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La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
si pasamos a la 2da Página kjasghsahjas:3
Julie
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
wiiiii....me alegra tanto volver a ver señales de ti n.n jaja soy nueva lectora soy Bianca amm...y ame el cap siguela pronto...!!!
Bianca
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
jajaja gracias Bianca por tomarte el tiempo y leer :DBianca escribió:wiiiii....me alegra tanto volver a ver señales de ti n.n jaja soy nueva lectora soy Bianca amm...y ame el cap siguela pronto...!!!
Julie
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
Capítulo 5
Sin embargo mis padres, nunca tuvieron la oportunidad de explicarme qué estaba
sucediendo. Cuando llegamos a casa, mi padre estaba en el medio de una clase de
yoga tántrico para hippies de la colina con demasiado sexo en sus vidas, en el estudio
de detrás de la casa, así que mi madre me dijo que me pusiera a hacer mis tareas.
Y después Nick llegó temprano a cenar.
Estaba en el granero limpiando los establos cuando, por el rabillo del ojo, vi una
sombra cruzar la puerta abierta del granero.
-¿Quién anda ahí?- Llamé ansiosa, aún nerviosa por los eventos del día.
Cuando no hubo respuesta, tuve la sensación extraña de que mi visitante era nuestro
invitado a la cena. Mamá lo invitó, recordé, tal y como había predicho. Un alto
estudiante europeo de intercambio caminaba a zancadas a través del polvoriento
anillo de montar. No puede ser tan peligroso.
La aprobación de mamá a un lado, mantuve un agarre firme sobre mi rastrillo.
-¿Qué haces aquí?- Exigí mientras se acercaba.
-Modales, modales.- Se quejó Nick en su acento altanero, golpeando pequeñas bolas
de polvo con cada larga zancada que daba. Llegó a apenas un metro de mí, y me
sorprendió otra vez por su altura. -Una dama no se pone a bramar en graneros.-
Prosiguió. -¿Y qué clase de saludo fue ese?-
¿Está dándome una lección de etiqueta, el tío que me ha estado espiando todo el día?
-Te pregunté por qué estás aquí.- Repetí, aferrándome al rastrillo con algo más de
fuerza.
-Para conocerte, por supuesto.- Dijo, todavía evaluándome, dando vueltas a mí
alrededor, mirando mi ropa. Me giré, intentando mantenerlo en mi campo visual, y lo
cogí frunciendo la nariz. -Seguramente tú también estás deseosa de conocerme.-
No demasiado... No tenía ni idea de qué estaba hablando, pero el seguimiento de los
pies a la cabeza de mi persona no me gustaba nada.
-¿Por qué me miras así?- Dejó de dar vueltas.
-¿Estás limpiando establos? ¿Son esas, heces en tus zapatos?-
-Sí.- Dije, confundida por su tono. ¿Por qué le importa a él lo que se hallaba en mis
zapatos? -Limpio los establos todas las noches.-
-¿Tú?- Pareció perplejo. Y horrorizado.
-Alguien tiene que hacerlo.- Dije. -¿Por qué cree que esto es asunto suyo?-
-Sí, bueno, tenemos gente para eso, allí de donde yo vengo. Ayuda contratada.-
Olisqueó. -Tú, una dama de tu alcurnia, nunca deberías encargarte de semejante tarea
de tan baja categoría. Es ofensivo.-
Cuando dijo eso, mis dedos volvieron a apretarse sobre el rastrillo, y no por miedo.
Nicholas Jonas no era sólo intimidante. Era irritante.
-Mira, ya he tenido bastante de ti metiéndote en mi vida, y de tu actitud.- Espeté.
-¿Quién te crees que eres, de todas formas? ¿Y por qué me persigues?-
Furia e incredulidad cruzaron los ojos negros de Nick.
-Tu madre aún no te ha informado, ¿verdad?- Agitó la cabeza. -La doctora
Packwood juró que te lo contaría todo. Tus padres no son demasiado buenos
manteniendo sus promesas.-
-Se... se supone que vamos a hablar después.- Tartamudeé, mi furia iba
desvaneciéndose un poco a la vista de su ira evidente. -Papá está dando clase de
yoga...-
-¿Yoga?- Nick rió con acritud. -Contorsionar su cuerpo en una serie de ridículas
configuraciones y ¿es más importante que informar a su hija acerca del pacto? ¿Y qué
clase de hombre practica semejante pasatiempo pacífico? Los hombres deberían
entrenarse para la guerra, no perder el tiempo entonando “ohm” y parloteando sobre
la paz interior. Olvídate del yoga y del parloteo.-
-¿Pacto? ¿Qué pacto?- Pero Nicholas estaba mirando al techo iluminado del granero,
andando en círculos, con las manos unidas detrás de la espalda, hablando consigo
mismo.
- Esto no está yendo bien. Nada bien en absoluto. Aconsejé a los Ancianos que
deberías haber sido convocada de vuelta en Rumania hace años, que nunca serías una
esposa apropiada...- Buah… detente ahí.
-¿Esposa?-
Nick se detuvo, volviéndose sobre los talones para situarse frente a mí.
-Tu ignorancia empieza a cansarme.- Se acercó a mí, inclinándose y mirándome a los
ojos. -Porque tus padres se niegan a informarte, yo mismo entregaré las noticias, y te
lo presentaré de forma sencilla.- Señaló a su pecho y anunció, como si hablara con un
niño. -Yo soy un vampiro.- Señaló a mi pecho. -Tú eres un vampiro. Y vamos a
casarnos, en cuanto alcances la edad. Esto ha sido decretado desde el momento de
nuestros nacimientos.-
Ni siquiera podía procesar la parte de “vamos a casarnos”, o la cosa de “decretado”.
Me había perdido en lo de “vampiro”.
Loco. Nicholas Jonas está completamente loco. Y estoy sola con él, en un granero
vacío. Así que hice lo que cualquier persona en su sano juicio habría hecho. Lancé el
rastrillo en la dirección general de su pie y corrí hacia la casa como si me llevara el
diablo, ignorando su aullido de dolor.
Sigue otro, cap:3
Sin embargo mis padres, nunca tuvieron la oportunidad de explicarme qué estaba
sucediendo. Cuando llegamos a casa, mi padre estaba en el medio de una clase de
yoga tántrico para hippies de la colina con demasiado sexo en sus vidas, en el estudio
de detrás de la casa, así que mi madre me dijo que me pusiera a hacer mis tareas.
Y después Nick llegó temprano a cenar.
Estaba en el granero limpiando los establos cuando, por el rabillo del ojo, vi una
sombra cruzar la puerta abierta del granero.
-¿Quién anda ahí?- Llamé ansiosa, aún nerviosa por los eventos del día.
Cuando no hubo respuesta, tuve la sensación extraña de que mi visitante era nuestro
invitado a la cena. Mamá lo invitó, recordé, tal y como había predicho. Un alto
estudiante europeo de intercambio caminaba a zancadas a través del polvoriento
anillo de montar. No puede ser tan peligroso.
La aprobación de mamá a un lado, mantuve un agarre firme sobre mi rastrillo.
-¿Qué haces aquí?- Exigí mientras se acercaba.
-Modales, modales.- Se quejó Nick en su acento altanero, golpeando pequeñas bolas
de polvo con cada larga zancada que daba. Llegó a apenas un metro de mí, y me
sorprendió otra vez por su altura. -Una dama no se pone a bramar en graneros.-
Prosiguió. -¿Y qué clase de saludo fue ese?-
¿Está dándome una lección de etiqueta, el tío que me ha estado espiando todo el día?
-Te pregunté por qué estás aquí.- Repetí, aferrándome al rastrillo con algo más de
fuerza.
-Para conocerte, por supuesto.- Dijo, todavía evaluándome, dando vueltas a mí
alrededor, mirando mi ropa. Me giré, intentando mantenerlo en mi campo visual, y lo
cogí frunciendo la nariz. -Seguramente tú también estás deseosa de conocerme.-
No demasiado... No tenía ni idea de qué estaba hablando, pero el seguimiento de los
pies a la cabeza de mi persona no me gustaba nada.
-¿Por qué me miras así?- Dejó de dar vueltas.
-¿Estás limpiando establos? ¿Son esas, heces en tus zapatos?-
-Sí.- Dije, confundida por su tono. ¿Por qué le importa a él lo que se hallaba en mis
zapatos? -Limpio los establos todas las noches.-
-¿Tú?- Pareció perplejo. Y horrorizado.
-Alguien tiene que hacerlo.- Dije. -¿Por qué cree que esto es asunto suyo?-
-Sí, bueno, tenemos gente para eso, allí de donde yo vengo. Ayuda contratada.-
Olisqueó. -Tú, una dama de tu alcurnia, nunca deberías encargarte de semejante tarea
de tan baja categoría. Es ofensivo.-
Cuando dijo eso, mis dedos volvieron a apretarse sobre el rastrillo, y no por miedo.
Nicholas Jonas no era sólo intimidante. Era irritante.
-Mira, ya he tenido bastante de ti metiéndote en mi vida, y de tu actitud.- Espeté.
-¿Quién te crees que eres, de todas formas? ¿Y por qué me persigues?-
Furia e incredulidad cruzaron los ojos negros de Nick.
