Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Death is here.
Página 1 de 1. • Comparte
Death is here.
Death is here. |
→ Narra Valentine
LA FURIA SE PRESENTABA CAMUFLADA POR UNA TORMENTA DE VERANO. VARIOS RELÁMPAGOS, LA LLUVIA Y EL VIENTO ENJUNDIOSO RESALTABAN UN POTENTE ESCENARIO QUE YA ESTABA PREDICHO. Todos yacían en sus camas, cómodos y desatentos a lo que estaba sucediendo en ese instante. Completamente ajenos a lo que estaba por comenzar.
LOS PASOS DE AQUEL QUE ME TEMÍA RETUMBABAN SOBRE EL MUELLE DE LA BAHÍA DE GREY BEACH. DÉBILMENTE GIRÓ SU CABEZA INTENTANDO OBTENER UNA MEJOR VISTA DE QUIEN LO ACECHABA. SUS OJOS PRESENTABAN SIGNOS DE TERROR Y ODIO, SABÍA QUE LO TENÍA JUSTO DONDE QUERÍA.
ÉL NO entendía QUE YO ERA QUIEN ANSIABA TOCAR SU CARNE, ÉL NO comprendía QUE ERA YO LA PERSONA QUE TANTO DESEABA SU IDA DE ÉSTE MUNDO.
CON FINES ATEMORIZANTES Y AMENAZADORES, ACARICIÉ CON EL GARFIO (QUE HABÍA REEMPLAZADO MI MANO HACE TIEMPO) UN PEQUEÑO BOTE FAMILIAR QUE POSABA TRANQUILO Y SOSEGADO SOBRE EL AGUA A PESAR DEL DISTURBIO PRESENTE.
SUS PASOS COMENZARON A SER TORPES Y SABÍA PERFECTAMENTE PORQUÉ. EL FINAL SE AVECINABA SIN REDENCIÓN ALGUNA, Y ESTABA LISTO PARA SENTENCIARLO.
EL MUELLE TERMINABA EN UNOS CUANTOS METROS Y EL ENTENDÍA QUE NO SE PODÍA DAR EL LUJO DE ACUMULAR MÁS TIEMPO.
LA MUERTE LO ESPERABA Y YO LE DARÍA SU REGALO TAN PRECIADO.
—¡BASTA!— Exclamó. —¿Qué es lo que quieres de mi?— Interrogó. Lo miré directo a los ojos y pude apreciar su confusión, su redención y la abulia que emanaba el sujeto. Decidí ignorar sus inservibles intentos de saber algo de lo que se avecinaba y seguí con mi caminata constante. Por cada paso que el retrocedía, yo adelantaba el doble. Lo imposible era más posible que nunca esa noche, y no había tiempo para preguntarse siquiera.
—Entiendes que por más que me converses en un...— Hice un ademán de manos —estúpido intento de retrasar todo ésto, lo mismo vas a terminar muerto, ¿No?— Desesperado y acatando mi preguntado, negó frenéticamente con la cabeza y llorando al mismo tiempo. —Bien. Porque, en realidad, ésto de ir y venir es un deleite para mi — Expliqué —, verte sufrir es solo un ingrediente más para el pastel— Veía la decepción, y deducía la redención en la persona que se encontraba delante mío.
—¿Pero... porqué? Solamente quiero saber porqué— Inquirió. Bufé con exasperación y refuté ante su pedido.
—Oh, vamos. Esos lujos no se los doy a cualquiera— Sorprendido, y completamente atónito observó el elemento metálico que componía mi mano hasta ese día. Estaba ya manchado de sangre y había sido por nuestro pequeño enfrentamiento anteriormente. Su herida que se posicionaba justamente en sus costillas había hecho ya parte del trabajo para alcanzarlo.
—¡Detente, por favor!— Pasé por alto sus intentos de detenerme. —¿Que es lo que he hecho?— A tan solo dos metros de distancia, opté por detenerme un rato y jugar con las emociones del pobre. La risa me inundó como si mi cuerpo fuera un caudal para ello. No tenía preocupaciones en gritar y escupir la diversión al aire; sabía que nadie, más que nosotros dos, estaba para éste momento. No sería escuchado, no sería auxiliado; estaba muerto desde antes. El silencio se presentó entonces, misterioso y acechante; tan peligroso como una navaja.
Alcé el rostro y lo miré directamente a los ojos. La confusión fue reemplazada por la claridad, una horrible luz que respondía cualquier pregunta posible que él tuviera.
—Has hecho todo, amor— Una oscura y seductora melodía empezó a sonar en mi cabeza. Reanudé mi andar y me dirigí lentamente hacia él para terminar de una vez todo ésto. La capucha que apenas dejaba a la vista mi rostro, era lo suficientemente liberal para que mi boca tuviera un poco de protagonismo en ésta masacre. Sonreí y la sangre comenzó a brotar a borbotones. Mis ojos se tornaron negros azabaches contrastando con la noche.
Era el final.
—No, espera. ¿Que haces?— Solté una carcajada ante sus inútiles y penosas súplicas. —Por favor, lo ruego, te ruego de rodillas— Tal como alegó, se colocó -como podía- en sus rodillas, sus manos al frente y su cabeza gacha. Con frialdad, me agaché y le levanté el rostro.
—Todos van a suplicar— Susurré. Su cara estaba bañada en lágrimas y sudor. Sus manos rojas y temblorosas, no sabía donde posicionarlas. Acaricié con mi garfio lentamente toda su faz, hasta detenerme en su barbilla. —Y tu no eres más que uno de ellos— Sin aviso alguno, aplicando un poco más de fuerza penetré la parte baja de su rostro, atravesando todo lo que éste representaba. La sangre salpicando, el sabor metálico inundando sin querer mi boca, el cuerpo vacío cayendo frío y sin vida alguna al piso.
Lo había hecho, y ésto solo era el comienzo.
Sin levantarme, mis labios completamente pintados de rojo se situaron en su frente, plantando el último beso que él recibiría.
El faro a lo lejos iluminaba toda la bahía, incluso el sujeto carente de vitalidad.
Me dí media vuelta y comencé a regresar por donde había venido. Una sonrisa se convirtió en parte de mis facciones y la satisfacción era un elemento que solamente agregaba una pizca de deleite a la situación.
Vi a las autoridades venir corriendo hacia mi, con sus insignificante linternas y los sabuesos listos para atrapar al asesino. Sin embargo, en el momento en que llegaron a mí, no se detuvieron por ninguna razón.
No me vieron
Solté una risotada y me coloqué las manos en el bolsillo, disfrutando de la oscura tormenta que tomaba lugar en ese momento. Todo el pueblo sería testigo de como su adorada infancia sería dejada en el olvido. Pieza por pieza caerían todos. Estaba libre, y haría lo que mejor se hacer. La destrucción era placentera, atribuía hacia mi persona una complacencia indescriptible. Podría vivir de ella. Vivo por ella. La noche era mi escudo, mi capa negra. Cualquiera era un insecto ante mí, todos eran vulnerable; nadie se libraba de quien era, de lo que era.
Así que cuidado, porque incluso tu podrías ser el siguiente.
La muerte había llegado... y había llegado para quedarse.
LOS PASOS DE AQUEL QUE ME TEMÍA RETUMBABAN SOBRE EL MUELLE DE LA BAHÍA DE GREY BEACH. DÉBILMENTE GIRÓ SU CABEZA INTENTANDO OBTENER UNA MEJOR VISTA DE QUIEN LO ACECHABA. SUS OJOS PRESENTABAN SIGNOS DE TERROR Y ODIO, SABÍA QUE LO TENÍA JUSTO DONDE QUERÍA.
ÉL NO entendía QUE YO ERA QUIEN ANSIABA TOCAR SU CARNE, ÉL NO comprendía QUE ERA YO LA PERSONA QUE TANTO DESEABA SU IDA DE ÉSTE MUNDO.
CON FINES ATEMORIZANTES Y AMENAZADORES, ACARICIÉ CON EL GARFIO (QUE HABÍA REEMPLAZADO MI MANO HACE TIEMPO) UN PEQUEÑO BOTE FAMILIAR QUE POSABA TRANQUILO Y SOSEGADO SOBRE EL AGUA A PESAR DEL DISTURBIO PRESENTE.
SUS PASOS COMENZARON A SER TORPES Y SABÍA PERFECTAMENTE PORQUÉ. EL FINAL SE AVECINABA SIN REDENCIÓN ALGUNA, Y ESTABA LISTO PARA SENTENCIARLO.
EL MUELLE TERMINABA EN UNOS CUANTOS METROS Y EL ENTENDÍA QUE NO SE PODÍA DAR EL LUJO DE ACUMULAR MÁS TIEMPO.
LA MUERTE LO ESPERABA Y YO LE DARÍA SU REGALO TAN PRECIADO.
—¡BASTA!— Exclamó. —¿Qué es lo que quieres de mi?— Interrogó. Lo miré directo a los ojos y pude apreciar su confusión, su redención y la abulia que emanaba el sujeto. Decidí ignorar sus inservibles intentos de saber algo de lo que se avecinaba y seguí con mi caminata constante. Por cada paso que el retrocedía, yo adelantaba el doble. Lo imposible era más posible que nunca esa noche, y no había tiempo para preguntarse siquiera.
—Entiendes que por más que me converses en un...— Hice un ademán de manos —estúpido intento de retrasar todo ésto, lo mismo vas a terminar muerto, ¿No?— Desesperado y acatando mi preguntado, negó frenéticamente con la cabeza y llorando al mismo tiempo. —Bien. Porque, en realidad, ésto de ir y venir es un deleite para mi — Expliqué —, verte sufrir es solo un ingrediente más para el pastel— Veía la decepción, y deducía la redención en la persona que se encontraba delante mío.
—¿Pero... porqué? Solamente quiero saber porqué— Inquirió. Bufé con exasperación y refuté ante su pedido.
—Oh, vamos. Esos lujos no se los doy a cualquiera— Sorprendido, y completamente atónito observó el elemento metálico que componía mi mano hasta ese día. Estaba ya manchado de sangre y había sido por nuestro pequeño enfrentamiento anteriormente. Su herida que se posicionaba justamente en sus costillas había hecho ya parte del trabajo para alcanzarlo.
—¡Detente, por favor!— Pasé por alto sus intentos de detenerme. —¿Que es lo que he hecho?— A tan solo dos metros de distancia, opté por detenerme un rato y jugar con las emociones del pobre. La risa me inundó como si mi cuerpo fuera un caudal para ello. No tenía preocupaciones en gritar y escupir la diversión al aire; sabía que nadie, más que nosotros dos, estaba para éste momento. No sería escuchado, no sería auxiliado; estaba muerto desde antes. El silencio se presentó entonces, misterioso y acechante; tan peligroso como una navaja.
Alcé el rostro y lo miré directamente a los ojos. La confusión fue reemplazada por la claridad, una horrible luz que respondía cualquier pregunta posible que él tuviera.
—Has hecho todo, amor— Una oscura y seductora melodía empezó a sonar en mi cabeza. Reanudé mi andar y me dirigí lentamente hacia él para terminar de una vez todo ésto. La capucha que apenas dejaba a la vista mi rostro, era lo suficientemente liberal para que mi boca tuviera un poco de protagonismo en ésta masacre. Sonreí y la sangre comenzó a brotar a borbotones. Mis ojos se tornaron negros azabaches contrastando con la noche.
Era el final.
—No, espera. ¿Que haces?— Solté una carcajada ante sus inútiles y penosas súplicas. —Por favor, lo ruego, te ruego de rodillas— Tal como alegó, se colocó -como podía- en sus rodillas, sus manos al frente y su cabeza gacha. Con frialdad, me agaché y le levanté el rostro.
—Todos van a suplicar— Susurré. Su cara estaba bañada en lágrimas y sudor. Sus manos rojas y temblorosas, no sabía donde posicionarlas. Acaricié con mi garfio lentamente toda su faz, hasta detenerme en su barbilla. —Y tu no eres más que uno de ellos— Sin aviso alguno, aplicando un poco más de fuerza penetré la parte baja de su rostro, atravesando todo lo que éste representaba. La sangre salpicando, el sabor metálico inundando sin querer mi boca, el cuerpo vacío cayendo frío y sin vida alguna al piso.
Lo había hecho, y ésto solo era el comienzo.
Sin levantarme, mis labios completamente pintados de rojo se situaron en su frente, plantando el último beso que él recibiría.
El faro a lo lejos iluminaba toda la bahía, incluso el sujeto carente de vitalidad.
Me dí media vuelta y comencé a regresar por donde había venido. Una sonrisa se convirtió en parte de mis facciones y la satisfacción era un elemento que solamente agregaba una pizca de deleite a la situación.
Vi a las autoridades venir corriendo hacia mi, con sus insignificante linternas y los sabuesos listos para atrapar al asesino. Sin embargo, en el momento en que llegaron a mí, no se detuvieron por ninguna razón.
No me vieron
Solté una risotada y me coloqué las manos en el bolsillo, disfrutando de la oscura tormenta que tomaba lugar en ese momento. Todo el pueblo sería testigo de como su adorada infancia sería dejada en el olvido. Pieza por pieza caerían todos. Estaba libre, y haría lo que mejor se hacer. La destrucción era placentera, atribuía hacia mi persona una complacencia indescriptible. Podría vivir de ella. Vivo por ella. La noche era mi escudo, mi capa negra. Cualquiera era un insecto ante mí, todos eran vulnerable; nadie se libraba de quien era, de lo que era.
Así que cuidado, porque incluso tu podrías ser el siguiente.
La muerte había llegado... y había llegado para quedarse.
codes por irwin. para own
khaleesi.
---
Temas similares
» Being the Master of Death is not achieving immortality. It is accepting death, this is conquering it.
» you're the one i want {galería.
» Be fearless {colectivas
» Somewhere after the death |n.c
» the death of me.
» you're the one i want {galería.
» Be fearless {colectivas
» Somewhere after the death |n.c
» the death of me.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|
Miér 17 Abr 2024, 3:37 pm por winchester.
» Devil's advocate
Mar 16 Abr 2024, 3:31 pm por lovesick
» becauseiloveyou
Jue 11 Abr 2024, 6:12 pm por lovesick
» Our colors are grey and blue
Jue 11 Abr 2024, 12:07 pm por Jaeger.
» micky ojos verdes
Mar 09 Abr 2024, 8:12 am por MickyEche
» life is a box of chocolates
Lun 08 Abr 2024, 4:12 pm por 14th moon
» B's space.
Sáb 06 Abr 2024, 2:48 pm por lovesick
» Un guardián entre el centeno
Dom 31 Mar 2024, 4:58 pm por ego.
» Hola! Recuperar cuenta
Miér 20 Mar 2024, 2:45 pm por Only Web Novels