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I love you | nc.
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Re: I love you | nc.
por sugar. Vie 29 Nov 2013, 9:07 pm
Capítulo 5
—Hamid, no me siento bien hoy, ¿podrías atender tú a los clientes?—Inquirí mirando a mi compañero musulmán. Trabajar en una prestigiosa tienda de vestidos para poder pagar mis estudios en la universidad, probablemente era agobiante. Bueno, en sí, lo era.
— No me pagan más por esto, ¿sabes?—Atacó Hamid frunciendo el ceño.
— Si lo haces, te llevo conmigo a la fiesta de mi mejor amigo. ¿Claro?
—Ahora sí tiene sentido.
—No es una cita, no te emociones—Me burlé sin ganas. Ni siquiera tenía ánimos para bromear…tener insomnio era una basura.
—No creo que sea la gran cosa salir contigo, Tomlinson—Y Hamid se retiró a ordenar los vestidos que las chicas despreocupadas dejaban tirados en otras secciones.
Básicamente, todo me parecía una basura. ¿Para qué demonios tenemos sentimientos? Me esmeré en hacer tantas cursilerías por una chica que luego me dijo: “Es que…conocí a otro hombre”.
Y jamás creí que fuera a llorar frente a una chica pidiéndole que me diera una oportunidad, pero hace dos noches atrás, me demostré a mí mismo lo contrario cuando Elizabeth me pateó en nuestro primer aniversario.
Cosas que sólo le pasan a Louis Tomlinson.
Mi mejor amigo, Marcus, haría una fiesta el fin de semana, y lo hacía para levantarme el ánimo. Y lo encontraba ilógico…Él tuvo una novia, y la tipa le fue infiel siete veces. ¡Siete! Pero sin embargo, él me decía: Tranquilo, compañero. Las chicas vienen y van…Jamás sufriré por amor.
No obstante, cuando se enteró de que su segunda novia también lo había engañado…por poco se tira desde el tercer piso de nuestra universidad.
Aún así le agradecía el apoyo. Porque lo necesitaba.
Mientras que Hamid seguía haciendo su trabajo, me encontré a mí mismo mirando las fotografías que guardaba en mi celular…y prácticamente, todas eran de Elizabeth. Qué miserable me sentía gastando lágrimas por un amor que había dejado de ser correspondido hace dos meses atrás. Aún así, los sentimientos que tenía por aquella chica eran nulos. No estaba llorando por ella…estaba llorando porque me sentía malditamente solo.
—Ya sé qué hacer para que te sientas mejor—Dijo de pronto Hamid, con una sonrisa extendiéndose bajo su nariz.
— ¿Ah, sí?
—Lo bueno de trabajar en una tienda de vestido, es que siempre vienen chicas sexys.
— ¡Oh, no, hermano! Ni creas que andaré como un…
—Sólo escoge a una. Eso es lo que yo hago.
— ¿Has tenido una novia siquiera, amigo?
Bueno, me sentí cruel.
Y Hamid no dijo ninguna palabra más.
Y bueno, mi querido amigo musulmán estuvo molesto conmigo hasta el día de la fiesta. Todos los que estaban ahí eran universitarios, a excepción de la prima de Marcus y sus amigas. Creo que ellas estaban en último año de secundaria, o algo así.
Hamid ya se había dejado llevar hace bastante rato, y yo me mantenía sobrio. Era el único que no había bebido ninguna copa. Eso apesta. Totalmente.
— ¡Suéltame, asqueroso!—Escuché los gritos femeninos de una rubia que estaba siendo “acosada” por un pelirrojo llamado Gary. Bueno, la chica también se veía sobria, y Gary estaba a punto de terminar inconsciente por su nivel de borrachera.
Entonces, me acerqué a Gary y lo moví para que soltara a la muchacha.
—Déjala, Gary. Al parecer a la reina no le gustan los plebeyos—Bufé desganado.
—Oh, al menos reconoces que eres un plebeyo—Masculló la ojiazul de mala gana.
