Esta historia acabó antes de tiempo.

Iba caminando por la mojada acera con un cigarrillo en mano. Hacía bastante frío y el agua de la lluvia chocaba contra la capucha que llevaba, caminaba sin prestar demasiada atención a lo que había a su alrededor, estaba distraído por lo que acababa de suceder, y su mente sólo se dirigía a un par de horas antes.

Debía encontrarla y descubrir qué era lo que tramaba, por qué le había mentido, debía estar seguro de lo que sucedía. Todo había sido muy extraño, confuso, pero él sólo deseaba que esta historia no acabara antes de tiempo. Deseaba que no fuera lo que estaba pensando.

Su mente divagó en los recuerdos, buscando algo que la llevara hasta ella, y entonces sus pensamientos se fueron al pasado, cinco horas atrás, cunado había comenzado su búsqueda.

* * *

Entró al bar y se acercó rápidamente a la mesa para pedir algo que lo ayudara a despejarse un poco, estaba bastante cansado del estúpido trabajo que tenía, y sólo deseaba llegar a su casa, ver a su novia y dormir un rato a su lado. Estaba cansado.

El barman le pasó un Wisky y se fue a sentar en una mesa a un lado de la ventana, solitariamente con un cigarrillo en la mano y el Wisky en frente. Tomó su teléfono celular y marcó el número de la única chica que lo hacía sentir bien, sólo para saber como estaba ella, y si era posible, que le preparara un sándwich de esos tan irresistibles que ella hacía.

Oyó el pitido de espera unos segundos y luego oyó la angelical voz de la chica.



—¿Diga?

—Roxanne… —saludó el luego de aspirar un poco de su cigarrillo.

—Oh, hola Alex… ¿Qué sucede?, ¿a qué hora llegarás? —preguntó la mujer algo distraídamente.

—En un par de minutos, ¿Dónde estás? —preguntó al notar el tono distraído de la chica.

—En casa, amor, ¿Dónde más? —oyó una risita.

—Ah, claro… ¿Por qué no me preparas un sándwich o algo así?, el día ha estado horrible —se quejó.

—Adoro cuando llueve —rió.

—Yo no

—Te prepararé uno de los que más te gustan, cariño

—Está bien, adiós —se despidió él.

—Te amo —se despidió ella.

—Yo más



Cortó el teléfono y miró por la ventana. La lluvia caía con fuerza en la acera y el día empezaba a helarse mucho más de lo normal. ¿Qué iba a esperar viviendo en Londres? Era verdad que prefería España, pero Roxanne no podía separarse de su ciudad, aunque no estaba muy seguro de cuál era la razón.



Sorbió un poco de su Wisky y se estaba levantando cuando vio algo que le llamó la atención. Una joven de cabello castaño y largo cubierto por una capucha color negro. Sus ojos eran de un color único, que él había visto en una sola persona. La chica era delgada y bastante alta. Miró como ella entraba al lugar y se sentaba en la barra para pedir algo, y tomaba su teléfono.

Alex pensó que su teléfono comenzaría a vibrar con la canción única que sonaba cuando ella lo llamaba, pero no fue así. Ella comenzó a hablar con otra persona. Se acercó un poco para ver con quién hablaba, sigilosamente se paró a unas sillas más allá y pudo oír entre el bucillo.



—Me están esperando —oía su voz. No lograba oír la voz del otro individuo. —Sí… ¿En el semáforo?, ¿y para qué…? Vaya… Está bien, pero no debe ser demasiado, ¿eh? Sí, lo sé… Necesito un poco de eso… Está bien… Adiós, te quiero…



Frunció el seño con molestia y la vio salir, esperó unos segundos, y salió tras ella, pero no la encontró, había desaparecido demasiado rápido.

* * *

No, la verdad no había más detalles. Aún se preguntaba por qué le había mentido, pero eso sólo tenía una respuesta lógica. No sabía por qué la buscaba, podía mejor hacer como que nada pasara y dejar que el motivo de su vida siguiera siendo ella. O tal vez podría asaltarla con preguntas al llegar a casa, o apresurarse al máximo para llegar antes que ella, y así obligarla a que le explicara. Pero no, él debía descubrir por sus propios ojos lo que sucedía.



Llegó a un Semáforo y vio como una chica se encontraba parada ahí. No tenía la pinta de más que una prostituta, pero él sabía quién era. Suspiró y se quedó parado esperando a que algo pasara.

Un Ford Mondeo pasó a una velocidad sorprendente y se detuvo frente a ella con un fuerte chillido. Un hombre de unos cuarenta años se bajó del auto. ¡Pero qué hombre más asqueroso!, se notaba que llevaba encima más de una multa por velocidad, y más papeleos pendientes que un reo. Apostaría a que si te le acercaras, te robaría sin pensarlo dos veces. En sus ojos se podía ver, que con Roxanne tenía un plan más bien travieso, se la llevaba a dentro del auto y este se quedaba estacionado ahí, bajo la lluvia en la vacía calle. Sin pensarlo Lucas se acercó ahí, ya no tenía mucho que perder. Golpeó el vidrio del auto y la ventana se bajó, y pudo verlo todo.



—No es lo que parece —susurró ella.

—Adiós, amor. Esta historia acabó antes de tiempo.

Hoola :)
¿En serio te ha gustado?, ¡muchísimas gracias!, en verdad creí que a nadie le gustaría u-u, pero tu comentario me reconforta un montón, no sabes <3 :3
En vedad es el primer one-shot que escribo, y la verdad no es demasiado bueno, pero en fin :P :) Muchas gracias :3
Tengo una nove en construcción, la publicaré pronto, pero por ahora nada :)
Gracias por el comentario, besitos