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"Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
SABIA QUE HABIA SIDO CLIVE
LO SABIA
AAA JOE COMO PUDISTE SER TAN TONTO????
ELLA TE AAMA Y TU LA HECHAS
NOOOOO T
TIENE QUE RECUPERARLAAA
LO SABIA
AAA JOE COMO PUDISTE SER TAN TONTO????
ELLA TE AAMA Y TU LA HECHAS
NOOOOO T
TIENE QUE RECUPERARLAAA
berenice_89
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
:shock!!
estupido clive! y jospeh eres un tarado!!! :x
dios mio porfavor siguela!!!!! necesito mas cpas!! amo tu nove!! siguela sii=???
estupido clive! y jospeh eres un tarado!!! :x
dios mio porfavor siguela!!!!! necesito mas cpas!! amo tu nove!! siguela sii=???
helado00
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
Seguila esta increible..
me cae horrible clive...
espero que se soluciones gtodo, aunque Joe haya tratado como las pelotas a la rayis.. se merecen ser felices (:
me cae horrible clive...
espero que se soluciones gtodo, aunque Joe haya tratado como las pelotas a la rayis.. se merecen ser felices (:
vale_ana
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
Capitulo 53
Joe salió del despacho de Sam muy aturdido. ¡______ no había robado los artículos! Y si no lo había hecho, ¿por qué no se defendió cuando él la acusó delante de todos? «Sí lo hizo, cretino, pero tú no quisiste escucharla —le dijo una voz dentro de su cabeza—. Y tampoco quisiste creerla.»
No tenía ni idea de lo que Sam decidiría hacer con Clive, y la verdad era que le daba igual. Lo único que le importaba era que ella no lo había utilizado y, de algún modo, saber eso hizo que su corazón volviera a latir de nuevo.
Llegó a The Scope y, cuando le dijo a la recepcionista que Joe Jonas quería hablar con el señor Gainsborough, ella le respondió que podía subir, que el señor Gainsborough lo esperaba en su despacho. Había sido mucho más fácil de lo que se imaginaba. Llegó arriba y Steve abrió la puerta antes de que él pudiera golpearla para entrar.
—¡Joe! Me alegro mucho de verte. —Steve le tendió la mano amistoso.
Joe no entendía nada.
—¿______ no está contigo? —Cada vez estaba más perdido.
—¿Sabes? Me alegro de que por fin ella y Nana te hayan contado lo del artículo de tu padre. A mí no acababa de gustarme la idea de publicarlo sin que tú pudieras verlo antes.
—¿El artículo de mi padre? —Joe empezó a sudar y a marearse, y su cara debió de perder color porque Steve le ofreció que se sentara y le trajo un vaso de agua.
—No sabes de qué estoy hablando. —No era una pregunta sino una afirmación.
—No tengo ni idea. —Joe bebió agua y se frotó la cara—. Pero me encantaría saberlo.
Steve se sentó en su silla y lo miró preocupado, luego abrió un cajón del escritorio y sacó una carpeta.
—Mira esto. —Empujó la carpeta hacia él.
—¿Qué es? —preguntó Joe ansioso, y empezó a hojear los papeles.
—Hace unas semanas, ______ me llamó y me dijo que quería hablar conmigo sobre Rupert.
Al oír el nombre de su padre, Joe levantó la cabeza.
—No sé si te acordarás —continuó Steve—, pero tu padre era mi mejor amigo. Como comprenderás, me intrigó mucho que, tantos años después de su muerte, alguien quisiera hablar de él, así que acepté reunirme con ella.
Joe bebió un poco más de agua y murmuró:
—En el café Meridien.
—Exacto, ¿cómo lo sabes? —preguntó Steve curioso, pero al ver que Joe no contestaba, siguió con su historia—. Esa tarde, me contó que ella y Nana estaban preocupadas por ti y por el recuerdo que tienes de tu padre. —Hizo una pausa—. Eres muy afortunado de que las dos te quieran tanto.
Joe se sonrojó al oír cómo ese hombre, al que casi no conocía, le recordaba lo estúpido que había sido.
—La verdad —continuó Steve— es que yo siempre había lamentado no haber sido capaz de ayudar más a Rupert. Él era un gran periodista y no se merecía acabar como acabó. Así que, entre los tres, tuvimos una idea; publicar un reportaje sobre tu padre.
Joe sentía cómo empezaban a escocerle los ojos y Steve se levantó de su silla para colocarse a su lado.
