Atentado & Asesinato. [JOE & TU]

si dos caps :cheers:
jajajajajaja la rayis no queria que joe la ayude
me encanto
seguila!!!!

me encanta, me encantaaaa!!! Siguelaa rapido, un cap mas :)

jajajajja me volvi una obsesion de esta nove jajajajjaa

me gusta mucho esta nove y los capítulos te quedaron geniales :)

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa....................

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

wOW :affraid: Al parecer me enamoro mas de joseph wow wow wow me encantoooooo el capiii!! veremos quien pierde la apuesta primero jajajaja siguelaa pleasee :lol!: :afro: :grupo:

vamooooooooooooss siguela siguelaa pleaseeee te lo suplicooooo

:D

Capitulo, capitulo, capitulo :D

siiiiiiiiiii

Cap. 24


Ire: ¿Ya desayunaste? -dijo poniéndose un tazón con cereales en forma de estrellas.
Tú: Sí
Ire: Déjame adivinar el 'Romeo' -dijo haciendo comillas con los dedos.
Tú: Sí lo acertaste -suspiré.
Ire: Joe es fantástico tienes suerte -respondió rápido.

Me atraganté.

Tú: No… Joe no... Él no
Joe: Yo no, ¿qué? -dijo sentándose en la silla, con una típica -poco normal- erección matutina.

Me atragante, mierda hasta cuando no quiere seducirme lo hace.

Ire: No le llevaste el desayuno a la cama, cosa que le encanta -Sonrió. Le di un codazo.
Joe: Se me adelantaron entonces -sonrió.

Joe se estiró y los músculos se le tensaron por un momento. La piel se me erizo, y el cuerpo se paralizó. De un momento a otro la excitación me invadió llenándome por completo de imágenes de Joe en mil posiciones diferentes. Parecía una película porno. El kama-sutra se quedaría corto. ¿Por qué era tan malditamente irresistible? Era perfecto. Cada centímetro de su piel era una invitación una tentación. Después de que saliera del trance y él me guiñara un ojo lo comprendí, me estaba tentando y no lo conseguiría, no perdería diez mil dólares por tener un buen polvo con él. Aunque lo necesitara.


Tú: No juegues sucio
JOE: ¿Yo? -dijo poniendo Caras.

Ire soltó una risotada.

Tú: Sí tú, sufrirás las consecuencias
Joe: No serán tan malas
Tú: Ponme a prueba -dije mirándolo fijamente, desafiante.
Ire: Esperen, ¿de qué mierda están hablando?
Tú: Es mejor que no lo sepas
Ire: No quiero saberlo -sonrió. Ya me imagino lo que será y déjame decirte que.. -se acerco a mi oído y susurro. No aguantarás -cogió su tazón y se perdió en el salón.
Tú: Quizás no lo harías tú yo, en cambio, si puedo -grité.
Ire: Es demasiado bueno para esto -gritó.
Joe: Ella lo reconoce, ¿lo harás tú?
Tú: Jamás
Joe: Como soy tan considerado -sonrío. Tengo una propuesta, si admites que soy irresistible podrás hacer lo que te dé la gana estarás libre de la apuesta.
Tú: Déjame admitir que... -él ensanchó su sonrisa. Eres un completo imbécil si piensas que voy a hacer eso -perdió su sonrisa. Necesitas algo más que tu cuerpo para que yo reconozca algo así -sonreí.
Joe: Eres una...
Jefferson: Buenos días, amor -dijo llenándome de besos.

Joe resopló, conteniéndose, para no darle una paliza hay mismo. Lo detestaba.

Tú: ¿ehmm... Buenos días? -intenté sonreír. Déjame espacio Jefferson
Joe e Ire rieron.
Ire: No me van las escenas de celos, creo que voy a ir a soltar a tus amigos, deben de estar muriéndose -rió.
Joe: ¿Mis amigos...? -la miró con el ceño fruncido.
Tú: ¿Qué parte te has reservado para el final?
Ire: Ehmm -dijo nerviosa. En realidad tuve que bueno...
Jefferson: Al grano
Ire: Cuando estábamos... vamos ya saben
Tú: Teniendo sexo duro con Kevin & Nick
Jefferson escupió el tazón de leche que segundos antes había bebido.
Jefferson: ¿Qué? ¿Qué hiciste qué? -replicó.
Joe: Típico de Kevin y Nick
Jefferson: Ahora no solo te mato a ti Jonas si no a tus amigos también
Tú: Nadie va a matar a nadie, punto
Ire: Bueno pues... -se llevó la mano a la boca y se mordió las uñas con nerviosismo. Los até, a los dos.

Joe empezó a carcajear y yo también. Jefferson no se inmutó.


