Love is all you need.

Magical Mystery Tour.

El Magical Mystery Tour es karaoke situado en Chinatown, entre el restaurante de Johnny (que prepara los mejores dumplings de la ciudad) y la tienda de antigüedades de Zu-Zu. Fue creado por los jóvenes John Brown y Paul Levin en 1989, dos mejores amigos apasionados por Los Beatles y otras leyendas de la música que opinan que todo es mejor después de una canción. Aunque los comienzos fueron duros, hoy día, 28 años después de la apertura: es uno de los lugares más frecuentados de la Nueva York y ocupa los primeros puestos en las guías turísticas.

Además de su amplio repertorio de canciones, el Magical Mystery Tour ofrece a toda clase artistas la oportunidad de mostrar su talento todos los viernes por la noche. En las noches de conciertos fueron descubiertas estrellas como Red Ruffo y Silver Roads que ahora ocupan los primeros puestos de ventas en el panorama musical.

El establecimiento tiene forma rectangular. Antes de acceder a él hay un vestíbulo, donde encontrarás a Mía, encargada del vestidor, en el que puedes dejar tus pertenencias. En las dobles puertas de metal negras están apostados Ross y Redus, los guardas (más te vale ser amable con ellos, porque sin su visto bueno no podrás acceder al karaoke). Nada más entrar, encontrarás a mano derecha la barra, un cuadrado de cuatro metros de largo y dos de ancho, construida con palets de madera oscuros y cristal tras el que se exhiben botellas de colección limitada que cumplen su función como decoración. Colgando sobre ella y siguiendo su trayectoria, encontramos un mueble del que cuelgan copas y vasos, en color negro. Detrás, ocupando un gran trecho de la pared, hay filas de estanterías con bebidas y adornos. Al lado izquierdo de la barra están los lavabos y al derecho, la cocina.

A lo largo de las paredes laterales se extienden las mesas, las tablas de estas son redondas, simulan vinilos, cada una de ellas tiene grabado el título de un disco que John y Paul consideran obras maestras. Las sillas son de hierro negro, con cojines de color rojo en el asiento para no dejarse las posaderas.  

El suelo de madera negra está tan lustrado que parece de cristal, capta el reflejo de las luces estroboscopicas de diversos colores que provienen de los proyectores anclados en las esquinas del karaoke. Del alto techo pende una gran cantidad bombillas desnudas, agarradas por cables de distinta extensión, sin orden ni concierto. Emiten una apagada luz amarilla, como si fuesen estrellas. Las altas paredes son de ladrillo visto, están decoradas con cuadros, fotografías y plantas.

Al fondo del local, en la pared opuesta a la barra, está el escenario donde se suben a cantar los más intrépidos. Ocupa unos tres metros de largo y unos dos de ancho. Sobre él cuelga una pantalla en la que puedes leer la letra de las canciones. Tras él hay un proyector por el que unas veces se transmiten vídeos musicales o fotografías tomadas allí por los fotógrafos o aportaciones que hacen los clientes a través del blog oficial del Magical Mystery Tour. En el lado izquierdo del escenario está la cabina de los DJS, que se encargan de la iluminación y de poner las mejores canciones cuando el escenario se encuentra vacío. Rodeando el escenario hay puff donde los clientes pueden sentarse a disfrutar de las actuaciones.

El centro ejerce de pista de baile donde los clientes muestran sus mejores movimientos cuando no hay nadie cantando en el escenario.