After Midnight

Dennis y Zayn aprovechan que es un día fresco, apenas siendo las diez de la mañana, y que el resto de las personas de la casa duermen para salir con el propósito de dar una vuelta por el pueblo. La caminata de pocos kilómetros hasta el centro del pueblo no los cansa mucho, puesto que se entretienen hablando de temas triviales o simplemente mirando sus alrededores. Le da curiosidad la casa de sus vecinos, que está a unos cuantos metros de la casa —separadas únicamente por el enorme patio lateral.

—¿Crees que haya algún café por aquí? Se me antoja comprar algo de comer —dice el chico, mirando hacia ambos lados de la calle por la que están a punto de cruzar.
—Solo hay una manera de saberlo —la rubia se encoge de hombros y decide seguir su instinto, doblando hacia la izquierda para avanzar por la hilera de casas.

Como es de esperarse, no hay muchas personas afuera —unos cuantos niños jugando a la pelota con un par de madres sentadas en banquetas. Suponen que habrá más actividad una vez que lleguen al centro del pueblo, donde hay una estatua y diferentes calles que llevan a diferentes partes del lugar. Por ejemplo, están seguros de que andan caminando por la calle que lleva a las viviendas. Por lo recorrido en días anteriores en el vehículo, saben que hay una que llevaba al supermercado y el área comercial, donde con suerte, habría un café o algún restaurante.

Dennis, perceptiva como siempre, absorbe cada detalle que puede mientras avanzan su caminata por las calles. Hay algo que, desde que visitó el pueblo por primera vez, no le cuadra sobre el ambiente. No sabe si es por el hecho de que cosas raras siempre pasan en la noche o si simplemente es el cambio de estado.

—¡Hola chicos! —la voz de Annika los sorprende, haciendo que Dennis de un pequeño salto en su lugar y Zayn se gire a verla rápidamente.

La peli-marrón les sonríe con su simpatía característica y termina de bajar los escalones del pórtico de la que parece ser su casa. Detrás de ella viene un muchacho que ninguno de los dos reconoce.

—Este es Jeremiah—lo introduce por su nombre completo, ya que conoce a su amigo y sabe su incomodidad cuando gente que apenas conoce lo llama por su apodo. Jere los saluda con una breve inclinación de la cabeza. — Estos son Dennis y Zayn. ¿Qué hacen por aquí, chicos?
—Solo estábamos conociendo un poco más las calles —responde Zayn, encogiéndose de hombros.
—Y nos preguntamos si hay algún café, Zayn extraña la cafeína de Starbucks —agrega la rubia, ladea la cabeza y le dedica una media sonrisa con los labios juntos a Annika.

Esa chica le agrada. Parece lo suficientemente genuina y amable, aunque tal vez demasiado alegre.

—Oh, ¿les molesta si vamos con ustedes? Así les damos un pequeño tour —ofrece la “hija” del sacerdote, sonriéndole de vuelta.

Jeremiah no pasa desapercibido como ella lo incluye en su recorrido, pero no le molesta. No tiene más nada que hacer y, además de que sabe que conocería a los dueños de la casa Halminton tarde o temprano. Tampoco es que busque ir a su casa —últimamente ese es el peor lugar donde querría estar. Los mensajes de las almas que puede sentir desde muy temprana edad, a los que se ha acostumbrado (dentro de lo que cabe), como le ha sido posible, han aumentado considerablemente estos últimos días.

No importa la hora o el momento, sentía como una distintiva alma trataba de comunicarse con él. No puede saber quién es con exactitud o que quiere, porque para eso necesita algo de la persona —sin embargo, en sus sueños, percibe cosas anormales. Justo antes de sucumbir a la inconsciencia, siente ese frío calarse por su espina dorsal hasta su cerebro. En los sueños, escucha voces de alguien —pero no puede distinguir que le piden que haga.

Se está volviendo frustrante y no tiene ganas de lidiar con nada de eso.

Annika es la que más habla en todo el camino. Pregunta sobre los demás chicos, con lo que él se da cuenta de que la casa creída maldita aloja muchos invitados después de mucho tiempo en solitud. No sabe que pensar sobre esto, pues muchas personas —casi todo el pueblo— conocen la historia, las maldiciones, los asesinatos y muertes, que conforman el historial de la recién comprada casa.
Una de las maneras de confirmar que el hecho es más que real, está en cómo el sacerdote le ha pedido a Annika que vaya a la casa de los Halminton a “darles la bienvenida” con el propósito de estudiar los sucesos que ocurren en la casa.

Alrededor de una hora y media después, los celulares de Zayn y Dennis suenan al unísono, interrumpiendo la charla de Annika sobre la Estatua que está en el centro del pueblo. Basta con solo una mirada para saber que son los chicos, preguntándose donde están. Alaska le ha mandado un mensaje a la pequeña, diciendo: “¿Por qué no me despertaste, rubia? ¿Acaso ya no soy tu prima favorita?” acompañado de una enorme cara triste. Eso la hace sonreír, pues sabe que solo está bromeando. Le manda un mensaje con una foto de donde están ella y Zayn al momento, invitándolos a unírseles.

Por otro lado, Oliver decide llamar a Zayn.

—Estamos en el centro, donde está la estatua —le explica pacientemente el moreno. Hace una pausa y rueda los ojos, con exasperación. — ¿Eres idiota? Sabes que no es así, Oliver —le recrimina, al instante ganándose una mirada curiosa de los otros tres.
¿Zayn, insultando? Dennis sabe que aunque sea pacifico, irritarlo es muy fácil —más cuando Oliver se propone fastidiar.
—Mira, ya te dije dónde estamos, así que alístense y vengan. Ya deja de joder —espeta perezosamente, pero la seriedad no abandona su tono.

Cuelga la llamada e introduce su celular en el bolsillo trasero de su pantalón.

—Lo siento, a veces tengo que lidiar así con el —se encoge de hombros y desvía la mirada hacia otro lado.

Annie sonríe, enternecida con la actitud del muchacho. Decide hablar de otra cosa para esperar a que llegue el resto y así terminar de contar la historia a todos. Es una muchacha muy orgullosa del conocimiento que posee y su simpatía la hace agradable a todo el mundo.
No obstante, una vocecita le recuerda a menudo cual fue la ‘misión’ que le ha sido encargada y su verdadera razón de acercarse a los Halminton —aun cuando este reacia a aceptarlo.

—¡Eh, chicos!

Los cuatro giran la cabeza, pensando que eran los Halminton y sus amigos; sin embargo, se encuentran con una chica peli-marrón y un rubio avanzando hacia ellos. Dennis reconoce a Calypso, porque ese nombre es difícil de olvidar y se le hace muy interesante que se llame de esa manera. A su lado esta uno de los muchachos que estaba en su casa el día en que vieron la película.

—¿Con que conociendo el pueblo, eh? —sonríe Leo, saludando primero a los recién llegados y después a los que considera amigos.
—Sí, les estoy dando un tour —sonríe emocionada Annie. — Jer aquí, ha decidido ser una tumba y no abrir la boca ni para reírse —rueda los ojos y señala a su amigo con la mano abierta, riéndose cuando recibe una mirada reprochante por parte de él.
—Pues yo te ayudo.
—¿Ya les hablaste sobre las leyendas de Salem? —inquiere Calypso con una sonrisa de oreja a oreja.

Dennis ladea la cabeza y la mira curiosa, mientras Zayn solo rueda los ojos —él sabe muy bien de qué habla, Oliver no ha parado de hablar sobre eso desde que pisaron el pueblo. Por otro lado, Jeremiah trata de no dejar ver que se tensa y a Annika le brillan los ojos con diversión.

—¿Cuáles leyendas? —pregunta la rubia.
—Oh, una mente nueva —se pavonea la chica. — Yo te cuento todo, tranquila.
—¿Todo sobre qué?
—¡Por fin los encontramos! Oliver se perdió, por idiota, no sabe conducir y- ¡oye! —los chicos se voltearon para ahora encontrarse con el grupo que habita en la casa Halminton. Cora es la que estaba exclamando, quejándose cuando Oliver la pellizca en la mejilla por estar hablando mal de él.
—Es solo que aun soy nuevo aquí, así que cállate.
—Alaska, enséñale  a tu hermano modales, por favor.
—Cariño, Oliver no sabe lo que es eso —interfiere Liam, sonriendo con burla.

Se gana un golpe de su amigo, que provoca las risas de los demás.

Después de un entretenido día paseando por el pueblo, los ocupantes de la casa Halminton regresa a la misma, listos para cenar e ir a la cama. Ninguno puede quejarse de lo divertido que fue el día. No después de que Calypso comenzara a narrar historias sobre las leyendas y mitos de Salem, aunque solo les ha contado la parte de los ritos y casamientos de las creídas brujas.

Ninguno de ellos lo sabe, pero fue detenida por Annika, cuando le hizo saber que sobre la maldición de su casa no puede decirse nada aun. No lo entendio y es algo que nadie comprende por el momento; sin embargo, Annika (y tal vez Travis, aunque no se apareció ese día) pretende mantener las ordenes de su padre. Ella misma quiere averiguar que están planeando las autoridades des pueblo, porque presiente que hay algo de lo que no está enterada.

Después de desearles las buenas noches a todos, Dennis sube a su habitación y se coloca su vestimenta para dormir: camiseta de the script, pantalones joggins de color gris y calcetines de rallas azul y blanco. A pesar de que es verano en Salem, la temperatura en las noches desciende considerablemente —y ella ya es friolenta, por lo que simplemente toma medidas que sabe que necesita.

Hace su oración rutinaria y da las buenas noches a sus difuntos padres. No sabe por qué, pero siempre ha tenido esa corazonada de que ellos la observan y la cuidan. Y le gusta hablarles de vez en cuando.

Se deja llevar a la inconsciencia y deja que su mente deambule en el mundo de los sueños, sin darse cuenta de la presencia que la acompaña en la habitación.

Un toqueteo la despierta.
Posee sueno ligero, por lo que está segura de que ha sentido un toqueteo cuando su mente vuelve a estar despierta. No abre los ojos y se queda lo más quieta posible. No esta exaltada, pero siente como el latido de su corazón ha aumentado.

Decide que solo ha sido otra rareza de la vida y está dispuesta a irse a dormir otra vez. Sin embargo, siente otro toqueteo. Algo recorre su coronilla, luego baja por su hombro y llega hasta su brazo. Es casi como una…caricia. Y ahora si está más que despierta. Abre los ojos e inspecciona la habitación con cuidado, mientras sus dedos agarran con firmeza la sabana alrededor de ella.

¿Qué rayos…?

Se encuentra medio sentada, apoyada en sus codos, mirando hacia todos lados buscando algo que no pegue con su habitación.
Y ahí es cuando siente otra cosa: la caricia va dirigida a su cuello, trazando el collar que le regalo su madre. Un escalofrió recorre toda su columna, pero su rostro sigue inexpresivo.

Sin dudarlo un segundo, toma su celular y aprovechando que ya trae medias puestas, saca sus botas grises y se las pone. No se pone a pensar en que pueda aparecerle estando fuera de la casa a estas horas, solo baja las escaleras con rumbo a la puerta de entrada. Y es que, después de haber sobrevivido un accidente como el que ella sufrió, uno termina temiéndole a casi nada.

Camina lejos de la casa, con demasiados pensamientos en la cabeza. Se abraza cuando la fría brisa choca contra su piel, calándose a sus huesos. Sigue caminando.

¿Qué fue eso? ¿Qué fue eso?

Avanza hasta un tronco tirado en el suelo. Es un lugar que se usa para hacer fogatas, les había explicado Annie. El sitio esta casualmente ubicado entre el área verde que divide las dos casas que están a las afueras del pueblo.

Lleva ambas manos a su rostro y cierra los ojos. En los siguientes momentos, se dedica a tranquilizar los latidos de su corazón tomando respiraciones lentas. Pero su ritmo cardiaco aumenta de nuevo cuando, de repente, escucha los pasos de alguien acercándose a ella.
Se levanta del tronco y se gira hacia el extraño, y no sabe si sentirse aliviada o más extrañada cuando Jeremiah ilumina su rostro con la linterna de su celular.

—¿Qué estás haciendo aquí? —la pregunta sale como un murmuro sin emociones, siendo ese su único tono de voz; pero sus ojos y la mueca de sus labios logran expresarlo todo de una manera más vivaz.
—Soy tu vecino —explica el alegando a lo obvio. Aunque con voz más grave, el mismo tono frío le pertenece.

Para sorpresa de él, la muchacha asiente (o eso distingue, debido a la oscuridad) y vuelve a sentarse en el tronco del árbol. Le toma desprevenido porque, de una forma u otra, todas las mujeres que conoce o ha conocido siempre son metidas. Entiéndase, siempre preguntan —sobre lo que sea. Y hablan sin parar.

Supongo que ella es diferente.

Así que se sienta a su lado y decide hacerle compañía. No es que tenga ganas de volver a dormir, de todos modos.

Se dedica a mirarla en silencio. La estudia con meticulosidad. Por como su respiración parece agitada y sus ojos expresan tormento, está seguro de que las actividades en la casa maldita han comenzado a tomar lugar. No hay otra explicación más lógica.

—¿Por qué estas afuera a esta hora? —pregunta él, con curiosidad genuina.

No es común que alguien salga a la nada en el comienzo de la madrugada cuando puede estar en su casa, “a salvo”.

—Te puedo hacer la misma pregunta —replica ella, sin dirigirle la mirada.

El muchacho decide quedarse callado por un momento. La verdad es que, sus sueños se están volviendo tormentosos al no poder tener algo de la pertenencia del alma que trata de comunicarse con él. No está acostumbrado a eso y no quiere soportarlo. Por eso, estar en el pórtico de su casa hasta el amanecer le parece mucho mejor. Por esa parte de su casa, nunca han ocurrido acontecimientos inexplicables —algo de lo que en verdad se alivia. Y desde ahí pudo observar como una sombra pequeña se acercó hasta los troncos.

—No podía dormir —responde al fin.
—A mí me despertó una pesadilla —se encoge de hombros. De pronto, se le ocurre algo. Lo mira, o lo que puede distinguir— Dime algo, ¿Qué pasa con este lugar?

La pregunta lo toma desprevenido. Abre la boca y cuando no encuentra una respuesta para darle, sella sus labios. Vuelve a detallarla, dándose la razón con respecto a la afirmación de antes, pues esta chica es demasiado diferente de las que conoce.

—Mucho más de lo que te imaginas.

En adición a las disculpas(?) vengo yo.
Leí todos sus comentarios, nenas, no saben lo emocionada que me ponen ;-; es que no pensé que les gustaría tanto y aw, ¡de verdad muchísimas gracias! Amo que les guste Dennis :’)

Nana, no te enamores de él, recuerda que está interesada en otra(?)
Andy: lo siento amore :( Primero, espero que estés bien linda. Lo que pasa fue que me confundí, creí que Lía subiría después de mí como no subió de primera, pero paso al final de la ronda. Amo que te haya gustado y muchísimas gracias, linda No te disculpes por Annika, ella es un amor Y eso sobre que él le cuente, hm, hay que esperar para ver
Kate: tu comentario me hizo poner roja y me emociono tanto que que que eres genial, mujer, muchísimas gracias. Me encanta que te guste tanto Dennis :’) Y pues, no puedo revelar la identidad del alma, tal vez más adelante JAJAJAJ si, trate de incorporar todos los personajes que me llegaron a la mente, me alegra que te haya gustado eso
Mori de la risa con lo del dibujo animado, en serio
Ame tu comentario, gracias <3
Adry: Tranquila nena, espero que vuelvas pronto. Muchísimas gracias