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No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
CHICAS, LOS JONAS EST'ÁN EN LA FINAL!
VOTEN PORFAVOR, EL MUNDO TIENE QUE SABER QUE NUNCA DEJARON DE SER LOS MEJORES!
http://www.mtv.com/content/news/2012/boybandbattle/matches/bbb_final.jhtml
VOTEN PORFAVOR, EL MUNDO TIENE QUE SABER QUE NUNCA DEJARON DE SER LOS MEJORES!
http://www.mtv.com/content/news/2012/boybandbattle/matches/bbb_final.jhtml
WhoIam13
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
WhoIam13 escribió:hcvghbvgfjncfgbhjvcb Esoooooooooooooooo no es suficiente cndxbsfddkj el Nichou le vio las tetas a la rayis Piiiiiiiiyuelo -.-
Porfavooooooooor siguela cuanto antes, maaaaaaaaaaaaldito desgraciado el hijo de su madre camaras y microfonos hasta en la ropaaaaaaaa hcdxjvhxdjf ya quisiera yo utilizar eso con Nick <3
xhxjchdkvjx Amooooooooooooooooooo la noveeeeeee, Dios sjdekshfj quiero y necesito mas es demasiado adictivaaaaaaaaa, siuela porfaaaaaaaaaaaaaaa!
Bessssssssssoooooos cuidate <3
jajajajajaja relajate!! si no con este cap que subire te me dara un paro cardiaco!!!! jajajaja y si es un hijo de su madre pero gracias a el tenemos nove! :P mejor la sigo ya, no quiero que te me mueras antes de tiempo!!
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
haydeejOnaz escribió:dios esto mejor nick ya conoce mejor a la rayis ja...y ahahah tienes que seguirla pronto esta nove es muy adictiva siguela
y si que la conoce mejor ya hasta le vio las bubbies :P jajaja no te preocupes ahora mismo la sigo!!! :D
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
HOOOLAAA!!!!
señoritas como estan????
hoy no les dire nada... bueno solo una cosita... :¬w¬:
naaa mejor no :P ya lo sabran pronto!! :D disfruten su cap!!!
Elvis, que estaba sentado a su lado, se levantó y gruñó bajito. Medio segundo después _____ apareció en la puerta.
—¿Puedo pasar?
Nicholas levantó de golpe la vista de la motocicleta y se sintió aliviado al ver que iba vestida normal. Las prendas eran de Danielle y seguían quedándole bastante pequeñas pero por suerte cubrían las principales partes de su cuerpo. No tenía claro que pudiera resistir volver a verle los pechos, aunque eran tan bellos como se los había imaginado: tersos, redondos y firmes. Había tenido que echar mano de toda su fuerza de voluntad para apartar la vista, para evitar meter las manos por debajo de la bata y comprobar qué se sentía exactamente al tocarlos.
Completamente excitado e irritado, dejó la llave inglesa que había estado utilizando para extraer un tornillo oxidado del chasis de la moto.
—Claro. Está en su casa, pero mire dónde pone las manos. Está todo muy sucio.
Ella examinó la moto desde tres metros de distancia.
—¿Un nuevo proyecto?
Él dirigió una mirada complacida al vehículo. Cualquier cosa antes que mirarla a ella.
—Tal vez. Depende de lo que encuentre cuando me meta. —Enseguida lamentó el desacierto con que había elegido las palabras. Y había para lamentarlo, porque por mucho que la deseara sabía que nunca sería suya.
Antes ella se había quedado helada al descubrir que no pensaba llevarla a ningún hotel, pero no discutió. Se limitó a entrar en su casa sin pronunciar palabra y dirigirse al baño, con arrogancia. Nicholas tenía que admitir que aquello le había molestado. Pensaba que ella agradecería no encontrarse en una impersonal habitación de hotel, pero se había equivocado. Y encima, al verla vestida con la bata de Danielle había sentido una fuerte atracción, por lo que tuvo que recordarse a sí mismo que ella vivía en Michigan Avenue y él compraba en Wal-Mart. Suponía que se enfadaría un poco, pero no pensaba que se ofendiera. No pretendía ofenderla.
_____ estaba de espaldas, escrutando las fotografías del Camaro que Nicholas había tomado en distintos momentos del proceso de reparación.
—Así que es un manitas. —Volvió la cabeza para mirarlo—. Arregla coches, motos. —Se volvió del todo y señaló con la cabeza la motocicleta—. Mi hermano también tiene una de esas. Corren mucho.
Nicholas recordó lo que le había explicado Carter, que _____ no se hablaba con su familia.
—¿Qué hermano? ¿Dino, Tino, Gino o Vito?
Ella esbozó una sonrisa forzada.
—Vito. Es la oveja negra de la familia. Tenía a mi madre preocupadísima, siempre zumbando por la ciudad sobre dos ruedas como alma que lleva el diablo.
—Mi madre también estaría preocupada si lo supiera.
—Ya. Ocultándole cositas a mamá, ¿eh? Debería darle vergüenza, detective.
Nicholas arqueó una ceja.
—¿Piensa chivarse?
—No, sé guardar secretos. —La sonrisa se desvaneció—. Qué pena que a partir de mañana nadie se lo crea.
Él no supo qué responder, así que no dijo nada. Tomó un trapo y se limpió las manos grasientas.
—¿Qué le ha hecho pensar que iba a ofender a su madre?
Nicholas suspiró.
—No quería decir eso. No lo he hecho expresamente. Mire, usted lleva otro ritmo de vida y compra la ropa en tiendas exclusivas. Si hasta tiene un Mercedes, por el amor de Dios. —«Mientras que yo reparo la capota del Camaro con cinta de sellado»—. Su piso cuesta cinco veces lo que esta casa. —Extendió mucho los brazos—. Mi madre no sabe nada de moda ni de tiendas caras, pero tiene muy buen corazón y no quiero que hieran sus sentimientos.
—¿Por quién habla, detective, por su madre o por usted?
