Atentado & Asesinato. [JOE & TU]

Cap. 30

Mi boca se abrió automáticamente. Y mis ojos se abrieron como platos. Quedé sorprendida. ¿Cómo que lo sabía?

Tú: ¿Cómo....? -pude preguntar.
Teba: Vamos ______, no nací ayer -se quedó en silencio. Sabía toda esta mierda y no puedo odiarte por querer sacarnos adelante -suspiró. Incluso si tienes que matar a personas
Tú: ¿Cómo te enteraste?
Teba: La AAA te mandó una carta una vez, la abrí y miré tus objetivos, te seguí una vez y lo vi todo claro, el edificio, los agentes y no me sorprendí, me di cuenta de que me entrenabas en silencio -sonrió. Lo único que no entiendo fue porque no confiaste en mí para contármelo -hizo una mueca.
Tú: Porque no quiero esta vida para ti -suspiré, más tranquila. ¿Desde cuándo lo sabes?
Teba: Desde hace tres años
Tú: hay... más -susurré.
Teba: ¿Más? ¿Es que acaso eres también actriz porno?
Tú: ¿Actriz porno...?
Teba: ¡Diablos ______, te has visto! Eres mi hermana pero yo veo como te miran algunos y lo he sospechado y si lo eres no me...
Tú: No soy una actriz porno -grité. ¡Dios santo!
Teba: ¿Entonces...?
Tú: No tenemos mucho tiempo así que seré breve -suspiré. La AAA es una gran tapadera y su dueño, que no sabemos quien es, esta tratando con los chinos, hace ocho años Rudy fue a China a investigar y lo mataron -Teba abrió bien los ojos. Él no era militar, y mamá -suspiré. También fue agente de la AAA, ahora ese típo quiere matarnos, principalmente nosotros somos su objetivo y no sé por qué, así que... -murmuré. Tengo un plan, provocarlo y cazarlo, simple y rápido pero necesito ayuda, él es jodidamente bueno y nos conoce a la perfección, tiene teléfonos, matrículas, direcciones, absolutamente todo, así que tenemos que escondernos durante un tiempo y hacer que se desespere y cuando este con la guardia baja, matarlo.
Teba: ¿Quién te ayudará?
Tú: Sobre eso... -sonreí. Jefferson, Ire, Chris -son agentes de la AAA también-
Teba: Sospeche de ellos -sonrió.
Tú: Chico listo
Teba: ¿Nadie más?
Tú: La otra parte de la historia es que hace un par de días en mi último 'viaje' a California me asignaron matar a un tal Jaime Acosta, el típo era un ladrón y se dedicaba a robar a Jona's Company una empresa, la AAA quería el dinero que había en esa estúpida cuenta pero necesitaba una firma, al día siguiente Paul Jonas muere y su hijo se queda con Jonasr's Company y con... -suspiré. La CIA, el mayor enemigo de la AAA, así que secuestre a Joe Jonas, su hijo. Cuándo me di cuenta estaba yo -sonreí al recordarlo. Secuestrada por él, al final el mismo idiota que mató a su padre es el que quiere matarnos -suspiré. Ayudarán Joe, y sus dos amigos, Kevin y Nick.
Teba: Es una locura pero hay algo que no entiendo, ¿qué quiere el hijo de puta?
Tú: No lo sé -susurré.
Teba: ¿Qué pinto yo entonces? Digo, ¿por qué me lo cuentas?
Tú: Porque... -me desvanecí. Me odio por esto pero es mi única opción, tienes que ayudarnos, sabes cuidarte de ti mismo y...
Teba: Lo haré -sonrió. Se manejar armas y defenderme, no te odies, algún día pasaría
Tú: No de esta forma, cuando esta mierda acabe dejaré de ser una agente -suspiré. Esto es serio y la verdadera razón es que si algún día me pasara algo, tú -tragué dificultosamente. Cuidarás de ti y de tu hermana, no dejes que sea como yo -suspiré.
Teba: No te pasará nada -respondió terco. Lo prometo
Tú: Gracias por entenderme -sonreí. Te...
Teba: Yo también te quiero -sonrió y me abrazo. Sé que te cuesta decirlo. Anda vamos a preparar las maletas, haré la mía y la de Carla, ve hacer la tuya, oye ______....
Tú: ¿Si? -dije apoyada en el marco de la puerta.
Teba: Tengo un par de pistolas debajo del colchón -sonrió. ¿Las llevo?

