My Summer Love (Liam Pyne)

Ficha de la serie

No puedo mirarla, no puedo mirar como empaca las maletas para luego irse de ahí, la miro e intento no llorar, pero me parte el alma verla así, se que fue un corto tiempo, pero en ese lapso pude sentir miles de emociones que nunca volveré a sentir con otra chica. Levanta su vista para encontrarse con la mía. Estoy roto por dentro, pero lo peor que quiero es que ella comience a llorar, lo haría más difícil de lo que ya es.
Ella suspira, ese suspiro roto que sin duda acarrea lágrimas, la pequeña habitación de un hotel que alberga a miles de springbrakers en un verano que será inolvidable para nuestras vidas, se sienta en la pequeña cama con un colchón de color café, la habitación se siente con un aire triste.

- ¿este es el final? – me dice mirándome directamente a los ojos, siento el maldito impulso de raptarla, llevarla lejos y olvidarnos de todo, olvidar que somos de países diferentes y que miles de kilómetros nos separan, llevarla lejos y que nuestro amor que comenzó en un verano no termine nunca. Toca mi mano, mi corazón se para de un momento a otro y la miro.

- no, no lo digas, no quiero que vuelvas a repetir eso nunca más – ella se acerca a mí y se sienta en el piso.

- Prometo que escribiré,  te llamare todos los días, te prometo que nunca te olvidare – me sentía enojado, frustrado con la vida misma en ese momento ¿Por qué el destino tan cruel nos separa en este momento?

- No prometas algo que de un momento a otro olvidaras – le reprocho, pero la verdad no lo quería hacer, fue el momento.

- Liam – lleva una mano a su rostro para secar una lagrima, se levanta y toma mi rostro entre sus manos – te prometo que no olvidare nada, ninguna puesta de sol, ninguna fiesta loca, ninguna noche que compartimos juntos, ninguna mirada, ninguna caricia – se acerca un poco a mi rostro y coloca su frente con la mía, cierra sus hermosos ojos dejando escapar una lagrima y la seco con mi pulgar, ¿Por qué todo es tan difícil? – nunca olvidare cada te amo – me susurra.

Acerco mi rostro al de ella, uniendo nuestros labios como si fuera un pacto para siempre, dando un beso que quizá pronto sea el ultimo que tendremos, mi corazón se acelera como si fuera el primero que nos habíamos dado, se que la extrañare pero es imposible que se quede. Nos separamos un poco, nuestras respiraciones entrecortadas chocan unas con otras.

- Fuiste mía por el verano, pero lo serás por siempre, espero que me recuerdes por todo este amor que te tengo y te tendré, siempre lo recordare y tendré la esperanza de que te volveré a encontrar, te abrazare y te besare, porque sabes – le dijo tratando que tranquilizarla un poco, las lagrimas no dejaban de caer y por mi parte no se hicieron esperar – este amor no solo duró unas semanas, va a durar eternamente, recuérdame por siempre – le suplico.

- No te olvidare Liam, lo prometo – me levanto de la cama, quedando más alto que ella, la abrazo sin pensarlo dos veces, la estrecho contra mi pecho y ella comienza a sollozar contra el, mi corazón no resiste, no había sentido mucho dolor.

- Este es el peor momento ¿sabes? – le pregunto para suavizar un poco las cosas – nunca se me había hecho tan difícil decir adiós – ella se seca una lagrima y se tranquiliza un poco.

- Liam, no lo hagas mas difícil – me suplica ¿cree que es fácil para mí acaso? Es lo más difícil que he hecho desde aquel examen de algebra en la escuela.

- ¿y si te rapto? – ella se despega de mi un poco para mirarme, ahora su mirada no está cargada de dolor, tiene un cierto destello de esperanza.

- Eso es loco Liam, muy loco – me dice regalándome una media sonrisa.

- Me gustaría que hubiera un botón que dijera “retroceder”, me gustaría pulsarlo y volver a vivir todo contigo, porque fue hermoso –

- Liam, creo que es tiempo de decir – le pongo un dedo en sus labios para silenciarla.

- No digas esa estúpida palabra, solo no la digas – le digo mientras cierro mis ojos, retiro mi dedo lentamente y la tomo entre mis brazos.

De pronto la puerta se abre y una persona se asoma por la puerta.
- Oh, lo siento – dice el señor de pelo cano que estaba en la puerta vestido con ropa de hotel – hay un auto para la señorita ________ -

Era oficial, la hora del adiós había llegado.

- En un momento bajo – anuncio ella con la voz más cortada que antes, entonces me mira y me estrecha contra ella.

- Te amo – susurra contra mi oído.

- Te amo más que nunca mi amor de verano – susurro contra su oído también y le tomo entre mis manos para darle un beso inolvidable, ella se separa y toma sus maletas y sale de da habitación dejando un gran vacío en mi corazón tras cerrar la puerta.

Ese era el fin. Corro al alfeizar de la ventana y me asomo por ella, la veo salir del hotel, secándose unas de las últimas lagrimas que corrían por su rostro, sube al auto y este desaparece en el horizonte, levanto mi vista para encontrarme con  la bella puesta de sol y mieles de recuerdos surcan mi mente.

- Hola – dijo ella en la noche que la conocí.

- Hola – respondí de vuelta - ¿te apetece tomar algo? – pregunte, una lagrima corre mi rostro en ese  momento.

Nunca pensé que me sintiera así por una persona, pero creo que ahora solo me quedan recuerdos. Como la primera noche en que nos besamos.

- ¿sabes que si un rayo verde surca el horizonte de la puesta de sol el amor durara por siempre entre esa pareja? – me pregunta con mirada curiosa, ese dia la mire, sentada en la pequeña banca y la brisa del sol alborotándole el cabello y la puesta de sol al fondo.

- No me hace falta ver un rayo verde para saber que durara para siempre – y fue en ese momento en el que me di cuenta de que ella era diferente.

Pero ya no había nada que hacer, era el final, pero nunca olvidare a mi amor de verano.