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"Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
awww que lindo
Pero Joe como la dejo sola al final se pasa
Siguela!!!
Pero Joe como la dejo sola al final se pasa
Siguela!!!
aranzhitha
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
olaaaa nueva lectora...y vieja a la vez
ahhh me a nkntado toda la nove....
ahhh xfa nani siguela!!!!!
necesito saber mas ....
siguela!!!!
siguela!!!!!!!!!!!! :bounce: :bounce:
ahhh me a nkntado toda la nove....
ahhh xfa nani siguela!!!!!
necesito saber mas ....
siguela!!!!
siguela!!!!!!!!!!!! :bounce: :bounce:
jamileth
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
AAAAHHHHHH ME ENCANTO...
Fue demasiado Hot pero tierno a la vez..
espero que Joe se la juegue por la rayis
es obvio que estan hechos para estar juntos
(: seguila pronto
Fue demasiado Hot pero tierno a la vez..
espero que Joe se la juegue por la rayis
es obvio que estan hechos para estar juntos
(: seguila pronto
vale_ana
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
Entonses ya están juntos ?
No entendí muy bien
Siguelaaaa ;)
☎ Jimena Horan ♥
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
Capitulo 33
Joseph estaba sentado en el suelo del cuarto de baño, con la espalda contra la puerta y la cabeza entre las rodillas. Dios, ¿qué había sido aquello? No sólo acababa de tener el mejor sexo de toda su vida, había habido un momento en que creyó que mataría al que intentara separarlo de ella. No podía dejar de pensar que tenía que serenarse, que tenía que recuperar el control.
—Seré idiota —se autocensuró Joe—. Estaba convencido de que si nos acostábamos todo se iba a normalizar, que yo volvería a ser yo, y mírame, aquí estoy, hablando solo y congelándome el culo con este suelo tan frío.
Se levantó, se refrescó por enésima vez la cara y volvió a la habitación dispuesto a quitarle importancia al asunto. Se repetía una y otra vez que no había para tanto, que toda aquella pasión acabaría apagándose un poco, que su corazón recuperaría su velocidad habitual. Se lo repitió unas diez veces mientras se acostaba en la cama y se acercaba al cuerpo dormido de ______, y lo repitió una vez más cuando ella se acurrucó e inconscientemente se abrazó a él. Entonces, Joseph se dio cuenta de que era feliz, y que si la dejaba escapar quizá jamás volvería a sentir todo eso por nadie. Cerró los ojos y dijo en voz baja:
—¡Qué demonios!, lo voy a intentar.
Joseph no durmió en toda la noche. La verdad era que lo aterrorizaba pensar que su perfecto y ordenado mundo iba a cambiar. Se veía capaz de controlar el sexo, pero la pasión y el amor eran otra cosa. Además, la única cosa que había aprendido con el divorcio de sus padres y con la muerte de su padre era que los sentimientos sin medida son destructivos, dañinos, y que él iba a luchar contra todo, incluso contra sí mismo, para no sentirlos. Sabía que no podría sobrevivir a ellos. Su padre lo había intentado y había acabado convirtiéndose en un alcohólico, solitario y muerto.
______ se despertó y estaba sola. «A lo mejor lo he soñado todo», pensó. Pero no, vio que estaba en la cama de Joe y oyó la ducha. Se desperezó, todo era maravilloso. Seguro que debía de tener cara de idiota, no recordaba haberse sentido nunca tan contenta, tan feliz.
—Buenos días. —Joe la saludó desde la puerta de la habitación. Estaba recién duchado, llevaba sólo una toalla atada a la cintura y a ______ se le hizo la boca agua con sólo mirarlo.
—Buenos días —le sonrió ella—. ¿Qué hora es? No quiero ir a trabajar. Tendría que haber una ley que prohibiera levantarse después de haber hecho el amor con el hombre más maravilloso y sexy del mundo. ¿No estás de acuerdo? —Lo besó antes de que él pudiera contestar.
—No sé. —La abrazó y le susurró al oído—. ¿Esa ley incluiría no tener que contarle a tu jefe el motivo de no haber ido a trabajar el día de la reunión con los principales accionistas de la revista? Vamos, no me tientes. —Le dio un beso—. Ve a ducharte antes de que cambie de opinión.
—Está bien. —Antes de cerrar la puerta del baño, ______ dijo—: De pequeño también eras un aguafiestas.
Joseph rió.
