Atentado & Asesinato. [JOE & TU]

myloveislouder escribió:

yamijonasforever escribió:OMJ!!! La rayis estubo embarazada y aborto! :'(
pobre ahora veo porque es asi!
Y esa puta de Ashley! Mendiga vieja
Me mato lo que la rayis les grito! Eso hare haha porque es tan fastidioso cuanso te gritan en la calle!
Una vez hiba con mi amiga y un taxista nos grito: sabrosas!! Y le grite: Tu mamá p*dejo! Hahahahahaha esa es uba de las tantas veces! Hahaha
sorry por no pasarme antes pero no me llegaban las notificaciones!
Siguela please mujer!

jkaljaklja yami & eso que la rayis grito es nada con lo comparado a lo que les grito a esos viejos asquerosos que me gritan en la calle ¬¬ uiiii pero ya me acostumbre pero aveces me ddan ganas de sacar el FUAAA!! y pegarle a todos ¬¬

Te entiendo a la perfeccion! Siempre es asi!
Me da aun mas asco cuando son unoa asquerosos ansianos!

Cada vez se pone mejor!!!!!!! me encata. SIGUELA :)

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

no quiero que joe siga anermorado de asñehy ¬¬
que lo este de la rayis

siguelaaaaaaaaaaaa

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

siguelaaaaaaaaaaaa

:)

Perdon Por No Subirselas Antes Pero a TODOS Les Dio Por Pedirme El Pc :/ & De Aburrida Me Puse A Pintar Mi Pieza *-* jojojojo Aqui Les Dejo Dos Caps.!

CAP. 39 [Primera Parte]


Tú: ¿Bola nueve? -le preguntó alzando las cejas e intentando pasar desapercibida la danza nerviosa de su estómago. ¿Cómo están las apuestas?

Joe pareció sorprenderse pero su sonrisa se amplió, estaba segura de que se burlaba de ella.

Joe: No jugamos por dinero.
Tú: ¡Vaya qué mal! Iba a apostar todo lo que tengo en tu contra -sonrió pícara.
Rixon: Caramba Joe nunca oí como alguien te desafiaba de esa forma, menos una mujer -sonrió el viejo, siguiéndole el juego.
Joe: No es alguien. Es _____. Quiero salir vivo de aquí Rixon -se burló el moreno.
Tú: Diez dólares a que no metes la bola nueve.
Joe: No quiero tu dinero.
Tú: Si ganas te dejaré elegir tu premio -dijo con una mirada cómplice. Quedarás libre de la apuesta.
Joe: ¿Y si ganas tú? -preguntó con una sonrisa juguetona.
Tú: Automáticamente ganaré la otra 'apuesta' -sonreí. Me darás todo el dinero. Yo en cambio, si lo quiero.
Rixon: Nunca había visto a una mujer tan decidida -sonrió con un tono áspero.

La morena sacó su caja de cigarrillos y comenzó a fumar de nuevo. Se apoyo, consciente, y movió la bola morada haciendo que la nueve se moviera también. Si antes era difícil, ahora era imposible.

Joe: Estropeas el juego, lyubov -dijo Joe, todavía sonriendo.

Lo miró a los ojos y no pudo evitar igualar su sonrisa pícara.

Tú: Espero que en tu contra -dijo inocente.

Joe se colocó estirándose en la mesa y, en vez de darla a la bola nueve le dio a la morada, ésta hizo que rebotara y le diera a la amarilla, se deslizo por un costado y le dio a la nueve. La bola se deslizo por el agujero. Había perdido. Sonrió, en realidad no le importaba.

Joe: He ganado, lyubov -una sonrisa devastadora se asomó por su irresistible boca.
Tú: Cinco dólares a que no puedes hacerlo de nuevo -dijo apareciendo detrás de él.

Joe miró hacía atrás, por encima de su hombro, y sonrió.

Joe: Te repito no quiero tu dinero, lyubov.
Rixon: Hey, chicos, vamos a mantener esta conversación en un rango que implique solo besos.

Rixon sonrió ampliamente captando su 'doble sentido'.

Tú: Todas las tres bolas restantes -retó a Joe.
Joe: ¿De qué clase de premio estamos hablando? -preguntó con una sonrisa pícara.
Rixon: ¡Demonios! -dijo Rixon. ¿Esto no puede esperar hasta que estén solos?

Joe me dio una sonrisa secreta y luego cambió su peso hacia atrás, acunando el palo en su pecho. Movió su hombro derecho, estiró su brazo y envió la bola blanca volando lo más fuerte que pudo. Las tres bolas -incluida la negra- entraron en el agujero. Joe esbozo una sonrisa lenta, seductora.

