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muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
Autor: yineth ruiz
Adaptación: Si, de todo un poquito,pero sobre todo de un libro
Género: HOT Y ROMANCE
Advertencias: son pocas las escenas hot
Otras páginas: no
SINOPSIS:
[size=12][size=12]Lo primero que debia hacer era establecer un objetivo...y no rendirse jamas despues de que ella se marchara de su casa, harry styles prometio luchar hasta conseguir que _____ talbot volviera a estar de nuevo en su cama. No podia olvidar ningun momento los increibles 3 meses que habia pasado junto a ella...y se disponia a utilizar todas las fantasias que habian hecho realidad para volver a tenerla. Aquella simple reunion de trabajo se convirtio en algo muy intenso cuando _____ se encontro frente a frente al hombre que no conseguia olvidar...y supo que no podria resistirse cuando el empezo a utilizar todo lo que sabia de ella para provocarla. Asi que cederia a la tentacion durante aquellos dias y despues se marcharia. Pero no sabia que harry tenia intencion de hacer que aquello durara eternamente...[/size][/size]
Última edición por yineth ruiz el Lun 28 Ene 2013, 5:22 pm, editado 2 veces
yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
Prólogo
El sexo había actuado como refuerzo.
Hacerle el amor a ____Talbot había confirmado lo que harry styles
sospechaba desde que conoció a la sorprendente editora de novelas románticas en la
boda de un amigo: ninguna mujer lo había afectado tanto como ella. Ninguna se había
acercado a hacerlo.
Tenía el corazón desbocado y sus músculos vibraban con tal fuerza que se dejó
caer contra las sábanas, incapaz de hacer más que apoyar su erección en el cálido nido
de los muslos de ____ e intentar recuperar el aliento. Hacerle el amor había sido algo
extraordinario, fuera de lo común. Y era la primera vez.
harry la rodeó con los brazos, disfrutando del contacto de esas largas
piernas desnudas enredadas entre las suyas, de la fina película de sudor que cubría sus
cuerpos. No se había imaginado que fuera posible sentirse así.
No era por falta de experiencia. Acababa de cumplir 22 años y había
vivido al máximo, explorando los retos que le presentaba la vida y añadiendo otros de
su propia cosecha. Había disfrutado de amor, pasión y orgasmos increíbles con
mujeres encantadoras, pero ninguna lo había dejado tan devastado. Necesitaba
recuperarse para medir el efecto que había tenido ____ en él.
La acercó hacia él e inhaló el fresco aroma de su cabello, una brillante cascada
de seda negra desparramada sobre su brazo y la almohada. Sentía sus bien formados
senos contra el pecho; los pezones que había explorado con fruición parecían fundidos
a su piel, como una extensión de sí mismo. harry no estaba muy seguro de dónde
acababa él y dónde empezaba ____.
-Mmm -suspiró ella.
harry, aunque agotado por la mejor experiencia sexual de su vida, sonrió al
oír el placer que denotaba su voz. Desenredó los dedos de su cabello y alzó su barbilla
para obligarla a mirarlo.
Su corazón latió aún más fuerte al contemplar los ojos avellana que le
recordaban un bosque en otoño: un lugar misterioso en el que verdes, marrones y
dorados se mezclaban y fundían. Había pensado mucho en ellos durante los meses que
llevaban saliendo juntos.
Pero en ese momento parecían más dorados que nunca, más misteriosos.
Reflejaban la satisfacción que sentía ____. Sintió el ridículo deseo de golpearse en el
pecho y rugir, orgulloso de haber estado a la altura; de haberla complacido tanto como
ella a él. ____ apoyó la mejilla en su hombro y suspiró de nuevo, cosquilleándolo con su
aliento. La besó en la frente.
-Duérmete. Quiero despertarte con mi boca y hacerte el amor mientras estés
medio dormida -sólo pensar en hundirse en ese fuego húmedo y acogedor hizo que su
sangre circulase con más rapidez.
_____ se puso rígida. Las suaves curvas se tensaron y, sin darle tiempo a
reaccionar, salió de la cama.
-Nunca paso la noche con nadie.
Se puso en pie con un movimiento fluido; cada glorioso centímetro de su cuerpo
brilló bajo la luz de la luna, que entraba por las ventanas del piso de la zona noreste de
Manhattan. harry contempló su belleza, anonadado. Cuando quiso detenerla, ya
había cruzado media habitación. Sacudió la cabeza para despejarse y se apoyó en un
codo, mientras ella empezaba a vestirse.
-¿En serio? -preguntó asombrado-. ¿Nunca?
-Nunca -afirmó ella. Se echó el pelo por encima del hombro y alzó un vestido de
cóctel que había sobre la silla. La pedrería oscura brilló bajo la luna.
Él entendió lo que ocurría, ____ estaba alzando muros, poniendo kilómetros de
distancia entre ellos.
-¿Por qué no pasas la noche con nadie, cielo?
-Es la regla número uno -recogió el sujetador del suelo y lo miró desde detrás de
su increíble cabellera-. «Las hijas de senadores no se arriesgan a que las pillen
saliendo de la cama de nadie la mañana después».
harry la observó ir hacia el cuarto de baño, ágil como un gato. La puerta se
cerró y oyó el sonido del pestillo. Se recostó en la almohada y sonrió.
-Bueno, señorita Talbot, menos mal que yo no soy precisamente «nadie» -no lo
era. Era un hombre que sabía lo que quería: a ____.
Al ser la hija menor de la senadora Talbot, tenía que ser más cuidadosa con sus
relaciones que otras mujeres. Él lo entendía y respetaba; por eso su relación había
evolucionado muy despacio. Pero _____ merecía la pena. Tres meses de citas y esperas
habían incrementado más aún la química que había entre ellos.
harry era un hombre que había triunfado porque veía posibilidades donde
otros veían callejones sin salida. No había problema sin solución. Como siempre, se
enfrentaría a un reto con un reto, se arriesgaría para ganar. Cuando ella salió del baño,
completamente vestida, fría y distante, estaba preparado.
-Cásate conmigo.
_____ se detuvo en la puerta y alzó los fascinantes ojos, llenos de chispas
doradas.
-Cásate conmigo, cariño.
-¿Casarme contigo? -parpadeó como si él fuera un espejismo y no diera crédito a
sus oídos.
-Sí.
-Sólo llevamos tres meses saliendo... Es la primera vez que nos acostamos -lo
miró fijamente, y frunció levemente las cejas, a pesar de su compostura.
-Te quitaré ese vestido y pronto será la segunda.
-¡harry!
-Estamos bien juntos -se acercó a ella y pasó el dedo por su labio inferior.
Sonrió al verla estremecerse-. ¿Aún lo dudas después de esta noche?
Ella lo miró como si se hubiera quedado sin aire. Después retrocedió tan deprisa
que casi tropezó.
-Estás loco. Nadie se casa después de acostarse una vez.Va en contra de todas
las normas.
-Yo no soy nadie, amor. Que quede claro, aquí y ahora, que las normas se crearon
para romperlas.
yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
capitulo 1
Nueva Orleáns. Tres meses después
Con el teléfono sujeto entre el hombro y el oído, ____ Talbot alzó el borde de su
vestido de cóctel con pedrería, que no había vuelto a ponerse desde que él se lo quitó,
la noche que hicieron el amor. Aquélla fue también la noche en que le propuso
matrimonio, acabando con su relación.
Como lo había dejado en Nueva York, a tres mil kilómetros, se sentía segura
volviendo a ponerse el vestido. Con cuidado para no engancharse las medias con el
tejido, se sentó en una sillón del bar del Cháteau Royal, en el barrio francés de Nueva
Orleáns, donde se celebraba la convención anual de escritoras de novela romántica.
-Gracias por llamarme -dijo al auricular-. Que tengas buen viaje.
Se despidió de su madre y cerró el teléfono. Aunque allí eran las tres de la
mañana, su madre estaba en Bosnia, donde acababa de celebrar un desayuno con
representantes de varias naciones. Además de ser una mujer cariñosa que se mantenía
en contacto con sus cuatro hijos, su madre era senadora del congreso de Estados
Unidos; por eso a veces llamaba a horas extrañas.
A _____ no le había importado.Acababa de salir de la fiesta de celebración de la
entrega de premios literarios. Por primera vez desde su llegada a Nueva Orleáns, _____
estaba sola. Guardó el teléfono en el bolso e intentó relajarse.
El brillo apagado de las lámparas se reflejaba en los ventanales tras los que se
veía la ciudad, envuelta en la sombra aterciopelada de la noche. _____ cerró los ojos.
Por cierto podía borrar la sonrisa que había llevado pegada en la cara desde las ocho de la
mañana. Soltó el aire lentamente y notó cómo la rigidez de sus mejillas empezaba a
relajarse.
Era editora del grupo Brant Publishing, que publicaba novelas de amor históricas
que ávidas lectoras devoraban. Su día de trabajo no solía consistir en celebrar
reuniones con los editores, comerciales y diseñadores. Si no estaba reunida, hablaba
por teléfono con las treinta autoras que tenía a su cargo, leía manuscritos y analizaba
su potencial, o redactaba textos de contraportada que elevaran las ventas.
Pero en las convenciones sonreír era tan importante como respirar. ____ pasaba
el día reuniéndose con posibles autoras, dando conferencias y hablando con gente a la
que sólo conocía por el nombre de la etiqueta que llevaban en la solapa.
No le gustaba ser el centro de atención y agradecía ese momento de soledad.
Habría sido perfecto si él no invadiera su cerebro. Suspiró, pensando que quizá no
debería haberse puesto ese vestido.
«Mejor prevenir que curar», solía decir su madre. _____ estaba de acuerdo. Si
hubiera rechazado su primera invitación, se habría ahorrado mucho dolor de corazón.
Matrimonio.
_____ había creído que bromeaba. Como no era así, había pasado a la historia. 0
era un temerario que vivía la vida por el riesgo o estaba loco.
Una persona tan pública como ella no podía plantearse el matrimonio después de
tres meses de citas y una noche de sexo. Aunque ese sexo hubiera sido el mejor de su
vida.
Por eso tuvo que alejarse rápidamente. Antes de que esos ojos verdes, los
hoyuelos y los besos apasionados derrumbasen sus defensas. No estaba dispuesta a
vivir con las consecuencias de una debilidad...
-Ahí lo tienes.
_____ abrió los ojos; había una humeante taza de café con leche sobre la mesa.
Miró a Lennon Eastman, una de sus autoras y una gran amiga, a pesar de que ella y su
alocada tía abuela eran la razón de que _____ visitara Nueva Orleáns, donde lo había
conocido a él.
Pero no podía culpar a Lennon de eso.
-Gracias, lo necesitaba -dijo _____-. Creo que tengo la mandíbula agarrotada. No
puedo dejar de sonreír.
-Avísame si necesitas la dirección de mi dentista -Lennon se sentó y la miró sin
ápice de compasión.
-Puede que lo haga. No me gusta sufrir.
-Entonces no deberíamos estar bebiendo café a las tres de la mañana. Mañana
pagaremos caro no haber dormido lo suficiente.
-¿Bromeas? -_____ se frotó la mandíbula-. No podría cruzar el patio sin la
cafeína. El botones me encontraría dormida detrás de un tiesto.
-Siempre podrías pedirle que te subiera al carrito del equipaje y te llevara a tu
habitación.
-Entonces acabaría dentro del tiesto, por no darle propina. Te di mi último
centavo para los cafés.
-Podríamos quedarnos aquí toda la noche, bebiendo café hasta el amanecer -rió
Lennon-. Participo en un panel de escritores a las ocho.Y tú has quedado para
desayunar con tu nueva autora, ¿no?
-Sí -____ no quería pensar en otro día de sonrisas maratónicas en ese momento.
Alzó su taza para hacer un brindis-.Salud. Te merecías ganar el RAVE de este año por
Milord, el espía. La publicidad hará que las ventas se disparen. A los distribuidores de
libros les encanta ese premio.
-Gracias, pero aún no me he hecho a la idea. Sigo asombrada de que me dejases
conservar mi título.
-No te ofendas, Lennon, pero lo tuyo no son los títulos.
-Les dices eso a todas tus autoras. Lo sé.
-No, sólo a ti y a Stephanie. ¿Te ha dicho cómo quiere titular su último libro?
-El lord de las cautivadas. Lo sé, es horrible. Dime que los míos no son tan malos
-Lennon soltó un suspiro cuando _____ no contestó-. Me conformaré con mi don para
describir orgasmos.
-Eso no lo discuto, pero también reconozco que esta vez elegiste un buen título,
y el premio lo confirma.
Lennon sonrió de oreja a oreja. El premio era una alegría más en una buena racha,
que había empezado con su reciente boda.
-Felicidades a ti también -Lennon inclinó su taza con burla-. No lo habría
conseguido sin tu excepcional destreza editora. Estuviste muy elocuente en tu
discurso de agradecimiento. Formamos un gran equipo, y estábamos todas muy guapas.
-Menos mal, porque seguro que la foto sale en la portada de la revista Mundo
Romántico. El premio RAVE es muy importante.
No lo era sólo para Lennon, sino también para ella. Una autora ganadora
significaba otro triunfo, y acumular éxitos era uno de los pasatiempos favoritos de
____. Estaba reuniendo los suficientes para convertirse en editora senior de Brant
Publishing, el objetivo por el que había luchado desde que empezó a trabajar como
ayudante editorial cuando aún estudiaba.
-¿El RAVE es tan importante como para darme algún capricho? -preguntó
Lennon-. ¿Como un modelo de renombre en la portada, o una reedición?
Lennon era una escritora creativa en alza, cuyas fantasías entusiasmaban a las
lectoras, pero también una mujer de negocios muy avispada.
-Veré lo que puedo hacer -_____ frunció el ceño-. Pero no olvides que fui yo quien
luchó con el departamento comercial para que imprimieran tu nombre más grande que
el título.
-Y te lo agradezco mucho, pero eso fue hace dos libros. No puedo dejar que te
duermas en los laureles.
Nueva Orleáns. Tres meses después
Con el teléfono sujeto entre el hombro y el oído, ____ Talbot alzó el borde de su
vestido de cóctel con pedrería, que no había vuelto a ponerse desde que él se lo quitó,
la noche que hicieron el amor. Aquélla fue también la noche en que le propuso
matrimonio, acabando con su relación.
Como lo había dejado en Nueva York, a tres mil kilómetros, se sentía segura
volviendo a ponerse el vestido. Con cuidado para no engancharse las medias con el
tejido, se sentó en una sillón del bar del Cháteau Royal, en el barrio francés de Nueva
Orleáns, donde se celebraba la convención anual de escritoras de novela romántica.
-Gracias por llamarme -dijo al auricular-. Que tengas buen viaje.
Se despidió de su madre y cerró el teléfono. Aunque allí eran las tres de la
mañana, su madre estaba en Bosnia, donde acababa de celebrar un desayuno con
representantes de varias naciones. Además de ser una mujer cariñosa que se mantenía
en contacto con sus cuatro hijos, su madre era senadora del congreso de Estados
Unidos; por eso a veces llamaba a horas extrañas.
A _____ no le había importado.Acababa de salir de la fiesta de celebración de la
entrega de premios literarios. Por primera vez desde su llegada a Nueva Orleáns, _____
estaba sola. Guardó el teléfono en el bolso e intentó relajarse.
El brillo apagado de las lámparas se reflejaba en los ventanales tras los que se
veía la ciudad, envuelta en la sombra aterciopelada de la noche. _____ cerró los ojos.
Por cierto podía borrar la sonrisa que había llevado pegada en la cara desde las ocho de la
mañana. Soltó el aire lentamente y notó cómo la rigidez de sus mejillas empezaba a
relajarse.
Era editora del grupo Brant Publishing, que publicaba novelas de amor históricas
que ávidas lectoras devoraban. Su día de trabajo no solía consistir en celebrar
reuniones con los editores, comerciales y diseñadores. Si no estaba reunida, hablaba
por teléfono con las treinta autoras que tenía a su cargo, leía manuscritos y analizaba
su potencial, o redactaba textos de contraportada que elevaran las ventas.
Pero en las convenciones sonreír era tan importante como respirar. ____ pasaba
el día reuniéndose con posibles autoras, dando conferencias y hablando con gente a la
que sólo conocía por el nombre de la etiqueta que llevaban en la solapa.
No le gustaba ser el centro de atención y agradecía ese momento de soledad.
Habría sido perfecto si él no invadiera su cerebro. Suspiró, pensando que quizá no
debería haberse puesto ese vestido.
«Mejor prevenir que curar», solía decir su madre. _____ estaba de acuerdo. Si
hubiera rechazado su primera invitación, se habría ahorrado mucho dolor de corazón.
Matrimonio.
_____ había creído que bromeaba. Como no era así, había pasado a la historia. 0
era un temerario que vivía la vida por el riesgo o estaba loco.
Una persona tan pública como ella no podía plantearse el matrimonio después de
tres meses de citas y una noche de sexo. Aunque ese sexo hubiera sido el mejor de su
vida.
