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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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"El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
awwww le dijo que lo ama :arre:
Ahh y la pelea de Henry y Joe :(
Siguela!!!
Ahh y la pelea de Henry y Joe :(
Siguela!!!
aranzhitha
Re: "El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
Siguelaaa!
Joe no le dirá a la rayis que la ama!
Sube cap
☎ Jimena Horan ♥
Re: "El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
joe que siente por la rayis??
ella lo ame
y el???
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ella lo ame
y el???
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
andreita
Re: "El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
MORI CON LA DSISCUCION QUE TUVO CON SU PADRE
AAA Y LE DIJO QUE LO AMAM¿¡¡Y JOE QUE DICE??
AAA Y LE DIJO QUE LO AMAM¿¡¡Y JOE QUE DICE??
berenice_89
Re: "El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
Capítulo 39
—Al principio no sabía lo que había pasado, pero entonces vi a mi padre de pie a algunos metros, sujetándose la cabeza, y lo supe. Arremetí contra él, lo derribé y lo golpeé, una y otra vez. Lo golpeé hasta tener los brazos cansados, hasta no poder pegarle más, y él nunca me devolvió ni un solo golpe, sólo se quedó tumbado ahí, recibiendo. Al final, me apartó de encima suyo y dijo que teníamos que llevar a Davy al hospital.
—¿Qu... qué dijeron en el hospital? —Era la primera vez que ________ reunía fuerzas para hablar y sabía que le había salido la voz tímida, como la de una niña.
Él sacudió la cabeza ligeramente contra la almohada.
—No lo sé. Sólo que había sido algún tipo de accidente, supongo. En aquel entonces podías salir impune de ese tipo de cosas. Estoy seguro de que mi padre mintió. O quizás me echara a mí la culpa. Estaba demasiado afectado como para prestar atención,
—Oh, Joe —susurró ella, aferrándose a él hasta que los brazos de Joe la rodearon lentamente, abrazándola con la misma fuerza. Su corazón se hundió. ¿Qué tipo de persona era John Jonas? ¿Cómo se había convertido en un monstruo así el hombre bondadoso y equilibrado que ella recordaba de su niñez? Y, sabiendo que Joe culpaba a su padre de la transición del de él... bueno, no era de extrañar que su resentimiento hacia Henry fuera tan fuerte y profundo.
Ella quería decir un millón de cosas, cómo deseaba que, de alguna manera, pudiera retroceder en el tiempo y cambiarlo todo, cómo deseaba poder quitarle su dolor de forma mágica, todo lo que Davy perdió. Pero sabía que las palabras parecerían vacías y, por alguna razón, pensó que Joe apreciaría más que se quedara callada.
—Oye —dijo él al final, de repente un poco más seco—, no sé por qué te he contado todo esto, pero...
—Me alegro de que lo hayas hecho —susurró ella.
—De todas formas, no hablemos más de ello, ¿eh?
Ella podría haber instado a otra persona a hacer justo eso; ella, para empezar, estaba aprendiendo que se sentía mejor después de sacar las cosas. Pero, igual que con Carolyn en la playa, sabía que no debía presionarlo y se sintió agradecida por el hecho de que él hubiera confiado lo suficiente en ella como para contárselo, y de que se lo hubiera sacado de dentro, al menos un poco.
—De acuerdo.
Había sido un día para contar secretos, por lo que parecía. Primero, el de Phil, luego, el de Carolyn y, ahora, el de Joe. El de Joe, cuyo secreto era mucho peor que nada que pudiera haberse imaginado.
—Te amo —susurró ella en la oscuridad.
—Gracias —murmuró él. Después, le dio un beso solitario en la frente y permanecieron en silencio hasta quedarse dormidos.
~~~~
Cuando Joe fue a su casa la mañana siguiente para agarrar ropa limpia de trabajo, se encontró un mensaje de Elaine en el contestador automático. No sonaba urgente, pero se maldijo por no haber cambiado aún el viejo teléfono de la furgoneta y el busca por un teléfono móvil que pudiera llevar siempre consigo. Parecía que la tecnología siempre le daba una patada en el culo. Decidió que, probablemente, también debería estar maldiciéndose por haberse quedado en casa de ________ la noche anterior, cuando algo le había avisado de que no lo hiciera. Todavía no podía creer lo que le había dicho, el lado de él que había abierto a ella, el lado de él que normalmente se esforzaba totalmente por mantener cerrado.
Tras agarrar el teléfono, marcó el número de Elaine. Cuando ella respondió, con voz de dormida, él dijo:
—Lainey, soy yo. ¿Va todo bien? —Como siempre, un mensaje que no hubiera oído en toda la noche le hacía preocuparse por Davy y, en aquel momento, la enfermedad cardiaca de su padre también los amenazaba.
