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No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
es una desgraciada maldita que se cree ......pobre ilusa de vdd y nick que tal si tambien quierea nick.....ahaha que planea haceerke a la rayis ahaha siguela...y no quiero que acabe,....ademas yano te voy a leer la vdd me caes muy bien..pareces una chica muy divertida...espero que si regreses y hay perdon por no pasar antes pero fueron los xvde mi hermana y ahaha fueron unas dias muy estresantes pero bueno...siguela pronto ycuidte
haydeejOnaz
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
esa mendiga de amy se merese algo muy maloo aun que este loca enferma no me importa, por dios tienes que subir uno por diaaa!!! siguelaa
Dorin
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
Sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeelaaaaaaaaaaaa porrrrrrrrrrrfaaaaaaaaa!
WhoIam13
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
jennito moreno escribió:hoooolaaaa no dire nueva lectora porque no lo soy...
la leo siempre solo que me da una perezaaaaaaaaa comentar... :roll:
lo se, lo se, vergonzoso, estoy segura que algun dia morire de eso...
en fin a la nove...
lo sabia! era amy! siempre lo supe, ja!! (no es cierto lo averigue en el cap anterior jajajajjaja shhhhh)
no lo puedo creer :o pero pregunta: para que se llevo al papa de ____?
o pues gracias por decidirte a comentar!! :D lo se yo asia lo mismo al principio! :P jajajaja tranquila yo tambien me di cuenta hasta que lo lei en ese cap! :risa:
aaaammmm... pues eso no te lo puedo contestar porque pues no te tendria chiste que lo leyeras despues :P pero me parece que esta parte del cap lo dice... :D y pues
BIENVENIDA!!! a comentar!!
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
karenluna escribió:Ola soy nueva lectora
ya tengo tiempo leyendo, bueno tratando de llegar u.u jaja leo muy lento xD
apenas llegue ayer :D
me encanta la nove, síguela pronto (:
BIENVENIDA!!!! :cheers: :D
jejeje tranquila tomate tu tiempo lo importante esque disfrutes la nove!! ;) que bueno que te gusta!!! gracias por comentar! :D
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
WhoIam13 escribió:AAAAAAAAAAAAAAH DESGRACIAAAAAAAAAADA HIJA DE PU*A TODO ESO SI QUE NO ME LO ESPERABA, POBRE RAYIS EN EL SOTANO DIOS, MALDITA PERRA DEGRACIADAAAAAAAAAA OJAÁ LA CAGUE UN HIPOPOTAMO Y LUEGO LA PIS DE UN DINOSAURIOOOOOOOO BITCHHHHHHHHHHHHH. LE DIERON TODO PERO QUERÍA MAS DKFHJDKF AHORA TODO TIENE SENTIDO. SHITTTTTTTTTTT, COMO LA ENCONTRARÁN AHORA? QUE E SLO QUE PLANEA LA LOCAAAAAA?
SIGUEA CUANTO ANTES, ME PARECE QUE LO MEJOR ES QUE SUBAS TODOS LOS DÍAS :3 PERO ESE ES MI PARECER TU HAZLO COMO MAS COMODO TE QUEDE A TI ANDII. CUIDATEEEEEEE!
ookeeii te enojaste un poquito!! :P jajajja me adivinaste el final!!!! al ultimo se la come el dinosaurio!!!! X)
que bueno que mencionas los de cuando subir!! entonces va 1 todos los dias!! veremos que opinan las demas chicas! ;)
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
haydeejOnaz escribió:es una desgraciada maldita que se cree ......pobre ilusa de vdd y nick que tal si tambien quierea nick.....ahaha que planea haceerke a la rayis ahaha siguela...y no quiero que acabe,....ademas yano te voy a leer la vdd me caes muy bien..pareces una chica muy divertida...espero que si regreses y hay perdon por no pasar antes pero fueron los xvde mi hermana y ahaha fueron unas dias muy estresantes pero bueno...siguela pronto ycuidte
ooo no te preocupes!! :D y pues tratare de pasarme a saludarlas! jejeje divernida no se pero si me han dicho que soy rarita! :P en un ratito mas la sigo! ;)
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
Dorin escribió:esa mendiga de amy se merese algo muy maloo aun que este loca enferma no me importa, por dios tienes que subir uno por diaaa!!! siguelaa
entonces tu estaras feliz con su final! :P ookeeii ya van dos! :D
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
WhoIam13 escribió:Sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeelaaaaaaaaaaaa porrrrrrrrrrrfaaaaaaaaa!
ya casi subo!!! :D
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
hooolaaaa!!! :D
uuufff!! ya se me hacia que no llegaba!!! creame que siempre que salgo estoy pensando si llegare temprano para alcanzar a subir! :P me va a ser muy dificil dejarlas! pero ya veremos que pasa mas a delante! :)
bueno pues como solo flo y dorin me dijeron que subiera todos los dias.... pues todos los dias sera! :D (y me parece perfecto porque siempre que acaba un cap me quedan ganas de subir y subir! :P )y... bueno es todo les dejo su cap de hoy espero que les guste! :D las quiero!!!! :hug: y gracias por sus comentarios!!! :D
—¿Qué se le ofrece? —preguntó con voz grave y cansina.
—He venido a ver a la señorita Carmichael por lo del artículo de investigación que está escribiendo.
Keith tensó la mandíbula.
—Ah —dijo en tono inexpresivo—. Es eso. Pues ahora no está, tendrá que volver más tarde. —Se disponía a cerrar la puerta cuando abrió los ojos como platos al ver la pistola; llevaba silenciador.
—¿Dónde está la hospitalidad de la gente del sur de la que tanto he oído hablar? Invítame a entrar.
Él se apoyó sospechosamente en un ángulo del escritorio situado justo detrás de la puerta, con las manos en la espalda. Sus movimientos fueron rápidos, pero no lo bastante. Sus rodillas golpearon el suelo antes de que pudiera empuñar la pistola que acababa de sacar del cajón. Una mancha roja se extendió rápidamente por la pechera de su almidonada camisa blanca. Daba igual. Desde el momento en que había abierto la puerta era hombre muerto. Al sacar la pistola lo único que había conseguido era adelantar los acontecimientos. Una tontería, realmente.