Por eso tuvo que alejarse rápidamente. Antes de que esos ojos verdes, los
hoyuelos y los besos apasionados derrumbasen sus defensas. No estaba dispuesta a
vivir con las consecuencias de una debilidad...
-Ahí lo tienes.
_____ abrió los ojos; había una humeante taza de café con leche sobre la mesa.
Miró a Lennon Eastman, una de sus autoras y una gran amiga, a pesar de que ella y su
alocada tía abuela eran la razón de que _____ visitara Nueva Orleáns, donde lo había
conocido a él.
Pero no podía culpar a Lennon de eso.
-Gracias, lo necesitaba -dijo _____-. Creo que tengo la mandíbula agarrotada. No
puedo dejar de sonreír.
-Avísame si necesitas la dirección de mi dentista -Lennon se sentó y la miró sin
ápice de compasión.
-Puede que lo haga. No me gusta sufrir.
-Entonces no deberíamos estar bebiendo café a las tres de la mañana. Mañana
pagaremos caro no haber dormido lo suficiente.
-¿Bromeas? -_____ se frotó la mandíbula-. No podría cruzar el patio sin la
cafeína. El botones me encontraría dormida detrás de un tiesto.
-Siempre podrías pedirle que te subiera al carrito del equipaje y te llevara a tu
habitación.
-Entonces acabaría dentro del tiesto, por no darle propina. Te di mi último
centavo para los cafés.
-Podríamos quedarnos aquí toda la noche, bebiendo café hasta el amanecer -rió
Lennon-. Participo en un panel de escritores a las ocho.Y tú has quedado para
desayunar con tu nueva autora, ¿no?
-Sí -____ no quería pensar en otro día de sonrisas maratónicas en ese momento.
Alzó su taza para hacer un brindis-.Salud. Te merecías ganar el RAVE de este año por
Milord, el espía. La publicidad hará que las ventas se disparen. A los distribuidores de
libros les encanta ese premio.
-Gracias, pero aún no me he hecho a la idea. Sigo asombrada de que me dejases
conservar mi título.
-No te ofendas, Lennon, pero lo tuyo no son los títulos.
-Les dices eso a todas tus autoras. Lo sé.
-No, sólo a ti y a Stephanie. ¿Te ha dicho cómo quiere titular su último libro?
-El lord de las cautivadas. Lo sé, es horrible. Dime que los míos no son tan malos
-Lennon soltó un suspiro cuando _____ no contestó-. Me conformaré con mi don para
describir orgasmos.
-Eso no lo discuto, pero también reconozco que esta vez elegiste un buen título,
y el premio lo confirma.
Lennon sonrió de oreja a oreja. El premio era una alegría más en una buena racha,
que había empezado con su reciente boda.
-Felicidades a ti también -Lennon inclinó su taza con burla-. No lo habría
conseguido sin tu excepcional destreza editora. Estuviste muy elocuente en tu
discurso de agradecimiento. Formamos un gran equipo, y estábamos todas muy guapas.
-Menos mal, porque seguro que la foto sale en la portada de la revista Mundo
Romántico. El premio RAVE es muy importante.
No lo era sólo para Lennon, sino también para ella. Una autora ganadora
significaba otro triunfo, y acumular éxitos era uno de los pasatiempos favoritos de
____. Estaba reuniendo los suficientes para convertirse en editora senior de Brant
Publishing, el objetivo por el que había luchado desde que empezó a trabajar como
ayudante editorial cuando aún estudiaba.
-¿El RAVE es tan importante como para darme algún capricho? -preguntó
Lennon-. ¿Como un modelo de renombre en la portada, o una reedición?
Lennon era una escritora creativa en alza, cuyas fantasías entusiasmaban a las
lectoras, pero también una mujer de negocios muy avispada.
-Veré lo que puedo hacer -_____ frunció el ceño-. Pero no olvides que fui yo quien
luchó con el departamento comercial para que imprimieran tu nombre más grande que
el título.
-Y te lo agradezco mucho, pero eso fue hace dos libros. No puedo dejar que te
duermas en los laureles.
yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
capitulo 2
____ soltó una carcajada. Debería estar demasiado cansada para reír, pero se
sentía más relajada que en mucho tiempo.Alzó la taza y saboreó el café. Se alegraba
de estar lejos de casa, de la oficina, de él. Era una ejecutiva de éxito, aunque su
familia no diera tanta importancia a su carrera como a la de los hermanos abogados, la
tía jueza, el tío director de campaña presidencial, los primos analistas de política
internacional... o la madre senadora y el padre ex ministro.
El clan familiar ocupaba puestos tan importantes que la decisión de _____ de
dedicarse al mundo editorial, aunque fuera en una prestigiosa empresa, seguía
haciendo que sus parientes se rascaran la cabeza con sorpresa.
-Mira, ¡Lennon con su guapa editora!
_____ alzó, la cabeza y vio al grupo que acababa de entrar al vestíbulo, de regreso
de una noche de juerga en Bourbon Street, a juzgar por sus atuendos.
-Oh, no. Don Trasero-Prieto y compañía. Míralo, Lennon, lleva una capa.
-Sé amable -la regañó Lennon-. Intenta impresionarte.
-¿Vistiéndose como el Zorro?
-Vistiéndose como un héroe romántico. Eres editora de novelas de amor, ¿captas
la conexión?
_____ la veía, pero no estaba interesada. Los héroes románticos no existían fuera
de los libros, y aunque existieran, estaba harta de hombres. El tipo cruzó el vestíbulo
con aire dramático, llamando la atención de todo el mundo.
La melena castaña le caía hasta la cintura y una capa negra ondeaba a su espalda,
como si caminase por un páramo atizado por el viento. Lo seguía un grupo de mujeres
delgadas, con atuendos muy descarados, que tenían que correr para seguirle el paso.
-Oh, no.Ya no lleva puesta la etiqueta. ¿Quién es? No puedo llamarlo
donTrasero-Prieto.
-Vittorio -susurró Lennon-. Felicítalo por ganar el primer premio del concurso de
modelos de portada. Lo destrozaría pensar que no lo recuerdas.
-Vale -_____ dejó la taza en la mesa y esbozó su sonrisa profesional-. Buenas
noches, Vittorio. Enhorabuena por tu triunfo.
Él extendió la mano y ella no tuvo más remedio que aceptarla.Al ver su sonrisa
pensó que seguramente dedicaba días enteros a practicarla ante el espejo. Una sonrisa
encantadora... arrogante... pícara... seductora... Se estremeció, asqueada.
-Mi encantadora _____ -hizo una reverencia y besó suavemente sus nudillos,
mientras ella se esforzaba por no soltar una carcajada. Lennon la miró de reojo y puso
los ojos en blanco-. Yo también te felicito por tu éxito.
Se volvió hacia Lennon y la besó en las mejillas.
-¿Y Josh? Tu recién casado no puede haberte dejado sola en una noche tan
especial.
-Vino a la entrega de premios y se ofreció a quedarse -agitó la mano-, pero noté
que estaba incómodo. Demasiados estrógenos en el aire para su gusto.
-¿Demasiados estrógenos? -Vittorio enarcó las cejas y miró a las mujeres que
estaban tras él, adorándolo en silencio-. Eso es imposible.
Le ofreció otra sonrisa deslumbrante a ____, que tuvo que tragarse un gruñido.
-Adorada _____, no me digas que vas a huir cuando acabe la convención. Quiero
enseñarte la ciudad. Llevarte a los sitios secretos que sólo conocen los lugareños.
-No me iré aún -casi gimió _____; él había dicho «secretos», pero era obvio que
quería decir «secretos íntimos».
-Soy afortunado -esbozó otra sonrisa seductora, seguida de un movimiento de
las aletas de la nariz que clamaba testosterona-. Me concederás algo de tiempo.
No fue una pregunta, ni una petición. Fue una aseveración que hizo que _____
sacudiera la cabeza.
-Lo siento, Vittorio. Tenemos la agenda abarrotada -mintió con tanta soltura que
casi le dio miedo-. La tía de Lennon, la señorita Q, ha organizado un curso de
formación basado en un asesinato que hay que resolver. Nos iremos de Nueva Orleáns
el miércoles.
Eso era cierto. Se había comprometido a asistir a un curso organizado por
Quinevere McDarby, que serviría para lanzar su nuevo negocio. _____ no tenía los
detalles muy claros, pero Lennon y algunas autoras más iban a participar; suponía que
resolver un misterio sería entretenido. Y le hacía falta entretenerse.
Vittorio enarcó las cejas, como si no estuviera acostumbrado a que lo
rechazasen. _____ se habría sentido mal si el hombre no estuviera rodeado de mujeres
derritiéndose a sus pies.
-De acuerdo -aceptó él, mirándola como si se le hubiera escapado algo. Sus
admiradoras parecieron darse cuenta y dejaron de mirarla con odio para consolarlo,
envolviéndolo en una nube de perfume caro.
-Buenas noches -Vittorio pareció aceptar su derrota y se marchó con una sonrisa
resplandeciente.
_____ se admiró de que ninguna de las mujeres se hubiera quejado del intento de
seducción. Se habían opuesto a ella, como si fuera la culpable.
-¿Por qué a mí? -preguntó.
-Es por tu pelo. Ese nuevo peinado -respondió Lennon, aunque era una pregunta
retórica-. Me encanta.
-Mi peluquero me prometió algo distinto - _____ volvió a sentarse -sacudió la
cabeza, disfrutando del movimiento del cabello, corto y con volumen.
-¿Por qué te lo cortaste?
-Era una forma de celebrar que pronto cumpliré los 21 -dijo. No quería
admitir que había sido porque a él le gustaba su pelo largo.
-Ese estilo suaviza tus facciones -comentó Lennon-. Pareces Blancanieves. No me
extraña que Vittorio esté loco por ti. ¿Por qué lo has rechazado?
-Ya conoces a mi familia. ¿Me ves presentándoles a un tipo que usa más
suavizante para el pelo que yo?
-No menosprecies a Vittorio. Aunque tenga un ego descomunal, su corazón es de
oro.
Tener buen corazón no era suficiente. Si llevaba a casa a un hombre como él,
pensarían que estaba loca. Podía imaginar los titulares de los periódicos: «La hija de la
senadora juguetea con un héroe de novela rosa».
Su madre, por supuesto, intentaría ayudarla internándola en una clínica
psiquiátrica.
«Es lo mejor, ____, en serio. Date la oportunidad de tomar aire y aclararte la
cabeza. Reevalúa tus prioridades y objetivos. Le diremos a la prensa que lo bohemio de
tu profesión te provoca estrés...».
No merecía la pena por don Trasero-Prieto. A veces, ____ pensaba que la habían
abandonado en una cesta y su familia la había recogido. Siempre iba un paso por
detrás de ellos. Todos sus hermanos eran abogados, en cambio ella... Quizá habría sido
distinto si editase literatura más seria o, mejor aún, ensayos...
Todos sus hermanos habían encajado bien en las escuelas privadas a las que
asistían los Talbot. _____ no. «Es muy creativa», decían los profesores. «No tiene
ambición. Quizá estaría mejor en otro tipo de escuela».
En retrospectiva, ____ pensaba que seguramente habían tenido razón. Aún
recordaba el verano en que su hermana Leah fue elegida embajadora del colegio y toda
la familia decidió acompañarla en su viaje por el continente. Al ver que las notas de
_____ eran mediocres y corría el peligro de suspender, contrataron a un tutor que los
acompañó todo el verano, para darle clases por las mañanas. Ése sólo era un ejemplo de
sus fallos.
-Quiero que disfrutes mientras estés en la ciudad -dijo Lennon, mirándola por
encima del borde de la taza-. No seas tan exigente.
-Ja. Eso lo dice una mujer que acaba de casarse con un héroe que parece salido
de una de sus novelas.
-Un hombre que, según tú, no podía existir.
-Encontraste al único ejemplar, chica lista -____ contuvo la sonrisa. Josh
Eastman era un encanto, el hombre perfecto para Lennon, pero no era un héroe de
novela.
La sonrisa de Lennon se borró. Se inclinó hacia delante y tamborileó en la mesa
con los dedos. _____ se puso tensa. Se temía adónde llevaría el tema de los héroes
románticos en el mundo real...
-La tía Q encontró un héroe para ti, pero lo rechazaste -dijo Lennon, como ella
esperaba.
Había llegado el momento que _____ llevaba tres meses evitando. Pero esa vez no
podía colgar el teléfono; no tenía más remedio que hablar de él. Decidió seguir una de
sus normas más efectivas: «Una buena ofensiva es más eficaz que la mejor defensa».
-Lo que habría que preguntarse es por qué tu tía abuela consideró oportuno
emparejarme con alguien.
-Tendrás que preguntárselo a tía Q.Yo no me atrevo a explicar sus acciones, es
muy arriesgado.
yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
capitulo 3
La diminuta tía abuela de Lennon, a quien todos llamaban señorita Q, era harina
de otro costal. Creía en la pasión y su cruzada particular era que el resto del mundo
creyese también. _____ habría sonreído si no tuviera tan cercano el recuerdo de él.
-harry styles es la encarnación del héroe romántico -dijo Lennon-. Es
perfecto para ti. Un directivo de éxito, capaz de admirar a una mujer fuerte e
independiente sin sentirse intimidado. Pertenece a una respetable familia sureña y su
situación financiera le permite estar a la altura de tus refinados gustos.
_____ arqueó una ceja. No era ningún secreto que prefería el hotel Plaza a ir de
camping, y el arte original a las litografías; pero eso no quería decir que necesitase un
millonario...
-Además, sé que harry no es un hombre dependiente ni agobiante, y es
guapísimo - siguió Lennon-. Sus padres te adoran y tu familia no sólo lo aprueba; les
gusta, _____. Me lo dijo tu madre.
Era verdad y esa aprobación resultaba incómoda. No podía explicarles la
verdadera razón de la ruptura, no quería que cuestionasen su buen juicio, otra vez.
-¿Qué ocurrió? No me creo la excusa que me diste.Te aviso que la tía Q también
quiere respuestas, así que más te vale ir preparándolas. Estarás cautiva mientras dure
la puesta en escena del misterio-asesinato. Pasarás cuatro días y cinco noches en una
plantación prebélica, sin escapatoria posible.
No solía haber escapatoria posible con la señorita Q. Ni siquiera su sobrina nieta
se había librado de sus tejemanejes para unirla a su recién estrenado esposo; habían
sido dignos de un premio RAVE.
-Es agua pasada. Salimos... -pensó «durante tres meses me provocó escalofríos
cada vez que me rozaba... hasta que llegó esa noche de pasión»- y nos dimos cuenta de
que íbamos en direcciones opuestas. Tenemos objetivos distintos... -«¿matrimonio
después de tres meses? El hombre está loco»- y decidimos dejarlo.
Reconoció para sí que había huido porque él se había saltado las normas. Toda
una vida de adaptación al perfil social de su familia y al efecto que tenía en sus
relaciones le había inculcado cautela. Debía seguir el camino correcto y cumplir las
normas. Para obligarse a recordárselas, hacía listas. Su última norma de supervivencia
era: «No salir con hombres impulsivos».
-¿A qué te refieres con objetivos distintos? -preguntó Lennon, incrédula.
-Quería que nos casáramos.
El rostro de Lennon adquirió una expresión arrebolada que a _____ le resultaba
muy familiar tras ocho años de trabajar con escritoras de novela rosa.
-¿Y lo rechazaste?
-Por supuesto, Lennon. Parece mentira.
-¿Por qué? Estabas loca por él.
-Escucha, Lennon, es historia pasada -había estado loca hasta que descubrió que
era él quien lo estaba. Forzó una sonrisa-. Ahora miro al futuro, espero a mi hombre, y
cuando llegue serás la primera en saberlo.
-¿A tu hombre?
-Al hombre que me amará como soy, sin preguntas, y me respetará lo suficiente
para aceptar mis normas.
-Amor incondicional -musitó Lennon pensativa-. ¿De veras crees que existe?
-Por supuesto. No editaría novelas de amor si no fuera así. Pero no me quedaré
sentada esperando a que llegue. Tengo metas y objetivos, no voy a preocuparme. Si mi
hombre llega, así sea; si no llega, así sea.
-¿Estás segura de que harry no es tu hombre?
-Por completo.
-¿Qué te convenció? Alguien tan intenso y atractivo debe de ser fantástico en la
cama.
-No voy a compartir los detalles de mi vida sexual contigo.Aunque tú y la
señorita Q hablén de esas cosas en la cena, yo no. Es la segunda norma del código de
conducta de los Talbot: «No se habla de sexo en la mesa».
-Nota recordatorio: rechazar la próxima invitación a cenar de los Talbot -Lennon
hizo una mueca-. Por curiosidad, ¿cuál es la primera?
-«Estar siempre accesible» -dio un golpecito en el bolso-. El móvil no se apaga
nunca.
La cuarta norma de conducta era: «No curiosear». ____ casi oyó la voz de su
madre: «Curiosear demuestra falta de modales, y a no ser que estés interesada en
contestar a preguntas similares...».
Por desgracia, Lennon no conocía esa norma.
-Te aseguro que no pienso volver a salir con un hombre impulsivo.