—Todo va perfectamente. —Casi parecía divertida por su preocupación—. Sólo quería invitarte a cenar.
—¿Cuándo? ¿Anoche?
—No, hice el derroche de comprar unos filetes y pensé en asarlos a la parrilla mañana por la noche.
—¿Irá papá?
—Sabía que no vendrías si él estaba aquí, así que no lo he invitado.
Normalmente, Joe le habría dicho que sí automáticamente, y un filete a la parrilla sonaba bien, pero...
—Aun así no estoy seguro. Quizás esté ocupado.
—¿Con qué?
—Una chica.
A él no le sorprendió el silencio asombrado de Elaine; igual que nunca hablaban de la vida amorosa de Elaine, apenas charlaban de la suya.
—¿Qué chica? —preguntó finalmente.
—Sólo una chica a la que estoy viendo.
—Tráela.
Aquella parte lo agarró desprevenido. Nunca había llevado a ninguna chica a casa, pero la idea de llevar a ________ Ash, de entre toda la gente, era difícil de imaginar.
—No mordemos —dijo Elaine.
—Ya lo sé —soltó él. Y sabía que _______ nunca le haría ascos a la humilde casita de Elaine y Davy, y que probablemente estaría encantada de conocerlos. Pero, ¿quería dejar que entrara tan profundamente en su vida, con tanta rapidez?
Ah, maldición, ¿de qué estaba hablando? El había sido el que había abierto las compuertas de lo personal la noche anterior, no ella. Sin embargo, en aquel momento se sentía vulnerable, y la vulnerabilidad no era algo que se hubiera permitido experimentar en mucho tiempo.
—Bueno, ¿la traerás?
Él siguió sentado allí, todavía buscando una respuesta.
—Vamos, Joe —soltó finalmente Elaine—. Deja de comportarte como un nene.
A su pesar, le hizo sonreír por dentro, recordando que no era la única persona que había tenido la cara de decirle eso recientemente.
—De acuerdo, Lainey. La llevaré.
—Bien. Bueno, ¿cómo se llama?
—________ Ash —dijo él, sin perder ni un segundo.
Casi sintió cómo la mandíbula de Elaine se abría a través de la línea telefónica.
—Estás bromeando.
—Al principio no sabía lo que había pasado, pero entonces vi a mi padre de pie a algunos metros, sujetándose la cabeza, y lo supe. Arremetí contra él, lo derribé y lo golpeé, una y otra vez. Lo golpeé hasta tener los brazos cansados, hasta no poder pegarle más, y él nunca me devolvió ni un solo golpe, sólo se quedó tumbado ahí, recibiendo. Al final, me apartó de encima suyo y dijo que teníamos que llevar a Davy al hospital.
—¿Qu... qué dijeron en el hospital? —Era la primera vez que ________ reunía fuerzas para hablar y sabía que le había salido la voz tímida, como la de una niña.
Él sacudió la cabeza ligeramente contra la almohada.
—No lo sé. Sólo que había sido algún tipo de accidente, supongo. En aquel entonces podías salir impune de ese tipo de cosas. Estoy seguro de que mi padre mintió. O quizás me echara a mí la culpa. Estaba demasiado afectado como para prestar atención,
—Oh, Joe —susurró ella, aferrándose a él hasta que los brazos de Joe la rodearon lentamente, abrazándola con la misma fuerza. Su corazón se hundió. ¿Qué tipo de persona era John Jonas? ¿Cómo se había convertido en un monstruo así el hombre bondadoso y equilibrado que ella recordaba de su niñez? Y, sabiendo que Joe culpaba a su padre de la transición del de él... bueno, no era de extrañar que su resentimiento hacia Henry fuera tan fuerte y profundo.
Ella quería decir un millón de cosas, cómo deseaba que, de alguna manera, pudiera retroceder en el tiempo y cambiarlo todo, cómo deseaba poder quitarle su dolor de forma mágica, todo lo que Davy perdió. Pero sabía que las palabras parecerían vacías y, por alguna razón, pensó que Joe apreciaría más que se quedara callada.
—Oye —dijo él al final, de repente un poco más seco—, no sé por qué te he contado todo esto, pero...
—Me alegro de que lo hayas hecho —susurró ella.
—De todas formas, no hablemos más de ello, ¿eh?
Ella podría haber instado a otra persona a hacer justo eso; ella, para empezar, estaba aprendiendo que se sentía mejor después de sacar las cosas. Pero, igual que con Carolyn en la playa, sabía que no debía presionarlo y se sintió agradecida por el hecho de que él hubiera confiado lo suficiente en ella como para contárselo, y de que se lo hubiera sacado de dentro, al menos un poco.
—De acuerdo.
Había sido un día para contar secretos, por lo que parecía. Primero, el de Phil, luego, el de Carolyn y, ahora, el de Joe. El de Joe, cuyo secreto era mucho peor que nada que pudiera haberse imaginado.
—Te amo —susurró ella en la oscuridad.
—Gracias —murmuró él. Después, le dio un beso solitario en la frente y permanecieron en silencio hasta quedarse dormidos.
~~~~
Cuando Joe fue a su casa la mañana siguiente para agarrar ropa limpia de trabajo, se encontró un mensaje de Elaine en el contestador automático. No sonaba urgente, pero se maldijo por no haber cambiado aún el viejo teléfono de la furgoneta y el busca por un teléfono móvil que pudiera llevar siempre consigo. Parecía que la tecnología siempre le daba una patada en el culo. Decidió que, probablemente, también debería estar maldiciéndose por haberse quedado en casa de ________ la noche anterior, cuando algo le había avisado de que no lo hiciera. Todavía no podía creer lo que le había dicho, el lado de él que había abierto a ella, el lado de él que normalmente se esforzaba totalmente por mantener cerrado.
Tras agarrar el teléfono, marcó el número de Elaine. Cuando ella respondió, con voz de dormida, él dijo:
—Lainey, soy yo. ¿Va todo bien? —Como siempre, un mensaje que no hubiera oído en toda la noche le hacía preocuparse por Davy y, en aquel momento, la enfermedad cardiaca de su padre también los amenazaba.
—Todo va perfectamente. —Casi parecía divertida por su preocupación—. Sólo quería invitarte a cenar.
—¿Cuándo? ¿Anoche?
—No, hice el derroche de comprar unos filetes y pensé en asarlos a la parrilla mañana por la noche.
—¿Irá papá?
—Sabía que no vendrías si él estaba aquí, así que no lo he invitado.
Normalmente, Joe le habría dicho que sí automáticamente, y un filete a la parrilla sonaba bien, pero...
—Aun así no estoy seguro. Quizás esté ocupado.
—¿Con qué?
—Una chica.
A él no le sorprendió el silencio asombrado de Elaine; igual que nunca hablaban de la vida amorosa de Elaine, apenas charlaban de la suya.
—¿Qué chica? —preguntó finalmente.
—Sólo una chica a la que estoy viendo.
—Tráela.
Aquella parte lo agarró desprevenido. Nunca había llevado a ninguna chica a casa, pero la idea de llevar a ________ Ash, de entre toda la gente, era difícil de imaginar.
—No mordemos —dijo Elaine.
—Ya lo sé —soltó él. Y sabía que _______ nunca le haría ascos a la humilde casita de Elaine y Davy, y que probablemente estaría encantada de conocerlos. Pero, ¿quería dejar que entrara tan profundamente en su vida, con tanta rapidez?
Ah, maldición, ¿de qué estaba hablando? El había sido el que había abierto las compuertas de lo personal la noche anterior, no ella. Sin embargo, en aquel momento se sentía vulnerable, y la vulnerabilidad no era algo que se hubiera permitido experimentar en mucho tiempo.
—Bueno, ¿la traerás?
Él siguió sentado allí, todavía buscando una respuesta.
—Vamos, Joe —soltó finalmente Elaine—. Deja de comportarte como un nene.
A su pesar, le hizo sonreír por dentro, recordando que no era la única persona que había tenido la cara de decirle eso recientemente.
—De acuerdo, Lainey. La llevaré.
—Bien. Bueno, ¿cómo se llama?
—________ Ash —dijo él, sin perder ni un segundo.
Casi sintió cómo la mandíbula de Elaine se abría a través de la línea telefónica.
—Estás bromeando.
Nani Jonas
Re: "El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
omg :affraid: la va a llevar a su casa
Elaine la tratara mal, espero que no porque la rayiz no lo merece
Y no entendi, el papa fue lo que provoco lo Davy???
Siguela!!!
Elaine la tratara mal, espero que no porque la rayiz no lo merece
Y no entendi, el papa fue lo que provoco lo Davy???
Siguela!!!
aranzhitha
Re: "El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
:o
sera que si aceptan a la rayis en su familia??
que intriga!!!
que mala eres
sigue pronto plissss
sera que si aceptan a la rayis en su familia??
que intriga!!!
que mala eres
sigue pronto plissss
Julieta♥
Re: "El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
Siguelaaa!
Ya quiero saber que pasara en la casa de joe!
Sube cap!
Ya quiero saber que pasara en la casa de joe!
Sube cap!
☎ Jimena Horan ♥
Re: "El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
Capitulo 40
Joe se arrepentía de acceder a llevar a ________ a cenar casi tanto como se arrepentía de haberle dicho la verdad sobre su padre y el accidente de Davy. ¿En qué pensaba últimamente? Se reprendió a sí mismo mientras pintaba el lado oeste del muro que rodeaba su jardín (lo que lo situaba en el patio trasero de Henry en aquel momento).