De todas formas, era probable que no hubiera tenido agallas para utilizarla. Cayó de bruces y la pistola le resbaló de la mano y fue a parar a la alfombra sin causar daños. Sería un bonito recuerdo. La distribución del piso era muy parecida a la del de Cynthia Adams, diez plantas por encima. Pronto Carmichael llegaría a casa. El armario era un buen lugar...
El disparo de la pistola de Keith retronó al mismo tiempo que el dolor, intenso y abrasador, se abría paso. Y después del dolor vino la estupefacción. «Me ha disparado. En el brazo.» Keith estaba apoyado sobre los codos y sostenía precariamente la pistola con las dos manos. Una lúgubre sonrisa se dibujaba en su rostro. El hijo de p*uta sí que tenía agallas, después de todo.
—Jódete —le espetó. Y a continuación se derrumbó y la pistola quedó atrapada bajo su cuerpo.
La estupefacción dio paso al miedo. «Corre.» Pasó un segundo antes de que los pies le obedecieran. La escalera estaba cerca. «Corre. Ya has bajado un piso. Dos. Respira.» La manga del abrigo de color tabaco tenía un claro agujero cuyo borde aparecía ya empapado de sangre.
Se despojó de él con cuidado y caminó por el rellano de la décima planta con la prenda en el brazo de tal modo que le tapaba la herida. El ascensor llegó enseguida y, sin más, bajó hasta el vestíbulo. Desde allí, salir a la calle como si no hubiera pasado nada no representaba ningún problema.
_____ y su padre no estaban allí. Ni Amy tampoco. La furia crecía en su interior y apretó los puños en silencio. Se esforzó por respirar hondo. Perder los nervios no le devolvería a _____ sana y salva. Para recuperarla lo que hacía falta era ponerse en la piel de Amy, adivinar cuál sería su próximo paso antes de que lo diera.
«No soy adivina», le había dicho _____. De pronto Nicholas deseó con todas sus fuerzas poder serlo. Tenía que serlo. Tenía que entrar en la mente de Amy.
«No quieras hacer de adivino. Haz de policía. Haz tu trabajo igual que cada día.» El dolor que le atenazaba el estómago aminoró lo bastante para permitirle concentrarse de nuevo. «Entra en la mente de Amy.» Nicholas dio una vuelta por la sala y observó los pósteres de películas colgados en las paredes.
—Es coleccionista —murmuró, ligeramente sorprendido. Era una colección más bien ecléctica que abarcaba desde la década de 1930 hasta la de 1990. Algunas de las películas eran clásicos; otras, más complejas.
Todas tenían un punto en común. El corazón empezó a latirle con fuerza.
—¡Miller! Ven aquí.
Miller salió de la cocina con dos jarras, una en cada mano.
—¿Qué?
Levantó la cabeza y dio un silbido.
—Deben de ser valiosísimos.
—Sí, pero no por el dinero, sino por lo que significan. Mira. —Empezó por un extremo y fue señalando los pósteres—. Perdición, con Barbara Stanwyck.
—No la he visto —dijo Miller.
—Una mujer utiliza a un hombre para matar a su marido y se fuga con él. Eva al desnudo.
A Miller le brillaron los ojos.
—Anne Baxter hace el papel de otra lagarta manipuladora. Son películas en las que siempre ganan las mujeres.
Nicholas se quedó mirando el póster que ocupaba el centro de una pared y la última pieza del rompecabezas se colocó en su sitio. El corazón le iba a toda pastilla.
—Escucha, Miller. —Leyó los nombres de las actrices—. Stanwyck, Turner, Davis, Baxter.
Miller abrió los ojos como platos.
—Son los nombres de las empresas de la pizarra. —Echó un vistazo a los pósteres—. Pero en el centro estaba Deering, y no lo veo por ninguna parte.
Nicholas golpeó con la mano el póster del centro.
—Es de Canción de cuna para un cadáver. Olivia De Havilland vuelve loca a su "amiga", Bette Davis. El nombre del personaje que interpreta De Havilland es Miriam Deering. Todas las películas son sobre mujeres que manipulan a hombres o a otras mujeres. Está más claro que el agua. Seguro que se cree muy lista, porque _____ debe de haber visto estos pósteres un millón de veces.
—Y nunca ha sospechado lo más mínimo. Amy se burlaba de ella poniéndole la información en las narices y ella no sospechó nada. ¿Cuánto deben de valer estos pósteres, Nicholas?
—Si son originales, unos doscientos mil dólares.
—Seguro que hiciste una asignatura sobre cine cuando te estabas sacando la carrera, ¿verdad?
—Sí —respondió Nicholas en tono inexpresivo. La emoción de haber descubierto la clave se había disipado enseguida—. Ya me dirás de qué demonios me sirve. ¿Qué tiene que ver todo esto con el lugar donde Parks está ahora?
Miller le estrechó el hombro para darle ánimos.
—Trata de relajarte, Nicholas. Piensa en lo que sabemos, no en lo que no sabemos. Piensa en lo siguiente: doscientos mil dólares es mucho dinero para gastárselo en decorar las paredes. He comprobado su declaración de renta del año pasado y solo ingresó sesenta. Eso cuadra con el alquiler de un piso como este, pero no con el precio de los pósteres.
Nicholas arqueó las cejas.
—Antes has dicho que te sorprendía que no hubiera optado por la acusación. Pero si lo que quisiera fuera dar con personas sin escrúpulos que actuaran a órdenes...
—El hecho de ser abogada defensora le permite entrar en contacto con todos los depravados que necesita para que hagan lo que ella les pide. —Miller dio un vistazo alrededor del salón—. ¿Sabes qué es lo que esperaba encontrar? Un gran sistema informático. Cuando Rick nos enseñó todas las cámaras, me imaginé una consola como la de James Bond, con diez monitores ocupando una pared entera. Pero aquí no hay ningún ordenador. Ni un triste monitor.
—Es probable que tenga un portátil.
—Puede ser, pero tenía que controlar las imágenes de un montón de cámaras. Las del piso de _____, las de la consulta, las de Cynthia Adams... No me la imagino visionándolas secuencia a secuencia, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo que dedica al trabajo. Por lo menos debería tener dos o tres monitores, Nicholas. Si no la logística no cuadra.