—Sólo Louis Tomlinson, para servirle, majestad—Hice una reverencia irónica ante ella, y lo último que alcancé a ver fue que rodó los ojos. Luego se perdió entre la multitud. Y la música se volvió más fuerte.
Se suponía que la fiesta era para que disfrutara un poco y que el sentimiento de soledad saliera de mi cabeza, pero lo único que quería era romper todo y seguir malgastando lágrimas contra la almohada solitaria de mi cama.
La ojiazul de hace un rato aparecía de repente entre la multitud, y la estuve mirando por un rato. La veía incómoda, y también como si tuviera problemas para respirar. Pero parecía la clase de chica con la que tratas de ser bueno, y te tratan como un tapete. No me iba a arriesgar. Esas chicas tienen garras, filosas garras.
— ¡Soy el rey del mundo!—Exclamó Hamid bailando sobre una mesa. Oh, rayos…
Totalmente decidido llegué hasta la puerta de la casa de Marcus, no me importaba dejar a Hamid solo, después de todo, se estaba divirtiendo…, pero me tomaron por el brazo y me hicieron chocar con alguien.
— ¿Qué mierda?—Farfullé entre dientes. Aclaré mi vista y distinguí al mismo Marcus sujetado a la chica rubia por los hombros.
— ¿Ya conociste a mi prima, Tomlinson?—Habló mi amigo con idioma ebrio. Si es que saben a lo que refiero.
—Oh, majestad—Ironicé la última palabra. La rubia volvió a rodar los ojos.
— ¿Puedes creer que dice que está gorda?—Balbuceó Marcus, para luego soltar una estrepitosa carcajada. El rostro de su prima decayó y de inmediato supe que Marcus debía cerrar su boca.
—Hermano, no digas eso—Le reclamé, pero él volvió a reír. Al parecer, también había fumado hierva, demonios.
— Vamos, Destiny. Querías saber quien era Mr. Tomlinson, aquí lo tienes— Marcus borracho era una basura, definitivamente.
—Marcus, ya para—Desafió la muchacha con la intención de marcharse.
— ¿A dónde vas? ¿No irás a vomitar de nuevo, cierto? ¿No irás a llorar frente al espejo?—Y “Destiny” salió corriendo escaleras arriba.
—Eres una mierda de primo—Le dije a mi amigo, que en ese entonces, sólo quería golpear. Su primera tampoco me había agradado lo suficiente, pero no merecía ser tratada así, supongo.
Subí las escaleras y busqué primero en el baño. No la encontré.
Busqué por todas las habitaciones hasta que finalmente vi un cabello rubio cayendo por el borde de la cama de los padres de Marcus. Y el llanto de provenía era desgarrador.
—Destiny…
— Aléjate, ni siquiera te conozco. —Masculló con su rostro oculto en la almohada.
—Lo sé, pero…Bueno, no empezamos bien—Murmuré con la esperanza de hacerla sentir mejor. Me estaba sintiendo culpable de algo que yo no había hecho—. Ehm… ¿Qué tal si te cuento una historia?
— ¿Sobre qué?—Me preguntó, esta vez, posando sus ojos azules en mí. Le sonreí—. Diablos, no me mires, luzco terrible.
—Ni lo creas, si hubiera sido Gary, hubiera aprovechado y probablemente ya estarías en mi departamento—Felicitaciones, Tomlinson. Conseguiste que una chica te lanzara un cojín en el rostro.
—La historia.
—Ah, sí. Bueno, cuando era pequeño, mi balón de futbol se quedó atascado en el tejado, y empecé a llorar. Y no podía parar, era mi balón favorito. Entonces, mi mamá me tomó en sus brazos y me metió dentro de la ducha, y quedé completamente empapado. ¿Y sabes qué pasó?
— ¿Qué pasó?—Indagó como si la historia fuera un cuento de princesas… Eso fue tierno.
—Dejé de llorar.