Mientras se giraba para volver a empapar su gran rodillo en la bandeja de pintura, vio algo moverse y giró la vista por encima del hombro. «Maldita sea, hablando del rey de Roma...»; nada menos que Henry Ash se dirigía a grandes pasos hacia él, a través de la parte trasera de su espacioso jardín. Llevaba unos pantalones informales y un polo, además de una adusta expresión de determinación.
Joe lo miró a los ojos mientras se acercaba, no estaban de humor para fuera lo que fuera lo que había salido a buscar.
—Quiero hablar contigo —dijo Henry, parándose a pocos metros.
—¿De qué se trata? Estoy ocupado. —Se giró para pasar pintura de color marfil por la pared rosa.
—Lo que pasó entre tu padre y yo es agua pasada, y tienes que superarlo.
Siguió pintando, con los ojos puestos en su trabajo.
—Eso no va a pasar.
—¿Te importa mi hija, te importa de verdad?
Ante aquello, respiró hondo y dejó de trabajar. No podía decirse que el viejo no fuera al grano, ¿verdad?
—Sí.
—Entonces, por eso tienes que superarlo. —Su voz fue un poco menos brusca—. Ella no le hizo daño a tu familia, fui yo. No puedo volver atrás y cambiarlo. Yo...
—¿Lo harías, si pudieras? —lo interrumpió Joe.
Henry dudó.
—No estoy seguro, a decir verdad. Pero Dios sabe que he sufrido algo de culpabilidad por la forma en que sucedieron las cosas.
—No me hables de sufrimiento.
Con aspecto sorprendentemente contrito, Henry suspiró y bajó la mirada antes de volver a alzarla.
—No he salido para hablar de entonces; he salido para hablar de ahora. Si te importa algo ________, no puedes dejar que el pasado se interponga entre ustedes; no puedes dejar que tu odio hacia mí se interponga entre ustedes. Y lo hará, tarde o temprano, si no lo arreglas en tu cabeza.
Joe pensó en cosas que podría decir. Podría hablar a Henry de sufrimiento, igual que se lo había dicho a ________ la noche anterior. Podría insistir en que Henry se estaba tomando lo que había entre ________ y él demasiado en serio, que estaba pensando demasiado en el futuro, pero, Dios, acababa de decirle al hombre que su hija le importaba, y era cierto. Demasiado. No importaba qué pensamientos pasaran por su mente, nada parecía valer la pena. Finalmente, se limitó a decir:
—De acuerdo.
Tras asentir bruscamente, Henry Ash se giró para marcharse, pero, tras unos cuantos pasos, se detuvo y miró hacia atrás.
—Gracias por ayudar a ________ en todo este lío con Phíl. Y por avisar de las facturas falsas. Habría sido fácil no hacerlo.
«No, viejo, resulta que no habría sido tan fácil».
—Ya se lo dije, no lo hice por usted, lo hice por ella.
—Gracias por eso, entonces.
Joe no respondió, ni siquiera asintió. Quizás debería haber dicho más, pero dejar ir ese tipo de odio no era algo que sucediera en dos minutos. «Tal vez la próxima vez», pensó mientras se miraban el uno al otro. La próxima vez que hablara con Henry, intentaría empezar a dejarlo ir un poco, por ________. Sin embargo, aquella vez simplemente esperó hasta que Henry se giró y se marchó y, después, volvió al trabajo.
~~~~
Mientras Joe conducía su Wrangler hacia la casa de Elaine, con ________ sentada al lado con un vestido de verano que la hacía estar tan bonita que él ya se sentía mal por su hermana, recordaba la conversación que ________ y él habían tenido sobre la invitación.
—Oye, Elaine nos ha invitado a cenar, pero pensaré en alguna forma de escaquearnos. —Después de su charla con Henry, había empezado a sentir cada vez más que quizás las cosas estuvieran yendo demasiado rápidas, se le estuvieran escapando de las manos.
—No, no lo hagas —rogó ella—. Me gustaría conocer a Elaine. Y a Davy también.
Él ya sabía que ella sentiría eso, pero seguía llegándole al corazón.
—¿En serio?
—Por supuesto. —Ella pareció incrédula ante el hecho de que él pudiera pensar que no era así.
En aquel momento, estaban girando hacia la entrada, y Joe acercó el coche al parachoques del coche de Elaine, y dijo, probablemente con demasiada brusquedad:
—Ya hemos llegado. —Al menos el césped parecía recién cortado y Davy había guardado la bici.
—¿Aquí es donde creciste? —preguntó _______, mientras bajaban.
Él asintió.
—Nos trasladamos aquí después de que muriera mi madre.
Se encontró preguntándose si ________ se había bajado del coche alguna vez en un barrio como ése. Era más un barrio triste que un mal barrio, pero lo obligó a recordar las enormes diferencias en sus vidas.