—Siento no haberlo hecho antes —dijo Steve también emocionado—, y siento no haber tratado de hablar contigo durante todos estos años. Creía que tú no te habías enterado de todo eso. —Tras unos instantes en silencio, añadió—: En fin, el miércoles pasado ______ me entregó unas fotografías tuyas para añadir al artículo y yo le dije que creía que lo mejor sería que tú lo supieras todo antes de que apareciera publicado, pero ella y Nana querían darte una sorpresa.
—El miércoles fuiste a mi casa a recoger las fotografías. —A Joe le costaba pronunciar cada palabra.
—Sí. —Steve cogió la carpeta—. El artículo va a quedar así. —Le dio tres hojas—. Si a ti, a Nana y a ______ os parece bien, esta misma tarde lo mandaré ya como definitivo.
Joe cogió las hojas y empezó a leer. El reportaje era perfecto; en él se repasaban los logros de su padre como periodista, había extractos de sus mejores artículos y también se hablaba de él como persona sin caer en la sensiblería ni en el cotilleo. Había unas fotografías de Rupert de joven y un par de mayor en las que también aparecía Joe, una de pequeño y otra de cuando tenía veinte años, sentados juntos delante de una chimenea, charlando. Ésa siempre había sido una de sus favoritas. En ese instante, Joe comprendió que su padre había sido mucho más que un hombre enfermo y derrotado. Había sido un gran periodista, un gran padre y, tal como había dicho ______, un hombre valiente que se atrevió a sentir. Joe se avergonzó de haberlo utilizado como excusa para no entregarse nunca a nadie.
—¿Qué te parece? —le preguntó Steve, obligándolo a salir de su ensimismamiento.
—Es perfecto. —Joe no levantó la vista del artículo—. No sé cómo darte las gracias.
—No tienes que hacerlo —respondió Steve—. Me conformo con que cenemos los cinco. —Al ver que Joe tampoco sabía nada de esa cena, le explicó—: Nana ha organizado una cena, y mi mujer está impaciente por conoceros a ti y a ______. Así celebraremos juntos la publicación del reportaje de Rupert y brindaremos por él.
Joe no tuvo valor de decirle que ______ no iba a estar en esa cena. ¡Era un imbécil! ¿Cómo diablos se había equivocado tanto? Lo que Steve le dijo a continuación, acabó por hundirlo en la miseria.
—Casi se me olvida. —Steve se levantó y se dirigió a su ordenador—. ______ también me contó lo de los artículos robados. Lamento no haberlo sabido antes, pero hoy mismo he descubierto quién es la culpable.
Joe ya no sabía cómo dejar de sudar; ______ no sólo lo había ayudado a recuperar a su padre, sino que también había salvado la revista. Nunca podría perdonar lo que él le había hecho.
—Nosotros hoy hemos averiguado quién robaba los artículos en The Whiteboard—dijo Joe.
—Clive Abbot —lo interrumpió Steve—. Lo sé. Una de mis editoras, ahora ya ex editora, aceptó ciertos valiosos regalos a cambio de publicar esos artículos en nuestra revista. Ella y Clive habían mantenido una relación hace un par de años.
Joe estaba petrificado, pero logró preguntar:
—¿Qué has hecho con ella?
—La he despedido. —Steve se frotó la cara con las manos—. No puedo hacer nada más, pero si vosotros tenéis intención de iniciar algún proceso legal, podéis contar con toda mi ayuda.
—Gracias.
—Como ya te he dicho, lamento no haberme dado cuenta antes de que pasaba algo raro.
Joe levantó la mano para quitarle importancia al comentario.
—¿Os va bien quedar a las siete? —preguntó Steve mirando su agenda—. Conozco un restaurante precioso donde podríamos cenar. A tu padre le encantaba.
—¿A las siete? —Joe estaba tan aturdido que no podía pensar.
—Dentro de dos semanas. El viernes. Para celebrar lo del artículo. —Steve lo miraba con una sonrisa en los labios—. Cuando frunces el cejo te pareces más a Rupert.
—Sí, a las siete está bien. —Joe se levantó—. Allí estaremos. —Ojalá estuviera diciendo la verdad—. Gracias por todo, Steve. —Le tendió la mano.
—De nada. —Steve le dio un afectuoso apretón, lo acompañó hasta la salida y añadió—. Saluda a Nana y a ______ de mi parte, y diles que estoy impaciente por verlas.
—Se lo diré —respondió Joe. Él también estaba impaciente por verlas.
Joe salió del despacho de Sam muy aturdido. ¡______ no había robado los artículos! Y si no lo había hecho, ¿por qué no se defendió cuando él la acusó delante de todos? «Sí lo hizo, cretino, pero tú no quisiste escucharla —le dijo una voz dentro de su cabeza—. Y tampoco quisiste creerla.»