Nicholas asintió con gravedad.
—Entonces es que las ve en otro sitio. Investigaré en los polígonos en los que en teoría están sus empresas, empezando por Deering.
—Nicholas, Miller. —Jack los llamó urgentemente desde el dormitorio—. Vengan a ver esto.
Al verlo, Nicholas se quedó de piedra. Las puertas correderas del armario estaban abiertas y dejaban a la vista un montón de fotografías. Había una cara que aparecía en todas.
—Swanson —masculló Nicholas.
Vito se encontraba a los pies de la cama de Amy con la cabeza inclinada bajo el dosel con volantes de color rosa.
—Aquí hay más —dijo en tono monótono.
Nicholas y Miller se acercaron a mirar las fotografías del armario. La mayoría eran fotos de grupo.
—Esta está tomada en la taberna de Robin Archer. _____ tiene una igual. —Pero al mirarla mejor se le volvió a poner un nudo en el estómago—. Ha recortado la imagen de _____ de esta foto.
—De todas —musitó Miller—. Parece que, siempre que podía, Swanson se sentaba al lado de _____. Parks está obsesionada con ese tipo.
Nicholas miró a Vito.
—Swanson desapareció hace tres meses.
—Estaba pensando que tal vez hubiera muerto, pero si Parks andaba acechándolo y se sentía amenazado, puede que utilizara la excusa de Médicos Sin Fronteras para desaparecer del mapa —apuntó Miller.
—Miren esto —fueron las únicas palabras de Vito, y se apartó de la cama.
Nicholas introdujo la cabeza bajo el dosel y se quedó de piedra.
—Mierda.
Toda la superficie de debajo del dosel estaba tapizada con más fotos de Swanson desnudo.
—Da la impresión de que él estaba en el dormitorio de su casa y lo fotografió a través de la ventana.
—Ayer estuve en el último piso donde se cree que vivió —dijo Miller, frunciendo el entrecejo—. El dormitorio daba a la calle.
Las fotos tienen que haber sido tomadas desde un piso de enfrente. —Arqueó una ceja—. Tal vez es donde tiene lugar la acción.
Nicholas empezaba a albergar ciertas esperanzas.
—Vamos.
—Llamaré a Spinnelli. Así podrá empezar a buscar la dirección exacta y conseguirnos una orden de registro.
—Esperen. Antes de irse... —Jack estaba de pie frente al ropero con un par de zapatos de cordones en la mano—. Son del tamaño apropiado y tienen sangre en los cordones. —Les dio la vuelta—. En las suelas no hay barro. Analizaremos la sangre para ver si es de Bacon.
—Eso quiere decir que tiene dos pares —musitó Miller—. Estos y los que llevaba esta tarde cuando ha agredido a Vito.
—Si solo fueran dos... —Jack retrocedió—. Miren.
En el suelo había dos grandes maletas abiertas; estaban llenas de ropa de hombre.
—En la etiqueta pone "Jim Swanson" —observó Jack—. Ahí está su cartera, con su carnet de conducir, un billete de avión para Chad y su pasaporte. Y esto estaba envuelto con una camisa. —Era un cuchillo de carnicero, cubierto por una capa de color marrón oscuro.
A Nicholas se le heló la sangre.
—Entonces está muerto. Lo mató ella.
—Pero ¿por qué? —preguntó Miller—. ¿Por qué ha tenido que hacer una cosa así?
—Estaba obsesionada con Swanson —dijo Nicholas, con el estómago aún revuelto—. La noche anterior a su partida se emborrachó, ¿recuerdas? Fue a casa de Zac Carter y se desahogó. —Se volvió hacia Vito—. Swanson amaba a _____ pero ella no le correspondía. Por eso decidió marcharse a África.
Vito abrió los ojos como platos.
—¿Es él? _____ me contó la historia, pero no me dijo cómo se llamaba su amigo. Al parecer solo me lo había contado a mí. Se sentía muy culpable.
—Vamos a reproducir la escena. —Nicholas se señaló a sí mismo—. Yo soy Amy. Miller, tú eres Swanson. Acabas de llegar de casa de Carter y estás borracho y abatido. No te tienes en pie. Mientras, yo suspiro por ti; tengo todas esas fotos tuyas. Tú te vas mañana y es posible que no vuelva a verte nunca más. Voy a tu casa y... ¿Qué? ¿Te declaro mi amor?
—Es posible. —Miller asintió—. Pero yo te digo: "Ni hablar. Estoy enamorado de _____". Tú te pones hecha una fiera. ¿Qué hacía Amy cuando se enfadaba mucho, Vito?
Vito palideció.
—Solo la vi realmente furiosa una vez. Quien tenía que ser su pareja en un baile de la escuela le dio plantón. Parece ser que otra chica más popular también le había pedido que fuera su pareja. Amy dejó su habitación destrozada, empezó a tirarlo todo... —Tragó saliva—. Rajó el vestido que tendría que haber llevado al baile y, de paso, el colchón. Me pidió que la ayudara a sacarlo de allí antes de que mamá y papá lo descubrieran. Me dijo que lo había hecho sin darse cuenta, pero estaba lleno de agujeros, como si se hubiera liado a cuchillada limpia. Si mis padres nos hubieran contado lo de su madre... Habría sospechado algo y no le habría guardado el secreto.
—Debió de quedarse horrorizada al ver lo que había hecho. Lo amaba y lo había matado —dijo Miller despacio—. Y seguro que ella cree que todo es culpa de _____.
—Ese debió de ser el detonante para que pasara del hostigamiento generalizado a una venganza totalmente planificada. —Nicholas dio un hondo suspiro—. Quería acabar con todo, con su carrera, con su reputación. —«Con su vida.» No fue capaz de pronunciar las últimas palabras.
—Con su relación —añadió Miller—. No habría sido extraño que la hubieras dejado cuando amenazaron a Demi.
—Pero no lo hiciste —dijo Vito con voz trémula—. Gracias.
