en la pierna?
— No.
— ¡Ja! Esto es increíble, ¡increíble! –riño su padre. –podrías decirme, ¿COMO FUE QUE TERMINASTE EN LA MITAD DEL CENTRO COMERCIAL Y CON MI COCHE?
— Bueno yo no...
— ¡Mi coche, Scarlett, mi coche! ¡El que uso para trabajar! –protesto.
— Compra otro y listo. –se encogió de hombros.
— Scarlett por dios, ¡estabas ebria! Realmente muy mal y que más ingeriste ¿drogas?
— ¿Qué…? ¡Papa no! –sus ojos se pusieron en blanco, y no quiso ver a los policías.
— ¡Lo que sea! Pero estrellaste un auto que no tenías permitió tomar y lo estrellaste como una maniática suicida contra el ventanal de una tienda, ¿sabes cuánto costara pagar aquellos daños?
— ¿Eso hiciste? –rio Chase, que ante la mirada amenazante de sus padres, se quedó en silencio.
— ¡No fue mi intención! –intento lagrimear exageradamente, pero no le salía.
— Creo que ya hemos tenido suficiente cariño, suficiente en verdad. ¿Qué esperabas? ¿Que tu hermano te cubriría y todo terminaría? La policía vino porque te han denunciado, de la tienda que dañaste.
Ella palideció, al parecer a las lindas mentirosas, no siempre les sonreía la suerte.
— ¿Iré a la cárcel? ¿Con esos horrendos trajes naranjas y esas personas psicópatas?
— ¡Scarlett, por dios! –se escandalizo su madre.
— Antes que nada deberás disculparte… -comenzó su padre.
— Perdón papi, prometo que no lo volveré a hacer. –aseguro con tristeza perfectamente fingida, y cuando parecía que el la perdonaría, su madre interrumpió.
— No con tu padre, con los dueños de la tienda, por supuesto.
— ¿Qué?
— Es lo justo jovencita, y ya pensaremos en tu castigo.
— ¿Seis meses de castigo? –sugirió Chase.
— Lo pagaras. –murmuro la muchacha por los puños apretados y el semblante serio, mirando con odio a su hermanastro.
— Seis meses sin salidas, tarjetas de crédito, computador y celular ¿entendido? Estarás desconectada de todo el mundo fuera de esta casa.
— ¡Pero…! ¡NO ES JUSTO! –chillo enojadísima, estaba perdiendo el control de nuevo, debía calmarse. –papa, por favor…
— Lo ciento hija, ya te hemos castigado antes y sigues con esta actitud, no nos queda otra opción que esta.
— Al menos que quieras acompañar a los señores. –sugirió su madre.
— De acuerdo, ganaron ¿felices? Arruinaron mi vida por completo, ¡JAMÁS se los voy a perdonar!
Y yéndose a grandes zancadas salió de la sala, para quizás, irse a despedir de todo lo que le quitarían sus padres luego. Los policías se acercaron al señor Danforth mientras Chase y su mujer escuchaban, estaban tan acostumbrados a los berrinches exagerados de Scar, que no se preocupaban por correr de tras de ella.
— No se preocupen, es lo usual y de verdad gracias por no levantar más cargos, lo arreglaremos todo con los dueños de la tienda. –aseguro el señor Danforth.
— Entendido, llámenos cualquier cosa.
— Si, gracias.

La joven arrojaba la ropa de la temporada pasada por toda la habitación, varios labiales estaban esparcidos por el suelo y había en uno de los ventanales pegado crema de los potes que Scar utilizaba, las sabanas se habían desprendido en un ataque de ira incontrolada y su teléfono celular de último modelo estaba destrozado, quizás, la notebook también lo hubiese estado sino fuese porque Harry, su hermano había aparecido en la habitación, deteniéndola y dándole el abrazo que antes la muchacha se había negado a aceptar. Se abrazaron y solo él pudo calmar lo que nadie más había podido, se sentaron sobre la cama y nadie dijo nada más por un largo rato. Desde pequeña y siempre que tenía ataques de ira, era el quien la calmaba quien la sostenía antes de que cayera, era el quien limpiaba sus lágrimas; Scarlett amaba a su hermano mayor, y siempre se decía a si misma que si el no estuviese con ella, seguramente estaría completamente loca y destruida porque ni su madre podía calmar a aquel demonio que le invadía de vez en cuando. Para desgracia de Scar, Harry vivía en otro lugar él se había mudado a un pueblo muy lejano cuando era apenas un adolescente muy joven, harto de todo aquel suburbio de New York decidió marcharse lejos y vivir tranquilo, y Scarlett se sentía tan sola y abandonada sin su compañía, buscaba un poco de cariño en Chase pero era poco posible que aquello ocurriera; Chase quería otra cosa de ella, y ella aunque no se negaba a veces se sentía usada y triste de no tener a Harry, que más que hermano siempre era como un mejor amigo.
Mientras tanto, ella aprovecharía a Harry ahora, que estaban de vacaciones y él se quedaría unas semanas en la ciudad para acompañarle. Él se alejó un poco y le miro.

