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Atentado & Asesinato. [JOE & TU]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Atentado & Asesinato. [JOE & TU]
Chicas Gracias A Las Que Se Preocuparon :B & Perdon Por No Subirles Antes Pero Estoy Realmente Enferma & Me Siento Pesimo, Paso Acostada Pero Me Levante Porque No Soporte Dejarlas Mas Dias Sin Cap :D Perdonenme Las Kiero, Aqui Les Dejo El Cap :D
Cap. 40 Un Poco Hot :B
Joe no paraba de pensar en lo hermosa que era ______ cuando llegaba al orgasmo. Las mejillas sonrosadas de pura satisfacción, los ojos profundos y penetrantes, llenos de suplica. La piel perlada por un sudor suave y caliente. Su pelo negro ondulado cayéndole en cascadas por los hombros hasta las caderas, invitándole, tentándole. El placer que emanaba por cada poro de su piel, era puro deseo para él. Casi sintiendo la satisfacción él mismo. Dirigió su mirada a su entrepierna ahora, rojo, hinchado y palpitante. Su húmeda entrada estaba llena de sus propios fluidos dulces. ¡Maldición! Era una condenada mujer. Una realmente sexy. Pero en lo más profundo de su ser, sabía que era diferente, que no era solo esa asesina, esa cara de tipa dura. Él había visto -y sentido en sus propias carnes- la dulzura y la ternura de su corazón. Ella era simplemente perfecta. Pero no estaba enamorado de ella. “No. Joe eres un estúpido. Es solo sexo, nada más. Solo la deseas” Por más que intentaba que las palabras penetraran en su cabeza, no lo conseguía. Ella era todo lo que un hombre hubiese deseado. Aquel maldito estupído abuso de ella, la hizo sufrir. Realmente quería que fuera solo suya. La simple idea de verla si quiera en los brazos de Jefferson -o cualquier otro hombre- lo sacaba de quicio, lo enfurecía y le hacía querer golpear algo o alguien. Sacaba lo más oscuro e inédito que había en él. El Joe asesino, depravado, sin remordimientos, duro e insensible. El Joe despreocupado. Y eso cambiaba cuando ella lo tocaba, lo miraba, le sonreía. Volvía a ser vulnerable. Tenía miedo, miedo de ella. De perderla.
“De perderla. Concéntrate hombre” se reprendió. ¿Desde cuándo él pensaba así? “Desde que ella apareció por tu puerta, pero eres demasiado cobarde para afrontarlo” su corazón empezó a latir. ¿Y si ella solo lo quería para tener sexo y nada más? ¿Y si después de tirársela ella se decepcionaba? ¿Y si perdía el deseo en él? Las dudas se reflejaron en su mirada. Pero estaba demasiado obsesionado con ella como para dejarla ir después. La querría tomar una y otra vez. Hasta que quedara inconsciente y no pudiera moverse. La querría siempre, a cualquier hora. Joe volvió al presente con un movimiento de _______. Su mano vagó hasta la latente de sus boxérs. Joe la miró nublado por el deseo y la lujuria. El hambre se apoderó de él, dejando en su mente todo tipo de fantasías, bloqueando pensamientos de otro tipo. Joe siguió con la mirada, los dedos largos y femeninos, excitándose a tal punto que se sentía desorientado. Agarró con la mano juguetona la latente de sus boxérs -otra vez- y gimió. Gutural. Sensual. Se mordisqueó su exuberante labio inferior al tiempo que se los humedecía. Lo puso aún más duro. Su mirada centrada en la gran erección. Parecía una gata en celo. ¡Mierda! Él estaba deseando que esa cálida y húmeda boca se posara en su miembro. Jugueteó con su duro miembro. Acarició la punta y lo pellizco. ¡mierda, lo estaba volviendo loco! Se endureció al instante como respuesta. Una suave risita ronca lo estimuló aún más. Con perfección y maestría le agarró el duro miembro y tiró hacia delante y hacia atrás. En un movimiento hipnótico, rítmico. Joe maldijo a la vez que cerraba los ojos y hacia la cabeza hacia atrás. Ella aprovechó y de un salto bajó de la mesa de billar. Lo agarró de un brazo y lo colocó a él en la fría mesa. Con dedos decididos arrancó sus boxérs. ¡Por fin!
