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Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
Hola!. Bueno esta es mi segunda adaptacion, es de Diana Palmer y espero les guste.
Mi nombre es Meli, y soy de Mexico. Besos :)
Nombre: Corazon indomable.
Autor: Diana Palmer
Adaptación: Si, es una novela de Diana Palmer
Género: Romance, drama, con un toque de comedia y un poco hot, en fin... de todo un poco!.
Advertencias: No, yo creo que no.
Otras páginas: Bueno, la busque en el foto y no la encontre, pero si esta, aganmelo saber :)
Mi nombre es Meli, y soy de Mexico. Besos :)
Nombre: Corazon indomable.
Autor: Diana Palmer
Adaptación: Si, es una novela de Diana Palmer
Género: Romance, drama, con un toque de comedia y un poco hot, en fin... de todo un poco!.
Advertencias: No, yo creo que no.
Otras páginas: Bueno, la busque en el foto y no la encontre, pero si esta, aganmelo saber :)
Lo ultimo que ____, escritora de novelas románticas, deseaba en el mundo era pasar las navidades con el exasperante hermano de su compañera de piso. Un ranchero de Wyoming como Nick Jonas se sentía tan perdido en Nueva York como ella se habría sentido en mitad del campo. Lo que ____ no preveía era que los increíbles besos y abrazos de aquel hombre no tardarían en dejarla completamente indefensa. Y aquella invitación para visitar su rancho no era otra cosa que un chantaje de lo más sensual. En muy poco tiempo, ella había entregado su corazón con la pasión de las heroínas de sus propias novelas.
Que les parese? La sigo?
Que les parese? La sigo?
Última edición por MeliGarcia el Miér 03 Oct 2012, 5:53 pm, editado 1 vez
MeliGarcia
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
Hola primera fiel lectora
siguela esta genial me parase super interesante
ya quiero el primer capitulo
siguela esta genial me parase super interesante
ya quiero el primer capitulo
ElitzJb
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
:) N U E V A L E C T O R A!
se ve genial! :D espero el primer capitulo!
& ojala ahora no sea tan mala & nos dejes con
el suspendo a mil, casi a punto de infarto! .__________.
hahaha nos estamos leyendo! ;)
XOXO
se ve genial! :D espero el primer capitulo!
& ojala ahora no sea tan mala & nos dejes con
el suspendo a mil, casi a punto de infarto! .__________.
hahaha nos estamos leyendo! ;)
XOXO
HeyItsLupitaNJ
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
sajgbkjsdfg ME ENCANTO ♥ sofi
Seeyouinanotherlife
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
Gracias por sus comentarios!! :D
En unos momentitos subo cap. :hug:
MeliGarcia
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
Wow,me encaaaaaaaaaaaanto, sigue♥ ah y subi mi nove, lee y dime que piensas
Al♥
Al♥
Seeyouinanotherlife
Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)
Capitulo 1.
—No hablarás en serio? -protestó ____ mirando boquiabierta a su mejor amiga—. ¡En Navidad!
Ada contrajo el rostro y apretó los dientes.
-Escucha, ____... -comenzó en un tono conciliador, empleando el diminutivo que hacía años le había dado-.Nuestro piso es grandísimo. ¿Qué digo grandísimo?, es enorme, y las dos estamos invitadas a un montón de fiestas... sin contar con el baile benéfico de los Thomson, así que casi ni lo veremos. Ni notaras su presencia, ya verás.
-¿Que no? —resopló ____ incrédula, apartando del rostro un mechón de cabello castaño rojizo-. Es difícil ignorar la presencia de alguien de casi dos metros — apuntó con los ojos castaños centelleándole.
—Pero es que es la primera Navidad que pasamos sin nuestra madre -insistió Ada-. No tiene a nadie más que a mí.
—Podrías ir tú al rancho en vez de que viniera él —dijo Kati sin poder reprimirse, aun sintiéndose cruel por la sugerencia.— ¿Y dejarte aquí sola? ¿Qué clase de amiga sería si hiciera eso?
—¡Al menos no estarías obligándome a soportar a tu horrible hermano ahora que por fin tengo unos días para relajarme! ¿Cómo voy a relajarme con Nick aquí? Sabes que no nos llevamos bien... ¡Acabaremos a tortazo limpio! Ada,¿acaso te he hecho algo malo?
Su amiga se aclaró la garganta.
—Podrías intentar mirarlo desde otro ángulo—le propuso — . ¿No me dijiste el otro día que ibas a ambientar tu próxima novela en Wyoming, en un rancho? Bueno, pues... ¿quién puede saber más de ranchos y de Wyoming que Nick? Podrías preguntarle todo lo que quisieras para documentarte.
____ la miró furibunda.
—Además, estoy convencida de que en el fondo no os caéis tan mal —añadió Ada—. Es sólo que... no queréis admitirlo.
— ¿Que no nos caemos mal? —repitió ____ con sorna—, Ada, lo odio. Lo detesto. No puedo verlo ni en pintura. ¿Es que has olvidado lo que pasó la última vez que nos vimos?
Ada suspiró.—Venga, mujer, no seas así... Sólo serán unos días.
____ resopló y se volvió hacia la ventana, sacudiendo su largo y ondulado cabello.
—No me hagas esto, Ada. Dile que ha surgido un imprevisto, que no puedes invitarlo.
— Me temo que eso ya es imposible: salió esta mañana.
— ¿Qué? —exclamó ____, girándose hacia ella con los ojos como platos—.Oh, Dios... ¡Oh, Dios! —masculló lanzando los brazos al aire—. Primero se pierde el cheque que me había enviado la editorial justo cuando me toca pagar la letra del coche, y ahora me va a tocar aguantar todas las navidades a un hombre al que odio...
— Es mi hermano —musitó Ada—. No querrás que pase solo la Navidad...
— ¿Solo? ¿Estamos hablando del mismo Nick? — inquirió ____ frunciendo las cejas—, porque el que yo conozco nunca está solo: va de conquista en conquista. Seguro que ya tiene plan.
Ada meneó la cabeza.—Ahora mismo no está saliendo con nadie.
— Vaya, ¿y eso?, ¿es que se ha arruinado? —le preguntó su amiga con sorna.
— No seas cruel, Kati. A las mujeres no sólo les seduce su dinero. Nick tiene su atractivo...En aquello
Ada tenía algo de razón, no era un hombre hermoso, pero era guapo y tenía un cuerpo increíble.
— Bueno —concedió cruzándose de brazos—, supongo que a algunas mujeres les parecerá que lo tiene. Mary Savage solía decir que debería presentarse al concurso de Mister América.
—Es sólo un pobre solterón solitario —insistió Ada con una sonrisa divertida, al ver que su amiga no había sido capaz de negar sus palabras — .No puede evitar que las mujeres se le tiren encima.
— ¿Nick Jonas «pobre»? ¿«Solitario»? —repitió ____ riéndose incrédula—. La única palabra de esas tres que puede aplicársele es la de «solterón».
— Oh, vamos, era una broma. Tiene treinta y cuatro años... —le recordó Ada—. Aun le queda mucha vida por delante si en algún momento llega a cambiar de opinión respecto al matrimonio
— Seguro, cuando las ranas críen pelo —replicó ____ con sarcasmo—. Y para mí treinta y cuatro son muchísimos años.
—Eso es porque nosotras tenemos veinticinco — se rió Ada—, pero nueve años no es tanto.
____ se volvió a darse la vuelta y se apoyó en el alféizar de la ventana,observando los rasca cielos de Manhattan iluminados.
— En cualquier caso no sé cómo él ha podido aceptar tu invitación —le dijo—.Me odia tanto como yo a él, y estoy segura de que el primer día ya estaremos peleándonos como el perro y el gato. Además no es culpa mía.Siempre es él el que empieza.
—Lo sé —murmuró Ada, yendo junto a ella—. La verdad es que no entiendo por qué la tiene tomada contigo. Normalmente se porta como un caballero con todas las mujeres.
—No tienes que jurármelo. Lo he visto en acción. Pero todo ese encanto no es más que superficial, Ada. Tu hermano nunca deja que nadie se acerque demasiado por miedo de que puedan llegar a resquebrajar su coraza.
Ada la miró divertida.
—Para detestarlo como lo detestas, lo conoces muy bien —murmuró.____ se encogió de hombros.
—No, lo que pasa es que sé qué clase de persona es. Es de los que lo quieren todo y no dan nada a cambio.
— Si se trata de dar lo cierto es que ninguno de los dos dais jamás vuestro brazo a torcer —replicó Ada con un suspiro—. Compréndelo, ____, no podía dejar que pasase la Navidad allí solo. Es la única familia que tengo.
Su amiga suspiró también, sintiéndose mal por sus constantes negativas, y abrazó a Ada impulsivamente.
—Lo siento. Me estoy comportando como una chiquilla egoísta, ¿verdad? Eres mi mejor amiga, Ada, y este piso es tan tuyo como mío. Tienes todo el derecho del mundo a invitar a tu hermano por Navidad, aunque no nos podamos ni ver. Apretaré los dientes y fingiré que estoy encantada detenerlo aquí, ¿de acuerdo?
— Eso tendré que verlo para creerlo —contestó Ada enarcando una ceja y frunciendo los labios. ____ se puso la mano en el corazón.
—Te doy mi palabra.
— Bueno, entonces, ahora que ya lo hemos hablado, ¿qué te parece si vamos a comprar el abeto? Todavía no habrá cerrado la floristería de la esquina.
—Claro —asintió ____. Se puso el abrigo y se dirigió hacia la puerta detrás de Ada, que estaba ya esperándola en el pasillo, junto a los ascensores.
— Y si encontramos uno lo bastante grande —farfulló por lo bajo—,colgaremos a Nick de una de las ramas.
Miraron docenas de abetos hasta decidirse por uno, y después de subirlo al piso Ada volvió a bajar para comprar unas pizzas, dejando a su amiga entretenida colocándole los adornos.
____ puso un disco de villancicos en la cadena de música, y trató de no pensar en Nick mientras ponía guirnaldas, luces, y figuritas en el árbol, pero sencillamente era algo que no podía evitar. El choque que habían tenido en su último encuentro había sido terrible.
Ada y ella se conocían desde el instituto, y aunque la hermana de Nick había escogido estudiar Arte Dramático y ella Literatura, no habían perdido el contacto, y tres años después de licenciarse se habían ido a vivir juntas de alquiler cuando Ada ya había conseguido introducirse en una pequeña compañía de teatro y Kati estaba ya empezando a con solidarse como escritora de éxito de novelas rosas históricas, habiendo conseguido que le publicaran las primeras ya en su último curso de instituto.Y precisamente sería ése el año en que conociera a Nick, cuando él asistió con su madre a la ceremonia de graduación de su hermana. A ____ no le quedaba familia alguna, ya que sus padres, que la habían tenido cuando ambos rondaban los cincuenta, habían fallecido hacía unos años, el uno poco antes que el otro. Por eso, la señora Jonas, que tenía un corazón enorme,había insistido en que pasara con ellos las vacaciones de verano, y desde entonces las invitaciones al rancho se hicieron frecuentes. Aquello no le gustó nada a Nick. Desde el día que se enteró de la clase de libros que escribía y hojeara un par que le había regalado a Ada, la había mirado con desprecio y tratado con frialdad. Tenía la errónea idea de que las escritoras de novela rosa eran mujeres de escasa moralidad, que llevaban una vida promiscua para poder escribir las escenas de sexo de sus libros.Sin embargo el primer encontronazo serio que había tenido con él, se había producido tres años atrás, cuando fue con Ada a Wyoming, al rancho Jonas, para celebrar con su familia y ella el Cuatro de Julio, el Día de la Independencia, y quedarse un par de semanas.A la señora Jonas le habían diagnosticado cáncer, y todos sabían que apesar de la medicación no duraría más de uno o dos años, y por eso las reuniones familiares eran entonces más importantes que nunca. Aquel año incluso se unió a ellos Kevin, el único primo de Ada y Nick. Vivía en otro Estado, pero estaba en Wyoming por motivos de trabajo y no había querido faltar. Incluso ella, que después de su última visita le había jurado a Ada que no volvería a poner los pies por allí, no había podido negarse cuando la invitaron. Sentía verdadero afecto por la señora Jonas y no sabía cuántas más veces podría volver a verla.Tal y como imaginaba, la bienvenida que le dio Nick fue gélida, pero la simpatía de su primo Kevin compensó con creces el grosero comportamiento del hermano de Ada. Era de su misma edad, bien parecido, y tenía un carácter abierto que lo hacía encantador.
Pensando que la señora Jonas querría poder pasar un rato a solas con sus hijos, su sobrino llevó a ____ al Parque Nacional de las Montañas Tetón después del almuerzo. De regreso, a mitad del camino, tuvieron un pinchazo, y Kevin, que a pesar de ser adorable era un cabeza de chorlito, no llevaba una rueda de repuesto. Aquélla era una carretera vecinal, así que no pasaban muchos vehículos por allí y menos a la hora de la noche que era, así que tuvieron que hacer el resto del trayecto a pie, y no llegaron al rancho hasta las dos de la mañana.