No tenía ni idea de lo que Sam decidiría hacer con Clive, y la verdad era que le daba igual. Lo único que le importaba era que ella no lo había utilizado y, de algún modo, saber eso hizo que su corazón volviera a latir de nuevo.
Llegó a The Scope y, cuando le dijo a la recepcionista que Joe Jonas quería hablar con el señor Gainsborough, ella le respondió que podía subir, que el señor Gainsborough lo esperaba en su despacho. Había sido mucho más fácil de lo que se imaginaba. Llegó arriba y Steve abrió la puerta antes de que él pudiera golpearla para entrar.
—¡Joe! Me alegro mucho de verte. —Steve le tendió la mano amistoso.
Joe no entendía nada.
—¿______ no está contigo? —Cada vez estaba más perdido.
—¿Sabes? Me alegro de que por fin ella y Nana te hayan contado lo del artículo de tu padre. A mí no acababa de gustarme la idea de publicarlo sin que tú pudieras verlo antes.
—¿El artículo de mi padre? —Joe empezó a sudar y a marearse, y su cara debió de perder color porque Steve le ofreció que se sentara y le trajo un vaso de agua.
—No sabes de qué estoy hablando. —No era una pregunta sino una afirmación.
—No tengo ni idea. —Joe bebió agua y se frotó la cara—. Pero me encantaría saberlo.
Steve se sentó en su silla y lo miró preocupado, luego abrió un cajón del escritorio y sacó una carpeta.
—Mira esto. —Empujó la carpeta hacia él.
—¿Qué es? —preguntó Joe ansioso, y empezó a hojear los papeles.
—Hace unas semanas, ______ me llamó y me dijo que quería hablar conmigo sobre Rupert.
Al oír el nombre de su padre, Joe levantó la cabeza.
—No sé si te acordarás —continuó Steve—, pero tu padre era mi mejor amigo. Como comprenderás, me intrigó mucho que, tantos años después de su muerte, alguien quisiera hablar de él, así que acepté reunirme con ella.
Joe bebió un poco más de agua y murmuró:
—En el café Meridien.
—Exacto, ¿cómo lo sabes? —preguntó Steve curioso, pero al ver que Joe no contestaba, siguió con su historia—. Esa tarde, me contó que ella y Nana estaban preocupadas por ti y por el recuerdo que tienes de tu padre. —Hizo una pausa—. Eres muy afortunado de que las dos te quieran tanto.
Joe se sonrojó al oír cómo ese hombre, al que casi no conocía, le recordaba lo estúpido que había sido.
—La verdad —continuó Steve— es que yo siempre había lamentado no haber sido capaz de ayudar más a Rupert. Él era un gran periodista y no se merecía acabar como acabó. Así que, entre los tres, tuvimos una idea; publicar un reportaje sobre tu padre.
Joe sentía cómo empezaban a escocerle los ojos y Steve se levantó de su silla para colocarse a su lado.
—Siento no haberlo hecho antes —dijo Steve también emocionado—, y siento no haber tratado de hablar contigo durante todos estos años. Creía que tú no te habías enterado de todo eso. —Tras unos instantes en silencio, añadió—: En fin, el miércoles pasado ______ me entregó unas fotografías tuyas para añadir al artículo y yo le dije que creía que lo mejor sería que tú lo supieras todo antes de que apareciera publicado, pero ella y Nana querían darte una sorpresa.
—El miércoles fuiste a mi casa a recoger las fotografías. —A Joe le costaba pronunciar cada palabra.
—Sí. —Steve cogió la carpeta—. El artículo va a quedar así. —Le dio tres hojas—. Si a ti, a Nana y a ______ os parece bien, esta misma tarde lo mandaré ya como definitivo.
Joe cogió las hojas y empezó a leer. El reportaje era perfecto; en él se repasaban los logros de su padre como periodista, había extractos de sus mejores artículos y también se hablaba de él como persona sin caer en la sensiblería ni en el cotilleo. Había unas fotografías de Rupert de joven y un par de mayor en las que también aparecía Joe, una de pequeño y otra de cuando tenía veinte años, sentados juntos delante de una chimenea, charlando. Ésa siempre había sido una de sus favoritas. En ese instante, Joe comprendió que su padre había sido mucho más que un hombre enfermo y derrotado. Había sido un gran periodista, un gran padre y, tal como había dicho ______, un hombre valiente que se atrevió a sentir. Joe se avergonzó de haberlo utilizado como excusa para no entregarse nunca a nadie.
—¿Qué te parece? —le preguntó Steve, obligándolo a salir de su ensimismamiento.
—Es perfecto. —Joe no levantó la vista del artículo—. No sé cómo darte las gracias.
