Atentado & Asesinato. [JOE & TU]

Aaaaaawwwwww que tiernos al final!
Yo lo sabia! Era amor! Aaaaaaa
pobresita rayis todo lo que a sufrido!
Me parte el corazon todo lo que paso!
Espero esten juntos por siempre
sobre todo ame lo que dijo al final de haberse enamorado de su enemiho!
Siguela porfavor
encerio la amo! Es una nove fantastica!

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Chicas Si Tengo Tiempo Les Subo Las Otras Dos Partes :B
Cap. 41 [1/3]


Joe conducía con calma por la carretera, la matrícula del coche que los había seguido ayer resultó ser falsa. Pero en su cabeza rondaban las imágenes de la noche anterior. Había sido tan perfecto. Se despertó solo en la pequeña cama, y eso sin duda le había molestado bastante. _______ había ido a tomar un paco de ropa en el coche, se ducharon juntos, donde volvieron a hacer el amor. Joe no se cansaba de ella. De explorar su cuerpo. Pero dudaba que ella se cansara rápido de él. Qué lo dejara como hacía con casi todos los demás. Joe no estaba seguro en torno a ella. En qué pasaría ahora. En cómo seguirían adelante con el plan. Habían recibido la llamada de los chicos, y estaban bien, pero Kevin le había confesado que alguien también los había perseguido y que tuvieron que tomar otra ruta. Esto empezaba a ponerse raro para él, y sospechó que estaban cerca de acabar con su misión. Rixon le había contado que el modelo del coche que Joe había dicho era poco habitual en esa zona, y qué probablemente el coche había sido traído de Europa, ya que, la matrícula falsa era de Francia. Se estremeció y recordó que Ashley amaba París. Debería dejar de pensar en eso, se recordó. _______ estaba limpiando su Beretta 92F italiana, con cariño. Joe sonrió al ver la imagen de su chica tan sádica. Apenas habían hablado entre beso y beso, tampoco hacía falta. Su cordura se esfumaba cada vez que la miraba. Y volvía a sentir en su interior el deseo y la obsesión tan acostumbrada a él cuándo se trataba de ella. Quizás ella se cansara de él, pero iba a hacer todo lo posible para hacerse un hueco en su corazón, y cuándo toda la mierda que los rodeara se acabara, la llevaría por Europa, a dónde ella quisiera. Serían felices y Joe se aseguraría de que viviera la vida que ella se merecía. La protegería de todo hasta por encima de su cadáver. No la amaba, pero si de algo estaba seguro era de que nadie más le haría daño.


______ se acomodó mejor en el asiento del Stang de Joe. Con un suspiro tonto dejó atrás su pistola y se dispuso a sacar su favorita, una Browing dorada, del cálibre 22, con silenciador y un llamativo cierre en la cámara de aire. La limpió con cuidado, mientras las imágenes de Joe en todos los ángulos se propagaban por su mente. Le había hecho el amor toda la noche, y una vez en la ducha. No se cansaba de él. Era tan perfecto. No se había sentido ella misma desde hacía demasiado tiempo. Volvía a ser la vieja ______, la chica sonriente y feliz, la chica fuerte que con solo siete años era cinturón negro de Karate. La chica que podía amar. La chica que recordaba, ahora, solo las cosas buenas del pasado. La sonrisa de su madre, de su hermano. Eran tan nítidas que tuvo que pestañear varias veces. Se sentía feliz de volver a ser quien era, de volver a sonreír, con alguien más que no fueran sus hermanos. De volver a confiar. De volver a amar. Recordando la noche pasada en brazos de Joe, no pudo evitar sonreír distraídamente. Sin embargo el pánico la asaltó, ¿y si Joe se cansaba de ella? ¿Y si él no quería saber nada más? ¿Y si se estaba haciendo demasiadas ilusiones? Con una bocanada de aire se tragó su orgullo y le preguntó:


- ¿Me quieres Joe?


El moreno dio un volantazo y esquivó un coche que venía de frente. La pregunta le tomó por sorpresa. No quería espantarla diciéndole lo que en realidad sabía, sentía algo por ella de eso estaba seguro. Pero no tenía ni idea de qué. Así que hizo lo que mejor se le daba: Mentir.


- No.


