The Other Raven ▷The Vampire Diaries [s.u.]

Aurora Claire Salvatore, una niña de diecisiete años, a simple vista inocente."-Toda un arma para matar-". Los Salvatore pensaban que estaba muerta; pero se darán cuenta de que nunca lo ha estado y al igual que estos es una vampira. Cuando la encuentren en Mystic Falls tendrán que lidiar con ella, y hacerle saber que no está sola, como ella lo creyó todos estos años. Su problema, es que no los querrá cerca de ella.




Una historia de The Vampire Diaries. Libro Uno. The Raven Chronicles.
 
 
© 2015 - 2016 Bonnie Reynolds. Todos los derechos reservados.

DISCLAIMER: [TRISTEMENTE, NO ME PERTENECE THE VAMPIRE DIARIES. TODOS LOS DERECHOS SON PARA L.J SMITH, JULIE PEC, Y KEVIN WILLIAMSON. YO SOLO RECLAMO MIS PERSONAJES ORIGINALES Y SUS LINEAS EN LA HISTORIA]

—No, no puede ser, Damon—repetía una y otra vez aquella voz suave que pertenecían a las cuerdas vocales de tan solo una niña con once años, su madre estaba muerta. Era muy pequeña, pero entendía perfectamente lo que pasaba y Lillian no iba estar con ellos nunca más.

—Sh...shh, tranquila—susurraba Damon tratando de parar los sollozos de su hermana pequeña. Mientras le acariciaba con suavidad su largo y rojo cabello para tranquilizarla, pero al parecer era imposible. Le dolía verla así, anteriormente, había ido a ver a su otro hermano, pero este parecía a ver ocultado sus emociones como su padre le dijo.

—Cómo quieres que esté tranquila, si madre se fue—dijo Aurora, llorando a más no poder, empañando sus hermosos orbes verdes, obstruyendo su vista. Damon, vio por un momento esos ojos, que siempre poseían un brillo especial, pero ahora por más que intentaban no lo parecía encontrar.

—Hey, hey mírame— llamo él. La pelirroja le hizo caso, levanto su mirada. Analizo su rostro y paro en sus ojos rasgados un tanto diferentes a los suyos, también tenían rastros de lágrimas que luchaban por salir, pero retenía para mantenerse fuerte ante ella —Todo estará bien. Te lo prometo.

— ¿Me lo prometes? —le pregunto evitando llorar, algo tanto inadmisible.

—Sí—Dijo el azabache al momento en el que se abrazaban.


No sabía cuan equivocado estaba.