—No tienes que hacerlo —respondió Steve—. Me conformo con que cenemos los cinco. —Al ver que Joe tampoco sabía nada de esa cena, le explicó—: Nana ha organizado una cena, y mi mujer está impaciente por conoceros a ti y a ______. Así celebraremos juntos la publicación del reportaje de Rupert y brindaremos por él.
Joe no tuvo valor de decirle que ______ no iba a estar en esa cena. ¡Era un imbécil! ¿Cómo diablos se había equivocado tanto? Lo que Steve le dijo a continuación, acabó por hundirlo en la miseria.
—Casi se me olvida. —Steve se levantó y se dirigió a su ordenador—. ______ también me contó lo de los artículos robados. Lamento no haberlo sabido antes, pero hoy mismo he descubierto quién es la culpable.
Joe ya no sabía cómo dejar de sudar; ______ no sólo lo había ayudado a recuperar a su padre, sino que también había salvado la revista. Nunca podría perdonar lo que él le había hecho.
—Nosotros hoy hemos averiguado quién robaba los artículos en The Whiteboard—dijo Joe.
—Clive Abbot —lo interrumpió Steve—. Lo sé. Una de mis editoras, ahora ya ex editora, aceptó ciertos valiosos regalos a cambio de publicar esos artículos en nuestra revista. Ella y Clive habían mantenido una relación hace un par de años.
Joe estaba petrificado, pero logró preguntar:
—¿Qué has hecho con ella?
—La he despedido. —Steve se frotó la cara con las manos—. No puedo hacer nada más, pero si vosotros tenéis intención de iniciar algún proceso legal, podéis contar con toda mi ayuda.
—Gracias.
—Como ya te he dicho, lamento no haberme dado cuenta antes de que pasaba algo raro.
Joe levantó la mano para quitarle importancia al comentario.
—¿Os va bien quedar a las siete? —preguntó Steve mirando su agenda—. Conozco un restaurante precioso donde podríamos cenar. A tu padre le encantaba.
—¿A las siete? —Joe estaba tan aturdido que no podía pensar.
—Dentro de dos semanas. El viernes. Para celebrar lo del artículo. —Steve lo miraba con una sonrisa en los labios—. Cuando frunces el cejo te pareces más a Rupert.
—Sí, a las siete está bien. —Joe se levantó—. Allí estaremos. —Ojalá estuviera diciendo la verdad—. Gracias por todo, Steve. —Le tendió la mano.
—De nada. —Steve le dio un afectuoso apretón, lo acompañó hasta la salida y añadió—. Saluda a Nana y a ______ de mi parte, y diles que estoy impaciente por verlas.
—Se lo diré —respondió Joe. Él también estaba impaciente por verlas.
Nani Jonas
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
Ahii no!! :( :( :(
Sentí horrible al leer este CAP!!
Ahhhh plis tienes que seguiría
Necesito mas de tu maravillosa novela
Que va hacer ahora Joe???
Siguelaaaaaaa!!
Sentí horrible al leer este CAP!!
Ahhhh plis tienes que seguiría
Necesito mas de tu maravillosa novela
Que va hacer ahora Joe???
Siguelaaaaaaa!!
Karli Jonas
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
ahhhh joe idiota!!!!
debias creele a la rayita!!!!!pero nooo
no le criets!!!
ahhhh
siguelaaaaaaaaaaaaa
debias creele a la rayita!!!!!pero nooo
no le criets!!!
ahhhh
siguelaaaaaaaaaaaaa
jamileth
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
DIOS!
no sabes cuanto he llorado :(
como fue tan tonto , aun no me lo explico :x
pero tienes que seguirla por favor! :cheers:
no sabes cuanto he llorado :(
como fue tan tonto , aun no me lo explico :x
pero tienes que seguirla por favor! :cheers:
fernanda
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
ahora si Joe sientete como un idiota :x
Por no dejar que la rayiz te explicara
Ahora la has perdido
Siguela!!!
Por no dejar que la rayiz te explicara
Ahora la has perdido
Siguela!!!
aranzhitha
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
dios mio :(
joseph eres un completo tonto!!!
aghhh y todo por no poder escuchar siquiera unos segudnos a la muejr que supuestamente amas!! aghhh hombres!!! :x
pfff solo paso para decirte que me encanta la nove y que la sigas pronto porfa! no puedo esperar a ver que pasa!!
joseph eres un completo tonto!!!
aghhh y todo por no poder escuchar siquiera unos segudnos a la muejr que supuestamente amas!! aghhh hombres!!! :x
pfff solo paso para decirte que me encanta la nove y que la sigas pronto porfa! no puedo esperar a ver que pasa!!
helado00
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