Él lanzó el trapo al cubo de la ropa sucia, molesto porque había dado en el clavo.
—No pensará psicoanalizarme por eso, ¿verdad? —Ella puso mala cara ante el tono que Nicholas no pretendía que sonara tan sarcástico—. Lo siento. El comentario sobra. ¿Está lista para salir?
—Pensaba que teníamos que esperar a que su madre me trajera la ropa.
Él arqueó las cejas.
—Bien, puede esperar en la cocina. Yo tengo que hacer unas cuantas cosas por aquí.
—Enseguida me iré. —Cruzó el garaje sorteando las piezas que él había quitado de la moto y se detuvo justo cuando solo esta los separaba. Se encontraba lo bastante cerca para poder tocarla, lo bastante cerca para notar el dulce aroma de su piel más que el olor a grasa de los motores. Lo bastante cerca para advertir que el pulso le latía con fuerza en el hueco de la garganta—. Pero antes me gustaría dejar claras unas cuantas cosas, detective. No soy ninguna esnob, y tampoco tengo por costumbre ofender a las personas que tratan de ayudarme. De niña, me moría por la ropa de Wal-Mart. Mi madre tenía dos empleos para poder vestir con ropas de segunda mano a cinco niños. Si estrenaba algo era porque yo misma me lo hacía. Sé muy bien el valor que tiene el dinero. —Se interrumpió, tenía la mandíbula tensa—. El Mercedes lo he heredado, y el piso también. Me gusta conducir mi coche y vivir donde vivo. Tengo un buen trabajo y me gano bien la vida. —Apretó los dientes—. Bueno, me la ganaba.
—_____...
—No he terminado. No pienso disculparme ante usted ni ante nadie por llevar la vida que llevo, pero de ninguna manera permitiré que utilice mis cosas para hacerme pasar por lo que no soy.
Él sintió la necesidad de defenderse.
—Usted no quería venir aquí.
Ella alzó los ojos con gesto de exasperación.
—Pues claro que no. Estaba hecha una porquería, con el pelo lleno de sangre y sesos. Tal vez usted vea cosas así a diario, detective, pero yo no. No he podido darme una ducha en mi casa porque un p*uto asesino se dedica a vigilarme de noche y de día. Ni siquiera he podido decirle que prefería ir a un hotel porque tengo miedo de que el muy c*abrón también me haya puesto un micrófono en el coche. Solo quería ir a un sitio donde pudiera asearme sin tener que ponerle a nadie el baño patas arriba. —Dejó escapar el suspiro que había estado conteniendo. El arrepentimiento le calmó los nervios—. Siento haber sido tan desagradable antes. Usted me ha ofrecido su casa y yo he sido muy grosera.
Teniendo en cuenta todo lo que le había ocurrido ese día, su conducta era totalmente comprensible, y además él se había portado como un imbécil.
—Lo siento. Me he vuelto a equivocar con usted. Pensaba que... —Se encogió de hombros, incómodo—. Pensaba que me consideraba un muerto de hambre.
—Pues ya ve que no —dijo ella con sobriedad—. Yo nunca haría una cosa así.
La furia, la confusión y la ofensa se desvanecieron, y el silencio que siguió se llenó de gratitud.
—Gracias.
—Por cierto, me gusta mucho su baño. —Los labios de ella se curvaron hacia arriba—. La cenefa de patitos es muy mona.
Él notó que le ardían las mejillas.
—Ya estaba puesta cuando compré la casa. A veces cuido a mis sobrinitos, y como a ellos les gusta la dejé.
—Qué bonito. —La sonrisa se desvaneció—. Lo digo de verdad, aunque hace unos días no pensaba lo mismo.
Él hinchió el pecho.
—No le di muchos motivos para que pensara otra cosa.
—Cumplía con su deber. —Alzó la barbilla—. Y lo comprendo.
Estaba siendo sincera con él, dejaba las cosas claras. El no podía por menos que hacer lo mismo.
—Hay algo más que eso. Hace unos días estaba empeñado en detestarla. —Ella dio un respingo y retrocedió un paso, pero él se estiró por encima de la moto y la asió por el brazo para que se quedara donde estaba—. Aún no he terminado. —La fue soltando hasta que su mano le rodeó sin fuerza la muñeca—. Creía que no le preocupaba nada ni nadie. Pero era incapaz de mirarla sin desearla, y eso aún me parecía más detestable.
Nicholas observó que la marcada cicatriz de su cuello se movía al tragar saliva.
—Ya. ¿Ha terminado? —Su tono sonó autoritario. En otro momento Nicholas habría tachado su actitud de desdeñosa y altanera.
Sin embargo, notó en su muñeca que el pulso se le aceleraba y eso lo animó a continuar.
—No del todo. Era más fácil no desearla cuando le echaba la culpa de que Green hubiera quedado en libertad. Luego descubrí que había ayudado a meter en la cárcel a unos cuantos criminales, algunos incluso peores que él.
—Solo hago mi trabajo, detective.
—También era más fácil no desearla cuando pensaba que podría ser la asesina. Resultaba más práctico pensar que era fría y cruel. Pero ayer, cuando llegó a casa del señor Winslow, dejé de pensar así.
—Siento no poder ayudarlo más —dijo ella en tono formal.
Nicholas sonrió y se llevó su muñeca a los labios ante la mirada de asombro de ella.
—El corazón le late muy deprisa —musitó.
_____ abrió la boca, pero de ella no salió ni una palabra. Entonces él, alentado, le besó la mano justo en el punto donde notaba su pulso acelerado y luego la colocó abierta sobre su pecho. Al principio ella quiso retirarla, pero enseguida se dejó llevar y extendió los dedos sobre el corazón de él.
Una sonrisilla pícara asomó a los labios de _____.
—El suyo también late deprisa.
—Ya lo sé. Últimamente me pasa mucho. —Sonrió con tristeza—. Y no siempre por motivos tan agradables.
—Siento no poder ayudarlo más —repitió, esta vez con un hilo de voz.