-Tu madre aún no te ha informado, ¿verdad?- Agitó la cabeza. -La doctora
Packwood juró que te lo contaría todo. Tus padres no son demasiado buenos
manteniendo sus promesas.-
-Se... se supone que vamos a hablar después.- Tartamudeé, mi furia iba
desvaneciéndose un poco a la vista de su ira evidente. -Papá está dando clase de
yoga...-
-¿Yoga?- Nick rió con acritud. -Contorsionar su cuerpo en una serie de ridículas
configuraciones y ¿es más importante que informar a su hija acerca del pacto? ¿Y qué
clase de hombre practica semejante pasatiempo pacífico? Los hombres deberían
entrenarse para la guerra, no perder el tiempo entonando “ohm” y parloteando sobre
la paz interior. Olvídate del yoga y del parloteo.-
-¿Pacto? ¿Qué pacto?- Pero Nicholas estaba mirando al techo iluminado del granero,
andando en círculos, con las manos unidas detrás de la espalda, hablando consigo
mismo.
- Esto no está yendo bien. Nada bien en absoluto. Aconsejé a los Ancianos que
deberías haber sido convocada de vuelta en Rumania hace años, que nunca serías una
esposa apropiada...- Buah… detente ahí.
-¿Esposa?-
Nick se detuvo, volviéndose sobre los talones para situarse frente a mí.
-Tu ignorancia empieza a cansarme.- Se acercó a mí, inclinándose y mirándome a los
ojos. -Porque tus padres se niegan a informarte, yo mismo entregaré las noticias, y te
lo presentaré de forma sencilla.- Señaló a su pecho y anunció, como si hablara con un
niño. -Yo soy un vampiro.- Señaló a mi pecho. -Tú eres un vampiro. Y vamos a
casarnos, en cuanto alcances la edad. Esto ha sido decretado desde el momento de
nuestros nacimientos.-
Ni siquiera podía procesar la parte de “vamos a casarnos”, o la cosa de “decretado”.
Me había perdido en lo de “vampiro”.
Loco. Nicholas Jonas está completamente loco. Y estoy sola con él, en un granero
vacío. Así que hice lo que cualquier persona en su sano juicio habría hecho. Lancé el
rastrillo en la dirección general de su pie y corrí hacia la casa como si me llevara el
diablo, ignorando su aullido de dolor.
Sigue otro, cap:3
Julie
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
Capítulo 6
-Yo no soy una no muerta- Protesté. Pero por supuesto, nadie me prestaba atención.
Mis padres estaban demasiados concentrados en la metedura de pata de Nicholas Jonas
-Nick, siéntate- Ordenó Mamá, no parecía contenta con ninguno de los dos.
-Prefiero quedarme de pie- Replicó Nick. Mamá dibujó un círculo con su dedo
señalando las sillas alrededor de la mesa. -Siéntate. Ahora-
Nuestro herido visitante hizo como si fuese a desobedecer, entonces, resoplando, tomó
asiento. Mamá le quitó una de sus botas, la cual se apreciaba un diente del rastrillo,
mientras papá se paseaba por la cocina, buscando debajo del fregadero el kit de
primeros auxilios a la vez que esperaba a que el té se preparase.
-Solo es un moretón - Anunció Mamá.
-Oh, bien- Papá salió de debajo del fregadero -No puedo encontrar las vendas de
todos modos. Pero todavía podemos tomar el té.-
La larguirucha e impostora sanguijuela que había ocupado mi sitio en la mesa de la
cocina me miró fijamente.
-Eres afortunada de que mi zapatero use solo el mejor cuero. Tú podrías haberme
atravesado. Y no querrás atravesar a un vampiro. Además, ¿es esa la forma de recibir a
tu futuro marido o a cualquier invitado, sea quien sea? ¿Con un rastrillo?-
- Nicholas- Le interrumpió mi madre. -Cogiste a ______ desprevenida. Como te expliqué
anteriormente, su padre y yo queríamos hablar con ella primero.-
-Sí, bueno, en realidad has tardado en llevar a cabo la tarea, diecisiete años, nada
menos… Alguien tenía que hacerse cargo- Nick se escabulló del agarre de Mamá y
se puso en pie, cojeando por la cocina con la bota puesta, como un rey intranquilo en
su castillo. Él cogió el bote con camomila, aspiró el contenido, y frunció el ceño. -
¿Bebéis esto?-
-Te gustará- Prometió mi padre. Él sirvió en cuatro tazas. -Es muy relajante en
situaciones tan estresantes como esta-
-Suficiente con el té. Solo decidme que está pasando- Rogué, reclamando mi sitio en la
cocina de las zarpas de Nicholas. No estaba caliente después de todo. Casi como si nada,
se hubiese sentado ahí minutos antes. -Quien sea. Por favor. Contadme-
-Como tus padres deseen, yo renunciaré a ese deber y lo dejaré en sus manos-
Concedió Nicholas. Se llevó la humeante taza a los labios, sorbió varias veces, y se
estremeció.
-¡Dios mío, qué asco!- Ignorando a Nicholas, Mamá compartió una mirada cómplice con
Papá, como si ellos tuviesen un secreto.
-Ned. . . ¿qué piensas?- Aparentemente él entendía la indirecta, porque Papá asintió
con la cabeza y dijo
-Voy a por el pergamino- Entonces abandonó la cocina.
-¿Pergamino?-Pergaminos. Pactos. Bodas. ¿Por qué está todo el mundo hablando en
código?.. -¿Qué pergamino?- Pregunté confundida.
-Oh, cielo- Mamá se sentó en una silla junto a la mía y tomó mis manos entre las suyas. -
Esto es bastante complicado.-
-Inténtalo- Insistí.
-Tú siempre has sabido que provienes de Rumania, que fuiste adoptada allí- Comenzó
Mamá -Y que a tus padres biológicos los mataron en un conflicto en el pueblo.-
-Asesinados por campesinos- Dijo Nick frunciendo el ceño. -Gente supersticiosa,
dada a formar viciosas multitudes.- Metió el dedo en la mantequilla de cacahuete
orgánica de papá, la probó, y se limpió el dedo en sus pantalones, los cuales eran
negros y le quedaban muy apretados en sus largas piernas, casi como unos pitillos. -
Por favor, díganme que hay algo comestible en esta casa- Mamá se volvió hacia Nick
-Voy a pedirte que estés callado unos minutos mientras cuento la historia.- Nick se
inclinó ligeramente, su brillante pelo negro azulado brillaba bajo la luz de la lámpara
de la cocina.
-Pero nosotros no podemos contarte la historia entera, porque el tópico pareció
molestarte mucho.
-Ahora sería un buen momento- Sugerí -Porque no podría estar más molesta.-
Mamá sorbió su té y se lo tragó.
-Sí, bueno, la verdad es que tus padres biológicos fueron destruidos por un furioso
movimiento que intentaba eliminar su pueblo de vampiros.-
-¿Vampiros?- Seguramente ella estaba bromeando.
-Sí- Confirmó Mamá. -Vampiros. Tus padres se encontraban entre los vampiros que yo
estaba estudiando en aquel momento.-
Vale, no es inusual escuchar palabras como hadas o el espíritu de la tierra, o incluso
trolls, en mi casa. Me refiero a que la cultura folclórica y las leyendas son uno de los
intereses de mi madre, y mi padre había sido conocido como el huésped ocasional de
un ente divino en su estudio de yoga. Pero ni siquiera mis raros padres creen en los
monstruos de las películas de Hollywood. Ellos no podían creer en serio que mis
padres biológicos se transformaban en murciélagos, o se esfumaban con la luz solar, o
que les crecían grandes colmillos.
-Tú dijiste que estabas estudiando algún tipo de cultura.- Rebatí -Una subcultura con
extraños rituales. . . pero nunca dijiste nada sobre vampiros.-
-Siempre te has dejado llevar por la lógica, _______- Dijo Mamá. -No te gustan las cosas
que no pueden ser explicadas por las matemáticas o por la ciencia. Tu padre y yo
estábamos muy asustados por si la verdad sobre tus padres biológicos te traumatizaba.
Así que decidimos mantenernos callados.-
-¿Me estás diciendo que mis padres biológicos pensaban que eran vampiros?- Mi voz
sonó como un aullido. Mamá asintió.
-Bueno. . . sí.-
-Ellos no solamente pensaban que eran vampiros- Refunfuñó Nick. Él había
recuperado su bota y estaba dando saltitos sobre el otro pie para ponérsela. -Ellos
eran vampiros.- A la vez que yo miraba incrédula y con la boca abierta a nuestro
invitado, el pensamiento más horripilante del mundo cruzó mi mente. Esos rituales a
los que mi madre se refería, relacionados con mis padres biológicos… -Ellos no…
bebían sangre exactamente…- La expresión del rostro de mi madre lo decía todo, y yo
pensé que iba a desmayarme. Mis padres biológicos: desviados y trastornados
bebedores de sangre.
-Sabrosa sustancia- Comentó Nicholas -No tendréis acaso un poco por aquí en lugar de
este té…- Mamá le lanzó una furtiva mirada. Nick frunció el ceño. -No, supongo que
no.-
-La gente no bebe sangre- Insistí con voz chillona y aguda. -¡Y los vampiros no
existen!-
Nick cruzó sus brazos, arrugando la frente.
-Ahí te equivocas.-
-Nicholas, por favor- Dijo Mamá con calma pero usando el tono serio que reservaba para
controlar a los estudiantes. -Dale tiempo a _______ para procesar la información. Ella tiene
que analizar las cosas, lo que le hace resistirse a creer en lo paranormal.-
-¿Es extraño que no crea en lo imposible?- Grité -¿En lo irreal?- En este punto de la
charla, papá regresó con un mohoso pergamino en sus manos.
-A lo largo de la historia, mucha gente se ha resistido a la idea de los no muertos.-
Indicó Papá, extendiendo cuidadosamente el documento sobre la mesa. -Y los finales
de los ochenta fueron un tiempo de devastación para los vampiros en Rumania.
Numerosas purgas cada pocos meses. Centenares de hermosos vampiros muertos. –
Puntuó mi padre.