Fueron juntos a la revista, como venía siendo habitual desde la recuperación de Joe, pero ahora había detalles distintos; se tocaban, se miraban. Estuvieron hablando de tonterías. A ______ le habría gustado que Joseph le dijera algo como «Anoche fue la mejor noche de mi vida», pero se conformó con los besos que le daba cada vez que se paraban en una esquina.
—______, princesa, ¿en qué piensas? Te he preguntado si te parece bien que mañana vayamos a casa de Sam y no me has contestado.
—Lo siento, la verdad es que no pensaba en nada.
Estaban parados en un semáforo, pues habían decidido ir a pie, y él bajó la cabeza para darle un beso. Nada complicado, fue sólo un leve contacto, pero la sonrisa que después lucía Joe le llegó al corazón.
—Algún día este vicio tuyo de soñar despierta me volverá loco. En fin, ¿quieres ir?
Cruzaron la calle, estaban ya a escasos metros de la entrada.
—Sí, claro. —______ sabía que si él le sonreía de ese modo, ella aceptaría hacer cualquier cosa que le pidiera.
Entraron, y ______ vio a Jack salir del ascensor. Estaba muy serio e iba acompañado de un hombre de unos treinta y cinco años que parecía no caerle demasiado bien. Oyó cómo Joseph murmuraba entre dientes.
—Mierda.
Lo miró y vio que tenía la vista clavada en ese tipo.
El hombre era atractivo, rubio, iba muy bien vestido y daba la sensación de tenerlo todo pensado. Cuando vio a ______ y a Joseph se dirigió hacia ellos con paso decidido, observándolos.
—Hombre, Joe, cuánto tiempo sin verte. —Le tendió la mano a Joseph, quien lo saludó sin ningún entusiasmo—. Veo que ha habido incorporaciones interesantes durante mi ausencia. —Y repasó descaradamente a ______—. ¿No vas a presentarnos?
Joseph estuvo unos segundos callado, meditando sus alternativas. Finalmente, optó por la vía diplomática.
—Claro. ______, te presento a Clive Abbot, sobrino de Sam y miembro del consejo directivo de la revista. Clive, ella es ______ Martí, la nueva diseñadora del equipo de Jack. —«Y si te atreves a tocarla o sigues mirándola así, no respondo», pensó Joe.
—Es un placer, Clive. —______ le tendió la mano, y tuvo un escalofrío cuando vio que el hombre se la levantaba y le daba un beso en los nudillos.
—Créeme, ______, el placer es todo mío —respondió guiñándole un ojo—. ¿Desde cuándo trabajas aquí? —No soltaba la mano de ______.
—Desde hace unos cuatro meses. —Seguía sin soltarla, y empezaba a ponerla nerviosa.
—Cuatro meses. —Dirigió su mirada a Joseph—. Nunca habías sido tan lento, Joe. Debes de estar perdiendo estilo. —Levantó burlón el labio superior.
Antes de que Joseph pudiera contestar o hacer algo peor, a juzgar por su mirada y el puño que mantenía apretado en el costado, ______ respondió:
—No creo que Joseph haya perdido ningún estilo. En cualquier caso, perderlo siempre es mejor que no haberlo tenido nunca. —Se desprendió de la mano de Clive—. Me voy, Jack me está esperando. —Se dirigió entonces a Joe—. Si puedes, llámame. Adiós.
Joseph esperó a que ______ entrara en el ascensor para enfrentarse de nuevo a Clive.
—¿Qué haces aquí? —Se metió las manos en los bolsillos; tenía que controlarse.
—Cuido de mis intereses. Como muy bien le has dicho a tu «amiguita», soy miembro del consejo directivo de The Whiteboard. —Iba a seguir, pero Joseph lo interrumpió
—No hables de ______ en ese tono o haré lo que llevo años deseando hacer.
—¿Qué? ¿Pegarme? —La postura chulesca de Clive no podía ser más exagerada.
—No. Eso lo dejo para tipos como tú. Me refiero a contarle la verdad a tu tío. Nunca entenderé los misterios de la genética; cómo podéis pertenecer a la misma familia alguien tan honrado como Sam y una serpiente tramposa como tú.
—Vamos, los dos sabemos que no se lo dirás nunca. A lo mejor a mí me echan, pero tú perderías mucho más. Recuerda que tengo ciertas fotos no muy dignas de tu «querido» papá.
Vio que Joseph retrocedía como si hubiera recibido un golpe.