Después de acercarse a la casa, hizo algo que nunca hacía: llamó, en el marco metálico de la vieja puerta con tela metálica.
—Hemos llegado —medio gritó, mientras la mantenía abierta para que ________ entrara. Él la siguió dentro, cegado momentáneamente al dejar la fuerte luz solar, y se dio cuenta de que estaba incómodo; probablemente preocupándose tanto de qué pensarían ellos de ella, como de qué pensaría ella de ellos.
—Ya voy, Joe —gritó Elaine desde la parte trasera de la casa—. Estoy poniendo los filetes.
Tras agarrar de la mano a ________, la condujo hasta la cocina justo cuando Elaine entraba por la puerta corrediza. Apenas reconoció a su hermana, que llevaba puesta una falda larga y suelta. Davy la siguió, con aspecto larguirucho y tímido, y los hombros encorvados.
—Elaine, Davy, ésta es _________.
Mientras ella avanzaba, Joe observó el intercambio atentamente.
—Me alegro mucho de conocerte —dijo, mientras le daba la mano a Elaine y usaba la otra para darle un apretón, convirtiendo lo que podría haber sido un gesto rígido en algo cálido y sincero—. Gracias por invitarme.
Para alivio de Joe, Elaine respondió con una sonrisa y no pareció falsa. Le había prometido a Elaine que no era para nada como esperaba, pero él no estaba seguro de que lo hubiera creído.
Elaine retrocedió ligeramente contra la mesa de la cocina, haciendo gestos a Davy para que avanzara.
—Es un poco tímido con las personas nuevas —explicó.
—Hola, Davy —dijo ________, sonriéndole a los ojos—. Me alegro de que finalmente nos podamos decir «hola». Joe habla de ti todo el tiempo.
Davy la miró fijamente y Joe sólo se pudo preguntar qué miedos y deseos se perdían en la mente de su hermano al verse ante una mujer tan hermosa en su casa.
—¿Sí? —Davy miró rápidamente a Joe.
—Claro que lo hago.
—¿Qué le has dicho?
Él tenía toda la atención de Davy en aquel momento y supuso que era un poco más fácil para su hermano mirarlo a él.
—Le conté cómo me ayudaste a pintar la puerta del garaje y a arreglar el canalón. Le dije que me ayudaste a ponerle nombre a mi empresa. ¿Te acuerdas de eso?
Davy sonrió.
—Sí.
—Le dije que siempre estás trayendo animales a casa. Y le conté lo fan que eres de los Reds. —Le guiñó el ojo rápidamente a ________ después de aquello, ya que nunca lo había mencionado, en realidad.
—No eres fan de los Devil Rays, ¿eh? —preguntó _________.
La mirada de Davy volvió a posarse en ella mientras negaba con la cabeza.
—Los Devil Rays dan asco.
Todos rieron suavemente y Joe le dijo a ________:
—Yo le enseñé eso.
Ella sonrió.
—¿Por qué no me sorprende?
El advirtió la mesa puesta para cuatro.
—Pensaba que íbamos a cenar fuera —le dijo a Elaine—. Se está bien fuera. —El jardín tiraba a pequeño, comparado con el de ________, por supuesto, pero al menos tenía verja y era íntimo.
Elaine sonrió y negó con la cabeza, mientras le tomaba la manga para apartarlo a un lado, pero ________ no pareció darse cuenta, ya que Davy le estaba preguntando si le gustaría ver sus peces, que estaban en el salón.
—A la mesa le hace falta una mano de pintura —dijo Elaine, refiriéndose a la vieja mesa de metal del patio, mientras ________ seguía a Davy fuera de la estancia—. No he tenido tiempo, con lo de papá, además esta mañana él tenía hora con el médico y acabé perdiendo medio día.
Joe añadió mentalmente la tarea a su lista de cosas por hacer.
—¿Está bien papá?
Elaine asintió.
—Sólo un montón de formularios que rellenar para el cardiólogo y, por supuesto, el tío también llevaba un par de horas de retraso.
—Estás linda —dijo él, y era cierto; incluso más linda que la última vez que la había visto—. No sabía que tuvieras una falda.
—La compré en Walmart hoy, porque íbamos a tener compañía. —Echó un vistazo hacia el salón—. Parece agradable.
Él asintió.
—Lo es.
Ella miró la mesa, mientras se mordía el labio.
—Pensé en comprar vino, pero no sabía de qué tipo y sólo tenemos servilletas de papel.
—Elaine, está perfecto.
Ella lo miró.
—Probablemente ella no use servilletas de papel, ¿verdad?
Él suspiró.
—A veces. A veces no. Pero como con ella todo el tiempo y hasta se conoce que ha comido un Big Mac en alguna ocasión, así que, relájate, ¿si?