Nick estaba esperándolos levantado. Kevin, que estaba tan cansado que casi no podía tenerse en pie, entró en la casa haciéndole a su primo un gesto de saludo con la mano y se fue derecho al piso de arriba. Nick no trató siquiera de detenerlo, pero sí cortó el paso a ____ cuando ésta se dirigía a las escaleras.
—¿Tanto te cuesta comportarte de un modo discreto sólo por unos días? —le dijo con los ojos entornados—. Podrías tener al menos un poco de consideración hacia mi madre. Se ha ido a dormir muy preocupada.
____, anonadada, comenzó a balbucir una respuesta, pero él la cortó bruscamente con un improperio.
—No empeores las cosas mintiendo —le gruñó—. Los dos sabemos lo que eres... con tu moral disoluta y tus indecentes novelas. Lo que hagas con mi primo es asunto tuyo, pero no voy a consentir que alguien como tú le arruinelas vacaciones a mi hermana y a mi madre. Ya no eres bienvenida aquí. Vete inventando alguna excusa, porque mañana a primera hora te marcharás.
Y se alejó por el pasillo, dejando a la pobre ____ temblorosa y al borde de las lágrimas, lágrimas que sólo su orgullo le ayudó a contener.
A la mañana siguiente, habiendo dormido apenas unas horas, se levantó, se aseó, se vistió, hizo el equipaje, y bajó las escaleras. Ada, Kevin y la señora Jonas estaban desayunando en el comedor, y lógicamente se mostraron muy sorprendidos de verla aparecer con la maleta. ____ les dijo que su editor le había dejado un mensaje en el contestador del móvil pidiéndole que se reuniera con él para revisar algunas cosas de su última novela antes de enviarla a la imprenta, y le preguntó a Ada si podría llevarla en su coche al aeropuerto.Después de despedirse de la señora Jonas y de Kevin, estaba saliendo por la puerta con Ada cuando apareció Nick delante de ellas, con aspecto irritado y extrañamente ojeroso.
— Quisiera hablar contigo un momento antes de que te vayas —le dijo a ____.
—Adelante —lo instó ella—, di lo que tengas que decir.
Nick lanzó una breve mirada a su hermana, que carraspeó, farfulló que iba por el coche y se alejó, dejándolos a solas.
—¿Por qué no me contaste lo que ocurrió anoche en realidad? —exigió saber Nick, cruzándose de brazos.Kevin debía habérselo contado.
— ¿Para qué iba a intentar siquiera explicarme cuando tú ya me habías juzgado y condenado? —contestó ella en un tono gélido.
—Pero es que yo no sabía que...
—Esto sí que es sorprendente —lo cortó ella sarcástica—: el omnisciente Nick Jonas confesando que ignoraba algo. ¡Y yo que creía que lo sabías todo!
Egan parecía avergonzado, pero no se disculpó.—Pensé que Kevin estaba borracho, y eran las dos de la mañana —le dijo,tratando de justificarse.
—Pues como ya te habrá dicho tu primo, no estaba bebido, sino cansado,porque tuvimos que andar veinticinco o treinta kilómetros a pie —le espetó con ojos relampagueantes—. Nunca me has caído demasiado bien, pero ahora verdaderamente te detesto. Y ya no tendrás que preocuparte más. Ya que mi presencia te resulta tan insufrible, a partir de ahora me mantendré alejada de aquí.
—______... —comenzó él.
—Adiós.
Lo rodeó y bajó las escaleras del porche, dirigiéndose con paso firme y sin mirar atrás hacia el coche de Ada, que estaba esperándola ya a unos metros de la casa.
Después de aquello no había vuelto a ver a Nick hasta el entierro de la señora Jonas, y entonces ella se limitó a darle el pésame y a estar al lado de Ada, pero el destino quiso que coincidieran el año anterior en Manhattan, y ese encuentro fue mucho más visceral.Nick había ido a la ciudad para asistir a un congreso de ganaderos, y de paso le hizo una visita a su hermana en el piso que compartían _____ y ella. Aquella mañana ____ estaba a punto de salir, y fue quien abrió la puerta cuando llamaron al timbre. Nick, al verla, la miró de arriba abajo. Iba a unos grandes almacenes, a firmar ejemplares de su último libro, una novela rosa histórica ambientada en la Carolina del Sur del siglo dieciocho, y su editor le había dicho que se vistiese lo más elegante posible, pero el ranchero, por supuesto, al verla con aquel vestido de tercio pelo burdeos con marcado escote y espalda descubierta, zapatos de tacón de aguja a juego, y sombrero de plumas, no pudo reprimirse:
—Vaya, vaya... ¿a quién tenemos aquí? Madame Pompadour... —farfulló sarcástico.____ lo miró con altivez.
—Te equivocas de siglo y de país, aunque no esperaba que lo supieras, claro está.
Nick enarcó una ceja.
—El que me dedique a la ganadería no implica que sea un analfabeto.
—Perdona, encanto, no quería ofenderte —le dijo ella, pestañeando con insolencia.Tal vez fuera su tono burlón, o quizá el «encanto» lo que sacó a Nick de sus casillas. Sus labios se curvaron en una sonrisa desagradable.
—Pareces una ramera de lujo —le dijo—. Podrías ponerte en cualquier esquina y seguro que harías negocio...
____ le dio una bofetada, aunque su furia era tal, que no se dio cuenta de que lo había hecho hasta que sintió que le ardían los dedos y vio la marca roja en la mejilla de Nick.
— ¡Maldito seas! —masculló, temblando de ira. Las aletas de la nariz de Nick se ensancharon, entornó los ojos, y su mirada se volvió peligrosa.
—Vuelve a hacer eso —le advirtió en un tono glacial—, y desearás no haberme conocido.
—Es exactamente lo que deseo en este preciso momento —le respondió ella con puro veneno.
— Si te vistes como una prostituta, lo único que puedes esperar es que la gente te etiquete como a tal —le dijo él, mirándola con desprecio—. No quisiera que nadie me viese en público contigo.
—Pues me alegro —masculló ____, la sangre hirviéndole de indignación — .Tampoco yo me muero por que la gente me vea contigo.
Afortunadamente en ese momento apareció Ada, que había estado oyéndolos desde la cocina. Empezó a reprender a su hermano, y ____ aprovechó para salir de allí. No habría podido aguantar un segundo más.Mientras bajaba en el ascensor las lágrimas no paraban de afluir a sus ojos,aunque por fortuna logró calmarse antes de tomar un taxi, y cuando llegó a los grandes almacenes se arregló el maquillaje en el lavabo.Aquélla había sido la última vez que había visto a Nick Jonas, y no quería volver a verlo jamás. ¿Cómo podía haberlo invitado Ada, sabiendo el grado de hostilidad que había entre ellos?
Colgó la última bola en el árbol, y estaba sacando la estrella de Belén de la caja de adornos para ponerla en la punta, cuando oyó una llave girando en la puerta de entrada. Debía ser Ada con las pizzas. Se puso de pie, y al hacerlo golpeó sin querer el abeto, agarrando justo a tiempo una de las bolas de cristal pintado y evitando que se estrellase contra el suelo.
— ¡Qué bien que ya estés de vuelta! —exclamó, mientras se daba la vuelta con la bola en la mano—, estaba muerta de ham... —se encontró cara a cara con Nick, y se puso tan nerviosa al verlo, que apretó la bola en su mano contal fuerza que se hizo añicos.
— ¡Dios! —masculló él, yendo junto a ella y le obligó a abrir la mano, dejando a la vista una pequeña herida en su palma de la que manaba sangre.
Ella, todavía aturdida, lo dejó hacer, fascinada por el contraste entre su delicada y blanca mano, y las de Nick, grandes, fuertes, y morenas.
—No te... no te esperaba —balbució nerviosa—. Me has asustado.
—Ya lo veo. ¿Tenéis alcohol o algún tipo de antiséptico?
—En el baño.
Nick la llevó allí, y rebuscó en el armarito de las medicinas hasta encontrar alcohol, mercromina y una caja de tiritas.
—¿Dónde está Ada? —inquirió mientras le arrancaba con cuidado los trocitos de cristal que se le habían clavado y le limpiaba la herida.
—Ha salido a comprar unas pizzas —farfulló ____, contrayendo el rostro y apretando los dientes. ¡Dios, cómo picaba el alcohol! Nick alzó la vista. Nunca habían estado tan cerca el uno del otro, y a esa distancia sus ojos cafes resultaban aún más intimidantes, igual que el calor de su cuerpo y el olor de su colonia.Se quedaron mirándose un buen rato, y finalmente fue ____ quien bajó la mirada con un ligero rubor en las mejillas y el corazón latiéndole como si se le quisiera salir del pecho.
—¿Nerviosa, ______?
— ¿Acaso te hace falta preguntar? Tú me pones nerviosa —masculló ella.
—Dime. ¿Cuánto tiempo le llevó a Ada convencerte para que no te opusieras a que pasara aquí estas navidades? —inquirió Nick enarcando una ceja.
____ inspiró. Si él supiera que su hermana no le había dicho nada hasta hacía un par de horas... Era cierto que al final había cedido, pero aunque se hubiera querido negar de nada le había servido, ya que él ya estaba en camino.
—Una media hora —gruñó—. Y aún pienso que ha sido un terrible error haber cedido —alzó la vista y lo miró desafiante—. No querría estropearle las navidades peleándome contigo.
Nick levantó la barbilla y estudió en silencio el rostro de ____.
—Entonces, ¿significa eso que vas a ser amable conmigo? —inquirió enarcando una ceja—. ¿Que no harás comentarios mezquinos, ni me pincharás para que salte?
— ¡Mira quién va a hablar de comentarios mezquinos! —le espetó ella—. ¡Pero si eres tú siempre el que se mete conmigo!
—Tú tampoco te quedas corta a la hora de contra atacar —contestó Nick.____ volvió a inspirar profundamente.
—El ataque es la única defensa que me dejas — farfulló—. Pero estamos en Navidad y...
—Cierto, y a mí me encantan los regalos.
—¿Acaso esperas que alguien te haga alguno?
—Bueno, confío en que al menos Ada sí.
—Pobrecilla, su cariño de hermana la tiene trastornada; querer a alguien como tú... -farfulló ____, mirándolo de reojo.
—No es cuestión de amor fraternal. El que tú no aprecies mis cualidades no quiere decir que otras mujeres no lo hagan.
—Ah, las ventajas de tener dinero... —murmuró ella con toda la intención.
—¿Crees que necesito pagar para tener compañía? —inquirió ____ con una fría sonrisa—. Bueno, supongo que es normal viniendo de una mujer que se vende.
____ alzó la mano para darle un bofetón, pero él la agarró antes de que pudiera hacerlo, de modo que tuvo que ponerse de puntillas para que no le dislocara el hombro.
— ¡Suéltame! —le gritó—. ¡Me haces daño!
—Entonces deja de intentar abofetearme. Es época de paz en la Tierra,¿recuerdas? - le dijo Nick muy calmado.
—Si pudiera ahora mismo te despedazaría —farfulló ella, mirándolo furibunda.Los ojos de Nick recorrieron el ondulado cabello castaño rojizo, los generosos senos, la estrecha cintura, las sensuales caderas, y las largas piernas.
—¿Has puesto algún kilito, no? —inquirió—. Estás más voluptuosa de lo que recordaba. En fin, no te ofendas. Supongo que a algunos Hombres les atraen las mujeres así.
—Eres un... —masculló ella, forcejeando para que la dejara libre.Nick la soltó en ese mismo momento y encendió un cigarrillo, observándola con aire divertido.
—¿Te decepciona que no me atraigas?
—¿De qué vas? En mi vida he conocido a nadie tan presuntuoso como tú.
Nick chasqueó la lengua y meneó la cabeza.
—Tendrás que mostrarte más amable conmigo si quieres que tengamos una tregua estos días. Además, no soporto a las mujeres histéricas.
____ cerró los ojos, rogando para sí que hubiera desaparecido cuando volviera a abrirlos, pero no ocurrió. Guardó en el armarito de nuevo la mercromina, el alcohol, y las tiritas, y, caminando con cierta rigidez, salió del cuarto de baño sin mirarlo y volvió al salón para recoger los trozos de la bola que había roto.Nick la siguió, y se apoltronó en el sofá con el primer cenicero que encontró,observándola mientras barría los cristales de esa manera que la ponía tan nerviosa, sin pestañear.
—Creía que Ada me había dicho que habías dejado de fumar —comentó ____ cuando hubo terminado.
— Lo he dejado —respondió él — . Ahora sólo fumo cuando estoy nervioso —dio otra calada al cigarrillo, y le dirigió una sonrisa burlona—. Sí, cariño, tú me pones de los nervios, ¿no lo sabías?
