“Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA

¡Hola chicas! :D ¿como han estado? Espero que muy bien *-*
Yo estuve ocupada y sin inspiracion(? perdon u.u pero aca volvi y traje un capi extra mega LARGO para que tengan *-* y asi ya no me sentire tan culpable por no escribirles cap en mucho tiempo(? en fin aca esta :D
Espero les guste! *-* Se vendran mas celos y quizas dudas amorosas :| con respecto al ED >.< traera problemas entre pajeras, por eso lo digo! Pero no quiero decir nada mas! :¬w¬: jaja en fin chicas, gracias a todas por comentar :(L):
Disfruten el capi :D

16

No estamos solos

Nina y Hermione no volvieron a mencionar a Harry sus lecciones de Defensa contra las Artes
Oscuras por dos semanas enteras después de su primera sugerencia. La detención de Harry con Umbridge finalmente había terminado (dudaba que las palabras grabadas en su mano se desvanecieran completamente). Ron había tenido cuatro prácticas más de Quidditch y no le habían gritado durante las últimas dos, Nina iba avanzando mucho con sus deberes y la práctica de hechizos; y los cuatro se habían encargado de hacer desaparecer sus ratones en Transfiguración
(Hermione había progresado desapareciendo gatos y Nina apenas recién comenzaba a intentar desaparecerlos), antes de la clase estaban libres nuevamente, en un desapacible y tempestuoso anochecer de finales de Septiembre, cuando los cuatro se encontraron sentados en la biblioteca, buscando información de los ingredientes de una poción para Snape.

— Me estaba preguntando, –dijo comenzó Hermione de pronto mirando de soslayo a Nina. –si no has pensado más en Defensa contra las Artes Oscuras, Harry.
— Por supuesto que he pensado. –contesto el malhumorado. –no puedo olvidarlo, en realidad, ¿podemos… con esa bruja enseñándonos?
— Nos referimos a la idea que Ron, Hermione y yo tuvimos. –se apresuró a decir Nina, Ron le dirigió una mirada alarmante y Hermione frunció el entrecejo. –de acuerdo, la idea la tuvimos Hermione y yo, de que tú nos enseñaras, no Ron.

Harry no respondió, simuló estar concentrado en una página de Anti-venenos Asiáticos, porque realmente no quería decir lo que estaba en su mente.
Le había dado importancia a un gran trato los pasados quince días. A veces parecía una locura, tal como en la noche en que Hermione y Nina lo propusieron... pero otras noches se había encontrado a si mismo pensando en los hechizos que más le habían servido en sus varios encuentros con las Criatura s Oscuras y los “devoradores de muerte” , de hecho se encontró a si mismo inconscientemente planeando lecciones...

— Bueno. –dijo despacio cuando ya no pudo seguir simulando que estaba interesado en los anti-venenos asiáticos. –He pensado un poco en eso...
— ¿Y? –pregunto Hermione impacientemente.
— No lo sé. –dudo Harry vacilando por momentos, y se encontró con la mirada de Ron.
— Yo pensé que era una buena idea al principio. –admitió Ron que parecía a gusto de unirse a la conversación, ahora que estaba seguro de que Harry no comenzaría a gritar de nuevo.

Harry se movió rápidamente en su silla.

— Escuchaste lo que dije sobre la “carga” (lo malo) ¿de ser afortunado? ¿Escucharon?
— Si, Harry –dijo Hermione gentilmente. –pero es siempre lo mismo. Nadie cree que no eres bueno con la Defensa contra las Artes Oscuras, porque lo eres. El hace unos años fuiste el único que pudo totalmente en la clase con el maleficio Imperius, puedes hacer un Patronus corpóreo, puedes hacer toda clase de hechizos que brujas y magos adultos no pueden, Viktor siempre lo dice.

Ron la miró tan rápido que se torció el cuello.

— ¿Sí? ¿Qué dijo Vicky?
— Oh –exclamo Hermione con voz aburrida mientras Nina oprimía una carcajada. –Dijo que Harry sabía cómo hacer “cosas” aun cuando no las hacía, cuando no se le habían enseñado. Y Viktor estaba en el último año de Durmstrang.

Ron la miraba con desconfianza, receloso y Nina parecía notarlo.

— Ya no estás en contacto con él, ¿o si?
— ¿Y que si lo estoy? –le espero Hermione fríamente, su cara estaba un poco ruborizada –puedo tener un amigo si…
— ¡Èl no quiere ser tu amigo solamente! –protesto Ron “con voz acusadora.”
— Oh vamos, no van a empezar ahora. –les detuvo Nina, Hermione se agarró la cabeza nerviosamente e ignorando a Ron (quien todavía la estaba mirando) le sonrió a Nina y dijo a Harry:
— Bueno... ¿qué piensas? ¿No enseñarás?
— Sólo a Ron, Nina y a ti, ¿sí?
— ¡Oh! –Nina miro rápidamente a Hermione, algo ocultaban.
— Bueno –comenzó Hermione, mirando un poco ansiosa nuevamente. –Bueno... ahora, no te hagas un basilisco de nuevo, Harry... por favor… pero realmente pienso que le deberías enseñar a cualquiera que quiera aprender. Quiero decir... estamos hablando de defendernos contra V-V- Voldemort. ¡Oh! No seas patético Ron, no es justo si no le ofrecemos la posibilidad a los demás…

Harry lo pensó un momento, después dijo:

— Sí, pero yo dudo de que alguien más, excepto ustedes tres, quiera que yo les enseñe. Estoy loco... ¿recuerdan?
— Bueno... yo creo que quizás te sorprendas de cuanta gente estaría interesada en escuchar lo que acabas de decir. –le aseguro Nina seriamente. –Mira… –se inclinó hacia él, Ron y Hermione. –Sabes que el primer fin de se mana de Octubre nos toca Hogsmeade, ¿no? ¿Qué pasaría si le decimos a cual quiera del pueblo que esté interesado en conocernos y lo hablamos finalmente?
— ¿Por qué tenemos que hacerlo fuera de la escuela? –pregunto Ron.
— Porque… -le hablo Hermione, volviendo a la diagrama del ruidoso mascado (de comida) chino que estaba copiando. –No creo que Umbridge esté muy contenta si nos encuentra fuera de donde deberíamos estar.


Harry había estado mirando hacia delante, el fin de semana en Hogsmeade, por supuesto, él estaba mejorando mucho con sus tareas, lo estaba haciendo mucho mejor ahora que no perdía cada tarde detenido con Umbridge. Ron estaba más avanzado en sus tareas que Harry, porque mientras ambos tenían sus prácticas de Quidditch dos veces a la semana, Ron también tenía sus tareas de prefecto. Sin embargo, Hermione, que tenía más materias que ambos, no sólo había terminado todos su s deberes sino también tenía tiempo para cocer ropa de elfos. Harry tenía que admitir que ella había mejorado, ahora casi siempre era posible distinguir entre una media y un ciervo. Nina mientras tanto, iba a ver a los chicos entrenar o se pasaba las tardes practicando hechizos y ayudándole en pociones a Neville, todo parecía marcharles muy bien por ahora.
La mañana de la visita a Hogsmeade parecía brillante pero ventosa. Después del desayuno se formaron frente a Filch, quién controlaba sus nombres en una larga lista de estudiantes que tenían permiso de sus padres o tutores para visitar el pueblo. Con un pequeño pinchazo, Harry recordaba que si no hubiera sido por Sirius, él no hubiera ido. Cuando Harry llegó a Filch, lo olió como tratando de descubrir algo “ilegal” en Harry. Después le dio una indicación con la cabeza y
Harry caminó hacia adelante.

— ¿Por qué Filch te olía? – preguntó Ron, mientras Harry, Nina y Hermione se sentaban contra unas rejas.
— Supongo que estaba chequeando el olor de las bombas fétidas. –dijo Harry con una breve sonrisa.- Me olvidé de decirles…

Y les contó la historia de mandar su carta a Sirius y Filch explotando segundos después, pidiendo ver la carta. Para sorpresa de Harry, Hermione encontró esta historia muy interesante, mucho más de lo que había sido para él. Pero por alguna extraña razón, Harry había omitido el detalle de que Cho había estado en el aquella mañana, sentía que si lo hacía, Nina podría enojarse repentinamente.

— ¿Dijo que te estaba advertido cuando compraste las bombas fétidas? ¿Pero quién le advirtió a él? –pregunto Nina.
— No sé… –dijo Harry –Quizás Malfoy, él pensó que era una broma.

Caminaron entre los altos pilares de piedras y dejaron el camino al pueblo. El viento les metía el pelo en los ojos.

— ¿Malfoy? –repitió Hermione escéptica –Bueno... si... quizás...
— ¿A dónde estamos yendo de todas maneras? –preguntó Harry-. ¿a Las Tres Escobas?
— Oh, no. –negó Nina. –está siempre lleno y es realmente ruidoso. Hermione les ha dicho a los otros de encontrarnos en La cabeza de Cerdo, otro bar, no está en el mismo camino.
— Creo que es un poco... tu sabes... peligroso, normalmente los estudiantes no van ahí, por eso creo que no nos escucharán. –aseguro Hermione.

Caminaron por calle, pasaron por Zonko, donde no se sorprendieron en ver Fred, George y Lee Jordan. Después se cruzaron de vereda. Llegaron a una puerta de madera que tenía una cabeza de cerdo rústica que perdía sangre. Los tres dudaron detrás de la puerta.

— Bueno, vamos. –les ínsito Hermione un poco nerviosa.

Harry se dirigió hacia adentro. No era como Las Tres Escobas, La cabeza de Cerdo era una pequeña, desaliñada y muy sucia habitación que olía fuertemente a algo que quizás eran cabras.
Al principio, parecía que el piso estaba comprimiendo a la tierra. Harry recordó a Hagrid mencionando este bar en su primer año: “Si... hay muchísima diversión en La cabeza de Cerdo”, Hagrid había dicho esto explicando cómo había conseguido un huevo de dragón. Había un hombre cuya cabeza estaba completamente cubierta de sucias vendas, había mucho humo en el ambiente.

