Los rayos del sol y ese clima veranil que hoy me da que pensar.. [harry styles y tú] [TERMINADA!]

Yo sabía que esta película iba a ser una porquería, pensaba Harold.
Zac Efron casate conmigo, te amo desde High School Musical, lindo de la vida, pensaba ella.

La película terminó. Salieron del cine. Ella con una sonrisa boba. Él con su peor cara de aburrimiento.
-Una película más aburrida no, ¿no?- bufó el ruliento con una mueca de disconformidad.
-Callate querido, lo que pasa es que vos no sabés nada- respondió indiferente la castaña.
-¡¿Qué no sé?! ¿me estás cargando?- Harold se empezaba a molestar por el comentario de ella- la película fue una porquería nena, toda una cursilería, aburrídisima.
-Nada que ver, no sabes nada y punto. Dejá de criticar la película que hizo mi lindo Zac.
-¿Tu lindo Zac?- rió sarcástico- la primera y última vez que vengo al cine con vos- confirmó.
-Ah, y a mí que me importa si no querés venir conmigo al cine, idiota. Y sí, mi lindo Zac.
-Callate. No es tuyo, debe tener miles de chicas ese, es obvio, más que obvio.
-Algún día nos vamos a conocer y nos vamos enamorar mutuamente, después nos vamos a casar y tener hijos- sentenció la castaña con voz risueña- eso es lo obvio acá.
-Retractate ya- ordenó Harry- te doy cinco minutos para que retractes lo que acabás de decir.
-¿Por qué?- preguntó inocente _____- no entiendo, Harold. Y tampoco me voy a retractar.
-Porque supongo que te equivocaste un poco mucho, porque vos querés casarte conmigo y tener hijos, repito, conmigo y solo conmigo. ¿No?- él la miró amenazante. Ella comprendió.
-Ah, era eso- rió ella- no me voy a retractar nada porque estoy enojada con vos- hizo puchero y el la miró confundido- estoy enojada porque criticás a Zacqui, queridito.
-Y yo estoy enojado con vos porque elegiste esta película, que a duras penas acepté ver, y encima- resaltó el 'y encima' con su voz- te comiste con la mirada prácticamente toda la película a ese Zac. ¿Y a mi? y a mi ni me dabas la hora- se cruzó de brazos el ojiverde.
Ella se encogió de hombros y le sacó la lengua. El la miró mal. Ambos se dieron la espalda.
Cinco minutos después..
-Bueno, perdoname ruloso de mi vida- saltó a abrazarlo ella- me retracto- confirmó.
-¿Cómo?- preguntó él, pero la había escuchado perfectamente- ¿cómo acabas de decir?
-¡Que me retracto!- volvió a decir ella- me retracto, me retracto, me retracto- repitió
El rió y la abrazó. La amaba más que a su propia vida, aunque lo obligue a ver películas cursis de tontos enamorados, aunque se babee con Zac efron, aunque se encapriche con muchas cosas, aunque sea histérica, aunque a veces le saque canas verdes. ¿Ese era el precio que había que pagar por tenerla a su lado? sí ese era, lo pagaba y con gusto. Ella era perfecta para él. Ella era para él. Ella era de él. Ella formaba parte de él.
-Entonces, ahora que te retractas.. te invito a tomar un helado ¿qué decis?- ofreció el ruloso.
-¡Sí!- contestó entusiasmada cual nena de siete años- ¡vamos, mi amor!- Harry le sonrió y la tomó de las manos. Ambos se dirigieron a la heladería del shopping charlando sonrientes.
(...)
-¿Harold, nunca nos vamos a separar, no?- preguntó ella mientras tomaba su helado.
-Claro que no, nunca te dejaría mi amor. Ya te dije, vamos a casarnos, tener hijos, nietos, bisnietos. Todo. Toda la vida vamos a estar juntos, princesa.
Ella le sonrió totalmente conforme. ¿Una vida entera al lado de Harry? ¿A caso, había algo más satifactorio que eso? se preguntó a sí misma. Ese ruloso si que la hacía feliz. Ese ruloso sí que se hacía querer, y mucho.
-Para siempre.. me encanta y a la vez me parece poco tiempo. Y te quiero demasiado, mucho mucho. Sos lo más lindo que tengo, rulitos.
A él se le encogió el corazón. Y ahí comprendió que valió la pena sufrir tanto, si al fin y al cabo ella ahora estaba diciéndole eso, ¿cuántas veces lo había soñado? recordó las noches en las cuales cerraba los ojos imáginandose cómo sería probar sus labios, cómo sería que ella le confesara que lo quería. Cómo sería charlar con ella y planear estar juntos hasta envejecer. Ahora, su sueño estaba cumplido y iría por una meta más.. nunca separarse de aquella castaña de risa contagiosa y ojos atrapantes. Sí, esa la de la sonrisa bella y el pelo suave y rebelde. Esa, su chica, el amor de su vida.
-Te amo, amor de mi vida- le confesó él sin ningún temor ni vergüenza, aquellas palabras habían salido instantáneamente de su boca como si no las pudiese aguantar en ella- y siempre vamos a estar juntos, no importa el tiempo, el lugar, siempre juntos.
Y para culminar aquel lindo momento se besaron, se tomaron de las manos y salieron del lugar para volver a su casa. Mañana sería un día largo.