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PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
MINI-MARATON 2/4
Capitulo 68:
Al fin el viernes había llegado y al fin mi día de venganza también. Esta noche Alex y _______ iban a salir a cenar, nada más y nada menos a que mi restaurante favorito. Gracias a mi gran amigo Sam, logré averiguar aquello a través de su querida novia.
¿Qué casualidad que yo hice una reserva para mí allí esta noche, verdad?
Salí de la ducha y entré a mi habitación para cambiarme. Lindsay no estaba, pues estaba en casa de _______ ayudándola a elegir el atuendo para la gran cita.
Vaya prima que me toco. Traidora y cínica.
Pero no, no. Esto no se va a quedar así. No se van a salir con la suya. Esa cenita quedara arruinada o dejo de llamarme Damian Joseph el cazador Mcginty.
Miré la hora en mi celular. Ya eran casi las 10 de la noche. Tenía que apurarme porque o sino iba a llegar tarde. Salí y busque mi auto.
Hoy no usaría a Betty, hoy la dejaría dormir. Me subí en el y prendí marcha hacia el restaurante.
Llegué me bajé y le di dinero a un muchacho que se encontraba allí cuidando los autos del lugar, para que vigilara el mío. Me acomodé un poco el cuello de mi camisa y suspiré antes de entrar.
Detuve mis pasos al verlos allí sentados en una de las mesas hablando sin dejar de mirarse. Alex apoyó una de sus manos sobre la de _______… maldito, ya no tendrá mi voto el año que viene.
Sin seguir dando vueltas me acerque a ellos.
—¡No puedo creerlo! ¿Qué hacen aquí? —les dije con mi mejor cara de sorpresa.
Ambos se giraron a verme. Los ojos de _______ se abrieron como platos y creí que la mandíbula iba a caérsele.
—¿Qué haces aquí? —me preguntó ella.
—Este es mi restaurante favorito, vengo todos los viernes. ¿Les molesta si me siento con ustedes? Vine
solo —dije mientras tomaba la silla.
—Si nos moles…
Me senté antes de que ella terminara la frase. Miré a Alex y palmeé su hombro varias veces. Él me sonrió divertido. No parecía molesto. Yo en su lugar ya me hubiese golpeado.
—¿Cómo estás Alex amigo? —le pregunté.
—Muy bien, ¿Y tú Damian? —me dijo.
—Yo en el mejor momento de mi vida…
—Disculpen, voy al tocador —dijo _______ poniéndose de pie.
Ambos vimos como se alejaba detrás de una puerta. Volví mi vista a Alex.
—¿Y como van las cosas con _______? —le dije.
—Bien, recién nos estamos conociendo… pero es una chica increíble. Es dulce, es tierna, muy inteligente… y tiene un enorme sentido del humor —me dijo divertido.
—Si, si. Ella es así de perfecta al principio —le dije y vi como salía ella del baño —Pero después te la regalo, es terrible…
Ella se sentó a la mesa con el semblante totalmente serio. Alex acomodó su garganta para hablar.
—¿Pido la cena? —preguntó él.
—Si —dijo ella secamente.
—Por favor, muero de hambre —dije yo sonriente.
Alex levantó la cabeza para buscar con la mirada al mozo.
—Dice Lindsay que eres hombre muerto —me susurró ella por lo bajo. La miré y sonreí divertido.
—Oh vamos, es solo una travesura —dije y le guiñé un ojo —Disfruta esto, estás con dos hombres bien parecidos…
—Alex será bien parecido… tú sobras aquí —me dijo.
—No sientas penas conmigo, admítelo te gusto un poco. Y tú me caes taaaaaaaaaaan bien, en especial sin ropa, que tengo una sorpresa para ti —le dije sonriente. Giré mi cabeza a Alex —Oye Alex, ¿te gustan los lakers? —le pregunte.
—Si, son un gran equipo —me dijo él —¿Por qué?
—Porque mañana por la noche juegan y tengo dos entradas extras para verlos, ¿Qué les parece si vamos los tres? —pregunté con una gran sonrisa.
—Oh dios mío, no es cierto —musitó _______ y tomó su frente con la mano.
—¿Enserio? —dijo Pettyfer con una sonrisa y luego miró a _______ —No lo se, _______ y yo ya teníamos planes para mañana. ¿Qué dices _______, te gustaría ir?
—Vamos _______, no seas tonta… las entradas son VIP y yo se que a ti te encantan los lakers. La vamos a pasar muy bien —le dije. Ella me miró fijo y luego miró a Alex.
—Alex, ¿te molesta si salgo un minuto con Damian? Necesito hablar una cosa con él —le dijo amable.
—No, para nada linda. Ve tranquila —dijo él.
Ella se puso de pie y tomó de mi brazo haciendo que yo también me pusiera de pie. Casi podría decir que me arrastro hasta afuera del restaurante.
—¿Cuál es tu problema? ¿Por qué haces esto? —me preguntó nerviosa.
—Tranquila cariño —le dije y levanté mi mano para acariciar su rostro. Ella se alejó mirándome despectivamente —Como ‘amigo’ tuyo que soy, solo estoy cuidando de ti y
conociendo más con quien sales.
—¿Acaso no lo conoces ya? Por lo que me dijo Lindsay tienes bastante interacción con él ya que siempre estás metido en problemas.
—Ya, ya no me retes —dije poniendo mi mejor cara de niño bueno —Solo quiero cuidarte…
—Se cuidarme sola.
—¿Por qué eres tan antipática cuando solo quiero hacer las cosas bien? —le dije ya un poco molesto.
—No, tú no quieres hacer las cosas bien —me dijo ella elevando un poco el tono de su voz.
—En él único que estas pensando en este momento es en ti mismo… ¿Qué voy a importarte yo? No seas cínico Damian. Solo te importan tú y tu estúpido orgullo machista.
—¡Eso no es verdad!
—¿A no? Si, si es verdad. Lo único que quieres de mí es sexo… nada más. Y no te agrada la idea de que se lo de a otro, PORQUE ERES UN VULGAR Y SUCIO MACHISTA.
—¿Tú no se lo darás a Pettyfer verdad? —le pregunté.
—No, no se lo voy a dar a nadie más. Ni a ti, ni a él, ni a David. A NADIE.
—¿Por qué?
—Porque voy a tomar los hábitos —dijo más seria de lo que realmente deseé que estuviera.
—No, tú no estas hablando enserio —le dije algo nervioso.
—¡No, claro que no! Pero me parece que es lo que quieres, ya que no puedo estar con nadie, porque tú te encargaras de arruinarme cada cita que tenga —me acusó —¡Quiero que te vayas!
—¡No, no voy a irme! —sentencié —¡Y mañana iremos los tres a ese partido y te va a gustar ir conmigo y con Alex juntos! ¡Y te vas a sentar en medio de los dos y vas a mirar el partido y vas a alentar al equipo y te va a encantar la salida!
—¡Bien, perfecto! —dijo casi gritándome —¿Quieres jugar? Yo también puedo jugar Mcginty, y te juro que te vas arrepentir de haberte metido en mi vida, de haberte metido en mi cama, y de haberte metido conmigo…
—Que miedo me das —dije irónico. Ella me miró y sonrió perversamente.
—Pues deberías temerme cariño, si antes decías que te volvía loco… ahora no sabes la que te espera.
Capitulo 68:
Al fin el viernes había llegado y al fin mi día de venganza también. Esta noche Alex y _______ iban a salir a cenar, nada más y nada menos a que mi restaurante favorito. Gracias a mi gran amigo Sam, logré averiguar aquello a través de su querida novia.
¿Qué casualidad que yo hice una reserva para mí allí esta noche, verdad?
Salí de la ducha y entré a mi habitación para cambiarme. Lindsay no estaba, pues estaba en casa de _______ ayudándola a elegir el atuendo para la gran cita.
Vaya prima que me toco. Traidora y cínica.
Pero no, no. Esto no se va a quedar así. No se van a salir con la suya. Esa cenita quedara arruinada o dejo de llamarme Damian Joseph el cazador Mcginty.
Miré la hora en mi celular. Ya eran casi las 10 de la noche. Tenía que apurarme porque o sino iba a llegar tarde. Salí y busque mi auto.
Hoy no usaría a Betty, hoy la dejaría dormir. Me subí en el y prendí marcha hacia el restaurante.
Llegué me bajé y le di dinero a un muchacho que se encontraba allí cuidando los autos del lugar, para que vigilara el mío. Me acomodé un poco el cuello de mi camisa y suspiré antes de entrar.
Detuve mis pasos al verlos allí sentados en una de las mesas hablando sin dejar de mirarse. Alex apoyó una de sus manos sobre la de _______… maldito, ya no tendrá mi voto el año que viene.
Sin seguir dando vueltas me acerque a ellos.
—¡No puedo creerlo! ¿Qué hacen aquí? —les dije con mi mejor cara de sorpresa.
Ambos se giraron a verme. Los ojos de _______ se abrieron como platos y creí que la mandíbula iba a caérsele.