«Eso ya lo veremos.»
—Mi última esperanza era creer que podía odiarla por ser de buena familia.
—¿Y qué hubiera tenido eso de malo?
Él la miró directamente a los ojos.
—Las chicas de buena familia tienen gustos caros. Les gustan los restaurantes selectos y las joyas.
Los ojos de ella se entrecerraron casi imperceptiblemente, como siempre.
—¿Y qué?
Él apretó la mandíbula.
—Yo no puedo permitirme... —Se interrumpió al ver que ella le lanzaba una peligrosa mirada de advertencia y que con los dedos tensos aferraba su camisa.
—Ten cuidado, Nicholas. Seguro que no quieres volver a decir algo que no piensas. —Tiró de su camisa y lo hizo agacharse hasta que sus rostros estuvieron a la misma altura. Con la mano que tenía libre, se asió a la moto y se inclinó hacia delante—. No soy una cualquiera a quien los hombres mantienen. Yo me mantengo sola. Si me apetece ir a cenar a un restaurante caro, voy y punto. Si en vez de eso me da la gana de quedarme en casa y cocinar, ceno tan bien o mejor. Y si se me antoja una joya, me la compro. ¿Está todo claro?
Por un momento Nicholas no pudo más que mirarla, fascinado. Entonces entrelazó los dedos con su pelo húmedo e hizo lo que tanto ansiaba hacer: apretar los labios de ella contra los suyos. Ella recorrió más de la mitad de la distancia que los separaba; soltó la camisa y lo tomó por la nuca para atraerlo hacia sí. Y sus labios, ardientes y anhelantes además de todo lo que Nicholas había imaginado de ellos, se abrieron sin vacilación bajo los de él. Cuando él quiso penetrar más en su boca, ella emitió un sonido gutural que denotaba placer y disgusto al mismo tiempo. Se inclinó hacia delante y la motocicleta se tambaleó haciendo que Elvis saliera corriendo.
_____ se echó hacia atrás y colocó ambas manos sobre el manillar para estabilizarla. Su agitada respiración hacía subir y bajar sus senos. Tenía los labios húmedos y sus pezones aparecían claramente erectos bajo la ceñida sudadera. Alzó la barbilla con gesto retador, como si lo desafiara a parar, y Nicholas tuvo que hacer esfuerzos por tragar saliva. Rodeó la motocicleta con los ojos clavados en los de ella. No dijo nada. Se limitó a abrazarla y colocar la boca a su misma altura, y rezó por que fuera capaz de retomar lo que había dejado en suspenso.
Dio gracias al cielo cuando los brazos de ella rodearon su cuello y sus labios volvieron a abrirse ante él. La pasión se dejó sentir de nuevo, vehemente. Salvaje. Él extendió las manos sobre la espalda de ella y empezó a moverlas arriba y abajo mientras ella se pegaba más a él hasta aplastar el busto contra su pecho. Con un agradable gemido, ella se puso de puntillas y empezó a torturarlo con el contoneo de sus caderas, todavía demasiado bajas para satisfacer a ninguno de los dos. A Nicholas el cuerpo estaba a punto de estallarle y sentía las manos demasiado vacías.
Se retiró lo necesario para que ambos pudieran respirar. Ella, pegada a la mejilla de él, emitía pequeños jadeos, y con cada uno su pasión crecía más, se encendía más.
—Quiero tocarte —murmuró él contra su boca—. Déjame tocarte.
Ella echó la cabeza hacia atrás mostrando la parte delantera de su cuello, y él aprovechó la oportunidad para cubrirle la piel de ardientes besos de su boca entreabierta.
—¿Dónde?
Él se quedó helado.
—¿Qué has dicho?
—Te he preguntado dónde —su murmullo fue muy quedo—. ¿Dónde quieres tocarme?
Él encajó el rostro entre el cuello y el hombro de ella y se estremeció.
—Por Dios, _____.
Ella quitó los brazos de su cuello y le rodeó el rostro con las manos.
—Lo pregunto en serio. —A Nicholas le sorprendió la falta de confianza en sí misma que observó en sus ojos—. Dime dónde. Por favor —pronunció la súplica con un grave susurro y Nicholas recordó lo que Miller le había dicho. Tenía novio y la dejó. La engañó. ¿Cómo era posible? ¿Cómo podía un hombre siquiera plantearse una cosa así?
Pero Nicholas sabía que más importante que resolver sus dudas era hacer desaparecer la expresión de vulnerabilidad de sus ojos. La manera en que se comportara durante los minutos siguientes serviría para reforzar la confianza en sí misma o para acabar de hundirla en un día que ya había resultado absolutamente infernal. ¿Que dónde quería tocarla? Madre de Dios. Más bien tendría que preguntarle dónde no quería tocarla.
—En todas partes —salió del paso—. Donde tú me dejes. —Deslizó las manos por su espalda y las apretó contra su trasero—. Aquí. —Ella cerró los ojos y puso las manos sobre sus hombros mientras él masajeaba con los dedos sus carnes prietas por encima de la delgada tela de los pantalones. A pesar de la actitud pasiva, el cuerpo de ella revelaba una sutil tensión y su rostro traslucía deseo mientras él la acariciaba una y otra vez. Levantó una mano hasta uno de sus senos y la cerró alrededor, sopesándolo—. Aquí. —Pasó el pulgar por encima de su duro pezón y al hacerlo ella irguió la espalda. A él le ocurrió lo mismo. Y como no confiaba en poder dejarlo ahí, alzó las manos hasta rodearle con ellas las mejillas y le dio un beso en la frente—. Eres muy guapa, _____.
Ella abrió los ojos, tenía la mirada ensombrecida por el deseo insatisfecho.
—¿Por qué paras?
Él contuvo un gemido.
