iPhone. l.h.

Donde una fanática de los musicales y un fanático del punk-rock intercambian canciones de sus iPhones.
“Eres solo una fanática loca de los musicales.” Me miro con los ojos entrecerrados.
“Y tu un idiota más que se hace el Punk-Rock”

[marcie]
Había dos razones por las cuales estaba irritada. Uno: mi madre me había dicho que me vendría a recoger hace una hora y media; no podía confiar en ella y que no me quisiera comprar un auto porque decía que no era responsable me había hervido la sangre. ¡Ella era la única irresponsable! Dios, no podía odiarla, era mi madre y la amaba, pero por dios, tenia una hija ¡Que madurara!
Segundo: estaba escuchando tranquilamente la voz melodiosa de Tarja Turunem y a una de mis bandas favoritas cantar el fantasma de la ópera, cuando un chico –con el mismo iPhone que el mío-Se sentó con la música a fondo causando un ruido estruendoso y molesto.
No era que me molestara la música que los demás escucharan, pero prefería tener mi propio espacio para escuchar música y así disfrutar sola de algo melodioso. Pero el chico no parecía entenderlo y se dio cuenta que lo estaba mirando.
Era guapo, había que admitirlo. Tenía el cabello rubio, peinado hacia arriba; ojos azules que lo hacían ver como la profundidad del océano y la piel blanca; sus labios eran normales y llevaba un piercing igual al que yo tenía puesto.
Levanto una ceja, se había dado cuenta de que yo lo estaba mirando.
“¿Te debo algo?” Me hablo con una voz profunda, mientras paraba la música.
“No, pero tu música me molesta.” Lo mire con rudeza “Si la mantienes baja, me haría bien.”
“Tú también estas escuchando música fuerte.” Frunció el ceño “Y no de la buena…”
Abrí los ojos y la boca lo más que podía, mostrándome ofendida. Odiaba que me molestaran por mis gustos.
“Lo tuyo solo es ruido” Dije, tratando de defenderme. “No creo que hayan ganado premios por talento”
“Eres solo una fanática loca de los musicales.” Me miro con los ojos entrecerrados.
“Y tu un idiota más que se hace el Punk-Rock”

[luke]
Le chica que estaba a mi lado, se había colocado ambos auriculares. Parecía enojada pero a la vez contenta de poder haberme ignorado con ambos auriculares; tome mi iPhone e hice unos cuantos movimientos hasta llegar a la carpeta de playlist.
Cuando encontré la canción que necesitaba, apreté en el botón “enviar vía bluetooth”. Como había deducido al ver el teléfono de la chica, su estado de envío estaba encendido; sonreí, tal vez no era la música que le gustaba pero era la que me gustaba a mí y me parecía buena. No, no me parecía, era la mejor.
Backseat serenade comenzó a sonar en los oídos de la chica. Tenía el ceño fruncido porque seguramente no tenía la mínima idea de que yo había sido el causante de que All time low estuviera en su iPhone.
Suspiro al escuchar mi risa. Su cara había sido buena para una foto; estaba seguro de que la música no le gustaba para nada y que se encontrara en su aparato le gustaba menos.
Cuando su boca se abrió para decir algo, su iPhone comenzó a sonar avisando de que alguien la estaba llamando.
“Te salvaste de esta” susurró entre dientes, mientras se alejaba para hablar.

[marcie]
"Gracias a Dios contestas, Marcie" Grito mi amiga, exagerando, como siempre. "¿Donde estas? Fui a tu casa, pero tu madre me dijo que no estabas y que no sabia donde te habías metido."
Golpee mi frente, esa mujer era una loca de remate. Se supondría que mi madre tenia que ir a buscarme, y resultaba que yo tenia la culpa de no haber aparecido.
"¡Mi madre esta loca, Shinne!" Levanté mi brazo libre. "Hace una hora y media que la estoy esperando para que venga a recogerme en el parque, y aun no aparece." Suspiro "Creo que la matare, bueno, ¿Puedes venir a buscarme?"
"Okay, no hay problema" Una bocina se escucha al otro lado de la linea, unas cuantas. "Pero tendrás que esperarme, la autopista es una odisea."
"No interesa, con que me vengas a buscar no hay problema alguno" Tenia la cabeza hecha un nudo. "Por favor, pasa por la farmacia y cómprame una de esas pastillas para el dolor de cabeza, no aguanto más"
"Okay, no tardo mucho o eso espero. Te quiero, idiota"
"Si, lo que digas. Igual." Y cuelgo.
Caminé unos cuantos pasos hasta llegar al lado del chico, y puse mi trasero tan de repente en el asiento que luego me temblaba hasta la punta de mi pie.
Me tomo unos cuantos segundos darme cuenta de que el era el causante de esa estruendosa música en mi aparato. Era momento de devolver el favor. Busque mis playlist y encontré la que necesitaba, I dream a dream era una de mis canciones favoritas y les miserables era mi segundo musical favorito.
Me tomó unos cuantos minutos encontrar el bluetooth del chico abierto. Como nombre llevaba "Luke1996" No era difícil de identificar, era el que mejor señal tenía. Luego de unos segundos, la música había llegado al iPhone del chico.
Y no me había dado cuenta, de que algo nuevo podría pasar luego de darnos cuenta los parecidos que eramos.

[luke]
Trate de no poner una cara rara cuando una canción que no conocía se infiltró en mi iPhone. Era obviamente, enviada por Marceline. ¿Como sabia su nombre? Su bluetooth la delataba, llevaba un Marceline en letras mayúsculas y la misma fecha que mi nombre de red.
Ambos, seguramente, teníamos la misma edad. La canción me gusto, no lo podía negar; pero no iba a perder tan fácil; podía jugar al mismo juego que ella.
Abrí nuevamente la playlist y seleccione una canción de Black Veil Brides. Otro de mis grupos favoritos y la envié. También aproveche y la coloque para escucharla.
La cara de Marcie no era tan enojada, al contrario, traía una sonrisa gigante. Fruncí el ceño, pensé que se enojaría nuevamente pero me equivoque; mi objetivo había fallado.
"¿Te das cuenta de que acabas de enviarme una canción de uno de mis grupos favoritos?" Sonrió de costado. "Fui a sus conciertos, no hay nada que me moleste en esto, Luke."
Sonreí, por lo menos no tenía que aguantar más canciones.
"Quita esa sonrisa, igualmente te mandaré canciones si sigues haciéndolo." Gruñó.
Sonreí aun más. Esa chica me caía bien, bueno, bastante bien. Necesitaba parar si quería conocerla mejor y algo me decía que no tenía mucho tiempo.
Y no estaba equivocado.

[marcie]
Tomé otra de unas tantas canciones y se la pasé. No me fijé tampoco el nombre de la canción, no me interesaba, quería saber quien era Luke. Necesitaba saber más que su nombre y sus gustos. Quería conocerlo.
"¿Como es tu nombre completo?" Pregunté sin pensarlo.
"Te lo diré con el riesgo de que me busques en Facebook, te vuelvas obsesiva conmigo y me violes y asesines. Pero te lo diré." Levanté mi ceja derecha. "Luke Robert Hemmings."
"'¿Privilegiada?" Levanté ambas cejas.
"Mucho." Sacó un cigarrillo. "¿Y tu nombre?"
"Lo digo con los mismos riesgos. Marceline Elizabeth Hood." Sonreí.
Luke se colocó el cigarrillo y lo prendió con un encendedor rojo con una figura de blink-182. Me reí mientras que el me ofrecía, hace años que había dejado esa manía de fumar pero lo tomé de todas formas, dejando a la nicotina correr por mi garganta.
Coloqué mi cabello detrás de la oreja, hace poco me lo había teñido de castaño oscuro, cuando mi color natural era el rubio. No tenía intención alguna de dejar de hacer lo que quisiera con mi cabello, pero nunca se me había ocurrido ese color y de verdad que me gustaba como me quedaba.
Miré a mi alrededor. El parque estaba bastante tranquilo para la hora que era, los niños jugaban con una pelota y las niñas corrían, tratando de alcanzar las mariposas que revoloteaban por sus cabellos. Sonreí, todos estaban felices e incluso yo.
Luke se quedo observándome los siguientes 20 minutos, parecía buscar algo y yo no lograba entender lo que quería descifrar.
"Voy a intentar algo." Susurró acercándose.
Levante la ceja, en señal de que me parecían raras sus palabras y su cercanía.
Hasta que finalmente entendí, Luke Hemmings, el chico Punk-Rock me estaba besando.

[luke]
Tome su cara con mis dos manos y la solté cinco segundos después. La había besado, era un raro de porquería, la conocía de hace unas horas y ya la estaba besando.
Eras un puto genio, Luke.
Puse cara de arrepentido, me sentía como un real idiota y ella solo se dio vuelta y se sentó, mirando en dirección de la ruta. Entrecerré los ojos, ¿Acaso besaba tan mal?
Marcie llevaba una hora sin hablarme, otra dura y larga hora. Así que tomé mi iPhone y mandé otra de mis canciones favoritas. Ella me miró, tratando de decifrar si la canción solo era coincidencia o la había mandado con un propósito. Definitivamente era la última.
"¿Puedes parar de mirarme?" Se dio vuelta. "Es incómodo."
"Lo siento, trataré de no hacerlo." Levanté ambos brazos, tratando de demostrar mis intenciones.
Marcie dio vuelta los ojos y siguió mirando a la ruta. Parecía que esperaba a alguien y bueno, por lo que sabía, su madre no había llegad aun.
"¡Te dije que pares de mirarme!" Me grito.
"¡Acabo de besarte, no puedo hacer como que nada pasó!" Exploté. "Lo siento, pero no puedo dejar pasar algo que hice y que es muy probable que te disgustó. Lo lamento, no quiero ser solo un lanzado más, pero ¡Eres demasiado hermosa!" Va lo dije.
Levantó ambas cejas, demostrando que se había impresionado. Pero no estaba segura de mis palabras, podía notarlo.
"Trata de no verme como un mentiroso, acabo de arruinar mi reputación delante de ti." Y me volví a acomodar en el asiento de madera.

[marcie]
Traté de no emocionarme demasiado cuando me dijo eso, era muy probable que solo me quería para sexo y me usara como trapo.
Cuando recibí su canción me sentí intimidada y no quería que su canción fuera la última por lo que envié otra más, con la esperanza de que todo terminara, que Shinne llegara con mis pastillas y volver a casa para regañar a mi madre y dormir todo lo que restaba del día.
Memory empezó a sonar en el iPhone de Luke, sin auriculares, haciendo que ambos escucháramos el melodioso sonido. Hace tiempo que tenía ganas de escuchar esa canción con libertad y sin vergüenza de que nadie me mirara raro por escuchar música sola.
Miré a Luke, este tenía los ojos cerrados y movía la cabeza de un lado a otro. Parecía que la música de verdad le gustaba y movía los dedos, imitando a un piano invisible y sonriendo de vez en cuando.
Tal vez no era malo después de todo. Tal vez, solo era un idiota más.
"Se que me estas mirando, Marcie." Sonrió sin mostrar los dientes y aun con los ojos cerrados.
Me quedaba solo con lo idiota.

[luke]
Mientras se mandaba mi canción, miraba a Marceline. Era particularmente hermosa, pero no de la forma normal.
Tenía un cabello sedoso y oscuro, aunque las raíces reflejaban que era rubia, no estaba bien teñida pero la hacía ver linda y diferente.
Sus ojos eran violetas, bastante raros pero profundos y te podías perder en ellos. Sus labios eran gruesos pero no de forma exagerada, poseía hoyuelos.
De contextura física pude notar que no era extremadamente flaca, tenía sus curvas y sobresalían unos buenos atributos. Sonreí, me gustaban las diferentes.
Sin que ella se diera cuenta, le saque una foto. Parecía que estaba posando verdaderamente para ello pero no, simplemente me estaba ignorando.
"Más vale que borres esa foto de tu maldito iPhone, Hemmings." Gruñó. Por unos segundos me pareció que estaba feliz.
"No, Hood." le sonreí.
"Borrarla, ahora." Gruñió.
Me acerqué a ella "Obligame."
Y así fue como pasó, me estaba besando de nuevo.

[marcie]
Mientras besaba a Luke, tomé el iPhone de sus manos así dando por acabado el beso. Sonreí inocente, esperaba que se diera cuenta después de haberlo arrojado lejos.
"Marceline, quiero que me devuelvas mi iPhone." Escuche que decía con la voz gruesa.
Sonreí de nuevo y me pare, arrojando el teléfono hacia los arboles más lejanos. Mi brazo seguía siendo bueno, por lo que reí mientras que Luke se tomaba la cabeza con las manos.
"¡Voy a matarte!" Gritó mientras iba por el teléfono.
Reía a carcajadas, cuando vi que una pelota se dirigía a la calle. Los niños lloraban, por lo que corrí para tomarla; parecía que nadie iba a pasar, todo estaba en silencio y no creía tener tan mala suerte.
Estaba tomando la pelota cuando escuche la voz de Luke.
"¡Marcie!"
Me giré y traté de levantarme, pero fue muy rápido. Las llantas del auto ya habían pasado sobre mi cuerpo.

[luke]
Grité con todas mis fuerzas al ver como el carro pasaba sobre el cuerpo de Marcie. Las lágrimas caían de mis ojos y no me dejaban ver con claridad.
El conductor del auto bajó a toda prisa, con el teléfono en mano.
"¡Llama a una puta ambulancia!" Le grité.
Pero ya era tarde para todo. Para descubrir mis sentimientos, para salvarla, para amarla, para concerla, para decirle cosas lindas y para abrazarla y llenarla de besos.
Era tarde, ella estaba muerta. Marcie, estaba muerta.

diez meses después.

Luke había recordado cada día ir a visitar el banco del parque. La madre de Marcie había colocado una placa en ese lugar y lo había decorado con muchas flores, dando así, un mural de fotos y mensajes de allegados a la chica.
Luke se encontraba recorriendo el parque, hasta que decidió sentarse debajo de los arboles más grandes mientras se descargaba.
Habían pasado ya diez meses y aun no se había ido a comprar ningún teléfono nuevo. No le veía el caso, odiaba ver a esos aparatos porque todo le recordaba a ella y el accidente.
Golpeó con todas fuerzas al árbol en el que estaba apoyado, tan fuerte que las ramas se sacudieron y dejaron caer un aparato que el conocía muy bien. Era su iPhone.
Revisó si aun tenía batería, 10% era lo que indicaba la pantalla. Lo desbloqueó, aun estaba abierta la imagen de Marcie. Lloró en ella hasta que la batería se agotó por completo.
Luego se dio cuenta que tenía una parte de ella, estaba feliz de poder haberlo encontrado. Un pedazo de Marcie estaba en ese pequeño aparato y sonrió, nada podía hacerlo más feliz.