____ no se dignó a contestar a eso. Dejó a un lado el escobón y el recogedor y se pasó una mano irritada por el cabello.
—¿Quieres que te lleve a tu habitación, como una buena anfitriona? —inquirió con aspereza.
—No, gracias, sé que me llevarías al ascensor y pulsarías el botón de la planta baja. Esperaré a que llegue mi hermana y me dé una bienvenida un poco más cálida.
____ se recordó que era Navidad, que Nick había perdido a su madre, y se detestó por el arranque de compasión que la invadió. Fue hasta la ventana y miró abajo, a las bulliciosas calles de la ciudad. «¡Date prisa en volver,Ada!», quería gritar.
—Vi anunciado tu último libro en la televisión el otro día —dijo Nick de repente.____ se dio la vuelta y se cruzó de brazos, poniéndose a la defensiva.
—¿De veras? ¡Qué raro!, alguien tan culto como tú, viendo la televisión...Nick optó por no morder el anzuelo.
—Y se ha agotado en la librería del pueblo —añadió.
—Porque tú compraste todos los ejemplares, ¿no?, para evitar que tus pobres vecinos pudieran verse expuestos a mis indecentes escritos.
—No, cuando yo llegué apenas les quedaban tres o cuatro —contestó él—.De hecho, compré uno de los últimos... para leerlo.
____ enrojeció hasta las orejas. El sólo imaginar a Nick Jonas leyendo 'Cosecha de pasión' hizo que sintiera deseos de correr a su cuarto y taparsela cabeza con una manta. Era un libro bastante picante, con unas escenas de sexo muy sensuales, y por el modo en que la estaba mirando, era obvio lo que pensaba de la novela y de ella misma.
—Tenía curiosidad por saber si seguías escribiendo la misma clase de cosas.La verdad es que me gustan las novelas históricas, aunque prefiero las que no recurren al sexo cada veinte páginas.
____ se sonrojó más aún y se dio la vuelta, demasiado azorada como para responderle.
—Dime, ¿cómo consigues mantenerte en pie teniendo que hacer la investigación tan exhaustiva que es obvio que haces para escribir esos libros?
____ se giró sobre los talones con ojos llameantes. Algo le decía que no estaba preguntándole por la investigación de los hechos históricos.
—¿A qué te refieres exactamente? —le espetó.Nick se rió suavemente, y había matiz cruel en su voz cuando respondió.
—Sabes muy bien a qué me refiero. ¿Con cuántos hombres te acuestas para escribir un libro tras otro?
En el preciso momento en que ____, que ya no aguantaba más, iba a lanzarle toda una sarta de improperios, se abrió la puerta de entrada del piso y apareció Ada, cuyo rostro se iluminó al ver a su hermano. Soltó las cajas de las pizzas sobre una silla, sin preocuparse de la tapicería, y corrió a abrazarlo.
—Cada día estás más bonita —le dijo Nick sonriendo.La expresión radiante de su rostro hizo que ____ se sintiera deprimida. ¿Porqué a ella nunca le sonreía así? E inmediatamente quiso abofetearse por ese pensamiento.
—Me alegra tanto que hayas venido —le dijo Ada a su hermano, de todo corazón.
—Y yo me alegro de que alguien se alegre —murmuró él, lanzando una mirada a ____, que estaba observándolo furibunda.Ada miró también a su amiga, y la expresión de felicidad se desvaneció de su rostro.
-Oh-oh...
____ se tragó su resentimiento. No podía arruinarle las navidades a Ada, no,no podía. Esbozó una sonrisa forzada.
—Está bien, no te preocupes. Incluso me ha curado la mano hace un momento cuando me la he cortado, ¿ves? —le dijo mostrándosela—. A partir de ahora vamos a ser amigos, ¿verdad, Nick? —inquirió apretando los dientes mientras lo miraba.
—Ya lo creo, amigos íntimos —farfulló, mirándole el pecho.Ada lo agarró del brazo y lo arrastró fuera del salón.
—Deja que te enseñe tu habitación, Nick —le dijo apresuradamente.____ se llevó las pizzas a la cocina y sacó unos botellines de coca-cola de la nevera mientras contaba hasta diez... diez veces.
—No hablarás en serio? -protestó ____ mirando boquiabierta a su mejor amiga—. ¡En Navidad!
Ada contrajo el rostro y apretó los dientes.
-Escucha, ____... -comenzó en un tono conciliador, empleando el diminutivo que hacía años le había dado-.Nuestro piso es grandísimo. ¿Qué digo grandísimo?, es enorme, y las dos estamos invitadas a un montón de fiestas... sin contar con el baile benéfico de los Thomson, así que casi ni lo veremos. Ni notaras su presencia, ya verás.
-¿Que no? —resopló ____ incrédula, apartando del rostro un mechón de cabello castaño rojizo-. Es difícil ignorar la presencia de alguien de casi dos metros — apuntó con los ojos castaños centelleándole.
—Pero es que es la primera Navidad que pasamos sin nuestra madre -insistió Ada-. No tiene a nadie más que a mí.
—Podrías ir tú al rancho en vez de que viniera él —dijo Kati sin poder reprimirse, aun sintiéndose cruel por la sugerencia.— ¿Y dejarte aquí sola? ¿Qué clase de amiga sería si hiciera eso?
—¡Al menos no estarías obligándome a soportar a tu horrible hermano ahora que por fin tengo unos días para relajarme! ¿Cómo voy a relajarme con Nick aquí? Sabes que no nos llevamos bien... ¡Acabaremos a tortazo limpio! Ada,¿acaso te he hecho algo malo?
Su amiga se aclaró la garganta.
—Podrías intentar mirarlo desde otro ángulo—le propuso — . ¿No me dijiste el otro día que ibas a ambientar tu próxima novela en Wyoming, en un rancho? Bueno, pues... ¿quién puede saber más de ranchos y de Wyoming que Nick? Podrías preguntarle todo lo que quisieras para documentarte.
____ la miró furibunda.
—Además, estoy convencida de que en el fondo no os caéis tan mal —añadió Ada—. Es sólo que... no queréis admitirlo.
— ¿Que no nos caemos mal? —repitió ____ con sorna—, Ada, lo odio. Lo detesto. No puedo verlo ni en pintura. ¿Es que has olvidado lo que pasó la última vez que nos vimos?
Ada suspiró.—Venga, mujer, no seas así... Sólo serán unos días.
____ resopló y se volvió hacia la ventana, sacudiendo su largo y ondulado cabello.
—No me hagas esto, Ada. Dile que ha surgido un imprevisto, que no puedes invitarlo.
— Me temo que eso ya es imposible: salió esta mañana.
— ¿Qué? —exclamó ____, girándose hacia ella con los ojos como platos—.Oh, Dios... ¡Oh, Dios! —masculló lanzando los brazos al aire—. Primero se pierde el cheque que me había enviado la editorial justo cuando me toca pagar la letra del coche, y ahora me va a tocar aguantar todas las navidades a un hombre al que odio...
— Es mi hermano —musitó Ada—. No querrás que pase solo la Navidad...
— ¿Solo? ¿Estamos hablando del mismo Nick? — inquirió ____ frunciendo las cejas—, porque el que yo conozco nunca está solo: va de conquista en conquista. Seguro que ya tiene plan.
Ada meneó la cabeza.—Ahora mismo no está saliendo con nadie.
— Vaya, ¿y eso?, ¿es que se ha arruinado? —le preguntó su amiga con sorna.
— No seas cruel, Kati. A las mujeres no sólo les seduce su dinero. Nick tiene su atractivo...En aquello
Ada tenía algo de razón, no era un hombre hermoso, pero era guapo y tenía un cuerpo increíble.
— Bueno —concedió cruzándose de brazos—, supongo que a algunas mujeres les parecerá que lo tiene. Mary Savage solía decir que debería presentarse al concurso de Mister América.
—Es sólo un pobre solterón solitario —insistió Ada con una sonrisa divertida, al ver que su amiga no había sido capaz de negar sus palabras — .No puede evitar que las mujeres se le tiren encima.
— ¿Nick Jonas «pobre»? ¿«Solitario»? —repitió ____ riéndose incrédula—. La única palabra de esas tres que puede aplicársele es la de «solterón».
— Oh, vamos, era una broma. Tiene treinta y cuatro años... —le recordó Ada—. Aun le queda mucha vida por delante si en algún momento llega a cambiar de opinión respecto al matrimonio
— Seguro, cuando las ranas críen pelo —replicó ____ con sarcasmo—. Y para mí treinta y cuatro son muchísimos años.
—Eso es porque nosotras tenemos veinticinco — se rió Ada—, pero nueve años no es tanto.
____ se volvió a darse la vuelta y se apoyó en el alféizar de la ventana,observando los rasca cielos de Manhattan iluminados.
— En cualquier caso no sé cómo él ha podido aceptar tu invitación —le dijo—.Me odia tanto como yo a él, y estoy segura de que el primer día ya estaremos peleándonos como el perro y el gato. Además no es culpa mía.Siempre es él el que empieza.
—Lo sé —murmuró Ada, yendo junto a ella—. La verdad es que no entiendo por qué la tiene tomada contigo. Normalmente se porta como un caballero con todas las mujeres.
—No tienes que jurármelo. Lo he visto en acción. Pero todo ese encanto no es más que superficial, Ada. Tu hermano nunca deja que nadie se acerque demasiado por miedo de que puedan llegar a resquebrajar su coraza.
Ada la miró divertida.
—Para detestarlo como lo detestas, lo conoces muy bien —murmuró.____ se encogió de hombros.
—No, lo que pasa es que sé qué clase de persona es. Es de los que lo quieren todo y no dan nada a cambio.
— Si se trata de dar lo cierto es que ninguno de los dos dais jamás vuestro brazo a torcer —replicó Ada con un suspiro—. Compréndelo, ____, no podía dejar que pasase la Navidad allí solo. Es la única familia que tengo.
Su amiga suspiró también, sintiéndose mal por sus constantes negativas, y abrazó a Ada impulsivamente.
—Lo siento. Me estoy comportando como una chiquilla egoísta, ¿verdad? Eres mi mejor amiga, Ada, y este piso es tan tuyo como mío. Tienes todo el derecho del mundo a invitar a tu hermano por Navidad, aunque no nos podamos ni ver. Apretaré los dientes y fingiré que estoy encantada detenerlo aquí, ¿de acuerdo?
— Eso tendré que verlo para creerlo —contestó Ada enarcando una ceja y frunciendo los labios. ____ se puso la mano en el corazón.
—Te doy mi palabra.
— Bueno, entonces, ahora que ya lo hemos hablado, ¿qué te parece si vamos a comprar el abeto? Todavía no habrá cerrado la floristería de la esquina.
—Claro —asintió ____. Se puso el abrigo y se dirigió hacia la puerta detrás de Ada, que estaba ya esperándola en el pasillo, junto a los ascensores.
— Y si encontramos uno lo bastante grande —farfulló por lo bajo—,colgaremos a Nick de una de las ramas.
Miraron docenas de abetos hasta decidirse por uno, y después de subirlo al piso Ada volvió a bajar para comprar unas pizzas, dejando a su amiga entretenida colocándole los adornos.
____ puso un disco de villancicos en la cadena de música, y trató de no pensar en Nick mientras ponía guirnaldas, luces, y figuritas en el árbol, pero sencillamente era algo que no podía evitar. El choque que habían tenido en su último encuentro había sido terrible.
Ada y ella se conocían desde el instituto, y aunque la hermana de Nick había escogido estudiar Arte Dramático y ella Literatura, no habían perdido el contacto, y tres años después de licenciarse se habían ido a vivir juntas de alquiler cuando Ada ya había conseguido introducirse en una pequeña compañía de teatro y Kati estaba ya empezando a con solidarse como escritora de éxito de novelas rosas históricas, habiendo conseguido que le publicaran las primeras ya en su último curso de instituto.Y precisamente sería ése el año en que conociera a Nick, cuando él asistió con su madre a la ceremonia de graduación de su hermana. A ____ no le quedaba familia alguna, ya que sus padres, que la habían tenido cuando ambos rondaban los cincuenta, habían fallecido hacía unos años, el uno poco antes que el otro. Por eso, la señora Jonas, que tenía un corazón enorme,había insistido en que pasara con ellos las vacaciones de verano, y desde entonces las invitaciones al rancho se hicieron frecuentes. Aquello no le gustó nada a Nick. Desde el día que se enteró de la clase de libros que escribía y hojeara un par que le había regalado a Ada, la había mirado con desprecio y tratado con frialdad. Tenía la errónea idea de que las escritoras de novela rosa eran mujeres de escasa moralidad, que llevaban una vida promiscua para poder escribir las escenas de sexo de sus libros.Sin embargo el primer encontronazo serio que había tenido con él, se había producido tres años atrás, cuando fue con Ada a Wyoming, al rancho Jonas, para celebrar con su familia y ella el Cuatro de Julio, el Día de la Independencia, y quedarse un par de semanas.A la señora Jonas le habían diagnosticado cáncer, y todos sabían que apesar de la medicación no duraría más de uno o dos años, y por eso las reuniones familiares eran entonces más importantes que nunca. Aquel año incluso se unió a ellos Kevin, el único primo de Ada y Nick. Vivía en otro Estado, pero estaba en Wyoming por motivos de trabajo y no había querido faltar. Incluso ella, que después de su última visita le había jurado a Ada que no volvería a poner los pies por allí, no había podido negarse cuando la invitaron. Sentía verdadero afecto por la señora Jonas y no sabía cuántas más veces podría volver a verla.Tal y como imaginaba, la bienvenida que le dio Nick fue gélida, pero la simpatía de su primo Kevin compensó con creces el grosero comportamiento del hermano de Ada. Era de su misma edad, bien parecido, y tenía un carácter abierto que lo hacía encantador.