—Porque has tenido un día horrible y no pienso aprovecharme de ti. No me mires así —le pidió cuando la duda apareció de nuevo en sus ojos. Entonces aferró su trasero, la alzó a la vez que la atraía hacia sí y se estremeció al frotar el cuerpo de ella contra la punta de su erección una vez, y otra, y otra más antes de separarse y bajarla al suelo—. Créeme —dijo con tristeza—, parar es lo último que me apetece en estos momentos. Pero no quiero presionarte, dadas las circunstancias.
Ella se lo quedó mirando, sus ojos traslucían a la vez excitación y recelo y su rostro se sonrojó.
—¿Qué circunstancias?
Él volvió a suspirar.
—Soy el primero desde... él, ¿verdad?
—Así que ya lo sabes. —Su mirada se endureció—. Lo del c*abrón de Justin.
—Justin fue un imbécil, _____. Me da igual qué motivos tuviera para hacer lo que hizo. —Le pasó los dedos por la mejilla con suavidad—. Aunque tengo que decir que me alegro de que se haya quitado de en medio. Para ciertas cosas, tres son multitud. —Le estampó un beso en los labios en el preciso momento en que Elvis empezaba a gruñir.
Nicholas se puso alerta al instante. Escondió a _____ tras de sí y se agachó para extraer su pistola de reserva de la funda del tobillo. La puerta de la cocina se entreabrió y una familiar cabeza de pelo castaño se asomó por la rendija. Nicholas bajó la mano con que empuñaba la pistola al instante.
—Joder, mamá.
Ella lo miró con mala cara.
—No digas palabrotas, Nicholas. Y aparta eso.
Él bajó la cabeza.
—Lo siento —dijo. Percibió la risita disimulada de _____ tras de sí y cayó en la cuenta de que solo la había oído reírse dos veces. Llevaba muchos malos momentos en pocos días. Se alegraba de hacerla reír, aunque fuera a su costa.
Su madre sonrió de oreja a oreja.
—Tú debes de ser la amiga de Danielle. Te he traído ropa. Danielle ha mirado lo que tenías y me ha dicho las tallas. Espero que todo te vaya bien.
_____ se situó al lado de Nicholas con una sonrisa en los labios.
—Gracias por tomarse tantas molestias, señora Jonas. Es muy amable. —Se dirigió hacia la madre de Jonas con cuidado de no tropezar con las piezas de la motocicleta—. Nicholas me estaba enseñando la casa.
—Seguro que estaba presumiendo de moto nueva —comentó en tono áspero, y _____ se encogió de hombros.
—No te olvides de que yo no he dicho nada de nada, Jonas. —Le abrió la puerta a la mujer y con gesto irónico se volvió a mirar la pistola que él aún sostenía en la mano, tapándole la entrepierna—. Parece que estemos en Navidad, señora Jonas.
—Se romperá la crisma con ese trasto —advirtió la madre de Nicholas cuando _____ la acompañó a la cocina.
Nicholas se quedó mirando la puerta. Luego se echó a reír mientras andaba de un lado a otro del garaje, cojeando. Casi le da algo al agacharse para extraer la pistola con una erección de narices, pero el hecho de oír reír a _____ había hecho la sensación más soportable. Más sereno, se dispuso a entrar en casa para telefonear a Jack Unger. Tenían que encontrarse con la policía científica en la consulta de _____. Cuanto antes pararan los pies al asesino, antes podría _____ retomar su vida. «[i]Y de algún modo, eso también me afecta a mí.[i]»
señoritas como estan????
hoy no les dire nada... bueno solo una cosita... :¬w¬:
naaa mejor no :P ya lo sabran pronto!! :D disfruten su cap!!!
Martes 14 de marzo, 18.55 horas.
Elvis, que estaba sentado a su lado, se levantó y gruñó bajito. Medio segundo después _____ apareció en la puerta.
—¿Puedo pasar?
Nicholas levantó de golpe la vista de la motocicleta y se sintió aliviado al ver que iba vestida normal. Las prendas eran de Danielle y seguían quedándole bastante pequeñas pero por suerte cubrían las principales partes de su cuerpo. No tenía claro que pudiera resistir volver a verle los pechos, aunque eran tan bellos como se los había imaginado: tersos, redondos y firmes. Había tenido que echar mano de toda su fuerza de voluntad para apartar la vista, para evitar meter las manos por debajo de la bata y comprobar qué se sentía exactamente al tocarlos.
Completamente excitado e irritado, dejó la llave inglesa que había estado utilizando para extraer un tornillo oxidado del chasis de la moto.
—Claro. Está en su casa, pero mire dónde pone las manos. Está todo muy sucio.
Ella examinó la moto desde tres metros de distancia.
—¿Un nuevo proyecto?
Él dirigió una mirada complacida al vehículo. Cualquier cosa antes que mirarla a ella.
—Tal vez. Depende de lo que encuentre cuando me meta. —Enseguida lamentó el desacierto con que había elegido las palabras. Y había para lamentarlo, porque por mucho que la deseara sabía que nunca sería suya.
Antes ella se había quedado helada al descubrir que no pensaba llevarla a ningún hotel, pero no discutió. Se limitó a entrar en su casa sin pronunciar palabra y dirigirse al baño, con arrogancia. Nicholas tenía que admitir que aquello le había molestado. Pensaba que ella agradecería no encontrarse en una impersonal habitación de hotel, pero se había equivocado. Y encima, al verla vestida con la bata de Danielle había sentido una fuerte atracción, por lo que tuvo que recordarse a sí mismo que ella vivía en Michigan Avenue y él compraba en Wal-Mart. Suponía que se enfadaría un poco, pero no pensaba que se ofendiera. No pretendía ofenderla.
_____ estaba de espaldas, escrutando las fotografías del Camaro que Nicholas había tomado en distintos momentos del proceso de reparación.
—Así que es un manitas. —Volvió la cabeza para mirarlo—. Arregla coches, motos. —Se volvió del todo y señaló con la cabeza la motocicleta—. Mi hermano también tiene una de esas. Corren mucho.
Nicholas recordó lo que le había explicado Carter, que _____ no se hablaba con su familia.