______ liberó el duro miembro de Joe. Tragó saliva y miro su miembro ¡Santo Dios! Era enorme (como no ANA es ENOOORMEE :$ OK sigo con lo qué estaba :$) . Joe la miró con la vista plenamente enfocada en uno de sus pezones duros y erectos. Acarició con él pulgar uno y ella se estremeció. Se inclinó hacia él y le depositó otro beso, su lengua jugando de nuevo. Sus bocas encajando a la perfección. Su hambre haciéndola gemir. Un fuego abrasador bailaba en su vientre y fue directamente entre sus muslos cuando Joe profundizó el beso acercándola. Con una mano en su cintura, mientras la otra vagaba en su espalda. Se detuvo en una nalga y le dio un pellizco. Eso hizo que se separara. Una sonrisa peligrosa y condenadamente sexy la estremeció. Descendió por su abdomen, desde el cuello, con un camino de besos. Se detuvo vacilante delante de su miembro. Se acercó y deposito un beso casto en la punta. Dirigió la vista hacia arriba y lo vio tenso. Tan jodidamente exasperado. Ella sonrió provocativa y de una sacudida hacia alante se metió el duro miembro en la boca. Hasta el final. Notó como palpitaba dentro de ella, y se imaginó como sería tenerlo, de verdad, dentro de ella. Se balanceó hacia alante y atrás, chupando. Joe se movía al compás, deleitándose. Cuando sintió que las embestidas de él se hacían más rudas, succionó su miembro. El se arqueó y su respiración se agitó. Luego lo masajeó. Joe, sin un ápice de control, se corrió en la exquisita boca. ¡Era la mejor mamada de su vida!(o no se como le dicen ustedes xd) En realidad, tiene un don. Pensó él. Mientras seguía succionando su miembro. Tragó el líquido y descendió quemándole la garganta. Las olas de placer del orgasmo estaban todavía en él. Lo sintió tan bien, tan perfecto. Como ella. Pasó sus dientes, haciéndolo estremecer, cuando liberó su miembro de su boca. Sonrió satisfecha. Lo miró con una sonrisa provocadora, disfrutando de todo el placer que le había dado. Se arqueó al sentir los labios de Joe contra la piel sensible de su cuello. Soltó una risa floja al sentirse de nuevo excitada. ¡Qué la condenaran si no lo estaba! Y él también lo estaba. Sintió el, otra vez, duro miembro de él en una de sus nalgas. Se separó sobresaltada, alejándose todo lo que pudo de él. Los recuerdos atormentándola.
Joe vio extraña la expresión aterrada de ella. ¿Qué demonios le pasaba? Su mente intentaba buscar una explicación, pero no entendía nada. ______ no pudo reprimir más el sollozo que estaba atascado en su garganta desde que lo había sentido desde atrás. Se reprimió por eso. “No llores, tú no lloras. No te hará daño. Solo es Joe. Es él” se decía, pero su mente se negaba a cooperar, haciéndola recordar. Miró la cara de confusión de Joe. Ya no pudo más y se echó a llorar como una niña pequeña y asustada. Joe la estrechó en sus brazos, en un abrazo íntimo. No entendía nada. Ella paro de llorar, pero seguía sollozando.
- ¿Qué te pasa, lyubov? ¿Te hice daño? -preguntó alarmado, esperando una negativa.
- No -respondió ella, después de calmarse. Él... -vaciló antes de decírselo. La noche que Elliot me violó, lo hizo también... -comenzó a llorar de nuevo.
Joe comprendió todo fácilmente. Maldito bastardo. Juraba por Dios que cuándo terminara de matar al hijo de puta, iría por él. Le gustara a ella o no. ¿Cómo podía ser un hombre tan hijo de puta? ¿Cómo le podría haber echo daño a ella? Sin duda lo mataría. Lo encontraría. Lo acorralaría. Le daría una paliza hasta que se desmayase. No lo mataría tan fácil, para eso el maldito tendría que rogárselo. Quizás después le cortaría las pelotas y lo despellejaría vivo o podría...
- Desde ese día no lo he vuelto hacer. Me da... -ella se estremeció
- Shh... Tranquila, lo entiendo.
- Puedes pensar que soy una cobarde -dijo, con el ceño fruncido.
- Claro que no. Ese...
- No hablemos ahora de eso. Yo...
Joe sonrió. La cogió en brazos y la depositó en el centro de la mesa. Volvió a besarla, tan dulce esta vez. La acarició, la tocó con una ternura poco habitual en él. Una risilla se le escapó a la morena, mientras él le susurraba al oído todo tipo de cosas en su idioma natal. Y...
Sucedió. La magia, las caricias, los besos, los abrazos. Tan fácil como eso. La penetró dulce, lento, sin prisas. Disfrutando de sus gemidos, de sus miradas. De ella. De él. Disfrutando. Siendo felices. Felices juntos. Por una vez en sus vidas. Conectando a la perfección. Los dos lo querían, lo necesitaban.
