Summer is not Spring (Harry Styles y Tú)

Sus ojos desbordaban confusión, más bien ni yo sabía por qué se encontraba fuera de mi casa en ese momento.
— ¿Por qué diablos estás aquí? — Dio un pequeño salto y miró hacia ambos lados cerciorándose de que nadie la observaba. — ¿Me vas a responder o no, preciosa?
— Cállate, Styles. — Dijo en el momento en que me empujaba dentro y cerraba la puerta rápidamente.
Sonreí pervertidamente al notar lo cerca de mí que se encontraba, no podía negar que tenía lindo cuerpo y que su cabello largo lograba acentuarla más a su figura, pero también no podía negar que era una arpía debajo de esa máscara.
— ¿Quieres raptarme, querida? — Su fruncido ceño apareció y yo reí separándome rápidamente antes de arrepentirme de decirle eso. — Vale, vale. ¿Quieres tener paz por un momento?
Estiré mi mano hacia ella y dudosamente la aceptó.
— Entonces… Ésta es tu casa. — Afirmó dándose espacio para entrar a lo que se hacía llamar mi “hogar”.
— Si, adelante. No importa, puedes pasar. — Dije con sarcasmo en el momento en que llegaba a la cocina.
— Harías lo mismo si entrases a la mía, admítelo. — Me dirigió una fría mirada y la devolvió al fregadero. — Si que tienes problemas de higiene, ¿No? Alguien debería limpiar todo esto.
— ¿Te estás ofreciendo, preciosa? — Sonreí de lado mientras me apoyaba en el mesón con un codo mirándola enojarse.
Creo eso era un poco de lo que me gustaba de su personalidad, que se enojaba por todo.
— Estás loco.
— Tú también.
— En tus sueños, Styles.
— Y en los tuyos, Mason.
Sonrió, por unos instantes pero lo hizo. Tal vez la noche la hacía cambiar de personalidad como a los hombres lobo con la luna llena.
— No lo entiendo, dijiste que me alejara de ti, sin embargo, tú sola llegaste a mi casa. — La apunté mientras caminaba alrededor de un gran librero y volteó su mirada hacia mí.
— ¡Es verdad! — Dijo sorprendida y yo reí por lo bajo mientras buscaba algo en su bolso. — Zayn me pidió que te entregase este sobre, dijo algo de que lo necesitarías hoy.
Levantó una paqueña carta y por el tamaño ya sabía qué era lo que intentaba decirme Malik “La tienes para ti, tómala ya”.
Dentro de ella debía estar un preservativo de seguro, Zayn sabía cuando había oportunidades y cuando no.
Pero esta vez no lo era.
Menos con ella.
— ¿No la abrirás? — Preguntó dudosa apuntando el sobre. — Dijo que era importante.
— Dime una cosa, ¿Qué es lo que piensas al ver el tamaño de esta cosa? — Se lo volví a entregar arrojándoselo a sus manos.
— ¿Qué… es lo que pienso…? — Observó detalladamente el papel y cuando al fin entendió sus mejillas enrojecieron. — ¿¡Qué!? ¡Eso es imposible!
Reí ante aquel comentario tan inocente, ¿Cómo no se le ocurrió al ser tan pequeño? ¿Qué pensó que era? ¿Un auto?
— Cállate, Styles. — Desvió su mirada avergonzada mientras se sentaba en uno de lo sillones y yo me acercaba a sentarme a su lado y dejaba de reír.
— Para que veas que Zayn Malik no es tan dulce como piensas que es. — Su mirada seguía ignorándome, pero al alcanzar el sobre entre sus manos se volteó alerta.
— ¿Qué haces?
— ¿No quieres usarlo? — Sus mejillas ardieron más que nunca y se levantó furiosa. — Que mal pensada eres, Mason. Solo preguntaba si querías usar el baño, ya que te mueves demasiado.
Sus ojos sacaban chispas, estaba por comenzar a gustarme esto de molestarla para ver cuántas expresiones podía cambiar en un minuto.
Pero también era peligroso.
— Styles… — Resfregó mi apellido mientras lo pronunciaba y en ese momento más que nunca quise realizar el pedido de Zayn, pero al parecer mi caballero despertó.
— Harry — Le ofrecí. — Dime Harry. Styles es muy… formal.
Su enojo desapareció y sus ojos se abrieron asombrados, volvió a sentarse a mi lado y me acercó su mano.
— Creo que no nos presentamos en una muy buena manera. — Su sonrisa apareció y sentí un salto en el pecho, como si… No, no me sucedía nada. — Soy ____(tn) Mason, pero puedes llamarme ____(tn).
Una sonrisa apareció en mi rostro también y estreché su mano. El calor invadió mi frialdad mientras las sosteníamos, tanto así que no calculé el tiempo en que seguí teniéndola entre la mía.
— Ya puedes soltarme. — Dijo nerviosa cuando soltó el agarre.
Rió por lo bajo y se levantó para dirigirse a la salida seguida por mí.
— Oh, casi lo olvido. Cuando nos encontremos en el instituto, por favor haz como si esto no hubiese pasado. — Ahora me tocaba a mí la sorpresa, ¿Qué acababa de decir? — No te sorprendas, hay… cosas secretas que no quieres saber.
Sabe muy bien lo que pienso, pero mientras más secretos es mayor la curiosidad, ¿no?
— ¿Y si las quiero escuchar? — Negó con la cabeza y salió por la puerta después de voltear a despedirse.
— No debes saberlas, Harry. — Estiró otra vez su mano para marcharse y la sostuve sin ganas.
¿No podía acaso despedirse con un abrazo o algo? Solo se limitaba a saludar con cortesía de principiantes, eso era de niños.
Cuando entró a la casa de Liam toda la mía volvió a quedar en silencio, la cocina con rastros de pasos debido al desuso y yo con un gran sentimiento de angustia…
Mierda, Styles. Solo fue una visita.

Ya han pasado varios días desde que me dejó viéndola entrar a la casa de Liam, días en que me la topo en el pasillo, en la biblioteca, en el salón frente a disertaciones… pero nada más que eso.
Liam hablaba con el par de estúpidos siempre de ella, me estaban fastidiando de tantos halagos que recibía y yo solo escuchaba o mejor dicho, intentaba parecer interesado en sus conversaciones.
Creo que no fue hasta la siguiente semana en el horario de Deportes, que pude volver a mi rutinaria vida llena de chicas. Porque Harry Styles no era solo una cara bonita, también buscaba cuerpos con los que deshacerse del estrés hormonal que tenía “en medio”, y junto a Zayn logramos quedar con un par de chicas para el viernes en la noche.
— ¡El gran Harold ha regresado! — Gritó Malik desde el asiento del piloto. — ¿Cuántas noches has quedado sin moverte en la cama?
— Cállate. Sabes muy bien que los primeros días soy así. — Bufé asesinándolo con la mirada. — Además, ¿Tú que has hecho? También se te ha visto cambiado en tus relaciones de un día.
Zayn rió gustoso y el semáforo marcó rojo. Él solo volteó su torso para mirarme y sonrió de oreja a oreja.
— No me conoces muy bien al parecer, Hazza. — Dijo mientras sacaba su lengua y volvía a su posición esperando partir. — Puede que haya encontrado a alguien interesante…
¿Interesante? ¿Zayn Malik? ¡Ni en mis pesadillas!
Soltó una carcajada y el verde apareció para seguir el camino, ¿Qué le sucedía a este mundo?
— Deberías verte la cara, Styles. Parece como si hubieses visto un fantasma. — Rió.
No volvió a hablar del tema durante el resto del día. A veces desconocía su lado bromista, pero debo admitir que caí en el juego totalmente.
Cuando llegamos, Zayn apagó el motor y sacó su celular. Yo aguardé en la parte trasera mientras observaba el local por la ventana.
Era un pub con grandes carteles luminosos, creo que había ingresado alguna vez pero todo estaba cambiado.
Chicas saliendo de él apenas sosteniéndose en pie, junto con hombres mayores o de sus edades intentando tener una noche divertida, y dos grandes porteros vestidos de negro con lentes oscuros resguardando la entrada.
Nadie entraría ahí y saldría sin alcohol para contarlo.
— ¿Listo? — Apuntó Zayn cuando terminó de hablar por su celular. — Las chicas nos están esperando dentro.
— No es necesario explicar algo tan obvio, Malik.
Sonrió y bajamos del auto.
— Solo recuerda, si ves que la cosa se pone fea nos encontramos aquí y nos vamos. — Eso estaría bien si es que él cumpliese su promesa. — Aunque no creo que nos ayude el tener solo un transporte.
— Basta, Zayn. A divertirse. — Anuncié con una sonrisa mientras entraba por la puerta principal.
El par que había encontrado Malik no estaban tan mal, más bien, sus cuerpos eran realmente esculturales y sus cabellos teñidos estaban muy bien cuidados.
Comenzamos con las presentaciones, creo que la de Zayn se llamaba Jasmín y mi pareja Susan, pero más de eso no necesitaba saber.
El alcohol llegó a nuestra mesa y empezamos a beber.
Un vaso.
Dos.
Cuatro.
Perdí la cuenta luego del sexto.
La risa contagiosa de Zayn no falló en ningún momento y cuando pensaba que todo estaba perfecto, resultó lo contrario.
Susan tomó mis mejillas y se acercó a besarme con fuerza, no digo que eso me desagradaba pero el deseo de llevármela de ahí se hizo presente, y cuando a duras penas podía mantenerme en pie una voz masculina apareció a nuestro lado junto a otra persona.
— ¿Hazza? — Mierda, Liam siempre aparecía en el momento menos adecuado. — ¿Te encuentras bien?
Lo miré enfadado y posé mi mirada a su acompañante, era una chica de casi su misma altura y con el cabello rubio, la reconocí como su hermana Nicola.
— ¿Qué hacen aquí? — Logré articular mientras Susan se despedía y esquivaba a la multitud para llegar al baño. — ¿No… se suponía que… estarían en tu casa?
Apunté a Payne con un dedo índice. Él solo me miró fastidiado y negó con la cabeza.
— Nicola quería venir, además, ____(tn) vino con ella y querían un guardaespaldas.
¿Mason estaba con ellos?
Miré a su alrededor buscándola pero no encontré ni rastro de su gran cabellera.
— Fue a la barra por unas copas. ¿Cuánto has bebido? — Preguntó Nicola mientras me miraba por completo. — Deberías regresar a casa ahora, Harry.
Negué furioso y retrocedí lentamente, llegando a ver la barra de bebidas al fondo del lugar.
— Iré a fumar un poco. — Mentí, mientras apartaba con mis brazos al gentío que se interponía en mi camino.
Logré agarrarme del mesón justo cuando tropecé con mis propios pies, dejándome en una posición humillante.
— ¿Styles? — La escuché llamándome desde el ruido que me atormentaba la cabeza. — ¿Qué haces aquí?

… 2/2

Volteé mi vista y ahí estaba, con su cabello amarrado en una cola de caballo dejando a la vista su largo cuello, unos zapatos de tacón pocos centímetros elevados del suelo y me detuve en sus piernas, que se veían perfectamente moldeadas por una mini falda que hacía juego con su camisa.
— Te vez hermosa, cariño. — Sonreí de medio lado y la acerqué tomándola de su brazo.
— Styles, estás ebrio. — Dijo intentando zafarse de mi agarre lo que fue imposible. — Suéltame, ahora.
— No lo haré, preciosa. — Volví a sonreír y tomé su cintura con la otra palma resguardada para que no quedase ningún espacio entre nuestros cuerpos.
Sus ojos desbordaban enojo, furia, todo lo que siempre demostraba estando conmigo.
Y eso me estaba por volver loco.
— ¡Suéltame! — Gritó y con su rodilla golpeó la zona menos desprotegida que tenía en ese momento.
Gruñí ahogando un grito en mis adentros, mientras que la soltaba y protegía mi entrepierna de futuros golpes que fuera a darme.
Ella solo frunció su ceño y volvió a tomarme por los hombros para levantar mi braso y sacarme del lugar.
El carro de Zayn aún se encontraba estacionado, eso decía que se la estaba pasando de maravilla dentro mientras yo estaba aquí, a segundos de perder mis herederos por culpa de una loca descerebrada masoquista.
Me apoyó en la puerta del auto y se puso frente a mí para recobrar su respiración.
— Te dije que saldrías lastimado, ¿cierto? — Dijo cuando ordenaba su falda por habérsele subido un poco.
— No hacía falta tanta fuerza, preciosa. — Dije mientras recobraba los sentidos.
— ¿Qué querías? ¿Aceptar el hecho de que estabas a segundos de violarme? — Sentí su reproche más que nunca, no por el hecho de que fuese ella sino que “violar” no estaba en mi diccionario.
— No hubiese sido así… si tú hubieras querido. — Sonreí de lado y ahí estaba, sus mejillas rojas de enfado tal como la otra vez en mi casa. — Perdón, perdón.
Me encantaban sus cambios de humor tan bipolares, parecía que realmente disfrutaba verla de esa manera pero siendo ____(tn) tal vez odiaba ser de tal forma.
— ¿Zayn aún se encuentra en la fiesta? — Preguntó luego al ver que no salía del pub. Yo solo asentí y busqué su mirada desesperadamente, necesitaba verla otra vez posada en la mía.
Hasta que la encontré.
Sus ojos eran tan profundos que no llegaba a razonar bien el sentimiento que me provocaban, tal vez era por los grados de alcohol o algo por el estilo, pero quería mantenerlos siempre presentes a toda hora frente a los míos.
— ¿Te han dicho que tienes lindos ojos, ____(tn)? — Dije sin pensar, lo que al parecer ella notó y un leve sonrojo se asomó por su rostro apartando su mirada.
— Debes de decirlo todas las veces que estás con una chica, Styles.
Ahí estaba, otra vez a la defensiva.
— Te dije que me llamaras Harry. — Revoleé mis ojos tocándome una de las sienes, puesto que el dolor de cabeza estaba comenzando y ella se cruzó de brazos intentando pensar.
Luego de un silencio incómodo alcé la vista y vaya sorpresa, al darme cuenta que solo se encontraba a centímetros de mi rostro.
Sonrió satisfecha y volvió a alejarse de mí manteniendo aún sus labios cerrados, hasta que los abrió solo para afirmar algo que nunca pensé que sucedería.
— Te has sonrojado, Harry.