Lennon dejó la taza, se recostó y sonrió.
-¿Qué te hace tanta gracia?
-Por fin -hizo un esfuerzo para ocultar su regocijo, sin éxito-. Eres la persona
más testaruda que conozco.
-No soy testaruda. Me gustan la estabilidad y la constancia. A él lo droga la
adrenalina del riesgo. La prensa no lo dejaría en paz, sería injusto para él y para mí. No
puedo pasar la vida preocupándome por lo su siguiente locura, ni por las consecuencias.
¡Matrimonio! Solo llevábamos tres meses saliendo juntos.
-Yo acepté la propuesta de Josh a los tres días.
-Tus decisiones no tienen por qué ser un modelo a seguir. Si aceptara una
propuesta de matrimonio a los tres días, o a los tres meses, todo el mundo analizaría la
forma de educarme de mi madre. Su partido diría que me ha educado para ser una
mujer segura de mí misma; la oposición diría que no tiene control sobre su alocada hija.
Prefiero no dar lugar a ese debate. A la prensa le encanta cebarse con la gente que se
salta las normas.
-harry es uno de los chicos del barrio, _____. Lo conozco desde que tenía
diez años.
A _____ le hizo gracia la expresión «del barrio». Lennon había crecido en un
exclusivo distrito de Nueva Orleáns, donde los niños vivían en mansiones y viajaban a
Europa de veraneo.
-¿Y qué?
-Aunque _____ parezca aventurero, no lo mueve la adrenalina. Sólo le gusta
divertirse, que es algo que a ti no te vendría nada mal, por cierto.
-¿Conducir en círculos a ciento cincuenta kilómetros por hora es divertirse?
-Le gustan los deportes de riesgo, lo relajan porque trabaja mucho, al máximo.
Como alguien que no menciono -la miró con intención.
-Pero yo no me paso el fin de semana saltando de aviones, o buceando en busca
de tesoros escondidos.
-Yo no siempre acompaño a Josh cuando va de pesca, y no es problema. Una
pareja puede tener aficiones independientes. ¿Qué hay de malo en eso?
-No creo que el riesgo de pescar en alta mar sea equiparable a hacer rappel en
las Montañas Rocosas.
-Lo sería si Josh se encontrase con un huracán.
-Entonces Josh sería idiota. Hay satélites meteorológicos que vigilan las
tormentas segundo a segundo -_____ se acabó el café y dejó la taza-. Él disfruta
rompiendo las normas. Yo no fui más que su reto «del día».
-¿Crees que no le importas? -Lennon la miró asombrada-. harry está loco
por ti. Me lo ha dicho.
-Si estaba loco por mí, ¿por qué no intentó llegar a un compromiso y hacer las
cosas de la forma correcta? ¿Por qué me dejó marchar? Telefoneó unas cuantas veces
y nada más. No sé de él desde hace tres meses.
-¿Querías que te persiguiera?
_____ hizo una mueca. En cierto sentido, su necesidad de asegurarse de que era
su hombre, era mezquina. Pero llevaba toda la vida intentando demostrar su valía a la
familia, la prensa, los profesores, a sí misma. No le parecía demasiado pedir que su
futuro esposo creyera en ella siempre, por difíciles que fueran las cosas.
-Si hubiera sido mi hombre, habría estado dispuesto a llegar a un compromiso,
Lennon, a buscar el modo de satisfacer las necesidades de los dos. No lo hizo.
Era la norma básica de un buen profesional: «Elige tus batallas y lucha sólo por
aquello en lo que crees».
Obviamente, ella no había merecido una batalla.
yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
capitulo 4
-Ahí estás -gritó una voz femenina-. Tendrías que haber venido con nosotras.
Lo hemos pasado bomba.
A juzgar por el tamaño de los vasos que llevaban en la mano, habían bebido una barbaridad.
-Creo que deberíamos pedir café -susurró Lennon, observando a las mujeres que se acercaban.
-Eso las despejará y harán aún más ruido.
-¿No puedes controlarlas? Son tus autoras -gimió Lennon.
-Son tus amigas. -No las habría conocido si no nos hubieras llevado a todas a ese espectáculo, en la convención de Reno.
El trío de mujeres descendió sobre ellas.Acercaron sillas y saludaron
ruidosamente.
Susana St John, Tracy Owens y Stephanie Kondas eran tres autoras de éxito, aunque en distintas fases de su carrera profesional. Compartían con Lennon una página web, en la que ofrecían a sus lectoras un foro de discusión, concursos literarios y un boletín de noticias y anécdotas. A ____ le gustaba trabajar con todas ellas.
-Stephanie ha pellizcado el trasero de un tipo. Pienso decírselo a su marido
-informó Tracy, una belleza de libro, que llevaba un vestido de chiffón dorado que revoloteaba alrededor de sus tobillos.
Stephanie, la incorporación más reciente del grupo, era una mujer delgada y de aspecto atlético que se hacía valer ante las otras tres autoras experimentadas, ahora amigas. Hizo una mueca y se sentó de golpe.
-Me retaste. Nunca rechazo un reto.
-No le soltaba el trasero -Tracy guiñó un ojo-.A ver cómo se lo explica a su
marido.
_____ soltó una risita. No se imaginaba a Stephanie explicando esos juegos a su dulce marido y a sus niños.
-Hemos bebido -dijo Susanna, sentándose-. No queremos estorbar.
-Claro que no -______ se obligó a sonreír, aunque le dolía la mandíbula-. ¿Pedimos café?
-¿Y estropear este mareo tan agradable? -preguntó Tracy con incredulidad-. Yo seguiré tomando esta empalagosa bebida alcohólica, si no te importa -miró a todas sus compañeras-. ¿Se dan cuenta de que es la primera oportunidad que tenemos de hablar en privado?
Un momento después, _____ se encogió al captar la fija mirada de Susanna.
Susana St. John llevaba años dedicada a la literatura romántica; había publicado con varias editoriales antes de convertirse en autora de Ellen. Era habitual verla en la lista de éxitos de ventas del New York Times y _____se sentía muy orgullosa de haberla conseguido.
Pero Susanna le sacaba más de una década, llevaba más tiempo que ella dedicada al negocio y tenía el incómodo don de llamar a las cosas por su nombre.
-¿Qué te pasa últimamente? -le preguntó, mirándola con dureza. Era una
pregunta inocua, pero su tono de voz llamó la atención de _____.
-Nada especial. Agobiada de trabajo, como siempre.
Silencio. Un trío de miradas nubladas por el alcohol siguió escrutándola,
esperando...
-Si yo no estuviera a la altura de lo que se espera de mí, me lo dirías, ¿verdad?
-preguntó Stephanie. ______ estaba revisando su tercera novela, y la pregunta era lógica, pero tuvo la impresión de que la conversación se encaminaba en otro rumbo.
-Por supuesto. Pero, exceptuando ese horrible título, el libro está muy bien. No estarás dejando que estas viejas te asusten contándote batallitas, ¿verdad?
-Cuidado con a quién llamas vieja, doña 21.
-Tú me sigues, doña Treinta-un-mes-después -_____ soltó una risita forzada, pero
vio la expresión seria de Lennon al otro lado de la mesa.
-¿Qué han hecho en Bourbon Street, además de beber? -preguntó Lennon.
-Hemos visitado algunas tiendas de juguetes sexuales para conseguir ideas -dijo Tracy.
-Y pellizcado algunos traseros -sonrió Stephanie.
-Lo típico de unas mujeres calientes un sábado por la noche -añadió Susanna-.
Has estado tan ocupada que no hemos hablado nada. ¿Cómo está la familia?
-Todos bien -replicó ______-. ¿Qué tal le va a Joey?
El hijo de Susanna acababa de incorporarse a la universidad, dejando sola a Susanna, que llevaba varios años divorciada.
-Muy bien. Excepto que echa de menos a la madre-sirvienta. Es increíble lo poco que pongo la lavadora -rió Susana.
-No dejes que te engañe -apuntó Lennon-. Sé que acaba de comprarse un
ordenador portátil para poder trabajar siempre que siente la necesidad de ir a visitarlo.
-Un portátil es muy útil con una agenda tan apretada como la suya -comentó _____.
-Mi agenda no estaría tan apretada si no hubiera olvidado cómo crear un héroe decente. Pero... -Susanna soltó un suspiro dramático-. Voy retrasada porque tengo que rescribir la mitad de mis libros.
-¿Tú también? -Tracy la miró con sorpresa simulada-. A mí también se me ha
olvidado cómo describir a un héroe decente. No sé qué me pasa. Si hubiera cumplido los treinta pensaría que es senilidad prematura, pero como no es así...
-¡Gracias a Dios! -Stephanie se tapó los ojos con una mano temblorosa-. Creía que era la única con ese problema. He tenido que corregir tanto el último libro que me he retrasado en todos los demás proyectos. Si no lo entrego a tiempo, no volveré a vender un libro.
-No dejes que las correcciones minen tu confianza -sugirió Susanna con tono pragmático-. Son parte del proceso, ¿verdad, ______?
_____ miró los tres rostros y comprendió que habían organizado y ensayado esa representación, dándose coraje a base de alcohol.
-De acuerdo, señoras -juntó los dedos y asumió expresión profesional-. ¿De qué va esto?
-De héroes -dijo Susanna, que parecía haber sido nominada portavoz del grupo.
-¿Qué pasa con ellos?
-A nuestra brillante y perspicaz editora ya no parecen gustarle.
-¿Qué te hace pensar que me disgustan los héroes?
-El que odiases a mi último héroe -dijo Susanna.
-Y al mío -afirmó Tracy. -Lo mismo digo -corroboró Stephanie. Las tres la miraron fijamente, pero ya no parecían tan borrachas.
_____, con rostro inexpresivo, repasó mentalmente la veracidad de la acusación.
El último héroe de Susanna... un barón medieval, que abandonaba continuamente a la heroína para correr a la batalla.Abandonar a la heroína no era una cualidad que ella o las lectoras considerasen heroica.
Nadie quería un hombre que se marchaba a cada momento, nunca estaba con su chica cuando hacía falta.
El último héroe de Tracy... un noble que había acudido a la corte isabelina como espía y le había hecho el amor a la heroína sin revelar su verdadera identidad.
Mentir a una mujer indicaba una lacra de carácter difícil de justificar en una
novela comercial. Pero mentir era aún peor en asuntos del corazón. A una mujer no le resultaba fácil bajar las defensas, confiar en un hombre hasta el punto de sentirse vulnerable, sobre todo cuando sabía que podía acabar con el corazón roto.
El último héroe de Stephanie... un lord escocés cuya heroína había sido
secuestrada por un clan rebelde. Sus inútiles intentos de rescate se habían prolongado durante varios capítulos.
Si ______ hubiera sido la heroína, la habría decepcionado ver que su héroe era incapaz de organizar un rescate decente en un tiempo razonable. Tenía suerte de que la chica no se hubiera escapado con el villano. Un héroe de verdad la habría rescatado más rápido.
Reconoció que se había quejado de todos ellos. Había creído que sus quejas eran válidas, pero la escritura era algo subjetivo, creativo. Incluso en sus momentos más profesionales, sus autoras eran artistas, vinculadas emocionalmente a su trabajo.
Editar solía requerir un delicado equilibrio de elogio y crítica, para ser eficaz.
Miró a Lennon, que se había puesto en pie e iba hacia el bar. La muy cobarde había sabido que acabarían hablando de su héroe: un contrabandista más interesado en sus deseos y necesidades que en los de su heroína.
Un héroe de verdad habría encontrado la manera de satisfacer los de ambos. Ni siquiera los increíbles orgasmos que convertían una cueva en una sauna suplían esa carencia.
_____ miró los tres rostros preocupados cuyo futuro profesional dependía de su capacidad para ser razonable, inteligente e intuitiva y tragó saliva. Ellas debieron de ver que acababa de entender la situación porque Susanna se llevó la mano a la frente, estilo Sarah Bernhardt, y soltó un suspiro entrecortado.
-Dios, he olvidado lo que es un héroe y mi editorial dejará de comprar mis libros.
Mi agente se encontrará en la calle, buscando 'otras ofertas...
-Tú por lo menos tendrás ofertas -apuntó Tracy-. Estás en la lista de grandes autoras del New York Times. Las editoriales se pelearán por ti.Yo sólo llevo siete libros escritos.
-Pero has vendido mucho -Stephanie miró a _____ suplicante-.Aún no he publicado mi tercer libro. Estoy en tus manos.
-Ahí estás -gritó una voz femenina-. Tendrías que haber venido con nosotras.
Lo hemos pasado bomba.
A juzgar por el tamaño de los vasos que llevaban en la mano, habían bebido una barbaridad.
-Creo que deberíamos pedir café -susurró Lennon, observando a las mujeres que se acercaban.
-Eso las despejará y harán aún más ruido.
-¿No puedes controlarlas? Son tus autoras -gimió Lennon.
-Son tus amigas. -No las habría conocido si no nos hubieras llevado a todas a ese espectáculo, en la convención de Reno.
El trío de mujeres descendió sobre ellas.Acercaron sillas y saludaron
ruidosamente.
Susana St John, Tracy Owens y Stephanie Kondas eran tres autoras de éxito, aunque en distintas fases de su carrera profesional. Compartían con Lennon una página web, en la que ofrecían a sus lectoras un foro de discusión, concursos literarios y un boletín de noticias y anécdotas. A ____ le gustaba trabajar con todas ellas.
-Stephanie ha pellizcado el trasero de un tipo. Pienso decírselo a su marido
-informó Tracy, una belleza de libro, que llevaba un vestido de chiffón dorado que revoloteaba alrededor de sus tobillos.
Stephanie, la incorporación más reciente del grupo, era una mujer delgada y de aspecto atlético que se hacía valer ante las otras tres autoras experimentadas, ahora amigas. Hizo una mueca y se sentó de golpe.
-Me retaste. Nunca rechazo un reto.
-No le soltaba el trasero -Tracy guiñó un ojo-.A ver cómo se lo explica a su
marido.
_____ soltó una risita. No se imaginaba a Stephanie explicando esos juegos a su dulce marido y a sus niños.
-Hemos bebido -dijo Susanna, sentándose-. No queremos estorbar.
-Claro que no -______ se obligó a sonreír, aunque le dolía la mandíbula-. ¿Pedimos café?
-¿Y estropear este mareo tan agradable? -preguntó Tracy con incredulidad-. Yo seguiré tomando esta empalagosa bebida alcohólica, si no te importa -miró a todas sus compañeras-. ¿Se dan cuenta de que es la primera oportunidad que tenemos de hablar en privado?
Un momento después, _____ se encogió al captar la fija mirada de Susanna.
Susana St. John llevaba años dedicada a la literatura romántica; había publicado con varias editoriales antes de convertirse en autora de Ellen. Era habitual verla en la lista de éxitos de ventas del New York Times y _____se sentía muy orgullosa de haberla conseguido.
Pero Susanna le sacaba más de una década, llevaba más tiempo que ella dedicada al negocio y tenía el incómodo don de llamar a las cosas por su nombre.
-¿Qué te pasa últimamente? -le preguntó, mirándola con dureza. Era una
pregunta inocua, pero su tono de voz llamó la atención de _____.
-Nada especial. Agobiada de trabajo, como siempre.
Silencio. Un trío de miradas nubladas por el alcohol siguió escrutándola,
esperando...
-Si yo no estuviera a la altura de lo que se espera de mí, me lo dirías, ¿verdad?
-preguntó Stephanie. ______ estaba revisando su tercera novela, y la pregunta era lógica, pero tuvo la impresión de que la conversación se encaminaba en otro rumbo.
-Por supuesto. Pero, exceptuando ese horrible título, el libro está muy bien. No estarás dejando que estas viejas te asusten contándote batallitas, ¿verdad?
-Cuidado con a quién llamas vieja, doña 21.
-Tú me sigues, doña Treinta-un-mes-después -_____ soltó una risita forzada, pero
vio la expresión seria de Lennon al otro lado de la mesa.
-¿Qué han hecho en Bourbon Street, además de beber? -preguntó Lennon.
-Hemos visitado algunas tiendas de juguetes sexuales para conseguir ideas -dijo Tracy.
-Y pellizcado algunos traseros -sonrió Stephanie.
-Lo típico de unas mujeres calientes un sábado por la noche -añadió Susanna-.
Has estado tan ocupada que no hemos hablado nada. ¿Cómo está la familia?
-Todos bien -replicó ______-. ¿Qué tal le va a Joey?
El hijo de Susanna acababa de incorporarse a la universidad, dejando sola a Susanna, que llevaba varios años divorciada.
-Muy bien. Excepto que echa de menos a la madre-sirvienta. Es increíble lo poco que pongo la lavadora -rió Susana.
-No dejes que te engañe -apuntó Lennon-. Sé que acaba de comprarse un
ordenador portátil para poder trabajar siempre que siente la necesidad de ir a visitarlo.
-Un portátil es muy útil con una agenda tan apretada como la suya -comentó _____.
-Mi agenda no estaría tan apretada si no hubiera olvidado cómo crear un héroe decente. Pero... -Susanna soltó un suspiro dramático-. Voy retrasada porque tengo que rescribir la mitad de mis libros.