-Tus padres biológicos, quienes eran muy poderosos en el seno de esa subcultura,
creyeron que estaban destinados a ser destruidos y te pusieron en nuestras manos
antes de ser asesinados, con la esperanza de que te pusiésemos a salvo aquí en los
Estados Unidos.- Añadió Mamá.
-La gente no bebe sangre- Repetí. -No ellos. No visteis a mis padres actuar como
vampiros- Les desafié -Nunca visteis que les creciesen los colmillos o morder cuellos,
¿verdad? Sé que no los visteis hacerlo porque eso nunca sucedió.-
-No- Admitió Mamá, cogiendo mis manos otra vez. -No se nos estaba permitido ese
tipo de acceso.-
-Porque eso nunca sucedió- Repetí.
-No- Intervino Nicholas. -Porque morder es algo muy privado e íntimo. Simplemente no
invitas a la gente a verlo. Los vampiros son una raza muy sensual pero no ofrecen
exhibiciones, gracias a Dios. Somos discretos.-
-Pero no tenemos ninguna razón para creer que alguien nos mintió sobre lo de beber
sangre- Añadió Mamá -Y no es algo sobre lo que estar molesta, ________. Es bastante
normal para ellos. Si hubieses crecido en Rumania con esa subcultura te habría llegado
a parecer cotidiano.- Aparté mis manos de las suyas.
-A mí me parece que no.- Con una profunda mirada, Nick lo resumió pacíficamente.
-Sinceramente, no puedo soportar más esto. La historia es bastante simple. Tú,
Antanasia(antigüo nombre), eres la última de una larga dinastía de poderosos vampiros. Los Dragomirs.
Realeza vampírica.- Eso sí me hizo reír, una loca e histérica risa.
-Venga, vale, realeza vampírica-
-Sí. Realeza. Y esta es la última parte de la historia de la cual tus padres parecen
reacios a contarte- Nicholas se apoyó en la mesa, inclinándose sobre mí, con los brazos
rígidos, mirándome fijamente. -Tú, eres una princesa vampiro, la heredera de la
dinastía Dragomir. Yo soy un príncipe vampiro. El heredero de un clan igual de
poderoso, los Vladescus. Más poderoso diría yo, pero ese no es el asunto. Nosotros
dos fuimos prometidos en una corta ceremonia de compromiso después de nuestros
nacimientos.- Miré a mi madre en busca de ayuda, pero todo lo que dijo ella fue.
-La ceremonia fue muy dramática, muy bien elaborada. En una enorme cueva en los
Montes Cárpatos. Con velas por todos lados.- Decía mi madre. Él le dedicó una mirada
de devoción a mi madre. -Ningún otro explorador había llegado tan lejos.- Los miré
con fiereza.
-¿Estabais allí? ¿En la ceremonia?-
-Oh, conocimos a un montón de vampiros en ese viaje y asistimos a bastantes eventos
culturales muy interesantes- Mamá sonreía al recordar. -Deberías leer mi artículo en el
Journal of Eastern European Folk Culture (Periódico del Este Europeo de La Cultura
Folclórica). Fue un hito como trabajo personal, si se me permite decirlo.-
-Déjame terminar, por favor- Rugió Nick.
-Allí es fácil- Le reprendió Papá gentilmente. -En esta pequeña democracia, todo el
mundo tiene la oportunidad de hablar.-
Desde la mirada de desdén que Nick le lanzó a mi padre, podría decir que él no se
preocupaba mucho por la democracia. El desilusionado Drácula quería continuar su
resumen pacíficamente.
-La ceremonia de desposorio sellará nuestros destinos, Antanasia(AN:Antiguo Nombre). Nos casaremos tan
pronto como tú tengas la edad. Nuestras líneas de sangre se unirán, consolidando la
fuerza de nuestros clanes, finalizando años de rivalidad y guerra.- Sus ojos negros
brillaron y su mirada vagó a la deriva lejos en el tiempo. -Será un momento glorioso
en nuestra historia, cuando nosotros ascendamos al poder. Cinco millones de
vampiros, tu familia y mi familia juntos, bajo un mismo mandato.- Mi supuesto futuro
marido volvió a la realidad y me miró fijamente, aspirando por la nariz. -Yo haré todo
el trabajo pesado, por supuesto, con un sabio criterio.-
-Estás totalmente loco.- Declaré, observando todos los rostros de la sala uno por uno.
-Esto es una locura.- Nick se acercó a mí hasta estar cara a cara. Por primera vez, vi
curiosidad y no desdén o burla o ansias de poder en sus oscuros ojos.
-¿Realmente sería tan repugnante, ________, el estar conmigo?- No sabía exactamente
a qué se refería, pero pensé que hablaba sobre… los dos juntos, no en el sentido
político del matrimonio, sino de un modo romántico.
No dije nada. ¿De verdad pensaba Nick que yo me enamoraría de él solo porque
tenía una cara bonita? ¿Un cuerpo de infarto? ¿Qué me importaría que oliese como la
colonia más sexy y picante que jamás había olido. . .?
-Enseñémosle el pergamino.- Interrumpió papá, rompiendo el momento.
-Sí, es la hora- Mamá estuvo de acuerdo. Casi había olvidado el papel mohoso, pero
ahora Papá se había sentado y desenrollaba el pergamino cuidadosamente, en la
mesa de la cocina. El quebradizo pergamino crujió en cuanto, él lo tocó suavemente
con los dedos. Las palabras, en rumano probablemente, eran ininteligibles para mí,
pero aquello se veía como algún tipo de documento legal, con varias firmas al pie de la
hoja. Mi mirada se movió de un sitio a otro, negándome a mirar más de cerca en aquel
documento sin sentido.
-Lo traduciré- Se ofreció Nicholas levantándose. -A menos que _________ haya estudiado
rumano.-
-Está en mi lista de cosas por hacer- Respondí entre dientes. -Actividades
multilenguaje.-
-Serías lista si empezases a aprender, mi futura novia- Replicó Nick, acercándose
cada vez más a mí, hasta apoyarse sobre mi hombro para leer. Podía sentir su
respiración en mi mejilla. Era inusualmente fría, dulce. En contra de mi buen juicio,
continué aspirando aquella misteriosa colonia, también, entrando profundamente en
mis pulmones. Nick estaba tan cerca, que mi oscuro y rizado cabello acariciaba su
mandíbula, y él distraídamente apartó unos mechones de pelo, sus nudillos rozaron mi
mejilla. El contacto me sobresaltó. La sensación me golpeó de lleno en el estómago.
Si Nick sintió lo mismo que yo, no lo demostró sino que siguió absorto en el
documento. ¿Me estaré volviendo loca esnifando tanta colonia? ¿Me imagino cosas?
Cambié de posición en la silla, intentando no tocarle de nuevo, a la vez que nuestro
arrogante invitado, recorrí la primera línea del pergamino con el dedo.
-Esto declara que tú, ______ Dragomir, estás prometida en matrimonio conmigo,
Nicholas Jonas, tan pronto como alcancemos la madurez a la edad de dieciocho años,
y celebrar las fiestas necesarias que atestigüen este pacto. Una vez llevado a cabo el
matrimonio, nuestros clanes se unirán y vivirán en paz.- Él se volvió. -Como he dicho,
es bastante simple. Y mira: la firma de tu padre adoptivo. Y la de tu madre.- No pude
evitar fulminarles con la mirada cuando él dijo eso, y seguramente no fue suficiente,
las firmas de Mamá y Papá constaban en el documento, junto con otra docena de
nombres rumanos. Traidores. Empujando el pergamino fuera de mi camino, me crucé
de brazos y miré a mis padres.
-¿Cómo pudisteis venderme como si… si fuese… ganado?-
-Nosotros no te vendimos, ________- Me calmó Mamá. -Tú no eras nuestra hija entonces.
Nosotros estábamos allí como testigos en el ritual, en interés de mi investigación. Esto
fue semanas antes de la purga, semanas antes de que te adoptásemos. No teníamos ni
idea, de qué nos depararía el futuro.-
-De todos modos, allí no se vendían vacas- Se mofó Nick. -¿Quién querría ganado?
Tú eres una princesa vampiro. Tu destino no te pertenece a ti completamente.-
Princesa… él sinceramente cree, que soy una princesa vampiro… la extraña, casi
placentera sensación que había sentido cuando él rozó mi mejilla desapareció,
haciendo que la realidad me golpeara de nuevo. Nicholas Jonas era un lunático.
-Si yo fuese un vampiro, querría morder a alguien. Estaría sedienta de sangre.- Dije en
un último intento de razonar y abandonar aquella absurda discusión.
-Encontrarás tu verdadera naturaleza.- Prometió Nick. -Estás entrando en la edad
adecuada. Y cuando yo te muerda por primera vez, entonces te convertirás en un
vampiro. Te he traído un libro, una guía, en el cual te explica todo… - Me levanté tan
rápido que mi silla cayó al suelo, armando un gran escándalo.
-Él no va a morderme.- Interrumpí señalando a Nick con el dedo. -¡Y no voy a ir a
Rumania a casarme con él! ¡No me importa qué tipo de ceremonia de desposorio
tengan ellos!-
-Tú debes honrar el pacto- Rugió Nicholas. No era una sugerencia.
-Ahora no seas dictatorial con nosotros, Nick- Objetó papá arrastrando su silla y
acariciando su barba. -Te lo dije. Esto es una democracia. Tomemos todos, un
pequeño respiro. Como dijo Gandhi: “Debemos convertirnos en el cambio que
queremos ver”-Claramente, Nicholas nunca se había topado con un maestro de la
paciencia antes, porque él parecía dudoso, de la validez de la firma de Papá, todavía
maduro, y totalmente descentrado de la situación.