Quedé, de nuevo, sorprendida. Pensé que esto sería más difícil.

Tú: Tómalas antes de que me arrepienta -carcajeé.

Salí de la habitación con una sonrisa y sin quererlo suspiré. Me quedaría un largo trayecto hasta deshacerme de ese hijo de puta. Pero lo haría y nada ni nadie me lo impediría. Me adentré en la oscuridad de m habitación. Prendí la luz y saqué dos maletas, una grande y otra más pequeña. Metí ropa de todo tipo en la maleta pequeña. Me giré a mirar la puerta, por si había alguien. Nada, no había moros en la costa. Cerré la puerta con llave. Miré la caja fuerte que se encontraba detrás de un marco de fotos de mis hermanos. Lo moví a la derecha y la pared del final de la habitación se abrió de golpe. Caminé hasta ella y marqué el número. Enseguida se abrió dejando ver pistolas, escopetas, révolvers, bombas, bazookas, cuchillos, empuñaduras... Todo lo que podría hacerme falta. Cogí todo lo que pude y lo metí dentro de la maleta grande, cargándola al máximo. En la cremallera de afuera puse un par de chalecos antibalas y trajes de lycra, fáciles para moverse. Con rapidez volví a cerrar la puerta. No sin antes asegurarme de que todo estaba impecable. Miré el marco y parecía normal. Abrí la puerta con cuidado y bajé las escaleras, todas las luces del segundo piso estaban completamente apagadas. Cuándo llegué al salón me encontré con cuatro pares de ojos mirándome directamente. Sonreí y mi hermana corrió hacia mí. La cogí en brazos y le besé la pequeña frente.

Tú: ¿Lista?
Carla: Lista -sonrió. No me dijiste que vendría también tía Ire, Jeffy y Chris -suspiró. Y Joe
Tú: ¿No te gusta la idea?
Carla: Estás de broma, me encanta -carcajeó. ¡Yu-juuuuuuuuuuuuuuuu nos vamos de vacaciones!

Intenté sonreír pero solo me salió una mueca de disgusto. Mi hermana, inocente como siempre, sin saber que serían las peores vacaciones del mundo. Sin saber que podrían matarnos. Sin saber que corríamos peligro. Saltó de mis brazos y se subió al sillón. Con sus piernas estiradas, aún así sin poder llegar al suelo. Joe la miró divertido. Chris sonrió.

Tú: Chicos...-Joe y Chris me miraron. Tienen que ir a coger las cosas, mientras iré a casa de Jefferson para preguntarle a Ire la...dirección. los llamaré y quedaremos a las afueras, ¿entendido?
Joe: No me iré a ningún sitio -suspiró.
Tú: Tienes que coger ropa y...
Joe: ______ -murmuró. Te lo deje claro antes -dijo entre dientes.
Tú: Ya hablamos de esto -grité.
Chris: Eh chicos... hacemos una cosa, me iré a mi casa a por un par de cosas que necesito para.... las excursiones -sonrió. Y tú, los niños y Joe Irán a su casa, después nos vemos en casa de Jefferson, ¿vale?
Tú: Pero...
Joe: Vale

'Aggg' refunfuñé. Mierda odiaba que estuviera encima de mí. Sabía cuidarme solita. No era una niña y mucho menos una inexperta. Podría matar al mismísimo James Bond. Solo salí del salón y fui a la cocina. Chris me siguió.

Chris: ¿Y bien? -preguntó.
Tú: ¿Qué? -abrí el refrigerador y saqué una botella de agua, después la volví a meter dentro.
Chris: ¿Tu hermano se lo tomo bien, no?
Tú: Ya lo sabía, él lo sabía -suspiré.
Chris: ¿Lo sabía? -preguntó sorprendido.
Tú: Sí -sonreí. Ahora es todo más fácil
Chris: Bueno creo que me iré
Tú: Chris -suspiré. Ten cuidado por favor
Chris: Hey _____, tranquila lo tendré -sonrió y se acercó a mí, sin pensarlo dos veces me besó, fue rápido y suave, nada parecido al hambre de Jefferson, como él me devoraba, Chris en cambio era más lento, más sensual, más romántico; pero solo hizo que me sorprendiera. Lo siento, bueno en realidad... no lo siento, me he contenido por la chica que me gusta... en fin también por el machote que me mataría -sonrió. Pero este es el último, lo prometo.

