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"Prohibido" - Joe Jonas y Tu
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
Jajaja me súper re cae Jael ..
Al principio pensé que solo era un nuevo doctor más ..
pero después de :
" déjame decirte que hay varios sitios repugnantes en esta ciudad. Si fuera tú, la mantendría cerca… así la puedes proteger, ¿sabes? " ..
Jajaja ya supe que ni siquiera es un humano Jajaja xD ..
SI-GUE-LAA ! ..
Al principio pensé que solo era un nuevo doctor más ..
pero después de :
" déjame decirte que hay varios sitios repugnantes en esta ciudad. Si fuera tú, la mantendría cerca… así la puedes proteger, ¿sabes? " ..
Jajaja ya supe que ni siquiera es un humano Jajaja xD ..
SI-GUE-LAA ! ..
Jess Jonas ..
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
OMG okeyyy lo bueno ke nadie se enterara ke los kaps fueron por ke te lo rogeee jajajaj perooo me dejasteeee con la cara deee ( O.o keeee ya se acaboooo??? pero yo kiero saber ke pasoo)...... asi me kede jajaj espero la sigas prontisiimo y asi ke esta geniallll <3
MileyCyruZ
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
Capitulo Seis [Primera Parte]
Ellos caminaron en silencio por un momento, y no pudo evitar reflexionar sobre el consejo de Jael. Después de todo, no importa cómo de preocupado había estado tras su pequeño encuentro cuando ellos se habían despertado esa mañana, él todavía no quería perder el terreno que había ganado con ___________. Él quería mantenerla en su vida, no importaba cómo de duro iba a ser ignorar los deseos ilícitos. No se había dado cuenta de cuánto había echado de menos su compañía hasta que ella se había aparecido en su umbral. La idea de perderla de nuevo era funesta. Impensable.Quizás deba llevarle flores. Intentar escaparme de este lugar y llevarla afuera a algún lugar bonito…
Joe sacudió su cabeza. Él no podía hacer nada de eso. ____________ ciertamente sospecharía de su secreto si él empezara a hacer tales estúpidos, románticos gestos. Él tenía que mantener discreción y ser cuidadoso. Si él empezaba a mostrar cómo se sentía por ella, quizás él estuviera más inclinado a actuar en ello, y sería desastroso. Pero entonces ¿qué podía hacer para mostrarle que le importaba? Era un dilema, y Joe pasó el resto del paseo de las rondas de la mañana pensando en ello.
El departamento de antropología en la UFS tenía un excelente departamento, y la Profesora Elloria Dobrev era una de los más distinguidos académicos en su campo. _________ estaba tanto nerviosa como emocionada de conocerla.
Cuando ella vino por primera vez con su alocado plan de empaquetarlo todo y viajar alrededor del país, había estado segura de que no encontraría un lugar en la USF con tan poco aviso. Después de todo, ella aún tenía que ir a través de todo el proceso de aplicación doctoral con ellos. ¿Cuál era la probabilidad de que encontrara un profesor dispuesto a tomar a un estudiante desconocido como AE mientras tanto? Pero intentarlo no dañaba, y para su agraciado asombro, la Profesora Dobrev había estado más que alentada. Ven a tomar algunas clases mientras vas a través del proceso de aplicación, ella le había escrito a __________ en un email. Te haré mi AE personal. Te advierto, sin embargo, que te voy hacer ganar tu permanencia. Puedes enseñar mi terrorífica introducción a las clases de antropología, las cuales están inevitablemente llenas de aburridos estudiantes de primero en busca de créditos fáciles._____________ estaba inquieta por lo de enseñar, pero sabía que lo tendría que hacer tarde o temprano. Se les requería a todos los candidatos al doctorado. Pero ella estaba repleta de emoción por trabajar con una académica de tal renombre.
Nerviosamente alisó su blusa blanca de seda y su arrugada falda gris que se había apañado para rescatarlas de las profundidades de su maleta. Tomar su equipaje a Tampa Internacional le tomó más de lo que había pensado, así que tuvo que darse prisa para prepararse para su primera reunión con su nueva mentora. Bueno, aquí viene nada. Tomando una respiración profunda,llamó a la plana puerta de madera con una placa rectangular en la que se leía, E.
DOBREV, ANTROPOLOGÍA.
—Entra—dijo una firme, segura voz.
— ¿Profesora Dobrev?—____________ metió su cabeza primero, dubitativamente. Sentada frente una mesa larga de madera rebosante de papeles había una esbelta mujer con unos intensos ojos marrones. Ella tenía una pequeña, brillante capa de cabello marrón oscuro y un aire directo sobre ella. Cuando vio a ___________, sus delgados pero bien formados labios se curvaron hacia arriba en una sonrisa de bienvenida.
—Debes de ser ___________. ¡Bienvenida!.
—Gracias. —__________ devolvió la sonrisa y dio un paso adelante, entonces cerró la puerta detrás de ella.
—Ven. —La profesora la hizo señales impacientemente. —Que no te importe el desorden. Simplemente pisa sobre las pilas y toma asiento.
___________ hizo como se le dijo, cuidadosamente escogiendo su camino alrededor de la desorganizada habitación. Había, de hecho, pilas de libros, papeles, y varios artefactos tirados por todo el lugar, como si los contenidos de toda la carrera académica de la Profesora Dobrey hubieran estallado y colocado alrededor de la oficina en pilas aleatorias.
—Muchas gracias por ofrecerme un puesto—dijo ___________, eligiendo el borde de una silla de madera con respaldo derecho a través de la desordenada mesa. —Fue muy amable de su parte darme una oportunidad.
La profesora puso sus elegantes dedos bajo su angulosa barbilla puntiaguda.
—Bueno, pienso que tu record académico habla por sí mismo. Estoy contenta de tenerte. Aparte, esas introducciones para las clases de antropología no se van enseñar por sí mismas.
___________ se río.
—Sé que estaré enseñando, pero espero ayudarle con su investigación también. Pienso que el trabajo que está haciendo sobre folclore religioso es fascinante.
—Sigue. —Dobrev le sonrió. —Los halagos te llevarán a todos lados. ¿Hay alguna área en la que estés interesada?
—Bueno… he leído su trabajo sobre los orígenes de la mitología del ángel en la tradición Islámica. Era excelente pero de alguna forma limitado—__________ se mordió su labio.—Espero que no le importe que diga eso.
—Por supuesto que no. Estaba supuesto para ser limitado. Pero estoy trabajando en un tema más extenso ahora mismo.
—Lo sé—dijo ____________ emocionadamente. —Su próximo análisis comparativo de los mitos de los ángeles a través de la historia, ¿cierto? Estaba esperando ayudarle con algo.
—Estaré más que contenta en ponerte a trabajar en la investigación al final de ella.—Dobrev sonrió.
—Cada cultura y religión tiene su propia idea de qué aspecto tienen los ángeles y lo que hacen, y las ideas siguen cambiando a través de los años. ¿Estás familiarizada con la Jerarquía Celestial?
—Por St. Bonaventure, ¿cierto? En la Edad Media, él clasificó los rangos de los ángeles en tres esferas distinguidas de influencia o ‘coros’: la epifanía, la hiperfanía, y la hipofanía.
La profesora asintió.
—Muy bien. Estoy impresionada. Pero ¿sabías que los coros en las segunda y tercera esferas de la presente lista jerárquica resultan estar unidos en parejas?
— ¿Parejas de ángeles?—Una rápida imagen mental de dos seres con alas estando ante una puerta dorada destelló a través de su mente. ___________ sacudió su cabeza, intentando aclararla. —Uh, no. Nunca lo había oído antes. ¿Están divididos de acuerdo con sus trabajos, por decir algo?
La profesora Dobrev se adelantó.
—Sí, pero no son sólo colegas; son amantes.
____________ alzó una ceja
— ¿Amantes? Pero pensé que la mayoría de las religiones estaban de acuerdo con que los ángeles eran asexuales.
—No del todo. De hecho, hay algunas leyendas que entran en detalle sobre cuán, um, sexualmente activos nuestros amigos alados celestiales podían ser. Espera. —La profesora escarbó bajo la montaña de papeles por un momento, mascullando,—¿Ahora dónde lo puse?—Finalmente sacó un delgado, tomo encuadernado en cuero. El cuero era azul cielo, y alas doradas estaban en relieve en la portada.
—Aquí—dijo ella, entregándoselo a ___________.
—Es hermoso—dijo __________, tomando el libro con cuidado. Parecía bastante antiguo.
—Lo que hay dentro es más interesante que la portada, puedo prometerte eso—dijo Dobrev secamente. — ¿Por qué no te lo llevas a casa y lo estudias? Podemos discutirlo la próxima vez que nos encontremos.
—Oh, pero no quiero llevarme sus materiales de investigación—objetó __________, pero la profesora sacudió su cabeza.
—Vamos, insisto. Considéralo como deberes.
—Bueno, de acuerdo. Muchas gracias. —_________ metió el delgado tomo en su bolso— ¿hay otra cosa que quiera que haga?
—Toneladas. —La profesora sonrió encantadoramente—También tengo un paquete para ti sobre enseñar en esas clases. Cómo quiero que se lleve la calificación y etcétera. Desafortunadamente lo dejé en casa. Así que ¿si pudieras venir mañana para cogerlo…?
—Oh, seguro, sin problema—dijo _________ rápidamente. —La única otra cosa que estoy haciendo es buscar un sitio en donde quedarme. Estoy con mi hermano ahora, pero no sé por cuánto va durar el arreglo.
Dobrev alzó una ceja, una arruga vertical apareció entre sus puntiagudas cejas.
—Hmm. Bueno, te deseo suerte, pero pienso que casi todo cerca del campus está cogido. Escuché que uno de mis alumnos de postgrado decir que el único sitio libre estaba en las casas del campus. Pero a no ser que quieras vivir con los de primero a los que estás enseñando…
____________ no pudo evitar hacer una mueca.
—Ugh, estudiantes universitarios. —Viviendo en el campus con un puñado de alborotados de primero, cuya idea de buen tiempo era fiestas de la fraternidad y competiciones de beer-bong en las horas de la madrugada, no era su idea de diversión.
—Lo sé.—Dobrev hizo tsk en simpatía.—Pero todos fuimos de primero una vez. De tales gusanos bajos finalmente se alzan brillantes mariposas que son tus humildes profesores. —Ella se volvió e hizo un gesto a su estrecha espalda. — ¿Ves mis alas?
Por un segundo, __________ en realidad pensó que ella había visto alas. Unas enormes blancas con plumas elegantes. Entonces parpadeó, y la visión se fue, dejando puntos dorados danzando ante sus ojos como si hubiera estado mirando al sol.
—Hey, ¿estás bien?—la profesora Dobrev la miró con ansiedad. —Tenías la expresión más extraña en tu cara, como si hubieras visto un fantasma.
O quizás un ángel. Pero eso era un pensamiento loco, y ________ lo apartó.
—Uh…—ella se rio débilmente. —Lo siento, sólo acabo de tener un pequeño mareo por un momento. He pillado algo en el avión viniendo hacia aquí. Quizás no estoy completamente recuperada.
Dobrev frunció la ceja.
—Quizás deberías evitar la caza de la casa hoy e ir a casa y tumbarte.
___________ suspiró.
—Quizás. Por lo que está diciendo, no suena como si hubiera mucho disponible de todas formas.
—Me temo que no. —La profesora se sentó de nuevo y la dio una mirada perspicaz. —Lo que debes hacer es dorar la píldora a ese hermano tuyo de forma que te puedas quedar con él. ¿Vive cerca?
—No en realidad. Él es un cirujano en la HGT, así que él vive cerca del hospital, pero es un viaje fácil… una línea recta. Así que no me importa.
—Un doctor, ¿hmm? Bien. Y apuesto que su casa es hermosa… mucho mejor que la que podrías encontrar en el estipendio de EA.
—Es muy bonito—admitió ________. —El dormitorio especialmente…—Ella paró abruptamente, sonrojándose mientras recordaba lo que había pasado entre ella y Joe en su habitación esa mañana. Por alguna razón, casi podía oler la cálida esencia de su piel y sentir la dureza de su plano pecho contra sus pechos desnudos. ¡Dios, tengo que dejar de pensar así! Sólo porque tuve ese sueño loco no significa que deba entretenerme con ese tipo de fantasías. ¿Qué pensaría Joe de mí si lo supiera? —La cocina, quiero decir—ella continuó con confusión. —Quise decir la cocina es muy bonita.
—Oh, ¿cocinas?—Preguntó la profesora Dobrev.
—Uh, sí, lo hago. Mi madre era una excelente cocinera, y ella me enseñó todo lo que sé.
____________ se alivió de que la que profesora no se diera cuenta de su momento de confusión.
—Me encanta cocinar también. Lo encuentro relajante. Trocear verduras, hacer pan… es como el Zen para mí. —Sonrió Dobrev. —Podríamos intercambiar recetas alguna vez. Así que entiendo que ¿estás ansiosa por probar la fabulosa cocina de tu hermano?
—En realidad, lo estoy. —Por supuesto, le cocinaría de cena. Eso le mostraría cómo me siento, cuánto lo aprecio. La mente de ____________ ya estaba corriendo a cientos de millas por segundo, imaginando posibles menús y los ingredientes que necesitaría. Pero aún iré a mirar algunos sitios antes de ir a compra de provisiones, sólo para poder decir que lo hice, ella decidió.
Después de todo, ella no podía contar con una invitación a ser un convidada permanente de Joe. Era mejor prepararse en el caso de que él decidiera que quería volver a cómo las cosas habían estado durante diez años.
—Mejor que te vayas, entonces. —La profesora Dobrev hizo un gesto de ahuyentarla. —No te olvides de ojear el libro. Podemos discutirlo mañana. A la misma hora.
—De acuerdo. Y muchas gracias de nuevo—________ sonrió mientras que tomaba su camino de vuelta a través del laberinto académico de su desordenada oficina y se marchaba.
—Mi placer—gritó Dobrev mientras la puerta se cerraba. —Te veo mañana.
