-¿Verdad o reto?- preguntó la castaña a la pelirroja. Las demás compinches del grupo de amigas que formaban estaban pendientes de la respuesta de su amiga.
-Verdad- respondió segura, era eso o hacer la mayor cosa vergonzosa del mundo. Eso no, ella tenia orgullo como dignidad.
-Oh- abrió la boca con respuesta la castaña, para después poner una sonrisa burlona- pareceré como una puberta chismosa, pero, ¿quien te gusta, Lauren?- cuestiono haciendo un baile con sus cejas haciendo reir a las demás mientras que la pecosa dudaba si decir la verdad o decir una mentira piadosa.
Suspiró al ya saber que decir.
-Me gust-a- tocio al atragantarse con su propia saliva, estaba nerviosa- Andrew- susurro lo ultimo bajando la mirada hacia sus manos las cuales se movían con intranquilidad. El silencio reino por la sala, solo se escuchaban los ciertos sonidos que hacían los carros al pasar por la calle.
-¿Andrew Zumark?- habló la peli-negra rompiendo el silencio que se había formado hace unos segundos. La pelirroja asintió lentamente, temiendo a que sus mejores amigas se burlaran de ella.
-Pues..- comentó la rubia de su amiga con cierto tono sarcástico en la voz- bienvenida al club- estrecho su brazo enrollándola en su cuello y hombros.
-¿Club?- apretó los labios formando una fina linea, no entendía nada.
-Como veras mi querida, Lauren- finalmente hablaba la castaña cobriza- todas las presentes en esta habitación estamos locas por ese dios griego de la escuela- se mordió el labio con ansiedad. Lauren frunció aun mas el ceño, primero se lo había tomado como una de las varias bromas que hacían entre ellas, pero esta vez no era así. Esto si era real. Cuando se trata de un chico, todo va en serio y mas cuando es un joven tan apuesto y popular de la escuela.
Ha comenzado la guerra. Sin que ellas lo sepan.
La guerra del amor y la amistad.