Pensando que la señora Jonas querría poder pasar un rato a solas con sus hijos, su sobrino llevó a ____ al Parque Nacional de las Montañas Tetón después del almuerzo. De regreso, a mitad del camino, tuvieron un pinchazo, y Kevin, que a pesar de ser adorable era un cabeza de chorlito, no llevaba una rueda de repuesto. Aquélla era una carretera vecinal, así que no pasaban muchos vehículos por allí y menos a la hora de la noche que era, así que tuvieron que hacer el resto del trayecto a pie, y no llegaron al rancho hasta las dos de la mañana.
Nick estaba esperándolos levantado. Kevin, que estaba tan cansado que casi no podía tenerse en pie, entró en la casa haciéndole a su primo un gesto de saludo con la mano y se fue derecho al piso de arriba. Nick no trató siquiera de detenerlo, pero sí cortó el paso a ____ cuando ésta se dirigía a las escaleras.
—¿Tanto te cuesta comportarte de un modo discreto sólo por unos días? —le dijo con los ojos entornados—. Podrías tener al menos un poco de consideración hacia mi madre. Se ha ido a dormir muy preocupada.
____, anonadada, comenzó a balbucir una respuesta, pero él la cortó bruscamente con un improperio.
—No empeores las cosas mintiendo —le gruñó—. Los dos sabemos lo que eres... con tu moral disoluta y tus indecentes novelas. Lo que hagas con mi primo es asunto tuyo, pero no voy a consentir que alguien como tú le arruinelas vacaciones a mi hermana y a mi madre. Ya no eres bienvenida aquí. Vete inventando alguna excusa, porque mañana a primera hora te marcharás.
Y se alejó por el pasillo, dejando a la pobre ____ temblorosa y al borde de las lágrimas, lágrimas que sólo su orgullo le ayudó a contener.
A la mañana siguiente, habiendo dormido apenas unas horas, se levantó, se aseó, se vistió, hizo el equipaje, y bajó las escaleras. Ada, Kevin y la señora Jonas estaban desayunando en el comedor, y lógicamente se mostraron muy sorprendidos de verla aparecer con la maleta. ____ les dijo que su editor le había dejado un mensaje en el contestador del móvil pidiéndole que se reuniera con él para revisar algunas cosas de su última novela antes de enviarla a la imprenta, y le preguntó a Ada si podría llevarla en su coche al aeropuerto.Después de despedirse de la señora Jonas y de Kevin, estaba saliendo por la puerta con Ada cuando apareció Nick delante de ellas, con aspecto irritado y extrañamente ojeroso.
— Quisiera hablar contigo un momento antes de que te vayas —le dijo a ____.
—Adelante —lo instó ella—, di lo que tengas que decir.
Nick lanzó una breve mirada a su hermana, que carraspeó, farfulló que iba por el coche y se alejó, dejándolos a solas.
—¿Por qué no me contaste lo que ocurrió anoche en realidad? —exigió saber Nick, cruzándose de brazos.Kevin debía habérselo contado.
— ¿Para qué iba a intentar siquiera explicarme cuando tú ya me habías juzgado y condenado? —contestó ella en un tono gélido.
—Pero es que yo no sabía que...
—Esto sí que es sorprendente —lo cortó ella sarcástica—: el omnisciente Nick Jonas confesando que ignoraba algo. ¡Y yo que creía que lo sabías todo!
Egan parecía avergonzado, pero no se disculpó.—Pensé que Kevin estaba borracho, y eran las dos de la mañana —le dijo,tratando de justificarse.
—Pues como ya te habrá dicho tu primo, no estaba bebido, sino cansado,porque tuvimos que andar veinticinco o treinta kilómetros a pie —le espetó con ojos relampagueantes—. Nunca me has caído demasiado bien, pero ahora verdaderamente te detesto. Y ya no tendrás que preocuparte más. Ya que mi presencia te resulta tan insufrible, a partir de ahora me mantendré alejada de aquí.
—______... —comenzó él.
—Adiós.
Lo rodeó y bajó las escaleras del porche, dirigiéndose con paso firme y sin mirar atrás hacia el coche de Ada, que estaba esperándola ya a unos metros de la casa.
Después de aquello no había vuelto a ver a Nick hasta el entierro de la señora Jonas, y entonces ella se limitó a darle el pésame y a estar al lado de Ada, pero el destino quiso que coincidieran el año anterior en Manhattan, y ese encuentro fue mucho más visceral.Nick había ido a la ciudad para asistir a un congreso de ganaderos, y de paso le hizo una visita a su hermana en el piso que compartían _____ y ella. Aquella mañana ____ estaba a punto de salir, y fue quien abrió la puerta cuando llamaron al timbre. Nick, al verla, la miró de arriba abajo. Iba a unos grandes almacenes, a firmar ejemplares de su último libro, una novela rosa histórica ambientada en la Carolina del Sur del siglo dieciocho, y su editor le había dicho que se vistiese lo más elegante posible, pero el ranchero, por supuesto, al verla con aquel vestido de tercio pelo burdeos con marcado escote y espalda descubierta, zapatos de tacón de aguja a juego, y sombrero de plumas, no pudo reprimirse:
—Vaya, vaya... ¿a quién tenemos aquí? Madame Pompadour... —farfulló sarcástico.____ lo miró con altivez.
—Te equivocas de siglo y de país, aunque no esperaba que lo supieras, claro está.
Nick enarcó una ceja.
—El que me dedique a la ganadería no implica que sea un analfabeto.
—Perdona, encanto, no quería ofenderte —le dijo ella, pestañeando con insolencia.Tal vez fuera su tono burlón, o quizá el «encanto» lo que sacó a Nick de sus casillas. Sus labios se curvaron en una sonrisa desagradable.
—Pareces una ramera de lujo —le dijo—. Podrías ponerte en cualquier esquina y seguro que harías negocio...
____ le dio una bofetada, aunque su furia era tal, que no se dio cuenta de que lo había hecho hasta que sintió que le ardían los dedos y vio la marca roja en la mejilla de Nick.
— ¡Maldito seas! —masculló, temblando de ira. Las aletas de la nariz de Nick se ensancharon, entornó los ojos, y su mirada se volvió peligrosa.
—Vuelve a hacer eso —le advirtió en un tono glacial—, y desearás no haberme conocido.
—Es exactamente lo que deseo en este preciso momento —le respondió ella con puro veneno.
— Si te vistes como una prostituta, lo único que puedes esperar es que la gente te etiquete como a tal —le dijo él, mirándola con desprecio—. No quisiera que nadie me viese en público contigo.
—Pues me alegro —masculló ____, la sangre hirviéndole de indignación — .Tampoco yo me muero por que la gente me vea contigo.
Afortunadamente en ese momento apareció Ada, que había estado oyéndolos desde la cocina. Empezó a reprender a su hermano, y ____ aprovechó para salir de allí. No habría podido aguantar un segundo más.Mientras bajaba en el ascensor las lágrimas no paraban de afluir a sus ojos,aunque por fortuna logró calmarse antes de tomar un taxi, y cuando llegó a los grandes almacenes se arregló el maquillaje en el lavabo.Aquélla había sido la última vez que había visto a Nick Jonas, y no quería volver a verlo jamás. ¿Cómo podía haberlo invitado Ada, sabiendo el grado de hostilidad que había entre ellos?
Colgó la última bola en el árbol, y estaba sacando la estrella de Belén de la caja de adornos para ponerla en la punta, cuando oyó una llave girando en la puerta de entrada. Debía ser Ada con las pizzas. Se puso de pie, y al hacerlo golpeó sin querer el abeto, agarrando justo a tiempo una de las bolas de cristal pintado y evitando que se estrellase contra el suelo.
— ¡Qué bien que ya estés de vuelta! —exclamó, mientras se daba la vuelta con la bola en la mano—, estaba muerta de ham... —se encontró cara a cara con Nick, y se puso tan nerviosa al verlo, que apretó la bola en su mano contal fuerza que se hizo añicos.
— ¡Dios! —masculló él, yendo junto a ella y le obligó a abrir la mano, dejando a la vista una pequeña herida en su palma de la que manaba sangre.
Ella, todavía aturdida, lo dejó hacer, fascinada por el contraste entre su delicada y blanca mano, y las de Nick, grandes, fuertes, y morenas.
—No te... no te esperaba —balbució nerviosa—. Me has asustado.
—Ya lo veo. ¿Tenéis alcohol o algún tipo de antiséptico?
—En el baño.
Nick la llevó allí, y rebuscó en el armarito de las medicinas hasta encontrar alcohol, mercromina y una caja de tiritas.
—¿Dónde está Ada? —inquirió mientras le arrancaba con cuidado los trocitos de cristal que se le habían clavado y le limpiaba la herida.
—Ha salido a comprar unas pizzas —farfulló ____, contrayendo el rostro y apretando los dientes. ¡Dios, cómo picaba el alcohol! Nick alzó la vista. Nunca habían estado tan cerca el uno del otro, y a esa distancia sus ojos cafes resultaban aún más intimidantes, igual que el calor de su cuerpo y el olor de su colonia.Se quedaron mirándose un buen rato, y finalmente fue ____ quien bajó la mirada con un ligero rubor en las mejillas y el corazón latiéndole como si se le quisiera salir del pecho.
—¿Nerviosa, ______?
— ¿Acaso te hace falta preguntar? Tú me pones nerviosa —masculló ella.
—Dime. ¿Cuánto tiempo le llevó a Ada convencerte para que no te opusieras a que pasara aquí estas navidades? —inquirió Nick enarcando una ceja.
____ inspiró. Si él supiera que su hermana no le había dicho nada hasta hacía un par de horas... Era cierto que al final había cedido, pero aunque se hubiera querido negar de nada le había servido, ya que él ya estaba en camino.
—Una media hora —gruñó—. Y aún pienso que ha sido un terrible error haber cedido —alzó la vista y lo miró desafiante—. No querría estropearle las navidades peleándome contigo.
Nick levantó la barbilla y estudió en silencio el rostro de ____.
—Entonces, ¿significa eso que vas a ser amable conmigo? —inquirió enarcando una ceja—. ¿Que no harás comentarios mezquinos, ni me pincharás para que salte?
— ¡Mira quién va a hablar de comentarios mezquinos! —le espetó ella—. ¡Pero si eres tú siempre el que se mete conmigo!
—Tú tampoco te quedas corta a la hora de contra atacar —contestó Nick.____ volvió a inspirar profundamente.
—El ataque es la única defensa que me dejas — farfulló—. Pero estamos en Navidad y...
—Cierto, y a mí me encantan los regalos.
—¿Acaso esperas que alguien te haga alguno?
—Bueno, confío en que al menos Ada sí.
—Pobrecilla, su cariño de hermana la tiene trastornada; querer a alguien como tú... -farfulló ____, mirándolo de reojo.
—No es cuestión de amor fraternal. El que tú no aprecies mis cualidades no quiere decir que otras mujeres no lo hagan.
—Ah, las ventajas de tener dinero... —murmuró ella con toda la intención.
—¿Crees que necesito pagar para tener compañía? —inquirió ____ con una fría sonrisa—. Bueno, supongo que es normal viniendo de una mujer que se vende.
____ alzó la mano para darle un bofetón, pero él la agarró antes de que pudiera hacerlo, de modo que tuvo que ponerse de puntillas para que no le dislocara el hombro.
— ¡Suéltame! —le gritó—. ¡Me haces daño!
—Entonces deja de intentar abofetearme. Es época de paz en la Tierra,¿recuerdas? - le dijo Nick muy calmado.
—Si pudiera ahora mismo te despedazaría —farfulló ella, mirándolo furibunda.Los ojos de Nick recorrieron el ondulado cabello castaño rojizo, los generosos senos, la estrecha cintura, las sensuales caderas, y las largas piernas.
—¿Has puesto algún kilito, no? —inquirió—. Estás más voluptuosa de lo que recordaba. En fin, no te ofendas. Supongo que a algunos Hombres les atraen las mujeres así.