—Esto fue bastante bien, pienso.
—Lo mismo aquí. Y ahora ¿cómo disfrutaste el tiempo que pasaste en tu forma humana?
—Ugh. Fue horrible—El suave sonido de las plumas susurrando.—
Arrastrándome en el suelo como algún tipo de insecto, sin incluso ser capaz de volar…
—Echando de menos tus alas, ¿verdad?
—Por supuesto que lo hago. No sé cómo Micah y Ariel lo pueden soportar.
—Ellos lo pueden soportar porque no lo saben. No es que tú no intentaras darle a Ariel una bonita pista directa
—Oh, lo viste, ¿verdad? Sí, pensé que no dañaría.
—Lo hizo, sin embargo. La hizo marearse. Sabes que tienes que ser cuidadosa. Si sobrecargamos esos débiles cerebros humanos antes de que estén juntos…
—Lo sé. Ellos puede que nunca encuentren su camino de vuelta a sus cuerpos celestiales—Un suspiro. —Es sólo que la guerra se está caldeando. No podemos esperar otros diez años más. Micah y Ariel tienen que encontrarse el uno al otro ahora.
—Sé cómo es la situación, pero tienes que ser cuidadosa de no darle un golpe.
—Lo siento—con remordimiento.—Pero sabes que mi trabajo es más duro que el tuyo. Micah ya desea a Ariel. Ella, por el otro lado, todavía piensa en él como un hermano. Y ese tabú humano es lo que los está manteniendo separados, porque ninguno de los dos tiene ni idea de que Micah fue adoptado.
—Eso no se puede evitar ahora. Todo lo que tienes que hacer es plantar una semilla.
—Ya ha sido plantada, correcta. Ahora sólo tenemos que esperar a que crezca—Un impaciente suspiro.
—Y esperar es la parte más dura. Especialmente con todo el infierno en nuestro umbral.
—No te preocupes. Al final prevaleceremos.
—Espero que tengas razón.
Bueno acá les deje la ultima parte del capitulo 6
Se las deje entera por que le capitulo 7 y 8 son una bomba jaja
Si si , ya llegamos ! Mmm si comentan mucho a la noche les
subo el cap 7 XD
Ellos caminaron en silencio por un momento, y no pudo evitar reflexionar sobre el consejo de Jael. Después de todo, no importa cómo de preocupado había estado tras su pequeño encuentro cuando ellos se habían despertado esa mañana, él todavía no quería perder el terreno que había ganado con ___________. Él quería mantenerla en su vida, no importaba cómo de duro iba a ser ignorar los deseos ilícitos. No se había dado cuenta de cuánto había echado de menos su compañía hasta que ella se había aparecido en su umbral. La idea de perderla de nuevo era funesta. Impensable.Quizás deba llevarle flores. Intentar escaparme de este lugar y llevarla afuera a algún lugar bonito…
Joe sacudió su cabeza. Él no podía hacer nada de eso. ____________ ciertamente sospecharía de su secreto si él empezara a hacer tales estúpidos, románticos gestos. Él tenía que mantener discreción y ser cuidadoso. Si él empezaba a mostrar cómo se sentía por ella, quizás él estuviera más inclinado a actuar en ello, y sería desastroso. Pero entonces ¿qué podía hacer para mostrarle que le importaba? Era un dilema, y Joe pasó el resto del paseo de las rondas de la mañana pensando en ello.
***
El departamento de antropología en la UFS tenía un excelente departamento, y la Profesora Elloria Dobrev era una de los más distinguidos académicos en su campo. _________ estaba tanto nerviosa como emocionada de conocerla.
Cuando ella vino por primera vez con su alocado plan de empaquetarlo todo y viajar alrededor del país, había estado segura de que no encontraría un lugar en la USF con tan poco aviso. Después de todo, ella aún tenía que ir a través de todo el proceso de aplicación doctoral con ellos. ¿Cuál era la probabilidad de que encontrara un profesor dispuesto a tomar a un estudiante desconocido como AE mientras tanto? Pero intentarlo no dañaba, y para su agraciado asombro, la Profesora Dobrev había estado más que alentada. Ven a tomar algunas clases mientras vas a través del proceso de aplicación, ella le había escrito a __________ en un email. Te haré mi AE personal. Te advierto, sin embargo, que te voy hacer ganar tu permanencia. Puedes enseñar mi terrorífica introducción a las clases de antropología, las cuales están inevitablemente llenas de aburridos estudiantes de primero en busca de créditos fáciles._____________ estaba inquieta por lo de enseñar, pero sabía que lo tendría que hacer tarde o temprano. Se les requería a todos los candidatos al doctorado. Pero ella estaba repleta de emoción por trabajar con una académica de tal renombre.
Nerviosamente alisó su blusa blanca de seda y su arrugada falda gris que se había apañado para rescatarlas de las profundidades de su maleta. Tomar su equipaje a Tampa Internacional le tomó más de lo que había pensado, así que tuvo que darse prisa para prepararse para su primera reunión con su nueva mentora. Bueno, aquí viene nada. Tomando una respiración profunda,llamó a la plana puerta de madera con una placa rectangular en la que se leía, E.
DOBREV, ANTROPOLOGÍA.
—Entra—dijo una firme, segura voz.
— ¿Profesora Dobrev?—____________ metió su cabeza primero, dubitativamente. Sentada frente una mesa larga de madera rebosante de papeles había una esbelta mujer con unos intensos ojos marrones. Ella tenía una pequeña, brillante capa de cabello marrón oscuro y un aire directo sobre ella. Cuando vio a ___________, sus delgados pero bien formados labios se curvaron hacia arriba en una sonrisa de bienvenida.
—Debes de ser ___________. ¡Bienvenida!.
—Gracias. —__________ devolvió la sonrisa y dio un paso adelante, entonces cerró la puerta detrás de ella.
—Ven. —La profesora la hizo señales impacientemente. —Que no te importe el desorden. Simplemente pisa sobre las pilas y toma asiento.
___________ hizo como se le dijo, cuidadosamente escogiendo su camino alrededor de la desorganizada habitación. Había, de hecho, pilas de libros, papeles, y varios artefactos tirados por todo el lugar, como si los contenidos de toda la carrera académica de la Profesora Dobrey hubieran estallado y colocado alrededor de la oficina en pilas aleatorias.
—Muchas gracias por ofrecerme un puesto—dijo ___________, eligiendo el borde de una silla de madera con respaldo derecho a través de la desordenada mesa. —Fue muy amable de su parte darme una oportunidad.
La profesora puso sus elegantes dedos bajo su angulosa barbilla puntiaguda.
—Bueno, pienso que tu record académico habla por sí mismo. Estoy contenta de tenerte. Aparte, esas introducciones para las clases de antropología no se van enseñar por sí mismas.
___________ se río.
—Sé que estaré enseñando, pero espero ayudarle con su investigación también. Pienso que el trabajo que está haciendo sobre folclore religioso es fascinante.
—Sigue. —Dobrev le sonrió. —Los halagos te llevarán a todos lados. ¿Hay alguna área en la que estés interesada?
—Bueno… he leído su trabajo sobre los orígenes de la mitología del ángel en la tradición Islámica. Era excelente pero de alguna forma limitado—__________ se mordió su labio.—Espero que no le importe que diga eso.
—Por supuesto que no. Estaba supuesto para ser limitado. Pero estoy trabajando en un tema más extenso ahora mismo.
—Lo sé—dijo ____________ emocionadamente. —Su próximo análisis comparativo de los mitos de los ángeles a través de la historia, ¿cierto? Estaba esperando ayudarle con algo.
—Estaré más que contenta en ponerte a trabajar en la investigación al final de ella.—Dobrev sonrió.
—Cada cultura y religión tiene su propia idea de qué aspecto tienen los ángeles y lo que hacen, y las ideas siguen cambiando a través de los años. ¿Estás familiarizada con la Jerarquía Celestial?
—Por St. Bonaventure, ¿cierto? En la Edad Media, él clasificó los rangos de los ángeles en tres esferas distinguidas de influencia o ‘coros’: la epifanía, la hiperfanía, y la hipofanía.
La profesora asintió.
—Muy bien. Estoy impresionada. Pero ¿sabías que los coros en las segunda y tercera esferas de la presente lista jerárquica resultan estar unidos en parejas?
— ¿Parejas de ángeles?—Una rápida imagen mental de dos seres con alas estando ante una puerta dorada destelló a través de su mente. ___________ sacudió su cabeza, intentando aclararla. —Uh, no. Nunca lo había oído antes. ¿Están divididos de acuerdo con sus trabajos, por decir algo?
La profesora Dobrev se adelantó.
—Sí, pero no son sólo colegas; son amantes.
____________ alzó una ceja
— ¿Amantes? Pero pensé que la mayoría de las religiones estaban de acuerdo con que los ángeles eran asexuales.
—No del todo. De hecho, hay algunas leyendas que entran en detalle sobre cuán, um, sexualmente activos nuestros amigos alados celestiales podían ser. Espera. —La profesora escarbó bajo la montaña de papeles por un momento, mascullando,—¿Ahora dónde lo puse?—Finalmente sacó un delgado, tomo encuadernado en cuero. El cuero era azul cielo, y alas doradas estaban en relieve en la portada.
—Aquí—dijo ella, entregándoselo a ___________.
—Es hermoso—dijo __________, tomando el libro con cuidado. Parecía bastante antiguo.
—Lo que hay dentro es más interesante que la portada, puedo prometerte eso—dijo Dobrev secamente. — ¿Por qué no te lo llevas a casa y lo estudias? Podemos discutirlo la próxima vez que nos encontremos.
—Oh, pero no quiero llevarme sus materiales de investigación—objetó __________, pero la profesora sacudió su cabeza.
—Vamos, insisto. Considéralo como deberes.
—Bueno, de acuerdo. Muchas gracias. —_________ metió el delgado tomo en su bolso— ¿hay otra cosa que quiera que haga?
—Toneladas. —La profesora sonrió encantadoramente—También tengo un paquete para ti sobre enseñar en esas clases. Cómo quiero que se lleve la calificación y etcétera. Desafortunadamente lo dejé en casa. Así que ¿si pudieras venir mañana para cogerlo…?
—Oh, seguro, sin problema—dijo _________ rápidamente. —La única otra cosa que estoy haciendo es buscar un sitio en donde quedarme. Estoy con mi hermano ahora, pero no sé por cuánto va durar el arreglo.
Dobrev alzó una ceja, una arruga vertical apareció entre sus puntiagudas cejas.
—Hmm. Bueno, te deseo suerte, pero pienso que casi todo cerca del campus está cogido. Escuché que uno de mis alumnos de postgrado decir que el único sitio libre estaba en las casas del campus. Pero a no ser que quieras vivir con los de primero a los que estás enseñando…
____________ no pudo evitar hacer una mueca.
—Ugh, estudiantes universitarios. —Viviendo en el campus con un puñado de alborotados de primero, cuya idea de buen tiempo era fiestas de la fraternidad y competiciones de beer-bong en las horas de la madrugada, no era su idea de diversión.
—Lo sé.—Dobrev hizo tsk en simpatía.—Pero todos fuimos de primero una vez. De tales gusanos bajos finalmente se alzan brillantes mariposas que son tus humildes profesores. —Ella se volvió e hizo un gesto a su estrecha espalda. — ¿Ves mis alas?
Por un segundo, __________ en realidad pensó que ella había visto alas. Unas enormes blancas con plumas elegantes. Entonces parpadeó, y la visión se fue, dejando puntos dorados danzando ante sus ojos como si hubiera estado mirando al sol.
—Hey, ¿estás bien?—la profesora Dobrev la miró con ansiedad. —Tenías la expresión más extraña en tu cara, como si hubieras visto un fantasma.
O quizás un ángel. Pero eso era un pensamiento loco, y ________ lo apartó.
—Uh…—ella se rio débilmente. —Lo siento, sólo acabo de tener un pequeño mareo por un momento. He pillado algo en el avión viniendo hacia aquí. Quizás no estoy completamente recuperada.
Dobrev frunció la ceja.
—Quizás deberías evitar la caza de la casa hoy e ir a casa y tumbarte.
___________ suspiró.
—Quizás. Por lo que está diciendo, no suena como si hubiera mucho disponible de todas formas.
—Me temo que no. —La profesora se sentó de nuevo y la dio una mirada perspicaz. —Lo que debes hacer es dorar la píldora a ese hermano tuyo de forma que te puedas quedar con él. ¿Vive cerca?
—No en realidad. Él es un cirujano en la HGT, así que él vive cerca del hospital, pero es un viaje fácil… una línea recta. Así que no me importa.
—Un doctor, ¿hmm? Bien. Y apuesto que su casa es hermosa… mucho mejor que la que podrías encontrar en el estipendio de EA.
—Es muy bonito—admitió ________. —El dormitorio especialmente…—Ella paró abruptamente, sonrojándose mientras recordaba lo que había pasado entre ella y Joe en su habitación esa mañana. Por alguna razón, casi podía oler la cálida esencia de su piel y sentir la dureza de su plano pecho contra sus pechos desnudos. ¡Dios, tengo que dejar de pensar así! Sólo porque tuve ese sueño loco no significa que deba entretenerme con ese tipo de fantasías. ¿Qué pensaría Joe de mí si lo supiera? —La cocina, quiero decir—ella continuó con confusión. —Quise decir la cocina es muy bonita.
—Oh, ¿cocinas?—Preguntó la profesora Dobrev.
—Uh, sí, lo hago. Mi madre era una excelente cocinera, y ella me enseñó todo lo que sé.
____________ se alivió de que la que profesora no se diera cuenta de su momento de confusión.
—Me encanta cocinar también. Lo encuentro relajante. Trocear verduras, hacer pan… es como el Zen para mí. —Sonrió Dobrev. —Podríamos intercambiar recetas alguna vez. Así que entiendo que ¿estás ansiosa por probar la fabulosa cocina de tu hermano?