—¿Qué haces aquí? —Joe repitió su pregunta. Sería mejor centrarse en Clive y dejar a su padre y a ______ fuera de la conversación.
—Los negocios que tenía en Nueva York ya han concluido. Además, he oído que os están «robando» artículos. —Chasqueó la lengua—. Joe, como he dicho, estás perdiendo facultades. En la universidad no te despeJoeas de tus apuntes ni de tus notas por nada del mundo. —Esperó a ver si Joseph reaccionaba, pero éste se mostraba impasible—. Los números no son muy buenos. Si esto no se soluciona pronto, tal vez tengamos que cerrar. Por eso estoy aquí. Por nada del mundo me perdería ver cómo mi tío se queda sin la niña de sus ojos, y comprobar además cómo no eres más que un perdedor. —Empezó a andar hacia la puerta de salida.
—¡Clive! —Joseph lo llamó para que se volviera—. Yo que tú me lo tomaría con calma. Hasta la próxima. —Y se marchó a la reunión a la que ya lleJoea diez minutos tarde.
La reunión fue relativamente bien, la revista empezaba a obtener beneficios, pero lo que había dicho Clive era cierto: si no mejoraban, el cierre era una amenaza real. Tanto Sam como Joseph eran conscientes de que tenían que encontrar al responsable de los robos antes de que fuera demasiado tarde. Era evidente que alguien intentaba hundirlos y tenían que averiguar quién y por qué. No había tiempo que perder.
—Cuéntamelo. —Sam se quitó las gafas y sonrió. Estaban solos en su despacho y llevaba ya horas deseando interrogar a Joseph.
—El qué. —Joseph seguía mirando las fotografías de la edición de aquella semana y ni siquiera levantó la cabeza.
—No disimules. Hace meses que no te veía sonreír, y hoy tienes una cara de felicidad que dan ganas de sacudirte. Vamos, desembucha. —Estiró las piernas.
Joe dejó las fotografías. Se había ruborizado de la cabeza a los pies. No tenía escapatoria.
—Tenías razón. —No pensaba decir nada más.
—Ya lo sé, siempre la tengo, es uno de los privilegios de ser mayor. Pero dime, ¿en qué tenía razón? —No iba a dejarlo escapar.
—En lo de ______. Es fantástica. —Le sudaba la espalda. Siempre había sido muy reservado en cuanto a sus relaciones, y tampoco quería poner a ______ en un compromiso delante de Sam.
—Me alegro. —Se levantó y le colocó la mano en el hombro—. Siempre he pensado que estabas demasiado solo. A pesar de todas tus teorías al respecto, te mereces ser feliz, y creo que esa chica puede convencerte de ello.
—Gracias. —A Joseph no le ocurrió qué otra cosa decir.
—¿Vais a venir el sábado a casa?
—Sí, pero prométeme que controlarás a Silvia y a las niñas. Tú ya me has torturado bastante, no sé si podría sobrevivir a un interrogatorio de tus chicas.
—Lo intentaré. Vamos, a ver si acabamos de repasar esto. —Sam volvió a sentarse y retomó la lectura del artículo que tenía entre manos.
—Sam, al llegar me he encontrado con Clive. ¿Le has dicho lo del robo de los artículos?
—No, no ha hecho falta, ya lo sabía. Supongo que no es necesario que te diga que cree que eres el único responsable. Está convencido de que todo es culpa tuya.
—Ya me lo imagino, pero lo importante es lo que piensas tú. —Y enarcó una ceja a modo de pregunta.
—No digas tonterías. Ya sabes que confío en ti. Aunque desde luego estaré más tranquilo cuando hayamos encontrado al ladrón. ¿Has averiguado algo?
—No, hoy empezaré a repasar los datos que tengo sobre los periodistas más «sospechosos». Odio hacer esto. ¿Y tú, tienes algo?
—Tampoco. Pero creo que se me ha ocurrido una cosa. Cuando lo tenga más claro te lo contaré. ¿Tienes hambre? ¿Qué te parece si pedimos que nos suban algo de la cafetería?
—Me parece que es la primera buena idea que has tenido en todo el día, jefe.
Joseph estaba sentado en el suelo del cuarto de baño, con la espalda contra la puerta y la cabeza entre las rodillas. Dios, ¿qué había sido aquello? No sólo acababa de tener el mejor sexo de toda su vida, había habido un momento en que creyó que mataría al que intentara separarlo de ella. No podía dejar de pensar que tenía que serenarse, que tenía que recuperar el control.