—¿Qué hermano? ¿Dino, Tino, Gino o Vito?
Ella esbozó una sonrisa forzada.
—Vito. Es la oveja negra de la familia. Tenía a mi madre preocupadísima, siempre zumbando por la ciudad sobre dos ruedas como alma que lleva el diablo.
—Mi madre también estaría preocupada si lo supiera.
—Ya. Ocultándole cositas a mamá, ¿eh? Debería darle vergüenza, detective.
Nicholas arqueó una ceja.
—¿Piensa chivarse?
—No, sé guardar secretos. —La sonrisa se desvaneció—. Qué pena que a partir de mañana nadie se lo crea.
Él no supo qué responder, así que no dijo nada. Tomó un trapo y se limpió las manos grasientas.
—¿Qué le ha hecho pensar que iba a ofender a su madre?
Nicholas suspiró.
—No quería decir eso. No lo he hecho expresamente. Mire, usted lleva otro ritmo de vida y compra la ropa en tiendas exclusivas. Si hasta tiene un Mercedes, por el amor de Dios. —«Mientras que yo reparo la capota del Camaro con cinta de sellado»—. Su piso cuesta cinco veces lo que esta casa. —Extendió mucho los brazos—. Mi madre no sabe nada de moda ni de tiendas caras, pero tiene muy buen corazón y no quiero que hieran sus sentimientos.
—¿Por quién habla, detective, por su madre o por usted?
Él lanzó el trapo al cubo de la ropa sucia, molesto porque había dado en el clavo.
—No pensará psicoanalizarme por eso, ¿verdad? —Ella puso mala cara ante el tono que Nicholas no pretendía que sonara tan sarcástico—. Lo siento. El comentario sobra. ¿Está lista para salir?
—Pensaba que teníamos que esperar a que su madre me trajera la ropa.
Él arqueó las cejas.
—Bien, puede esperar en la cocina. Yo tengo que hacer unas cuantas cosas por aquí.
—Enseguida me iré. —Cruzó el garaje sorteando las piezas que él había quitado de la moto y se detuvo justo cuando solo esta los separaba. Se encontraba lo bastante cerca para poder tocarla, lo bastante cerca para notar el dulce aroma de su piel más que el olor a grasa de los motores. Lo bastante cerca para advertir que el pulso le latía con fuerza en el hueco de la garganta—. Pero antes me gustaría dejar claras unas cuantas cosas, detective. No soy ninguna esnob, y tampoco tengo por costumbre ofender a las personas que tratan de ayudarme. De niña, me moría por la ropa de Wal-Mart. Mi madre tenía dos empleos para poder vestir con ropas de segunda mano a cinco niños. Si estrenaba algo era porque yo misma me lo hacía. Sé muy bien el valor que tiene el dinero. —Se interrumpió, tenía la mandíbula tensa—. El Mercedes lo he heredado, y el piso también. Me gusta conducir mi coche y vivir donde vivo. Tengo un buen trabajo y me gano bien la vida. —Apretó los dientes—. Bueno, me la ganaba.
—_____...
—No he terminado. No pienso disculparme ante usted ni ante nadie por llevar la vida que llevo, pero de ninguna manera permitiré que utilice mis cosas para hacerme pasar por lo que no soy.
Él sintió la necesidad de defenderse.
—Usted no quería venir aquí.
Ella alzó los ojos con gesto de exasperación.
—Pues claro que no. Estaba hecha una porquería, con el pelo lleno de sangre y sesos. Tal vez usted vea cosas así a diario, detective, pero yo no. No he podido darme una ducha en mi casa porque un p*uto asesino se dedica a vigilarme de noche y de día. Ni siquiera he podido decirle que prefería ir a un hotel porque tengo miedo de que el muy c*abrón también me haya puesto un micrófono en el coche. Solo quería ir a un sitio donde pudiera asearme sin tener que ponerle a nadie el baño patas arriba. —Dejó escapar el suspiro que había estado conteniendo. El arrepentimiento le calmó los nervios—. Siento haber sido tan desagradable antes. Usted me ha ofrecido su casa y yo he sido muy grosera.
Teniendo en cuenta todo lo que le había ocurrido ese día, su conducta era totalmente comprensible, y además él se había portado como un imbécil.
—Lo siento. Me he vuelto a equivocar con usted. Pensaba que... —Se encogió de hombros, incómodo—. Pensaba que me consideraba un muerto de hambre.
—Pues ya ve que no —dijo ella con sobriedad—. Yo nunca haría una cosa así.
La furia, la confusión y la ofensa se desvanecieron, y el silencio que siguió se llenó de gratitud.
—Gracias.
—Por cierto, me gusta mucho su baño. —Los labios de ella se curvaron hacia arriba—. La cenefa de patitos es muy mona.
Él notó que le ardían las mejillas.
—Ya estaba puesta cuando compré la casa. A veces cuido a mis sobrinitos, y como a ellos les gusta la dejé.
—Qué bonito. —La sonrisa se desvaneció—. Lo digo de verdad, aunque hace unos días no pensaba lo mismo.
Él hinchió el pecho.
—No le di muchos motivos para que pensara otra cosa.
—Cumplía con su deber. —Alzó la barbilla—. Y lo comprendo.
Estaba siendo sincera con él, dejaba las cosas claras. El no podía por menos que hacer lo mismo.
—Hay algo más que eso. Hace unos días estaba empeñado en detestarla. —Ella dio un respingo y retrocedió un paso, pero él se estiró por encima de la moto y la asió por el brazo para que se quedara donde estaba—. Aún no he terminado. —La fue soltando hasta que su mano le rodeó sin fuerza la muñeca—. Creía que no le preocupaba nada ni nadie. Pero era incapaz de mirarla sin desearla, y eso aún me parecía más detestable.
Nicholas observó que la marcada cicatriz de su cuello se movía al tragar saliva.
—Ya. ¿Ha terminado? —Su tono sonó autoritario. En otro momento Nicholas habría tachado su actitud de desdeñosa y altanera.