-¿Y se puede saber qué significa eso?- Preguntó él finalmente.
-Nadie tomará ninguna decisión hoy- Tradujo Mamá. -Es tarde. Todos estamos
cansados y abrumados. De todos modos, Nick, _________ no está preparada para
contraer matrimonio. Ella ni siquiera ha besado a un chico todavía, por el amor de
Dios.- Nick me sonrió con satisfacción, arqueando una ceja.
-¿De verdad? ¿Ningún pretendiente? Que chocante. Yo habría pensado que tus
habilidades con el rastrillo, resultarían atractivas para cierto tipo de soltero aquí en
una granja de campo.- Me quería morir allí mismo. Quería correr al cajón de los
cuchillos, coger el más grande que encontrase, y clavármelo en el corazón. Ser
expuesta como que nunca había sido besada… era casi peor que ser una princesa
vampiro. La cosa del vampiro era una fantasía ridícula, pero mi total falta de
experiencia… era real.
-¡Mamá! ¡Eso es tan vergonzoso! ¿Tenías que contarle eso?- Le reclamé.
-Bueno, _________, es verdad. No quiero que Nick piense que eres algún tipo de joven
mujer experimentada, preparada para el matrimonio.-
-No me aprovecharé.- Prometió Nick seriamente. -Y ella no puede ser forzada a
casarse, por supuesto. Estamos en un nuevo siglo. Desafortunadamente. Pero me temo
que estoy obligado a proseguir este noviazgo hasta que __________ se dé cuenta que su
lugar está a mi lado. Y lo hará.-
-No lo haré.- Protesté. Nick no hizo caso de esto.
-El enlace de nuestros clanes es autorizado por los más viejos y poderosos miembros:
los Ancianos de las familias Jonas y Dragomir. Y los Ancianos siempre siguen su
camino.-
Mamá insistió. -Será la decisión de ________, Nick.-
-Por supuesto- Aunque, la condescendiente media sonrisa de Nick, decía otra cosa.
-¿Dónde me quedaré?- Preguntó Nick.
-¿Quedarte?- Papá se mostró confuso.
-Sí. Dormir- Aclaró Nick. -He realizado un viaje muy largo, aguantado mi primer
embrutecedor día, en la llamada escuela pública aquí, y estoy cansado.-
-Tú no vas a volver a la escuela.- Objeté con pánico. Me había olvidado del instituto.
-¡No te lo permito!-
-Por supuesto que asistiré al instituto- Replicó Nicholas.
-¿Cómo te matriculaste aquí?- Preguntó Mamá.
-Estoy aquí en lo que llaman 'intercambio'- Explicó Nick. -Los Ancianos pensaron que
sería difícil explicar mi larga estancia aquí, de otro modo. A los vampiros no nos gusta
levantar sospechas como puedes imaginar. Nos gusta mezclarnos.-
¿Mezclarnos? ¿Con un abrigo largo de terciopelo en verano? ¿En Lebanon Country,
Pennsylvania? ¿La conservadora fábrica en el corazón de un estado lleno de granjas,
donde la gente tenaz de descendencia germánica todavía piensan, que agujerearse la
orejas es radical y un posible portal al infierno?
-¿Tú eres realmente un estudiante de intercambio?- Gruñó Papá.
-Sí. Tu estudiante de intercambio, para ser exacto.- Aclaró Nick. Mamá levantó una
cautelosa mano.
-Nosotros nunca estuvimos de acuerdo con esto.-
-Exacto- Añadió Papá. -¿No tendríamos que firmar algo? ¿No hay papeleo?- Nick rió.
-Oh, papeleo. Un insignificante detalle resuelto en Rumania. Nadie en su sano juicio
cuestionaría las decisiones del clan Jonas. Es solo una mala forma. Y las
consecuencias de rechazarnos un favor. . .bueno, digamos que la gente en todos lados
tiende a tener sus cuellos lejos de nosotros.-
-Nick, deberías habernos consultado primero- Repuso Mamá. Nixk se encogió
ligeramente de hombros.
-Sí. Bueno, quizás sobrepasamos nuestros límites allí. Pero debéis admitir que es un
honor para vosotros acogerme. Vosotros y yo sabíais que este día llegaría- Papá aclaró
su garganta y miró a mamá.
-Nosotros les hicimos la promesa a los Dragomirs años atrás, de cuando este momento
llegara…-
-Oh, Ned, no sé. Necesitamos tener en cuenta los sentimientos de __________…-
-Hicisteis un juramento a mi familia- Les recordó Nicholas de nuevo. -De todas formas, no
tengo ningún otro sitio al que ir. No regresaré a la llamada posada del pueblo donde
dormí anoche. El tema de todo era el cerdo, por el amor de Dios. Papel de pared de
cerdo (se refiere al color), figuritas de cerdo por todos lados. Y un Jonas no
duerme con cerdos.- Mamá me miró posando sus manos sobre mis hombros
asegurando.
-Supongo que por ahora, Nick puede quedarse en el apartamento para invitados que
hay sobre el garaje, mientras resolvemos esto. ¿De acuerdo,_______? Solo es temporal,
te lo aseguro.-
-Hey, es tu granja- Murmuré sabiendo que había fracasado. Mis padres siempre
adoptan cosas extraviadas. Gatos callejeros, perros abandonados… si fuese un sin
techo, podría vivir en nuestra granja, incluso si tratase de morderte.
Y, así es como un adolescente que reivindicaba ser un vampiro, vino a residir en
nuestro garaje durante el comienzo de mi último año en el instituto. Y no cualquier
vampiro. Mi arrogante y déspota prometido vampiro. La última persona en el infierno,
o del infierno, con la que quería compartir mi paseo al instituto, eso sin añadir que
estaríamos juntos toda la eternidad.
Me tendí despierta en mitad de la noche reflexionando sobre mi arruinada vida. Mis
padres biológicos: miembros de una cultura que juraba beber sangre- y no volvería a
pensar nunca más de quien. No había nada que yo pudiese hacer por ellos, excepto
sacarlos de mi mente. Su historia podía quedar y quedaría escondida en el pasado.
Pero el futuro… todo lo que yo quería era una oportunidad para salir con Jake Zinn, un
chico normal, y en vez de eso había conseguido un prometido friki, viviendo en mi
garaje. Y, por si fuera poco, todo el mundo en el instituto, pensaba ya que mi familia
era suficientemente rara, con el yoga de mi padre y su improductiva, orgánica, anticárnica
granja, y mi madre siendo el sostén de la familia, estudiando para hacer creer
en galimatías (cosas sin sentido). Y ahora… ahora sería realmente una paria. La chica
del instituto comprometida con el demonio. Y qué demonio.
Tumbada en la cama, no podía parar de rememorar el olor de la colonia de Nick,
como si él la hubiese derramado a mi lado. El poder que había desprendido a cada
paso en mi clase de Literatura. El contacto de sus dedos contra mi mejilla. Y su
afirmación de ese día, que él clavaría sus dientes en mí. Dios, que psicópata.
Me destapé, me incorporé y eché las cortinas a un lado, mirando por la ventana en
dirección al garaje. Una luz seguía prendida en el segundo piso. Nicholas estaba
despierto. ¿Haciendo qué?
Tragando saliva, me dejé caer sobre mi almohada y cubrí mi garganta fuertemente con
las mantas, mi tierna, vulnerable y todavía no, besada garganta, medio deseando y
medio temiendo que llegase la mañana...
CAPITULOOO LARRRRRRRRRRRRGO espero y les haya gustado.
-Yo no soy una no muerta- Protesté. Pero por supuesto, nadie me prestaba atención.
Mis padres estaban demasiados concentrados en la metedura de pata de Nicholas Jonas
-Nick, siéntate- Ordenó Mamá, no parecía contenta con ninguno de los dos.
-Prefiero quedarme de pie- Replicó Nick. Mamá dibujó un círculo con su dedo
señalando las sillas alrededor de la mesa. -Siéntate. Ahora-
Nuestro herido visitante hizo como si fuese a desobedecer, entonces, resoplando, tomó
asiento. Mamá le quitó una de sus botas, la cual se apreciaba un diente del rastrillo,
mientras papá se paseaba por la cocina, buscando debajo del fregadero el kit de
primeros auxilios a la vez que esperaba a que el té se preparase.
-Solo es un moretón - Anunció Mamá.
-Oh, bien- Papá salió de debajo del fregadero -No puedo encontrar las vendas de
todos modos. Pero todavía podemos tomar el té.-
La larguirucha e impostora sanguijuela que había ocupado mi sitio en la mesa de la
cocina me miró fijamente.
-Eres afortunada de que mi zapatero use solo el mejor cuero. Tú podrías haberme
atravesado. Y no querrás atravesar a un vampiro. Además, ¿es esa la forma de recibir a
tu futuro marido o a cualquier invitado, sea quien sea? ¿Con un rastrillo?-
- Nicholas- Le interrumpió mi madre. -Cogiste a ______ desprevenida. Como te expliqué
anteriormente, su padre y yo queríamos hablar con ella primero.-
-Sí, bueno, en realidad has tardado en llevar a cabo la tarea, diecisiete años, nada
menos… Alguien tenía que hacerse cargo- Nick se escabulló del agarre de Mamá y
se puso en pie, cojeando por la cocina con la bota puesta, como un rey intranquilo en
su castillo. Él cogió el bote con camomila, aspiró el contenido, y frunció el ceño. -
¿Bebéis esto?-
-Te gustará- Prometió mi padre. Él sirvió en cuatro tazas. -Es muy relajante en
situaciones tan estresantes como esta-
-Suficiente con el té. Solo decidme que está pasando- Rogué, reclamando mi sitio en la
cocina de las zarpas de Nicholas. No estaba caliente después de todo. Casi como si nada,
se hubiese sentado ahí minutos antes. -Quien sea. Por favor. Contadme-
-Como tus padres deseen, yo renunciaré a ese deber y lo dejaré en sus manos-
Concedió Nicholas. Se llevó la humeante taza a los labios, sorbió varias veces, y se
estremeció.