—Seré idiota —se autocensuró Joe—. Estaba convencido de que si nos acostábamos todo se iba a normalizar, que yo volvería a ser yo, y mírame, aquí estoy, hablando solo y congelándome el culo con este suelo tan frío.
Se levantó, se refrescó por enésima vez la cara y volvió a la habitación dispuesto a quitarle importancia al asunto. Se repetía una y otra vez que no había para tanto, que toda aquella pasión acabaría apagándose un poco, que su corazón recuperaría su velocidad habitual. Se lo repitió unas diez veces mientras se acostaba en la cama y se acercaba al cuerpo dormido de ______, y lo repitió una vez más cuando ella se acurrucó e inconscientemente se abrazó a él. Entonces, Joseph se dio cuenta de que era feliz, y que si la dejaba escapar quizá jamás volvería a sentir todo eso por nadie. Cerró los ojos y dijo en voz baja:
—¡Qué demonios!, lo voy a intentar.
Joseph no durmió en toda la noche. La verdad era que lo aterrorizaba pensar que su perfecto y ordenado mundo iba a cambiar. Se veía capaz de controlar el sexo, pero la pasión y el amor eran otra cosa. Además, la única cosa que había aprendido con el divorcio de sus padres y con la muerte de su padre era que los sentimientos sin medida son destructivos, dañinos, y que él iba a luchar contra todo, incluso contra sí mismo, para no sentirlos. Sabía que no podría sobrevivir a ellos. Su padre lo había intentado y había acabado convirtiéndose en un alcohólico, solitario y muerto.
______ se despertó y estaba sola. «A lo mejor lo he soñado todo», pensó. Pero no, vio que estaba en la cama de Joe y oyó la ducha. Se desperezó, todo era maravilloso. Seguro que debía de tener cara de idiota, no recordaba haberse sentido nunca tan contenta, tan feliz.
—Buenos días. —Joe la saludó desde la puerta de la habitación. Estaba recién duchado, llevaba sólo una toalla atada a la cintura y a ______ se le hizo la boca agua con sólo mirarlo.
—Buenos días —le sonrió ella—. ¿Qué hora es? No quiero ir a trabajar. Tendría que haber una ley que prohibiera levantarse después de haber hecho el amor con el hombre más maravilloso y sexy del mundo. ¿No estás de acuerdo? —Lo besó antes de que él pudiera contestar.
—No sé. —La abrazó y le susurró al oído—. ¿Esa ley incluiría no tener que contarle a tu jefe el motivo de no haber ido a trabajar el día de la reunión con los principales accionistas de la revista? Vamos, no me tientes. —Le dio un beso—. Ve a ducharte antes de que cambie de opinión.
—Está bien. —Antes de cerrar la puerta del baño, ______ dijo—: De pequeño también eras un aguafiestas.
Joseph rió.
Fueron juntos a la revista, como venía siendo habitual desde la recuperación de Joe, pero ahora había detalles distintos; se tocaban, se miraban. Estuvieron hablando de tonterías. A ______ le habría gustado que Joseph le dijera algo como «Anoche fue la mejor noche de mi vida», pero se conformó con los besos que le daba cada vez que se paraban en una esquina.
—______, princesa, ¿en qué piensas? Te he preguntado si te parece bien que mañana vayamos a casa de Sam y no me has contestado.
—Lo siento, la verdad es que no pensaba en nada.
Estaban parados en un semáforo, pues habían decidido ir a pie, y él bajó la cabeza para darle un beso. Nada complicado, fue sólo un leve contacto, pero la sonrisa que después lucía Joe le llegó al corazón.
—Algún día este vicio tuyo de soñar despierta me volverá loco. En fin, ¿quieres ir?
Cruzaron la calle, estaban ya a escasos metros de la entrada.
—Sí, claro. —______ sabía que si él le sonreía de ese modo, ella aceptaría hacer cualquier cosa que le pidiera.
Entraron, y ______ vio a Jack salir del ascensor. Estaba muy serio e iba acompañado de un hombre de unos treinta y cinco años que parecía no caerle demasiado bien. Oyó cómo Joseph murmuraba entre dientes.
—Mierda.
Lo miró y vio que tenía la vista clavada en ese tipo.
El hombre era atractivo, rubio, iba muy bien vestido y daba la sensación de tenerlo todo pensado. Cuando vio a ______ y a Joseph se dirigió hacia ellos con paso decidido, observándolos.