______ se arqueó contra Joe. En un lento ruego de súplica. Sus manos jugaban con sus pezones, mientras su boca la deleitaba. Salió de ella. Vio como sonreía, y ella tampoco lo evitó. Con una embestida volvió en un ritmo frenético esta vez. Olas de puro fuego la abrasaron, hasta que no pudo ver, ni oír. Solo sentía como Joe la tocaba, la besaba. Solo lo sentía a él. Tan suyo. Tan cerca. Una vez, dos, tres. Y... explotó. La satisfacción acumulada en su interior, estalló con frenesí incontrolable. Mandando sacudidas y espasmos por todos sus cuerpos. El orgasmo seguía en ella cuándo volvió en sí. Abrió los ojos, con la boca entreabierta. Un nudo en la garganta. Fue especial. Supo que no era uno más. Y él también se dio cuenta. No se dijeron nada, las palabras sobraban. Joe salió de ella, satisfecho. Había sido lo mejor de su puta vida. Ella. Ahora. Era suya. “Mía, mía, mía” Su cabeza solo tenía espacio para esas tres letras. No podía pensar con claridad, solo ella. Tan increíble. Tan suya. “Mía, Mía, Mía”. La cogió en brazos, con cuidado. La beso el pelo, absorbiendo su aroma. Se recostaron en la pequeña cama. ______ pasó su brazo por el cuello del moreno y éste la rodeó con los brazos estrechándola contra él. Apoyó la cabeza en su pecho y con una sonrisa cerró los ojos. Era preciosa. Increíble. “Mía, Mía, Mía” bailaban en su cabeza. Suya.
- Supongo que he perdido la apuesta -dijo Joe, sonriendo.
______ río. Como hacía tiempo que no lo hacía. Una risa ronca, sensual. Y se dio cuenta. De que en aquel corazón negro y podrido un destello de luz se repartía en su interior, iluminando todo el corazón, volviendo a sentir, como hacía tanto tiempo que no lo hacía. Se dio cuenta, y, en verdad, le gustaba la sensación. La felicidad. Y el... amor. Se había enamorado perdidamente de su enemigo. Se había enamorado de Joe.
Cap. 40 Un Poco Hot :B
Joe no paraba de pensar en lo hermosa que era ______ cuando llegaba al orgasmo. Las mejillas sonrosadas de pura satisfacción, los ojos profundos y penetrantes, llenos de suplica. La piel perlada por un sudor suave y caliente. Su pelo negro ondulado cayéndole en cascadas por los hombros hasta las caderas, invitándole, tentándole. El placer que emanaba por cada poro de su piel, era puro deseo para él. Casi sintiendo la satisfacción él mismo. Dirigió su mirada a su entrepierna ahora, rojo, hinchado y palpitante. Su húmeda entrada estaba llena de sus propios fluidos dulces. ¡Maldición! Era una condenada mujer. Una realmente sexy. Pero en lo más profundo de su ser, sabía que era diferente, que no era solo esa asesina, esa cara de tipa dura. Él había visto -y sentido en sus propias carnes- la dulzura y la ternura de su corazón. Ella era simplemente perfecta. Pero no estaba enamorado de ella. “No. Joe eres un estúpido. Es solo sexo, nada más. Solo la deseas” Por más que intentaba que las palabras penetraran en su cabeza, no lo conseguía. Ella era todo lo que un hombre hubiese deseado. Aquel maldito estupído abuso de ella, la hizo sufrir. Realmente quería que fuera solo suya. La simple idea de verla si quiera en los brazos de Jefferson -o cualquier otro hombre- lo sacaba de quicio, lo enfurecía y le hacía querer golpear algo o alguien. Sacaba lo más oscuro e inédito que había en él. El Joe asesino, depravado, sin remordimientos, duro e insensible. El Joe despreocupado. Y eso cambiaba cuando ella lo tocaba, lo miraba, le sonreía. Volvía a ser vulnerable. Tenía miedo, miedo de ella. De perderla.