Nicholas recordó la mirada que había observado en _____ cuando ella pensaba que iba a hacerlo. Él creía que ella sabía lo que pasaba por su mente; creía que lo deduciría fácilmente porque a eso era a lo que se dedicaba. Se dedicaba a analizar y diagnosticar. Ayudaba a los suicidas cuando se sentían más vulnerables. Evitaba que asesinos y violadores utilizaran la enfermedad mental como excusa para librarse de la justicia. Y lo hacía muy bien.
Él creía que tenía tan arraigada la práctica que la aplicaba a todo el mundo. Pero parecía ser que la gente que de verdad le importaba no era objeto de su escrutinio. Ella se entregaba abiertamente y sin reservas, y esperaba que los demás hicieran lo mismo. Pero eso la desarmaba ante aquellos que se comportaban de forma egoísta o cruel: Justin Roberts, Samantha Masterson, Amy Parks.
—Jack. —Un miembro del equipo de la policía científica se acercó con un sobre marrón en la mano. Jack extrajo de él un montón de tarjetas y una hoja de sellos de Chad.
—Están escritas —dijo Jack—. Debía de tener previsto enviarlas cada pocos meses.
—Debió de ser ella quien escribió la carta al director del hospital —añadió Miller—, para ocultar lo que había hecho. Vamos a registrar los pisos que están enfrente del de Swanson.
—Y los bienes inmuebles propiedad de Deering. —Nicholas estaba a punto de salir por la puerta cuando sonó su móvil.
—Jonas, soy Zac Carter. Acabo de salir del quirófano y he visto los mensajes. Tengo uno suyo y uno de Amy Parks.
Nicholas se detuvo en seco.
—¿Qué dice?
—Es muy extraño. Dice que necesita que la ayude, que tiene un problema urgente. Se ve que estaba con un cliente, un joven, y que al parecer se ha puesto nervioso y le ha disparado. Me pide que nos veamos para que le dé unos puntos porque no quiere arruinar la vida del chico solo porque haya cometido un error.
—¿Dónde tienen que encontrarse?
—Le he pedido que esté en mi casa dentro de media hora. Quería hablar con usted porque mientras estaba en el quirófano no he dejado de darle vueltas a una cosa que ocurrió anoche. Amy me sujetó el abrigo mientras yo iba a darle el pésame a Flo Ernst. Espero estar equivocado, pero no voy a jugármela tratándose de la vida de _____.
—Estamos de camino, Zac. Llegaremos a su casa dentro de quince minutos.
—Entonces estaba en lo cierto —dijo con voz abatida.
—Sí. —Nicholas exhaló un suspiro—. Estaba en lo cierto.
_____ levantó la cabeza y aguzó la vista en la oscuridad; se sentía muy aliviada. Su padre estaba consciente. Estaba vivo. Poco a poco, se colocó de lado y lo miró a los ojos. Él también tenía las manos y los pies atados, pero por algún motivo Amy no lo había amordazado.
«Amy.» Le había parecido increíble. Hasta que empezó a relacionar ideas. «El sótano.» En aquel momento se había puesto tan frenética y Amy se había mostrado tan atenta. Igual que después de lo del estrangulador de la cadena. Le había llevado sopa. Una sopa asquerosa. _____ siempre había pensado que Amy era muy mala cocinera. Ahora entendía por qué se había pasado seis semanas vomitando y hecha un trapo. «Me envenenó.» Qué bruja. Pero ¿por qué?
«Porque está loca, _____.» Y _____ había aprendido que a veces esa era la única razón por la cual la gente se comportaba de cierta manera. No obstante, la ira de Amy había cambiado. Antes de lo de Cynthia Adams, su ira nunca había resultado letal; solo... mezquina. ¿Qué había cambiado?
A tientas, tocó la rodilla de su padre con la suya.
—_____ —susurró el hombre—. Estás viva.
«¿Por cuánto tiempo?» Volvió a tocarle la rodilla para tranquilizarlo, y también para tranquilizarse.
—Tengo una navaja en el bolsillo —musitó él—. La de tallar. ¿Puedes sacarla?
«La navaja de tallar.» De pequeña, su padre siempre estaba a punto para tallarle alguna chuchería con la navaja que llevaba en el bolsillo de su mono de carpintero. Tenía la imagen grabada en la mente. Ojalá fuera capaz de sacarla con las manos atadas.
Lo había conseguido. Por fin lo había conseguido. Un artículo firmado por ella. Y no tenía nada que ver con la trivialidad que había escrito sobre el peculiar modo de vida de Zac Carter y que aparecería en las páginas de sociedad. Esta vez se trataba de un artículo de los de verdad. De portada. Titular principal.
«Por fin.» Y Cyrus Bremin no le pasaría por delante; el director se lo había prometido. Aunque también otras veces se lo había prometido y había acabado arrebatándole el artículo, así que sería mejor mantenerse a la expectativa. De todos modos, al doblar la esquina una sonrisa se dibujaba en su rostro.
Pero la sonrisa se desvaneció y su paso se ralentizó en cuanto vislumbró la puerta del edificio. Por segunda vez en esa semana había una ambulancia aparcada frente a su casa. En el último tramo, echó a correr. Al principio se había mostrado muy entusiasmada ante la perspectiva de informar sobre el suicidio de Cynthia Adams; sin embargo ahora la idea la horrorizaba.
Se acercó a un policía.
—Vivo en este edificio. ¿Qué ha ocurrido?
Ella miró a la cara con los ojos entrecerrados.
—¿Cómo se llama?
—Joanna Carmichael.
La mirada del policía se tornó inexpresiva.
—La estábamos buscando. Acompáñeme.
«No.» El horror aumentó cuando el policía la guió hasta el ascensor y juntos subieron al piso donde ella vivía. «No.» La puerta de su casa estaba abierta. Dentro había gente. Bueno, más que gente eran policías. «Keith.»
Un hombre alto y moreno y una mujer rubia le interceptaron el paso a menos de un metro de la puerta. El hombre le puso una mano en el hombro. Y la mujer le preguntó:
—¿Señorita Carmichael? —Ella asintió, aturdida.
—Soy la detective Mitchell y este es mi compañero, el detective Jonas —se presentó— ¿Puede decirnos dónde estaba hace una hora?
El corazón casi se le paró. El alto y moreno era hermano del novio de Rossi.
—Con el director del Bulletin. ¿Por qué?
La mujer la miró directamente a los ojos.