—En realidad, lo estoy. —Por supuesto, le cocinaría de cena. Eso le mostraría cómo me siento, cuánto lo aprecio. La mente de ____________ ya estaba corriendo a cientos de millas por segundo, imaginando posibles menús y los ingredientes que necesitaría. Pero aún iré a mirar algunos sitios antes de ir a compra de provisiones, sólo para poder decir que lo hice, ella decidió.
Después de todo, ella no podía contar con una invitación a ser un convidada permanente de Joe. Era mejor prepararse en el caso de que él decidiera que quería volver a cómo las cosas habían estado durante diez años.
—Mejor que te vayas, entonces. —La profesora Dobrev hizo un gesto de ahuyentarla. —No te olvides de ojear el libro. Podemos discutirlo mañana. A la misma hora.
—De acuerdo. Y muchas gracias de nuevo—________ sonrió mientras que tomaba su camino de vuelta a través del laberinto académico de su desordenada oficina y se marchaba.
—Mi placer—gritó Dobrev mientras la puerta se cerraba. —Te veo mañana.
—Esto fue bastante bien, pienso.
—Lo mismo aquí. Y ahora ¿cómo disfrutaste el tiempo que pasaste en tu forma humana?
—Ugh. Fue horrible—El suave sonido de las plumas susurrando.—
Arrastrándome en el suelo como algún tipo de insecto, sin incluso ser capaz de volar…
—Echando de menos tus alas, ¿verdad?
—Por supuesto que lo hago. No sé cómo Micah y Ariel lo pueden soportar.
—Ellos lo pueden soportar porque no lo saben. No es que tú no intentaras darle a Ariel una bonita pista directa
—Oh, lo viste, ¿verdad? Sí, pensé que no dañaría.
—Lo hizo, sin embargo. La hizo marearse. Sabes que tienes que ser cuidadosa. Si sobrecargamos esos débiles cerebros humanos antes de que estén juntos…
—Lo sé. Ellos puede que nunca encuentren su camino de vuelta a sus cuerpos celestiales—Un suspiro. —Es sólo que la guerra se está caldeando. No podemos esperar otros diez años más. Micah y Ariel tienen que encontrarse el uno al otro ahora.
—Sé cómo es la situación, pero tienes que ser cuidadosa de no darle un golpe.
—Lo siento—con remordimiento.—Pero sabes que mi trabajo es más duro que el tuyo. Micah ya desea a Ariel. Ella, por el otro lado, todavía piensa en él como un hermano. Y ese tabú humano es lo que los está manteniendo separados, porque ninguno de los dos tiene ni idea de que Micah fue adoptado.
—Eso no se puede evitar ahora. Todo lo que tienes que hacer es plantar una semilla.
—Ya ha sido plantada, correcta. Ahora sólo tenemos que esperar a que crezca—Un impaciente suspiro.
—Y esperar es la parte más dura. Especialmente con todo el infierno en nuestro umbral.
—No te preocupes. Al final prevaleceremos.
—Espero que tengas razón.
Bueno acá les deje la ultima parte del capitulo 6
Se las deje entera por que le capitulo 7 y 8 son una bomba jaja
Si si , ya llegamos ! Mmm si comentan mucho a la noche les
subo el cap 7 XD
# TeamBullshit
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
OMG angeles por todas partess jajajaj eso es hermosooo pero ya kiero ke sepan la vdd jajaj soy una impacientee hablando de pacientee me encantaria ke joe me curara igual jajajajajajajajajja si asi seria la cura buscaria enfermarme todos los dias ñ.ñ hahahahaha siguelaaa HOOOOYYY!!! no mañana ni pasadoo mañana HOYYY somos adictas sin control jajajaj SIGUELAAA PLISSSS
MileyCyruZ
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
ahhh fue muy lindo , una semilla??, nose si sera metafoticamentente, pero me sono a la semillita, que crece en la panza, cuando dos personas hacen algunas cosas, y despues de 9 meses, PUM, viene la cigueña JAJJA ( lo explique inocentemente XD ) .
ahh me encantan los angelitos, son tan tiernos , y concuerdo con los anteriores comentarios, TIENES QUE SEGUIRLA HOY, porque sino no podre dormir, y a la noche estere aburrida, y tendre que robar un banco, y terminare en la carcel. y no podre leer tu novela nunca jamas (como el pais donde vive peter pan )
ahh me encantan los angelitos, son tan tiernos , y concuerdo con los anteriores comentarios, TIENES QUE SEGUIRLA HOY, porque sino no podre dormir, y a la noche estere aburrida, y tendre que robar un banco, y terminare en la carcel. y no podre leer tu novela nunca jamas (como el pais donde vive peter pan )
Lola (la anguila)
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
siguela quiero maaaaaaaaas esta super genial
.
espero con ansias el capitulo 7 y 8 dale colocalo yaaaaaaaa
por favor
.
espero con ansias el capitulo 7 y 8 dale colocalo yaaaaaaaa
por favor
ElitzJb
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
awww me encanto
ya sabia yo que sus ángeles de la guarda estaban detrás de esto
ya quiero que estén juntos
Síguela!!!!!!!!!!!!
ya sabia yo que sus ángeles de la guarda estaban detrás de esto
ya quiero que estén juntos
Síguela!!!!!!!!!!!!
aranzhitha
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
lola_jonatica escribió:ahhh fue muy lindo , una semilla??, nose si sera metafoticamentente, pero me sono a la semillita, que crece en la panza, cuando dos personas hacen algunas cosas, y despues de 9 meses, PUM, viene la cigueña JAJJA ( lo explique inocentemente XD ) .
ahh me encantan los angelitos, son tan tiernos , y concuerdo con los anteriores comentarios, TIENES QUE SEGUIRLA HOY, porque sino no podre dormir, y a la noche estere aburrida, y tendre que robar un banco, y terminare en la carcel. y no podre leer tu novela nunca jamas (como el pais donde vive peter pan )
Jajja quedate tranquila que no vas a tener que robar ningún banco
bueno al menos no por ahora ajja
Yo cuando la leía pensaba lo mismo ... digo lo de la semilla .. me mato
"inocentemente" ajajaja
Después de todo lo que leo , ya no creo que haya cosas que me pudran
mas la cabeza ajja XD
Ya subo cap !
# TeamBullshit
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
Capitulo Siete
Varias horas después, _________ estaba de regreso en el apartamento tipo loft de Joe, sintiéndose desanimada. La búsqueda de un lugar propio había sido un total fracaso. Parecía que casi todo en su rango de precios estaba tomado… todo menos un edificio de apartamentos espeluznante no muy lejos del campus que se veía como un lugar donde Jason de Viernes 13 se sentiría como en casa.
Estaba sucio, ubicado en la planta baja, de un dormitorio, con manchas de agua en el techo y un grifo de baño con goteras. También había trampas de plástico negro para cucarachas en todos los rincones. Pero cuando __________ preguntó por ellas, el propietario, un hombre hosco con un vientre enorme y peludo que caía de su camiseta sucia y alguna vez blanca, había negado tener algún tipo de problema de plagas. Él había fruncido el ceño cuando lo decía, y cerrado sus ojos marrones como ranuras de alcancía que casi se pierden en los pliegues de sus mejillas pastosas. ___________ tenía la impresión que no sería la persona más fácil para alquilar… era tan miserable como el propio apartamento. Sin embargo, dado que no había nada más, suponía que en realidad iba tener que tomarlo. Había conseguido su tarjeta y le prometió volver a llamar en un día o dos.
___________ suspiró. Oh, bueno, tal vez sólo lo alquilaré por un rato, y el próximo semestre encontraré algo más. No puedo hacer nada al respecto ahora, y de todos modos, es hora de empezar a cenar.
Había pasado por una tienda de alimentación camino a casa y consiguió los ingredientes para una ensalada del chef, porque siempre había sido una de las favoritas de Joe, y era fácil de hacer. No le importaba que la preparación fuera algo más elaborada, pero era mejor comer ligero si él iba a llegar a casa tarde y, además, tenía que tener tiempo para estudiar el libro de leyendas de ángeles que la profesora Dobrev le había dado.
Después que todo estuvo picado y enfriándose en la elegante nevera de acero inoxidable, ___________ se dio una ducha rápida y buscó algo más cómodo para cambiarse. Podría haber jurado que había empacado un montón de ropa de cama, pero lo único que pudo encontrar fue una sola braga de encaje negro con una bata a juego. El conjunto era demasiado sexy y se podía ver a través de él para pasearse por toda la casa. Especialmente después del extraño sueño que tuve esta mañana. _________ empujó el perturbador pensamiento y siguió buscando.
¿Dónde estaban los pantalones de chándal y las camisetas de conciertos? Después de revisar su maleta dos veces, decidió que todos estaban probablemente en las cajas que se enviaron desde Sacramento. Al final, tomó otra camiseta blanca de Joe y se la puso con un par de cómodos, viejos y harapientos pantalones cortos de jean que le gustaba usar en la casa. Por qué había guardado eso y no los camisones estaba más allá de ella, pero había estado bastante distraída mientras se estaba preparando para mudarse.
Debatió en ponerse un sujetador debajo de la camiseta, pero el sujetador de encaje blanco con aro que había tenido durante todo el día la había estado lastimando inmisericordemente. _________ se mostró reacia a ponérselo de nuevo. El otro sostén que tenía, el que llevaba puesto cuando llegó por primera vez a la casa de Joe, era negro.
Se iba ver extraño bajo una camiseta blanca, pero qué diablos. No era como si le importara lo que Joe pensara sobre cómo se veía de todos modos… él era su hermano, no su novio.
Por lo tanto, cómoda en su sujetador negro y camiseta blanca, se acomodó en el sofá de cuero negro con el volumen pequeño encuadernado en cuero de mitología de ángeles y se preparó para hacer su tarea.
La mayor parte de las leyendas tenía que ver con la idea de ángeles caídos viniendo a la tierra para tomar esposas humanas. ____________ estaba bastante familiarizada con este concepto, por lo que ojeó mucho hasta que llegó a una sección en la parte central del libro que tenía un marcador rojo de seda entre las páginas.
—La profanación de Illandra. Mmm, interesante.
Al principio pensó que era otra historia de un ángel caído, y comenzaba con un ángel macho y una hembra humana. Pero luego en su lugar resultó ser una historia de hijos de la mujer humana, específicamente de su hija, que había sido engendrada por el ángel. El estilo de escritura la capturó, y después de ojear unos pocos párrafos, _________ estaba enganchada y volvió a leer la leyenda con más cuidado.
Y aconteció que Illandra, que era la hija de una madre humana y un padre celestial, era más hermosa que cualquier otra en la tierra, pues ella brillaba con una luz interior que había heredado de su padre. Todos los jóvenes la deseaban, pero ella no quería saber nada de ellos, jurando que nunca se entregaría hasta que el amor verdadero la encontrara.
Entonces, un día Illandra conoció a un joven llamado Aarón cuando fue a sacar agua del pozo. Aarón era hermoso y bien construido y que sólo viajó a su ciudad para reunirse con su madre, que había sido separada de su padre cuando él era muy joven.Illandra lo amaba, sintiendo una atracción tan intensa, que no pudo contenerse. Había una cabaña abandonada cerca del pozo, y ahí llevó a Aarón. Allí se desnudó y se mostró a él, y él fue vencido por la lujuria por su belleza. Él le besó sus pechos, tomándolos en su boca y succionándolos suavemente hasta que ella no aguantó más.
Aunque Illandra era virgen y no podía darse por completo hasta que se casara, ella deseaba abrirse y tomar a Aarón en lo profundo de su cuerpo. Pero él no se lo permitió, diciendo que ella debía estar pura para su lecho matrimonial, porque ya habían decidido casarse. Sin embargo, él también fue consumido por la lujuria y quería darle placer. Convenció a Illandra para que abriera sus muslos, y entonces él se colocó entre ellos y le dio muchos besos largos, amorosos hasta que su placer llegó a la cima, al igual que el suyo. Esto lo hizo muchas veces antes de que los dos quedaran saciados con su amor.
—Wow—dijo ________ en voz baja. —Porno de ángeles. ¿Quién lo hubiera adivinado?—Ella se rió nerviosamente. La verdad es que la historia la tenía algo caliente y mojada. Uno no se corría a menudo con el lenguaje gráfico utilizado en lo que se suponía que era un libro académico, y la descripción de los besos de Aarón entre los muslos de Illandra era... interesante por decir lo menos. Con impaciencia, volvió a la historia.
Repleta de placer, Illandra y Aarón se pusieron sus ropas, que habían dejado de lado, para acariciarse mejor. Illandra decidió llevarlo a casa de su madre de una vez y decirle las buenas noticias, que por fin había encontrado a un hombre con el que quería casarse. Aarón era guapo y agradable y estaba bien en todo lo que era correcto en un hombre, y estaba segura de que su madre lloraría de alegría cuando se enterara de la noticia.
Y entonces su madre lloró, pero no de alegría. Cuando se enteró del nombre del padre de Aarón, ella lanzó un grito de horror, pues era el nombre de su marido humano que la había dejado, llevándose a su pequeño hijo, cuando fue visitada inicialmente por el ángel que había sido padre de Illandra. Así que Illandra y Aarón eran hermano y hermana, y por lo tanto nunca podrían casarse, muy a su pesar.
—Maldita sea—Leah dejo el libro por un minuto. —Debería haberlo visto venir. Un giro edípico. Esto es muy extraño, casi como...—Pero ella no podía permitirse terminar la idea… que la historia le recordaba a Joe y a ella misma.
Ella casi se decidió a pasar a la siguiente leyenda; ésta era demasiado extraña. Pero había sido marcado con el marcador de seda rojo. ¿Qué pasa si la profesora Dobrev la mencionaba específicamente? ¿Qué podía decir? Oh, dejé de leer esa porque me parecía extraña. Sí, eso iría bien. Mejor lo terminaba, no importa lo extraño que sea. Abrió el libro y siguió leyendo.
