“Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA

Perdon, se que esta todo aburrido el capi u.u pero no pude escribir nada mas D:
ahora estoy editando el otro capi y espeor este mejor :D voy a hacer que las cosas pasen mas rapido
asi vamos directo a la accion! :twisted: y tambien espero poder agregarle mas cosas mias :D
En fin chicas, ojala aun haya alguien dispuesta a leer mi nove :D graciias x esperarme Bess!!

14

Cartas y cartas.

— No, Hermione ellos no… no pueden, no Ron no…
— ¿Te aria algo así? Vamos Harry, ¿has sido alguna vez claro con respecto a tus sentimientos hacia Nina? –Harry simplemente no supo que decir –se besaron sí, pero luego de eso no pasó nada más.
— Es que… es solo que… Hermione ahora no –vacilo luchando con sus sentimientos –lo ciento, tengo un castigo que cumplir.
— Harry, Harry sé cómo te sientes. –intento consolarle –yo…
— No Hermione, no voy a creer en lo que dices, ¡Ron nunca me aria una cosa así!

Y negando rotundamente, incapaz de creer en aquello, Harry se marchó dejando a su amiga sola, con la impresión de querer llorar.
A las cinco en punto de esa tarde llamó a la puerta de la oficina de la profesora Umbridge para lo que sinceramente esperaba fuera la última vez, y le fue ordenado entrar. El pergamino en blanco estaba listo esperándolo sobre la mesa cubierta de encajes, con la negra y afiliada pluma tras él.

— Ya sabe qué hacer señor Potter. –dijo Umbridge sonriéndole dulcemente.

Harry recogió la pluma y miró a través de la ventana. Si tan solo pudiera desplazar la silla unos centímetros hacia la derecha… con el pretexto de acercarse a la mesa, lo consiguió. Ahora tenía un panorama distante del campo de Quidditch, con el equipo remontándose y bajando dentro de sus límites, mientras media docena de negras figuras permanecían al pie de tres altos postes, aparentemente aguardando sus turnos como Guardián. Era imposible determinar desde tan lejos cuál era cual.

— No debo decir mentiras. –escribió. El corte en el dorso de su mano derecha se abrió y comenzó a sangrar copiosamente.
— No debo decir mentiras. –la herida se profundizó, escociéndole.
— No debo decir mentiras. –La sangre comenzó a deslizarse por su muñeca.

Harry arriesgó otra mirada por la ventana. Quien fuera que estuviera defendiendo los postes estaba haciendo un pobre trabajo. Katie Bell anotó dos veces durante el poco tiempo que Harry se atrevió a observar, dejó caer la vista sobre el pergamino, que brillaba con el rojo de la sangre.
A decir verdad, Harry no creía que los cortes de su mano le dolieran tanto como el sentimiento de frustración y celos al recordar las palabras de Hermione, seguía negándose rotundamente a que su mejor amigo estuviera saliendo con la chica, que aunque no lo había demostrado, quería mucho, y solo para él.
Intentando sacar las palabras de Hermione de su mente, trataba de mirar por la ventana cada vez que le parecía tenía una oportunidad: cuando escuchaba el rasguido de la pluma de Umbridge o la apertura de un cajón del escritorio de la profesora.
El tercero en las pruebas estuvo muy bien, el cuarto horrible, el quinto esquivó una Bludger de manera excepcional pero perdió una atrapada segura. El cielo se oscurecía y Harry dudó de que pudiera llegar a ver el sexto y el séptimo.

‘No debo decir mentiras.’

‘No debo decir mentiras.’

El pergamino estaba ahora manchado por gotas de sangre provenientes del dorso de su mano, contraída de dolor. La próxima vez que se asomó a la ventana, la noche había caído ya y el campo de juego no era visible.

— Veamos si ha captado el mensaje. –dijo con suavidad Umbridge media hora más tarde.

La profesora se acercó a él, sujetándole el hombro con sus cortos y anillados dedos.
Y entonces, mientras le tomaba la mano para examinar las palabras ahora encarnadas en su piel, el dolor se extendió, pero no por el dorso de su mano sino por la cicatriz en su frente, al mismo tiempo que una sensación de lo más extraña se apoderaba de su garganta.
Harry retiró el brazo lejos del alcance de la profesora e inmediatamente se puso de pie, clavando la mirada en ella.

— Si, duele, ¿no es verdad? –comento suavemente ella.

El no respondió. El corazón le latía con violencia. ¿Era su mano de lo que hablaba ella o sabía del dolor que acababa de sentir en la frente?

— Bien, creo que he dejado en claro mi punto de vista, Sr. Potter. Puede retirarse.

Él tomó la mochila y abandonó la habitación tan rápido como le fue posible.
‘Tranquilízate,’ se dijo a sí mismo mientras corría escaleras arriba. ‘No necesariamente significa lo que estás pensando…”

— ¡Mimbulus mimbletonia! –exclamó ante el retrato de la señora gorda, que se hizo un lado.

Un estrépito de voces le dio la bienvenida. Ron se le acercó corriendo, la alegría reflejada en el rostro y derramando Cerveza de Manteca de la copa que sostenía, de pronto Harry había recordado las palabras de Hermione.

— Harry, lo hice, estoy en el equipo, ¡soy un Guardián!
— ¿Qué? Oh… ¡muy bien! –dijo Harry tratando de sonreír con naturalidad al tiempo que su corazón continuaba en carrera y su mano le pulsaba y le sangraba –pero dime Ron, ¿Cómo es que tu…?
— ¡Harry! –le llamo Hermione mientras se apartaban del resto.- ¡tenías razón, ellos no salen!
— ¿Qué? –pregunto más sorprendido y confuso que antes.
— Bueno, resulta que Nina y Ron se escapaban cada noche para que el pudiera practicar para las pruebas, -sonrió radiante de alegría.- ¡No salen Harry!
— Si, ya… ya entendí. –sonrió aliviado.
— Oh es grandioso, al parecer Ron tenía mucha pena de que dijéramos algo así que solo se lo conto a ella y ella le ha estado cubriendo.
— ¡Felicidades Ron! –sonreía Nina a lo lejos.
— Gracias Nina, esto no hubiera sido posible sin ti –le agradeció –ten una cerveza de manteca. ¡No puedo creerlo!… ¿Dónde está Hermione? ¿Y Harry?
— Chicos, Hey yo… lo céntimos, por no haberles dicho nada. –se disculpó.
— Si igual yo.
— No se preocupen. –dijeron Harry y Hermione a la vez.
— Ven aquí, Ron, y ve si la vieja túnica de Oliver te queda. –llamó Katie Bell –podemos reemplazar su nombre con el tuyo…

Mientras Ron se alejaba, Angelina se acercó a Harry dando grandes zancadas.

— Lamento si fui demasiado lacónica contigo más temprano, Potter. –dijo bruscamente –Es estresante este asunto de la organización, ¿sabes? Estoy empezando a pensar que quizás le hice las cosas demasiado difíciles a Wood algunas veces –Ella miraba a Ron por sobre el borde de su cáliz, con el ceño fruncido –Mira, sé que es tu mejor amigo, pero él no es maravilloso –dijo con franqueza –Creo que con un poco de entrenamiento va estar bien, no obstante. Viene de una familia de buenos jugadores de Quidditch. Tengo esperanzas de que sea más talentoso de lo que ha demostrado hoy, para ser honesta. Vicky Frobisher y Geoffrey Hooper volaron mejor esta tarde, pero Hooper es un llorón, siempre se queja de esto o lo otro y Vicky está metida en toda clase de actividades. Ella admite que si el entrenamiento interfiere con el Club de Encantamientos, ella va a anteponer el Club a todo lo demás. De todas maneras, tenemos una sesión de práctica mañana a las dos en punto, así que asegúrate de estar ahí. Y hazme el favor de ayudar a Ron en todo lo que puedas, ¿Si?

El hizo un gesto de asentimiento y Angelina regresó con Alicia Spinnet. Harry se movió para sentarse junto a Hermione y a Nina.

— ¿Te encuentras bien? –pregunto Nina a su amiga.
— Si es solo que estoy muy, muy cansada –bostezó –Estuve despierta hasta la una en punto haciendo más sombreros. ¡Desaparecían como pan caliente!

Y con toda seguridad, ahora que observaba alrededor, Harry pudo reconocer pequeños sombreros lanudos bien escondidos por toda la sala donde desprevenidos elfos pudieran accidentalmente recogerlos.

— ¡Increíble!
— Fantástico. –dijo Harry distraído; pero más relajado ahora que sabía que Ron y Nina… en fin, sentía que si no le contaba a alguien pronto de lo que había pasado con Umbridge, explotaría.
— Oigan, escuchen, estaba en el despacho de Umbridge y ella me tocó el brazo…

Hermione tanto como Nina escucharon con interés el resto. Cuando Harry hubo terminado, Hermione le dijo:

— ¿Estás preocupado de que Ya-Sabes-Quién esté controlándola como lo hizo con Quirrel?
— Bueno… -dijo Harry, bajando la voz –es una posibilidad, ¿o no?
— Supongo. –respondió Hermione, aunque sonaba poco convencida –Pero no pienso que esté poseyéndola del mismo modo que a Quirrel, digo ahora está bien vivo, tiene un cuerpo propio, no necesita compartir el de nadie. Podría haberla puesto bajo la maldición Imperio, creo…

Harry observó a Fred, George y Leer Jordan haciendo malabares con botellas vacías de cerveza de mantequilla por un instante. Entonces Hermione agregó:

— Pero el último año te dolía la cicatriz cuando nadie estaba en contacto contigo ¿y no dijo Dumbledore que se relacionaba con lo que Ya-Sabes-Quién sentía en ese momento? Quiero decir, puede que no tenga nada que ver con Umbridge, sino que sea una mera coincidencia que pasó mientras estabas con ella.
— Es maliciosa. –dijo Harry categóricamente –perversa.
— Es horrible, sí, pero… Harry -interfirió Nina –creo que debes decirle a Dumbledore que la cicatriz te duele.
Era la segunda oportunidad en dos días en la que le aconsejaban ir con Dumbledore y su respuesta fue la misma que dio a Ron.

— No voy a incomodarlo con esto. Como dijeron, no es tan grave. Me ha estado doliendo y dejando de doler todo el verano, sólo fue un poco peor esta noche, eso es todo…
— Harry, estoy segura de que Dumbledore querría que lo molestaran por esto…
— Sí. –dijo Harry sin poder contenerse –eso es lo único que le importa a Dumbledore de mí, mi cicatriz, ¿o no?
— ¡No digas eso, que no es verdad! –le reprocho Nina exaltada.
— Pienso escribirle a Sirius acerca del asunto, para ver lo que piensa…
— Harry, ¡no puedes poner algo como eso en una carta! –chillo Hermione, alarmada –No recuerdas, ¡Ojo loco nos dijo que fuéramos cuidadosos con lo que ponemos por escrito! ¡No hay garantías ya de que las lechuzas no sean interceptadas!
— Muy bien, de acuerdo, ¡no voy a contarle nada entonces! –gruño irritado y poniéndose de pie dijo:- Voy a la cama. Díganle a Ron por mí, ¿eh?
— Descansa Harry. –le susurro Nina, con una sonrisa cansina.

Harry le devolvió la sonrisa sintiéndose un poco mejor y dejo a ambas amigas en el sofá cerca de la escalera.

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La primera semana del curso parecía haberse alargado para siempre, como una gigantesca clase de Historia de la Magia.
Corrió las cortinas alrededor de su cama y empezó a vestirse. El único sonido aparte del distante piar de los pájaros, era la limpia respiración de sus compañeros Gryffindor. Abrió su mochila cuidadosamente, sacó pergamino y pluma y salió del dormitorio hacia la sala común.
Fue directamente hacia su butaca favorita vieja y fofa al lado del fuego ahora extinto, Harry se sentó cómodamente, desenrollo su pergamino y miró alrededor de la habitación.
Se preguntó vagamente cuantos elfos habían sido ya puestos en libertad tanto si querían como si no, Harry abrió su frasco de tinta, mojó su pluma en ella, la suspendió en el aire una pulgada por encima de la superficie lisa y amarillenta de su pergamino pensando con fuerza... pero después de un minuto se encontró mirando la rejilla vacía sin saber completamente que decir.
Él podía apreciar ahora lo difícil que fue para Ron y Hermione escribirle cartas durante el verano. ¿Cómo se suponía que iba a contarle a Sirius todo lo que había pasado esa semana pasada y hacer todas las preguntas que le quemaban sin darle eran información que él no quería dar a esos potenciales ladrones de cartas?
Se sentó inmóvil un rato, mirando fijamente a la chimenea: entonces tomó una decisión, mojó de nuevo su pluma en la tinta y la posó sobre el pergamino.

Querido Canuto:

Espero que estés bien, la primera semana aquí ha sido terrible, estoy realmente contento de que haya llegado el fin de semana.
Tenemos una nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras, la profesora Umbridge. Ella es casi tan agradable como tu madre. Te escribo porque aquella cosa que te escribí el verano pasado volvió a ocurrir cuando estuve castigado con la profesora Umbridge.

Todos echamos de menos a nuestro gran amigo, esperamos que vuelva pronto.

Por favor contesta rápidamente.

Recuerdos.

Harry releyó la carta varias veces, intentando verla desde un punto de vista de un desconocido. Él no podía ver cómo iban a saber de lo que hablaba – o a quien se dirigía – solamente leyendo esta carta. El espero que Sirius cogiera la indirecta sobre Hagrid y les contara cuando podría volver. Harry no quiso preguntar directamente en caso de que atrajera mucho la atención de lo que Hagrid podría estar haciendo mientras no estaba en Hogwarts.
Considerando que era una carta muy corta, se tomó mucho tiempo para escribirla; la luz del sol recorrió medio camino de la habitación (si alguien sabe explicar esto mejor que lo ponga) desde que estuvo trabajando en ella y ahora él podía escuchar los sonidos distantes de movimiento de los dormitorios de arriba. Sellando el pergamino con cuidado, salió por el agujero del retrato y se dirigió a la lechuceria.
Miró hacia abajo y vio la gata esquelética gris del celador, la Sra. Norris, deslizándose tras él. Ella poso sus ojos amarillos en él un momento antes de desaparecer por detrás de la estatua de Wilfred el Melancólico.

— No estoy haciendo nada malo. –le dijo Harry después.

Ella tenía el aire inconfundible de un gato que iba a hacer un informe a su jefe, aunque Harry no veía porqué, él estaba en su perfecto derecho en andar hacia la lechuceria un sábado por la mañana.
El sol estaba alto en el cielo ahora y cuando Harry entró en el Lechuceria las ventanas sin cristales deslumbraron sus ojos; espesos rayos de luz plateada entrecruzaban la habitación circular en la que cientos de búhos anidaban en sus vigas, un poco inquietas por la luz de primera hora de la mañana, algunos claramente volvían de cazar. El suelo cubierto de paja crujió un poco cuando él caminó entre los huesos de animales diminutos, estirando su cuello para echar una ojeada buscando a Hedwig.

— Ahí estás. –dijo descubriéndola en alguna parte cerca de la misma cima del techo abovedado –Baja aquí, tengo una carta para ti.

Con un grito ella bajó estirando las grandes alas blancas y descendió volando hasta su hombro.

— Bien, ya sé que dice Canuto por fuera. –le dijo el, dándole la carta para que la cogiese en su pico y, sin saber exactamente por qué, susurrando-: pero es para Sirius, ¿entendido?

Ella pestañeó sus ojos de ámbar una vez y él tomó que esto significaba que ella entendía.

— Buen vuelo, entonces.

Harry la llevó a una de las ventanas; presionando un momento en su brazo, Hedwig salió fuera al deslumbrantemente luminoso cielo. Él la miró hasta que ella se volvió una diminuta mancha negro y desapareció, entonces cambió su mirada a la choza de Hagrid, claramente visible desde esa ventana, sí como claramente inhabitado, la chimenea sin humo, las cortinas corridas.
Las cortinas corridas, las copas de los árboles del bosque prohibido se sacudieron con una ligera brisa, Harry los miraba disfrutando el aire fresco en su cara, pensando en el quidditch de mas tarde, entonces lo vio, un caballo con alas grandes, parecido a un reptil igual a los que tiraba n los carros de Hogwarts, con las alas negras cariáceas, muy separadas como pterodáctilo, y se elevó sobre los arboles como un grotesco pájaro gigante, se elevó en un gran circulo y se hundió nuevamente entre los árboles.
Todo esto paso tan rápido que Harry apenas podía creer lo que había visto, excepto porque su corazón martilleaba alocadamente.

La puerta de la lechuceria se abrió tras de él, el salto sorprendido, y dándose vuelta rápidamente vio a Cho Chang sostener una carta y un paquete en las manos.

— Hola –dijo Harry automáticamente.
— Oh, Hola. –le saludo ella sin aliento –No pensé que habría alguien aquí arriba tan temprano, apenas hace cinco minutos recordé que hoy es el cumpleaños de mi mamá. –dijo mostrándole el paquete.
— Bien. –musito Harry, su cerebro parecía haberse trabado, quería decir algo divertido e interesante, pero el recuerdo de ese caballo con alas terrible estaba fresco en su mente.
— Un día agradable. –murmuro el haciendo gestos hacia las ventanas, su interior se encogió de vergüenza, ¡él estaba hablando sobre el tiempo!
— Si –dijo Cho, mirando alrededor buscando una lechuza apropiada –buenas condiciones para el Quidditch. No he estado fuera toda la semana, ¿tu si?
— No. –respondió.

Cho había seleccionado una de las lechuzas del colegio, la atrajo a su brazo, mientras esta estiraba una pierna complaciente, de manera que ella pudiera atar el paquete.

— Eh… ¿pudo conseguir Gryffindor un guardián? –pregunto.
— Sí, es mi amigo Ron Weasley, ¿lo conoces?
— ¿El anti tornados? –dijo Cho alegre-. ¿y es bueno?
— Creo que sí, no vi su prueba, estaba en detención.

Cho miraba hacia arriba, el paquete estaba unido a la pierna de la lechuza.

— Esa mujer Umbridge es una estúpida. –dijo en voz baja –ponerte en detención solo porque dijiste la verdad sobre... sobre lo que ocurrió, todos lo escuchamos, todos los del colegio lo hicimos, tú fuiste realmente muy valiente ante esa situación.

¿Quién se preocupaba de un estúpido caballo volador? Cho pensaba que él había sido muy valiente. Por un momento, él consideró mostrarle accidentalmente su mano cortada cuando él la ayudó a atar su paquete delante de su búho... pero justo en el momento en el que este emocionante pensamiento ocurría, la puerta de la lechuceria se abrió de nuevo.
Filch el conserje entró jadeando en el cuarto. Había coloretes en sus hundidas y venosas, mejillas, su mandíbula estaba aquivo y su fino pelo gris estaba despeinado, obviamente él había corrido hasta allí. La Sra. Norris llegó trotando tras sus talones, mientras miraba fijamente a los búhos sobre su cabeza y maullando con hambre. Había un inquieto cambiando de alas de anterior y un búho castaño grande sacó una foto su pico en una moda amenazando.

— ¡Ajá! –dijo Filch, mientras daba un paso con sus pies planos hacia Harry, sus mejillas temblaban con el enojo. –Yo he tenido un soplo de que estás pensando en hacer un pedido masivo de Bombas Fétidas.

Harry cruzó sus brazos y miró fijamente al conserje.

— ¿Quién le dijo yo estaba pidiendo Bombas Fétidas?

Cho pasaba la vista de Harry a Filch, también frunciendo el entrecejo, la lechuza en su brazo, cansada de estar de pie sobre pierna, dio un grito para avisarla pero ella lo ignoró.

— Tengo mis fuentes. –vocifero Filch en un siseo satisfecho con sigo mismo. –Ahora entrégame cualquier cosa que estés enviando.

Sintiéndose inmensamente agradecido que él no hubiese perdido el tiempo sacando la carta, Harry dijo:

— No puedo, se ha ido.
— ¿Ido? –repitió Filch, su cara se retorció con la rabia.
— Ido. –asintió serenamente Harry.

Filch abrió su boca, hablando con voz hueca durante unos segundos, rastreó furioso las túnicas de Harry con sus ojos.

— ¿Cómo sé que no lo tienes en tu bolsillo?
— Porque…
— Yo le vi enviarlo. –se adelantó a decir Cho, enojadamente.
Filch giró hacia ella.
— ¿Tú lo viste?
— Así es, yo lo vi. –dijo ella furiosamente.

Hubo una pausa en la que Filch examinó a Cho y Cho le devolvió la mirada luego el conserje giró sobre sus talones y se volvió hacía la puerta. Se paró con su mano en la manija y miró a Harry.

— Tan solo que note un olorcillo a bombas fétidas...

Bajó por las escaleras. La señora Norris hizo una larga ojeada a las lechuzas y le siguió.
Harry y Cho se miraron el uno al otro.

— Gracias. –dijo Harry.
— Ningún problema. –contesto Cho, terminando de amarrar el paquete a la otra pata del búho, con su cara ligeramente sonrosada. –No estabas pidiendo bombas fétidas, ¿verdad?
— No. –le respondió Harry.
— ¿No es extraño que el pensase que eras tú, entonces? –pregunto ella cuando llevó el búho a la ventana.

Harry se encogió de hombros. Él estaba bastante sorprendido por lo que ella hacía, aunque curiosamente no le molestaba mucho en ese momento.
Ellos dejaron la Lechuceria juntos. A la entrada de un corredor que llevaba hacia el ala oriental del castillo, Cho dijo:

— Yo me voy por este camino. Bien, Ya...ya te veré por aquí, Harry.
— Sí... nos vemos.

Ella le sonrió y se fue. Harry caminó adelante, mientras se sentía calladamente exaltado. Él había conseguido tener una conversación entera con ella y no se había avergonzado ni una vez... tú fuiste muy valiente permaneciendo de pie delante de ella… Cho le había llamado valiente... ella no le odiaba por estar vivo... ¿Pero porque le importaba tanto lo que ella pensara o dijera? Harry aun se estaba preguntando aquello.

— Buenos días. –saludo alegremente a Ron, Nina y Hermione cuando se les unió en la mesa de Gryffindor en el Gran Hall.
— ¿Dónde estabas, Harry? –le pregunto Nina con perspicacia.
— Este… fui a ver a Hedwig. –comento sonriente mientras desviaba la mirada lejos de una no muy convencida Nina, que parecía ligeramente molesta.
— ¿Qué estás mirando con tanto agrado? –pregunto Ron, mirando a Harry sorprendido.
— Erm... hay Quidditch después. –contesto alegremente, mientras se acercaba una gran fuente de tocino y huevos.
— Oh... sí... –vacilo el pelirrojo. Él dejo el pedazo de tostada que se estaba comiendo y tomó un trago grande de jugo calabazas. –Escucha... no te importaría ir un antes conmigo, ¿verdad? Sólo para practicar un poco antes del entrenamiento. Para que pueda, ya sabes, preparar mi ojo en un momento.
— Sí, esta bien.
— Miren, no creo que ustedes deberían –hablo Hermione con seriedad. –están muy retrasados en sus deberes…

Pero ella se cayó, el correo de la mañana estaba llegando y, como de costumbre, el Diario El Profeta estaba volando hacia ella en el pico de un búho que chillaba, el cual aterrizó peligrosamente cerca del cuenco de azúcar y ofreció una pierna.
Hermione sacó un Knut de su cartera de cuero, tomó el periódico, y examinó la portada críticamente cuando el búho se fue.

— ¿Algo interesante? –pregunto Ron. Harry sonrió abiertamente, sabiendo que Ron era inteligente para aparcar el asunto de los deberes.
— Nada. –suspiró ella –sólo algún guff sobre que el contrabajista de las "Hermanas Raras" se ha casado.

Hermione abrió el papel y desapareció detrás de él. Harry volvió a centrarse en los huevos con tocino. Nina a veces le miraba con detenimiento y otras veces se dedicaba a desviar la mirada a otras mesas. Ron por su parte, estaba mirando fijamente a las ventanas altas, pareciendo ligeramente preocupado.
Harry había dejado de desayunar para mirar un trozo del Profeta que le había llamado la atención. La mayoría de las páginas se dedicaban a un anuncio de Túnicas de Madam Malkin para Todas las
Ocasiones que estaban teniendo éxito, al parecer.

— ¡Eh! –exclamo, bajando el periódico para que Hermione, Nina y Ron pudieran verlo. -¡Miren esto!
— Ya tengo todas las túnicas que quiero. –dijo Ron.
— No. –negó Harry. –Mira... este pequeño trozo, aquí...

Ron, Nina y Hermione se doblaron para leerlo más cerca; el artículo apenas tenía una pulgada de largo y estaba situado justo al final de una columna. El titular era:

ENTRAN ILEGALMENTE EN EL MINISTERIO

Sturgis Podmore, 38, of number two, Laburnum Gardens, Clapham, han comparecido delante del Tribunal de Magos acusado de entrada ilegal y de intento de robo en el Ministerio de Magia el 3I agosto. Podmore fue arrestado por el vigilante del Ministerio de Magia, Eric Munch, quién lo encontró intentando forzar una puerta del alto secreto a la una de la mañana. Podmore que se negó a hablar en su propia defensa fue declarado culpable de todos los cargos y sentenciado a seis meses en Azkaban.

— ¿Sturgis Podmore? –releyó Ron despacio. –Es ese tipo que parece que su cabeza es de paja, ¿no? Él es miembro de la Ord…
— ¡Ron, shh! –le silencio Hermione, mientras lanzaba una mirada aterrada alrededor de ellos.
— ‘Seis meses en Azkaban! –susurró Harry, asustado–. ¡Sólo por intentar forzar una puerta!
— No seas tonto Harry, no es sólo por intentar forzar una puerta. –gruño Nina-. ¿Qué demonios estaba haciendo en el Ministerio de Magia a la una de la mañana?
— ¿Se dan cuenta de que él estaba haciendo algo para el Orden? –murmuró. Ron
— Espera un momento... –vacilo Harry despacio. –Se supo nía que Sturgis venía para despedirse de nosotros, ¿recuerdan?
Los otros le miraron
— Sí, se suponía que el formaría parte de nuestra guardia para ir a King's Cross, ¿recuerdan? Y Moody estaba todo fastidiado porque él no había vuelto; así que él no podría estar en un trabajo para ellos, ¿no?
— Bien, quizá ellos no esperaban que lo sorprendieran. –dijo Hermione.
— ¡Podría ser una trampa! –exclamó Ron agitadamente. –No… ¡escuchad! –siguió él, mientras dejaba caer su voz dramáticamente por la mirada amenazante en la cara de Hermione. –El Ministerio sospecha que él es uno del grupo de Dumbledore así que ellos lo atrajeron al Ministerio, y él no estaba intentando forzar una puerta en absoluto! Quizá ellos han hecho simplemente algo para conseguirlo.

Hubo una pausa mientras Harry, Nina y Hermione consideraron esto. Harry pensó que parecía improbable. Hermione, por otro lado, parecía impresionada más bien.

— Sabes, no me sorprendería en absoluto si eso fuera verdad.

Ella se dobló pensativamente su mitad del periódico. Cuando Harry dejó su cuchillo y su tenedor, ella parecía salir de un ensueño.

— De acuerdo, bien, creo que deberíamos enfrentarnos ese ensayo para Sprout sobre los arbustos auto fertilizantes y si tenemos suerte podremos empezar el Conjuro del Encantamiento Inanimatus antes del almuerzo...

Tanto Ron como Harry habían bajado al entrenamiento esa noche, que no había sido, según pensaba Harry, el mejor entrenamiento que hubiesen tenido desde sus cuatro años jugando el deporte. Los Slytherin se habían sentado en las gradas para pasarse la tarde insultando al equipo y eso solo provocaba que Ron se sintiera más inseguro que nunca, por lo tanto; el entrenamiento había sido un verdadero desastre.
Pasada la noche, ambos amigos volvieron a la sala común en donde Nina, que jugueteaba con Shawun y Hermione que leía algo.

— ¿Qué tal fue el entrenamiento? –preguntó Hermione fríamente, hora y media después, cuando Harry y Ron subieron a través del agujero del retrato en el cuarto común de Gryffindor.
— Fue…. –Harry empezó.
— Absolutamente horrible. –finalizo Ron con una voz sin fuerza, mientras se hundía en una silla al lado de Hermione. Ella miró a Ron y su frialdad pareció fundirse.
— ¿A qué te refieres Ron? –pregunto Nina mirando a Harry.
— Sólo fue tu primer entrenamiento. –intento consolarle Hermione. –es cuestión de tiempo.
— ¿Quién ha dicho que fui yo el que lo hizo fatal? –contestó de mala manera Ron.
— Nadie. –dijo Hermione, mientras pareciendo tomado desprevenidamente. –yo pensé…
— ¿Tú pensaste que yo estaba destinado a ser basura?
— Oh por favor no empiecen… -musito Nina.
— ¡No, claro que no Ron! –chillo Hermione, ignorando a su amiga –mira, tu dijiste que fue fatal y yo sólo…
— Voy a empezar algo de los deberes. –le atajo Ron enojado y ascendió rápidamente la escalera de los dormitorios de los chicos y desapareció de la vista. Hermione se volvió a Harry y Nina-. ¿Estuvo fatal, el?
— No. –respondió Harry con lealtad.
Hermione levantó sus cejas.
— Bueno, supongo que él podría haber jugado mejor. –murmuró Harry. –pero sólo era la primera sesión de entrenamiento, como dijiste...
— Él juega estupendamente bien, de hecho es increíble. –le dijo Nina un tanto exasperada –lo eh visto, de hecho le eh ayudado a entrenarse.
— Sí, pero tú no sabías nada de Quidditch hasta el año pasado. –le corrigió su amiga –quizás por esa razón dices que él juega bien.
— ¿Estás diciendo que es pésimo? Porque Hermione, lo has visto en las pruebas y sabes que lo hizo bastante bien.
— Eh… chicas…
— A todo esto, ¿Por qué defiendes tanto a Ron? –bufo.
— ¿Y tú porque te empeñas en tratarlo como a un inútil? Ron es muy capaz, ¿saben? –se giró con brusquedad hacia Harry, quien ya se sentía de antemano, metido en la misma bolsa que Hermione –es solo que si no le tenemos fe nosotros, ¿Cómo esperamos que se la tenga el también?
— ¡Los de Slytherin fueron al entrenamiento y se burlaron de todos, no solo del! –se quejó Harry.
— Sí, pero ustedes ya se han acostumbrado, ¡el no!
— ¡Deja de defenderlo!
— ¡No lo hago, Harry!
— ¡Pues no parece!
— ¡Bueno ya! Mejor cambiemos de tema. Por favor. –rogo la castaña.
— Bien, me voy a la cama. Buenas noches.

Y sin mirar a nadie más, la joven se marchó de la sala común. Dejando a un Harry y una Hermione en silencio rotundo, sin nada más que decirse.
Pero pasada la noche, ni Harry ni Ron parecían avanzar mucho con sus deberes. Harry sabía que Ron estaba demasiado preocupado con lo mal que había realizado el entrenamiento de Quidditch y él estaba teniendo dificultades para conseguir sacar el cántico de 'los de Gryffindor son perdedores' fuera de su cabeza.
Pasaron todo el domingo en la sala común, enterrados en sus libros mientras el cuarto alrededor de ellos se llenó, y después se vació. Era otro día claro, hermoso día y la mayoría de sus compañeros de Gryffindors pasaron el día fuera en el campo, disfrutando de lo que podría ser alguno de los últimos días soleados del año. Por la tarde, Harry se sentía como si alguien hubiera estado pegando a su cerebro desde dentro de su cráneo.
Aquella misma agotadora noche de deberes, Ron había recibido una carta de su hermano, Percy.
Este le aconsejaba que se “uniera” a Dolores Umbridge y cortara toda relación con Harry porque no le convenía y este era un peligro para el, los cuatro amigos (Hermione y Nina quienes antes habían estado platicando con Ginny) leyeron con asombro y perturbación, Percy aconsejaba a Ron que se alejara de Harry, ese Percy, que Harry había conocido desde su primer año ahora actuaba como si nunca lo hubiese conocido.

— Bueno, si deseas, eh… ¿cómo era? –pregunto Harry, comprobando la letra de Percy –ah sí, cortar los lazos conmigo, te juro que no me pondré violento.
— Dame acá –gruño Ron arrebatando la carta de su mano. –él es un… -comenzó rompiendo la carta de Percy por la mitad luego en ocho y en más pequeños pedazos y después los lanzo al fuego.
— Vaya. –sonrió Nina, mientras miraba a su amigo arrojar los últimos pedazos al fuego.
— Vamos, tenemos que conseguir terminar esto antes del amanecer. –dijo Ron enérgicamente a Harry, tirando de la parte posterior del ensayo de la profesora Sinistra hacia él.

Pero Hermione miraba Ron con una expresión impar en su cara.

— Oh, presta acá. –dijo precipitadamente.
— ¿Qué? –pregunto Ron.
— Dámelos, los revisare y corregiré.
— ¿Enserio? ¿A esta hora? Oh Hermione, nos has salvado la vida. ¿Qué podemos…?
— Lo que pueden prometer es decir no dejaremos nuestros deberes para la última hora otra vez –se apresuró a decir Nina mientras Hermione tomaba los ensayos con ambas manos, pero Hermione miraba disimuladamente advirtiendo si todo estaba igual. –Deja, te ayudo.
— De acuerdo. –le sonrió ella.
— Un millón de gracias. –suspiro Harry débilmente, dándole su ensayo a Nina y hundiéndose nuevamente en el sillón, frotándose los ojos.

Ya era más de la media noche, y la sala común estaba deshabitada, solo con ellos cuatro, y Crookshanks y Shawun que jugaban juntos, el único sonido era, las plumas de Hermione y Nina que rasguñaban oraciones aquí y allá en sus ensayos, y el voltear de las paginas, pues ellas consultaban varios hechos en los libros de consulta derramados sobre la mesa, Harry estaba agotado, el también sentía una sensación extraña, enferma y vacía en el estómago.

---

Ellos esperaban el tener que registrar cuidadosamente el Diario el Profeta de Hermione a la mañana siguiente para encontrar el artículo que Percy había mencionado en su carta.
Sin embargo, la lechuza de entrega apenas había podido pasar por el tope de la jarra de leche cuando Hermione soltó un gran jadeo y aplanó el periódico para revelar una larga fotografía de Dolores Umbridge, sonriendo ampliamente y señalo lentamente hacia abajo del encabezado:

MINISTRO BUSCA REFORMA EDUCACIONAL
DOLORES UMBRIDGE NOMBRADA
LA PRIMERA SUPREMA INQUISIDORA

— ¿Qué? –gruño Nina.
— ¿Umbridge Suprema Inquisidora? –susurro Harry sombríamente, la mitad de la pieza de tostada comida se le resbaló de las manos-. ¿Qué significa eso?

Hermione leyó en voz alta:

En una movida sorpresa anoche el Ministro de Magia aprobó una nueva legislación dándose un nivel de control improcedente a la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería.
“El ministro ha estado muy incómodo acerca de los acontecimientos en Hogwarts por algún tiempo” –dijo el joven asistente del Ministro Percy Weasley.
“Él ahora está respondiendo a los pedido s hechos por los ansiosos padres, que sienten que el colegio está siendo llevado en una dirección que ellos no aprueban”.
Esta no es la primera vez en las semanas recientes que el Ministro Cornelius Fudge, ha usado nuevas leyes para efectos de mejora a la escuela de hechicería.
Recientemente el 30 de agosto, El Decreto Educacional número veintidós fue aprobado, para asegurar que el Director sea incapacitado de proveer a un candidato para el puesto de profesor, el Ministro tuvo que seleccionar a la persona apropiada.
“Así es como Dolores Umbridge fue nombrada como parte de los profesores de Hogwarts,” –dijo Weasley anoche. “Dumbledore no pudo encontrar a alguien así que el Ministro puso a Umbridge y por supuesto ella ha sido un éxito inmediato”

— ¿Ella ha sido QUÉ? –grito Harry en voz alta.
— Espera hay más. –les dijo Nina ácidamente.

“Un suceso inmediato, a revolucionando totalmente la enseñanza de la Defensa Contra Las Artes Oscuras y previendo al Ministro de información sobre lo que realmente está pasando en Hogwarts”.
Es en esta última ceremonia que el Ministro ha formalizado con la aprobación del Decreto Educacional número veintitrés, que crea la nueva posición del Alto Inquisidor de Hogwarts.
"Ésta es una nueva fase excitante en el plan del Ministro para conseguir el control con lo que algunos están llamando las normas cayentes de Hogwarts," –dijo Weasley.
"El Inquisidor tendrá poderes para inspeccionar a sus compañeros educadores y asegurarse que ellos está n cumpliendo con los requisitos. A la Profesora Umbridge se le ha, ofrecido esta posición además de su propio cargo de enseñanza y nosotros estamos encantados de decir que ella ha aceptado."
Los nuevos movimientos del Ministerio han recibido apoyo entusiasta de parte de los padres de estudiantes de Hogwarts.
"Se siente mucho más en calma ahora que sé que Dumbledore está sujetándose a lo justo y objetivo de la evaluación," –dijo el Sr. Lucius Malfoy, hablando anoche desde su mansión de Wiltshire 41. "Muchos de nosotros con los mejores intereses para nuestros niños en el fondo nos hemos preocupado por algunas decisiones excéntricas de Dumbledore en los últimos años y nos alegra saber que el Ministerio está poniendo un ojo vigilante en esta situación."
Entre esas decisiones excéntricas están las citas polémicas del personal, que están previamente descritas en este periódico que ha incluido el empleo del hombre lobo Remus Lupin, el medio-gigante Rubeus Hagrid y el ex-Auror ilusionante Ojo loco Moody
Abundan rumores, por supuesto, que Albus Dumbledore, una vez Supremo de la Confederación Internacional de Magos y Jefe Warlock del Wizengamot, ya no es bueno en la tarea de manejar la prestigiosa escuela de Hogwarts.
“Director de colegio en quien nosotros depositamos toda nuestra confianza," –dijo anoche una persona que forma parte del Ministerio.
Los superiores del Wizengamot Grisel da Marchbanks y Tiberius Ogden han renunciado en protesta a la introducción del puesto de Inquisidor de Hogwarts.
"Hogwarts es una escuela, no un fortín de la oficina de Cornelius Fudge," –dijo la Señora Marchbanks. "Esto es un intento repugnante para desacreditar a Albus Dumbledore."
(Para una mejor información de la Señora Marchbanks y. el duende subversivo al que se agrupo, vuélvase a la página diecisiete.)

Hermione terminó de leer y miró a los otros tres a través de la mesa.

{ Fin del Capitulo :study: }

hola!!!!
me ah encantado el cap!!!
odio a esa cho! se q lo digo casi siempre pero es inevitable
que bueno que harry se entero de que nina y ron no saldrian

espero la sigas pronto!!
besitos!!!

Claro que sigo dispuesta a leer tu nove creeme que esperaria asta un año si es necesario!!! y por otra parte no sabes cuanto odio a la Chang :evil: me cae re mal XD , ame el capi y por cierto si en capitulos adelante cho besa a harry te juro que voy y le arranco los pelos a esa tipa :twisted: (sonrisa malvada) jajaja pero en verdad seria muy divertido jajaja Bueno

Besos de mi y de mi ejercito de conejos :albino:

Te extrañe May!(? Ame el capitulo, sabes cuanto odio a Cho, ya lo sabes xd
La odio, la odio & la ¡ODIO! quisiera matarla con un crucio & talvez peor un Avada Kadravra pero aun soy menor de edad & no puedo usar magia fuera del colegio Puff, odio el mundo muggle. Me alegro que Harry ya sepa que Ron ni Nina salen, me encanto buen trabajo.
Besos,
#Ana

Te pase de pagina :B

HAAAAAAAA SIGUELA!! :D yo tambien te extrañe!

¡Arrrrrg! Maldita Umbridge, ¿por que no se muere? ¬¬'
Ah, y a Cho tambien la odio.
Ron logro entrar al equipo, ¡genial! :D
¡Síguela pronto May, & ya extrañaba la nove! Tu no te preocupes, yo esperare lo necesario ;)

por susie.lily weasley el 21/04/12, 07:01 pm
hola!!!!
me ah encantado el cap!!!
odio a esa cho! se q lo digo casi siempre pero es inevitable
que bueno que harry se entero de que nina y ron no saldrian

espero la sigas pronto!!
besitos!!!

Hola Su!! Tanto tiempo:’) que alegría que te haya gustado me alegra tanto tenerte x aca
Jaja sii que alivio q se entero xq sino… :| oh god! xD
Gracias x comentar

PD: Yo quede en Gryffindor en Pottermore :O yo quería ir a Huff pero bueno, me toco esa casa! D:


por NoemiPotter el 21/04/12, 08:44 pm
Claro que sigo dispuesta a leer tu nove creeme que esperaria asta un año si es necesario!!! y por otra parte no sabes cuanto odio a la Chang Evil or Very Mad me cae re mal XD , ame el capi y por cierto si en capitulos adelante cho besa a harry te juro que voy y le arranco los pelos a esa tipa Twisted Evil (sonrisa malvada) jajaja pero en verdad seria muy divertido jajaja Bueno

Besos de mi y de mi ejercito de conejos.

Awww Noe!!:’) ¿Cómo has estado? Me alegra también tenerte x aquí de vuelta*-* de verdad!! :’D uuhh en mi nove Cho es una chica q no sabe muy bien q es lo q quiere! >.< asi q va a fastidiar un poco (bastante) la relación Nina-Harry D: eso ara q la odies mas (?) jaja
Saludos para los conejitos!! :P gracias x comentar!


por 'AnnaBlackϟ el 21/04/12, 10:34 pm
Te extrañe May!(? Ame el capitulo, sabes cuanto odio a Cho, ya lo sabes xd
La odio, la odio & la ¡ODIO! quisiera matarla con un crucio & talvez peor un Avada Kadravra pero aun soy menor de edad & no puedo usar magia fuera del colegio Puff, odio el mundo muggle. Me alegro que Harry ya sepa que Ron ni Nina salen, me encanto buen trabajo.
Besos,
#Ana

Annie!!*-* ooh yo te debo tanto a ti(? :’) jaja gracias x lo de la otra vez, lo de haberme subido el capi ñ__ñ creo q ya lo dije cuando comente en la nove pero en fin gracias x estar y esperarme aunque tarde en subir, y gracias x comentar
Sii el mundo muggle apesta :( jaja

PD: GRACIAS x pasarme de pagina


por #CatiPotter el 22/04/12, 09:35 am
HAAAAAAAA SIGUELA!! Very Happy yo tambien te extrañe!

Catii! :D God! Graciias x comentaar que linda:’) yo también te extrañe!!
De nuevo gracias bess!!


por Jonas' Tomlinson<3 el 25/04/12, 03:48 pm
¡Arrrrrg! Maldita Umbridge, ¿por que no se muere? ¬¬'
Ah, y a Cho tambien la odio.
Ron logro entrar al equipo, ¡genial! Very Happy
¡Síguela pronto May, & ya extrañaba la nove! Tu no te preocupes, yo esperare lo necesario :albino:

Holaa! :D oh god tienes razon! o.o ¿xq no se muere? *-* estaria genial! :P jaja
Al fin lo logro verdad? :') genial x el! ñ__ñ en fiin muchisimas gracias x comentar, leer y esperar

Odio a umbridge y asta siento pena por la profesora trelawney pero en verdad amo cuando McGonagall pone en su lugar a la vieja cara de sapo rosa :twisted: es un momento inolvidable jaja ademas de eso me encanto todo el capi :)

Siguela Pronto!!



Besos :albino:

Maldita Umbridge, ¿ya había dicho que la odio? Porque la odio ¬¬'
Amo como McGonagall la pone en su lugar 8)
¡Wuju! Pronto empezara a impartir las clases Harry :D
¡Siguela pronto May, muero por saber que pasara!

Perdonen ando algo atrasada(? pronto les subo el capi y si puedo subo dos, no uno!
:D gracias x esperar y leer, las quiero

hola!!!! me ah encantado el cap!!!
siento mucho no pasarme tan seguido ...
hago lo posible pero siempre me leo los capis dentro
o fuera...

bueno el tema es que me encanta tus novelas y siempre dire
ME ENCANTAN TUS CAPITULOS!! :)

siguela pronto!
besitos!!

COMO ODIO A ESA MUJER SAPO ROSA(? asjakjskajskajs Ame el capitulo ♥
Muero por ver el ED en accion *---* & en especial las clases que dara Harry. GOSHH. Amo esta novela!! ♥
No lo dejo de repetir n.n

Noe: Hola! :D Lo se, viva McGonagall!*-* jaja god! Graciias por comentar y leer:')
Gloria: Hola! :D Wuajaja odiamos a Umbridge! :twisted: y pronto la pondremos en su lugar nosotras mismas ya veras*-* de verdad gracias x leer y comentar siempre:')
Susie: Hola! :D Oh god! Te eh extrañado :( espero estes bien :D y de verdad gracias x comentar y estar siempre para mi a traves de las noves :'D
Annie: Hola! Annie*-* gracias x amar la nove:') es tan lindo verte x aca :D y quisiera saber si seguiras tus noves! D: extraño leer las tuyas T.T jaja en fin graciias x leer y comentar :')