—Hombre, Joe, cuánto tiempo sin verte. —Le tendió la mano a Joseph, quien lo saludó sin ningún entusiasmo—. Veo que ha habido incorporaciones interesantes durante mi ausencia. —Y repasó descaradamente a ______—. ¿No vas a presentarnos?
Joseph estuvo unos segundos callado, meditando sus alternativas. Finalmente, optó por la vía diplomática.
—Claro. ______, te presento a Clive Abbot, sobrino de Sam y miembro del consejo directivo de la revista. Clive, ella es ______ Martí, la nueva diseñadora del equipo de Jack. —«Y si te atreves a tocarla o sigues mirándola así, no respondo», pensó Joe.
—Es un placer, Clive. —______ le tendió la mano, y tuvo un escalofrío cuando vio que el hombre se la levantaba y le daba un beso en los nudillos.
—Créeme, ______, el placer es todo mío —respondió guiñándole un ojo—. ¿Desde cuándo trabajas aquí? —No soltaba la mano de ______.
—Desde hace unos cuatro meses. —Seguía sin soltarla, y empezaba a ponerla nerviosa.
—Cuatro meses. —Dirigió su mirada a Joseph—. Nunca habías sido tan lento, Joe. Debes de estar perdiendo estilo. —Levantó burlón el labio superior.
Antes de que Joseph pudiera contestar o hacer algo peor, a juzgar por su mirada y el puño que mantenía apretado en el costado, ______ respondió:
—No creo que Joseph haya perdido ningún estilo. En cualquier caso, perderlo siempre es mejor que no haberlo tenido nunca. —Se desprendió de la mano de Clive—. Me voy, Jack me está esperando. —Se dirigió entonces a Joe—. Si puedes, llámame. Adiós.
Joseph esperó a que ______ entrara en el ascensor para enfrentarse de nuevo a Clive.
—¿Qué haces aquí? —Se metió las manos en los bolsillos; tenía que controlarse.
—Cuido de mis intereses. Como muy bien le has dicho a tu «amiguita», soy miembro del consejo directivo de The Whiteboard. —Iba a seguir, pero Joseph lo interrumpió
—No hables de ______ en ese tono o haré lo que llevo años deseando hacer.
—¿Qué? ¿Pegarme? —La postura chulesca de Clive no podía ser más exagerada.
—No. Eso lo dejo para tipos como tú. Me refiero a contarle la verdad a tu tío. Nunca entenderé los misterios de la genética; cómo podéis pertenecer a la misma familia alguien tan honrado como Sam y una serpiente tramposa como tú.
—Vamos, los dos sabemos que no se lo dirás nunca. A lo mejor a mí me echan, pero tú perderías mucho más. Recuerda que tengo ciertas fotos no muy dignas de tu «querido» papá.
Vio que Joseph retrocedía como si hubiera recibido un golpe.
—¿Qué haces aquí? —Joe repitió su pregunta. Sería mejor centrarse en Clive y dejar a su padre y a ______ fuera de la conversación.
—Los negocios que tenía en Nueva York ya han concluido. Además, he oído que os están «robando» artículos. —Chasqueó la lengua—. Joe, como he dicho, estás perdiendo facultades. En la universidad no te despeJoeas de tus apuntes ni de tus notas por nada del mundo. —Esperó a ver si Joseph reaccionaba, pero éste se mostraba impasible—. Los números no son muy buenos. Si esto no se soluciona pronto, tal vez tengamos que cerrar. Por eso estoy aquí. Por nada del mundo me perdería ver cómo mi tío se queda sin la niña de sus ojos, y comprobar además cómo no eres más que un perdedor. —Empezó a andar hacia la puerta de salida.
—¡Clive! —Joseph lo llamó para que se volviera—. Yo que tú me lo tomaría con calma. Hasta la próxima. —Y se marchó a la reunión a la que ya lleJoea diez minutos tarde.
La reunión fue relativamente bien, la revista empezaba a obtener beneficios, pero lo que había dicho Clive era cierto: si no mejoraban, el cierre era una amenaza real. Tanto Sam como Joseph eran conscientes de que tenían que encontrar al responsable de los robos antes de que fuera demasiado tarde. Era evidente que alguien intentaba hundirlos y tenían que averiguar quién y por qué. No había tiempo que perder.
