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El verano se abre paso como gran estímulo adolescente ante el cielo nublado, apagado y sombrío para despertar los llameantes y excitantes deseos que permanecían latentes en cada alma aficionada del potente sol, el calor abrasador y las maravillosas aguas cristalinas de la costa. Los agotados institutos cierran sus puertas por tres meses y tal vez algo más; las fiestas descontroladas comienzan a hacerse diarias y la gente parece verse mucho más feliz.
Un grupo de amigos de la infancia deciden juntarse este año para irse a Hollywood, Florida; en un lugar particularmente privado dónde un chico del conjunto es el dueño legítimo. «¡Excelente mansión veraniega!», fue lo primero que merodeó por las mentes de estos chicos, muy ignorantes a la serie de reacciones en vínculo que se desarrollarían en ese lugar: La propiedad Styles, completa y exclusivamente a su libre disposición.
No se podían adelantar los hechos, pero, claro, siempre se goza de la capacidad de deducciones. Surtir tantas facetas notables en estos chicos podría resultar ser peligroso, e incluso, con el pasar de tantos años como primordial fundamento, se convertiría en una lucha irracional hacía los sentimientos que se incrementarán con el pasar de los días en su compañía. Las complicaciones emocionales formarán parte de su estadía en esa mansión, jugando despacio con su sensatez y control.
Maggie Ravenwood y sus hijos, deciden salvar su integridad familiar casi destruida rentando por las vacaciones de verano un pequeño condominio a las afueras de la mansión Styles; bueno, paralelamente cerca. Para los jóvenes de la mansión serán un fuerte dolor de cabeza, una molestia adherida al zapato, goma de mascar en el cabello. Al contrario de las chicas, que razonaran más de una vez para derretirse en sus ojos verdes, todos extrañamente de una misma tonalidad, esos pechos corpulentos y suaves a la corta edad de diecisiete años, sin contar esas sonrisas que podrían robarles el aliento enseguida.
Entonces, ¿Todos los problemas se podrán optimizar con el verano y el amor?
Un grupo de amigos de la infancia deciden juntarse este año para irse a Hollywood, Florida; en un lugar particularmente privado dónde un chico del conjunto es el dueño legítimo. «¡Excelente mansión veraniega!», fue lo primero que merodeó por las mentes de estos chicos, muy ignorantes a la serie de reacciones en vínculo que se desarrollarían en ese lugar: La propiedad Styles, completa y exclusivamente a su libre disposición.
No se podían adelantar los hechos, pero, claro, siempre se goza de la capacidad de deducciones. Surtir tantas facetas notables en estos chicos podría resultar ser peligroso, e incluso, con el pasar de tantos años como primordial fundamento, se convertiría en una lucha irracional hacía los sentimientos que se incrementarán con el pasar de los días en su compañía. Las complicaciones emocionales formarán parte de su estadía en esa mansión, jugando despacio con su sensatez y control.
Maggie Ravenwood y sus hijos, deciden salvar su integridad familiar casi destruida rentando por las vacaciones de verano un pequeño condominio a las afueras de la mansión Styles; bueno, paralelamente cerca. Para los jóvenes de la mansión serán un fuerte dolor de cabeza, una molestia adherida al zapato, goma de mascar en el cabello. Al contrario de las chicas, que razonaran más de una vez para derretirse en sus ojos verdes, todos extrañamente de una misma tonalidad, esos pechos corpulentos y suaves a la corta edad de diecisiete años, sin contar esas sonrisas que podrían robarles el aliento enseguida.
Entonces, ¿Todos los problemas se podrán optimizar con el verano y el amor?
» Almost inhuman hearts.
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