—Bueno…es conmovedor, pero, ¿por qué me lo cuentas? Es decir…—Luego sus ojos se abrieron como platillos. Ya era tarde—. Oh, no.
—Oh, sí.
Fui lo más rápido que pude y cargué a Destiny sobre mi hombro, y corrí hacia el baño, tratando de ser delicado. Por supuesto.
Podía sentir sus brutales golpes en mi espalda…me gustaría decir que se sentían como cosquillas, pero dolían demasiado.
— ¡Bájame, ahora!—Exclamó golpeándome más fuerte.
—Nah, me estoy divirtiendo—Y con eso dicho, ambos quedamos dentro de la ducha. Destiny quería escapar, así que le di un cálido abrazo de oso que no le dejaría escapatoria alguna. Me las arreglé para abrir la lleva, y por consecuencia, una lluvia de agua casi congelada nos empapó a ambos. La rubia ahogó un grito en su garganta.
— ¡Está fría!—Gritó cerrando los ojos con brusquedad. Reí por su reacción, me estaba divirtiendo. Pero no quería hacer que sufriera, así que dejé que la corriente de agua se tornara mucho, mucho más cálida. Y los ojos azules de Destiny se volvieron a abrir.
— ¿Ves? Ya no estás llorando—Le dije quitando los cabellos que se esparcían por su cara.
—Idiota.
—Dime eso sin sonreír. —Las mejillas de Destiny se acaloraron, y me atreví a soltarla. Puesto a que la seguía rodeando fuertemente con mis brazos por miedo a que fuera a golpearme. Era presumida, pero tenía fuerza.
—Sobre lo que Marcus dijo…
—En mi opinión, eres jodidamente irresistible, pero ni siquiera me atreveré a tocarte. Porque, ¿me golpearías si lo hago, cierto?—Hablé con tal rapidez, que Destiny soltó una carcajada ligera. Supuse que no me creyó, y que tampoco quería que lo repitiera.
— ¿Y qué si te golpeo?
— ¿Grito?
— ¿Y si me voy?
— ¿Te sigo?
— ¿Y si te beso?—Oh, cielos.
— Ehm…
—Eso creí—Rió. Y puedo apostar a que eso fue un desafío—. Los chicos se asustan de chicas como nosotras…a las que les preocupa más el color de las uñas, que el fin del mundo.
—Usted no me asusta, majestad.
— Bueno…Tampoco creas que me atreveré a besarte. No te conozco, y la gran diferencia que hay entre mis amigas y yo es que…—Aquí vamos.
Mis manos volaron hacia las pecosas mejillas de Destiny, y mis labios se acoplaron a los de ella de una manera realmente rápida, pero al mismo tiempo, podía considerar su boca sumamente suave. Si Hamid hubiera visto esto, probablemente hubiera creído que había seguido su consejo. Pero lo cierto es que no me interesaba jugar con alguien para olvidar el pasado…yo tan sólo quería besar a Destiny. Sabía que no pasaría nada más luego de esa noche, sabía que no volvería a ver a esa chica en toda mi vida, sabía que si Marcus se enteraba de que todo esto había ocurrido me iba a dejar sin bolas, pero…sabía que mi osada actitud me llevaría a una consecuencia que tendría que pagar. Que probablemente, había la posibilidad de que mi mente me jugara una mala pasada y me llevaría a tomar medidas desesperadas.
—Eso fue…—Balbuceó la chica una vez que nuestros labios tomaron distancia de unos cortos dos centímetros.
— Algo del momento—Murmuré y me dejé caer sobre el suelo del baño. Destiny se sentó junto a mí con una mirada completamente neutra…y no me lo esperé, pero entrelazó nuestras manos, y no hice nada para evitarlo. Estaba perfecto para mí.
—Fue una locura.
—Estamos dementes—Reí, apretando su mano con suavidad.
—Lo estamos, Louis, lo estamos.
— No me pagan más por esto, ¿sabes?—Atacó Hamid frunciendo el ceño.
