the prince & me | nc

Seis chicos se encontraban en una carrera de autos deportivos, la tierra se dispersaba por todos lados y no les importaba el hecho de que probablemente podrían atropellar a alguien. ¿Quiénes eran? Efectivamente, eran los seis príncipes de diferentes países alrededor del mundo, todos eran amigos y cabe decir que sus personalidades encajaban, amaban hacer carreras con sus autos deportivos, según ellos para probar que auto era mejor, aunque al final sus autos siempre terminaban destruidos mas no era problema para ellos.

—¡Ja! Te dije que mi auto era mejor que el tuyo Zayn — se burlaba un rizado, cuyo nombre era Harry.
—¡Hiciste trampa! No hay mejor explicación — gruño Zayn.
—A mí no me engañas, estas ardido — acto seguido, saco la lengua para molestar al moreno.
—¡Basta! Parecen niños pequeños, hemos hecho estas carreras como por más de dos meses y ahora se les ocurre pelear — dijo un castaño con mentalidad más madura que los demás.
—No es mi culpa que Harry sea un tramposo Liam —
—¡Y no es mi culpa que Zayn este ardido! —ataco el rizado.
—Si bueno, ¿podemos dejar esto atrás y comer algo? Tengo demasiada hambre —bufo un rubio, pensando en comida.
—Siempre tienes hambre duende, pero tienes razón, entremos —le dio la razón un castaño con orbes color azul llamado Louis. Luego de que Louis haya dicho eso, todos entraron a lo que era el castillo de Grant, el príncipe de Noruega.

El rubio fue corriendo hacia la cocina, pidió inmediatamente que le hicieran una pizza, por así decirlo él era el más tranquilo de todos, no era tan engreído y presumido como los otros. Los otros cinco, fueron hacia la gigantesca sala de estar de Grant. Simplemente se sentaron y esperaron a que sus sirvientes llegaran y les quitaran los zapatos, mientras que otros les traían botana, eran unos malcriados, prendieron la enorme pantalla de plasma e iban canal por canal buscando algo interesante, hasta que sus miradas se enfocaron en un comercial en específico, eran chicas mostrando sus pechos sin piedad mientras se reían, se podía ver que se encontraban en una fiesta, cuando el comercial estaba por acabarse, un pequeño anuncio apareció “London College Girls”.

—Oficialmente, necesitamos ir a Londres — comento Jake, que hasta ahora había hablado, todos asintieron con la cabeza y una sonrisa en la boca.
—El problema es si nuestros padres nos darán  permiso de ir — se notaba la preocupación en la voz de Louis.
—Oh, ustedes tranquilos, yo me encargare de eso, mis encantos nunca fallan — presumió el rizado.

Ahí fue donde todos decidieron ir si o si a Londres, ellos pensaron que encontrarían lo que vieron en la televisión pero eso no fue así.