-¡Dios mío, qué asco!- Ignorando a Nicholas, Mamá compartió una mirada cómplice con
Papá, como si ellos tuviesen un secreto.
-Ned. . . ¿qué piensas?- Aparentemente él entendía la indirecta, porque Papá asintió
con la cabeza y dijo
-Voy a por el pergamino- Entonces abandonó la cocina.
-¿Pergamino?-Pergaminos. Pactos. Bodas. ¿Por qué está todo el mundo hablando en
código?.. -¿Qué pergamino?- Pregunté confundida.
-Oh, cielo- Mamá se sentó en una silla junto a la mía y tomó mis manos entre las suyas. -
Esto es bastante complicado.-
-Inténtalo- Insistí.
-Tú siempre has sabido que provienes de Rumania, que fuiste adoptada allí- Comenzó
Mamá -Y que a tus padres biológicos los mataron en un conflicto en el pueblo.-
-Asesinados por campesinos- Dijo Nick frunciendo el ceño. -Gente supersticiosa,
dada a formar viciosas multitudes.- Metió el dedo en la mantequilla de cacahuete
orgánica de papá, la probó, y se limpió el dedo en sus pantalones, los cuales eran
negros y le quedaban muy apretados en sus largas piernas, casi como unos pitillos. -
Por favor, díganme que hay algo comestible en esta casa- Mamá se volvió hacia Nick
-Voy a pedirte que estés callado unos minutos mientras cuento la historia.- Nick se
inclinó ligeramente, su brillante pelo negro azulado brillaba bajo la luz de la lámpara
de la cocina.
-Pero nosotros no podemos contarte la historia entera, porque el tópico pareció
molestarte mucho.
-Ahora sería un buen momento- Sugerí -Porque no podría estar más molesta.-
Mamá sorbió su té y se lo tragó.
-Sí, bueno, la verdad es que tus padres biológicos fueron destruidos por un furioso
movimiento que intentaba eliminar su pueblo de vampiros.-
-¿Vampiros?- Seguramente ella estaba bromeando.
-Sí- Confirmó Mamá. -Vampiros. Tus padres se encontraban entre los vampiros que yo
estaba estudiando en aquel momento.-
Vale, no es inusual escuchar palabras como hadas o el espíritu de la tierra, o incluso
trolls, en mi casa. Me refiero a que la cultura folclórica y las leyendas son uno de los
intereses de mi madre, y mi padre había sido conocido como el huésped ocasional de
un ente divino en su estudio de yoga. Pero ni siquiera mis raros padres creen en los
monstruos de las películas de Hollywood. Ellos no podían creer en serio que mis
padres biológicos se transformaban en murciélagos, o se esfumaban con la luz solar, o
que les crecían grandes colmillos.
-Tú dijiste que estabas estudiando algún tipo de cultura.- Rebatí -Una subcultura con
extraños rituales. . . pero nunca dijiste nada sobre vampiros.-
-Siempre te has dejado llevar por la lógica, _______- Dijo Mamá. -No te gustan las cosas
que no pueden ser explicadas por las matemáticas o por la ciencia. Tu padre y yo
estábamos muy asustados por si la verdad sobre tus padres biológicos te traumatizaba.
Así que decidimos mantenernos callados.-
-¿Me estás diciendo que mis padres biológicos pensaban que eran vampiros?- Mi voz
sonó como un aullido. Mamá asintió.
-Bueno. . . sí.-
-Ellos no solamente pensaban que eran vampiros- Refunfuñó Nick. Él había
recuperado su bota y estaba dando saltitos sobre el otro pie para ponérsela. -Ellos
eran vampiros.- A la vez que yo miraba incrédula y con la boca abierta a nuestro
invitado, el pensamiento más horripilante del mundo cruzó mi mente. Esos rituales a
los que mi madre se refería, relacionados con mis padres biológicos… -Ellos no…
bebían sangre exactamente…- La expresión del rostro de mi madre lo decía todo, y yo
pensé que iba a desmayarme. Mis padres biológicos: desviados y trastornados
bebedores de sangre.
-Sabrosa sustancia- Comentó Nicholas -No tendréis acaso un poco por aquí en lugar de
este té…- Mamá le lanzó una furtiva mirada. Nick frunció el ceño. -No, supongo que
no.-
-La gente no bebe sangre- Insistí con voz chillona y aguda. -¡Y los vampiros no
existen!-
Nick cruzó sus brazos, arrugando la frente.
-Ahí te equivocas.-
-Nicholas, por favor- Dijo Mamá con calma pero usando el tono serio que reservaba para
controlar a los estudiantes. -Dale tiempo a _______ para procesar la información. Ella tiene
que analizar las cosas, lo que le hace resistirse a creer en lo paranormal.-
-¿Es extraño que no crea en lo imposible?- Grité -¿En lo irreal?- En este punto de la
charla, papá regresó con un mohoso pergamino en sus manos.
-A lo largo de la historia, mucha gente se ha resistido a la idea de los no muertos.-
Indicó Papá, extendiendo cuidadosamente el documento sobre la mesa. -Y los finales
de los ochenta fueron un tiempo de devastación para los vampiros en Rumania.
Numerosas purgas cada pocos meses. Centenares de hermosos vampiros muertos. –
Puntuó mi padre.
-Tus padres biológicos, quienes eran muy poderosos en el seno de esa subcultura,
creyeron que estaban destinados a ser destruidos y te pusieron en nuestras manos
antes de ser asesinados, con la esperanza de que te pusiésemos a salvo aquí en los
Estados Unidos.- Añadió Mamá.
-La gente no bebe sangre- Repetí. -No ellos. No visteis a mis padres actuar como
vampiros- Les desafié -Nunca visteis que les creciesen los colmillos o morder cuellos,
¿verdad? Sé que no los visteis hacerlo porque eso nunca sucedió.-
-No- Admitió Mamá, cogiendo mis manos otra vez. -No se nos estaba permitido ese
tipo de acceso.-
-Porque eso nunca sucedió- Repetí.
-No- Intervino Nicholas. -Porque morder es algo muy privado e íntimo. Simplemente no
invitas a la gente a verlo. Los vampiros son una raza muy sensual pero no ofrecen
exhibiciones, gracias a Dios. Somos discretos.-
-Pero no tenemos ninguna razón para creer que alguien nos mintió sobre lo de beber
sangre- Añadió Mamá -Y no es algo sobre lo que estar molesta, ________. Es bastante
normal para ellos. Si hubieses crecido en Rumania con esa subcultura te habría llegado
a parecer cotidiano.- Aparté mis manos de las suyas.
-A mí me parece que no.- Con una profunda mirada, Nick lo resumió pacíficamente.
-Sinceramente, no puedo soportar más esto. La historia es bastante simple. Tú,
Antanasia(antigüo nombre), eres la última de una larga dinastía de poderosos vampiros. Los Dragomirs.
Realeza vampírica.- Eso sí me hizo reír, una loca e histérica risa.
-Venga, vale, realeza vampírica-
-Sí. Realeza. Y esta es la última parte de la historia de la cual tus padres parecen
reacios a contarte- Nicholas se apoyó en la mesa, inclinándose sobre mí, con los brazos
rígidos, mirándome fijamente. -Tú, eres una princesa vampiro, la heredera de la
dinastía Dragomir. Yo soy un príncipe vampiro. El heredero de un clan igual de
poderoso, los Vladescus. Más poderoso diría yo, pero ese no es el asunto. Nosotros
dos fuimos prometidos en una corta ceremonia de compromiso después de nuestros
nacimientos.- Miré a mi madre en busca de ayuda, pero todo lo que dijo ella fue.
-La ceremonia fue muy dramática, muy bien elaborada. En una enorme cueva en los
Montes Cárpatos. Con velas por todos lados.- Decía mi madre. Él le dedicó una mirada
de devoción a mi madre. -Ningún otro explorador había llegado tan lejos.- Los miré
con fiereza.
-¿Estabais allí? ¿En la ceremonia?-
-Oh, conocimos a un montón de vampiros en ese viaje y asistimos a bastantes eventos
culturales muy interesantes- Mamá sonreía al recordar. -Deberías leer mi artículo en el
Journal of Eastern European Folk Culture (Periódico del Este Europeo de La Cultura
Folclórica). Fue un hito como trabajo personal, si se me permite decirlo.-
-Déjame terminar, por favor- Rugió Nick.
-Allí es fácil- Le reprendió Papá gentilmente. -En esta pequeña democracia, todo el
mundo tiene la oportunidad de hablar.-
Desde la mirada de desdén que Nick le lanzó a mi padre, podría decir que él no se
preocupaba mucho por la democracia. El desilusionado Drácula quería continuar su
resumen pacíficamente.
-La ceremonia de desposorio sellará nuestros destinos, Antanasia(AN:Antiguo Nombre). Nos casaremos tan
pronto como tú tengas la edad. Nuestras líneas de sangre se unirán, consolidando la
fuerza de nuestros clanes, finalizando años de rivalidad y guerra.- Sus ojos negros
brillaron y su mirada vagó a la deriva lejos en el tiempo. -Será un momento glorioso
en nuestra historia, cuando nosotros ascendamos al poder. Cinco millones de
vampiros, tu familia y mi familia juntos, bajo un mismo mandato.- Mi supuesto futuro
marido volvió a la realidad y me miró fijamente, aspirando por la nariz. -Yo haré todo
el trabajo pesado, por supuesto, con un sabio criterio.-
-Estás totalmente loco.- Declaré, observando todos los rostros de la sala uno por uno.