—¿Qué haces aquí? —me preguntó ella.
—Este es mi restaurante favorito, vengo todos los viernes. ¿Les molesta si me siento con ustedes? Vine
solo —dije mientras tomaba la silla.
—Si nos moles…
Me senté antes de que ella terminara la frase. Miré a Alex y palmeé su hombro varias veces. Él me sonrió divertido. No parecía molesto. Yo en su lugar ya me hubiese golpeado.
—¿Cómo estás Alex amigo? —le pregunté.
—Muy bien, ¿Y tú Damian? —me dijo.
—Yo en el mejor momento de mi vida…
—Disculpen, voy al tocador —dijo _______ poniéndose de pie.
Ambos vimos como se alejaba detrás de una puerta. Volví mi vista a Alex.
—¿Y como van las cosas con _______? —le dije.
—Bien, recién nos estamos conociendo… pero es una chica increíble. Es dulce, es tierna, muy inteligente… y tiene un enorme sentido del humor —me dijo divertido.
—Si, si. Ella es así de perfecta al principio —le dije y vi como salía ella del baño —Pero después te la regalo, es terrible…
Ella se sentó a la mesa con el semblante totalmente serio. Alex acomodó su garganta para hablar.
—¿Pido la cena? —preguntó él.
—Si —dijo ella secamente.
—Por favor, muero de hambre —dije yo sonriente.
Alex levantó la cabeza para buscar con la mirada al mozo.
—Dice Lindsay que eres hombre muerto —me susurró ella por lo bajo. La miré y sonreí divertido.
—Oh vamos, es solo una travesura —dije y le guiñé un ojo —Disfruta esto, estás con dos hombres bien parecidos…
—Alex será bien parecido… tú sobras aquí —me dijo.
—No sientas penas conmigo, admítelo te gusto un poco. Y tú me caes taaaaaaaaaaan bien, en especial sin ropa, que tengo una sorpresa para ti —le dije sonriente. Giré mi cabeza a Alex —Oye Alex, ¿te gustan los lakers? —le pregunte.
—Si, son un gran equipo —me dijo él —¿Por qué?
—Porque mañana por la noche juegan y tengo dos entradas extras para verlos, ¿Qué les parece si vamos los tres? —pregunté con una gran sonrisa.
—Oh dios mío, no es cierto —musitó _______ y tomó su frente con la mano.
—¿Enserio? —dijo Pettyfer con una sonrisa y luego miró a _______ —No lo se, _______ y yo ya teníamos planes para mañana. ¿Qué dices _______, te gustaría ir?
—Vamos _______, no seas tonta… las entradas son VIP y yo se que a ti te encantan los lakers. La vamos a pasar muy bien —le dije. Ella me miró fijo y luego miró a Alex.
—Alex, ¿te molesta si salgo un minuto con Damian? Necesito hablar una cosa con él —le dijo amable.
—No, para nada linda. Ve tranquila —dijo él.
Ella se puso de pie y tomó de mi brazo haciendo que yo también me pusiera de pie. Casi podría decir que me arrastro hasta afuera del restaurante.
—¿Cuál es tu problema? ¿Por qué haces esto? —me preguntó nerviosa.
—Tranquila cariño —le dije y levanté mi mano para acariciar su rostro. Ella se alejó mirándome despectivamente —Como ‘amigo’ tuyo que soy, solo estoy cuidando de ti y
conociendo más con quien sales.
—¿Acaso no lo conoces ya? Por lo que me dijo Lindsay tienes bastante interacción con él ya que siempre estás metido en problemas.
—Ya, ya no me retes —dije poniendo mi mejor cara de niño bueno —Solo quiero cuidarte…
—Se cuidarme sola.
—¿Por qué eres tan antipática cuando solo quiero hacer las cosas bien? —le dije ya un poco molesto.
—No, tú no quieres hacer las cosas bien —me dijo ella elevando un poco el tono de su voz.
—En él único que estas pensando en este momento es en ti mismo… ¿Qué voy a importarte yo? No seas cínico Damian. Solo te importan tú y tu estúpido orgullo machista.
—¡Eso no es verdad!
—¿A no? Si, si es verdad. Lo único que quieres de mí es sexo… nada más. Y no te agrada la idea de que se lo de a otro, PORQUE ERES UN VULGAR Y SUCIO MACHISTA.
—¿Tú no se lo darás a Pettyfer verdad? —le pregunté.
—No, no se lo voy a dar a nadie más. Ni a ti, ni a él, ni a David. A NADIE.
—¿Por qué?
—Porque voy a tomar los hábitos —dijo más seria de lo que realmente deseé que estuviera.
—No, tú no estas hablando enserio —le dije algo nervioso.
—¡No, claro que no! Pero me parece que es lo que quieres, ya que no puedo estar con nadie, porque tú te encargaras de arruinarme cada cita que tenga —me acusó —¡Quiero que te vayas!
—¡No, no voy a irme! —sentencié —¡Y mañana iremos los tres a ese partido y te va a gustar ir conmigo y con Alex juntos! ¡Y te vas a sentar en medio de los dos y vas a mirar el partido y vas a alentar al equipo y te va a encantar la salida!
—¡Bien, perfecto! —dijo casi gritándome —¿Quieres jugar? Yo también puedo jugar Mcginty, y te juro que te vas arrepentir de haberte metido en mi vida, de haberte metido en mi cama, y de haberte metido conmigo…
—Que miedo me das —dije irónico. Ella me miró y sonrió perversamente.
—Pues deberías temerme cariño, si antes decías que te volvía loco… ahora no sabes la que te espera.
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
MINI-MARATON 3/4
Capitulo 69:
Volvimos a entrar y ella se sentó a la mesa sin dejar de sonreírle a Pettyfer. Él nos miró consecutivamente y sonrió levemente esperando escuchar algo.
—Alex, mañana vamos al partido con Damian —le dijo ella. El rubio sonrió.
—¿De verdad? ¿No te molesta? _______, si no quieres ir… podemos ir al cine como habíamos acordado.
—Tranquilo Alex, vamos a ver el partido. La vamos a pasar bien igual que en el cine —dijo ella y apoyó su mano sobre la de él.
La miré de reojo, ¿Con que ese era su plan, verdad?
—¿Qué pediste para cenar Pettyfer? —le pregunté. Él me miró.
—Mmm, bueno pedí algo simple y rico. Pastas —dijo él.
—Lamento decirte Alex que _______ es…
—Vegetariana —me interrumpió él —Lo se. Por eso para ella pedí una pasta especial, de sémola con una salsa de espinaca.
—Eres tan considerado —le dijo ella.
—Lo mereces —le dijo galante. ¡Ya no iba a poder tolerarlo!
—¿Y como van las cosas en el centro Alex? —le dije para que pusiera su atención en otro cosa y dejara de mirar a _______.
—Por ahora todo marcha sobre ruedas. La semana pasaba tuve una reunión con el rector y el director de la administración. Vamos a hacer un nuevo proyecto basado en mejorar las condiciones de los laboratorios y talleres.
—Si, he escuchado un poco de eso. Todo el mundo esta muy conforme con tu mandato —le dije divertido. Él rió.
—Yo no lo llamaría así. Solo soy un alumno más que fue elegido por el resto del alumnado para hacerle llegar sus quejas e ideas a las autoridades —dijo condescendiente.
—No seas modesto —le dijo _______, haciendo que ambos la miráramos —Eres un gran presidente… si yo hubiese estado cuando te postulaste te aseguró que te hubiese dado mi voto.
—Serías una excelente asesora de campaña —dijo divertido.
—¿Lo crees? —preguntó ella.
—Si, eres así como especial para esas cosas —dije metiéndome en su conversación —Te gusta mucho el tema de hablar, de opinar sobre la gente… tienes la palabra fácil.
—Ella tiene ese carácter fuerte y decidió, como todas las mujeres que saben de política y esas cosas —me dijo él. Lo miré.
—Si, principalmente porque miente muy bien —dije divertido.
Sentí como una pequeña mano se apoyaba sobre mi rodilla. Mis ojos se abrieron bien y mi cuerpo dio un pequeño respingo sobre la silla.
—¿Sabes Alex? Ayer encontré ese libro del que hablamos el otro día —le dijo ella.
Su mano comenzó a acariciar mi rodilla, por debajo de la mesa. ¡Oh diablos, este si era su maldito plan!
—¿A sí? —dijo él algo sorprendido —¿Has podido leerlo?
—Muy poco —dijo ella sin dejar de mirarlo a él.
Ellos seguían hablando, pero mi cabeza estaba demasiado distraída como para prestarles atención. Tragué saliva. Su mano apretó mi rodilla sutilmente, haciéndome recordar que así también lo había hecho la otra noche.
Entonces mi respiración comenzó a agitarse un poco, cuando sentí como su mano comenzaba a subir un poco más a allá de mi rodilla.
¡Oh si, ella quería enloquecerme!