— No sé..., este lugar... –le dijo Harry a Hermione mientras cruzaban el bar.

Miraba particularmente a las personas con vendas en la cabeza... había una mujer...

— ¿Se les ha ocurrido que quizás Umbridge este bajo eso?
— Umbridge es más bajita que esa mujer. –dijo despacio. –De todos modos si Umbridge viene aquí no hay nada que ella pueda hacer para detenernos, Harry, porque revise las reglas de la escuela dos... tres veces y no estamos rompiéndolas. Específicamente le pregunté al profesor Flitwick si a los estudiantes les estaba permitido ir a La cabeza de cerdo y dijo que sí, pero me aconsejó varias veces que trajéramos nuestros propios anteojos, por el humo. Además he buscado toda la información que he podido sobre grupos de estudio y deberes y está definitivamente permitido. Sólo no creo que sea una buena idea si caminamos como lo estamos haciendo.
— No. –dijo Harry cortante. –no es especialmente un grupo de estudio lo que estás planeando... ¿o sí?

El barman se fue hacia una habitación trasera. Era alto y delgado, a Harry le parecía vagamente familiar.

— ¿Qué? –gruñó.
— Cuatro cervezas de manteca por favor. –dijo Nina.

El hombre destapó cuatro sucias botellas, las cuales deslizó por la barra.

— Seis galeones. – dijo.
— Guarda el cambio. –le hablo Harry rápidamente.

Los ojos del barman recorrieron la cara de Harry, y se demoraron un segundo en la cicatriz. Luego se alejó y puso el dinero de Harry en una antigua caja. Harry, Nina, Ron y Hermione fueron hasta la mesa más alejada y se sentaron, mirando alrededor.

— ¿Saben qué? –murmuró Ron, mirando el bar con entusiasmo. –Podríamos pedir cualquier cosa que nos guste aquí. Quiero decir que nos venderían cualquier cosa, no les importaría. Siempre he querido tratar con Whisky de fuego.
— ¡¡ERES – UN – PREFECTO!! –gruñó Hermione.
— Oh. –musito Ron, mientras una pequeña sonrisa se marcaba en sus labios. –Si… ¿Entonces, Hermione quién dijiste que vendría a encontrarse con nosotros? – preguntó Harry tomando un trago de cerveza de manteca.
— Sólo un par de personas. –Hermione repitió chequeando su reloj y mirando ansiosamente a la puerta.
— Les dijimos que vinieran como a esta hora y estoy segura de que saben dónde queda... –comenzó a decir Nina.- ¡Oh! Miren quizás sean ellos.

La puerta del bar se abrió, entraron dos personas bastante sucias y luego otras dos, y otras, hasta convertirse en una multitud. Primero vino Neville, Dean y Lavender a quién le seguían Parvati, Padma Patil y (el estómago de Harry dio un vuelco) Cho, con una de sus amigas y acompañadas por Cedric Diggory. Después Luna Lovegood, que estaba sola y parecía tan dormida que quizás había causado un accidente.
Después de ella, Katie Bell, Alicia Spinnet y Angelina Johnson, Colin y Dennis Creevey, Ernie Macmillan, Justin Finch-Fletchley, Hannah Abbott, una chica de Hufflepuff con el pelo muy largo (Harry no sabía su nombre) y tres chicos de Ravenclaw. Harry estaba seguro de que se llamaban Anthony Goldstein, Michael Corner y Terry Boot, después Ginny que estaba acompañada por un chico rubio, Harry lo reconoció vagamente del equipo de Quidditch de Hufflepuff y luego Fred y George Weasley con su amigo Lee Jordan, los tres tenían una larga lista de mercadería de Zonko.

– ¿Un par de personas? –grito Harry alterado a Hermione y a Nina-. ¿¡Un par de personas!?
– Si… bueno, la idea parecía un poco popular... –pronuncio Hermione felizmente. –Ron, ¿quieres traer más sillas?

El barman miraba con atención, parecía que nunca había visto el negocio tan lleno.

– ¡Hola! –saludo Fred, mirando el negocio y contando con la vista rápidamente. –nos podrías dar veintiséis cervezas de manteca, ¿por favor?

El barman lo miró como si le hubiese interrumpido algo importante y después le hizo seña de que un momento estarían allí.

– Hey –dijo Fred. –Todos agarren una...

Harry miró confundido el largo grupo de personas agarrando las cervezas de la mano de Fred. No podía imaginar que hacían todas esas personas allí hasta que un horrible pensamiento se le cruzó por la cabeza: quizás estaban esperando una especie de discurso. Se le acercó a Hermione y Nina que sonreían felizmente.

– ¿Qué les han dicho a todos ellos? –preguntó en voz baja-. ¿Qué están esperando?
– Ya te lo he dicho, sólo quieren escuchar lo que tengas para decir. – dijo Hermione, pero Harry la miraba tan furiosamente que añadió rápidamente. –todavía no tienes que hacer nada, les hablaremos nosotras primero.
– Hola Harry. –saludo Neville, sentándose enfrente de él.

Harry trató de devolverle la sonrisa, pero no habló. Su boca estaba excepcionalmente seca. Cho sólo le había sonreído y se había sentado a la derecha de Ron. Su amiga, que tenía el pelo muy rubio, no sonrió pero le dirigió una examinante mirada, lo cual le hizo pensar que ella no debería estar allí, Nina se dio cuenta de su mirada y frunció el cejo molesta, estaba más que claro que ella no hubiese invitado ni a Cho ni a su amiga, aunque su vida pendiera de aquello.
Los últimos en llegar se sentaron alrededor de Harry, Ron, Nina y Hermione, algunos parecían un poco excitados… otros curiosos, Luna Lovegood precia estar volando en el espacio. Cuando todos habían conseguido silla, el ruido terminó. Cada ojo estaba puesto en Harry.

– Eh... –comenzó Hermione, su voz sonaba más fuerte de lo usual, pero un poco nerviosa. –Bueno... eh... Hola.

El grupo enfocó su mirada en ella, pero algunos ojos se posaban en Harry cada un minuto.

– Bueno… eh… bueno, saben por qué estamos aquí. Eh… bueno, Harry tuvo la idea… Quiero decir... (Harry le había lanzado una mirada asesina)
– Hermione y yo, tuvimos la idea de que sería estupendo si las personas que quisiera estudiar Defensas Contra las Artes oscuras más a fondo…. –dijo Nina, hablando por Hermione. –quiero decir, no el desperdicio de tiempo que está haciendo Umbridge con nosotros…
– ...Porque nadie podría llamar a eso Defensa Contra las Artes Oscuras... –finalizo Hermione, más segura de sí. –Bueno ambas pensamos que era bueno que le diéramos importancia por nosotros mismos.

Hizo una pausa, miraba de re ojo a Harry y a Nina quien le sonrió, y siguió adelante.

– Y lo que quiero decir es que aprendamos a defendernos bien, no sólo en teoría… sino haciendo los hechizos reales.
– Hechizos que Umbridge nos está prohibiendo hacer. –agrego Nina con dramatismo.
– Quieres pasar la clase, ¿no es así? – dijo Michael Corner, quién la miraba muy de cerca.
– Por supuesto que quiero. –dijo Hermione. –pero más que eso... Quiero estar debidamente entrenada en defensa porque... (tomó un gran respiro)... porque... porque Voldemort ha regresado.
– Y debemos prepararnos, no tenemos por qué estar solos en esto, de hecho, no estamos solos en esto. –aseguro Nina.

La reacción fue inmediata y predecible. La amiga de Cho se tiró la cerveza encima, a Terry Boot le dio una especie de escalofrió, Padma Patil suspiró muy asustada. Absolutamente todos miraron a Harry posteriormente.

— Bueno… ese es el plan, de todos modos... –dijo Hermione. –si es que quieren unirse a nosotros; nosotros necesitamos decidir cómo vamos a…
— ¿Dónde está la prueba de que Tu-sabes-quien ha vuelto? –pregunto el jugador rubio de Hufflepuff, con voz agresiva.
— Bueno… Dumbledore lo cree. –comenzó Hermione.
— Querrás decir que Dumbledore le cree a EL. –dijo el chico rubio, refiriéndose a Harry
— ¿Quién diablos eres tú? – dijo violentamente Nina.
— Zacharías Smith. –contesto el chico. –yo creo que sé exactamente lo que hace que EL diga que Tu-Sabes-Quien ha vuelto.
— Mira. –intervino pasivamente Hermione, al ver que Nina y Ron iban a reprocharle. –esa es la realidad, no lo que este encuentro debía ser.
— Está bien, Hermione. –hablo esta vez Harry.

Se acababa de dar cuenta por qué había tanta gene allí. Pensó que Hermione se lo debería haber visto venir. Algunas de esas personas, quizás la mayoría, tenían la esperanza de escuchar la historia de Harry de primera mano.

— ¿Qué es lo que me hace decir que Voldemort volvió? –lo repitió mirando a Zacharías exactamente a la cara. –Lo vi, pero Dumbledore dijo a toda la escuela lo que estaba pasando el ante año pasado, y si no le creíste, no me vas a creer a mí y yo no estoy desperdiciando mi tarde en tratar de convencer a nadie.

El grupo entero parecía haber aguantado la respiración mientras Harry hablaba.
Harry tenía la impresión de que hasta el barman estaba escuchando Zacharías dijo disimuladamente:

— Todo lo que Dumbledore nos dijo es que Tu-Sabes-Quién había matado a gente delante de ti y que había regresado. No nos dio detalles, no dijo exactamente cómo asesinaron a esas personas… y creo que nos gustaría a todos, saber cómo…
— Que descarado. –murmuro Nina por lo bajo.
— Si viniste a escuchar exactamente cómo es cuando Voldemort mata a alguien, yo no puedo ayudarte. –gruño Harry.

Su temperamento que había estado muy cerca del tope esos días, estabas subiendo nuevamente. No sacó sus ojos de la agresiva cara de Zacharías, y tenía definitivamente decidí do no mirar a Cho.

— No quiero hablar de muertes, ¿está bien? Así que si vinieron para eso, mejor... váyanse.

Harry lanzó una mirada de enojo en dirección a Hermione. Todo era su culpa, ella había decidido disponer de él como algún fenómeno, y por supuesto todos ellos habían ido para escuchar su historia y aunque parte de la culpa también era de Nina, él no era capaz ni de mirarle.
Ninguno de los presente se levantó de su silla, ni siquiera Zacharías.

— Bueno. –comento Nina nuevamente. –Cómo les veníamos diciendo antes de que un idiota descomunal que no sé qué rayos hacia aquí... –Zacharías le miraba con incredulidad y varios compartían sonrisas. –si quieren aprender cómo defenderse, necesitamos decidir qué vamos a hacer, y cada cuanto nos vamos a reunir... y…
— ¿Es verdad? – pregunto la chica del cabello largo que había interrumpido a Nina, mirando a Harry.- ¿qué puedes hacer un Patronus?

Hubo un murmullo de interés alrededor del grupo.

— Sí. –dijo Harry con voz un poco defensiva.
— ¿Un Patronus corpóreo?

Esa frase trajo algo a la memoria de Harry.

— Eh… ¿no conoces a Madam Bones, verdad? –preguntó. La chica sonrió.
— Es mi tía –dijo –Yo soy Susan Bones, ella me dijo de tu audiencia. Entonces... ¿es verdad? ¿Haces un verdadero Patronus?
— Sí. –asintió Harry.
— ¡¡Caramba Harry!! –exclamo Lee, mirándolo profundamente impresionado. –Nunca supe eso.
— Mamá le dijo a Ron que no lo repartiéramos por todos lados. –le comento Fred. –Dijo que ya llamabas suficientemente la atención.
— No está equivocada. –murmuró Harry, y un par de personas rieron.
— ¿Y mataste un basilisco con esa espada en el despacho de Dumbledore? –preguntó Terry Boot. –eso es lo que me dijo un retrato el año pasado.
— Eh… si, lo hice. –concedió Harry.

Lavender Brown dijo ¡Wow!, por lo bajo.
Harry había comenzado a sentir calor, miraba a cualquier lado, menos en dirección a Cho o Nina.

— Y en primer año salvó la Piedra Filosofal. –exclamo Neville al grupo. –Sí, de Quién Tu Sabes.
Los ojos de Hannah Abbott estaban redondos como galeones

— Y además… -dijo Cho (los ojos de Harry recorrieron su cara, ella lo estaba mirando, sonriéndole y su estómago dio otro vuelco) –Paso todo aquello con muchos peligros y valentía.

Había un murmullo muy fuerte alrededor de la mesa. El hecho de que Cho acabara de alabarlo hacía que le resultara terriblemente difícil decir las cosas que había pensado decirles. Nina miraba hacia otro lado, estaba ligeramente molesta y aunque su mirada se había cruzado con la de Cedric, ella ni siquiera lo había tomado en cuenta.

— Miren. –hablo Harry, y todos hicieron silencio. –No quiero sonar como si estuviera tratando de ser modesto ni nada, pero he te nido mucha ayuda con los hechizos…
— Pero seguro que no siempre. – dijo Michael Corner
— Si... bueno... –vacilo Harry.
— Nadie te ayudo con los dementores, este verano. –dijo Susan Bones.
— No. –concedió Harry. –no, bueno, sé que hice algunos sin ayuda, pero lo que estoy tratando de decir es…
— ¿Estas tratando de evadir la responsabilidad de mostrarnos esos hechizos? –comento Zacharías Smith.
— Tengo una idea –interrumpió Ron, antes de que Harry o Nina pudieran hablar-. ¿por qué no cierras la boca?

Quizás la palabra “evadir” afectó a Ron particularmente. Ahora estaba mirando a Zacharías como si pensara que no habría nada mejor que pegarle. Zacharías se sonrojó.

— Bueno, todos hemos venido para aprender de él, y ahora nos está diciendo que realmente no puede hacer nada de eso. –se defendió.
— Eso no es lo que dijo. –intervino Fred.
— ¿Te gustaría que limpiáramos tus oídos por ti? –pregunto George tocando un instrumento largo de metal dentro de la bolsa de Zonko.
— O alguna parte de tu cuerpo…-prosiguió Fred.
— Bueno, sí… -hablo Hermione hostilmente. –el punto es: ¿estamos todos de acuerdo en que queremos recibir lecciones de Harry?

Hubo un murmullo general. Zacharías dobló su brazo y no dijo nada, quizás porque estaba demasiado ocupado mirando el instrumento de metal que Fred tenía en la mano.

— Bien. –suspiro Nina. –Bueno, la siguiente pregunta: ¿cada cuánto nos reuniremos? Creo que deberíamos encontrarnos una vez por semana.
— Espera –interfirió Angelina. –debemos estar seguros de que no se superpondrá con las prácticas de Quidditch.
— No. –asintió Cho. –ni con las nuestras.
— Estoy segura de que podemos encontrar una noche que nos convenga a todos. –les aseguro Nina un poco impaciente. –pero ustedes saben, esto es muy importante, estamos hablando de defendernos contra Voldemort.
— ¡Bien dicho! –dijo Ernie Macmillan. Harry esperaba que hablara mucho antes. –Personalmente pienso que esto es muy importante, posiblemente más importante que muchas cosas, lo haremos este año, aunque nuestros TIMOS vengan.

Miró alrededor, esperando que alguien dijera algo, pero como nadie lo hizo continuo:

— Personalmente estoy intrigado en por qué el ministerio ha encontrado profesores tan inútiles. Obviamente están negando el regreso de Tu-sabes-Quién, pero darnos una profesora que nos prevenga de usar hechizos defensivos...
— Nosotros pensamos que la razón por la que Umbridge no nos quiere enseñar Defensa Contra las Artes Oscuras. –dijo Hermione. –es que tiene la absurda idea de que Dumbledore podría usar el colegio como una especie de ejército. Ella cree que él nos ha puesto en contra del Ministerio.
— Bueno eso tendría sentido. Después de todo Cornelius Fudge tiene su propio ejército. –hablo esta vez Luna Lovegood.
— ¿Qué? –pregunto Harry, paralizado por esa inesperada información.
— Si, tiene un ejército de Heliopaths. –dijo Luna.
— No, no tiene. –chasqueó Hermione.
— Si, si tiene. –repitió Luna.
— ¿Qué son Heliopaths? –preguntó Neville blindadamente.
— Son espíritus de fuego –explico Luna, quién parecía más loca que nunca. –criaturas altas que galopan, en contra de todo…
— No existen, Neville. –le aseguro Hermione.
— ¡Oh! ¡Si, si existen! –protesto Luna, un poco enojada.
— Lo siento, ¿pero dónde está la prueba de eso? –volvió a chasquear Hermione.
— Hay muchísimos relatos de testigos. Sólo que tienes la mente tan cerrada que necesitas tener todo bajo tus narices antes de…
— Hem, hem. –tocio Ginny en una tan buena imitación de Umbridge que muchos se vieron alarmados y después rieron. –No estábamos decidiendo, ¿cada cuanto nos íbamos a reunir?
— Si –asintió Nina sonriéndole a Ginny agradecida, y mirando a Hermione. –Ginny tiene razón.
— Bueno, una vez por semana estaría bien. –dijo Lee Jordan.
— Mientras no… -empezó Angelina.
— Si… si, sabemos sobre el Quidditch – dijo Hermione con voz tensa. –Bueno, la otra cosa por decidir es donde nos encontraremos...

Esto era más difícil, todo el grupo permaneció en silencio

— ¿La biblioteca? –sugirió Katie Bell después de unos momentos.
— ¿Quizás algún curso poco usual? ¿Desocupado? –propuso Dean.
— Si –dijo Ron. –McGonagall, quizás nos preste alguno.

Pero Harry estaba seguro de que McGonagall no lo haría esta vez por lo que Hermione había dicho que estudiar y formar grupos de estudio estaba permitido.

— Bueno, bien…. Trataremos de encontrar un lugar. –dijo Hermione. –Mandaremos un mensaje a todos cuando tengamos la hora y el lugar del primer encuentro.
Luego dudo varios segundos y dijo:
— Creo que todos deberíamos escribir nuestros nombres, así sabremos quien estuvo aquí. Pero también pienso que –tomó un profundo respiro. –todos deberíamos quedar de acuerdo en no contar lo que estamos haciendo… entonces, si están de acuerdo no le diremos a Umbridge ni a nadie más lo que haremos.

Fred sacó un papel y con mucho cuidado comenzó a escribir, pero Harry notó que la mayoría de las personas parecían no estar muy contentas en poner sus nombres en una lista.

— ¿Sucede algo? –les pregunto Nina.
— Eh... –comenzó Zacharías, despacio. –yo estoy seguro de que Ernie me va a decir cuando sea el encuentro.

Pero Ernie lo miraba confundido, como dudando. Hermione lo miró fijamente.

— Yo... bueno, nosotros somos prefectos. –Ernie dijo fríamente. –y si la lista es encontrada… bueno, quiero decir tú dirás que tú misma... digo... si Umbridge la encuentra.
— Acabas de decir que el grupo era lo más importante que tenías que hacer este año. –le recordó Harry.
— Yo… si –asintió Ernie. –si... creo que es lo más importante, sólo estaba...
— Ernie, ¿crees que dejaría esta lista tirada por ahí? –Preguntó Hermione testarudamente
— No, por supuesto que no. –dijo Ernie. –Yo… por supuesto que pondré mi nombre.

Después de Ernie nadie más tuvo objeciones, cuando el último nombre (Zacharías) estuvo escrito, Hermione tomó la hoja y la metió cuidadosamente en su mochila. Había otro sentimiento en el grupo ahora... como si acabarán de firmar una especie de contrato.

— Bueno, el tiempo se está terminando. –dijo Fred bruscamente. –George, Lee y yo tenemos que irnos. Nos veremos luego.

Y dos o tres más del grupo debían irse también. Cho hizo como que estaba guardando algo en su mochila, y su pelo le cubría la cara pero su amiga se paró con los brazos cruzados esperándola impacientemente, así que no tuvo otra opción que pararse y seguirla. Antes de cruzar la puerta, se dio vuelta y miró amigablemente a Harry.

— Bueno, creo que nos ha ido bien. –dijo Hermione felizmente. Harry y Ron salieron de La cabeza de Cerdo.
— Ese Zacharías es un tonto. –gruño Ron, quien miraba a Zacharías a través de la niebla.
— Creo que lo detesto. –afirmo Nina.
— A mí tampoco me gusta mucho. –admitió Hermione. –pero mientras más seamos es mejor, quiero decir Michael Corner y su amigo no hubieran venido si no estuviese saliendo con Ginny.

Ron, quien estaba tomando la última gota de su cerveza de manteca, se atragantó y luego escupió.

— ¿Está, QUE? Mi hermana está... ¿mi hermana está saliendo con Michael Corner?
— Bueno, por eso vinieron él y su amigo, creo.... Bueno, obviamente están interesados en aprender Defensa contra las Artes Oscuras, pero si Ginny no le hubiese dicho a Michael lo que estaba pasando... –le comento Nina.
— Cuando esto… ¿cuándo se los dijo?
— Se encontraron en Yule Ball y se quedaron juntos, al final del año pasado. –explico Nina sonriente, mientras Hermione asintió.

Cruzaron la calle y pasaron frente a un negocio de plumas muy grandes y Hermione dijo que tenía que comprar una nueva, mientras tanto alguien le había hecho señas a Nina y ella había camino a ver. Hermione entró en el negocio, Harry y Ron se quedaron a esperar afuera.

— ¿Cuál era Michael Corner? –preguntó Ron furiosamente.
— El chico moreno, creo. –contesto Harry.
— No me gusta. –gruño su amigo.
— ¡Qué sorpresa! –suspiro Nina, quien había vuelto un momento.
— Pero… –comenzó Ron. –pensé que a Ginny le gustaba Harry.
Nina lo miró fijamente.
— A Ginny le gustaba Harry, pero se rindió meses atrás. –dijo a Harry, quien se había ruborizado ante la mirada fija de Nina.
— ¿Así que por eso habla ahora? –le preguntó. –nunca hablaba adelante mío.
— Exactamente. –dijo. –ya voy. –le hablo a alguien –ya vengo.

Ron miraba a Hermione comprando dentro de la tienda, quien fue hasta la caja y pagó 15 galeones, Harry desvió la mirada buscando a Nina, estaba a unos tramos de distancia de ellos, hablando con Diggory, a Harry aquello no le gustó mucho que digamos.

— ¿Por qué Nina estaba hablando con Diggory? –pregunto a Ron, quien había atacado a Hermione con preguntas apenas la vio salir.
— Ron. –bufo Hermione. –es exactamente por esto por lo que Ginny no te ha dicho que está saliendo con Michael, sabía que lo tomarías mal, así que ya no molestes... ¡cielo santo!
— ¿Qué queres decir? ¿Quién está tomándolo mal? No voy a dejar de molestar en nada. –Ron siguió hablando todo el camino.

Hermione le revoleó los ojos a Harry, y mientras Ron continuaba hablando pestes de Michael Corner, dijo suavemente...

— Hablando de Ginny y Michael, ¿qué hay de ti y Cho?
— ¿Qué quieres decir? –preguntó Harry rápidamente. Aunque su mente estaba más lejos de allí, en Nina quien aún no les alcanzaba y seguro aun hablaba con Diggory de quien sabe qué cosa.
— Bueno. –comenzó Hermione sonriendo. –ella no podía sacar sus ojos de ti... ¿o no? Aunque es extraño, ella sale con Diggory.
— Y Diggory hablaba con Nina. –gruño ligeramente molesto.
— Oh, ya entiendo ¿entonces es ella quien te gusta? Ron y yo lo sospechábamos desde el año anterior pero, ¿verdad Ron?
— Y su cabello, ¿vieron su cabello? –hablaba sin escucharles.
— Olvídalo, -bufo la castaña. –la cosa es que lo sospechábamos pero como nunca te mostraste obvio, Harry hasta ella tiene dudas de si le gustas o no.
— Es que yo… este, no lo sé Hermione y-yo…
— ¡Hey, ya volví! –les sonrió al llegar-. ¿se iban a ir sin mí?
— ¿Y que tiene eso de malo? –pregunto de repente Harry, cambiando su semblante y tono, sin saber el porqué. –tú estabas con Diggory, ¿no? Podrías haberte ido con el si querías, nosotros no importamos. ¿Verdad?
— ¿Qué…? ¡Harry!

Harry no le respondió, subió a uno de los carruajes y Ron se sentó a su lado, aun hablando de Corner y sin notar nada. Nina miro sin comprender nada a Hermione, que le dedico una mirada de ‘luego te cuento’ y ambas, subieron al carruaje, sin decirse nada más.

Fin del Capitulo.

No te preocupes no te sientas culpabre :) en verdad ame este capitulo jaja me encanto la parte en que fred saco eso cosa de la bolsa XD pero amo que harry sienta celos muajajaja :twisted: pero creo que nina y cedric hacen bonita pareja XD y sigo odiando a la Chang no la soporto ni tantito :p. harry no devio comportarce haci si bien que estaba pensando antes en cho :evil: no no no... jaja siguela cuando puedas ;)

Besos :albino:

Maay·Wright·Jonas escribió:Noe: Hola! :D Lo se, viva McGonagall!*-* jaja god! Graciias por comentar y leer:')
Gloria: Hola! :D Wuajaja odiamos a Umbridge! :twisted: y pronto la pondremos en su lugar nosotras mismas ya veras*-* de verdad gracias x leer y comentar siempre:')
Susie: Hola! :D Oh god! Te eh extrañado :( espero estes bien :D y de verdad gracias x comentar y estar siempre para mi a traves de las noves :'D
Annie: Hola! Annie*-* gracias x amar la nove:') es tan lindo verte x aca :D y quisiera saber si seguiras tus noves! D: extraño leer las tuyas T.T jaja en fin graciias x leer y comentar :')

¡May! xd
De nada si es simplemente maravillosa c; Si, me habia desaparecido.. pero ya sabes.. la escuela & los examenes & las colectivas y me enfoque mas en ellas. Pero bueno, aquí volví & estoy para quedarme Si seguire Lost in time, ya empece a amar capis.. había perdido la inspiración en continuarla, pero volvió hace un par de dias & estoy dispuesta a seguirla, ya remodele un poco los capis anteriores & la portada de la novela :P
De nada,
Besos,
#Ana

Capi *--* Voy a leerlo, ¡Pase de pagina!

Que cap tan increibloso, me encanto
¡Genial! Lograron reunir a los chicos, ahora solo queda empezar con las clases :D
JAJAJAJAJA Harry celosin, pero se lo merece por estar pensando demasiado en Cho ¬¬' Ademas Diggory, es Diggory *-* okno e.e
Me dio mucha risa cuando Ron se comporto con hermano celoso :P
¡SIGUELA!

Oh! Soy un desastre T.T eh estado con mi cabecita en las noves, imaginando tonterias y eh descuidado esta nove u.u vamos muy atrasados verdad? D':
pero goosh voy a ponerme las pilas, hasta ahora es la unica nove que tengo que escribir no se porque ando tan floja .__. pero goshh! Sus comentarios me dan animos e inspiracion ♥ prometo ser menos descuidada, de verdad perdon si tardo en subir >.< me pondre a escribir ahora que estoy en paz {no hay nadie sumbando cerca xD} y de verdad perdon! :S

Maay·Wright·Jonas escribió:Oh! Soy un desastre T.T eh estado con mi cabecita en las noves, imaginando tonterias y eh descuidado esta nove u.u vamos muy atrasados verdad? D':
pero goosh voy a ponerme las pilas, hasta ahora es la unica nove que tengo que escribir no se porque ando tan floja .__. pero goshh! Sus comentarios me dan animos e inspiracion prometo ser menos descuidada, de verdad perdon si tardo en subir >.< me pondre a escribir ahora que estoy en paz {no hay nadie sumbando cerca xD} y de verdad perdon! :S

No te preocupes, :) te esperare eternamente, bueno aqui te comento para darte mas inspiracion jeje ademas no te preocupes yo tambien soy super descuidada XD y estas perdonada :face:



Besos :albino:



PD: Los conejitos te mandan saludos XD y te regalan una zanahoria ops.. :albino: listo :D

hola soy nueva lectora ..bueno no exactamente ya q era un fantasma uuuu hehehe no tenia cuenta aqui pero ya la pude crear y sigo tu nove desde la primera temporada la del prisionero de azcaban y me encanta como escribes...soy kathia siguela pronto

hola!!!!
siento no pasarme seguido estoy en los años de los TIMOS
no puedo pasar siempre y ahora tengo el tiempo
y me ah encantado el capi!!! :)
espero la sigas pronto
besos!!!

nueva lectora!!! , Siguela!!!

Annie: (Hoolaaa!) De verdad te entiendo con lo de la falta de inspiración u.u ya me ah pasado! D: lo que pasa que a esta nove la adapto mediante un libro que descargue de internet y esta muy mal traducido por lo que me deprime(? En verdad me quita las ganas de continuar u.u y me da mucha pereza escribir del libro que tengo de HP5 >.< pero bueno, por el bien de la humanidad(? Voy a esforzarme por terminarla :D jaja de verdad GRACIIAS enormes por pasar de pagina y tomarte un tiempo de leer y comentar besitos!!

Gloria: Hooooooolaa! :D tiempo sin verte(? Jaja espero estés bien :D que alegría que te gustara el capi!*-* y sobretodo que a pesar de mi ausencia aun te guste la nove y quieras leerla :’) significa tanto para mi! Voy a empezar a poner diálogos míos para que los celos sean bien laborados *-* haber que sale! :D GRACIIIAS por comentar!
Besos!!

Noe: Hola! :D god! De verdad gracias por el apoyo*-* en verdad me sentía mal x mi tardanza, siento que no merezco tener lectoras tan geniales como ustedes pero gooshh la inspiración me mataba >.< y ver que a pesar de todo ustedes estaban aquí esperándome me hizo entrar en razón: tengo que continuar con la nove :D y así lo are! De verdad gracias a ti y a los conejitos! Jaja GRACIIAS

PD: Oh gracias! Amo las zanahorias*-*

Kathia: Hola! God, bienvenida!*-* tanto al foro como a la novela :D de verdad que alegría que te nos unieras! El fooro es genial :) goshh ¿de verdad desde la primer temporada? *-* Te adoro!! jaja de verdad que alegría me dio!*-* GRACIIAS por comentar y estar aquí leyendo! Besitos!!

Susie: Holis! Ouch te comprendo, esos TIMOS son tan dsjfghfgbageg >.< pero no te preocupes, espero puedas salir pronto de ellos! :D te agradezco muchísimo que leyeras y comentaras GRACIIAS!
Besitos!!

JustDaniaSmiley: ¡Hola! Goooooosh Bienvenidaaaaaa! GRACIIAS por leer y comentar, enseguida subo capi!*-* besos!!

¿Esto es enserio? ¿De verdad tengo dos nuevas lectoras? *-* creo que me pondré a llorar!! :’)
Graciias a todas por esperarme y perdon mi tardanza :S como le dije a Annie, me perdi la inspiracion por que el libro que descargue de donde adapto la novela estaba muy mal traducido y eso me deprime y agovia un poco :S
y me da pereza tener que bajar mi libro, ya que lo tengo en mi habitacion! y bueno, escribir todo desde alli es mas pesado >.< en fin, capitulo extra laaaaaaaaaaaaaaaaaaaargo, para recompensar un poco mi tardanza :) ojala les guste, besos!! :hi:

17
¿Decreto educacional Nº 24?

Harry se sintió muy extraño por el resto del fin de semana, que aún no había terminado por completo. Él y Ron hablaron mucho el domingo, tratando de olvidar de nuevo la tarea que tenían que hacer, Harry había evitado a toda costa explicarle a su mejor amigo porque estaba sin ningún motivo aparente enojado con Nina.
El último soplido del otoño persistió en aquel momento así, en lugar de estar sentados en las mesas de la sala común, ellos tomaron su trabajo fuera y pasearon en la sombra de un árbol grande que había en el borde del lago. Hermione, quien claramente estaba al día con los trabajos, los acompañó llevando con ella lana y embrujando sus agujas de cocer, produciendo más sombreros y calcetines. Todas las cosas a las que lo había sometido Umbridge y el Ministerio, y que formaban parte de una como rebelión, le daban vueltas en la cabeza, sintiendo una sensación extraña. Él revivía en su mente, todo lo que le había ocurrido el sábado: todas esas personas viniendo a aprender Defensa Contra las Artes Oscuras, las miradas que tenían sus caras de sorpresa, de las cosas que él había hecho... y Cho diciéndole que era muy valiente, los conocimientos que tenían todas esas personas que creían que estaba mintiendo, pero de admiración, esto, aún lo mantenía alegre él lunes por la mañana, ante la perspectiva de tener las clases que más odiaba y a pesar de que Nina no se había aparecido junto a ellos el resto del domingo; Harry evitaba todo lo que podía el pensar que ella quizás estaba, con Cedric Diggory.

Él y Ron subieron las escaleras hacia el dormitorio, y discutiendo la idea de Angelina de trabajar un nuevo movimiento durante la práctica de Quidditch de la noche, cuando a medio camino, vieron que había pequeños grupos de personas paradas alrededor de la noticia que había en la pizarra.
Una señal grande se había pegado en la tabla de notas de Gryffindor, tan grande que cubrió todo lo demás que había allí: las listas de libros por comprar, los regularmente recordatorios de reglas de Argus Filch, la cédula de los equipos de Quidditch, las ofertas para cambiar ciertas tarjetas de Ranas de Chocolate con otros, la fecha de salida a Hogsmeade en los fine s de semana, y las noticias relevantes.
El nuevo anuncio estaba imprimido con largas letras negras y altas, y al final tenía una como sello oficial, en la que a su lado, tenía una firma clara, limpia y de florituras.

____Por orden de____
LA MÁS ALTA INQUISIDORA DE HOGWARTS

Todos las Organizaciones de estudiantes, sociedades, equipos, grupos y clubs, de ahora en adelante, tendrán que registrarse.
Las Organizaciones de estudiantes, sociedades, equipos, grupos o clubs por este medio se definirán como un regulador, a partir de 3 o más estudiantes.
El permiso para registrarse, será con la alta Inquisidora (Profesora Umbridge).
Las Organizaciones de estudiantes, sociedades, equipos, grupos o clubs de las que se tenga conocimiento, serán aprobados por la alta Inquisidora.
Cualquier estudiante que se encuentre formando Organizaciones de estudiantes, sociedades, equipos, grupos o clubs, sin la aprobación de la alta Inquisidora, serán expulsados.
Lo anterior, es de acuerdo con el Decreto Educacional número 24.

Firma:
Dolores Jane Umbridge.
Alta Inquisidora.

Harry y Ron leyeron el anuncio, encima de las cabezas de algunas miradas de los segundos años.

— ¿Eso significa que vamos a tener que decirle lo del Club de Gobstones? –preguntó alguien a su amiga.
— Yo creo que estará de acuerdo en aceptar el Club de Gobstones –dijo Ron sombríamente dando un segundo salto. –No creo que esto sea una coincidencia, ¿no crees? –le preguntó a Harry de manera preocupada.

Harry estaba leyendo la noticia también. La felicidad que tenía por lo que le ocurrió el sábado, se fue. Sus tripas se le empezaron a remover.

— Esto no es una coincidencia. –dijo él, sus manos formaron puños. –ella lo sabía.
— Ella no pudo saberlo. –dijo Ron.
— Había gente escuchando en el bar. Y no reconocíamos sus caras, porque estaban cubiertas por capas... ella pudo estar ahí... o tal vez alguien habló con Umbridge.

Y él había pensado que ellos le creían, que lo admiraban...

— ¡Zacharías Smith! –vocifero Ron, cerrando los puños. –o también pudo haber sido Michael Corner, porque tenía una mi rada un poco inquieta.
— Me preguntó si Hermione y Nina ya habrán visto el anuncio, ¿o todavía no? –dijo Harry, mirando hacia el dormitorio de las chicas.
— Vamos a decirles. –comento Ron avanzando hacia adelante, y abriendo la puerta para subir las escaleras espirales.

Él estaba en el sexto escalón, cuando ocurrió algo. Se oyeron un tipo como de lamentos, seguidos de pasos. Hubo un momento breve en el que Ron trató de seguir corriendo, y entonces se tropezó, y cayó en la parte trasera de los pies de Harry.

— Eh, no pensé que estuviera permitido entrar en el dormitorio de las chicas. –dijo Harry, ayudando a Ron a levantarse.

Dos muchachas de cuarto año bajaron verticalmente, muy alegres.

— Oh, ¿quien trata de subir las escaleras? –Ellas se rieron tontamente, mientras coqueteaban a Harry y Ron.
— Yo –dijo Ron. –No pensé que eso pasaría. ¡No es justo! –agregó dirigiéndose a Harry.

Y las chicas se dirigieron al agujero del retrato, riéndose tontamente todavía.

— Hermione y Nina tienen permitido entrar a nuestro dormitorio, ¿pero como nosotros no tenemos permitido...?
— Bien, es una regla anticuada –comento Hermione, que justo en ese momento bajaba hacia ellos seguida por Nina. –bueno, eso dice en Una historia de Hogwarts, que los fundadores pensaron que los chicos eran menos cuidadosos que las chicas. De cualquier forma, ¿porque trataban de entrar aquí?
— Verás, ¡miren esto! –gruño Ron, arrastrándolas hasta la tabla de avisos.

Los ojos de Hermione se desplazaron rápidamente en la tabla de avisos. Su expresión se fue ensombreciendo. Nina también leyó y frunció el entrecejo, observo a Ron y a Hermione pero no directamente hacia Harry.

— ¡Alguien debe haberle dicho! –dijo Ron enojado.
— No, no pudieron hacerlo. –aseguro Nina en voz baja mientras miraba a su amiga.
— Eres muy ingenua –le hablo, Ron. –piensas que solo porque eres honorable y...
— No, ellos no pudieron hacerlo porque puse un encantamiento en la pieza del pergamino que ellos firmaron –interrumpió Hermione –Créeme, si alguno de ellos habló con Umbridge, nosotros sabríamos exactamente quien fue.
— ¿Que sucedió entonces?
— Bien, mejor, no lo veas de esa manera –le dijo Nina. –mejor, vamos a desayunar, y a ver que piensan los otros. Me preguntó si esa noticia se habrá puesto en todas las casas.

De inmediato, y al parece r, todo el Gran Comedor había visto el anuncio de Umbridge, y no solo en la Torre de Gryffindor. Había una peculiar insistencia en las charlas, y un extremado movimiento en el Vestíbulo, porque habían arrimado demasiado las mesas de abajo a arriba, y de arriba a abajo. Harry, Ron, Nina y Hermione apenas pudieron tomar asiento, cuando Neville, Dean, Fred, George y Ginny se dirigieron a ellos.

— ¿Lo han visto?
— ¿Cómo creen que ella se habrá enterado?
— ¿Qué vamos a hacer?

Todos miraban a Harry. Él se aseguró de que ningún maestro estuviera cerca.

— Vamos a hacerlo de todas maneras. –dijo despacio.
— Estamos de acuerdo con eso. –asintió George, levantando y golpeando el brazo de Harry.
— ¿Los prefectos también? –pregunto Fred, mirando de reojo a Ron y Hermione.
— Claro que sí. –dijo frescamente Hermione.
— Aquí vienen Ernie y Hannah Abbott –murmuro Ron, mirando por encima de su hombro. –y esos tipos de Ravenclaw y Smith... y no lucen muy bien.

Hermione miró alarmada.

— No importa, ya nos las arreglaremos, los muy idiotas no van a poder venir, ¡siéntense! –murmuró ella a Ernie y Hannah, mirando de reojo a la mesa de Hufflepuff–. ¡tarde, llegan tarde!
— Yo le diré a Michael. –dijo Ginny impacientemente, girando el banco. –honestamente, él es muy necio.

Ella se dio prisa en ir a la mesa de Ravenclaw, y Harry la siguió con la mirada, Cho estaba sentada no muy lejos, hablando con su amiga de cabello rizado con la que fue a Cabeza de Puerco. Cedric Diggory un poco más alejado, saludaba a Nina con la mano mientras ella le correspondía, pero aparte de aquello nadie más se había acercado. ¿La noticia de Umbridge los habrá asustado?
Pero no sintieron las repercusiones de las señales, hasta que hubieran dejado el Gran Comedor.

— ¡Harry! ¡Ron! –Era Angelina que estaba avanzando hacia ellos, con una mirada desesperada.
— Está bien. –dijo Harry rápidamente cuando ella estaba a una distancia en la que lo podía oír. –Vamos a hacerlo de todos modos.
— ¿Ya incluiste al equipo de Quidditch? –le pregunto Angelina. –tenemos que conseguir un permiso para el equipo de Gryffindor.
— ¿Qué?
— De ninguna manera –dijo Ron espantado.
— ¿Ya leíste el anuncio? ¡Menciona también a los equipos! Ahora, escucha Harry... te estoy avisando, por favor, controla tu temperamento con Umbridge de nuevo, o no podremos jugar.
— Bien, bien. –aseguro Harry, pero Angelina lo miró de una manera que parecía estar mintiendo. –no te preocupes, me comportaré...
— Apuesto a que Umbridge va a estar en la clase de Historia de la Magia –dijo Ron severamente, y como siempre, entraron al aula del profesor Bins. –ella no lo ha inspeccionado todavía... Apuesto a que estará aquí...

Pero estaba equivocado, el único maestro presente cuando ellos entraron, era el Profesor Bins, flotando a una pulgada de su habitual silla, y preparando sus monótonos apuntes. Harry no quiso poner atención a la clase, y decidió jugar ociosamente con el pergamino. También, intentaba ignorar los codazos ligeros que le daba Hermione, hasta un golpe particularmente doloroso en las costillas, lo hizo enojarse.

— ¿Que?

Ella señaló a la ventana. Harry volteó, Hedwig se emperchó en el ancho anaquel de la ventana, mientras miraba fija mente a través del espeso vidrio, y, aparentemente, tenía atada un a carta en su pata. Harry no lo entendía, acababan de desayunar, ¿porque no se la entregó a esa hora, como usualmente lo hacía? Muchos de sus compañeros de clase, estaban señalando a Hedwig.

— Oh, que adorable lechuza, y también hermosa. –Harry escuchó que le decía Lavender a Parvati.

Él miró al profesor Binns, que continuaba leyendo sus notas monotamente, sin ver que la atención de la clase se estaba enfocando fuera de la ventana. Harry se movió un poco de su silla, tratando de abrir la ventana.
Él tuvo la expectativa de que Hedwig se estaba cansando, y que estaba a punto de volver a la lechuceria, pero en el momento en que vio que Harry abría la ventana, brinco adentro, ululando tristemente. Él cerró la ventana, echando una mirada ansiosa al profesor Bins, entonces, se agachó debajo de su silla, en donde estaba Hedwig y vio su hombro. Él se sentó en la silla, y pasó a Hedwig encima de su butaca, quitándole la carta de la pata. Y solo hasta entonces, vio que las plumas de Hedwig estaban como quemadas, extrañamente, y algunas estaban torcidas, y, aparte, tenía sus alas en un ángulo impar.
Dándose cuenta de que estaba herida, Harry ni siquiera lo pensó y salió del salón para poder llevar a Hedwig con la profesora Grubbly-Plank, y esperar a que ella lo ayudara. La encontró y esta le había prometido curar a la lechuza, por lo tanto Harry luego de haber hablado brevemente con McGonagall se dirigió a doblar la esquina, buscando a Nina, Ron y Hermione, y abrió la carta, en la que reconoció la letra de Sirius, y decía:

Hoy a la misma hora y en el mismo lugar.

— ¡Harry! ¿Esta bien Hedwig? –pregunto Nina, con preocupación y mirándole lentamente a los ojos.
— ¿Donde la dejaste? –pregunto Ron.
— Con la profesora Grubbly Plank y esta bien gracias –le sonrió a Nina. –vi a la profesora McGonagall, escuchen… –y procedió a contarles lo que la profesora McGonagall le había dicho con respecto a la intercepción de cartas, para su sorpresa ninguno de los tres sufrió un shock, por el contrario, intercambiaron miradas significativas.
— ¿Que? –quiso saber, Harry.
— Bueno, justamente le estaba diciendo a Ron y a Nina ¿que tal si alguien había tratado de interceptar a Hedwig? tu sabes que ella nunca antes había lastimada volando.
— De cualquier manera ¿de quien es la carta? –pregunto Ron, tomando la nota de Harry.
— De Canuto. –explico Harry reservado.
— La misma hora y el mismo lugar, ¿quiere decir en la chimenea en la sala común?
— Obviamente –asintió Nina cuando también leyó la nota, parecía inquieta. –solo espero que nadie mas haya leído esto.
— Pero aun estaba cerrado y todo –le aseguro Harry, tratando de convencerla a ella, y convencerse el mismo. –y nadie sabría lo que significa, si no saben cuando he hablado antes con el ¿no lo creen?
— No sé –dudo Hermione ansiosamente, moviendo a tirones su mochila, cuando la campana sonó nuevamente. –no debe ser exactamente difícil de abrir la carta, por medio de magia... pero yo no veo como vamos a poderlo ver en el fuego, si así también puede ser interceptado.

Ellos caminaron escaleras abajo, para dirigirse a la clase de pociones, los cuatro pensando en esto último, estaban a punto de llegar, cuando oyeron la voz de Draco Malfoy, que estaba parado justo afuera de la puerta del salón de Snape, ondeando un pergamino oficial, y hablando en voz extremadamente alta, para que escucharan cada palabra.

— Si, Umbridge dio al equipo de Slytherin de quidditch permiso para seguir jugando, y también le pregunté otras cosas. Bien, ella aceptó inmediatamente, yo creo que ella sabía que mi padre siempre colabora con el Ministerio, será interesante ver si el equipo de Gryffindor sigue jugando ¿no?
— No le hagan nada –susurró Hermione a Harry y a Ron, porque ambos estaban mirando a Malfoy. –es que él quiere...
— Llamar la atención, es tan imbécil y lo peor de todo es que alardea de su padre comprando siempre sus puestos y beneficios. –gruño Nina.
— Eso significa –se siguió oyendo a Malfoy arrastrando las palabras, y sus ojos grises, se dirigieron en la dirección en la que estaban Harry y Ron. –que si le preguntan, no creo que tengan muchas oportunidades porque mi padre dice que tiene una excusa para sacar a Arthur Weasley de sus años... y como Potter... mi padre dice que después del Ministerio, podría irse a San Mungo a aparentemente él tiene una cicatriz, que lo tiene confundido por magia...

Malfoy hizo una cara grotesca, abrió su boca, y sus ojos. Crabbe y Goyle se partieron de la risa, igual que Pansy Parkinson. Algo chocó con el hombro de Harry, y él sabía que era una indirecta.
Un segundo después él comprendió que Neville había pasado a su lado, encarando a Malfoy.

— ¡Neville, no!

Harry jaló la túnica de Neville; Neville se desprendió de él frenéticamente, él trató de atacar a Malfoy, quien lo estaba mirando, por un momento, se estremeció.

— ¡Ayúdame! –le grito Harry a Ron, agarrando a Neville por el brazo y el cuello, y entonces, fueron arrastrados por los de Slytherin.

Crabbe y Goyle estaban flexionando sus brazos, rodeando a Malfoy, y listos para pelear. Ron se dio prisa para ir hacia ellos, y lo sujetó por el brazo. Harry arrastró a Neville hasta la línea en la que estaban los Gryffindor. La cara de Neville estaba blanca; la presión de Neville bajaba, no lo comprendía, pero salieron palabras impares de su boca.

— No fue… divertido… San Mungo… su demostración… le daré su merecido…

La puerta de las mazmorras se abrió. Snape apareció e el lugar. Sus ojos negros barrieron encima de la línea de los chicos Gryffindor hasta al punto donde Harry y Ron luchaban con Neville.

— ¿Practicando luchas, Potter, Weasley, Longbottom? Diez puntos menos para Gryffindor –dijo Snape con un tono de desprecio. –Cálmense Longbottom y Potter u obtendrán una detención. –luego de oír esto Harry dejó a Neville, que estaba parado claramente jadeando.
— Tuve que pararlo –dijo Harry jadeando, mientras recogía su mochila mientras Crabbe y Goyle rasgaban el aire con sus puños.

Neville no dijo nada; él se limito simplemente a recoger con enojo su mochila y seguir su camino.

— En nombre de Merlín ¿qué paso? –pregunto Ron, mientras seguían a Neville, intentando encontrar una respuesta a su alrededor.

Harry no contestó. Él sabía exactamente porqué el tema de la gente que estaba en el Hospital de St. Mungo debió enojar a Neville, sus padres estaban allí debido a la maldición Cruciatus y aquello le apenaba grandemente a Neville, pero él había jurado a Dumbledore que no diría nunca a ninguna persona el secreto de Neville. Incluso Neville no sabía que Harry lo sabía.
Harry, Ron, Nina y Hermione tomaron sus asientos como siempre en la parte posterior del aula, sacaron sus pergaminos, y sus libros de mil hierbas y hongos mágicos. La clase alrededor de ellos susurraba sobre lo qué Neville acababa de hacer, pero cuando Snape cerró de un fuerte portazo mazmorra que provoco un gran eco, todos quedaron inmediatamente en silencio.

— Como ustedes podrán notar –dijo Snape, con desprecio en voz baja. –hoy tenemos a una invitada con nosotros.

Él gesticuló hacia la esquina oscura de la mazmorra y Harry vio ahí a la profesora Umbridge sentada allí, con el portapapeles en sus rodillas. Él echó una mirada a Ron y Hermione levantando sus cejas. Snape y Umbridge, los dos profesores más odiados por casi todos. Era duro decidir a cual de los dos se podía odiar más.

— Hoy continuaremos con nuestra solución Fortalecida. Encontraré sus mezclas como las dejaron la lección pasada a su izquierda; si están hechas correctamente se maduraran bien en el fin de semana. Las instrucciones –Snape agito su varita otra vez. –están en el tablero. Prosigan.

La Profesora Umbridge pasó la primera media hora de la lección haciendo notas en su esquina. Harry estaba muy interesado en lo que ella pudiera preguntarle a Snape; estaba tan interesado en eso que había descuidado su poción una vez más.

— Harry, es sangre de Salamandra. –gimió Hermione, jalándolo de su muñeca para prevenirlo que agregaba el ingrediente incorrecto por tercera vez.
— ¡No eches jugo de granada! –le susurro Nina.
— El de la derecha –dijo Harry vagamente, colocando la botella mientras continuaba mirando a la esquina. Umbridge acababa ponerse en pie.
— ¡Oh! –musito Ron. Umbridge había empezado a avanzar a trancos entre dos líneas de pupitres con dirección a Snape, quien en ese momento doblaba excesivamente el caldero de Dean Thomas.
— Bien, la clase parece estar bastante avanzada para su nivel. –dijo ella enérgicamente a la por detrás de Snape. –Aunque quisiera preguntarle si es recomendable enseñarles una poción como la solución del fortalecimiento. Yo pienso que el ministerio preferiría que fuese quitada del programa.

Snape se enderezó lentamente y dio vuelta para mirar hacia ella.

— Ahora, ¿cuánto tiempo lleva enseñando en Hogwarts? –pregunto ella con su pluma lista para escribir sobre su sujetapapeles.
— Catorce años. –contestó Snape.

Harry, mirándolo de cerca vio que su expresión era desenfadada y distraídamente agregó algunas gotas a su poción; la poción silbó amenazante y cambio de un color turquesa a naranja.

— Usted solicitó primero el puesto de profesor de defensa contra los artes oscuras, ¿estoy en lo cierto?
— Sí. –respondió Snape.
— Pero le negaron a petición.
El labio de Snape se encrespó. La profesora Umbridge garabateo en su sujetapapeles.
— Obviamente. –gruño.
— ¿Y usted ha solicitado regularmente el puesto de defensa contra las artes oscuras desde que comenzó a dar clases en la escuela?
— Sí. –dijo Snape reservado, apenas moviendo los labios. Él parecía muy enojado.
— ¿Usted tiene alguna idea de porqué Dumbledore ha rechazado constantemente designarle es cargo? –pregunto Umbridge.
— Yo sugiero que le pregunte usted. –respondió Snape indiferente
— Oh. –soltó la profesora Umbridge, con una leve sonrisa.
— Supongo que esto es necesario.
— Oh sí. –asintió Umbridge. –sí, el ministerio desea conocer cuidadosamente la forma de enseñar de los profesores.

Ella se dio vuelta y camino lejos hasta llegar a Parkinson y comenzó a preguntarle sobre las lecciones. Snape miraba alrededor y sus ojos se clavaron en Harry por un segundo. Harry poso rápidamente su mirada en su poción, que ahora tenia un aspecto asqueroso y emitía un olor fuerte como del caucho quemado.

— Ninguna mejora otra vez, Potter. –dijo Snape malévolamente, vaciando el caldero de Harry con un leve movimiento de su varita. –usted me escribirá un ensayo de la composición correcta de esta poción, indicando cómo y porqué le salió mal, y me la entregara en la siguiente clase, ¿entendió?
— Sí. –murmuro Harry furiosamente.
— Es un abusivo, se desquita contigo por culpa de Umbridge. –gruño Nina, cuando Snape se había alejado lo suficiente.

Snape ya le había dado la tarea y él tenía práctica de Quidditch esta tarde; esto significaba otro par de noches de desvelo. Ya no le parecía posible encontrar esa sensación de felicidad con que se había despertado esa mañana. Todo lo que ahora sentía era un deseo ferviente que ese día terminara. La clase de Adivinación mientras tanto no había suavizado las cosas, Trelawney estaba tan furiosa desde que Umbridge había supervisado su clase que trataba a todos con brusquedad y enojo reflejado. Y luego de aquella dura clase Ron, Harry y Nina se habían reunido con Hermione para tener la última clase del día que era Defensas Contra las Artes Oscuras lo cual había sido un total aburrimiento. Y cuando los cuatro amigos volvían a la sala común luego de la cena Angelina se les acerco un poco molesta.

— Ninguna práctica de Quidditch –dijo ella en tono hueco cuando Harry, Ron, Nina y Hermione entraron en la sala común.
— ¡Pero si guardé mi genio! –protesto Harry horrorizado. –yo no quise decirle nada a ella, Angelina, lo juro, yo…
— Ya sé, ya sé –comento Angelina desgraciadamente. –ella acaba de decirme que necesita un poco de tiempo para considerarlo.
— ¿Considerar que? –espeto Ron airadamente. –le dan permiso al equipo de Slytherin, ¿pero a nosotros no?

Pero Harry podría imaginarse cuánto podría gozar Umbridge pensando como estarían sus cabezas al llevar a cabo la amenaza de que ningún equipo de Quidditch de Gryffindor jugara y podría entender fácilmente porqué ella no desearía abandonar esta arma en contra de ellos demasiado pronto.

— Bien –dijo Hermione. –mírenle el lado bueno, por lo menos ahora Harry tendrás mas tiempo para hacer el ensayo de Snape.
— ¿Eso es un lado bueno? –pregunto Harry sintiéndose muy presionado, mientras que Ron miraba fijamente a Hermione con incredulidad. –ninguna práctica de Quidditch, ¿y pociones adicionales?'

Harry cayó abajo en una silla, arrastró lentamente su ensayo de las pociones de su mochila y se dispuso para trabajar. Era muy duro concentrarse; aunque él sabía que Sirius no aparecería en el fuego hasta mucho más tarde, no podría ayudar a estar vigilando el fuego cada cierto tiempo. Había también una cantidad increíble de ruido en la sala: Fred y George parecían daban muchas vueltas para demostrar a una muchedumbre que animaba y que chillaba que finalmente habían perfeccionado un tipo de broma. Primero, Fred mordería un pedazo de un lado de color anaranjado de un dulce, con lo cual él vomitaría espectacularmente en un cubo que habían colocado delante de él. Entonces el haría fuerza en la parte purpura abajo del dulce, con lo cual dejaría de vomitar inmediatamente. Los que asistían a la demostración aplaudían como locos y Lee Jordan, desaparecía el vómito en intervalos regulares con el mismo encanto que Snape había utilizado para hacer desaparecer las pociones de Harry. Con los sonidos regulares de algarabía, de animación y del sonido que causaban Fred y de George al tomar los pedidos de su invento de la muchedumbre, Harry estaba encontrando excepcionalmente difícil concentrarse en el método correcto para consolidar su solución. Hermione no apoyaba lo que hacían los gemelos; las aclamaciones y el sonido del vómito que golpeaba el fondo del cubo de Fred y de George fueron puntuados por sus aspiraciones ruidosas y de su desaprobación, que Harry encontró molesto pues estaba distrayéndolo. Ron y Nina hacían caso omiso a todo aquello y platicaban sobre un Club al que Nina había estado asistiendo y el cual aun Umbridge no había dejado que continuara.

— ¿Es ahí de donde conoces a Diggory? –pregunto Ron y Harry levanto levemente la vista para mirarlos mientras intentaba aguzar el oído.
— ¿Qué? ¡Oh si! –le sonrió ella. –es muy bueno y me estaba ayudando con encantamientos y transformación gracias a que vamos al mismo club.
— Ya me preguntaba porque eran tan amigos de un día para el otro.
— Bueno, si se unieran a uno además del Quidditch habrían entendido que somos AMIGOS. –enfatizo la ultima palabra y como quien no quiere la cosa, miro de soslayo hacia Harry, quien había bajado su mirada al pergamino con una timida sonrisa en los labios.
— Pero tú ni siquiera nos contaste. –le reprocho Ron.
— Estaban tan absortos en sus cosas, y al menos Hermione y Ginny si saben que somos amigos –aclaro. –y por si no sabes, Cedric y Cho están saliendo aunque claro, ella parece olvidarlo a veces, aun no sé que le vio Cedric a ella…
— Y yo que pensaba que Cho estaba… bueno, ya saben, soltera –comento Hermione con desdén. –con eso de que miraba mucho a… a… cierta persona. –tartamudeo al notar la mirada molesta de Harry.
— Por eso mismo digo que no sé que le vio Cedric, ella esta metiéndose con otras personas sabiendo que tiene novio…
— Bueno, Cedric no es que sea muy reservado ¿cierto? –interrumpió Harry, sin poder contenerse. –cualquiera podría haber dicho que… que el… que le gustas…
— ¿Qué? –Nina resoplo con incredulidad, pero antes de que pudieran decirse algo mas que mirarse fijamente a los ojos Hermione charrasco mirando furtivamente a los gemelos.
— ¡Si te molestan tanto ve y detenlos entonces! –dijo Ron irritado.
— No puedo, no están haciendo algo que este técnicamente mal –bufo Hermione a través de los dientes cerrados fuertemente. –Están absolutamente dentro de sus derechos de comer las cosas asquerosas ellos mismos y no puedo encontrar una regla que diga que los otros idiotas no tienen derecho a comprarlas, no a menos que demuestren ser peligrosos de alguna manera y no se ven peligrosos.

Hermione, Harry, Nina y Ron miraron a George vomitando como proyectil en el cubo, trago saliva abajo del resto del caramelo y se enderezo hacia arriba, alzando los brazos en alto para que siga el aplauso prolongado.

— No consigo entender por qué Fred y George consiguieron solamente tres ÉXTASIS cada uno –dijo Harry, mirando como Fred, George y Jordan recogían impacientemente el oro de la muchedumbre. –Realmente saben lo que hacen.
— Oh, ellos saben solamente cosas que no le sirven de nada a las personas –agrego Hermione despreciativamente. –ningún uso verdadero.
— Hermione, han ganado cerca de veintiséis Galeones ya. –le dijo Ron.

Tuvo que pasar un buen rato antes de que la muchedumbre que estaba alrededor de los gemelos
Weasley se dispersara, entonces Fred, Lee y George se sentaron por mucho tiempo en unas sillas a contar sus recaudaciones, así que tuvieron que esperar hasta más allá de la medianoche para que Harry, Ron, Nina y Hermione finalmente tengan la sala común para ellos solos. Finalmente, Fred había cerrado la puerta a los dormitorios de los muchachos detrás de él, mostrando ostentosamente su caja de Galeones de modo que Hermione estuviera furiosa, Harry que había logrado muy poco progreso con su ensayo de las pociones, decidía dejarlo por esa noche. Como él puso sus libros lejos, Ron, que dormitaba ligeramente en una butaca, dio un ronquido amortiguado, se despertó, y miro vagamente en el fuego.

— ¡Sirius! –dijo el.

Harry se acercó alrededor. La cabeza oscura y desaliñada de Sirius se encontraba en el fuego otra vez.

— Hola. –saludo el, haciendo muecas.
— Hola –dijeron en coro Harry, Ron, Nina y Hermione, los cuatro que se arrodillaban abajo cerca de la chimenea. Crookshanks ronroneó en voz alta y se acercó al fuego, intentando, a pesar del calor, poner su cara cerca de Sirius.
— ¿Como están ustedes?
— No muy bien –dijo Harry, mientras Hermione tiraba de Crookshanks para acercarlo hacia ella pues se estaba chamuscando los bigotes. –El ministerio a designado a través de otro decreto, que se nos prohíbe tener equipo de Quidditch.
— ¿Y fue por eso o por el grupo secreto de clases de defensa contra las artes oscuras? –pregunto Sirius.
Hubo una corta pausa.
— ¿Cómo sabias tu sobre eso? –quiso saber Harry.
— Deberían de elegir sus lugares de reunión con más cuidado. –advirtió Sirius, haciendo muecas más ampliamente. –El cabeza de cerdo…
— Bien, era mejor que las tres Escobas –hablo Hermione defensivamente. –Eso pasa siempre con la gente…
— Siempre tienen que pensar en la posibilidad que alguien los pueda escuchar por casualidad. –dijo Sirius. –Aun tienes mucho que aprender, Hermione.
— ¿Quién nos oyó por casualidad? –pregunto Nina.
— Mundungus, por supuesto –respondió Sirius, y al mirarlo de forma desconcertada el rio. –él era la bruja debajo del velo.
— ¿Ése era Mundungus? –Harry dijo, atontado–. ¿Que hacia él en El cabeza del cerdo?
— ¿Qué creen ustedes que el hacía ahí?
— Vigilándonos. –murmuro Nina, comprendiendo rápidamente.
— ¿Todavía me están siguiendo? –pregunto Harry airadamente.
— Sí, así es –asintió Sirius. –y del mismo modo se, que no esta muy bien que tu en tu fin de semana estés por ahí organizando un grupo ilegal de defensa.

Pero él no parecía ni enojado ni preocupado. Por el contrario, él miraba Harry distinto, con orgullo.

— ¿Por qué se ocultaba de nosotros? –quiso saber Ron, sonando decepcionado.
— Él hubiera estado muy gustoso de hablar con ustedes pero fue prohibido de entrar en el cabeza de cerdo hace veinte años –explico Sirius. –y los barman a pesar de los años lo conservan en su memoria. Perdimos a la persona que espiaba ahí cuando Sturgis fue arrestado, desde entonces Mundungus va ahí bastante últimamente vistiendo como bruja de todas formas primero que todo, Ron me eh presentado aquí para dejarte un mensaje de tu madre.
— ¿Oh, sí? –dijo Ron sonando aprensivo.
— Ella dice que de ninguna manera puedes participar en un grupo secreto ilegal para aprender Defensa contra las artes oscuras. Ella dice que muy seguro te expulsarían y tu futuro estaría arruinado para siempre, también dice que ya habrá un montón de horas para aprender cómo defenderse más adelante y que ahora eres demasiado joven para preocuparte por eso por ahora. Y también (los ojos de Sirius dieron vuelta a los otros tres) les aconseja a Harry, Nina y Hermione que no entren en aquel grupo, aunque sabe que ella no tiene ningún autoridad ante ustedes y les pide simplemente que recuerden que solo quiere lo mejor para ustedes de corazón. Ella les hubiera escrito todo esto, pero si la lechuza hubiera sido interceptada todos habrían estado en verdadero apuro, y ella no puede decirlo personalmente porque esta con tarea esta noche.
— ¿Que esta haciendo? –replico Ron rápidamente.
— No puedes saber cual es por que es para la orden –dijo Sirius. –me deja a mi para ser solo el mensajero y cerciorarse de que has entendido todo lo que te eh dicho, pues no pienso que ella confié mucho en mi.

Hubo otra pausa en la cual Crookshanks, maullando, procuró tocar la cabeza de Sirius con la pata, y Ron toco el agujero del violín con una alfombrilla del animal.

— ¿Y tu estas de acuerdo con ella en que no debemos participar en dicho grupo? –murmuro Ron finalmente.
— ¿Yo? ¡Ciertamente no! –exclamo Sirius, parecía sorprendido. –pienso que es una idea excelente y tu padre aunque tiene miedo Nina, creo que piensa lo mismo que yo.
— ¿De verdad? –sonrió Nina.
— ¡Por supuesto! A demás dime tu Harry, ¿que piensas que hubiéramos hecho tu padre y nosotros si hubiéramos tenido de cerca a alguien como Umbridge? Pero, por todo lo que te a pasado últimamente hay que tener mucho mas cuidado y no tomar riesgos el año pasado, toda la evidencia era que alguien dentro de Hogwarts intentaba matarle, Harry. –dijo Sirius impacientemente. –Este año, sabemos que hay alguien del exterior de Hogwarts que quiere tener el gusto de matarnos a todos, así que pienso que aprendiendo a defenderse correctamente es una idea muy buena.
— ¿Y si fuéramos expulsados? –pregunto Hermione, con una mirada asustada en su cara.
— ¡Hermione, todo esto fue en parte idea tuya! –exclamo Harry mirándola fijamente.
— Sé que es mi idea. Pero acabo de pensar acerca de lo que Sirius nos ha dicho. –dijo ella encogiéndose.
— Bien si te expulsan pero defenderte es mejor que estar sentada con seguridad en tu escuela sin saber nada.
— Estoy de acuerdo. –sonrió Nina, mientras Ron y Harry asentían.
— Bueno entonces, ¿como han organizando a este grupo? ¿Donde son sus puntos de reunión?
— Ese ahora es nuestro pequeño problema –dijo Harry. –No sabemos a donde vamos a poder ir.
— ¿Como donde? ¡A la casa de los gritos! –sugirió Sirius.
— ¡Hey, esa es una buena idea! –hablo Ron, pero Hermione hizo un ruido escéptico y los cuatro se quedaron mirándola, la cabeza de Sirius que daba vuelta en las llamas.
— Sirius, es cierto que ustedes solo eran cuatro en su tiempo de escuela cuando se reunían en la Casa de los gritos –comenzó Hermione –y se podían transformar en animales y supongo que ustedes habrían podido desaparecer debajo de la capa invisible si ese era su deseo. Pero ahora somos unas treinta personas y ninguno de nosotros somos Animagos, y tampoco nos serviría de mucho la capa de la invisibilidad sino más bien una mansión de invisibilidad.
— Bien, estoy seguro de que ustedes conocerán el pasillo que esta arriba. Era un callejón secreto muy espacioso y bonito detrás de ese espejo grande en el cuarto piso, ustedes pueden tener bastante espacio para practicar maleficios allí adentro.
— Fred y George me dijeron que esté bloqueado. –dijo Harry, sacudiendo la cabeza. –lleno de rocas o algo así.
— ¿Si? –Sirius, frunció el ceño. –bueno, pensare en ello y veré que se puede hacer… -él se interrumpió.

Su cara estaba repentinamente tensa, alarmada. Él se dio la vuelta de lado, al parecer mirando en la pared del ladrillo sólido de la chimenea.

— ¿Sirius? –le llamo Harry ansiosa ente. Pero él había desaparecido. Harry se agacho en las llamas por un momento, después se dio vuelta para mirar a Ron, Nina y Hermione–. ¿Por qué desapareció así?

Hermione dio un grito de asombro horrorizado y se puso en pie rápidamente, ella miraba fijamente inmóvil el fuego. Una mano había aparecido entre las llamas, andando a tientas como si buscara lograr atrapar algo; una mano rechoncha, de dedos cortos cubiertos en feos anillos pasados de moda. Los cuatro salieron corrieron hacia sus dormitorios. Cuando llegaron a la puerta del dormitorio de los muchachos Harry miro hacia atrás. La mano de Umbridge todavía hacía arrebatar los movimientos entre las llamas, como si ella supiera exactamente donde había estado momentos antes el pelo de Sirius y estuviera determinada a agarrarlo.

{Fin del Capitulo}

aaahhh la seguiste

hahahaha si enserio te sigos desde la primera temporada demasiado tiempo siendo un fantasma hahahaha es q me daba verguensa no soy muy no se soy algo timida hehepero amo como escribes

siiiiggguuueelllaaaa

¡Oh Dios Mio!
Lo ame!
Perdon Perdon Perdon !
Por no haberte comentado antes, pero me desconecte de internet por un tiempo :S
Ademas adelantaron las fechas para los examenes pues al final del año nos ponen uno muy dificil de todas las materias de todo lo que vimos en el año :pale: y eso me marea pues son alrededor de 300 preguntas ...
En fin, me encanto el cap :D
Debes seguirla lo antes posible (sin presiones) Muero por saber que pasara :face:
Amo como escribes, que envidia, yo no puedo :(
Bueno, me voy, tengo que repasar mis apuntes, hoy tengo dos examenes :|
SIGUELA !! SIGUELA !! SIGUELA !!

Atte: Sandy

Siguela!!!