Nunca, Siempre Y Sucedio Pero Es Imposible, Me Enamore De Mi Peor Enemigo_logan lerman y tu

Me estaba ahogando, pero sin embargo seguíamos luchando entre sí, no me importaba estar allí lo único que quería era acabar con él, con Sebastián Lerman, el sobrino político de Celest Lerman y toda las personas de parte de ella. Hade, mi madre me había encomendado fuertemente esta misión y por nada iba a fallar en esto, jamás le había defraudado como que para ahora, después de 18 años lo hiciese tan estúpida y de manera inútil.

Soy espía pertenecientes a una de las cuatro familias encubiertas en todo el mundo que tienen las más duras misiones de defender y acabar con personas cizañases y malas que hacen daño.

-déjame, Sebastián –musite forcejeando con el fornido hombre con que luchaba, Sebastián.
-T/n. vas a dejar de meter tu lindo y hermoso rostro en lo que no te importa –me reprocho Sebastián con voz dura y tajante
-jamás, estúpido –masculle con el pequeño movimiento que di en su ingle, aunque con dificultad por el agua.
De su boca salió un gemido de dolor y sus manos me soltaron, dejándome a mi a merced de mi cuerpo y del suyo, aprovechándome cogí su brazo izquierdo y se lo disloque con un movimiento rápido y ágil
-eres una ramera, T/n. –grito el hombre por el dolor, aunque no sé si el de su ingle o el de su brazo dislocado.
Tratando de nadar hacia la orilla del mar, la cual se encontraba a por lo menos 90 metros; la fuerza y el aire me faltaban, lo sentía claramente en como disminuía al nadar. Sebastián con un poco de ventaja y con su otra mano tomo mi cabello y me atrajo hacia él, hundiéndome en el agua y estando un gran tiempo sumergida y posiblemente ahora si me ahogaba, el aire después de un momento me falto y mis manos no alcanzaron a coger su brazo para soltarme, si no que en cambio rasguñaban su piel, que a decir verdad no era nada comparado con lo que el me estaba haciendo.
El objetivo hacia la familia Lerman era acabar con nosotros así, ellos tomarían el control ya que pertenecían a los dos bandos: buenos y malos, y es claro decir que la familia French era un gran obstáculo, para que ellos alcanzaran su objetivo.

Si seguía sin hacer nada muy pronto terminaría ahogada, así que saque una pequeña pero filuda navaja que llevaba en mi pierna y se la enterré a Sebastián en su muslo provocando que este gritara de dolor y dejándome a mi salir a la superficie y poder respirar aunque torpemente pero lo hacía.
-no te escaparas T/n. –dijo él en un gemido de dolor
-acabare contigo, eso te lo juro –musite y empecé a nadar hacia la orilla.
Él, me seguía pero a su ritmo ya que estaba herido, bueno que claven una navaja en tu pierna a de doler muchísimo ¿no?
Tome una gran bocanada de aire y me sumergí en el agua, nadando un poco más rápido, para así poder escapar del territorio Lerman e ir con las manos vacía hacia mi madre, era mi vida o mi muerte y creo que serviría mejor viva que muerta.
Empecé a sentir el agua un poco más calmada, entonces ha de ser que la orilla estaba cerca; termine de nadar lo poco que me faltaba y comencé a gatear con la cabeza baja por el cansancio de nadar y fue entonces que estuve en la orilla.
Entonces vi aquellos zapatos elegantes de hombre y el pantalón negro de tela y formal, subí mi cabeza y me encontré con sus ojos azules cual cielo.
-lo… log… logan Lerman –pronuncie tartamudean té.
Ahora estaba perdida y el solo atino a sonreírme macabra y triunfantemente.