Justo cuando estaba a la mitad del camino tomé su mano con la mía. Ella abrió bien sus ojos, que no dejaban de mirar a Alex.
—Y entonces, por eso fue que comencé a enseñarle a leer a los ciegos —habló él.
Al fin había podido lograr concentrarme y escuchar algo de lo que decían. Acomodándome un poco, tomé mejor su mano con la mía. Con cuidado giré su palma hacia arriba, y comencé a acariciarla con mis dedos. Sonreí levemente al ver la expresión que tomaba su cara. Ella sabía lo que significaba eso. Cuando un hombre acaricia la palma de la mano de una mujer, es porque quiere, ansiosamente, irse a una cama con ella.
Lentamente fue retirando su mano de la mía y poniendo ambas manos encima de la mesa, mientras Alex seguía hablando. Sonreí maliciosamente.
Ella no era la única que podía jugar de esa manera. Distraídamente dejé caer mi servilleta al suelo, justo al lado de ella.
—Lo siento —dije y me agaché para recogerla.
Sus piernas quedaron bien puestas frente a mis ojos. Con cuidado coloque mi mano en la parte inferior, justo sobre su gemelo. Y con mucho más de cuidado comencé a subir por ella. Interrumpiendo sus palabras, se sentó erguidamente. Sonreí y me acerqué más para morder levemente su piel. Dio un pequeño salto en la silla.
—_______, ¿estás bien? —le preguntó Alex.
Rápidamente me incorporé. La miré divertido, y sus mejillas estaban rojas.
—Si, si, si estoy bien —dijo nerviosa.
—Espérenme un segundo, que voy a ver porque se tardan tanto con la comida —dijo Pettyfer y se puso de pie para dejarnos solos.
—¿Qué crees que estas haciendo? —me preguntó nerviosa.
—Lo mismo que tú cariño, jugar… sucio —le dije.
—Pero ¿no podías ser más discreto?
—Te gustó, ¿verdad? Te encanta que te toque, que te acaricie y que te muerda.
—Lo que va a encantarme a mí, va a ser que te levantes de esta mesa, agarres tus cosas y me dejes en paz…
—Tú solita te lo buscaste. Tú me tocas, yo te toco y te muerdo. Si yo te toco y no me quieres tocar… tranquila cariño, me conformo con tocarte yo.
Alex volvió a la mesa y se sentó.
—Ya sale nuestra orden —afirmó.
—¡Que bueno! —dije contento y metí mi mano debajo de la mesa, para volver a jugar con ella. Apoyé mi mano sobre pequeña rodilla —Muero de hambre…
Entiéndase el doble sentido, ¿cierto?
Un minuto más tarde la comida llegó a nuestra mesa. Trate ya dejar de tocarla, porque de verdad quería comer, pero aun así no se iba a salvar de mí. Ella lo iba a sufrir tanto como yo lo hacia. Los tres comenzamos a comer en un completo y algo molesto silencio. Hasta que Alex acomodó su garganta, para romper el hielo.
—Hace un mes que ya no vas a verme para que te salve de alguna travesura, u omisión del reglamento Universitario Damian, ¿Por qué? —me preguntó. Terminé de tragar y sonreí.
—Digamos que estoy… descubriendo otros hobbies ¿verdad _______? —dije y la miré.
Ella me miró con desprecio.
—Si claro, ahora se dedica a andar por la vida mirando películas… de terror —dijo ella.
—Y absolutamente creo que la has calificado mal, _______. Más bien yo diría que fue una película de romance —le dije.
—Comedia romántica, mejor al caso —sentenció ella.
—Claro que no, _______. Es más, Alex te podrá desmentir y decir sobre que trata la película.
—Si eso acaba con su diferencia, claro que si —dijo él amable —¿De que se trata?
—Trata sobre un chico y una chica que se conocen casualmente, y bueno… su relación no comienza de la mejor manera pues el joven, apuesto, seductor y galante muchacho es un poco impulsivo —dije.
—¿Un poco? Yo diría demasiado —agregó ella. Sonreí por lo bajo.
—Eso no es lo importante. Sucede que el primer día en que ellos se conocen el chico la besa, porque ella es realmente irresistible… Ella reacciona mal, lo golpea y todo empieza así. Pero luego empiezan a ser amigos…
—Eso no es así —me interrumpió —Ella quería ser su amiga, pero el era un cerdo que quería una sola cosa de ella.
—¿Vas a dejarme hablar o seguirás interrumpiéndome? —le dije. Ella me miró con odio —Como te decía, quedan como amigos. Pero pasan muchas cosas entre ellos. Se desean mutuamente, pero ella es soberbia y muuuuuuuy orgullosa, no quiere admitir que le gusta el muchacho.
—Y él es un mujeriego, arrogante, egocéntrico, manipulador y sobre todo un egoísta que solo piensa en si mismo, y que no quiere admitir que esta muerto de amor por la chica —le contó ella sin dejar de mirarlo.
—¿Muerto de amor? Eso no es así, él no esta muerto de amor por ella —le dije a Alex.
—Oigan, ¿no les parece que solo es una simple película? No vale la pena que peleen por ello. Es una tontería —nos dijo Pettyfer.
—Yo solo digo que _______ la esta clasificando mal —me defendí.
—Es una aberración —aclaró _______ —Además de que no le creí ni un poquito al actor principal.
—Tal vez —dije dándole un poco de razón —Pero la actriz principal, ¡Diablos! Te lo juro Alex esta tan buena, como para encerrarte con ella en una habitación muy oscura y fría, para poder entrar en calor.
—Pues el actor ahí andaba, no era ni muy, ni tan…
—Oh, eres una pequeña mentirosa —le dije divertido —Mientras veíamos la película te la pasabas diciendo cosas indecentes sobre él. O mejor dicho… bajo él.
Ella me miró intensamente, haciendo que un escalofrío bajara por mi espalda.
—Mmm, ¿Qué les parece si pedimos el postre? —preguntó Alex haciendo que ambos lo miráramos. Pedimos el postre, y lo comimos sin decir ni una sola palabra.
_______ comía despacio su helado, y parecía que nunca lo iba a terminar. Hasta que al fin lo hizo. Alex estaba por llamar al mozo para pagar la cuenta, pero le dije que ya estaba paga, pues el dueño del lugar era amigo mío. Nos pusimos de pie y salimos de allí.
—Te llevo, _______ —le dije. Ella se giró a verme.
—No gracias, me voy sola —sentenció.
—No _______, va a ser mejor que te vayas con Damian. Así yo me quedaré más tranquilo… prometo que para la próxima tendré mi auto —dijo y se acercó a un muchacho para decirle algo.
Con discreción me acerque a ella.
—¿Lo ves? Hasta un extraño te tira a mis brazos… todos saben que me perteneces cariño, que eres mía —le susurré al oído y palmeé su trasero. Ella dio un pequeño salto.
Se giró a verme con ojos venenosos.
—¿Hace falta la manito? —me dijo.
—Solo es un gesto territorial —le dije con una sonrisa burlona —Estoy palmeando lo que es mío, solo mío.
Alex volvió a acercarse a nosotros.
—Bueno, yo me tomo aquel taxi de allí —nos dijo. Miró a _______ y le sonrió —La pase muy bien, _______.
—Yo también, eres un encanto —le dijo ella y se acercó a él para abrazarlo. Revoleé los ojos y esperé a que la estúpida escenita terminara. Ella se alejó de él.
—Bueno Pettyfer, nos vemos mañana en el partido como acordamos —le dije.
—Claro que si Damian, allí nos vemos —me dijo y se fue de allí.
Ambos miramos como se subía al taxi y partía rumbo, seguramente, hacia su casa. _______ se giró a verme y comenzó a caminar.
—Para allá esta el auto —le dije.
—No voy a ir contigo —me dijo. Caminé hasta a ella y la alcé en brazos. Ella comenzó a patalear y a quejarse. Caminé con ella así hasta el auto. La bajé frente a el, saqué las llaves y abrí la puerta para que se subiera. Me miró con odio.
—Te detesto —me dijo.
Le sonreí burlón. Se subió y cerré la puerta, para luego rodear el auto y subirme frente al volante.
Prendí marcha y comencé a manejar hacia su departamento. La miré de reojo y ella no decía nada, solo miraba al frente y tenía los brazos cruzados sobre su pecho.
Acomodé mi garganta.
—¿Cómo la pasaste? —le pregunté. Ella clavó su mirada en la mía.
—Arruinaste mi cita —aseguró —¿Cómo crees que la pase?
—Vamos, no fue tan malo ¿Acaso no te divertiste? —le dije.
Ella sacó su mirada de mí y miró al frente. Una pequeña sonrisa amenazaba con salir de sus labios. ¡Oh si, ella si se había divertido!
—Eres un tonto —dijo reprimiendo aquella sonrisa.
—Pero te gusta el tonto —le dije. Frené justo frente a su edificio. La miré a los ojos.
—No, no me gusta el tonto —me dijo.
—Pues a mí si me gusta la tonta, me encanta la tonta.