— Entiéndelo Scar, es por tu bien, debes madurar. –le susurro.
— No me interesa, -gruño. –no me importa, solo quiero mi vida de vuelta, es la única forma de olvidar…
— Lo sé. –finalizo. –aún recuerdo todo Scar, es difícil pero no imposible. Juntos podemos.

Pero como podía ella decirle a Harry, que no era solo el maltrato de su padre biológico lo que le atormentaba, ¿Cómo decirle que ella sabía una verdad que el desconocía? Una verdad que destrozaría a toda la familia cayendo como bomba nuclear, sin dejar a ningún sobreviviente, ¿Cómo lo decía sin ser juzgada? Estaba más que segura de que Harry la odiaría tanto si ella lo contaba, por eso se quedó en silencio, aguantando todo aquello y sin decir nada.
Despacio y sin esperar respuesta de la muchacha, Harry comenzó a limpiar el desorden que ella había dejado y ella le imito, si algo podía desviar el tema de su pasado ella con gusto lo aria.
Cuando todo estuvo en su lugar, Chase llego avisándole a Harry que sus padres querían verle, el chico de ojos claros le sonrió a su hermana menor y se marchó, dejándola con Chase.

— ¿Sabes que no te compraran otro celular? –le dijo observando el suyo, completamente destrozado.
— Da igual.
— ¿Enserio? –rio con incredulidad.
— Tú me compraras otro. –le aseguro.
— No lo creo.
— Sí, porque si no, no me volveré a acostar contigo nunca.
— Claro Scarlett, te lo eh creído –se burló. –tú no puedes vivir sin esto. –alzo sus manos y dio un giro, alardeando de su cuerpo.
— Creo que es al revés, tú no puedes vivir sin esto.
— Na, hay muchas chicas por ahí dando vuelta. –dijo sin importancia, sentándose en la acolchonada maca de dosel.
— ¿Esas zorras a las que les pagan tus amiguitos? ¡Ja! –rio. –sabes que soy mejor que eso Chase, además… yo solo me acuesto con una persona. –susurro acercándose a el–. ¿de verdad prefieres esas que todo el mundo comparte?
— Bien, tú ganas. –bufo. –cuando no me vean te comprare el celular, pero tendrás que pagármelo muy bien ¿entendido?
— Entendido. –beso su mejilla.
— Mmm… ¿Qué tal si me pagas por adelantado? –la tomo de la cintura, intentando acercarla más a su cuerpo.
— No lo creo, primero lo tuyo y luego lo mío. –se puso de pie y se miró en el espejo. –dime una cosa, ¿Qué cara da más lastima?

Hizo muecas extrañas, intentando hacer una cara de lamento total para convencer a sus padres de quitarle aquel pesado castigo, por lo general siempre lo conseguía, salirse con la suya era algo que amaba y manipular a sus padres un trabajo tan sencillo como divertido; aun así, ella sabía que esta vez parecía diferente, ¿pero que más podrían hacer además de lo que ya habían hecho? Chase se acercó a ella y la rodeo con sus fuertes brazos luego, beso lentamente su cuello, Scarlett sabía a donde quería llegar pero no le dejaría, fastidiarlo era divertido. Le sonrió y se alejó nuevamente, este le miro frunciendo el entrecejo pero antes de poder reprocharle Harry había vuelto diciéndoles que había ‘reunión familiar’ en la sala. Los tres bajaron las escaleras alfombradas, encontrándose con sus padres sentados en los sofás con semblante serio y altivo.