Aarón estaba horrorizado a su vez, y pidió perdón a Illandra una y otra vez. Juró que olvidarían el tiempo que pasaron juntos, y prometió que jamás lo revelaría a nadie, ya que eso arruinaría las perspectivas de matrimonio de Illandra.Pero, aunque lo intentó, Illandra nunca pudo olvidar la dulzura del amor de su hermano. Recordó el tiempo que pasaron juntos en la casa abandonada, y sobre todo los besos deliciosos que le había dado entre sus muslos. Finalmente, ella le suplicó que se encontraran allí, de nuevo, para que al menos pudieran hablar juntos sin los ojos de la ciudad sobre ellos.
A pesar de que estaba lleno de dudas, Aarón no podía rechazar su petición, porque todavía amaba a Illandra. La encontró donde ella le dijo, en medio de la noche, prometiéndose a sí mismo que sería la única vez que iba a hacer tal cosa. Pero en vez de hablar, Illandra abrió sus ropas y le reveló su desnudez de nuevo. Ella juró que a pesar de que era su hermano, ella nunca podría amar ni la mitad a otro hombre y le rogó que la tomara.
—¿En serio?—Murmuró Leah. Una vez más, estaba tentada a pasar a la siguiente leyenda. Pero aunque la historia la puso muy incómoda, descubrió que no podía dejar de leer. Le seguía recordando el extraño sueño dorado que había tenido, el sentimiento de rectitud que había sentido en los brazos de Joe. ¿Podría ser lo que Illandra sentía cuando había decidido seducir a Aarón? ¿Habría sabido alguna manera que ellos se pertenecían a pesar de todos los hechos que los contrariaban?
Aarón sabía que estaba mal, pero no podía negar nada a Illandra. Sus pechos eran altos y hermosos, y entre los muslos, vio que ya estaba húmeda por él. Rogando a los cielos que lo perdonaran, él cayó de rodillas y la adoró con su lengua. Después la tendió en el suelo sobre una cama hecha con las ropas que habían descartado y la tomó como un hombre toma una mujer, una y otra vez.
Illandra se entregó voluntariamente, llamando a Aarón incluso cuando él la llenó con su semilla. A pesar que ella sabía que estaba mal, su corazón le dijo que su acción era correcta, justificada por el amor, sin importar lo que el mundo pudiera decir. Y así...
___________ leyó un poco más lejos. La leyenda iba a mayores detalles, hablando de varias otras reuniones ilícitas entre Illandra y Aarón, y lo que hicieron—más sexo caliente, en su mayoría—pero por ahora ella se sentía tan rara, que casi no podía quedarse quieta. No quería admitir, incluso a ella misma, que la descripción gráfica de las relaciones sexuales entre Aarón e Illandra la estaban encendiendo.
Pero no podía negar que sus pezones, rozando contra el encaje negro de su sostén, estaban duros o el hecho de que la entrepierna de su braga de encaje rosa se sentía claramente húmeda. Wow, ¿estaba realmente excitándose? Eso era una locura ¿no? Se removió en el sillón, deseando que la costura de sus pantalones cortos de jean no se frotara entre sus piernas tan duro, y trató de pensar racionalmente.
Por supuesto, lo que Aaron y Illandra habían hecho estaba mal, pero ¿quién podría culparlos por enamorarse cuando nunca se habían visto antes? Parecía tan injusto que Illandra hubiera encontrado al hombre que ella realmente podía querer, pero él estaba fuera de sus límites a causa de algún ancestro en común. Después de todo, si _________ hubiera sido Illandra y hubiera conocido a Joe, sin saber que era su hermano... Pero eso no era algo que ella debería estar pensando. Tampoco iba a recordar cómo el musculoso cuerpo de Joe se había sentido tan bien en su contra por la mañana o preguntarse cómo sería besarlo… tocarlo de la forma que Illandra había tocado a Aarón... Seguir sus sentimientos sólo haría daño a su hermano, se sentiría más ahogado, y ella no quería hacer eso.
__________ inclinó la cabeza hacia atrás en el sofá y cerró los ojos. Pensando en ello le causó dolor de cabeza, y ya había tenido un día agotador. Sólo necesito descansar un minuto. Descansar y relajarme, y luego me sentiré mejor cuando Joe llegué a casa...
De pronto, se encontró de nuevo en el palacio de mármol blanco frente a las grandes puertas de oro. Una vez más vio a los dos seres alados-ángeles, supuso-entrelazados uno con otro. Sólo que esta vez no estaba observando desde el exterior, era uno de ellos. Ella estaba mirando la cara de su amante mientras los brazos y las alas la rodeaban, mientras él la llenaba y hacía de ellos dos uno.
— ¿Joe?—dijo ella en voz baja, mirándole con asombro. Como el ángel que hacía el amor con ella llevaba la cara de su hermano y tenía los mismos preciosos ojos -
—Ese es el nombre con el que me conoces ahora, sí. —Sonrió con tristeza. —Pero no siempre fue mi nombre. Y no estuvimos siempre prohibidos el uno al otro.
—Pero... pero...—Ella lo miró perpleja y luego miró hacia el lugar donde estaban unidos. Lo podía sentir dentro de ella, moviéndose con un movimiento de empuje lánguido que era a la vez placentero y reconfortante.—Pero esto no es correcto, Joe—protestó ella.—Eres... eres mi hermano. No podemos estar haciendo esto.
—Te equivocas, querida. —Inclinándose, el ángel que era y ya no su hermano le dio un beso en la boca. —Nosotros nos pertenecemos—murmuró contra sus labios. —Estamos destinados a estar siempre unidos, tal como nos ves ahora. Pero el hombre que conoces como Joe no puede ver eso. Él te quiere como quiere su próximo aliento, pero su culpa lo ciega.
_________ sacudió la cabeza y gimió suavemente mientras él empujaba suavemente dentro de ella.
—No... No lo entiendo.
—No tienes por qué—le dijo su ángel amante. —Todo lo que necesitas saber es que los dos deben unirse.
— ¿Unirnos? ¿Quieres decir... hacer el amor? ¿La forma en que estamos haciéndolo ahora?—_________ miró hacia él, sorprendida. —Pero yo no podría. Eso haría demasiado daño a Joe. Ya se siente tan mal...
—Debes superar su sentimiento de culpa. —La profunda voz de Joe habló al oído. —Tú debes mostrarle el camino. Llévalo poco a poco, querida, pero no falles. Hay mucho más que está en juego.
—Pero, ¿cómo...?
—Vas a encontrar un camino. Tengo fe en ti… fe que nos reunirás de nuevo.
Y entonces la visión se desvaneció, las puertas de oro y columnas de mármol soplando como jirones de nubes en el viento, no importa cómo ____________ trató de aferrarse a ellos. Lo último que vio antes de abrir los ojos fue la cara de su amante, la cara de Joe, susurrando su amor y pidiéndole que encontrara una manera de unirlos.
___________ sacudió la cabeza, tratando de deshacerse de las imágenes ilícitas. ¿Que había provocado el extraño sueño otra vez? ¿Era su subconsciente que le decía que quería algo que no debía querer de Joe? ¿O había un significado más profundo? ¿Podría ser que alguna entidad de fuera de su campo de experiencia estaba en realidad tratando de decirle que ella y Joe necesitaban estar juntos?
Ella trató de burlarse de la idea, pero no podía negar la sensación que quedó dentro de ella. Era el sentimiento de rectitud… el sentido de que ella y Joe pertenecían el uno al otro, que su relación iba más allá de las fronteras habituales de un hermano y una hermana.En el exterior le pareció extraño y malo, pero __________ a regañadientes decidió que tal vez debería estudiar la idea. Podría lastimar a Joe en un primer momento, pero ¿si el sueño le decía que abriéndose a la posibilidad de una relación más física con él en última instancia, le ayudaría? ¿Tal vez acercarse más y sanarlo de alguna manera?
Parece una locura, pero tal vez...
— ¿Qué parece una locura?—La voz de Joe rompió su concentración, y ___________ se dio cuenta que debió haber hablado los últimos pensamientos en voz alta. Se ruborizó, apresuradamente empujó el libro que aún sostenía entre los cojines del sofá.
—Uh, nada. No te oí entrar—Ella se levantó rápidamente, le sonrió.—Así que, ¿tienes hambre? Hice la cena.
Joe la miró con el ceño fruncido. Ella tenía las mejillas sonrojadas, y sus ojos estaban brillantes y con una mirada culpable. ¿Qué había estado leyendo? ¿Y por qué lo había escondido tan rápidamente?
—Debe ser algún libro—dijo, asintiendo hacia los cojines donde lo había empujado. —Te veías como si estuvieras realmente en él.
— ¿Oh, eso?—Se rio nerviosamente, pero él se dio cuenta que no ofreció enseñarle el libro. —No, no es nada. Sólo un libro de leyendas que la profesora Dobrev me dio a leer. Así que... ¿Tienes hambre?
—Seguro—Joe decidió abandonar el asunto… por ahora de todos modos. —No tienes que cocinar—dijo.
—No lo hice, realmente. Acabo de hacer una ensalada del chef—____________ se llevó las manos a la espalda y se tomó los codos, un hábito que tenía cuando estaba nerviosa. El movimiento empujó su pecho hacia afuera, y Joe tuvo que morderse el interior de su mejilla para no decir nada.
Llevaba otra de sus camisetas… una muy vieja y gastada, una parte, por cómo se veía. Cuando puso las manos detrás de la espalda, el algodón blanco y fino se estiró, mostrando el contorno de un sostén de encaje negro por debajo. El sujetador parecía hacer hincapié en las curvas llenas de sus pechos. De hecho, él juró que podía ver los puntos duros de sus pezones presionando contra el material de encaje.Joe se quejó por dentro. ¿Estaba tratando de matarlo? Ahí estaba él, decidido a resistir su atracción por ella, y luego ella iba y se ponía eso. Dios, ¿qué iba a hacer?
—Espero que no te importe que tomé prestada otra de tus camisetas—dijo ____________, obviamente malinterpretando su mirada. —Yo, uh, empaqué toda mi ropa de dormir en las cajas que enviarán. Pero te prometo que la lavaré antes de devolvértela.
—No es un problema. —Joe sacudió la cabeza y se obligó a mirar a otra parte. Desafortunadamente, su mirada viajó hacia abajo, a los apretados pantalones cortos de jean que llevaba puestos. Cuando se movió, él podría haber jurado que la costura de los pantalones estaba justo entre los labios suaves de su pequeño coño. O tal vez era sólo su imaginación enfermiza.
—¿Qué tienes a tus espaldas?—preguntó, y se dio cuenta que había estado tan distraído por la aparición de ____________, que había olvidado el regalo que había comprado para ella.
—Aquí. Estas son para ti—dijo, empujando un ramo de rosas rojas hacia ella. —Lo siento no es mucho. Las recogí en la tienda de regalos al final de mi turno.
—Ahora ¿por qué le dijo eso? Sin embargo, _____________ estaba absolutamente radiante con él.
—Son hermosas. Y recordaste que las rosas son mis favoritas.
En realidad no era así. Pero no había manera de que lo admitiera ahora.
—Yo quería que tú supieras que te aprecio—dijo con brusquedad. —Y... me gusta tenerte aquí.
—Me gusta estar aquí también. —Parecía que quería abrazarlo, pero afortunadamente sus brazos estaban llenos de rosas. Joe tuvo una muy buena idea de cómo habría reaccionado al sentir la presión suave de sus senos contra su pecho de nuevo, y los pantalones del uniforme médico delgados que llevaba no ocultaban nada.
—Bueno, en fin...—Se aclaró la garganta, tratando de cubrir su confusión. — ¿Dijiste algo sobre una ensalada?
— ¡Oh sí, absolutamente! ¿Por qué no te vas a cambiar y ponerte cómodo, y la voy a repartir? Te llamaré cuando esté listo.
—Está bien, muy bien. —Se había duchado en el hospital, pero el cambio por algo más que el uniforme sonaba atractivo. Se pusó unos vaqueros y una camiseta y volvió a sentarse en el sofá mientras ____________ tarareaba alegremente en la cocina. Parecía ocupada, y estaba a punto de ojear en el televisor, cuando la esquina del libro que estaba leyendo le llamó la atención. Lo sacó de entre los cojines del sofá y lo abrió en el lugar que había sido marcado con un marcador de seda roja.
No pasó mucho tiempo para darse cuenta de que la “leyenda” que estaba leyendo era prácticamente porno suave. Y el tema... incesto murmuró para sí mismo.
—Incesto de ángeles. Maldita sea— ¿_____________ estaba realmente leyendo esto debido a su nueva profesora, o estaba haciendo un proyecto privado? ¿Sabía su secreto sucio, y cómo se sentía acerca de ella? ¿Y si hubiera decidido hacer algún tipo de investigación extraña a causa de ello? La idea lo hizo sentirse mareado con aprensión. Por supuesto que no. Tal vez realmente era un trabajo académico. Pero aun así...
—La cena está lista. —____________ estaba repentinamente de pie delante de él. Joe se encontró torpe para cerrar el libro tan rápido como lo había hecho ella cuando él había ido hacia ella cuando estaba leyendo.
—Uh, lo siento—dijo él, rehuyendo su mirada. —Yo estaba interesado en ver lo que estabas leyendo.
—Es una especie de tarea de mi profesora—dijo ella, con su cara empezando a ruborizarse. —Ella está haciendo la investigación sobre la mitología de los ángeles a través de los siglos.
—El que yo estaba leyendo no era exactamente acerca de ángeles. El de la chica y... ¿y su hermano?—Joe no sabía por qué había lanzado ese cebo. Pero tenía que saber lo que había estado pensando cuando lo leía.
—Oh, ¿ese?—Ahora era ____________ quien huía la mirada. —Yo, uh, realmente sólo lo ojeaba. Tengo que conseguir leer todo el libro esta noche para que podamos hablar de ello mañana cuando vuelva a verla. Por lo tanto—continuó alegremente— ¿Qué tipo de aderezo quieres? Tengo una salsa rancho o una buena salsa casera de mostaza con miel.
—Casera suena delicioso—dijo Joe, decidiendo dejar el tema. Después de todo, ¿qué esperaba lograr presionando el asunto? ¿Para hacerla admitir que la historia era un asco? ¿Repugnante? Porque ¿qué otra cosa podía decir al respecto?