Su mirada chocolate se volvió tierna y algo confusa. Recorrí con mis ojos su cara, hasta mirar fijamente sus labios. Solo necesitaba un poco de esos labios, y ya era totalmente feliz…
Despacio comencé a acercarme, ella no se movía. Me acerqué más y más, hasta estar tan cerca de ella que pude rozar sus labios con los míos. Sentí como mi corazón se aceleraba un poco más. Cerré mis ojos para poder besarla completamente, pero un celular comenzó a sonar. Ella alejó su boca de la mía y tomó su teléfono.
—¿Hola? —dijo al atender.
Capitulo 69:
Volvimos a entrar y ella se sentó a la mesa sin dejar de sonreírle a Pettyfer. Él nos miró consecutivamente y sonrió levemente esperando escuchar algo.
—Alex, mañana vamos al partido con Damian —le dijo ella. El rubio sonrió.
—¿De verdad? ¿No te molesta? _______, si no quieres ir… podemos ir al cine como habíamos acordado.
—Tranquilo Alex, vamos a ver el partido. La vamos a pasar bien igual que en el cine —dijo ella y apoyó su mano sobre la de él.
La miré de reojo, ¿Con que ese era su plan, verdad?
—¿Qué pediste para cenar Pettyfer? —le pregunté. Él me miró.
—Mmm, bueno pedí algo simple y rico. Pastas —dijo él.
—Lamento decirte Alex que _______ es…
—Vegetariana —me interrumpió él —Lo se. Por eso para ella pedí una pasta especial, de sémola con una salsa de espinaca.
—Eres tan considerado —le dijo ella.
—Lo mereces —le dijo galante. ¡Ya no iba a poder tolerarlo!
—¿Y como van las cosas en el centro Alex? —le dije para que pusiera su atención en otro cosa y dejara de mirar a _______.
—Por ahora todo marcha sobre ruedas. La semana pasaba tuve una reunión con el rector y el director de la administración. Vamos a hacer un nuevo proyecto basado en mejorar las condiciones de los laboratorios y talleres.
—Si, he escuchado un poco de eso. Todo el mundo esta muy conforme con tu mandato —le dije divertido. Él rió.
—Yo no lo llamaría así. Solo soy un alumno más que fue elegido por el resto del alumnado para hacerle llegar sus quejas e ideas a las autoridades —dijo condescendiente.
—No seas modesto —le dijo _______, haciendo que ambos la miráramos —Eres un gran presidente… si yo hubiese estado cuando te postulaste te aseguró que te hubiese dado mi voto.
—Serías una excelente asesora de campaña —dijo divertido.
—¿Lo crees? —preguntó ella.
—Si, eres así como especial para esas cosas —dije metiéndome en su conversación —Te gusta mucho el tema de hablar, de opinar sobre la gente… tienes la palabra fácil.
—Ella tiene ese carácter fuerte y decidió, como todas las mujeres que saben de política y esas cosas —me dijo él. Lo miré.
—Si, principalmente porque miente muy bien —dije divertido.
Sentí como una pequeña mano se apoyaba sobre mi rodilla. Mis ojos se abrieron bien y mi cuerpo dio un pequeño respingo sobre la silla.
—¿Sabes Alex? Ayer encontré ese libro del que hablamos el otro día —le dijo ella.
Su mano comenzó a acariciar mi rodilla, por debajo de la mesa. ¡Oh diablos, este si era su maldito plan!
—¿A sí? —dijo él algo sorprendido —¿Has podido leerlo?
—Muy poco —dijo ella sin dejar de mirarlo a él.
Ellos seguían hablando, pero mi cabeza estaba demasiado distraída como para prestarles atención. Tragué saliva. Su mano apretó mi rodilla sutilmente, haciéndome recordar que así también lo había hecho la otra noche.
Entonces mi respiración comenzó a agitarse un poco, cuando sentí como su mano comenzaba a subir un poco más a allá de mi rodilla.
¡Oh si, ella quería enloquecerme!
Justo cuando estaba a la mitad del camino tomé su mano con la mía. Ella abrió bien sus ojos, que no dejaban de mirar a Alex.
—Y entonces, por eso fue que comencé a enseñarle a leer a los ciegos —habló él.
Al fin había podido lograr concentrarme y escuchar algo de lo que decían. Acomodándome un poco, tomé mejor su mano con la mía. Con cuidado giré su palma hacia arriba, y comencé a acariciarla con mis dedos. Sonreí levemente al ver la expresión que tomaba su cara. Ella sabía lo que significaba eso. Cuando un hombre acaricia la palma de la mano de una mujer, es porque quiere, ansiosamente, irse a una cama con ella.
Lentamente fue retirando su mano de la mía y poniendo ambas manos encima de la mesa, mientras Alex seguía hablando. Sonreí maliciosamente.
Ella no era la única que podía jugar de esa manera. Distraídamente dejé caer mi servilleta al suelo, justo al lado de ella.
—Lo siento —dije y me agaché para recogerla.
Sus piernas quedaron bien puestas frente a mis ojos. Con cuidado coloque mi mano en la parte inferior, justo sobre su gemelo. Y con mucho más de cuidado comencé a subir por ella. Interrumpiendo sus palabras, se sentó erguidamente. Sonreí y me acerqué más para morder levemente su piel. Dio un pequeño salto en la silla.
—_______, ¿estás bien? —le preguntó Alex.
Rápidamente me incorporé. La miré divertido, y sus mejillas estaban rojas.
—Si, si, si estoy bien —dijo nerviosa.
—Espérenme un segundo, que voy a ver porque se tardan tanto con la comida —dijo Pettyfer y se puso de pie para dejarnos solos.
—¿Qué crees que estas haciendo? —me preguntó nerviosa.
—Lo mismo que tú cariño, jugar… sucio —le dije.
—Pero ¿no podías ser más discreto?
—Te gustó, ¿verdad? Te encanta que te toque, que te acaricie y que te muerda.
—Lo que va a encantarme a mí, va a ser que te levantes de esta mesa, agarres tus cosas y me dejes en paz…
—Tú solita te lo buscaste. Tú me tocas, yo te toco y te muerdo. Si yo te toco y no me quieres tocar… tranquila cariño, me conformo con tocarte yo.
Alex volvió a la mesa y se sentó.
—Ya sale nuestra orden —afirmó.
—¡Que bueno! —dije contento y metí mi mano debajo de la mesa, para volver a jugar con ella. Apoyé mi mano sobre pequeña rodilla —Muero de hambre…
Entiéndase el doble sentido, ¿cierto?
Un minuto más tarde la comida llegó a nuestra mesa. Trate ya dejar de tocarla, porque de verdad quería comer, pero aun así no se iba a salvar de mí. Ella lo iba a sufrir tanto como yo lo hacia. Los tres comenzamos a comer en un completo y algo molesto silencio. Hasta que Alex acomodó su garganta, para romper el hielo.
—Hace un mes que ya no vas a verme para que te salve de alguna travesura, u omisión del reglamento Universitario Damian, ¿Por qué? —me preguntó. Terminé de tragar y sonreí.
—Digamos que estoy… descubriendo otros hobbies ¿verdad _______? —dije y la miré.
Ella me miró con desprecio.
—Si claro, ahora se dedica a andar por la vida mirando películas… de terror —dijo ella.
—Y absolutamente creo que la has calificado mal, _______. Más bien yo diría que fue una película de romance —le dije.
—Comedia romántica, mejor al caso —sentenció ella.
—Claro que no, _______. Es más, Alex te podrá desmentir y decir sobre que trata la película.
—Si eso acaba con su diferencia, claro que si —dijo él amable —¿De que se trata?
—Trata sobre un chico y una chica que se conocen casualmente, y bueno… su relación no comienza de la mejor manera pues el joven, apuesto, seductor y galante muchacho es un poco impulsivo —dije.
—¿Un poco? Yo diría demasiado —agregó ella. Sonreí por lo bajo.
—Eso no es lo importante. Sucede que el primer día en que ellos se conocen el chico la besa, porque ella es realmente irresistible… Ella reacciona mal, lo golpea y todo empieza así. Pero luego empiezan a ser amigos…
—Eso no es así —me interrumpió —Ella quería ser su amiga, pero el era un cerdo que quería una sola cosa de ella.
—¿Vas a dejarme hablar o seguirás interrumpiéndome? —le dije. Ella me miró con odio —Como te decía, quedan como amigos. Pero pasan muchas cosas entre ellos. Se desean mutuamente, pero ella es soberbia y muuuuuuuy orgullosa, no quiere admitir que le gusta el muchacho.
—Y él es un mujeriego, arrogante, egocéntrico, manipulador y sobre todo un egoísta que solo piensa en si mismo, y que no quiere admitir que esta muerto de amor por la chica —le contó ella sin dejar de mirarlo.
—¿Muerto de amor? Eso no es así, él no esta muerto de amor por ella —le dije a Alex.