Rixon: Sí, estas en problemas chica. Nunca debiste subestimarlo.

Joe se inclinó hacia atrás, contra la pared, arqueó las cejas a ______. El gesto decía todo: Pagame. Ahora.

Tú: Tuviste suerte -dijo, sonriendo inocente.
Joe: Estoy a punto de tener suerte -dijo, con el doble sentido oculto en su tono de voz ronco.

Se acercó peligrosamente a ella y enganchó los dedos a la banda de la cintura de sus jeans y la atrajo más cerca de él.
Rixon: Las habitaciones están completas, pero hay una sala de máquinas con una cama. Mañana te daré la información.
Joe: Salgamos de aquí -murmuró, con la voz ronca.
Tú: ¿Qué tienes en mente? -pero estaba completamente caliente y agitada por dentro, porque sabía exactamente lo que tenía en mente.
Joe: Vamos.

Cap. 39 [Segunda Parte] Un Poco Muuuy Hot

Oí el ligero sonido de la risa de Rixon, mientras murmuraba algo inaudible. Joe me agarraba del brazo, con delicadeza. Sin embargo pude sentir el ansia, la excitación, el hambre en su toque. Caminada deprisa, subía las escaleras de dos en dos, yo le seguía de cera. Soltando pequeñas risas. El hambre invadió mi cuerpo casi inmovilizándome. ¿Qué estaba haciendo? Mejor ¿Qué iba a hacer? No lo sabía, eso es exactamente. Pero sin duda lo haría, llevaba demasiado tiempo aguantando el hambre y las últimas horas casi se había vuelto una ansiedad. Confiaba bastante en Joe para hacerlo. Y sabía de ante mano que no tendría sexo con él una vez, no, muchas veces. Las que viera necesarias. Luego me olvidaría de él y todo habría terminado. Una nube de pánico me hizo respirar con dificultad, haciendo que la adrenalina subiera. Lo cierto es que no quería olvidarme de él, después de tirarmelo. Me gustaba demasiado para poder siquiera pensarlo. Cerré ese pensamiento y lo mandé lejos de mi mente, omitiendo el hormigueo que bailaba en mis entrañas. ¿Y si después de lo que pase esta noche no quiere verme? ¿Y si me deja, me ignora, como Elliot lo hizo? No, rotundamente no. Joe no haría eso.

El llavero tenía la figura de una mujer con un tanga, enseñando el trasero, y en una de ellas ponía el número 5C. Joe abrió la puerta del edificio con los dedos temblando. Las imágenes eróticas en su mente se hacían cada vez más insoportables. Estaba excitado, necesitado y ¡Mierda! adolorido. Su miembro punzaba la cremallera del pantalón. Cuando por fin consiguió abrir la puerta tiró de ______ dentro del portal y la colocó contra la pared. Su sonrisa pícara apareció en su boca, curvándola, haciéndola parecer mucho más tentadora. Joe agarró sus manos fuertemente, presionándolas contra su espalda. Esbozo una sonrisa peligrosa y la besó con excitación, mostrándole todo lo que la deseaba. Sus lenguas bailaban en un ritmo agonizante, mientras que el hambre continuaba creciendo en su interior. Oyó como un gemido femenino le llegaba a sus tímpanos. ¡Dios Santo! Iba a morir. Por si fuera ya su erección lo bastante grande, dura casi punzante, ______ rozó su rodilla con ella, provocándole. Un gruñido sordo y seco se escapó de los labios de Joe. Seguía besándola con ardor, casi queriendo que se unieran en ese mismo instante. Le encantaban sus besos, le encantaba ella, notaba como sus ojos se cerraban al instante, cosa que solo pasaba cuándo estaba... No. Sus sonrisas. Sus cambios de ánimo. Sus miedos. Sus metas. Su fuerte carácter. Su sangre fría. Sus imperfecciones. Pero lo que más le gustaba era su cuerpo. Respondiéndole a cada toque que Joe le proporcionaba, a su merced. Ella sonrío contra sus labios cuándo sintió una de las manos de Joe soltar su agarre y descender por su espalda. Dio un pellizco rudo a su trasero. Él sonrió cuando un gemido de ella se oyó, haciendo eco. La escena aún más erótica, jodidamente caliente. Dejó de besarla y la miró, sus ojos expectantes, pidiéndole a gritos que continuara, sobraban las palabras. Sus labios, rojizos e hinchados, el rubor en sus mejillas. _______ llevó una de sus manos al valle de sus senos. Joe la siguió con la mirada. Los pechos, redondos, firmes. Los pezones se hacían notar pese al sujetador y la fina camiseta. Estaban completamente erectos. Joe la volvió a apegar a su cuerpo y solo entonces notó lo duro que estaban los pezones de ésta, contra su abdomen. Un gemido se escapó de su garganta. Él llevó sus manos, grandes y masculinas a sus pezones, acariciándolos, apretándolos, jugando con ellos. Estos le respondieron a cada toque. Se acercó al lóbulo de su oreja y lo mordió. Su piel se erizó y gimió fuerte. Sus caderas arqueándose y contrayéndose, tentándolo, volviéndolo loco. Joe sonrió contra su cuello, mordido, besado y chupado, mientras escuchaba los gemidos de ______. La mano femenina de ésta vago por su pecho, tocándolo. Bajo hasta la latente de la camisa básica de Joe y la subió con dedos inocentes. Ella tocó todos sus abdominales, repasándolos y bordeándolos. Sus labios se volvieron a juntar. La mano de ______ siguió bajando, hasta su erección. Sintió como tomaba y apretaba su miembro. ______ sonrió ante el gruñido ensordecedor de Joe. Él le apartó la mano y la cogió por las nalgas, elevándola. En un momento, casi un mínimo segundo, ella rozo su entrada con el miembro de él. Ambos gimieron al compás. Deseando lo mismo. No había rastro de cordura, pensamiento o cualquier tipo de acción que llevara a cabo sus cabezas. Esta vez eran solo sus cuerpos, y muy a sus pesares, sus corazones.