-¿Tú también? -Tracy la miró con sorpresa simulada-. A mí también se me ha
olvidado cómo describir a un héroe decente. No sé qué me pasa. Si hubiera cumplido los treinta pensaría que es senilidad prematura, pero como no es así...
-¡Gracias a Dios! -Stephanie se tapó los ojos con una mano temblorosa-. Creía que era la única con ese problema. He tenido que corregir tanto el último libro que me he retrasado en todos los demás proyectos. Si no lo entrego a tiempo, no volveré a vender un libro.
-No dejes que las correcciones minen tu confianza -sugirió Susanna con tono pragmático-. Son parte del proceso, ¿verdad, ______?
_____ miró los tres rostros y comprendió que habían organizado y ensayado esa representación, dándose coraje a base de alcohol.
-De acuerdo, señoras -juntó los dedos y asumió expresión profesional-. ¿De qué va esto?
-De héroes -dijo Susanna, que parecía haber sido nominada portavoz del grupo.
-¿Qué pasa con ellos?
-A nuestra brillante y perspicaz editora ya no parecen gustarle.
-¿Qué te hace pensar que me disgustan los héroes?
-El que odiases a mi último héroe -dijo Susanna.
-Y al mío -afirmó Tracy. -Lo mismo digo -corroboró Stephanie. Las tres la miraron fijamente, pero ya no parecían tan borrachas.
_____, con rostro inexpresivo, repasó mentalmente la veracidad de la acusación.
El último héroe de Susanna... un barón medieval, que abandonaba continuamente a la heroína para correr a la batalla.Abandonar a la heroína no era una cualidad que ella o las lectoras considerasen heroica.
Nadie quería un hombre que se marchaba a cada momento, nunca estaba con su chica cuando hacía falta.
El último héroe de Tracy... un noble que había acudido a la corte isabelina como espía y le había hecho el amor a la heroína sin revelar su verdadera identidad.
Mentir a una mujer indicaba una lacra de carácter difícil de justificar en una
novela comercial. Pero mentir era aún peor en asuntos del corazón. A una mujer no le resultaba fácil bajar las defensas, confiar en un hombre hasta el punto de sentirse vulnerable, sobre todo cuando sabía que podía acabar con el corazón roto.
El último héroe de Stephanie... un lord escocés cuya heroína había sido
secuestrada por un clan rebelde. Sus inútiles intentos de rescate se habían prolongado durante varios capítulos.
Si ______ hubiera sido la heroína, la habría decepcionado ver que su héroe era incapaz de organizar un rescate decente en un tiempo razonable. Tenía suerte de que la chica no se hubiera escapado con el villano. Un héroe de verdad la habría rescatado más rápido.
Reconoció que se había quejado de todos ellos. Había creído que sus quejas eran válidas, pero la escritura era algo subjetivo, creativo. Incluso en sus momentos más profesionales, sus autoras eran artistas, vinculadas emocionalmente a su trabajo.
Editar solía requerir un delicado equilibrio de elogio y crítica, para ser eficaz.
Miró a Lennon, que se había puesto en pie e iba hacia el bar. La muy cobarde había sabido que acabarían hablando de su héroe: un contrabandista más interesado en sus deseos y necesidades que en los de su heroína.
Un héroe de verdad habría encontrado la manera de satisfacer los de ambos. Ni siquiera los increíbles orgasmos que convertían una cueva en una sauna suplían esa carencia.
_____ miró los tres rostros preocupados cuyo futuro profesional dependía de su capacidad para ser razonable, inteligente e intuitiva y tragó saliva. Ellas debieron de ver que acababa de entender la situación porque Susanna se llevó la mano a la frente, estilo Sarah Bernhardt, y soltó un suspiro entrecortado.
-Dios, he olvidado lo que es un héroe y mi editorial dejará de comprar mis libros.
Mi agente se encontrará en la calle, buscando 'otras ofertas...
-Tú por lo menos tendrás ofertas -apuntó Tracy-. Estás en la lista de grandes autoras del New York Times. Las editoriales se pelearán por ti.Yo sólo llevo siete libros escritos.
-Pero has vendido mucho -Stephanie miró a _____ suplicante-.Aún no he publicado mi tercer libro. Estoy en tus manos.
yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
capitulo 5
_____ cruzó los brazos sobre el pecho e intentó sonreír ante la teatral
representación. Pero no pudo, acababa de tener una idea terrible.
Si ellas tenían razón respecto a su falta de objetividad, y sospechaba que era así, sólo podía haber una explicación: él estaba interfiriendo en su trabajo.. Félicie Allée.
Tres días después
Aunque la plantación Félicie Allée sólo estaba una hora al sur de Nueva Orleáns, era como estar en una isla desierta. La veranda sombreada por robles que llevaba a la majestuosa entrada transportó a _____ de la realidad de las autopistas quemadas por el sol a un lugar de fantasía, refrescado por la brisa del pantano.
El sol atravesaba las hojas de los árboles, creando encajes de luces y sombras en las columnas del porche y los balcones que rodeaban el edificio central de la plantación.
Había visitado Félicie Allée por primera vez para la boda de Lennon. Entonces se había asombrado más, pero en ese momento podía apreciar la arquitectura de la plantación, un toque de elegancia y civilización en un entorno de vegetación desbordante. Mirtos, azaleas y camelias creaban una explosión de color que para alguien tan urbano como _____ era una inmersión en un paisaje pintado al óleo por un gran artista.
-Sólo a tu tía podía ocurrírsele convertir un aburrido curso de formación de
personal en un juego -le dijo ______ a Lennon cuando llegaban a la entrada-. Formación y la resolución de un misterio al mismo tiempo...
-Tía Q nunca pecó de falta de imaginación.
_____ sonrió. La tía abuela de Lennon disfrutaba pasándolo bien y no se excusaba por ello. Su actitud era muy distinta a la de su familia, rígida y estricta. Hablar con la señorita Q siempre era refrescante.
-¿Quién es mi acompañante? -le preguntó a Lennon ante la puerta-. ¿Le sugeriste que me pusiera con Susanna? No es que tenga nada en contra de Tracy, pero no viaja ligera y sabes que no soporto estar en una habitación llena de cosas. Necesito mi espacio.
-La tía Q lo organizó todo, no sé nada. Pero me prometió que estarías cómoda.
¿Te apetece la aventura?
A ______ la preocupada estar pensando demasiado en él. Pero le gustaba la idea de dedicar una semana a resolver un asesinato imaginario; eso le aclararía la cabeza lo suficiente para volver a la realidad.
-Llevas tres días diciendo que no dedico suficiente tiempo a disfrutar -dijo-.
Quiero pasarlo bien estas vacaciones, sin hablar de trabajo, ni de él, por favor.
-De acuerdo -Lennon abrió la puerta del coche y salió-. No más realidad, siempre y cuando prometas apagar ese asqueroso móvil. Puedes vivir unos días sin él. Será un fin de semana de fantasía... Mira, ahí llega la reina en persona. Puedes preguntarle con quién te ha puesto. La señorita Q llevaba un vestido de tela de cuadros con mangas abombadas; parecía recién salida de las páginas de un libro de época.
-Bienvenidas a Félicie Allée, queridas -las agarró del brazo y las llevó hacia la puerta-. Estoy encantada con que participéis en la inauguración.
Besó a Lennon en la mejilla y después agarró la mano de ______.
-Gracias por aceptar la invitación. Quería que la inauguración fuera especial para todos mis amigos.
-¿Va todo bien? -preguntó Lennon.
-Todas las pistas, verdaderas y falsas, están colocadas, y los actores han
ensayado su papel. Lo pasaréis en grande jugando a ser detectives para resolver el misterio.
-Seguro que sí.
Entraron en el vestíbulo, un majestuoso espacio octogonal con escaleras curvas que conducían a las tres plantas de la mansión. Habían hecho arreglos: toda la madera estaba recién pulida y barnizada.
-Es aún más bonito de lo que recordaba - dijo _____.
-Espera a ver todas las reformas que hemos hecho.
-¿Hemos?
-Mucha gente ha participado en la creación y lanzamiento de Misterios sureños
-aclaró la señorita Q, sonriente.
-¿Ha llegado Josh? -preguntó Lennon.
-Sí. Lo he instalado en la única suite del ático.
Pensé que preferias algo más privado, aunque haya que subir tres plantas.
-¿Con quién estaré yo, señorita Q? -preguntó ______.
-Es una sorpresa. Sólo te diré que estás en la suite jardín, la más bonita de todas.Y no tendrás que subir escaleras, está en la planta baja.
A _____ le temblaron las piernas. Una sorpresa de la señorita Q podía ser
temible. Intercambió una mirada curiosa con Lennon.
-Son las últimas en llegar, todos están vistiéndose. Nos reuniremos en la galería a las siete, para el aperitivo. Después serán la presentaciones y se servirá la cena.
Podran conocer a los demás invitados y empezar la investigación. sus armarios contienen la ropa adecuada para representar su papel -la señorita Q sacó una cadena del corpiño y miró un reloj de oro-. Tengo que irme.
Los actores me esperan en la biblioteca - señaló el pasillo-. Las suites tienen el nombre de los ocupantes en la puerta. Hasta luego, preciosas.
-Te veré después -dijo Lennon.
_____ localizó sin problemas la suite jardín y llamó tímidamente a la puerta.
Lennon le había explicado que en la sesión de inauguración participaba la empresa de Josh, Investigaciones Eastman, cuyos dos investigadores necesitaban prácticas urgentes. _____ temía que la señorita Q la hubiera ubicado con alguien desconocido.
-Hola, ¿hay alguien? -al no recibir respuesta, giró el pomo y entró. Su equipaje ya estaba allí. Desde la entrada vio un salón con puertas de cristal que daban al jardín. Se veían glicinias en flor sobre el fondo de un muro cubierto de hiedra. Había un sofá, una mesa de comedor, un escritorio y sillas frente a la chimenea. Todos muebles antiguos con
tapicería dorada.
-¿Hola? -insistió. No hubo respuesta, pero captó los acordes de música de jazz que salían del dormitorio y oyó el rudo de la ducha. Se preguntó qué hacer.
______odiaba las situaciones embarazosas. Decidió cerrar la puerta del dormitorio, pero sus ojos captaron el slip que había sobre la cama.
Una mujer no utilizaría un slip. Se quedó helada. La tía Q ya la había engañado la primera vez que aceptó su hospitalidad, para la boda de Lennon.. , Entró en el dormitorio, y vio el neceser y los zapatos.
«Que pies más grandes tienes, abuelita», pensó. Se inclinó para mirarlos y
segundos después supo que su dueño, un hombre, solía utilizarlos sin calcetines.
La asaltó una terrible sospecha al recordar a don Trasero-Prieto. Lennon no podía haberle hecho algo así, sabiendo su falta de interés. Miró los zapatos fijamente, deseando que pudieran hablar.
La ducha se apagó y vio, de reojo, que la puerta del cuarto de baño estaba
abierta. Quienquiera que estuviese allí saldría de la ducha desnudo.
Deseó soltar los zapatos y huir corriendo de Félicie Allée, pero se quedó de
rodillas, paralizada, como una ardilla ante los faros de un camión.
Vio una mano masculina agarrar una toalla. Después, su dueño salió de la ducha.
Vio unas piernas musculosas, con vello oscuro salpicado de agua. Unos brazos fuertes ataron una toalla a la cintura, cubriendo un trasero muy bien hecho.
Él sacudió el pelo negro como el azabache, no largo, sino corto; gotas de agua salieron disparadas en todas direcciones. Después se volvió...
_____ se quedó sin aliento; se le paró el corazón.
No era don Trasero-Prieto. Era él.
_____ cruzó los brazos sobre el pecho e intentó sonreír ante la teatral
representación. Pero no pudo, acababa de tener una idea terrible.
Si ellas tenían razón respecto a su falta de objetividad, y sospechaba que era así, sólo podía haber una explicación: él estaba interfiriendo en su trabajo.. Félicie Allée.
Tres días después
Aunque la plantación Félicie Allée sólo estaba una hora al sur de Nueva Orleáns, era como estar en una isla desierta. La veranda sombreada por robles que llevaba a la majestuosa entrada transportó a _____ de la realidad de las autopistas quemadas por el sol a un lugar de fantasía, refrescado por la brisa del pantano.
El sol atravesaba las hojas de los árboles, creando encajes de luces y sombras en las columnas del porche y los balcones que rodeaban el edificio central de la plantación.
Había visitado Félicie Allée por primera vez para la boda de Lennon. Entonces se había asombrado más, pero en ese momento podía apreciar la arquitectura de la plantación, un toque de elegancia y civilización en un entorno de vegetación desbordante. Mirtos, azaleas y camelias creaban una explosión de color que para alguien tan urbano como _____ era una inmersión en un paisaje pintado al óleo por un gran artista.
-Sólo a tu tía podía ocurrírsele convertir un aburrido curso de formación de
personal en un juego -le dijo ______ a Lennon cuando llegaban a la entrada-. Formación y la resolución de un misterio al mismo tiempo...
-Tía Q nunca pecó de falta de imaginación.
_____ sonrió. La tía abuela de Lennon disfrutaba pasándolo bien y no se excusaba por ello. Su actitud era muy distinta a la de su familia, rígida y estricta. Hablar con la señorita Q siempre era refrescante.
-¿Quién es mi acompañante? -le preguntó a Lennon ante la puerta-. ¿Le sugeriste que me pusiera con Susanna? No es que tenga nada en contra de Tracy, pero no viaja ligera y sabes que no soporto estar en una habitación llena de cosas. Necesito mi espacio.
-La tía Q lo organizó todo, no sé nada. Pero me prometió que estarías cómoda.
¿Te apetece la aventura?
A ______ la preocupada estar pensando demasiado en él. Pero le gustaba la idea de dedicar una semana a resolver un asesinato imaginario; eso le aclararía la cabeza lo suficiente para volver a la realidad.
-Llevas tres días diciendo que no dedico suficiente tiempo a disfrutar -dijo-.
Quiero pasarlo bien estas vacaciones, sin hablar de trabajo, ni de él, por favor.
-De acuerdo -Lennon abrió la puerta del coche y salió-. No más realidad, siempre y cuando prometas apagar ese asqueroso móvil. Puedes vivir unos días sin él. Será un fin de semana de fantasía... Mira, ahí llega la reina en persona. Puedes preguntarle con quién te ha puesto. La señorita Q llevaba un vestido de tela de cuadros con mangas abombadas; parecía recién salida de las páginas de un libro de época.
-Bienvenidas a Félicie Allée, queridas -las agarró del brazo y las llevó hacia la puerta-. Estoy encantada con que participéis en la inauguración.
Besó a Lennon en la mejilla y después agarró la mano de ______.
-Gracias por aceptar la invitación. Quería que la inauguración fuera especial para todos mis amigos.
-¿Va todo bien? -preguntó Lennon.
-Todas las pistas, verdaderas y falsas, están colocadas, y los actores han
ensayado su papel. Lo pasaréis en grande jugando a ser detectives para resolver el misterio.
-Seguro que sí.
Entraron en el vestíbulo, un majestuoso espacio octogonal con escaleras curvas que conducían a las tres plantas de la mansión. Habían hecho arreglos: toda la madera estaba recién pulida y barnizada.
-Es aún más bonito de lo que recordaba - dijo _____.
-Espera a ver todas las reformas que hemos hecho.
-¿Hemos?
-Mucha gente ha participado en la creación y lanzamiento de Misterios sureños
-aclaró la señorita Q, sonriente.
-¿Ha llegado Josh? -preguntó Lennon.
-Sí. Lo he instalado en la única suite del ático.
Pensé que preferias algo más privado, aunque haya que subir tres plantas.
-¿Con quién estaré yo, señorita Q? -preguntó ______.
-Es una sorpresa. Sólo te diré que estás en la suite jardín, la más bonita de todas.Y no tendrás que subir escaleras, está en la planta baja.
A _____ le temblaron las piernas. Una sorpresa de la señorita Q podía ser
temible. Intercambió una mirada curiosa con Lennon.
-Son las últimas en llegar, todos están vistiéndose. Nos reuniremos en la galería a las siete, para el aperitivo. Después serán la presentaciones y se servirá la cena.
Podran conocer a los demás invitados y empezar la investigación. sus armarios contienen la ropa adecuada para representar su papel -la señorita Q sacó una cadena del corpiño y miró un reloj de oro-. Tengo que irme.
Los actores me esperan en la biblioteca - señaló el pasillo-. Las suites tienen el nombre de los ocupantes en la puerta. Hasta luego, preciosas.
-Te veré después -dijo Lennon.
_____ localizó sin problemas la suite jardín y llamó tímidamente a la puerta.
Lennon le había explicado que en la sesión de inauguración participaba la empresa de Josh, Investigaciones Eastman, cuyos dos investigadores necesitaban prácticas urgentes. _____ temía que la señorita Q la hubiera ubicado con alguien desconocido.