— Tomen asiento. –ordeno el señor Danforth, pero la muchacha no se sentó.
— ¿Esto es por mí? ¿están fijando la fecha de mi humillación? –pregunto con desdén. –espero no tener que disculparme con medio centro comercial.
— Scarlett, toma asiento. –repitió.
— Ya les di todas mis cosas, ¿Qué más quieren? Me interesa tener ropa interior, –siguió diciendo. –digo, por si piensan quitarme eso también…
— Escucha. –le ordeno su madre. –hemos pensado muy bien en esto y creemos que es una buena oportunidad para todos, sobre todo para ti Scarlett.
— ¿De qué hablan?
— Tengo una oferta de trabajo, el señor Hastings quiere hacer negocios conmigo, y me propusieron un buen puesto en la ciudad… además Harry lo propuso, volveríamos a estar todos juntos como familia…
— Ve al grano. –gruño Chase.
— Nos mudaremos a Rosewood.
— ¿Rosewood? ¿Qué rayos es eso?
— Es un pueblo, queda en Pennsylvania a las afueras de Philadelphia.
— Perdona creo que no oía bien, ¿dijiste pueblo y Pennsylvania, todo en una oración? –pregunto con perplejidad la muchacha.
— Si, que dicen ¿les gusta la idea?
— Rosewood, allí es en donde vivo yo. Volveríamos a estar todos juntos. –sonrió Harry emocionado.
— Me da igual, siempre y cuando haya diversión. –dijo Chase.
— ¿Y tú Scar?
— ¿Qué, que pienso? ¡QUE ESTÁN DEMENTES! ¿Qué les hace pensar que dejaría la comodidad de New York para ir a un maldito pueblo en medio de la nada? ¿y que no estaba Drácula por allí? –sus hermanos rieron–. ¿Qué?
— No tiene sentido lo que dijiste hija, la decisión está tomada y todos nos iremos allí.
— ¡Mama! –le reprocho–. ¿Por qué? ¿Por qué me haces esto? ¡Tanto me oídas!
— Por favor…
— ¡No quiero irme! Quítame todo lo que quieras, no saldré en un año e iré a alcohólicos anónimos a fingir que quiero curarme pero por favor no, no quiero ir allí. –lloriqueo.
— Lo sentimos Scar, pero luego de tu último comportamiento comprendimos que todo tiene un límite… hasta tú. –le dijo su padre. –no aprendes nunca y siempre vuelves a lo mismo, quizás el aire de Rosewood que es más tranquilo, te abra los ojos y te ayude a reflexionar sobre tu comportamiento.
— ¿Reflexionar? Papa, no puedes cambiar lo que creaste, soy así ustedes me hicieron así, no intenten cambiarme ahora. –le miro desafiante.
— No importa que hagas miles de caprichos, la decisión ya se tomó y pronto iremos a Rosewood, por cierto, ¿Qué pena que no tienes teléfono ahora verdad?

Scarlett le miro con enojo, tenía razón, podría haber usado su celular ahora que se mudaban como una excusa de ‘por la seguridad’ pero no, ella ya no tenía uno y tampoco sabía si convencería a sus padres de comprarle uno nuevo o de si Chase le compraría uno. Los miro a todos con enojo y se marchó, todo tiene un límite, claro que todo lo tiene pero no ella; ella quien se sale con la suya, ella que siempre consigue lo que quiere, ella que lo tiene TODO, simplemente no era justo. Definitivamente sus padres, estaban locos de remate. Y pensar que hace veinticuatro horas atrás, ella lo tenía todo.
Escucho las puertas del auto cerrarse tres días más tarde del aviso de mudanza, la mayoría de sus pertenencias estaban dentro de unos camiones que los seguirían en todo el viaje a Rosewood, su hermano Harry hablaba de personas y lugares de aquel pueblo pero ella no escuchaba, había tenido relaciones la pasada noche con su hermanastro solo para conseguir un nuevo celular, y ahora escuchaba música mientras sus padres que se habían detenido en una estación de servicio volvían a subirse al coche, ella los ignoro aun ofendida por el ‘castigo’ que le estaban dando y observo el paisaje. Jamás había viajado por allí y había muchos árboles, Chase también oía música seguramente rock que era lo que le gustaba y era su forma de vestir, tan rebelde como un roquero, Scarlett se sonrió al verlo bailar en su asiento y cerró los ojos nuevamente para intentar dormir el resto del viaje.
Cuando sus ojos volvieron a abrirse pudo ver el cartel que anunciaba que habían llegado a Rosewood, los árboles se dispersaron y dejaron ver calles asfaltadas, casas enormes, plazas y tiendas por doquier. Scarlett abrió los ojos, ¿acaso estaba soñando? Al parecer lo que ella definía como ‘pueblo’ en su imaginación no era nada parecido a lo que veían sus ojos, Rosewood tenía casas hermosas, patios y coches lujosos, tiendas enormes, plazas bien cuidadas y chicos bastante buenos. Cruzaron una iglesia y el padre de Scar dijo algo de << Y allí viven los Hastings >> pero ella no presto atención, había dejado de oír música y observaba todo con asombro pero lo disimulo con su semblante serio y aburrido, cuando el auto se detuvo frente a una enorme casa que se veía casi tan perfecta como la que tenían en New York ella se bajó de inmediato, observando que detrás, estacionaban los camiones de mudanza.