______ frunció el entrecejo y luego suspiró. Se iba a cansar de ella, pronto. Eso ya era un hecho. Todos los hombres que había conocido no duraban ni cinco días a su lado. Ya sea porque le tenían miedo, se cansaban o fingían ser quién no eran. Solo había una cosa que los hombres quisieran de ella: su cuerpo.
- ¿Por qué lo preguntas? -dijo el moreno, con la vista fija en la carretera. Su voz sonando cortante-.


- Porque no quiero involucrar los sentimientos en lo que tenemos.


Mentirosa. Su orgullo no le permitía decirle cuanto miedo tenía ahora. No le permitía decir que estaba enamorada de él, y que probablemente él le rompiera el corazón. O lo que queda de él. No le permitía admitir que estaba aterrada de que él se cansara y que la abandonara después de que su deseo por ella se consumiera. Forzó una sonrisa y lo miró. Él tenía la mirada indiferente y eso fue todo lo que ella necesitó para darse cuenta de que si no hacía nada él se cansaría pronto.


- Bien yo tampoco.


Joe se obligó a mirar fijamente en la carretera para no demostrar su cara de decepción. Mierda, ella solo quería tirárselo y pasar un buen rato con él. Imbécil. Debería de haberlo sabido, aunque ahora era demasiado tarde. Haría algo para que ella no se cansara tan pronto, quizás al final de todo ella sintiera algo por él. Se fijó en _______ y vio que tenía el ceño fruncido mientras miraba por el retrovisor.


- ¿Qué? ¿Qué pasa? -preguntó el moreno alarmado. Levantó la vista para mirar pero _______ se interpuso y lo miró con furia.


- La policía Joe. Ni te atrevas a mirar. Malditos idiotas.


- Mierda. Guarda la pistola _______ -gritó-.


- Ya voy, mierda, ya voy -se levantó del asiento y abrió una de las mochilas, Joe se fijó en su precioso trasero, mientras ésta guardaba la pistola.


_______ se sentó de nuevo y sonrió, mirando la erección en los vaqueros del rubio.


- Maldita puta -gruñó-.


- Oh vamos amor, no te enfades -dijo la morena, batiendo las pestañas dulcemente, mientras ponía cara de perrito mojado xdd-. Yo no tengo la culpa.


- Tú la provocas. Me provocas -espetó Joe enfadado, tan poco creíble con su sonrisa burlona-.


- No. Fuiste tú. No deberías mirar traseros señor Jonas


_______ dejó de morderse el labio y acto seguido estalló en carcajadas. Joe la acompañó. Lágrimas se escaparon de los ojos de _______, y Joe por el momento, dejo de pensar, y se sintió feliz. Feliz por ella. Por hacerla reír. Dios lo volvía loco.

sigue! :)

siguelaaaa

Porque son unos malditos orgullosos?
Aawww los dos trataran de enamorar al otro! :3
aunque los dos ya se aman!
Me encanta la nove!
Siguela pleade

ASH ¡¡¡¡¡ no entiendo como no se dan cuenta de que están enamorados uno del otro parecen ciegos :evil:



siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

lorenitajonas escribió: ASH ¡¡¡¡¡ no entiendo como no se dan cuenta de que están enamorados uno del otro parecen ciegos :evil:



siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

siq ue son tontos
deberian decir la verdad

Cap 42 [2/3]



- OH no... -gimió Joe, mientras paraba el coche en el arcen.


_______ vio como el policía bajaba del coche y se dirigía hacia ellos. Se lleno de los nervios. Mierda, los dos eran agentes retirados y con un coche lleno de cargamento altamente peligroso. Mierda, una de las bolsas de Ire estaba en el coche y no hay nada más peligroso que un bolso con las armas de su amiga. Triple mierda, podrían descubrirlos. Joe a su lado se tensó. _______ elaboró un plan y se bajó el escote de su camiseta, mientras subía el vuelto de su short. Joe bajó la ventanilla, _______ en cambió puso una cara pálida.


- Buenos días agente -dijo el moreno, sonriendo-. ¿Algún problema?


El policía dirigió una fugaz mirada a su acompañante y le falto exclamar un 'Wow' al ver a _______. Tragó aire y dirigió una mirada a la parte de atrás del Stang.


- ¿A dónde se dirigen chicos?


- Vamos a Norfolk, señor. Por nuestra luna de miel -sonrió _______. Joe abrió los ojos de par en par, después se calmó al comprender su plan. Miró a _______ y sonrió. Joe contuvo el aliento al ver su escote, una ola de calor se apoderó de su cuerpo, mientras maldecía en silencio.


