El Lado Oscuro

CAPITULO 27:

- Harry... yo... -lo miro a sus ojos llenos de desesperación- quedémonos un rato más aquí, si tú quieres, claro... -bajo mi mirada al suelo junto con mi cabeza. Siento en beso de su parte en mi frente, coge mi mano y nos sentamos bajo las luces del árbol. Miro las estrellas.-
- En este momento me siento un poco tonto -dice él y yo me incomodo-.
- ¿Por qué? -pregunto curiosa-.
- Porque miro las estrellas y de ninguna de ellas sé su nombre... -nos reímos-.
- Mira, esa de allí que brilla tanto de seguro se llama One Direction, es la más grande y bonita. Pero aún así no brilla tanto como mis príncipes -reímos-.
- ¿Aún sigue en pie la boda? -dice irónico-.
- Tengo un plan -digo seguidamente de una risa malvada-.
- Estoy temblando -dice con sarcasmo-.
- Un día os pongo a todos en un saco, os llevo a Madagascar y...
- ¿Madagascar para qué? -interrumpe mientras se ríe-.
- Es que allí te puedes casar con cinco hombres -nos reímos a más no poder. Nos quedamos en silencio y fijo mi mirada en él mientras este mira el cielo. Se gira hacia mi en un gesto rápido-.
- ¿Qué miras? Me pondré rojo, me intimidas -dice burlón-.
- ¡Cásate conmigo Harry Styles! -digo imitando una fan histérica. Él se ríe- ¡Harry, Harry! Dame un poco de tu salsa -él se retuerce en el suelo mientras no para de soltar carcajadas-. Quisiera ser el sofá del show de Alan Carr, así pondrías tu culo en mi cara -otra vez no se contiene, y esta vez yo tampoco. En unos minutos, cuando las risas ya nos duelen nos incorporamos un poco, aún con una sonrisa de lado a lado.-
- Me duele todo de tanta risa, ahora tendrás que llevarme... -dice más calmado-.
- Creo que si te tengo que llevar nunca vamos a llegar -digo en tonto de tristeza-.
- Mmm... yo encima tuyo para siempre, me gusta esa idea... -dice pícaro-.
- ¡Harrry, ¿cómo dices eso?! -nos reímos. En realidad estoy de acuerdo. Es solo una broma, no lo dice en serio. Me siento y el apoya su cabeza en mi regazo mirando al lado. Pongo mis manos en sus rizos, doy caricias suavemente en su cabeza y el suspira.-
- Te lo diré mil veces, me encanta estar así de tranquilo.-dice mientras yo río un poco nerviosa. Intento no pensar en un segundo sentido. 

Un largo tiempo de masaje y un largo tiempo de pensamientos. Me estoy enamorando de él, creo. Me pongo colorada cuando me mira, me toca o me habla. Estoy un poco nerviosa y tensa cuando está cerca, pero a la vez él me tranquiliza y me hace sentir en el séptimo cielo. Me da cariño, me dice cosas bonitas, me ayuda y pese no estar cerca de mi, siempre hace que el tiempo de separación se haga corto: me envía detalles, hablamos por videocámara o por teléfono, nos enviamos mensajes... y el reencuentro es más que precioso. Pero... todo esto me asusta y me hace pensar que otra vez voy mal, no debería enamorarme, ni plantearme una relación. Aún no sé si lo conozco bien, tengo miedo a que me haga daño y no solo por utilizarme o dejarme, sino un daño más fuerte: un daño psicológico o uno físico... no quiero volver a estar mal otra vez, ahora, esto, todo, es perfecto.
Miro su cabeza y el se gira lentamente para verme, esconde un mechón de pelo, flexiona sus labios y dice en voz baja:-
- Te quiero, princesa -me guiña un ojo. El Paraíso existe señores y señoras-.
- Te quiero más, mi príncipe de ojos verdes -digo tocando con mi dedo índice la punta de su nariz, se ríe un poco y nos seguimos mirando. Sentir sus ojos encima de mi, es una bendición, es la mejor sensación que uno puede experimentar. 

Harry se levanta del césped y me da su mano, la cojo y me levanto. Me coge en brazos y se hecha a correr mientras grito- ¡Para, nos vamos a caer! -, y no me falta razón porqué ambos terminamos en el suelo, el sobre de mi, riéndonos. Siento su respiración a unos escasos centímetros de mis labios. Creo que esta vez no es como siempre, esto, nuestra amistad, es diferente, no quiero cambiar nada. Aún. no! Nos detenemos un momento, surge dentro de mi el deseo, la necesidad, de besar esos labios, de fundirme en una guerra con su lengua, en jugar con sus cabellos... Me acerco a él lentamente, no dejo de mirarle en ningún momento. Beso, su mejilla. Luego su frente, y ahora llega su turno. Roza sus labios contra la piel más cercana a mis labios, mi mejilla, solo toca un poco la comisura, muy poco. Nada más, se retira un poco y deja un rastro de besos desde mi barbilla hasta el final de mi cuello, me siento querida, me siento especial.

Nos quedamos mirándonos un rato, nos limitamos a observar al otro con detalle, eso nos parece increíble y hermoso, al menos para mi lo es. Sonrío y me muevo para atrás, él me mira incrédulo por alejarme. Recojo mis piernas sin tocarlo y me pongo de pie. Él se levanta detrás de mi, nunca cortamos el contacto entre nuestros ojos hasta que decido bajar la mía y coger su mano. Él aprieta  el agarre y empezamos a caminar alrededor del lago. De tanto en tanto cruzamos miradas y nos sonreímos. Al terminar la vuelta volvemos caminando a mi casa, hogar dulce hogar. Abro la puerta, él está ahí, esperando que diga o haga algo.

CAPITULO 28:

Abro la puerta, él está ahí, esperando que diga o haga algo. De pie junto el buzón de cartas, a tres metros de mi. Me giro rápido:-
- ¿Quieres pasar?
- ¡Sí! -dice a penas he terminado-, si tu quieres... claro -se aclara la garganta y mira sus pies-.
- ¿A qué esperas Styles? ¡Corre! -digo haciéndole sonreír. Él corre hacia mi y me abraza, me hace entrar en casa y cierra la puerta con su pie. Me gira y nos miramos unos segundos. Son segundos de eterna perfección. Soy cursi, me pegaría por pensar esto. - ¿Película con palomitas?
- Trato hecho -deja caer sus labios en la punta de mi nariz y los flexiona dejando un tierno beso sobre mi piel. Mis mejillas arden un poco.- ¿Qué película te apetece ver?
- El invitado eres tu -abro el cajón de películas y lo señalo-, ¿Comedia, romántica, acción, aventura... -voy recitando-.
- Miedo -dice sonriendo-, me encanta. -Genial. increíblemente fantástico ¿cómo voy a dormir?
- Pero a ti no te apasionan las de miedo ¿Para qué vamos a ver una de miedo?
- Te lo contaría, pero es un secreto -me dice hiendo hacia mi habitación. Le sigo y veo como se tira a la cama mirando la televisión.- ¿La podemos ver aquí?, por favor, el sofá ese es muy incómodo...
- ¡Oye! No te metas con mi sofá -me indigno-.
- En serio, Luna, te regalaré por tu aniversario un talón para un sofá, o una casa nueva y más grande, como para dos o tres personas y qué tenga piscina, sauna, jacuzzi...
- ¡Já! Ni en broma lo aceptaría, además ¿para qué tanto espacio? Me costaría el sueldo de todo un año vivir ahí -río-.
- ¿Y si tuvieras compañero de piso? -suelta al aire.-
- Si, claro. ¿Te vienes a vivir conmigo Harry, yo pago el desayuno y tu el resto -nos reímos-.
- Bueno yo lo dejo en el aire, pero ¿Te gustaría? -dice mientras preparo la película y me estiro junto a él en la cama.-
- Depende de si eres un completo desorden como dicen en las revistas de prensa rosa, de seguro tienes todo por ahí tirado y no limpias nunca.
- Mmm... -dice y me río-. No, es broma -sonríe-. no soy el más ordenado del mundo pero intento no tener nunca la casa patas arriba.
- No se si fiarme de tu palabra -digo insolente, el rulado se hace el ofendido-.
- Oh! Usted perdone señorita "Soy La Más Ordenada Y Mi Sofá Es Cómodo" 
- Edward cállate sino quieres morir -digo su segundo nombre mientras lo miro amenazante. Le doy al play y nos tapo a ambos con una manta. 'La Señal', la película escogida por el señor inteligente donde una niña, enojada con su pasado, con el mundo y especialmente con sus padres por haberla asesinado, decide matar a gente de una forma muy paranormal: saliendo de las pantallas, apareciendo en la realidad, dejando un rastro de muerte y seres inertes según va avanzando la trama.
En un momento dado no me aguanto y me escondo bajo la manta casi llorando, esta película nunca la había visto, pues es de miedo y me la regalaron, pero no me gustan. Oigo como desde el mando de la televisión se apaga la película y empiezan a sonar anuncios de la Tele-tienda, luego no se oye anda, pero se mueve la manta. Siento unas manos en mi espalda y grito de miedo.-
- ¡Luna tranquila! -dice Harry- Soy ella -dice refiriéndose a la niña-.
- Cállate -me cubro e intento tranquilizarme. En verdad esta es la segunda producción de terror que veo, la primera me hizo llorar y no pude dormir durante un mes. Siento el abrazo de unos bazos gigantes encima de mi-.
- ¿Estás enojada? -dice poniéndose encima. Ahora la manta parece una cabaña india, como las que solía hacer cuando era niña. No le contesto.- Princesa, no te enfades, solo quise hacerte una broma. No creí que podrías estar tan asustada. ¿Tienes miedo cierto? -sigo sin dar respuesta y él besa mi frente, se estira quedando encima de mi, me coge de la cintura, decide rotar nuestras posiciones. Me apoyo encima de él dejando avanzar sus brazos hacia un abrazo al mismo tiempo que escondo mi cabeza en su pecho. Me da un beso en la cabeza.- Lo siento mucho, pequeña. Es una película, no es real, no temas. yo estoy aquí para protegerte. -Lo miro con los ojos un poco llorosos y él me besa toda la cara.- Preciosa, ¡Sonríe! -dice poniendo sus ojos bizcos para que ria, y así lo hago. Sonrío y dejo un beso en su cuello, lo abrazo e intento no pensar en la acción de ese filme tan tenebroso, al menos para mi. Me muevo de forma que la manta que nos cubría enteros deje a la vista nuestras cabezas. Dirijo mis pupilas al reloj, pulso uno de sus botones y se enciende una pequeña luz que ilumina la hora: las cuatro de la madrugada.- Es un poco tarde...
- Quédate a dormir por favor-digo desesperada-.
- Por supuesto princesa, aquí estoy -dice intentando tranquilizarme-.
- Me pondré el pijama, ahora vuelvo -cojo el mío del cajón y voy a cambiarme. 
Al volver, encuentro un monstruo de la noche, Harry en calzoncillos mirando unos álbumes. Es, como mínimo un dios de la mitología griega. Camino hacia él hasta llegar a su lado, tomo lugar a su derecha y maldigo las fotografías. Quise quemar ese horrible libro.

Cuando Jack empezó a cambiar, a empeorar, decidí hacer un álbum de fotos, escritos y dibujos explicando como me sentía. La degradación moral de mi persona, 'Cómo morir' así se llama la obra de mis destrucción. Él ya ha visto más de la mitad del álbum, está llegando a la peor parte. Se detiene un momento, me mira fijamente. Se acerca lentamente a mi y hace desaparecer la distancia entre nosotros.