— Si lo haces, te llevo conmigo a la fiesta de mi mejor amigo. ¿Claro?
—Ahora sí tiene sentido.
—No es una cita, no te emociones—Me burlé sin ganas. Ni siquiera tenía ánimos para bromear…tener insomnio era una basura.
—No creo que sea la gran cosa salir contigo, Tomlinson—Y Hamid se retiró a ordenar los vestidos que las chicas despreocupadas dejaban tirados en otras secciones.
Básicamente, todo me parecía una basura. ¿Para qué demonios tenemos sentimientos? Me esmeré en hacer tantas cursilerías por una chica que luego me dijo: “Es que…conocí a otro hombre”.
Y jamás creí que fuera a llorar frente a una chica pidiéndole que me diera una oportunidad, pero hace dos noches atrás, me demostré a mí mismo lo contrario cuando Elizabeth me pateó en nuestro primer aniversario.
Cosas que sólo le pasan a Louis Tomlinson.
Mi mejor amigo, Marcus, haría una fiesta el fin de semana, y lo hacía para levantarme el ánimo. Y lo encontraba ilógico…Él tuvo una novia, y la tipa le fue infiel siete veces. ¡Siete! Pero sin embargo, él me decía: Tranquilo, compañero. Las chicas vienen y van…Jamás sufriré por amor.
No obstante, cuando se enteró de que su segunda novia también lo había engañado…por poco se tira desde el tercer piso de nuestra universidad.
Aún así le agradecía el apoyo. Porque lo necesitaba.
Mientras que Hamid seguía haciendo su trabajo, me encontré a mí mismo mirando las fotografías que guardaba en mi celular…y prácticamente, todas eran de Elizabeth. Qué miserable me sentía gastando lágrimas por un amor que había dejado de ser correspondido hace dos meses atrás. Aún así, los sentimientos que tenía por aquella chica eran nulos. No estaba llorando por ella…estaba llorando porque me sentía malditamente solo.
—Ya sé qué hacer para que te sientas mejor—Dijo de pronto Hamid, con una sonrisa extendiéndose bajo su nariz.
— ¿Ah, sí?
—Lo bueno de trabajar en una tienda de vestido, es que siempre vienen chicas sexys.
— ¡Oh, no, hermano! Ni creas que andaré como un…
—Sólo escoge a una. Eso es lo que yo hago.
— ¿Has tenido una novia siquiera, amigo?
Bueno, me sentí cruel.
Y Hamid no dijo ninguna palabra más.
Y bueno, mi querido amigo musulmán estuvo molesto conmigo hasta el día de la fiesta. Todos los que estaban ahí eran universitarios, a excepción de la prima de Marcus y sus amigas. Creo que ellas estaban en último año de secundaria, o algo así.
Hamid ya se había dejado llevar hace bastante rato, y yo me mantenía sobrio. Era el único que no había bebido ninguna copa. Eso apesta. Totalmente.
— ¡Suéltame, asqueroso!—Escuché los gritos femeninos de una rubia que estaba siendo “acosada” por un pelirrojo llamado Gary. Bueno, la chica también se veía sobria, y Gary estaba a punto de terminar inconsciente por su nivel de borrachera.
Entonces, me acerqué a Gary y lo moví para que soltara a la muchacha.
—Déjala, Gary. Al parecer a la reina no le gustan los plebeyos—Bufé desganado.
—Oh, al menos reconoces que eres un plebeyo—Masculló la ojiazul de mala gana.
—Sólo Louis Tomlinson, para servirle, majestad—Hice una reverencia irónica ante ella, y lo último que alcancé a ver fue que rodó los ojos. Luego se perdió entre la multitud. Y la música se volvió más fuerte.
Se suponía que la fiesta era para que disfrutara un poco y que el sentimiento de soledad saliera de mi cabeza, pero lo único que quería era romper todo y seguir malgastando lágrimas contra la almohada solitaria de mi cama.
La ojiazul de hace un rato aparecía de repente entre la multitud, y la estuve mirando por un rato. La veía incómoda, y también como si tuviera problemas para respirar. Pero parecía la clase de chica con la que tratas de ser bueno, y te tratan como un tapete. No me iba a arriesgar. Esas chicas tienen garras, filosas garras.
— ¡Soy el rey del mundo!—Exclamó Hamid bailando sobre una mesa. Oh, rayos…
Totalmente decidido llegué hasta la puerta de la casa de Marcus, no me importaba dejar a Hamid solo, después de todo, se estaba divirtiendo…, pero me tomaron por el brazo y me hicieron chocar con alguien.
— ¿Qué mierda?—Farfullé entre dientes. Aclaré mi vista y distinguí al mismo Marcus sujetado a la chica rubia por los hombros.
— ¿Ya conociste a mi prima, Tomlinson?—Habló mi amigo con idioma ebrio. Si es que saben a lo que refiero.
—Oh, majestad—Ironicé la última palabra. La rubia volvió a rodar los ojos.
— ¿Puedes creer que dice que está gorda?—Balbuceó Marcus, para luego soltar una estrepitosa carcajada. El rostro de su prima decayó y de inmediato supe que Marcus debía cerrar su boca.
—Hermano, no digas eso—Le reclamé, pero él volvió a reír. Al parecer, también había fumado hierva, demonios.
— Vamos, Destiny. Querías saber quien era Mr. Tomlinson, aquí lo tienes— Marcus borracho era una basura, definitivamente.
—Marcus, ya para—Desafió la muchacha con la intención de marcharse.
— ¿A dónde vas? ¿No irás a vomitar de nuevo, cierto? ¿No irás a llorar frente al espejo?—Y “Destiny” salió corriendo escaleras arriba.
—Eres una mierda de primo—Le dije a mi amigo, que en ese entonces, sólo quería golpear. Su primera tampoco me había agradado lo suficiente, pero no merecía ser tratada así, supongo.
Subí las escaleras y busqué primero en el baño. No la encontré.
Busqué por todas las habitaciones hasta que finalmente vi un cabello rubio cayendo por el borde de la cama de los padres de Marcus. Y el llanto de provenía era desgarrador.
—Destiny…
— Aléjate, ni siquiera te conozco. —Masculló con su rostro oculto en la almohada.
—Lo sé, pero…Bueno, no empezamos bien—Murmuré con la esperanza de hacerla sentir mejor. Me estaba sintiendo culpable de algo que yo no había hecho—. Ehm… ¿Qué tal si te cuento una historia?
— ¿Sobre qué?—Me preguntó, esta vez, posando sus ojos azules en mí. Le sonreí—. Diablos, no me mires, luzco terrible.
—Ni lo creas, si hubiera sido Gary, hubiera aprovechado y probablemente ya estarías en mi departamento—Felicitaciones, Tomlinson. Conseguiste que una chica te lanzara un cojín en el rostro.
—La historia.
—Ah, sí. Bueno, cuando era pequeño, mi balón de futbol se quedó atascado en el tejado, y empecé a llorar. Y no podía parar, era mi balón favorito. Entonces, mi mamá me tomó en sus brazos y me metió dentro de la ducha, y quedé completamente empapado. ¿Y sabes qué pasó?
— ¿Qué pasó?—Indagó como si la historia fuera un cuento de princesas… Eso fue tierno.
—Dejé de llorar.
—Bueno…es conmovedor, pero, ¿por qué me lo cuentas? Es decir…—Luego sus ojos se abrieron como platillos. Ya era tarde—. Oh, no.
—Oh, sí.
Fui lo más rápido que pude y cargué a Destiny sobre mi hombro, y corrí hacia el baño, tratando de ser delicado. Por supuesto.
Podía sentir sus brutales golpes en mi espalda…me gustaría decir que se sentían como cosquillas, pero dolían demasiado.
— ¡Bájame, ahora!—Exclamó golpeándome más fuerte.
—Nah, me estoy divirtiendo—Y con eso dicho, ambos quedamos dentro de la ducha. Destiny quería escapar, así que le di un cálido abrazo de oso que no le dejaría escapatoria alguna. Me las arreglé para abrir la lleva, y por consecuencia, una lluvia de agua casi congelada nos empapó a ambos. La rubia ahogó un grito en su garganta.
— ¡Está fría!—Gritó cerrando los ojos con brusquedad. Reí por su reacción, me estaba divirtiendo. Pero no quería hacer que sufriera, así que dejé que la corriente de agua se tornara mucho, mucho más cálida. Y los ojos azules de Destiny se volvieron a abrir.
— ¿Ves? Ya no estás llorando—Le dije quitando los cabellos que se esparcían por su cara.
—Idiota.
—Dime eso sin sonreír. —Las mejillas de Destiny se acaloraron, y me atreví a soltarla. Puesto a que la seguía rodeando fuertemente con mis brazos por miedo a que fuera a golpearme. Era presumida, pero tenía fuerza.
—Sobre lo que Marcus dijo…
—En mi opinión, eres jodidamente irresistible, pero ni siquiera me atreveré a tocarte. Porque, ¿me golpearías si lo hago, cierto?—Hablé con tal rapidez, que Destiny soltó una carcajada ligera. Supuse que no me creyó, y que tampoco quería que lo repitiera.
— ¿Y qué si te golpeo?
— ¿Grito?
— ¿Y si me voy?
— ¿Te sigo?
— ¿Y si te beso?—Oh, cielos.
— Ehm…
—Eso creí—Rió. Y puedo apostar a que eso fue un desafío—. Los chicos se asustan de chicas como nosotras…a las que les preocupa más el color de las uñas, que el fin del mundo.
—Usted no me asusta, majestad.
— Bueno…Tampoco creas que me atreveré a besarte. No te conozco, y la gran diferencia que hay entre mis amigas y yo es que…—Aquí vamos.
Mis manos volaron hacia las pecosas mejillas de Destiny, y mis labios se acoplaron a los de ella de una manera realmente rápida, pero al mismo tiempo, podía considerar su boca sumamente suave. Si Hamid hubiera visto esto, probablemente hubiera creído que había seguido su consejo. Pero lo cierto es que no me interesaba jugar con alguien para olvidar el pasado…yo tan sólo quería besar a Destiny. Sabía que no pasaría nada más luego de esa noche, sabía que no volvería a ver a esa chica en toda mi vida, sabía que si Marcus se enteraba de que todo esto había ocurrido me iba a dejar sin bolas, pero…sabía que mi osada actitud me llevaría a una consecuencia que tendría que pagar. Que probablemente, había la posibilidad de que mi mente me jugara una mala pasada y me llevaría a tomar medidas desesperadas.
—Eso fue…—Balbuceó la chica una vez que nuestros labios tomaron distancia de unos cortos dos centímetros.
— Algo del momento—Murmuré y me dejé caer sobre el suelo del baño. Destiny se sentó junto a mí con una mirada completamente neutra…y no me lo esperé, pero entrelazó nuestras manos, y no hice nada para evitarlo. Estaba perfecto para mí.
—Fue una locura.
—Estamos dementes—Reí, apretando su mano con suavidad.
—Lo estamos, Louis, lo estamos.
- lol xd:
- Ufff u-ú hgjshdfkj al fin lo subí, perdón por esa cosa de capítulo:c love you all<3
sugar.
Re: I love you | nc.
por Invitado Vie 29 Nov 2013, 9:15 pm
Comento cuando tenga la compu en vez de tanto sueño xd
ily Mack<3
ily Mack<3
Invitado
Invitado
Re: I love you | nc.
por demons. Lun 02 Dic 2013, 2:06 pm
oh, me encantó, really.