—Bien—__________ se volteó, su largo cabello dorado se balanceó con el movimiento, y lo precedió a la cocina y el comedor. Joe trató de no notar sus largas piernas desnudas o la forma en que sus pantalones cortos moldeaban su culo redondo.
Él quería a ____________ de nuevo en su vida, pero no se había dado cuenta lo difícil que iba a ser. Era tan hermosa que no podía dejar de querer llevarla en sus brazos y besarla aquí y ahora. Pero por supuesto que estaba fuera de cuestión. Bueno, se dijo sombríamente, tendría que vivir con ello. Cualquier cosa era mejor que perderla de nuevo.
—Espero que te guste un sauvignon blanc —dijo ____________, irrumpiendo en sus pensamientos caóticos. —Pensé que iba bien con la ensalada.
—Suena muy bien. —Se sentó frente a ella en la pequeña mesa redonda. Estaba metida en un rincón de la cocina, y nunca había sentido la necesidad de comprar cualquier cosa más grande desde que era por lo general el único en el desván. Sus rodillas se tocaban debajo de ella, y él se movió incómodo. —Fuiste muy amable al hacer la cena—dijo él mientras ella posaba un tazón grande de ensalada delante de él. Había manzanas y peras, así como astillas de almendras, jamón, y pavo mezclados con la lechuga y el tomate. —Se ve delicioso.
_____________se ruborizó con evidente placer.
—Espero que te guste. Siempre solía ser una de tus favoritas. Pero ha pasado tanto tiempo...—Ella tomó un sorbo de su vino, pero Joe sabía lo que había estado a punto de decir.
—Hace mucho tiempo desde que hemos hablado de nada, ¿eh?—terminó por ella, con su suavidad.
_________ asintió con la cabeza.
—Pero sé que has estado ocupado. Con la escuela de medicina y tu residencia...
—No debería haber estado demasiado ocupado para mantenerme al día con ustedes—dijo Joe. —No sé ni por qué rompiste con tu novio y viniste aquí en primer lugar.
—Oh, bueno...—___________ tomó un bocado de su ensalada y un sorbo de vino, como para darse tiempo para pensar. Finalmente levantó la vista. —James y yo nos separamos porque no estábamos de acuerdo acerca de un montón de cosas. En su mayoría—se mordió el labio—En su mayoría del sexo.
—¿Ah, sí?—Joe trató de mantener su tono de voz neutral, aunque la idea de ___________ teniendo relaciones sexuales con alguien –aunque fuera su prometido- lo hacía sentirse enfermo de celos.—¿Él estaba en cosas retorcidas y tú no?—le preguntó casualmente.
—No exactamente. Más como si estuviera en un periodo sexual, y yo no lo estaba—Suspiró _________ y tomó otro sorbo de vino. —No fue su culpa. Nunca he estado en ello. Es sólo que... se sentía equivocado para mí.
Joe sintió como si un rayo de electricidad hubiera pasado por él. La verdad era que nunca había obtenido un gran placer del sexo tampoco. Se había dicho que era porque nunca podría formar una relación duradera con ninguna de las mujeres con las que salió, pero lo que ____________ estaba diciendo estaba más cerca del punto. Realmente él lo sentía equivocado. Como si estuviera haciendo algo que no debería estar haciendo con la persona equivocada. Pero, ¿quién era la persona adecuada? Por supuesto que no ___________… eso sería ilegal por no hablar de enfermo. Excepto... que en todos esos años nunca había sentido nada medianamente tan intenso como lo que sintió la noche que la había besado...
—Yo no debería haber dicho eso—dijo ___________, obviamente tomando su silencio como molestia. —Bip, bip… demasiada información. Lo siento—agregó con una sonrisa torcida. —Debe ser el vino que se va a mi cabeza. Voy a cambiar a agua ahora. ¿Quieres un poco?
Ella comenzó a levantarse, pero Joe le puso una mano en la muñeca para detenerla.
—Está bien—dijo en voz baja. —No me ofende, y no me importa lo que dijiste. Puedes hablarme con toda la honestidad que quieras.
— ¿En serio?—Su mirada parpadeó en su rostro.—Gracias. Sé que siempre podíamos hablar de todo, pero pensé que... Quiero decir, ha pasado mucho tiempo desde que éramos así de cercanos.
—Lo sé. —Suspiró Joe. —Y nos acostumbramos a compartir todo.—Se echó a reír.—Oye, ¿te acuerdas de cuando Duquesa tuvo sus cachorros en tu cama?
—En medio de la noche, nada menos. —____________ sonrió. —Era fin de semana, cuando mamá y papá estaban fuera de la ciudad. No me desperté hasta que estaba casi terminando, y había todas estas cosas blandas por mis piernas, y me asusté tanto…
—Y oí que me gritabas a través de la pared de la habitación—añadió Joe. —Estaba seguro que un ladrón había entrado en tu habitación, y cuando irrumpí y encendí la lámpara, Duquesa estaba prácticamente justo en tu regazo y parecía tan orgullosa de sí misma. Y tus ojos eran enormes.
—No es gracioso. —_____________ le advirtió, pero ella se estaba riendo en ese momento.
—Era así. Deberías haber visto tu cara—Joe sonrió al recordar. —Y luego, cuando te diste cuenta de lo que había sucedido, cuando viste los cachorros, tus ojos se iluminaron de alegría. Tú sólo estabas... tan hermosa en ese momento—Él se aclaró la garganta, avergonzado. —Lo siento, no quise decir…
—Yo sé lo que quisiste decir—_________ interrumpió. —¿Sabes lo que más recuerdo de esa noche, Joe? El último cachorro, el que no estaba respirando en un primer momento.
—El pequeño, por supuesto. —Asintió Joe. —Yo no estaba seguro que lo iba a lograr al principio.
—Yo si lo estaba—_________ murmuró.—Supe cuando lo recogiste y lo masajeaste que todo iba a estar bien. Porque ese es tu regalo, Joe. Sanar las cosas. Sanar a la gente. Me gustaría...
— ¿Qué te gustaría?—Preguntó, mirándola.
—Desearía que pudieras curarte. —Dijo L________ con la mirada perdida a lo lejos. —Lo que te molesta, quiero decir.
—No creo que eso sea posible. —Joe se aclaró la garganta. —Pero tal vez pueda sanar lo que está mal entre nosotros. Me equivoqué al sacarte de mi vida, ___________—No sabía de dónde venían las palabras, pero no podía dejar de decirlas. —Lo siento mucho. Espero que me des otra oportunidad.
Ella lo miró, sus ojos brillantes.
—Me encantaría. Si... si tú realmente lo quieres así. Quiero decir, esta mañana nos iba tan bien, y luego una especie de... te retiraste otra vez.
—Lo siento por eso también.
_____________ miró su mano todavía apoyada en la muñeca.
—Fue el vestido azul, ¿no?
— ¿Qué? — Joe frunció el ceño.—¿Qué vestido azul? ¿De qué estás hablando?
Ella lo miró.
—El vestido azul que llevaba puesto ese día cuando llegaste a casa del colegio. Yo estaba tan orgullosa de él… pensé que parecía tan mayor. Pero desde el momento en que lo viste, me empezaste a tratar de manera diferente. —Miró hacia otro lado. —Lo quemé, sabes… cuando te fuiste. No quería volver a usarlo otra vez. Pero por supuesto, para entonces ya era demasiado tarde.
Joe sintió un nudo en la garganta al ver la expresión desolada en su hermosa cara.
—No fue el vestido—dijo con voz pastosa. —Era... Que habías cambiado, ___________. Durante la noche. Estaba esperando a ver a mi pequeña hermana pecho plano, y en su lugar...—Hizo un gesto impotente en su pecho, sintiendo sus mejillas calentarse. —Fue… inesperado—terminó sin convicción.
Sus ojos brillaban.
— ¿Así que me sacaste de tu vida a causa de estos?—Por un momento pensó que en realidad iba a levantar la camiseta y él parpadeó, pero ella tiró con fuerza a través de sus pechos, por lo que sus pezones sobresalieron en el sujetador negro.
Joe quería mirar, pero se hizo mirar hacia otro lado rápidamente.
—No sólo porque... por eso. —Él se apartó de la mesa, dejando a su ensalada a medio comer. —La cena estaba deliciosa. Gracias.
— ¿Qué, entonces?—Preguntó _____________, siguiéndolo al área de la sala de estar, obviamente dispuesta a no dejar el tema.
—No importa—Se instaló en el sofá y buscó el control remoto de la TV. —No es importante.
—Sí, lo es. Dime, Joe, por favor—Su voz era una plegaria mientras se instalaba a su lado en el sofá. —Admito que tengo mis sospechas, pero... necesito que me lo digas en voz alta. Dime para no cometer el mismo error otra vez.
—No fue tu error. —Renunció a encontrar el control remoto del televisor, se volvió a mirarla. — ¿Quieres saber de qué se trataba? Era yo, _________. La forma en que te besé esa noche. Estuvo mal, y yo... yo tenía que asegurarme de que nunca volviera a ocurrir.
Su reacción lo sorprendió.
— ¿Eso fue todo? ¿Sólo eso? ¿Por un pequeño beso que compartimos la noche antes de ir a la universidad?
Joe frunció el ceño.
—Fue más que un beso, y tú lo sabes, ___________.
—Éramos niños, Joe. —Ella le tomó la mano y lo miró con seriedad. —Siempre hemos estado tan cerca… o lo estábamos entonces, de todos modos. Así que nos dejamos llevar un poco.
— ¿Un poco?—dijo, tirando de su mano.
—Joe, por favor. —Suspiró.—Por favor no tomes esto a mal, pero realmente creo que estás llevando todo el asunto fuera de proporción.
— ¿Cómo puedes decir eso?—Le espetó. —Yo prácticamente te importuné, por amor de Dios.
—Eso no es lo que recuerdo. —La voz de ___________ era suave. —Recuerdo que me sentí amada y cuidada cuando me besaste. Y después, cuando me rechazaste, estaba devastada. Era como—su voz atrapada en un sollozo—como si todo mi mundo se viniera abajo, porque de repente comenzaste a odiarme.
—____________, por favor, no—dijo desesperadamente cuando ella empezó a llorar. —Dios, no sabes lo mal que me he sentido por alejarte. Pero tenía que hacerlo. Yo... yo no quería hacerte daño.
—Nada de lo que podrías haberme hecho me habría herido más de tu rechazo.
—Su voz era un susurro agónico.
—Eso no es cierto. —Él apretó la mandíbula en frustración. —Hay un montón de cosas que te habrían herido más.
—No, Joe.—Ella ahuecó su mejilla suavemente y lo miró a los ojos.—Tú no tienes idea de cuánto te he extrañado, ¿verdad?—Murmuró.—Incluso si tú hubieras ido más lejos esa noche, todavía no me hubiera afectado tan profundamente como pensar que de repente habías dejado de amarme.
Podía sentir que perdía el control, pero no podía dejarlo ahí.
— ¿Incluso si te hubiera follado?—exigió, con su voz deliberadamente áspera.
—Incluso eso—dijo con suavidad. —Incluso eso.
Joe la miró fijamente.
—No puedes estar hablando en serio.
—Yo lo estoy. —Su mirada no dudó un ápice.
—No puedes. ___________, tenías quince años. Lo que hice contigo… lo que quería hacer...—Se interrumpió, sacudiendo la cabeza, enfermo ante los pensamientos. —Yo era un monstruo—murmuró. Todavía lo soy.
—No. Joe, mírame—exigió. Cuando finalmente lo hizo, vio que tenía los ojos brillando con lágrimas, pero eran honestos, sin pestañear.—Si pudiera volver atrás en el tiempo... Si alguien me diera a elegir entre el pensamiento de que me odiabas o tener mi primera experiencia sexual cuando tenía quince años con mi hermano mayor, yo escogería la segunda opción sin pensarlo dos veces.
—No quiero decir eso—murmuró con los labios entumecidos.
—Sí, lo sé. ¿Sabes cómo perdí mi virginidad? Con Billy Stanton, fuera de la antigua cantera de piedra cerca de un año después. Fue duro, Joe. Me dolió y lloré.
— ¿Billy Stanton? Ese pequeño hijo de puta. —Sintió un repentino aumento irracional de los celos, el deseo de volver atrás y exprimir la garganta del niño escuálido. Había estado un año detrás de Joe en la escuela secundaria, y habían jugado juntos en el equipo de fútbol. Pero eso había sido hace muchos años. Sin embargo, la idea de ___________ herida y llorando hizo hervir su sangre.
___________ no había terminado.
—Él se enojó conmigo por llorar y me llevó a casa. Tuve que colarme en la casa y limpiarme. Y todo el tiempo estuve tratando de no llorar demasiado fuerte, por temor a despertar mamá y papá—Ella tomó una respiración profunda y se secó los ojos. —Yo sé que no habría sido así si hubieras sido tú. Debido a que tú te preocupabas por mí. Tú me amabas.
—Oh, ______________...—Él no sabía qué decir. Sus ojos eran como llamas de joyas azules, sus pestañas mojadas por las lágrimas. —Yo todavía te amo. Pero no podemos hablar así—dijo en voz baja, cubriendo su mejilla. Le dolía por ella, deseaba tanto tomarla en sus brazos y besar sus lágrimas. Pero no se atrevió, no sea que la historia se repita.
— ¿Por qué no?—exigió. —Ya es hora de que hablemos, ¿no crees? Ya han pasado diez años. Diez largos, perdidos años, y oh, Joe... te he echado tanto de menos.
Entonces no pudo ayudarse. Tenía que sostenerla. E incluso la suave presión de sus pechos contra su pecho no pudo pararlo de halarla hacia sí y abrazarla con fuerza.
—Lo siento—dijo rudamente, enterrando la cara en las ondas de oro de su cabello de dulce olor. —Dios, ___________, maldita sea, lo siento.
Joe no sabía cuánto tiempo duró el abrazo, pero al final _____________ se apartó. Todavía había lágrimas en sus ojos, y para ser honesto, había unas cuantas en los suyos también. Pero eso estaba bien, pensó, sonriendo cuando él las apartó. Las lágrimas eran catarsis. Era bueno saber que _____________ se preocupó tanto. Y mejor que bien… maravilloso saber que ella no pensaba en él como un monstruo por lo que había hecho tantos años atrás.
—Te quiero—dijo y sonrió. —Se siente tan bien decir eso. Así de bueno saber finalmente por qué te alejaste.
—Nunca lo volveré a hacer—prometió Joe seriamente. —Nunca. —Él nunca la haría pasar por ese dolor otra vez. Él la amaba demasiado. Incluso si estar cerca de su hermosa hermana pequeña era un tormento, estar sin ella era peor.
—Bien. —Sollozó ella. —Ahora que esto está arreglado, me rindo. Vamos a ir a la cama.
Joe levantó una ceja.
— ¿No tienes que terminar de leer tu libro de pornografía angelical?
Ella se rió a través de sus lágrimas y dio una palmada en el brazo.
— ¡Basta! Te dije que era sólo la lectura como una tarea para la profesora Dobrev. Yo no puedo hacer nada si es obsceno.
Joe giró los ojos.
—Bueno, si tú lo dices.
—Tú—Ella le golpeó otra vez el brazo y se levantó del sofá. —Vamos. ¿No estás cansado? Ha sido un día largo.
Y va a ser una noche aún más larga. Pero incluso el pensamiento de estar acostado a su lado -amándola y queriéndola sin poder tocarla- no podía frenar su estado de ánimo.
—Sí—dijo con una sonrisa y provocándose un bostezo. —Vamos a ir a la cama.
Naaa soy la persona mas mala y buena del mundo
Ya les deje el cap 7 , y el 8 es la cosa , así que me aguantan hasta mañana
y van a ver todaaaaas las cosas que van a pasar
Preparense que va a ser fuerte jajja
Varias horas después, _________ estaba de regreso en el apartamento tipo loft de Joe, sintiéndose desanimada. La búsqueda de un lugar propio había sido un total fracaso. Parecía que casi todo en su rango de precios estaba tomado… todo menos un edificio de apartamentos espeluznante no muy lejos del campus que se veía como un lugar donde Jason de Viernes 13 se sentiría como en casa.
Estaba sucio, ubicado en la planta baja, de un dormitorio, con manchas de agua en el techo y un grifo de baño con goteras. También había trampas de plástico negro para cucarachas en todos los rincones. Pero cuando __________ preguntó por ellas, el propietario, un hombre hosco con un vientre enorme y peludo que caía de su camiseta sucia y alguna vez blanca, había negado tener algún tipo de problema de plagas. Él había fruncido el ceño cuando lo decía, y cerrado sus ojos marrones como ranuras de alcancía que casi se pierden en los pliegues de sus mejillas pastosas. ___________ tenía la impresión que no sería la persona más fácil para alquilar… era tan miserable como el propio apartamento. Sin embargo, dado que no había nada más, suponía que en realidad iba tener que tomarlo. Había conseguido su tarjeta y le prometió volver a llamar en un día o dos.
___________ suspiró. Oh, bueno, tal vez sólo lo alquilaré por un rato, y el próximo semestre encontraré algo más. No puedo hacer nada al respecto ahora, y de todos modos, es hora de empezar a cenar.
Había pasado por una tienda de alimentación camino a casa y consiguió los ingredientes para una ensalada del chef, porque siempre había sido una de las favoritas de Joe, y era fácil de hacer. No le importaba que la preparación fuera algo más elaborada, pero era mejor comer ligero si él iba a llegar a casa tarde y, además, tenía que tener tiempo para estudiar el libro de leyendas de ángeles que la profesora Dobrev le había dado.
Después que todo estuvo picado y enfriándose en la elegante nevera de acero inoxidable, ___________ se dio una ducha rápida y buscó algo más cómodo para cambiarse. Podría haber jurado que había empacado un montón de ropa de cama, pero lo único que pudo encontrar fue una sola braga de encaje negro con una bata a juego. El conjunto era demasiado sexy y se podía ver a través de él para pasearse por toda la casa. Especialmente después del extraño sueño que tuve esta mañana. _________ empujó el perturbador pensamiento y siguió buscando.
¿Dónde estaban los pantalones de chándal y las camisetas de conciertos? Después de revisar su maleta dos veces, decidió que todos estaban probablemente en las cajas que se enviaron desde Sacramento. Al final, tomó otra camiseta blanca de Joe y se la puso con un par de cómodos, viejos y harapientos pantalones cortos de jean que le gustaba usar en la casa. Por qué había guardado eso y no los camisones estaba más allá de ella, pero había estado bastante distraída mientras se estaba preparando para mudarse.
Debatió en ponerse un sujetador debajo de la camiseta, pero el sujetador de encaje blanco con aro que había tenido durante todo el día la había estado lastimando inmisericordemente. _________ se mostró reacia a ponérselo de nuevo. El otro sostén que tenía, el que llevaba puesto cuando llegó por primera vez a la casa de Joe, era negro.
Se iba ver extraño bajo una camiseta blanca, pero qué diablos. No era como si le importara lo que Joe pensara sobre cómo se veía de todos modos… él era su hermano, no su novio.
Por lo tanto, cómoda en su sujetador negro y camiseta blanca, se acomodó en el sofá de cuero negro con el volumen pequeño encuadernado en cuero de mitología de ángeles y se preparó para hacer su tarea.
La mayor parte de las leyendas tenía que ver con la idea de ángeles caídos viniendo a la tierra para tomar esposas humanas. ____________ estaba bastante familiarizada con este concepto, por lo que ojeó mucho hasta que llegó a una sección en la parte central del libro que tenía un marcador rojo de seda entre las páginas.
—La profanación de Illandra. Mmm, interesante.
Al principio pensó que era otra historia de un ángel caído, y comenzaba con un ángel macho y una hembra humana. Pero luego en su lugar resultó ser una historia de hijos de la mujer humana, específicamente de su hija, que había sido engendrada por el ángel. El estilo de escritura la capturó, y después de ojear unos pocos párrafos, _________ estaba enganchada y volvió a leer la leyenda con más cuidado.
Y aconteció que Illandra, que era la hija de una madre humana y un padre celestial, era más hermosa que cualquier otra en la tierra, pues ella brillaba con una luz interior que había heredado de su padre. Todos los jóvenes la deseaban, pero ella no quería saber nada de ellos, jurando que nunca se entregaría hasta que el amor verdadero la encontrara.
Entonces, un día Illandra conoció a un joven llamado Aarón cuando fue a sacar agua del pozo. Aarón era hermoso y bien construido y que sólo viajó a su ciudad para reunirse con su madre, que había sido separada de su padre cuando él era muy joven.Illandra lo amaba, sintiendo una atracción tan intensa, que no pudo contenerse. Había una cabaña abandonada cerca del pozo, y ahí llevó a Aarón. Allí se desnudó y se mostró a él, y él fue vencido por la lujuria por su belleza. Él le besó sus pechos, tomándolos en su boca y succionándolos suavemente hasta que ella no aguantó más.
Aunque Illandra era virgen y no podía darse por completo hasta que se casara, ella deseaba abrirse y tomar a Aarón en lo profundo de su cuerpo. Pero él no se lo permitió, diciendo que ella debía estar pura para su lecho matrimonial, porque ya habían decidido casarse. Sin embargo, él también fue consumido por la lujuria y quería darle placer. Convenció a Illandra para que abriera sus muslos, y entonces él se colocó entre ellos y le dio muchos besos largos, amorosos hasta que su placer llegó a la cima, al igual que el suyo. Esto lo hizo muchas veces antes de que los dos quedaran saciados con su amor.
—Wow—dijo ________ en voz baja. —Porno de ángeles. ¿Quién lo hubiera adivinado?—Ella se rió nerviosamente. La verdad es que la historia la tenía algo caliente y mojada. Uno no se corría a menudo con el lenguaje gráfico utilizado en lo que se suponía que era un libro académico, y la descripción de los besos de Aarón entre los muslos de Illandra era... interesante por decir lo menos. Con impaciencia, volvió a la historia.
Repleta de placer, Illandra y Aarón se pusieron sus ropas, que habían dejado de lado, para acariciarse mejor. Illandra decidió llevarlo a casa de su madre de una vez y decirle las buenas noticias, que por fin había encontrado a un hombre con el que quería casarse. Aarón era guapo y agradable y estaba bien en todo lo que era correcto en un hombre, y estaba segura de que su madre lloraría de alegría cuando se enterara de la noticia.
Y entonces su madre lloró, pero no de alegría. Cuando se enteró del nombre del padre de Aarón, ella lanzó un grito de horror, pues era el nombre de su marido humano que la había dejado, llevándose a su pequeño hijo, cuando fue visitada inicialmente por el ángel que había sido padre de Illandra. Así que Illandra y Aarón eran hermano y hermana, y por lo tanto nunca podrían casarse, muy a su pesar.
—Maldita sea—Leah dejo el libro por un minuto. —Debería haberlo visto venir. Un giro edípico. Esto es muy extraño, casi como...—Pero ella no podía permitirse terminar la idea… que la historia le recordaba a Joe y a ella misma.
Ella casi se decidió a pasar a la siguiente leyenda; ésta era demasiado extraña. Pero había sido marcado con el marcador de seda rojo. ¿Qué pasa si la profesora Dobrev la mencionaba específicamente? ¿Qué podía decir? Oh, dejé de leer esa porque me parecía extraña. Sí, eso iría bien. Mejor lo terminaba, no importa lo extraño que sea. Abrió el libro y siguió leyendo.
Aarón estaba horrorizado a su vez, y pidió perdón a Illandra una y otra vez. Juró que olvidarían el tiempo que pasaron juntos, y prometió que jamás lo revelaría a nadie, ya que eso arruinaría las perspectivas de matrimonio de Illandra.Pero, aunque lo intentó, Illandra nunca pudo olvidar la dulzura del amor de su hermano. Recordó el tiempo que pasaron juntos en la casa abandonada, y sobre todo los besos deliciosos que le había dado entre sus muslos. Finalmente, ella le suplicó que se encontraran allí, de nuevo, para que al menos pudieran hablar juntos sin los ojos de la ciudad sobre ellos.
A pesar de que estaba lleno de dudas, Aarón no podía rechazar su petición, porque todavía amaba a Illandra. La encontró donde ella le dijo, en medio de la noche, prometiéndose a sí mismo que sería la única vez que iba a hacer tal cosa. Pero en vez de hablar, Illandra abrió sus ropas y le reveló su desnudez de nuevo. Ella juró que a pesar de que era su hermano, ella nunca podría amar ni la mitad a otro hombre y le rogó que la tomara.
—¿En serio?—Murmuró Leah. Una vez más, estaba tentada a pasar a la siguiente leyenda. Pero aunque la historia la puso muy incómoda, descubrió que no podía dejar de leer. Le seguía recordando el extraño sueño dorado que había tenido, el sentimiento de rectitud que había sentido en los brazos de Joe. ¿Podría ser lo que Illandra sentía cuando había decidido seducir a Aarón? ¿Habría sabido alguna manera que ellos se pertenecían a pesar de todos los hechos que los contrariaban?
Aarón sabía que estaba mal, pero no podía negar nada a Illandra. Sus pechos eran altos y hermosos, y entre los muslos, vio que ya estaba húmeda por él. Rogando a los cielos que lo perdonaran, él cayó de rodillas y la adoró con su lengua. Después la tendió en el suelo sobre una cama hecha con las ropas que habían descartado y la tomó como un hombre toma una mujer, una y otra vez.
Illandra se entregó voluntariamente, llamando a Aarón incluso cuando él la llenó con su semilla. A pesar que ella sabía que estaba mal, su corazón le dijo que su acción era correcta, justificada por el amor, sin importar lo que el mundo pudiera decir. Y así...
___________ leyó un poco más lejos. La leyenda iba a mayores detalles, hablando de varias otras reuniones ilícitas entre Illandra y Aarón, y lo que hicieron—más sexo caliente, en su mayoría—pero por ahora ella se sentía tan rara, que casi no podía quedarse quieta. No quería admitir, incluso a ella misma, que la descripción gráfica de las relaciones sexuales entre Aarón e Illandra la estaban encendiendo.
Pero no podía negar que sus pezones, rozando contra el encaje negro de su sostén, estaban duros o el hecho de que la entrepierna de su braga de encaje rosa se sentía claramente húmeda. Wow, ¿estaba realmente excitándose? Eso era una locura ¿no? Se removió en el sillón, deseando que la costura de sus pantalones cortos de jean no se frotara entre sus piernas tan duro, y trató de pensar racionalmente.
Por supuesto, lo que Aaron y Illandra habían hecho estaba mal, pero ¿quién podría culparlos por enamorarse cuando nunca se habían visto antes? Parecía tan injusto que Illandra hubiera encontrado al hombre que ella realmente podía querer, pero él estaba fuera de sus límites a causa de algún ancestro en común. Después de todo, si _________ hubiera sido Illandra y hubiera conocido a Joe, sin saber que era su hermano... Pero eso no era algo que ella debería estar pensando. Tampoco iba a recordar cómo el musculoso cuerpo de Joe se había sentido tan bien en su contra por la mañana o preguntarse cómo sería besarlo… tocarlo de la forma que Illandra había tocado a Aarón... Seguir sus sentimientos sólo haría daño a su hermano, se sentiría más ahogado, y ella no quería hacer eso.
__________ inclinó la cabeza hacia atrás en el sofá y cerró los ojos. Pensando en ello le causó dolor de cabeza, y ya había tenido un día agotador. Sólo necesito descansar un minuto. Descansar y relajarme, y luego me sentiré mejor cuando Joe llegué a casa...