—Oigan, ¿no les parece que solo es una simple película? No vale la pena que peleen por ello. Es una tontería —nos dijo Pettyfer.
—Yo solo digo que _______ la esta clasificando mal —me defendí.
—Es una aberración —aclaró _______ —Además de que no le creí ni un poquito al actor principal.
—Tal vez —dije dándole un poco de razón —Pero la actriz principal, ¡Diablos! Te lo juro Alex esta tan buena, como para encerrarte con ella en una habitación muy oscura y fría, para poder entrar en calor.
—Pues el actor ahí andaba, no era ni muy, ni tan…
—Oh, eres una pequeña mentirosa —le dije divertido —Mientras veíamos la película te la pasabas diciendo cosas indecentes sobre él. O mejor dicho… bajo él.
Ella me miró intensamente, haciendo que un escalofrío bajara por mi espalda.
—Mmm, ¿Qué les parece si pedimos el postre? —preguntó Alex haciendo que ambos lo miráramos. Pedimos el postre, y lo comimos sin decir ni una sola palabra.
_______ comía despacio su helado, y parecía que nunca lo iba a terminar. Hasta que al fin lo hizo. Alex estaba por llamar al mozo para pagar la cuenta, pero le dije que ya estaba paga, pues el dueño del lugar era amigo mío. Nos pusimos de pie y salimos de allí.
—Te llevo, _______ —le dije. Ella se giró a verme.
—No gracias, me voy sola —sentenció.
—No _______, va a ser mejor que te vayas con Damian. Así yo me quedaré más tranquilo… prometo que para la próxima tendré mi auto —dijo y se acercó a un muchacho para decirle algo.
Con discreción me acerque a ella.
—¿Lo ves? Hasta un extraño te tira a mis brazos… todos saben que me perteneces cariño, que eres mía —le susurré al oído y palmeé su trasero. Ella dio un pequeño salto.
Se giró a verme con ojos venenosos.
—¿Hace falta la manito? —me dijo.
—Solo es un gesto territorial —le dije con una sonrisa burlona —Estoy palmeando lo que es mío, solo mío.
Alex volvió a acercarse a nosotros.
—Bueno, yo me tomo aquel taxi de allí —nos dijo. Miró a _______ y le sonrió —La pase muy bien, _______.
—Yo también, eres un encanto —le dijo ella y se acercó a él para abrazarlo. Revoleé los ojos y esperé a que la estúpida escenita terminara. Ella se alejó de él.
—Bueno Pettyfer, nos vemos mañana en el partido como acordamos —le dije.
—Claro que si Damian, allí nos vemos —me dijo y se fue de allí.
Ambos miramos como se subía al taxi y partía rumbo, seguramente, hacia su casa. _______ se giró a verme y comenzó a caminar.
—Para allá esta el auto —le dije.
—No voy a ir contigo —me dijo. Caminé hasta a ella y la alcé en brazos. Ella comenzó a patalear y a quejarse. Caminé con ella así hasta el auto. La bajé frente a el, saqué las llaves y abrí la puerta para que se subiera. Me miró con odio.
—Te detesto —me dijo.
Le sonreí burlón. Se subió y cerré la puerta, para luego rodear el auto y subirme frente al volante.
Prendí marcha y comencé a manejar hacia su departamento. La miré de reojo y ella no decía nada, solo miraba al frente y tenía los brazos cruzados sobre su pecho.
Acomodé mi garganta.
—¿Cómo la pasaste? —le pregunté. Ella clavó su mirada en la mía.
—Arruinaste mi cita —aseguró —¿Cómo crees que la pase?
—Vamos, no fue tan malo ¿Acaso no te divertiste? —le dije.
Ella sacó su mirada de mí y miró al frente. Una pequeña sonrisa amenazaba con salir de sus labios. ¡Oh si, ella si se había divertido!
—Eres un tonto —dijo reprimiendo aquella sonrisa.
—Pero te gusta el tonto —le dije. Frené justo frente a su edificio. La miré a los ojos.
—No, no me gusta el tonto —me dijo.
—Pues a mí si me gusta la tonta, me encanta la tonta.
Su mirada chocolate se volvió tierna y algo confusa. Recorrí con mis ojos su cara, hasta mirar fijamente sus labios. Solo necesitaba un poco de esos labios, y ya era totalmente feliz…
Despacio comencé a acercarme, ella no se movía. Me acerqué más y más, hasta estar tan cerca de ella que pude rozar sus labios con los míos. Sentí como mi corazón se aceleraba un poco más. Cerré mis ojos para poder besarla completamente, pero un celular comenzó a sonar. Ella alejó su boca de la mía y tomó su teléfono.
—¿Hola? —dijo al atender.
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
MINI-MARATON 4/4
Capitulo 70:
Sonrió levemente y se sentó bien en el asiento.
—Alex —dijo divertida —Si, ya llegué a casa… estoy por entrar.
Me miró y abrió la puerta del auto, se bajó y la cerró. Sin dejar de hablar y de sonreír me saludó con la mano, en una forma, debo decir, burlona.
Vi como se alejaba caminando hacia el edificio. Y ahora si, Pettyfer no tendrá mi voto el año que viene. Si ese maldito celular no hubiese sonado, en este momento estaría saboreando de sus labios. Pero yo no soy así, yo no me voy a quedar con las ganas de besarla.
Rápidamente me bajé del auto y de la misma manera comencé a acercarme a ella.
—Está bien, adiós —escuché que decía y colgaba.
Entonces la tomé del brazo y la giré hacia mí.
—Damian, ¿Qué haces?
Al instante tomé su boca con la mía, colocando mi mano en su nuca, para impedirle escapar. Moví mis labios sobre los suyos, de manera exigente, de manera dominante.
Ella lograba que me sintiera desesperado por besarla. Logró despegarse apenas de mí.
—No Damian, basta —dijo agitada.
La callé besándola de nuevo. A paso ciego comencé a caminar, haciendo que ella caminara hacia atrás. Se volvió a alejar
—No, no vas a subir conmigo.
—¿Por qué no? —le pregunté con la voz algo ronca.
—Porque… porque esta tu prima arriba y no quiero que subas.
—Entonces vamos a casa —dije y besé su boca cortamente.
—No tampoco… vete —me dijo.
La solté por un segundo y tomé mi celular. Marqué el número de mi prima y esperé a que me contestara.
—¡Contigo quería hablar! ¿Se puede saber que estas haciendo en la cita de _______? ¿Cuál es tu problema Damian? —me preguntó.
—¿Dónde estás Lindsay? —le pregunté.
Los ojos de _______ se abrieron bien y quiso hablar, pero coloque uno de mis dedos sobre sus labios.
—En casa tonto, ¿Dónde más voy a estar? —me contestó. Sonreí levemente.
—Eso es todo lo que quería saber primita, muchas gracias.
—Pero…
Corté antes de que siguiera diciéndome cosas. Miré intensamente a _______. Ella era una pequeña mentirosa, pero no iba a salirse con la suya.
—Lindsay no esta aquí —le dije.
Volví a capturar su boca en un caliente beso. Ella no pudo reprimir un leve gemido que escapó de sus labios.
Entonces comencé a caminar de nuevo. De una u otra forma entramos al edificio. De una u otra forma logramos subir al ascensor, todo esto sin dejar de besarnos.
La apoyé levemente contra el espejo del ascensor y me alejé de sus labios para besar su mentón, y su cuello.
La caja de mental se detuvo en el piso 6. Casi desesperado logré abrir la puerta. Salimos y la tomé de la cintura apegándola a mí otra vez.
A ciegas volvimos a caminar hasta chocar contra la puerta del departamento. Busqué las llaves dentro del bolsillo de su abrigo y logré abrir…
Cerré la puerta detrás de nosotros, y alejándome apenas de sus labios para poder respirar me quité la chaqueta. Ella se quitó el abrigo. Caminamos un poco más cuando nuestros labios volvieron a juntarse, y caímos pesadamente sobre el sillón.
Caí sobre ella, ganándome un nuevo gemido. La besé más profundamente que antes, haciendo que el aire realmente nos faltara. Bajé mi mano por el contorno definido de su cuerpo, acariciándola sobre la suave tela de su ropa.
—No, no… por favor Damian. Déjame —me pidió cuando solté sus labios y bajé a su cuello.
No, ella no podía pedirme eso. Simplemente no podía…
—¿De verdad quieres que te deje? —le pregunté en un susurró cerca de su oído.
—Si, si… vete. Ya no más Damian, ya no quiero más esto ¿no lo entiendes? No quiero ser un juguete con el que te diviertes un rato, no quiero serlo.
Entonces me alejé de ella para mirarla a los ojos. Sus ojos estaban vidriosos y me maldije a mi mismo por ello. Me alejé completamente de ella y me puse de pie.
Caminé hasta la puerta y tomé mi chaqueta que estaba en el suelo. Me giré a verla. Su mirada vidriosa, sus labios rojos, me hicieron darme cuenta de lo insensible que puedo llegar a ser.
