From Nothing To Something (One Direction) TERMINADA

Capítulo 14


Hacía un frío que calaba los huesos, la nieve estaba acumulada por todas partes y corría un viento que parecía cortar la piel, y aún así Mel había decidido que necesitaba salir de la casa. Sam se había ofrecido a ir con ella, pero había declinado la oferta; necesitaba tiempo a solas para pensar. Había hablado con Dean la noche anterior y él le había dicho que no podrían verse para Navidad, Mel trató de preguntar pero él había cambiado el tema rápidamente, ella no sabía que pensar, ni qué creer ¿Realmente habría otra chica? ¿O sería algo más? No es que pretendiera pasar todo el día de Navidad con él, ella sabía que él tenía su propia familia, pero al menos quería un momento a solas para que pudiera entregarle su regalo.

Desde la visita de Nic las cosas entre Dean y ella se habían normalizado, incluso habían pasado unas noches juntos, lo que había tranquilizado a Mel por completo; pero ahora todo había comenzado a ponerse extraño otra vez. Dean se había distanciado y hablaban casi solo por teléfono y tan solo unos minutos, él seguía excusándose de que era el trabajo de que la amaba, pero ya no podía negar que era extraño.

Mel suspiró y el vapor se disolvió lentamente a su alrededor, no estaba segura de qué pasaría ni cómo reaccionaría si efectivamente Dean estaba engañándola… Eso sería mucho para su autoestima, y ni hablar de su corazón. Mel odiaba ser de esas chicas dramáticas, pero a veces era inevitable que el drama te alcanzara. Pateó un poco de nieve y siguió caminando hacia la universidad, había salido a despejarse y a la vez iba a aprovechar de consultar un libro en la biblioteca, iba enfundada en un abrigo gris, llevaba un gorro una bufanda y sus manos escondidas en los bolsillos.

Todos estos pensamientos la habían puesto nostálgica, extrañaba a su mamá en estos momentos, y lo más cercano a su casa era Nic, pero ella ya estaba muchísimos kilómetros lejos. Habían pasado una semana emocionante, entre que salían a recorrer o tan solo se quedaban en casa a conversar, pero no había sido suficiente; realmente a Mel le gustaría que ella también viviera en Londres.

-No hemos tenido mucho tiempo para hablar – dijo Nic mientras caminaban por la ciudad tomadas del brazo.
-Siempre hay algo que hacer ¿No? – Contestó Mel – Ha sido una semana ocupada…
-¿Cómo vas llevando las cosas con Dean?
Mel suspiró, siempre sacaban este tema.
-Bien – contestó secamente.
-No te enojes, tan solo… Estoy preocupada por ti – dijo Nic apretando su brazo – No quiero sentir que porque te presionamos a algo tú vas a salir herida.
-No me presionaron a nada, yo decidí salir con él, yo decidí aceptar ser su novia y por sobre todo yo no me detuve cuando nos acostamos juntos.
-¿Estás arrepentida? – preguntó Nic suavemente.
-No – Mel suspiró y miró a su amiga a los ojos – Se sentía correcto… Aún se siente así, yo realmente no creo que me esté engañando, no parece ser de esos.
-Espero que no, sé que te hace feliz y él parece estar feliz a tu lado. O esa impresión me da a mí.

Siguieron caminando por unos momentos en silencio hasta que Mel habló.

-¿Qué pasa si efectivamente…?
-Nada, tú seguirás con tu vida y él con la suya ¿No? – Mel le sonrió con tristeza y Nic agregó - ¿Sabes? Realmente no vale la pena preocuparse por esto, tú lo amas, él te ama. Fin de la discusión ¿ya?
-Bueno – río Mel, un poco más tranquila ahora que había podido conversar con ella.
-¿Y sabes qué más?, le voy a dar una oportunidad a este chico. Como muy bien dijeron Sam y Lou, si no funciona: tarde o temprano me iré y será una ruptura más que limpia.
Ambas rieron y siguieron su camino.

Mel se detuvo interrumpiendo sus pensamientos y se dio cuenta de que no estaba en la universidad, inconscientemente había llegado al departamento que Dean y uno de sus amigos compartían. Más nerviosa que nunca en su vida, pero decidida a conseguir respuestas se acercó al umbral y tocó el timbre, su corazón corría a mil por hora mientras esperaba que Dean le abriera la puerta (o al menos esperaba que él lo hiciera).

La puerta se abrió lentamente y escuchó a Dean maldecir, sonó un golpe y luego Mel lo vislumbró arrastrando algo pesado. Finalmente se asomó y le sonrió de forma tensa.

-Hola – le dijo y luego se inclinó para besarla, Mel le devolvió el beso y sintió que podía ser el último - ¿A qué vienes? Me encontraste de casualidad…
-¿Puedo entrar? Hace frío… - preguntó Mel.
-Por supuesto, lo siento – respondió él haciéndose a un lado.

Mel entró y se sorprendió de encontrar múltiples cajas de cartón desperdigadas alrededor del piso, parecía como si alguien se estuviera mudando.

-¿Alguien se va a alguna parte? – la sonrisa de Dean desapareció y comenzó a hacer crujir sus dedos con nerviosismo.
-No, este… ¿A qué viniste? No es que me moleste ni nada pero… - Mel suspiró y tal como si retirara un parche de una herida dijo rápidamente:
-Tenemos que hablar… - Iba a explicarse pero Dean la interrumpió.
-Eso no suena nada bien. Odio cuando las conversaciones empiezan así – se río nervioso.
-No sé cómo decirlo así que solo lo soltaré, has estado raro hace un tiempo y todo el mundo me ha dicho muchas cosas y no sé qué pensar así que tan solo voy a preguntar ¿Estás engañándome? – Mel habló tan rápido que temió que Dean no hubiera entendido nada, él no decía nada y sus manos empezaron a sudar con la espera, de pronto quería salir afuera y correr lejos.

Él se acercó a ella, la miró a los ojos y le dijo:

-No, no estoy engañándote – Él cerró los ojos y suspiró - ¿Quién te dijo eso?
-Nadie, es solo que tanto secretismo con tu trabajo y de pronto dejamos de vernos tanto, pensé… pensé que podrías haber perdido interés en mi.
-Nunca podría perder el interés en ti – dijo él tomando su rostro - Pero si hay algo que tengo que decirte.
-¿Qué? – susurró Mel contra sus labios.
-Tiene relación con las cajas…
-¿Te mudas?
-Algo así…
-Dean… - dijo Mel empezando a exasperarse. Él suspiró y lo soltó.
-He estado aplazando este momento desde que me entere hace como un mes – empezó él – No quería arruinar lo que teníamos y de hecho aún no quiero, pero no puedo rechazar esto. Es por eso que he estado distante, no sabía qué hacer o cómo decírtelo.
-¿Decirme qué? – preguntó Mel con miedo de saber la respuesta, a veces efectivamente la ignorancia era una bendición.
-Me gané la beca… - Mel lo miró sin comprender – La beca para irme a Alemania.

El entendimiento golpeó a Mel tan fuerte, que tuvo que dar un paso atrás y alejarse de Dean, ella sabía que esto era muy importante para él, ¿Por qué no lo compartió con ella?

-No me lo dijiste… - murmuró Mel.
-Tenía miedo – respondió él – De lo que esto significa para nosotros, te amo – siguió él y avanzó hacia ella – y no quiero que terminemos, quiero que hagamos funcionar esto.
-¿Cuánto tiempo? – Él dudó, pero la mirada de Mel fue más dura.
-Seis meses – ella botó el aire que había estado aguantando y le respondió duramente.
-En seis meses voy a estar de vuelta en casa – ella miró por la ventana y vio caer la nieve que seguía acumulándose.
-Podemos llevar una relación a…
-¿A larga distancia? – Mel rió amargamente – Quizás si tú estás en Alemania, pero definitivamente no si yo estoy en otro continente. Y no es probable que vuelva alguna vez a Europa – Mel miró el suelo con tristeza – Si tú te vas entonces vamos a tener que terminar – dijo con su voz quebrándose al final.
-Pero…
-Lo siento Dean, pero no hay lógica alguna en lo que dices, ni siquiera está abierto a discusión – Ella sabía que estaba siendo dura y por ello se acercó a él – Lo siento, sé que este es tu sueño, no puedo entrometerme en él, no quiero hacerlo.
-Te amo, no quiero dejarte – dijo él acercándose a ella y abrazándola – Pero esto es lo que he querido toda mi vida… - Mel suspiró, apoyó su cabeza en su pecho y apretó sus brazos tras la espalda de él.
-¿Cuándo te vas? – preguntó tratando de no emocionarse. Sintió el cuerpo de Dean tensarse ante la pregunta y ella lo miró - ¿Dean?
-Este… Este viernes…
-¿Qué? ¿Este viernes? – Mel dejó caer sus brazos a sus costados y lo miró con incredulidad – ¿No me lo hubieras dicho si yo no hubiera venido verdad?
-Por supuesto que sí, es sólo que es muy difícil…
-¡Oh claro! ¡Difícil para ti! ¡Al parecer yo no soy parte de esta relación ¿no?! ¿Pues sabes qué? ¡Te lo voy a hacer fácil: TERMINAMOS! – Y con estas palabras finales y con su corazón latiendo a mil por hora, Mel caminó con furia hacia la puerta y la azotó tras ella. Corrió lo más rápido que el frío y la nieve se lo permitían y se dirigió a casa, recriminándose el haber dejado las cosas así, pero demasiado dolida como para haber reaccionado de otra manera.

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Entonces mis bellas lectoras ¿Les gustó el capítulo? ¿Era lo que esperaban? Muahahahaha aún me quedan algunas cartas bajo la manga muahaha no será lo único que las deje marcando ocupado (espero...)
Bueno ojalá les haya gustado! Un besito y espero el viernes subir el capítulo que sigue :)
Las amooo <3