—Tenemos que darle una mala noticia.
Las palabras de la mujer quedaron ahogadas por el chirrido de las ruedas de una camilla. Encima había una bolsa con un cadáver.
—¿Keith?
Se quedó mirando la camilla y el pánico hizo que todos los demás pensamientos fueran a parar a los confines de su mente. El grito que oyó procedía de su boca. «Keith.»
uuufff!! ya se me hacia que no llegaba!!! creame que siempre que salgo estoy pensando si llegare temprano para alcanzar a subir! :P me va a ser muy dificil dejarlas! pero ya veremos que pasa mas a delante! :)
bueno pues como solo flo y dorin me dijeron que subiera todos los dias.... pues todos los dias sera! :D (y me parece perfecto porque siempre que acaba un cap me quedan ganas de subir y subir! :P )y... bueno es todo les dejo su cap de hoy espero que les guste! :D las quiero!!!! :hug: y gracias por sus comentarios!!! :D
Viernes, 17 de marzo, 18.45 horas.
A veces la mejor manera de esconderse es actuar a plena luz. Unos enérgicos golpes en la puerta hicieron que un hombre saliera a abrir. Era el novio. ¿Cómo se llamaba...? Keith. Tenía que recordar los detalles. Pero no era al novio a quien deseaba ver, sino a Joanna Carmichael.—¿Qué se le ofrece? —preguntó con voz grave y cansina.
—He venido a ver a la señorita Carmichael por lo del artículo de investigación que está escribiendo.
Keith tensó la mandíbula.
—Ah —dijo en tono inexpresivo—. Es eso. Pues ahora no está, tendrá que volver más tarde. —Se disponía a cerrar la puerta cuando abrió los ojos como platos al ver la pistola; llevaba silenciador.
—¿Dónde está la hospitalidad de la gente del sur de la que tanto he oído hablar? Invítame a entrar.
Él se apoyó sospechosamente en un ángulo del escritorio situado justo detrás de la puerta, con las manos en la espalda. Sus movimientos fueron rápidos, pero no lo bastante. Sus rodillas golpearon el suelo antes de que pudiera empuñar la pistola que acababa de sacar del cajón. Una mancha roja se extendió rápidamente por la pechera de su almidonada camisa blanca. Daba igual. Desde el momento en que había abierto la puerta era hombre muerto. Al sacar la pistola lo único que había conseguido era adelantar los acontecimientos. Una tontería, realmente.
De todas formas, era probable que no hubiera tenido agallas para utilizarla. Cayó de bruces y la pistola le resbaló de la mano y fue a parar a la alfombra sin causar daños. Sería un bonito recuerdo. La distribución del piso era muy parecida a la del de Cynthia Adams, diez plantas por encima. Pronto Carmichael llegaría a casa. El armario era un buen lugar...
El disparo de la pistola de Keith retronó al mismo tiempo que el dolor, intenso y abrasador, se abría paso. Y después del dolor vino la estupefacción. «Me ha disparado. En el brazo.» Keith estaba apoyado sobre los codos y sostenía precariamente la pistola con las dos manos. Una lúgubre sonrisa se dibujaba en su rostro. El hijo de p*uta sí que tenía agallas, después de todo.
—Jódete —le espetó. Y a continuación se derrumbó y la pistola quedó atrapada bajo su cuerpo.
La estupefacción dio paso al miedo. «Corre.» Pasó un segundo antes de que los pies le obedecieran. La escalera estaba cerca. «Corre. Ya has bajado un piso. Dos. Respira.» La manga del abrigo de color tabaco tenía un claro agujero cuyo borde aparecía ya empapado de sangre.
Se despojó de él con cuidado y caminó por el rellano de la décima planta con la prenda en el brazo de tal modo que le tapaba la herida. El ascensor llegó enseguida y, sin más, bajó hasta el vestíbulo. Desde allí, salir a la calle como si no hubiera pasado nada no representaba ningún problema.
Viernes, 17 de marzo, 19.00 horas.
«No estaba allí.» Nicholas estaba plantado en medio del salón de casa de Amy Parks observando cómo el equipo de Jack buscaba cualquier cosa que indicara que _____ había estado allí. Por desgracia, no encontraban nada. Nada. Y le entró verdadero miedo. La sensación era fría. Debilitante. Paralizante de tan intensa._____ y su padre no estaban allí. Ni Amy tampoco. La furia crecía en su interior y apretó los puños en silencio. Se esforzó por respirar hondo. Perder los nervios no le devolvería a _____ sana y salva. Para recuperarla lo que hacía falta era ponerse en la piel de Amy, adivinar cuál sería su próximo paso antes de que lo diera.
«No soy adivina», le había dicho _____. De pronto Nicholas deseó con todas sus fuerzas poder serlo. Tenía que serlo. Tenía que entrar en la mente de Amy.
«No quieras hacer de adivino. Haz de policía. Haz tu trabajo igual que cada día.» El dolor que le atenazaba el estómago aminoró lo bastante para permitirle concentrarse de nuevo. «Entra en la mente de Amy.» Nicholas dio una vuelta por la sala y observó los pósteres de películas colgados en las paredes.
—Es coleccionista —murmuró, ligeramente sorprendido. Era una colección más bien ecléctica que abarcaba desde la década de 1930 hasta la de 1990. Algunas de las películas eran clásicos; otras, más complejas.
Todas tenían un punto en común. El corazón empezó a latirle con fuerza.
—¡Miller! Ven aquí.
Miller salió de la cocina con dos jarras, una en cada mano.
—¿Qué?
Levantó la cabeza y dio un silbido.
—Deben de ser valiosísimos.
—Sí, pero no por el dinero, sino por lo que significan. Mira. —Empezó por un extremo y fue señalando los pósteres—. Perdición, con Barbara Stanwyck.
—No la he visto —dijo Miller.
—Una mujer utiliza a un hombre para matar a su marido y se fuga con él. Eva al desnudo.
A Miller le brillaron los ojos.
—Anne Baxter hace el papel de otra lagarta manipuladora. Son películas en las que siempre ganan las mujeres.
Nicholas se quedó mirando el póster que ocupaba el centro de una pared y la última pieza del rompecabezas se colocó en su sitio. El corazón le iba a toda pastilla.