ELLA QUERÍA CONOCER A MR TOMMO, QUE SE AGUANTE AHORA. |?|
ah.
pero, no termino de entenderlo, ¿le pusiste destiny a tu pj? :quee:
YO SIEMPRE LE PONGO A MIS GIRLS ASÍ.
ahora no se que nombre ponerle.
ahno.
no se quien la sigue.
ELLA QUERÍA CONOCER A MR TOMMO, QUE SE AGUANTE AHORA. |?|
ah.
pero, no termino de entenderlo, ¿le pusiste destiny a tu pj? :quee:
YO SIEMPRE LE PONGO A MIS GIRLS ASÍ.
ahora no se que nombre ponerle.
ahno.
no se quien la sigue.
demons.
Re: I love you | nc.
por Drea. Vie 06 Dic 2013, 1:37 am
Me toca a mí en dos colectivas, ahora me pongo al día. Maldigo la puta escuela 
Drea.
Re: I love you | nc.
por Drea. Vie 06 Dic 2013, 6:40 am
Capítulo 8
Llevaba años esperando este momento. Desde niña, siempre soñé con alcanzar la edad adulta y poder presentarme a la selección de protagonista femenina en mi musical favorito, Sunny Brise. El año pasado, cuando cumplí dieciocho años y alcancé la edad mínima para poder hacer una prueba de acceso, me rechazaron por falta de inexperiencia. Hoy no sucedería lo mismo. Había ensayado día y noche sin descanso durante once meses, acudiendo a clases de baile y al gimnasio con regularidad (a pesar de tener dos pies izquierdos, podría decirse que ahora conseguía moverme medianamente bien). Pero siempre con el mismo propósito en mi mente.
El teatro parecía incluso más grande y luminoso ahora que iba a ser yo la que subiría al escenario. No iba a ser la primera vez que entraba, ya que varias veces había conseguido entradas para presenciar alguna obra o espectáculo en directo. Me acerqué a la ventanilla. Hoy estaba cerrado y tenía que dar mis datos para que me pudiesen abrir la puerta.
—Hola- Saludé alegremente con la mano- Soy Lea Michele, he venido por la audición de Sunny Brise, ¿Podría abrirme la puerta, por favor?- Sonreí.
—Llega tarde- Contestó el anciano con voz ronca mirando su reloj de muñeca- Aún así me siento en la obligación de hacerlo, después de todo, es mi trabajo.
—Muchas gracias, buen hombre- Asentí agradecida- Me está haciendo un gran favor, tenga por seguro que se lo devolveré en cuanto me sea posible.
La puerta de la cabina se abrió y aquel hombre salió malhumorado portando las llaves consigo. Lo seguí hasta la puerta trasera, ¡Que ilusión! ¡Entraría como una famosa, como para evitar los paparazzis!. Metió la llave por la cerradura y abrió la puerta, corriéndose a un lado para que puediese entrar con libertad. Sin pensármelo dos veces, entré decidida intentando no tropezarme con la caja que obstaculizaba el camino dejando atrás al anciano. ¿Que tal un "mucha suerte"?. Desgraciadamente, no siempre una se tropieza con gente amable. Cerró con brusquedad tras mi espalda. Me acomodé el pelo y caminé a paso decidido.
{...}
En la sala de espera había mucha (o demasiada según mi criterio) gente. Me aterrorizaba que alguna de aquellas chicas pudiese quedarse con el papel protagonista, cuando había sido yo la que más se había esforzado este año. Antes de que pudiese seguir lamentándome, se me ocurrió una idea. Iba a conseguir el papel protagonista, porque yo lo merecía más que nadie. Acomodé mi cabello y me acerqué a la larga fila de chicas, colocándome justo en frente de la primera.
—Buenos días, señoritas- Pronuncié seria intentando contener la risa- Me llamo Amanda Fielt, y soy quién les pasará la primera prueba de acceso a el papel de Annie.
Todas me miraron angustiadas, que idiotas.
—Bien, tu- Apunte a la rubia con el dedo índice, la cuál era la primera- Cántame Gaudeamus Igitur.