—Eres un... —masculló ella, forcejeando para que la dejara libre.Nick la soltó en ese mismo momento y encendió un cigarrillo, observándola con aire divertido.
—¿Te decepciona que no me atraigas?
—¿De qué vas? En mi vida he conocido a nadie tan presuntuoso como tú.
Nick chasqueó la lengua y meneó la cabeza.
—Tendrás que mostrarte más amable conmigo si quieres que tengamos una tregua estos días. Además, no soporto a las mujeres histéricas.
____ cerró los ojos, rogando para sí que hubiera desaparecido cuando volviera a abrirlos, pero no ocurrió. Guardó en el armarito de nuevo la mercromina, el alcohol, y las tiritas, y, caminando con cierta rigidez, salió del cuarto de baño sin mirarlo y volvió al salón para recoger los trozos de la bola que había roto.Nick la siguió, y se apoltronó en el sofá con el primer cenicero que encontró,observándola mientras barría los cristales de esa manera que la ponía tan nerviosa, sin pestañear.
—Creía que Ada me había dicho que habías dejado de fumar —comentó ____ cuando hubo terminado.
— Lo he dejado —respondió él — . Ahora sólo fumo cuando estoy nervioso —dio otra calada al cigarrillo, y le dirigió una sonrisa burlona—. Sí, cariño, tú me pones de los nervios, ¿no lo sabías?
____ no se dignó a contestar a eso. Dejó a un lado el escobón y el recogedor y se pasó una mano irritada por el cabello.
—¿Quieres que te lleve a tu habitación, como una buena anfitriona? —inquirió con aspereza.
—No, gracias, sé que me llevarías al ascensor y pulsarías el botón de la planta baja. Esperaré a que llegue mi hermana y me dé una bienvenida un poco más cálida.
____ se recordó que era Navidad, que Nick había perdido a su madre, y se detestó por el arranque de compasión que la invadió. Fue hasta la ventana y miró abajo, a las bulliciosas calles de la ciudad. «¡Date prisa en volver,Ada!», quería gritar.
—Vi anunciado tu último libro en la televisión el otro día —dijo Nick de repente.____ se dio la vuelta y se cruzó de brazos, poniéndose a la defensiva.
—¿De veras? ¡Qué raro!, alguien tan culto como tú, viendo la televisión...Nick optó por no morder el anzuelo.
—Y se ha agotado en la librería del pueblo —añadió.
—Porque tú compraste todos los ejemplares, ¿no?, para evitar que tus pobres vecinos pudieran verse expuestos a mis indecentes escritos.
—No, cuando yo llegué apenas les quedaban tres o cuatro —contestó él—.De hecho, compré uno de los últimos... para leerlo.
____ enrojeció hasta las orejas. El sólo imaginar a Nick Jonas leyendo 'Cosecha de pasión' hizo que sintiera deseos de correr a su cuarto y taparsela cabeza con una manta. Era un libro bastante picante, con unas escenas de sexo muy sensuales, y por el modo en que la estaba mirando, era obvio lo que pensaba de la novela y de ella misma.
—Tenía curiosidad por saber si seguías escribiendo la misma clase de cosas.La verdad es que me gustan las novelas históricas, aunque prefiero las que no recurren al sexo cada veinte páginas.
____ se sonrojó más aún y se dio la vuelta, demasiado azorada como para responderle.
—Dime, ¿cómo consigues mantenerte en pie teniendo que hacer la investigación tan exhaustiva que es obvio que haces para escribir esos libros?
____ se giró sobre los talones con ojos llameantes. Algo le decía que no estaba preguntándole por la investigación de los hechos históricos.
—¿A qué te refieres exactamente? —le espetó.Nick se rió suavemente, y había matiz cruel en su voz cuando respondió.
—Sabes muy bien a qué me refiero. ¿Con cuántos hombres te acuestas para escribir un libro tras otro?
En el preciso momento en que ____, que ya no aguantaba más, iba a lanzarle toda una sarta de improperios, se abrió la puerta de entrada del piso y apareció Ada, cuyo rostro se iluminó al ver a su hermano. Soltó las cajas de las pizzas sobre una silla, sin preocuparse de la tapicería, y corrió a abrazarlo.
—Cada día estás más bonita —le dijo Nick sonriendo.La expresión radiante de su rostro hizo que ____ se sintiera deprimida. ¿Porqué a ella nunca le sonreía así? E inmediatamente quiso abofetearse por ese pensamiento.
—Me alegra tanto que hayas venido —le dijo Ada a su hermano, de todo corazón.
—Y yo me alegro de que alguien se alegre —murmuró él, lanzando una mirada a ____, que estaba observándolo furibunda.Ada miró también a su amiga, y la expresión de felicidad se desvaneció de su rostro.
-Oh-oh...
____ se tragó su resentimiento. No podía arruinarle las navidades a Ada, no,no podía. Esbozó una sonrisa forzada.
—Está bien, no te preocupes. Incluso me ha curado la mano hace un momento cuando me la he cortado, ¿ves? —le dijo mostrándosela—. A partir de ahora vamos a ser amigos, ¿verdad, Nick? —inquirió apretando los dientes mientras lo miraba.
—Ya lo creo, amigos íntimos —farfulló, mirándole el pecho.Ada lo agarró del brazo y lo arrastró fuera del salón.
—Deja que te enseñe tu habitación, Nick —le dijo apresuradamente.____ se llevó las pizzas a la cocina y sacó unos botellines de coca-cola de la nevera mientras contaba hasta diez... diez veces.
MeliGarcia
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
ajsfjasdfg, ME ENCAAAAAAAAAAAAAAAAAANTO, SIGUELA♥
Seeyouinanotherlife
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA SIGUEELAA PRONTOO ME ENCANTA ^^
Invitado
Invitado
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
nueva lectoraaa!! me encanto.. :D
SIGUELAAAAAAAAAAA <3
SIGUELAAAAAAAAAAA <3
shamm
Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)
Capitulo 2
¿CÓMO va todo por el rancho? —le preguntó Ada a su hermano cuando los tres estuvieron sentados cenando en el comedor.
—Bien, bien —respondió él—. ¿Y tú?, ¿cómo llevas el mes?
—He procurado estar lo más ocupada posible — contestó su hermana—. Me ayuda a no pensar todo el tiempo en mamá.
—Ha descansado, Ada, era lo mejor —le recordó Nick quedamente.
—Lo sé —murmuró ella, pero no pudo evitar que sus ojos se humedecieran—.¿Alguien quiere repetir? Quedan tres porciones.
—Yo no, gracias —respondió ____—. No quiero ponerme más «voluptuosa» de lo que estoy —añadió con una mirada significativa a Nick.
— ¡Qué bobada, pero si tienes una figura estupenda! —replicó Ada—. Anda,toma otro trozo...
—Adelante —la picó Nick.
—¿Y por qué no te la comes tú? —lo desafió ____.
—¿Para que me acuses de engullir como un cerdo? —inquirió él con aire inocente.
—Yo no sería tan desconsiderada como para llamarte cerdo —le respondió ella sonriendo dulcemente.
—Disculpadme —los interrumpió Ada—, pero es Navidad, ¿os acordáis? ¿Losvillancicos, Santa Claus, los besos bajo el muérdago...?
—¿Muérdago? —repitió Nick mirando a ____—. Antes preferiría tomar veneno a tener que besarla a ella debajo del muérdago.
____ lo miró furibunda.
— ¡Lo mismo digo!
—¿No os apetece ver un rato la televisión? —sugirió Ada frenética.Arrastró a su hermano hasta el salón, sentándolo en un sillón, después a _____, haciéndola sentarse en otro, y encendió el televisor.
—Yo recogeré la mesa —le dijo a su amiga—, tú hazle compañía a Nick.
—Gallina —la picó su hermano—: te da miedo quedarte en medio de la línea de fuego.
Pero Ada se limitó a sonreír y salió del salón.Nick se recostó en el asiento y fijó su mirada en la pantalla. Se había quitado la chaqueta y el chaleco, se había enrollado las mangas de la camisa blanca que llevaba, y tenía los primeros botones desabrochados. No llevaba camiseta, y a través de la fina tela se traslucían sus músculos bronceados y una densa mata de vello. Aquella visión turbaba a _____ de tal modo que le pareció que la temperatura en la habitación había subido varios grados, así que rápidamente giró la cabeza hacia el televisor, mientras la voz del hombre del tiempo iba desgranando las previsiones para el día siguiente.
—¿Cómo van tus escritos? —le preguntó de pronto Nick, en un tono extrañamente familiar.
—No me va mal, gracias —contestó ella sucintamente.
—¿De qué trata la próxima novela que vas a publicar?
_____tragó saliva. Era más que obvio que Ada le había contado algo
—Pues... va a ser otra novela histórica.
—¿Sobre...?
____ se aclaró la garganta.
—Wyoming —farfulló en un tono casi inaudible.
—¿Perdón?
_____ apretó los labios irritada.
—Sobre Wyoming —dijo un poco más alto.
—Hmm... Una novela histórica sobre Wyoming. Bien, bien... ¿Y ya has empezado a recopilar información?
____ lo miró recelosa.
—¿A qué te refieres?
—Pues a información sobre datos históricos de Wyoming, claro está —aclaró él inocentemente—. Porque imagino que tendrás que mencionar aspectos de la cría de ganado, por ejemplo.
—Sí —contestó ella a regañadientes.
—¿Y qué sabe una chica de ciudad de eso? —le preguntó Nick burlón.Ella le lanzó una mirada furiosa.
—He estado en un rancho.
—Cierto, en el mío —murmuró Nick, observándola con ese aire de superioridad que ella detestaba—.Bueno, al menos tienes algo por donde empezar; en Charleston desde luego no hay muchos ranchos. Porque creo recordar que pasaste tu infancia allí, ¿no?
—Puede que no tengamos ranchos en Charleston, pero sí buena gente —replicó ella—. Gente educada y...
Nick enarcó las cejas.
—No tienes por qué ponerte a la defensiva —le dijo cortándola—. Me gusta Charleston, y mi abuela materna era de allí.
____ lo miró fijamente.
—¿Ah, sí? —inquirió en un tono frío.
—Sí, y era pelirroja como tú —añadió Nick, esperando que saltara.
—Mi cabello no es pelirrojo —replicó ____, como él había anticipado.
—No, no lo es —asintió él estudiándolo—, es como la miel, o el pelaje de los zorros.
____ se sonrojó. Aquello había sonado extrañamente poético, y no le gustó nada el cosquilleo que la recorrió por dentro al oírlo. Miró su reloj de pulse-ra.
—Discúlpame —le dijo a Nick, poniéndose de pie—. Esta charla es muy interesante, pero tengo que cambiarme.
El ranchero le dedicó una larga mirada.
—¿Vas a algún sitio?
—Pues sí —respondió ella, negándose a decirle dónde ni con quién.Y se fue derecha a la cocina, en busca de Ada.
—Jack quedó en venir a recogerme a las nueve — le recordó a su amiga—.Voy a vestirme.
—De acuerdo. Acabaré con estos platos y me iré a hacerle compañía a Nick—respondió Ada—. ¡Cómo te envidio! —suspiró—. Echo tanto de menos a Marshal cuando está embarcado...
—Venga, anímate —le dijo ____ dándole un abrazo—. Los días pasarán volando, y antes de que te des cuenta estará de regreso, ya lo verás.
—Es verdad, soy una quejica —se rió Ada—. No me hagas caso; vete y diviértete.
____ fue a su dormitorio y, tras mucho dudar, se puso un vestido de fiesta negro conjuntado con accesorios rojos. Se miró al espejo, y arrugó la nariz,crítica como siempre con su reflejo. Se hizo un recogido informal y lo fijó con un pasador de nácar. Se miró otra vez en el espejo y sonrió. Sí, mejor así, ese toque le gustaría a Jack.
Jack Asher era un reportero del New York Times especializado en política. inteligente y divertido. Hacía meses que se conocían, y salían con bastante frecuencia, aunque lo que había entre ellos era más bien platónico porque ella era demasiado independiente y no se sentía preparada para iniciar una relación seria, y él había perdido a su mujer y aún la añoraba.
El timbre de la puerta sonó cuando se estaba dando un poco de brillo en los labios, pero ____ no se preocupó. Ya abriría Ada. Sólo al cabo de un rato recordó que Nick estaba allí también, así que terminó de maquillarse a toda prisa y regresó al salón. A saber lo que ese hombre insufrible sería capaz dedecirle a Jack...Jack estaba de pie en el vestíbulo, hablando con Ada, mientras Nick,despatarrado en el sillón como si fuera el señor de la casa, lo observaba fijamente. Cuando ____ fue junto a su amiga y Jack, éste le dirigió una mirada con la que parecía decirle lo aliviado que estaba de que hubiera aparecido al fin.