Ire: Y supongo que llevan así veinticuatro horas, creo que va siendo hora de que los saqué de allí -sonrió. Hermanito... -le dio una palmada en la espalda. No iba a ser virgen toda la vida
Jefferson: Podrías ahorrarte esos detalles
Ire: Lo haré
Jefferson: Mejor
Joe: Esto no me lo pierdo -dijo. Vamonos, ¿qué coche trajiste?
Ire: Ehmm... sobre eso
Jefferson: Ahora qué
Ire: Tuve que robar uno
Tú: Eso pasa por pasar demasiado tiempo conmigo -sonreí. Qué apostamos a que es un Lamborghini, concretamente el Diablo
Ire: ¡Premio para la morena! -sonrió.
Jefferson: Vete antes de que me arrepienta, de pegarte.
Ire: Voy -dijo. ¿Nos vamos Romeo?
Joe: Como quieras Julieta -dijo con acento fránces.
Tú: ¡Esto es el colmo! -gruñí.
Joe: no te pongas celosa, hay más para ti, muñeca -me guiño el ojo.
Jefferson: ¿Pero este tío de dónde salió? -resopló.

Joe salió sonriente por la puerta seguido de Ire.

Tú: Del loquero-sonreí.
Joe: Te he oído -gritó.
Tú: Perdón por herir tu ego de 'machote' -grité.

Jefferson carcajeó. Me levanté de la silla en donde estaba sentada y comencé a caminar sin rumbo por la sala. Estaba nerviosa. Jefferson me miró interrogante.

Jefferson: ¿Qué te pasa?
Tú: No lo sé, es... es algo... raro
Jefferson: Estas preocupada
Tú: Quizás
Jefferson: No era una pregunta, lo estas y es mejor que te relajes, necesitamos hablar del plan
Tú: Lo he pensado y... -dudé. Necesitamos gente, tengo que contárselo a mi hermano es mayor y sabrá cuidarse.
Jefferson: Bien, no te preocupes te ayudaré, todo saldrá bien, ya lo veras, terminaremos todos en Hawaii -sonrió.
Tú: ¿Hawaii?
Jefferson: ¡Oh! Cierto, tengo aquí a la Señorita. Francesa, ¿Niza?
Tú: Mejor, sabes que amo Niza -sonreí.
Jefferson: Ese es el espíritu -dijo. Ahora, hay que buscar gente de ayuda así que pensemos, alguien que no tenga miedo a nada, que pueda manejar armas, que no dude en matar a cualquiera, que muera -si es necesario- por ti.
Tú: Lo tengo
Jefferson: ¿Quién?
Tú: Chris
Jefferson: Musculitos -rió. Nos servirá de ayuda, puede poner bombas y traer armas, esta bien
Tú: ¿Qué hay de Joe?
Jefferson: No se lo conté, lo hará Ire hoy, con Kevin y Nick delante, él dice que esos idiotas nos servirán de ayuda.
Tú: ¿Y si dice no? Lo sabrá y habrá que matarlos, lo sabes
Jefferson: ¿Confías en él?

¿Confió en él? Era esa la pregunta. Quizás, lo había salvado. Y no sé porque pero lo hice. La verdad era que pondría la mano en el fuego a que no se reiría de mí, que protegería a mis hermanos y que pase lo que pase estaría con nosotros, su padre fue asesinado por el mismo cabrón. Así que ¿Confiaba en él? La respuesta estaba clara. Sí.