-Hola, ¿hay alguien? -al no recibir respuesta, giró el pomo y entró. Su equipaje ya estaba allí. Desde la entrada vio un salón con puertas de cristal que daban al jardín. Se veían glicinias en flor sobre el fondo de un muro cubierto de hiedra. Había un sofá, una mesa de comedor, un escritorio y sillas frente a la chimenea. Todos muebles antiguos con
tapicería dorada.
-¿Hola? -insistió. No hubo respuesta, pero captó los acordes de música de jazz que salían del dormitorio y oyó el rudo de la ducha. Se preguntó qué hacer.
______odiaba las situaciones embarazosas. Decidió cerrar la puerta del dormitorio, pero sus ojos captaron el slip que había sobre la cama.
Una mujer no utilizaría un slip. Se quedó helada. La tía Q ya la había engañado la primera vez que aceptó su hospitalidad, para la boda de Lennon.. , Entró en el dormitorio, y vio el neceser y los zapatos.
«Que pies más grandes tienes, abuelita», pensó. Se inclinó para mirarlos y
segundos después supo que su dueño, un hombre, solía utilizarlos sin calcetines.
La asaltó una terrible sospecha al recordar a don Trasero-Prieto. Lennon no podía haberle hecho algo así, sabiendo su falta de interés. Miró los zapatos fijamente, deseando que pudieran hablar.
La ducha se apagó y vio, de reojo, que la puerta del cuarto de baño estaba
abierta. Quienquiera que estuviese allí saldría de la ducha desnudo.
Deseó soltar los zapatos y huir corriendo de Félicie Allée, pero se quedó de
rodillas, paralizada, como una ardilla ante los faros de un camión.
Vio una mano masculina agarrar una toalla. Después, su dueño salió de la ducha.
Vio unas piernas musculosas, con vello oscuro salpicado de agua. Unos brazos fuertes ataron una toalla a la cintura, cubriendo un trasero muy bien hecho.
Él sacudió el pelo negro como el azabache, no largo, sino corto; gotas de agua salieron disparadas en todas direcciones. Después se volvió...
_____ se quedó sin aliento; se le paró el corazón.
No era don Trasero-Prieto. Era él.
yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
capitulo 6
La suite Jardín
Hacía tres meses que ____ no lo veía, pero su alma bebió con ansia ese cuerpo alto y atlético de espalda ancha. harry styles disfrutaba haciendo deporte y tenía un aspecto muy saludable.
Si ____ creyera que los héroes existían fuera de los libros de sus autoras,
harry sería uno de ellos.Tenía el pelo cafe, ondulado y los ojos verdes, de mirada intensa.
-Oh, por favor. No me digas que eres mi compañero de habitación -musitó ella, cerrando los ojos.
Ése era justo el tipo de sorpresa que se podía esperar de la señorita Q. _____ no podía creer que estuviese allí delante, casi desnudo, cuando lo había dejado al otro lado del país. Se obligó a mirarlo y lo descubrió mirando fijamente... su pelo. De pronto, recordó la sensación de sus manos acariciándola, sus dedos enredados en los largos mechones cuando la besaba y cómo los extendía sobre la almohada, sobre su piel desnuda, cuando hacían el amor.
_____ se había cortado el cabello con el fin de exorcizar a ese hombre, de
sacárselo del sistema y transformarse en una mujer nueva, que cumplía las normas y no estaba enamorada de harry styles. Había funcionado hasta que volvió a ver esos ojos tan verdes...
Se quedó callada, con la esperanza de que le gustara lo que veía. Tenía que decir algo, hacer algo para tomar control de la situación y superar la vulnerabilidad que acortaba la distancia que había puesto entre ellos.
Ese hombre iba en contra de todas sus normas y debería echarlo de allí. Pero no podía. harry, en silencio, se acercó y extendió el brazo.
_____ lo observó enredar los dedos en su cabello, como solía hacer antes,
acariciándola con una mirada rebosante de ternura, como si llevara toda la vida esperando para verla.
Los meses pasados se disolvieron, igual que su voluntad para resistirse. La besó en la boca, con fuerza.
_____ tuvo la sensación de que hasta él se sorprendía de la intensidad que había entre ellos, un magnetismo irresistible. Él inclinó su cabeza y la sujetó con fuerza, revelando sin palabras que aprobaba el cambio.
Sin pedir permiso, sin preguntar, rompió todas las normas del comportamiento civilizado introduciendo la lengua en su boca, como si tuviera derecho a besarla.
La experiencia le decía que debería apartarlo, que rendirse a él acabaría en
desastre. La experiencia le decía que le diera un bofetón, pero lo besó.
Perdió todo resto de raciocinio. Era imposible recordar las normas cuando la
tensión se disolvía en una oleada de calor que le calentaba la sangre y hacía que su pulso se disparase. _____ reconoció la sensación y se asombró de haber sobrevivido tanto tiempo sin ella, de haberse convencido de que lo que sentía sólo con harry era irreal. Era demasiado real.
Se preguntó cómo podía haber olvidado esa intensidad, ese violento estallido de deseo que imposibilitaba pensar, que convertía sus sólidos argumentos en leves copos de nieve flotando al viento. Ese hombre tenía algo que la transportaba a un nivel elemental, primitivo, en el que los instintos dominaban al sentido común. No podía ser su hombre. Por mucho que ella lo deseara. Su descontrol implicaba problemas. No cabía duda.Ya se había dejado llevar por la temeridad antes, un gran error; después tenía la sensación de haber vuelto a decepcionar a todos, y más aún a sí
misma.
Pero cuando la tocaba, el mundo de ______ se reducía a sentirse bien o mal.Y las manos de harry sobre su rostro, su aprobación y el deseo que no intentaba ocultar, hacían que se sintiera muy bien.
Resignada, rodeó su cintura con los brazos. La química existente entre ellos era demasiado potente para ignorarla. No tenía sentido intentarlo. Arrastró los dedos por su piel húmeda, explorando contornos, recordando la fuerza de sus músculos.
Recordaba su cuerpo, su olor, su sabor.
Buscó su lengua, respondiendo a su exigencia con una aún mayor. «Bésame, tócame, deséame», pensó. No era una admisión de cuánto lo había echado de menos, ni una rendición; simplemente era un beso irresistible.
Las manos de él recorrieron su rostro, como si intentara refrescar su memoria o demostrándose que era real. Disfrutó del contacto de sus dedos, del sabor mentolado de su boca y de la explosiva reacción de su cuerpo.
harry siempre había disfrutado de la química que había entre ellos; según
él, demostraba lo bien que encajaban juntos. Ella, en cambio se había sentido desbordada por ese deseo. Le había costado un gran esfuerzo no romper las normas y esperar el tiempo necesario antes de acostarse con él. Había creído que esa pasión significaba que era su hombre.
No lo era, pero en ese momento _____ no podía sino olvidar las normas. Sólo sintió excitación cuando él la apoyó contra la sólida columna del dosel de la cama y sintió la presión de cada músculo fuerte y húmedo.
Deslizó las manos por su espalda, recordando cómo esos músculos se curvaban cuando la embestía desde arriba, desde abajo, desde detrás.
Su sexo empezó a contraerse con latidos rítmicos. Cuando él clavó el muslo entre los suyos, supo exactamente lo que deseaba harry. No iba a conformarse con un beso estando medio desnudo.
La alzó y la apoyó contra su muslo. El fino tejido de la falda apenas constituía barrera entre piel y piel. _____ suspiró contra sus labios. Él atrapó el gemido con la boca y sonrió. Sabía que tenía el poder, como lo tuvo siempre.Tres meses no habían conseguido cambiar eso.
Un grito de cordura le recordó que había dejado a ese hombre por una buena razón. Pero esa razón dejaba de existir cuando la tocaba, igual que las normas.
Ella no era la única que perdía la cabeza cuando estaban juntos. ______ suspiraba, se derretía contra él, abría las piernas para cabalgar sobre su muslo, disfrutando de la presión en el punto más sensible de su cuerpo.
Pero harry jadeaba tanto como ella. Acarició la curva de sus hombros y
deslizó los dedos bajo su camiseta de tirantes para acariciar sus senos, casi con reverencia.
Estaba ensimismado como ella, era incapaz de resistirse a la atracción y clavaba su pene, duro como el acero, contra su estómago. Era una presión insistente, que reclamaba su atención, prometiendo un éxtasis inigualable.
______ no podía ignorar esa promesa. Se le hincharon los senos bajo las palmas de sus manos, tensos, doloridos. Gimió cuando rozó sus pezones. Llevaba demasiado tiempo sin practicar el sexo, y el sexo con él era distinto a todo.
Se dijo que ya sabía que no era su hombre; eso la protegería cuando tuviera que volver a dejarlo. Maldijo internamente a la señorita Q. Maldijo a su cuerpo desobediente por ese deseo que le impedía rechazarlo, aun a sabiendas de que suponía un caos para su emociones.
La suite Jardín
Hacía tres meses que ____ no lo veía, pero su alma bebió con ansia ese cuerpo alto y atlético de espalda ancha. harry styles disfrutaba haciendo deporte y tenía un aspecto muy saludable.
Si ____ creyera que los héroes existían fuera de los libros de sus autoras,
harry sería uno de ellos.Tenía el pelo cafe, ondulado y los ojos verdes, de mirada intensa.
-Oh, por favor. No me digas que eres mi compañero de habitación -musitó ella, cerrando los ojos.
Ése era justo el tipo de sorpresa que se podía esperar de la señorita Q. _____ no podía creer que estuviese allí delante, casi desnudo, cuando lo había dejado al otro lado del país. Se obligó a mirarlo y lo descubrió mirando fijamente... su pelo. De pronto, recordó la sensación de sus manos acariciándola, sus dedos enredados en los largos mechones cuando la besaba y cómo los extendía sobre la almohada, sobre su piel desnuda, cuando hacían el amor.
_____ se había cortado el cabello con el fin de exorcizar a ese hombre, de
sacárselo del sistema y transformarse en una mujer nueva, que cumplía las normas y no estaba enamorada de harry styles. Había funcionado hasta que volvió a ver esos ojos tan verdes...
Se quedó callada, con la esperanza de que le gustara lo que veía. Tenía que decir algo, hacer algo para tomar control de la situación y superar la vulnerabilidad que acortaba la distancia que había puesto entre ellos.
Ese hombre iba en contra de todas sus normas y debería echarlo de allí. Pero no podía. harry, en silencio, se acercó y extendió el brazo.
_____ lo observó enredar los dedos en su cabello, como solía hacer antes,
acariciándola con una mirada rebosante de ternura, como si llevara toda la vida esperando para verla.
Los meses pasados se disolvieron, igual que su voluntad para resistirse. La besó en la boca, con fuerza.
_____ tuvo la sensación de que hasta él se sorprendía de la intensidad que había entre ellos, un magnetismo irresistible. Él inclinó su cabeza y la sujetó con fuerza, revelando sin palabras que aprobaba el cambio.
Sin pedir permiso, sin preguntar, rompió todas las normas del comportamiento civilizado introduciendo la lengua en su boca, como si tuviera derecho a besarla.
La experiencia le decía que debería apartarlo, que rendirse a él acabaría en
desastre. La experiencia le decía que le diera un bofetón, pero lo besó.
Perdió todo resto de raciocinio. Era imposible recordar las normas cuando la
tensión se disolvía en una oleada de calor que le calentaba la sangre y hacía que su pulso se disparase. _____ reconoció la sensación y se asombró de haber sobrevivido tanto tiempo sin ella, de haberse convencido de que lo que sentía sólo con harry era irreal. Era demasiado real.
Se preguntó cómo podía haber olvidado esa intensidad, ese violento estallido de deseo que imposibilitaba pensar, que convertía sus sólidos argumentos en leves copos de nieve flotando al viento. Ese hombre tenía algo que la transportaba a un nivel elemental, primitivo, en el que los instintos dominaban al sentido común. No podía ser su hombre. Por mucho que ella lo deseara. Su descontrol implicaba problemas. No cabía duda.Ya se había dejado llevar por la temeridad antes, un gran error; después tenía la sensación de haber vuelto a decepcionar a todos, y más aún a sí
misma.
Pero cuando la tocaba, el mundo de ______ se reducía a sentirse bien o mal.Y las manos de harry sobre su rostro, su aprobación y el deseo que no intentaba ocultar, hacían que se sintiera muy bien.
Resignada, rodeó su cintura con los brazos. La química existente entre ellos era demasiado potente para ignorarla. No tenía sentido intentarlo. Arrastró los dedos por su piel húmeda, explorando contornos, recordando la fuerza de sus músculos.
Recordaba su cuerpo, su olor, su sabor.
Buscó su lengua, respondiendo a su exigencia con una aún mayor. «Bésame, tócame, deséame», pensó. No era una admisión de cuánto lo había echado de menos, ni una rendición; simplemente era un beso irresistible.
Las manos de él recorrieron su rostro, como si intentara refrescar su memoria o demostrándose que era real. Disfrutó del contacto de sus dedos, del sabor mentolado de su boca y de la explosiva reacción de su cuerpo.
harry siempre había disfrutado de la química que había entre ellos; según
él, demostraba lo bien que encajaban juntos. Ella, en cambio se había sentido desbordada por ese deseo. Le había costado un gran esfuerzo no romper las normas y esperar el tiempo necesario antes de acostarse con él. Había creído que esa pasión significaba que era su hombre.
No lo era, pero en ese momento _____ no podía sino olvidar las normas. Sólo sintió excitación cuando él la apoyó contra la sólida columna del dosel de la cama y sintió la presión de cada músculo fuerte y húmedo.
Deslizó las manos por su espalda, recordando cómo esos músculos se curvaban cuando la embestía desde arriba, desde abajo, desde detrás.
Su sexo empezó a contraerse con latidos rítmicos. Cuando él clavó el muslo entre los suyos, supo exactamente lo que deseaba harry. No iba a conformarse con un beso estando medio desnudo.
La alzó y la apoyó contra su muslo. El fino tejido de la falda apenas constituía barrera entre piel y piel. _____ suspiró contra sus labios. Él atrapó el gemido con la boca y sonrió. Sabía que tenía el poder, como lo tuvo siempre.Tres meses no habían conseguido cambiar eso.
Un grito de cordura le recordó que había dejado a ese hombre por una buena razón. Pero esa razón dejaba de existir cuando la tocaba, igual que las normas.
Ella no era la única que perdía la cabeza cuando estaban juntos. ______ suspiraba, se derretía contra él, abría las piernas para cabalgar sobre su muslo, disfrutando de la presión en el punto más sensible de su cuerpo.
Pero harry jadeaba tanto como ella. Acarició la curva de sus hombros y
deslizó los dedos bajo su camiseta de tirantes para acariciar sus senos, casi con reverencia.
Estaba ensimismado como ella, era incapaz de resistirse a la atracción y clavaba su pene, duro como el acero, contra su estómago. Era una presión insistente, que reclamaba su atención, prometiendo un éxtasis inigualable.
______ no podía ignorar esa promesa. Se le hincharon los senos bajo las palmas de sus manos, tensos, doloridos. Gimió cuando rozó sus pezones. Llevaba demasiado tiempo sin practicar el sexo, y el sexo con él era distinto a todo.
Se dijo que ya sabía que no era su hombre; eso la protegería cuando tuviera que volver a dejarlo. Maldijo internamente a la señorita Q. Maldijo a su cuerpo desobediente por ese deseo que le impedía rechazarlo, aun a sabiendas de que suponía un caos para su emociones.
yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
capitulo 7
harry, maldito fuera, lo sabía y aprovechaba su ventaja besando, mordisqueando y chupando su cuello, como si tuviera la intención de saborear lentamente cada centímetro de piel. Acariciaba sus pezones con los pulgares, provocándole escalofríos de placer.
Inclinó la cabeza y le mordió el hombro suavemente. La imagen de su cabeza oscura sobre ella hizo que _____ recordara con toda claridad cuánto había disfrutado cuando él ocultaba el mundo con la anchura de sus hombros, sus besos, sus risas.
Deslizó las manos bajo la toalla y se la quitó. Exploró las curvas de su trasero, atrayéndolo, sintiendo el calor de su erección a través de la falda de seda.
Él se estremeció de pies a cabeza y mordisqueó un pezón por encima de la blusa.
Después alzó la cabeza y clavó en ella los ojos verdes, con la boca entreabierta.
harry la deseaba. Daba igual que la hubiese dejado marchar, tras unas cuantas llamadas para salvar las apariencias, sin lucha. Daba igual que, a pesar de que vivían en la misma ciudad, nunca hubiera ido a buscarla a la oficina, o al piso; que no hubiera sugerido un compromiso que compaginara sus impulsos con las necesidades de ella.
harry la deseaba y, en ese momento, ella a él.
Daba igual que la señorita Q hubiera manipulado la situación. Estaban juntos; el cursillo de formación era la tapadera perfecta para protegerlos de los medios de comunicación. Allí podían jugar en privado, a salvo.
Había una cama. Y no los esperaban hasta las siete.
Nada importaba excepto esa explosión de sensaciones, el cosquilleo intenso de su piel. _____ cerró los ojos y besó su frente.
harry no necesitó más permiso. Levantó la blusa y le quitó el sujetador.