Sin embargo, notó en su muñeca que el pulso se le aceleraba y eso lo animó a continuar.
—No del todo. Era más fácil no desearla cuando le echaba la culpa de que Green hubiera quedado en libertad. Luego descubrí que había ayudado a meter en la cárcel a unos cuantos criminales, algunos incluso peores que él.
—Solo hago mi trabajo, detective.
—También era más fácil no desearla cuando pensaba que podría ser la asesina. Resultaba más práctico pensar que era fría y cruel. Pero ayer, cuando llegó a casa del señor Winslow, dejé de pensar así.
—Siento no poder ayudarlo más —dijo ella en tono formal.
Nicholas sonrió y se llevó su muñeca a los labios ante la mirada de asombro de ella.
—El corazón le late muy deprisa —musitó.
_____ abrió la boca, pero de ella no salió ni una palabra. Entonces él, alentado, le besó la mano justo en el punto donde notaba su pulso acelerado y luego la colocó abierta sobre su pecho. Al principio ella quiso retirarla, pero enseguida se dejó llevar y extendió los dedos sobre el corazón de él.
Una sonrisilla pícara asomó a los labios de _____.
—El suyo también late deprisa.
—Ya lo sé. Últimamente me pasa mucho. —Sonrió con tristeza—. Y no siempre por motivos tan agradables.
—Siento no poder ayudarlo más —repitió, esta vez con un hilo de voz.
«Eso ya lo veremos.»
—Mi última esperanza era creer que podía odiarla por ser de buena familia.
—¿Y qué hubiera tenido eso de malo?
Él la miró directamente a los ojos.
—Las chicas de buena familia tienen gustos caros. Les gustan los restaurantes selectos y las joyas.
Los ojos de ella se entrecerraron casi imperceptiblemente, como siempre.
—¿Y qué?
Él apretó la mandíbula.
—Yo no puedo permitirme... —Se interrumpió al ver que ella le lanzaba una peligrosa mirada de advertencia y que con los dedos tensos aferraba su camisa.
—Ten cuidado, Nicholas. Seguro que no quieres volver a decir algo que no piensas. —Tiró de su camisa y lo hizo agacharse hasta que sus rostros estuvieron a la misma altura. Con la mano que tenía libre, se asió a la moto y se inclinó hacia delante—. No soy una cualquiera a quien los hombres mantienen. Yo me mantengo sola. Si me apetece ir a cenar a un restaurante caro, voy y punto. Si en vez de eso me da la gana de quedarme en casa y cocinar, ceno tan bien o mejor. Y si se me antoja una joya, me la compro. ¿Está todo claro?
Por un momento Nicholas no pudo más que mirarla, fascinado. Entonces entrelazó los dedos con su pelo húmedo e hizo lo que tanto ansiaba hacer: apretar los labios de ella contra los suyos. Ella recorrió más de la mitad de la distancia que los separaba; soltó la camisa y lo tomó por la nuca para atraerlo hacia sí. Y sus labios, ardientes y anhelantes además de todo lo que Nicholas había imaginado de ellos, se abrieron sin vacilación bajo los de él. Cuando él quiso penetrar más en su boca, ella emitió un sonido gutural que denotaba placer y disgusto al mismo tiempo. Se inclinó hacia delante y la motocicleta se tambaleó haciendo que Elvis saliera corriendo.
_____ se echó hacia atrás y colocó ambas manos sobre el manillar para estabilizarla. Su agitada respiración hacía subir y bajar sus senos. Tenía los labios húmedos y sus pezones aparecían claramente erectos bajo la ceñida sudadera. Alzó la barbilla con gesto retador, como si lo desafiara a parar, y Nicholas tuvo que hacer esfuerzos por tragar saliva. Rodeó la motocicleta con los ojos clavados en los de ella. No dijo nada. Se limitó a abrazarla y colocar la boca a su misma altura, y rezó por que fuera capaz de retomar lo que había dejado en suspenso.
Dio gracias al cielo cuando los brazos de ella rodearon su cuello y sus labios volvieron a abrirse ante él. La pasión se dejó sentir de nuevo, vehemente. Salvaje. Él extendió las manos sobre la espalda de ella y empezó a moverlas arriba y abajo mientras ella se pegaba más a él hasta aplastar el busto contra su pecho. Con un agradable gemido, ella se puso de puntillas y empezó a torturarlo con el contoneo de sus caderas, todavía demasiado bajas para satisfacer a ninguno de los dos. A Nicholas el cuerpo estaba a punto de estallarle y sentía las manos demasiado vacías.
Se retiró lo necesario para que ambos pudieran respirar. Ella, pegada a la mejilla de él, emitía pequeños jadeos, y con cada uno su pasión crecía más, se encendía más.
—Quiero tocarte —murmuró él contra su boca—. Déjame tocarte.
Ella echó la cabeza hacia atrás mostrando la parte delantera de su cuello, y él aprovechó la oportunidad para cubrirle la piel de ardientes besos de su boca entreabierta.
—¿Dónde?
Él se quedó helado.
—¿Qué has dicho?
—Te he preguntado dónde —su murmullo fue muy quedo—. ¿Dónde quieres tocarme?
Él encajó el rostro entre el cuello y el hombro de ella y se estremeció.
—Por Dios, _____.
Ella quitó los brazos de su cuello y le rodeó el rostro con las manos.
—Lo pregunto en serio. —A Nicholas le sorprendió la falta de confianza en sí misma que observó en sus ojos—. Dime dónde. Por favor —pronunció la súplica con un grave susurro y Nicholas recordó lo que Miller le había dicho. Tenía novio y la dejó. La engañó. ¿Cómo era posible? ¿Cómo podía un hombre siquiera plantearse una cosa así?