Chicas No Comenten Todavia

Cap. 25

Tú: Sí -conteste. ¿Y tú?
Jefferson: Confío en ti, y si tu confías en él, lo haré yo -sonrió. Sabes que daría mi vida por ti.
Tú: No, no lo harás jamás.
Jefferson: Haría cualquier cosa que me pidieras, menos alejarme de ti
Tú: mmm...yo -suspiré. Jefferson, tu vida es más importante que la mía, ni tu ni Ire harán nada que pueda dañarlos porque no lo permitiré.
Jefferson: Sabes que siempre te elegiría a ti, no me importa nada más -dijo terco. Solo tú.
Tú: Jefferson, escúchame, no te puedes enamorar de mi -dije seria. No te merezco, mereces a alguien que te ame y te pueda dar un futuro, yo no puedo darte más que increíbles polvos -sonreímos. Y un par de armas y asesinatos.
Jefferson: ¡No me vengas con esta mierda! Sabes perfectamente que me enamoré de ti desde que te vi entrar por la puerta del puto edificio, y... -Jefferson se paro en seco. Escucha no he dicho esto nunca a nadie pero, la verdad es que siempre me he sentido una mierda por permitirte que entraras en todo esto, en la agencia, corriendo peligro y la verdad es que siento que, muchas veces, no puedo protegerte -suspiró. Y eso me mata, me duele.
Tú: No te merezco, no puedo amar, más que a mi familia.
Jefferson: ¡Mierda ______! No me jodas, solo me conformo con que me quieras y lo de más me da igual.
Tú: No Jefferson, crees amarme pero solo es una atracción solo eso y yo... -suspiré y ahogue un gemido de dolor. Nunca podré amar a nadie, no es para mí. Mato a gente.
Jefferson: No me importa. Te dejaré tu espacio y cuando me necesites estaré ahí siempre.
Tú: Algún día encontraras a la chica perfecta para ti, y cuando lo hagas iré a ver la boda, tus hijos y... -suspiré. Me alegraré de tu vida pero solo como una amiga. Nada más.
Jefferson: No, no. No pasará nada de eso, te respeto pero la discusión queda ahí, en stop -sonrió. Vamos a ver a los idiotas y a mi hermana.
Tú: ¿Tú? No, lo que quieres es que tu hermana no pase más tiempo con ellos, pero ha crecido no es una niña y tiene sus necesidades, como tú -sonreí.
Jefferson: Le cambie los pañales, la vi nacer, la vi en la cuna, rompiendo mis action man, es mi hermana. Como la toquen los mataré.
Tú: Vamos Jeffy -acaricié su cabeza y baje hasta su espalda. Yo también la vi, pero ha crecido y tienes que aceptarlo
Jefferson: Vale -dijo entre dientes. Ahora, ¿nos podemos ir?
Tú: Sí salgamos de esta maldita casa, hace tres días que no salgo a la calle.
Jefferson: Primero las damas -sonrió y me abrió la puerta.
Tú: Cogeré mi Aston Martin
Jefferson: ¿El Vanquish? -sonrió. ¿Alguna vez te he dicho como me pone verte conducir ese coche azul eléctrico? En realidad me pones siempre.
Tú: Sí me lo han dicho -sonreí provocativa. ¿Dónde vamos?
Jefferson: A la cuarenta con Brooklyn

Me subí al coche y empecé a conducir. Las calles de Nueva York estaban abarrotadas de gente. Inocentes a lo que pasa en su exterior. Jefferson me adelantó por la derecha y su Mustang negro y naranja relució ante el Aston Martin. Vi el reflejo de sus gafas Ray Ban aviador, y su sonrisa burlona se asomó en sus facciones. Odiaba que me adelantaran, quería una carrera. La tendría. Cambié de carril, y entré por un callejón en dirección contraria. No había muchos coches así que fue fácil estar enfrente de Jefferson a los tres minutos, el se sorprendió e intento adelantarme otra vez por la izquierda pero fui más rápida y frené. El frenó detrás y bajo de marcha mientras yo volvía a subir a cuarta. El Aston Martin iba a 284 Km/h. Los radares de Nueva York ni siquiera podrían hacer una foto. Jefferson volvió a intentarlo pero cada vez que lo hacía volvía a frenar y se molestaba bastante. Lo vi en su reflejo, dando tumbos y puñetazos al volante. Llegamos a Brooklyn y Jefferson me hizo una seña para que parara. Estacioné el coche en la entrada de una cafetería. Me bajé y vi a Jefferson bajar también. Con esa pose de chulo. Cerré la puerta del coche y caminé despacio hacia él. El viento hacia que mi melena batiera con fuerza sobre mi espalda. Todos los hombres del lugar se giraron a verme. Jefferson incluido. Llegué junto a él y lo vi mordiéndose el labio.

Jefferson: ¿Intentas que me dé un paro cardiaco?
Tú: No es mi culpa -sonreí.
Jefferson: Como digas -dijo indiferente, me molesto un poco. Están aquí

Asentí y entré en la cafetería. Repasé el lugar con la mirada. Todo normal, gente comiendo, charlando, tomándose un café. Mi mirada se posó en un moreno de ojos avellana. Me miró sonriente y se relamió los labios. Sentí ganas de morderlos y chuparlos, saborearlos hasta que el sol saliera por el este. El único problema era mi orgullo y los diez mil dólares que perdería. Joe se tensó cuando pasé mis manos por mi pecho recogiéndome el pelo a un lado del cuello. Lo miré divertida y me acerqué a la mesa dónde estaban Ire, Nick, Kevin y mi condena. Me senté al lado de Kevin y vi varios moretones en sus duros brazos, chupones en su cuello. Nick tenía las mismas marcas. Sonreí malvadamente y miré a Ire directamente a los ojos. Ella se encogió de hombros. La tensión, sexual, estaba presente en cada movimiento. Por una vez sentí algo diferente a deseo cuando mire a Joe a los ojos. Era una clase de... preocupación. Estaba bastante más ausente y comprendí que sentía pena por lo que seguramente Ire le hubiera contado.

Tú: No necesito tu pena, ni tu compasión -gruñí.
Joe: No seas terca
Tú: ¡Vete a la mierda!
Joe: Déjame ayudarte, ese hijo de puta también mató a mi padre y no pararé hasta matarlo
Tú: No quiero que lo hagas porque te doy pena o porque, simplemente te salvé tu puta vida -espeté enojada
Joe: No tiene nada que ver contigo -mintió.
Tú: Eso espero -dije entre dientes. ¿Y qué se supone que pueden hacer ellos? -pregunté.
Kevin: Haremos todo lo que él nos pida -miró a Joe por un segundo y fijó su mirada en la rubia otra vez.
Nick: Incluso morir -agregó con sinceridad. Juré ante la CIA que protegería a mi superior y que lo obedecería, eso es justamente lo que haré, y si él quiere meterse en esta mierda pondré la mano en el fuego.
Tú: Es que no entienden que la CIA es una maldita tapadera, que nada de esto es real que un agente que nos conoce va por nosotros -tragué entrecortadamente. Y probablemente alguno de nosotros morirá, estoy poniendo en juego demasiadas cosas, la seguridad de mis hermanos, nuestra propia seguridad
Jefferson: Y el maldito es jodidamente bueno -dijo entre dientes. Esto es así o lo toman o lo dejan, no habrá vuelta atrás
Ire: Yo ya estoy dentro
Joe: No hay más que hablar, chicos, si quieren se pueden ir han sido como mis hermanos durante todos estos años pero esto es asunto mío -murmuró.
Kevin: Si va la rubia, voy yo -suspiró. No dejaré que nadie le toque un pelo

Jefferson se tensó y apretó los puños a sus costados.

Kevin: Tranquilo tío -sonrió.
Ire: Jeffy, hermanito ya hablamos de esto vale, no hagas nada de lo que puedas arrepentirte -dijo entre dientes.
Nick: ¿Y perderme toda la diversión? Ni de broma -rió.
Tú: Creo que viene la peor parte -susurré.
Joe: ¿Qué parte? -me oyó.


Me sorprendí de su tono de voz ya no era frío, duro, calculador. Tampoco era sensual, provocativo, seductor. Era amable, comprensivo, jodidamente igual de excitante para mí.

Tú: La parte en la que tengo que explicarle a mi hermano que soy una puta asesina, porque probablemente alguien intentará matarnos y seguidamente me odiará -suspiré.
Joe: Lo entenderá -dijo como si lo entendiera, como si quisiera ayudarme, su tono de voz me estaba desesperando; no era el tono de voz que esperaba y nunca me había gustado esos tonos de voz tan sinceros, como si fuera inocente, como si supiera como hacer que me relajara, que sacara el corazón que llevaba dentro, aún sabiendo que tendrían que pasar demasiadas cosas para que eso ocurriera pero lo sorprendente fue que me gustó su tono de voz.

Tú: Eso espero

Un sonido retumbó por toda la mesa y mi mente se bloqueó. Sabía exactamente lo que era. Lo que vendría después. Lo que, probablemente, más odiaba. Lo que me ponía de los nervios y me enojaba. La única cosa que me hacía sentir temor. Me tensé. Automáticamente un quejido salió de mi garganta. Provocando que Joe se girara a mirarme. Con el ceño fruncido. Lo miré a los ojos y sin más agarró mi mano, entrelazando sus dedos con los míos. Sosteniéndola con cuidado. El tacto cálido hacia que me volviera loca. Pero no podía pensar en eso como algo sexual. Simplemente no era el momento. Solo sentí su tacto. Normalmente me hubiera apartado bruscamente de él por hacer semejante estupidez pero no podía, no quería, se sentía tan bien. No sentía nada parecido con otros que no fueran mis hermanos después de la muerte de Rudy. El tacto de Joe era diferente. Me hizo sentir segura. Me hizo sentir bien. Me hizo sentir. Y lo mejor y más raro de todo es que por primera vez en mi vida me hizo sentir, protegida. Volví a escuchar ese sonido y afronté la realidad, separándome de Joe. Todos me miraron, preocupados. Jefferson tenso. Sabía lo que me esperaba.

Joe: ¿Qué pasa? -dijo rompiendo el silencio, atreviéndose a preguntar.
Jefferson: Probablemente algo que no le gustará a nadie -murmuró.
Tú: Un mensaje -dije entrecortadamente, mirando al móvil que se encontraba encima de la mesa, justo en el centro; noté la pistola de Ire detrás de su café yo hice lo mismo y la saqué, con cuidado de que nadie me viera, y con la mano libre cogí el puto celular

HASTA AQUI CHICAS! SI PASAN DE PAGINA LES REGALO UN CAP EXTRA :D

la rayis est sientiendo cosita spor joe :9
me encantaaaaaaaaaaaaa

Ahhhhhhhh me encanta!! Por favor siguelaa :D Queremos un capitulo mas por favorr!!

CAPITULO!!