Ella se derritió en la fuerza del abrazo que la envolvió, apretando los senos contra su pecho, piel contra piel.
Después su boca volvió a buscarla con urgencia, besándola como si tuviera algo que demostrar. Enredó una mano en su cabello y deslizó la otra cadera abajo, levantándole la falda hasta la cintura.
______ sólo llevaba puesto un tanga, hacía demasiado calor para ponerse medias.
Pero la sofocante temperatura del pantano no era nada comparado con el fuego que se inició en su interior cuando harry deslizó la mano entre sus muslos y acarició, separando, buscando, comprobando que estaba húmeda y lista para recibirlo.
Con un movimiento rápido introdujo un dedo en su interior. El mundo de _____ se centró en esa embestida. Su sexo intentó sujetarlo, pero harry puso la palma de la mano sobre las fibras nerviosas más sensibles de su cuerpo, ejerciendo la presión suficiente para obligarla a mover las caderas contra él.
Ella apretó las manos contra su espalda y lo besó con más fuerza. Cabalgó sobre su mano, bamboleando las caderas y alimentando la fricción, tensándose.
Un dedo empezó a dibujar círculos sobre su carne más sensible, dando vida a nuevas sensaciones, provocando un placer desbordante. Pensó que harry quería demostrarle que podía desmadejarla, disolverla entre sus manos.
Un segundo después, _____ estalló con un gemido intenso. Él la miró con ojos velados de placer, como si verla alcanzar el orgasmo fuera su mayor deseo. La mantuvo en equilibrio con sólo una mano enredada en su cabello y la otra entre sus muslos, sonriente, mientras duraban los ecos de su éxtasis.
Cuando ella recuperó el sentido, siguió su mirada y vio algo que no había
percibido antes. Un espejo reflejaba a harry, alto y acuerpado, y a ella arqueada eróticamente sobre él, con la falda subida hasta la cintura y los muslos abiertos. No era un solo reflejo, sino muchos, cada vez más pequeños, que se perdían en el infinito.
Miró en la otra dirección y descubrió un espejo idéntico en la pared de enfrente.
______ había visto ese juego de espejos con harry, en la exposición de un
museo de Nueva York. Entonces la había fascinado el efecto de las imágenes múltiples, pero no era comparable a ver sus cuerpos entrelazados, como una estatua viviente. El reflejo de ellos dos, eterno.
Antes de que tuviera tiempo de reaccionar, harry retiró la mano y colocó
una de sus piernas alrededor de su cintura. Ella observó en el espejo cómo se movían sus músculos mientras se posicionaba. Se quedó sin aliento al verlo arquear las caderas y sentir su erección penetrándola, invadiéndola, al oír su gruñido rasposo cuando sus
cuerpos se unieron.
Sus miradas se encontraron en el espejo, la de él con un anhelo que la
sorprendió, la de ella nublada de deseo, drogada por la sensación de tenerlo en su interior, de su poder.
Sin decir una palabra, harry demostró que sus cuerpos se reconocían a
pesar del tiempo y la distancia que _____ había puesto entre ellos. Flexionó los músculos para dar marcha atrás y volver a penetrarla con un movimiento profundo y fluido.
Gimió su nombre y arqueó las caderas para acoplarse a su ritmo. Cada gruñido, cada latido de su corazón demostraba que le hacía perder la compostura tanto como él a ella. La levantaba con cada embestida y de repente, se encontró en el aire. Él le colocó la otra pierna alrededor de la cintura, rodeó la cama y se dejó caer en el
colchón, sobre ella, sin salir de su interior, sin dejar de besarla.
-Oh, harry -musitó contra sus labios, sintiendo su peso y cómo la llenaba
por dentro.
Había olvidado lo ágil que era, a pesar de su tamaño. Años de jugar al hockey le habían concedido rapidez y reflejos, desarrollando su naturaleza atlética y su grácil fuerza. Ella no era baja y la asombraba que pudiera maniobrar con su cuerpo tan fácilmente.
Él sonrió y dos hoyuelos se formaron en sus mejillas. Le devolvió la sonrisa; nada importaba excepto ese hombre, ese momento.
harry lo sabía. El resplandor verde de su mirada, la blanca sonrisa
demostraban que disfrutaba con su reacción, que había anticipado que no podría resistirse. Él primer orgasmo sólo había sido un aperitivo, un preludio al que estaba por llegar.Tres meses sin sexo incrementaban aún más sus sensaciones, llevándola a deleitarse con el sabor de la piel de su cuello, su mandíbula, su hombre. Cuando se puso de costado, se apoyó en un lado y siguió observándola, sin cambiar de ritmo y sin dejar de penetrarla, _____ supo que él disfrutaba del poder que tenía sobre ella, y de la oportunidad de demostrarlo.
harry la atrapó con un musculoso muslo, anclándose contra sus caderas, y
se echó hacia atrás. Después la embistió con fuerza. Ella se estremeció y sintió un intenso cosquilleo. Se había rendido, pero no importaba. Le habían concedido otra oportunidad de hacer magia con ese hombre y la haría, por muy alto que fuera el precio a pagar después.
Aunque, no era su hombre...
Sus músculos se contrajeron una y otra vez; ______ se perdió en otro orgasmo con un gemido rasposo. harry sonrió, satisfecho, muy satisfecho.
______ cerró los ojos, se sentía incapaz de mirarlo mientras seguía apretándolo en su interior; su pecho subía y bajaba acelerado, tenía la piel caliente y húmeda. Deséó que él dijera algo, pero no lo hizo.
Quizá su silencio implicase que habían compartido algo indescriptible. Pero sintió su ternura cuando le apartó el pelo húmedo de la sien.
Lo maldijo internamente por no ser su hombre. Intentó mantener a raya su
decepción. harry disolvía sus sentidos y su voluntad, pero no le permitiría
desequilibrar sus emociones. Llevaba demasiados meses intentando controlarlas.
No le daría ese gusto. Era obvio que él se había contenido para poder verla
estallar en mil pedazos. _____, aniquilada, apenas podía alzar los párpados; él jugueteaba con un pezón, esperando a que recuperase el aliento.
Recordaba la misma sensación de la única noche que habían pasado juntos. No necesitaba abrir los ojos para saber que él estaba sonriente, feliz, como si el mundo fuera maravilloso. Iba a borrar esa sonrisa de su cara, a demostrarle que no era el único con poder.
Abrió los ojos y al ver su mirada ardiente recuperó la energía. Se apartó de él; harry gimió y ella se tragó una sonrisa, ocultando su rostro tras el pelo. Se puso de rodillas y miró el revoltijo que formaba la falda en su cintura.Tendría que llevarla al tinte, pero habría merecido la pena.
harry se puso una almohada bajo la cabeza y se recostó, con la erección
sobre el estómago, a punto. ______ se preguntó si podría ofrecerle un buen espectáculo con sólo una falda y un tanga, pero decidió que encontraría la manera.
Echó los hombros hacia atrás y buscó el cierre de la falda.Arqueó la espalda y sus senos se elevaron, pesados y aún hinchados tras sus caricias. Bajó la cremallera muy despacio, moviendo las caderas al ritmo de la música de jazz. Dejó caer la falda alrededor de las rodillas y se la quitó.
Un tanga no daba mucho juego para hacer un striptease, pero ______ pensaba sacarle el mayor partido posible. Se puso de costado y se bajó de la cama. Sintió el aire caliente acariciar su piel.
harry, maldito fuera, lo sabía y aprovechaba su ventaja besando, mordisqueando y chupando su cuello, como si tuviera la intención de saborear lentamente cada centímetro de piel. Acariciaba sus pezones con los pulgares, provocándole escalofríos de placer.
Inclinó la cabeza y le mordió el hombro suavemente. La imagen de su cabeza oscura sobre ella hizo que _____ recordara con toda claridad cuánto había disfrutado cuando él ocultaba el mundo con la anchura de sus hombros, sus besos, sus risas.
Deslizó las manos bajo la toalla y se la quitó. Exploró las curvas de su trasero, atrayéndolo, sintiendo el calor de su erección a través de la falda de seda.
Él se estremeció de pies a cabeza y mordisqueó un pezón por encima de la blusa.
Después alzó la cabeza y clavó en ella los ojos verdes, con la boca entreabierta.
harry la deseaba. Daba igual que la hubiese dejado marchar, tras unas cuantas llamadas para salvar las apariencias, sin lucha. Daba igual que, a pesar de que vivían en la misma ciudad, nunca hubiera ido a buscarla a la oficina, o al piso; que no hubiera sugerido un compromiso que compaginara sus impulsos con las necesidades de ella.
harry la deseaba y, en ese momento, ella a él.
Daba igual que la señorita Q hubiera manipulado la situación. Estaban juntos; el cursillo de formación era la tapadera perfecta para protegerlos de los medios de comunicación. Allí podían jugar en privado, a salvo.
Había una cama. Y no los esperaban hasta las siete.
Nada importaba excepto esa explosión de sensaciones, el cosquilleo intenso de su piel. _____ cerró los ojos y besó su frente.
harry no necesitó más permiso. Levantó la blusa y le quitó el sujetador.
Ella se derritió en la fuerza del abrazo que la envolvió, apretando los senos contra su pecho, piel contra piel.
Después su boca volvió a buscarla con urgencia, besándola como si tuviera algo que demostrar. Enredó una mano en su cabello y deslizó la otra cadera abajo, levantándole la falda hasta la cintura.
______ sólo llevaba puesto un tanga, hacía demasiado calor para ponerse medias.
Pero la sofocante temperatura del pantano no era nada comparado con el fuego que se inició en su interior cuando harry deslizó la mano entre sus muslos y acarició, separando, buscando, comprobando que estaba húmeda y lista para recibirlo.
Con un movimiento rápido introdujo un dedo en su interior. El mundo de _____ se centró en esa embestida. Su sexo intentó sujetarlo, pero harry puso la palma de la mano sobre las fibras nerviosas más sensibles de su cuerpo, ejerciendo la presión suficiente para obligarla a mover las caderas contra él.
Ella apretó las manos contra su espalda y lo besó con más fuerza. Cabalgó sobre su mano, bamboleando las caderas y alimentando la fricción, tensándose.
Un dedo empezó a dibujar círculos sobre su carne más sensible, dando vida a nuevas sensaciones, provocando un placer desbordante. Pensó que harry quería demostrarle que podía desmadejarla, disolverla entre sus manos.
Un segundo después, _____ estalló con un gemido intenso. Él la miró con ojos velados de placer, como si verla alcanzar el orgasmo fuera su mayor deseo. La mantuvo en equilibrio con sólo una mano enredada en su cabello y la otra entre sus muslos, sonriente, mientras duraban los ecos de su éxtasis.
Cuando ella recuperó el sentido, siguió su mirada y vio algo que no había
percibido antes. Un espejo reflejaba a harry, alto y acuerpado, y a ella arqueada eróticamente sobre él, con la falda subida hasta la cintura y los muslos abiertos. No era un solo reflejo, sino muchos, cada vez más pequeños, que se perdían en el infinito.
Miró en la otra dirección y descubrió un espejo idéntico en la pared de enfrente.
______ había visto ese juego de espejos con harry, en la exposición de un
museo de Nueva York. Entonces la había fascinado el efecto de las imágenes múltiples, pero no era comparable a ver sus cuerpos entrelazados, como una estatua viviente. El reflejo de ellos dos, eterno.
Antes de que tuviera tiempo de reaccionar, harry retiró la mano y colocó
una de sus piernas alrededor de su cintura. Ella observó en el espejo cómo se movían sus músculos mientras se posicionaba. Se quedó sin aliento al verlo arquear las caderas y sentir su erección penetrándola, invadiéndola, al oír su gruñido rasposo cuando sus
cuerpos se unieron.
Sus miradas se encontraron en el espejo, la de él con un anhelo que la
sorprendió, la de ella nublada de deseo, drogada por la sensación de tenerlo en su interior, de su poder.
Sin decir una palabra, harry demostró que sus cuerpos se reconocían a
pesar del tiempo y la distancia que _____ había puesto entre ellos. Flexionó los músculos para dar marcha atrás y volver a penetrarla con un movimiento profundo y fluido.
Gimió su nombre y arqueó las caderas para acoplarse a su ritmo. Cada gruñido, cada latido de su corazón demostraba que le hacía perder la compostura tanto como él a ella. La levantaba con cada embestida y de repente, se encontró en el aire. Él le colocó la otra pierna alrededor de la cintura, rodeó la cama y se dejó caer en el
colchón, sobre ella, sin salir de su interior, sin dejar de besarla.
-Oh, harry -musitó contra sus labios, sintiendo su peso y cómo la llenaba
por dentro.
Había olvidado lo ágil que era, a pesar de su tamaño. Años de jugar al hockey le habían concedido rapidez y reflejos, desarrollando su naturaleza atlética y su grácil fuerza. Ella no era baja y la asombraba que pudiera maniobrar con su cuerpo tan fácilmente.
Él sonrió y dos hoyuelos se formaron en sus mejillas. Le devolvió la sonrisa; nada importaba excepto ese hombre, ese momento.
harry lo sabía. El resplandor verde de su mirada, la blanca sonrisa
demostraban que disfrutaba con su reacción, que había anticipado que no podría resistirse. Él primer orgasmo sólo había sido un aperitivo, un preludio al que estaba por llegar.Tres meses sin sexo incrementaban aún más sus sensaciones, llevándola a deleitarse con el sabor de la piel de su cuello, su mandíbula, su hombre. Cuando se puso de costado, se apoyó en un lado y siguió observándola, sin cambiar de ritmo y sin dejar de penetrarla, _____ supo que él disfrutaba del poder que tenía sobre ella, y de la oportunidad de demostrarlo.
harry la atrapó con un musculoso muslo, anclándose contra sus caderas, y
se echó hacia atrás. Después la embistió con fuerza. Ella se estremeció y sintió un intenso cosquilleo. Se había rendido, pero no importaba. Le habían concedido otra oportunidad de hacer magia con ese hombre y la haría, por muy alto que fuera el precio a pagar después.
Aunque, no era su hombre...
Sus músculos se contrajeron una y otra vez; ______ se perdió en otro orgasmo con un gemido rasposo. harry sonrió, satisfecho, muy satisfecho.
______ cerró los ojos, se sentía incapaz de mirarlo mientras seguía apretándolo en su interior; su pecho subía y bajaba acelerado, tenía la piel caliente y húmeda. Deséó que él dijera algo, pero no lo hizo.
Quizá su silencio implicase que habían compartido algo indescriptible. Pero sintió su ternura cuando le apartó el pelo húmedo de la sien.
Lo maldijo internamente por no ser su hombre. Intentó mantener a raya su
decepción. harry disolvía sus sentidos y su voluntad, pero no le permitiría
desequilibrar sus emociones. Llevaba demasiados meses intentando controlarlas.
No le daría ese gusto. Era obvio que él se había contenido para poder verla
estallar en mil pedazos. _____, aniquilada, apenas podía alzar los párpados; él jugueteaba con un pezón, esperando a que recuperase el aliento.
Recordaba la misma sensación de la única noche que habían pasado juntos. No necesitaba abrir los ojos para saber que él estaba sonriente, feliz, como si el mundo fuera maravilloso. Iba a borrar esa sonrisa de su cara, a demostrarle que no era el único con poder.
Abrió los ojos y al ver su mirada ardiente recuperó la energía. Se apartó de él; harry gimió y ella se tragó una sonrisa, ocultando su rostro tras el pelo. Se puso de rodillas y miró el revoltijo que formaba la falda en su cintura.Tendría que llevarla al tinte, pero habría merecido la pena.
harry se puso una almohada bajo la cabeza y se recostó, con la erección
sobre el estómago, a punto. ______ se preguntó si podría ofrecerle un buen espectáculo con sólo una falda y un tanga, pero decidió que encontraría la manera.
Echó los hombros hacia atrás y buscó el cierre de la falda.Arqueó la espalda y sus senos se elevaron, pesados y aún hinchados tras sus caricias. Bajó la cremallera muy despacio, moviendo las caderas al ritmo de la música de jazz. Dejó caer la falda alrededor de las rodillas y se la quitó.
Un tanga no daba mucho juego para hacer un striptease, pero ______ pensaba sacarle el mayor partido posible. Se puso de costado y se bajó de la cama. Sintió el aire caliente acariciar su piel.
yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
o,o esa rayis como es posible que no se quiera casar con harry :wut:
siguela cuando puedas
siguela cuando puedas
ivette gone
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
ivette gone escribió:o,o esa rayis como es posible que no se quiera casar con harry
siguela cuando puedas
mañana la sigo si la rayis es kakljska pero que se puede hacer besos y gracias por pasar
yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
capitulo 8
[size=18][size=12][size=12]
Con los hombros aún arqueados, se puso de perfil y metió las manos en las tiras
de la tanga. La bajó lentamente, moviendo el trasero. Se movía lánguidamente,
consciente de la humedad que tenía entre las piernas, intentado capturar toda su
atención.
Él la siguió con los ojos mientras alargaba el momento. Cuando el diminuto pedazo
de tela cayó a sus pies, _____ se inclinó para recuperarlo.
