NOT THAT BAD

-No lo puedo creer! – gritó el señor Jhonson al entrar al cuarto de su hija- ¿Cómo pudiste Zoe?
  -Creo que no estoy entendiendo- respondió pícaramente la adolecente. Ella sabía perfectamente a lo que su padre se refería. La noche anterior, ella se escapó de su casa y entro a la casa de la vecina de enfrente cubrió toda la casa con graffitis. Una vieja cascarrabias que siempre estaba amargada y de mal humor. Varías veces, la mujer había delatado alguna de las escapadas de  Zoe con su padre, lo que hizo que se ganara su odio.
  -Sabes perfectamente de lo que estoy hablando. Tu…- dijo señalándola con enojo. Cayó por un momento, reflexionando que castigo iba a aplicarle a su traviesa y descontrolada hija esta vez.
El ya lo había intentado todo, reprimendas, encierro, restricciones y prohibiciones, pero nada había funcionada. Esta chica está totalmente por encima de cualquier penitencia.
  -Ya me harté. Empaca tus cosas, mañana a primera hora te quiero fuera de esta casa.
  -¿Qué?- respondió la chica aterrorizada incorporándose en la cama- ¿De qué demonios hablas?- dijo ahora parándose completamente a pocos metros de su padre
-Un auto te estará esperando fuera de la casa para llevarte a Saint Elizabeth en la mañana. Espero, que por tu bien, estés lista.- Dicho esto, dio media vuelta y todavía enojado salió de la habitación.
   -Estás loco, no hay nada que me haga ir a ese internado lleno de estirados!- chillo Zoe a punto de hacer una rabieta, lo suficientemente alto para que su padre la escuchara e hiciera un ruido de desaprobación.
No lo podía creer. Su padre la había amenazado varias veces con ese pomposo internado. Él había asistido, su abuelo y su tátara abuelo igual. De hecho, en este momento, su hermano estaba estudiando allí.
El colegio había empezado siendo solo masculino, pero la directiva decidió convertirlo en unisex. Zoe había ido un par de veces debido a algunas reuniones de padres y profesores. Pero no era nada que llamara su atención, al contrario, repelía totalmente el interés de la chica.
Ella era muy rebelde, no le gustaba la rutina, le gustaba intentar cosas y le atraían las cosas que sabía que no podía hacer. Este internado era completamente lo contrario, se basaba en reglas, en buena conducta y compostura. Sumándole el hecho de que estaba lleno de niños ricos, mimados y pedantes.

Ximena<3 escribió:Lo Ame !!!,Considerame tu primera oficial lectora !!! ,Ame tu idea mujer,la tienes que seguir!!,espero primer cap ! ,O deos estoy emocionada ! c: ,me puedes decir Xime ;3

Ayyyyyyyyyyyyyyy, no creo que mas emocionada que yo! Dios, no puedo creer, enserio te gusta? wow. Nunca había hecho estoooooooo! Afhsajh gracias xime primera lectora oficiaaaal

bcyolovubb escribió:

Ximena<3 escribió:Lo Ame !!!,Considerame tu primera oficial lectora !!! ,Ame tu idea mujer,la tienes que seguir!!,espero primer cap ! ,O deos estoy emocionada ! c: ,me puedes decir Xime ;3

Ayyyyyyyyyyyyyyy, no creo que mas emocionada que yo! Dios, no puedo creer, enserio te gusta? wow. Nunca había hecho estoooooooo! Afhsajh gracias xime primera lectora oficiaaaal

Así es , quiero cap. :3

Holi esta muy buena! Ya quiero leer el primer cap me alegra que ya tengas pensado un tema para escribir
Pd: soy jaqui, siguela porfa

jaquiz1Dlove escribió:Holi esta muy buena! Ya quiero leer el primer cap me alegra que ya tengas pensado un tema para escribir
Pd: soy jaqui, siguela porfa

Graciaaaaaaaaaaaaaaas, en un rato la sigo! Igual necesito mas lectoras, asi que corran la voz!

CAPITULO UNO.