— ¡Rosewood! –exclamo.
— Bienvenida al pueblo hermanita. –le sonrió Harry.
— Si a esto le llaman pueblo… ¿Qué serán los campos entonces?
— Sabía que te gustaría cuando lo vieras.
— ¡Alto ahí! No dije que me gustara, sigue desagradándome, seguro algún defecto le encuentro.
— Bueno, las chicas no están nada mal por aquí. –aseguro Chase observando a unas chicas que cruzaban la acera de enfrente, Scarlett al notarlo, lo golpeo con el bolso.
— Claro, a ti te gustan las vírgenes. –gruño por lo bajo yéndose con su madre.
— ¿No es hermosa? Será grandioso comenzar aquí, tu padre me presentara a los Hastings, sus socios.
— ¿Quiénes? Ah, sí bueno bien por ti mama.
— ¿Aun estas enojada? –pregunto.
— No. Es solo que este cambio… es extraño. –suspiro.
— Estaremos bien cariño, ya hemos hecho muchos cambios en nuestras vidas pero esta vez será mejor. –le sonrió.
— ¿Puedo ir adentro? Elegiré una habitación.
— De acuerdo, y toma deja esto sobre la puerta así ordenare que allí dejen tus cosas.

Tomo un pequeño cartel que decía “Scarlett” con letra brillantes y se adentró en la casa, era realmente enorme y muy hermosa, todo estaba vacío pero bien iluminado, se adentró en una sala y a la izquierda vio una entrada a un comedor, luego cruzando el pasillo vio una cocina y una biblioteca aun con muebles, subió la escalera blanca pero sin alfombra y se encontró con un largo pasillo algo oscuro camino encontrándose con varias puertas, espió todas y comprobó que tenían baño propio. Camino hacia una de las puertas cercanas a la escalera y la abrió, era amplia, bonita y daba de cara a la calle por lo que decidió tomar esa. Colgó el nombre en la puerta y bajo las escaleras de nuevo, la puerta estaba abierta y sus hermanos subían para elegir también sus habitaciones, fuera en el césped de la entrada estaban sus padres dando indicaciones a los trabajadores.

— Iré a dar una vuelta. –anuncio llevando su bolso al hombro.
— ¿Segura? No conoces la ciudad.
— No me perderé –aseguro. –los veo luego.

Camino por la acera y diviso que el resto de las casas también eran bonitas, pero quizás no tan grandes como la suya. Sonrió y siguió su paso, ella nunca caminaba pero ahora no le molestaba mucho, se detuvo en una esquina y pudo jurar que desde una ventana alguien le había estado observando; negó con la cabeza y siguió su paso, estaba atravesando una plaza y había visto un café así que se acercó.

— …Dicen que la encontraron en su patio… no saben quién fue…
— Pobre familia…
— …Estaba enterrada, ¿puedes creerlo?