______ rodeó con sus piernas las caderas del moreno, mientras él no paraba de devorarla. Literalmente. El agarre de Joe se hizo aún más fuerte, a medida que subían un peldaño más de las escaleras. ______ se frotó contra él y Joe sintió lo húmeda que estaba. Enloqueció de excitación, su corazón casi saliéndose del pecho. Él no podía recordar ahora con claridad pero nunca había sentido esa necesidad con nadie. Ni con Ashley. Lo que ______ despertaba en él era puramente salvaje y primitivo, queriéndola tomar en cualquier sitio, a cualquier hora y lo más rápido y fuerte posible. Su cuerpo ansiando la liberación. Las manos de la morena se engancharon en su cuello, acariciando su pelo, enredándolo en sus dedos. La piel de la nuca de Joe se erizó y sintió el peso de ella descender, hasta quedar encima de su entrepierna, palpitante. ______ rozó su feminidad contra el duro miembro de Joe, haciéndolo jadear. Un mareo se apoderó de él, paralizándolo. Ningún roce había sido tan placentero, y de eso si que estaba seguro. Llegó a la puerta y _____ bajó una de sus manos por su espalda, acariciándola a su vez, cogió las llaves de su bolsillo trasero y descendió de él, frotándose nuevamente. ¡Diablos! Joe maldecía en su interior, impaciente. La quería ya. Ahora. Quería sentir su entrepierna contrayéndose, ordeñándolo. Quería que ella gritara su nombre. Quería probar su sabor, devorar su centro. Quería que su exuberante boca se posara en su miembro. Quería ver la cara de ella cuando alcanzara el orgasmo. Quería sentir el placer. Su corazón bombardeaba cuando _____ abrió la puerta. Él la empujó contra él y la volvió a cargar. Cerró la puerta con un pie y la puso contra ésta. Sin dejar de besarla, volvió a acariciar sus pezones y los jadeos de excitación se hacían presentes en la sala.

Tú: Joe... -murmuró _____, por primera vez, su tono cauteloso pero suplicante.
Su voz era ronca y gutural. Sensual. Jodidamente sensual. Seductora. Gutural, casi como un ronroneo. Amo como sonó su nombre en la boca de su _____. Él pensó que estallaría.
Joe: lyubov, avísame si te hago daño. Por que una vez que empiece no podré parar -susurró él, con la voz ronca por la excitación, aún así preocupándose por ella, como nadie nunca antes lo había hecho.

Sintió como ella se estremecía.

Tú: No quiero que pares, Joe. Quiero que me hagas tuya, fuerte y duro.

Joe esbozó una sonrisa aterradora. Era perfectamente perfecta para él. Hasta en el peor de los casos. La quitó de la pared y se fijó en la pequeña cama de la habitación con las patas cambadas. ______ dirigió su vista a la cama. Una sonrisa cautelosa le demostró que estaban pensando lo mismo.