Pero Nicholas sabía que más importante que resolver sus dudas era hacer desaparecer la expresión de vulnerabilidad de sus ojos. La manera en que se comportara durante los minutos siguientes serviría para reforzar la confianza en sí misma o para acabar de hundirla en un día que ya había resultado absolutamente infernal. ¿Que dónde quería tocarla? Madre de Dios. Más bien tendría que preguntarle dónde no quería tocarla.
—En todas partes —salió del paso—. Donde tú me dejes. —Deslizó las manos por su espalda y las apretó contra su trasero—. Aquí. —Ella cerró los ojos y puso las manos sobre sus hombros mientras él masajeaba con los dedos sus carnes prietas por encima de la delgada tela de los pantalones. A pesar de la actitud pasiva, el cuerpo de ella revelaba una sutil tensión y su rostro traslucía deseo mientras él la acariciaba una y otra vez. Levantó una mano hasta uno de sus senos y la cerró alrededor, sopesándolo—. Aquí. —Pasó el pulgar por encima de su duro pezón y al hacerlo ella irguió la espalda. A él le ocurrió lo mismo. Y como no confiaba en poder dejarlo ahí, alzó las manos hasta rodearle con ellas las mejillas y le dio un beso en la frente—. Eres muy guapa, _____.
Ella abrió los ojos, tenía la mirada ensombrecida por el deseo insatisfecho.
—¿Por qué paras?
Él contuvo un gemido.
—Porque has tenido un día horrible y no pienso aprovecharme de ti. No me mires así —le pidió cuando la duda apareció de nuevo en sus ojos. Entonces aferró su trasero, la alzó a la vez que la atraía hacia sí y se estremeció al frotar el cuerpo de ella contra la punta de su erección una vez, y otra, y otra más antes de separarse y bajarla al suelo—. Créeme —dijo con tristeza—, parar es lo último que me apetece en estos momentos. Pero no quiero presionarte, dadas las circunstancias.
Ella se lo quedó mirando, sus ojos traslucían a la vez excitación y recelo y su rostro se sonrojó.
—¿Qué circunstancias?
Él volvió a suspirar.
—Soy el primero desde... él, ¿verdad?
—Así que ya lo sabes. —Su mirada se endureció—. Lo del c*abrón de Justin.
—Justin fue un imbécil, _____. Me da igual qué motivos tuviera para hacer lo que hizo. —Le pasó los dedos por la mejilla con suavidad—. Aunque tengo que decir que me alegro de que se haya quitado de en medio. Para ciertas cosas, tres son multitud. —Le estampó un beso en los labios en el preciso momento en que Elvis empezaba a gruñir.
Nicholas se puso alerta al instante. Escondió a _____ tras de sí y se agachó para extraer su pistola de reserva de la funda del tobillo. La puerta de la cocina se entreabrió y una familiar cabeza de pelo castaño se asomó por la rendija. Nicholas bajó la mano con que empuñaba la pistola al instante.
—Joder, mamá.
Ella lo miró con mala cara.
—No digas palabrotas, Nicholas. Y aparta eso.
Él bajó la cabeza.
—Lo siento —dijo. Percibió la risita disimulada de _____ tras de sí y cayó en la cuenta de que solo la había oído reírse dos veces. Llevaba muchos malos momentos en pocos días. Se alegraba de hacerla reír, aunque fuera a su costa.
Su madre sonrió de oreja a oreja.
—Tú debes de ser la amiga de Danielle. Te he traído ropa. Danielle ha mirado lo que tenías y me ha dicho las tallas. Espero que todo te vaya bien.
_____ se situó al lado de Nicholas con una sonrisa en los labios.
—Gracias por tomarse tantas molestias, señora Jonas. Es muy amable. —Se dirigió hacia la madre de Jonas con cuidado de no tropezar con las piezas de la motocicleta—. Nicholas me estaba enseñando la casa.
—Seguro que estaba presumiendo de moto nueva —comentó en tono áspero, y _____ se encogió de hombros.
—No te olvides de que yo no he dicho nada de nada, Jonas. —Le abrió la puerta a la mujer y con gesto irónico se volvió a mirar la pistola que él aún sostenía en la mano, tapándole la entrepierna—. Parece que estemos en Navidad, señora Jonas.
—Se romperá la crisma con ese trasto —advirtió la madre de Nicholas cuando _____ la acompañó a la cocina.
Nicholas se quedó mirando la puerta. Luego se echó a reír mientras andaba de un lado a otro del garaje, cojeando. Casi le da algo al agacharse para extraer la pistola con una erección de narices, pero el hecho de oír reír a _____ había hecho la sensación más soportable. Más sereno, se dispuso a entrar en casa para telefonear a Jack Unger. Tenían que encontrarse con la policía científica en la consulta de _____. Cuanto antes pararan los pies al asesino, antes podría _____ retomar su vida. «[i]Y de algún modo, eso también me afecta a mí.[i]»
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
no porfavor porfavor porfavoooooooooooor algo mas d ecap solo algo mas no mucho medio cap menos incluso peroo maaaaaaaas es demasiado adictiva la novela ctm cjdhfjdh me desespero
Ame demasiado el capitulo QUIERO MAAAAAAAAAAAAAAAS fue completamente jdfhdjgfhd me gusta el caracter d ela rayis que se le haya plantado a Nick fue fkhdskf y con su madreeeeeeeeeee Chizi no se queria esconder c : me encantaaaaaaaaaaaaa porfavor siguelaaaaaaaaaaaaa!
Ame demasiado el capitulo QUIERO MAAAAAAAAAAAAAAAS fue completamente jdfhdjgfhd me gusta el caracter d ela rayis que se le haya plantado a Nick fue fkhdskf y con su madreeeeeeeeeee Chizi no se queria esconder c : me encantaaaaaaaaaaaaa porfavor siguelaaaaaaaaaaaaa!
WhoIam13
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
siento no a ver comentando =( y a ayer cuando queria comentar no me dejo la compu =/ pero.....
me encanta la novela enserio, siguelaaaa =)
me encanta la novela enserio, siguelaaaa =)
Dorin
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
AAAAIIIIIII!!!!!!!..