Antes, su largo cabello habría ocultado parte de su cuerpo, pero ya sólo le
llegaba al cuello, dejándola expuesta para que la admirase.
Agarró el tanga, lo hizo girar en el dedo y se lo lanzó. Rápido como siempre, él lo
atrapó y, con una sonrisa traviesa, colocó el trozo de encaje blanco sobre el pecho,
apretándolo contra el corazón.
Maldiciéndolo, ______ se derritió por dentro. No entendía que quisiera convertir
un juego sexual en algo más. Era él quien no seguía las normas, quien la había dejado
escapar sin buscarla, sin luchar. Lo que estaba ocurriendo no era más que sexo.
De un salto, ______ se situó sobre sus caderas. Rodeó su pene con los dedos y lo
introdujo en su húmedo interior con un solo movimiento. Complacida por el fuerte
gruñido de placer y por su estremecimiento, arqueó la espalda y cabalgó sobre él.
Harry no se conformó con dejarla.controlar el juego. Agarró uno de sus
pezones con los labios y lo introdujo en las profundidades de su boca. _____ gimió. El
efecto que ese hombre ejercía en ella era increíble e innegable.
No pudo evitar besarlo con ternura en la parte superior de la cabeza. Él alzaba
las caderas para encontrarse con ella, marcándola con su calor, haciéndole empujar
con más fuerza, sin dejar de besar sus pezones.
Después, introdujo las manos bajo su trasero y la obligó a acelerar el ritmo. Sus
muslos empezaron a vibrar y se clavó en ella con una fuerza que _____ percibió en lo
más profundo de su ser.
Jadeando, dejó caer la cabeza en la almohada. Cerró los párpados y las espesas y
oscuras pestañas acariciaron sus mejillas. ____ admiró sus rasgos, afinados por el
placer, la mandíbula apretada, los tendones del cuello tensos como cuerdas.
Verlo alcanzar la cima del placer la llevó a otro orgasmo increíble, una intensa
liberación de los sentidos. Después se derrumbó sobre él, reviviendo el sonido de su
corazón palpitando contra el suyo, cómo su rostro encajaba perfectamente en la curva
de ese hombro, el olor de su piel húmeda tras entregarse a la pasión.
Volvió a preguntarse por qué crueldad del destino él no podía ser su hombre.
Cuando él la acarició lentamente, como si quisiera memorizar su cuerpo, admitió
que él le había roto el corazón; lo había deseado más que a ninguno.
Pero no era su hombre.
_____ supo que había llegado la hora de huir, antes de romperse en pedazos. Pero
harry siguió abrazándola. Cuando se resistió, él se dispuso a un nuevo asalto; la
atrapó contra el colchón y depositó una lluvia de besos por cada centímetro de su piel,
demostrando que no había olvidado ninguno de los puntos sensibles descubiertos
durante tres meses de cortejo.
Después, colocó los hombros entre sus muslos y volvió a familiarizarse con sus
partes más íntimas, usando los labios y la boca con sensualidad, llevándola a gritar de
placer.
La luz se apagó tras los ventanales. Seguía sonando música de jazz, filtrándose
en su subconsciente. harry conseguía nublar todos sus sentidos. La devastaba
con caricias y besos rebosantes de ternura.
Largo rato después, cuando pensó que un orgasmo más podría matarla, _____ se
apartó de él, ocultándole las lágrimas que asolaban sus ojos.
-No te vayas -la voz grave y profunda, con un ligero acento sureño, rasgó la
oscuridad.
La atrajo de nuevo, rodeó su cintura con un brazo y curvó el cuerpo a su
alrededor.Apoyó la barbilla en la parte superior de su cabeza e inhaló profundamente.
____ no podía pensar con claridad. Su cuerpo aún temblaba de saciedad y
sublime placer satisfecho.
El aliento de harry le hacía cosquillas en la oreja. Estaban tan juntos que
parecían fundidos en uno. _____ no pensó en sus estrictas normas sobre las relaciones.
No analizó las consecuencias de lo ocurrido.
Sencillamente, cerró los ojos.
En la quietud de la noche, harry acunó a ____ en sus brazos, disfrutando
de la sensación de esas largas piernas enredadas con la suyas, de su aliento contra el
pecho. Físicamente debería estar agotado, pero volver a tenerla consigo le impedía
dormir.
____ lo había desarmado por completo, igual que esa otra noche, tres meses
antes. Había pretendido involucrarla en un ejercicio de fantasía, en un lugar en el que
se sintiera libre de las restricciones que regían su complicada vida. Pero había sido
incapaz de no tocarla y se habían perdido la noche inaugural; ella se lo reprocharía al
despertar. Su única defensa era que se había perdido en el reto de hacerla gemir de
placer, de derrumbar las barreras que erigía entre ellos.
Tres meses sin ella habían sido demasiados. Asumía su culpa; había cometido un
error de juicio. Que _____ se negara a dormir con él debería haberlo prevenido de que
debía ir despacio, pero la calma no era uno de sus fuertes.
En su profesión destacaba por su instinto y su capacidad de tomar decisiones
rápidas. Por enésima vez desde que _____ lo abandonó sin mirar atrás, se dijo que un
vicepresidente de ventas, con cuarenta y siete delegaciones a su cargo, debería haber
sido más listo.
Había creído que, dada la prominencia de su familia, la solución lógica era
proponerle matrimonio. Había creído que ese compromiso salvaría las distancias y le
demostraría que quería pasar con ella el resto de su vida.
Pero _____ no pensaba así. No había contado con su determinación por atenerse a
las normas, ni con su forma de refugiarse tras barreras insalvables cuando algo
escapaba a su control. Se había equivocado.
Cerró los ojos, disfrutando del roce de su pelo en la mejilla, de su aroma
femenino y delicado, de la sensación de plenitud que sólo había sentido con ella.
_____ lo llevaba a telefonear en mitad de su jornada de trabajo, para oír su voz.
Disfrutaba con el reto de apartar cada capa de compostura y frialdad para llegar a la
mujer apasionada que había debajo.
Quería otra oportunidad.
Como si adivinara el rumbo de sus pensamientos, ella escapó de sus brazos. No se
lo tomó a mal. Era obvio que no estaba acostumbrada a compartir la cama y llevaba
moviéndose desde que se había dormido.
Se bajó de la cama, se puso vaqueros, una camisa y zapatillas de deporte.
Comprobó que seguía dormida y salió del dormitorio. Tenía cosas urgentes que hacer.
Encontró el bolso de ____ en la sala, sobre una mesita. Lo abrió y, sin
remordimiento alguno, apagó el teléfono móvil. Sólo la suerte había evitado que sonase
mientras hacían el amor. harry dio gracias al cielo. ____ habría salido de la cama
disparada al oírlo.
Su vida giraba alrededor de un móvil que estaba siempre encendido. Era la
conexión que permitía a la senadora presentar un frente unido ante la prensa siempre
que le parecía necesario. _____ había estado a punto de perderse la boda de Lennon y
Josh por causa de una llamada de obligación familiar, durante la última campaña de su
madre.
Entendía que la familia Talbot debía apoyar a la senadora, pero no que ____
viviera pendiente de esa obligación. Ella le había dicho que sus padres tenían ciertas
expectativas con sus hijos y que ella aún tenía que ponerse a la altura. Le costaba
creer que no lo estuviera, dado que era una mujer inteligente y de éxito. Pero ____ se
negaba a hablar de eso.
Mientras salía de la suite, recordó la primera vez que la había visto: mes de
junio, aeropuerto Louis Armstrong, Louisiana.
harry, amigo del novio, había tenido que ir a recoger a una dama de honor
que llegaba en el último minuto, justo a tiempo para el ensayo de la boda.
____ era esbelta y de cabello oscuro, que le llegaba a la cintura. Era una belleza
clásica, de piel cremosa y facciones elegantes, como una muñeca de porcelana.Tenía
una sonrisa luminosa y aire de estar muy segura de sí misma. Eso fue lo que antes le
llamó la atención. Y seguía fascinándolo y frustrándole al mismo tiempo. Movió la
cabeza de lado a lado y salió de la suite. Tenía que organizar sus planes para los días
siguientes.
Lo sorprendió ver luz tras la puerta acristalada del despacho..La señorita Q
estaba dentro, sentada al escritorio, ante una taza de té y un montón de papeles.
-Justo la persona a quien quería ver -dijo-. Iba a dejarte una nota, supuse que
estarías durmiendo.
[/size][/size][/size]
[size=18][size=12][size=12]
Con los hombros aún arqueados, se puso de perfil y metió las manos en las tiras
de la tanga. La bajó lentamente, moviendo el trasero. Se movía lánguidamente,
consciente de la humedad que tenía entre las piernas, intentado capturar toda su
atención.
Él la siguió con los ojos mientras alargaba el momento. Cuando el diminuto pedazo
de tela cayó a sus pies, _____ se inclinó para recuperarlo.
Antes, su largo cabello habría ocultado parte de su cuerpo, pero ya sólo le
llegaba al cuello, dejándola expuesta para que la admirase.
Agarró el tanga, lo hizo girar en el dedo y se lo lanzó. Rápido como siempre, él lo
atrapó y, con una sonrisa traviesa, colocó el trozo de encaje blanco sobre el pecho,
apretándolo contra el corazón.
Maldiciéndolo, ______ se derritió por dentro. No entendía que quisiera convertir
un juego sexual en algo más. Era él quien no seguía las normas, quien la había dejado
escapar sin buscarla, sin luchar. Lo que estaba ocurriendo no era más que sexo.
De un salto, ______ se situó sobre sus caderas. Rodeó su pene con los dedos y lo
introdujo en su húmedo interior con un solo movimiento. Complacida por el fuerte
gruñido de placer y por su estremecimiento, arqueó la espalda y cabalgó sobre él.
Harry no se conformó con dejarla.controlar el juego. Agarró uno de sus
pezones con los labios y lo introdujo en las profundidades de su boca. _____ gimió. El
efecto que ese hombre ejercía en ella era increíble e innegable.
No pudo evitar besarlo con ternura en la parte superior de la cabeza. Él alzaba
las caderas para encontrarse con ella, marcándola con su calor, haciéndole empujar
con más fuerza, sin dejar de besar sus pezones.
Después, introdujo las manos bajo su trasero y la obligó a acelerar el ritmo. Sus
muslos empezaron a vibrar y se clavó en ella con una fuerza que _____ percibió en lo
más profundo de su ser.
Jadeando, dejó caer la cabeza en la almohada. Cerró los párpados y las espesas y
oscuras pestañas acariciaron sus mejillas. ____ admiró sus rasgos, afinados por el
placer, la mandíbula apretada, los tendones del cuello tensos como cuerdas.
Verlo alcanzar la cima del placer la llevó a otro orgasmo increíble, una intensa
liberación de los sentidos. Después se derrumbó sobre él, reviviendo el sonido de su
corazón palpitando contra el suyo, cómo su rostro encajaba perfectamente en la curva
de ese hombro, el olor de su piel húmeda tras entregarse a la pasión.
Volvió a preguntarse por qué crueldad del destino él no podía ser su hombre.
Cuando él la acarició lentamente, como si quisiera memorizar su cuerpo, admitió
que él le había roto el corazón; lo había deseado más que a ninguno.
Pero no era su hombre.
_____ supo que había llegado la hora de huir, antes de romperse en pedazos. Pero
harry siguió abrazándola. Cuando se resistió, él se dispuso a un nuevo asalto; la
atrapó contra el colchón y depositó una lluvia de besos por cada centímetro de su piel,
demostrando que no había olvidado ninguno de los puntos sensibles descubiertos
durante tres meses de cortejo.
Después, colocó los hombros entre sus muslos y volvió a familiarizarse con sus
partes más íntimas, usando los labios y la boca con sensualidad, llevándola a gritar de
placer.
La luz se apagó tras los ventanales. Seguía sonando música de jazz, filtrándose
en su subconsciente. harry conseguía nublar todos sus sentidos. La devastaba
con caricias y besos rebosantes de ternura.
Largo rato después, cuando pensó que un orgasmo más podría matarla, _____ se
apartó de él, ocultándole las lágrimas que asolaban sus ojos.
-No te vayas -la voz grave y profunda, con un ligero acento sureño, rasgó la
oscuridad.
La atrajo de nuevo, rodeó su cintura con un brazo y curvó el cuerpo a su
alrededor.Apoyó la barbilla en la parte superior de su cabeza e inhaló profundamente.
____ no podía pensar con claridad. Su cuerpo aún temblaba de saciedad y
sublime placer satisfecho.
El aliento de harry le hacía cosquillas en la oreja. Estaban tan juntos que
parecían fundidos en uno. _____ no pensó en sus estrictas normas sobre las relaciones.
No analizó las consecuencias de lo ocurrido.
Sencillamente, cerró los ojos.
En la quietud de la noche, harry acunó a ____ en sus brazos, disfrutando
de la sensación de esas largas piernas enredadas con la suyas, de su aliento contra el
pecho. Físicamente debería estar agotado, pero volver a tenerla consigo le impedía
dormir.
____ lo había desarmado por completo, igual que esa otra noche, tres meses
antes. Había pretendido involucrarla en un ejercicio de fantasía, en un lugar en el que
se sintiera libre de las restricciones que regían su complicada vida. Pero había sido
incapaz de no tocarla y se habían perdido la noche inaugural; ella se lo reprocharía al
despertar. Su única defensa era que se había perdido en el reto de hacerla gemir de
placer, de derrumbar las barreras que erigía entre ellos.
Tres meses sin ella habían sido demasiados. Asumía su culpa; había cometido un
error de juicio. Que _____ se negara a dormir con él debería haberlo prevenido de que
debía ir despacio, pero la calma no era uno de sus fuertes.
En su profesión destacaba por su instinto y su capacidad de tomar decisiones
rápidas. Por enésima vez desde que _____ lo abandonó sin mirar atrás, se dijo que un
vicepresidente de ventas, con cuarenta y siete delegaciones a su cargo, debería haber
sido más listo.
Había creído que, dada la prominencia de su familia, la solución lógica era
proponerle matrimonio. Había creído que ese compromiso salvaría las distancias y le
demostraría que quería pasar con ella el resto de su vida.
Pero _____ no pensaba así. No había contado con su determinación por atenerse a
las normas, ni con su forma de refugiarse tras barreras insalvables cuando algo
escapaba a su control. Se había equivocado.
Cerró los ojos, disfrutando del roce de su pelo en la mejilla, de su aroma
femenino y delicado, de la sensación de plenitud que sólo había sentido con ella.
_____ lo llevaba a telefonear en mitad de su jornada de trabajo, para oír su voz.
Disfrutaba con el reto de apartar cada capa de compostura y frialdad para llegar a la
mujer apasionada que había debajo.
Quería otra oportunidad.
Como si adivinara el rumbo de sus pensamientos, ella escapó de sus brazos. No se
lo tomó a mal. Era obvio que no estaba acostumbrada a compartir la cama y llevaba
moviéndose desde que se había dormido.
Se bajó de la cama, se puso vaqueros, una camisa y zapatillas de deporte.
Comprobó que seguía dormida y salió del dormitorio. Tenía cosas urgentes que hacer.
Encontró el bolso de ____ en la sala, sobre una mesita. Lo abrió y, sin
remordimiento alguno, apagó el teléfono móvil. Sólo la suerte había evitado que sonase
mientras hacían el amor. harry dio gracias al cielo. ____ habría salido de la cama
disparada al oírlo.
Su vida giraba alrededor de un móvil que estaba siempre encendido. Era la
conexión que permitía a la senadora presentar un frente unido ante la prensa siempre
que le parecía necesario. _____ había estado a punto de perderse la boda de Lennon y
Josh por causa de una llamada de obligación familiar, durante la última campaña de su
madre.
Entendía que la familia Talbot debía apoyar a la senadora, pero no que ____
viviera pendiente de esa obligación. Ella le había dicho que sus padres tenían ciertas
expectativas con sus hijos y que ella aún tenía que ponerse a la altura. Le costaba
creer que no lo estuviera, dado que era una mujer inteligente y de éxito. Pero ____ se
negaba a hablar de eso.
Mientras salía de la suite, recordó la primera vez que la había visto: mes de
junio, aeropuerto Louis Armstrong, Louisiana.
harry, amigo del novio, había tenido que ir a recoger a una dama de honor
que llegaba en el último minuto, justo a tiempo para el ensayo de la boda.
____ era esbelta y de cabello oscuro, que le llegaba a la cintura. Era una belleza
clásica, de piel cremosa y facciones elegantes, como una muñeca de porcelana.Tenía
una sonrisa luminosa y aire de estar muy segura de sí misma. Eso fue lo que antes le
llamó la atención. Y seguía fascinándolo y frustrándole al mismo tiempo. Movió la
cabeza de lado a lado y salió de la suite. Tenía que organizar sus planes para los días
siguientes.
Lo sorprendió ver luz tras la puerta acristalada del despacho..La señorita Q
estaba dentro, sentada al escritorio, ante una taza de té y un montón de papeles.
-Justo la persona a quien quería ver -dijo-. Iba a dejarte una nota, supuse que
estarías durmiendo.
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yineth ruiz
Re: muy tentador (harry styles y ____ talbot) CANCELADA
capitulo 9
-Ya tendré tiempo de dormir cuando esté muerta, cariño -la señorita Q lo miró
por encima de las gafas, con ojos brillantes-. Ahora tengo cosas que hacer.
harry comprendió que la anciana pretendía enfrentarse a la muerte igual
que a la vida, como si fuera una experiencia más. Le pareció buena idea.
-Espero no molestarte.
-Pues claro que no. Pero dado que _____ y tú no aparecisteis en la inauguración,
tenía la esperanza de que estuvieras haciendo algo más interesante.
-Sin comentarios.
-¿Vas a hacerte el caballero? Como quieras, guárdate los detalles, sólo dime
cómo fue. Sigues en pie y no veo heridas, así que supongo que llegasteis a algún
acuerdo con respecto al curso de formación.
-Más o menos.
Técnicamente, no habían mencionado el tema, no lo harían hasta que ella se
despertase y comprendiera que se habían perdido la inauguración. Esperaba que no
hubiese derramamiento de sangre
-Entiendo.
harry sabía que era así. La señorita Q era una de las pocas personas que
había entendido su propuesta de matrimonio. Había vivido con el amor de su vida
durante más de cincuenta años, un gran amigo del abuelo de harry.Y conocía a
_____. Había sido ella quien lo envió al aeropuerto a recogerla.
-Después de ver a ____ esta noche, estoy seguro de que puedo conseguir que me
dé otra oportunidad.
-Estás convencido de que aún te quiere.
-Sí.
-Me alegro, porque quiero que las cosas salgan a tu gusto -dijo la señorita Q-.
Has invertido mucho tiempo y dinero en organizar todo esto, reconozco que estoy
impresionada con tu imaginación. Eres el hombre adecuado para conquistar a la
independiente ____.
-Gracias por ayudarme.
-Ha sido un placer. Lo he pasado muy bien y me encanta que a Olaf le guste todo
esto. Hace años que no se divierte tanto. Quiero que tú te diviertas también. Creo que
te,gustará el guión que hemos organizado.
-Seguro que sí.
-Entonces sonríe, cariño. Eres un innovador hombre de negocios, vicepresidente
de ventas de una gran empresa.Tienes que poder venderte a _____.
Él deseó que eso fuera tan fácil como invertir en una plantación o en una
inmobiliaria, pero la señorita Q tenía razón. La conocía de toda la vida y respetaba sus
opiniones. Sabía que el sentimiento era recíproco.
-Ya intenté el enfoque directo y no funcionó. Es una mujer fuerte, perseguirla
nunca fue una opción. Sólo la conseguiré con imaginación e ingenio.
-____ es difícil de pelar, lo sé -dijo la señorita Q, pensativa-. Pero también tú.
No me resultó fácil encontrar una mujer que te llamase la atención. Créeme.
-No quiero perderla -confesó harry, tras inspirar profundamente. La
señorita Q soltó un suspiro; era una romántica.
-_____ es una mujer inteligente y son perfectos el uno para el otro.Yo me ocupé
de poneros en contacto y no suelo equivocarme con las grandes pasiones.
-Con un poco de suerte, espero convencerla de eso.
-La suerte no tiene nada que ver -la señorita Q esbozó una sonrisa luminosa, que
permitía entrever la gran belleza que debió de ser de joven-. Sé tú mismo y deja que
su corazón haga el resto. Es una chica lista.
-Que prefiere jugar sobre seguro. No se permite cercanía ni vulnerabilidad;
ahora mismo está convencida de que soy lo peor que podría ocurrirle. Pero bajo su frío
exterior late un corazón idealista. Lo esconde muy bien, pero le gusta editar esas
novelas; cree en héroes, fantasías y finales felices, lo admita o no.
-Tú serás el héroe ideal, querido. Lo llevas en la sangre. No tienes más que mirar
a tus padres. Son la pareja más enamorada de su generación.
Eso era indiscutible. Sus padres estaba hechos el uno para el otro y seguían
queriéndose tanto como cuando harry era niño. Sus demostraciones de amor lo
habían avergonzado entonces, cuando era demasiado joven para apreciar lo especial
que era su relación.
-____ y tú son la personificación de una gran pasión -la señorita Q volvió a
suspirar. harry estuvo seguro de que había hecho bien pidiéndole ayuda.
Asociarse con la anciana casamentera era una táctica poco convencional, pero su
mejor opción. No volvería a apresurarse. Recordaba perfectamente cómo se había
sentido en su oficina de Manhattan, mirando a la gente que corría por la calle,
cincuenta pisos más abajo. Cualquiera de esas personas podría haber sido ____, pero él
no podía distinguirla. No quería volver a experimentar un vacío similar.
_____ sintió la luz del sol en los párpados, aún cerrados. La música de jazz de la
noche anterior había dado paso al silencio. Recordaba imágenes de brazos y piernas
entrelazados, de un cuerpo que volvía a enredarse con el suyo cada vez que se movía.
Solía tardar bastante en despejarse en el mejor de los días; esa mañana se
sentía sensible y desorientada pero saciada, satisfecha...
Ese pensamiento le devolvió la conciencia de sopetón. Se incorporó de un salto,
buscando a harry. No estaba allí. Intentaba convencerse de que todo lo ocurrido
no había sido más que un sueño erótico, cuando oyó el sonido de la ducha.
Apartó las sábanas y se sentó al borde de la cama. Todo su cuerpo estaba
sensibilizado tras sus atenciones. Le temblaban los muslos y sus músculos se quejaban
tras la desacostumbrada actividad física. Sintió el latido de su sexo, recordándole que
la noche anterior había despertado un apetito que llevaba meses controlando.
Maldijo a harry interiormente: Era un maestro en el arte de hacer el
amor, y hacía uso de su don sin tener en cuenta las repercusiones para sus parejas.
_____ se puso en pie, se envolvió en una sábana y atravesó la habitación.
El ventanal estaba abierto, pero sólo dedicó un vistazo al patio privado en el que
se veía una piscina rodeada de vegetación, musgo y flores. Olía a gardenias, su
perfume favorito. ____ fue directa al cuarto de baño y abrió la puerta de la cabina de
la ducha.
Él tenía la cabeza echada hacia atrás, bajo el agua, y los ojos cerrados, mientras
el champú recorría su rostro y caía sobre sus anchos hombros.
-¿No te vayas? -repitió sus palabras de la noche anterior-. Hace tres meses que
no hablamos y sólo se te ocurre decir «no te vayas». No pudiste resistir el reto de
hacerme pasar contigo toda la noche, aunque sabes lo que opino de eso. Fue un golpe
bajo...
harry la agarró, tiró de ella y la obligó a entrar en la cabina de la ducha.
Ella sintió el agua caliente pero, aunque empapada, siguió sujetando la sábana. Él pisó
el borde de la tela para hacer que la soltara.
-¡harry! -protestó. Él sin mirarla, le arrancó la sábana, hizo un bulto y lo
echó fuera de la cabina de una patada.
-Buenos días, cariño -saludó alegremente, como si todo fuera de maravilla-.
Pensé que sería mejor solucionar lo de «pasar la noche juntos» desde el principio, ya
que somos compañeros de habitación. ¿Has dormido bien?
Ella lo miró con furia. Había dormido bastante bien para ser una mujer a punto
de morir por un exceso orgásmico que había roto la norma principal en una relación:
«Las hijas de senadores no se arriesgan a que las pillen saliendo de la cama de nadie la
mañana después».
Afortunadamente, en Félicie Allée no había muchas posibilidades de que alguien
avisara a la prensa.
-He dormido muy bien -dijo con voz controlada.
-Te he echado de menos.
Los potentes ojos azules se clavaron en sus labios, brillantes, haciéndole
recordar la intimidad que habían compartido. harry melló su compostura cuando
alzó la mano y acarició su labio inferior con el pulgar.
Con un gran esfuerzo de voluntad, _____ aguantó su mirada y se mantuvo firme
mientras él recorría su mandíbula con dedos húmedos.
Deseó negar que lo había echado de menos, pero ambos sabían que se había
disuelto en sus brazos. Ya sólo podía dar marcha atrás, reevaluar la situación y
elaborar una estrategia que le permitiera manejar la reaparición de ese hombre en su
vida.
«Cuando la respuesta no esté clara, da un paso atrás y reexamina la pregunta»,
solía decir su madre.
Pero en ese momento era literalmente imposible. A su espalda tenía la pared de
azulejos, delante el impresionante cuerpo de harry. Él siguió acariciándola,
tocando cada valle y curva de su cuello. Después miró su cabello con aprobación, igual
que la noche anterior.
-Ya tendré tiempo de dormir cuando esté muerta, cariño -la señorita Q lo miró
por encima de las gafas, con ojos brillantes-. Ahora tengo cosas que hacer.
harry comprendió que la anciana pretendía enfrentarse a la muerte igual
que a la vida, como si fuera una experiencia más. Le pareció buena idea.
-Espero no molestarte.
-Pues claro que no. Pero dado que _____ y tú no aparecisteis en la inauguración,
tenía la esperanza de que estuvieras haciendo algo más interesante.
-Sin comentarios.
-¿Vas a hacerte el caballero? Como quieras, guárdate los detalles, sólo dime
cómo fue. Sigues en pie y no veo heridas, así que supongo que llegasteis a algún
acuerdo con respecto al curso de formación.
-Más o menos.
Técnicamente, no habían mencionado el tema, no lo harían hasta que ella se
despertase y comprendiera que se habían perdido la inauguración. Esperaba que no
hubiese derramamiento de sangre
-Entiendo.
harry sabía que era así. La señorita Q era una de las pocas personas que
había entendido su propuesta de matrimonio. Había vivido con el amor de su vida
durante más de cincuenta años, un gran amigo del abuelo de harry.Y conocía a
_____. Había sido ella quien lo envió al aeropuerto a recogerla.
-Después de ver a ____ esta noche, estoy seguro de que puedo conseguir que me
dé otra oportunidad.
-Estás convencido de que aún te quiere.
-Sí.
-Me alegro, porque quiero que las cosas salgan a tu gusto -dijo la señorita Q-.
Has invertido mucho tiempo y dinero en organizar todo esto, reconozco que estoy
impresionada con tu imaginación. Eres el hombre adecuado para conquistar a la
independiente ____.
-Gracias por ayudarme.
-Ha sido un placer. Lo he pasado muy bien y me encanta que a Olaf le guste todo
esto. Hace años que no se divierte tanto. Quiero que tú te diviertas también. Creo que
te,gustará el guión que hemos organizado.
-Seguro que sí.
-Entonces sonríe, cariño. Eres un innovador hombre de negocios, vicepresidente
de ventas de una gran empresa.Tienes que poder venderte a _____.
Él deseó que eso fuera tan fácil como invertir en una plantación o en una
inmobiliaria, pero la señorita Q tenía razón. La conocía de toda la vida y respetaba sus
opiniones. Sabía que el sentimiento era recíproco.
-Ya intenté el enfoque directo y no funcionó. Es una mujer fuerte, perseguirla
nunca fue una opción. Sólo la conseguiré con imaginación e ingenio.
-____ es difícil de pelar, lo sé -dijo la señorita Q, pensativa-. Pero también tú.
No me resultó fácil encontrar una mujer que te llamase la atención. Créeme.
-No quiero perderla -confesó harry, tras inspirar profundamente. La
señorita Q soltó un suspiro; era una romántica.
-_____ es una mujer inteligente y son perfectos el uno para el otro.Yo me ocupé
de poneros en contacto y no suelo equivocarme con las grandes pasiones.
-Con un poco de suerte, espero convencerla de eso.
-La suerte no tiene nada que ver -la señorita Q esbozó una sonrisa luminosa, que
permitía entrever la gran belleza que debió de ser de joven-. Sé tú mismo y deja que
su corazón haga el resto. Es una chica lista.
-Que prefiere jugar sobre seguro. No se permite cercanía ni vulnerabilidad;
ahora mismo está convencida de que soy lo peor que podría ocurrirle. Pero bajo su frío
exterior late un corazón idealista. Lo esconde muy bien, pero le gusta editar esas
novelas; cree en héroes, fantasías y finales felices, lo admita o no.
-Tú serás el héroe ideal, querido. Lo llevas en la sangre. No tienes más que mirar
a tus padres. Son la pareja más enamorada de su generación.
Eso era indiscutible. Sus padres estaba hechos el uno para el otro y seguían
queriéndose tanto como cuando harry era niño. Sus demostraciones de amor lo
habían avergonzado entonces, cuando era demasiado joven para apreciar lo especial
que era su relación.
-____ y tú son la personificación de una gran pasión -la señorita Q volvió a
suspirar. harry estuvo seguro de que había hecho bien pidiéndole ayuda.
Asociarse con la anciana casamentera era una táctica poco convencional, pero su
mejor opción. No volvería a apresurarse. Recordaba perfectamente cómo se había
sentido en su oficina de Manhattan, mirando a la gente que corría por la calle,
cincuenta pisos más abajo. Cualquiera de esas personas podría haber sido ____, pero él
no podía distinguirla. No quería volver a experimentar un vacío similar.
_____ sintió la luz del sol en los párpados, aún cerrados. La música de jazz de la
noche anterior había dado paso al silencio. Recordaba imágenes de brazos y piernas
entrelazados, de un cuerpo que volvía a enredarse con el suyo cada vez que se movía.
Solía tardar bastante en despejarse en el mejor de los días; esa mañana se
sentía sensible y desorientada pero saciada, satisfecha...
Ese pensamiento le devolvió la conciencia de sopetón. Se incorporó de un salto,
buscando a harry. No estaba allí. Intentaba convencerse de que todo lo ocurrido
no había sido más que un sueño erótico, cuando oyó el sonido de la ducha.
Apartó las sábanas y se sentó al borde de la cama. Todo su cuerpo estaba
sensibilizado tras sus atenciones. Le temblaban los muslos y sus músculos se quejaban
tras la desacostumbrada actividad física. Sintió el latido de su sexo, recordándole que
la noche anterior había despertado un apetito que llevaba meses controlando.
Maldijo a harry interiormente: Era un maestro en el arte de hacer el
amor, y hacía uso de su don sin tener en cuenta las repercusiones para sus parejas.
_____ se puso en pie, se envolvió en una sábana y atravesó la habitación.
El ventanal estaba abierto, pero sólo dedicó un vistazo al patio privado en el que
se veía una piscina rodeada de vegetación, musgo y flores. Olía a gardenias, su
perfume favorito. ____ fue directa al cuarto de baño y abrió la puerta de la cabina de
la ducha.
Él tenía la cabeza echada hacia atrás, bajo el agua, y los ojos cerrados, mientras
el champú recorría su rostro y caía sobre sus anchos hombros.
-¿No te vayas? -repitió sus palabras de la noche anterior-. Hace tres meses que
no hablamos y sólo se te ocurre decir «no te vayas». No pudiste resistir el reto de
hacerme pasar contigo toda la noche, aunque sabes lo que opino de eso. Fue un golpe
bajo...
harry la agarró, tiró de ella y la obligó a entrar en la cabina de la ducha.
Ella sintió el agua caliente pero, aunque empapada, siguió sujetando la sábana. Él pisó
el borde de la tela para hacer que la soltara.
-¡harry! -protestó. Él sin mirarla, le arrancó la sábana, hizo un bulto y lo
echó fuera de la cabina de una patada.
-Buenos días, cariño -saludó alegremente, como si todo fuera de maravilla-.
Pensé que sería mejor solucionar lo de «pasar la noche juntos» desde el principio, ya
que somos compañeros de habitación. ¿Has dormido bien?
Ella lo miró con furia. Había dormido bastante bien para ser una mujer a punto
de morir por un exceso orgásmico que había roto la norma principal en una relación:
«Las hijas de senadores no se arriesgan a que las pillen saliendo de la cama de nadie la
mañana después».
Afortunadamente, en Félicie Allée no había muchas posibilidades de que alguien
avisara a la prensa.
-He dormido muy bien -dijo con voz controlada.
-Te he echado de menos.
Los potentes ojos azules se clavaron en sus labios, brillantes, haciéndole
recordar la intimidad que habían compartido. harry melló su compostura cuando
alzó la mano y acarició su labio inferior con el pulgar.
Con un gran esfuerzo de voluntad, _____ aguantó su mirada y se mantuvo firme
mientras él recorría su mandíbula con dedos húmedos.
Deseó negar que lo había echado de menos, pero ambos sabían que se había
disuelto en sus brazos. Ya sólo podía dar marcha atrás, reevaluar la situación y
elaborar una estrategia que le permitiera manejar la reaparición de ese hombre en su
vida.
«Cuando la respuesta no esté clara, da un paso atrás y reexamina la pregunta»,
solía decir su madre.
Pero en ese momento era literalmente imposible. A su espalda tenía la pared de
azulejos, delante el impresionante cuerpo de harry. Él siguió acariciándola,
tocando cada valle y curva de su cuello. Después miró su cabello con aprobación, igual
que la noche anterior.
yineth ruiz
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