De pronto, se encontró de nuevo en el palacio de mármol blanco frente a las grandes puertas de oro. Una vez más vio a los dos seres alados-ángeles, supuso-entrelazados uno con otro. Sólo que esta vez no estaba observando desde el exterior, era uno de ellos. Ella estaba mirando la cara de su amante mientras los brazos y las alas la rodeaban, mientras él la llenaba y hacía de ellos dos uno.
— ¿Joe?—dijo ella en voz baja, mirándole con asombro. Como el ángel que hacía el amor con ella llevaba la cara de su hermano y tenía los mismos preciosos ojos -
—Ese es el nombre con el que me conoces ahora, sí. —Sonrió con tristeza. —Pero no siempre fue mi nombre. Y no estuvimos siempre prohibidos el uno al otro.
—Pero... pero...—Ella lo miró perpleja y luego miró hacia el lugar donde estaban unidos. Lo podía sentir dentro de ella, moviéndose con un movimiento de empuje lánguido que era a la vez placentero y reconfortante.—Pero esto no es correcto, Joe—protestó ella.—Eres... eres mi hermano. No podemos estar haciendo esto.
—Te equivocas, querida. —Inclinándose, el ángel que era y ya no su hermano le dio un beso en la boca. —Nosotros nos pertenecemos—murmuró contra sus labios. —Estamos destinados a estar siempre unidos, tal como nos ves ahora. Pero el hombre que conoces como Joe no puede ver eso. Él te quiere como quiere su próximo aliento, pero su culpa lo ciega.
_________ sacudió la cabeza y gimió suavemente mientras él empujaba suavemente dentro de ella.
—No... No lo entiendo.
—No tienes por qué—le dijo su ángel amante. —Todo lo que necesitas saber es que los dos deben unirse.
— ¿Unirnos? ¿Quieres decir... hacer el amor? ¿La forma en que estamos haciéndolo ahora?—_________ miró hacia él, sorprendida. —Pero yo no podría. Eso haría demasiado daño a Joe. Ya se siente tan mal...
—Debes superar su sentimiento de culpa. —La profunda voz de Joe habló al oído. —Tú debes mostrarle el camino. Llévalo poco a poco, querida, pero no falles. Hay mucho más que está en juego.
—Pero, ¿cómo...?
—Vas a encontrar un camino. Tengo fe en ti… fe que nos reunirás de nuevo.
Y entonces la visión se desvaneció, las puertas de oro y columnas de mármol soplando como jirones de nubes en el viento, no importa cómo ____________ trató de aferrarse a ellos. Lo último que vio antes de abrir los ojos fue la cara de su amante, la cara de Joe, susurrando su amor y pidiéndole que encontrara una manera de unirlos.
___________ sacudió la cabeza, tratando de deshacerse de las imágenes ilícitas. ¿Que había provocado el extraño sueño otra vez? ¿Era su subconsciente que le decía que quería algo que no debía querer de Joe? ¿O había un significado más profundo? ¿Podría ser que alguna entidad de fuera de su campo de experiencia estaba en realidad tratando de decirle que ella y Joe necesitaban estar juntos?
Ella trató de burlarse de la idea, pero no podía negar la sensación que quedó dentro de ella. Era el sentimiento de rectitud… el sentido de que ella y Joe pertenecían el uno al otro, que su relación iba más allá de las fronteras habituales de un hermano y una hermana.En el exterior le pareció extraño y malo, pero __________ a regañadientes decidió que tal vez debería estudiar la idea. Podría lastimar a Joe en un primer momento, pero ¿si el sueño le decía que abriéndose a la posibilidad de una relación más física con él en última instancia, le ayudaría? ¿Tal vez acercarse más y sanarlo de alguna manera?
Parece una locura, pero tal vez...
— ¿Qué parece una locura?—La voz de Joe rompió su concentración, y ___________ se dio cuenta que debió haber hablado los últimos pensamientos en voz alta. Se ruborizó, apresuradamente empujó el libro que aún sostenía entre los cojines del sofá.
—Uh, nada. No te oí entrar—Ella se levantó rápidamente, le sonrió.—Así que, ¿tienes hambre? Hice la cena.
Joe la miró con el ceño fruncido. Ella tenía las mejillas sonrojadas, y sus ojos estaban brillantes y con una mirada culpable. ¿Qué había estado leyendo? ¿Y por qué lo había escondido tan rápidamente?
—Debe ser algún libro—dijo, asintiendo hacia los cojines donde lo había empujado. —Te veías como si estuvieras realmente en él.
— ¿Oh, eso?—Se rio nerviosamente, pero él se dio cuenta que no ofreció enseñarle el libro. —No, no es nada. Sólo un libro de leyendas que la profesora Dobrev me dio a leer. Así que... ¿Tienes hambre?
—Seguro—Joe decidió abandonar el asunto… por ahora de todos modos. —No tienes que cocinar—dijo.
—No lo hice, realmente. Acabo de hacer una ensalada del chef—____________ se llevó las manos a la espalda y se tomó los codos, un hábito que tenía cuando estaba nerviosa. El movimiento empujó su pecho hacia afuera, y Joe tuvo que morderse el interior de su mejilla para no decir nada.
Llevaba otra de sus camisetas… una muy vieja y gastada, una parte, por cómo se veía. Cuando puso las manos detrás de la espalda, el algodón blanco y fino se estiró, mostrando el contorno de un sostén de encaje negro por debajo. El sujetador parecía hacer hincapié en las curvas llenas de sus pechos. De hecho, él juró que podía ver los puntos duros de sus pezones presionando contra el material de encaje.Joe se quejó por dentro. ¿Estaba tratando de matarlo? Ahí estaba él, decidido a resistir su atracción por ella, y luego ella iba y se ponía eso. Dios, ¿qué iba a hacer?
—Espero que no te importe que tomé prestada otra de tus camisetas—dijo ____________, obviamente malinterpretando su mirada. —Yo, uh, empaqué toda mi ropa de dormir en las cajas que enviarán. Pero te prometo que la lavaré antes de devolvértela.
—No es un problema. —Joe sacudió la cabeza y se obligó a mirar a otra parte. Desafortunadamente, su mirada viajó hacia abajo, a los apretados pantalones cortos de jean que llevaba puestos. Cuando se movió, él podría haber jurado que la costura de los pantalones estaba justo entre los labios suaves de su pequeño coño. O tal vez era sólo su imaginación enfermiza.
—¿Qué tienes a tus espaldas?—preguntó, y se dio cuenta que había estado tan distraído por la aparición de ____________, que había olvidado el regalo que había comprado para ella.
—Aquí. Estas son para ti—dijo, empujando un ramo de rosas rojas hacia ella. —Lo siento no es mucho. Las recogí en la tienda de regalos al final de mi turno.
—Ahora ¿por qué le dijo eso? Sin embargo, _____________ estaba absolutamente radiante con él.
—Son hermosas. Y recordaste que las rosas son mis favoritas.
En realidad no era así. Pero no había manera de que lo admitiera ahora.
—Yo quería que tú supieras que te aprecio—dijo con brusquedad. —Y... me gusta tenerte aquí.
—Me gusta estar aquí también. —Parecía que quería abrazarlo, pero afortunadamente sus brazos estaban llenos de rosas. Joe tuvo una muy buena idea de cómo habría reaccionado al sentir la presión suave de sus senos contra su pecho de nuevo, y los pantalones del uniforme médico delgados que llevaba no ocultaban nada.
—Bueno, en fin...—Se aclaró la garganta, tratando de cubrir su confusión. — ¿Dijiste algo sobre una ensalada?
— ¡Oh sí, absolutamente! ¿Por qué no te vas a cambiar y ponerte cómodo, y la voy a repartir? Te llamaré cuando esté listo.
—Está bien, muy bien. —Se había duchado en el hospital, pero el cambio por algo más que el uniforme sonaba atractivo. Se pusó unos vaqueros y una camiseta y volvió a sentarse en el sofá mientras ____________ tarareaba alegremente en la cocina. Parecía ocupada, y estaba a punto de ojear en el televisor, cuando la esquina del libro que estaba leyendo le llamó la atención. Lo sacó de entre los cojines del sofá y lo abrió en el lugar que había sido marcado con un marcador de seda roja.
No pasó mucho tiempo para darse cuenta de que la “leyenda” que estaba leyendo era prácticamente porno suave. Y el tema... incesto murmuró para sí mismo.
—Incesto de ángeles. Maldita sea— ¿_____________ estaba realmente leyendo esto debido a su nueva profesora, o estaba haciendo un proyecto privado? ¿Sabía su secreto sucio, y cómo se sentía acerca de ella? ¿Y si hubiera decidido hacer algún tipo de investigación extraña a causa de ello? La idea lo hizo sentirse mareado con aprensión. Por supuesto que no. Tal vez realmente era un trabajo académico. Pero aun así...
—La cena está lista. —____________ estaba repentinamente de pie delante de él. Joe se encontró torpe para cerrar el libro tan rápido como lo había hecho ella cuando él había ido hacia ella cuando estaba leyendo.
—Uh, lo siento—dijo él, rehuyendo su mirada. —Yo estaba interesado en ver lo que estabas leyendo.
—Es una especie de tarea de mi profesora—dijo ella, con su cara empezando a ruborizarse. —Ella está haciendo la investigación sobre la mitología de los ángeles a través de los siglos.
—El que yo estaba leyendo no era exactamente acerca de ángeles. El de la chica y... ¿y su hermano?—Joe no sabía por qué había lanzado ese cebo. Pero tenía que saber lo que había estado pensando cuando lo leía.
—Oh, ¿ese?—Ahora era ____________ quien huía la mirada. —Yo, uh, realmente sólo lo ojeaba. Tengo que conseguir leer todo el libro esta noche para que podamos hablar de ello mañana cuando vuelva a verla. Por lo tanto—continuó alegremente— ¿Qué tipo de aderezo quieres? Tengo una salsa rancho o una buena salsa casera de mostaza con miel.
—Casera suena delicioso—dijo Joe, decidiendo dejar el tema. Después de todo, ¿qué esperaba lograr presionando el asunto? ¿Para hacerla admitir que la historia era un asco? ¿Repugnante? Porque ¿qué otra cosa podía decir al respecto?
—Bien—__________ se volteó, su largo cabello dorado se balanceó con el movimiento, y lo precedió a la cocina y el comedor. Joe trató de no notar sus largas piernas desnudas o la forma en que sus pantalones cortos moldeaban su culo redondo.
Él quería a ____________ de nuevo en su vida, pero no se había dado cuenta lo difícil que iba a ser. Era tan hermosa que no podía dejar de querer llevarla en sus brazos y besarla aquí y ahora. Pero por supuesto que estaba fuera de cuestión. Bueno, se dijo sombríamente, tendría que vivir con ello. Cualquier cosa era mejor que perderla de nuevo.
—Espero que te guste un sauvignon blanc —dijo ____________, irrumpiendo en sus pensamientos caóticos. —Pensé que iba bien con la ensalada.
—Suena muy bien. —Se sentó frente a ella en la pequeña mesa redonda. Estaba metida en un rincón de la cocina, y nunca había sentido la necesidad de comprar cualquier cosa más grande desde que era por lo general el único en el desván. Sus rodillas se tocaban debajo de ella, y él se movió incómodo. —Fuiste muy amable al hacer la cena—dijo él mientras ella posaba un tazón grande de ensalada delante de él. Había manzanas y peras, así como astillas de almendras, jamón, y pavo mezclados con la lechuga y el tomate. —Se ve delicioso.
_____________se ruborizó con evidente placer.
—Espero que te guste. Siempre solía ser una de tus favoritas. Pero ha pasado tanto tiempo...—Ella tomó un sorbo de su vino, pero Joe sabía lo que había estado a punto de decir.
—Hace mucho tiempo desde que hemos hablado de nada, ¿eh?—terminó por ella, con su suavidad.
_________ asintió con la cabeza.
—Pero sé que has estado ocupado. Con la escuela de medicina y tu residencia...
—No debería haber estado demasiado ocupado para mantenerme al día con ustedes—dijo Joe. —No sé ni por qué rompiste con tu novio y viniste aquí en primer lugar.
—Oh, bueno...—___________ tomó un bocado de su ensalada y un sorbo de vino, como para darse tiempo para pensar. Finalmente levantó la vista. —James y yo nos separamos porque no estábamos de acuerdo acerca de un montón de cosas. En su mayoría—se mordió el labio—En su mayoría del sexo.
—¿Ah, sí?—Joe trató de mantener su tono de voz neutral, aunque la idea de ___________ teniendo relaciones sexuales con alguien –aunque fuera su prometido- lo hacía sentirse enfermo de celos.—¿Él estaba en cosas retorcidas y tú no?—le preguntó casualmente.
—No exactamente. Más como si estuviera en un periodo sexual, y yo no lo estaba—Suspiró _________ y tomó otro sorbo de vino. —No fue su culpa. Nunca he estado en ello. Es sólo que... se sentía equivocado para mí.
Joe sintió como si un rayo de electricidad hubiera pasado por él. La verdad era que nunca había obtenido un gran placer del sexo tampoco. Se había dicho que era porque nunca podría formar una relación duradera con ninguna de las mujeres con las que salió, pero lo que ____________ estaba diciendo estaba más cerca del punto. Realmente él lo sentía equivocado. Como si estuviera haciendo algo que no debería estar haciendo con la persona equivocada. Pero, ¿quién era la persona adecuada? Por supuesto que no ___________… eso sería ilegal por no hablar de enfermo. Excepto... que en todos esos años nunca había sentido nada medianamente tan intenso como lo que sintió la noche que la había besado...
—Yo no debería haber dicho eso—dijo ___________, obviamente tomando su silencio como molestia. —Bip, bip… demasiada información. Lo siento—agregó con una sonrisa torcida. —Debe ser el vino que se va a mi cabeza. Voy a cambiar a agua ahora. ¿Quieres un poco?
Ella comenzó a levantarse, pero Joe le puso una mano en la muñeca para detenerla.
—Está bien—dijo en voz baja. —No me ofende, y no me importa lo que dijiste. Puedes hablarme con toda la honestidad que quieras.