—Cuéntamelo. —Sam se quitó las gafas y sonrió. Estaban solos en su despacho y llevaba ya horas deseando interrogar a Joseph.
—El qué. —Joseph seguía mirando las fotografías de la edición de aquella semana y ni siquiera levantó la cabeza.
—No disimules. Hace meses que no te veía sonreír, y hoy tienes una cara de felicidad que dan ganas de sacudirte. Vamos, desembucha. —Estiró las piernas.
Joe dejó las fotografías. Se había ruborizado de la cabeza a los pies. No tenía escapatoria.
—Tenías razón. —No pensaba decir nada más.
—Ya lo sé, siempre la tengo, es uno de los privilegios de ser mayor. Pero dime, ¿en qué tenía razón? —No iba a dejarlo escapar.
—En lo de ______. Es fantástica. —Le sudaba la espalda. Siempre había sido muy reservado en cuanto a sus relaciones, y tampoco quería poner a ______ en un compromiso delante de Sam.
—Me alegro. —Se levantó y le colocó la mano en el hombro—. Siempre he pensado que estabas demasiado solo. A pesar de todas tus teorías al respecto, te mereces ser feliz, y creo que esa chica puede convencerte de ello.
—Gracias. —A Joseph no le ocurrió qué otra cosa decir.
—¿Vais a venir el sábado a casa?
—Sí, pero prométeme que controlarás a Silvia y a las niñas. Tú ya me has torturado bastante, no sé si podría sobrevivir a un interrogatorio de tus chicas.
—Lo intentaré. Vamos, a ver si acabamos de repasar esto. —Sam volvió a sentarse y retomó la lectura del artículo que tenía entre manos.
—Sam, al llegar me he encontrado con Clive. ¿Le has dicho lo del robo de los artículos?
—No, no ha hecho falta, ya lo sabía. Supongo que no es necesario que te diga que cree que eres el único responsable. Está convencido de que todo es culpa tuya.
—Ya me lo imagino, pero lo importante es lo que piensas tú. —Y enarcó una ceja a modo de pregunta.
—No digas tonterías. Ya sabes que confío en ti. Aunque desde luego estaré más tranquilo cuando hayamos encontrado al ladrón. ¿Has averiguado algo?
—No, hoy empezaré a repasar los datos que tengo sobre los periodistas más «sospechosos». Odio hacer esto. ¿Y tú, tienes algo?
—Tampoco. Pero creo que se me ha ocurrido una cosa. Cuando lo tenga más claro te lo contaré. ¿Tienes hambre? ¿Qué te parece si pedimos que nos suban algo de la cafetería?
—Me parece que es la primera buena idea que has tenido en todo el día, jefe.
Nani Jonas
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
mell_jonatik escribió:olaaaa nueva lectora...y vieja a la vez
ahhh me a nkntado toda la nove....
ahhh xfa nani siguela!!!!!
necesito saber mas ....
siguela!!!!
siguela!!!!!!!!!!!! :bounce: :bounce:
Hola mell bienvenida gracias por pasarte
Nani Jonas
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
Jimee Jonas <3 escribió:
Entonses ya están juntos ?
No entendí muy bien
Siguelaaaa ;)
se podria decir qe si estan juntos pero digamos qe no es oficial
Última edición por Nani Jonas el Vie 25 Mayo 2012, 2:35 pm, editado 1 vez
Nani Jonas
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
awwww ese tipo Clive me cayo mal y me dio mala espina :x
Awww me encanta que esten juntos son tan lindos los dos :arre:
Siguela!!!
Awww me encanta que esten juntos son tan lindos los dos :arre:
Siguela!!!
aranzhitha
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
ahhh ese clive me hace dar coraje...
ahhh tan lindo s joe q ya sta aceptando sus sentimientos hacia la rayis..
siguelaaaaa
ahhh tan lindo s joe q ya sta aceptando sus sentimientos hacia la rayis..
siguelaaaaa
jamileth
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
aranzhitha escribió:awwww ese tipo Clive me cayo mal y me dio mala espina :x
Awww me encanta que esten juntos son tan lindos los dos
Siguela!!!
PIENSO LO MISMO DE ESE TIPO....HAY ALGO MAL CON ELL
berenice_89
Re: "Nadie Como Tu" - Joe y tu Terminada
Siguelaaaa!
como les ira en la cena plisss
sube cap! :D
como les ira en la cena plisss
sube cap! :D
☎ Jimena Horan ♥
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