—Escucha, Miller. —Leyó los nombres de las actrices—. Stanwyck, Turner, Davis, Baxter.
Miller abrió los ojos como platos.
—Son los nombres de las empresas de la pizarra. —Echó un vistazo a los pósteres—. Pero en el centro estaba Deering, y no lo veo por ninguna parte.
Nicholas golpeó con la mano el póster del centro.
—Es de Canción de cuna para un cadáver. Olivia De Havilland vuelve loca a su "amiga", Bette Davis. El nombre del personaje que interpreta De Havilland es Miriam Deering. Todas las películas son sobre mujeres que manipulan a hombres o a otras mujeres. Está más claro que el agua. Seguro que se cree muy lista, porque _____ debe de haber visto estos pósteres un millón de veces.
—Y nunca ha sospechado lo más mínimo. Amy se burlaba de ella poniéndole la información en las narices y ella no sospechó nada. ¿Cuánto deben de valer estos pósteres, Nicholas?
—Si son originales, unos doscientos mil dólares.
—Seguro que hiciste una asignatura sobre cine cuando te estabas sacando la carrera, ¿verdad?
—Sí —respondió Nicholas en tono inexpresivo. La emoción de haber descubierto la clave se había disipado enseguida—. Ya me dirás de qué demonios me sirve. ¿Qué tiene que ver todo esto con el lugar donde Parks está ahora?
Miller le estrechó el hombro para darle ánimos.
—Trata de relajarte, Nicholas. Piensa en lo que sabemos, no en lo que no sabemos. Piensa en lo siguiente: doscientos mil dólares es mucho dinero para gastárselo en decorar las paredes. He comprobado su declaración de renta del año pasado y solo ingresó sesenta. Eso cuadra con el alquiler de un piso como este, pero no con el precio de los pósteres.
Nicholas arqueó las cejas.
—Antes has dicho que te sorprendía que no hubiera optado por la acusación. Pero si lo que quisiera fuera dar con personas sin escrúpulos que actuaran a órdenes...
—El hecho de ser abogada defensora le permite entrar en contacto con todos los depravados que necesita para que hagan lo que ella les pide. —Miller dio un vistazo alrededor del salón—. ¿Sabes qué es lo que esperaba encontrar? Un gran sistema informático. Cuando Rick nos enseñó todas las cámaras, me imaginé una consola como la de James Bond, con diez monitores ocupando una pared entera. Pero aquí no hay ningún ordenador. Ni un triste monitor.
—Es probable que tenga un portátil.
—Puede ser, pero tenía que controlar las imágenes de un montón de cámaras. Las del piso de _____, las de la consulta, las de Cynthia Adams... No me la imagino visionándolas secuencia a secuencia, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo que dedica al trabajo. Por lo menos debería tener dos o tres monitores, Nicholas. Si no la logística no cuadra.
Nicholas asintió con gravedad.
—Entonces es que las ve en otro sitio. Investigaré en los polígonos en los que en teoría están sus empresas, empezando por Deering.
—Nicholas, Miller. —Jack los llamó urgentemente desde el dormitorio—. Vengan a ver esto.
Al verlo, Nicholas se quedó de piedra. Las puertas correderas del armario estaban abiertas y dejaban a la vista un montón de fotografías. Había una cara que aparecía en todas.
—Swanson —masculló Nicholas.
Vito se encontraba a los pies de la cama de Amy con la cabeza inclinada bajo el dosel con volantes de color rosa.
—Aquí hay más —dijo en tono monótono.
Nicholas y Miller se acercaron a mirar las fotografías del armario. La mayoría eran fotos de grupo.
—Esta está tomada en la taberna de Robin Archer. _____ tiene una igual. —Pero al mirarla mejor se le volvió a poner un nudo en el estómago—. Ha recortado la imagen de _____ de esta foto.
—De todas —musitó Miller—. Parece que, siempre que podía, Swanson se sentaba al lado de _____. Parks está obsesionada con ese tipo.
Nicholas miró a Vito.
—Swanson desapareció hace tres meses.
—Estaba pensando que tal vez hubiera muerto, pero si Parks andaba acechándolo y se sentía amenazado, puede que utilizara la excusa de Médicos Sin Fronteras para desaparecer del mapa —apuntó Miller.
—Miren esto —fueron las únicas palabras de Vito, y se apartó de la cama.
Nicholas introdujo la cabeza bajo el dosel y se quedó de piedra.
—Mierda.
Toda la superficie de debajo del dosel estaba tapizada con más fotos de Swanson desnudo.
—Da la impresión de que él estaba en el dormitorio de su casa y lo fotografió a través de la ventana.
—Ayer estuve en el último piso donde se cree que vivió —dijo Miller, frunciendo el entrecejo—. El dormitorio daba a la calle.
Las fotos tienen que haber sido tomadas desde un piso de enfrente. —Arqueó una ceja—. Tal vez es donde tiene lugar la acción.
Nicholas empezaba a albergar ciertas esperanzas.
—Vamos.
—Llamaré a Spinnelli. Así podrá empezar a buscar la dirección exacta y conseguirnos una orden de registro.
—Esperen. Antes de irse... —Jack estaba de pie frente al ropero con un par de zapatos de cordones en la mano—. Son del tamaño apropiado y tienen sangre en los cordones. —Les dio la vuelta—. En las suelas no hay barro. Analizaremos la sangre para ver si es de Bacon.
—Eso quiere decir que tiene dos pares —musitó Miller—. Estos y los que llevaba esta tarde cuando ha agredido a Vito.
—Si solo fueran dos... —Jack retrocedió—. Miren.
En el suelo había dos grandes maletas abiertas; estaban llenas de ropa de hombre.
—En la etiqueta pone "Jim Swanson" —observó Jack—. Ahí está su cartera, con su carnet de conducir, un billete de avión para Chad y su pasaporte. Y esto estaba envuelto con una camisa. —Era un cuchillo de carnicero, cubierto por una capa de color marrón oscuro.
A Nicholas se le heló la sangre.
—Entonces está muerto. Lo mató ella.
—Pero ¿por qué? —preguntó Miller—. ¿Por qué ha tenido que hacer una cosa así?