—Hola, preciosa —le dijo con una sonrisa algo forzada.Jack era moreno, de ojos castaños, y Nick lo ganaba en altura y musculatura. De hecho, comparándolos, de pronto a _____ Jack se le antojó pálido y poco masculino. Sin embargo, le sonrió, y también a Ada, como si no pasara nada.
—Bueno, yo estoy lista para que nos vayamos, así que... cuando tú quieras.Buenas noches, Ada. Buenas noches, Nick —se despidió también del ranchero, haciéndole un gesto con la cabeza.Pero Nick no le contestó. Seguía con la vista fija en el pobre Jack, los ojos peligrosamente entornados y brillando como plata bruñida mientras fumaba un cigarrillo. Su hermana le hizo un gesto frenético, pero la ignoró también.
—Em... Buenas noches, Ada —se despidió Jack incómodo.Y le pasó el brazo por la cintura a ____ para conducirla fuera.
— ¡Cielos! —exclamó Jack cuando entraron en al ascensor—, por un momentome he sentido como un insecto clavado en una plancha de corcho... ¿Siempre es así, tan poco... comunicativo?
—Oh, es peor, normalmente es «demasiado» comunicativo. Y es horrible,Jack: Ada lo ha invitado a pasar las navidades con nosotras. Bueno, entiendo que le diera pena que estuviese solo en su rancho de Wyoming, sobre todo porque su madre falleció recientemente, pero...
—No te cae bien, ¿eh?
—¿Que si no me cae bien? No lo aguanto... no lo soporto... ¡lo detesto!
Jack se rió.
—Pobre, lo compadezco. Ser odiado por la temible ____ James...
—Es de mí de quien deberías compadecerte: va a vivir una semana en nuestro piso —gimió
—Bueno, siempre puedes venirte a mi apartamento.
_____ se rió, sabiendo que aquella oferta era una broma, como siempre lo había sido entre ellos. No tenían esa clase de relación.
—Pues mira, sí, podría —respondió siguiéndole el juego—. Pero, no sé, ¿qué diría tu madre? ¿No se escandalizaría?
—¿Qué dices?, mi madre te adora —se rió él—. Seguro que se pondría comoloca.— Sólo porque vive a un par de manzanas de tu bloque y podría son sacarme el argumento de mi próxima novela —replicó ella sonriendo.
Fueron al estreno de una esperada obra de teatro para la que Jack había conseguido entradas, y después a tomar una copa en un local donde tocaban música tranquila, donde ____ consiguió convencerlo de que la sacara a bailar.
Eran ya altas horas de la madrugada cuando Jack la llevó a casa.
—Lo he pasado muy bien —le dijo ____ cuando llegaron a la puerta del piso.
—Bueno, ésa era la idea —respondió él con una sonrisa.
—¿Me llamarás pronto?
—En cuanto pueda —prometió él—. Aunque no sé cuándo será eso, porque puede que tenga que volar a Washington para cubrir el escándalo en torno a ese congresista.
—Bueno, pues llámame cuando estés de vuelta, ¿de acuerdo?
—A sus órdenes —respondió él haciendo un saludo militar, y dirigiéndose de espaldas hacia el ascensor—. Buenas noches, ____. Que descanses.
Le guiñó un ojo, entró en el ascensor, y se despidieron con la mano antes de que se cerraran las puertas. Jack siempre era así. Nunca intentaba besarla ni aprovecharse de ella de ninguna manera. De hecho, lo que había entre ellos no era en el fondo más que una excelente amistad, en la que disfrutaban de la compañía del otro. Además, Jack no era todavía capaz de dejar que nadie ocupase el hueco que su esposa había dejado en su corazón, y por eso se sentía cómodo con ____, porque no lo presionaba ni le exigía ninguna clase de compromiso.Tarareando una de las cancioncillas que habían bailado, ____ sacó su llave del bolso y abrió la puerta. Las luces estaban apagadas, así que cerró despacio,e iba a darse la vuelta cuando una voz profunda a sus espaldas hizo que el corazón se le subiera a la garganta:
—¿Siempre sales hasta tan tarde?
____ se giró en redondo, oyó como alguien apretaba el interruptor de la lámpara de pie del rincón, y vio a Nick sentado en el sillón, junto a la ventana, con un vaso de lo que parecía whiskey en su mano.
—Tengo veinticinco años —le recordó, tratando aún de calmar los fuertes latidos de su corazón—; salgo hasta la hora que quiero.
Nick se puso de pie y avanzó despacio hacia ella, con unos andares casi felinos, sosteniéndole la mirada.
—¿Te acuestas con él?
____ lo miró boquiabierta.
—Escucha, lo que haga o deje de hacer con él o con cualquier otro hombrees asunto mío.
Nick apuró el líquido que quedaba en el vaso y lo dejó sobre una mesita alta, junto al teléfono, acortando la poca distancia que había entre ellos hasta que ____ sintió deseos de retroceder.
—¿Qué tal es en la cama? —le preguntó tomándola por los hombros y sosteniéndole la mirada.____ entreabrió los labios.
—Nick...
Las aletas de la nariz del ranchero se ensancharon, y los dedos sobre sus hombros se tensaron.
—Seguro que está blanco como la leche... —farfulló burlón—, como todos los hombres de ciudad.
—Aquí se trabaja en bloques de oficinas; no en las praderas, bajo el sol.
—No, desde luego que no. Aquí faltan árboles, y espacio, y sobra gente. No puedes dar dos pasos sin chocarte con alguien —se quejó Nick—. Yo no podría sobrevivir aquí. Y ahora contéstame: ¿te acuestas con él?
—Eso no es asunto tuyo.
—Es cierto, pero tengo curiosidad por saber... ¿Te hace todas esas cosas que describes en tus libros? — inquirió escrutando su rostro—. ¿Te «desnuda lentamente» para que puedas «sentir cada roce de sus dedos» y...?
— ¡Basta! —exclamó ella azorada, tapándole la boca con la mano.Nick pareció sorprendido por ese inesperado contacto, y tomó sus dedos,apartándolos unos centímetros, y observándolos unos segundos como si no supiera qué hacer con ellos.
—¿Es ese Jack la clase de hombre que te gusta, ______? —inquirió mirándola a los ojos.
—Me... me gustan los periodistas —balbució ella.
—¿Ah, sí? —murmuró Nick, llevándose la mano de ____ a los labios y besándole la palma suave y lentamente, para luego morderle con delicadeza el índice.
—Nick... —jadeó ella nerviosa.El ranchero introdujo en su boca el extremo del dedo, y lo lamió.
—¿Asustada? —inquirió en un susurro—. Dicen que las mujeres sólo se muestran inquietas con los hombres que creen que pueden llegar a conquistarlas...
____ se apartó de él, soltando su mano de un tirón.
— ¡Eso quisieras! —le espetó en una voz agitada que no parecía la suya.Nick se metió las manos en los bolsillos, y se quedó mirándola.
—Creo que eres tú quien lo querrías —replicó—. En fin, nunca se sabe. Quizá un día de éstos te complazca. La verdad es que las vírgenes no me atraen demasiado. En cambio una mujer experimentada me resulta tan... excitante.
____ sintió que las mejillas le ardían, y se giró sobre los talones, yendo hacia el pasillo. Si se quedaba allí un segundo más le daría un puñetazo. Se fue derecha al baño, echó el pestillo, se desnudó y se metió bajo la ducha,abriendo el grifo del agua fría sin preocuparse de que pudiera despertar a Ada. Necesitaba calmarse.
____ apenas pudo dormir aquella noche. Cada vez que cerraba los ojos sentía la presión de los dedos de Nick en sus hombros, el contacto de sus labios contra su mano... ¡Cómo lo odiaba!
A las ocho, incapaz de seguir en la cama, se arrastró hasta la cocina, con su camisón beige de seda bajo el cual se insinuaban las suaves curvas de su cuerpo, y el cabello revuelto cayéndole sobre los hombros.
Llenó la cafetera de agua con un enorme bostezo, colocó el filtro, le echó tres cucharadas de café y la encendió. Mientras se hacía, puso una sartén en el fuego, le echó un chorrito de aceite de oliva, encendió el quemador,echó las tiras de beicon, y fue a la nevera a sacar la leche y los huevos. Se volvió y empujó la puerta del frigorífico con la espalda para cerrarla, y así,apoyada en ella, con un cartón de huevos en una mano y una botella de leche en la otra, la encontró Nick, que entraba en ese momento por la puerta, vestido únicamente con unos pantalones de pijama.Se paró en seco al verla, y se quedó mirándola fijamente. Bueno, en realidad ella tampoco pudo evitar echarle una buena mirada. Era justo como se lo había imaginado sin camisa: endiabladamente sexy. Los músculos de su bronceado tórax se ondularon cuando cerró la puerta de la cocina, y los ojos de ____ siguieron la mata descendente de vello rizado que lo cubría hasta el cinturón, tras el que desaparecía. Sus brazos parecían los de una estatua, y sus hombros eran increíblemente anchos.
—Me he despertado hace un buen rato y he intentado volver a dormirme —le dijo Nick—, pero no había manera, así que al final he pensado que lo mejor sería bajar a tomar una taza de café para despejarme del todo.
—Acabo... acabo de poner la cafetera —balbució ella, despegando con esfuerzo la mirada de su cuerpo de atleta, y dejando sobre la encimera los huevos y la botella de leche—. ¿Por qué no te sientas? Ya casi está.
Nick entornó los ojos.
—¿No irás a echármelo por encima, verdad?
—No me tientes —contestó ella.Mientras abría la alacena para sacar otra taza y otro platillo, Nick tomó asiento, y cuando ____ se volvió para poner las tazas con café en la mesa, se lo encontró mirándola de nuevo, y se puso tan nerviosa que un poco del contenido de una de las tazas se derramó por el platillo.
—¿Y tu? ¿Cómo es que te has levantado tan pronto? —inquirió Nick—. ¿No podías dormir?
—No, es que estoy acostumbrada a levantarme temprano y no consigo deshacerme de ese hábito ni en vacaciones —contestó ella—. Además, por la mañana es cuando mejor estoy.
Una sonrisa maliciosa se dibujó lentamente en los finos labios del ranchero y la miró de arriba abajo.
—Ya se ve.
____ se sonrojó hasta las raíces del cabello, y Nick se echó a reír.
— ¡Me refería a que es cuando me encuentro en mejor forma! —le espetó ella irritada—. Si has acabado de burlarte de mí, ¿por qué no te llevas el café a tu cuarto y te lo tomas allí?
—¿Pretendes que desayune sólo una taza de café? Dime, ¿no es beicon eso que huelo?
— ¡El beicon! —exclamó ____ dando un respingo y volviendo se hacia la sartén.Se había olvidado por completo de que se estaba friendo y decir que se había puesto crujiente era decir poco.
— ¿No vas a revolver también unos huevos? — preguntó Nick con insolencia.
—Pensaba hacerlo, pero creo que a ti te serviré los tuyos crudos —masculló ____.Nick se limitó a reírse, tomando un sorbo de café.
—Me gusta el sushi, y hasta las ostras, pero... ¿huevos crudos? —dijo contrayendo el rostro con asco—. ¿Quieres que prepare algo que hará que te chupes los dedos?
____ enarcó una ceja.
—¿Sabes cocinar?
—No me insultes, por favor —respondió él levantándose y yendo junto a ella—. Dame una sartén, una bolsa de pan de molde, una tarrina de mantequilla, y el azúcar. Ah, y también canela.
— ¿Sueles ir por ahí dándole órdenes a todo el mundo? —farfulló ella lanzándole una mirada irritada antes de ir por lo que le había pedido.
—Soy el dueño de un rancho —contestó Nick mirándola de reojo mientras ponía en la sartén que le tendió ____ un par de cucharadas de mantequilla
—estoy acostumbrado a que me obedezcan. Además, me gustaba más como eran las cosas antiguamente, cuando los hombres cazaban y las mujeres cuidaban de la casa y tenían hijos —añadió, poniendo tres rebanadas de panen la sartén, y espolvo reándolas con canela y azúcar.
— Sabía que eras arrogante, pero no que además tenías una mentalidad prehistórica. Eso era esclavitud. Las amas de casa no eran más que mano de obra gratuita. Al menos hoy día las que lo son, suelen serlo por propia elección.
—Di lo que quieras, pero antes las mujeres eran delicadas y femeninas, y en cambio ahora la mayoría sois cargantes, vais por ahí avasallando, y no hay quien trate con vosotras; sois como caballos salvajes —concluyó dándole la vuelta a las tostadas y echándoles azúcar y canela por el otro lado.
—Mira quien fue a hablar... credulidad.
—Sí, pero yo soy un hombre... —respondió Nick mirándola por encima del hombro.Los ojos de ____ descendieron involuntariamente a su tórax desnudo.
—¿Te has quedado sin palabras para otra réplica?—inquirió burlón.Pero ____ se negó a picar el anzuelo.