¿De qué diablos hablan? Se preguntó Scarlett observando a su alrededor, alguien observaba un cartel, eran unas chicas charlatanas y tontas de quizás dos años menos que ella, se acercó y pudo ver al fin que observaban, había pegado en el cristal de la cafetería un volante de una muchacha. Ella era hermosa, tenía el cabello rubio ondulado, ojos azules y sonrisa perfecta, Scarlett aguzo la vista y palideció al reconocerla; ella era Alison DiLaurentis, y Scarlett la conocía perfectamente. Dio un paso hacia atrás chocando con alguien pero no le dio importancia, en el cartel decía que Alison estaba desaparecida y las muchachitas que estaban hablando de ella se voltearon a mirarla con desconfianza. Scarlett se irguió y miro con altanería, se giró y fingiendo que no le importaba nada más que ella, se metió dentro de la cafetería. Era acogedora, con mesas y sillas esparcidas por todas partes, tenía un segundo piso y una larga barra de donde pedían el café, un televisor colgaba en un extremo de la pared de ladrillo pintada de marrón oscuro, también el piso era marrón pero de madera y en el segundo piso por lo que se veían, había sofás pequeños.
Ella camino hacia la barra y se sentó en una silla alta observando a las personas que estaban dentro.

— …Y no te olvides de este café Jared, que lo están pidiendo mucho. –se escuchó una voz de mujer.
— Si mama.

Un muchacho alto, de cuerpo atlético, cabello entre castaño y rubio con ojos azules se acercó a la mesa cargando una bolsa de café, la dejo en un mueble y acomodo unos vasos, luego, percatándose de la presencia de la chica le dedico una mirada extensa y examinadora a su rostro. Ella arqueo una ceja, sus ojos eran hermosos y él no estaba nada mal, aun así no sonrió sino que mantuvo su postura prepotente y sobre todo, mantuvo su mirada fija.

— ¿Sí? –hablo él.
— Quiero un descafeinado, por favor.
— ¿Con espuma?
— Mucha.
El sonrió de lado y se agacho para tomar lo que necesitaba, ella le observo cada movimiento aun sin sonreír, el chico se volteo y le regalo una sonrisa que Scarlett no correspondió.
— ¿Eres nueva?
— Así es.
— Sabía que no eras de aquí, se te nota.
— ¿En qué sentido? –pregunto frunciendo un poco el entrecejo.
— Conozco a casi todo Rosewood, o al menos a quienes vienen por café y tú no estás en mi lista.
— Tampoco deseo estarlo, así que no te plantees anotarme. –le advirtió.
— Que mal, pensaba anotarte como participante de cliente del mes. –volvió a sonreír.
— ¿Siempre eres así?
— ¿Así como?
— ¿Muy sonriente con los clientes?
— Depende. –bajo la mirada al baso que estaba preparando y se lo entrego.
— ¿Cuánto es?
— Nada, cortesía por ser cliente nuevo.
— No me interesa tu cortesía, ¿Cuánto es?
— Ya dije que nada, la casa invita.
— ¡Pues no me interesa! –gruño.
— ¿Por qué reaccionas así? Intento ser amable contigo.
— Me da igual, ¿y sabes? No te pagare nada. –se puso de pie y tomo su café.
— Espera cálmate ¿quieres? Al menos dime tu nombre. –le pidió siguiéndole el paso a través del barra-mostrador.
— Claro –sonrió falsamente. –me llamo ‘hola’ y ‘adiós.’

Cerró la puerta tras ella un poco enojada y no volteo a ver la cara decepcionada del muchacho, que había intentado ser amable con ella y no lo había conseguido, le siguió la mirada hasta que se perdió de vista y volvió a su trabajo. Scarlett no sabía porque había reaccionado así, pero no le importaba, quizás tenía que ver con que Alison DiLaurentis estuviera desaparecida, desde que le había contado su más grande secreto a aquella chica no dejaba de pensar en que estaría haciendo y si su secreto estaría a salvo. Aquello era lo que más le preocupaba y aunque Alison estuviera desaparecida ¿Qué importaba? Su secreto aún estaba en peligro mientras ella viviera, era como ella lo había dicho una vez:

“Dos pueden guardar un secreto, si uno de ellos está muerto.”

Pero ella seguía viva, en algún lugar del mundo y se sorprendió al comprobar también, las casualidades de la vida. Su hermano había vivió en el mismo pueblo que ella, y ella ahora incluso estaba allí, los adultos que se cruzara podrían ser sus padres e incluso los chicos o chicas, si es que Ali tenía hermanos o hermanas, podrían ser los suyos. Dos niños, de trece años quizás, estaban en la plaza de Rosewood, hablando y Scarlett tuvo la curiosidad… si solo preguntaba, no habría daño alguno, solo preguntaría.