-Zoe! Levántate! Ya es hora!- Escuché a Trudy gritar desde la cocina. Era una mujer de unos 56 años, muy elegante y cariñosa. Ella nos quería mucho y nosotros a ella. Desde que mi madre falleció, ella es la que nos ha criado a mí y a mi hermano. Mi padre hacía todo lo que podía, pero después de unos años nos dimos cuenta de que no podía solo.
-Ya voy- respondí somnolienta
Media hora después, bajé, vestida casualmente, con dos maletas de igual tamaño a mis lados y un bolso considerablemente grande colgando de mi hombro. No podía esperar que pasara todo un año escolar en un internado a cinco mil kilómetros de distancia de mi casa sin tener toda mi ropa y calzado.
-¿Estás lista?- Preguntó mi padre bajando el periódico y mirándome
-¿A ti que te parece?- Respondí de mala gana. Entiendo que soy un poco difícil y que debe ser complicado para mi padre lidiar conmigo, pero esto era indudablemente innecesario!
-El auto te está esperando afuera, te llevará al aeropuerto.- Dijo mi padre levantándose de su silla y acercándose. El estaba triste, yo se que le costaba dejarme ir, uno de sus hijos ya estaba lejos y ahora yo me le sumaba.- El colegio mandará a alguien a buscarte. Por favor, llámame cuando llegues.
-Está bien- dije- Adiós.
-Adiós hija, cuídate y te lo pido por favor, pórtate bien.
Asentí y empecé a caminar hacia la puerta de entrada, allí me esperaba Trudy con una sonrisa ¿triste?.  Ella me abrazó con fuerza y yo le devolví el gesto. La quería mucho y la iba a extrañar.
Después del viaje en auto y el viaje en avión, llegue al aeropuerto de New Jersey y en lo único en lo que podía pensar era en encontrar el cartel con mi nombre.
Después de unos minutos buscando por fin lo encontré. Un hombre cuarentón, canoso y robusto estaba parado entre la fila de choferes con un cartel que decía ‘Zoella Jhonson’. Dificultosamente agarre mi equipaje y me dirigí hacia el.
-¿Tú eres la señorita Jhonson?- dijo no muy amigablemente.
-Así es- respondí de la misma manera.
Tomó mi equipaje y empezó a caminar, lo seguí hasta que llegamos a un auto bastante lindo, negro y con vidrios polarizados. Guardó mi equipaje mientras me subía y una vez que el estaba en su asiento, encendió el motor y empezamos a marchar hacia el prestigioso internado Saint Elizabeth.
 
Aquí  vamos

Estuvo genial y no te preocupes pasare la voz sobre tu incre nove
Siguela

CAPITULO DOS:




-Buenos días señorita Jhonson- dijo una mujer cuando el chofer me dejó en la puerta del internado. Era alta y con buena postura, de mediana edad y pelo por los hombros, llevaba puestos unos anteojos que la hacían lucir mayor, pero de todas maneras parecía simpática.- Soy Elise Gollingwood, directora de la institución, es un placer-sonrió y me estiró la mano para que yo la estrechara y eso hice, de mala gana.
-Soy Zoe- le sonreí de vuelta tratando de no ser tan descortés, a pesar de mi mal humor, ella parecía ser una buena persona
-Si me sigues te daré tus horarios y te indicaré donde queda tu habitación- dijo dándose media vuelta y empezando a caminar. Obviamente la seguí, si me quedaba sola me perdería enseguida, este lugar era realmente grande.
-Este es el edificio central, es donde está todo lo administrativo- Habló- El Internado consta de 3 edificios principales, el central-repitió- el de habitaciones y por último el edificio donde se encuentran todos los salones de clase y la biblioteca. Por supuesto que luego está el gimnasio y la piscina de natación.
Seguimos caminando hacia donde pasaría la mayor parte de mi tiempo el resto del año. La secretaria me había entregado la llave así que cuando llegamos a la habitación número 295, la señorita Gollingwood se hizo a un lado para permitirme abrir la puerta.
Cuando entramos, el aspecto del lugar era bastante monótono. Dos camas, dos escritorios, un gran closet, una ventana que por lo que pude ver daba hacia los campos de football y football americano. Las paredes eran de un celeste pálido que perfectamente se podría confundir con blanco, no iba a mentir, no quería estar aquí, no me gustaba esta situación y probablemente estaría desconforme con cualquier cosa que se tratara de este maldito internado.
-Debo retirarme-dijo la directora mientras se retiraba- Nos vemos luego Zoe.-sonrió y se fue.
Casi enseguida que la puerta se cerró, se volvió a abrir, dejándome ver a un chico alto, pelo castaño claro, ojos verdes, bastante atractivo a decir verdad.
-¿Qué demonios haces en mi habitación?- dijo molesto. Esta actitud hizo que mi impresión de el cambiara radicalmente.
Lo miré indignada y un poco confundida ¿Qué había dicho? ¿SU habitación?
-Esta no es tu habitación- contesté desafiante- Es mi habitación-remarque- así que por favor vete, quiero desempacar. Me di la vuelta esperando que se diera cuenta de su error y se fuera. Para mi sorpresa, no lo hizo.

-Niña-odiaba que me llamaran así- en verdad no estoy para juegos- dijo más calmado que la vez anterior, pero aun molesto- El papel que me dio la secretaria dice claramente ‘Habitación Nº295’-aclaró mientras ponía bruscamente el papel frente a mi rostro.


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Lamento no haber subido nada desde hace mas de un mes, no tengo justificacion, soy una mala persona. No se si aun tengo alguna lectora (espero que si), en ese casi, te quiero demasiado por bancarme a pesar de no dar señales de vida. Trataré de subir otro capitulo dentro de muy poco, lo promero.