Sonreí y se fue casi corriendo. Oí el cierre del ascensor a sus espaldas. Me giré a ver el salón y Carla estaba entretenida con Joe, al parecer estaba jugando otra vez con sus muñecas, ella hacía de princesa y él de príncipe. Las manos grandes de Joe se ceñían al cuerpo del muñeco vestido con un traje azul. Mi mente no pudo evitar pensar en esas manos agarrandome fuertemente las caderas, estimulándome los pezones, tocándome, acariciándome, masturba... ¡Dios en que mierda estoy pensando! Me he vuelto una ninfómana. Pero mierda, era culpa suya, solo de él, de su cuerpo, de su boca, de su mirada, de su pelo, de su sonrisa, de su voz, mierda de él y punto.

guao tengo un hermano muy inteligente hasta me dan ganas de cambiar a mis verdaderos hermanos que de inteligentes tienen lo que tiene el mar de dulce osea nada por esteban jajajajaja :P

siguelaaaaaaa

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

wow teba es muy inteligente
me encanto
seguila!!!!

ayyy yo quiero que esos dos
hagan bebes jajaja

siguelaaaaaaaaaaaa

siguela :)

seguila!!!!

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

capi

seguila!!!!

queremooos capitulo!!!!!!!!!!!! o mejor MARATON!!!! :D

siguelaaaaaaaaaaaa

Chicas Mil Perdones Estuve Desaparecida Pero volvi & Les Dejo Una Maraton!! Gracias Por Los Comentarios!

Cap. 31 [parte I]


Joe: ¿Nos vamos? -dijo sacándome de mis fantasías.
Tú: Claro. Teba...
Teba: ¿Si?
Tú: Coge tus maletas y las de tu hermana
Teba: Vale, ¿me ayudas Carla?
Carla: Sí -asintió. Jugamos después no te escapas de la cena -sonrió a Joe.
Joe: Claro princesa -sonrió.

Teba y Carla subieron a la habitación, Joe se giró a verme. Me senté en el sofá y él me miró.

Joe: ¿Sabes? Tu hermana es igual que tú -sonrió. Se parecen
Tú: Lo sé -suspiré.
Joe: ¿Qué va mal?
Tú: Todo va mal, ¡mierda! podría matarnos, podría salir mal
Joe: Va a salir bien, no seas negativa
Tú: Soy realista -espeté.
Joe: No te hagas la fuerte conmigo, sabes perfectamente que debajo de esa faceta tuya de indestructible, eres persona y sientes, también cometes errores
Tú: Lo sé -sonreí falsamente. Y... ¿a dónde vamos?
Joe: A casa de mis padres, tengo cargamento de sobra, es la base principal de la CIA, así que nadie las echará de menos, además tengo que avisar a mi madre, ella y la madre de Nick tienen que largarse de aquí
Tú: Como digas -suspiré, entrecortadamente, mientras una lágrima luchaba por salir.
Joe: No te atrevas, _______, no llores por favor -se acercó a mí y colocó una mano en mi espalda, después la otra en el hombro, finalizó abrazándome, casi sin respirar, absorbió el aroma de mi pelo. Me mata verte así, juro por mi madre que te besaría, diablos si te besaría, claro que lo haría y no me arrepentiría pero no puedo, no puedo hacerlo si lo hago una cosa llegara a la otra y... infierno te haría mía aquí mismo y tus hermanos están arriba -susurro enterrado en mi pelo.

Era increíble lo que solo un roce podía producir en mí. Sus palabras. Su tacto me seducía, me dejaba con ganas de muchísimo más. Sí, es cierto. Pero también ese estúpido sentimiento de cariño, protección. Dejándome completamente en blanco. Dejando que mis sentidos simplemente se desconectaran, como con un tipo de interrupción. Cualquier cosa que pasara por mi mente, cualquier sentimiento que recorriera mi cuerpo en ese instante, con su tacto se esfumaba. Sus grandes brazos parecían protegerme y entenderme. Parecían consolarme. Y era justo lo que estaba haciendo. Me besó la frente y se apartó bruscamente de mí. Controlándose, él mismo. Solo un minuto más y perdería todo sentido de la razón dejando paso al hambre, la excitación, la sensualidad y la lujuria. Una voz me sacó de ese estado vulnerable, poniéndome en alerta de nuevo.