“De perderla. Concéntrate hombre” se reprendió. ¿Desde cuándo él pensaba así? “Desde que ella apareció por tu puerta, pero eres demasiado cobarde para afrontarlo” su corazón empezó a latir. ¿Y si ella solo lo quería para tener sexo y nada más? ¿Y si después de tirársela ella se decepcionaba? ¿Y si perdía el deseo en él? Las dudas se reflejaron en su mirada. Pero estaba demasiado obsesionado con ella como para dejarla ir después. La querría tomar una y otra vez. Hasta que quedara inconsciente y no pudiera moverse. La querría siempre, a cualquier hora. Joe volvió al presente con un movimiento de _______. Su mano vagó hasta la latente de sus boxérs. Joe la miró nublado por el deseo y la lujuria. El hambre se apoderó de él, dejando en su mente todo tipo de fantasías, bloqueando pensamientos de otro tipo. Joe siguió con la mirada, los dedos largos y femeninos, excitándose a tal punto que se sentía desorientado. Agarró con la mano juguetona la latente de sus boxérs -otra vez- y gimió. Gutural. Sensual. Se mordisqueó su exuberante labio inferior al tiempo que se los humedecía. Lo puso aún más duro. Su mirada centrada en la gran erección. Parecía una gata en celo. ¡Mierda! Él estaba deseando que esa cálida y húmeda boca se posara en su miembro. Jugueteó con su duro miembro. Acarició la punta y lo pellizco. ¡mierda, lo estaba volviendo loco! Se endureció al instante como respuesta. Una suave risita ronca lo estimuló aún más. Con perfección y maestría le agarró el duro miembro y tiró hacia delante y hacia atrás. En un movimiento hipnótico, rítmico. Joe maldijo a la vez que cerraba los ojos y hacia la cabeza hacia atrás. Ella aprovechó y de un salto bajó de la mesa de billar. Lo agarró de un brazo y lo colocó a él en la fría mesa. Con dedos decididos arrancó sus boxérs. ¡Por fin!
______ liberó el duro miembro de Joe. Tragó saliva y miro su miembro ¡Santo Dios! Era enorme (como no ANA es ENOOORMEE :$ OK sigo con lo qué estaba :$) . Joe la miró con la vista plenamente enfocada en uno de sus pezones duros y erectos. Acarició con él pulgar uno y ella se estremeció. Se inclinó hacia él y le depositó otro beso, su lengua jugando de nuevo. Sus bocas encajando a la perfección. Su hambre haciéndola gemir. Un fuego abrasador bailaba en su vientre y fue directamente entre sus muslos cuando Joe profundizó el beso acercándola. Con una mano en su cintura, mientras la otra vagaba en su espalda. Se detuvo en una nalga y le dio un pellizco. Eso hizo que se separara. Una sonrisa peligrosa y condenadamente sexy la estremeció. Descendió por su abdomen, desde el cuello, con un camino de besos. Se detuvo vacilante delante de su miembro. Se acercó y deposito un beso casto en la punta. Dirigió la vista hacia arriba y lo vio tenso. Tan jodidamente exasperado. Ella sonrió provocativa y de una sacudida hacia alante se metió el duro miembro en la boca. Hasta el final. Notó como palpitaba dentro de ella, y se imaginó como sería tenerlo, de verdad, dentro de ella. Se balanceó hacia alante y atrás, chupando. Joe se movía al compás, deleitándose. Cuando sintió que las embestidas de él se hacían más rudas, succionó su miembro. El se arqueó y su respiración se agitó. Luego lo masajeó. Joe, sin un ápice de control, se corrió en la exquisita boca. ¡Era la mejor mamada de su vida!(o no se como le dicen ustedes xd) En realidad, tiene un don. Pensó él. Mientras seguía succionando su miembro. Tragó el líquido y descendió quemándole la garganta. Las olas de placer del orgasmo estaban todavía en él. Lo sintió tan bien, tan perfecto. Como ella. Pasó sus dientes, haciéndolo estremecer, cuando liberó su miembro de su boca. Sonrió satisfecha. Lo miró con una sonrisa provocadora, disfrutando de todo el placer que le había dado. Se arqueó al sentir los labios de Joe contra la piel sensible de su cuello. Soltó una risa floja al sentirse de nuevo excitada. ¡Qué la condenaran si no lo estaba! Y él también lo estaba. Sintió el, otra vez, duro miembro de él en una de sus nalgas. Se separó sobresaltada, alejándose todo lo que pudo de él. Los recuerdos atormentándola.
Joe vio extraña la expresión aterrada de ella. ¿Qué demonios le pasaba? Su mente intentaba buscar una explicación, pero no entendía nada. ______ no pudo reprimir más el sollozo que estaba atascado en su garganta desde que lo había sentido desde atrás. Se reprimió por eso. “No llores, tú no lloras. No te hará daño. Solo es Joe. Es él” se decía, pero su mente se negaba a cooperar, haciéndola recordar. Miró la cara de confusión de Joe. Ya no pudo más y se echó a llorar como una niña pequeña y asustada. Joe la estrechó en sus brazos, en un abrazo íntimo. No entendía nada. Ella paro de llorar, pero seguía sollozando.