—Se te van a quemar las tostadas —le dijo dándose la vuelta y empezando a cascar huevos en un bol.Nick pasó las tostadas a un plato, doradas y con un olor delicioso, y dejó la sartén encendida para ____.
—Me gustan bastante hechos —le dijo mientras ponía el plato con las tostadas en la mesa y se apoyaba en la encimera para verla trabajar.
—Pues a Ada y a mí no —replicó ____. ¿Quién se creía que era?—. Cuando haya acabado puedes batir tú los tuyos y quemarlos si quieres.
Nick se rió, y _____, que esperaba una puya, alzó el rostro sorprendida y giró la cabeza.
—Como una caja de fuegos de artificio... —murmuró él entornando los ojos y observándola fijamente—. ¿Eres igual de explosiva en la cama?
____ apartó la vista, concentrándose en los huevos revueltos.
—¿No quieres... ir a vestirte antes de desayunar?—balbució.Fue un error hacerle esa sugerencia, un terrible error, porque con ello estaba admitiendo que la turbaba verlo desnudo de cintura para arriba. Y por la sonrisa que vio esbozar a aquella bestia arrogante con el rabillo del ojo, estaba claro que él lo había sabido desde el principio. Se alejó de la encimera con pasos lánguidos, y se colocó justo detrás de ella, tan cerca,que _____ podía sentir su calor, y la invadió un angustioso deseo de volverse y acariciar la extensión de su ancho tórax.Las manos de Nick rodearon su cintura, haciéndole dar un respingo, y la atrajeron hacia él de modo que su espalda quedó pegada contra los duros músculos de su pecho y su estómago. El camisón que llevaba puesto era tan fino que era como estar desnuda en sus brazos.De pronto sintió que los dedos del ranchero descendían hacia sus caderas,acariciándolas, y le tembló la mano con la que estaba revolviendo los huevos.
—Nick, no... —susurró en un hilo de voz.Notó el aliento de él en su pelo, y los largos dedos se contrajeron sobre sus caderas, para luego moverse hasta su estómago, provocándole un espasmo nervioso, y haciendo que le flaquearan las rodillas.
— Suelta esa condenada espátula y date la vuelta —le ordenó Nick en un tono que no reconoció.____ estaba temblando como una hoja, y sólo Dios sabe lo que habría pasado si en ese momento no se hubieran oído pasos acercándose a la cocina y un enorme bostezo. Nick se apartó de ella al instante, y al abrirse la puerta apareció Ada.
¿CÓMO va todo por el rancho? —le preguntó Ada a su hermano cuando los tres estuvieron sentados cenando en el comedor.
—Bien, bien —respondió él—. ¿Y tú?, ¿cómo llevas el mes?
—He procurado estar lo más ocupada posible — contestó su hermana—. Me ayuda a no pensar todo el tiempo en mamá.
—Ha descansado, Ada, era lo mejor —le recordó Nick quedamente.
—Lo sé —murmuró ella, pero no pudo evitar que sus ojos se humedecieran—.¿Alguien quiere repetir? Quedan tres porciones.
—Yo no, gracias —respondió ____—. No quiero ponerme más «voluptuosa» de lo que estoy —añadió con una mirada significativa a Nick.
— ¡Qué bobada, pero si tienes una figura estupenda! —replicó Ada—. Anda,toma otro trozo...
—Adelante —la picó Nick.
—¿Y por qué no te la comes tú? —lo desafió ____.
—¿Para que me acuses de engullir como un cerdo? —inquirió él con aire inocente.
—Yo no sería tan desconsiderada como para llamarte cerdo —le respondió ella sonriendo dulcemente.
—Disculpadme —los interrumpió Ada—, pero es Navidad, ¿os acordáis? ¿Losvillancicos, Santa Claus, los besos bajo el muérdago...?
—¿Muérdago? —repitió Nick mirando a ____—. Antes preferiría tomar veneno a tener que besarla a ella debajo del muérdago.
____ lo miró furibunda.
— ¡Lo mismo digo!
—¿No os apetece ver un rato la televisión? —sugirió Ada frenética.Arrastró a su hermano hasta el salón, sentándolo en un sillón, después a _____, haciéndola sentarse en otro, y encendió el televisor.
—Yo recogeré la mesa —le dijo a su amiga—, tú hazle compañía a Nick.
—Gallina —la picó su hermano—: te da miedo quedarte en medio de la línea de fuego.
Pero Ada se limitó a sonreír y salió del salón.Nick se recostó en el asiento y fijó su mirada en la pantalla. Se había quitado la chaqueta y el chaleco, se había enrollado las mangas de la camisa blanca que llevaba, y tenía los primeros botones desabrochados. No llevaba camiseta, y a través de la fina tela se traslucían sus músculos bronceados y una densa mata de vello. Aquella visión turbaba a _____ de tal modo que le pareció que la temperatura en la habitación había subido varios grados, así que rápidamente giró la cabeza hacia el televisor, mientras la voz del hombre del tiempo iba desgranando las previsiones para el día siguiente.
—¿Cómo van tus escritos? —le preguntó de pronto Nick, en un tono extrañamente familiar.
—No me va mal, gracias —contestó ella sucintamente.
—¿De qué trata la próxima novela que vas a publicar?
_____tragó saliva. Era más que obvio que Ada le había contado algo
—Pues... va a ser otra novela histórica.
—¿Sobre...?
____ se aclaró la garganta.
—Wyoming —farfulló en un tono casi inaudible.
—¿Perdón?
_____ apretó los labios irritada.
—Sobre Wyoming —dijo un poco más alto.
—Hmm... Una novela histórica sobre Wyoming. Bien, bien... ¿Y ya has empezado a recopilar información?
____ lo miró recelosa.
—¿A qué te refieres?
—Pues a información sobre datos históricos de Wyoming, claro está —aclaró él inocentemente—. Porque imagino que tendrás que mencionar aspectos de la cría de ganado, por ejemplo.
—Sí —contestó ella a regañadientes.
—¿Y qué sabe una chica de ciudad de eso? —le preguntó Nick burlón.Ella le lanzó una mirada furiosa.
—He estado en un rancho.
—Cierto, en el mío —murmuró Nick, observándola con ese aire de superioridad que ella detestaba—.Bueno, al menos tienes algo por donde empezar; en Charleston desde luego no hay muchos ranchos. Porque creo recordar que pasaste tu infancia allí, ¿no?
—Puede que no tengamos ranchos en Charleston, pero sí buena gente —replicó ella—. Gente educada y...
Nick enarcó las cejas.
—No tienes por qué ponerte a la defensiva —le dijo cortándola—. Me gusta Charleston, y mi abuela materna era de allí.
____ lo miró fijamente.
—¿Ah, sí? —inquirió en un tono frío.
—Sí, y era pelirroja como tú —añadió Nick, esperando que saltara.
—Mi cabello no es pelirrojo —replicó ____, como él había anticipado.
—No, no lo es —asintió él estudiándolo—, es como la miel, o el pelaje de los zorros.
____ se sonrojó. Aquello había sonado extrañamente poético, y no le gustó nada el cosquilleo que la recorrió por dentro al oírlo. Miró su reloj de pulse-ra.
—Discúlpame —le dijo a Nick, poniéndose de pie—. Esta charla es muy interesante, pero tengo que cambiarme.
El ranchero le dedicó una larga mirada.
—¿Vas a algún sitio?
—Pues sí —respondió ella, negándose a decirle dónde ni con quién.Y se fue derecha a la cocina, en busca de Ada.
—Jack quedó en venir a recogerme a las nueve — le recordó a su amiga—.Voy a vestirme.
—De acuerdo. Acabaré con estos platos y me iré a hacerle compañía a Nick—respondió Ada—. ¡Cómo te envidio! —suspiró—. Echo tanto de menos a Marshal cuando está embarcado...
—Venga, anímate —le dijo ____ dándole un abrazo—. Los días pasarán volando, y antes de que te des cuenta estará de regreso, ya lo verás.
—Es verdad, soy una quejica —se rió Ada—. No me hagas caso; vete y diviértete.
____ fue a su dormitorio y, tras mucho dudar, se puso un vestido de fiesta negro conjuntado con accesorios rojos. Se miró al espejo, y arrugó la nariz,crítica como siempre con su reflejo. Se hizo un recogido informal y lo fijó con un pasador de nácar. Se miró otra vez en el espejo y sonrió. Sí, mejor así, ese toque le gustaría a Jack.
Jack Asher era un reportero del New York Times especializado en política. inteligente y divertido. Hacía meses que se conocían, y salían con bastante frecuencia, aunque lo que había entre ellos era más bien platónico porque ella era demasiado independiente y no se sentía preparada para iniciar una relación seria, y él había perdido a su mujer y aún la añoraba.
El timbre de la puerta sonó cuando se estaba dando un poco de brillo en los labios, pero ____ no se preocupó. Ya abriría Ada. Sólo al cabo de un rato recordó que Nick estaba allí también, así que terminó de maquillarse a toda prisa y regresó al salón. A saber lo que ese hombre insufrible sería capaz dedecirle a Jack...Jack estaba de pie en el vestíbulo, hablando con Ada, mientras Nick,despatarrado en el sillón como si fuera el señor de la casa, lo observaba fijamente. Cuando ____ fue junto a su amiga y Jack, éste le dirigió una mirada con la que parecía decirle lo aliviado que estaba de que hubiera aparecido al fin.
—Hola, preciosa —le dijo con una sonrisa algo forzada.Jack era moreno, de ojos castaños, y Nick lo ganaba en altura y musculatura. De hecho, comparándolos, de pronto a _____ Jack se le antojó pálido y poco masculino. Sin embargo, le sonrió, y también a Ada, como si no pasara nada.
—Bueno, yo estoy lista para que nos vayamos, así que... cuando tú quieras.Buenas noches, Ada. Buenas noches, Nick —se despidió también del ranchero, haciéndole un gesto con la cabeza.Pero Nick no le contestó. Seguía con la vista fija en el pobre Jack, los ojos peligrosamente entornados y brillando como plata bruñida mientras fumaba un cigarrillo. Su hermana le hizo un gesto frenético, pero la ignoró también.
—Em... Buenas noches, Ada —se despidió Jack incómodo.Y le pasó el brazo por la cintura a ____ para conducirla fuera.
— ¡Cielos! —exclamó Jack cuando entraron en al ascensor—, por un momentome he sentido como un insecto clavado en una plancha de corcho... ¿Siempre es así, tan poco... comunicativo?
—Oh, es peor, normalmente es «demasiado» comunicativo. Y es horrible,Jack: Ada lo ha invitado a pasar las navidades con nosotras. Bueno, entiendo que le diera pena que estuviese solo en su rancho de Wyoming, sobre todo porque su madre falleció recientemente, pero...
—No te cae bien, ¿eh?
—¿Que si no me cae bien? No lo aguanto... no lo soporto... ¡lo detesto!
Jack se rió.
—Pobre, lo compadezco. Ser odiado por la temible ____ James...
—Es de mí de quien deberías compadecerte: va a vivir una semana en nuestro piso —gimió
—Bueno, siempre puedes venirte a mi apartamento.
_____ se rió, sabiendo que aquella oferta era una broma, como siempre lo había sido entre ellos. No tenían esa clase de relación.
—Pues mira, sí, podría —respondió siguiéndole el juego—. Pero, no sé, ¿qué diría tu madre? ¿No se escandalizaría?
—¿Qué dices?, mi madre te adora —se rió él—. Seguro que se pondría comoloca.— Sólo porque vive a un par de manzanas de tu bloque y podría son sacarme el argumento de mi próxima novela —replicó ella sonriendo.
Fueron al estreno de una esperada obra de teatro para la que Jack había conseguido entradas, y después a tomar una copa en un local donde tocaban música tranquila, donde ____ consiguió convencerlo de que la sacara a bailar.
Eran ya altas horas de la madrugada cuando Jack la llevó a casa.
—Lo he pasado muy bien —le dijo ____ cuando llegaron a la puerta del piso.
—Bueno, ésa era la idea —respondió él con una sonrisa.
—¿Me llamarás pronto?
—En cuanto pueda —prometió él—. Aunque no sé cuándo será eso, porque puede que tenga que volar a Washington para cubrir el escándalo en torno a ese congresista.
—Bueno, pues llámame cuando estés de vuelta, ¿de acuerdo?
—A sus órdenes —respondió él haciendo un saludo militar, y dirigiéndose de espaldas hacia el ascensor—. Buenas noches, ____. Que descanses.
Le guiñó un ojo, entró en el ascensor, y se despidieron con la mano antes de que se cerraran las puertas. Jack siempre era así. Nunca intentaba besarla ni aprovecharse de ella de ninguna manera. De hecho, lo que había entre ellos no era en el fondo más que una excelente amistad, en la que disfrutaban de la compañía del otro. Además, Jack no era todavía capaz de dejar que nadie ocupase el hueco que su esposa había dejado en su corazón, y por eso se sentía cómodo con ____, porque no lo presionaba ni le exigía ninguna clase de compromiso.Tarareando una de las cancioncillas que habían bailado, ____ sacó su llave del bolso y abrió la puerta. Las luces estaban apagadas, así que cerró despacio,e iba a darse la vuelta cuando una voz profunda a sus espaldas hizo que el corazón se le subiera a la garganta:
—¿Siempre sales hasta tan tarde?