—Estaba obsesionada con Swanson —dijo Nicholas, con el estómago aún revuelto—. La noche anterior a su partida se emborrachó, ¿recuerdas? Fue a casa de Zac Carter y se desahogó. —Se volvió hacia Vito—. Swanson amaba a _____ pero ella no le correspondía. Por eso decidió marcharse a África.
Vito abrió los ojos como platos.
—¿Es él? _____ me contó la historia, pero no me dijo cómo se llamaba su amigo. Al parecer solo me lo había contado a mí. Se sentía muy culpable.
—Vamos a reproducir la escena. —Nicholas se señaló a sí mismo—. Yo soy Amy. Miller, tú eres Swanson. Acabas de llegar de casa de Carter y estás borracho y abatido. No te tienes en pie. Mientras, yo suspiro por ti; tengo todas esas fotos tuyas. Tú te vas mañana y es posible que no vuelva a verte nunca más. Voy a tu casa y... ¿Qué? ¿Te declaro mi amor?
—Es posible. —Miller asintió—. Pero yo te digo: "Ni hablar. Estoy enamorado de _____". Tú te pones hecha una fiera. ¿Qué hacía Amy cuando se enfadaba mucho, Vito?
Vito palideció.
—Solo la vi realmente furiosa una vez. Quien tenía que ser su pareja en un baile de la escuela le dio plantón. Parece ser que otra chica más popular también le había pedido que fuera su pareja. Amy dejó su habitación destrozada, empezó a tirarlo todo... —Tragó saliva—. Rajó el vestido que tendría que haber llevado al baile y, de paso, el colchón. Me pidió que la ayudara a sacarlo de allí antes de que mamá y papá lo descubrieran. Me dijo que lo había hecho sin darse cuenta, pero estaba lleno de agujeros, como si se hubiera liado a cuchillada limpia. Si mis padres nos hubieran contado lo de su madre... Habría sospechado algo y no le habría guardado el secreto.
—Debió de quedarse horrorizada al ver lo que había hecho. Lo amaba y lo había matado —dijo Miller despacio—. Y seguro que ella cree que todo es culpa de _____.
—Ese debió de ser el detonante para que pasara del hostigamiento generalizado a una venganza totalmente planificada. —Nicholas dio un hondo suspiro—. Quería acabar con todo, con su carrera, con su reputación. —«Con su vida.» No fue capaz de pronunciar las últimas palabras.
—Con su relación —añadió Miller—. No habría sido extraño que la hubieras dejado cuando amenazaron a Demi.
—Pero no lo hiciste —dijo Vito con voz trémula—. Gracias.
Nicholas recordó la mirada que había observado en _____ cuando ella pensaba que iba a hacerlo. Él creía que ella sabía lo que pasaba por su mente; creía que lo deduciría fácilmente porque a eso era a lo que se dedicaba. Se dedicaba a analizar y diagnosticar. Ayudaba a los suicidas cuando se sentían más vulnerables. Evitaba que asesinos y violadores utilizaran la enfermedad mental como excusa para librarse de la justicia. Y lo hacía muy bien.
Él creía que tenía tan arraigada la práctica que la aplicaba a todo el mundo. Pero parecía ser que la gente que de verdad le importaba no era objeto de su escrutinio. Ella se entregaba abiertamente y sin reservas, y esperaba que los demás hicieran lo mismo. Pero eso la desarmaba ante aquellos que se comportaban de forma egoísta o cruel: Justin Roberts, Samantha Masterson, Amy Parks.
—Jack. —Un miembro del equipo de la policía científica se acercó con un sobre marrón en la mano. Jack extrajo de él un montón de tarjetas y una hoja de sellos de Chad.
—Están escritas —dijo Jack—. Debía de tener previsto enviarlas cada pocos meses.
—Debió de ser ella quien escribió la carta al director del hospital —añadió Miller—, para ocultar lo que había hecho. Vamos a registrar los pisos que están enfrente del de Swanson.
—Y los bienes inmuebles propiedad de Deering. —Nicholas estaba a punto de salir por la puerta cuando sonó su móvil.
—Jonas, soy Zac Carter. Acabo de salir del quirófano y he visto los mensajes. Tengo uno suyo y uno de Amy Parks.
Nicholas se detuvo en seco.
—¿Qué dice?
—Es muy extraño. Dice que necesita que la ayude, que tiene un problema urgente. Se ve que estaba con un cliente, un joven, y que al parecer se ha puesto nervioso y le ha disparado. Me pide que nos veamos para que le dé unos puntos porque no quiere arruinar la vida del chico solo porque haya cometido un error.
—¿Dónde tienen que encontrarse?
—Le he pedido que esté en mi casa dentro de media hora. Quería hablar con usted porque mientras estaba en el quirófano no he dejado de darle vueltas a una cosa que ocurrió anoche. Amy me sujetó el abrigo mientras yo iba a darle el pésame a Flo Ernst. Espero estar equivocado, pero no voy a jugármela tratándose de la vida de _____.
—Estamos de camino, Zac. Llegaremos a su casa dentro de quince minutos.
—Entonces estaba en lo cierto —dijo con voz abatida.
—Sí. —Nicholas exhaló un suspiro—. Estaba en lo cierto.
Viernes, 17 de marzo, 19.30 horas.
—¿_____? —Era un débil gemido, apenas perceptible._____ levantó la cabeza y aguzó la vista en la oscuridad; se sentía muy aliviada. Su padre estaba consciente. Estaba vivo. Poco a poco, se colocó de lado y lo miró a los ojos. Él también tenía las manos y los pies atados, pero por algún motivo Amy no lo había amordazado.
«Amy.» Le había parecido increíble. Hasta que empezó a relacionar ideas. «El sótano.» En aquel momento se había puesto tan frenética y Amy se había mostrado tan atenta. Igual que después de lo del estrangulador de la cadena. Le había llevado sopa. Una sopa asquerosa. _____ siempre había pensado que Amy era muy mala cocinera. Ahora entendía por qué se había pasado seis semanas vomitando y hecha un trapo. «Me envenenó.» Qué bruja. Pero ¿por qué?