QUE BIEN QUE POCO A POCO SE ESTA DESENRREDANDO!!1 TOOODOOOO!!
YYY AAAII NICK .. JAJAJAJAJAJAJAJ!!!!
PPOBREEEE!!!!!.. LO BURNO QUE NO VIO SU MAAMIII A SU AMIGUITO DE NICK
JAJAJAJAJAJAJAJAJ
QUE BIEN QUE POCO A POCO SE ESTA DESENRREDANDO!!1 TOOODOOOO!!
YYY AAAII NICK .. JAJAJAJAJAJAJAJ!!!!
PPOBREEEE!!!!!.. LO BURNO QUE NO VIO SU MAAMIII A SU AMIGUITO DE NICK
JAJAJAJAJAJAJAJAJ
chelis
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
Nueva Lectora! :D
Esta súper la nove! Ya porfin termine el ultimo Capi!
Asdfghjkl Nicholas es... Divino... Le ofreció su casa a la rayis! Yo mataría por que Nick Jonad me ofreciera su casa, después de todo esos acesinatos trajeron algo bueno 1313
La nove me ha encantado y espero que atrapen a ese bastardo asecino de popo que quiero volver loca a la rayis D: admito que me e traumado un poco al leer como hacían para que la gente se matara... :$ pero la que si de todos modos esta interesante ^^ bueno ya tienes una fiel lectora mas!
Espero que la sigas! <3
Al menos la atracción que siente Nick a la rayis es mutua c:
Bno ya... Sigue sigue que el Próximo Capi va a estar... Asdfghjkl! Hahaha (:
Esta súper la nove! Ya porfin termine el ultimo Capi!
Asdfghjkl Nicholas es... Divino... Le ofreció su casa a la rayis! Yo mataría por que Nick Jonad me ofreciera su casa, después de todo esos acesinatos trajeron algo bueno 1313
La nove me ha encantado y espero que atrapen a ese bastardo asecino de popo que quiero volver loca a la rayis D: admito que me e traumado un poco al leer como hacían para que la gente se matara... :$ pero la que si de todos modos esta interesante ^^ bueno ya tienes una fiel lectora mas!
Espero que la sigas! <3
Al menos la atracción que siente Nick a la rayis es mutua c:
Bno ya... Sigue sigue que el Próximo Capi va a estar... Asdfghjkl! Hahaha (:
Invitado
Invitado
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
HOLAAA NUEVA LECTORA!!!! :)
Está genial la novela la he leido prácticamente en 1 día!!
SIGUELAAA!!! :)
Está genial la novela la he leido prácticamente en 1 día!!
SIGUELAAA!!! :)
Pamm Jonas
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
como la dejas aho siguela péro yo...es que ya se besaron y ahahaha Denise es un amor .pero ahaha tienes que seguirla antes de que muero ahora ...es enserio.... siguela cuidate
haydeejOnaz
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
WhoIam13 escribió:no porfavor porfavor porfavoooooooooooor algo mas d ecap solo algo mas no mucho medio cap menos incluso peroo maaaaaaaas es demasiado adictiva la novela ctm cjdhfjdh me desespero
Ame demasiado el capitulo QUIERO MAAAAAAAAAAAAAAAS fue completamente jdfhdjgfhd me gusta el caracter d ela rayis que se le haya plantado a Nick fue fkhdskf y con su madreeeeeeeeeee Chizi no se queria esconder c : me encantaaaaaaaaaaaaa porfavor siguelaaaaaaaaaaaaa!
jajajaja ya subire cap hoy!! no te preocupes!!! te me volveras loca!!! :P y si te gusta ahora!! uuuuuuu no quiero saber que me diras con lo que falta!!!!
mil gracias por comentar me encanta leer tus comentarios!! me animan a seguir con la nove! gracias!!!
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
Dorin escribió:siento no a ver comentando =( y a ayer cuando queria comentar no me dejo la compu =/ pero.....
me encanta la novela enserio, siguelaaaa =)
no te preocupes!! :D yo tambien eh tenido problemas con mi compu :scratch: no me deja entrar a algas paginas pero bue... :P no importa pasate cuando puedas!! :D
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
chelis escribió:AAAAIIIIIII!!!!!!!..
QUE BIEN QUE POCO A POCO SE ESTA DESENRREDANDO!!1 TOOODOOOO!!
YYY AAAII NICK .. JAJAJAJAJAJAJAJ!!!!
PPOBREEEE!!!!!.. LO BURNO QUE NO VIO SU MAAMIII A SU AMIGUITO DE NICK
JAJAJAJAJAJAJAJAJ
siii poco a poco se van resolviendo algunas cosillas! :¬w¬:
jajajaja pobre nick casi lo cachan con chizi contento! :P
Andrea P. Jonas:)
Re: No Te Escondas (N. Jonas y Tu)
#UnbrokenForJonas escribió:Nueva Lectora! :D
Esta súper la nove! Ya porfin termine el ultimo Capi!
Asdfghjkl Nicholas es... Divino... Le ofreció su casa a la rayis! Yo mataría por que Nick Jonad me ofreciera su casa, después de todo esos acesinatos trajeron algo bueno 1313
La nove me ha encantado y espero que atrapen a ese bastardo asecino de popo que quiero volver loca a la rayis D: admito que me e traumado un poco al leer como hacían para que la gente se matara... :$ pero la que si de todos modos esta interesante ^^ bueno ya tienes una fiel lectora mas!
Espero que la sigas! <3
Al menos la atracción que siente Nick a la rayis es mutua c:
Bno ya... Sigue sigue que el Próximo Capi va a estar... Asdfghjkl! Hahaha (:
BIENVENIDA!!!! :grupo:
que bueno que te guste la nove!!! :D
y si nick es un tierno!! jajaja te imaginas en el mismo cuarto con nick jonas!!?? me moriria de un paro cardiaco!!! :P
gracias por leer la nove!! y aun mas por comentar!! :D
Andrea P. Jonas:)
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