- Estaban conduciendo a 160 Km/h. Aquí el límite es de 120 -dijo el policía, perdido en el escote de la chica.


La furia rugió en el interior del cuerpo de Joe. Maldito corrupto. Estaba mirando el escote de su _______. Sintió ganas de bajar y romperle la cara, a puñetazos. O mejor cortarle los huevos.


- Oh señor, lo sentimos. Es que...emm -_______ fingió tener vergüenza a la perfección-. Mi marido y yo teníamos... esto - la mirada de ______ bajó hasta la erección de Joe, luego agachó la cabeza y comenzó a sollozar.


Joe tuvo ganas de reír ante la cara de espanto del policía. La erección del moreno sorprendería a cualquiera.


- ¡Oh entiendo! Señorita no se preocupe... -ella continúo sollozando-. Eso puede pasar tranquila.


- Pero es que teníamos tantas ganas que... aceleramos el paso. ¡Oh dios mío! Que diría mi padre de mí. Lo siento, señor. Soy una estúpida. Si quiere arrestarme, hágalo.


Ella levantó la cabeza y las lágrimas rodaban por sus mejillas. Joe se sorprendió, era una actriz increíble.


- Cariño... no pasa nada. Seguro que el agente lo entiende -dijo Joe, fingiendo preocupación.


- Sí, por supuesto. No se preocupen, no pasará nada. Nos olvidaremos de este incidente si me prometen que tendrán paciencia y, usted señor, conducirá al limite de la velocidad indicada.


- Claro agente, muchísimas gracias. No volverá a pasar, se lo juro -sonrió el moreno.


- Muy bien, pueden continuar.


Joe subió la ventanilla y arrancó el coche. Cinco minutos después estallaron en carcajadas.


- ¡Oh dios mío! Que diría mi padre de mí. Lo siento, señor. Soy una estúpida. Si quiere arrestarme, hágalo. -imitó Joe con voz de mujer. _______ rió más fuerte-. No... Sabía… Que... fueras tan buena... actriz -dijo, entrecortadamente a causa de la risa-.


- ¿Has...Visto...Su cara? -carcajeó-.


- Fue muy gracioso -dijo recuperándose-. Ni yo me lo esperaba.


- Si hay algo que puedo hacer muy bien, es engañar a un hombre -sonrió pícara-.


- Yo no me lo hubiese tragado -sonrió burlonamente-.


- ¿Ah, no?


- No -respondió, creído-.


- ¿Y por qué no? ¿A caso no te engañé la primera vez que te vi? ¿No te seducí, te comí esa preciosa cosa que tienes entre las piernas? ¿Acaso no lo hice?


- Fui yo quien te tendió la trampa. Tú caíste primero.


- Tienes razón, pero no importa quién lo hizo primero. Estás aquí ahora, ¿no? -sonrió, con un gesto de autosuficiencia-.


- Mierda, tienes razón. Pero... -hizo una pausa y con voz ronca añadió-. No lo harías ahora.


- Quizás -sonrió.


El móvil comenzó a sonar. _______ se sobresalto y después lo cogió.


- ¿Qué tal todo?


- Bien -dijo Ire, desde la otra línea-. ¿Y por ahí?


- Bien -una risilla se escapó de la boca de la morena-.


- ¿Qué me ocultas Klein? -respondió su amiga, burlona-. No me digas que Jonas y tu...


________ Klein estalló en carcajadas. Su amiga la entendió a la perfección.


- Oh Dios mío. No me lo puedo creer -su amiga dramatizó-. Dime algo zorrita, ¿cuánto mide?


- Veintitrés, no, creo que veinticuatro.


Su amiga ahogó una exclamación.


- ¡mierda! Qué... -tragó-. ¡Grande!


- Exacto.


Joe la miró con el ceño fruncido.


- Sí ya lo sé Ire, veintitrés años, sí, vale, vale. Okay. Adios. Pasame a Chris.


- _______... pero qué dices -la rubia empezó a carcajear al entenderlo-. Ya te lo paso.


- Hola nena -dijo su amigo Chris, y, aunque ella no lo viera, sabía que estaba sonriendo-.


- Hola Chris. ¿Cómo va todo? No me creo a Ire, sé qué algo va mal. Suéltalo.


- Nos han estado persiguiendo otra vez, _______.


- Mierda -gimió ella.


- No acaba ahí, tu hermana tiene unas pesadillas horribles. Dice que lo ve a él. Que le hará daño.


