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“Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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“Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
“Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación y Segunda Temporada de "El Prisionero de Azkaban"]
• Titulo: Harry Potter y la Orden del Fenix
• Autor: Yo.
• Adaptación: Si. Harry Potter y la Orden del Fenix - J.K. Rowling
• Género: Drama, romance, accion, aventura.
• Contenido: Magica.
• Advertencias: Ninguna
• Otras páginas: No.
Para quienes no han leído la primer temporada (les recomiendo que lo hagan o no entenderán nada :S) aclaro esto: Los Horrocruxe no existen, no me servirán para la historia que estoy creando así que solo existe la profecía. ¡Espero les guste! :)
Prologo:
Harry se prepara para pasar unas vacaciones y el resto de su vida junto a su padrino Sirius Black, quien gracias a él y a sus amigos fue encontrado inocente de los asesinatos de los cuales se le culpaban.
Harry tiene que esperar un mes antes de marcharse de la casa de los Dursley para siempre y durante ese periodo él y su primo, son atacados por dementores.
Cuando Sirius va por Harry y llegan al número doce de “Grimmauld Place” Harry se entera de que ahí, existe el cuartel de “La Orden del Fénix” quienes luchan para acabar con El Que No Debe Ser Nombrado que ha regresado y más poderoso que nunca; también volverá a verse con Nina, por quien se siente atraído y enamorado para continuar su amorío.
Harry, también descubrirá enigmas este año junto a sus mejores amigos Ron y Hermione, deberá luchar contra la malvada y nueva profesora de Defensas Contra las Artes Oscuras, Dolores Umbridge y luchara contra sus crecientes sentimientos hacia Cho Chang; y deberá decidirse por el verdadero amor. ¿Podrá con todo esto?
Harry se prepara para enfrentarse a Voldemort y acabar con él, de una buena vez por toda.
Pero con lo que no cuenta el, es que no estará solo esta vez; nuevos amigos se unirán a su lucha para llevar la paz que tanto desea el mundo mágico, y que solo él puede traer.
Harry se prepara para pasar unas vacaciones y el resto de su vida junto a su padrino Sirius Black, quien gracias a él y a sus amigos fue encontrado inocente de los asesinatos de los cuales se le culpaban.
Harry tiene que esperar un mes antes de marcharse de la casa de los Dursley para siempre y durante ese periodo él y su primo, son atacados por dementores.
Cuando Sirius va por Harry y llegan al número doce de “Grimmauld Place” Harry se entera de que ahí, existe el cuartel de “La Orden del Fénix” quienes luchan para acabar con El Que No Debe Ser Nombrado que ha regresado y más poderoso que nunca; también volverá a verse con Nina, por quien se siente atraído y enamorado para continuar su amorío.
Harry, también descubrirá enigmas este año junto a sus mejores amigos Ron y Hermione, deberá luchar contra la malvada y nueva profesora de Defensas Contra las Artes Oscuras, Dolores Umbridge y luchara contra sus crecientes sentimientos hacia Cho Chang; y deberá decidirse por el verdadero amor. ¿Podrá con todo esto?
Harry se prepara para enfrentarse a Voldemort y acabar con él, de una buena vez por toda.
Pero con lo que no cuenta el, es que no estará solo esta vez; nuevos amigos se unirán a su lucha para llevar la paz que tanto desea el mundo mágico, y que solo él puede traer.
Bueno, la cosa se me complico un poco :S ¿Cómo aparece Voldemort en la historia?
Solo por eso las cosas serán así y espero puedan comprenderme :S no suelo ser buena explicando xD miren:
Harry vio a Voldemort regresar en tercer año, lo del cáliz no paso nunca pero Voldemort se las había ingeniado para engañar a Harry y atraerlo hacia él.
Eso quedo olvidado cuando Harry comenzó su cuarto curso, pero este año (el quinto año) comenzaron rumores de que Voldemort había regresado para terminar lo que no pudo, matar a Harry. Es por eso que Dumbledore intenta persuadir a todos de que ha vuelto pero nadie le hace caso, ni a él ni a Harry porque tardaron mucho en decir que el-que-no-debe-ser-nombrado había vuelto. Uff no sé si lo explique bien :S se me hizo un enredo u.u en fin, eso es todo.
Última edición por May · Life are dreams ~ el Mar 02 Abr 2013, 4:55 am, editado 5 veces
TheGirlImpossible
“Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación]
Bueno chicas, ahora que creo que el foro re abrio al fin!! :cheers:
Subo lo que prometi, el primer capitulo de la segunda temporada de mi novela Harry&Tu! :D
Espero les guste, y comenten!! :S al principio no es gran cosa pero prometo q se pondra mejor!
Todo esta en mi cabeza! :D solo tengo q escribirlo, en fiin, espero les guste. Las quiero mucho!
Y las extrañe! :( pero aunque siento muy raro el foro... todavia no me acostumbro xD a la vez pienso
q se ve bonito *-* me hubiera gustado, q pusieran las exstrellas de nuevo :/ pero buee.. ¡Bess!
PD: No se xq no me acepta el guion medio largo :/ asi q pff me aparecio ese cuadradito raro u.u
Luego de que con la ayuda de la señora Figg, Harry llevara a Dudley a casa de sus tíos.
No solo se había tenido que soportar su larga y acalorada reprimenda por el estado de Dudley; también había recibido lechuzas del Ministerio, pero ninguna había preocupado tanto a Harry como lo había hecho la última en llegar.
Estimado Sr. Potter,
Agregando esta carta a la de hace de aproximadamente veintidós minutos, el ministerio de magia ha revisado su decisión para destruir su varita inmediatamente.
Usted puede conservar su varita hasta su audiencia disciplinaria el 20 de agosto, en cuyo caso será tomada una decisión oficial.
Después de la discusión con el director de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería el ministerio ha convenido que la cuestión de su expulsión también será decidida en aquella fecha. Usted debe por lo tanto considerarse suspendido de investigaciones posteriores pendientes de la escuela.
Con gran afecto Sinceramente Mafalda Hopkirk
Oficina del uso incorrecto de la magia Ministerio de magia.
Harry leyó esta letra tres veces más. El nudo desgraciado en su pecho se aflojó con el alivio de saber que no sería expulsado definitivamente todavía, aunque sus miedos más profundos no se desvanecieron de ninguna manera. Todo dependía de esta audiencia del 20 de agosto.
— ¿Bien?, - dijo tío Vernon, recordando Harry sus alrededores.- ¿Ahora qué? ¿Te han condenado a cualquier cosa? ¿Tienen la pena de muerte? - agregó como pensamiento esperanzado.
— Tengo ir a una audiencia. –dijo Harry.
— ¿Y allí te condenarán?
— Eso supongo.
— Entonces, todavía tengo esperanzas.
— Bueno, si eso es todo. - dijo Harry, poniéndose de pie.
Necesitaba desesperadamente estar solo, pensar, tal vez mandar una carta a Ron, Hermione o Sirius. Sirius ya debería de estar enterado ¿acaso al fin vendría a buscarlo?
— ¡NO, NO PARA NADA ES TODO! - gritó tío Vernon.- ¡SIÉNTATE OTRA VEZ!
— ¿Ahora qué?- dijo Harry impacientemente.
— ¡DUDLEY! –bramó tío Vernon.- ¡quiero saber exactamente lo que le paso a mi hijo!
Luego de que Harry le dijera a los Dursley lo que le había sucedido y como había pasado todo aquello con el dementor, Vernon quiso echar a Harry de la casa; pero una lechuza llego para Petunia una que ella no compartió con nadie más que con Vernon y enviaron a Harry a dormir.
. . .
A la mañana siguiente, Harry había sido despertado por voces que venían provenientes de la cocina de los Dursley, al parecer estaban discutiendo con alguien y Harry no lograba escuchar quien era.
— ¡Solo firmen y ya! ¡Quiero llevarme a mi ahijado lo más pronto posible señor!
— ¿Y si no que? –bramo.
— Señor por favor, es necesario que lo firme. –Dijo la mujer del ministerio.- Una vez que firme este papel, Harry Potter ira a vivir con Sirius Black y ustedes quedaran libres de todo.
— ¿Qué tu no eras el asesino de la televisión? –bramo tío Vernon.
— Ahora usted señora. –indico la mujer, mientras Sirius lanzaba unos cuantos insultos hacia tío Vernon, en silencio.
— Bien listo, ahora llévense al chico y a su mugrosa lechuza.
— ¿Me esperas Miranda? –pregunto a la mujer.- quiero ir yo a buscarlo.
— Claro.
Sirius subió las escaleras y busco entre las puertas, la que fuera de Harry.
Cuando la encontró se vio ligeramente emocionado, cuando cruzara la puerta vería a Harry y sus vidas cambiarían para siempre. Desde ese momento, el y Harry serian una familia.
Sirius giro la perilla de la puerta lentamente y cuando la abrió se encontró a Harry mirando la puerta con la varita en la mano.
— ¡SIRIUS! –grito al verlo.
— ¡Hola Harry! –Le dio un abrazo.- ¿Cómo has estado? Si ya sé, no contestes. –sonrió.
— ¿Cómo estás tú? Creí que no vendrías…
— Lo ciento de verdad, tuvimos unos percances con los papeles pero ya podemos largarnos de aquí.
— ¿De verdad?
— ¡Por supuesto que sí!
— ¿Sabes lo del…?
— ¿Ministerio? Si claro que lo sé, pero hablaremos de eso luego Harry, ¡junta tus cosas nos vamos de aquí!
— Sí.
Con ayuda de Sirius, Harry junto todas sus cosas (que no eran muchas) dejando la habitación completamente vacía.
Bajo las escaleras y allí estaba una mujer con sus tíos y Dudley. La despedida fue corta y breve Harry quería irse lo más pronto que pudiera.
Pero la sorpresa se la dio, cuando salió fuera de la casa y vio a las personas que lo observaban.
— ¿Profesor Moody? –Dijo Harry.
— No sé mucho de ser Profesor.- gruñó la voz.- Nunca di mucha enseñanza, ¿o sí?
— ¿Todo bien Harry? Hemos venido a llevarte. –le sonrió.
— ¡Profesor Lupin! –sonrió al verlo, si Lupin estaba aquí ¿significaba que Nina estaba cerca?
— Oooh, ¡se ve justamente como pensé que se vería! –dijo la bruja que parecía la más joven de ahí; tenía una cara pálida en forma de corazón, ojos oscuros brillantes, y cabello pequeño y picudo que tenía una violenta tonalidad violeta.- ¡Hola, Harry!
— Sí, ya veo a lo que te refieres, Remus.- dijo un mago negro calvo parado hasta atrás; tenía una voz profunda y lenta y tenía un aro en su oreja.- Es igual que James.
— Excepto los ojos.- dijo en un resoplido, un mago con cabello plateado que se encontraba atrás.-Los ojos de Lily.
Ojo Loco Moody, que tenía cabello entrecano y un pedazo grande le faltaba en la nariz, veía a Harry a través de sus ojos diferentes. Uno de ellos era pequeño, oscuro, y brillante, el otro largo, redondo y de un azul eléctrico—el ojo mágico que podía ver a través de paredes, puertas y nuca del propio Moody.
Lupin tomó su mano y se la estrechó.
— ¿Cómo estás? –preguntó, viendo de cerca de Harry
— Bien...
Harry no podía creer que esto fuera real. Todo un mes sin nada, ni la más pequeña pista de un plan para llevárselo de Privet Drive, y de pronto un grupo de magos estaban parados tranquilamente fuera de la casa como si fuera una orden muy antigua. Miró a la gente que rodeaba a Lupin, todos estaban observándolo ávidamente. Se sintió muy consciente de que no se había peinado el cabello en cuatro días.
— Bien, presentación rápida y nos largamos. –dijo Sirius.
— Este es Alastor Moody, Harry.-Lupin apunto hacia Moody.
— Sí, ya lo sé.- Dijo Harry incómodo; se le hacía extraño ser presentado con alguien que ya conocía hacía un año.
— Y esta es Nymphadora...
— No me llames Nymphadora, Remus.- dijo la bruja joven estremeciéndose.
— Es Nymphadora Tonks, que prefiere ser conocida solo por su apellido.-finalizó Lupin
— Igual que tú, si una madre tonta te hubiera puesto Nymphadora a ti.- susurró Tonks
— Y este es Kingsley Shacklebolt.-indicó al mago alto y negro, el cual hizo una reverencia.- Elphias Doge.- el mago con la voz como un resoplido asintió.- Dedalus Diggle... Emmeline Vance.- una bruja con mirada contemplativa vistiendo un chal de color verde esmeralda inclinó su cabeza.- Sturgis Podmore.- un mago de mandíbula cuadrada con cabello espeso color paja le guiñó un ojo.- Y Hestia Jones.- Una bruja al lado del tostador con mejillas rosadas y cabello color negro lo saludó.
Harry inclinó su cabeza torpemente cuando cada uno de ellos fue presentado. Deseó que no lo miraran a él y que miraran otra cosa; era como si de pronto lo hubieran presentado en un escenario. También se preguntaba por qué había tantos de ellos ahí.
— Un número sorprendente de personas se ofrecieron para venir y llevarte.-dijo Lupin, como si hubiera leído la mente de Harry; las esquinas de su boca se movieron ligeramente.
— Sí, bueno, mientras más, mejor.-dijo Moody oscuramente.- Somos tus guardianes, Potter.
— Las cosas no han estado muy bien, rumores hablan de que El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado ha aparecido y te busca. Queremos estar preparados. –explico Lupin.
— Pero ya podemos irnos ¿verdad? ¡Larguémonos de aquí! –bramo Sirius.
Todos caminaron hasta un descampado desorbitado y fue allí, cuando montaron sus escobas y partieron rumbo a Londres.
Cuando llegaron Sirius sonrió a Harry de manera paternal, se lo veía emocionado de que al fin tuviera a Harry viviendo con él.
— ¿Y ahora qué? –pregunto Harry confundido.
— Aquí.- murmuró Moody, poniéndole en las manos un pedazo de pergamino.- Léelo rápido y memorízalo.
Harry miró el pedazo de papel. La estrecha escritura le era muy familiar. Decía:
Los cuarteles de la Orden del Fénix pueden ser encontrados en el número 12, Grimmauld Place, Londres.
— ¿Qué es la Orden del…? –comenzó a decir Harry.
— ¡No aquí, niño! –Gruñó Moody.- ¡Espera a que estemos dentro!
Arrancó el trozo de pergamino de las manos de Harry y le prendió fuego con la punta de su varita. Mientras el mensaje se retorcía en llamas y flotaba hasta el suelo, Harry miraba de nuevo a las casas contiguas. Estaban parados delante del número once; miró a la izquierda y vio el número diez, sin embargo a la derecha estaba el número trece.
— ¿Pero dónde está…?
— Piensa sobre lo que acabas de memorizar. –dijo Lupin tranquilamente.
— Profesor Lupin… -Harry había sentido las ganas de preguntarle al profesor Lupin, por Nina pero había sido interrumpido.
Harry miró atentamente, y tan pronto habían alcanzado el lugar correspondiente al número doce de Grimmauld Place, una puerta bastante estropeada surgió de ningún sitio entre los números once y trece, inmediatamente seguida por unas paredes sucias y unas ventanas sombrías. Era como si una casa extra se hubiera inflado, desplazando de su camino a las que estaban a sus lados.
Harry se quedó boquiabierto al verla. El radiocasete del número once seguía sonando. Aparentemente los Muggles que ocupaban la casa no habían notado nada.
— Vamos, deprisa. –gruñó Moody, empujando a Harry por la espalda.
Harry subió los peldaños de piedra y se quedó de pie ante una puerta que acababa de materializarse. Su pintura negra estaba desconchada y arañada. El tirador platead tenía la forma de una serpiente enroscada. No había cerradura ni buzón.
Lupin sacó su varita y golpeó una vez la puerta con ella. Harry escuchó clicks metálicos y lo que parecía ser el estrépito de una cadena. La puerta se abrió con un crujido.
— Entra rápido, Harry, -susurró Lupin.- pero no te vayas muy lejos cuando estés dentro.
Harry traspasó el umbral de la puerta para adentrarse en la más absoluta oscuridad del recibidor. Podía oler la humedad, el polvo y un olor dulzón que parecía arraigado al lugar; el sitio daba la sensación de ser un edificio abandonado. Miró por encima de su hombro y vio a los demás entrando detrás de él, Lupin y Tonks transportando su baúl y la jaula de Hedwig.
Sirius se acercó a Harry y le dio otro abrazo.
— ¡Bienvenido Harry! Sé que no es gran cosa, pero la estamos arreglando y quedara más “familiar”
— Es increíble Sirius. –le sonrió Harry.
— Gracias. Pero entra, recuerda estás en tu casa. Yo debo irme pero puedes merodear por aquí. –sonrió.
— Yo… -pero antes de que alguno de los presente pudiera decir algo:
Se oyó el sonido de unos pasos rápidos y la madre de Ron, la señora Weasley, salió de una puerta situada al final del vestíbulo. Estaba sonriendo para dar la bienvenida y corrió rápidamente hacia ellos, aunque Harry se dio cuenta de que estaba bastante más delgada y pálida que la última vez que la había visto.
— ¡Oh, Harry, es fantástico verte de nuevo! –susurró, apretándole en un abrazo antes de cogerle por el brazo y examinarlo críticamente.- Estás demasiado delgado, necesitas alimentarte, aunque me temo que tendrás que esperar un poco para cenar. –Se giró hacia la pandilla de magos que estaban detrás de él y susurró urgentemente.- Acaba de llegar, la reunión ya ha empezado.
Los magos que estaban detrás de Harry hicieron sonidos de interés y excitación y empezaron a pasar uno detrás de otro hacia la puerta por la cual la señora Weasley acababa de salir. Harry hizo ademán de seguir a Lupin, pero la señora Weasley le retuvo.
— No, Harry, las reuniones son sólo para los miembros de la Orden. Ron y Hermione están arriba, puedes esperar con ellos hasta que la reunión haya acabado, entonces cenaremos. Y baja la voz en el vestíbulo. –añadió en un rápido susurro.
— ¿Por qué?
— No quiero que nada se despierte.
— ¿A qué se…?
— Te lo explicaré más tarde, tengo que darme prisa, se supone que tengo que estar en la reunión...Sólo te enseñaré dónde tienes que dormir.
Presionando el dedo contra sus labios, le guiaba en cuclillas hacia unas largas cortinas carcomidas por el moho, detrás de las cuales Harry supuso que tendría que haber otra puerta. Después de ladear un enorme paraguas que estaba de pie en el suelo y que parecía que hubiera sido hecho para la pierna cortada de un troll, empezaron a subir la oscura escalera, y pasaron por delante de una hilera de cabezas encogidas, que estaban enmarcadas en placas en la pared. Una mirada más cercana reveló a Harry que las cabezas eran de dos elfos domésticos. Todos ellos tenían el mismo hocico por nariz.
Harry se quedaba más aturdido a cada paso que daba. ¿Por qué diablos Sirius lo había llevado a una casa que parecía que pertenecía al más tenebroso de los magos?
— Señora Weasley, ¿por qué...?
— Ron y Hermione te lo explicarán todo, querido, de veras que tengo que irme de prisa. –dijo la señora Weasley distraídamente.- Allí...estaban alcanzando el segundo piso. Tu puerta es la de la derecha. Te llamaré cuando haya acabado.
Y de nuevo desapareció rápidamente escaleras abajo.
Harry cruzó el sombrío piso, se encaminó hacia el tirador de la puerta, que tenía forma de cabeza de serpiente, y abrió la puerta. Echó un breve vistazo al tenebroso techo de una habitación con dos camas; entonces, se oyó un fuerte ruido, seguido por un chirrido aún más potente, y su visión quedó totalmente oscurecida por el espesor de una gran cantidad de pelo.
Hermione se lanzó hacia él en un abrazo que casi le desinfla, mientras la minúscula lechuza de Ron, Pidwidgeon (la lechuza que le había dado Sirius), pasaba zumbando excitada, una y otra vez, alrededor de sus cabezas.
— ¡HARRY! ¡Ron, está aquí, Harry está aquí! ¡No te oímos llegar! ¿Oh, cómo estás? ¿Estás bien? ¿Has estado furioso con nosotros? Apuesto a que lo estabas, sé que nuestras cartas eran inservibles... pero no podíamos decirte nada. Dumbledore nos obligó a jurar que no te diríamos nada, oh, tenemos que contarte muchas cosas y tú tienes que contarnos también... ¡los Dementores! Cuando oímos –y aquella vista del Ministerio- ¡es simplemente un escándalo! He estado informándome, no te pueden expulsar, simplemente no pueden, hay una disposición en el Decreto de la Restricción del Uso de la Magia en menores que permite usar la magia en situaciones de vida o muerte.
— Dale un respiro, Hermione. –dijo Ron, sonriendo mientras cerraba la puerta detrás de Harry.
Parecía que había crecido varias pulgadas más durante las semanas que habían pasado separados. Tenía un aspecto mucho más alto y desgarbado que nunca, aunque la nariz larga, el pelo rojo brillante y sus pecas seguían siendo las mismas.
Todavía sonriendo, Hermione dejó libre a Harry, pero antes de que pudiera decir otra palabra, se oyó un suave aleteo y algo blanco salió disparado de lo alto del oscuro armario y aterrizó gentilmente en el hombro de Harry.
— ¡Hedwig!
La blanquecina lechuza chasqueó su pico y mordisqueó su oreja de manera cariñosa, mientras Harry acariciaba sus plumas.
— Ha estado muy a gusto. –Dijo Ron.- Picoteándonos hasta la muerte cuando trajo tus últimas cartas. Mira esto. –Le enseñó a Harry el dedo índice de su mano derecha, el cual ostentaba una media cicatriz, pero con un corte bastante profundo.
— Oh, sí. –Dijo Harry.- Lo siento, pero necesitaba respuestas, entiendan...
— Queríamos dártelas, amigo. –Dijo Ron.- Hermione creía que nos estábamos pasando. No paraba de decir qué harías algo estúpido si te sentías abandonado y sin noticias, pero Dumbledore nos hizo…
—…jurar que no me dirían nada. –Dijo Harry.- Sí, Hermione ya me lo ha dicho.
La sensación cálida que se había encendido en él al ver a sus dos mejores amigos, se había extinguido, y ahora algo helado estaba inundando la boca de su estómago. En un instante -después de haber estado suspirando por verles durante un mes- sintió que habría preferido que Ron y Hermione le dejaran solo en ese momento.
Se produjo un tenso silencio en el cual Harry acariciaba a Hedwig de manera automática, sin mirar a ninguno de los dos.
— Creo que pensó que era lo mejor. –Dijo Hermione casi sin aliento.- Dumbledore, quiero decir.
— Bien, -dijo Harry. Se dio cuenta de que las manos de Hermione también estaban marcadas por los picotazos de Hedwig y descubrió que no lo sentía por ellos del todo.
— Creo que pensó que estarías más a salvo con los Muggles… -empezó a decir Ron.
— ¿Sí? –Dijo Harry, alzando sus cejas.- ¿Alguno de ustedes ha sido atacado por Dementores este verano?
— Bueno, no… pero para eso es para lo que tiene a gente de la Orden del Fénix vigilándote todo el tiempo…
Harry sintió una gran sacudida en sus tripas, como si se hubiera saltado un escalón bajando las escaleras. Eso quería decir que todo el mundo sabía que estaba siendo vigilado, excepto él.
— ¿Aunque eso no funcionó tan bien, no? –dijo Harry, haciendo todo lo posible para mantener la voz intacta, en el mismo tono.- Tuve que cuidarme yo mismo después de todo, no?
— Estaba muy enfadado. –Dijo Hermione, con voz respetuosa.- Dumbledore. Lo vimos. Cuando descubrió que Mundungus se había marchado antes de que su turno hubiera acabado. Estaba muy asustado.
— Bueno, estoy contento de que se hubiera marchado. –Dijo Harry fríamente.- Si no lo hubiera hecho, no habría hecho magia y Dumbledore o Sirius probablemente me hubieran dejado el resto del verano en Privet Drive.
— No estás... ¿no estás preocupado por la visita al Ministerio de Magia? –dijo Hermione tranquilamente.
— No. –mintió Harry, desafiante. Se alejó de ellos, mirando alrededor, con Hedwig acurrucada en su hombro, pero esa habitación no parecía no ayudarle a ahuyentar sus espíritus.
Era oscura y tenebrosa. Un trecho blanco lleno de lienzos de cuadros ornamentales era lo único que aliviaba la desnudez de las desconchadas paredes, y mientras Harry les echaba un vistazo tuvo la sensación de haber oído a alguien, que estaba al acecho fuera de su visión, riéndose disimuladamente.
— ¿Entonces por qué Dumbledore tiene tantas ganas de mantenerme oculto? –Preguntó Harry, todavía intentando hacer que su tono de voz sonara casual.- ¿Alguno de ustedes… eh… se lo ha preguntado?
Echó una ojeada en el momento justo en el que vio a los dos intercambiando una mirada que le decía que se estaba comportando como ellos temían que lo hiciera. Pero esto no mejoró su humor.
— Le dijimos a Dumbledore que queríamos decirte lo que estaba pasando. –Dijo Ron.- Lo hicimos, amigo. Pero él está muy ocupado ahora, sólo le hemos visto dos veces desde que llegamos aquí y no tenía mucho tiempo. Simplemente nos hizo jurar que no te diríamos ninguna cosa importante cuando te escribiéramos. Dijo que las lechuzas podían ser interceptadas.
— Pero él podría haberme mantenido informado si hubiera querido, -dijo Harry, cortante.- No intenten convencerme de que él no tiene maneras de mandarme mensajes sin usar lechuzas.
Hermione le echó una ojeada a Ron y entonces dijo:
— Yo pensé lo mismo que tú. Pero él no quería que supieras nada.
— A lo mejor es porque cree que no puede confiar en mí. –Dijo Harry, mirando las expresiones de las caras de sus amigos
— No seas idiota. –dijo Ron, mirándole desconcertado.
— O que no puedo cuidar de mí mismo.
— ¡Por supuesto que no piensa eso! –dijo Hermione ansiosamente.
— ¿Entonces cómo es que yo tengo que estar con los Dursley mientras ustedes dos están enterados de todo lo que está pasando aquí? –dijo Harry, mientras sus palabras se juntaban unas sobre otras apresuradamente, alzando más la voz a cada palabra que pronunciaba.- ¿Cómo es que a ustedes se les permite saber todo lo que está pasando?
— ¡No se nos permite! –interrumpió Ron.- Mi madre no nos deja oír lo que dicen en las reuniones, dice que somos muy jóvenes…
Pero antes de que se diera cuenta, Harry estaba gritando.
— ENTONCES NO HAN ESTADO EN LAS REUNIONES ¡QUÉ GRAN COSA! PERO HAN ESTADO AQUÍ ¿VERDAD? ¡HAN ESTADO JUNTOS! YO, YO HE ESTADO SOPORTANDO A LOS DURSLEY ¡DURANTE UN MES! ¡Y HE ESTADO ENVUELTO EN MÁS DE LO QUE NINGUNO DE USTEDES DOS HA ESTADO ENVUELTO NUNCA Y DUMBLEDORE LO SABE! ¿QUIÉN SALVÓ LA PIEDRA FILOSOFAL? ¿QUIÉN SE DESHIZO DE RIDDLE? ¿QUIÉN SALVÓ SUS PELLEJOS DE LOS DEMENTORES?
Toda la amargura y el resentimiento que Harry había estado soportando durante un mes estaba saliendo de él: su frustración por la ausencia de noticias, el daño que le había hecho que todos ellos estuvieran juntos sin contar con él, su ira porque le hubieran estado siguiendo sin que nadie se lo dijera, destrozado por no haber tenido noticia alguna de Nina y mucho menos alguna carta que dijese que le echaba de menos…todos los sentimientos de los que estaba medio avergonzado finalmente se estaban desbordando.
Fin del Capitulo.
Subo lo que prometi, el primer capitulo de la segunda temporada de mi novela Harry&Tu! :D
Espero les guste, y comenten!! :S al principio no es gran cosa pero prometo q se pondra mejor!
Todo esta en mi cabeza! :D solo tengo q escribirlo, en fiin, espero les guste. Las quiero mucho!
Y las extrañe! :( pero aunque siento muy raro el foro... todavia no me acostumbro xD a la vez pienso
q se ve bonito *-* me hubiera gustado, q pusieran las exstrellas de nuevo :/ pero buee.. ¡Bess!
PD: No se xq no me acepta el guion medio largo :/ asi q pff me aparecio ese cuadradito raro u.u
1
La visita del Dementor.
La visita del Dementor.
Luego de que con la ayuda de la señora Figg, Harry llevara a Dudley a casa de sus tíos.
No solo se había tenido que soportar su larga y acalorada reprimenda por el estado de Dudley; también había recibido lechuzas del Ministerio, pero ninguna había preocupado tanto a Harry como lo había hecho la última en llegar.
Estimado Sr. Potter,
Agregando esta carta a la de hace de aproximadamente veintidós minutos, el ministerio de magia ha revisado su decisión para destruir su varita inmediatamente.
Usted puede conservar su varita hasta su audiencia disciplinaria el 20 de agosto, en cuyo caso será tomada una decisión oficial.
Después de la discusión con el director de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería el ministerio ha convenido que la cuestión de su expulsión también será decidida en aquella fecha. Usted debe por lo tanto considerarse suspendido de investigaciones posteriores pendientes de la escuela.
Con gran afecto Sinceramente Mafalda Hopkirk
Oficina del uso incorrecto de la magia Ministerio de magia.
Harry leyó esta letra tres veces más. El nudo desgraciado en su pecho se aflojó con el alivio de saber que no sería expulsado definitivamente todavía, aunque sus miedos más profundos no se desvanecieron de ninguna manera. Todo dependía de esta audiencia del 20 de agosto.
— ¿Bien?, - dijo tío Vernon, recordando Harry sus alrededores.- ¿Ahora qué? ¿Te han condenado a cualquier cosa? ¿Tienen la pena de muerte? - agregó como pensamiento esperanzado.
— Tengo ir a una audiencia. –dijo Harry.
— ¿Y allí te condenarán?
— Eso supongo.
— Entonces, todavía tengo esperanzas.
— Bueno, si eso es todo. - dijo Harry, poniéndose de pie.
Necesitaba desesperadamente estar solo, pensar, tal vez mandar una carta a Ron, Hermione o Sirius. Sirius ya debería de estar enterado ¿acaso al fin vendría a buscarlo?
— ¡NO, NO PARA NADA ES TODO! - gritó tío Vernon.- ¡SIÉNTATE OTRA VEZ!
— ¿Ahora qué?- dijo Harry impacientemente.
— ¡DUDLEY! –bramó tío Vernon.- ¡quiero saber exactamente lo que le paso a mi hijo!
Luego de que Harry le dijera a los Dursley lo que le había sucedido y como había pasado todo aquello con el dementor, Vernon quiso echar a Harry de la casa; pero una lechuza llego para Petunia una que ella no compartió con nadie más que con Vernon y enviaron a Harry a dormir.
. . .
A la mañana siguiente, Harry había sido despertado por voces que venían provenientes de la cocina de los Dursley, al parecer estaban discutiendo con alguien y Harry no lograba escuchar quien era.
— ¡Solo firmen y ya! ¡Quiero llevarme a mi ahijado lo más pronto posible señor!
— ¿Y si no que? –bramo.
— Señor por favor, es necesario que lo firme. –Dijo la mujer del ministerio.- Una vez que firme este papel, Harry Potter ira a vivir con Sirius Black y ustedes quedaran libres de todo.
— ¿Qué tu no eras el asesino de la televisión? –bramo tío Vernon.
— Ahora usted señora. –indico la mujer, mientras Sirius lanzaba unos cuantos insultos hacia tío Vernon, en silencio.
— Bien listo, ahora llévense al chico y a su mugrosa lechuza.
— ¿Me esperas Miranda? –pregunto a la mujer.- quiero ir yo a buscarlo.
— Claro.
Sirius subió las escaleras y busco entre las puertas, la que fuera de Harry.
Cuando la encontró se vio ligeramente emocionado, cuando cruzara la puerta vería a Harry y sus vidas cambiarían para siempre. Desde ese momento, el y Harry serian una familia.
Sirius giro la perilla de la puerta lentamente y cuando la abrió se encontró a Harry mirando la puerta con la varita en la mano.
— ¡SIRIUS! –grito al verlo.
— ¡Hola Harry! –Le dio un abrazo.- ¿Cómo has estado? Si ya sé, no contestes. –sonrió.
— ¿Cómo estás tú? Creí que no vendrías…
— Lo ciento de verdad, tuvimos unos percances con los papeles pero ya podemos largarnos de aquí.
— ¿De verdad?
— ¡Por supuesto que sí!
— ¿Sabes lo del…?
— ¿Ministerio? Si claro que lo sé, pero hablaremos de eso luego Harry, ¡junta tus cosas nos vamos de aquí!
— Sí.
Con ayuda de Sirius, Harry junto todas sus cosas (que no eran muchas) dejando la habitación completamente vacía.
Bajo las escaleras y allí estaba una mujer con sus tíos y Dudley. La despedida fue corta y breve Harry quería irse lo más pronto que pudiera.
Pero la sorpresa se la dio, cuando salió fuera de la casa y vio a las personas que lo observaban.
— ¿Profesor Moody? –Dijo Harry.
— No sé mucho de ser Profesor.- gruñó la voz.- Nunca di mucha enseñanza, ¿o sí?
— ¿Todo bien Harry? Hemos venido a llevarte. –le sonrió.
— ¡Profesor Lupin! –sonrió al verlo, si Lupin estaba aquí ¿significaba que Nina estaba cerca?
— Oooh, ¡se ve justamente como pensé que se vería! –dijo la bruja que parecía la más joven de ahí; tenía una cara pálida en forma de corazón, ojos oscuros brillantes, y cabello pequeño y picudo que tenía una violenta tonalidad violeta.- ¡Hola, Harry!
— Sí, ya veo a lo que te refieres, Remus.- dijo un mago negro calvo parado hasta atrás; tenía una voz profunda y lenta y tenía un aro en su oreja.- Es igual que James.
— Excepto los ojos.- dijo en un resoplido, un mago con cabello plateado que se encontraba atrás.-Los ojos de Lily.
Ojo Loco Moody, que tenía cabello entrecano y un pedazo grande le faltaba en la nariz, veía a Harry a través de sus ojos diferentes. Uno de ellos era pequeño, oscuro, y brillante, el otro largo, redondo y de un azul eléctrico—el ojo mágico que podía ver a través de paredes, puertas y nuca del propio Moody.
Lupin tomó su mano y se la estrechó.
— ¿Cómo estás? –preguntó, viendo de cerca de Harry
— Bien...
Harry no podía creer que esto fuera real. Todo un mes sin nada, ni la más pequeña pista de un plan para llevárselo de Privet Drive, y de pronto un grupo de magos estaban parados tranquilamente fuera de la casa como si fuera una orden muy antigua. Miró a la gente que rodeaba a Lupin, todos estaban observándolo ávidamente. Se sintió muy consciente de que no se había peinado el cabello en cuatro días.
— Bien, presentación rápida y nos largamos. –dijo Sirius.
— Este es Alastor Moody, Harry.-Lupin apunto hacia Moody.
— Sí, ya lo sé.- Dijo Harry incómodo; se le hacía extraño ser presentado con alguien que ya conocía hacía un año.
— Y esta es Nymphadora...
— No me llames Nymphadora, Remus.- dijo la bruja joven estremeciéndose.
— Es Nymphadora Tonks, que prefiere ser conocida solo por su apellido.-finalizó Lupin
— Igual que tú, si una madre tonta te hubiera puesto Nymphadora a ti.- susurró Tonks
— Y este es Kingsley Shacklebolt.-indicó al mago alto y negro, el cual hizo una reverencia.- Elphias Doge.- el mago con la voz como un resoplido asintió.- Dedalus Diggle... Emmeline Vance.- una bruja con mirada contemplativa vistiendo un chal de color verde esmeralda inclinó su cabeza.- Sturgis Podmore.- un mago de mandíbula cuadrada con cabello espeso color paja le guiñó un ojo.- Y Hestia Jones.- Una bruja al lado del tostador con mejillas rosadas y cabello color negro lo saludó.
Harry inclinó su cabeza torpemente cuando cada uno de ellos fue presentado. Deseó que no lo miraran a él y que miraran otra cosa; era como si de pronto lo hubieran presentado en un escenario. También se preguntaba por qué había tantos de ellos ahí.
— Un número sorprendente de personas se ofrecieron para venir y llevarte.-dijo Lupin, como si hubiera leído la mente de Harry; las esquinas de su boca se movieron ligeramente.
— Sí, bueno, mientras más, mejor.-dijo Moody oscuramente.- Somos tus guardianes, Potter.
— Las cosas no han estado muy bien, rumores hablan de que El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado ha aparecido y te busca. Queremos estar preparados. –explico Lupin.
— Pero ya podemos irnos ¿verdad? ¡Larguémonos de aquí! –bramo Sirius.
Todos caminaron hasta un descampado desorbitado y fue allí, cuando montaron sus escobas y partieron rumbo a Londres.
Cuando llegaron Sirius sonrió a Harry de manera paternal, se lo veía emocionado de que al fin tuviera a Harry viviendo con él.
— ¿Y ahora qué? –pregunto Harry confundido.
— Aquí.- murmuró Moody, poniéndole en las manos un pedazo de pergamino.- Léelo rápido y memorízalo.
Harry miró el pedazo de papel. La estrecha escritura le era muy familiar. Decía:
Los cuarteles de la Orden del Fénix pueden ser encontrados en el número 12, Grimmauld Place, Londres.
— ¿Qué es la Orden del…? –comenzó a decir Harry.
— ¡No aquí, niño! –Gruñó Moody.- ¡Espera a que estemos dentro!
Arrancó el trozo de pergamino de las manos de Harry y le prendió fuego con la punta de su varita. Mientras el mensaje se retorcía en llamas y flotaba hasta el suelo, Harry miraba de nuevo a las casas contiguas. Estaban parados delante del número once; miró a la izquierda y vio el número diez, sin embargo a la derecha estaba el número trece.
— ¿Pero dónde está…?
— Piensa sobre lo que acabas de memorizar. –dijo Lupin tranquilamente.
— Profesor Lupin… -Harry había sentido las ganas de preguntarle al profesor Lupin, por Nina pero había sido interrumpido.
Harry miró atentamente, y tan pronto habían alcanzado el lugar correspondiente al número doce de Grimmauld Place, una puerta bastante estropeada surgió de ningún sitio entre los números once y trece, inmediatamente seguida por unas paredes sucias y unas ventanas sombrías. Era como si una casa extra se hubiera inflado, desplazando de su camino a las que estaban a sus lados.
Harry se quedó boquiabierto al verla. El radiocasete del número once seguía sonando. Aparentemente los Muggles que ocupaban la casa no habían notado nada.
— Vamos, deprisa. –gruñó Moody, empujando a Harry por la espalda.
Harry subió los peldaños de piedra y se quedó de pie ante una puerta que acababa de materializarse. Su pintura negra estaba desconchada y arañada. El tirador platead tenía la forma de una serpiente enroscada. No había cerradura ni buzón.
Lupin sacó su varita y golpeó una vez la puerta con ella. Harry escuchó clicks metálicos y lo que parecía ser el estrépito de una cadena. La puerta se abrió con un crujido.
— Entra rápido, Harry, -susurró Lupin.- pero no te vayas muy lejos cuando estés dentro.
Harry traspasó el umbral de la puerta para adentrarse en la más absoluta oscuridad del recibidor. Podía oler la humedad, el polvo y un olor dulzón que parecía arraigado al lugar; el sitio daba la sensación de ser un edificio abandonado. Miró por encima de su hombro y vio a los demás entrando detrás de él, Lupin y Tonks transportando su baúl y la jaula de Hedwig.
Sirius se acercó a Harry y le dio otro abrazo.
— ¡Bienvenido Harry! Sé que no es gran cosa, pero la estamos arreglando y quedara más “familiar”
— Es increíble Sirius. –le sonrió Harry.
— Gracias. Pero entra, recuerda estás en tu casa. Yo debo irme pero puedes merodear por aquí. –sonrió.
— Yo… -pero antes de que alguno de los presente pudiera decir algo:
Se oyó el sonido de unos pasos rápidos y la madre de Ron, la señora Weasley, salió de una puerta situada al final del vestíbulo. Estaba sonriendo para dar la bienvenida y corrió rápidamente hacia ellos, aunque Harry se dio cuenta de que estaba bastante más delgada y pálida que la última vez que la había visto.
— ¡Oh, Harry, es fantástico verte de nuevo! –susurró, apretándole en un abrazo antes de cogerle por el brazo y examinarlo críticamente.- Estás demasiado delgado, necesitas alimentarte, aunque me temo que tendrás que esperar un poco para cenar. –Se giró hacia la pandilla de magos que estaban detrás de él y susurró urgentemente.- Acaba de llegar, la reunión ya ha empezado.
Los magos que estaban detrás de Harry hicieron sonidos de interés y excitación y empezaron a pasar uno detrás de otro hacia la puerta por la cual la señora Weasley acababa de salir. Harry hizo ademán de seguir a Lupin, pero la señora Weasley le retuvo.
— No, Harry, las reuniones son sólo para los miembros de la Orden. Ron y Hermione están arriba, puedes esperar con ellos hasta que la reunión haya acabado, entonces cenaremos. Y baja la voz en el vestíbulo. –añadió en un rápido susurro.
— ¿Por qué?
— No quiero que nada se despierte.
— ¿A qué se…?
— Te lo explicaré más tarde, tengo que darme prisa, se supone que tengo que estar en la reunión...Sólo te enseñaré dónde tienes que dormir.
Presionando el dedo contra sus labios, le guiaba en cuclillas hacia unas largas cortinas carcomidas por el moho, detrás de las cuales Harry supuso que tendría que haber otra puerta. Después de ladear un enorme paraguas que estaba de pie en el suelo y que parecía que hubiera sido hecho para la pierna cortada de un troll, empezaron a subir la oscura escalera, y pasaron por delante de una hilera de cabezas encogidas, que estaban enmarcadas en placas en la pared. Una mirada más cercana reveló a Harry que las cabezas eran de dos elfos domésticos. Todos ellos tenían el mismo hocico por nariz.
Harry se quedaba más aturdido a cada paso que daba. ¿Por qué diablos Sirius lo había llevado a una casa que parecía que pertenecía al más tenebroso de los magos?
— Señora Weasley, ¿por qué...?
— Ron y Hermione te lo explicarán todo, querido, de veras que tengo que irme de prisa. –dijo la señora Weasley distraídamente.- Allí...estaban alcanzando el segundo piso. Tu puerta es la de la derecha. Te llamaré cuando haya acabado.
Y de nuevo desapareció rápidamente escaleras abajo.
Harry cruzó el sombrío piso, se encaminó hacia el tirador de la puerta, que tenía forma de cabeza de serpiente, y abrió la puerta. Echó un breve vistazo al tenebroso techo de una habitación con dos camas; entonces, se oyó un fuerte ruido, seguido por un chirrido aún más potente, y su visión quedó totalmente oscurecida por el espesor de una gran cantidad de pelo.
Hermione se lanzó hacia él en un abrazo que casi le desinfla, mientras la minúscula lechuza de Ron, Pidwidgeon (la lechuza que le había dado Sirius), pasaba zumbando excitada, una y otra vez, alrededor de sus cabezas.
— ¡HARRY! ¡Ron, está aquí, Harry está aquí! ¡No te oímos llegar! ¿Oh, cómo estás? ¿Estás bien? ¿Has estado furioso con nosotros? Apuesto a que lo estabas, sé que nuestras cartas eran inservibles... pero no podíamos decirte nada. Dumbledore nos obligó a jurar que no te diríamos nada, oh, tenemos que contarte muchas cosas y tú tienes que contarnos también... ¡los Dementores! Cuando oímos –y aquella vista del Ministerio- ¡es simplemente un escándalo! He estado informándome, no te pueden expulsar, simplemente no pueden, hay una disposición en el Decreto de la Restricción del Uso de la Magia en menores que permite usar la magia en situaciones de vida o muerte.
— Dale un respiro, Hermione. –dijo Ron, sonriendo mientras cerraba la puerta detrás de Harry.
Parecía que había crecido varias pulgadas más durante las semanas que habían pasado separados. Tenía un aspecto mucho más alto y desgarbado que nunca, aunque la nariz larga, el pelo rojo brillante y sus pecas seguían siendo las mismas.
Todavía sonriendo, Hermione dejó libre a Harry, pero antes de que pudiera decir otra palabra, se oyó un suave aleteo y algo blanco salió disparado de lo alto del oscuro armario y aterrizó gentilmente en el hombro de Harry.
— ¡Hedwig!
La blanquecina lechuza chasqueó su pico y mordisqueó su oreja de manera cariñosa, mientras Harry acariciaba sus plumas.
— Ha estado muy a gusto. –Dijo Ron.- Picoteándonos hasta la muerte cuando trajo tus últimas cartas. Mira esto. –Le enseñó a Harry el dedo índice de su mano derecha, el cual ostentaba una media cicatriz, pero con un corte bastante profundo.
— Oh, sí. –Dijo Harry.- Lo siento, pero necesitaba respuestas, entiendan...
— Queríamos dártelas, amigo. –Dijo Ron.- Hermione creía que nos estábamos pasando. No paraba de decir qué harías algo estúpido si te sentías abandonado y sin noticias, pero Dumbledore nos hizo…
—…jurar que no me dirían nada. –Dijo Harry.- Sí, Hermione ya me lo ha dicho.
La sensación cálida que se había encendido en él al ver a sus dos mejores amigos, se había extinguido, y ahora algo helado estaba inundando la boca de su estómago. En un instante -después de haber estado suspirando por verles durante un mes- sintió que habría preferido que Ron y Hermione le dejaran solo en ese momento.
Se produjo un tenso silencio en el cual Harry acariciaba a Hedwig de manera automática, sin mirar a ninguno de los dos.
— Creo que pensó que era lo mejor. –Dijo Hermione casi sin aliento.- Dumbledore, quiero decir.
— Bien, -dijo Harry. Se dio cuenta de que las manos de Hermione también estaban marcadas por los picotazos de Hedwig y descubrió que no lo sentía por ellos del todo.
— Creo que pensó que estarías más a salvo con los Muggles… -empezó a decir Ron.
— ¿Sí? –Dijo Harry, alzando sus cejas.- ¿Alguno de ustedes ha sido atacado por Dementores este verano?
— Bueno, no… pero para eso es para lo que tiene a gente de la Orden del Fénix vigilándote todo el tiempo…
Harry sintió una gran sacudida en sus tripas, como si se hubiera saltado un escalón bajando las escaleras. Eso quería decir que todo el mundo sabía que estaba siendo vigilado, excepto él.
— ¿Aunque eso no funcionó tan bien, no? –dijo Harry, haciendo todo lo posible para mantener la voz intacta, en el mismo tono.- Tuve que cuidarme yo mismo después de todo, no?
— Estaba muy enfadado. –Dijo Hermione, con voz respetuosa.- Dumbledore. Lo vimos. Cuando descubrió que Mundungus se había marchado antes de que su turno hubiera acabado. Estaba muy asustado.
— Bueno, estoy contento de que se hubiera marchado. –Dijo Harry fríamente.- Si no lo hubiera hecho, no habría hecho magia y Dumbledore o Sirius probablemente me hubieran dejado el resto del verano en Privet Drive.
— No estás... ¿no estás preocupado por la visita al Ministerio de Magia? –dijo Hermione tranquilamente.
— No. –mintió Harry, desafiante. Se alejó de ellos, mirando alrededor, con Hedwig acurrucada en su hombro, pero esa habitación no parecía no ayudarle a ahuyentar sus espíritus.
Era oscura y tenebrosa. Un trecho blanco lleno de lienzos de cuadros ornamentales era lo único que aliviaba la desnudez de las desconchadas paredes, y mientras Harry les echaba un vistazo tuvo la sensación de haber oído a alguien, que estaba al acecho fuera de su visión, riéndose disimuladamente.
— ¿Entonces por qué Dumbledore tiene tantas ganas de mantenerme oculto? –Preguntó Harry, todavía intentando hacer que su tono de voz sonara casual.- ¿Alguno de ustedes… eh… se lo ha preguntado?
Echó una ojeada en el momento justo en el que vio a los dos intercambiando una mirada que le decía que se estaba comportando como ellos temían que lo hiciera. Pero esto no mejoró su humor.
— Le dijimos a Dumbledore que queríamos decirte lo que estaba pasando. –Dijo Ron.- Lo hicimos, amigo. Pero él está muy ocupado ahora, sólo le hemos visto dos veces desde que llegamos aquí y no tenía mucho tiempo. Simplemente nos hizo jurar que no te diríamos ninguna cosa importante cuando te escribiéramos. Dijo que las lechuzas podían ser interceptadas.
— Pero él podría haberme mantenido informado si hubiera querido, -dijo Harry, cortante.- No intenten convencerme de que él no tiene maneras de mandarme mensajes sin usar lechuzas.
Hermione le echó una ojeada a Ron y entonces dijo:
— Yo pensé lo mismo que tú. Pero él no quería que supieras nada.
— A lo mejor es porque cree que no puede confiar en mí. –Dijo Harry, mirando las expresiones de las caras de sus amigos
— No seas idiota. –dijo Ron, mirándole desconcertado.
— O que no puedo cuidar de mí mismo.
— ¡Por supuesto que no piensa eso! –dijo Hermione ansiosamente.
— ¿Entonces cómo es que yo tengo que estar con los Dursley mientras ustedes dos están enterados de todo lo que está pasando aquí? –dijo Harry, mientras sus palabras se juntaban unas sobre otras apresuradamente, alzando más la voz a cada palabra que pronunciaba.- ¿Cómo es que a ustedes se les permite saber todo lo que está pasando?
— ¡No se nos permite! –interrumpió Ron.- Mi madre no nos deja oír lo que dicen en las reuniones, dice que somos muy jóvenes…
Pero antes de que se diera cuenta, Harry estaba gritando.
— ENTONCES NO HAN ESTADO EN LAS REUNIONES ¡QUÉ GRAN COSA! PERO HAN ESTADO AQUÍ ¿VERDAD? ¡HAN ESTADO JUNTOS! YO, YO HE ESTADO SOPORTANDO A LOS DURSLEY ¡DURANTE UN MES! ¡Y HE ESTADO ENVUELTO EN MÁS DE LO QUE NINGUNO DE USTEDES DOS HA ESTADO ENVUELTO NUNCA Y DUMBLEDORE LO SABE! ¿QUIÉN SALVÓ LA PIEDRA FILOSOFAL? ¿QUIÉN SE DESHIZO DE RIDDLE? ¿QUIÉN SALVÓ SUS PELLEJOS DE LOS DEMENTORES?
Toda la amargura y el resentimiento que Harry había estado soportando durante un mes estaba saliendo de él: su frustración por la ausencia de noticias, el daño que le había hecho que todos ellos estuvieran juntos sin contar con él, su ira porque le hubieran estado siguiendo sin que nadie se lo dijera, destrozado por no haber tenido noticia alguna de Nina y mucho menos alguna carta que dijese que le echaba de menos…todos los sentimientos de los que estaba medio avergonzado finalmente se estaban desbordando.
Fin del Capitulo.
Última edición por Maay·Wright·Jonas el Vie 02 Mar 2012, 2:17 am, editado 2 veces
TheGirlImpossible
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
¡OMG!
No sabes cuanto extraña leer esta historia
Tu no te preocupes, la espera siempre vale la pena ya se pondra mejor la historia ;)
Ya quiero saber que pasara con Harry & Nina
¡Siguela muy pronto May! :D
No sabes cuanto extraña leer esta historia
Tu no te preocupes, la espera siempre vale la pena ya se pondra mejor la historia ;)
Ya quiero saber que pasara con Harry & Nina
¡Siguela muy pronto May! :D
Kardashian♡.
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
¡NUEVA LECTORA! Obvio:D
¡Te he extrañado Maay! Okok Ya exagere ¡En verdad extrañaba leer una de tus novelas! No habia podido desde que el foro estuvo en mantenimiento
Me encanto ¡ME ENCANTO EL CAPITULO! :D
!Tienes que seguirla!
Pues, me despido y un Besote,
PovData: Si quieres te pasas por una nueva novela que tengo https://onlywn.activoforo.com/t10099-a-ip-e-ps-hrry-ptter-tu ¿Te acuerdas? de una "Muggle ¿yo? ¿y que rayos hago en Howgarts?"
Pues fue eliminada, durante el mantenimiento, pero fue mi culpa no no tener ficha en la novela
¡Te he extrañado Maay! Okok Ya exagere ¡En verdad extrañaba leer una de tus novelas! No habia podido desde que el foro estuvo en mantenimiento
Me encanto ¡ME ENCANTO EL CAPITULO! :D
!Tienes que seguirla!
Pues, me despido y un Besote,
PovData: Si quieres te pasas por una nueva novela que tengo https://onlywn.activoforo.com/t10099-a-ip-e-ps-hrry-ptter-tu ¿Te acuerdas? de una "Muggle ¿yo? ¿y que rayos hago en Howgarts?"
Pues fue eliminada, durante el mantenimiento, pero fue mi culpa no no tener ficha en la novela
Cherry
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
Jonas' Tomlinson<3 escribió:¡OMG!
No sabes cuanto extraña leer esta historia
Tu no te preocupes, la espera siempre vale la pena ya se pondra mejor la historia ;)
Ya quiero saber que pasara con Harry & Nina
¡Siguela muy pronto May! :D
Awww holaaaaaaa..!! :'D Muchisiimas graciias x comentaar la primera! *-*
Sipii prometo q cuando ya Harry se vaya de casa de los Dursley se pondra mejor ñ___ñ
eso espero! D: jaja en fiin, entre Harry y Nina van a pasar muchas cosas :O ¿Sabias q Nina era celosa...?
Uff mejor no digo mas nada! ;) jaja besitos!!!
TheGirlImpossible
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
Anniiee'WeasleyPotter escribió:¡NUEVA LECTORA! Obvio:D
¡Te he extrañado Maay! Okok Ya exagere ¡En verdad extrañaba leer una de tus novelas! No habia podido desde que el foro estuvo en mantenimiento
Me encanto ¡ME ENCANTO EL CAPITULO! :D
!Tienes que seguirla!
Pues, me despido y un Besote,
PovData: Si quieres te pasas por una nueva novela que tengo https://onlywn.activoforo.com/t10099-a-ip-e-ps-hrry-ptter-tu ¿Te acuerdas? de una "Muggle ¿yo? ¿y que rayos hago en Howgarts?"
Pues fue eliminada, durante el mantenimiento, pero fue mi culpa no no tener ficha en la novela
¡Holaaaaaaaa! Awwww yo tambien te extrañee Anii! :( la vida ns quito el foro x un semana u.u
¡pero volvio! :D :lol!: jaja sii yo me volvio loca esos dias en q cerro :| odiaba no poder leer sus noves u.u
pero tenia a mi amado libro de HP5 asi q me puse a leerlo :P ademas de q mi mama me compro el de HP6*-*
asi q tengo mucho x leer! :'D amo los momentos Hanny del libro 6 *-* Harry es un celocito!
Y espero usar sus celos par ami nove! :twisted: en fiin, POR SUPUESTO QUE ME PASO X TU NUEVA NOVE!
eso ni se pregunta*-* si amo cmo escribis y enserioo xq la borraron? :'( te hubiesen avisado antes!
Eso novela, la amaba <3 igual q muchas q kitaron T.T
En fiin, ahora sigo mi nove : graciias x comentaar Bess!!
TheGirlImpossible
“Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación]
Estoy enojada, no pude cambiarle el cuadradito por el guion largo u.u
No se xq, si antes salia!! :(
Pero estoy feliz xq ya tengo dos lectoras! :D Ustedes son increibles chicas gracias x leer la nove!
Y sobre todo x comentar, espero les guste este capi ñ__ñ bess!!
El día más cálido del verano se dibujaba en un cercano y soñoliento silencio, que se extendía por las grandes y cuadradas casas de Privet Drive. Los coches, que generalmente brillaban,
permanecían polvorientos en las entradas de sus casas, y el césped que una vez fue de color verde esmeralda estaba seco y amarillento a causa de la prohibición del uso de las mangueras debido a la sequía. Privados de sus usuales lavados de coche y de el riegue del césped, los habitantes de Privet Drive se habían retirado a la sombra de sus frescas casas, cuyas ventanas estaban abiertas de par en par con la esperanza de tentar una brisa inexistente. La única persona que permanecía en el exterior era un adolescente recostado sobre una mata de flores, en la entrada del número 4.
Harry se encontraba recostado sobre una mata de flores en el jardín de sus tíos, estaba pasando exactamente un mes desde su llegada y Sirius su padrino no había enviado señales de que vendría a buscarlo. Y Harry estaba comenzando a preocuparse mucho, ¿Y si no le habían permitido quedarse con él? claramente los Dursley contaban los días para que se marchara tanto como Harry; pero al parecer aun no sería el momento. También pensaba en Nina de quien no había recibido ninguna lechuza desde aquella despedida en Hogwarts y con quien no dejaba de soñar cada noche; sin olvidar la extraña razón por la que ni Ron ni Hermione le había escrito.
Mientras tanto Harry, se contentaba escuchando las noticias para saber si habría algo de su mundo en ellas. Pero en la tranquilidad de aquella tarde un ensordecedor ruido lo había sacado de sus pensamientos, había sonado como un disparo pero claramente no había nadie ni mucho menos rastros de nada.
— ¿Qué demonios significa eso, chico? - preguntó tío Vernon con una voz ronca que temblaba de furia.
— ¿Qué significa el qué? - dijo Harry fríamente. Siguió mirando de izquierda a derecha por toda la calle, aún con la esperanza de ver a la persona que hizo el ruido.
— Hacer un ruido similar al del disparo de una pistola.
— Yo no hice ese ruido - dijo Harry firmemente.
La delgada cara de tía Petunia, similar a la de un caballo, apareció junto a la ancha y sonrosada de tío Vernon. Ella parecía estar lívida.
— ¿Por qué estabas escondido bajo la ventana?
— ¡Eso es, bien dicho, Petunia! ¿Qué estabas haciendo bajo nuestra la ventana, chico?
— Escuchar las noticias - dijo Harry con voz resignada.
Sus tíos se cambiaron miradas de asombro.
— ¡Escuchando las noticias!, ¿otra vez?
— Bueno, veras, cambian cada día - dijo Harry.
— ¡No te pases de listo conmigo, niño! Quiero saber exactamente qué es lo que te traes entre manos, ¡y no me digas más que estabas escuchando las noticias! Sabes perfectamente que tu mundo...
— Cuidado, Vernon - dijo Petunia, y tío Vernon bajó su voz tanto que Harry apenas podía oírla.
— ¡Tú mundo no está en nuestras noticias!
— Eso es lo que ustedes creen - dijo Harry.
Los Dursley le miraron con los ojos saltones durante unos segundos. Después, tía Petunia dijo:
— Eres un pequeño mentiroso. ¿Qué hacen entonces todas esas - ella también bajó el tono de su voz, y Harry tuvo que leer los labios a tía Petunia para adivinar la siguiente palabra - lechuzas si no te traen las noticias?
— ¡Aja! - Susurró tío Vernon con aire triunfal - ¡Sal de esa, chico!
Como si no supiéramos que consigues todas tus noticias gracias a esos pájaros pestilentes.
Harry vaciló por un momento. Esta vez le costó un poco decir la verdad, si bien sus tíos posiblemente no sabían lo mal que se sentía al admitirlo.
— Las lechuzas... No me están trayendo noticias - dijo atonalmente.
— No me lo creo - dijo tía Petunia de inmediato.
— Yo tampoco - dijo tío Vernon enérgicamente.
— Sabemos que estás tramando algo raro - dijo tía Petunia.- En todo caso ¿Por qué no ha venido tu supuesto padrino a buscarte aun eh?
— No somos estúpidos, ¿sabes? - dijo tío Vernon.
— Eso es una noticia para mí - dijo Harry, y antes de que los Dursley pudieran llamarle de nuevo, se dio la vuelta, cruzó el césped, saltó por encima del muro del jardín y se fue andando a zancadas por la calle.
Esta vez se había metido en problemas, y él lo sabía. Más tarde tendría que enfrentarse con su tío y pagar el precio de su rudeza, pero por el momento eso no le importaba; tenía otras cosas más importantes en su cabeza.
Harry estaba seguro de que el sonido crujiente fue producido por alguien apareciendo y desapareciendo. Era exactamente el sonido que Dobby, el elfo doméstico, hacía cada vez que desaparecía. ¿Era posible que Dobby estuviera en Privet Drive? ¿Podría estar Dobby siguiéndole en ese mismo instante? En cuanto se le ocurrió ese pensamiento, se dio la vuelta y miró fijamente calle abajo, pero parecía completamente desierta y Harry estaba seguro de que Dobby no sabía cómo hacerse invisible.
También pensó en Sirius, sus tíos tenían toda la razón, Sirius aún no se había parecido y mucho menos había dado señales de que vendría a buscarlo.
Anduvo apenas consciente de la ruta que estaba tomando y cada pocos pasos se volvía a mirar sobre su hombro. Algo mágico había estado cerca de él cuando estaba tumbado a lo largo de las agonizantes begonias de Tía Petunia, estaba seguro de ello. ¿Por qué no habían hablado con él, por qué no habían establecido contacto, por qué se estaban escondiendo ahora?
Giró en la esquina hacia Magnolia Crescent; a la mitad del camino pasó delante del estrecho callejón donde había visto a su padrino por primera vez, y se adentró en un oscuro parque infantil.
Harry saltó por encima de la puerta cerrada del parque y salió cruzando la reseca hierba. El parque estaba vacío como las calles de los alrededores. Cuando alcanzó los columpios se sentó en el único que Dudley y sus amigos no habían roto aún, pasó su brazo alrededor de la cadena y miró taciturno al suelo.
Mientras tanto, no había pensado en sus otras inquietudes, tenía inquietantes sueños sobre largos y oscuros corredores, todos con la muerte al final y puertas cerradas con llave, que él suponía que tenían algo que ver con la sensación de atrapado que tenía cuando se despertaba.
Algunas veces la vieja cicatriz en su frente le picaba incómodamente, pero él no era tan tonto como para contárselo a Ron, Hermione o Sirius.
No sabía cuánto tiempo llevaba allí sentado en el columpio cuando las voces de sus meditaciones fueron interrumpidas y miró hacia arriba. Las farolas de las calles de alrededor arrojaban una borrosa luz suficiente para apreciar la silueta de un grupo de gente haciendo su camino a través del parque. Uno de ellos iba cantando fuerte una canción grosera. Los otros iban riéndose. Un suave ruido vino de sus caras bicicletas de carreras.
Harry sabía qué personas eran. La figura al frente era inconfundiblemente la de su primo, Dudley Dursley, poniendo camino a casa acompañado de su fiel pandilla.
Pero ellos no miraron alrededor, no le vieron, pasaron por la verja.
Se puso de pie y se estiró. Tía Petunia y Tío Vernon parecían sentir que cualquier hora a la que Dudley volviera estaba bien, y cualquier momento después de esa hora era demasiado tarde. Tío
Vernon había amenazado con encerrar a Harry en la alacena si él volvía a casa después que Dudley otra vez, por eso, reprimiendo un bostezo, y todavía con el rostro ceñudo, saltó la puerta del parque, aunque Harry se iría a vivir con Sirius; mientras estuviera en casa de los Dursley debía respetar las reglar de los Dursley.
A medio camino la pandilla de Dudley apareció a la vista de nuevo, estaban despidiéndose a la entrada de Magnolia Crescent. Harry se paró a la sombra de una gran lila y esperó.
—...Chillando como un cerdito, ¿no? - decía Malcolm, riéndose a carcajadas con los otros.
— Buen gancho, Gran D - dijo Piers.
— ¿Mañana a la misma hora? - dijo Dudley.
— Pasen por mi casa, mis padres estarán fuera - dijo Gordon.
— Nos vemos entonces - dijo Dudley.
— ¡Adiós Dud!
— ¡Nos vemos, Gran D!
Harry esperó a que el resto de la pandilla se hubiera ido antes de seguir adelante. Cuando sus voces se habían desvanecido una vez más giró la esquina hacia Magnolia Crescent y andando muy rápido pronto acortó la distancia que lo separaba de Dudley, que estaba paseando con alivio, tarareando disonantemente.
— ¡Hey, Gran D!
Dudley se volvió.
— ¡OH! - Gruñó - Eres tú.
— ¿Desde cuando eres Gran D? - dijo Harry.
— Cállate - gruñó Dudley, dándose la vuelta.
— Un nombre bueno - dijo Harry, sonriendo de oreja a oreja y yendo al lado de su primo -. Pero tú siempre serás "Ickle Diddykins" para mí.
— ¡He dicho que TE CALLES! - dijo Dudley, cuyas manos como jamones se habían cerrado en sendos puños.
— ¿No saben los chicos cómo te llama tu mamá?
— Cállate la boca.
— A ella no le dices que cierre la boca. ¿Qué es de "Popkin" y "Dinky Diddydums", los puedo usar entonces?
Dudley no dijo nada. El esfuerzo por mantenerse sin pegar a Harry le estaba llevando toda su fuerza de voluntad.
— ¿Y a quién han estado pegando esta noche? - preguntó Harry, desvaneciendo su amplia sonrisa - ¿Otro niño de diez años? Sé qué a Mark Evans hace dos noches...
— Se lo buscó - gruñó Dudley.
— ¿Ah, sí?
— Fue descarado conmigo.
— ¿Sí? ¿Dijo que parecías un cerdo andando sobre sus patas traseras? Eso no es grosero, Dud, eso es la verdad.
Un músculo se movió incontrolablemente en la mandíbula de Dudley. Esto proporcionó a Harry la enorme satisfacción de saber lo furioso que estaba poniendo a Dudley; sintió que estaba desviando su propia frustración hacia su primo, el único desahogo que tenía.
Giraron a la derecha hacia abajo del estrecho callejón donde Harry había visto por primera a Sirius y que formaba un corte entre Magnolia Crescent y Wisteria Walk. Estaba vacío y mucho más oscuro que las calles porque no había farolas. Sus pasos eran silenciosos entre las paredes de los garajes de un lado y la alta alambrada del otro.
— Te crees un gran hombre llevando es cosa, ¿verdad? —dijo Dudley después de unos segundos.
— ¿Qué cosa?
— Esa cosa que estás escondiendo.
Harry sonrió de nuevo.
— No eres tan estúpido como pareces, ¿no? Pero supongo que si lo fueras, no podrías andar y hablar al mismo tiempo.
Harry sacó su varita. Vio a Dudley mirarla de reojo.
— No lo tienes permitido —dijo Dudley al instante -. Sé que no puedes. Serías expulsado de esa monstruosa escuela a la que vas.
— ¿Cómo sabes que no han cambiado las reglas, Gran D?
— No lo han hecho —dijo Dudley pensando que no sonaba completamente convencido.
Harry se rió suavemente.
— No tienes valentía para jugar contra mí sin esa cosa, ¿no? - dijo Dudley con un gruñido.
— Considerando que necesitas cuatro tipos detrás tuyo antes de pegar a un niño de diez años, ¿sabes que el título de boxeo no puedes seguir manteniéndolo? ¿Qué edad tenía tu oponente? ¿Siete? ¿Ocho?
— Tenía dieciséis, para tu información - gruñó Dudley - y estuvo peleando veinte minutos antes de que acabara con él y era dos veces más pesado que tú. Tan sólo espera a que le cuente a papá que has sacado esa cosa...
— Corriendo con papito ahora, ¿no? ¿Está este genio del boxeo asustándose de la repugnante varita de Harry?
— No eres tan valiente en la noche, ¿verdad? - rió Dudley con cara de desprecio.
— Esta es la noche, Diddykins. Es como nosotros la llamamos cuando todo se pone oscuro así.
— ¡Me refiero a cuando estás en la cama! - Dudley gruñó.
Él había parado de andar. Harry se paró también, mirando fijamente a su primo.
Con la poca luz que les llegaba podía vislumbrar la gran cara de Dudley, extrañamente triunfante.
— ¿Qué quieres decir, que no soy valiente cuando estoy en la cama? - dijo Harry, completamente pasmado - ¿A qué se supone que tengo que tenerle miedo, a almohadas o algo así?
— Te escuché la pasada noche - dijo Dudley entrecortadamente -. Hablando mientras dormías. Gimiendo.
— ¿Qué quieres decir? –repitió Harry, pero con una sensación fría en su estómago. Había visitado el cementerio en sueños la pasada noche, pesadillas en donde Sirius moría, en donde Nina era capturada por alguien y sus mejores amigos estaban en peligro.
Dudley se rió estridentemente, luego adoptó una aguda lloriqueante voz.
— ¡No mates a Sirius! ¡No mates a Sirius! ¿Quién es Sirius? ¿Tu novio?
— Yo… estás mintiendo - dijo Harry automáticamente. Pero su boca estaba ahora seca. Sabía que Dudley no estaba mintiendo.
— ¡Papá! ¡Ayúdame papá! ¡Va a matarme, papá! ¡Boo hoo!
— Cállate - dijo Harry pausadamente -. ¡Cállate, Dudley, te lo advierto!
— ¡Ven y ayúdame papá! ¡Mamá, ven a ayudarme! ¡Tienen a Nina! ¡Nina no te vayas, quédate conmigo, no me dejes! ¡Papá ayúdame! Va a... ¡No apuntes esa cosa hacia mí!
Dudley retrocedió hasta la pared del callejón. Harry estaba apuntando su varita directamente al corazón de Dudley. Harry podía sentir sus quince años de odio hacia Dudley en sus venas.
¿Por qué no le daba ahora su merecido?
— No vueltas a hablarme de eso nunca más - dijo Harry con un gruñido -. ¿Me has entendido?
— Apunta con esa cosa para otro lado
— He dicho ¿me has entendido?
— Apunta para otro lado.
— ¿ME HAS ENTENDIDO?
— PON ESA COSA LEJOS DE...
Dudley hizo un jadeo raro, estremecido, como si hubiera sido sumergido en agua helada.
Algo pasó con la noche. El desparramo de estrellas sobre el cielo azul añil, se volvió de repente en un campo negro, y las luces (las estrellas, la luna y las farolas) desaparecieron.
La oscuridad a su alrededor era total, impenetrable, silenciosa, como si una mano gigante hubiera dado sombra al callejón entero, dejándoles ciegos.
Por una décima de segundo Harry pensó que había hecho magia sin proponérselo, a pesar de que se había estado resistiéndolo con todas sus fuerzas -después la razón llegó a sus sentidos- él no tenía el poder para apagar las estrellas. Giró su cabeza y miró a ambos lados, intentando ver algo, pero la oscuridad presionaba sus ojos como un pesado velo. La aterrorizada voz de Dudley irrumpió en la oreja de Harry.
— ¿Qué estás haciendo? ¡Páralo!
— ¡No estoy haciendo nada! ¡Cállate y no te muevas!
— ¡No puedo ver! ¡Me he quedado ciego! Yo...
— ¡He dicho que te calles!
Harry se levantó girando sus ojos a derecha e izquierda. El frío era tan intenso que estaba tiritando; la piel se le había puesto de gallina y los pelos de la nuca se le habían erizado - abrió sus ojos todo lo que podía, mirando a ciegas alrededor, sin ver nada.
No era posible... Ellos no pueden estar aquí... No en Little Whinging... Agudizó sus oídos... Podría oírlos antes de verlos...
— ¡Se lo diré a papá! - lloriqueó Dudley - ¿Dónde estás? ¿Qué estás ha...
— ¿Te callarás? - siseó Harry - Estoy tratando de escu...
Pero se calló. Acababa de escuchar lo que se estaba temiendo.
Había algo aparte de ellos en el callejón, alguien con sus traqueteantes, roncos alientos. Harry sintió una horrible sacudida y se levantó temblando en el frío aire.
— ¡Para eso! ¡Deja de hacer eso! ¡Te pegaré! ¡Lo juro!
— Dudley, calla...
WHAM
Un puño hizo contacto en un lado de la cabeza de Harry, haciéndole caer. Pequeñas blancas luces aparecieron delante de sus ojos. Por segunda vez en una hora Harry sintió como si su cabeza se hubiera partido en dos; al momento siguiente, había aterrizado en el duro suelo y su varita había volado fuera de su alcance.
— ¡Imbécil! - Harry gritó, sus ojos nublados por el golpe mientras se frotaba sus rodillas y manos, sintiéndose desesperado en la negrura. Escuchó a Dudley golpear la alambrada del callejón y dar un traspié.
— ¡DUDLEY VUELVE! ¡ESTÁS CORRIENDO DERECHO HACIA ESO!
Hubo un horrible chillido y los pasos de Dudley pararon. Al mismo tiempo, Harry sintió deslizarse un frío helado detrás de él, lo que sólo significaba una cosa. Había más de uno.
— ¡DUDLEY MANTÉN TU BOCA CERRADA!¡HAGAS LO QUE HAGAS MANTÉN TU BOCA CERRADA! ¡Varita! - Harry murmuró desesperadamente, con sus manos volando sobre el suelo como arañas - Dónde... Varita... Vamos... ¡lumos!
Dijo el hechizo automáticamente, desesperado porque la luz pudiera ayudarle en su búsqueda - y con aliviada sorpresa, centellas luminosas salieron de su mano derecha - la punta de la varita se había prendido.
Se le revolvió el estómago.
Una figura dominante, con capucha, estaba deslizándose suavemente hacia él, quedándose suspendido en el suelo, ningún pie o cara era visible bajo sus túnicas, chupando en la noche.
Tropezando hacia atrás, Harry levantó su varita.
— ¡Expecto patronum!
Una voluta de vapor plateada salió de la punta de la varita y el dementor se entorpeció, pero el hechizo no había trabajado bien; tropezando con sus propios pies, Harry se alejó del dementor, el pánico nublaba su cerebro "concéntrate...".
Un par de grises, escuálidas y costrosas manos emergieron del interior de las túnicas del dementor, avanzando hacia él. Un apresurado ruido llenó los oídos de Harry.
— ¡Expecto patronum!
Su voz sonó débil y distante. Otra voluta de humo plateado, más débil que el anterior, brotó de la varita - no podía hacer nada más, no podía hacer que el hechizo funcionara.
Hubo una risa en el interior de su cabeza, estridente y aguda...
Podía oler el aliento pútrido, frío como la muerte del dementor llenando sus propios pulmones, ahogándolo - "piensa... algo feliz...".
Pero no había ninguna felicidad en su interior. Los gélidos dedos del dementor se estaban cerrando alrededor de su garganta - la aguda risa estaba creciendo más y más fuerte, una voz hablaba en el interior de su cabeza: "Hazle una reverencia a la muerte,
Harry... No habrá dolor... No sabría... Nunca he muerto..."
No volvería a ver a Ron y Hermione nunca más... No volvería a ser de Nina o de Sirius…
Y sus caras estallaron claramente en su cabeza y peleó por respirar.
— ¡EXPECTO PATRONUM!
Un ciervo plateado enorme salió de la punta de la varita de Harry; sus astas se clavaron en el sitio donde el dementor debía tener el corazón; lo lanzó lejos, tan pesado como la oscuridad, y cuando el ciervo volvió a la carga, el dementor se abalanzó lejos, como un murciélago y derrotado.
— ¡POR AQUÍ! - Harry gritó al ciervo. Dándose la vuelta, corrió a toda velocidad por el callejón, agarrando la luz que arrojaba su varita - ¿DUDLEY? ¡DUDLEY!
Había corrido apenas una docena de pasos cuando les alcanzó:
Dudley estaba acurrucado en el suelo, sus brazos le cubrían la cara. Un segundo dementor estaba agazapado encima de él, agarrando sus muñecas con sus escuálidas manos, presionándolas lentamente, casi amorosamente, descendiendo su capucha delante de la cara de Dudley para darle el Beso.
— ¡AGÁRRALO! - chilló Harry, y con un apresurado y fuerte sonido, el ciervo plateado que él había conjurado fue galopando hacia él.
La cara sin ojos del dementor estaba a menos de 3 cm. de la de Dudley cuando un asta plateada lo capturó; la cosa fue lanzada al aire y, como su compañero, planeó lejos y fue absorbido en la
oscuridad; el ciervo galopó hasta el final del callejón y se disolvió en una neblina plateada.
La luna, las estrellas y las farolas volvieron a la vida. Una brisa templada barrió el callejón. Los árboles se agitaban en los jardines vecinos y el rumor de los coches en Magnolia Crescent llenaron el aire de nuevo.
Continuara... :study: [list]
No se xq, si antes salia!! :(
Pero estoy feliz xq ya tengo dos lectoras! :D Ustedes son increibles chicas gracias x leer la nove!
Y sobre todo x comentar, espero les guste este capi ñ__ñ bess!!
2
El adiós & el enfado de Harry. [Parte 1]
El adiós & el enfado de Harry. [Parte 1]
El día más cálido del verano se dibujaba en un cercano y soñoliento silencio, que se extendía por las grandes y cuadradas casas de Privet Drive. Los coches, que generalmente brillaban,
permanecían polvorientos en las entradas de sus casas, y el césped que una vez fue de color verde esmeralda estaba seco y amarillento a causa de la prohibición del uso de las mangueras debido a la sequía. Privados de sus usuales lavados de coche y de el riegue del césped, los habitantes de Privet Drive se habían retirado a la sombra de sus frescas casas, cuyas ventanas estaban abiertas de par en par con la esperanza de tentar una brisa inexistente. La única persona que permanecía en el exterior era un adolescente recostado sobre una mata de flores, en la entrada del número 4.
Harry se encontraba recostado sobre una mata de flores en el jardín de sus tíos, estaba pasando exactamente un mes desde su llegada y Sirius su padrino no había enviado señales de que vendría a buscarlo. Y Harry estaba comenzando a preocuparse mucho, ¿Y si no le habían permitido quedarse con él? claramente los Dursley contaban los días para que se marchara tanto como Harry; pero al parecer aun no sería el momento. También pensaba en Nina de quien no había recibido ninguna lechuza desde aquella despedida en Hogwarts y con quien no dejaba de soñar cada noche; sin olvidar la extraña razón por la que ni Ron ni Hermione le había escrito.
Mientras tanto Harry, se contentaba escuchando las noticias para saber si habría algo de su mundo en ellas. Pero en la tranquilidad de aquella tarde un ensordecedor ruido lo había sacado de sus pensamientos, había sonado como un disparo pero claramente no había nadie ni mucho menos rastros de nada.
— ¿Qué demonios significa eso, chico? - preguntó tío Vernon con una voz ronca que temblaba de furia.
— ¿Qué significa el qué? - dijo Harry fríamente. Siguió mirando de izquierda a derecha por toda la calle, aún con la esperanza de ver a la persona que hizo el ruido.
— Hacer un ruido similar al del disparo de una pistola.
— Yo no hice ese ruido - dijo Harry firmemente.
La delgada cara de tía Petunia, similar a la de un caballo, apareció junto a la ancha y sonrosada de tío Vernon. Ella parecía estar lívida.
— ¿Por qué estabas escondido bajo la ventana?
— ¡Eso es, bien dicho, Petunia! ¿Qué estabas haciendo bajo nuestra la ventana, chico?
— Escuchar las noticias - dijo Harry con voz resignada.
Sus tíos se cambiaron miradas de asombro.
— ¡Escuchando las noticias!, ¿otra vez?
— Bueno, veras, cambian cada día - dijo Harry.
— ¡No te pases de listo conmigo, niño! Quiero saber exactamente qué es lo que te traes entre manos, ¡y no me digas más que estabas escuchando las noticias! Sabes perfectamente que tu mundo...
— Cuidado, Vernon - dijo Petunia, y tío Vernon bajó su voz tanto que Harry apenas podía oírla.
— ¡Tú mundo no está en nuestras noticias!
— Eso es lo que ustedes creen - dijo Harry.
Los Dursley le miraron con los ojos saltones durante unos segundos. Después, tía Petunia dijo:
— Eres un pequeño mentiroso. ¿Qué hacen entonces todas esas - ella también bajó el tono de su voz, y Harry tuvo que leer los labios a tía Petunia para adivinar la siguiente palabra - lechuzas si no te traen las noticias?
— ¡Aja! - Susurró tío Vernon con aire triunfal - ¡Sal de esa, chico!
Como si no supiéramos que consigues todas tus noticias gracias a esos pájaros pestilentes.
Harry vaciló por un momento. Esta vez le costó un poco decir la verdad, si bien sus tíos posiblemente no sabían lo mal que se sentía al admitirlo.
— Las lechuzas... No me están trayendo noticias - dijo atonalmente.
— No me lo creo - dijo tía Petunia de inmediato.
— Yo tampoco - dijo tío Vernon enérgicamente.
— Sabemos que estás tramando algo raro - dijo tía Petunia.- En todo caso ¿Por qué no ha venido tu supuesto padrino a buscarte aun eh?
— No somos estúpidos, ¿sabes? - dijo tío Vernon.
— Eso es una noticia para mí - dijo Harry, y antes de que los Dursley pudieran llamarle de nuevo, se dio la vuelta, cruzó el césped, saltó por encima del muro del jardín y se fue andando a zancadas por la calle.
Esta vez se había metido en problemas, y él lo sabía. Más tarde tendría que enfrentarse con su tío y pagar el precio de su rudeza, pero por el momento eso no le importaba; tenía otras cosas más importantes en su cabeza.
Harry estaba seguro de que el sonido crujiente fue producido por alguien apareciendo y desapareciendo. Era exactamente el sonido que Dobby, el elfo doméstico, hacía cada vez que desaparecía. ¿Era posible que Dobby estuviera en Privet Drive? ¿Podría estar Dobby siguiéndole en ese mismo instante? En cuanto se le ocurrió ese pensamiento, se dio la vuelta y miró fijamente calle abajo, pero parecía completamente desierta y Harry estaba seguro de que Dobby no sabía cómo hacerse invisible.
También pensó en Sirius, sus tíos tenían toda la razón, Sirius aún no se había parecido y mucho menos había dado señales de que vendría a buscarlo.
Anduvo apenas consciente de la ruta que estaba tomando y cada pocos pasos se volvía a mirar sobre su hombro. Algo mágico había estado cerca de él cuando estaba tumbado a lo largo de las agonizantes begonias de Tía Petunia, estaba seguro de ello. ¿Por qué no habían hablado con él, por qué no habían establecido contacto, por qué se estaban escondiendo ahora?
Giró en la esquina hacia Magnolia Crescent; a la mitad del camino pasó delante del estrecho callejón donde había visto a su padrino por primera vez, y se adentró en un oscuro parque infantil.
Harry saltó por encima de la puerta cerrada del parque y salió cruzando la reseca hierba. El parque estaba vacío como las calles de los alrededores. Cuando alcanzó los columpios se sentó en el único que Dudley y sus amigos no habían roto aún, pasó su brazo alrededor de la cadena y miró taciturno al suelo.
Mientras tanto, no había pensado en sus otras inquietudes, tenía inquietantes sueños sobre largos y oscuros corredores, todos con la muerte al final y puertas cerradas con llave, que él suponía que tenían algo que ver con la sensación de atrapado que tenía cuando se despertaba.
Algunas veces la vieja cicatriz en su frente le picaba incómodamente, pero él no era tan tonto como para contárselo a Ron, Hermione o Sirius.
No sabía cuánto tiempo llevaba allí sentado en el columpio cuando las voces de sus meditaciones fueron interrumpidas y miró hacia arriba. Las farolas de las calles de alrededor arrojaban una borrosa luz suficiente para apreciar la silueta de un grupo de gente haciendo su camino a través del parque. Uno de ellos iba cantando fuerte una canción grosera. Los otros iban riéndose. Un suave ruido vino de sus caras bicicletas de carreras.
Harry sabía qué personas eran. La figura al frente era inconfundiblemente la de su primo, Dudley Dursley, poniendo camino a casa acompañado de su fiel pandilla.
Pero ellos no miraron alrededor, no le vieron, pasaron por la verja.
Se puso de pie y se estiró. Tía Petunia y Tío Vernon parecían sentir que cualquier hora a la que Dudley volviera estaba bien, y cualquier momento después de esa hora era demasiado tarde. Tío
Vernon había amenazado con encerrar a Harry en la alacena si él volvía a casa después que Dudley otra vez, por eso, reprimiendo un bostezo, y todavía con el rostro ceñudo, saltó la puerta del parque, aunque Harry se iría a vivir con Sirius; mientras estuviera en casa de los Dursley debía respetar las reglar de los Dursley.
A medio camino la pandilla de Dudley apareció a la vista de nuevo, estaban despidiéndose a la entrada de Magnolia Crescent. Harry se paró a la sombra de una gran lila y esperó.
—...Chillando como un cerdito, ¿no? - decía Malcolm, riéndose a carcajadas con los otros.
— Buen gancho, Gran D - dijo Piers.
— ¿Mañana a la misma hora? - dijo Dudley.
— Pasen por mi casa, mis padres estarán fuera - dijo Gordon.
— Nos vemos entonces - dijo Dudley.
— ¡Adiós Dud!
— ¡Nos vemos, Gran D!
Harry esperó a que el resto de la pandilla se hubiera ido antes de seguir adelante. Cuando sus voces se habían desvanecido una vez más giró la esquina hacia Magnolia Crescent y andando muy rápido pronto acortó la distancia que lo separaba de Dudley, que estaba paseando con alivio, tarareando disonantemente.
— ¡Hey, Gran D!
Dudley se volvió.
— ¡OH! - Gruñó - Eres tú.
— ¿Desde cuando eres Gran D? - dijo Harry.
— Cállate - gruñó Dudley, dándose la vuelta.
— Un nombre bueno - dijo Harry, sonriendo de oreja a oreja y yendo al lado de su primo -. Pero tú siempre serás "Ickle Diddykins" para mí.
— ¡He dicho que TE CALLES! - dijo Dudley, cuyas manos como jamones se habían cerrado en sendos puños.
— ¿No saben los chicos cómo te llama tu mamá?
— Cállate la boca.
— A ella no le dices que cierre la boca. ¿Qué es de "Popkin" y "Dinky Diddydums", los puedo usar entonces?
Dudley no dijo nada. El esfuerzo por mantenerse sin pegar a Harry le estaba llevando toda su fuerza de voluntad.
— ¿Y a quién han estado pegando esta noche? - preguntó Harry, desvaneciendo su amplia sonrisa - ¿Otro niño de diez años? Sé qué a Mark Evans hace dos noches...
— Se lo buscó - gruñó Dudley.
— ¿Ah, sí?
— Fue descarado conmigo.
— ¿Sí? ¿Dijo que parecías un cerdo andando sobre sus patas traseras? Eso no es grosero, Dud, eso es la verdad.
Un músculo se movió incontrolablemente en la mandíbula de Dudley. Esto proporcionó a Harry la enorme satisfacción de saber lo furioso que estaba poniendo a Dudley; sintió que estaba desviando su propia frustración hacia su primo, el único desahogo que tenía.
Giraron a la derecha hacia abajo del estrecho callejón donde Harry había visto por primera a Sirius y que formaba un corte entre Magnolia Crescent y Wisteria Walk. Estaba vacío y mucho más oscuro que las calles porque no había farolas. Sus pasos eran silenciosos entre las paredes de los garajes de un lado y la alta alambrada del otro.
— Te crees un gran hombre llevando es cosa, ¿verdad? —dijo Dudley después de unos segundos.
— ¿Qué cosa?
— Esa cosa que estás escondiendo.
Harry sonrió de nuevo.
— No eres tan estúpido como pareces, ¿no? Pero supongo que si lo fueras, no podrías andar y hablar al mismo tiempo.
Harry sacó su varita. Vio a Dudley mirarla de reojo.
— No lo tienes permitido —dijo Dudley al instante -. Sé que no puedes. Serías expulsado de esa monstruosa escuela a la que vas.
— ¿Cómo sabes que no han cambiado las reglas, Gran D?
— No lo han hecho —dijo Dudley pensando que no sonaba completamente convencido.
Harry se rió suavemente.
— No tienes valentía para jugar contra mí sin esa cosa, ¿no? - dijo Dudley con un gruñido.
— Considerando que necesitas cuatro tipos detrás tuyo antes de pegar a un niño de diez años, ¿sabes que el título de boxeo no puedes seguir manteniéndolo? ¿Qué edad tenía tu oponente? ¿Siete? ¿Ocho?
— Tenía dieciséis, para tu información - gruñó Dudley - y estuvo peleando veinte minutos antes de que acabara con él y era dos veces más pesado que tú. Tan sólo espera a que le cuente a papá que has sacado esa cosa...
— Corriendo con papito ahora, ¿no? ¿Está este genio del boxeo asustándose de la repugnante varita de Harry?
— No eres tan valiente en la noche, ¿verdad? - rió Dudley con cara de desprecio.
— Esta es la noche, Diddykins. Es como nosotros la llamamos cuando todo se pone oscuro así.
— ¡Me refiero a cuando estás en la cama! - Dudley gruñó.
Él había parado de andar. Harry se paró también, mirando fijamente a su primo.
Con la poca luz que les llegaba podía vislumbrar la gran cara de Dudley, extrañamente triunfante.
— ¿Qué quieres decir, que no soy valiente cuando estoy en la cama? - dijo Harry, completamente pasmado - ¿A qué se supone que tengo que tenerle miedo, a almohadas o algo así?
— Te escuché la pasada noche - dijo Dudley entrecortadamente -. Hablando mientras dormías. Gimiendo.
— ¿Qué quieres decir? –repitió Harry, pero con una sensación fría en su estómago. Había visitado el cementerio en sueños la pasada noche, pesadillas en donde Sirius moría, en donde Nina era capturada por alguien y sus mejores amigos estaban en peligro.
Dudley se rió estridentemente, luego adoptó una aguda lloriqueante voz.
— ¡No mates a Sirius! ¡No mates a Sirius! ¿Quién es Sirius? ¿Tu novio?
— Yo… estás mintiendo - dijo Harry automáticamente. Pero su boca estaba ahora seca. Sabía que Dudley no estaba mintiendo.
— ¡Papá! ¡Ayúdame papá! ¡Va a matarme, papá! ¡Boo hoo!
— Cállate - dijo Harry pausadamente -. ¡Cállate, Dudley, te lo advierto!
— ¡Ven y ayúdame papá! ¡Mamá, ven a ayudarme! ¡Tienen a Nina! ¡Nina no te vayas, quédate conmigo, no me dejes! ¡Papá ayúdame! Va a... ¡No apuntes esa cosa hacia mí!
Dudley retrocedió hasta la pared del callejón. Harry estaba apuntando su varita directamente al corazón de Dudley. Harry podía sentir sus quince años de odio hacia Dudley en sus venas.
¿Por qué no le daba ahora su merecido?
— No vueltas a hablarme de eso nunca más - dijo Harry con un gruñido -. ¿Me has entendido?
— Apunta con esa cosa para otro lado
— He dicho ¿me has entendido?
— Apunta para otro lado.
— ¿ME HAS ENTENDIDO?
— PON ESA COSA LEJOS DE...
Dudley hizo un jadeo raro, estremecido, como si hubiera sido sumergido en agua helada.
Algo pasó con la noche. El desparramo de estrellas sobre el cielo azul añil, se volvió de repente en un campo negro, y las luces (las estrellas, la luna y las farolas) desaparecieron.
La oscuridad a su alrededor era total, impenetrable, silenciosa, como si una mano gigante hubiera dado sombra al callejón entero, dejándoles ciegos.
Por una décima de segundo Harry pensó que había hecho magia sin proponérselo, a pesar de que se había estado resistiéndolo con todas sus fuerzas -después la razón llegó a sus sentidos- él no tenía el poder para apagar las estrellas. Giró su cabeza y miró a ambos lados, intentando ver algo, pero la oscuridad presionaba sus ojos como un pesado velo. La aterrorizada voz de Dudley irrumpió en la oreja de Harry.
— ¿Qué estás haciendo? ¡Páralo!
— ¡No estoy haciendo nada! ¡Cállate y no te muevas!
— ¡No puedo ver! ¡Me he quedado ciego! Yo...
— ¡He dicho que te calles!
Harry se levantó girando sus ojos a derecha e izquierda. El frío era tan intenso que estaba tiritando; la piel se le había puesto de gallina y los pelos de la nuca se le habían erizado - abrió sus ojos todo lo que podía, mirando a ciegas alrededor, sin ver nada.
No era posible... Ellos no pueden estar aquí... No en Little Whinging... Agudizó sus oídos... Podría oírlos antes de verlos...
— ¡Se lo diré a papá! - lloriqueó Dudley - ¿Dónde estás? ¿Qué estás ha...
— ¿Te callarás? - siseó Harry - Estoy tratando de escu...
Pero se calló. Acababa de escuchar lo que se estaba temiendo.
Había algo aparte de ellos en el callejón, alguien con sus traqueteantes, roncos alientos. Harry sintió una horrible sacudida y se levantó temblando en el frío aire.
— ¡Para eso! ¡Deja de hacer eso! ¡Te pegaré! ¡Lo juro!
— Dudley, calla...
WHAM
Un puño hizo contacto en un lado de la cabeza de Harry, haciéndole caer. Pequeñas blancas luces aparecieron delante de sus ojos. Por segunda vez en una hora Harry sintió como si su cabeza se hubiera partido en dos; al momento siguiente, había aterrizado en el duro suelo y su varita había volado fuera de su alcance.
— ¡Imbécil! - Harry gritó, sus ojos nublados por el golpe mientras se frotaba sus rodillas y manos, sintiéndose desesperado en la negrura. Escuchó a Dudley golpear la alambrada del callejón y dar un traspié.
— ¡DUDLEY VUELVE! ¡ESTÁS CORRIENDO DERECHO HACIA ESO!
Hubo un horrible chillido y los pasos de Dudley pararon. Al mismo tiempo, Harry sintió deslizarse un frío helado detrás de él, lo que sólo significaba una cosa. Había más de uno.
— ¡DUDLEY MANTÉN TU BOCA CERRADA!¡HAGAS LO QUE HAGAS MANTÉN TU BOCA CERRADA! ¡Varita! - Harry murmuró desesperadamente, con sus manos volando sobre el suelo como arañas - Dónde... Varita... Vamos... ¡lumos!
Dijo el hechizo automáticamente, desesperado porque la luz pudiera ayudarle en su búsqueda - y con aliviada sorpresa, centellas luminosas salieron de su mano derecha - la punta de la varita se había prendido.
Se le revolvió el estómago.
Una figura dominante, con capucha, estaba deslizándose suavemente hacia él, quedándose suspendido en el suelo, ningún pie o cara era visible bajo sus túnicas, chupando en la noche.
Tropezando hacia atrás, Harry levantó su varita.
— ¡Expecto patronum!
Una voluta de vapor plateada salió de la punta de la varita y el dementor se entorpeció, pero el hechizo no había trabajado bien; tropezando con sus propios pies, Harry se alejó del dementor, el pánico nublaba su cerebro "concéntrate...".
Un par de grises, escuálidas y costrosas manos emergieron del interior de las túnicas del dementor, avanzando hacia él. Un apresurado ruido llenó los oídos de Harry.
— ¡Expecto patronum!
Su voz sonó débil y distante. Otra voluta de humo plateado, más débil que el anterior, brotó de la varita - no podía hacer nada más, no podía hacer que el hechizo funcionara.
Hubo una risa en el interior de su cabeza, estridente y aguda...
Podía oler el aliento pútrido, frío como la muerte del dementor llenando sus propios pulmones, ahogándolo - "piensa... algo feliz...".
Pero no había ninguna felicidad en su interior. Los gélidos dedos del dementor se estaban cerrando alrededor de su garganta - la aguda risa estaba creciendo más y más fuerte, una voz hablaba en el interior de su cabeza: "Hazle una reverencia a la muerte,
Harry... No habrá dolor... No sabría... Nunca he muerto..."
No volvería a ver a Ron y Hermione nunca más... No volvería a ser de Nina o de Sirius…
Y sus caras estallaron claramente en su cabeza y peleó por respirar.
— ¡EXPECTO PATRONUM!
Un ciervo plateado enorme salió de la punta de la varita de Harry; sus astas se clavaron en el sitio donde el dementor debía tener el corazón; lo lanzó lejos, tan pesado como la oscuridad, y cuando el ciervo volvió a la carga, el dementor se abalanzó lejos, como un murciélago y derrotado.
— ¡POR AQUÍ! - Harry gritó al ciervo. Dándose la vuelta, corrió a toda velocidad por el callejón, agarrando la luz que arrojaba su varita - ¿DUDLEY? ¡DUDLEY!
Había corrido apenas una docena de pasos cuando les alcanzó:
Dudley estaba acurrucado en el suelo, sus brazos le cubrían la cara. Un segundo dementor estaba agazapado encima de él, agarrando sus muñecas con sus escuálidas manos, presionándolas lentamente, casi amorosamente, descendiendo su capucha delante de la cara de Dudley para darle el Beso.
— ¡AGÁRRALO! - chilló Harry, y con un apresurado y fuerte sonido, el ciervo plateado que él había conjurado fue galopando hacia él.
La cara sin ojos del dementor estaba a menos de 3 cm. de la de Dudley cuando un asta plateada lo capturó; la cosa fue lanzada al aire y, como su compañero, planeó lejos y fue absorbido en la
oscuridad; el ciervo galopó hasta el final del callejón y se disolvió en una neblina plateada.
La luna, las estrellas y las farolas volvieron a la vida. Una brisa templada barrió el callejón. Los árboles se agitaban en los jardines vecinos y el rumor de los coches en Magnolia Crescent llenaron el aire de nuevo.
Continuara... :study: [list]
Última edición por Maay·Wright·Jonas el Vie 02 Mar 2012, 2:17 am, editado 1 vez
TheGirlImpossible
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
hola!!!! ya eh llegado may, me ah encantado los caps!!!! aun me pregunto ¿donde esta nina? espero que la sigas pronto!!!!
ya que todas tus novelas me gustan mucho!!!! besitos y siguela pronto!!!!
ya que todas tus novelas me gustan mucho!!!! besitos y siguela pronto!!!!
~Susie ∞Wallflower∞
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
haaaaaaa! me encantooooooo! :) siguelaaa :D
fefi weasley
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
Nuevaa Lectoraa :P :hi: ! Siguelaa! ¿Donde esta Nina? :scratch: Ya quiero que vuelva a ver a Harry :inlove: ! Me encanta tu novee Siguelaa :P :P !
Invitado
Invitado
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
Me encanto el capitulo ¿cuando aparecerá Nina? :D
!SIGUELA!
!SIGUELA!
Cherry
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
GUA!!!!!!!!!!!!! Ya te extrañaba PERO ME ENCANTARON LOS DOS CAPIS!!!!!!! jeje ademas creo que cuando leo lo que grito harry me senti frustrada como el :roll:
Bueno, jeje Besos
Noemi
Bueno, jeje Besos
Noemi
NoemiPotter
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
Que bueno que Sirius por fin fue por Harry :)
Anque me siento mal por Harry, debe sentirse muy resentido y frustrado :|
¡Ya quiero que aparesca Nina!
Oh, ¿dices que habra motivos para que Nina se ponga celosa? ¡Ya quiero saber cuales son! :D
Siguela lo mas pronto que puedas May!
Anque me siento mal por Harry, debe sentirse muy resentido y frustrado :|
¡Ya quiero que aparesca Nina!
Oh, ¿dices que habra motivos para que Nina se ponga celosa? ¡Ya quiero saber cuales son! :D
Siguela lo mas pronto que puedas May!
Kardashian♡.
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
susie.lily weasley escribió:hola!!!! ya eh llegado may, me ah encantado los caps!!!! aun me pregunto ¿donde esta nina? espero que la sigas pronto!!!!
ya que todas tus novelas me gustan mucho!!!! besitos y siguela pronto!!!!
¡Susiiiiiiiie! :D Holaaa!! Uff ¿donde esta Nina? :O
¡No lo se! >.< ok es mentira, si se :P jaja pronto sabran donde estaa lo prometo!! :twisted:
Graaaaaaaaaaciiias de verdad!! :'D x comentar y x leer mis noves, bess!!
TheGirlImpossible
Re: “Harry Potter & La Orden del Fénix” Harry & Tu [Adaptación] - TERMINADA
fefi weasley escribió:haaaaaaa! me encantooooooo! :) siguelaaa :D
¡Graciias x comentar Fefii! :D
TheGirlImpossible
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