Teba: Ya esta todo
Tú: ¿Carla? -dije mirándola, me levanté; Joe hizo lo mismo.
Carla: ¿Si...? -preguntó inocente, nerviosa.
Tú: ¿Todas esas maletas?
Carla: Es que... la señora Poof y sus alumnos son muy grandes, además he traído disfraces...
Tú: Esta bien -rodé los ojos, Teba sonrió. Vamonos

Apagué las luces y subimos al ascensor, no sin antes activar las cámaras de la casa. Por si las moscas. Llegamos al garaje y busqué las llaves del coche. Cogí el Porshe 911 y metí dentro las maletas. Senté a Carla en la parte trasera y Teba hizo lo mismo. Miré a Joe y estaba debatiéndose.

Tú: ¿Qué pasa?
Joe: La matrícula, nos reconocerá
Tú: ¡Mierda! no había pensado en eso, pero...

Fui al baúl dónde metía el 'otro cargamento, este militar' y vi las matrículas falsas. Joe tomo una y con un destornillador empezó a quitar la otra. En cinco minutos la matrícula falsa estaba puesta. Nos subimos al coche y arranqué. La noche de Nueva York era fría. Las calles tranquilas. Los colores parecían esferas haciendo que crearan un aura relajante. La música de fondo de la radio Kiss 0.105 sonaba baja y relajante. Miré por el espejo retrovisor a Carla y estaba profundamente dormida.

Tú: ¿Dónde es?
Joe: En la quinta con Quin, el número dieciséis, diecisiete y dieciocho
Teba: ¡mierda! ¿Tu casa ocupa tres números?
Joe: Sí -dijo orgulloso, como lo odiaba.
Tú: Imbécil
Joe: No empieces, no quiero ridiculizarte delante de tu propia familia
Tú: Eres un puto egocéntrico, orgulloso, surrealista, imbécil, idiota, cabrón y un completo estupido
Teba: Auch, eso dolió -sonrió.
Joe: No me hagas decir que eres una zorra, calculadora, mentirosa, hipócrita, calienta sopas, loca, impulsiva, asesina y una completa puta -sonrió.
Teba: Oh oh, yo que tu... no hubiera dicho eso -se encogió de hombros.
Tú: Me las pagarás Jonas, acuérdate de lo que acabo de decir -sonreí, tranquila.
Joe: No me das miedo
Tú: Si antes jugaba sucio, ahora te vas a arrepentir
Joe: Haré lo mismo, vamos a ver quien gana
Tú: Sí -respondí.

Llegamos a la gran mansión. Tenía la fachada de una madera color blanco, con unas piedras en tonos negros, la valla era grande y tenías que poner un código, gran sistema de seguridad. Dos agentes negros, altos y corpulentos, estaban en la entrada, mientras un Masserati descansaba en la puerta del garaje. Las cortinas finas, de seda ocultaban el interior de la casa, pude contar al menos tres balcones y nueve ventanas. Un jardín en la parte trasera estaba adornado por un camino de peonías y margaritas, combinadas. Los arbustos daban una impresión tranquila y tierna. Una piscina con el fondo de varios colores era iluminada por un par de luces de ambiente. La calidez de un segundo porche en la parte trasera hacía la casa aún más grande. Mientras un despacho y un garaje se encontraban a la derecha de la casa, colocados respectivamente. El garaje aguardaba varios coches. Desde Lamborghinis hasta BMW. Joe se bajó del coche y habló con el tipo de la puerta, este lo saludó y Joe puso el código, la gran valla se abrió dejándome paso. Joe caminó hasta la entrada de la casa. Lo vi discutir con el guardaespaldas negro de la derecha, mientras el otro sonreía. Pude ver que uno se llamaba Kenny, tenía una placa de identificación y era más 'amigable' con Joe. Desperté a Carla y Teba la cogió en brazos. Bajamos del coche y por un momento me sentí intimidada ante toda esa casa y seguridad. Pero sentí envidia, envidia de que esa gran casa parecía un hogar, tranquilo. Joe se acercó a mí y me agarró de la cintura, atrayéndome hacia él, posesivo.