-Esto es una locura.- Nick se acercó a mí hasta estar cara a cara. Por primera vez, vi
curiosidad y no desdén o burla o ansias de poder en sus oscuros ojos.
-¿Realmente sería tan repugnante, ________, el estar conmigo?- No sabía exactamente
a qué se refería, pero pensé que hablaba sobre… los dos juntos, no en el sentido
político del matrimonio, sino de un modo romántico.
No dije nada. ¿De verdad pensaba Nick que yo me enamoraría de él solo porque
tenía una cara bonita? ¿Un cuerpo de infarto? ¿Qué me importaría que oliese como la
colonia más sexy y picante que jamás había olido. . .?
-Enseñémosle el pergamino.- Interrumpió papá, rompiendo el momento.
-Sí, es la hora- Mamá estuvo de acuerdo. Casi había olvidado el papel mohoso, pero
ahora Papá se había sentado y desenrollaba el pergamino cuidadosamente, en la
mesa de la cocina. El quebradizo pergamino crujió en cuanto, él lo tocó suavemente
con los dedos. Las palabras, en rumano probablemente, eran ininteligibles para mí,
pero aquello se veía como algún tipo de documento legal, con varias firmas al pie de la
hoja. Mi mirada se movió de un sitio a otro, negándome a mirar más de cerca en aquel
documento sin sentido.
-Lo traduciré- Se ofreció Nicholas levantándose. -A menos que _________ haya estudiado
rumano.-
-Está en mi lista de cosas por hacer- Respondí entre dientes. -Actividades
multilenguaje.-
-Serías lista si empezases a aprender, mi futura novia- Replicó Nick, acercándose
cada vez más a mí, hasta apoyarse sobre mi hombro para leer. Podía sentir su
respiración en mi mejilla. Era inusualmente fría, dulce. En contra de mi buen juicio,
continué aspirando aquella misteriosa colonia, también, entrando profundamente en
mis pulmones. Nick estaba tan cerca, que mi oscuro y rizado cabello acariciaba su
mandíbula, y él distraídamente apartó unos mechones de pelo, sus nudillos rozaron mi
mejilla. El contacto me sobresaltó. La sensación me golpeó de lleno en el estómago.
Si Nick sintió lo mismo que yo, no lo demostró sino que siguió absorto en el
documento. ¿Me estaré volviendo loca esnifando tanta colonia? ¿Me imagino cosas?
Cambié de posición en la silla, intentando no tocarle de nuevo, a la vez que nuestro
arrogante invitado, recorrí la primera línea del pergamino con el dedo.
-Esto declara que tú, ______ Dragomir, estás prometida en matrimonio conmigo,
Nicholas Jonas, tan pronto como alcancemos la madurez a la edad de dieciocho años,
y celebrar las fiestas necesarias que atestigüen este pacto. Una vez llevado a cabo el
matrimonio, nuestros clanes se unirán y vivirán en paz.- Él se volvió. -Como he dicho,
es bastante simple. Y mira: la firma de tu padre adoptivo. Y la de tu madre.- No pude
evitar fulminarles con la mirada cuando él dijo eso, y seguramente no fue suficiente,
las firmas de Mamá y Papá constaban en el documento, junto con otra docena de
nombres rumanos. Traidores. Empujando el pergamino fuera de mi camino, me crucé
de brazos y miré a mis padres.
-¿Cómo pudisteis venderme como si… si fuese… ganado?-
-Nosotros no te vendimos, ________- Me calmó Mamá. -Tú no eras nuestra hija entonces.
Nosotros estábamos allí como testigos en el ritual, en interés de mi investigación. Esto
fue semanas antes de la purga, semanas antes de que te adoptásemos. No teníamos ni
idea, de qué nos depararía el futuro.-
-De todos modos, allí no se vendían vacas- Se mofó Nick. -¿Quién querría ganado?
Tú eres una princesa vampiro. Tu destino no te pertenece a ti completamente.-
Princesa… él sinceramente cree, que soy una princesa vampiro… la extraña, casi
placentera sensación que había sentido cuando él rozó mi mejilla desapareció,
haciendo que la realidad me golpeara de nuevo. Nicholas Jonas era un lunático.
-Si yo fuese un vampiro, querría morder a alguien. Estaría sedienta de sangre.- Dije en
un último intento de razonar y abandonar aquella absurda discusión.
-Encontrarás tu verdadera naturaleza.- Prometió Nick. -Estás entrando en la edad
adecuada. Y cuando yo te muerda por primera vez, entonces te convertirás en un
vampiro. Te he traído un libro, una guía, en el cual te explica todo… - Me levanté tan
rápido que mi silla cayó al suelo, armando un gran escándalo.
-Él no va a morderme.- Interrumpí señalando a Nick con el dedo. -¡Y no voy a ir a
Rumania a casarme con él! ¡No me importa qué tipo de ceremonia de desposorio
tengan ellos!-
-Tú debes honrar el pacto- Rugió Nicholas. No era una sugerencia.
-Ahora no seas dictatorial con nosotros, Nick- Objetó papá arrastrando su silla y
acariciando su barba. -Te lo dije. Esto es una democracia. Tomemos todos, un
pequeño respiro. Como dijo Gandhi: “Debemos convertirnos en el cambio que
queremos ver”-Claramente, Nicholas nunca se había topado con un maestro de la
paciencia antes, porque él parecía dudoso, de la validez de la firma de Papá, todavía
maduro, y totalmente descentrado de la situación.
-¿Y se puede saber qué significa eso?- Preguntó él finalmente.
-Nadie tomará ninguna decisión hoy- Tradujo Mamá. -Es tarde. Todos estamos
cansados y abrumados. De todos modos, Nick, _________ no está preparada para
contraer matrimonio. Ella ni siquiera ha besado a un chico todavía, por el amor de
Dios.- Nick me sonrió con satisfacción, arqueando una ceja.
-¿De verdad? ¿Ningún pretendiente? Que chocante. Yo habría pensado que tus
habilidades con el rastrillo, resultarían atractivas para cierto tipo de soltero aquí en
una granja de campo.- Me quería morir allí mismo. Quería correr al cajón de los
cuchillos, coger el más grande que encontrase, y clavármelo en el corazón. Ser
expuesta como que nunca había sido besada… era casi peor que ser una princesa
vampiro. La cosa del vampiro era una fantasía ridícula, pero mi total falta de
experiencia… era real.
-¡Mamá! ¡Eso es tan vergonzoso! ¿Tenías que contarle eso?- Le reclamé.
-Bueno, _________, es verdad. No quiero que Nick piense que eres algún tipo de joven
mujer experimentada, preparada para el matrimonio.-
-No me aprovecharé.- Prometió Nick seriamente. -Y ella no puede ser forzada a
casarse, por supuesto. Estamos en un nuevo siglo. Desafortunadamente. Pero me temo
que estoy obligado a proseguir este noviazgo hasta que __________ se dé cuenta que su
lugar está a mi lado. Y lo hará.-
-No lo haré.- Protesté. Nick no hizo caso de esto.
-El enlace de nuestros clanes es autorizado por los más viejos y poderosos miembros:
los Ancianos de las familias Jonas y Dragomir. Y los Ancianos siempre siguen su
camino.-
Mamá insistió. -Será la decisión de ________, Nick.-
-Por supuesto- Aunque, la condescendiente media sonrisa de Nick, decía otra cosa.
-¿Dónde me quedaré?- Preguntó Nick.
-¿Quedarte?- Papá se mostró confuso.
-Sí. Dormir- Aclaró Nick. -He realizado un viaje muy largo, aguantado mi primer
embrutecedor día, en la llamada escuela pública aquí, y estoy cansado.-
-Tú no vas a volver a la escuela.- Objeté con pánico. Me había olvidado del instituto.
-¡No te lo permito!-
-Por supuesto que asistiré al instituto- Replicó Nicholas.
-¿Cómo te matriculaste aquí?- Preguntó Mamá.
-Estoy aquí en lo que llaman 'intercambio'- Explicó Nick. -Los Ancianos pensaron que
sería difícil explicar mi larga estancia aquí, de otro modo. A los vampiros no nos gusta
levantar sospechas como puedes imaginar. Nos gusta mezclarnos.-
¿Mezclarnos? ¿Con un abrigo largo de terciopelo en verano? ¿En Lebanon Country,
Pennsylvania? ¿La conservadora fábrica en el corazón de un estado lleno de granjas,
donde la gente tenaz de descendencia germánica todavía piensan, que agujerearse la
orejas es radical y un posible portal al infierno?
-¿Tú eres realmente un estudiante de intercambio?- Gruñó Papá.
-Sí. Tu estudiante de intercambio, para ser exacto.- Aclaró Nick. Mamá levantó una
cautelosa mano.
-Nosotros nunca estuvimos de acuerdo con esto.-
-Exacto- Añadió Papá. -¿No tendríamos que firmar algo? ¿No hay papeleo?- Nick rió.
-Oh, papeleo. Un insignificante detalle resuelto en Rumania. Nadie en su sano juicio
cuestionaría las decisiones del clan Jonas. Es solo una mala forma. Y las
consecuencias de rechazarnos un favor. . .bueno, digamos que la gente en todos lados
tiende a tener sus cuellos lejos de nosotros.-
-Nick, deberías habernos consultado primero- Repuso Mamá. Nixk se encogió
ligeramente de hombros.
-Sí. Bueno, quizás sobrepasamos nuestros límites allí. Pero debéis admitir que es un
honor para vosotros acogerme. Vosotros y yo sabíais que este día llegaría- Papá aclaró
su garganta y miró a mamá.
-Nosotros les hicimos la promesa a los Dragomirs años atrás, de cuando este momento
llegara…-
-Oh, Ned, no sé. Necesitamos tener en cuenta los sentimientos de __________…-
-Hicisteis un juramento a mi familia- Les recordó Nicholas de nuevo. -De todas formas, no
tengo ningún otro sitio al que ir. No regresaré a la llamada posada del pueblo donde
dormí anoche. El tema de todo era el cerdo, por el amor de Dios. Papel de pared de
cerdo (se refiere al color), figuritas de cerdo por todos lados. Y un Jonas no
duerme con cerdos.- Mamá me miró posando sus manos sobre mis hombros
asegurando.
-Supongo que por ahora, Nick puede quedarse en el apartamento para invitados que
hay sobre el garaje, mientras resolvemos esto. ¿De acuerdo,_______? Solo es temporal,
te lo aseguro.-
-Hey, es tu granja- Murmuré sabiendo que había fracasado. Mis padres siempre
adoptan cosas extraviadas. Gatos callejeros, perros abandonados… si fuese un sin
techo, podría vivir en nuestra granja, incluso si tratase de morderte.
Y, así es como un adolescente que reivindicaba ser un vampiro, vino a residir en
nuestro garaje durante el comienzo de mi último año en el instituto. Y no cualquier
vampiro. Mi arrogante y déspota prometido vampiro. La última persona en el infierno,
o del infierno, con la que quería compartir mi paseo al instituto, eso sin añadir que
estaríamos juntos toda la eternidad.
Me tendí despierta en mitad de la noche reflexionando sobre mi arruinada vida. Mis
padres biológicos: miembros de una cultura que juraba beber sangre- y no volvería a
pensar nunca más de quien. No había nada que yo pudiese hacer por ellos, excepto
sacarlos de mi mente. Su historia podía quedar y quedaría escondida en el pasado.
Pero el futuro… todo lo que yo quería era una oportunidad para salir con Jake Zinn, un
chico normal, y en vez de eso había conseguido un prometido friki, viviendo en mi
garaje. Y, por si fuera poco, todo el mundo en el instituto, pensaba ya que mi familia
era suficientemente rara, con el yoga de mi padre y su improductiva, orgánica, anticárnica
granja, y mi madre siendo el sostén de la familia, estudiando para hacer creer
en galimatías (cosas sin sentido). Y ahora… ahora sería realmente una paria. La chica
del instituto comprometida con el demonio. Y qué demonio.
Tumbada en la cama, no podía parar de rememorar el olor de la colonia de Nick,
como si él la hubiese derramado a mi lado. El poder que había desprendido a cada
paso en mi clase de Literatura. El contacto de sus dedos contra mi mejilla. Y su
afirmación de ese día, que él clavaría sus dientes en mí. Dios, que psicópata.
Me destapé, me incorporé y eché las cortinas a un lado, mirando por la ventana en
dirección al garaje. Una luz seguía prendida en el segundo piso. Nicholas estaba
despierto. ¿Haciendo qué?
Tragando saliva, me dejé caer sobre mi almohada y cubrí mi garganta fuertemente con
las mantas, mi tierna, vulnerable y todavía no, besada garganta, medio deseando y
medio temiendo que llegase la mañana...
CAPITULOOO LARRRRRRRRRRRRGO espero y les haya gustado.
Julie
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
diooos ahcia tiempo que no pasaba me enacnatoel cap creo que si a mi me pasara eso moriria cde miedo siguela pronto porfis me encanta
lovely last
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
sigueeee....a mi me encanta....!!!! <3 perdon por no pasar antes tengo pruebas mañana y he estado ocupadisima con mis deberes xD siguee...
Bianca
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
Lpos iento por no haber subido antes :c son los días finales de mi escuela y hemos estado presentando como 5000000! examenes mo exagero_:3 bueno un poquito(: ahora les subo.
~J u l i e
~J u l i e
Julie
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
Capítulo 7
Querido tío Vasile:
Te escribo desde mi desván, sobre el garaje de los Packwood, donde me estoy quedando, no se
diferencia mucho de algún tipo de automóvil no deseado o de alguna clase de equipaje olvidado,
no hay duda de que respirar este olor a rancio del vehículo, agota día y noche.
Aunque solo llevo aquí unas semanas. Extraño el esplendor rugoso de Cárpatos, la manera en que
aúllan los lobos en la noche, glacial y hermosa. Solo cuando se está en un lugar que carece de
peligro o misterio, puede uno entender cuanto extraña los lugares más oscuros del mundo.
Aquí, solo se preocupan de no chocar en los estrechos caminos con una carreta sobrecargada de
heno (¡y la gente dice que Rumania está atrasada!) o si habrá algún programa bueno en la
televisión en la noche. (Los Packwood han sido lo suficientemente amables para proporcionarme
una televisión aquí fuera en mí exilio, en el jardín trasero, en la cual solo puedo ver la
americanidad de “Whoopee”
Pero por supuesto soy consciente de que no estoy aquí por la diversión, las artes, o la arquitectura
(¿Podré ser de nuevo feliz, en nuestro altísimo castillo gótico después de caminar, por los pasillos
del Woodrow Wilson High School, una oda literal al linóleo?) ni tampoco debería centrarme en la
cocina. (En serio, Vasile-vegetarianos) o la excitante conversación de mis compañeros de clase (La
palabra gustar ha llegado a ser completamente desagradable.)
Pero paso del tema.
La chica, Vasile. La chica. Imagina mi conmoción al encontrarme a mi futura esposa, mi
“princesa”, hasta las rodillas de excrementos de animal, gritando desde más allá del granero e
intentando apuñalarme con un utensilio de granja, como una mano demente estable. No dirigiré
el hecho de que el excremento de caballo parece permanentemente incrustado en sus botas de
hombre; es probablemente a causa de los malos métodos de educarla.
A pesar de todo, ella es grosera. No coopera. Carece de cualquier interés sobre su cultura, y en
cuanto a su deber, su destino, la rara oportunidad que se le ha ofrecido por el simple hecho de su
nacimiento.
En resumen, __________ Packwood no es un vampiro. Vivir en América, parece haber eliminado de
nuestra princesa, todo rastro de sangre real que sabemos, debe correr por sus venas desde su
nacimiento. Ella ha recibido una terrible diálisis de cultura, así habla.
Bendecida con el negro y rizado cabello que hace tan distinta a las mujeres rumanas, ella alisa y
engrasa su pelo sometiéndolo en un vano intento de parecer como el resto de las adolescentes
americanas. ¿Pero por qué ser solo alguien más?
Y su sentido de la moda… ¿Cuántas clases de vaqueros puede haber aquí? Y las camisetas con
los caballos y los juegos de palabras relacionados con la aritmética… ¿En serio esto es “Hip2b2”
(es una Web sobre ciencias y cosas de estudios)? ¿Le haría mucho daño ponerse un vestido? ¿Y
sonreír?
Vasile, comprendo que estoy ligado a mi honor a mantener una relación con esta joven mujer,
¿pero de verdad ella puede dirigir nuestras legiones? Y para ambos compartir algún tipo de
intimidad física… Cualquier detalle que puedas proporcionarme respecto a ese asunto sería
gratamente apreciado.
Sabes que siempre estoy mereciendo “ser uno del equipo”, una nueva expresión que he aprendido
aquí; como cualquier otra, pero honestamente, todo esto se me escapa un poco de las manos.
¿Estamos totalmente en lo cierto de que habrá guerra entre los clanes si el contrato no es
cumplido? Si estamos hablando solo de unas pérdidas mínimas, digo que deberíamos hablar sobre
el pacto del matrimonio. Pero, por supuesto, tu opinión debe prevalecer.
Entretanto, yo continuaré mis, lejos de dar sus frutos, esfuerzos a educar y comprometer a esta
imposible mujer americana, en ese orden. Pero, por favor, Vasile, considera mis intereses.
Tu sobrino, ligado al deber,
Nicholas Jonas.
P.S. He sido reclutado para el equipo de baloncesto. ¡El entrenador dice que podría ser una
estrella!
Querido tío Vasile:
Te escribo desde mi desván, sobre el garaje de los Packwood, donde me estoy quedando, no se
diferencia mucho de algún tipo de automóvil no deseado o de alguna clase de equipaje olvidado,
no hay duda de que respirar este olor a rancio del vehículo, agota día y noche.
Aunque solo llevo aquí unas semanas. Extraño el esplendor rugoso de Cárpatos, la manera en que
aúllan los lobos en la noche, glacial y hermosa. Solo cuando se está en un lugar que carece de
peligro o misterio, puede uno entender cuanto extraña los lugares más oscuros del mundo.
Aquí, solo se preocupan de no chocar en los estrechos caminos con una carreta sobrecargada de
heno (¡y la gente dice que Rumania está atrasada!) o si habrá algún programa bueno en la
televisión en la noche. (Los Packwood han sido lo suficientemente amables para proporcionarme
una televisión aquí fuera en mí exilio, en el jardín trasero, en la cual solo puedo ver la
americanidad de “Whoopee”
Pero por supuesto soy consciente de que no estoy aquí por la diversión, las artes, o la arquitectura
(¿Podré ser de nuevo feliz, en nuestro altísimo castillo gótico después de caminar, por los pasillos
del Woodrow Wilson High School, una oda literal al linóleo?) ni tampoco debería centrarme en la
cocina. (En serio, Vasile-vegetarianos) o la excitante conversación de mis compañeros de clase (La
palabra gustar ha llegado a ser completamente desagradable.)
Pero paso del tema.
La chica, Vasile. La chica. Imagina mi conmoción al encontrarme a mi futura esposa, mi
“princesa”, hasta las rodillas de excrementos de animal, gritando desde más allá del granero e
intentando apuñalarme con un utensilio de granja, como una mano demente estable. No dirigiré
el hecho de que el excremento de caballo parece permanentemente incrustado en sus botas de
hombre; es probablemente a causa de los malos métodos de educarla.
A pesar de todo, ella es grosera. No coopera. Carece de cualquier interés sobre su cultura, y en
cuanto a su deber, su destino, la rara oportunidad que se le ha ofrecido por el simple hecho de su
nacimiento.
En resumen, __________ Packwood no es un vampiro. Vivir en América, parece haber eliminado de
nuestra princesa, todo rastro de sangre real que sabemos, debe correr por sus venas desde su
nacimiento. Ella ha recibido una terrible diálisis de cultura, así habla.
Bendecida con el negro y rizado cabello que hace tan distinta a las mujeres rumanas, ella alisa y
engrasa su pelo sometiéndolo en un vano intento de parecer como el resto de las adolescentes
americanas. ¿Pero por qué ser solo alguien más?
Y su sentido de la moda… ¿Cuántas clases de vaqueros puede haber aquí? Y las camisetas con
los caballos y los juegos de palabras relacionados con la aritmética… ¿En serio esto es “Hip2b2”
(es una Web sobre ciencias y cosas de estudios)? ¿Le haría mucho daño ponerse un vestido? ¿Y
sonreír?
Vasile, comprendo que estoy ligado a mi honor a mantener una relación con esta joven mujer,
¿pero de verdad ella puede dirigir nuestras legiones? Y para ambos compartir algún tipo de
intimidad física… Cualquier detalle que puedas proporcionarme respecto a ese asunto sería
gratamente apreciado.
Sabes que siempre estoy mereciendo “ser uno del equipo”, una nueva expresión que he aprendido
aquí; como cualquier otra, pero honestamente, todo esto se me escapa un poco de las manos.
¿Estamos totalmente en lo cierto de que habrá guerra entre los clanes si el contrato no es
cumplido? Si estamos hablando solo de unas pérdidas mínimas, digo que deberíamos hablar sobre
el pacto del matrimonio. Pero, por supuesto, tu opinión debe prevalecer.
Entretanto, yo continuaré mis, lejos de dar sus frutos, esfuerzos a educar y comprometer a esta
imposible mujer americana, en ese orden. Pero, por favor, Vasile, considera mis intereses.
Tu sobrino, ligado al deber,
Nicholas Jonas.
P.S. He sido reclutado para el equipo de baloncesto. ¡El entrenador dice que podría ser una
estrella!
Julie
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
jolin que estupido es nickolas sin ofenderlo pobre rallys siguela pronto plis
lovely last
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
Lo se pobre rayis :'c ahora mismo supo cap para saber que pasa :)lovely last escribió:jolin que estupido es nickolas sin ofenderlo pobre rallys siguela pronto plis
Julie
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
weeeeee si caaap yo quiero cap es que si ami me trataran asi yo llo mato aunque sea vampiro jajajaja
lovely last
Re: La guia de _______ para citas con el lado oscuro{Nick&Tu}
Capítulo 8
-No puedo hacerlo- Se quejó Mindy, tachando otra respuesta errónea.
-Estos problemas no son tan difíciles- Dije, agradecida de que ese fuese el último año
en que fuese la tutora de Mindy en Matemáticas. El Cálculo la confundía totalmente,
conseguíamos sacarnos de los nervios la una a la otra. Probablemente no ayudaba
mucho que en mi habitación hiciese un calor insoportable. No importaba cuanto
suplicase, Papá se negaba a instalar un aire acondicionado, diciendo que malgastaba
energía. Cogí el libro de texto y empecé a leer. -Dos hombres viajan en tren, uno sale
de la estación
-Nadie usa, tren ya- Proclamó Mindy. -¿Por qué tenemos siempre que hablar sobre
trenes? ¿Por qué no aviones?- Levanté la vista del libro.
-Eres imposible de enseñar.- Mindy cerró su libreta de un golpe seco.
-Hablando de enseñar, ¿qué tal Nicholas en clase? Mrs. Wilhelm casi tuvo un orgasmo
cuando él se levantó y recitó esa estrofa de Hamlet.- Ella se detuvo. -Él lo hizo casi
interesante, para un juego sobre Dinamarca.-
-Volviendo al problema…- La interrumpí. -¿Dónde está Lukey, de cualquier modo?-
Mindy abandonó Cálculo enteramente, cojeando por mi cama para asomarse a la
ventana abierta. Ella echó las cortinas a un lado. -Nic....holas.- Arrullaba Mindy. -Ven
fuera y juega… Mindy quiere verte…-
-No, por favor, no lo llames- Pedí.
-Solo una miradita a esos sexys ojos café…- Mindy dirigió su mirada en dirección
opuesta. -Alguien viene. Hay una camioneta en tu carretera.-
-¿Quién es?- Pregunté, no muy preocupada. Probablemente uno de los estudiantes de
yoga de Papá que llegaba temprano a clase. Oí el sonido de los neumáticos en la
grava, luego un motor apagarse. Mi mejor amiga se giró en redondo, cerrando las
cortinas.
-Jake. Es la camioneta azul de Jake.- La ha aparcado al lado de la cuadra.
-¿Jake?- Traté de actuar de forma indiferente. -Oh, solo es nuestro encargo de heno. Lo
compramos en la granja de Jake. Él lo descarga y está listo en pocos minutos.-
-Oh.- Mindy procesó esto, entonces se dio la vuelta, asomó su cabeza por la ventana, y
vociferó -¡Hey, Jake! ¡Bajamos enseguida!- No, ella no hizo eso.
-¡Mindy! Llevo puesta una camiseta con un agujero. ¡Y tampoco llevo maquillaje
encima!-
-Te ves estupenda - Ella hizo caso omiso de mis protestas, tirándome del brazo. -De
todos modos, le dije que estábamos bajando. Derrotada, la dejé que me arrastrase
escaleras abajo y salimos.
-Voy a matarte.- Mindy me ignoró.
-Está sin camiseta- Murmuró, arrastrándome por la tierra hacia la camioneta de Jake. Él
estaba de espaldas, depositando los sacos en el suelo. -¡Mira esos músculos!- Le
pellizqué el brazo.
-No puedo hacerlo- Se quejó Mindy, tachando otra respuesta errónea.
-Estos problemas no son tan difíciles- Dije, agradecida de que ese fuese el último año
en que fuese la tutora de Mindy en Matemáticas. El Cálculo la confundía totalmente,
conseguíamos sacarnos de los nervios la una a la otra. Probablemente no ayudaba
mucho que en mi habitación hiciese un calor insoportable. No importaba cuanto
suplicase, Papá se negaba a instalar un aire acondicionado, diciendo que malgastaba
energía. Cogí el libro de texto y empecé a leer. -Dos hombres viajan en tren, uno sale
de la estación
-Nadie usa, tren ya- Proclamó Mindy. -¿Por qué tenemos siempre que hablar sobre
trenes? ¿Por qué no aviones?- Levanté la vista del libro.
-Eres imposible de enseñar.- Mindy cerró su libreta de un golpe seco.
-Hablando de enseñar, ¿qué tal Nicholas en clase? Mrs. Wilhelm casi tuvo un orgasmo
cuando él se levantó y recitó esa estrofa de Hamlet.- Ella se detuvo. -Él lo hizo casi
interesante, para un juego sobre Dinamarca.-
-Volviendo al problema…- La interrumpí. -¿Dónde está Lukey, de cualquier modo?-
Mindy abandonó Cálculo enteramente, cojeando por mi cama para asomarse a la
ventana abierta. Ella echó las cortinas a un lado. -Nic....holas.- Arrullaba Mindy. -Ven
fuera y juega… Mindy quiere verte…-
-No, por favor, no lo llames- Pedí.
-Solo una miradita a esos sexys ojos café…- Mindy dirigió su mirada en dirección
opuesta. -Alguien viene. Hay una camioneta en tu carretera.-
-¿Quién es?- Pregunté, no muy preocupada. Probablemente uno de los estudiantes de
yoga de Papá que llegaba temprano a clase. Oí el sonido de los neumáticos en la
grava, luego un motor apagarse. Mi mejor amiga se giró en redondo, cerrando las
cortinas.
-Jake. Es la camioneta azul de Jake.- La ha aparcado al lado de la cuadra.
-¿Jake?- Traté de actuar de forma indiferente. -Oh, solo es nuestro encargo de heno. Lo
compramos en la granja de Jake. Él lo descarga y está listo en pocos minutos.-
-Oh.- Mindy procesó esto, entonces se dio la vuelta, asomó su cabeza por la ventana, y
vociferó -¡Hey, Jake! ¡Bajamos enseguida!- No, ella no hizo eso.
-¡Mindy! Llevo puesta una camiseta con un agujero. ¡Y tampoco llevo maquillaje
encima!-
-Te ves estupenda - Ella hizo caso omiso de mis protestas, tirándome del brazo. -De
todos modos, le dije que estábamos bajando. Derrotada, la dejé que me arrastrase
escaleras abajo y salimos.
-Voy a matarte.- Mindy me ignoró.
-Está sin camiseta- Murmuró, arrastrándome por la tierra hacia la camioneta de Jake. Él
estaba de espaldas, depositando los sacos en el suelo. -¡Mira esos músculos!- Le
pellizqué el brazo.
Julie
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