— ¿En serio?—Su mirada parpadeó en su rostro.—Gracias. Sé que siempre podíamos hablar de todo, pero pensé que... Quiero decir, ha pasado mucho tiempo desde que éramos así de cercanos.
—Lo sé. —Suspiró Joe. —Y nos acostumbramos a compartir todo.—Se echó a reír.—Oye, ¿te acuerdas de cuando Duquesa tuvo sus cachorros en tu cama?
—En medio de la noche, nada menos. —____________ sonrió. —Era fin de semana, cuando mamá y papá estaban fuera de la ciudad. No me desperté hasta que estaba casi terminando, y había todas estas cosas blandas por mis piernas, y me asusté tanto…
—Y oí que me gritabas a través de la pared de la habitación—añadió Joe. —Estaba seguro que un ladrón había entrado en tu habitación, y cuando irrumpí y encendí la lámpara, Duquesa estaba prácticamente justo en tu regazo y parecía tan orgullosa de sí misma. Y tus ojos eran enormes.
—No es gracioso. —_____________ le advirtió, pero ella se estaba riendo en ese momento.
—Era así. Deberías haber visto tu cara—Joe sonrió al recordar. —Y luego, cuando te diste cuenta de lo que había sucedido, cuando viste los cachorros, tus ojos se iluminaron de alegría. Tú sólo estabas... tan hermosa en ese momento—Él se aclaró la garganta, avergonzado. —Lo siento, no quise decir…
—Yo sé lo que quisiste decir—_________ interrumpió. —¿Sabes lo que más recuerdo de esa noche, Joe? El último cachorro, el que no estaba respirando en un primer momento.
—El pequeño, por supuesto. —Asintió Joe. —Yo no estaba seguro que lo iba a lograr al principio.
—Yo si lo estaba—_________ murmuró.—Supe cuando lo recogiste y lo masajeaste que todo iba a estar bien. Porque ese es tu regalo, Joe. Sanar las cosas. Sanar a la gente. Me gustaría...
— ¿Qué te gustaría?—Preguntó, mirándola.
—Desearía que pudieras curarte. —Dijo L________ con la mirada perdida a lo lejos. —Lo que te molesta, quiero decir.
—No creo que eso sea posible. —Joe se aclaró la garganta. —Pero tal vez pueda sanar lo que está mal entre nosotros. Me equivoqué al sacarte de mi vida, ___________—No sabía de dónde venían las palabras, pero no podía dejar de decirlas. —Lo siento mucho. Espero que me des otra oportunidad.
Ella lo miró, sus ojos brillantes.
—Me encantaría. Si... si tú realmente lo quieres así. Quiero decir, esta mañana nos iba tan bien, y luego una especie de... te retiraste otra vez.
—Lo siento por eso también.
_____________ miró su mano todavía apoyada en la muñeca.
—Fue el vestido azul, ¿no?
— ¿Qué? — Joe frunció el ceño.—¿Qué vestido azul? ¿De qué estás hablando?
Ella lo miró.
—El vestido azul que llevaba puesto ese día cuando llegaste a casa del colegio. Yo estaba tan orgullosa de él… pensé que parecía tan mayor. Pero desde el momento en que lo viste, me empezaste a tratar de manera diferente. —Miró hacia otro lado. —Lo quemé, sabes… cuando te fuiste. No quería volver a usarlo otra vez. Pero por supuesto, para entonces ya era demasiado tarde.
Joe sintió un nudo en la garganta al ver la expresión desolada en su hermosa cara.
—No fue el vestido—dijo con voz pastosa. —Era... Que habías cambiado, ___________. Durante la noche. Estaba esperando a ver a mi pequeña hermana pecho plano, y en su lugar...—Hizo un gesto impotente en su pecho, sintiendo sus mejillas calentarse. —Fue… inesperado—terminó sin convicción.
Sus ojos brillaban.
— ¿Así que me sacaste de tu vida a causa de estos?—Por un momento pensó que en realidad iba a levantar la camiseta y él parpadeó, pero ella tiró con fuerza a través de sus pechos, por lo que sus pezones sobresalieron en el sujetador negro.
Joe quería mirar, pero se hizo mirar hacia otro lado rápidamente.
—No sólo porque... por eso. —Él se apartó de la mesa, dejando a su ensalada a medio comer. —La cena estaba deliciosa. Gracias.
— ¿Qué, entonces?—Preguntó _____________, siguiéndolo al área de la sala de estar, obviamente dispuesta a no dejar el tema.
—No importa—Se instaló en el sofá y buscó el control remoto de la TV. —No es importante.
—Sí, lo es. Dime, Joe, por favor—Su voz era una plegaria mientras se instalaba a su lado en el sofá. —Admito que tengo mis sospechas, pero... necesito que me lo digas en voz alta. Dime para no cometer el mismo error otra vez.
—No fue tu error. —Renunció a encontrar el control remoto del televisor, se volvió a mirarla. — ¿Quieres saber de qué se trataba? Era yo, _________. La forma en que te besé esa noche. Estuvo mal, y yo... yo tenía que asegurarme de que nunca volviera a ocurrir.
Su reacción lo sorprendió.
— ¿Eso fue todo? ¿Sólo eso? ¿Por un pequeño beso que compartimos la noche antes de ir a la universidad?
Joe frunció el ceño.
—Fue más que un beso, y tú lo sabes, ___________.
—Éramos niños, Joe. —Ella le tomó la mano y lo miró con seriedad. —Siempre hemos estado tan cerca… o lo estábamos entonces, de todos modos. Así que nos dejamos llevar un poco.
— ¿Un poco?—dijo, tirando de su mano.
—Joe, por favor. —Suspiró.—Por favor no tomes esto a mal, pero realmente creo que estás llevando todo el asunto fuera de proporción.
— ¿Cómo puedes decir eso?—Le espetó. —Yo prácticamente te importuné, por amor de Dios.
—Eso no es lo que recuerdo. —La voz de ___________ era suave. —Recuerdo que me sentí amada y cuidada cuando me besaste. Y después, cuando me rechazaste, estaba devastada. Era como—su voz atrapada en un sollozo—como si todo mi mundo se viniera abajo, porque de repente comenzaste a odiarme.
—____________, por favor, no—dijo desesperadamente cuando ella empezó a llorar. —Dios, no sabes lo mal que me he sentido por alejarte. Pero tenía que hacerlo. Yo... yo no quería hacerte daño.
—Nada de lo que podrías haberme hecho me habría herido más de tu rechazo.
—Su voz era un susurro agónico.
—Eso no es cierto. —Él apretó la mandíbula en frustración. —Hay un montón de cosas que te habrían herido más.
—No, Joe.—Ella ahuecó su mejilla suavemente y lo miró a los ojos.—Tú no tienes idea de cuánto te he extrañado, ¿verdad?—Murmuró.—Incluso si tú hubieras ido más lejos esa noche, todavía no me hubiera afectado tan profundamente como pensar que de repente habías dejado de amarme.
Podía sentir que perdía el control, pero no podía dejarlo ahí.
— ¿Incluso si te hubiera follado?—exigió, con su voz deliberadamente áspera.
—Incluso eso—dijo con suavidad. —Incluso eso.
Joe la miró fijamente.
—No puedes estar hablando en serio.
—Yo lo estoy. —Su mirada no dudó un ápice.
—No puedes. ___________, tenías quince años. Lo que hice contigo… lo que quería hacer...—Se interrumpió, sacudiendo la cabeza, enfermo ante los pensamientos. —Yo era un monstruo—murmuró. Todavía lo soy.
—No. Joe, mírame—exigió. Cuando finalmente lo hizo, vio que tenía los ojos brillando con lágrimas, pero eran honestos, sin pestañear.—Si pudiera volver atrás en el tiempo... Si alguien me diera a elegir entre el pensamiento de que me odiabas o tener mi primera experiencia sexual cuando tenía quince años con mi hermano mayor, yo escogería la segunda opción sin pensarlo dos veces.
—No quiero decir eso—murmuró con los labios entumecidos.
—Sí, lo sé. ¿Sabes cómo perdí mi virginidad? Con Billy Stanton, fuera de la antigua cantera de piedra cerca de un año después. Fue duro, Joe. Me dolió y lloré.
— ¿Billy Stanton? Ese pequeño hijo de puta. —Sintió un repentino aumento irracional de los celos, el deseo de volver atrás y exprimir la garganta del niño escuálido. Había estado un año detrás de Joe en la escuela secundaria, y habían jugado juntos en el equipo de fútbol. Pero eso había sido hace muchos años. Sin embargo, la idea de ___________ herida y llorando hizo hervir su sangre.
___________ no había terminado.
—Él se enojó conmigo por llorar y me llevó a casa. Tuve que colarme en la casa y limpiarme. Y todo el tiempo estuve tratando de no llorar demasiado fuerte, por temor a despertar mamá y papá—Ella tomó una respiración profunda y se secó los ojos. —Yo sé que no habría sido así si hubieras sido tú. Debido a que tú te preocupabas por mí. Tú me amabas.
—Oh, ______________...—Él no sabía qué decir. Sus ojos eran como llamas de joyas azules, sus pestañas mojadas por las lágrimas. —Yo todavía te amo. Pero no podemos hablar así—dijo en voz baja, cubriendo su mejilla. Le dolía por ella, deseaba tanto tomarla en sus brazos y besar sus lágrimas. Pero no se atrevió, no sea que la historia se repita.
— ¿Por qué no?—exigió. —Ya es hora de que hablemos, ¿no crees? Ya han pasado diez años. Diez largos, perdidos años, y oh, Joe... te he echado tanto de menos.
Entonces no pudo ayudarse. Tenía que sostenerla. E incluso la suave presión de sus pechos contra su pecho no pudo pararlo de halarla hacia sí y abrazarla con fuerza.
—Lo siento—dijo rudamente, enterrando la cara en las ondas de oro de su cabello de dulce olor. —Dios, ___________, maldita sea, lo siento.
Joe no sabía cuánto tiempo duró el abrazo, pero al final _____________ se apartó. Todavía había lágrimas en sus ojos, y para ser honesto, había unas cuantas en los suyos también. Pero eso estaba bien, pensó, sonriendo cuando él las apartó. Las lágrimas eran catarsis. Era bueno saber que _____________ se preocupó tanto. Y mejor que bien… maravilloso saber que ella no pensaba en él como un monstruo por lo que había hecho tantos años atrás.
—Te quiero—dijo y sonrió. —Se siente tan bien decir eso. Así de bueno saber finalmente por qué te alejaste.
—Nunca lo volveré a hacer—prometió Joe seriamente. —Nunca. —Él nunca la haría pasar por ese dolor otra vez. Él la amaba demasiado. Incluso si estar cerca de su hermosa hermana pequeña era un tormento, estar sin ella era peor.
—Bien. —Sollozó ella. —Ahora que esto está arreglado, me rindo. Vamos a ir a la cama.
Joe levantó una ceja.
— ¿No tienes que terminar de leer tu libro de pornografía angelical?
Ella se rió a través de sus lágrimas y dio una palmada en el brazo.
— ¡Basta! Te dije que era sólo la lectura como una tarea para la profesora Dobrev. Yo no puedo hacer nada si es obsceno.
Joe giró los ojos.
—Bueno, si tú lo dices.
—Tú—Ella le golpeó otra vez el brazo y se levantó del sofá. —Vamos. ¿No estás cansado? Ha sido un día largo.
Y va a ser una noche aún más larga. Pero incluso el pensamiento de estar acostado a su lado -amándola y queriéndola sin poder tocarla- no podía frenar su estado de ánimo.
—Sí—dijo con una sonrisa y provocándose un bostezo. —Vamos a ir a la cama.
Naaa soy la persona mas mala y buena del mundo
Ya les deje el cap 7 , y el 8 es la cosa , así que me aguantan hasta mañana
y van a ver todaaaaas las cosas que van a pasar
Preparense que va a ser fuerte jajja
# TeamBullshit
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
awwww que lindo cuando empezaron a hablar con la verdad
Y me encanto eso de angeles pornos me dio mucha risa
Yo quiero a Joe para mi
Que va a pasar???
Siguela!!!!
Y me encanto eso de angeles pornos me dio mucha risa
Yo quiero a Joe para mi
Que va a pasar???
Siguela!!!!
aranzhitha
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
OMG!! , no puedes dejarme con tanta intriga, acaso me odias??!! , ok, creo que estoy exagerando XD
me encanto cuando empezaron a hablar sobre sus sentimientos , odio a ese billy, pero joe se puso celosito, es un tiernito
QUE PASARA EN LA CAMA???!!! ,igual osea, joe es mi esposo, asique estuvo varias veces en mi cama, pero no seas malpensada, solo se quedo a ver peliculas
me dejaste con la intriga, y no podre dormir :/ , pero tranquila, no robare el banco , asique mañana, estare esperando el cap, y si no esta cuando entro, te llenare las paginas de comentarios pervers, TE LO ADVERTI ;)
me encanto cuando empezaron a hablar sobre sus sentimientos , odio a ese billy, pero joe se puso celosito, es un tiernito
QUE PASARA EN LA CAMA???!!! ,igual osea, joe es mi esposo, asique estuvo varias veces en mi cama, pero no seas malpensada, solo se quedo a ver peliculas
me dejaste con la intriga, y no podre dormir :/ , pero tranquila, no robare el banco , asique mañana, estare esperando el cap, y si no esta cuando entro, te llenare las paginas de comentarios pervers, TE LO ADVERTI ;)
Lola (la anguila)
Re: "Prohibido" - Joe Jonas y Tu
Buenoo ke pasa con tigo por ke nos castigas asiii :P jajajaj okey nooo perooo ke kosaaaa seguro el cap 8 sera genialllll ñ.ñ jajajajaj muer por leerlo :P como muchas otrass en fin lo kiero mañana a primera hora no kiero fallas muchachitaa :P bueno subelo cuando puedas pero ke no pase de mañana ¬¬ kedo claroo .........bueno mas te valee ten piedad compadecete de nosotrass y subeloo prontooo siiiiiiiiiiiii ñ.ñ
MileyCyruZ
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