— Oigan. –le llamo.
— ¿Qué? –pregunto uno, pelirrojo con muchas pecas y ojos verdes.
— Eh… ¿saben algo de Alison DiLaurentis? –los niños se miraron sorprendidos.
— ¿Por qué? –pregunto el otro, regordete de cabello rubio y ojos castaños.
— Porque es una amiga de la infancia que no veo desde hace mucho, ¿es cierto que está desaparecida? –fingió dolerle ante los niños, que se volvieron a mirar con muecas en sus caras.
— Pues lo siento mucho. –dijo el gordito. –Alison DiLaurentis está muerta.
— ¿Qué? –se sobresaltó.
— Si, fue encontrada muerta en su patio. ¡La enterraron! O eso fue lo que dijo mi madre.
— Su funeral fue ayer. –aseguro el pelirrojo.
— Ah, bueno yo eh… t-tengo que irme, gracias por avisarme.

Los niños la observaron marcharse, Scarlett camino sin rumbo en realidad, estaba realmente confundida ¿de verdad Alison estaba muerta? No podía ser… no, seguro esos niños mentían, seguro Alison seguía desaparecida y aún estaba con vida, ¿Por qué moriría una chica como ella, que era hermosa y popular? ¿Qué lo tenía todo? No se lo explicaba, Alison había sido bastante parecida a ella alguna vez, pero ella misma no se imaginaba desaparecida e incluso muerta.
Aquella noche, la primera en Rosewood su familia le había obligado para que ayudara a reordenar la nueva casa, absolutamente nadie hablaba sobre la misteriosa chica desaparecida y encontrada muerta, ni siquiera Harry quien había vivido allí por muchos años y Scarlett comenzaba a impacientarse, necesitaba saber la verdad, necesitaba una prueba y aunque ella había querido ir al cementerio y confirmarlo con sus propios ojos, su hermano Harry había llegado por ella diciendo que sus padres necesitaban verla, Scarlett comenzaría un nuevo año escolar en el Rosewood Day y lo que menos le interesaba a ella era la escuela, quizás, pensó: podría escaparme. Antes no había funcionado fácilmente saltearse clases porque iba a uno privado pero ahora ella podía abusar de la libertad en este pueblo, pero a no ser que se cerciorara de que Alison había muerto, ella no podría vivir realmente en paz.
Pidió una pizza vegetariana para comer y se fue a su habitación, estaba realmente desordenada pero ella quizás tendría tiempo luego de acomodar sus pertenencias, se hecho sobre la cama con dosel de ceda y suspiro, ella no podía creer en cosas que le habían dicho unos niños, no, quizás ellos mentían porque ella a su edad había dicho tantas mentiras como para ganar un premio a la mejor mentirosa, así que simplemente no podía creerles. Sin embargo, presa de la duda había decidido buscar en un lugar en el que en el pasado hubiese buscado de todo, menos a personas desaparecidas o muertas, a ella no le gustaban las noticias.
Se metió en Goggle y rápidamente escribió << Alison DiLaurentis >> el buscador comenzó a cargar e imágenes además de mucha información de canales de noticias saltaron frente a sus ojos, estaba allí una noticia muy vieja de cuando Ali desapareció, pero cuando ella entro a un enlace en el cual aseguraban que eran noticias muy recientes se sorprendió con lo que veía.

— ¡Oh mi dios! –exclamo.

Había encontrado lo que buscaba, allí habían fotografías de dos personas llevando lo que parecía un cuerpo, policías, doctores, una funeraria y demás se encontraban en un patio oscuro y mas haya se estaba creando un alatar a la muchacha, Scarlett leyó con rapidez todo lo que decía, Alison había sido encontrada enterrada en su patio trasero por los nuevos propietarios de la casa, ahora se estaba investigando un homicidio y los mas cercanos a Ali volverían a caer bajo sospecha ¿pero quien habría querido matar a Alison DiLaurentis, y porque? Scarlett estaba confundida y no comprendía porque aquello había sucedido, aquella muchacha había estado siempre allí y nadie mas lo había notado, su asesino quizás hasta podría haber huido o quien sabe; entonces un sentimiento nuevo se apodero de Scar, era ira pero no contra el asesino, sino mas bien contra Alison. Scarlett se acababa de dar cuenta de que estando Alison muerta, ella estaba a salvo y no había nada por lo que temer, una sonrisa se escapo de sus labios, parecía realmente sacada.