—Tú no eres un juguete para mí —le dije y salí de allí antes de causarle más daño.
Llegué a mi casa y gracias a dios Lindsay no estaba levantada, no quería escuchar reclamos e insultos en este momento. Me cambié y me tiré en el sillón. Me acosté boca a bajo y cerré mis ojos para intentar dormir…
Abrí un ojo por el sonido que acababa de provocar el microondas. Levanté un poco mi cabeza y miré a prima en la cocina.
—Lindsay —dije con la voz dormida —¿Por qué no dejas de hacer ese ruido?
—No hablo con arruinadores de citas —me dijo y siguió haciendo aquel molesto sonido.
Me senté en el sillón y un maldito dolor se apoderó de todo mi cuerpo.
Creo que tendré que comprar somníferos si _______ va a tener este efecto en mí cada vez que pase algo entre nosotros. ¿Cuándo he dormido? ¿Tres horas?
Esto es terrible, encima me duele todo, como si hubiera dormido sobre una piedra. Aunque no estoy tan alejado de aquello.
Este maldito sillón terminara por dejarme paralítico en una silla de ruedas. Estirando mi cuerpo me puse de pie y camine hasta el baño. Me duché y salí para cambiarme y sentarme a la mesada en donde Linds había preparado todo el desayuno.
—¿Y mi nana? —le pregunté.
—Rose llamó hoy por la mañana diciendo que no podía venir porque Brutus tuvo que ser llevado al veterinario de urgencia porque se comió una moneda —me dijo ella sin mirarme.
—Pobre perrito, tan tonto —musité y pinché un pedazo de fruta para comer.
—No es el único —dijo y clavó su celeste mirada en mí. Y aquí vamos con los sermones de Lindsay Mcginty —Yo te juro que no te entiendo. No sé, si es porque realmente eres idiota o porque te gusta molestar a las personas.
—¿Terminaste primita? —le pregunté.
—¡No! —me chilló ofendida.
Me acerqué a ella y besé su mejilla ruidosamente, mientras ella intentaba alejarse.
Le revolví el cabello y le apreté los cachetes.
—Deja el sermón para después, por favor. Respeta mis sacrosantos alimentos —le pedí.
—Juro que eres tan complicado a veces y otras tan predecible y sencillo...
—Soy hombre primita es solo eso, no soy tan evolucionado como ustedes las mujeres. Soy básico y primitivo, por eso no me puedes entender a veces.
—Lo que no entiendo es lo que te pasa con _______ —me dijo.
La miré y bajé la mirada a mi comida.
—Ni yo mismo lo entiendo —susurré. Al parecer ella no me escuchó.
—Primero dices que quieres una noche con ella, bueno... obtuviste la noche que querías. Y ahora no puedes tolerar la idea de que salga con otro, y no quieres admitir que son celos. Pero estoy segura de que a ti no te va molestar salir con alguna huequita...
—Te dolerá la cabeza si sigues tratando de racionalizarlo, créeme hablo por experiencia propia.
—¿La amas? —me preguntó. Comencé a toser, ya que me atragante con el jugo que estaba tomando. Cuando logré estabilizarme un poco la miré.
—Define amar —le dije tosiendo un poco todavía.
—Simplemente amar Damian… no lo se... no tiene una definición concreta. Es algo... un poco ilógico de donde lo mires. Es cuando te late rápido el corazón y no dejas de pensar en esa persona, estas así como idiotizado por ella y la ves en todos lados, por todas partes...
Me sentí bastante identificado, pero… no, eso no es así. Tenía que cambiar de tema.
—¿Tú sientes eso por Cam? —le pregunté divertido.
Sus ojos celestes se abrieron bien y sus mejillas tomaron un poco de color.
—No, no ¿Por qué lo dices? —preguntó nerviosa.
—Porque se que no le eres indiferente a Cam – dije pícaro.
Si en algo soy muy bueno, es en sacarle la vuelta a los temas que no me gustan. Terminamos de desayunar y limpiamos todo. Ya eran cerca de las 4 de la tarde. Se pasa rapidísimo la hora cuando hablas con tu prima, y en especial una prima como Lindsay. Me tiré en el sillón a ver la tele. Pero miré el teléfono, necesito hablar con ellos.
Marqué el número de Sam. Sonó una, sonó otra…
—¿Hola? —me dijo.
—Sam —le dije.
—Damian, hermano ¿Cómo estas? —preguntó.
—Aguarda un segundo en línea y no cortes —dije y apreté un botón de espera y marqué el número de Cam.
—¿Diga? —dijo al atender.
—Cam —hablé.
—Mcginty, amigo que sorpresa ¿Dónde estás? —dijo.
—Espera un segundo —le dije y apreté el botón que había apretado antes —¿Me escuchan los dos?
—¿Qué sucede? —preguntó Sam.
—¿Sam? —dijo Cam.
—¿Cam? —dijo Sam.
—Bueno, escúchenme —les dije mirando fijamente al teléfono.
—¿Que paso ahora pequeño saltamontes? —me dijo Sam.
—Necesito contarles mis problemas —sentencié.
—¿Vas a usarnos de psicólogos? ¿Acaso no puedes contactar a uno de verdad? —dijo Cam.
—Ustedes me salen gratis —dije sonriente.
—Estas podrido en dinero busca un profesional, estaba apunto de llamar a Marissa —se quejó Sam. Entrecerré los ojos y miré mal el teléfono, como si él pudiera verme.
—La dominante de tu novia puede esperar, tengo problemas —le dije.
—Bueno ya, ya... él tiene razón Sam, luego nos quejamos cuando no sabemos que le pasa —me defendió mi buen amigo Cam.
—Esta bien, que comience la sesión. ¿Estas sentado y cómodo? Relájate y suelta la lengua de una vez —dijo Sam.
—En este último tiempo me he estado mirando al espejo... y no me reconozco. No sé quien es el que se esta mirando —comencé a hablar.
—Pero si no estas gordo. Es más estas como más trabajado que nunca —me dijo Cam.
—No puedo creer que hayas dicho eso... ¿Acaso no te das cuenta que esta hablando de su forma de ser, no de su estado físico? —lo retó Sam —Continua Damian…
—Me siento... me siento como cuando tenia 7 años y no sabia que sabor de helado comprar —continué.
—Estás confundido entonces —dijo Cam.
—No, no es solo eso. Me siento un inepto para tomar decisiones, un manipulador egoísta a la hora de pensar en alguien más —conté.
—Pero es que eres un inepto para tomar decisiones —dijo Sam —¿Piénsalo que decisión importante has tomado en los últimos años?
—Y si eres un manipulador egoísta. Linds me habló anoche para decirme que te sacara de la cita de _______ —dijo Cam.
—¿Te metiste en la cita de _______? —preguntó sin poder creerlo.
—Tal vez, bueno si, si me metí. Y si soy un manipulador egoísta pero antes no me hubiera importado, hasta lo hubiera tomado como halago ¿Por qué ahora si me importa? Y lo de las decisiones, tome una sola a los 9 años y no me arrepiento de haberla tomado así me este llevando el diablo por haberlo hecho —dije muy seguro de aquello.
—Y ahora te puede importar por una sola cosa —habló Cam.
—Estás enamorado —sentenció Sam.
—Y me podrían explicar ¿Qué es eso? Por que no entiendo el concepto. No esta en mi, irremediablemente terminaré arruinándolo, lo se. De hecho creo que todo el mundo lo sabe —dije algo nervioso.
—Pero primero lo primero amigo —dijo Sam.
—¿Estas enamorado de _______? —preguntó Cam.
—Es que eso no tiene sentido. No puedo estar enamorado de ella, porque simplemente es algo que no quiero sentir y que... no conozco y que...
—Ya deja de querer ponerle patas y pelos... estás enamorado y punto —me interrumpió Sam.
—Si, sino no harías todas las cosas que haces —Agregó Cam.
—¿Que hiciste ayer en su cita? —preguntó Sam.
—Bueno yo... llegué y me senté con ellos a cenar. Toque a _______ por debajo de la mesa... aunque vale decir que ella comenzó —me defendí.
—¿La tocaste? eres un cerdo —me acusó Cam.
—Ella comenzó —me queje
Capitulo 70:
Sonrió levemente y se sentó bien en el asiento.
—Alex —dijo divertida —Si, ya llegué a casa… estoy por entrar.
Me miró y abrió la puerta del auto, se bajó y la cerró. Sin dejar de hablar y de sonreír me saludó con la mano, en una forma, debo decir, burlona.
Vi como se alejaba caminando hacia el edificio. Y ahora si, Pettyfer no tendrá mi voto el año que viene. Si ese maldito celular no hubiese sonado, en este momento estaría saboreando de sus labios. Pero yo no soy así, yo no me voy a quedar con las ganas de besarla.
Rápidamente me bajé del auto y de la misma manera comencé a acercarme a ella.
—Está bien, adiós —escuché que decía y colgaba.
Entonces la tomé del brazo y la giré hacia mí.