—No me sé esa canción...- Susurró asustada. Sus mejillas estaban completamente rojas y parecía que le fallaba la respiración. Me daba pena, pero seguiría adelante.
—¿Enserio?- Reí cínica- No eres apta para este papel. Merece reconocimiento y esfuerzo y la chica que la represente debe poseer las mismas cualidades. Estás fuera- Me acerqué a la siguiente- ¿Cómo te llamas?.
—Ingrid- Respondió, casi temblando- Ingrid Walter, señora- Comenzó a cantar. Vale, cantaba bien pero no tanto como yo. En esta vida o matas o mueres.
—¿Has pensado en operarte las cuerdas vocales?- Pregunté. Negó con la cabeza- ¡Porque suenas como un cerdo a punto de ser degollado!. ¿Y tu, quien te crees que eres para llevar mi mismo sombrero?, Fuera de aqui, tienes granos.
Ambas chicas se marcharon llorando. Vale, había sido un poco cruel, pero si quería tener el papel tenía que ser justa conmigo misma y aceptar que todo mi esfuerzo tenía que tener alguna recompensa, al fin de al cabo. Al fin estaba completamente sola y sería la única candidata para el puesto.
—Gracias por su consideración, espero su llamada- Una chica de aspecto infantil y cabello pelirrojo salió de la puerta que indicaba que acababa de hacer su audición. Mierda. Una se me había escapado.- ¿Has oído Lesha? Han dicho que me llam... ¿Donde están las demás chicas?.
—Se han marchado.
—Gracias- Sonrió. Caminó hacia la puerta y después se despidió de mi con la mano derecha- ¡Adiós!, y suerte con tu audición.
—Si, Si- mascullé entre dientes. ¿Quién se creía la pelo zanahoria esa? ¡Se iba a enterar!. Ya se me ocurrirá algo para destruirla a ella y a su voz, solo yo sería Annie.
—Buen truco, pequeña ambiciosa- Me sobresalté al escuchar aplausos a mi espalda. Un chico moreno se acercó a mi con aires de superioridad- Pero creo que con una no te funcionó, pobrecilla...
—Cállate- Contesté enfadada- Tu no sabes nada.
—Oh, claro que lo sé. Acabo de presenciar tu truco anti-competencia. Muy viejo, por cierto- Mierda y más mierda. ¿Quién narices era este tipo?.
—Que te importa, estúpido cretino. ¿Quién te crees para hablarme así?.
—Cory, Cory Monteith- Rió divertido- Recuerda ese nombre, porque a partir de ahora no podrá salir de tu cabeza.
—Creo que eres tu quién se acordará de mi- Susurré- Cada vez que te mires al espejo.
El ruido de la bofetada resonó por toda la sala. Cory se acarició la mejilla, el lugar del golpe, la cual estaba realmente roja.
—¿La siguiente?- Preguntó un hombre alto, asomado a la puerta. Por fin, mi salvación.
—Yo- Sonreí y recogí mis cosas- Adiós, ¿Cody? O como sea que te llames.
{...}
—Bien, sube al escenario. Nombre, apellidos y nacionalidad. Luego ya puedes cantar lo que quieras- Me informó uno de los allí presentes.
Me encontraba ya en el interior de el teatro, el cual estaba completamente vacío. Dos hombres y una mujer se encontraban sentados en una mesa alargada. Los tres me miraron serios y apuntaron algo en unos papeles. ¿Que escribían?. Mala suerte que fuese miope. ¿Tendría que haber traído las gafas?.—Me llamo Lea Michele, Nací en Ohio- Pronuncié yo, bastante nerviosa- No se si me recordarán, también audicioné el año pasado.
El silencio por parte de los jueces me hizo estremecerme aún más.
—Voy a Cantar "Don´t Stop Believing, la versión de Glee- Dije- Espero que os guste, de verdad estoy encantada de estar aquí.
Actuación Lea.
Drea.
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