—¿De verdad? ¿Un Big Mac? Nunca me lo habría imaginado. Sólo quería que las cosas estuvieran bonitas. —Ella volvió a mirar hacía la mesa, dispuesta con los mismos platos que usaban de niños, y Joe hizo otra nota mental: comprarle a Elaine platos nuevos para Navidad.
—Está bonito —prometió él. Entonces, sin pensar, se inclinó y le dio un beso en la mejilla.
Ella lo miró como si hubiera perdido el juicio y, sinceramente, él estaba igual de sorprendido; simplemente no lo demostró.
—Juraré que nunca pasó —dijo y, después, se dirigió a la sala contigua, donde Davy enseñaba a ________ a dar de comer a los peces.
Veinte minutos después, se sentaban a cenar mientras Joe dejaba un plato de bistecs en medio de la mesa. Elaine también había hecho patatas asadas, mazorcas de maíz, y había hecho macarrones con queso al horno, la comida favorita de Davy.
—Todo esto tiene un aspecto maravilloso, Elaine —dijo ________, mientras alargaba la mano para agarrar una patata envuelta en papel de aluminio—. Me encanta la comida a la parrilla; casi nunca me tomo el tiempo para hacerla.
Joe levantó las cejas hacia Elaine como diciendo: «¿ Lo ves?, es normal», y le recordó a ________ las chuletas de cerdo que había hecho a la parrilla hacía poco, lo que hizo que comenzara una conversación sobre parrillas y comidas favoritas.
—He hecho brownies de postre —dijo Davy.
—Vaya —dijo Joe—. Te estás convirtiendo en un gourmet de brownies.
—Iba a hacer algo un poco más elaborado —explicó Elaine—, pero Davy tenía muchas ganas de hacer los brownies.
_______ les dedicó una sonrisa amable.
—La verdad es que no hay nada como un buen brownie. —Si Joe pudiera haberla besado en aquel mismo momento, lo habría hecho.
Un golpe en la puerta principal, de tela metálica, interrumpió su cena y, antes de que Elaine pudiera siquiera ponerse en pie, la voz de su padre resonó por la casa.
Joe se arrepentía de acceder a llevar a ________ a cenar casi tanto como se arrepentía de haberle dicho la verdad sobre su padre y el accidente de Davy. ¿En qué pensaba últimamente? Se reprendió a sí mismo mientras pintaba el lado oeste del muro que rodeaba su jardín (lo que lo situaba en el patio trasero de Henry en aquel momento).
Mientras se giraba para volver a empapar su gran rodillo en la bandeja de pintura, vio algo moverse y giró la vista por encima del hombro. «Maldita sea, hablando del rey de Roma...»; nada menos que Henry Ash se dirigía a grandes pasos hacia él, a través de la parte trasera de su espacioso jardín. Llevaba unos pantalones informales y un polo, además de una adusta expresión de determinación.
Joe lo miró a los ojos mientras se acercaba, no estaban de humor para fuera lo que fuera lo que había salido a buscar.
—Quiero hablar contigo —dijo Henry, parándose a pocos metros.
—¿De qué se trata? Estoy ocupado. —Se giró para pasar pintura de color marfil por la pared rosa.
—Lo que pasó entre tu padre y yo es agua pasada, y tienes que superarlo.
Siguió pintando, con los ojos puestos en su trabajo.
—Eso no va a pasar.
—¿Te importa mi hija, te importa de verdad?
Ante aquello, respiró hondo y dejó de trabajar. No podía decirse que el viejo no fuera al grano, ¿verdad?
—Sí.
—Entonces, por eso tienes que superarlo. —Su voz fue un poco menos brusca—. Ella no le hizo daño a tu familia, fui yo. No puedo volver atrás y cambiarlo. Yo...
—¿Lo harías, si pudieras? —lo interrumpió Joe.
Henry dudó.
—No estoy seguro, a decir verdad. Pero Dios sabe que he sufrido algo de culpabilidad por la forma en que sucedieron las cosas.
—No me hables de sufrimiento.
Con aspecto sorprendentemente contrito, Henry suspiró y bajó la mirada antes de volver a alzarla.
—No he salido para hablar de entonces; he salido para hablar de ahora. Si te importa algo ________, no puedes dejar que el pasado se interponga entre ustedes; no puedes dejar que tu odio hacia mí se interponga entre ustedes. Y lo hará, tarde o temprano, si no lo arreglas en tu cabeza.
Joe pensó en cosas que podría decir. Podría hablar a Henry de sufrimiento, igual que se lo había dicho a ________ la noche anterior. Podría insistir en que Henry se estaba tomando lo que había entre ________ y él demasiado en serio, que estaba pensando demasiado en el futuro, pero, Dios, acababa de decirle al hombre que su hija le importaba, y era cierto. Demasiado. No importaba qué pensamientos pasaran por su mente, nada parecía valer la pena. Finalmente, se limitó a decir:
—De acuerdo.