«Porque está loca, _____.» Y _____ había aprendido que a veces esa era la única razón por la cual la gente se comportaba de cierta manera. No obstante, la ira de Amy había cambiado. Antes de lo de Cynthia Adams, su ira nunca había resultado letal; solo... mezquina. ¿Qué había cambiado?
A tientas, tocó la rodilla de su padre con la suya.
—_____ —susurró el hombre—. Estás viva.
«¿Por cuánto tiempo?» Volvió a tocarle la rodilla para tranquilizarlo, y también para tranquilizarse.
—Tengo una navaja en el bolsillo —musitó él—. La de tallar. ¿Puedes sacarla?
«La navaja de tallar.» De pequeña, su padre siempre estaba a punto para tallarle alguna chuchería con la navaja que llevaba en el bolsillo de su mono de carpintero. Tenía la imagen grabada en la mente. Ojalá fuera capaz de sacarla con las manos atadas.
Viernes, 17 de marzo, 19.30 horas.
Joanna se dirigió a su casa con paso saltarín. Su viaje a Lexington había resultado una verdadera revelación. La doctora Chin le había proporcionado cierta información que sería la plataforma de lanzamiento de un artículo periodístico de los serios. No había conseguido la exclusiva de Rossi, pero lo que había descubierto de la mejor amiga de la doctora era incluso mejor. No veía la hora de contárselo a Keith.Lo había conseguido. Por fin lo había conseguido. Un artículo firmado por ella. Y no tenía nada que ver con la trivialidad que había escrito sobre el peculiar modo de vida de Zac Carter y que aparecería en las páginas de sociedad. Esta vez se trataba de un artículo de los de verdad. De portada. Titular principal.
«Por fin.» Y Cyrus Bremin no le pasaría por delante; el director se lo había prometido. Aunque también otras veces se lo había prometido y había acabado arrebatándole el artículo, así que sería mejor mantenerse a la expectativa. De todos modos, al doblar la esquina una sonrisa se dibujaba en su rostro.
Pero la sonrisa se desvaneció y su paso se ralentizó en cuanto vislumbró la puerta del edificio. Por segunda vez en esa semana había una ambulancia aparcada frente a su casa. En el último tramo, echó a correr. Al principio se había mostrado muy entusiasmada ante la perspectiva de informar sobre el suicidio de Cynthia Adams; sin embargo ahora la idea la horrorizaba.
Se acercó a un policía.
—Vivo en este edificio. ¿Qué ha ocurrido?
Ella miró a la cara con los ojos entrecerrados.
—¿Cómo se llama?
—Joanna Carmichael.
La mirada del policía se tornó inexpresiva.
—La estábamos buscando. Acompáñeme.
«No.» El horror aumentó cuando el policía la guió hasta el ascensor y juntos subieron al piso donde ella vivía. «No.» La puerta de su casa estaba abierta. Dentro había gente. Bueno, más que gente eran policías. «Keith.»
Un hombre alto y moreno y una mujer rubia le interceptaron el paso a menos de un metro de la puerta. El hombre le puso una mano en el hombro. Y la mujer le preguntó:
—¿Señorita Carmichael? —Ella asintió, aturdida.
—Soy la detective Mitchell y este es mi compañero, el detective Jonas —se presentó— ¿Puede decirnos dónde estaba hace una hora?
El corazón casi se le paró. El alto y moreno era hermano del novio de Rossi.
—Con el director del Bulletin. ¿Por qué?
La mujer la miró directamente a los ojos.
—Tenemos que darle una mala noticia.
Las palabras de la mujer quedaron ahogadas por el chirrido de las ruedas de una camilla. Encima había una bolsa con un cadáver.
—¿Keith?
Se quedó mirando la camilla y el pánico hizo que todos los demás pensamientos fueran a parar a los confines de su mente. El grito que oyó procedía de su boca. «Keith.»
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
Oh me encanto el capitulo, amo a los detectives a lo mejor y me caso con una ya que me mataron el sueño de ser uno jajaja xD veo muchos programas de detectives jaja okya u.u
me encanta la nove, síguela pronto :DD
me encanta la nove, síguela pronto :DD
karenluna
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
WUUUAAUUU!!! CUANTOOSS CAPIS ME PERDIIIIIIIII!!!!!!!...
PERO ESA MALDITA AMYYY!!!!!!11 AAAARRRGG SE SALIO CON LA SUYA OTRA VEEEZZZ!!!!!!...... MIRA QUE MATAR A OTRO INOCENTEEEE!!!!!
AAAIIIIIIII ME PREGUNTO SI TENDRA A ____ Y A SU PADRE EN LA DICHOSA DEERING?????......
AAAIII YA CASII LA ATRAAAPAAANNNNNN!!!!!!!..
OJALA NO SE SUICIDEEEEE!!!!.. QUIERO QUE PAAAGUEEEEE!!!!!
SIGUELA PORFIISSS
PERO ESA MALDITA AMYYY!!!!!!11 AAAARRRGG SE SALIO CON LA SUYA OTRA VEEEZZZ!!!!!!...... MIRA QUE MATAR A OTRO INOCENTEEEE!!!!!
AAAIIIIIIII ME PREGUNTO SI TENDRA A ____ Y A SU PADRE EN LA DICHOSA DEERING?????......
AAAIII YA CASII LA ATRAAAPAAANNNNNN!!!!!!!..
OJALA NO SE SUICIDEEEEE!!!!.. QUIERO QUE PAAAGUEEEEE!!!!!
SIGUELA PORFIISSS
chelis
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
ESA MALDITA COMO PUDO MATAR A Keith AA ES UNA MALDITA , SIGUELAAA.
SIII :cheers: CAPITULO TODOS LOS DIAS =)!!!
HAN QUE LA ESCUELA :x , SIGUELAA
SIII :cheers: CAPITULO TODOS LOS DIAS =)!!!
HAN QUE LA ESCUELA :x , SIGUELAA
Dorin
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
:affraid: es que no lo puedo creer aggg esa Amy ;$$ puff no podia pasar anter por la escuela pero ya estoy por aqi
y perdon por no haber pasado ayer o otro dia pero aqi estoy
cielosss siguela porfavorsisisisisitoo!!!
y perdon por no haber pasado ayer o otro dia pero aqi estoy
cielosss siguela porfavorsisisisisitoo!!!
Rachel lovebug
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