Tú: No aguantará, se romperá -se atrevió a decir, aún con la excitación a flor de piel.
Joe condujo su vista por toda la sala. Evidentemente de máquinas. Se fijó en una mesa de billar y no dudó en ir hacia allá, con zancadas grandes. Volvió a besar a ______, con más deseo, febril. La recostó contra la mesa de billar y ella sonrió. El se sentó a horcajadas encima de ella, haciéndole saber de su adolorida erección. Ella sonrió y le mordió el labio inferior. Las manos de Joe volvieron a encontrarse con sus pezones. Esta vez sin ningún ápice de control, empezó a levantar su camisa, se la arrancó. El sujetador de encaje de ella apareció ante su vista, de un color verde oscuro y un lazo fucsia en un costado. Joe se acercó y lamió su cuello, besó su mentón y finalmente descendió -deseándolo con fuerza- dejando un camino de besos hasta sus senos. Con una mano desabrochó su sujetador y este cayó a un lado. La tenue luz haciendo el escenario perfecto. Sus pezones eran de un color sonrosado, sus pechos perfectos para él. Su mirada vago de un seno al otro, devorándolos. ______ notó la mirada del moreno, desvistiéndola aún más. Sus ojos más negros de lo normal, como la vez en su casa. Ella sonrió al recordarlo y volvió rápidamente al presente al sentir el aliento frío de Joe en uno de sus pezones, haciendo que se inclinara aún más. Gimió cuando su boca y su lengua jugaron con él, el otro estaba atendido por una de sus fuertes manos. Luego paso al otro, y así hasta que sintió como le dolían. Este acto de dolor-placer la encendió aún más. Arqueando las caderas. Joe gruñó algo en búlgaro que ella no pudo entender y empezó a desvestirla, su pantalón cayo al lado de sus zapatos y ella se adelantó a quitarle su camiseta. El six pack de Joe apareció ante su vista y un gemido más una mirada nublada por el deseo se apoderó de ella. Tocó sus abdominales y se detuvo en el pezón masculino, jugando con su piercing. ______ se acercó y lo chupó. Joe se acercó a su oído.

Joe: Me voy a enterrar dentro tuyo con tanta fuerza que desearás no haber nacido -susurró.

Ella se estremeció de placer y rodeó con sus piernas el cuerpo de él. Encajando a la perfección. Frotándose contra Joe.

Joe: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! -gimió, repetidamente, al notar su entrada frotándose una y otra vez, simulando una cabalgata dura. !Bozhe moï! -gruñó.
Tú: Joe, no aguanto más -susurro ella con la voz entrecortada. Hazme tuya ya, por favor, hazlo.

Joe la miró a los ojos perdiéndose en su mirada.

Joe: Tus ojos, ______. Esos fríos ojos gris pálido oscuro son sorprendentemente irresistibles. - Inclinó la cabeza a un lado, como para estudiarla desde un nuevo ángulo - Y esa tremenda boca curva. ¡Oh dios, no sabes cuanto deseo que me la chupes! Lo he soñado, día tras día.

Joe volvió a devorar su boca, mientras con una mano se bajaba la cremallera de su pantalón. Ella agarró el elástico de sus boxérs y tiro de ellos, acercando más su miembro a su entrepierna. Deseando que entrara en ella, como nunca lo había deseado tanto. Se sorprendió al notar la gran extensión de su miembro. Joe sonrió contra sus labios. Se apartó un poco, su boca a milímetros de la suya. Sus brazos rodeándola, protector. La sonrisa juguetona se apoderó de su boca ahora.

Que Creeen Que Pasara?
La Rayis xD Se Podra Acostar Con Joe??
Ustedes Que Creen :OOO??
Que Les Gustaria Que Pasara 1313

Eso mas que deseo ya se convirtio en amor!
Pero ooooo son bien salvajes los dos
el six pack de Joe! :O (baba al mil)
aaaaaaaaaaaa me matan estos dos!
Tiene que pasar de TODO con ellos dos!
TU! Nos odias y por eso la dejaste ahi!
Como te atreves mujer! Te mandare un duende para que te cante Baby, baby oooohhh!! Hahahaha okno! Ntc!
Siguela ya please!

mujer xq la dejas hay eres muy mala con nosotras :( :(

vamos síguela entre joe y la rayis tiene que pasar de todo un poco ya los pobres no pueden aguantar las ganas de estar juntos y es cierto es mas por amor que por pasión

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa