Re: Runaways | novela colectiva.

por **indigo.** Jue 28 Nov 2013, 10:37 am

Perdona en realidad quería decir pasota, vamos que todo le da igual.
Bueno si quieres puedes hacer que Lola le pregunte el porqué cuando escribas tu capítulo c:
Es que el mío ya está, y sino debería de reescribirlo.

por Invitado Jue 28 Nov 2013, 10:40 am

Birdie podría preguntarle. Pienso hacerla algo perfeccionista o parecida a la actitud de Nora Grey.

por **Spark.** Jue 28 Nov 2013, 10:47 am

De acuerdo Connú, me parece bien. ¡Gracias!

por **indigo.** Jue 28 Nov 2013, 12:28 pm

Runaways | novela colectiva. - Página 2 Tumblr_inline_moxgez9jvN1qz4rgp

Capítulo 002

Lola Rose Cavali.

Por: Kate.

La familia no es una casa de muñecas, de esas que salen en los escaparates de las tiendas de juguetes, donde se demuestran su amor, son sinceros los unos con los otros y se apoyan cometan los errores que cometan. No, en la vida real, la familia es un grupo de desconocidos obligados a convivir unos con otros. Porque así lo estipula la ley de la biología y la sociedad. Vamos y venimos dentro de la unidad familiar mirando solo por nosotros mismos o nuestros intereses propios. O al menos, eso ocurría en la de Lola.

¡PLAF!

Otra bofetada impactó en su cara provocando que su cabeza describiera un semicírculo hacia la derecha. El pelo se le fue a la cara y en una milésima de segundo sintió como una herida se abría en su labio inferior, que parecía palpitar con mi vida propia.

-¡Maldita desagradecida! –Gritó la atronadora voz del novio de su madre -¡Os acojo en mi casa y tú me lo pagas de esta manera!

Lola se recuperó enseguida del golpe, tal vez fuera por la costumbre o por la rabia creciente que viajaba por sus venas en ese momento. Se apartó el pelo de la cara y le miró desafiante, esta vez preparada para recibir el golpe. No comprendía como todavía no se había abalanzado sobre él y le había arrancado los pelos de la barba sucia y mugrienta con sus propias manos.

-¿Acogernos? –Dijo con una sonrisa sarcástica en el rostro -¿A esto llamas tú acoger?

Stefan, comenzó a temblar a causa de la rabia y estaba segura de que otra bofetada impactaría en su cara antes de poder pestañear una vez más. Ya no sentía miedo, estaba tan acostumbrada a los golpes… ¿y cómo no estarlo?, si hacía tiempo que perdió la cuenta de la de años que llevaba recibiéndolos. Cada vez era más fuerte, más inmune…

-Niña insolente… -escupió mientras se dejaba caer en el sofá y agarraba su preciada botella de whisky, su único y verdadero amor.

Lola se quedó de pie en medio de la sala, sorprendida de que hubiera dejado pasar la osadía de contestarle. A lo mejor Stefan también se estaba acostumbrado a sus contestaciones y constantes desafíos. Sonrío en el interior, por esa vez había ganado.

Vio a su madre sentada en la butaca, con un cigarrillo en la mano y la vista fija en el televisor. La chica no se sorprendió de verla allí, y menos le sorprendió que no hubiera intervenido para defenderla. Nunca lo hacía, le daba tan igual su bienestar. Si Lola desapareciera de un día para otro sin dar señales de vida estaba segura de que esa mujer tardaría al menos una semana en percatarse. Su adicción al alcohol, a Stefan y cualquier cosa que no fuera Lola la mantenían demasiado ocupada.

Una vez más, se preguntó cómo habría sido su vida si su padre no las hubiera abandonado cuando tan solo tenía seis años. Desde aquel día, la vida de Lola fue cayendo en un pozo sin fondo. Nunca había tenido una residencia fija. Su madre la había llevado dando tumbos por todo Londres, dependiendo de dónde viviera su novio de aquella época. Hasta que a los doce años conoció al borracho de Stefan, y pudo decirse que por fin había encontrado su “hogar”. Todas las malas experiencias que le habían tocado vivir a la niña, en lugar de convertirla en un ser débil y asustado, la habían convertido en una persona impertérrita, desconfiada y autosuficiente.

Permaneció allí parada solo unos segundos, no desaprovecharía la oportunidad de marcharse prácticamente ilesa de aquella pelea. Agarró su chaqueta del perchero y salió al porche. Sacó un cigarrillo del bolsillo interior y dio una calada.

El frío le entumecía los huesos, y se lamentó enseguida de no haber cogido más abrigo que una camiseta interior y la chaqueta de cuero. Pero no estaba dispuesta a entrar de nuevo en aquella casa, no hasta que las dos personas que permanecían dentro cayeran en un sueño profundo a causa del alcohol. O que subieran a la habitación a echar un polvo. Lola, también se había criado con los constantes gemidos de su madre, provocados por diferentes hombres. Eran muchas las veces que había llegado a casa y los había encontrado botando uno encima del otro, sin ningún tipo de tapujo. Era indescriptible el asco que le provocaba aquello…

Se dedicó a observar la extensión de casas que había ante ella. En apariencia, presentaban una perfección casi molesta. Pero todo el que vivía allí sabía que dentro de esas casas pasaban cosas que contradecían completamente de la definición de la palabra perfecta. A Lola no le consolaba mucho saber que otras personas de su edad, con las que había pasado por la adolescencia, sufrían los mismos abusos que ella. Porque eso no haría desaparecer sus problemas, ni los aliviaría un poco.

Nunca había tenido una persona con la que desahogarse, con la que llorar y maldecir la vida. Bien podría haber sido su culpa, ya que no hacía el mayor esfuerzo por relacionarse con los demás. No es que fuera apática con las personas, es solo que prefería pasar de largo por la vida de los demás. Así nadie la conocía, nadie podía descubrir sus puntos débiles y no podrían herirla, más de lo que ya estaba.

Si tan solo pudiera escapar de aquí…

Poco después una silueta apareció en el camino de entrada de su casa, recortada por las sombras de última hora de la tarde. Entornó los ojos para ver de quien se trataba, era Nirvana Rossi, la hija de la prostituta que vivía en la casa contigua a la de los Scorsese. Habían ido a la misma clase en segundo curso, pero jamás había hablado con ella. Por eso le sorprendió encontrarla allí parada, con las manos en los bolsillos mientras instaba a Lola con un movimiento de cabeza a acercarse.

Sumamente extrañada se levantó de los escalones de pintura desconchada y raída, y caminó hacía su encuentro con una actitud reacia. Cuando estuvo a escosas de ella se detuvo.

-¿Qué quieres? –preguntó con desconfianza.

Nirvana ignoró la pregunta de la chica, en su lugar miró hacia la casa de Lola con gesto nervioso. Entonces lo comprendió por fin, debía ser importante si no quería que nadie la escuchara.

-No te preocupes, habría que ponerles una pistola en la cabeza para que se levantaran de ese sofá y soltaran la botella de alcohol –dijo sin mucho entusiasmo -¿Qué quieres? –volvió a preguntar con más vehemencia, odiaba que la hicieran esperar.

La chica de brillantes ojos azules volvió a fijar la vista en ella. Parecía más nerviosa de lo que quería mostrar, aunque mantenía el mentón levantado. Nirvana era como ella, se escondía bajo una pose de indiferencia.

-Vengo a proponerte algo –habló por fin.

Lola enarcó las cejas sin comprender, ¿qué podía proponerle esa chica a la que no conocía de nada que le interesara lo más mínimo?

Sin embargo, al ver la decisión de Nirvana brillar en sus ojos, supo que lo que diría le interesaría más de lo que en un primer momento supuso.

-Habla –la instó sonando lo menos tajante posible, sin la protección de los árboles de su jardín el frío impactaba de lleno en su cuerpo y comenzaba a no sentir las manos.

-Vengo a proponerte que nos fuguemos –Nirvana bajó el tono de voz y se apegó más al cuerpo de la chica de pelo rizado.

Lola pensó que se había imaginado aquellas palabras, porque eran una completa locura. Unas locas palabras que llevaba esperando oír toda su vida.

-¿Cómo dices? –preguntó para comprobar que no la bofetada no le había producido un cortocircuito en el cerebro provocándole alucinaciones.

-Sé que tú vida es tan miserable como la mía, como la mayoría de los que vivimos aquí… –la forma tan directa con la que habló le gustó, nunca la gustaron las personas que le daban vueltas y vueltas a las cosas – Estoy segura de que lo único que deseas es salir de aquí, huir de aquí.

Lola no se dio cuenta de que tenía la boca abierta hasta una ráfaga de aire frío se coló por su boca enfriándola aún más.

Claro que lo había deseado, esa era la única cosa clara que tenía en su vida; la convicción de huir de ese lugar, de apartar su pasado lleno de mierda.

-Sí –dijo pensativa, más para ella misma que para Nirvana. Solo había un problema, que no era tan fácil huir, de haberlo sido haría años que se hubiera marchado -¿Cómo pretendes hacerlo, a dónde van dos desconocidas sin un rumbo fijo?

-No seremos solo nosotras dos, de hecho eres a la tercera persona que visito esta noche –le aclaró –Por lo demás no te preocupes, el rumbo se decidirá sobre la marcha –parecía sumamente satisfecha, y eso que Lola todavía no había aceptado ni rechazado nada.

-¿Cómo pretendes que nos vayamos? –continúo con su interrogatorio.

-Te he dicho que no te preocupes por nada –le espetó con tono cansino -¿Vienes o te quedas?, solo responde a la pregunta.

Lola la miró con desconfianza, ¿y si se trataba de una broma pesada, si solo quería burlarse de ella? Entonces, asomando por la manga de su abrigo, vio una cicatriz redonda, igual que la forma de un cigarrillo. Comprendió que se trataba de un engaño cruel, esa chica era maltratada como ella, todas las personas a las que decidiera invitar su vecina tendrían el mismo derecho que ellas a marcharse.

No lo dudó más, se largaría de allí.

-Iré con vosotros –sentenció con la emoción creciendo por su cuerpo –Solo necesito saber una cosa, ¿cuándo será?

-Dentro de dos días, a las once de la noche, en el claro del bosque que hay al lado de la carretera que sale del barrio –le anunció con aire de satisfacción - Coge algo de ropa, de comida y todo el dinero que tengas.

-Bien –se despidió Lola dándole la espalda a la chica para dirigirse a la que ya no sería más su casa.

La tranquilidad de ambas era perturbadora. Parecía que solo habían mantenido una breve charla sobre el tiempo de Londres. Nadie diría que acababan de sellar con palabras una huida casi inmediata.

Cuando entró dentro lo hizo con una nueva emoción incubándose en la boca de su estómago. Los ronquidos discordantes y atronadores le llegaban desde el salón. Ya no tendría que aguantar eso nunca más. Caminó sigilosamente por detrás del sofá hasta la cocina, abrió la nevera y sacó un sándwich a medio acabar que dejó allí hacia un rato. Lo comió en silencio sentada en la encimera de la cocina, sintiéndose feliz por primera vez en muchos años. Dejó su plato sobre la pila, donde descansaba la mayoría de la cubertería, llena de restos de comida. Ese había sido el motivo de la última bofetada que le dio Stefan, haberse olvidado de fregar los plastos.

La última bofetada… la última bofetada… le dio ganas de gritárselo en la cara al borracho que dormitaba en el sofá. También quiso gritarle a su madre lo miserable, egoísta y lamentable que era. Pero se bajó de la encimera y subió a su dormitorio, en completo silencio. Se acostó en la cama y cerró los ojos. Dos días, y todo terminaría.

(*) (*) (*) (*)

Cuando llegó la tarde de la huida, Lola se sentía a punto de explotar. Los días anteriores habían pasado a cámara lenta, de manera tortuosa. Todo le irritaba especialmente y no pasó ni uno de los insultos que le regalaba Stefan, por lo que había recibido un puñetazo que le dejó un pequeño moratón bajo el ojo. También dejó su trabajo como camarera en la cafetería, y lo hizo por la puerta grande. Rociando a su asqueroso jefe con el caducado café que le obligaba a servir y estampando una tarta en su calva, bajo la mirada de sorpresa de todo el que se encontraba en el local. Con suerte, perdería a la mitad de la clientela esa misma tarde.

Se paseaba por la habitación de un lado para otro. La maleta descansaba sobre la cama, esperando el momento en el que Lola la agarrara para irse. Había vaciado la despensa de comida, sabiendo que nadie se daría cuenta. Y había roto la horrible sirena de cerámica en la que guardaba todo su dinero, era una suma considerable dado que llevaba dos años trabajando en la cafetería y no había gastado ni uno de sus salarios enteros.

Su madre y Stefan estaban en la habitación contigua a la suya, gimiendo todo lo alto que sus pulmones se lo permitían y haciendo que el somier de la cama se lamentara rítmicamente. La chica se puso sus auriculares y la música de Snow Patrol retumbó en sus oídos acallando los gemidos. Solo un rato más y todo habría acabado, se repetía como consuelo.

Se dejó caer en el alféizar de la ventana, que daba al patio trasero de los Scorsese. Divisó la mitad del cuerpo de Connor, que estaba apoyado en la barandilla de su porche, movía los labios sin cesar, por lo que supuso que se encontraba con alguien más. Lola se había aventurado a creer que Connor era uno de los chicos que se marcharía con ellas esa misma noche, ya que los padres del chico y los de Lola parecían competir por ver cuál de los cuatro les gritaba más alto.

Una nueva silueta apareció en escena. Se trataba de un chico moreno, alto y que parecía darse aires de majestuosidad y altivez. Lola supo de quien se trataba en cuanto lo vio, aunque no conociera su nombre. Lo había visto muchas veces allí con Connor. Vestía ropa cara y su Audi R8 demostraba que era una persona con mucho poderío monetario. Se sorprendió a si misma al verle allí precisamente esa noche. Sabía que él no vivía en el barrio, ¿habría acudido allí para despedirse?.

Minutos después las dos siluetas se esfumaron dentro de la casa. Poco después escuchó el rugir de un motor, y supuso que el chico moreno se había marchado. Miró su reloj de pulsera, las once menos diez, había llegado el momento.

Se puso la chaqueta y se enrolló la bufanda al cuello. Cogió la maleta y salió de la habitación. No se preocupó de hacer ruido al bajar por las escaleras, ninguno de los dos se inmutaría. Al llegar abajo lanzó una mirada en derredor a la planta baja casa, que tantos malos recuerdos encerraba. Abrió la puerta y salió a la fría noche, iluminada solo por las farolas que había en la calle. Sin más miramientos, cerró la puerta a su espalda, dejando atrás su mala vida, su tormentoso pasado. Y se internó dentro de la oscuridad, sin siquiera mirar atrás, sin remordimiento alguno.

____________________________________________________________________________

Bueno aquí está, no sé si estará bien, pero espero que os guste c:

Sigue: GreenSky corazoncito.

por Invitado Jue 28 Nov 2013, 12:30 pm

Soy el ser mas torpe del planeta. Necesito que me modifiquen, okno.
No me habia dado cuenta de que habian abierto el tema... Runaways | novela colectiva. - Página 2 1129725545

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Ya leo y comento.

por **Jhensley.** Jue 28 Nov 2013, 12:33 pm

kdljlkf suben dos capitulos mientras no estoy ahhhh<3 ya comento ambos:3

por **Spark.** Jue 28 Nov 2013, 1:11 pm

no he podido leerlo sorry
esque me quda poca bateria y no va el cargador, asi que sorry ahora lo pongo en la firma

por **totoro.** Jue 28 Nov 2013, 1:12 pm

ASLDKJHFKSDJFHLSDKFJHDFKJDH. Kate, tu sabes que amo la manera en la que escribes ¿verdad? porque si no lo sabías te lo aviso.
La vida de Lola, el novio de su padre la golpea y su mamá ni siquiera le presta atención.
Amé su personalidad, de verdad. Y conoce a Nirvana por su mamá prostituta.
Y morí con lo de: "Lola se había aventurado a creer que Connor era uno de los chicos que se marcharía con ellas esa misma noche, ya que los padres del chico y los de Lola parecían competir por ver cuál de los cuatro les gritaba más alto."

Gracias a todas por sus comentarios sobre mi capítulo<3 los amé. Me sentí como niño en dulcería :corre:

por **Jhensley.** Jue 28 Nov 2013, 2:26 pm

Bea: Oh dios Bea slkhdkdjf<3 tienes que dejar de hacerlo me encanto el capitulo<3 Nirvana es tan rebelde y se le ocurrio la mejor idea del mundo, y ahora te mato por que hiciste que Leilanie fuera asi justo como la pense<3 en serio quiero que comiencen y anden por las carreteras dejando toda esa vida horrible que cargan por que no vale nada y me encantaron todas esa reglas que tienen me causaron mucha risa esperemos que empiecen la accion entre todos:3 sabes que me encanto y lo ame:3

Kate: Me dolio mucho Lola pobre como es posible que le pegue el novio de su madre y ella no haga nada, eso me dolio muchisimo es que no es justo la vida que tiene debe de doler demasiado y auch, los golpes cada dia eso no lo soportaria nadie debe de doler mucho; le llego la oportunidad perfecta al fin puede ser libre, me dio mucha risa la forma en la que se despidio de su trabajo ¡que empiece la buena vida!

asñklj me encantaron los dos capitulos en serio<3 y que la sigan me encanta tanto esto:3 Runaways | novela colectiva. - Página 2 1857533193

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por **demons.** Jue 28 Nov 2013, 7:34 pm

leo y comentoo.

por **demons.** Jue 28 Nov 2013, 8:51 pm

ay, me encantaron<3
osea, fueron simplemente perfectos, tienen que enseñarme a escribir como ustedes Runaways | novela colectiva. - Página 2 1440745896

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primero, sus personajes son muy idk, but omg, omg, omg.
me dieron una idea para hacer el mío,
que suerte bc me toca |?|
eso, pronto la sigo, bai.

por **Spark.** Vie 29 Nov 2013, 8:56 am

espero your cap may!

por Invitado Vie 29 Nov 2013, 2:38 pm

Siento el retraso, estuve desaparecida todo este tiempo por las clases, estúpidas clases ¬¬ afijasifojasiofa enseguida leo y comento los dos capítulos subidos c:

por Invitado Vie 29 Nov 2013, 3:01 pm

Bea: JAJAJAJA, me gustó eso de las reglas asiofuasdiofaf Idk, me quedé toda loca cuando leí: No se puede tener sexo en el coche. JAJAJAJA, ay, ay, casi muero. No quiero saber cuántos se saltarán esa norma (?) Runaways | novela colectiva. - Página 2 285151902

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asfiojasiofjai Se nota que Nirvana es tipo.. La jefa Runaways | novela colectiva. - Página 2 3212464482

asfijasiofja te pega, le pega, idk asfiouasifa Me encantó.

Kate: Odié que la madre de Lola vea como la golpea su novio pero no haga nada para remediar, ¡la odié por completo! Menuda madre, no, ¡eso no es una madre! No entiendo como Lola ha podido aguantar eso, yo me habría escapado hace mucho. Pero, la parte buena es que tiene una nueva oportunidad, yéndose con Nirvana y compañía. Me encanta.

por **indigo.** Sáb 30 Nov 2013, 10:03 am

Gracias a todas por los bonitos comentarios, pensé que me había quedado mal, porque lo escribí rápido y corriendo.
Helenna tiene razón, a Nirvana le pega mucho el papel de jefa xD.
Espero con ansias el capítulo de May c:

Besos a todas <3.

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