La morena se paralizó. Un miedo terrible la abrasó. La furia lo sustituyó después de unos segundos.


- ¿A quién ve?


Fue su única pregunta.


- Tiene miedo de decirlo. No para de decir qué si lo dice te matará a ti, _______.

Cap 43 [3/3]



- Intenta tranquilizarla, Chris. Son solo pesadillas -la chica suspiró.


- ¿No crees que lo necesitas tú más que ella, nena? -preguntó Chris, preocupado.


- No, Chris. Estoy bien. ¿Sigue Jefferson enojado?


- Umm...


- Chris... -advirtió-.


- Sí -suspiró-. No está comiendo bien y se mata entrenando. Hace dos series de cincuenta y cinco flexiones diarias _______. Hay veces que esta pálido.


- por la mi...-hizo una pausa, soltó un bufido y dijo, cansada-. Pásamelo Chris.


- Vale.


La morena esperó impaciente.


- ¿Sí? -dijo, la inconfundible voz de Jefferson, sonando áspera y cortante-.


- Jefferson... -empezó la morena-.


Automáticamente la cabeza de Joe miró en su dirección. Los celos lo consumieron y le lanzó una dura mirada a _______. Esta lo miró con reproche. El moreno soltó un bufido y se encogió de hombros.


- No quiero que estés así.


- ¿Así cómo, _______? Explícate.


- Así, enojado conmigo. No quiero que te moleste, no quiero hacerte daño, mierda.


- No lo haces -dijo indiferente-.


- ¡Vamos Jeffy! -sonrió-. Así que... no comes y haces casi trescientas flexiones diarias, pero no te pasa nada. Mierda Jeffy te conozco, y sé que cuando algo te preocupa haces justo eso.


- ¡Maldición _______! ¿Quieres la verdad? ¿Quieres que te diga la puta verdad? Está bien. Estoy enamorado de ti. Y me estoy muriendo de celos cada vez que sé que estás con él. Me estoy consumiendo, y tu tienes la puta culpa. Vas a acabar conmigo. Dime lo que quieres, _______. Dime lo que quieres de mí y déjame en paz. Deja que viva mi vida y me olvide de ti.


Una lágrima rodó por su mejilla.


- Lo siento -susurró la morena-. Mierda Jeffy te avisé. Te lo dije. Quiero que seas mi amigo, quiero que estés ahí.


- Yo no puedo ser tu amigo, _______. No puedo. Quizás lo mejor sea que no me hables. Haz como si no existiera.


- Pero eres mi mejor amigo -suspiró ella-. No me pidas que haga esto.


- ¿Y tu a mí? ¿Qué pasa conmigo? ¿Tendré que verte con él, y fingir que no me destroza? Lo siento, pero quizás vaya siendo hora de que bajes de tu maldita nube y que empieces a darte cuenta de que no eres el puto mundo. No solo eres tú, tú y tú. Siento decírtelo pero... -se quedó callado y suspiró con frustración-. Esta vez soy yo quién da las reglas.


- Me estás haciendo daño... -murmuró.


- Lo sé, y lo siento. Lo último que quiero es eso, preciosa, pero... ¡mierda! Quiero gritar ahora. _______, entiendelo, por una vez, quiero ser yo el que no sufra.


- Esta bien -sollozó, y no pudo reprimir las lágrimas-. Pero quiero que sepas que a pesar de todo, tú eres el que me ha enseñado a querer.


- Mierda nena... no llores, por favor.


Jefferson maldijo.


- Da igual, estoy bien. Solo que últimamente estoy más sensible. Tranquilo, después de esto seguiré siendo yo -sonrió un poco-. La sádica.


- Juro por Dios que mataré a ese hijo de puta. Pero en esto, soy yo -suspiró, él también, reteniendo las lágrimas-. Adiós ______.


- Jefferson...


- ¿Qué?


- Gracias. Por ayudarme, sé que es difícil.


- Estaré siempre ahí, solo que esta vez, necesito un respiro. Quizás después de esta mierda, no me veas en un tiempo, pero siempre que lo necesites estaré.


- Lo siento -susurró, y otra vez, comenzó a llorar-. Adiós Jeffy.


El último pitido dio la señal de que había colgado. Su mundo pareció desvanecerse de nuevo. La felicidad desapareció. Lo necesitaba a él, a su mejor amigo. Pero ya no estaba.

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa