Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
remember when. {nc. audiciones abiertas.
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
Página 15 de 16. • Comparte
Página 15 de 16. • 1 ... 9 ... 14, 15, 16
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
salvatore. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] ♡ nombres: natalie sparks & scott richardson.Aceptada.
♡ representantes: ariana grande & harry styles.
♡ rol: second choice.
♡ escrito de tu autoría: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Me gusto mucho tu redacción, tienes algunas equivocaciones gramaticales que deberías mejorar, al igual que las comas. suerte.
Mitchell.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
i dont know si vieron mi ficha dos paginas atras
tenshittae
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
Aceptada.mari. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] •nombre completo: Cassandra Ginger Malone.
•rol: infidelity.
•representantes: harry styles | anna speckhart.
•escrito de tu autoría: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- cookie:
definitivamente esto es lo que estaba buscando, no sé si aún me recordarás pushi, soy y siempre he sido mari (? pero quiero decirte que me ha encantado la idea, es hermosa realmente, y era lo que buscaba para volver a own decidí audicionar por styles, no me resistí al ship, y espero que el escrito que puse arriba de mi autoría sirva, aunque aún no esta en own, es un proyecto mío (? dejo el gif de mi actriz favorita, el amor de mi vida, gal g.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Me gusto muchoooo el escrito, no tienes faltas y fue muy sdfghjkl <3 Suerte.
Mitchell.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
Aceptada.banana. escribió: [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
♡ nombres: camryn sunshine & charley mcdougall.
♡ representantes: ariana grande & jai brooks.
♡ rol: dreams to pursuit.
♡ escrito: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
Ana, ame el shot, me gusto la combinación entre musica e historia, fue asombro. Siempre me ha gustado tu forma de escribir (y tu ship). Suerte.
Mitchell.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
sone re exigente
PERDON PAU
me alegra que ya estes bien y que hayas vuelto <3
ilysm <3
y gracias por aceptar mi ficha :aah:
PERDON PAU
me alegra que ya estes bien y que hayas vuelto <3
ilysm <3
y gracias por aceptar mi ficha :aah:
tenshittae
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
Aceptada.bowie escribió:
»Nombre Completo:Brooklyn Awards
»Rol: another girlfriend.
»Representantes:Crystal R. & Daniel Swilla holland para la tercera novia. aquí
»Escrito de tu autoría:
- Spoiler:
Me gusta como escribes zoe bby, tienes algunas faltas, but nada mas. suerte.
Mitchell.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
{Ally} escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
o Nombres: Nathan Mills & Elizabeth Connors.
o Representantes: Adam Brody & Malese Jow.
o Rol: Second choice.
o Escrito de tu autoria:
- Cap.:
Estos momentos son los que te sacan del mundo de fantasía y te muestran como son realmente las cosas. Te muestra que has estado viviendo en una burbuja donde todo es a color y hace que la realidad destruya todo lo que creías real. En estos momentos donde un juez decide quien es el que adquiere tu custodia, como si uno fuera un objeto intercambiable, cuando uno no tiene ni voz ni voto para opinar que es lo que uno desea, pero ahora es cuando menos importa.
Todo mi entorno es desconocido. Los asientos de madera a mi alrededor se encuentran vacíos, sólo yo, igual que siempre. Una baranda me separa de las mesas donde se encuentran mis padres con sus respectivos abogados, bueno, en este caso, mi padre es su propio abogado. En la pared izquierda se encuentra una puerta de madera resguardad por un oficial, su semblante es serio y su mano posada en la pistola. En el centro se encuentra una gran mesa, detrás de esta el juez, uno que decidirá mi futuro a base de falsas palabras que dirá mi padre. Miro a mi derecha, mamá está destrozada, no es fácil darse cuenta que tu marido te engaña y después de todo, quiera obtener la custodia de tu única hija, arrebatarle el único amor que le queda. Su piel está más pálida de lo normal, sus ojos que antes destellaban una chispa en su color azulino, ahora están rojos y decaídos, ambos párpados hinchados de tanto llorar, su pulso tiembla, tiene miedo. A su lado el abogado intenta razonar con el juez.
Del lado izquierdo, mi padre contraataca las respuestas del abogado de mi madre, hundiéndola más a ella en la miseria. Al lado de mi padre, está la mujer culpable de todas las desgracias que pueden haber ocurrido estos últimos meses. La mujer que destrozó mi familia, que cambió la imagen de mi padre y que puso a mi madre en el borde de la desgracia.
Las voces de los adultos en la habitación sonaban como leves murmullos que resonaban dentro de mi cabeza, nublándome la vista e inhabilitando mi audición. Pero de todas maneras no necesitaba escuchar para saber la decisión que tomaría el juez, a mi padre le sobraba el dinero y él se había encargado a dejar a mi madre en la calle.
Los siguientes movimientos pasaron demasiado rápido para mi gusto, un martillo me trajo de vuelta a la fría y cruel realidad. Se escuchaban los fuertes sollozos de mi madre, mientras trataba de hacer razonar al juez, pero este nada más le dio la espalda y se marchó de la sala. Papá me tomó del brazo y me levantó del asiento, mi mirada aún fija en mi madre, no me quería apartar de ella. Negándome a avanzar, solté mi brazo, corrí donde mi madre y me tiré a sus brazos, no quería dejarla, el miedo al cambio, el miedo a perderla martillaban fuertemente en mi pecho.
Sus brazos envolvieron mi cintura, los míos su cuello. Me aferraba a ella, sentía que si la soltaba se desvanecería, y no quería eso, quería estar con ella. "Todo estará bien". Susurró en mi oído antes de ser obligada a soltarme de sus brazos y caminar de nuevo a la salida. Puede que lo haya dicho, pero no, nada estará bien, nada será como antes, y nada podrá hacer que me quede con ella.
Por cierto, acuérdate que este es uno de los textos que me habían plagiado, so, por cualquier cosa, sí lo escribí yo! te quiero
Aceptada.
ALLLLLYYYY. yap. me gusto tu escrito, algunas faltas, pero estuvo asombroso, ya sabes que conozco tu escritura so... suerte.
Mitchell.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
Mess. escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Dylan & Vicky Aceptada.
❂ Representantes: Dove Cameron & Jeremy Irvine.
❂ Nombre del personaje femenino: Victoria Dawson.
❂ Nombre del personaje masculino: Dylan Lambert.
❂ Roles: Another girlfriend.
❂ Escrito de tu autoría:
- De amor y otras Adicicones:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Chapter XXXII
El repiqueteo de los tacones se sentía a lo largo de todo el callejón oscuro y asqueroso. La chaqueta que llevaba encima no era suficiente para las bajas temperaturas que asaltaban la fría noche de Los Ángeles y a través de las celdillas de sus medias negras, se filtraba la helada brisa. Aquel era el momento en que surgía su odio hacia Richie, ese momento en que su novio la enviaba a abastecer a sus preciados clientes que no eran más que unos cerdos que pensaban que podían tratarla como les diera la gana — especialmente de puta — por el solo hecho de ser una chica en aquel negocio sucio y buscaban obtener de ella algo más que solo la cantidad de droga solicitada. Suspiró y el vapor tibio salió de su boca imitando el humo tóxico de aquellos baratos cigarrillos de pésima categoría que solía fumar compulsivamente. Estaba entumecida y tendría que regresar a casa en metro ya que odiaba los otros medios de transporte público.
Se apoyó junto al tacho de basura verde que pertenecía al local de comida China cuya puerta trasera daba al callejón sin salida en que se encontraba. El olor a pestilencia le provocaba unas incontrolables nauseas y un dolor punzante en las sienes. Pedía a Dios no tener que ver una asquerosa rata, lo cual ya era poco común ya que los gatos que se alimentaban de las sobras del restaurant les daban caza. Levantó la vista desde el piso hacia la entrada del callejón, donde un hombre pasaba, se detenía, pero finalmente seguía su camino. Bajó la vista hasta sus uñas ordinarias. El esmalte que les había puesto hace tres días, ya estaba todo descascarado y las uñas quebradas de tanto morderlas. Jamás tendría uñas lindas ni manos decentes… mejor dicho, ella jamás sería linda y decente. Su condición y su apestoso estilo de vida no se lo permitiría. La chica no tenía — para nada — un cuerpo bonito, sino más bien era un costal de huesos. Las drogas y el cigarrillo sustituían los alimentos y saciaban su apetito. Su rostro demacrado era digno de una tipa sin un mínimo rastro de brillo vital, sus pómulos sobresalían notablemente, sus ojeras color lila azulado, se hundían en su piel blanquecina, dándole el toque de cansancio a sus ojos verdes que una vez habían tenido ese brillo que llamaba la atención de los hombres. Definitivamente no era bonita. De nada servía el maquillajes ni la ropa costosa que le daba Richie si no lucían en un cuerpo como suyo. Por más que se auto-analizara, no lograba encontrarle la lógica a la belleza que Kennan veía en ella. De pronto y sin quererlo, sus pensamientos viajaron a él y a aquella noche en que había perdido el tenue rayo de esperanza que el haberlo conocido le había otorgado.
(…) “Plantada en aquel callejón que tanto conocía, aguardaba a que uno de los tantos clientes de Richie hiciera su aparición. Odiaba la impuntualidad de aquellos cerdos, o quizá, ella era la puntual que salía con más de dos horas de anticipación del sombrío y deprimente apartamento buscando escapar de su realidad. De pronto un hombre apareció en la entrada del callejón, miro en todas direcciones y se metió dentro. La chica presionó una tecla de su teléfono celular y se sorprendió al ver que el cliente llegaba con poco más de cuarenta minutos antes de lo acordado.
– ¿Alicia? – susurró el hombre. Sin que ella se diera cuenta, ya había llegado a su lado. Levantó su mirada y enfocó la mirada para que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad y poder observar su rostro con claridad. Sus extremidades experimentaron una sensación de hielo recorriéndolas, para luego expandirse por todo su cuerpo. Las piernas le flaquearon y sintió que su cuerpo se desvanecería en cualquier momento. Él estaba frente a ella – así… así que es verdad – agregó el chico haciendo una pausa para recuperar el escaso aliento que entraba por sus pulmones en ese momento.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó la chica sorprendida de que aquella pregunta saliera de su boca como si no se estuviera llenado a la mismísima mierda.
— ¿Qué importa eso ahora? — preguntó el muchacho escupiendo las palabras como si algo le provocara asco. Su rostro denotaba una mezcla de emociones: Sorpresa, asco, decepción, abatimiento, entre otras similares que pudieran agregarse a la situación.
— Yo… — comenzó a decir Alicia dejando la frase inconclusa.
— Tú no eres más que una maldita mentirosa — le espetó el chico con su voz cargada de rabia y resentimiento. De pronto, Alicia lo desconoció. Jamás pensó que aquellos labios, de los que no salían nada más hermosas palabras y frases de amor hacia ella, fueran usados para llamarla “maldita mentirosa” de esa manera.
— Kennan, por favor… —
— Por favor nada — la cortó de manera dura y tajante. La chica podía sentir como su mirada se nublaba y el nudo con el que ya estaba poco familiarizada, se situaba en su garganta — ¿Tan fácil de engañar he sido? — agregó Kennan. La rubia guardó silencio sin saber que responder mientras sentía que las tibias gotas caían con un simple parpadeo. Ally se sorprendió al darse cuenta que había olvidado como se sentía el simple y natural acto de llorar. El silencio de la chica, hizo que la ansiedad del chico incrementara y junto con ello, la rabia. — ¡Respóndeme! — gritó Kennan al ver que Alicia no le daba respuestas, pero definitivamente no las obtendría. — ¿Dónde quedó la chica extrovertida, la chica atrevida que decías ser?. Explícamelo Alicia, porque lo único que veo aquí, es una puta traficante — la voz del chico se quebró al pronunciar la última palabra. De pronto, la chica se sintió una estúpida ¿Cómo llegó a pensar que jamás la descubriría? Ahora nada tenía sentido, se había arriesgado a que Richie la descubriera, a que la golpeara o incluso, asesinara. Si bien su novio jamás había cometido alguna barbaridad con ell o algun acto de violencia, había sido porque ella jamás le había dado motivos. Ahora que la habían descubierto se daba cuenta de que su mentira no tenía por donde haber resultado, ahora que ya era demasiado tarde. — Vaya señorita de la que me fui a enamorar — dijo el chico sonriendo irónicamente mientras sus mejillas se humedecían producto de las lágrimas. Primera vez en mucho tiempo que Ally sentía un gran dolor en el centro del pecho. Aquel dolor en el pecho, le recordó que ella aún asentía, que las emociones dormidas aún estaban ocultas en los lugares más recónditos de su ser. — ¿No sentías alguna especie de remordimiento al estar conmigo sabiendo que no era más que un juego? — preguntó derrotado.
— Jamás jugué contigo — susurró la chica.
— Cómo dices? —
— Jamás jugué contigo — reiteró la muchacha subiendo el tono de voz. — Y jamás te mentí… en verdad me estoy enamorando de ti — Finalizó con un sollozo.
— Oh, ya veo, discúlpame, jamás me has mentido, ¿No es asi? — se rió el castaño — todo esto es mentira, no has venido a entregar tu asquerosa “mercancía”, ¿Verdad? — el chico levantó sus manos para hacer comillas en la palabra “mercancía” — ¿Así es que eres una educadora de párvulos? —preguntó — ¿vives con tus padres en una lujosa casa de playa en Malibú? — preguntaba sin dejarla responder —por favor, Alicia, eres nadie ¿no te da vergüenza vivir de apariencias? ¿pensabas que jamás lo sabría? — se acercó peligrosamente a la chica que se aferraba a la pared atestada de musgo debido a la humedad, pero ya nada le importaba — ¿Creíste que nunca me enteraría que eres una maldita drogadicta? ¿Que aquella ropa costosa y de marca la obtienes de tus negocios turbios, a costa de la adicción de otros? ¿No pensaste que me enteraría que eres la prometida del traficante más buscado de California? — El chico le tomó de las muñecas levantándole los brazos y apegándola contra la pared. En esos momentos, Kennan le recordaba a Richie. El chico ya no era delicado con ella, era brusco e hiriente como su prometido. No quedaba pizca de ternura en él y todo por su culpa — Ni siquiera te dignaste en inventar una mentira más creíble. Sabías que mi padre es el encargado de la brigada de investigaciones del estado y aún así optaste por lo más fácil —el chico la soltó y se alejó de ella retrocediendo sin quitarle la vista. Alicia se ahogaba en un mar de lágrimas y sollozos. Unos segundos después — que para Ally fueron eternos — el chico dejó de mirarla y lanzó un fajo de billetes a sus pies — te buscan — dijo — te tienen identificada y saben cómo y dónde operas, vete de California mientras puedas — finalizó. Sin mirarla, comenzó a caminar hacia la salida del callejón.
— Kennan… — susurró la chica. Obviamente no iba a ser escuchada. Se deslizó por la pared de ladrillos disparejos hasta quedar sentada en los fríos y húmedos adoquines del piso y apoyó su cabeza en tacho de basura. Quería gritar, gritar hasta volverse loca, hasta que sus cuerdas vocales estallaran de tanto chocar entre ellas, gritar hasta quedar sin voz. Ya nada le importaba… lo había perdido para siempre…” (…)
— …licia — le llamó una voz sacándola de sus pensamientos — ¿ Alicia ? — volvió a repetir el hombre. La rubia salió de sus pensamientos y se enfocó en el por qué estaba allí. Sacó la bolsa de plástico que contenían tres frascos diminutos como los que contenían las vacunas, dos cajas de pastillas y medio kilo de cocaína para luego tendérselo. El muchacho — que no tenía mas de veinte años — sonrió de oreja a oreja al ver el contenido de la bolsa y le entregó un fajo de billetes. El trueque estaba completo.
— Richard mandó a decir que la droga nueva le llega en trece días más desde Amsterdam, por si es que quieres hacer un encargo en preventa — le dijo la chica sin emoción alguna.
— genial, se lo haré saber, muchas gracias — finalizó el chico corriendo hacia la salida del callejón. La chica suspiró y comenzó a caminar hacia la estación de metro más cercana.
Una vez llegada a su casa, sintió que ese sentimiento de vacío la invadía nuevamente, como cada vez que entraba a aquel apartamento que apestaba a una mezcla de cigarrillo barato y todo tipo de alcohol que Richie derramaba por todos lados. Sacó la cajetilla de cigarros de su bolso, se quitó los zapatos y los tiró donde fuera que cayeran. Se encaminó hasta el sillón de Richie y se tendió en él, no sin antes, encender el televisor. Hizo zapping sin saber que pasaba ante sus ojos. De pronto, una película en blanco y negro le llamó la atención. Dejó el mando a su lado y prendió un cigarrillo. Todo lo que acontecía en la película le recordaba a él y no se creía capaz de seguir soportándolo. Se sentía como si fuera la peor mierda en el mundo. Había estado jugando a dos bandos, algo que jamás pensó que llegaría a hacer. Por un lado estaba Richie, el hombre que la había salvado de la muerte pero que la había sumido en una lenta y tortuosa condena. Richie amaba a Ally, ella lo notaba, y ella también lo amaba ¿ Cómo no hacerlo ? Independiente de el mundo que los rodeaba, el chico la amaba y siempre le daba lo que necesitaba, nunca le faltaba nada, bueno, al menos en lo material. Y por otro lado estaba Kennan, que lo tenía todo, incluso aquello de lo que Richie carecía. No solo era capaz de mantenerla económicamente, sino que también de entregarle aquel amor que su prometido no sabía expresar. Con Kennan se sentía amada y no como un objeto que hay que mantener solo con cosas materiales.
Cansada de pensar en él y de sentirse de lo peor auto-destruyéndose, caminó hasta la habitación y sacó una dosis de Heroína y una jeringa nueva. Volvió a la sala de estar y dejó las cosas sobre la mesa para prepararse. Se descubrió el brazo y se acercó la jeringa con la solución dispuesta a inyectarse. Sin embargo, unos golpes en la puerta del apartamento hicieron que se detuviera justo cuando la aguja tocaba su piel. Miró extrañada hacia la puerta. Por lo general, casi nunca tenían visitas en casa, la mercancía no se vendía allí y los clientes lo sabían. Se levantó del sillón y se encaminó a la puerta para abrirla mientras se cubría el brazo nuevamente. La chica tuvo que sostenerse de la puerta para no caer al piso. Kennan estaba allí, frente a ella.
— ¿ Qu…qué haces aquí ? — preguntó la chica desconcertada.
— Pensé que te gustaría verme — respondió el chico apenado sonriendo de medio lado — lamento mucho lo que sucedió e… —
— No, no, no, no, no — le interrumpió la chica negando con su cabeza, sentía su pulso a mil y no era a causa de los narcóticos, era adrenalina pura — No puedes estar aquí, Kennan, Richie puede llegar en cualquier momento — le explicó la rubia.
— Me importa una mierda incluso si está allí adentro — señaló a espaldas de la chica con un movimiento de cabeza.
— Tú no lo conoces, no sabes de lo que es capaz — le dijo la ojiverde mirando detrás de Kennan hacia el ascensor.
— Veo que le tienes miedo… —afirmó el chico.
—No es por mí, es por ti — respondió — jamás me haría daño, Richie me ama — le espetó enfadada.
— Ya lo veo, por eso eres tan feliz —
— Vete — le dijo la chica molesta. No le gustaba que insultaran a su prometido, después de todo, Richard se comportaba de lo mejor con ella.
— No, no me iré — objetó el chico entrando al apartamento y cerrando la puerta tras su espalda. La tomó de la cintura y la apegó a la pared. Estaban tan juntos que no pasaba ni una sola partícula de aire entre ellos. — En verdad lo siento. Me importa un mierda quien seas. Te amo — confesó el castaño para luego juntar sus labios. El beso fue completamente apasionado, desde el inicio, sin una pizca de ternura aparente. Ally se dio cuenta de lo mucho que lo había necesitado en esas semanas en que pensaba que lo había perdido para siempre. Los besos que le daba no se parecían para nada a los besos de Kennan, sino que eran mas parecidos a los de Richie: Salvajes y desesperados. La necesitaba, lo podía sentir y ella lo necesitaba a él. Se necesitaban. El chico la tomó en brazos y ella le envolvió la cintura con las piernas dejándose llevar por el momento. Kennan caminó hasta adivinar cuál era la habitación, entro en ella y tiró a la Alicia en la cama. Una pasión punzante comenzó a inundar el interior de rubia, haciendo que algo se encendiera en su interior, ese algo que no lograba con Richie.
Kennan se separó de ella y la miró a los ojos sonriendo. Allí estaba su chica, con aquella belleza particular que le había cautivado. Sin quererlo, Alicia le regaló una sonrisa. Se sentía feliz y no podía controlarlo. Estaba enamorada, el chico le hacía olvidar su triste y solitaria vida con tan solo un beso, una mirada o una simple palabra.
— Ven conmigo… — soltó Kennan.
— ¿ Cómo dices ? — preguntó la rubia.
— Ven conmigo, deja a Richie —
— No — negó levantándose de la cama— no puedo hacer eso.
— Necesitas comenzar a vivir, Alicia.
— Demasiado tarde — dijo poniendo uno de sus brazos en jarra mientras que con la otra mano se tocaba la frente desorientada.
— Nunca es demasiado tarde, amor — le corrigió. Se acercó a ella, la sentó en la cama y le tomó las manos entre las suyas — Ally, tienes solo veintitrés años, tiene toda una vida por delante — le sonrió — al menos déjame intentar hacerte feliz… — finalizó.
¿ Escapar de Richie ? ¿ Con Kennan ? Era un idea realmente tentadora, pero no podía hacerle eso a Richard. No podía ser una perra mal agradecida. Pero tampoco podía desperdiciar la única oportunidad de reinventarse, de darse una oportunidad. Kennan tenía razón, la chica era joven y tenía derecho a intentar ser feliz.
— De acuerdo — aceptó finalmente.
— Vale — le dijo el chico sonriéndole — te ayudo a preparar una maleta.
Ambos se levantaron de la cama y comenzaron a rellenar una maleta con ropa. Cuando ya estaba casi todo listo para cerrar la maleta, la puerta de la entrada sonó estrepitosamente.
— ¿ Ally ? — le llamó Richie desde la sala. El miedo se apoderó de Alicia. Ella y Kennan estaban en la habitación separados por una simple muralla de Richie. Estaban cagados.
— Mierda — susurró la ojiverde, fue lo único que pudo pensar.
- AHS:
Capítulo 004Paranoid[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Beatrice pensaba que la mejor parte de viajar largas distancias, es que se observaba una gran variedad de flora y fauna a medida que avanzaba por la carretera mientras escuchaba la música que le gustaba a todo lo que daba el aparato. ¿La peor parte? Tener que viajar en un automóvil con ocho hermanos y para más, que la “tiraran” con todas las maletas que no cayeron en el camión de la mudanza, en la parte trasera del auto que funcionaba como cajuela. Apenas había abandonado la antigua casa en Boston, la chica experimentó una sensación de alivio que le envolvió de una manera tan cálida como el clima de Los Ángeles, su nuevo hogar. Por fin Anna y Elissa la dejarían en paz.Ya no más tortura, no más amenazas de muerte de parte de Elissa por dejarse llevar por Anna, su enemiga. Tras horas y horas de viaje, el huesudo trasero de la rubia se sentía aliviado y daba la impresión de que sus piernas se hubieran acostumbrado a no estar en movimiento, tanto así, que a la hora de bajarse del automóvil flaquearon y casi cae de bruces al piso. La casa no lucía muy… moderna, que digamos y al parecer no fue la única en notarlo.
— ¿Cuando llegan los locos Adams? — preguntó su melliza, Violet, bautizando el lugar con su característico sarcasmo —que sacaba de quicio a sus padres— plantada frente a la casa del terror mientras todos ya habían ingresado a la casa con la mujer de la corredora de propiedades.
— A este paso, no te preocupes, van a ser los vecinos — Se rió Beatrice antes de avanzar hacia la entrada de la casa.
Adentro todo era caos. El sin fin de hermanos se movía de aquí para allá con sus respectivas maletas. Sinceramente, la casa no tenía tan mal aspecto después de todo. El único problema — según Tris — era la falta de luz que le daba el toque sombrío al lugar.
— Bueno familia, es hora de desempacar — Anunció su padre dando unas palmadas incitando a apurar el paso.
— ¿Donde dormiré yo? — Preguntó Beatrice al ver que todos ya tenían claro las ubicaciones de sus respectivos cuartos.
— Con Violet y Roman — Respondió Ben tomando su maleta y la de su esposa, dispuesto a dirigirse a su habitación.
— ¿Broma? — exclamó la rubia — ¿ni siquiera en esta enorme casa tendré mi propia habitación? — Agregó, haciendo que su padre se detuviera evidentemente cabreado de tener que oír protestas de sus hijos — Tenemos, sótano, ¿no? ¿Puedo dormir allí? — pidió la chica esperanzada de que su padre accediera a su petición.
— Olvídalo — Sentenció su padre retomando su camino hacia la habitación — Beatrice resopló y tomó su maleta comenzando a arrastrarla por la escalera.
— ¡Dios, Beatrice, levanta esa maleta! — gritó su madre por sobre el estruendo. “—Respira, Tris, respira—“ se dijo a sí misma pensando en “cosas lindas” para acceder a la orden de su madre, Vivian. Arriba la casa conservaba su estilo anticuado con intento de modernización y la habitación no estaba para anda mal, después de todo. Si bien iban a dormir juntas, sus padres habían reservado el cuarto más grande para las mellizas. Roman y Violet ya estaban allí echándole un vistazo a la habitación. El espacio poseía una amplia ventana donde estaba una de las camas, mientras que la otra se encontraba justo al lado de esta pero más hacia la oscuridad. Tris recordó los característicos “ahogos” que sufría la su hermana desde que tenía uso de razón y pensó que reclamar la ventana sería muy desgraciado de su parte.
— Anda, Vee, puedes ocupar la ventana —Le dijo la muchacha a su hermana. Hace bastante tiempo que no llamaba a su hermana de esa manera. Recordó la primera vez que la llamó así, cuando Violet casi la estrangula, sin embargo, con el tiempo se fue acostumbrando a tal punto que terminó por simpatizarle.
— Gracias — Susurró la interpelada dedicándole una sonrisa de medio lado a su melliza.
— Perfecto, ya han organizado las camas, la gran pregunta es: ¿Donde mierda dormiré yo? — Preguntó Roman. Tenía razón, el trillizo iba a estar de allegado con sus compañeras de vientre por unos cuantos días, hasta que su habitación estuviera terminada.
— Aguarda — Habló Tris poniéndose de cuclillas para echar un vistazo bajo la cama de Violet. Al ver que allí no estaba lo que pretendía encontrar, se giró sobre sus talones y repitió la acción para mirar bajo su cama — ¡Ajá! — Exclamó — Noticias para ti, querido hermano, dormirás en el colchón que esta bajo mi cama — Se rió la rubia acompañada por una leve risa de su melliza.
— No faltaba más — Se resignó el castaño.
Los trillizos comenzaron a desempacar sus cosas, Violet y Beatrice tenían armarios separados, lo cuál era un alivio para ambas, en cuanto a Roman, Tris le cedió un espacio para que dejara sus cosas ordenadas. Luego de desempacar el ropaje, Tris tomó la caja en donde había empacado sus artefactos de decoración que había traído el camión de la mudanza y la dejó sobre la cama para comenzar a organizarlos.
— La casa es mejor de lo que había esperado — Suspiró Violet lanzándose a su cama de fierro pintado de blanco con aplicaciones en bronce, idéntica a la de su melliza.
— Aún espero que se me aparezca un fantasma — rió Roman sentado a los pies de la cama de Beatrice.
— Apuesto a que la casa presenta un historial de muertes que la señora de bienes raíces no nos mencionó — Agregó Tris uniéndose a las risas de sus hermanos. Sin embargo, las risas no duraron mucho ya que los asaltó una extraña sensación de hielo recorriéndoles el cuerpo haciéndolos estremecer. Beatrice echó un vistazo a la ventana para ver si acaso estaba abierta, pero esta estaba completamente cerrada y el nulo movimiento de las cortinas confirmaba que el viento no ingresaba por la ventana.
— Discúlpenme — Susurró Violet levantándose de su cama para dirigirse a la puerta que estaba a unos cuantos centímetros de su cama. “— ¡Perfecto! Baño privado —“ Pensó Beatrice quien seguía sacando las cosas de la caja.
— ¿Donde crees que va? — Preguntó Roman interrumpiendo la labor de la chica. Tris lo miró con cara de “¿Es enserio?”. Era evidente hacia donde se dirigía la melliza — Vale, si sé que ha ido al baño, pero no creo que haya ido a orinar o algo que se le parezca — Aclaró el castaño. Beatrice suspiró y continuó con lo suyo.
— Debe haberse estresado por el viaje, es evidente que se cortará, Roman — Respondió la chica apenada.
— A veces quisiera ayudarla. A ella y a ti — Confesó el chico tomando una foto de los tres mellizos encuadrada que Tris siempre conservaba en su mesa de noche. — Por más que nos ignoremos de vez en cuando, esa conexión que siento con ustedes no ha cambiado, es como si en parte sintiera lo que ustedes sienten, es extraño — suspiró el chico. Tris lo observó un momento. No podía creer lo que su hermano le estaba confesando y por mas que quisiera negarlo, ella también sentía esa conexión irrompible que el hecho de ser trillizos les otorgaba y lo peor, es que no aprovechaban esa ventaja para ayudarse entre ellos.
— En primer lugar Roman, no necesito ayuda de nadie — Aclaró la chica hablando de manera clamada — y en segundo lugar, creo que deberías ayudarte a ti mismo antes de querer ayudar a Violet, estas igual o peor que ella — Continuó Beatrice mirándolo con tristeza. Hace unos meses atrás, tras haber llegado antes del instituto a casa, había visto a su hermano explotar en llantos en un rincón del baño completamente drogado. Sin saber que hacer, la chica solo se limitó a agacharse a su lado, abrazarlo y darle una palmaditas en la espalda para intentar calmarlo. Ante lo dicho por su hermana, Roman sonrió de medio lado dejando el retrato sobre la cama para luego levantarse y salir de la habitación. Tras quedarse sola, Beatrice finalizaba de organizar sus decorados dejando aquel infaltable atrapa sueños que le había regalado Eithan hace unos años atrás para uno de sus cumpleaños. La chica se dispuso a salir de la habitación para ir a inspeccionar a los alrededores pero el sonido de la puerta del baño la detuvo. Se quedó un rato observando a su melliza, quien evidentemente estaba más pálida. Un sentimiento de culpa le golpeó en el pecho al sentirse incapaz de brindarle ayuda. Recordo las palabras de Roman, como mellizos, evidentemente tenían una conexión pero ellos no le sacaban provecho y no la habían desarrollado para un beneficio común. Su melliza dejó algo en el armario y al cerrar la puerta de este, golpeó de manera brusca su brazo provocando que lanzara un quejido de dolor. Casi por inercia, los pies de Beatrice se movieron rápidamente hacia su melliza y en cuanto llegó a su lado, le tomó las manos y levantó las mangas. Tal como lo sospechaba, sus cortadas más recientes se habían reabierto provocando que la sangre saliera en grandes cantidades y comenzara a gotear en el piso. Beatrice arrastró a su hermana perpleja ante su inusual reacción, nuevamente hasta el baño y dejó sus manos en el lavabo para que el piso no se siguiera manchando de sangre. Seguramente Violet le mataría luego, apenas pudiera, sin embargo, no le importaba. Estaba cansada que toda la familia viviera su propia vida sin preocuparse de lo que pasaba bajo su mismo techo y entre las mismas paredes. Dio el agua tibia del grifo para que callera y aliviara el dolor. Luego salió del baño y sacó una camiseta vieja desde su armario. La rajó en dos y uno de los trozos lo humedeció con agua para limpiar la sangre que había caído. Cuando todo estuvo limpio, incluyendo sus propias manos que se habían manchado con la sangre de su melliza, volvió su atención a Violet. La expresión de perplejidad seguía pasmada en el rostro de Vee. Tris terminó de limpiar las heridas de su hermana aplicándole un gel que utilizaba para las quemaduras pero que actuaba como cicatrizante y finalizó lavando nuevamente sus manos.
— No tenías por qué hacerlo — Susurró Violet sin mirarla.
— Lo sé — respondió la rubia antes de salir del baño y adentrarse a inspeccionar los rincones de lo que sería su nuevo hogar de ahora en adelante.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
— ¿Estás segura que no quieres ir a echar un vistazo al nuevo instituto? — Le preguntó Vivian a su hija quien aún estaba en cama sin ganas de salir mientras le acariciaba la frente. Beatrice negó con la cabeza sin emitir sonido alguno a lo que su madre respondió con una sonrisa de medio lado. — De acuerdo, te quedarás con Jude y Jack, si te sientes peor, hazle saber a tu hermana, ¿vale? — le explicó su madre. Tris solo se limitó a asentir. Vivian se levantó de la cama de la muchacha y salió de la habitación seguida de su hija menor, quien antes de atravesar la puerta le dedicó una sonrisa débil de medio lado.
Teniendo la casa solo para los tres hermanos, Tris se levantó de su cama y comenzó a deambular por la casa. Después de aquella noche inquieta estaba convencida que algo no iba bien, que la casa estaba cargada de energías de todo tipo. Desgraciadamente era poseedora de un sueño liviano. Cualquier mísero ruido, le despertaba y le impedía recobrar el sueño. En la planta baja todo estaba en silencio y el salón estaba desocupado. “—Perfecto—“ Pensó. Nadie estaba observando la televisión, lo que significaba que podría instalarse con el control remoto sin que nadie se lo impidiera. Tras hacer zapping un buen rato, paró en un canal de música en donde pasaban los “vídeos musicales del momento”. Al rato después, el timbre resonó por la casa. Al ver que nadie pretendía acudir al llamado del timbre, Beatrice se levantó del sillón donde estaba recostada y atendió a la puerta. Una mujer de edad junto con dos chicos, un rubio y un castaño, estaba plantada frente a su puerta con una sonrisa de oreja a oreja.
—¡Buenos días! — Exclamó la mujer con energía desbordante.
—Buenos días… — respondió la chica sorprendida ante tal visita.
— Soy Constance, la vecina de al lado y me gustaría darle la bienvenida a la dueña de casa — Se presentó la mujer sin quitar su sonrisa de su rostro.
— Lo lamento, pero mamá no está — respondió la muchacha echando una ojeada a a los chicos que estaban detrás de “Constance”.
— No hay, cuidado, podría volver más tarde — agregó la mujer — Por cierto, ¿Tu padre es siquiatra? — Preguntó.
— Sí, de hecho tiene su consulta aquí en casa, pero en estos momentos no está — explicó Beatrice.
— Vaya… ¿entonces estás sola? — preguntó sorprendida pero sin embargo, su sonrisa no se borraba de su rostro. — Chica valiente — Agregó. “—¿Y a esta qué demonios le pasa?” se preguntó Tris. Al parecer la casa no era lo único extraño que tenía la villa —¿Podrías darme los horarios de atención?—.
— Yo… —
— ¿Qué sucede? — Preguntó la voz de Jack tras de la chica haciéndole dar un bote. No lo había oído acercarse.
— Quieren saber los horarios de papá — Le explicó la rubia.
— Creo que aún no los tiene determinados, pero puede volver a la noche, de seguro estará aquí — respondió su hermano altanero. La mujer asintió sonriendo.
— Pues entonces, vámonos muchachos, volveremos más tarde — Ordenó la mujer dándose la media vuelta.
— Claro… — Exclamó Jack— Vuelvan más tarde — Tris lo miró enarcando una ceja. Este miraba al chico castaño guiñando el ojo.“—Vaya que puto es mi hermano” Pensó la rubia. El chico del cabello castaño se rió y se dio la media vuelta siguiendo a la mujer y al otro chico. Tris cerró la puerta entes de que los vecinos salieran a la calle.
— ¿Quienes eran esos? — preguntó Jude cruzándose su característico morral. Al parecer iba a salir de la casa.
— Los vecino — Le respondió su hermana — ¿Vas a salir? — preguntó la chica temerosa. Si Jude salía, significaría que se quedaría con Jack. A solas… Un escalofrío recorrió a la chica haciéndola estremecerse. Hace mucho tiempo que no se quedaban solos.
— Iré a ver si encuentro algún trabajo — Respondió la hermana mayor, quién se acercó a la puerta y le besó la frente a su hermana pequeña. Jude siempre había sido la más centrada de todos los hermanos y su instinto maternal había aflorado a temprana edad, siempre intentando cuidar de sus hermanos y hermanas menores. Tris no se tragaba la historia de que la chica no se la podía con la medicina — tal como ella aseguraba— sino que estaba segura que Jude había abandonado la Universidad para estar al pendiente de sus hermanos tras la infidelidad de su padre.
— Cuida de ella, si se siente mal, avísale a mamá — le ordenó a Jack abriendo la puerta — O simplemente dale algo de comer, está demasiado flacucha — finalizó saliendo por la puerta y dando un portazo que indicaba que en la casa no quedaba nadie más que Jack y Beatrice.
La chica comenzó a caminar hacia el salón para seguir mirando el canal de vídeos musicales tratando de evitar a Jack. Sabía perfectamente sus intenciones, como cada vez que se encontraban a solos sin la vigilancia de alguien más. Sin embargo, Beatrice no llegó tan lejos, puesto que su hermano la tomó del brazo y la atrajo hacia él con fuerza. El cuerpo de la chica tembló. La lujuria insaciable de su hermano siempre le pareció un misterio. A pesar de asegurar ser homosexual — y tras haberlo confesado a todo el mundo — el chico no parecía experimentar alguna especie de desagrado al besarla, al besar a una mujer. Beatrice se quedó estática un momento, de principio todo partió como un juego, un impulso de su hermano por besarla para averiguar si su homosexualidad era “legitima” sin embargo la situación se había escapado de las manos y había a llegado a mayores. Ambos en una misma cama. Los besos de Jack eran salvajes, como si en realidad su vida dependiera de aquel roce de labios. Tris reaccionó e intentó separarse, pero evidentemente la fuerza de la muchacha no se equiparaba con la del chico, quien comenzó a avanzar hasta acorralarla contra la pared.
— Vamos — le ordenó el chico tras separarse de sus labios tirando de su brazo, a lo que Beatrice intentó oponer resistencia de manera inútil.
— Jack no… — le pidió la chica. Su cuerpo seguía temblando. No quería seguir acostándose con su hermano.
— Shh… No pasa nada — le sonrió intentando tranquilizarla. La chica estaba segura que por más que intentara resistirse, terminaría cediendo a las peticiones de su hermano. A veces se sentía impotente de saberse tan devota a su hermano… sentir que le debía tanto. El chico era el único que siempre estaba ahí para ella, el único que la acompañaba en su soledad y comprendía todo lo que sus padres no eran capaces de entender.
Llegaron a la habitación de su hermano, sombría y siniestra como la antigua. Sin perder el tiempo, el chico la lanzó a la cama y se subió encima de ella. Comenzó acariciándola delicadamente como siempre lo hacía, intentando hacerla sentir “cómoda”. Jack veía el sexo como una terapia y ya era todo un especialista en aquello. Las prendas de la chica comenzaron a desaparecer lentamente dejándose llevar por la dulzura con que su hermano la trataba. La última prenda de ropa interior femenina desapareció, dando entender que ya no había vuelta atrás, Jack no iba a detenerse.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
— Jack… — Susurró Beatrice enredada en las sabanas de la cama de su hermano. Se sentía vacía y culpable al permitir que esta barbaridad no haya terminado. Estos eran los momentos en que el miedo se apoderaba de ella. ¿Qué sucedería si sus padres se enteraban del incesto que ambos cometían? Prefería ni pensarlo. Esto no era normal, nada bueno podía salir de esto y Tris no sabía como detenerlo. Temía por la reacción de su hermano. El chico era capaz de todo y mucho más.
— Dime — le respondió el chico acariciándole delicadamente el cabello. Beatrice quería detenerlo pero no tenía la fuerza suficiente. Sin embargo, ya no era la niñita inocente que solo quería que su hermano se sintiera bien si eso significaba acostarse con él.
— Esto no puede volver a suceder — Susurró presa del pánico. Su hermano detuvo el movimiento de sus manos en la cabellera rubia de la chica de manera brusca. Temía levantar la mirada y encontrarse con el rostro del chico enfurecido.
— ¿Por qué? — preguntó.
— Esto es enfermizo… Jack — respondió la chica lanzando un sollozo. Se tapó el rostro con la sabana — Somos hermanos y esto no está bien — agregó estallando en llantos. De pronto una mano retiró la sabana de la cara de la chica con suma delicadeza.
— Lo lamento — dijo el chico apenado — mi intención no era hacerte sentir mal, pero por favor Tris, deja de llorar — Le pidió el chico, odiaba que la gente llorara, fuera quien fuera. — Vale, vale, esto no volverá a suceder, lo prometo — cedió.
— ¿No estás enojado conmigo? — preguntó la chica sentándose en la cama.
— No.
— ¿Esto afectará nuestra relación de hermanos? —
— Eso no podría suceder, hermana, eres mi cómplice en las locuras que se me ocurren — le sonrió de medio lado — haremos como que nada de esto sucedió, ¿Vale? — Beatrice asintió secándose las lagrimas. Sin embargo, sería imposible para ella pretender que aquella relación enfermiza de incesto jamás había pasado. — Eso si… hay algo que tengo que decirte — habló serio el castaño. Beatrice lo miró interrogante esperando a que hablara, seguramente no venía nada bueno. — Tengo que decirte que estoy embarazado.
— ¡Maldito cabrón! — le espetó Beatrice empujándolo de la cama — Cierra el pico si no tienes nada coherente que hablar — agregó levantándose para ponerse los pantalones y la remera que estaban a un lado de cama.
— Al menos te hice reír — sonrió el muchacho. La chica negó con la cabeza poniendo los ojos en blanco y salió de la habitación. Afortunadamente no tenía nada de que preocuparse. Había resuelto el problema que la aquejaba con su hermano más cercano y todo había terminado de una manera muy distinta a la que ella se imaginaba. En cuanto a un eventual embarazo —de parte de ella y no de Jack— no tenía de que preocuparse, la Anorexia que padecía la había dejado estéril y su ciclo menstrual no le bajaba hacia meses. La chica comenzó a pensar el cambio de casa solo traía cosas buenas para ella, que una parte de sus problemas acabaría. Qué equivocada estaba. Se dirigió a la cocina por un vaso de agua puesto que la fatiga comenzaba a aparecer. Tras beber un sorbo, enjuagó el vaso y lo dejó en su lugar. Al darse media vuelta para salir de el lugar que menos le gustaba de la casa, se llevó una desagradable sorpresa.
— ¿Q… qué hacen ustedes aquí? — preguntó señalando a ambas chicas en el marco de la puerta de entrada de la cocina. Allí estaba Anna, perfecta como siempre y Elissa, asquerosa como siempre, tan parecida a ella…
— ¿Pensaste que te desharías de nosotras, querida ? — Preguntó Anna con aquella voz cantarina que tanto amaba Tris. Sin embargo, esta vez ya no le resultaba tan agradable, le parecía más a un tormento.
— Pues te equivocabas, Beatrice — Una sonrisa macabra se dibujó en el obeso rostro de Elisa — Mientras perduren tus problemas alimenticios, nosotras seguiremos aquí, no descansaremos hasta verte muerta — Finalizó.
— ¡Cállate! — le gritó Beatrice estallando en lágrimas. Tenía unas incontrolables ganas de vomitar y de salir corriendo. La adrenalina se apoderó de su cuerpo iniciando un plan de huída. Corrió por entre la perfección y su mayor miedo materializadas y se dirigió hasta la puerta principal. Se detuvo en la acera mirando hacia todas direcciones. En Boston, el lugar de huída se encontraba solo a unas cuadras de su casa y ahora no tenía ni la menor idea de hacia donde ir. Su mirada llena de lágrimas se centró en una persona que estaba frente a su casa, un chico de cabello oscuro.
— ¡Hey! — le gritó el chico — ¿Estás bien? — le preguntó, sin embargo Beatrice no estaba de humores para responderle al desconocido que la observaba. Tris comenzó a correr hacia su izquierda sin tener ni la menor idea de donde iría a parar.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Aquella casa misteriosa de en frente volvía a tener habitantes y parecía ser una familia numerosa o al menos eso era lo que apreciaba Nathaniel desde su ventana. Se preguntaba cuanto tiempo tardarían en desaparecer uno por uno hasta que finalmente no quedara nadie sin razón aparente, como siempre que alguien arribaba allí. Su madre siempre había dicho que era obra de los corredores de propiedades que se encargaban de arrendar aquella casa, así se quedaban con el dinero que las familias deban por adelantado y podían seguir prestando sus servicios a nuevos arrendatarios, todo bajo sobornar a la policía para que declararan que las muertes y desapariciones eran un misterio.
— ¡Nate! — gritó la madre del chico desde la planta baja de su casa. El chico se despegó de la ventana y bajó las escaleras para acudir al llamado de su madre. La mujer estaba en la cocina con la cabeza metida en el horno.
— ¿Que sucede, mamá? — preguntó el chico situándose al lado de su madre.
— Hijo, necesito que vayas a comprar para el almuerzo, la lista de lo que necesito y el dinero están sobre la mesa — le explicó sin dejar de limpiar el horno. El chico tomo lo que su madre le indicó y salió de la casa. Al salir, se percató que una niña estaba plantada fuera de la casa de en frente mirado hacia todas direcciones, parecía asustada.
— ¡Hey! — le llamó Nate, quizá estaba perdida — ¿Estás bien? — preguntó. Sin embargo, la chica pareció ignorarlo y correr hacia la derecha calle abajo. Nate miró para todo lados para asegurarse si es que alguien la buscaba, sin embargo estaba sola. De la nada, comenzó a correr tras ella, ya que si era una niña perdida, podría sucederle algo. Tras alcanzarla, Nate se dio cuenta que no se trataba de una niñita, sino más bien se una chica demasiado delgada con cuerpo de niña.
— ¡Suéltame! — le gritó la chica.
— Hey, hey, tranquila, no te haré daño — le explicó tomándola de los hombros.
— Si no me escondo me van a matar — decía la chica en un aparente estado de shock.
— ¿Quién te va a matar? — preguntó Nathaniel mirando hacia todos lados tratando de encontrar a alguien que presentara una actitud sospechosa.
— Ellas… ellas siempre buscan asesinarme — sollozó la rubia dejando que el pánico se apoderara de ella. “— vaya chica paranoica—“ pensó Nate al darse cuenta que eran los únicos a lo largo de toda la calle.
— Tranquila… somos los únicos en toda la calle, quien quiera que te siguiera, te ha perdido de vista…
Hola querida! Espero que mi ficha aun este dentro del plazo u_u Ya que no podia irme a dormir sin audicionar hoy, sino mañana (mas bien hoy) no iba a tener tiempo. Espero que sea de tu agrado! Veel kusjes <3
PD: Mi actriz favorita es Kristen Stewart
Me gusto mucho, tienes algunas faltas, cosas que deberías mejorar. suerte.
Mitchell.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
sigo respondiendo mas tarde bc me tengo que ir <3
Mitchell.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
Pevensie escribió:
Representantes: Emma Watson/Harry Styles
Personajes: Hannah Prescot/Elliot O'Connor
Rol: Infidelity
Escritos: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] / [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]/ [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Mi actriz preferida es Shailene Woodley
Confesión: ya había leído dos de los capitulos. bueno, tienes algunas faltas por mejorar, pero me gusta bastante, so suerte.
Mitchell.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
esto mitchell audicioné por tu rol xd
✦ ausente.✦
pixie.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
¿por que te llamo mitchelle si eres mi querida esposa pau? mátame plz
✦ ausente.✦
pixie.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
re sexy te extrañaba demasiado, tienes prohibido volver a irte.Mitchell. escribió:hola wumen, wassaaaaap? Dioa, tambien te extrañe. estoy re bien por volver y vos?tobias. escribió:PAU, OMG, NO SABíA QUE HABIAS VUELTO, TE EXTRAÑÉ DEMASIADO<33 no vuelvas a irte ¿cómo estás?
tobias.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
¿me vais a odiar mucho si cambio de nuevo mis pj y el rol?
pd. podeis aceptarme con un "aceptada o denegada por pesada"
sorry
pd. podeis aceptarme con un "aceptada o denegada por pesada"
sorry
✦ ausente.✦
pixie.
Re: remember when. {nc. audiciones abiertas.
estas aceptada zoe bby, no problem. annnnnn bby eres la cuarra qye me lo repite<3
Mitchell.
Página 15 de 16. • 1 ... 9 ... 14, 15, 16
Temas similares
» Remember me {audiciones abiertas} {n.c}
» Remember Me |Niall Horan| Audiciones Abiertas
» Remember that summer||No colectiva||Audiciones closed
» En el amor & en la fría guerra todo vale (One Direction)
» meta-humano: academia /audiciones abiertas / chico a elección / inscripciones abiertas
» Remember Me |Niall Horan| Audiciones Abiertas
» Remember that summer||No colectiva||Audiciones closed
» En el amor & en la fría guerra todo vale (One Direction)
» meta-humano: academia /audiciones abiertas / chico a elección / inscripciones abiertas
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
Página 15 de 16.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|
Ayer a las 9:12 pm por 14th moon
» micky ojos verdes
Ayer a las 7:39 am por MickyEche
» Hola! Recuperar cuenta
Miér 20 Mar 2024, 2:45 pm por Only Web Novels
» Apple Valley Academy
Mar 19 Mar 2024, 7:59 am por Beaaa22
» poor dear pamela
Dom 17 Mar 2024, 2:20 pm por lantsov
» —Hot clown shit
Vie 15 Mar 2024, 9:14 pm por Jigsaw
» becauseiloveyou
Dom 10 Mar 2024, 11:44 am por lovesick
» Live In Orange
Miér 06 Mar 2024, 4:17 pm por ~Susie ∞Wallflower∞
» Mover y Borrar Temas |12|
Miér 06 Mar 2024, 3:05 pm por MaryanaBTR2216