—Damian, ¿Qué haces?
Al instante tomé su boca con la mía, colocando mi mano en su nuca, para impedirle escapar. Moví mis labios sobre los suyos, de manera exigente, de manera dominante.
Ella lograba que me sintiera desesperado por besarla. Logró despegarse apenas de mí.
—No Damian, basta —dijo agitada.
La callé besándola de nuevo. A paso ciego comencé a caminar, haciendo que ella caminara hacia atrás. Se volvió a alejar
—No, no vas a subir conmigo.
—¿Por qué no? —le pregunté con la voz algo ronca.
—Porque… porque esta tu prima arriba y no quiero que subas.
—Entonces vamos a casa —dije y besé su boca cortamente.
—No tampoco… vete —me dijo.
La solté por un segundo y tomé mi celular. Marqué el número de mi prima y esperé a que me contestara.
—¡Contigo quería hablar! ¿Se puede saber que estas haciendo en la cita de _______? ¿Cuál es tu problema Damian? —me preguntó.
—¿Dónde estás Lindsay? —le pregunté.
Los ojos de _______ se abrieron bien y quiso hablar, pero coloque uno de mis dedos sobre sus labios.
—En casa tonto, ¿Dónde más voy a estar? —me contestó. Sonreí levemente.
—Eso es todo lo que quería saber primita, muchas gracias.
—Pero…
Corté antes de que siguiera diciéndome cosas. Miré intensamente a _______. Ella era una pequeña mentirosa, pero no iba a salirse con la suya.
—Lindsay no esta aquí —le dije.
Volví a capturar su boca en un caliente beso. Ella no pudo reprimir un leve gemido que escapó de sus labios.
Entonces comencé a caminar de nuevo. De una u otra forma entramos al edificio. De una u otra forma logramos subir al ascensor, todo esto sin dejar de besarnos.
La apoyé levemente contra el espejo del ascensor y me alejé de sus labios para besar su mentón, y su cuello.
La caja de mental se detuvo en el piso 6. Casi desesperado logré abrir la puerta. Salimos y la tomé de la cintura apegándola a mí otra vez.
A ciegas volvimos a caminar hasta chocar contra la puerta del departamento. Busqué las llaves dentro del bolsillo de su abrigo y logré abrir…
Cerré la puerta detrás de nosotros, y alejándome apenas de sus labios para poder respirar me quité la chaqueta. Ella se quitó el abrigo. Caminamos un poco más cuando nuestros labios volvieron a juntarse, y caímos pesadamente sobre el sillón.
Caí sobre ella, ganándome un nuevo gemido. La besé más profundamente que antes, haciendo que el aire realmente nos faltara. Bajé mi mano por el contorno definido de su cuerpo, acariciándola sobre la suave tela de su ropa.
—No, no… por favor Damian. Déjame —me pidió cuando solté sus labios y bajé a su cuello.
No, ella no podía pedirme eso. Simplemente no podía…
—¿De verdad quieres que te deje? —le pregunté en un susurró cerca de su oído.
—Si, si… vete. Ya no más Damian, ya no quiero más esto ¿no lo entiendes? No quiero ser un juguete con el que te diviertes un rato, no quiero serlo.
Entonces me alejé de ella para mirarla a los ojos. Sus ojos estaban vidriosos y me maldije a mi mismo por ello. Me alejé completamente de ella y me puse de pie.
Caminé hasta la puerta y tomé mi chaqueta que estaba en el suelo. Me giré a verla. Su mirada vidriosa, sus labios rojos, me hicieron darme cuenta de lo insensible que puedo llegar a ser.
—Tú no eres un juguete para mí —le dije y salí de allí antes de causarle más daño.
Llegué a mi casa y gracias a dios Lindsay no estaba levantada, no quería escuchar reclamos e insultos en este momento. Me cambié y me tiré en el sillón. Me acosté boca a bajo y cerré mis ojos para intentar dormir…
Abrí un ojo por el sonido que acababa de provocar el microondas. Levanté un poco mi cabeza y miré a prima en la cocina.
—Lindsay —dije con la voz dormida —¿Por qué no dejas de hacer ese ruido?
—No hablo con arruinadores de citas —me dijo y siguió haciendo aquel molesto sonido.
Me senté en el sillón y un maldito dolor se apoderó de todo mi cuerpo.
Creo que tendré que comprar somníferos si _______ va a tener este efecto en mí cada vez que pase algo entre nosotros. ¿Cuándo he dormido? ¿Tres horas?
Esto es terrible, encima me duele todo, como si hubiera dormido sobre una piedra. Aunque no estoy tan alejado de aquello.
Este maldito sillón terminara por dejarme paralítico en una silla de ruedas. Estirando mi cuerpo me puse de pie y camine hasta el baño. Me duché y salí para cambiarme y sentarme a la mesada en donde Linds había preparado todo el desayuno.
—¿Y mi nana? —le pregunté.
—Rose llamó hoy por la mañana diciendo que no podía venir porque Brutus tuvo que ser llevado al veterinario de urgencia porque se comió una moneda —me dijo ella sin mirarme.
—Pobre perrito, tan tonto —musité y pinché un pedazo de fruta para comer.
—No es el único —dijo y clavó su celeste mirada en mí. Y aquí vamos con los sermones de Lindsay Mcginty —Yo te juro que no te entiendo. No sé, si es porque realmente eres idiota o porque te gusta molestar a las personas.
—¿Terminaste primita? —le pregunté.
—¡No! —me chilló ofendida.
Me acerqué a ella y besé su mejilla ruidosamente, mientras ella intentaba alejarse.
Le revolví el cabello y le apreté los cachetes.
—Deja el sermón para después, por favor. Respeta mis sacrosantos alimentos —le pedí.
—Juro que eres tan complicado a veces y otras tan predecible y sencillo...
—Soy hombre primita es solo eso, no soy tan evolucionado como ustedes las mujeres. Soy básico y primitivo, por eso no me puedes entender a veces.
—Lo que no entiendo es lo que te pasa con _______ —me dijo.
La miré y bajé la mirada a mi comida.
—Ni yo mismo lo entiendo —susurré. Al parecer ella no me escuchó.
—Primero dices que quieres una noche con ella, bueno... obtuviste la noche que querías. Y ahora no puedes tolerar la idea de que salga con otro, y no quieres admitir que son celos. Pero estoy segura de que a ti no te va molestar salir con alguna huequita...
—Te dolerá la cabeza si sigues tratando de racionalizarlo, créeme hablo por experiencia propia.
—¿La amas? —me preguntó. Comencé a toser, ya que me atragante con el jugo que estaba tomando. Cuando logré estabilizarme un poco la miré.
—Define amar —le dije tosiendo un poco todavía.
—Simplemente amar Damian… no lo se... no tiene una definición concreta. Es algo... un poco ilógico de donde lo mires. Es cuando te late rápido el corazón y no dejas de pensar en esa persona, estas así como idiotizado por ella y la ves en todos lados, por todas partes...
Me sentí bastante identificado, pero… no, eso no es así. Tenía que cambiar de tema.
—¿Tú sientes eso por Cam? —le pregunté divertido.
Sus ojos celestes se abrieron bien y sus mejillas tomaron un poco de color.
—No, no ¿Por qué lo dices? —preguntó nerviosa.
—Porque se que no le eres indiferente a Cam – dije pícaro.
Si en algo soy muy bueno, es en sacarle la vuelta a los temas que no me gustan. Terminamos de desayunar y limpiamos todo. Ya eran cerca de las 4 de la tarde. Se pasa rapidísimo la hora cuando hablas con tu prima, y en especial una prima como Lindsay. Me tiré en el sillón a ver la tele. Pero miré el teléfono, necesito hablar con ellos.
Marqué el número de Sam. Sonó una, sonó otra…
—¿Hola? —me dijo.
—Sam —le dije.
—Damian, hermano ¿Cómo estas? —preguntó.
—Aguarda un segundo en línea y no cortes —dije y apreté un botón de espera y marqué el número de Cam.
—¿Diga? —dijo al atender.
—Cam —hablé.
—Mcginty, amigo que sorpresa ¿Dónde estás? —dijo.
—Espera un segundo —le dije y apreté el botón que había apretado antes —¿Me escuchan los dos?
—¿Qué sucede? —preguntó Sam.
—¿Sam? —dijo Cam.
—¿Cam? —dijo Sam.
—Bueno, escúchenme —les dije mirando fijamente al teléfono.
—¿Que paso ahora pequeño saltamontes? —me dijo Sam.
—Necesito contarles mis problemas —sentencié.
—¿Vas a usarnos de psicólogos? ¿Acaso no puedes contactar a uno de verdad? —dijo Cam.
—Ustedes me salen gratis —dije sonriente.
—Estas podrido en dinero busca un profesional, estaba apunto de llamar a Marissa —se quejó Sam. Entrecerré los ojos y miré mal el teléfono, como si él pudiera verme.
—La dominante de tu novia puede esperar, tengo problemas —le dije.
—Bueno ya, ya... él tiene razón Sam, luego nos quejamos cuando no sabemos que le pasa —me defendió mi buen amigo Cam.
—Esta bien, que comience la sesión. ¿Estas sentado y cómodo? Relájate y suelta la lengua de una vez —dijo Sam.
—En este último tiempo me he estado mirando al espejo... y no me reconozco. No sé quien es el que se esta mirando —comencé a hablar.
—Pero si no estas gordo. Es más estas como más trabajado que nunca —me dijo Cam.
—No puedo creer que hayas dicho eso... ¿Acaso no te das cuenta que esta hablando de su forma de ser, no de su estado físico? —lo retó Sam —Continua Damian…
—Me siento... me siento como cuando tenia 7 años y no sabia que sabor de helado comprar —continué.
—Estás confundido entonces —dijo Cam.
—No, no es solo eso. Me siento un inepto para tomar decisiones, un manipulador egoísta a la hora de pensar en alguien más —conté.
—Pero es que eres un inepto para tomar decisiones —dijo Sam —¿Piénsalo que decisión importante has tomado en los últimos años?
—Y si eres un manipulador egoísta. Linds me habló anoche para decirme que te sacara de la cita de _______ —dijo Cam.
—¿Te metiste en la cita de _______? —preguntó sin poder creerlo.
—Tal vez, bueno si, si me metí. Y si soy un manipulador egoísta pero antes no me hubiera importado, hasta lo hubiera tomado como halago ¿Por qué ahora si me importa? Y lo de las decisiones, tome una sola a los 9 años y no me arrepiento de haberla tomado así me este llevando el diablo por haberlo hecho —dije muy seguro de aquello.
—Y ahora te puede importar por una sola cosa —habló Cam.
—Estás enamorado —sentenció Sam.
—Y me podrían explicar ¿Qué es eso? Por que no entiendo el concepto. No esta en mi, irremediablemente terminaré arruinándolo, lo se. De hecho creo que todo el mundo lo sabe —dije algo nervioso.
—Pero primero lo primero amigo —dijo Sam.
—¿Estas enamorado de _______? —preguntó Cam.
—Es que eso no tiene sentido. No puedo estar enamorado de ella, porque simplemente es algo que no quiero sentir y que... no conozco y que...
—Ya deja de querer ponerle patas y pelos... estás enamorado y punto —me interrumpió Sam.
—Si, sino no harías todas las cosas que haces —Agregó Cam.
—¿Que hiciste ayer en su cita? —preguntó Sam.
—Bueno yo... llegué y me senté con ellos a cenar. Toque a _______ por debajo de la mesa... aunque vale decir que ella comenzó —me defendí.
—¿La tocaste? eres un cerdo —me acusó Cam.
—Ella comenzó —me queje
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
Espero que le haya gustado la maraton..
mañana les subo otro capituloo...
LAS AMO ♥
mañana les subo otro capituloo...
LAS AMO ♥
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
@Fiore *McGinty* escribió:por AmandaLenore el Vie Jul 20, 2012 11:52 am
Oh Diosh Mio!!!
Damian es un torpe idiota ¬¬
que diga que la ama y ya!!! todos felices... :3
jajaja
siguela linda
cuidate te quiero
xoxoxo
hahahaha
asi es Damian...torpe pero lindo
ahorita la sigo linda...
te kierooo
Damian, torpe pero lindo
si igual harias trio o cuarteto 1313
jajaj te kirero linda
xoxo
Invitado
Invitado
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
FIORE! MUCHAS GRACIAS POR DEDICARME A MI Y A FRAN LA MARATÓN! Te quiero mucho divina! gracias!! (:
Buenisima la maratón
JAJAJAJJAAJA ME REÍ MUCHO ACÁ "Esa cenita quedara arruinada o dejo de llamarme Damian Joseph el cazador Mcginty." JAJAJA
Cam es un tontoo xD
Seguila Fiore!! ahora leo tus otras novelas, antes no las habia leido porque me fuí a comer :P
Besitoo (: te quiero muchoo, gracias (:
Buenisima la maratón
JAJAJAJJAAJA ME REÍ MUCHO ACÁ "Esa cenita quedara arruinada o dejo de llamarme Damian Joseph el cazador Mcginty." JAJAJA
Cam es un tontoo xD
Seguila Fiore!! ahora leo tus otras novelas, antes no las habia leido porque me fuí a comer :P
Besitoo (: te quiero muchoo, gracias (:
FatiM
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
DAMIAN Y SUS TONTERAS!!!!!!!!!!! wujaksja están masculino, me encanta :$$$ GRACIAS POR LA MARATÓN DE VERDAD AHORA TE QUIERO CON TODO MI CORAZÓN !!!! <3
FrancescaMcGintyStyles
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
woooo!! quedo la grande!!
que Damian le diga que la ama y listo!!!
pero debo esperar, se que valdra la pena...
la espero con ansias *w*
xoxo
cuidate Fio te quiero
que Damian le diga que la ama y listo!!!
pero debo esperar, se que valdra la pena...
la espero con ansias *w*
xoxo
cuidate Fio te quiero
Invitado
Invitado
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
ya Fio, te exijo que subas capitulo!!!! o si no, tu twitter y tu facebook sufriran las consecuencias
FrancescaMcGintyStyles
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
HOLA CHICOCAS
Bueno queria decirles qie tal vez hoy no pueda subir capitulo
lo qie pasa es que es el santo de mi tio y vamos a ir a visitarlo
Si regreso temprano y no estoy cansada subo capitulo
sino, mañana sin falta subo
Gracias por sus comentarios
LAS AMO <3
Bueno queria decirles qie tal vez hoy no pueda subir capitulo
lo qie pasa es que es el santo de mi tio y vamos a ir a visitarlo
Si regreso temprano y no estoy cansada subo capitulo
sino, mañana sin falta subo
Gracias por sus comentarios
LAS AMO <3
@Fiore *McGinty*
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
FrancescaMcGintyStyles escribió:ya Fio, te exijo que subas capitulo!!!! o si no, tu twitter y tu facebook sufriran las consecuencias
(peldon que me meta)
FIO ME UNIRE A ESTA CAUSA!!! SUBE CAPITULO!!!
:3
Invitado
Invitado
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
Hola hermosa
Bueno nada te queria decir que FUE LA MEJOR MARATON DE TODA MI VIDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
OMG OMG!!!!!!!!
Esto es too much to me!
No puede ser.... AL FIN Y AL CABO EL TERCO *PERO SEXY* IRLANDES ADMITIRA LO QUE SIENTE!!!!!!!!!!
Hay que festejarlo -fiesta de 5 segundos-
Seguila hermosa!!!!!!!!!!
Y nos podes recompensar con una mini maraton ??? :)
Te amo terroncito de girasol
Bueno nada te queria decir que FUE LA MEJOR MARATON DE TODA MI VIDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
OMG OMG!!!!!!!!
Esto es too much to me!
No puede ser.... AL FIN Y AL CABO EL TERCO *PERO SEXY* IRLANDES ADMITIRA LO QUE SIENTE!!!!!!!!!!
Hay que festejarlo -fiesta de 5 segundos-
Seguila hermosa!!!!!!!!!!
Y nos podes recompensar con una mini maraton ??? :)
Te amo terroncito de girasol
Anto ~
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
FIO si que me encanto tu maraton!
no puedo creer que Damian arruinara mi
cena y tratara de violarme debajo de la
mesa, aunque eso no me molesta pero
mas discrecion a la proxima
Es un cerdo sexy
no puedo creer que Damian arruinara mi
cena y tratara de violarme debajo de la
mesa, aunque eso no me molesta pero
mas discrecion a la proxima
Es un cerdo sexy
annap
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
Tu novela es definitivamente mi favorita :D
Nueva lectora!!
Síguela pronto.
Besos.
Nueva lectora!!
Síguela pronto.
Besos.
AnitaHoranMcGinty
Re: PELIGROSA OBSESION - DAMIAN MCGINTY Y TU (Adaptada) [1° Parte]
hola Fioo, me encanto el maratonnn en especial esta parte
—Bueno yo... llegué y me senté con ellos a cenar. Toque a _______ por debajo de la mesa... aunque vale decir que ella comenzó —me defendí.
—¿La tocaste? eres un cerdo —me acusó Cam.
—Ella comenzó —me queje
jajajja pobre Damiann, dios como amo a este chico y bueno a la nove
es qe es tan añdlasdkasldañlkd
seguilaa cuando puedas... te quiero mucho loquii
besoos Helii
—Bueno yo... llegué y me senté con ellos a cenar. Toque a _______ por debajo de la mesa... aunque vale decir que ella comenzó —me defendí.
—¿La tocaste? eres un cerdo —me acusó Cam.
—Ella comenzó —me queje
jajajja pobre Damiann, dios como amo a este chico y bueno a la nove
es qe es tan añdlasdkasldañlkd
seguilaa cuando puedas... te quiero mucho loquii
besoos Helii
hiheelii
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