- ¿Qué te pasa, lyubov? ¿Te hice daño? -preguntó alarmado, esperando una negativa.
- No -respondió ella, después de calmarse. Él... -vaciló antes de decírselo. La noche que Elliot me violó, lo hizo también... -comenzó a llorar de nuevo.
Joe comprendió todo fácilmente. Maldito bastardo. Juraba por Dios que cuándo terminara de matar al hijo de puta, iría por él. Le gustara a ella o no. ¿Cómo podía ser un hombre tan hijo de puta? ¿Cómo le podría haber echo daño a ella? Sin duda lo mataría. Lo encontraría. Lo acorralaría. Le daría una paliza hasta que se desmayase. No lo mataría tan fácil, para eso el maldito tendría que rogárselo. Quizás después le cortaría las pelotas y lo despellejaría vivo o podría...
- Desde ese día no lo he vuelto hacer. Me da... -ella se estremeció
- Shh... Tranquila, lo entiendo.
- Puedes pensar que soy una cobarde -dijo, con el ceño fruncido.
- Claro que no. Ese...
- No hablemos ahora de eso. Yo...
Joe sonrió. La cogió en brazos y la depositó en el centro de la mesa. Volvió a besarla, tan dulce esta vez. La acarició, la tocó con una ternura poco habitual en él. Una risilla se le escapó a la morena, mientras él le susurraba al oído todo tipo de cosas en su idioma natal. Y...
Sucedió. La magia, las caricias, los besos, los abrazos. Tan fácil como eso. La penetró dulce, lento, sin prisas. Disfrutando de sus gemidos, de sus miradas. De ella. De él. Disfrutando. Siendo felices. Felices juntos. Por una vez en sus vidas. Conectando a la perfección. Los dos lo querían, lo necesitaban.
______ se arqueó contra Joe. En un lento ruego de súplica. Sus manos jugaban con sus pezones, mientras su boca la deleitaba. Salió de ella. Vio como sonreía, y ella tampoco lo evitó. Con una embestida volvió en un ritmo frenético esta vez. Olas de puro fuego la abrasaron, hasta que no pudo ver, ni oír. Solo sentía como Joe la tocaba, la besaba. Solo lo sentía a él. Tan suyo. Tan cerca. Una vez, dos, tres. Y... explotó. La satisfacción acumulada en su interior, estalló con frenesí incontrolable. Mandando sacudidas y espasmos por todos sus cuerpos. El orgasmo seguía en ella cuándo volvió en sí. Abrió los ojos, con la boca entreabierta. Un nudo en la garganta. Fue especial. Supo que no era uno más. Y él también se dio cuenta. No se dijeron nada, las palabras sobraban. Joe salió de ella, satisfecho. Había sido lo mejor de su puta vida. Ella. Ahora. Era suya. “Mía, mía, mía” Su cabeza solo tenía espacio para esas tres letras. No podía pensar con claridad, solo ella. Tan increíble. Tan suya. “Mía, Mía, Mía”. La cogió en brazos, con cuidado. La beso el pelo, absorbiendo su aroma. Se recostaron en la pequeña cama. ______ pasó su brazo por el cuello del moreno y éste la rodeó con los brazos estrechándola contra él. Apoyó la cabeza en su pecho y con una sonrisa cerró los ojos. Era preciosa. Increíble. “Mía, Mía, Mía” bailaban en su cabeza. Suya.
- Supongo que he perdido la apuesta -dijo Joe, sonriendo.
______ río. Como hacía tiempo que no lo hacía. Una risa ronca, sensual. Y se dio cuenta. De que en aquel corazón negro y podrido un destello de luz se repartía en su interior, iluminando todo el corazón, volviendo a sentir, como hacía tanto tiempo que no lo hacía. Se dio cuenta, y, en verdad, le gustaba la sensación. La felicidad. Y el... amor. Se había enamorado perdidamente de su enemigo. Se había enamorado de Joe.
myloveislouder
Re: Atentado & Asesinato. [JOE & TU]
que capitulo niña me dejaste impresionada :risa:
ese maldito de elliot es un desgraciado ya quiero que joe lo mate de verdad :caliente:
xfa síguela y espero que te mejores pronto :)
ese maldito de elliot es un desgraciado ya quiero que joe lo mate de verdad :caliente:
xfa síguela y espero que te mejores pronto :)
lorenitajonas
Re: Atentado & Asesinato. [JOE & TU]
lo ame!!!
se enemoro de joe
y se que joe de lla tambieme encanta!!1
se enemoro de joe
y se que joe de lla tambieme encanta!!1
andreita
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