— ¿Así que has muerto maldita? –exclamo con rencor en sus palabras. –sé que no debería decirlo, pero estoy feliz ¿sabes? Era mejor así, tú tenías tanta razón Ali, dos no pueden guardar un secreto mientras los dos vivan, y tú has muerto. Mi secreto vuelve a estar a salvo, no corre peligro y mucho menos yo, te lo has llevado a la tumba, no hay de qué preocuparse. –sonrió agradecida. –me pregunto que abras hecho para que te maten, ¿eh?

En su interior habían sentimientos mezclados, no podía evitar sentirse un poco mal por su muerte, pero también se sentía relajada. Había estado preocupada por dos años largos, temiendo que su secreto hubiera sido revelado a la persona incorrecta, temiendo que Alison lo contara pero si ella estaba muerta no había de que temer, Alison ya no podría volver a hablar y decírselo a alguien, su secreto estaba a salvo y solo ella lo sabía, como debía haber sido siempre. Solo ella.
Sonrió hipócritamente a las fotografías de Alison y se giró lejos de estas, no debía estar triste, no debía arrepentirse de sus palabras, esa muchacha era una amenaza era su pesadilla y ahora estaba enterrada bajo tierra, con su secreto y quien sabe, quizás miles de secretos más. Suspiro con alivio y camino hacia la ventana, mirando al cielo oscuro y a las calles silenciosas de Rosewood.
Su celular sonó, dio un respingo y lo saco de su bolso, había recibido un mensaje de texto lo cual era extraño porque su celular era nuevo y solo su familia lo tenia, entrecerró los ojos con desconfianza, no conocía el número, y lo que leyó le hizo helar la sangre.

— No puede ser… -susurro con los ojos como platos y su mirada puesta en la pantalla del nuevo celular y luego rápidamente a la ventana– ¿Alison?

# Fin del Capitulo

¡Hola! Perdon si es muy largo y cansador >.< y sobretodo perdon si el final quedo medio... raro
pero es que lo cambie a ultimo momento xD y bueno, no lo lei, estaba emocionada por subir*-*
Wujuu haber que les parece, ojala les guste :') ¡Besos!

Excelente ! De verdad que me quedé en shock!

Me encanto tu capitulo o.o Y fracias a las que me dijieron que mi capitulo estaba lindo :oops: Gracias :) Asi que las deje con intriga no? :twisted: Muajjajahahashjajajajasdghjahah e.e Okno._. Besos :D

Dios que Excelente!
Me ha encantado no, lo siguiente!
Jajajaja, Scarlett es un poco malvada..

Scarlett y Chase parecen los de Juegos Sexuales xD Recien acabo de ver la pelicula y mientras la leia me hicieron acordar a tu capitulo :P No se porque comente esto ._.

Jajaja nunca vi esa peli :O ¿esta buena? xD
Y si, Scarlett suele ser un poco malvada D: abra que bajarle los humos,
en Rosewood nada sera igual .__. jojo Graciias a todas las que leyeron el capitulo! :'D
Ustedes son geniales chicas :D espero poder ver sus capis pronto*-*

Addison Adin escribió:Estoy ocupada y eh leí los capítulos y estas geniales.
Pero; ¿Alguien puede subir por mi?
No me detesten
Estoy ocupada y apenas puedo entrar una ves al dia.
Examenes
Cuando termine me pongo al día!
Lo siento; perdon.

Hola Addi! :)
Emmm... tienes el capitulo? Porque si lo tienes pasamelo por MP
y ahi veo si puedo subirlo!
Y no te preocupes, creo que algunas de las chicas tambien deben estar en periodo de examenes :S
igual aqui esperamos! Besos!

Maay·Wright·Jonas escribió:Jajaja nunca vi esa peli :O ¿esta buena? xD
Y si, Scarlett suele ser un poco malvada D: abra que bajarle los humos,
en Rosewood nada sera igual .__. jojo Graciias a todas las que leyeron el capitulo! :'D
Ustedes son geniales chicas :D espero poder ver sus capis pronto*-*

Siii esta re buena! Es media zarpadita pero es re graciosa, a mi me encanta :P Se trata de que son hermanastros y los papas tienen mucha plata, y ellos siempre estan solo y la hermanastra de Sebastian(el protagonista) es re mala, mirala que esta buena, al final, si sos como yo, puede que llores ._.