Tras asentir bruscamente, Henry Ash se giró para marcharse, pero, tras unos cuantos pasos, se detuvo y miró hacia atrás.
—Gracias por ayudar a ________ en todo este lío con Phíl. Y por avisar de las facturas falsas. Habría sido fácil no hacerlo.
«No, viejo, resulta que no habría sido tan fácil».
—Ya se lo dije, no lo hice por usted, lo hice por ella.
—Gracias por eso, entonces.
Joe no respondió, ni siquiera asintió. Quizás debería haber dicho más, pero dejar ir ese tipo de odio no era algo que sucediera en dos minutos. «Tal vez la próxima vez», pensó mientras se miraban el uno al otro. La próxima vez que hablara con Henry, intentaría empezar a dejarlo ir un poco, por ________. Sin embargo, aquella vez simplemente esperó hasta que Henry se giró y se marchó y, después, volvió al trabajo.
~~~~
Mientras Joe conducía su Wrangler hacia la casa de Elaine, con ________ sentada al lado con un vestido de verano que la hacía estar tan bonita que él ya se sentía mal por su hermana, recordaba la conversación que ________ y él habían tenido sobre la invitación.
—Oye, Elaine nos ha invitado a cenar, pero pensaré en alguna forma de escaquearnos. —Después de su charla con Henry, había empezado a sentir cada vez más que quizás las cosas estuvieran yendo demasiado rápidas, se le estuvieran escapando de las manos.
—No, no lo hagas —rogó ella—. Me gustaría conocer a Elaine. Y a Davy también.
Él ya sabía que ella sentiría eso, pero seguía llegándole al corazón.
—¿En serio?
—Por supuesto. —Ella pareció incrédula ante el hecho de que él pudiera pensar que no era así.
En aquel momento, estaban girando hacia la entrada, y Joe acercó el coche al parachoques del coche de Elaine, y dijo, probablemente con demasiada brusquedad:
—Ya hemos llegado. —Al menos el césped parecía recién cortado y Davy había guardado la bici.
—¿Aquí es donde creciste? —preguntó _______, mientras bajaban.
Él asintió.
—Nos trasladamos aquí después de que muriera mi madre.
Se encontró preguntándose si ________ se había bajado del coche alguna vez en un barrio como ése. Era más un barrio triste que un mal barrio, pero lo obligó a recordar las enormes diferencias en sus vidas.
Después de acercarse a la casa, hizo algo que nunca hacía: llamó, en el marco metálico de la vieja puerta con tela metálica.
—Hemos llegado —medio gritó, mientras la mantenía abierta para que ________ entrara. Él la siguió dentro, cegado momentáneamente al dejar la fuerte luz solar, y se dio cuenta de que estaba incómodo; probablemente preocupándose tanto de qué pensarían ellos de ella, como de qué pensaría ella de ellos.
—Ya voy, Joe —gritó Elaine desde la parte trasera de la casa—. Estoy poniendo los filetes.
Tras agarrar de la mano a ________, la condujo hasta la cocina justo cuando Elaine entraba por la puerta corrediza. Apenas reconoció a su hermana, que llevaba puesta una falda larga y suelta. Davy la siguió, con aspecto larguirucho y tímido, y los hombros encorvados.
—Elaine, Davy, ésta es _________.
Mientras ella avanzaba, Joe observó el intercambio atentamente.
—Me alegro mucho de conocerte —dijo, mientras le daba la mano a Elaine y usaba la otra para darle un apretón, convirtiendo lo que podría haber sido un gesto rígido en algo cálido y sincero—. Gracias por invitarme.
Para alivio de Joe, Elaine respondió con una sonrisa y no pareció falsa. Le había prometido a Elaine que no era para nada como esperaba, pero él no estaba seguro de que lo hubiera creído.
Elaine retrocedió ligeramente contra la mesa de la cocina, haciendo gestos a Davy para que avanzara.
—Es un poco tímido con las personas nuevas —explicó.
—Hola, Davy —dijo ________, sonriéndole a los ojos—. Me alegro de que finalmente nos podamos decir «hola». Joe habla de ti todo el tiempo.
Davy la miró fijamente y Joe sólo se pudo preguntar qué miedos y deseos se perdían en la mente de su hermano al verse ante una mujer tan hermosa en su casa.
—¿Sí? —Davy miró rápidamente a Joe.
—Claro que lo hago.
—¿Qué le has dicho?
Él tenía toda la atención de Davy en aquel momento y supuso que era un poco más fácil para su hermano mirarlo a él.
—Le conté cómo me ayudaste a pintar la puerta del garaje y a arreglar el canalón. Le dije que me ayudaste a ponerle nombre a mi empresa. ¿Te acuerdas de eso?
Davy sonrió.
—Sí.