____ se giró en redondo, oyó como alguien apretaba el interruptor de la lámpara de pie del rincón, y vio a Nick sentado en el sillón, junto a la ventana, con un vaso de lo que parecía whiskey en su mano.
—Tengo veinticinco años —le recordó, tratando aún de calmar los fuertes latidos de su corazón—; salgo hasta la hora que quiero.
Nick se puso de pie y avanzó despacio hacia ella, con unos andares casi felinos, sosteniéndole la mirada.
—¿Te acuestas con él?
____ lo miró boquiabierta.
—Escucha, lo que haga o deje de hacer con él o con cualquier otro hombrees asunto mío.
Nick apuró el líquido que quedaba en el vaso y lo dejó sobre una mesita alta, junto al teléfono, acortando la poca distancia que había entre ellos hasta que ____ sintió deseos de retroceder.
—¿Qué tal es en la cama? —le preguntó tomándola por los hombros y sosteniéndole la mirada.____ entreabrió los labios.
—Nick...
Las aletas de la nariz del ranchero se ensancharon, y los dedos sobre sus hombros se tensaron.
—Seguro que está blanco como la leche... —farfulló burlón—, como todos los hombres de ciudad.
—Aquí se trabaja en bloques de oficinas; no en las praderas, bajo el sol.
—No, desde luego que no. Aquí faltan árboles, y espacio, y sobra gente. No puedes dar dos pasos sin chocarte con alguien —se quejó Nick—. Yo no podría sobrevivir aquí. Y ahora contéstame: ¿te acuestas con él?
—Eso no es asunto tuyo.
—Es cierto, pero tengo curiosidad por saber... ¿Te hace todas esas cosas que describes en tus libros? — inquirió escrutando su rostro—. ¿Te «desnuda lentamente» para que puedas «sentir cada roce de sus dedos» y...?
— ¡Basta! —exclamó ella azorada, tapándole la boca con la mano.Nick pareció sorprendido por ese inesperado contacto, y tomó sus dedos,apartándolos unos centímetros, y observándolos unos segundos como si no supiera qué hacer con ellos.
—¿Es ese Jack la clase de hombre que te gusta, ______? —inquirió mirándola a los ojos.
—Me... me gustan los periodistas —balbució ella.
—¿Ah, sí? —murmuró Nick, llevándose la mano de ____ a los labios y besándole la palma suave y lentamente, para luego morderle con delicadeza el índice.
—Nick... —jadeó ella nerviosa.El ranchero introdujo en su boca el extremo del dedo, y lo lamió.
—¿Asustada? —inquirió en un susurro—. Dicen que las mujeres sólo se muestran inquietas con los hombres que creen que pueden llegar a conquistarlas...
____ se apartó de él, soltando su mano de un tirón.
— ¡Eso quisieras! —le espetó en una voz agitada que no parecía la suya.Nick se metió las manos en los bolsillos, y se quedó mirándola.
—Creo que eres tú quien lo querrías —replicó—. En fin, nunca se sabe. Quizá un día de éstos te complazca. La verdad es que las vírgenes no me atraen demasiado. En cambio una mujer experimentada me resulta tan... excitante.
____ sintió que las mejillas le ardían, y se giró sobre los talones, yendo hacia el pasillo. Si se quedaba allí un segundo más le daría un puñetazo. Se fue derecha al baño, echó el pestillo, se desnudó y se metió bajo la ducha,abriendo el grifo del agua fría sin preocuparse de que pudiera despertar a Ada. Necesitaba calmarse.
____ apenas pudo dormir aquella noche. Cada vez que cerraba los ojos sentía la presión de los dedos de Nick en sus hombros, el contacto de sus labios contra su mano... ¡Cómo lo odiaba!
A las ocho, incapaz de seguir en la cama, se arrastró hasta la cocina, con su camisón beige de seda bajo el cual se insinuaban las suaves curvas de su cuerpo, y el cabello revuelto cayéndole sobre los hombros.
Llenó la cafetera de agua con un enorme bostezo, colocó el filtro, le echó tres cucharadas de café y la encendió. Mientras se hacía, puso una sartén en el fuego, le echó un chorrito de aceite de oliva, encendió el quemador,echó las tiras de beicon, y fue a la nevera a sacar la leche y los huevos. Se volvió y empujó la puerta del frigorífico con la espalda para cerrarla, y así,apoyada en ella, con un cartón de huevos en una mano y una botella de leche en la otra, la encontró Nick, que entraba en ese momento por la puerta, vestido únicamente con unos pantalones de pijama.Se paró en seco al verla, y se quedó mirándola fijamente. Bueno, en realidad ella tampoco pudo evitar echarle una buena mirada. Era justo como se lo había imaginado sin camisa: endiabladamente sexy. Los músculos de su bronceado tórax se ondularon cuando cerró la puerta de la cocina, y los ojos de ____ siguieron la mata descendente de vello rizado que lo cubría hasta el cinturón, tras el que desaparecía. Sus brazos parecían los de una estatua, y sus hombros eran increíblemente anchos.
—Me he despertado hace un buen rato y he intentado volver a dormirme —le dijo Nick—, pero no había manera, así que al final he pensado que lo mejor sería bajar a tomar una taza de café para despejarme del todo.
—Acabo... acabo de poner la cafetera —balbució ella, despegando con esfuerzo la mirada de su cuerpo de atleta, y dejando sobre la encimera los huevos y la botella de leche—. ¿Por qué no te sientas? Ya casi está.
Nick entornó los ojos.
—¿No irás a echármelo por encima, verdad?
—No me tientes —contestó ella.Mientras abría la alacena para sacar otra taza y otro platillo, Nick tomó asiento, y cuando ____ se volvió para poner las tazas con café en la mesa, se lo encontró mirándola de nuevo, y se puso tan nerviosa que un poco del contenido de una de las tazas se derramó por el platillo.
—¿Y tu? ¿Cómo es que te has levantado tan pronto? —inquirió Nick—. ¿No podías dormir?
—No, es que estoy acostumbrada a levantarme temprano y no consigo deshacerme de ese hábito ni en vacaciones —contestó ella—. Además, por la mañana es cuando mejor estoy.
Una sonrisa maliciosa se dibujó lentamente en los finos labios del ranchero y la miró de arriba abajo.
—Ya se ve.
____ se sonrojó hasta las raíces del cabello, y Nick se echó a reír.
— ¡Me refería a que es cuando me encuentro en mejor forma! —le espetó ella irritada—. Si has acabado de burlarte de mí, ¿por qué no te llevas el café a tu cuarto y te lo tomas allí?
—¿Pretendes que desayune sólo una taza de café? Dime, ¿no es beicon eso que huelo?
— ¡El beicon! —exclamó ____ dando un respingo y volviendo se hacia la sartén.Se había olvidado por completo de que se estaba friendo y decir que se había puesto crujiente era decir poco.
— ¿No vas a revolver también unos huevos? — preguntó Nick con insolencia.
—Pensaba hacerlo, pero creo que a ti te serviré los tuyos crudos —masculló ____.Nick se limitó a reírse, tomando un sorbo de café.
—Me gusta el sushi, y hasta las ostras, pero... ¿huevos crudos? —dijo contrayendo el rostro con asco—. ¿Quieres que prepare algo que hará que te chupes los dedos?
____ enarcó una ceja.
—¿Sabes cocinar?
—No me insultes, por favor —respondió él levantándose y yendo junto a ella—. Dame una sartén, una bolsa de pan de molde, una tarrina de mantequilla, y el azúcar. Ah, y también canela.
— ¿Sueles ir por ahí dándole órdenes a todo el mundo? —farfulló ella lanzándole una mirada irritada antes de ir por lo que le había pedido.
—Soy el dueño de un rancho —contestó Nick mirándola de reojo mientras ponía en la sartén que le tendió ____ un par de cucharadas de mantequilla
—estoy acostumbrado a que me obedezcan. Además, me gustaba más como eran las cosas antiguamente, cuando los hombres cazaban y las mujeres cuidaban de la casa y tenían hijos —añadió, poniendo tres rebanadas de panen la sartén, y espolvo reándolas con canela y azúcar.
— Sabía que eras arrogante, pero no que además tenías una mentalidad prehistórica. Eso era esclavitud. Las amas de casa no eran más que mano de obra gratuita. Al menos hoy día las que lo son, suelen serlo por propia elección.
—Di lo que quieras, pero antes las mujeres eran delicadas y femeninas, y en cambio ahora la mayoría sois cargantes, vais por ahí avasallando, y no hay quien trate con vosotras; sois como caballos salvajes —concluyó dándole la vuelta a las tostadas y echándoles azúcar y canela por el otro lado.
—Mira quien fue a hablar... credulidad.
—Sí, pero yo soy un hombre... —respondió Nick mirándola por encima del hombro.Los ojos de ____ descendieron involuntariamente a su tórax desnudo.
—¿Te has quedado sin palabras para otra réplica?—inquirió burlón.Pero ____ se negó a picar el anzuelo.
—Se te van a quemar las tostadas —le dijo dándose la vuelta y empezando a cascar huevos en un bol.Nick pasó las tostadas a un plato, doradas y con un olor delicioso, y dejó la sartén encendida para ____.
—Me gustan bastante hechos —le dijo mientras ponía el plato con las tostadas en la mesa y se apoyaba en la encimera para verla trabajar.
—Pues a Ada y a mí no —replicó ____. ¿Quién se creía que era?—. Cuando haya acabado puedes batir tú los tuyos y quemarlos si quieres.
Nick se rió, y _____, que esperaba una puya, alzó el rostro sorprendida y giró la cabeza.
—Como una caja de fuegos de artificio... —murmuró él entornando los ojos y observándola fijamente—. ¿Eres igual de explosiva en la cama?
____ apartó la vista, concentrándose en los huevos revueltos.
—¿No quieres... ir a vestirte antes de desayunar?—balbució.Fue un error hacerle esa sugerencia, un terrible error, porque con ello estaba admitiendo que la turbaba verlo desnudo de cintura para arriba. Y por la sonrisa que vio esbozar a aquella bestia arrogante con el rabillo del ojo, estaba claro que él lo había sabido desde el principio. Se alejó de la encimera con pasos lánguidos, y se colocó justo detrás de ella, tan cerca,que _____ podía sentir su calor, y la invadió un angustioso deseo de volverse y acariciar la extensión de su ancho tórax.Las manos de Nick rodearon su cintura, haciéndole dar un respingo, y la atrajeron hacia él de modo que su espalda quedó pegada contra los duros músculos de su pecho y su estómago. El camisón que llevaba puesto era tan fino que era como estar desnuda en sus brazos.De pronto sintió que los dedos del ranchero descendían hacia sus caderas,acariciándolas, y le tembló la mano con la que estaba revolviendo los huevos.
—Nick, no... —susurró en un hilo de voz.Notó el aliento de él en su pelo, y los largos dedos se contrajeron sobre sus caderas, para luego moverse hasta su estómago, provocándole un espasmo nervioso, y haciendo que le flaquearan las rodillas.
— Suelta esa condenada espátula y date la vuelta —le ordenó Nick en un tono que no reconoció.____ estaba temblando como una hoja, y sólo Dios sabe lo que habría pasado si en ese momento no se hubieran oído pasos acercándose a la cocina y un enorme bostezo. Nick se apartó de ella al instante, y al abrirse la puerta apareció Ada.
MeliGarcia
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA Estúpido y Sensual Nick ¬¬ laksjdakjsdnkjas Amee El Cap!! ksmldkalskd xDD :D Amoo la Nove!!! Seguila Prontoo Porfiis!! :D
Invitado
Invitado
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
Hola! :)
Bueno definitivamente a ti te encanta dejarme con el alma
en un hilo right! (? :|
Estos dos van a ser dinamita pura! ooooooooh sii!
Esperando el siguiente capitulo!
XOXO
Bueno definitivamente a ti te encanta dejarme con el alma
en un hilo right! (? :|
Estos dos van a ser dinamita pura! ooooooooh sii!
Esperando el siguiente capitulo!
XOXO
HeyItsLupitaNJ
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
Wooooooooow :arre: SIGUEEEEEEEEEEE
Seeyouinanotherlife
Re: Corazón Indomable - Nick&Tu (adaptacion)Terminada.
por fa siguela
quiero mas capitulos
adoro esta nove sigueeeeeeeeeee ya
estoy desesperada x los otros capítulos
quiero mas capitulos
adoro esta nove sigueeeeeeeeeee ya
estoy desesperada x los otros capítulos
ElitzJb
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