—Le dije que siempre estás trayendo animales a casa. Y le conté lo fan que eres de los Reds. —Le guiñó el ojo rápidamente a ________ después de aquello, ya que nunca lo había mencionado, en realidad.
—No eres fan de los Devil Rays, ¿eh? —preguntó _________.
La mirada de Davy volvió a posarse en ella mientras negaba con la cabeza.
—Los Devil Rays dan asco.
Todos rieron suavemente y Joe le dijo a ________:
—Yo le enseñé eso.
Ella sonrió.
—¿Por qué no me sorprende?
El advirtió la mesa puesta para cuatro.
—Pensaba que íbamos a cenar fuera —le dijo a Elaine—. Se está bien fuera. —El jardín tiraba a pequeño, comparado con el de ________, por supuesto, pero al menos tenía verja y era íntimo.
Elaine sonrió y negó con la cabeza, mientras le tomaba la manga para apartarlo a un lado, pero ________ no pareció darse cuenta, ya que Davy le estaba preguntando si le gustaría ver sus peces, que estaban en el salón.
—A la mesa le hace falta una mano de pintura —dijo Elaine, refiriéndose a la vieja mesa de metal del patio, mientras ________ seguía a Davy fuera de la estancia—. No he tenido tiempo, con lo de papá, además esta mañana él tenía hora con el médico y acabé perdiendo medio día.
Joe añadió mentalmente la tarea a su lista de cosas por hacer.
—¿Está bien papá?
Elaine asintió.
—Sólo un montón de formularios que rellenar para el cardiólogo y, por supuesto, el tío también llevaba un par de horas de retraso.
—Estás linda —dijo él, y era cierto; incluso más linda que la última vez que la había visto—. No sabía que tuvieras una falda.
—La compré en Walmart hoy, porque íbamos a tener compañía. —Echó un vistazo hacia el salón—. Parece agradable.
Él asintió.
—Lo es.
Ella miró la mesa, mientras se mordía el labio.
—Pensé en comprar vino, pero no sabía de qué tipo y sólo tenemos servilletas de papel.
—Elaine, está perfecto.
Ella lo miró.
—Probablemente ella no use servilletas de papel, ¿verdad?
Él suspiró.
—A veces. A veces no. Pero como con ella todo el tiempo y hasta se conoce que ha comido un Big Mac en alguna ocasión, así que, relájate, ¿si?
—¿De verdad? ¿Un Big Mac? Nunca me lo habría imaginado. Sólo quería que las cosas estuvieran bonitas. —Ella volvió a mirar hacía la mesa, dispuesta con los mismos platos que usaban de niños, y Joe hizo otra nota mental: comprarle a Elaine platos nuevos para Navidad.
—Está bonito —prometió él. Entonces, sin pensar, se inclinó y le dio un beso en la mejilla.
Ella lo miró como si hubiera perdido el juicio y, sinceramente, él estaba igual de sorprendido; simplemente no lo demostró.
—Juraré que nunca pasó —dijo y, después, se dirigió a la sala contigua, donde Davy enseñaba a ________ a dar de comer a los peces.
Veinte minutos después, se sentaban a cenar mientras Joe dejaba un plato de bistecs en medio de la mesa. Elaine también había hecho patatas asadas, mazorcas de maíz, y había hecho macarrones con queso al horno, la comida favorita de Davy.
—Todo esto tiene un aspecto maravilloso, Elaine —dijo ________, mientras alargaba la mano para agarrar una patata envuelta en papel de aluminio—. Me encanta la comida a la parrilla; casi nunca me tomo el tiempo para hacerla.
Joe levantó las cejas hacia Elaine como diciendo: «¿ Lo ves?, es normal», y le recordó a ________ las chuletas de cerdo que había hecho a la parrilla hacía poco, lo que hizo que comenzara una conversación sobre parrillas y comidas favoritas.
—He hecho brownies de postre —dijo Davy.
—Vaya —dijo Joe—. Te estás convirtiendo en un gourmet de brownies.
—Iba a hacer algo un poco más elaborado —explicó Elaine—, pero Davy tenía muchas ganas de hacer los brownies.
_______ les dedicó una sonrisa amable.
—La verdad es que no hay nada como un buen brownie. —Si Joe pudiera haberla besado en aquel mismo momento, lo habría hecho.
Un golpe en la puerta principal, de tela metálica, interrumpió su cena y, antes de que Elaine pudiera siquiera ponerse en pie, la voz de su padre resonó por la casa.
Nani Jonas
Re: "El Diario Rojo" - Joe y tu Terminada
awww que lindo :)
Me encanta Davy es tan tierno *-*
Y Joe aww es un amor :arre:
Siguela!!!
Me encanta Davy es tan tierno *-*
Y Joe aww es un amor :arre:
Siguela!!!
aranzhitha
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